Historia de la mĂşsica en Quito
El pasillo tuvo su apogeo desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, luego de esto empezó a decaer su popularidad, reciéntemente volvió a cobrar importancia sobre todo por las nuevas adaptaciones que realizó el músico Juan Fernando Velasco a las canciones más populares de ese estilo. En la ciudad, los principales exponentes fueron el dúo Benítez-Valencia, reconocido tanto nacional como internacionalmente en su época y aún en estos tiempos.
El sanjuanito, un tipo de música alegre principalmente interpretada durante festividades, también se desarrolló en aquél siglo, nació en Imbabura y tuvo acogida dentro de la ciudad de Quito, una de las canciones más reconocidas es siendo triste vivo alegre. Por su ascendencia española, el pasodoble es otro de los ritmos tradicionales dentro de la ciudad. Así como también el Yaraví, un tipo de música prehispánica que aún suele escucharse. El pasacalle es otro de los géneros que se desarrollaron y que sobre todo en festividades, suelen interpretarse mucho.
En los salones del siglo XIX se bailan valses, polcas, mazurcas y pasodobles, música importada de Europa, música galante y ligera. En las fiestas populares se escuchan también pasodobles y valses, pero predomina la música mestiza que tendrá un mayor desarrollo en el siglo siguiente: pasacalles, aires típicos. En los sectores campesinos e indígenas, se conserva un indeclinable amor por l os acentos de instrumentos ancestrales: rondadores, pucunas, dulzainas, bombos, y por una música que aunque suena triste para oídos extraños, continua teniendo una significación propia, ceremonial, para los herederos de quitus, cañaris e incas. Obviamente estas expresiones musicales se encuentran fuertemente influenciadas por más de tres siglos de dominación española.