LA RESISTENCIA AL G20 EN ARGENTINA MEMORIA DEL CAMINO DE LA CUMBRE DE LOS PUEBLOS Y DE LA MOVILIZACIÓN
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Este texto fue realizado gracias al aporte de Action Aid. Textos a cargo de Paula Satta Diseño y diagramación Aldana Fiandrino Corrección y edición: Activistas de ATTAC Argentina Buenos Aires, mayo de 2019. El siguiente material se publica bajo licencia Creative Commons Atribución - Compartir Igual 4.0 Internacional.Más información sobre la licencia en: https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/deed.es
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Introducción. El legado de Hamburgo
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Del “Fuera OMC” al “Fuera G20 y FMI”, continuidades de un mismo proceso.
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¿Por qué un G20 en la Argentina? Escenario político y militarización.
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Antes de la Cumbre del G20: la apuesta política por la formación y la comunicación.
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La Semana de Acción Global “Fuera G20 y FMI”
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La pluralidad de las resistencias: los Foros temáticos a) Foro Feminista contra el G20 b) Foro de Soberanía alimentaria c) Foro de Bienes comunes y Soberanía
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A modo de cierre, ¿qué aportamos a una resistencia global?
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Introducción. El legado de Hamburgo.
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El G20 se define desde su sitio oficial como el “principal foro internacional para la cooperación económica, financiera y política”. Este surgió a fines de los años ‘90 como un foro informal de los ministros de finanzas del G7 junto a otros países llamados “emergentes”. Pero luego de la crisis del 2008, fue reconvertido en un espacio de cumbres presidenciales, en un contexto de fuerte crisis financiera mundial, con el fin de “acrecentar la cooperación económica internacional” y salvaguardar el sistema capitalista en su conjunto. Actualmente, el G20 está integrado por Argentina, Brasil, México, Sudáfrica, Rusia, Turquía, Arabia Saudita, China, Japón, India, Indonesia, Corea del Sur, Australia, Canadá, Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia y la Unión Europea (que representa 28 países europeos, aunque en este caso es el miembro número) Se trata, en definitiva, del grupo de países con mayor responsabilidad en cuanto a la emisión de gases de efecto invernadero, el cambio climático y la crisis energética, la crisis alimentaria , la profundización de las desigualdades de género,
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la especulación inmobiliaria y el endeudamiento, entre otros. En otras palabras, se trata de los países que vienen recetando las políticas neoliberales como el único modo de pilotear el barco de la economía mundial que se encuentra envuelto en la tormenta capitalista. Desde el nacimiento del G20, es larga la lista de manifestaciones que se hicieron ante la realización de las cumbres presidenciales: Washington, Londres, Pittsburgh, Toronto, Sel, Cannes, Hamburgo, Buenos Aires... En la ciudad de turno donde se produce la reunión de los y las líderes del G20, se organiza la resistencia global. El 7 y 8 de julio de 2017, el G20 se reunió en Hamburgo, Alemania, donde se organizó una Semana de Acción contra el G20 bajo el
lema “El G20 no nos representa” y un claro programa de movilización social que incluyó la realización de una contracumbre , la desobediencia civil mediante bloqueos directos que interferían en los traslados de las autoridades, tanto desde el aeropuerto a los hoteles como desde allí a las reuniones, y la conformación de una gran manifestación el último día de la cumbre, todas acciones que tuvieron gran impacto en los medios de comunicación así como la cruenta represión sufrida por lxs manifestantes a manos de la policía antidisturbios. “Dicen ocuparse seriamente de los problemas del planeta Tierra y los de sus habitantes, pero en este mundo de destrucción, de caos, de un “capitalismo depredador” iracundo, esto se puede sostener de una manera cada vez menos creíble y mucho menos se percibe ningún “progreso” realmente positivo. En realidad, para
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el G20 solo se trata de alcanzar acuerdos sobre intereses comunes relacionados con la dominación y de mostrar su poder. Ambos objetivos han fracasado estrepitosamente en Hamburgo. Esto se debió, por una parte, a las luchas internas y a la fragmentación, cada vez más obvias, de las respectivas élites políticas y por otra parte, a nuestra resistencia común”. Este fragmento del libro “To our compas en Buenos Aires” 1, foto reportaje realizado por franceses y alemanes que participaron en 2017 de la resistencia al G20 en Hamburgo, es una invitación a continuar creando, colectivamente, sobre la genealogía de una resistencia global, aportando desde nuestros puntos en común y también nuestras especificidades, resaltando las continuidades de un proceso que excede el propio G20 para enmarcarse en una lucha contra las formas de opresión contemporáneas que plantea el libre comercio y la supremacía de lo privado sobre lo público como baluartes indis-
1. “To our compas en Buenos Aires - about the G20 in Hamburg” (2018)
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cutibles. Un modelo económico y político global que está cada vez más alejado de las necesidades de las comunidades y sus territorios, depredando todo lo que encuentra a su paso. “Nuestro objetivo es perturbar de manera decisiva el transcurso de la Cumbre del G20 e interrumpir la escenificación del poder que esta cumbre representa. Para ello se anuncia públicamente una ruptura masiva de las reglas. Nuestras acciones son un medio legítimo de desobediencia y resistencia masiva. Nuestros bloqueos son bloqueos humanos y creativos, bloqueos compuestos de materiales de la vida cotidiana”, esbozaron lxs alemanxs en el ya citado libro que fue estudiado en detalle por el gobierno argentino como un supuesto manual para la protesta. Luego del Plan de Acción de Hamburgo, a principios de diciembre de 2017 Argentina asumió la presidencia pro-témpore del G20 e inicia en 2018 un proceso de más de 50 reuniones itinerantes en todo el país bajo el lema “Construyendo Consenso para un Desarrollo Equitativo y Sostenible“. A partir de junio, se realizaron reu-
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niones ministeriales en 10 ciudades del país - Ciudad de Buenos Aires, Mar del Plata, Salta, Jujuy, Rosario, Puerto Iguazú, Ushuaia, Bariloche, Córdoba y Mendoza- junto a las reuniones de los 7 grupos de afinidad que ofician de representantes de la sociedad civil en el G20: Business 20, Science 20, Women 20, Think Tanks 20, Civil 20, Labor 20 y Youth 20. Este proceso culminaría en la 13ava Cumbre de los Líderes del G20, el viernes 30 de noviembre y sábado 1 de diciembre de 2018, en Buenos Aires, Argentina, siendo la primera vez que se reunía en un país sudamericano.
La llegada del G20 a Argentina hizo que referentes de distintas organizaciones sociales y políticas que venían organizándose en la “Asamblea Argentina Mejor sin Tratados de Libre Comercio” (en adelante, Argentina Mejor sin TLC) decidiera ampliar su convocatoria para continuar el legado de Hamburgo de la resistencia con-
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tra el G20, pero también como modo de dar continuidad al proceso que acababa de finalizar en la exitosa organización de la Cumbre de los Pueblos “Fuera OMC, Construyendo soberanía”2 ante la XI Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio, reunida en Buenos Aires en diciembre de 2017. Desde el espacio de la Asamblea Argentina mejor sin TLC, se decidió, entonces, llamar a la realización de una Semana de Acción Global contra el G20 en Argentina.
2. Ver la página web de la Cumbre de los Pueblos en: www.fueraomc.org
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Del “Fuera OMC” al “Fuera G20 y FMI”, continuidades de un mismo proceso.
