PANTALLAS
La vampira, con su chilaba y como en los duelos del western, es la encargada de ‘limpiar’ la ciudad de Bad City de las víctimas de bullying, en el filmedeAmirpourlachicaeslaencargada de limpiar la ciudad de Bad City de drogadictos, proxenetas, camellos y otros personajes malvados que cometen actos viles contra sus víctimas, personajes débiles, indefensos o atrapados en situaciones injustas. Sin embargo, la película no es en verdad, tan explícito con su argu-
Sábado, 26 septiembre 2015
mentoy,otradesusvirtudes,esprecisamente su capacidad para expresarsedesdelaemotividadintangible de sus imágenes y sonidos despojados en principio de cualquier conexión.Esenesteaspecto,dondelavaporosahistoriadeamorentrelaprotagonista y el joven Arash, cuya vida giraalrededordesupadredrogadicto, toma forma y sentido. AnaLilyAmirpourdemuestrasaber jugar las cartas de lo que un movimiento de cámara o un cambio de planopuedellegaratransmitiralespectador, incluso mucho más que la propia historia, y se concentra en trabajarlos desde el éxtasis del creador capaz de sucumbir sin rodeos a sus intuiciones. En este punto, no es difícil darse cuenta de que la música tiene en Una chica vuelve a casa sola de noche un papel fundamental. No solamente sirve para acompañar las magnéticas imágenes de la película sino que contribuye de forma decisiva a crear su atmósfera especial y, aún más, a la cadencia del montaje. Tantoesasíquetodosloselementos primarios del cine, como la luz, el color, la textura o el propio sonido, tienen en todo momento una conexión directa y abierta con la música. Hasta el punto que si tuviéramos que definir la película con una sola palabra nos deberíamos referir a su musicalidadglobal,asusensibilidad por encontrar indicios de música en todo momento, como si respirar en la ciudad de Bad City no fuera posible sin su presencia y como si esa historia de amor imposible no hubiera existido jamás fuera de la música. |
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Musicalidad global
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cho más que el motivo que la identifica para convertirse en una suerte tótem, por muy paradójico que podría parecer en una película en la que ella no es precisamente la víctima.PeroahíestáotradelasconquistasdelapropuestadeAmirpour,ala búsqueda de una provocación que sacuda al espectador. Como si de una mezcla entre Sólo los amantes sobreviven (Jim Jarmush) y Let the right one in (Tomas Alfredson) se tratara, Una chica vuelve a casa sola de noche concentra en la vampira y su chilaba tanto la nostalgia que rodea las películas cuyos vampiros se han humanizado, como la necesidad de buscar un propósito a la propia condición de vampiro. De ahí que la misión de justiciera de la protagonista sea tan estimulante y que deba leerse en términos de género. Si en la película de Alfredson la vampira protagonista encarnaba la oscuridad que habita en el corazón
DOCUMENTAL DE VANGUARDIA Yervant Gianikian (1942) y Angela Ricci-Lucchi (1942). Su obra se basa en la minuciosa recuperación arqueológica de archivos fílmicos
Yervant Gianikian y Angela Ricci-Lucchi El Centro Pompidou dedica un ciclo a los cineastas italianos, cuya obra lucha contra la amnesia histórica
Suturas de la historia PAULA ARANZAZU RUIZ
La directora de cine Ana Lily Amirpour en el Sundance Film Festival
GETTY
La obra de Yervant Gianikian y Angela Ricci-Lucchi es un viaje perpetuo,unaodiseasinfinatravésdelarchivo, la memoria, los cuerpos y el celuloide cuyas imágenes muestran el vulnerable devenir histórico de Europa a lo largo del siglo pasado y, comoreflejoinmediato,elnomenos débil presente del continente. Rostros perforados y hombres mutilados consecuencia de la devastadora Primera Guerra Mundial, catálogos de fotogramas que enseñan la ambición colonial o alucinadas secuencias de marchas militares forman parte de un extenso recorrido cinematográfico iniciado en 1975 que no teme mostrar el verdadero poder de lo real, posición ética desde la cual los cineastas operan sobre las imágenes con el objetivo de luchar contra la amnesia histórica a la vez que combaten la amnesiaquímicaquedegradaelmaterial que utilizan, la película fílmi-
ca.EnChosestrouvées,chosespensées, un texto sobre la génesis de su cinta Oh! Uomo (2004) para el número 50 de la revista Trafic, Gianikian y Ricci-Lucchi –él de origen armenio,ellaitaliana–decían:“Buscamos ciegamente en fotogramas, oprimidos por el resplandor siniestro de lo que sucede en el mundo”. Guerra, cuerpos heridos, celuloide enelabismoylassuturasdelahistoria: en sus melodías poéticas repletas de monstruos reverberan como en pocos trabajos la extraña violencia que ha sacudido y sigue sacudiendo al mundo. El Centro Pompidou de París dedica a partir del 25 de septiembre y hasta el 15 de noviembre una exposición integral sobre la pareja, donde no sólo se podrá ver toda su creación cinematográfica –largometrajes, cortometrajes y sus primeros filmes perfumados, algunos inéditos–, sino también el grueso de sus instalaciones, y una muestra que >
