LOS NIÑOS Y LAS RANAS
Érase una vez un grupo de niños que jugaban cerca de un estanque. Un día, uno de ellos descubrió reposando en el agua a unas cuantas ranas. Al verlas, se le ocurrió una gran idea. Reunió a todos sus amigos y les contó su plan: juntar piedritas para lanzárselas a las ranas. Todos estuvieron de acuerdo y pensaron que sería muy divertido. Cada uno salió en busca de la mayor cantidad de piedritas que pudiera encontrar. Una vez reunidos nuevamente junto al estanque, comenzaron a lanzarlas. Las ranas, que no comprendían por qué las estaban atacando, comenzaron a dar grandes saltos para poder alejarse y esconderse a salvo. Al escuchar las risas de los niños, una de las ranas salió de su escondite y dijo: -¡Por favor, paren! Lo que es diversión para ustedes, es muy doloroso para nosotras. Al escuchar el pedido de la pobre rana, los niños pidieron disculpas por su comportamiento. Aquel día aprendieron que antes de poner en m archa cualquier acción debe pensar si con ella no perjudican a los demás. MORALEJA: Antes de hacer algo que te beneficie, asegúrate de que no perjudique a otros. Acuña, L. (2008). Los Niños Y Las Ranas. Montevideo: Marketing.