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Para entender los antecedentes de la resistencia global contra el G20, es necesario remontarse más atrás en la historia. El proceso de resistencia argentino se enmarca en lo que se conoce como el movimiento de las Redes de Resistencia Global, difundidas erróneamente en los grandes medios de comunicación como los movimientos “antiglobalización”. El evento paradigmático de estas redes fue en noviembre de 1999 con la llamada “Batalla de Seattle” (Seattle Battle) generada en esa ciudad de los Estados Unidos frente a la III° Reunión Ministerial de la OMC. Allí se manifestaron organizaciones y movimientos políticos diversos –ecologistas, sindicales, feministas y LGBT, migrantes, estudiantiles, pueblos originarios- que se encontraban en una tensa relación con los partidos políticos tradicionales y compartían la crítica al sistema capitalista, expresado en estas instituciones globales como la OMC. Este evento de resistencia callejera fue un éxito porque logró frenar la Ministerial, y además generó una articulación importante entre los movimientos sociales más nuevos y los tradicionales sindica-
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tos norteamericanos. Y de hecho, mostró que la organización y la preparación, así como la difusión en los recientemente creados medios digitales, podían lograr victorias importantes para la resistencia global. Pero es importante señalar que estas redes plantean no solo una oposición al sistema de dominación y opresión capitalista, sino que también sostienen la necesidad de construir alternativas y experiencias acordes a las necesidades de las comunidades y el medio ambiente, con la convicción de que podemos habitar otros mundos posibles. Entre algunas de esas propuestas surgió la idea de proponer un impuesto a las transacciones financieras internacionales (la conocida Tasa Tobin), que fue una bandera del movimiento global ATTAC (Asociación por una Tasa a las Transacciones financieras y por la Acción Ciudadana), que nació en Francia en diciembre de 1998. ATTAC lleva como lema “pensar global, actuar local”, usado por primera vez en 1972 por el ecologista René Dubos en la Primer Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano (CNUMAH o Conferencia de Estocolmo) y retomado por ATTAC, para entender y actuar de manera sistémica sobre los conflictos y problemáticas locales. Otro hito que tuvo un impacto sobre el movimiento de resistencia a nivel global y, en particular en América Latina, fue la realización del Foro Social Mundial (FSM), especialmente en sus capítulos de 2001, 2002 y 2003, el tercero llegando a reunir a 100.000 personas de todo el globo en la ciudad de Porto Alegre, Brasil. El
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FSM fue el gran espacio de reunión de las organizaciones a nivel global. Con estos Foros se instalaba la idea de que las organizaciones de diversos tipos podían coincidir en un Foro plural y diverso, con actividades autogestionadas pero también espacios conjuntos, especialmente la Asamblea de los Movimientos Sociales que cerraba cada Foro. El lugar otorgado a la crítica era central pero, a partir de los debates salía, también, la necesidad de articular alternativas a la organización económica, social y política de
los pueblos y a sus vínculos con la naturaleza; alternativas a un sistema depredador. La experiencia de los FSM marcó el modo en que se organizó posteriormente la resistencia, especialmente a nivel continental. En los últimos años se han organizado diversos tipos de foros (Foros Panamazónicos, de Migrantes, Foros y Cumbres de los Pueblos regionales o nacionales, en diversas ciudades), siempre con un formato similar al FSM, ya que éste se convirtió en un consenso político del movimiento. 2.1 El contexto nacional y regional del Fuera G20 En el marco de este Movimiento de Resistencia Global, es importante reflexionar sobre lo que implicó llevar adelante en Argentina la decisión política de convocar a una movilización social contra la OMC en 2017 y contra el G20 en 2018. La Asamblea Argentina Mejor sin TLC encaró el gran desafío de convocar a las
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organizaciones sociales y políticas argentinas cuya última gran apuesta de resistencia de estas características había sido la Cumbre de los Pueblos contra el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) en noviembre de 2005, ante la IV Cumbre de las Américas en Mar del Plata, evento histórico, para el escenario político regional, ya que allí quedó plasmado el rechazo al gran tratado del ALCA. Era este un contexto donde los discursos antimperialistas circulaban de forma extendida a través de un generalizado rechazo al Libre Comercio en Latinoamérica. En Argentina hay que tener en cuenta que durante el periodo kirchnerista (2003-2015) hubo un impasse en la negociación de tratados y en la política de liberalización comercial, por lo cual el foco de los movimientos políticos locales estuvo puesto mayoritariamente en las cuestiones nacionales y en la Integración Regional pero poco se discutió sobre cómo se insertaba Argentina en las cadenas globales de valor. Esto hizo que los temas de la agenda de la resistencia global no se profundizaran o se consideraran como prioritarios desde el NO al ALCA hasta la llegada de la OMC en 2017. “La lucha contra la OMC y el G20 fueron una posibilidad de volver a encontrarse para los movimientos sociales y sus grandes luchadores y luchadoras que se habían unido contra el ALCA en 2005, en Mar del Plata, junto a nuevas organizaciones de jóvenes, con el movimiento feminista argentino fortalecido en los últimos años y nuevas luchas territoriales, desde una renovación del campo acti-
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vista. Se produjo diálogo intergeneracional entre quienes fueron íconos de las luchas contra el libre comercio y la lucha contra el G20” (Florencia Partenio, integrante de la Red de Feministas del Sur Global DAWN, el Foro Feminista contra el G20 y la Asamblea Argentina mejor sin TLC). Incluso teniendo en cuenta que el NO al ALCA fue un evento paradigmático en nuestro país, el ALCA representaba una negociación de los países del continente (todos menos Cuba). Es decir, la movilización contra el ALCA, centrada en la Alianza Social Continental (ASC), seguía siendo un proceso regional, no global. Este fue un escenario diferente al que se constituye ante la realización, en Argentina, de la Ministerial de la OMC, donde se estuvo realmente frente al gran evento de la resistencia global en el país, y donde se involucraron organizaciones sociales y ONGs de todo el mundo. Por ello, se puede afirmar que el rechazo a la OMC fue el primer gran evento de la resistencia global en Argentina. 2.2 Del No al ALCA al Fuera OMC La organización de la Cumbre de los Pueblos Fuera OMC fue el primer evento a escala global después del fracaso del ALCA en 2005. Esta separación temporal tuvo sus consecuencias, ya que se notó la dificultad para que los movimientos populares argentinos tomaran el tema como parte de sus demandas de lucha y resistencias. Esto se debe a diversas razones: por un lado, pocas orga-
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nizaciones conocían qué es la OMC, ya que suele ser un tema que se asocia a saberes técnicos sobre economía política, cooperación internacional y geopolítica. Por otro lado, la OMC se encuentra en crisis desde el 2003, por lo que los movimientos sociales no le daban importancia a su llegada; de hecho, ya se estimaba que poco relevante pasaría al interior de la Ministerial. Por último, se puede identificar en Argentina una dificultad en gran parte de las organizaciones locales de articular de modo cotidiano la lucha local con la lucha global, lo cual se vio luego también en la organización contra el G20. Más allá de la particularidad de este escenario político local, algunas de las organizaciones como ATTAC, Jubileo Sur, DAWN, Amigos de la Tierra y organizaciones miembros de la Vía Campesina, participaron tanto de la realización de la Cumbre de los Pueblos “Fuera OMC” como del “Fuera G20-FMI”. Se trata de organizaciones que tienen una vasta experiencia en la resistencia global y que se comprometieron con fuerza, conscientes de la necesidad de realizar una movilización amplia, plural y masiva frente a ambos eventos, así como, de continuar el proceso de Cumbres de los Pueblos con la discusión sobre las alternativas. Sin embargo, hay un elemento central que dejó la experiencia de la lucha contra el ALCA en gran parte de los movimientos argentinos, y eso es el rechazo a priori de los Tratados de Llibre Ccomercio y de las políticas de liberalización comercial. “Esto es algo aprendido a partir de la lucha del NO al ALCA, aunque ahora
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se vivía un contexto diferente. Para la llegada de la OMC y del G20, teníamos que realizar un esfuerzo de educación popular, tanto para las bases como para los dirigentes sociales argentinos, porque ambos eventos implicaban discutir política y economía global actual, no de la época del ALCA. Discutir el G20 y la política global hoy a partir de viejos diagnósticos es lo que evita que podamos avanzar en construir nuevas alternativas”, explica Luciana Ghiotto (ATTAC Argentina). Así, estas organizaciones, en Argentina no tan masivas pero sí vinculadas a la resistencia global, tuvieron un rol central en la “traducción” de nociones técnicas del comercio global, los temas que parecen ser sólo de
“expertos”, hacia términos políticos para que fueran incorporados por todo el espectro de organizaciones sociales, sindicales y territoriales. Este fue uno de los trabajos político-formativos más importantes que se propuso la Asamblea NO al G20, como continuación del proceso iniciado desde la Asamblea Argentina Mejor
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sin TLC durante todo el año 2018. 2.3 Del “Fuera OMC” al “Fuera G20-FMI”, continuidades de un mismo proceso La primera reunión de la Asamblea NO al G20 fue a fines de febrero de 2018 y contó con una nutrida participación de diversas organizaciones, gracias a que muchxs habían participado tanto en la organización como en las actividades de la Cumbre de los Pueblos “Fuera OMC, construyendo soberanía” los días 11, 12 y 13
de diciembre 2017, en Buenos Aires. Bettina Müller, integrante de la Asamblea y referente de ATTAC Argentina lo cuenta de esta manera: “Por un lado continuaron muchos de los actores que venían de la lucha contra la OMC, no obstante logramos crecer en número
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y representatividad. Luego intentamos, tal como en 2017, integrar a companerxs de las provincias, lo que en 2018 de hecho logramos mejor, gracias a numerosas formaciones en todo el territorio argentino. Ahí también pudimos hacer uso de los lazos ya generados durante 2017 y en contra de la OMC. La idea de hacer una cumbre de los pueblos, de actividades callejeras, de una campaña mediática, todo esto se hizo en 2017 y en 2018, pero en contra del G20 siempre con mayor profesionalidad y alcance, ya que pudimos aprovechar los vínculos y experiencias de 2017. Por otro lado, hubo grupos como el Foro Feminista que estuvieron muy presentes y fuertes en 2017 y luego acompañaron con aún más fuerza el proceso de la lucha contra el G20”.
