Del espacio domĂŠstico a la rebeldĂa Mujeres universitarias del siglo XX
Universidad de San Carlos de Guatemala
Del espacio doméstico a la rebeldía. Mujeres universitarias del siglo XX D.R. Ana Patricia Borrayo Morales © Ana Patricia Borrayo Morales © Instituto Universitario de la Mujer de la Universidad de San Carlos de Guatemala-IUMUSAC. 2011 Correo electrónico:iumusac@yahoo.es Cuadro de portada: Marilinda Guerrero. Foto de solapa: Mariana Núñez + Maquetación
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Del espacio domĂŠstico a la rebeldĂa Mujeres universitarias del siglo XX Ana Patricia Borrayo Morales
Introducción Retazos de viento (…) Hay que desnudar la memoria... para recuperar el maíz que desgranaron con el poder de metralletas para desenterrar el baúl de sueños y recuperar las huellas de nuestros mártires hay que desnudarla desnudarla desnudarla para reconstruir la verdadera historia y desnudar esas luciérnagas dormidas en los ojos de nuestros hijos para prepararle una emboscada rotunda a la tristeza e invocar la fuerza de quienes se atrevieron. Nora Murillo, 2008
El siglo XX tiene la nostalgia de la esperanza. La utopía socialista, como una construcción social de un mundo diferente, quedó segada por el fusil y en la última esquina la resurrección de la vida: nuestras palabras. En el umbral de la lucha los rostros y las voces de las generaciones estudiantiles, de los años 60-80’s, quedó a la deriva. La violencia que ejecutó el Estado, a través de los aparatos represivos, en contra del ideario del movimiento estudiantil y las organizaciones sociales en Guatemala estuvo signada por la muerte. Son estas muchachas y muchachos, quienes se pronunciaron ante la injusticia social. El hambre, la miseria, la ignorancia, la violencia, el irrespeto a la vida y a los derechos humanos, entre otras contradicciones sociales, se mostraban en la sociedad guatemalteca 9
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de los años sesenta. Por lo que, algunas estudiantes adheridas a las causas sociales decidieron trabajar por la construcción de un mundo diferente. Lo que debemos interpretar como la causa justa de la humanidad.
(…) rebeldes, fieles representantes de su juventud, al igual que en otros países de América Latina, se organizaban y luchaban por un mañana mejor, fortaleciendo sus organizaciones a la par de los obrerosycampesinos,esforzándoseporsalvaragrandes pasos las exigencias y las limitaciones de su extracciónpequeñoburguesa.Estacohesióncomogrupo se aceleró, gracias a la información que a través de Radio Habana, tenían sobre los logros de la Revolución Cubana, y por la enorme cantidad de libros que llegaban a sus manos y que eran leídos y discutidos inmediatamente. La actividad social y cultural que vivían era intensa: mesas redondas, seminarios sobre la situación nacional, concursos de oratoria contemassocialesypolíticos,exposicionesdeartes plásticas, teatro, música, periodismo escolar (…)1 Por su parte, la propia universidad estatal –a través del Consejo Superior Universitario, de Rectoría y de sus Unidades Académicas– debatía sobre los problemas nacionales y denunciaba públicamente que el Estado de Guatemala era incapaz de responder a las necesidades más urgentes del país. El periódico “Voz Universitaria”2
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Chiqui Ramírez, La Guerra de los 36 años. Vista con ojos de
mujer de izquierda (Guatemala, Editorial Óscar de León Palacios, 2001), p. 72. 2 Voz Universitaria, Época VI, No. 3. USAC: tricentenario un punto de vista crítico. Nuestra realidad social (Guatemala, USAC, 1975), p. 2.
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informó que en esa época existía una injusta y desigual distribución de la riqueza. En su contenido, la nota periodística explicaba que el 5% de la población percibía ingresos anuales de más de Q12, 000, en contraste a una mayoría superior al 50% que percibía un ingreso familiar –por año– de Q300. Además, se evidenciaba que la “oligarquía” negaba la participación política a la mayoría de la población guatemalteca. Como consecuencia de este sistema económico, basado en la exclusión social, se demostraba que muchas personas mendigaban, se prostituían3 o se convertían –en algunos casos– en delincuentes, como parte de la contradicción evidente de este modelo social dependiente existían altas tasas de morbi-mortalidad infantil que llegaban al ochenta por millar. En el país existía una desnutrición infantil generalizada, lo que creó un cuadro apocalíptico de cretinismo endémico. Por ende, al realizar una retrospectiva histórica podemos señalar que el Estado de aquel entonces ejerció la violación de los más elementales derechos humanos para sostener un sistema social de inequidad. Recuperar la actitud beligerante y contestataria de aquel grupo estudiantil, quienes intentaron –en su ideario– crear una sociedad más justa, nos permite explicar y visualizar el pasado desde otra perspectiva. El compromiso político de esta generación debe quedar como una impronta en nuestra memoria. La responsabilidad social de aquellas muchachas y muchachos que se
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Catalina Reyes Cárdenas, Cambios en la vida femenina duran-
te la primera mitad del siglo XX. Señala que el hogar y el trabajo, son los escenarios de las mayores transformaciones. El crecimiento urbano, la migración, la falta de empleo, los bajos salarios, contribuían a un incremento considerable de la prostitución en las ciudades. En:http://www.banrep.gov.co/blaavirtual/revistas/credencial/ agosto95/agosto3.htm (Consultada octubre de 2008)
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incorporaron al movimiento estudiantil y que intentaron transformar la sociedad guatemalteca nos da referencia sobre la dignidad humana.
Según,lodescribeunaentrevistada,(…)esa,fueuna generaciónmuyconsciente,hastalasúltimasconsecuencias.[Algunos]estudiantesdeesaépocasacrificaron posición social, profesión y vida familiar. La verdadesquepobres,noeran.Lamayoríapertenecíaa la clase media o alta (…) además la conciencia social eramuyfuerte,porqueseluchabaporunauniversidad democráticayporelbienestardelasclasespopulares4 Debemos comprender que el comportamiento de ese colectivo estudiantil estuvo orientado –como se ha señalado– a la transformación de la estructura social. Por lo que, las demandas estudiantiles de carácter reivindicativo le dan coherencia teórica, desde la percepción socialista a las luchas sociales guatemaltecas en su conjunto.5
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Entrevista No. 1. Estudiante universitaria y militante del movi-
miento estudiantil. Década de los años 60-70 (Guatemala, septiembre de 2008)
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El movimiento estudiantil de esos años, estuvo integrado por
jóvenes que en su mayoría pertenecían a las clases medias. Sus peticiones se caracterizaban por incluir dos tipos de reivindicaciones: a) unas de carácter gremial, relativas a la situación de los estudiantes, como son la gratuidad de la educación, mejoramiento de la calidad académica, sistemas de enseñanza, y b) aquellas de índole política, como son el debate acerca de la condición de la universidad, las posibilidades de participar en la conducción general de la sociedad, la política universitaria y la política nacional, entre otras. Del mismo modo, el movimiento estudiantil universitario se sumó a las demandas sindicales, gremiales, campesinas, de pobladores. En consecuencia, el movimiento estudiantil universitario recogía las
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Las acciones de ese conglomerado van desde la protesta social, –marchas y manifestaciones masivas– hasta la lucha armada, que fue considerada por los estudiantes más radicales como el único camino para solucionar la problemática social existente. En ese contexto, uno de los testimonios con un perfil histórico, lo podemos encontrar en La Guerra de los 36 años. Vista con ojos de mujer de Izquierda.
A través de la lectura crítica, la investigación científica,ladiscusión,losseminarios,concursosdeoratoria, foros,mesasredondas,elperiodismo,laferiacientíficaestudiantilyespecialmentelasasociacionesestudiantiles,aprendimosaconocerlarealidaddenuestra Guatemala. Esto, aunado al papel que empezó a jugar la Universidad de San Carlos de Guatemala, la cualhizoextensivasulabordandoaconocerestudios especializadosquedemostrabanlosaltosíndicesde analfabetismo,desnutricióninfantil,latenenciadela tierra,elsaqueodenuestrosrecursosnaturales,ladependenciaeconómicadelpaíshacialosEstadosUnidos.Dentrodelosobligatoriosseminariosdeestudios sobrelarealidadnacional,verdaderastribunaspolíticasdedenuncia,hastalosestudiantesmásapáticos delúltimogradodemagisterio,seveíanempujadosa conocerloqueestabapasandoennuestroterritorio6 demandas de la población en el ámbito nacional y las demandas estudiantiles. La Universidad de San Carlos de Guatemala, y con ella el movimiento estudiantil universitario, tomaron una postura ante el Estado y su crisis a lo largo del siglo pasado. En: Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala, Era tras la vida por lo que íbamos (Guatemala, ODHAG, 2004), pp. 25-27.
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Ramírez, Ibíd., 81.
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Sin embargo, por la violencia institucionalizada algunos estudiantes con un nivel de concienciación más radical se articularon directamente con los movimientos guerrilleros del país. Esta condición dual de las protestas públicas estudiantiles, entre la lucha de masas y las acciones guerrilleras, sirvió de justificación a los aparatos represivos del Estado para implementar un clima de terror nunca antes imaginado. Es paradigmático el caso de una estudiante, capturada en el año de 1979, a la edad de 15 años, por elementos de la Policía Nacional cuando realizaba la pega de pasquines de protesta a inmediaciones de la Corte Suprema de Justicia de Guatemala, según los testimonios recopilados por la Comisión para el Esclarecimiento Histórico -CEH.
