PROMOCIÓN 65: “YARPAY”, RECORDANDO AQUELLOS TIEMPOS (1965 – 2015) Teodomiro Vidal Valverde Ex Brigadier 1962 del Colegio Nacional Fidel Olivas Escudero (FOE) Pomabamba Ancash - Perú Con ocasión del 70 aniversario de la creación del colegio nacional “Monseñor Fidel Olivas Escudero”, la promoción 1965“ Mariscal Ramón Castilla” que cumplió los cincuenta años de egresado tuvo el acierto de organizar una muy buena conmemoración. Toda comparación es odiosa, pero es inevitable decir, que en los últimos tiempos no habíamos asistido a un espectáculo, como la noche del pasado 23 de setiembre, cargado de entretenimiento y evocación. En esta oportunidad, y a pesar de los meses transcurridos a la celebración les hago llegar algunos comentarios y referencias que son producto de la emoción compartida. El motivo del retraso se debe a que quería incluir en esta nota informativa la fotografía de la promoción consignando sus nombres. Para logra la información he tenido la cooperación de: Nedda Escudero Morales de Alonso, Helen Ortega Aramburú, Max Elmer Olivera Escudero y la reflexión compartida con el escritor pomabambino y ex alumno del colegio nacional “Monseñor Fidel Olivas Escudero”, Pedro Flores Cueva. En el contexto de las celebraciones se publicó la revista “Yarpay” cuyo director es Saúl Domínguez Agüero, una edición pulcra, de buen material y con colaboraciones vinculadas a enfatizar el espíritu unitario y la significación histórica del colegio.
Veamos el contenido. Arranca con la biografía del monseñor Fidel Olivas Escudero (no se menciona al autor). Interesante trabajo dondenos muestra facetas poca difundidas como la del sacerdote de Huaraz que se compromete en la defensa de la patria en la Guerra del Pacífico, detalles sobre su mediación en el levantamiento de Atusparia y, sobre todo, la defensa cerrada de los dogmas y postulados del catolicismo. La nota de Pedro Flores Cueva es testimonio nostálgico acerca de los amigos, que sin compartir las aulas, fue testigo de sus inquietudes y andanzas. Hace un perfil ameno de cada uno de ellos y ellas, sobre todo, menciona el ánimo que primaba en aquella época: el de la vecindad, de la vida comunal, donde todos se conocían y compartían expectativas y ansiedades. Eran los tiempos de la tradición y del arraigo. Poco después llegaría la carretera con el vendaval de la modernidad. Elmer Olivera Escudero, entusiasta promotor de estas festividades, hace una mención de su trayectoria biográfica. Revela sus logros profesionales y personales. Luego, nos cuenta un conjunto de anécdotas de su paso por el colegio, vivencias de las más jocosas, que llevan impregnadas el espíritu travieso e irreverente de la juventud. Por ejemplo “Las Embarazadas” y “El Trofeo de Futbol” deberían figurar en la antología de las tradiciones y del humor pomabambino. Está la crónica conjunta de Flor Carvajal, Nedda Escudero, Bertha Escudero, Graciela Llanos y Rosario Tarazona sobre una excursión a Masqui. Es el testimonio de la calidez y generosidad de los pueblos, apegados a la cultura de la hospitalidad y la sencillez. Hay una anécdota que cuenta Rosario Tarazona, donde aparezco como protagonista y causante de sus sinsabores y apremios. “El castigo” que le impuso su padre Don Luis Tarazona, director del colegio, en merito a un parte que había elevado a la dirección. Ahora, a la distancia, aquel episodio sirve para valorar al padre escrupuloso y para afirmar amistades. En esa línea está la nota de Edilberto Barrón, contándonos las peripecias de un entrenamiento de tiro con los añejos fusiles máuser. El espíritu de Cesar Vallejo, en estos festejos, ha estado presente. SaúlDomínguez cuenta su viaje a Francia. Estando en Paris era inevitable visitar la tumba de Vallejo. Lo hizo, como hombre sensible, amante de la poesía. La encontró con flores y dedicatorias, era un día de invierno, llovía, muy a fin, con el alma vallejiano. El texto de José Cueva, muy fidedigno a los acontecimientos y, sobre todo, es el reflejo de las vivencias cuyos protagonistas fueron colegas suyos. La reseña se
nutre de la época que muchos atribuyen la del esplendor y del apogeo del colegio. Elescenario fue aquel local del jirón Huaraz de cuyo origen, azares y destino se ocupa Nathan Domínguez. Lo hace con un tono un tanto nostálgico y apesumbrado. Interesante el trabajo de Víctor Obregón, nos describelos restos arqueológicos de la provincia, poco conocidos y difundidos. Revela sus esfuerzos y desvelos por preservar una riqueza patrimonial, poco valorada, poco promocionada. Un buen aporte. Encuentro una crónica de Nedda Escudero. Muy interesante. Nos cuenta los dilemas de las alumnas cada vez que pasaban por el patio frente a los muchachos. Estos se desbordaban en silbidos, en galanterías y en piropos que eran lanzados como saetasdesde el anonimato, desde la multitud de compañeros festivos e hilarantes. Aquí debo agradecer las expresiones de cariño (igual la de Charo Tarazona) para mi persona, en ese entonces un brigadier general, animoso, comprometido hasta el tuétano con las normas disciplinarias. “Yarpay” no solo son textos, es también registro gráfico. Hay fotos, la mayoría inéditas de la promoción. Es un testimonio vivo de aquellaépoca, delespíritufraterno, distendido y en algunos y algunas de sus protagonistas, está la mirada fija al lente, como queriendo descifrar los misterios de un futuro aún ambiguo e incierto. La celebración de aquel aniversario, aunque un poco tardío,merece una mención muy especial. Buena programación. Debo destacar la intervención de Edilberto Barrón, recitando un poema inéditoinspirado en nuestra tierra. Lo hizo con emoción; de la Sra. Dora Olea, que representó a la vendedora de la Lima de inicios de la república. Lo hizo con gracia y soltura. La presentación del coromuy novedosa y emotiva. Interpretócanciones de nuestra patria grande: América. Fue grato escuchar la Planta Eléctrica de “Ichic” Pancho Obregón. La organización del coro supone un gran esfuerzo, de ensayos, de armonización y afinación de voces. La labor cumplida por la promoción 65 es encomiable. Refleja el trabajo de un equipo, donde ha primado la responsabilidad y la camaradería. Para las promociones que vienen es una lección y un desafío a tener en cuenta. Mis sinceras felicitaciones.