En consonancia con este último planteo, para Florencia Par-
tenio la presencia del movimiento feminista en ambas Cumbres es una de las continuidades que posibilitaron el proceso contra el G20 en 2018: “la presencia feminista no solo fue importante en
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la constitución de la Asamblea NO al G20 por el volumen y el nivel de participación, sino también por poder impregnar cada uno de los encuentros, los talleres de formación de lo que comúnmente se llama la trasversalización de la perspectiva feminista, pero también por la insistencia de otras metodologías de diálogo, de encuentro y de acuerdos, propio de las prácticas feministas que se mantuvieron de una Cumbre a la otra y lo potenciaron. La continuidad también es la insistencia en la genealogía de luchas, recuperar a las feministas de redes globales y regionales que venían dando batalla desde Seattle en adelante y nos encontramos todas en la Asamblea NO al G20.” Además, podemos destacar cómo la organización de la Cumbre de los Pueblos “Fuera OMC” fue una experiencia que sentó bases para la Asamblea No al G20, ya que hubo una estructura de trabajo horizontal donde organizaciones locales, regionales e internacionales se reunieron en torno a un tema global en un marco de pluralidad tanto política como de áreas de trabajo. Esto se expresó en la diversidad de foros temáticos que hubo en la Cumbre: “Frente al capitalismo: Internacionalismo solidario en Nuestra América”; “Foro feminista frente al libre comercio”; “Foro por la soberanía educativa”; “Foro de trabajadores y trabajadoras”; “Foro de Soberanía alimentaria”; “Foro de Bienes comunes, justicia climática y soberanía energética”; “Migración sin OMC”; “Imperialismo y militarismo”.
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La Declaración Final de la Cumbre de los Pueblos “Fuera OMC; construyendo soberanía” 3 visibilizó el primer evento de la resistencia global en Argentina, formando parte entonces de la genealogía de luchas que había comenzado en Seattle en 1999, pero además dando cuenta de la diversidad de luchas que se articularon no solo en la organización de la contracumbre sino también en la reflexión sobre las alternativas reales a este sistema. Para Vanessa Dourado, integrante de la Asamblea Argentina Mejor sin TLC y referente del Foro de Bienes Comunes en la Asamblea No al G20, la experiencia del “Fuera OMC” en 2017 dejó un aprendizaje fundamental en este sentido: “aprendimos mucho, sobre todo el trabajo territorial, que es justamente salir del lugar centrado de Buenos Aires y poder dar la discusión de algo tan complejo que tiene que ver con tratados de libre comercio, con la discusión economicista y que es muy difícil de bajar a la realidad concreta de las personas. Preguntarnos, ¿por qué estamos en contra del G20? Este esfuerzo que hicimos de ir a los territorios para hablar con las asambleas ambientales, para hablar con la gente y decirles: todo tiene que ver con todo, cuando vemos por ejemplo la problemática de la megaminería en Argentina, eso tiene que ver con los TLCs y con las corporaciones. Entonces visibilizar y comprender quién es el enemigo fue uno de los legados de la experiencia de la OMC para dar una continuidad del trabajo hacía el G20.”
3. Disponible en : https://fueraomc.org/declaracion-de-la-cumbre-de-los-pueblos/
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¿Por qué un G20 en la Argentina? Escenario político y militarización
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El contexto internacional de la llegada del G20 a Argentina está atravesado por la continuidad de la crisis mundial del capitalismo. Diez años después de la crisis mundial centrada en torno al año 2008, se ha hecho evidente que las potencias mundiales no encuentran otros modos de encarar la crisis capitalista, y que por ende han resurgido desde políticas proteccionistas como se expresa en Donald Trump, hasta los nacionalismo de extrema derecha en las políticas de algunos países, como el caso del Brexit y de varios países europeos. Julio Gambina, fundador de ATTAC Argentina y presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas (FISyP), explica que el gobierno de Trump está rediseñando todos los acuerdos de libre comercio que fueron negociados en la era de la globalización desde los noventa hasta el gobierno de Obama. Para Gambina es importante tener en cuenta que “la crisis no es solo una guerra comercial sino que hay problemas profundos que intervienen en la
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producción y en las cuestiones monetarias; actualmente vemos una crisis en la tasa de crecimiento de China que está teniendo efectos sobre todos los países del globo, ya que se evidencia una dificultad de sostener los grandes superávits comerciales”. En un escenario global de profunda crisis e incertidumbre, el G20 llegó a la Argentina. El proceso del G20 estuvo marcado por esta crisis global, así como por el escenario nacional. A pesar de que, el país anfitrión de la Cumbre del G20 es rotativa, es decir, que en algún momento llegaría el turno de Argentina, la realización del G20 en nuestro país estuvo atravesada por el intento del gobierno de Mauricio Macri de mostrarse complaciente con los poderes globales nucleados en torno a las instituciones financieras y a los EEUU. Desde la asunción del gobierno de Macri, en diciembre de 2015, hubo una profundización de las políticas neoliberales, con una clara orientación favorable al capital transnacional, mediante la “apertura a los negocios” de la mano del libre comercio, el desfinanciamiento de la obra y los servicios públicos y el fomento de la inversión privada a través de las Alianzas Público-Privadas, esto acompañado de planes de ajuste estructural, programas de austeridad, reformas previsionales, tributarias y laborales reforzadas por la toma de deuda con el FMI. El objetivo del gobierno era mostrar a una “Argentina inserta en el mundo” que se concretó desde inicios de su mandato, cuando en septiembre de 2016 se realizó el Foro de Inversión y Negocios, también conocido como el Mini Davos en Buenos Aires, evento que
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reunió a los 600 CEOs más importantes del mundo. Para Mauricio Macri realizar el Mini Davos en 2016,
la
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bre de la OMC en 2017 y la del G20 en 2018 se correspondía
con
la necesidad de mostrar un país confiable recibir
para
inversio-
nes extranjeras; inversiones que de todos modos nunca llegaron. En este marco, en julio de 2018, Argentina firmó un Acuerdo Stand-By por 50.000 millones de U$S con el FMI que implicó el cumplimiento de reformas tributarias, laborales y previsionales que llevaron a un recrudecimieto de las protestas sociales, profundizando el clima de crispación política. La Asamblea No al G20 se manifestó contra la
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firma de este acuerdo vinculando, públicamente en una Conferencia de Prensa, el rol central del FMI en el G20, ya que esta institución está en el centro de la coordinación, realización y monitoreo de las políticas del G20, así como otros organismos internacionales como el Banco Mundial, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Banco Interamericano de desarrollo (BID). En palabras de Luciana Ghiotto: “En Argentina, tras los impactos del endeudamiento con el FMI en los años ‘90, quedó en las organizaciones sociales un repudio muy fuerte, un recelo al FMI, por lo cual hacer el vínculo entre FMI y G20, que es natural al G20, sirvió para que se explicara el tema en las organizaciones argentinas”. Vanessa Dourado también cree que hay que pensar la llegada del G20 en clave latinoamericana: “Volver al mundo en realidad es volver al fondo, volver al FMI con la OMC y con el G20, teniendo en cuenta a la Argentina como un país estratégico para poder avanzar sobre el territorio latinoamericano, con el intento de liderazgo de Mauricio Macri en la región. Tanto es así que vemos que Macri apoya a Bolsonaro, a la intervención en Venezuela. Es un contexto muy diferente al NO al ALCA, una ofensiva de la derecha y una persecución a lxs luchadorxs sociales, como se ve con el caso de Marielle Franco que no es solo un ataque a Marielle sino a toda la resistencia, así como la ofensiva muy fuerte sobre los pueblos originarios, lxs campesinxs, con los asesinatos a defensoras de la tierra.” En este punto podemos hacer una conexión directa entre las
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políticas de apertura al mundo, la liberalización comercial y la militarización de los territorios. Sin embargo, ni el Mini Davos ni la Ministerial de la OMC implicaron los esfuerzos de logística y organización que se llevaron a cabo para el G20. Con el objetivo de “garantizar la seguridad de la Cumbre” se montó un operativo de seguridad sin precedentes en la historia del país, que mientras recortaba el gasto público en áreas como salud y educación, ejecutaba un presupuesto nacional de más de 1.000 millones de pesos (creo, fueron 3000), un tercio del total, para montar un operativo que contó con al menos 22.000 agentes de todas las fuerzas federales: Gendarmería, Prefectura, Policía Federal, Policía de Seguridad Aeroportuaria. Policía de la Ciudad, Policía Bonaerense y hasta el Ejército y la Fuerza Aérea Argentina. Durante los días de la Cumbre, se anunciaron restricciones en las líneas de colectivos urbanos y se anunció el cierre total de la todas las líneas de subterráneo y trenes. Incluso se cerraron las terminales de ómnibus de media y larga distancia, el puerto de Buenos Aires y el Aeroparque Jorge Newbery. Todas medidas extremas en comparación con la realización del G20 en otros países. Esto fue creando un escenario que podemos llamar de represión preventiva, que en las semanas previas a la Cumbre se coronó
4. https://www.lanacion.com.ar/politica/patricia-bullrich-le-recomendo-portenos-usenfin-nid2192387
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con las declaraciones de la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich, quien recomendó a la población de la Ciudad de Buenos Aires “que usen el fin de semana largo para irse, que se vayan el jueves porque la Ciudad va a estar muy complicada” 4 , abonando a profundizar el clima de miedo y paranoia en base a la idea de que quienes estaban organizando la resistencia tenían alguna vinculación delictiva y mafiosa o incluso se planearan ataques terroristas. Una organización como ATTAC, de reconocimiento y trayectoria a nivel internacional, fue atacada, abiertamente, en los días previos a la Cumbre por supuestas “transferencias bancarias fraudulentas para financiar protestas violentas contra el G20”, estableciendo una relación directa entre quienes se manifestaban contra el G20 y supuestas actividades ilegales. No solamente fue el caso de ATTAC, sino que en los días previos a la Cumbre, ciertos medios de comunicación, también, asociaron un supuesto ataque anarquista5 a la idea de un posible atentado “terrorista” durante la Cumbre para seguir aportando posibles chivos expiatorios para justificar la represión.