Yo tenía en aquel momento 15 años. Era en 1979, cuandosedabanluchassumamenteintensas,yquienesparticipábamosenelmovimientopopularyano podíamos tener una vida normal. La violencia era sumamentefuerteyseesperabaqueencualquiermomento se catearan las casas y se llevaran desaparecidasalaspersonas.Yoparticipofundamentalmente conelmovimientoestudiantilydespuésconelsindical. Ese día fuimos a la Torre de Tribunales a repartir volantes. Bajando se nos presentan dos policías nacionalesynosdicen:¿yustedesqueandanhaciendo aquí? Se comunicaron por radio y a partir de ese momento nos suben a un‘pájaro azul’, un bus que utilizaba la Policía Nacional en aquel tiempo. En ese momentonosotrosnoteníamosconcienciarealmentede loqueestabasucediendo,lovivíamosmáscasicomo unaaventura,porqueéramosmuyjóvenesparapoder entender lo que estaba sucediendo. (…)Y a mí me 14
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empiezanadesnudaryagolpeardentrodelvehículo. (…) Me pusieron lo que llamaban la capucha de gamezán, unabolsaplásticadeesos plásticos gruesos. Recuerdo que me amarraron eso, me daban golpes, realmenteesunasensaciónterribleporquedespuésde haber ya sentido la asfixia en una pila, era la asfixia de quererse quitar eso y en la medida que uno hace más esfuerzo, más absorbe el gamezán y me daban golpesygolpesenlosojosymeapretabanmásymás.7 El testimonio anterior da cuenta del terrorismo de Estado que se implementó en contra de la misma población, durante ese período político. El caso de la estudiante, es –sin lugar a dudas– conmovedor, pero al igual que ella, cientos de estudiantes u obreros fueron secuestrados, torturados y finalmente asesinados. Hasta la fecha, hay miles de crímenes que los aparatos represivos del Estado, véase Policía Nacional o el Ejército Nacional de Guatemala, con la exigua justificación de erradicar el comunismo, cometieron toda clase de violación a los derechos humanos. Esta violencia desestructuró las redes sociales en todos los niveles, convirtió al país –hasta fecha– en una sociedad temerosa y violentada, incluso algunas violaciones que estas entidades ejecutaron se han tipificado por los organismos internaciones, véase la Corte del Haya o la
7 Caso 5447, Guatemala, 1979. (Este texto proviene del “Informe Proyecto Interdiocesano de Recuperación de la Memoria Histórica (REMHI) de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala. Dos días después de su presentación, Monseñor Juan José Gerardi Conedera, quién presidió el acto público, fue asesinado). En: VI) Los reinos olvidados (I): Guatemala. En: http://www. javierchinchon.com/index.php?month=8&year=2001 (Consultada julio de 2009)
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Corte Internacional de Derechos Humanos, como crímenes de lesa humanidad. 8 En el ámbito latinoamericano, la desaparición forzosa de personas –como práctica sistemática y generalizada– surgió en la década del 60 y tuvo como característica principal la negativa u ocultamiento
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Miluska Cano López, expresa que, que el concepto de delito
de lesa humanidad o delito contra la humanidad, tiene su origen en el artículo 6º del Estatuto del Tribunal de Nuremberg, y alude a actos inhumanos como el asesinato, el exterminio u otros análogos, cometidos contra una población civil, así como la persecución por motivos políticos, raciales o religiosos; y todo ello al margen de que esto se presente dentro de una guerra o sin que ella exista. Por otro lado, una definición desde el punto de vista sociológico y jurídico, supone entender por un delito contra la humanidad “toda infracción de derecho común cometida contra un individuo con el móvil de atentar contra la persona humana en la ejecución de una política estatal”. El delito de desaparición forzosa ha sido desde siempre considerado como un delito de lesa humanidad, situación que ha venido a ser corroborada por el artículo 7º del Estatuto de la Corte Penal Internacional que la define como la aprehensión, la detención o el secuestro de personas por un Estado o una organización política, o con su autorización, apoyo o aquiescencia, seguido de la negativa a informar sobre la privación de libertad o dar información sobre la suerte o el paradero de esas personas, con la intención de dejarlas fuera del amparo de la ley por un período prolongado. Vale acotar que para América Latina, la Resolución 666 (XIII-083) de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, aprobada en noviembre de 1983, estableció en el Artículo 4. “Declarar que la práctica de la desaparición forzada de personas en América es una afrenta a la conciencia del hemisferio y constituye un crimen de lesa humanidad”. El delito de desaparición forzada de personas: el régimen de protección de los derechos humanos frente a los delitos de lesa humanidad. En: http://www.teleley.com/articulos/art_140708-2. pdf (Consultada julio de 2009)
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de información sobre el paradero de la víctima por parte de sus captores que formaban parte de los diferentes Estados latinoamericanos. Se tiene información que esta práctica empezó a configurarse en Guatemala entre los años de 1963 a 1966 y, durante más de dos décadas, este método se extendió a países como El Salvador, Chile, Uruguay, Argentina, Brasil, Colombia, Perú, Honduras, Bolivia, Haití y México.9 Para el caso de Guatemala, en el informe: Guatemala: Memoria del Silencio, se evidencia que la desaparición forzosa constituyó una de las violaciones de los derechos humanos más graves que se realizaron en el país durante la época que duró la guerra civil. La Comisión para el Esclarecimiento Histórico recibió información sobre 6,159 personas víctimas de desaparición forzosa en Guatemala.10 Todo este clima de terror y violencia contribuyó, durante décadas, para que una parte de la población estudiantil y de otros sectores populares se radicalizaran y tomaran acciones en contra de esta política de Estado. Como paradigmas teóricos sustentaron su análisis y acciones en el modelo marxista-leninista. Sin embargo, con el devenir del proceso histórico, podemos colegir que el modelo teórico desarrollado para transformar la realidad social no correspondió al proceso social del país. Reiteramos que este grupo estudiantil en la deconstrucción de la sociedad aplicó teorías marxistas-leninistas
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Alejandro Teitelbaum, la desaparición forzada de personas
como sistema represivo y los intentos de prevenirla y de sancionar a sus autores y promotores. En: www.lwfcamerica.org/uploaded/content/article/1178032604.pdf (Consultada septiembre de 2008) 10
CEH, Guatemala: Memoria del Silencio, Capítulo II. Volumen
2. En: http://shr.aaas.org/guatemala/ceh/mds/spanish/cap2/vol2/desa.html (Consultada septiembre de 2008)
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de corte centro-europeo o las tesis maoístas del socialismo alejadas del contexto nacional. Hoy puede comprenderse, incluso desde estos marxismos reduccionistas, cómo aquellas muchachas –pioneras en la organización estudiantil– contribuyeron a fragmentar la estructura patriarcal, traspasaron el espacio doméstico y, en algunos casos, llegaron a la clandestinidad de la lucha armada. Ésta generación de mujeres estudiantes, en muchos casos, sin proponérselo pasaron del espacio privado a la actividad política pública. De modo que esta población estudiantil,
Es fiel representante de su juventud, al igual que en otros países de América Latina, se organizaban y luchabanporunmañanamejor,fortaleciendosusorganizacionesalapardelosobrerosycampesinos,esforzándose por salvar a grandes pasos las exigencias y laslimitacionesdesuextracciónpequeñoburguesa.11 Según comenta Silvia Soriano, en Guatemala se fue desarrollando una fuerte conciencia social en muchos jóvenes de ambos sexos, a algunas les surgió a la par del cristianismo, para otras la situación de pobreza que era evidente en el país, unida a un discurso incendiario de justicia fue la razón para organizarse. Era difícil permanecer al margen pero debemos hacer una diferencia conociendo las razones que les empujaron a participar como fuera. Pero la esperanza de un cambio es una frase que se repite constantemente en las palabras de estas mujeres, provinieran de quien fuera, tuvieran la edad que tuvieran, es evidente que deseaban un cambio, que
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Ramírez, Ibíd., 72.
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peor no podían estar y que había que involucrarse para llegar a ese cambio.12 La autora realiza un análisis en su libro Mujeres y guerra en Guatemala y Chiapas, en donde describe las contradicciones sociales y políticas en el país. La crisis social de mediados del siglo XX, indujo a que algunas mujeres universitarias tomaran conciencia de la situación de opresión que se vivía. En los años más duros de la guerra, muchas de ellas jugaron un papel fundamental en las acciones de los sectores estudiantiles y populares. Entonces, estas muchachas un día traspasaron el espacio doméstico y se incorporaron a la militancia política, desde las aulas universitarias. Por lo que tenemos, hoy en día, una historia de mujeres que aún no ha sido contada. Esta trasgresión del espacio doméstico y su incorporación al espacio público dejó cientos de vidas truncadas y proyectos humanos sin concluir, pero en alguna medida, a pesar de la cauda de dolor, le creó fisuras al molde patriarcal.
