30 minute read
El paso a paso. Técnicas y procesos en la producción de calzado
El paso a paso. Técnicas y procesos en la producción de calzado
INSUMOS
Advertisement
Para el proceso de producción en un taller o fábrica de calzado, se requiere como materia prima principal la piel (cuero) o el material sintético sobre el que se van a figurar las piezas de corte que, al guarnecer, montar y rematar, darán como resultado final los zapatos que usamos. El cuero es uno de los insumos principales que caracteriza los zapatos que se fabrican en el Restrepo; y aunque la competencia ha impulsado la inclusión de otros materiales sintéticos y textiles, las pieles continúan siendo una de las particularidades que definen la producción del barrio.
De una forma un poco romántica, Germán Espinel, de Calzado Don Pepe, rememora la calidad del cuero y los procesos manuales que ya se han tecnificado. Afirma que el proceso del calzado pasó de una forma muy artesanal, en la que todo se hacía a mano, a utilizar maquinaria:
Mi papá hacía los zapatos […] todo se cosía a mano, después aparecieron las punteadoras que es la parte que pega el corte a la suela […] eso se hacía ya con una máquina, pero eso antes también se hacía mano. A pesar de todo, de ser tan artesanal, esos zapatos duraban más de los que duran ahora.
A pesar de que se hacía en una suela que era de la propia piel de la vaca, la parte que tocaba el piso era muy duradera. Los zapatos eran muy livianos, pero algunos problemas que había era que, como se hacía con puntillas, a veces a la gente se le salían las puntillas. Entonces, una parte de lo que nosotros hacíamos en la casa era “remachar” esas puntillas cuando salía ya el zapato terminado; se utilizaba mucho la mano y una pinza. El zapato se montaba a la plantilla con una pinza que el solador iba moldeando completamente hasta que quedara bien forrado a la horma el cuero.[91]
91 Germán Espinel Bernal, cortador e hijo de fabricante y guarnecedora de calzado, entrevista virtual y recorrido de derivas urbanas en el barrio Restrepo, septiembre de 2020.
El proceso productivo no depende solo de la manufactura; también de los materiales que se utilizan. En todo caso, la producción tradicional de calzado está asociada al uso de cueros, no de materiales sintéticos, tal y como añade Germán:
Había muchas calidades de cuero, uno suave, por ejemplo, se llamaba Riviera, pero mi papá en un principio compraba buenos cueros porque le vendía a la gente que trabajaba en las oficinas. Ya con el tiempo mi papá fue utilizando cueros rústicos y era más difícil el modelado del zapato a la horma; entonces, se necesitaba mucha más pericia de los soladores porque, para que el cuero se pegara y diera completamente la forma de la horma, tocaba a veces hasta calentar el cuero y pasarle una pinza. […] [92]
Los recursos y los materiales usados se relacionan con las posibilidades, el diseño, la calidad, la innovación y las modas asociadas, a partir de las cuales se crearon modelos que permanecen en el tiempo con los llamados estilos clásicos. Así, continúa narrando Alfredo Espinel:
Me acuerdo que sacaron dos tipos de calzado, entre tantos modelos sacaron dos, que todavía me acuerdo. De 1976 a 1979. Uno que se llamaba “zapato Caracas”, que la característica era que en la punta le hacían una figura como de una flor de lis; a ese diseño del cuero le decían “quingo”, entonces, a mí me mandaban al barrio Restrepo a ponerle el “quingo” a los zapatos. Entonces era el zapato Caracas que fueron muy famosos por aquella época en Bogotá, para zapato de oficina de los señores; y había otra que se llamaba la “bota yanqui”, que se caracteriza porque alrededor del pie tiene como una costura gruesa, y a veces lo hacían en goma o llanta de avión.[93]
En muchos casos se usaban los recursos que se tenían para el beneficio de la microempresa familiar, innovando con nuevos diseños, iniciativa que integró el desarrollo de los oficios de la zapatería:
En ese tiempo mi papá compraba cuero de segunda, de colores verdes, amarillos, fucsias, en ese tiempo no existía eso, pero mi papá
92 Germán Espinel Bernal, entrevista virtual y recorrido de derivas urbanas en el barrio Restrepo. 93 Alfredo Espinel Bernal, entrevista virtual.
DIAGRAMA DEL PROCESO DE PRODUCCIÓN DE CALZADO EN EL BARRIO RESTREPO, 2020 FUENTE: ELABORADO POR COLECTIVO TRAMA & MEMORIA – AMEM, CON BASE EN CONCEPTO DE INFOGRAFÍA DE ZAPATOS.