5. https://www.perfil.com/noticias/politica/atentados-antes-del-g20-los-desafios-de-ladestruida-inteligencia-argentina.phtml
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Antes de la Cumbre del G20: la apuesta política por la formación y la comunicación
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Durante todo el 2018, la Asamblea NO al G20 se reunió quincenalmente tanto para reflexionar sobre los contenidos políticos de la Cumbre de los Pueblos como para crear estrategias que ampliaran la convocatoria a la Semana de Acción Global contra el G20. La comunicación interna funcionó a través de un grupo de mails donde se compartía información cotidianamente tanto sobre el G20 como sobre las cuestiones organizativas y logísticas de la Asamblea. Si hay que decir cuál fue uno de los aportes fundamentales del trabajo político de la Asamblea NO al G20, previo a la Semana de Acción, fue el enorme esfuerzo colectivo de socializar los análisis que vinculan al G20 en sus impactos en la población e implicancias en la formulación de políticas públicas. Estos análisis se compartieron con las organizaciones tanto territoriales, campesinas, feministas, migrantes, asambleas socio-ambientales, cooperativas y diversos espacios sindicales gracias a las alianzas que ya
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traía consigo la Asamblea Argentina Mejor sin TLC y los nexos de sus referentes con diversas redes y organizaciones. Además del objetivo de formación se generaron foros, talleres, charlas-debate y seminarios y actividades formativas, en distintos ámbitos, en todo el país: hubo entre 80 y 100 charlas en el Conurbano Bonaerense, diversas ciudades de la Pcia. De Buenos Aires y en provincias como Rio Negro, Neuquén, Misiones, Catamarca, Córdoba y Santa Fe. A esto se sumó una estrategia de comunicación, principalmente en las radios comunitarias alternativas pero también en la prensa, para ir generando interés en distintos materiales que la Asamblea produjo sobre los 4 ejes prioritarios de la agenda del G20 en Argentina: la infraestructura para el desarrollo, el futuro del trabajo, el futuro alimentario sostenible y la perspectiva de género6 . A su vez, se realizaron formaciones destinadas a periodistas con el objetivo de generar insumos para que medios interesados pudieran pensar cómo comunicar sin repetir las miradas acríticas sobre el G20 que reproducían los medios hegemónicos de comunicación. La comunicación y la formación fueron los pilares del trabajo de la Asamblea NO al G20; así lo relata Bettina Müller: “fueron fundamentales las formaciones en todo el territorio argentino a partir del mes de julio. Estas permitieron la inclusión de otros gru-
6. https://noalg20.org/material/
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pos y de federalizar la lucha. También son memorables las numerosas asambleas previas y preparatorias con las cuales logramos que sea un proceso inclusivo, abierto y horizontal. Hicimos un muy buen trabajo de prensa, gracias al cual llenamos las 3 conferencias de prensa que realizamos desde septiembre y que obtuvieron una amplia repercusión en los medios.” Para discutir con la mirada hegemónica sobre el G20, se elaboró desde la Asamblea un cuadernillo con el objetivo de desarmar los “mitos” que giran en torno al G20, como “En el G20 todos los continentes tienen el mismo nivel de representatividad”7 . De esta manera, los “10 Mitos y verdades sobre el G20” se fue construyendo durante varios meses en un material colectivo con aportes de distintxs referentes de la
Asamblea
NO al G20 sobre los mitos de la representatividad, el respeto de los derechos
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humanos y la incorporación de las voces de la sociedad civil, el cambio climático, la equidad de género, el empleo de calidad, la infraestructura para el desarrollo y el futuro alimentario sostenible. Se imprimieron 5.000 ejemplares y este material no solo se difundió entre las organizaciones participantes de la Asamblea sino también fue llevado a todas las provincias donde se realizaron charlas y talleres. Este material sirvió también como base común a toda la Asamblea, con un logo y una identidad propia y luego los Foros que integraron la Asamblea NO al G20 trabajaron sobre ese cuadernillo para replicar en cada área de interés las particularidades de los impactos del G20. En este punto, es destacable el trabajo de difusión y formación que realizó el Foro Feminista contra el G20, que se reunió durante todo el año en asambleas organizativas, realizando una actividad específica contra la reunión del grupo W20/Mujeres20 los días 1 y 2 de octubre, con una Conferencia de prensa el 26 de septiembre en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires que invitaba a las organizaciones a participar. Como parte de sus estrategias de comunicación produjo un material propio que se preguntaba: “¿Caben los mundos posibles del feminismo en el Women 20/Mujeres20?”. Retomando los mitos sobre el G20 ponía en discusión los ejes del Women 20 como la inclusión laboral, financiera y digital
7. https://fuerag20.files.wordpress.com/2018/08/cuadernillo-diseno-final-22-8.pdf
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de las mujeres en clave feminista, dando cuenta de la instrumen-
talización de las demandas y saberes feministas, la farsa del “emprendedurismo” y una supuesta “perspectiva de género” sesgada por una imagen de mujer blanca, heterosexual y empresaria8. La articulación de redes locales y su impacto en la capacidad organizativa de la resistencia es un gran logro de estas estrategias de formación y comunicación, que fue fundamental para la concreción de la Semana de Acción Global contra el G20 pero también para establecer nuevos puentes y alianzas entre compañerxs de todo el país con aquellxs que activaban sobre la misma problemática, relacionando las demandas locales con la resistencia global. De esta manera, es necesario resaltar que el trabajo político de la Asamblea Argentina Mejor sin TLC, que continuó en la Asamblea No al G20, excedió el mero hecho de transmitir un saber “técnico” sobre el G20 sino que fue un ejercicio de educación popular, donde el encuentro de saberes permitió llegar a nuevas formas de pensar la relación entre lo local y lo global, así como poder ir más allá de la Cumbre de los líderes para relacionar los temas tratados por el G20 con la vida cotidiana y los problemas concretos en los territorios.
8. Se pueden encontrar los materiales y notas de prensa en las redes del Foro Feminista contra el G20: https://www.facebook.com/forofeministacontraelg20/ @FeministasNoG20 / https://www.instagram.com/forofeministacontraelg20
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Durante el mes de septiembre, se conformó una gran Confluencia Fuera G20/FMI, desde donde se convocó a la Semana de Acción Global contra el G20 y a la movilización del 30 de noviembre a través de un llamamiento internacional que se difundió en 6 idiomas bajo el título de “Movilizarnos frente al G20 y el FMI. Por las soberanías política, ambiental, cultural y económica de nuestros pueblos y nuestros cuerpos.”9 Esta Confluencia logró ser plural, ya que estuvo compuesta por organizaciones muy disímiles, que usualmente no coinciden en el escenario político local, y ni siquiera continental. No sólo los movimientos nacionales estuvieron incluidos en este espacio, sino que se sumaron redes y articulaciones continentales, federaciones y organizaciones nacionales de otros países, mostrando que el diagnóstico era el mismo: la llegada del G20 no sólo tenía un impacto en Argentina, sino que tendría un impacto en el mensaje político que se intentaba dar a nivel regional por varios presidentes. A pesar de las dificultades del trabajo conjunto, la creación de la Confluencia generó un hecho político de importancia ya que evidenció que el objetivo común era garantizar una gran manifestación unitaria contra el G20, que pusiera la resistencia contra este foro en las tapas de todos los periódicos a nivel regional.
