RECICLAJE
RECICLAJE
Taparse los ojos ARANTXA RUIZ
No fue sólo gracias a Liechtenstein por lo que el vinilo entró en el museo. Claro que tampoco hablamos del Macba, sino de las catacumbas de internet, el espacio idóneo para los diseños de fundas de discos que se quedaron en el camino del buen gusto. O del gusto oficial. Y es que para alcanzar las cotas del minimalismo pop que logró Warhol en el mítico debut de la Velvet Underground, la historia de las portadas de discos se ha visto trufada de intentos fallidos y de alguna que otra mala intención. Respecto a que el diseño de baja al-
Aunque entusiastas canciones como I Get All Excited (disponible en Bizarre Records) podrían haberla llevado al top de los charts parroquianos, su triunfo se debe a un factor banal: luce un parecido casi clónico con Tootsie (sí, el lado femenino de Dustin Hoffman). De hecho, esta portada se considera la más fea, popular, y rentable de la colección DiFonzo: la dulce efigie de Joyce aparece impresa en camisetas, tazas, ositos de peluche, mochilas y ¡tangas!, a la venta en Bizarrerecords.com. Tangas Tootsie a diez dólares. ¡No se lo piensen! Otro caso, más bien ocaso, reseñable es el de Millie Jackson. Se desconoce si consiguió relanzar su carrera en 1983 gracias al ¿horrendo? diseño del álbum E.S.P. (Extra Sexual Persuasion). Un par de buenas razones nos convencerían de que así fue, pero la instantánea de Millie sentada en el w.c para ilustrar seis años más tarde su vigesimosegundo disco, Back to the Shit, hace pensar lo contrario. Y en las antípodas de la provocación escatológica, se sitúa All My Friends are Dead, de Freddie Gage. Ex drogadicto y reconvertido al baptismo, Gage grabó este disco de sermones en 1965 para alertar del peligro de los estupefacientes, culpables de la muerte de
Bibliografía e internet Museum of Bad Album Covers Zonic Web mag www.zonicweb.net/badalbmcvrs Bizarre Records de Nick DiFonzo www.bizarrerecords.com The worst album covers in the world Nick DiFonzo New Holland Publishers (UK) Londres 2004 The worst album covers in the world 2 Nick DiFonzo New Holland Publishers (UK) Londres 2005
30
Culturas La Vanguardia
Miércoles, 14 junio 2006
Vinilos Más allá del Macba hay otro mundo de portadas cutres
curnia sobre este soporte es un hecho consumado, no debe haber, entonces, dudas. Puestos a preguntar, que tire la primera piedra quien no haya encontrado alguna portada capaz de sacarle una risita jocosa de los labios. No importa el estilo, desde el rock psicodélico de Grateful Dead, al heavy épico de Manowar pasando por el pop experimental de Deerhoof... ninguno se libra del pecado del gusto bizarro. Sobre esto llevan indagando rastreadores de vinilos como Nick diFonzo. Coleccionista insaciable de música, este norteamericano tiene en su haber la mayor antología de discos con portadas raras (extravagantes, obscenas, feas en definitiva) del mundo. Su decana página web (Bizarrerecords.com), ofrece una amplia muestra, visual como sonora, de los miles de discos recuperados de los mercadillos suburbiales de su Austin natal. A raíz del éxito del museo on-line, DiFonzo ha publicado dos libros antológicos que dan fe de su esfuerzo espeleológico: The Worst Album Covers in the World se editó en 2004, mientras que su segunda parte, su continuación, The Worst Album Covers in the World 2, tardó un año escaso en ver la luz tras la aparición del primero.
El caso Joyce Entre las virtudes de Bizarre Records, destaca haber catapultado a artistas terriblemente abocados al suicidio comercial. Como Joyce (no confundir con la famosa cantante brasileña). Joyce Drake, esposa de un pastor evangelista de Texas, emprendió con euforia una carrera de solista de baladas cristianas, que, por suerte o desgracia, no pasó de un solo y homónimo álbum de 1983.
sus compañeros. La portada, el autor arrodillado con una Biblia frente a la tumba de su último amigo, ofrece una imagen tan desoladora como elocuente. Esta grabación, junto a dos posteriores, Pulpit in the Shadows y Drugs and Youth (un caballo de troya contra el LSD), contribuyeron sin duda a que lograra ser el presidente de la Conferencia Evangelista Baptista del viejo Sur. No obstante, estos freaks y sus más feas portadas no se encuentran solos en los infiernos del buen gusto: estrellas como Tino (en su disco post-Parchís), Abba, o Queen también aparecen reverenciados en la, a su modo, selecta colección DiFonzo. En cualquier caso, y más allá de lo inusitado de tal aventura, en galerías como la DiFonzo, o la que también propone Zonic web, la música, desvinculada de su función original, adquiere un valor secundario. La prioridad es la celebración del mismo LP, de su época dorada como objeto de consumo. Cuando en 1950 aún no se habían impuesto las reglas del mercado ni su consecuente canon estético, la aparición del nuevo medio se tradujo en un todo vale, gráfica y sonoramente. Ahora, en plena eclosión digital, el vinilo muta en una sucesión de ceros y unos, por lo que la recuperación de este soporte, incluso el más feo, nos recuerda cuánto significó para consolidar la revolución democrática del gusto. Y es que si tuviéramos que seguir a pies juntillas que las portadas de discos son un material que aúna las corrientes artísticas y sociológicas del momento, no hay mejor ejercicio que estudiar estos diseños sin firma para comprender de dónde venimos y hacia dónde vamos. |
No sólo los freaks se encuentran en los infiernos del buen gusto musical, estrellas como Abba, Village People o Queen aparecen reverenciados en la selecta colección DiFonzo
Joyce –primera portada a la izquierda– encabeza el ‘merchandising’ relacionado con las ventas de las ‘cutreportadas’, pero no le va a la zaga Millie
Jackson –la portada inferior– y la imagen de su disco ‘Back to shit’, con el que la intérprete intentó relanzar su carrera en 1983. Las demás portadas hablan por sí solas