FÁBRICA TALLER CALZADO RIVERA, 2020
como los conseguía baratos... Entonces mi papá empezó a usar lo que conseguía: si tenía pepitas, hacía zapatos de pepitas; si eran verdes, hacía zapatos verdes. Entonces, él empezó a vender esos zapatos que eran escandalosos; como la gente los compraba para trabajar, no importaba, pero ahorita esos zapatos serían como chévere, porque eran zapatos estrafalarios.[94]
94 Alfredo Espinel Bernal, entrevista virtual.
1. Diseñador, Modelaje-Modelista El modelista resuelve y desarrolla los moldes de cada una de las piezas que compondrá el zapato que se quiere fabricar. Este oficio requiere el conocimiento de todo el proceso de elaboración del calzado. En el presente, esta actividad también ha sido tecnificada y es realizada por los diseñadores. Siguen existiendo modelistas y ayudantes de modelistas que trabajan como satélites para fabricantes de calzado.
Jorge Aníbal Rodríguez Rozo tiene 78 años. Es muy conocido en el barrio el Restrepo y cuenta cómo se dio el proceso para hacerse modelista, que es la especialidad que ha desarrollado gran parte de su vida:
A los dieciocho años, con mi hermano nos dio por ponernos a dibujar y ahí nos volvimos ya modelistas, o sea, el que hace los moldes para hacer el zapato; aprendimos empíricamente. En la zapatería es el diseñador, que es el que dibuja; el modelista, que es el que hace el molde, y de ahí sigue el guarnecedor, que es el que hace el corte, y el solador, que es el que monta el corte y le pone suela, y después sigue el terminador, el que le da tinta al zapato, lo limpia, lo deja bien presentado.[95]
Este proceso todavía se puede realizar de forma manual, como bien lo señala Jorge: “dibujando el modelo en la horma, se forra la horma en una tela y sobre esto se dibujan los patrones, se despega la tela, se cortan en cartulina, se pega a la lámina de aluminio y se corta con una cizalla eléctrica o mecánica”[96]. Recientemente, para diseñar y escalar se ha incorporado el uso de programas como Corel Draw que generan el patrón que se imprime, y se pega sobre la cartulina y la lámina de aluminio[97] .
El oficio de modelista generalmente se desarrolla en espacios adaptados en las casas de quienes realizan el proceso y entregan los moldes en bolsas plásticas a los talleres y fábricas.
95 Jorge Rodríguez, modelista de calzado, entrevista virtual, septiembre de 2020. 96 Jorge Rodríguez, entrevista virtual. 97 Sonia Rodríguez, emplantilladora de calzado, recorrido de derivas urbanas, octubre de 2020.
MOLDES
Los moldes en cartón o lámina de aluminio se disponen sobre los cueros o el material sintético para ser cortados manualmente con una cuchilla. Adicionalmente, en esta etapa se usan como herramientas “una piedra de afilar, un marcador de puntos —lezna, esfero o puntilla, que indica por dónde debe ir la costura en el proceso de guarnición—, y un peso o tejo, que evita que el cuero o material sintético se deslice y se mueva mientras el cortador saca la pieza”[98] . El mobiliario esencial es la mesa de corte.
Una de las habilidades es la pericia del cortador para figurar el cuero, de tal manera que pueda acomodar los moldes minimizando el desperdicio y evadiendo las partes defectuosas. Como lo relata Alfredo Espinel:
Mi papá era el que cortaba o a veces contrataba al tío Pedro, quien era famoso como cortador porque le rendía una barbaridad. […] un cuero es como la piel del animal que lo tratan y queda como una cosa grande, entonces él, para que le rindiera, colocaba dos cueros y pues sacaba doble. Pero entonces resulta que los cueros son imperfectos y tenían a veces huecos o manchas y quedaba mal eso. Esa cortada era con base en unos moldes como en lata, como en aluminio, y había de acuerdo a los modelos sus juegos de mol-
des.[99]
En un proceso más industrializado, los talleres o fábricas utilizan prensas de corte, generalmente mecánicas o electromecánicas, con troqueles que cortan las piezas del zapato; estos troqueles reemplazan el molde y el cortador por el patrón[100]. También existe un proceso más tecnificado y sistematizado por computador con máquinas automatizadas que cortan varias piezas a la vez.
98 Alfredo Espinel Bernal, entrevista virtual. 99 Alfredo Espinel Bernal, entrevista virtual. 100 G. Espinel Bernal, “El calzado desde la distancia”.