9. https://fuerag20.files.wordpress.com/2018/09/llamamiento-internacional-final3.pdf
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La Semana de Acción Global “Fuera G20 y FMI”
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La Semana de Acción Global “Fuera G20-FMI” transcurrió en Buenos Aires del 26 al 30 de noviembre. Los días lunes 26 y martes 27 incluyeron diversos seminarios y actividades, entre las que destacan los seminarios de la Red de Género y Comercio y el Transnational Institute (TNI), la Escuela de Economía Feminista organizada por DAWN feminist, la reunión continental del Encuentro Sindical Nuestra América (ESNA), entre otras reuniones sectoriales. Destaca asimismo el lanzamiento público de la Plataforma “América Latina Mejor sin Tratados de Libre Comercio”, fruto del trabajo de articulación de la Asamblea Argentina mejor sin TLC con otras plataformas nacionales contra el libre comercio a nivel continental.
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Los días miércoles 28 y jueves 29 se realizó la Cumbre de los Pueblos que fue la apuesta fuerte de la Asamblea No al G20 junto a otras organizaciones de la Confluencia Fuera G20/FMI. Esta Cumbre tuvo dos grandes objetivos, por un lado darle un lugar relevante a la discusión de contenidos de los Foros y los distintos ejes de discusión y, por otro lado, visibilizar públicamente las acciones sociales y políticas contra el G20. En este sentido es que el día 28 se realizaron los Foros temáticos, talleres, charlas-debate y presentaciones de libros y documentales en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el jueves 29 se realizó una jornada completa en la Plaza de los Dos Congresos, ubicada frente al Congreso Nacional. El día 29, desde la madrugada se instalaron las carpas sobre la Avenida Rivadavia: una Carpa Central compartida por las organizaciones de la Confluencia Fuera G20/FMI y dos grandes carpas de los Foros de Soberanía Alimentaria y el Foro Feminista junto a otras de los Foros de Migración (centrado en torno a la labor de la Asociación de Mujeres Migrantes de la República Argentina, AMUMRA) y el grupo Soberanía Popular (GPS), y las que llevaron adelante los partidos políticos y movimientos sociales como Libres del Sur/Barrios de Pie, el MST, Anticapitalistas en Red, ALBA Movimientos, PSTU y CSP Conlutas y la CTA-Ciudad de Buenos Aires. También hubo acciones culturales de resistencia organizadas por colectivos artísticos (Alaacionista, Proyecto Squatters, La Criatura, SOS, “MirkoRupto” y colectivo Fin de un mundo), una fe-
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ria de la economía popular organizada conjuntamente por la UTT, la CTEP, el MNCI, Barrios de Pie/Libres de Sur y el Foro Feminista, y un gran cierre con un recital colmado de jóvenes que duró hasta la medianoche. En la Carpa Central transcurrieron debates sobre el G20 animados por distintxs referentes de las organizaciones de la Confluencia. El propósito de esta Carpa fue mostrar cómo se vincula la lucha contra el G20 con diversos aspectos de la lucha política argentina. Allí se retomaron además las principales conclusiones de los Foros realizados el día anterior en la Facultad de Ciencias Sociales, por lo cual allí se generó un nexo con los debates colectivos del día anterior. Los paneles en esta Carpa estuvieron divididos en 3 ejes: primero, un panel ligado a pensar los avances de las derechas en la región, que contó con una amplia presencia brasileña y de activistas de otros países de la región; segundo, un eje sobre las resistencias y alternativas al G20; y tercero, una actividad de cierre
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que tendió puentes entre el contexto político nacional de ajuste, el acuerdo con el FMI y la presencia del G20.Los medios de comunicación nacionales e internacionales cubrieron las acciones de este día y particularmente la presencia del “Baby Trump”, acción estratégica que le dio aún mayor visibilidad a la Cumbre de los Pueblos. El grupo local de ATTAC, como parte de la Asamblea NO al G20, realizó las gestiones para traer este famoso muñeco inflable que ya había sido utilizado en diversas protestas contra Trump en el mundo. No casualmente este inflable estuvo apostado enfrente del Congreso Nacional, para mostrar el contraste entre el símbolo de un presidente representado como un bebé en tanto toma las decisiones caprichosamente y no mediante el consenso político, y el Congreso, órgano de decisión colectiva en la democracia representativa. El día viernes 30 se convocó a marchar bajo las consignas de “Fuera el G20; Abajo el acuerdo con el FMI; Fuera Trump y demás líderes imperialistas; Fuera Bolsonaro; Por el nNo pago de la deuda externa y No al ajuste, la entrega y la represión”. A pesar de la enorme militarización de la ciudad y que organizaciones históricamente presentes en manifestaciones de este tipo no pudieran llegar a la marcha por la restricción del transporte público urbano y los accesos a la ciudad cerrados, la marcha fue muy numerosa: alrededor de 50.000 personas marcharon sin incidentes hacia el Congreso de la Nación durante el primer día de la Cumbre del G20. En este marco, el gobierno argentino se adjudicó el buen desa-
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rrollo de la Cumbre y se mostró conforme por el fortalecimiento de sus relaciones políticas y diplomáticas con los principales referentes del capitalismo mundial, es decir que cumplió uno de los principales objetivos teniendo en cuenta la negociación con el FMI en el segundo semestre del 2018. En palabras de Julio Gambina, “Argentina tenía que mostrar que es capaz de cumplir con el Fondo, para que el gobierno de Macri llegue al fin de su mandato sin sobresaltos financieros. La asociación EEUU-FMI presentes en el G20 fue un dato clave para entender que se gastara tanto en seguridad y que no hubiera conflictividad”. Los medios de comunicación remarcaron el carácter pacífico de la marcha, “sin caras tapadas”, que resultó un saldo positivo para el gobierno argentino. Pero esto no debe leerse de forma lineal
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ya que si tenemos en cuenta el inmenso operativo de seguridad que sitió la ciudad hasta con tanquetas blindadas (donadas por el gobierno chino) nos acercamos más bien a la teoría de la “represión preventiva”, organizada de forma deliberada por el gobierno argentino durante los meses previos y sobre todo la semana de la Cumbre, cuando se fue criminalizando la protesta y deslegitimando a las organizaciones que la llevaban adelante mediante falsas acusaciones.