Cabe recordar que en Guatemala rescatar la memoria es una lucha constante y es vigente la necesidad deconstruirlahistoriadelpuebloatravésdediversas acciones,comovisibilizarnombres,rostros,vidayluchasdemujeresyhombresuniversitarioscomprometidosconelmovimientoestudiantil,eidentificadoscon las necesidades de lapoblación paraeliminar la desigualdadeinjusticiaquehastahoyvivenuestropaís.13 12
Silvia Soriano Hernández, Mujeres y guerra en Guatemala y
Chiapas (México, UNAM, 2006), p, 202. 13
Nora Murillo. En: http://www.albedrio.org (Consultada septiem-
bre de 2008)
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Introducción Una mirada a ese pasado nos acerca a la historia de aquellas mujeres que hace más de cuarenta años se incorporaron, desde el espacio universitario, a la participación política estudiantil o la lucha armada. Es importante destacar que la respuesta por parte del Estado guatemalteco y los grupos paramilitares –a esa actitud contestataria– creó una represión tan brutal que desencadenó entre los años de 1960 a 1996, en asesinatos selectivos, torturas y desapariciones forzosas de más de quinientas mujeres y hombres universitarios.14
Desde el Estado guatemalteco se fomentó el aniquilamiento político y físico de todo opositor. Esta política de terror no contempló a los presos políticos, habrá excepciones fortuitas de estudiantes que cayeron presos y lograron salvar la vida. A la fecha, deducimos que hubo de enfrentarse –a nivel humano– a la más cruda expansión de la violencia.15 La cauda exacta de las muertes jamás po 14
Paul Kobrak, En pie de lucha. Organización y represión en la
Universidad de San Carlos de Guatemala, 1944 a 1996. Capítulo 2. Lucha y violencia en la Universidad de San Carlos de Guatemala, documenta la muerte o desaparición de 492 universitarios. Según refiere, de las víctimas conocidas 59 eran mujeres y 433 hombres. Además de más de 100 profesora/es o administradora/es universitaria/es. Sin embargo, para está investigación hemos encontrado el nombre de 90 estudiantes universitarias que fueron desparecidas o asesinadas. En: http:// www.shr.aaa.org/guatemala/ciidh/org_rep/espanol/2_7.html (Consultada junio de 2008) 15
Se creó un sistema clandestino de justicia para-estatal, carac-
terística de una política de “guerra sucia” contra opositores políticos o sociales que no eran combatientes, lo cual debilitó en extremo el Estado de Derecho y las garantías constitucionales y contribuyó a la aceptación de la violencia y la impunidad como fenómenos normales, con grave detrimento de la cultura cívica en Guatemala. Guatemala: Memoria del Silencio. Anexo 1. Volumen 1. Caso ilustrativo No. 48. En:http://shr.aaas.org/guatemala/ceh/mds/spanish/anexo1/vol1/no48.html (Consultada abril de 2008)
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drá ser conocida. Sin embargo, hasta el día de hoy, no existe plena consciencia nacional e internacional de la represión tan brutal que se vivió en el país. Uno de los ejemplos más dolorosos para la historia de las mujeres universitarias es el brutal asesinato de Rogelia Cruz, estudiante de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Ella era un personaje público, quien en el año de 1959, representó a Guatemala en el reinado Miss Universo, en la ciudad de Long Beach, California, Estados Unidos. El 8 de enero de 1968, fue violentamente secuestrada de su casa de habitación y posteriormente su cuerpo apareció con señales de tortura y asesinada a golpes. Con el mayor desprecio humano, sus captores –agentes del Estado– lanzaron sus restos, tal saco de basura, bajo un puente.16 Su muerte causó indignación y consternación a nivel público, tanto que personajes como Clemente Marroquín Rojas –Vicepresidente del país, columnista de opinión y Director del Diario La Hora– se pronunció en contra de la violencia y condenó el asesinato. Por su parte, la Asociación de Estudiantes Universitarios de la Universidad de San Carlos de Guatemala –AEU–17 emitió un boletín en el cual condenó el crimen de la estudiante Cruz Martínez, responsabilizó al gobierno presidido por Julio César Méndez Montenegro (19661970) e inculpó directamente al Ministro de Gobernación Héctor Mansilla Pinto. Además, en el boletín se denunció que no era el 16
Diario El Gráfico, Rogelia Cruz Martínez, apareció muerta bajo
un puente, Guatemala, 12 de enero de 1968, p. 1. Según refiere la nota periodística el cuerpo de Rogelia Cruz presentaba múltiples golpes, especialmente en la base del cráneo. Mencionándose además que fue obligada a ingerir algún tóxico venenoso. La autopsia reveló dicha presencia. 17
El Imparcial, Emitió pronunciamiento la AEU por la muerte de
Rogelia Cruz, Guatemala, enero de 1968, pp. 1-2.
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primer caso de mujeres violadas, torturadas y asesinadas, existían otras víctimas de la violencia que imperaba en el país, tales como Nora Paíz e Iris Yon Cerna.18 Para comprender la ola de terror que se vivió en la década del sesenta, el periodista Clemente Marroquín Rojas, manifestó en una columna periodística su rechazo y expresó lo siguiente:
Inesperadamente ha brotado en el país, la agresión y el crimen. En un solo día, (…) se tuvo quizá la mayor cadena de delitos. Ha sido una triste cadena; acaso derivada del inútil sadismo mostrado con una mujer: el de Rogelia Cruz Martínez. Este crimen causó indignación en todos los sectores políticos y hasta gente marcadamente hostil de las izquierdas condenaron la crueldad del hecho criminal.19 Entonces, hace cuatro décadas –enero del 68– una mujer universitaria fue asesinada, Rogelia Cruz Martínez. Para ese momento hay referencia de otras mujeres muertas en medio de la guerra, pero Rogelia fue la primera universitaria víctima de la represión estatal. Como mujer comprometida con la causa social rompió afiladas lan 18
Nora Paíz junto a su compañero el poeta Otto René Castillo, fue
capturada en la Sierra de las Minas. Ambos fueron torturados, mutilados, quemados y fusilados el 17 de marzo de 1967. En: Mario Cordero, Réquiem por Otto René Castillo, La Hora, Suplemento Contracultura, Guatemala, 17 de marzo de 2007. Por aparte Iris Yon Cerna fue capturada y desaparecida el 3 de marzo de 1966. En:
http://shr.aaas.org/guatemala/ceh/mds/spanish/anexo1/vol1/no68.html#Ref27
(Consultada agosto de 2008) 19
Clemente Marroquín Rojas, Hemos comenzado mal el año que
se creyó mejor, La Hora, Guatemala, 17 de de enero de 1968, p. 4.
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Introducción
zas por lo que creyó justo y por ello optó por vincularse a temprana edad al movimiento estudiantil universitario. Además, se incorporó a la militancia política que la llevó a formar parte del grupo Juventud Patriótica del Trabajo –JPT.20 La juventud y la madurez política de Rogelia Cruz fue lo mejor de su vida. El compromiso por transformar la sociedad guatemalteca plagada de injusticia, miseria y hambre –como se ha expresado– le valió sufrir, a finales de los años 60’s, los horrores de la tortura, la desaparición forzosa y la muerte. Esta actitud política beligerante derivó en el asesinato de mujeres valiosas a lo largo de los años que duró la guerra civil en Guatemala. Desde el brutal asesinato de la estudiante Rogelia Cruz Martínez hasta el día de la firma de los Acuerdos de Paz, Firme y Duradera,21 en una primera aproximación –en los archivos administrativos de la Universidad de San 20
En el año de 1957 la JPT se convirtió en el ala juvenil comu-
nista del Partido Guatemalteco del Trabajo –PGT. Edgar Ruano reseña al respecto: después del derrocamiento del presidente Jacobo Árbenz en 1954, el PGT fue ilegalizado, pero logró mantener su actividad en la clandestinidad y pasados varios años, en la segunda mitad de la década de 1950, dispuso crear una organización juvenil al modo de las juventudes comunistas que acostumbraban tener todos los partidos comunistas del mundo, pues la Alianza de la Juventud Democrática, que era animada en los años de la revolución por el mismo PGT, no había sido definida como juventud comunista. Pero, a la nueva organización, el PGT no le llamó Juventud Comunista, sino Juventud Patriótica del Trabajo (JPT). Ahí comenzó una historia, la historia de la JPT, organización juvenil que tanto habría de influir en la vida del mismo PGT. En: En: Revista D, Semanario de Prensa Libre, No. 11, El Estado y las violencias, Guatemala, 19 de septiembre de 2004. 21
La suscripción de los Acuerdos de Paz, Firme y Duradera en-
tre el gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca –URNG, se realizó en la ciudad de Guatemala, el 29 de diciembre de 1996.
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Introducción Carlos de Guatemala– y otros documentos,22 se ha logrado recuperar el nombre de noventa mujeres. Estudiantes, docentes y trabajadoras administrativas, desaparecidas o asesinadas. La edad promedio de las estudiantes universitarias asesinadas o desaparecidas fue de 24 años.23 Un dato que por sí solo, nos muestra la violencia ejercida por los aparatos represivos del Estado, contra su población en proceso de formación profesional. Además, nos da idea del terror ejecutado, con la justificación ideológica del anticomunismo. Entendemos, por anticomunismo a la Doctrina de Seguridad Nacional que fue impulsada por los Estados Unidos para desmovilizar y/o aniquilar a toda forma de organización social que atentara contra el orden político estatal. Para el caso de Guatemala se utilizó –como estrategia– la violencia extrema institucionalizada con el fin de resguardar la “democracia”. De manera que, toda persona que fuera consideraba oponente a los intereses del Estado, era calificada de “comunista”. Esta doctrina predicaba que la proliferación de la ideología socialista, en los países latinoamericanos, constituía una amenaza para la 22 Cfr. Era tras la vida por lo que íbamos. Reconocimiento a jóvenes del Movimiento Estudiantil Guatemalteco de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado, 2004; En pie de lucha. Organización y Represión en la Universidad de San Carlos, Guatemala 1944 a 1996 de Paul Kobrak; Voz Universitaria, Boletín informativo. División de publicidad e información. USAC y Siete Días en la USAC. 23
Más de las tres cuartas partes de la población estudiantil total
y de ambos sexos –para el ciclo académico de 1968– tenía entre los 15 y 29 años. Los principales grupos de edad para ambos sexos están comprendidos entre 20 y 24 años (43.0%) y el siguiente grupo se ubica en el rango de 25 a 29 años (24.5%) del total de estudiantes en general. Para el sexo femenino la edad se concentra entre los 15 y 24 años de edad. Entonces, se puede colegir que el valor medio de edad para el total de estudiantes inscritos en la Universidad de San Carlos de Guatemala, era de 24 años de edad. Fuente: Universidad de San Carlos de Guatemala, Oficina de Registro, Boletín Estadístico Universitario, 1968 (Guatemala, USAC, 1968).
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Introducción seguridad nacional, para lo cual creía necesario una contraofensiva política, militar e ideológica. 24 Debe puntualizarse, que algunas de las estudiantes no se adhirieron a las ideologías del comunismo o socialismo,25 como tampoco a las prácticas de la protesta social o de la insurgencia. Sin embargo, por haber manifestado un interés hacia las causas sociales y populares fueron víctimas de la violencia institucionalizada.26 24
De acuerdo con la Comisión para el Esclarecimiento Histórico
–CEH, La dinámica contrarrevolucionaria iniciada en 1954, que implementó la ideología anticomunista desde el Estado, con el apoyo de grupos de poder y de la Iglesia Católica, provocó descontento e inconformidad en los sectores sociales afectados: grupos de obreros, campesinos y de la clase media. A partir de 1962 la dinámica contrarrevolucionaria encaminó al país hacia una profundización del autoritarismo y de la exclusión histórica, recurrió a la militarización del Estado y a la violación de los derechos humanos bajo la adopción de la Doctrina de Seguridad Nacional. En su posicionamiento ideológico el anticomunismo –usó de bandera política para atacar a la doctrina socialista–, que ésta atentaba contra la iglesia, la propiedad privada y la familia. Al hacer un análisis retrospectivo entendemos que la teoría socialista fracasa porque atenta contra la misma propiedad privada del ser humano. Ampliando la idea, aunque exista un corpus legislativo en la doctrina socialista que expone la propiedad privada como un beneficio social, entra en contradicción ontológica con la misma esencia de apropiación privada que tiene cada ser humano. Guatemala: Memoria del silencio. Orígenes del enfrentamiento armado (1962-1970). En: http://shr. aaas.org/guatemala/ceh/mds/spanish/cap1/orig.html (Consultada agosto de 2008) 25
Compréndase que las ideologías del comunismo o socialismo
son una doctrina política, no una enfermedad como lo ha hecho entender la doctrina católica. 26
Esto significó, que se aplicara el término “subversivo” indiscri-
minadamente a cualquier opositor o crítico, en el campo y la ciudad; y por la otra, de una forma premeditada se confundió la lucha armada con la oposición democrática,
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Introducción
Bajo ese clima de violencia institucionalizada se creó una represión tan brutal contra mujeres y hombres, que el terror estatal de secuestro, tortura, desaparición forzosa y muerte que se vivió, ha provocado que la ciudadanía guatemalteca, en particular la mayoría de la población estudiantil, tenga poca o nula participación ciudadana. Los índices de intimidación que vivió la población fracturó la estructura del tejido social de todo el país.