PROCESO DE CORTE CON CUCHILLA Y TEJO, CALZADO ORPAR
3. Desbaste Cuando las piezas están cortadas, pasan a ser desbastadas. Este proceso consiste en disminuir el grosor en algunos bordes de las piezas de cuero, para ser dobladas, pegadas con solución[101] y martilladas sobre una plancha (base metálica inferior de una plancha de ropa común). Encima de esta base se golpea la pieza o corte de cuero con el martillo para formar el doble requerido de los bordes o ribete antes de guarnecer.
Los talleres más pequeños no cuentan con desbastadora, es así como se subcontrata por tareas a desbastadoras satélites. A su vez, las piezas desbastadas se organizan por tareas y se pasan a guarnecer por series.
DESBASTE, CALZADO KEILEENS
101 Alcira Rodríguez, guarnecedora de calzado, entrevista virtual, septiembre de 2020.
4. Guarnición-guarnecedor/a Este es uno de los procesos que incorpora como principal elemento una máquina de coser. Siguiendo los patrones o un modelo en físico, se encajan las piezas en cuero y forros como un rompecabezas[102]. La guarnecedora Daneyi Vásquez nos explica:
Son muchas piecitas y tú las vas encajando una con la otra, y lo que yo hago con la máquina es unirlas, uno tiene que ver una foto o una muestra física, para poder ver más o menos cómo va. Igual hay unos moldes, unos patrones, eso más o menos especifica cuál pieza sigue, y ya la experiencia va haciendo que tú más o menos sepas cómo van las cosas.[103]
En esta labor el/la guarnededor/ra desarrolla la destreza de “llevar y guiar el corte sobre el ribete o el borde de cada pieza para que no se salga de la guía trazada y permita el cierre del corte completamente conexo”[104]. También se requiere el uso de herramientas como tijeras, base de plancha metálica y martillo.
Al respecto, Alfredo Espinel recuerda:
Entonces, mi padre o el tío cortaban. Mi mamá era la que guarnecía, es decir, confeccionaba el corte primero. Las piezas se mandaban a la desbastadora para desbastar los bordes, para pegarlos con un pegante llamado solución E&M mediante un martillado suave. Luego integraba las piezas mediante una máquina de coser Paff que ella tenía para ese fin. También se contrataba a los guarnecedores satélites que hacían el trabajo en otros sitios o en sus casas; me acuerdo de la señora Hilda, que antes había trabajado como residente en la casa de la carrera 4.ª, que se casó con uno de los operarios, Guillermo García. Cuando quedaba listo el corte, mi padre los entregaba a los operarios, a quienes se les denominaba soladores.[105]
102 Daneyi Vásquez, guarnecedora de calzado, entrevista telefónica, octubre de 2020. 103 Daneyi Vásquez, entrevista telefónica. 104 G. Espinel Bernal, “El calzado desde la distancia”. 105 Alfredo Espinel Bernal, entrevista virtual.
GUARNICIÓN- CALZADO KEILEENS
Este proceso se divide en dos labores principales para dar forma tridimensional al zapato. “Es el conjunto de montaje y terminado […] le entregan el corte guarnecido, de ahí lo pasa al montaje, a plantillas, se figura la horma, se le echa pegante al corte, se le pone contrafuerte, puntera, se monta con pinzas, todo es manual”[106] .
Montaje – montador/a: El corte de calzado guarnecido se entrega por tareas al solador o montador, quien unta las fibras[107] de las trompas y contrafuertes con un disolvente químico para que sean maleables y se pueda dar forma al corte del zapato, antes de que se endurezca. Se procede a colocar la capellada o el corte de cuero en la horma sobre una plantilla de fibra de mayor calibre u odena[108], la cual ha sido previamente cortada de forma manual, o en las troqueladoras que prestan este servicio. Al realizarse de forma manual, se hace uso de pegante, tachuelas, pinzas y martillo para unir la plantilla con el borde del corte de cuero. Así lo relata Alfredo Espinel al recordar el trabajo familiar:
El solador era el operario que hacía el calzado. Para hacerlo había unas hormas en madera […] de acuerdo a los modelos que se quería hacer. Generalmente eran 12 pares lo que se le daba a cada operario y eran series de 37 al 42. El solador con estos cortes los iba montando en cada horma, le colocaba en el pie de la horma una plantilla en carnaza, que es donde uno apoya el pie, y enseguida montaba el corte en esa plantilla […] Le iban pegando tachuelitas los operarios. Los soladores se las metían a la boca y, en la medida que iban montando una tachuelita con un martillito, la iban sacando de la boca y la iban pegando. Luego que estaba el corte ya mon-
106 Rodrigo Vélez, solador del taller de calzado Dorely, entrevista, octubre de 2020. 107 La fibra es el material que se usa para darles forma y dureza a la trompa y al contrafuerte. 108 “Producto elaborado a base de rajadura de cuero o curtido al cromo y celulosas previamente tratadas bajo procesos mecánicos y químicos que le dan al producto final alta resistencia a las pruebas físico-químicas exigidas para la elaboración, calidad y aceptación de calzado y artículos de marroquinería”. Vanesa Lourido Von Orb, “Desarrollo textil sobre láminas de odena para la elaboración de accesorios de moda” (proyecto de grado, Universidad de los Andes, Facultad de Arquitectura y Diseño, Bogotá, 2005), 22, https://repositorio.uniandes.edu.co/bitstream/handle/1992/22269/u262391. pdf?sequence=1
SOLADOR EN CALZADO HECAR HT
tando en la horma, venía la suela, entonces la suela la pegaban con pegante bóxer.[109]
Este proceso requiere como mobiliario básico el burro, donde se coloca la serie de cortes con sus hormas y el butaco donde se sienta el/la montador/a. En algunas fábricas, el proceso de montaje es industrializado y realizado en una máquina llamada montadora, manejada por un operario quien se encarga de introducir los cortes sobre la horma para que sean unidos con la plantilla y adquieran la forma del zapato tridimensional en poco tiempo. Al salir cerrado el corte con la plantilla sobre la horma, el montador, con sus manos y con la pinza, termina de pegar algunos tramos faltantes.
