LO PROBABLE DE LO VARIABLE: CRECIMIENTO DE UN ECOSISTEMA SOBRE EL NUDO DE CARRETERAS DE MANOTERAS DE LA M30
PABLO MAGÁN UCEDA TUTOR: MANUEL PEREZ ROMERO ETSAG PFC MAYO 2014
LO PROBABLE DE LO VARIABLE: CRECIMIENTO DE UN ECOSISTEMA SOBRE EL NUDO DE CARRETERAS DE MANOTERAS DE LA M30 La probabilidad se ha convertido en una reciente estrategia del arquitecto para abordar el problema de la incertidumbre. La gran escala o aquellos proyectos que requieren de una construcción por fases son el campo de oportunidad para el desarrollo de este tipo de aproximaciones proyectuales. En este sentido el arquitecto ha abandonado el control total del proyecto por estructuras más abiertas y auto-organizadas. Ya el proyectista no es aquel que va a controlar todo el proceso urbano sino aquel otro que se transforma en un mero catalizador del mismo. Bajo estos planteamientos desarrollo el Proyecto Fin de Carrera titulado “Lo probable de lo variable: crecimiento de un ecosistema sobre el nudo de carreteras de Manoteras de la M-30”. Primeramente conviene aclarar que la representación de un proyecto orientado en el tiempo es una mera simulación del mismo. Es decir, una demostración de su posible funcionamiento y nunca un estadio a construir. Su evolución y transformación en función de las demandas y circunstancias futuras condicionará su construcción. En este sentido cabría hacerse la siguiente pregunta, ¿cuál es la labor de un arquitecto que trabaja con la incertidumbre? Definir y acotar aquellos parámetros fijos frente a aquellos otros variables. La incertidumbre abordada desde la probabilidad es un mecanismo que limita el espectro de posibilidades del proyecto. No son infinitas sino variables. La probabilidad no es una circunstancia por falta de datos o ignorancia sino simplemente es un fenómeno intrínseco a todo proceso urbano de cierta escala y orientado en el tiempo. En cambio, el estadio inicial del proyecto sí es una fase que define completamente el proyectista. Es el catalizador del futuro proceso urbano. En este sentido defino las estructuras de comunicación y conexión entre los distintos bordes del nudo de Manoteras como la primera fase a partir de la cual evolucionará el proyecto. Una fase entendida como un estadio autónomo que no requiere de fases posteriores para su funcionamiento pero que sí las habilita y las potencia. La complejidad del lugar se aborda desde múltiples estrategias. A partir de la anterior estructura de comunicaciones descrita, el proyecto pretende generar un eco-sistema capaz de absorber el CO2 y el ruido del lugar. Se desarrolla una técnica constructiva basada en la purificación ambiental de la atmósfera en la que se sitúa el proyecto. El proceso de construcción también es parte del proyecto ya que resuelve el hecho de cómo construir sobre un nudo de carreteras sin tener que llegar a cortar el tráfico. Para terminar quisiera poner en valor el riesgo y la experimentación de éste proyecto fin de carrera que se adentra en terrenos todavía pendientes de explorar en la arquitectura como el tiempo y la incertidumbre.