Lapérdidadevaliososjóvenesylíderesenelsenodel movimiento estudiantil de la universidad y la sociedad guatemalteca, provocó un enorme vacío en las organizaciones sociales y en los diferentes espacios delavidauniversitaria,interrumpiendoprocesosde construcción,decontribuciónenelplanocientíficoy académico, delimitando el campo de accionar de la universidad y su relación con la sociedad y la población guatemalteca. En el seno familiar estas pérdidas alteraron la vida cotidiana, desarticulando los proyectosdevida,afectandolasubjetividad,lasrelacionesfamiliares,interrumpiólossueñosdeconstruir un futuro para los hijos, coartó la libertad, inhibió losafectos,sembróeldolor,ladesconfianza,laincertidumbre y el miedo en cada uno de los familiares.27 con resultados nefastos para la participación política no insurgente. En: Comisión para el Esclarecimiento Histórico, Guatemala: Causas y Orígenes del Enfrentamiento Armado Interno. Prólogo de Edelberto Torres-Rivas (Guatemala, F&G Editores, 2006), p. 89-90. 27
Alda Patricia Contreras Dorantes y Patricia Rodríguez Alcón, El
proyecto de vida de 10 familiares de estudiantes y líderes de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Víctimas de la represión en los años de 1976 a 1989, Tesis de Grado (Guatemala, Escuela de Ciencias Psicológicas, USAC, 2005), p. 1.
26
Introducción
Al hacer un balance histórico, comprendemos que estas muchachas –brutalmente asesinadas o desaparecidas–, son las que crearon fisuras a la cultura patriarcal. Su actitud, como mujeres, contribuyó a crear nuevos espacios y rompieron el paradigma de ser consideradas únicamente como responsables de la relación doméstica. Esta condición del espacio privado es una realidad cotidiana de corte patriarcal que a lo largo de la historia se les ha asignado a las mujeres. Como bien señala María Herminia Di Lisia, las mujeres han permanecido confinadas al espacio doméstico, en una rígida demarcación entre lo público y lo privado. Demarcación que ha definido lo permitido y lo prohibido, lo tolerado y esperado para cada género. Por lo tanto, la actividad política no se ha considerado como algo primordial para las mujeres.28 Al acceder al espacio público o en algunos casos a la militancia estudiantil o la lucha armada clandestina, las estudiantes plantearon un nuevo paradigma y con ello lograron trascender los roles sexuales que históricamente les han sido asignados a las mujeres. Con ello demostraron que eran capaces de ser actoras de su propio accionar de vida y en buena parte superaron los obstáculos que les impedían incursionar en espacios fuera del hogar. Este grupo de mujeres logró la construcción de un entorno social diferente al que cotidianamente se enfrentaban en el interior de la familia. El relato de una de las entrevistadas, es uno de los claros ejemplos que nos da idea del papel que se asigna a las relaciones de género, en la práctica privada familiar.
Desdequeestabaestudiandoenelcolegio,merebelé a la forma de pensar de mi papá, porque no quería 28
María Herminia Di Liscia, Género y Memorias. Aljaba [online].
2007, Vol.11, pp. 141-166. En: http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext &pid=S166957042007000100007&lng=es&nrm=iso (Consultada mayo de 2008)
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Introducción
casarme,porlomenoshastaquetuvieratreintaaños. Primero quería hacer una carrera universitaria, esa fueunavisiónquesiempretuve.Yluegopensabaque la vida de mi mamá era muy sacrificada por la cantidad de hijos e hijas que tuvo y, no quería repetir esa historia en mi, y no lo hice nunca. Mis hermanas me dicen que ellas nunca lo pensaron de esa manera. Siemprevi,queesanoeralavidaquequeríaparamí.29 Este incipiente cambio de las relaciones sociales y de poder en el contexto histórico que les tocó vivir, sin lugar a dudas, fue una las rutas más dolorosas, porque muchas de ellas lo pagaron con su vida. Pese a que se lanzaron a un camino sin retorno, crearon nuevas sendas de participación política y civil para las mujeres. Por ende, recuperar la actitud de vida de estas estudiantes, es resignificar la participación política y ciudadana de toda mujer. Volver al pasado significa comprender el futuro de participación que debe tener cada una de nosotras al ver hacia la senda que se dejó trazada.
Memoria y verdad están hoy, (…) inscritas en la cultura política de muchos países que sufrieron la violencia política y la represión, como ocurrió en América Latina. Al mismo tiempo, la memoria se ha convertido en la palabra clave de una mutación cultural de las sociedades occidentales. (…) “La memoria” es, asimismo, una manera de referirse al pasado violento de otros países latinoamericanos: 29
Entrevista No. 2. Estudiante universitaria y militante en la lucha
armada insurgente. Década de los años 70-80 (Guatemala, noviembre de 2010)
28
Introducción
Guatemala y El Salvador en América Central, Brasil, Uruguay y Paraguay en el Cono Sur. A diez, veinte o treinta años de los hechos, “la memoria” está saturada de la experiencia de los sobrevivientes. El pasado está “presente”, no sólo para quienes han sobrevividosinotambiénparalasgeneracionesque de él no tienen sino recuerdos heredados. El pasado reciente,nombradocomo“lamemoria”,actúacomo una gran sombra tendida sobre nuestra época. 30 Por su parte, María José Correa nos aporta que recuperar la memoria cobra sentido, no como una actitud nostálgica con respecto al pasado, sino como fuente de saber que orienta y activa las acciones del presente. En este sentido, el pasado más que aparecer como algo inmóvil e inmutable, –o como algo “perdido”–, es resignificado de manera que activa, potencia y da una direccionalidad al quehacer social de los sujetos. El ejercicio de mirar hacia atrás, tiene que ver con el ejercicio de mirarse hacia adentro, es decir, de cuestionar y volver al pasado en función de lo actual y contingente.31 En consecuencia, en este balance histórico –que debemos hacer, pese a tener un dolor muy grande– entendemos que el aporte de 30
Anne Pérotin-Dumon, Verdad y memoria: escribir la historia de
nuestro tiempo. En: http://www.historizarelpasadovivo (Consultada septiembre de 2008) 31
María José Correa, et al., Memoria de las mujeres: espacios e
instancias de participación Prensa Feminista, Centros anticlericales Belén de Sárraga y Teatro Obrero. En: http://www2.cyberhumanitatis.uchile.cl/19/correaruiz.html (Consultada agosto de 2008)
29
Introducción
estas voces acalladas en el marco de una guerra civil32 –que duró más de cuatro décadas–, rompen el molde patriarcal. Estas estudiantes pasan a la esfera pública, dejan el seno doméstico e intentan subvertir, incluso, el orden del sistema social en su conjunto. Se debe comprender que los cambios en las normas sociales que limitan a un trato diferenciado entre mujeres y hombres no se producen de manera espontánea. Estas relaciones se ven forzadas, incluso a través de la violencia, en un proceso de interacción femenino y masculino. Esta generación de estudiantes universitarias al ascender al espacio público o en algunos casos a la militancia clandestina trastocaron el contexto patriarcal que vivieron y, con su actitud de vida crearon nuevos paradigmas y lograron trascender los roles sexuales que históricamente les eran asignados.33 32
En este trabajo de investigación se utilizará la categoría de gue-
rra civil en contraposición a las categorías de conflicto y enfrentamiento armado. Estas categorías son utilizadas por académicos e intelectuales –en muchos casos acomodaticios– o por los organismos internacionales, quienes intentan desvirtuar o minimizar la violencia ejercida contra la población. Las categorías de conflicto y enfrentamiento se han esgrimido para justificar los intereses del Estado. Incluso –en la actualidad– existe una gran cantidad de justificaciones teóricas que sustentan de manera coherente el uso de esas categorías. Sin embargo, debemos dilucidar que más allá de la manera “suave” o “políticamente correcta”, para quedar bien con los organismos internacionales, el país tiene una cauda de más de 200,000 rostros humanos que, desde la muerte, hablan de esa violencia, de esa guerra civil que los asesinó. Una guerra civil ejecutada por la violencia sistemática de los aparatos represivos del Estado, –véase el Ejército Nacional de Guatemala y los grupos paramilitares– en contra la población civil guatemalteca no combatiente. 33
A partir de la década de los setenta se registra una dialéctica
cada vez más intensa entre la consolidación de un movimiento feminista pujante y crecientemente masivo en Estados Unidos y otros países desarrollados, y la progresiva capacidad de nombrar a la propia experiencia y traducirla en demandas
30
Introducción
Asimismo, por los avances en la ciencia y la tecnología a nivel humano, esta generación va a marcar un hito en la historia de las mujeres. Sus condiciones de vida cambiaron significativamente, se da la extensión del uso de los anticonceptivos, una práctica que supuso, el poder de ejercer la libertad de ser madre, se deja de considerar como una opción vital la familia y la maternidad y, algunas se incorporaron al mundo del trabajo profesional o los movimientos sociales de protesta.34 En la historia de la humanidad existen casos aislados de mujeres que sobresalieron en las ciencias, las artes, la filosofía y otros campos, actitudes que no crearon un cambio cualitativo en la estructura patriarcal. Tenemos conocimiento que desde las primeras sociedades agrarias,35 las cuales se sustentan en relaciones masculinas políticas. Guiadas por el lema de “lo personal es político”, las feministas llevaron lo privado e íntimo al terreno público, señalando la invisibilidad y desvalorización de la participación social de las mujeres, la exclusión, la discriminación, la violencia doméstica, las dobles jornadas, el aislamiento hogareño, la violación, el acoso y el hostigamiento sexual, la truncada sexualidad femenina, la maternidad no deseada, la obligada sexualidad del matrimonio, la imposición de la heterosexualidad y la falta de opciones y oportunidades existenciales como los componentes del moderno “malestar femenino. Elizabeth Maier, La disputa por el cuerpo de la mujer, la/s sexualidad/es y la/s familia/s en Estados Unidos y México. Frontera norte [online]. 2008, vol.20, n. 40. En: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S018773722008000200001&lng=en&nrm=iso (Consultada septiembre 2009) 34