Cambreado: Para algunos modelos de zapatos, como las botas de caña, es necesario ajustar el cuero después de contar con el corte armado. Para ello, a través de una máquina que cuenta con moldes acordes con la forma de la horma, se moldean con calor las curvaturas convexas, especialmente la parte que cubre el empeine[110] .
109 Alfredo Espinel Bernal, entrevista virtual. 110 G. Espinel Bernal, “El calzado desde la distancia”.
Pegado – solador: Al tener unido el corte a la plantilla, se procede a pegar las suelas. Este proceso puede ser realizado de forma manual o industrial. En el primer caso, se aplica pegante con un pincel sobre la superficie interna de la suela y sobre la plantilla del zapato que ya está montado en la horma, para unir con presión o con la fuerza de la manos y golpes con martillo. “Hay muchos pegantes, como los que pegan de una vez. Antes tocaba echar pegante y dejar secar y volverles a echarles otra mano para que quedara buen pegue, a las suelas y al corte”[111] .
Para que la suela tenga mejor adherencia al pegarse con la plantilla del zapato, se calienta en hornos eléctricos que pueden ser “hechizos” o armados. En las fábricas que cuentan con mayor maquinaria, también se usa la prensa para presionar y reforzar la unión del corte, la plantilla y la suela. Terminado el montaje y pegado, se saca la horma del zapato, a mano o con una sacahormas, y pasa al proceso de finizaje.
6. Finizaje – rematador/a y emplantillador/a Anteriormente, existía el oficio de rematador/a, quien se encargaba de embellecer el zapato.
Para ello se pulía alrededor, así como la planta de la suela del calzado. Se pintaba el contorno de la suela de acuerdo al color del corte, negro o café. Limpiaba o lijaba los residuos de pegante que tuviera, embetunaba y brillaba en la pulidora para pasarlo al remate final, poniéndole un recuño en la parte interna del calzado sobre el talón.[112]
Para pulir el zapato de cuero, se utiliza una pulidora que tiene ruedas alrededor de una barra cilíndrica. Estas giran y, según la función, pueden tener lijas para refilar las suelas, cepillo para brillar y una fresadora dentada con bordes filosos para contornear la suela.
Uno de los oficios que desarrollan principalmente las mujeres es el de emplantillar. Ellas ven las diferencias en las imperfecciones que tenga el zapato y las corrigen[113] . Con sus manos y utilizando encendedores o tijeras, queman las hebras, ponen los cordones y con cepillos de dientes o espumas
111 Jesús Dorado, solador de calzado, entrevista, octubre de 2020. 112 Alfredo Espinel Bernal, entrevista virtual. 113 Sonia Rodríguez, recorrido de derivas urbanas.
EMPLANTILLADO, CALZADO HECAR HT
DISEÑA LOS MOLDES QUE SIRVEN COMO PATRONES PARA CORTAR LAS PIEZAS DE CUERO Y FORROS, MARCANDO CÓMO DEBEN SER CORTADAS Y COSIDAS ENTRE SÍ. BASÁNDOSE EN EL DISEÑO DESEADO O ENCARGADO, ENTIENDE LA COMPLEJA GEOMETRÍA DE LAS PARTES QUE LO COMPONEN Y ENTREGA SUS MOLDES EN MATERIALES DURABLES COMO LÁMINA, EN UNAS BOLSAS QUE LOS ZAPATEROS GUARDAN ORGANIZADAMENTE PARA REPRODUCIR EL MODELO EN OTRAS OCASIONES.
