HOLA A TODO EL MUNDO “Ultraviolet Catastrophe”consolida a los madrileños como la banda con más gancho de España. Shoegaze o chillwave, el matiz de estilo apenas importa cuando un disco es capaz de modular tantas emociones distintas. Así sucede con el nuevo álbum de Hola A Todo El Mundo, “Ultraviolet Catastrophe” (Mushroom Pillow, 2012), un LP que rinde tributo a los sonidos favoritos de la banda mientras atiende el presente y es capaz de mirar hacia el futuro. Desde un ático al lado de la madrileña Plaza Colón, una soleadísima tarde de un otoño que no arranca, Álvaro y Ari se sientan a hablar de su nuevo disco para Antes que nada, me gustaría saber de dónde habéis sacada esa referencia física tan ignota para titular vuestro nuevo disco. En la hoja de prensa se señala que también es el nombre de uno de los últimos poemas de Roy Tiger Milton. ¿De quién estamos hablando? (Ari) Bueno, ¡esa es la gran incógnita! (risas) Sobre el título de “Ultraviolet Catastrophe”, tampoco creas que tenemos grandes conocimientos de física, sabemos lo que puede saber cualquiera: Wikipedia pura. Se trata de un fallo de una teoría clásica de electromagnetismo, que cuando se puso en práctica, no funcionó. Nos gustaba mucho la idea de darle un nombre a un fallo, pero también lo que simboliza: que la teoría puede ser algo ideal y perfecto, y luego, fracasar en la práctica. En “Ultraviolet Catastrophe” viráis hacia el shoegaze, un estilo más introvertido que el folk. En este sentido, ¿qué os ha aportado musicalmente cambiar de género, y qué os ha aportado el shoegaze en concreto? (Ari) El pop-folk del primer disco es una música de una claridad absoluta, donde todo se entiende muy bien y eso te lleva a otro lugar anímico. El shoegaze, o la música con más ruido y capas, te induce a un estado diferente, mucho más disperso, que evoca otro tipo de imágenes, más oscuras. Queríamos hacer algo más oscuro, y también más triste. (Álvaro) Y a la vez menos accesible. Hay canciones que puedes escuchar hasta tres veces y todavía descubres
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arreglitos, capas… Preferíamos que este disco no fuera tan directo. Habláis del LP como un conjunto muy compactado y, de hecho, me da la sensación que, contrariamente a la tendencia actual, el disco es un disco, no una suma de canciones. (Álvaro)- Ese era uno de los objetivos. (Ari) No somos de la generación de las listas de reproducción, sino de la que cuando se pone un disco lo escucha de principio a fin. (Álvaro) Por eso también nos resultó tan difícil escoger un single para el lanzamiento del disco, porque la pregunta era ¿cuál? “They won’t let me grow” es un poco antisingle, ¿no? (Álvaro) Sí, lo escuchas y dices, ¡coño!, no va a reflejar el disco. Por eso tenemos muchas ganas de que salga, para que se escuche entero. (Ari) Cuando estábamos grabando y vimos cómo iba a quedar el álbum nos encantó el hecho de que ninguna canción fuera a sobresalir por encima de otra, que fuera a salir un disco sin singles. ¿Cómo habéis adaptado el nuevo cambio de sonido al directo? (Álvaro) Pues esta vez el directo va a ser más fácil que otras veces. (Ari) Llevamos menos variedad de instrumentos. Antes todo era más complejo. Ahora con guitarra eléctrica, bajo, batería y sonidos sintetizados… (Álvaro) Antes era un poco infierno. Sobre todo hacer sonar un acordeón delante de 15.000 personas, de festival en festival. Se acoplaba… Era un verdadero calvario. H Paula A. Ruiz. Más info: mushroompillow.com 105 MÚSICA. HOLA A TODO EL MUNDO
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