Rosario Valpuesta, La ciudadanía de las mujeres. Una con-
quista femenina, Ponencia presentada en el V Coloquio de Historia de la Educación colombiana, Bogotá, 2005, p. 147. En: http://www.udenar.edu.co/rudecolombia/files/ r10_133.pdf (Consultada agosto de 2008) 35
En las sociedades agrícolas la organización social se basa en
el sedentarismo y en el intercambio de productos entre diversas comunidades do-
31
Introducción
de poder y la preeminencia de roles sexualmente diferenciados, es hasta la segunda mitad del siglo XX, donde se opera un cambio cualitativo –por los avances científicos– en las relaciones entre mujeres y hombres. Es entonces, en este siglo XX que se da un cambio en la sexualidad humana, como consecuencia desarrollo científico de los anticonceptivos. La píldora va a ser el motor principal para el empoderamiento de las mujeres, al permitirles la libertad de elección sobre la maternidad y su sexualidad. Este reciente cambio por los anticonceptivos es apenas comprendido por la estructura del pensamiento patriarcal, que incluso la mayoría de mujeres sustenta todavía. Sesenta años desde la creación de los anticonceptivos en contraposición a los casi cuatro mil años de pensamiento patriarcal es un instante frágil. Hasta la fecha, la influencia del pensamien-
mésticas. Se producen excedentes que permiten un mayor crecimiento demográfico. En este tipo de sociedad, la familia constituye una pieza clave de la estructura social, basada en la jerarquía que ejercen los ancianos sobre los jóvenes, con el fin de asegurar el control de la producción y de la reproducción ordenada del grupo (lo que implica el control de las mujeres y de la descendencia). El desarrollo de una ideología relacionada con los mitos y ritos de la fecundidad, y el culto a los antepasados, responde a la necesidad de asegurar la continuidad del grupo y el crecimiento demográfico. Al ser las mujeres quienes aseguran la continuidad de la especie se convierten en un medio de riqueza insustituible y en intercambio entre comunidades homólogas, que establecen entre sí relaciones estables de solidaridad mutua. Esta organización social lleva aparejada el sometimiento de las mujeres, ya que son los varones los que llevan a cabo el control social de la reproducción mediante la redistribución en el interior de la comunidad social de los alimentos, de los niños y de las mujeres. Lola Frutos Balibrea. En: http://cesmurcia.es/estudios/ estudios_04/02_Capitulo_01_Estudio_04.pdf (Consultada septiembre de 2008)
32
Introducción
to patriarcal, a través de las concepciones religiosas, ha refrenado esta condición individual de libertad en las mujeres. Basta citar, por ejemplo, la Encíclica del Papa Paulo VI Humanitae Vitae, de 1968,36 la misma contiene el pensamiento conservador de la iglesia católica, en contra de la libertad de las mujeres. En tér 36 Carta Encíclica Humane Vitae. De S.S. Pablo VI A los venerable hermanos de los Patriarcas, Arzobispos. Obispos y demás ordinarios de lugar. En Paz y comunión con la sede apostólica al Clero y a los fieles del orbe católico y a todos los hombres de buena voluntad sobre la regulación de la natalidad. (…) Fidelidad al plan de Dios. Justamente se hace notar que un acto conyugal impuesto al cónyuge sin considerar su condición actual y sus legítimos deseos, no es un verdadero acto de amor; y prescinde por tanto de una exigencia del recto orden moral en las relaciones entre los esposos. Así, quien reflexiona rectamente deberá también reconocer que un acto de amor recíproco, que prejuzgue la disponibilidad a transmitir la vida que Dios Creador, según particulares leyes, ha puesto en él, está en contradicción con el designio constitutivo del matrimonio y con la voluntad del Autor de la vida. Usar este don divino destruyendo su significado y su finalidad, aun sólo parcialmente, es contradecir la naturaleza del hombre y de la mujer y sus más íntimas relaciones, y por lo mismo es contradecir también el plan de Dios y su voluntad. Usufructuar, en cambio, el don del amor conyugal respetando las leyes del proceso generador significa reconocerse no árbitros de las fuentes de la vida humana, sino más bien administradores del plan establecido por el Creador. En efecto, al igual que el hombre no tiene un dominio ilimitado sobre su cuerpo en general, del mismo modo tampoco lo tiene, con más razón, sobre las facultades generadoras en cuanto tales, en virtud de su ordenación intrínseca a originar la vida, de la que Dios es principio. “La vida humana es sagrada —recordaba Juan XXIII. (…) Dado en Roma, junto a San Pedro, en la fiesta del apóstol Santiago, 25 de julio de 1968, sexto de nuestro pontificado. En: http://www.vatican.va/holy_father/paul_vi/encyclicals/documents/hf_p-vi_enc_25071968_humanae-vitae_sp.html (Consultada septiembre de 2010)
33
Introducción
minos históricos, el surgimiento de la píldora anticonceptiva,37 fue para el feminismo, un nuevo despertar en los años sesenta. Es hasta la segunda mitad del siglo XX, que se da un cambio cualitativo en la sexualidad humana en general. Con el desarrollo científico de los anticonceptivos inició un cambio determinante en el comportamiento sexual de las mujeres. Alejandra Gómez López, plantea que la sexualidad aparecerá como un escenario central de denuncia de las desigualdades de la condición de la mujer.38 El discurso feminista durante los años 60 y 70, reivindicó una sexualidad libre, la legalización de los anticonceptivos y la despenalización del aborto. Estos cambios científicos van a incidir de manera parcial en los movimientos estudiantiles de América Latina y particularmente en Guatemala. El pensamiento conservador de estas sociedades creó muros casi infranqueables, incluso, en las estudiantes que propusieron cambios sociales. Sin embargo, es en este periodo convulsivo que se marcaron los hitos para que se desarrollaran los feminismos del siglo XXI.
37
El 23 de abril de 1960 la píldora recibía el permiso para ser
dispensada y vendida el 18 de agosto de ese mismo año, explícitamente como anticonceptivo oral en los Estados Unidos. Empezaba una “revolución” que incidiría en los años siguientes en la vida de millones de mujeres de todo el mundo, en los hombres, en las familias y en las sociedades de todas las naciones. En: http://www. esposibleelcambio.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1760:50anos-de-la-pildora-anticonceptiva-josep-maria-riera-i-munne&catid=42:11-i-de-g-yfeminismo-radical&Itemid=19 (Consultada septiembre de 2010) 38
Alejandra López Gómez, Sexualidad. Campo de la investi-
gación interdisciplinaria. En: “Género y Sexualidad en Uruguay” Araujo, Behares, Sapriza (Comp.) (Ediciones Trilce -Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación Montevideo, 2001), p. 2.
34
Introducción
Esta reflexión académica sobre la participación y militancia de las mujeres universitarias en los decenios 60-80s, es una tarea imperativa para comprender el movimiento feminista actual. En consecuencia, recuperar la historia de aquellas estudiantes, quienes validaron el espacio público-profesional, con su actitud de vida político-estudiantil, sería a futuro la semilla, de los movimientos feministas en Guatemala y América Latina. Con un pensamiento crítico, años más tarde, las propuestas feministas39 aportarían nuevos paradigmas a la sociedad en su conjunto. A diferencia de aquellas mujeres universitarias que con un idealismo ingenuo, se incorporaron a la lucha social, que en muchos casos, se desarrolló por una causa justa de la humanidad. Actitud que marcó el inicio de la construcción orgánica de las mujeres dentro de la sociedad guatemalteca y, por ende, en los espacios universitarios. La tesis de esta investigación sostiene que las estudiantes universitarias, con su militancia estudiantil o la lucha militar insurgente fracturaron el molde patriarcal. Por lo tanto, en función de sus roles tradicionales, históricamente asignados, ellas marcaron una 39
Pilar Sánchez, aporta que, el feminismo es la teoría explicativa
de la situación de la subordinación de las mujeres dentro de los sistemas sociales como la teoría que investiga cómo se constituye el sujeto femenino a través del género. Es decir, se puede definir de varias maneras, pero todas tienen en común hacer visibles a las mujeres y emanciparlas de la subordinación respecto al hombre. Pilar Sánchez Álvarez, Definición de feminismo. Inicios de este movimiento. En: http://orientamur.murciadiversidad.org/gestion/documentos/definicion_de_feminismo.pdf (Consultada noviembre de 2010) Si bien, es cierto, que las mujeres como grupo continúan siendo discriminadas y que existe una diferenciación jerarquizada a nivel estructural en las sociedades, en la actualidad se puede observar que existen casos individuales de mujeres que están generando nuevas relaciones de poder político y económico entre los sexos.