Guarnecedor/a
SE ENCARGA DE COSER LAS PIEZAS DE CUERO ENTRE SÍ, DÁNDOLELA FORMA INICIAL AL CALZADO. PRIMERO DESBASTA LOS BORDES DE LOS CORTES, PARA PODER DOBLAR Y COSER LAS DISTINTAS PIEZAS DEL “ROMPECABEZAS” DEL CALZADO Cortador/a
CORTA LAS PIELES Y FORROS SIGUIENDO EL TRAZADO DE LOS MOLDES QUE EL MODELISTA PRODUJO. LAS PIELES, TEXTILES, HERRAMIENTAS Y DEMÁS INSUMOS SE SUELEN CONSEGUIR EN EL MISMO BARRIO RESTREPO.
Solador/a
SE ENCARGA DE LA FASE DEL MONTAJE DEL ZAPATO. MONTA LOS CORTES SOBRE LAS HORMAS Y ASÍ LE DA LA FORMA DEFINITIVA AL CALZADO, PEGANDO LAS PLANTILLAS INTERNAS, SUELAS, TACONES Y ENSAMBLANDO EL CONJUNTO.
Rematador/a
UTILIZA LA PULIDORA PARA ARREGLAR LAS SUELAS Y TACONES. PINTA LOS CONTORNOS Y BRILLA LAS SUELAS (EN ESPECIAL CUANDO SON EN CRUPÓN).
Emplantillador/a
ULTIMA DETALLES, REMUEVE HEBRAS, RASTROS DE PEGANTE, PEGA LAS PLANTILLAS INTERNAS, PONE CORDONES, MARQUILLAS, EMBETUNA, EMPACA Y DEJA LOS ZAPATOS LISTOS PARA SU VENTA.
vuelven a aplicar betún para dejar los zapatos terminados y empacados en bolsas plásticas o en cajas de cartón. Se rellenan en la punta con papel para evitar que se deformen durante el traslado a los almacenes de venta[114]. En la superficie visible de la plantilla se estampa la marca del zapato mediante un proceso manual de screen para maquilar[115]. Este es realizado en el taller o la fábrica.
Los oficios los realizan tanto mujeres como hombres y contribuyen de manera relevante dentro del proceso colectivo de la fabricación y comercialización de calzado. Aunque no hay consciencia sobre la división del trabajo en función del género, dentro del gremio hay oficios que desempeñan más las mujeres que los hombres. Esto resulta significativo, si se tiene en cuenta que en el imaginario social se considera generalmente el oficio realizado por los zapateros como una actividad masculina. Por esta razón, desde la identificación de este patrimonio cultural inmaterial, queremos resaltar el aporte de las mujeres en los oficios tradicionales de esta expresión cultural[116] .
Los saberes y oficios en los procesos de guarnición, desbastado y emplantillado históricamente son aprendidos mediante la trasmisión oral y desempeñados en su mayoría por mujeres zapateras. Así mismo, quienes venden el calzado en los almacenes generalmente son mujeres. Su trabajo ha fortalecido las economías locales productivas, ha contribuido al sustento de familias de trabajadores del calzado en el Restrepo o en otros barrios de Bogotá. Por otro lado, el trabajo doméstico y de cuidado sin retribución económica que realizan de forma paralela, ha mantenido la invisibilizada economía reproductiva que se le asigna socialmente a las mujeres.
Por último, el trabajo de las mujeres en la zapatería ha aportado a la consolidación de un arte que es útil para el caminar cotidiano de la sociedad, manteniendo activos los procesos de producción y comercio tradicional que se tejen con las prácticas culturales y sociales en el barrio Restrepo de Bogotá.
Con esto se hace visible la importancia de las mujeres en los oficios de esta producción, cuyo aporte históricamente se ha desconocido, pese a ser esencial para la economía local, el legado cultural y la historia de esta práctica.
