Las especies vegetales
Cuando nos adentremos en este bosque de lauráceas, al principio nos parecerán todos los árboles iguales; y, de hecho, comparten muchas características. Pero, en realidad, la alfombra de hojas que reviste los caminos ha sido tejida por una veintena de especies arbóreas diferentes.
El protagonista de la Reserva es el til (Ocotea foetens), especie que ocupa, principalmente, el fondo del barranco y el inicio de las laderas. Suelen ser árboles con base muy amplia, posiblemente pies secundarios de uno principal que fue talado. El sotobosque está compuesto por granadillos y malfuradas (Hypericum spp), bicácaros (Canarina canariensis), tacarontilla (Dracunculus canariensis), etc. De las especies alóctonas, destacamos el roble (Quercus robur), el eucalipto (Eucalyptus globulus), el castaño (Castanea sativa) y el ciprés (Cupressus macrocarpa).
Ruta sencilla, circular y de apenas dos kilómetros. Se sitúa en el norte de Gran Canaria, concretamente en el municipio de Moya. Pronto se dará cuenta que ha entrado en una de las zonas más boscosas de Gran Canaria, y es que Los Tilos de Moya, representa la magia de los pocos ambientes selváticos que quedan en la Isla.
Este barranco del Laurel, es el último reducto que quedó de la mítica Selva de Doramas. Antiguamente este bosque era mucho más grande; sin embargo, la sobreexplotación de la madera fue mermando su extensión hasta quedar, tan solo, una extensión de 91,5 hectáreas, ocupando el tramo bajo del Barranco del Laurel y protegido con la figura de Reserva Natural Especial.
Municipio de Moya Barranco El Laurel, GC-700
Carretera que une Ayacata con Llanos de La Pez Distancia recorrido 2,1 Kms
Tiempo de recorrido 1:00h
Dificultad bajo Desniveles progresivos subida/bajada
Laurisilva
Los bosques de laurisilva son frondosos y misteriosos. Sus árboles siempre están verdes y llueve durante la mayor parte del año. Sólo que la lluvia, muchas veces, en vez de caer del cielo cae de los árboles. Es la precipitación horizontal. Estos árboles de hoja ancha son capaces de filtrar la humedad de las nubes y de los vientos alisios, y transformarlas, en pequeñas gotitas que caen al suelo. George Glass (1784), sobre montaña de Doramas.
Camine acompañado por los senderos existentes
Evite ruidos, respete la tranquilidad
No recolecte plantas, animales o elementos del medio
Evite las colillas y encender fuegos
Lleve ropa de abrigo
Emergencia 112
Lleve siempre agua
Identificación y documentación
Cuide el medio ambiente
INDICACIONES DE BUENAS PRÁCTICAS
Centro de interpretación – Barranco El Laurel
No tiene pérdida. La entrada del camino se encuentra flanqueada por muros de piedra seca con la apertura necesaria para acceder al bosque. Nada más penetrar en él, a la sombra de los árboles, sentirá el frescor y la pureza del aire. A pocos metros encontrará las primeras barandillas y una rampa, a modo de puente, que sortea un canal de agua.
En esta primera parte podrá ir leyendo los letreros amarillos que identifican a cada planta. Es una zona de repoblación forestal, ya que en los últimos años se intenta recuperar diversas especies que fueron muy castigadas por la presión humana de antaño. Avanzando por el camino llegará a un recodo donde existen unos tocones de madera, que le servirán de bancos donde poder descansar y disfrutar de la sombra que nos proporciona el bosque. El sendero continúa flanqueado por unas cuerdas que le indican, en todo momento, por dónde ha de seguir. En unos minutos desciende para aproximarse a la carretera de asfalto y, sin salir a ella, avanzar paralelamente a la misma, justo en el borde del bosque. No hay riesgo para los niños, ya que una barandilla de madera separa el camino de la carretera.