35
Introducción
ruta para repensar las relaciones de género en torno a lo públicoprivado/familiar. Este trabajo se apoya en la revisión de fuentes hemerográficas y documentales, además de un universo dirigido de entrevistas individuales, aplicadas entre el mes de octubre de 2008 a noviembre de 2010. A través de la palabra, se narra la historia de un pasado reciente, con experiencias en la militancia estudiantil o la lucha armada insurgente. Las entrevistas fueron realizadas por la autora, mediante una grabación, que fue apoyada por una guía estructurada, con preguntas abiertas y flexibles. Las respuestas obtenidas se constituyeron en un aporte fundamental para el análisis del tema que nos ocupa. Agradecemos a cada una de las personas que con su voz y testimonio, rememoraron una historia personal. Se logró entrevistar a seis mujeres y un hombre. Hubo dos personas que al momento de iniciar la entrevista, se negaron a relatar su propia experiencia. Las entrevistas se adjuntan en la parte de los anexos. Algunas de las personas entrevistadas solicitaron quedar en el anonimato, por lo que a los testimonios no se les incluyeron los nombres, como un sentido de confidencialidad y de respeto para las mujeres militantes. Probablemente, a futuro, por la intensidad de estas historias de vida se deba ampliar este trabajo, para comprender de una manera más amplia, cómo la participación de estas mujeres fraccionó el molde patriarcal. El primer capítulo Más allá del espacio doméstico, la militancia femenina, contiene, una serie de reflexiones sustentadas en anécdotas particulares de estudiantes universitarias que en la década de los 60-80 militaron en el movimiento estudiantil o la lucha armada insurgente. 36
Introducción El segundo capítulo se tituló Las mujeres inmersas dentro de la violencia política, remarca la contraofensiva de los grupos hegemónicos a través de los aparatos represivos del estado para mantener el status quo de aquellos años y cómo las mujeres fueron violentadas en esta vorágine de guerra. El tercer capítulo 1968: Rogelia. Vivir después de la vida, es la narración –con recursos literarios– del caso paradigmático de la desaparición forzosa, tortura y muerte de la estudiante, Rogelia Cruz Martínez. Es el rostro más humano para comprender el dolor que causó la pérdida de vidas de las estudiantes universitarias. Como un testimonio gráfico hemos recuperado algunos rostros de aquéllas estudiantes militantes del movimiento social guatemalteco de los años 60-80s. Para tal efecto se recurrió a los archivos de Registro y Estadística de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
37
Capítulo I
Más allá del espacio doméstico: la militancia femenina
La utopía femenina tiene, una parte de realidad cumplida y un mucho todavía de sueños por cumplir. Ella nos sigue guiando y, al hacerlo, se convierte en un instrumento de cambio que invita a reorientar la vida colectiva. Entonces, cuando eso sucede, se hace presente la posibilidad que el cambio femenino conlleva: convertirse en un factor de reorganización del sistema global para la emergencia de nuevos valores y prácticas sociales. María Novo Escritora y artista plástica
La sociedad guatemalteca, a lo largo de su historia, ha vivido distintos momentos de insurrección y rebeliones sociales.1 En el siglo
1
Toda sociedad se caracteriza por el influjo de relaciones con-
tradictorias que manifiesta en sí misma, oposiciones, que se resuelven en muchos de sus casos, a través de la insurrección y los motines. La historia guatemalteca a lo largo del periodo colonial se caracterizó por estos levantamientos en las comunidades indígenas. Flavio Rojas Lima, señala que, los motines constituyen la otra modalidad de los movimientos violentos –según la tipología de Severo Martínez Peláez– por medio de los cuales los indígenas han canalizado su protesta contra el régimen dominante, específicamente contra las situaciones de abusos, explotación o agresión de que han sido víctimas desde los comienzos de la época colonial: Flavio Rojas Lima, Los indios en Guatemala, Colección Pueblos y Lenguas Indígenas, 2ª edición (Quito, Ecuador, Ediciones ABYA-YALA, 1995), p. 180. De las sublevaciones o motines ocurridos en la Capitanía General de Guatemala, durante el período colonial, no tenemos alguna referencia escrita que evidencie, que haya existido algún
39
Ana Patricia Borrayo Morales
XX destacan, entre otras, las protestas estudiantiles. Éstas últimas fueron la vanguardia de una lucha que, en la mayoría de los casos, ha estado impregnada por los ideales de la juventud.
Lo que andábamos buscando realmente era un cambio total de estructuras en Guatemala. Queríamos que tanto los trabajadores y los estudiantes tuviéramos la posibilidad de vivir en una Guatemala diferente. En una Guatemala sin violencia, sin represión y con mejores condiciones económicas. Todas las condiciones de vida diferentes.2 Algunos estudiantes con consciencia social procuraron un cambio profundo y, por lo tanto, protestaron contra la injusticia y la desigualdad de las grandes mayorías de la población. La utopía fiel de ese pasado reciente, en América Latina, se explica en el estudio realizado por la académica chilena, Isabel Torres.
Se pensó que era el momento de realizar los cambios radicales que la sociedad requería, es decir, una sociedad más justa y más igualitaria, y de acuerdo al imaginario colectivo reinante de la época, esto se alcanzaba a través de la revolución. Todo se pensó a partir de la ideologización de la política y la revolución era el norte. No bastaba con levantamiento propio de mujeres. La estructura colonial es eminentemente patriarcal en donde la mujer queda totalmente invisibilizada. En el Siglo XX, se desarrollan las sociedades urbanas con altas concentraciones humanas y las insurrecciones adquieren otra connotación, como el caso de los movimientos estudiantiles o los movimientos guerrilleros en las ciudades.
2
Entrevista No. 2, Ibíd.
40
Del espacio doméstico a la rebeldía
reformas, había que hacer la revolución, era el camino hacia la tierra prometida llamada socialismo.3 Como testimonio de esa actitud de la juventud que se rebela, ante lo ominoso de la sociedad, podemos citar la siguiente entrevista:
Los ideales de la juventud eran el cambio para Guatemala,enelquetodos–todavíanopensábamosen todas y todos– tuviéramos una misma condición de vida, económica y derechos iguales para todos. Hubo bastante unión y de ahí se incluía el trabajo con organizaciones de indígenas, sindicalistas y de los estudiantes de secundaria. El ideal era que hubiera cambio para Guatemala, porque nos empezamos a dar cuenta de toda la situación difícil que vivía la mayoría de la población. Éramos una familia pobre, pero teníamos como cubrir nuestras necesidades. En la universidad fue realmente cuando tuve la claridad de la necesidad de la luchaymuchoscompañerostambién–enesetiempo– asumimos el compromiso de lograr un cambio. 4 Esa juventud de los años sesenta y setenta que demostró una conciencia democrática y sensibilización social, intentó construir una utopía socialista que permitiera cambios en el país. Para visualizar
3
Isabel torres Dujisinp, La década de los sesenta en chile: la uto-
pía como proyecto, HAOL, Núm. 19 (Primavera, 2009), p. 140. Historia Actual Online 2009. En: http://www.archivochile.com/carril_c/cc2010/2010cc0057.pdf (Consultada octubre de 2009)
4
Entrevista No. 2, Ibíd.
41
Ana Patricia Borrayo Morales
cómo esa dinámica se refleja en el accionar de la juventud, Arturo Taracena nos comenta lo siguiente:
Como la gran mayoría de la juventud de los años sesenta, de este lado del océano, nosotros también empezamos a soñar con un mundo sin injusticias y racismo, la transformación de las relaciones entre el hombre y la mujer, un socialismo de rostro humano, unaderrotadetodotipodeimperialismoy,además, una patria digna y soberana. Aspirábamos a conformar un movimiento de izquierda nuevo, que luchase por la equidad jurídica, económica, social y cultural, y para ello vislumbrábamos ya una alianza de los marxistas, los indígenas y los cristianos con el fin de cambiar el legado que nos había dejado la intervención norteamericana de 1954 y el triunfo del anticomunismo en las esferas del Estado.5 1.1
Los paradigmas del patriarcado
En el contexto de las luchas sociales de mediados del siglo XX, las mujeres universitarias iniciaron nuevas formas de participación. En algunos casos estuvo vinculada a los espacios estudiantiles y, por el otro, a los grupos armados-clandestinos. La inserción de estas estudiantes en el ámbito público creó procesos iniciales de apertura
5
Arturo Taracena, El 68 y nosotros. 60 + 40 (mayo del 68) Libros
Mínimos. El espacio de la literatura centroamericana. En: http://www.librosminimos. org/index.php?option=com_content&task=view&id=28&Itemid=3 (Consultada septiembre de 2008)
42
Del espacio doméstico a la rebeldía
que les permitiría la apropiación de nuevos referentes o nuevas miradas e ir creando fisuras en la estructura del modelo patriarcal.6 Es importante indicar que estas estudiantes al pasar de un ámbito privado al ámbito público, que inicia con la militancia estudiantil o la lucha armada, logran cambiar su rol tradicional. Ellas se expresaron fuera de los espacios que socialmente se les asignaba la estructura patriarcal, lo doméstico. Por el papel que les tocó vivir a estas estudiantes, su nueva condición resultaba ser muy compleja, ellas eran herederas de valores y de un modelo de familia patriarcal. En ese sistema, el padre aparece como responsable del grupo familiar. Por lo tanto, el papel de las mujeres –de manera “natural”– va a estar relegado al matrimonio, la maternidad y al cuidado de las hijas e hijos. En esta estructura de dominación, que relega a las mujeres y hombres a participar de manera diferenciada a través de su sexo, condiciona a las mujeres y les establece las tareas de producción doméstica y reproducción familiar.
Algunas mujeres no tenían mayor interés en participar y era la edad en que muchas querían buscar novio y casarse. Entre la juventud estaban esas dos posibilidades y se sentía mucho la división. (…) Decía la mamá de una compañera del colegio: –patojas recíbanse y se van a la
6
El patriarcado es toda la estructura social en la que muy di-
versos factores se entrelazan y refuerzan mutuamente para hacer posibles las actitudes y conductas machistas: categorías conceptuales, esquemas de percepción, universo simbólico, leyes, costumbres, instituciones, organización económica, educación, publicidad, etc. Mª Luisa Montero García-Celay y Mariano Nieto Navarro, El patriarcado: una estructura invisible, p. 4. En: http://www.stopmachismo.net/marmar2.pdf (Consultada julio de 2009)
43
Ana Patricia Borrayo Morales
universidad a buscar marido. En la universidad es dóndehayqueconseguirmarido,nosemetanennada.7 Para entender esa dinámica social de los años sesenta, resulta trascendental mencionar el trabajo de Gloria Tirado, sobre la participación de las mujeres y el Puebla del 68.8 Desde su enfoque rescata cómo las mujeres se formaron una conciencia, primero de clase y luego de su rol como mujeres. Es decir, que las mujeres están más allá del espacio doméstico cuando inician su actividad política en los movimientos estudiantiles o la lucha armada. El comentario de una de las entrevistadas en Guatemala, se adhiere a los planteamientos de Gloria Tirado y nos ilustra los retos que tuvo que sortear durante su militancia.
Nosotrasnollegamosadiferenciarunaposicióndegénerosinodeluchadeclases.Esaseranlasdemandas. Sí, con la lucha de clases, el sistema cambiaba, tanto hombrescomomujeresíbamoshaestarmejor.Nunca hablamosabiertamentedeunaposicióndegénero.O quélasmujeresdebíamostenerunaequidadporser mujeresyqueestábamosmásvulnerables.Alcontrario, teníamosquelucharyexigíamosigualdadparatener mejorescondicionesdevida.Nohablamosdeigualdaddeoportunidades,sinopeleábamosigualdadde espacio.Teníamoselderechodeestarentodopuesto.9
7
Entrevista No. 2 Ibíd.