114 Marta Espinel Bernal, entrevista virtual. 115 Luz Helena Vásquez, emplantilladora y propietaria de Calzado Keileens, entrevista, septiembre de 2020. 116 Myrian Jégat, “El patrimonio cultural inmaterial y género. Creación de identidades de género”, Unesco, 2009, https://ich.unesco.org/doc/src/34300-ES.pdf
7. Formas de comercialización El zapatero ejemplar tiene en el arte un lugar. Anónimo
Posterior a la culminación de los zapatos, el proceso de venta e inserción en el mercado puede darse de diversas maneras. Algunas de las formas de comercialización de calzado en el Restrepo se han establecido como prácticas socioculturales que se encuentran ligadas a un sentido tradicional de comercio. En esta etapa, las redes de las familias productoras de calzado están activas todo el tiempo. Se trata no solo de un proyecto económico, sino de una suerte de trabajo comunitario que se activa en su realización. Esta es una forma de llevar a cabo una economía compartida y la fuerza de su desarrollo puede estar, en algunos casos, en los vínculos de sangre que la conforman.
Distribuidores de calzado en almacenes propios o puntos de fábrica en el barrio
Varios de los fabricantes de calzado en el Restrepo tienen su almacén o punto de fábrica en el mismo inmueble donde se ubica el taller; también pueden ubicarse en locales propios o arrendados en otros inmuebles. De igual forma, hay almacenes dedicados solo a la distribución y venden el calzado que encargan a talleres o fabricas del Restrepo, de otros barrios, o de ciudades como Cúcuta y Bucaramanga.
Sobre este caso, Johanna Acosta Rincón, administradora del Almacén De Lujo, relata que los almacenes de la familia ya cuentan con 41 años:
Los fundadores fueron mis abuelos maternos, ellos son Blanca Carreño y Héctor Rincón. Siempre comercializamos. Nosotros tenemos unos proveedores y, de hecho, desde que ellos empezaron, los proveedores no eran de aquí de Bogotá, eran de Cúcuta, Bucaramanga, ellos llegaron aquí al barrio Restrepo y en la búsqueda de qué ponerse hacer, decidieron poner un almacén de calzado. Mi abuelita, que fue la primera y la que estuvo a cargo siempre de los almacenes, ella encontró estos locales y decidió comprarlos.
ALMACÉN DE CALZADO SÚPER LUJO, 2020
Los tres almacenes surgieron para dejarle herencia a los hijos. Ella dejó su almacén. Ya después abrió otro y puso una hija a administrarlo. Después abrió otro almacén y puso a otra hija; al frente puso otro local y la finalidad era esa: irles dejando un almacén a cada uno de los hijos. Ella tiene seis hijos, alcanzó a hacer cuatro [almacenes], ella tuvo cinco mujeres y un hombre.
Este edificio es familiar y arriba son bodegas. De los hijos, se han dedicado dos a la comercialización de calzado y ya los otros son profesionales […] Nosotros somos nietos, somos tercera generación, siempre estuvimos en los almacenes al frente, yo estoy aquí al frente, enseguida está otra nieta administrando el almacén y en el siguiente sí está mi mamá […] son tres generaciones, ya vamos para la cuarta.[117]
Comercialización a través de venta directa con calzado hecho a la medida y por pedido
Todavía algunos talleres pequeños realizan calzado a la medida y personalizado de acuerdo con la solicitud de cada cliente. Se puede llevar una foto impresa del calzado, se paga un anticipo y, después de dos semanas aproximadamente, se retira pagando el saldo restante. Estos talleres también realizan pedidos a distribuidores por tareas.
El calzado hecho a la medida es una vieja estrategia de venta en el Restrepo, y se puede decir que en Colombia. Este servicio ofrece a los clientes la posibilidad de escoger entre multitud de diseños, suelas de diferentes materiales, cueros de diferentes calidades u otros materiales en múltiples combinaciones y colores. Entre los modelos de zapatos que buscan hacer réplicas de otros más costosos, están los zapatos para las motos, las zapatillas de ciclista y las que mandan a hacer personas con alguna especialidad.
Silvio Acevedo comenta al respecto: “trabajo prácticamente sobre medida […] Los zapatos me los mandan hacer individuales o pedidos de
117 Johanna Acosta Rincón, comerciante de calzado de almacenes De Lujo, Súper Lujo y Súper Lujo Junior’s del barrio Restrepo, entrevista, octubre de 2020.
