Boletín nº 273 EXTRAORDINARIO 7 de abril de 2016
www.oberena.net NOTA DE LA JUNTA DIRECTIVA SOBRE CIERTAS INCIDENCIAS DETECTADAS EN OBERENA El motivo de este boletín extraordinario es notificar a todos los socios y socias las incidencias que se han detectado últimamente en Oberena. 1º.- Socio que defeca en la ducha de la sauna seca. Sí, habéis leído bien. Hay un socio de Oberena que ha defecado en la ducha de la sauna seca masculina. Y no en una sola ocasión, sino en cuatro. Se trata, evidentemente, de la peor indecencia que puede llevarse a cabo en una sociedad y la mayor falta de respeto hacia el resto de los 6000 socios de Oberena. Como es obvio, se está buscando activamente al responsable para sancionarle con el mayor rigor y para que, al menos, se le caiga la cara de la poca vergüenza que le debe quedar. La dificultad en identificar al usuario reside, en parte, en que algunos socios no devuelven la llave de la sauna tras su uso. Este comportamiento tampoco resulta aceptable para la Junta. Como consecuencia, la Junta ha adoptado el acuerdo de que se facilitará la llave de acceso a la sauna únicamente previa entrega al socorrista presente en la piscina del carnet de socio. 2º.- Pintadas insultantes en el baño de hombres del bar. Se han producido al menos en dos ocasiones y se trata de ataques amparados en el anonimato a parte de los socios de Oberena. En este sentido cabe recordar que Oberena es, obviamente, una sociedad en la que convivimos en armonía personas de distintas ideologías. 3º.- Socia despiojando a niña en el baño del bar. Se trata de una labor de higiene que, independientemente de que puede llegar a producir contagio a otras personas, parece lógico llevarla a cabo en el cuarto de baño de la casa de cada uno. 4º.- Actitudes incívicas en los vestuarios masculinos. Se observa con demasiada frecuencia que los gresites de las duchas de los vestuarios masculinos se arrancan y, en ocasiones, se hacen desaparecer. Igualmente, se han arrancado varias jaboneras de las últimas que se instalaron. Hay que señalar a este respecto, que estas últimas jaboneras se colocaron precisamente porque se habían arrancado varias de las existentes previamente. Tampoco nos parece procedente que los socios se afeiten y no limpien adecuadamente los lavabos; igualmente, no parece razonable dejar el calzado con toda la porquería que puede haber en las suelas sobre los asientos que el resto de socios va a utilizar en el
vestuario. En ocasiones, además, se han observado labores de higiene personal poco respetuosas hacia el resto de usuarios, tales como cortarse las uñas o limarse los callos de los pies en los lavabos del vestuario. 5º.- Actitudes en local social. Incluimos en este apartado tanto la utilización de patines o monopatines como jugar con balones en el bar o en los pasillos del local social, pero también la existencia de puntos sucios por pipas, bolsas, plásticos, etc. En distintos lugares de las instalaciones, particularmente en el local social. En el bar, además, se observa, con mayor frecuencia que la deseable, una dejadez a la hora de devolver a la barra los platos, vasos y cubiertos y dejar limpias las mesas después de su uso. Como ya sabréis, para afrontar estas actitudes, se ha contratado la asistencia de un vigilante durante los fines de semana. Sin embargo se ha dado el caso de que el vigilante, tras llamar la atención a algunos socios y socias menores de edad, ha sido desautorizado por algunos padres. En este sentido, cabe señalar, por ejemplo, que el hecho de que los socios y socias paguemos nuestras cuotas y que Oberena haya contratado un servicio de limpieza no nos da derecho a ensuciar las zonas comunes, sino que dicho servicio está contratado para la limpieza ordinaria y que el ensuciar porque sí afecta negativamente al resto de usuarios. Quizá, no obstante, haya que estudiar alguna alternativa para facilitar un lugar en el que puedan jugar los socios más jóvenes en invierno para no molestar al resto de socios. 6º.- Mala utilización de la sauna húmeda en el balneario. Algunos socios aplican hielo en el termostato del baño turco, con objeto de que haya una mayor producción de vapor de agua. Este proceder es negativo para el aparato, de tal manera que hace unas semanas acabó estropeándose. Esta sauna permaneció varios días sin funcionar, lo que afectó a un número elevado de socios. El coste de la reparación ascendió a 1233,61 euros.
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Como habéis podido comprobar, se trata de actitudes que van desde lo irrespetuoso hasta lo indecente, que están más o menos extendidas en Oberena y que desde la Junta consideramos que son claramente rechazadas por la absoluta mayoría de los socios y socias, aunque sólo sea desde el punto de vista de la lógica. Además, son actitudes que generan costes a la sociedad y, por lo tanto, a todos y cada uno de los socios y socias. Apelamos al buen criterio de todos los miembros Oberena para mantener y conservar nuestras instalaciones de la manera más digna posible y también y sobre todo para salvaguardar la convivencia entre todos nosotros. Por otra parte, parece lógico pedir a todos los usuarios que las reglas mínimas de convivencia en una sociedad como Oberena, donde cabemos muchas personas con distinta ideología y maneras de ser, deban regirse por la norma básica del respeto a los demás. La excusa, más o menos generalizada, de que son los “de fuera” los que no cumplen con las mínimas reglas de comportamiento no debe impedirnos hacer la necesaria autocrítica para que nos demos cuenta de en qué fallamos y cómo podemos mejorar como sociedad.