Gloria Tirado Villegas, De la historia a la nostalgia. memoria
8
colectiva, el 68 en puebla, México. En: http://www.historia.fcs.ucr.ac.cr/articulos/ esp-genero/2parte/CAP7GloriaTirado.htm (Consultada julio de 2008) 9
Entrevista, No. 3. Estudiante universitaria y militante del movi-
miento estudiantil. Década de los años 70-80 (Guatemala, agosto de 2010)
44
Del espacio doméstico a la rebeldía
En un impreso, titulado “Verdad”, que circulaba de manera clandestina y en forma periódica en las aulas universitarias, se resalta ese ideal:
Soncadavezmayoresloscontingentesdemujeres,especialmenteobreras,estudiantesycampesinasquehacencausacomúnconlosinteresesdesuclase,delpuebloyqueluchahombroconhombrojuntoalmarido, elcompañero,elestudiante,elproletario,eljornalero eigualmenteseincorporanalalucharevolucionaria, abierta o clandestina, engrosando las filas de sindicatos,agrupacionescampesinasyorganizacionespolíticasdeavanzadaquecomoelPartidoGuatemalteco delTrabajo[10] batalla por el triunfo de la Revolución Popular, Agraria y Antiimperialista, que dé a nuestrapatriaunaverdaderaindependenciaeconómicay política y lleve el bienestar a las masas populares, así comoculturayunporvenirsinexplotación.Definitivamente la igualdad de la mujer en todos los terrenos,sólosealcanzaráalproducirselaemancipación de la explotación capitalista y con ello de todos los demássectoresyclasesoprimidasdelapoblación.11 10 El Partido Guatemalteco del Trabajo fue el nombre del partido comunista de Guatemala, fundado en 1949, renombrado con esa denominación en 1952 y disuelto en 1998 para constituir con otras fuerzas el partido Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). En: http://es.wikipedia.org/wiki/Partido_Guatemalteco_de_los_Trabajadores (Consultada, septiembre de 2008) 11
Verdad, Mujer en la lucha por su liberación (Guatemala, marzo
de 1979), p. 10.
45
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Entonces, la lucha de estas estudiantes se orientará inicialmente hacia la transformación del sistema capitalista, para posteriormente canalizar las demandas para la defensa de sus derechos en todo su entorno. Como hemos venido señalando, fueron diversas las voces femeninas que se adhirieron a esos imaginarios colectivos y prácticas sociales. El movimiento estudiantil o la lucha armada –como una dinámica política y social– las enfrentaría a diferentes retos y las vincularía a otros espacios. En suma, a estas mujeres les tocó pensar en algo diferente dentro de ese tejido social excluyente, que tiene que ver con los estereotipos y los roles que les eran asignados. Como es obvio, el paradigma patriarcal ha logrado mantener una preeminencia discriminatoria hacia las mujeres en los diferentes ámbitos de la vida económica, política y social. Al ser una construcción social, que demarca la participación de las mujeres a un orden simbólico, consideramos que –este sistema patriarcal– es “coherente” a partir, entre otras, de la diferenciación de sexos. Sin embargo, no significa que esta estructura –coherente– del patriarcado tenga equidad, pero es capaz de seguirse reproduciendo como sistema por la construcción humana en sí misma. Algunos estudios coinciden en revelar su debilitamiento, Luz de Lourdes Eguiluz Romo, al exponer cómo se ha ido resquebrajado dicho modelo destaca lo siguiente: Tapia Villanueva marca la mitad del siglo pasado (los años cincuenta y sesenta) como la época del resquebrajamiento del modelo patriarcal, la preparación de las mujeres y su incorporación al mercado de trabajo, el rompimiento de los roles tradicionales para hombres y mujeres (proveedor ocupado y cuidadora de la casa e
46
Del espacio doméstico a la rebeldía
hijos) y la contracepción oral que desvincula el binomio matrimonio-maternidad, sexualidad y placer.12 Para poder comprender la forma en que se ha ido debilitando el modelo patriarcal, Laura Pautassi, 13 señala que a partir de los cambios que se han dado, desde fines de la década del 50, los distintos regímenes de estados de bienestar o contradicción provocaron una transformación en el universo familiar y en las condiciones de realización del trabajo doméstico. El ingreso del equipamiento con electrodomésticos al hogar simplificó el quehacer y a la vez este sistema industrial empujó a la mujer a salir del hogar convirtiéndola en mano de obra barata. Se facilitaron las tareas de socialización primaria de los menores, de cuidado y atención de niños/as y enfermos/as, que años atrás era de competencia exclusiva del sexo femenino y retenía a las madres en el hogar. Este cambio permitió a las mujeres empujarlas al mercado laboral y a la vez, con muchas limitaciones, se les abrieron nuevos empleos y carreras. Para apoyar la tesis anterior de las mujeres en el campo de trabajo podemos citar a Roxana Hidalgo, ella plantea que,
apesardelasdiferenciasentrelosdiversosgruposde mujeresqueempiezanaparticiparpolíticamente,se puedeafirmarqueelaccesoalaeducaciónnosóloles
12
Luz de Lourdes Eguiluz, Entendiendo a la pareja (Editorial Pax
México, Librería Carlos Cesarman, S.A., 2007), p. xiii.
13
Laura C. Pautassi, Igualdad de derechos y desigualdad de
oportunidades: ciudadanía, derechos sociales y género en América Latina. Fisuras del patriarcado, Reflexiones sobre Feminismo y Derecho. Compiladora Gioconda Herrera. Seminario: “Género y Derecho: reflexiones desde la teoría y la práctica”. p. 73. En: http://www.flacso.org.ec/docs/safisuras.pdf (Consultada septiembre de 2008)
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brinda a las mujeres de esta primera mitad del siglo XXnuevosespaciosdeformaciónacadémicaeinserciónlaboral,asícomonuevasopcionesdeascensosocialsintenerquerecurriralmatrimonio,sinotambién, nuevasexperienciasdeparticipaciónculturalypolítica.Estasnuevasexperienciasprovocanunresquebrajamientoincontenibleenlaseparaciónentreelmundoprivadofemeninoyelespaciopúblicomasculino.14 En el caso particular de Guatemala, se tiene referencia que desde finales del siglo XIX las mujeres iniciaron una lenta inserción en el mercado de trabajo, más allá de la relación laboral en el espacio privado. Sin embargo, fue con las reformas sociales implementadas a partir de la Revolución de Octubre de 1944,15 que se establecieron nuevas relaciones laborales.16 Con la emisión del Código de
14
Roxana Hidalgo, Historia de las mujeres en el espacio público
en Costa Rica ante el cambio del siglo XX al XIX. Cuadernos de Ciencias Sociales 132 (FLACSO Costa Rica, 2004), p. 60.
15
La Revolución de Octubre de 1944 es un cambio en las formas
políticas en el gobierno de Guatemala. Las mismas se dan dentro de la dinámica social del proceso productivo. Por ejemplo, inciden en la relación social las nuevas formas energéticas como el motor de combustión interna. Esta construcción establece nuevas relaciones político-sociales. La anterior afirmación debe quedar acotada para que se comprenda como un todo la sociedad y no como se ha visto hasta el momento, donde lo político tiene una preeminencia en la explicación histórica. La esfera pública del poder político manifiesta esta transición otorgando los espacios para una nueva forma de gobernar.
16
El establecimiento de la Ley de Escalafón del magisterio nacio-
nal significó para las maestras la dignificación económica por su capacidad, méritos y tiempo de servicio, se equipararon los títulos de maestro y bachiller para que
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Del espacio doméstico a la rebeldía
Trabajo, que entró en vigor el 1 de mayo de 1947, se regularían los derechos y obligaciones de patronos y trabajadores. El capital y el trabajo se regirían obligatoriamente por las normas del código en referencia. Creemos importante señalar que el Estado de Guatemala, para aquella época, se convirtió en uno de los patronos que va a otorgar más garantías sociales a los trabajadores. Estas nuevas relaciones laborales, en el área del magisterio, por ejemplo, permiten que las mujeres ingresen de una forma orgánica al campo laboral. En la carrera docente se estableció la Ley de Escalafón para el magisterio nacional,17 que contiene entre otras normas, aumento por años de servicio, montepío y, sobre todo, seguridad laboral. Esta nueva ley para sostenerse, de forma directa, descontó de los sueldos de las maestras las cargas impositivas reglamentadas.18 ingresaran a la universidad. Se reconoció el derecho de trabajo para las maestras casadas, la seguridad e inmovilidad en los puestos. Todas las maestras y trabajadoras afiliadas al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, gozaron de las prestaciones inherentes a su cargo, entre otros, en los casos de embarazo. Lucila Rodas de Villagrán, Desarrollo histórico de la educación de la mujer y su situación actual. Tesis (Guatemala, Facultad de Humanidades –USAC, 1965), p. 90-91.