Solo tardaremos algunos minutos más en volver a vernos inmersos en la frondosidad verde, a la sombra de grandes árboles (tilos, barbusanos, laureles, granadillos...). Poco a poco nos aproximaremos a las explanadas que antiguamente se usaban para las fiestas y los asaderos. Encontrará un letrero de madera con la indicación de “no pasar”. Los árboles que cubren esta zona son tilos y barbusanos, y, como tendrá oportunidad de comprobar, a su sombra se disfruta de mucha paz. El sol no penetra hasta allí, y la hojarasca cubre todo el suelo.
Tras pasar por unos escalones de piedra, continuamos nuestra marcha en dirección al final de este tramo. Saldremos junto a un peralillo (árbol del monteverde canario), una casa amarilla y la carretera de asfalto. Frente a la salida del camino, verá un cartel informativo de madera, que contiene un mapa y los senderos de la zona, además de ofrecer al visitante alguna información histórica. También destaca la presencia de un eucalipto en el lugar.
Fuente Cañada del Caldero – el Balcón
Frente a la casa amarilla, y a la derecha del cartel informativo, una barandilla y unos escalones le señalan la continuidad de nuestra ruta. Después de salir de la carretera, el sendero desciende y vadea el barranco del Laurel. Con posterioridad, asciende ligeramente hacia una cantonera (que queda a su derecha) y una nueva barandilla de madera rústica. En estos momentos, está superando el punto más alto de la ruta, los 559 metros con respecto al nivel del mar.
A continuación, avanzaremos en línea recta hasta el paraje conocido como “la fuente”. Un lugar rodeado de bencomias y granadillos, donde podrá admirar un roble, y también un sauco repoblado. Dispone, además, de unos bancos de madera ideales para hacer una pausa y tomar un picnic. A su derecha lo acompaña la fuente, con abundante agua
fresca. No olvide cerrar la llave y no tirar basuras, ni siquiera cáscaras de frutas. Está todo muy limpio, y es nuestro deber mantenerlo incluso más limpio de como lo encontramos.
Después del merecido descanso, proseguimos la marcha en la misma dirección que traíamos. Unos escalones le permiten descender junto a una antigua cueva-alpendre, si bien, transcurridos apenas unos minutos, volverá a ganar altura. Camina ahora por una zona con amplias vistas panorámicas, donde unas barandillas de madera protegen al senderista de posibles caídas. No obstante, no se trata de un lugar exento de riesgos: en tiempo de lluvia evite caminar por este sendero de “El Balcón”, ya que podrían producirse desprendimientos y caídas de rocas.
Desde la parte alta de este camino, se domina el bosque de Los Tilos. Cabe señalar que la carencia de agua pone en peligro a estos fósiles vivientes de la laurisilva. Este tramo de camino finaliza en descenso, dando varias vueltas y con una escalera con peldaños de madera. Tenga cuidado en esta parte, especialmente si el piso está húmedo, ya que podría resbalar. Cuando hayamos llegado al cruce de caminos, nosotros tomaremos la dirección de la izquierda.
Regreso por el camino de San Fernando
Es un tramo de descenso. A la sombra de viejos eucaliptos, el camino va perdiendo altura hasta unos escalones rocosos. En un punto determinado veremos que atraviesa el antiguo canal de agua y llega al asfalto, muy cerca del aparcamiento y el Centro de Interpretación donde iniciamos nuestra ruta. Una vez en el camino principal de subida, descendemos a la izquierda, con la advertencia de que bajando también es recomendable descansar y pararnos a disfrutar del entorno.
Ruta Principal
Otros Caminos y destinos
Carretera secundaria
Carretera Local
Camino Forestal
Sendero de tierra
Punto de Información
Aseos Públicos Árbol Interesante
Lugar de interés etnográfico
Aparcamiento Agua Potable
Km 0 1 2 M Casa de Los Tilos(490m) Placita (535 m) Tilos Centenarios Puente de Madera Cantonera Mirador Camino San Fernando (1660m) Casa de Los Tilos (490 m) Bco. El Laurel Fuente 575 550 525 500 475 450 Tipo de Firme: Sendero Vía asfaltada Escalera Pavimentada
Mirador
TRAMO 1 TRAMO 2 + 4% 0,9 Km TRAMO 3 - 6% 1,1 Km -26%
Cueva
Parada de Bus
Restaurante