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La pluralidad de las resistencias: los Foros temáticos a) Foro Feminista contra el G20 b) Foro de Soberanía alimentaria c) Foro de Bienes comunes y Soberanía
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A pesar de que, como mencionamos anteriormente, hubo diversas acciones durante la Semana de Acción, la realización de los Foros de Bienes Comunes y Soberanía, el Foro Feminista contra el G20 y el Foro de Soberanía Alimentaria fueron la apuesta fuerte de la Asamblea NO al G20 como continuación del proceso del 2017, ya que estos 3 Foros estuvieron presentes en la Cumbre “Fuera OMC”, es decir que fueron ejes centrales de discusión sobre las alternativas. También en términos organizativos fueron núcleos a través de los cuales se congregaron diversas redes y organizaciones en el proceso de pensar colectivamente la resistencia global. a. Foro Feminista contra el G20 Hubo una continuidad entre el Foro Feminista frente al Libre Comercio y el Foro Feminista contra el G20, que fue única en cuanto a que este Foro se reunió durante todo el año 2018, con dos reuniones preparatorias de carácter internacional en la primera mitad del año y a partir de allí reuniones semanales en Buenos Ai-
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res, que congregaron a un enorme arco político de organizaciones feministas locales e internacionales –Marabunta, NUM, Espacio de economía feminista de la SEC, Colectivo Ni Una Menos, Las Casildas, Cátedra Libre Virginia Bolten, Espacio de géneros CCC Floreal Gorini, Espacio de Géneros del FPDS-CN, Campaña Nacional contra las Violencias hacia las mujeres, Red PAR, Instituto Equit, REBRIP, Feministas del Abya Yala, SOS Corpo, Articulación Feminista Marcosur, DAWN, Red de Género y Comercio, AWID-, sindicales –ATE desde abajo, CTA Autónoma-, cooperativistas, migrantes –AMUMRA y Movimiento 2 de marzo Bloque de trabajadorxs migrantes-, territoriales y sociales –Movimiento de los pueblos por un socialismo feminista desde abajo, Mujeres en Red Villa Langostura, MP La Dignidad, Jóvenes al Frente Parque Esperanza, No tan distintas, CISCSA, Pañuelos en Rebeldía – afroargentinas –Programa de Radio Indeleble Afroargentinidad, área de género de la comisión de género del 8 noviembre: día de lo/as afroargentino/ as, -artísticas y culturales –Mujeres Públicas, Serigrafistas Queer, Muralistas Seamos Libres, A turma da bahiana, Red Ma(g)dalena Internacional, - de derechos humanos –Asamblea Permanente por los derechos humanos, ANDHES-, partidos políticos –MST, La Cámpora, Democracia Socialista, Mujeres peronistas por la unidad JP CABA- de las disidencias -Movimiento Trans Nadia Echazú, afros LGBT - el Programa Crees (UNQ) y la Radio Humedales. Desde allí se discutieron las formas y contenidos de acciones que no solo se expresaron en noviembre ante la Cumbre del G20
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sino también con formaciones territoriales en distintos puntos del país y virtuales como los tres webinarios (dos en español y otro en inglés) que trabajaron la Agenda del G20 en primer lugar y luego la del W20, con especialistas sobre temas de empleo, género y ciencia y economía feminista. Como ya fue mencionado, este Foro funcionó no solamente a nivel nacional sino que también sostuvo desde el “Fuera OMC” su impronta regional fuerte y sus redes internacionales presentes en todos los momentos de toma de decisiones, funcionando a través de dos listas de mails, una en español y otra en inglés, donde circularon periódicamente las actividades ligadas al G20 y las memorias de las asambleas y llamadas internacionales. Hubo un funcionamiento estructurado en comisiones de trabajo: logística, finanzas, comunicación, artística e internacionalización. También el Foro contó con diversos contenidos audiovisuales que ya están siendo transmitidos en el canal de youtube propio10 . Las redes sociales del Foro y la difusión de las actividades en medios alternativos fueron parte de una estrategia de comunicación fuerte que generó amplio impacto y repercusión en octubre cuando se realizaron los dos días de acciones ¡No en nuestro nombre! en la Plaza de los Dos Congresos en respuesta a la reunión del Women 20. Hubo un primer día de intervención artística y calleje-
10. https://www.youtube.com/channel/UCHzs64NN74FfYaezsGbJxqA
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ra, y una jornada completa de conversatorios el segundo día, con una apuesta por dialogar en clave de alternativas con activistas trans y lesbianas, trabajadoras de la economía social, cooperativistas, docentes, trabajadoras migrantes y delegadas sindicales. Durante toda la jornada estuvieron también presentes las compañeras campesinas, productoras y de la economía popular tanto en los debates como en una feria autogestiva que funcionó a la par. En estas acciones en respuesta al W20 se leyó una Manifiesta “¿Qué llena una olla feminista’”: “No son nuestros pueblos, ni somos nosotras las que requerimos sus préstamos y sus créditos. Son los gobiernos lacayos. No estamos dispuestas a vivir endeudadas y cansadas, toda la vida de prestado, presas de alquileres usurarios, rentando tierras ajenas, habitando cuartos inciertos y casas preca-
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rias, corriendo atrás del sueño inalcanzable de convertirnos, alguna vez en la vida, “con perseverancia y esfuerzo individual”, en emprendedoras trascendentes, subiendo escalafones, enajenándonos, pisoteándonos, perdiendo nuestras raíces y a nuestras hermanas en el camino. (…) Allí, en las ollas populares, en los cortes de ruta, en las asambleas, en los espacios de formación feminista buscamos respuestas a las violencias cotidianas que vivimos, tomamos fuerza, elaboramos estrategias colectivas de sobrevivencia, practicamos la escucha y nos alimentamos como pudimos, a nosotras y a nuestrxs hijxs” 11. El Foro también participó colectivamente del taller de economía feminista en el 21° Encuentro Regional de Mujeres Lesbianas, Travestis y Trans (La Matanza) en septiembre y de una radio abierta en la plaza central del 33° Encuentro Nacional de Mujeres (Trelew) en octubre, espacios donde también se compartieron experiencias y se generaron debates de alternativas desde los feminismos populares, plurinacionales, disidentes y territoriales. En la Cumbre de los Pueblos, el Foro contó con actividades de distinto tipos, el día miércoles en la Facultad de Ciencias Sociales se realizó el lanzamiento de la Campaña “Nuestro cuerpo, nuestro territorio”, donde se reunieron activistas feministas latinoamericanas para discutir sobre los procesos de expropiación capitalista,
11. http://dawnnet.org/2018/10/no-en-nuestro-nombre-manifiesto-del-foro-feminista-frente-al-g20/
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criminalización y amenazas a lxs defensoras de los derechos de las mujeres y personas LGTBNB y un conversatorio sobre economía digital ¿es posible la revolución feminista en tiempos del 4.0? El día jueves, la carpa del Foro estuvo repleta durante toda la jornada en la Plaza de los Dos Congresos, comenzando por un debate internacional sobre las continuidades del proceso contra la OMC en las resistencias desde los feminismos del Sur Global, seguido por el Tribunal Ético-Popular, Antirracista y Feminista contra las políticas del G20, que estuvo organizados en tres ejes: 1. Avance del fascismo en América Latina, 2. Defensa del territorio y lucha contra el extractivismo y 3. Movimientos migratorios- las mujeres y las disidencias sexuales en las migraciones. En el tribu-
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nal estuvieron presentes activistas brasileras -del Movimiento de Mujeres Campesinas (MMC), de la Red de Mujeres Negras de Río de Janeiro y de AMB- del Proceso de Comunidades Negras de Colombia, defensoras de la tierra mapuches, de CONAMURI (Coordinadora Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas) de Paraguay, de Justicia en Movimiento de México, el Comité de solidaridad con Kurdistán, y activistas afroargentinas integrantes del Foro. Al cierre de la jornada se realizó una gran asamblea feminista, continuando la experiencia del Foro Feminista Frente al Libre Comercio en 2017. El día de la marcha, el Foro convocó primero a la lectura de la sentencia del Tribunal Ético-Popular Antiracista y Feminista donde se expresa en distintas resoluciones la fuerte ruptura de los Estados democráticos, que niegan a los pueblos los básicos derechos políticos, sociales, culturales y religiosos. La sentencia puede leerse también en relación con las propuestas de los Foros de Soberanía Alimentaria y Bienes Comunes, ya que expresa que son “las transnacionales las que han destruido los territorios y los sembradíos. Se dio el ejemplo de Brasil, donde no se permite el aborto legal, pero se permite usar 12 litros de agrotóxicos por habitante, lo que provoca malformaciones fetales, abortos espontáneos, cáncer, etc. Se criminaliza la cosecha agroecológica y la producción campesina para autosustentación”. Las pedagogías feministas y populares, tal como se vio expresado en los Tribunales, son también una de las propuestas de alternativa del Foro que crea nuevas formas de denunciar y resistir
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desafiando a la racionalizción capitalista en un mundo desigual con nuevas formas del trabajo precarizadas y deslocalizadas, que endeudan cada vez más a la población, pero particularmente a las mujeres, confinadas a un emprendurismo para unas pocas. Uno de los ejes que vertebraron las discusiones del Foro tiene que ver con la crisis de los cuidados y las condiciones macroeconómicas de la reproducción del capital para poner en el centro la “sostenibilidad de la vida” como concepto y apuesta fundamental de la economía feminista que fue planteada también como un desafío desde diversas experiencias de autogestión y cooperativas. Según Florencia Partenio “la economía feminista es una propuesta de alternativa en el marco de un proyecto político feminista, que se concretó en la realización de un espacio de formación como la Escuela de Economía Feminista organizada por DAWN que se construyó en dialogo con otras colectivas y redes globales y regionales del Foro Feminista, cada módulo con la participación de compañeras que vinieron para la Semana de Acción desde México, Ecuador, España, Francia. Esta iniciativa es una verdadera alternativa a las políticas neoliberales.” Es destacable la pluralidad de voces del Foro en todas sus acciones. El internacionalismo es una alternativa que los feminismos llevan a la práctica como la única forma de resistir ante un capitalismo financiero global que recoloniza y saquea los territorios desde lógicas neocolonialistas, que implican pensar en las cadenas globales de cuidados y las condiciones de vida de las mujeres
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y las personas LGTBQNB. Es por eso que el internacionalismo y la potencia de un feminismo interseccional, que entienda las desigualdades de género, raza, clase y etnia como parte de un mismo sistema capitalista heteropatriarcal es uno de los puntos clave del trabajo del Foro Feminista contra el G20. b. Foro de Soberanía Alimentaria El Foro se reunió el día jueves 29 en el marco de la Cumbre de los Pueblos en la Plaza de los Dos Congresos para discutir un eje central del G20: “el futuro alimentario sostenible”.