almacenes, yo se lo hago como usted pida, más ancho, más delgado[118]”. Por su parte, Bladimir Vélez distribuye en el centro de Bogotá y trabaja sobre medida:
Hacemos la muestra, la ofrecemos en los almacenes, nos piden, nos dan un tiempo para entregarles, les entregamos y esperamos un mes para que nos paguen […] no a las cadenas porque se aprovechan, porque le pagan a uno el zapato al precio que ellos ponen, ya uno no lo pone. Lo otro es que no hay ninguna garantía para los pagos, pues pagan a los treinta días o a los sesenta. Hay casos en que se demoran meses […] yo como microempresario no puedo hacer un préstamo […] con la pandemia, peor.[119]
La modalidad de los zapatos hechos a la medida ha permitido la especialización en la elaboración de calzado para personas y necesidades particulares. Yara Aristizábal comenta al respecto:
El negocio lo iniciaron los abuelos, pero la que la convirtió en fábrica fue mi mamá… La montó en 1976 más o menos. No tenía un punto de venta, no eran zapateros sino comerciantes, y ellos empezaron comercializando zapatos […] mi mamá empezó con un punto fijo ahí en el Restrepo, comenzó con bolsos y después pasó a hacer calzado. Tuvo unas épocas muy buenas en que le vendía a grandes superficies como el Éxito, vendía al por mayor… Pero en una época de crisis, de 1986 a 1990, lo que ella hizo fue empezar a vender con un abono; eso generó que la gente le dejara el abono y con eso ella se empezó a reactivar.
Y gracias a eso empezó a llegar gente de la comunidad LGBT, las chicas trans, porque no conseguían zapato: como requerían el zapato a su medida, ella empezó a generar un producto apto para ellas, porque ellas tienen un pie de hombre, pero son mujeres, entonces, había que hacerles hormas especiales, productos especiales, porque pues el peso de ellas no es el mismo.
118 Silvio Acevedo, zapatero del barrio Restrepo, entrevista, octubre de 2020. 119 Bladimir Vélez, modelista y fabricante del taller de calzado Dorely, entrevista, octubre de 2020.
El negocio empezó a ganar clientela porque en ese momento no había nadie que hiciera eso. Entonces, eso hizo que mucha gente la fuera a buscar a ojo cerrado. Eso hizo también que empezáramos a hacer productos para grupos especiales, como gente gótica, gente metalera, para cine, teatro y televisión. Actualmente todavía se hacen producciones de calzado para novelas, sobre todo de época, porque son productos especiales que tú no consigues en un almacén sencillo.[120]
Distribución a almacenes de cadena o venta a distribuidores a nivel nacional
Existen talleres y fábricas que se dedican únicamente a la fabricación y distribución del producto final a almacenes de cadena ubicados en Bogotá, Bucaramanga, Medellín y otras ciudades o municipios. Para ello es usual poner maquilas o marcas con los nombres de los almacenes a los que venden y recibir el pago con cheques posfechados a mínimo un mes. “Los modelos que los clientes usualmente compran en grandes almacenes, como Aquiles o Bosi, provienen de este barrio. Lo único que varía es la marquilla[121]”. También se acostumbra a llevar el muestrario de los modelos de zapatos en un maletín para promocionar y generar los pedidos desde ciudades como Bucaramanga.
Luz Helena Vásquez es emplantilladora y tiene, con su esposo, una fábrica llamada Calzado Keileens en el Restrepo desde hace seis años. Trae en su historia el arte de la zapatería, pues empezó a trabajar en esto porque la madre de su esposo tenía una fábrica de calzado en el barrio Las Cruces. Su cuñado tiene fábrica; su padre, desde que se jubiló de la Policía, se dedica a la zapatería; y su padrastro tenía zapatería en la casa. La fábrica se dedica a la producción de calzado para mujeres y niñas, y lo comercializa y distribuye a diferentes almacenes de cadena o a distribuidores a nivel nacional como, por ejemplo:
Calzado Bucaramanga, Gasolina, República, Taxi y clientes pequeños, unos muchachos de Venecia, un señor de San José. No hace-
120 Yara Aristizábal, diseñadora y modelista de calzado Jhorbam y marca Yara Aristizábal, entrevista virtual, octubre de 2020. 121 Leonardo Gómez Botero, “Crisis en la industria del calzado en Bogotá, ‘Solo 4 de cada 10 zapatos que compran los colombianos son nacionales’”, Las 2 Orillas, 3 de agosto, 2015, https://www.las2orillas.co/s-o-s-por-la-industria-del-calzado-bogotano/
mos zapatos a la medida, eso requiere de tiempo […] en la pandemia, quedó quieto todo, prácticamente cinco meses, nos quedó mucho zapato represado […] hubo muchas marcas que cerraron, almacenes, esos ya no le reciben, nosotros tenemos mercancía represada allá, confiando en Dios que rote la mercancía.[122]
Comercialización a través de correrías realizadas por los mismos fabricantes en otros municipios y departamentos
Históricamente ha sido una forma de venta para fabricantes pequeños quienes realizan la producción de pares de zapatos sin pedidos previos. Por iniciativa propia, hacen correrías en municipios de Cundinamarca, Boyacá, Tolima, entre otros departamentos. Antiguamente se iba a las ferias que se realizaban en diferentes pueblos con un costal o maleta de zapatos para vender “maniado”[123] .