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LA MARCIA DELL’UOMO (2001) Tres pantallas y la música de su colaborador habitual Keith Ulrich para poner en escena las relaciones de dominación colonial sobre las que se ha construido la visión del siglo XX. © Gianikian y Ricci-Lucchi
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VISIONI DEL DESERTO (2000) ‘Una larga visión occidental del desierto’. Presentada en la exposición ‘Le Désert’, esta pieza reconstruye imágenes de los años veinte en Argelia y Túnez rodadas por un explorador francés. © Gianikian y Ricci-Lucchi
PROFUMO (1977) Olores y perfumes acompañan a la mirada de los cineastas sobre los juguetes de cuatro hermanas de una familia de la región del Trentino-Alto Adigio de principios del siglo pasado. Catálogo y memoria. © Gianikian y Ricci-Lucchi
> recoge fotografías, acuarelas y
obra fílmica entre la que se encuentran sus dos últimas piezas, un cortometraje que rinde homenaje al artista Oskar Kokoschka, Kokoschka, lafianceéduvent(2015),yuntrabajo realizado ex profeso para la exhibición titulado Où en êtes-vous Yervant Gianikian et Angela Ricci Lucchi.Enelmarcodelcicloselesentregará, asimismo, el premio de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF); un galardón que reconoce el compromiso de los artistasconelpatrimoniocinematográfico y que acompaña la más completa retrospectiva de su trayectoria realizada hasta la fecha: más de 50 trabajos en los que los cineastas revisan “períodos, géneros y situaciones de una parte de la historia del cine que a veces se pierde” a la vez queproponen,enpalabrasdeGianikian, “un nuevo catálogo de otros fragmentos de la memoria en una película que no es la copia de la que
deriva, sino una suma de variantes”. El fotograma, núcleo de análisis
“Viajamos catalogando y catalogamos mientras viajamos, a través del cine filmamos de nuevo”, dicen los artistas haciendo suyos los preceptos benjaminianos sobre la historia en Nuestra cámara analítica, texto publicado hace ya veinte años también en Trafic, en el que explican su metodología de trabajo con el material fílmico de archivo; un sistema que,comoafirman,tienecomopunto de partida la catalogación de imágenes para luego releerlas, reconstruirlas, recomponerlas, reescribirlas y reenunciarlas en un proceso complejo puesto en práctica mediante su cámara analítica, una máquina de visualización y edición construida por los cineastas que invoca a la maquinaria y los juguetes ópticos del siglo XIX. No en vano Gianikian y Ricci-Lucchi aluden a los pioneros del cinematógrafo en
SU TUTTE LE VETTE È PACE (1998) Un verso de Goethe como punto de partida del segundo filme de su ‘Trilogía de la guerra’, durante la Guerra Bianca en el Monte Adamello y Pasubio. Terror y belleza sobre el archivo herido. © Gianikian y Ricci-Lucchi
ese artículo seminal al señalar que si el primer raíl de esa cámara “acepta el celuloide dentado de Lumière”, el segundo estaría “más cercano de los dispositivoscreadosporMuybridge o Marey”. Pero la cámara analítica también esunsistemadeanálisisyenelcorazón de esa labor de reelaboración de la imagen hay una unidad mínima de trabajo y conceptual: el fotograma, el núcleo del análisis y una “especie de cuerpo tenso en el nuevo texto”, al que someten a variaciones temporales extenuantes, convirtiendo una imagen en movimiento en una casi fija, pausándola y provocando que ese fotograma se abra a la evocación y se acerque a cierta idea de recuerdo con el fin de alejarse de la “histeria de la velocidad”, como insisten los autores. Recortar, reencuadrar, suturar y ralentizar para rememorar la dominación imperial que filmó el camarógrafo Luca Comerio en Dal Polo
all’Equatore (1986); ir en busca de los catálogos perversos de Cesare Lombroso en Cesare LombrosoSull’odore del garofano (1976); detenerse en la ejecución de Benito Mussolini en Pays Barbare (2013) reconociendo rostros agolpados entrelamasadegente;revelarlamirada colonial en Images d’Orient: Tourisme vandale (2001); ahondar en la experiencia del superviviente en Ritorno a Khodorciur. Diario armeno (1986) o representar el delirio bélico a través de virados y tintes de los soldados de la facción alpina durante la Gran Guerra en Su tutte le vette è pace (1999); trabajos todos desdelosqueGianikianyRicci-Lucchi nos recuerdan que la noche profunda del ser humano está aún por atravesar. L’évènement Yervant Gianikian & Angela Ricci Lucchi: Rétrospective CENTRE POMPIDOU. WWW.CENTREPOMPIDOU.FR HASTA EL 15 DE NOVIEMBRE