En 2017 este Foro había contado con la importante presencia de la Vía Campesina Internacional en la Cumbre de los Pueblos “Fuera OMC” y se expresó con una contundente Declaración del Foro
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de Soberanía Alimentaria, Territorios de Paz para la Vida Digna donde se denunciaban las diversas violencias “que se ejercen todos los días a través de los manejos del agronegocio y los intereses corporativos en nuestros territorios donde se nos expulsa, persigue, criminaliza y asesina, mientras incrementan en forma desmesurada sus ganancias y defienden sus intereses” 13. A pesar que en 2018 hubo menor participación en términos cuantitativos, la Red CALISAS de Cátedras Libres de Soberanía Alimentaria, el MNCI, la UTT y GRAIN participaron de este Foro y focalizaron los debates en la base de la reproducción de la vida: las semillas, como base de toda la cadena alimentaria, tema de mucha actualidad ya que la Ley Bayer-Monsanto de semillas cuenta con media sanción en la Argentina. Aunque el diagnóstico sobre la crisis del sistema alimentario puede ser similar al del G20, las respuestas a la crisis son bien diferentes. Para lxs participantes del Foro de Soberanía Alimentaria este sistema no logró alimentar a todo el mundo mediante el aumento de la productividad, promesa de las grandes corporaciones, por lo que los movimientos campesinos y no las grandes corporaciones representadas en el G20 son quienes deben llevar adelante las propuestas para transformar esta realidad.
13. https://viacampesina.org/es/declaracion-del-foro-soberania-alimentaria-territorios-paz-la-vida-digna/
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“El sistema alimentario sostenible del G20 es una farsa, profundiza la concentración de la tierra y los capitales, y es controlado por un puñado de corporaciones entre los que priman los bancos y fondos de inversión. La voz de los grandes capitales está expresada en los grupos de afinidad B20, el C20 y el Grupo de tareas del sistema alimentario sostenible. Para nosotrxs esas corporaciones no pueden dar ninguna solución a la crisis”, expresa Marcos Filardi, integrante de la Asamblea NO al G20 y de la Red CALISAS en el Foro de Soberanía Alimentaria. En este contexto, las semillas se mercantilizan y están siendo concentradas hoy por cuatro grandes corporaciones: Corqueva (nacida de la fusión entre Dow- Dupont), ChemChina (que compró a Syngenta), Bayer (que compró a Monsanto) y Basf. Filardi explica que “estas cuatro corporaciones concentran el 100% de los alimentos transgénicos, el 75% de las semillas comerciales y el 70% del mercado mundial de agroconsumo; son sin duda las grandes ganadoras del modelo agroindustrial dominante. A eso hay que sumarle los intereses de las grandes cerealeras que son 5 empresas que concentran la totalidad del volumen mundial de comercialización de granos y la industria alimentaria que convierte los 3 cereales que implican hoy gran parte de la alimentación de la humanidad en objetos comestibles ultraprocesados”. Es decir que unas pocas corporaciones a nivel global concentran la producción alimentaria en todo el mundo en un sistema actual que es ecocida, ya que está generando un daño en la naturaleza imposible de ser reparado.
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Las diversas propuestas que se plantearon en el Foro se pueden resumir en 3 ejes principales: 1. impulsar la soberanía alimentaria con sus componentes de agroecología de base campesina, 2. rediscutir las cadenas de producción, distribución y consumo y 3. considerar a la alimentación, a las semillas y el agua como bienes comunes y derechos humanos. Además de las redes y encuentros que se dieron en el proceso que se inició en 2017 con este Foro surgió la necesidad de armar una Red de abogadxs por la Soberanía Alimentaria como una apuesta política en un contexto donde la criminalización de los grupos socio-ambientales se profundiza cada vez más en nuestro país. c. Foro de Bienes Comunes y Soberanía El Foro de Bienes Comunes y Soberanía se reunió el día miércoles 28 de noviembre en la Facultad de Ciencias Sociales en una jornada completa que incluyó 3 ejes de discusión: 1. Contexto Extractivista y Militarización: saqueo, contaminación, represión, concentración económica y territorial, cambio climático, 2. Resistencia y Autodeterminación de los Pueblos y 3. Alternativas sistémicas y propuestas. Estuvieron presentes organizaciones como Amigos de la Tierra, la Multisectorial Antiextractivista, asambleas socio-ambientales de Puerto Madryn y Andalgalá, Observatorio Petrólero Sur (OPSur), CEMIDA, Jubileo Sur y Dialogo 2000, ATTAC -Francia y Argentina-, Movimiento de Mujeres Indígenas por El Buen Vivir, Red CALISAS, IEALC/UBA y Economistas de Izquierda (EDI).
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Uno de los temas tratados en el Foro, ya iniciado en el Foro de Bienes Comunes de la Cumbre de los Pueblos “Fuera OMC” el año anterior, fue el cambio climático, problemática poco trabajada en Argentina, que se trató no como una cuestión “de científicos” sino como un tema urgente que está afectando a las comunidades y nuestras vidas cotidianas en las ciudades y el campo. Este fue uno de los ejes que se dejaron fuera como prioritarios para el G20 en Argentina por las tensiones con Trump y su rechazo al Acuerdo de París. Por otro lado, Vanessa Dourado expresa que “la cuestión del “buen vivir” se instaló a través de las compañeras de pueblos originarios que compartiero, en primera persona, los debates dondese discutió alternativas al desarrollo, dando la batalla narrativa a la idea del crecimiento infinito frente a recursos finitos”. Así como en el Foro de Soberanía alimentaria, la agroecología de base campesina y el rechazo al paquete tecnológico de la “4ta revolución industrial” es la alternativa fuerte que surgió de este Foro. Allí, se mostró mostrando la falacia del concepto de “desarrollo sostenible” a través de la agricultura industrial, ya que la agricultura familiar es la responsable del 80% de lo que se consume , por lo que implica que sin ella no se puede alimentar a todo el mundo. La agricultura industrial produce alimentos para toda la población sino que produce biocombustibles o alimentos para los animales, a base de agrotóxicos y monocultivos que dañan al suelo y agrava la problemática del calentamiento global. Ambos Foros
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denunciaron que la agricultura industrial no está pensada para producir alimentos sino para producir ganancias para pocos y el G20 es uno de los organismos que representa a los ganadores del sistema agroindustrial dominante. Por otro lado, en el Foro se discutió sobre la importancia de las mujeres en la preservación del medio ambiente, ya que, actualmente, son las mujeres indígenas y campesinas la mayoría de quienes trabajan en la agroecología y por lo tanto son ellas quienes son asesinadas, violadas y sufren directamente en sus cuerpos por ser las defensoras de la tierra. Entonces una de las claves que surgió de este Foro es la relación entre el feminismo y el cuidado del medio ambiente, lo que permite reconocer que la reproducción de los bienes comunes está a cargo de las mujeres por lo que las alternativas deben ser ecofeministas. Por último, una de las propuestas surgidas del Foro tiene que ver con poner en escena los derechos de la naturaleza. Vanessa Dourado lo explica de la siguiente manera: “los pueblos originarios nos enseñan que “somos naturaleza”. ¿Cómo es posible que se pueda contaminar un río y las empresas no tengan que responsabilizarse por los daños ocasionados? El modelo extractivista es parte de una lógica colonial donde la división internacional del trabajo nos ubica aún en un lugar de proveedores de materia prima, militarizan nuestros territorios utilizando discursos del “antiterrorismo” y se apropian de nuestros territorios y destruyen la naturaleza”. Es por eso que para Dourado hablar de la problemática de los bienes
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comunes es necesariamente referirse a la militarización, entonces en el Foro se compartieron experiencias donde se está sufriendo esta problemática como la zona del Acuífero Guaraní que es una región estratégica para las industrias que necesitan agua para poder sostener su negocio.
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A modo de cierre, ¿qué aportamos a una resistencia global?