La familia Hernández Torres, que lleva tres generaciones en la producción y comercio de calzado, mantiene el taller Hecar HT en el barrio Restrepo y su estrategia de venta está basada en las correrías por municipios de Colombia:
Nuestro fuerte es por mayor a Calzado Bucaramanga. Nosotros no fabricamos sobre pedido, fabricamos botas —más o menos sabemos cuál rota más— y mi papá carga la camioneta y se va. Él se va, digamos, para Caldas, Marquetalia, Manzanares, La Victoria, Bolivia y le pagan de contado y seguimos trabajando acá. Luego volvemos y hacemos otra carga o va mi hermano con mi papá, y se va por allá para Neiva, Pitalito, Florencia, Garzón (Huila). Hacen el recorrido y vuelven.
Luego vuelven y cargan la camioneta y se van para el llano, Yopal, todo eso, y vuelven. A veces hasta los fines de semana se van para La Calera, Guasca, Sopó y se devuelven. También vendemos mucho aquí en Bogotá, en Venecia, en Suba, en Kennedy, en Fontibón. El que vende más aquí en Bogotá es mi hermano […] En estas mismas
122 Luz Helena Vásquez, entrevista. 123 G. Espinel Bernal, “El calzado desde la distancia”.
correrías traen los cueros del Valle, del Cerrito; y los forros, ganchos, cordones, suelas, pegantes sí se compra en el Restrepo.[124]
El proceso de las ventas de los zapatos elaborados ha dado lugar a muchas historias, con aciertos y desaciertos. Sobre este tema, narra Alfredo Espinel que entre 1960 y 1966 vivió en la calle 2.ª n.o 4-28, en el barrio Las Cruces, momento en que su padre adquirió un almacén:
Para esa misma época, mi papá adquirió un almacén en el centro de Bogotá, como en la calle 9.ª, entre 9.ª y 10.ª, a un señor judío. Le pareció muy bueno y tomó el almacén. […] Entonces, el calzado que se hacía era para el almacén o para fuera de la ciudad. [125]
La otra venta era afuera de la ciudad, donde seguía involucrada toda la familia:
El tío Ernesto era el experto en las ventas hacia los pueblos. Entonces, normalmente se le daban muchas docenas de zapatos […] eran, digamos, seis o siete cajas de dos metros por dos metros que se llenaban todas de calzado, eso para garantizar que no se fueran arrugar, a entorpecer o a estropear. Se les metía un pedazo de papel periódico embutido hacia la punta y se empacaban en la caja de tal manera que las suelas quedaran mirando hacia afuera. Y, bueno, se llenaba la caja y luego se amarraba con unos lazos bien gruesos.
El tío se lo llevaba para el terminal y pues eran tantas las cajas que no cabían en las bodegas del carro; entonces, las subían en el techo del bus. […] Así era la correría por los municipios cercanos… Él viajaba, a veces con mi papá, a Boyacá y Cundinamarca. Él vendía en La Palma, Yacopí, Ubaté, Chiquinquirá, Tunja, por los lados de no me acuerdo qué otros pueblos, y mi padre a veces iba hacia los lados del Tolima.[126]
124 Andrea Hernández, administradora Calzado Hecar HT, entrevista, octubre de 2020. 125 Alfredo Espinel Bernal, entrevista virtual. 126 Alfredo Espinel Bernal, entrevista virtual.
Algunas personas dedicadas a la zapatería han continuado con su trabajo como un proyecto que los sustenta y que constituye una especie de vocación que perpetúan hasta el final de sus vidas:
Después de eso, mi tío Ernesto Espinel, él le vendía zapato a mi papá. Él ahorita tiene 92 años y él sigue vendiendo zapato al detal y se va [a] Abastos a las cinco de la mañana a vender, pero por el motivo de la pandemia desde marzo está en la casa, porque pues no puede salir. Cuando mi papá ya estaba en una situación difícil con el almacén, entonces él se lo vendió a un tío, hermano de mi mamá, Juan Bernal.
Ese almacén todavía existe, se llama Calzado Estelita, y ellos ahorita lo arriendan a personas… En 1989, ya digamos que esta parte, esta etapa fue un poco dolorosa, porque a mi papá ya le tocaba ir a vender solo. Entonces se iba para Abastos o a los pueblos y llevaba en su costalito unos pares de calzado producidos por el señor zapatero Luis Rodríguez. Hubiese sol, lluvia, él siempre salía todas las mañanas, creo que lo acompañaban Germán o Marta.[127]
127 Alfredo Espinel Bernal, entrevista virtual.