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agendaurban CINE Actor y cantante, el barcelonés Miquel Fernández toca con solvencia todos los palos de la interpretación. Musical, teatro, televisión, cine... Ahora mismo, entre otras cosas, espera el rodaje de la segunda temporada de Mar de plástico, y hoy, viernes 4, se estrenan dos películas en las que él trabaja, Cien años de perdón y Vulcania
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SIN INTERÉS FLOJA ENTRETENIDA BUENA MUY BUENA OBRA MAESTRA
entrevista
L FERNÁNDEZ
El actor catalán interpreta su primer protagonista absoluto en la película Vulcania POR PAULA ARÁNTZAZU RUIZ
Sí, una cuestión difícil. Ya he dicho que es una película con muchos frentes abiertos. En el primer guion había más cosas resueltas, pero si se hubiera mantenido así la película se iría a tres horas...
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¿Cómo describiría su personaje y cómo lo ha hecho? Es un antihéroe. O, dicho de otro R modo, un héroe en contra de su voluntad. Todo le viene dado sin querer. De hecho, yo siempre trabajaba el personaje como si fuera una especie de muerto viviente.
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Y tiene poderes mágicos, que tampoco se explican demasiado... Sí, pero apenas los utiliza, y cuando lo R hace, los gestiona fatal. También por eso es una especie de antihéroe.
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SUSPENSE
CIEN AÑOS DE PERDÓN
TEXTO ANTONIO M. SÁNCHEZ
ESPAÑA. 2016 DURACIÓN: 97’ DIRECCIÓN: DANIEL CALPARSORO GUION: JORGE GUERRICAECHEVARRÍA REPARTO: LUIS TOSAR, RODRIGO DE LA SERNA, RAÚL ARÉVALO, JOSÉ CORONADO
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l eje Valencia-Madrid ha llenado los titulares de la prensa española desde que, en 2009, salió a la luz el caso Gürtel, y han tenido que pasar casi siete años (además de bastantes escándalos) para que nuestro cine se fije en el vínculo de corrupción entre ambas capitales. Es curioso que con una realidad tan tristemente rica en casos de cohecho, el cine español, por el contrario, tenga un catálogo más bien escueto de películas sobre el tema. Lógico, por otra parte, si la cumbre del canon patrio sobre cine y corrupción es tan genial, irreverente y visionaria como la filmografía de Luis García Berlanga. Daniel Calparsoro poco tiene que ver con los vodeviles del director de Todos a la cárcel (1992), pero en Cien años de perdón y junto a la ayuda del libreto de Jorge Guerricaechevarría, el guionista de cabecera de Álex de la Iglesia devuelve a las pantallas la trama de corruptelas políticas y chanchullos pseudomafiosos utilizando, eso sí, el que es sin duda el género más agradecido para vehicular la denuncia social: el policíaco. Es obvio que Calparsoro está más cerca de Enrique Urbizu: curtido en el terreno de la acción (A ciegas o la más reciente Combustión), su estilo rudo se adapta como un guante al cine de atracos que articula Cien años de perdón, máxime si además cuenta con Luis Tosar como héroe en un relato en el que los malos no son los que han asaltado el banco a golpe de pistola, sino aquellos que, desde despachos oficiales, saquean las cuentas públicas. El tira y afloja entre ladrones y políticos construye buenos momentos de tensión en el desarrollo del trabajo y, aunque la película no sea especialmente sutil a la hora de enunciar el yo acuso, sí funciona como un entretenido thriller que pone todas sus cartas sobre la mesa.
›› VIERNES, 4 DE MARZO DE 2016 ‹‹