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Tras la cumbre de los presidentes del G20 se difundió el documento oficial, la Declaración de Líderes del G20 “Construyendo consenso para un desarrollo equitativo y sostenible”14 con 31 apartados que intentan resumir en no más de dos párrafos por punto, problemáticas como la educación, el trabajo, las tecnologías, la igualdad de género, la seguridad alimentaria y la inclusión financiera, donde se celebran la “exitosa Cumbre en Buenos Aires” y cierran con el llamado a la Cumbre en Japón en junio de 2019. Según Julio Gambina, “este documento político de consenso contiene temas muy generales donde no se trataron los principales problemas de la situación mundial ni la guerra comercial. Se podría decir que uno de los balances de la Cumbre del G20 es que el foco ya no debe estar puesto en el G7 o el G8 sino en el “G2” - China y EEUU-, expresado en la reunión bilateral entre Trump y Xi Jinping que se dio
14. https://www.cancilleria.gob.ar/userfiles/prensa/declaracion_de_lideres_del_g20_en_ buenos_aires-_en_espanol.pdf
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en el marco de la Cumbre en Buenos Aires”. Desde el punto de vista de las organizaciones sociales y políticas que organizaron la resistencia, este documento puede leerse como una continuidad de los documentos de los grupos de afinidad y reuniones de Ministrxs que se dieron durante el 2018, donde los temas como el futuro del trabajo, la inequidad de género o la crisis socio-ambiental son tocados de forma superficial y mostrando un desconocimiento –intencional- de las causas estructurales de la desigualdad. Podemos citar como ejemplo el punto 17 que expresa que “Los grandes movimientos de refugiados representan una problemática internacional con consecuencias humanitarias, políticas, sociales y económicas. Enfatizamos la importancia de las acciones comunes para abordar las causas centrales de los desplazamientos y para dar una respuesta a las crecientes necesidades humanitarias”, haciendo referencia a una de las problemáticas globales más urgentes sin enunciar ni hacer responsables a los países que expolian los territorios, profundizan los conflictos bélicos y sociales con sus guerras neocolonialistas, expulsando a cientos de miles de personas de sus poblaciones. En este contexto, en Argentina las medidas neoliberales y de ajuste han generado amplio rechazo en la población, por lo que más allá de la debilidad del Documento oficial del G20, el objetivo de posicionarse en el escenario internacional como un país confiable y estratégico en la región fue en cierta medida cumplido. A pesar de tantas críticas al gobierno nacional, escuchar decir a lxs
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líderes mundiales que el gobierno argentino está avanzando por el camino correcto, fue crucial para el gobierno de Macri. En este sentido, Bettina Müller expresa que “fue sumamente importante el respaldo que recibió Macri por parte de las potencias mundiales reunidas en el G20 en Buenos Aires. Por otro lado, para las potencias mundiales, sobre todo para los países industrializados, fue importante la realización del G20 en Argentina para demostrar fuerza y presencia en la región, una región que está viviendo un reflujo en cuanto a los gobiernos progresistas y un nuevo auge de gobiernos que se someten a los intereses de los países imperialistas, incluyendo a China”. Sin embargo, América Latina también es una región donde cotidianamente se suceden procesos de resistencias y se inundan las calles con manifestaciones contra los neofascismos y sus diversas expresiones, por lo que la llegada del G20 al país, también, puede leerse como una estrategia de disciplinamiento de los movimientos sociales latinoamericanos. El fuerte escenario de represión preventiva y de criminalización de las organizaciones fue una expresión de eso. La potencia de la organización colectiva quedó demostrada con la llegada de los líderes, ya que a pesar del contexto local de gran fragmentación política y la imposibilidad de acordar un paro general -tal como había sido planteado por algunas de las centrales sindicales previo a la Cumbre del G20-, se llegó a concretar una gran Confluencia contra el G20 y el FMI, organizar una Cumbre de
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los Pueblos en el espacio público, articulando propuestas de carácter alternativo y programático, y finalizar la Semana de Acción con una gran movilización callejera unitaria y pacífica.
A cuatro meses de la Cumbre se puede comenzar a esbozar un balance sobre el proceso y ante la pregunta sobre los aportes a la resistencia global surgen diversas respuestas de quienes formaron parte de esta experiencia. Para Vanessa Dourado es muy distinto luchar desde el sur que desde el norte: “comprendemos
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que somos sistemáticamente atacadxs por la cantidad de recursos naturales que tenemos en nuestra región; entonces, vemos que estos recursos son estratégicos al capital sobre todo en un momento donde el capital ya no puede generar ganancias como antes, y entonces vienen aquí en contra de la democracia, ¿qué pasa con la democracia en Latinoamérica? Desde nuestro lugar hay un rechazo al proceso de recolonización de nuestra región. Entonces la especificidad de nuestra lucha tiene que ver con cuáles son los intereses del capital en nuestra región y como resistimos su estrategia”. Es importante resaltar que en los últimos años las experiencias del movimiento feminista latinoamericano y particularmente del feminismo argentino han sido retomadas por otros movimientos sociales de la región y por feminismos de los países centrales como ejemplo de un movimiento fuerte, activo, en constante movimiento y con presencia cada vez más joven, que puede articular las diversas intersecciones de clase, raza, etnia y género. La fuerza del feminismo internacionalista actual estuvo presente no solo en el Foro Feminista contra el G20 sino en la organización de la Cumbre de los Pueblos desde la presencia de activistas del movimiento feminista en todos los espacios de organización, , logística y coordinación, así como en las discusiones políticas y la transversalización de la perspectiva de género en los debates. Según Florencia Partenio, “ese internacionalismo es clave para un contexto de resistencias porque en los países con mayor ataque a las democracias a los derechos humanos y laborales, a las conquistas heredadas de
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las luchas del movimiento obrero, hoy están siendo enfrentadas por los feminismos, que es un aporte de los feminismos anticapitalistas, antirracistas y de los feminismos que dialogan, articulan e incluso debaten con las expresiones de izquierda populares.” La intención de visibilizar e intersectar las luchas que se dan en nuestro territorio fue también un punto clave de en la realización de la Cumbre lo que se percibió en la diversidad de participantes, militantes, talleristas e intelectuales que se encontraron para pensar respuestas articuladas. El vínculo entre el Foro de Soberanía alimentaria y el de Bienes Comunes es un ejemplo de esta articulación, ya que comparten los análisis sobre el agronegocio como una cara más del extractivismo del modelo capitalista en su fase actual, generando puentes y redes comunicantes con quienes pelean contra la megaminería, el fracking, las represas, la contaminación urbana industrial, contra la especulación inmobiliaria. Así como los puentes del ecofeminismo y los feminismos del Abya Yala que permiten pensar alternativas retomando saberes ancestrales y experiencias desde nuestras tierras. Por último, es necesario remarcar una de las alternativas que se plantearon en todos los Foros, que implica es una nueva forma de organización social, desde abajo y pensando en las comunidades y sus necesidades, una economía popular como alternativa a una economía planteada desde las grandes corporaciones que concentran la riqueza del mundo. Es quizás un aporte específico de nuestra región entender nues-
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tra resistencia al menos en dos sentidos, como expresa Luciana Ghiotto: “Por un lado cultivar la tradición global de las resistencias, es decir que a dónde va el G20, hay resistencias y en Argentina quisimos ser parte de esa resistencia global, lo que implica solidarizarse con las luchas pasadas y dejar un grano de arena para las luchas venideras. Por eso también la necesidad de sistematizar este trabajo que lo enmarcamos en dos años de labor desde el Fuera OMC y también desde el nacimiento de organizaciones como ATTAC y la resistencia contra el ALCA. Por otro lado, también pudimos generar un proceso de vinculación de los temas de lucha local con los temas globales, eso es una forma de ayudar a enmarcar la lucha local argentina en la resistencia global, generar ese puente entre la lucha argentina y la lucha global. En noviembre logramos que se visibilizara mundialmente que en Argentina también se luchó contra el G20, que fuimos parte de ese colectivo global, a la vez que debatimos sobre las alternativas, lo que queremos construir”. Entender que si las alternativas se proponen cambiar la realidad desde una perspectiva sistémica, transformando las raíces estructurales de la desigualdad, deben estar necesariamente articuladas de forma global. Esto es uno de los balances de este proceso, que no surge tan solo en uno o dos años de resistencia, sino que es el fruto del activismo y las redes de los movimientos sociales y políticos, con un enorme trabajo de base, territorial y asambleario en nuestra región.
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Por lo que, es necesario seguir pensando los aportes de nuestra resistencia es necesario para continuar visibilizando y ampliando las resistencias ante un mundo que se plantea cada vez más individualista y para unxs pocxs. El gran esfuerzo colectivo y plural de la Asamblea NO al G20 por llevar adelante una Cumbre de los Pueblos contra el G20 y el FMI es, entonces, un camino que continua el legado de Hamburgo y traza líneas genealógicas con la historia latinoamericana pero, además conlleva en su centro la herencia de la resistencia global: la importancia de alzar la voz, poner el cuerpo en las calles y pensar juntxs otros mundos posibles desde la esperanza de un presente de lucha.
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LA RESISTENCIA AL G20 EN ARGENTINA