17
Ley de Escalafón del magisterio nacional, Decreto legislativo
469, emitido el 18 de diciembre de 1947. 18
Norma Stoltz Chinchilla, nos amplia que a partir de la Revolu-
ción de Octubre de 1944, las mujeres urbanas especialmente las maestras, jugaron un papel importante. Las primeras reformas de la revolución extendieron la democracia burguesa y el derecho del voto para todo ciudadano excepto para la mujer analfabeta. Reconocieron el matrimonio de hecho, abolieron la desigualdad entre hijos ilegítimos e hijos de matrimonio. Se estableció un Código de Trabajo con reformas avanzadas de protección para todos los trabajadores (jornada de ocho horas diarias), pago de tiempo extraordinario, pago de indemnización por despido injusti-
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Ana Patricia Borrayo Morales
Entonces, los aportes más allá de la tesis de Hidalgo, es que el Estado como aparato coercitivo, obliga a las mujeres a cumplir con las cargas impositivas que todo trabajador debe cumplir. Por consiguiente, la igualdad frente a lo masculino, forzosamente pasa por la obligatoriedad de aportar al Estado a través de los impuestos. Una de las entrevistadas recuerda que transgredir el espacio doméstico y participar en el movimiento estudiantil no fue nada fácil. Ella misma reconoce cómo a partir de las contradicciones que se generaban –por la preeminencia de una estructura de subordinación en los esquemas tradicionales de los roles de género, todavía predominantes– llegó a demandar su participación.19 Y es en ficado, prestaciones por maternidad y un sistema de hospitalización o seguro social y facilidad para la formación de sindicatos, entre otros. En: Norma Stolz Chinchilla, La industrialización, el Capitalismo y el “Trabajo” femenino en Guatemala, Revista Política y Sociedad, No. 9, Enero-Junio (Guatemala, Escuela de Ciencia Política, USAC, 1980), p. 11
19
Desde esa realidad cotidiana, en la década de los años se-
tenta circuló de manera clandestina otro pasquín en el que se contextualizan las reivindicaciones por las cuales debían luchar las mujeres: ¿Qué planteamos los comunistas? 1.- Efectiva igualdad jurídica, política y social de la mujer; 2.- Lucha por hacer efectivo el principio de salario igual para trabajo igual y contra los salarios discriminativos de la mujer; 3.- Efectividad del derecho de la madre trabajadora a contar con las facilidades debidas para atender a sus hijos menores; 4-.Reglamentación especial para proteger a las trabajadoras a domicilio, víctimas de jornadas excesivas, salarios muy bajos y total falta de prestaciones; 5.- Legislación especial para proteger la salud y la vida y promover el bienestar de la infancia, multiplicación de las casas cuna y guarderías infantiles para ayudar a las madres trabajadoras, ampliación nacional del servicio materno-infantil del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social y de otros centros de maternidad y creación de servicios rurales especiales. La conquista de tales demandas tiene que hacerse por medio de la organización y la incorporación de la mujer guatemalteca: obrera, estudiante, cam-
50
Del espacio doméstico a la rebeldía
medio de esas contradicciones –propias de las sociedades patriarcales– que las mujeres se ven impelidas de apropiarse de nuevas formas de participación.
Paralasmujeresqueempezamosaparticiparenel movimiento estudiantil fue difícil. Porque independientementedelcompromisorevolucionarioquehubiese,persistíasiempreelmachismo.Siemprepersistióel machismo,porquelasmujeresteníamosquedemostrar queéramoscapaces.Eraunmachismosolapado,puestoquesiemprenosdecían:–tetenésquecuidar,como, queloshombrestenemosmásmovilidad,podemos andardenoche,podemosmovilizarnosmejor–.Evidentementesenosimpedía–alasmujeres–participar plenamente.Teníamosqueexigirelespacioydemostrarquepodíamoshacerloyquenoteníamosmiedo.20 En esa dinámica de participación política se construyeron nuevas relaciones intergenéricas, por consiguiente, con esta actitud participativa las mujeres exigieron ser sujetos de derecho. Vale acotar, que hasta ese momento, la mayoría de guatemaltecas continuaba sin mayores cambios en función de su condición de mujer.
Veía el caso de mi mamá. En su entorno social, ella había sufrido, por su padre y por mi padre. Su vida, nunca fue su propia decisión, siempre fueron decisiones de su padre, de mi papá y, desde la propiaactividadprocreadoranopudonidecidircuántos pesina, empleada, ama de casa a la lucha revolucionaria. En: Revolución Popular, Por la igualdad social de la mujer (Guatemala, abril de 1979), p. 11
20
Entrevista No. 3, Ibíd.
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Ana Patricia Borrayo Morales
hijosdebíatener.Entonces,yodecía,esonoesloque quiero para mí. En mi familia éramos clase media (…) Cuando conocí personas de mejor situación, que vivían en aquel tiempo en colonias que decíamos eran de ricos, las mamás por ejemplo se manteníanhaciendoclubsyesascosasy,cuandoplaticaba con unas amigas, decían que su ambición era llegar a ser así. Casarse con alguien de un nivel medio y volver a repetir ese esquema, es decir llegar a ser grandes madres y dedicarse a hacer pasteles. Y yo decía la vida tiene algo más. Y por supuesto, la emotividaddemisamigasyamigosqueempezaron a involucrarse en la guerrilla, me motivaron a que de la noche a la mañana yo también estaría colaborando con ellos. En la forma de que estaba tambiénconscientedequehabíaquehaceralgoencontra de toda esa situación de injusticia e inequidad.21 En esa vida cotidiana, algunas estudiantes intentaron, por una parte, cambiar la situación de inequidad que se vivía en el país y, al mismo tiempo, imbuidas del proceso histórico que les tocó vivir, encontraron nuevos referentes que les permitirían traspasar el ámbito doméstico –el cerco de la estructura patriarcal–. Al vincularse a la causa socialista desafiaron el imaginario colectivo imperante en ese entonces. A ellas les correspondió fragmentar inicialmente el estereotipo masculino de lo que debían ser las mujeres en aquellos años. Ellas reivindicaron con su sola presencia, en los movimientos estudiantiles, un nuevo espacio para las mujeres.
21
Entrevista No. 4. Militante de la lucha armada insurgente. Déca-
da de los años 70-80 (Guatemala, abril de 2010)
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Del espacio doméstico a la rebeldía
En los mismos colectivos estudiantiles había un grupodeestudio(…)ycomomujeresteníamosque demostrarqueéramoscapaces,primeroeneldebate, luego en el estudio, en la participación, en la interpretación,eneldebateconlosmismoscompañeros. Había que demostrarles que también teníamos la capacidad de interpretación y de análisis. Cuando comprendíaneso,nosibandejandoparticiparenlos mismospuestosqueellosocupaban,porejemploen las representaciones de la Asociación de Estudiantes Universitarios, tuve a mi cargo la Asociación de Estudiantes de Económicas –1976–. Pero antes tuve que demostrar que tenía no solo la capacidad técnica y profesional, sino la capacidad política.22 Creemos importante refrendar los planteamientos expuestos con las palabras de Rina Villars, cuando ella expresa, que, el movimiento feminista en Centroamérica ha nacidodelasentrañasmismasdelmovimientorevolucionarioypopular.Lamayoríademujeresqueimpulsan hoy la propuesta feminista en la región adquirieron concienciadelaopresióngenéricadesdesumilitancia endiferentesorganizacionespolíticasysectoriales.23
22
23
Entrevista No. 3, Ibíd.
Rina Villars, Para la casa más que para el mundo: Sufragismo y
feminismo en la historia de Honduras (Tegucigalpa, Editorial Guaymuras, 2001), p. 588.
53
Ana Patricia Borrayo Morales
Como hemos señalado, históricamente mujeres y hombres han vivido un imaginario colectivo que vincula, de forma casi indisoluble, lo femenino con el mundo privado –familia y la maternidad– y lo masculino con el espacio público en la producción económica, la organización política y la creación cultural.24 En medio de esas contradicciones profundas propias de la época, aquellas muchachas sin proponérselo, crearon espacios de igualdad frente a los hombres y jugaron un papel preponderante para aportar al avance de las propuestas feministas en la sociedad guatemalteca actual.
24
Hidalgo, Ibíd., 54.
54
Del espacio domĂŠstico a la rebeldĂa
55
Capítulo II
Las mujeres inmersas dentro de la violencia política
2.1. La violencia política detonante de la violencia social Internacionalmente 1968 fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas como el año de los Derechos Humanos.1 Un momento histórico que destaca por su importancia y al que le precedían décadas marcadas por una nueva comprensión del mundo. Los ideales de la juventud se hicieron manifiestos en muchas partes del planeta. Desde la actitud militante de los estudiantes universitarios en París,2 pasando por la revuelta estudiantil y matanza en
1
Conferencia Internacional de Derechos Humanos en Teherán,
Proclamación de Teherán (13 de mayo de 1968). El año de 1968 marca también el vigésimo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en 1948.
2
El movimiento estudiantil que sacudió a Francia en mayo de
1968, se conoce como Mayo Francés o Mayo del 68. Las Protestas se llevaron a cabo en Francia, especialmente, en París durante los meses de mayo y junio del 1968. Esta serie de protestas fue iniciada por grupos estudiantiles de izquierdas contrarios a la sociedad de consumo, a los que posteriormente se unieron grupos de obreros industriales y, finalmente y de forma menos entusiasta, los sindicatos y el Partido Comunista Francés. Como resultado, tuvo lugar la mayor revuelta estudiantil y la mayor huelga general de la historia de Francia y, posiblemente de Europa Occidental, secundada por más de 9 millones de trabajadores. En:
57
http://
Ana Patricia Borrayo Morales
Tlatelolco, México3 y los movimientos estudiantiles de Venezuela, Uruguay y Chile, hasta el festival de Woodstock.4 Estos movimientos estudiantiles –contestatarios en la parte democrática de occidente–, marcaron una férrea oposición al imes.wikipedia.org/wiki/Mayo_de_1968_en_Francia (Consultada mayo de 2009)
3
La matanza de Tlatelolco ocurrió el 2 de octubre de 1968 en
la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, Ciudad de México. No se ha logrado esclarecer la cantidad de muertos: algunos estimados apuntan a miles, pero casi todas las fuentes oficiales reportan entre 200 y 300. Centenares de personas resultaron heridas y varios miles arrestadas. La masacre estuvo precedida por meses de intranquilidad política en la capital mexicana, con demostraciones y protestas estudiantiles para apoyar los eventos que sucedían en el mundo en 1968. El 27 de agosto más de 200.000 estudiantes marcharon por el centro de la ciudad de México y se instalaron en el Zócalo (plaza central del D. F.). Al día siguiente fueron reprimidos por la policía y el ejército mexicano.
En: http://enciclopedia.us.es/
index.../Matanza_de_Tlatelolco (Consultada mayo de 2009)
4
Hace cuatro décadas, entre el 15 y el 18 de agosto de 1969
tuvo lugar el Festival de Woodstock, un evento musical considerado como uno de los grandes momentos de la historia de la música popular estadounidense. Durante tres días, miles y miles de jóvenes –más de 500.000 según algunas estimaciones– abarrotaron cerca de 240 hectáreas de terrenos rurales en la localidad de Bethel, a unos 70 kilómetros de la ciudad de Woodstock, en el estado de Nueva York. El motivo: vivir unos días de “paz y música”. Por primera vez, al menos a una escala tan grande, la música popular se convertía en elemento de movilización masiva de los jóvenes. Pero Woodstock no fue sólo música. De la mano del rock vinieron toda una serie de rupturas: amor libre, drogas, pacifismo. Y de fondo, la guerra de Vietnam, los conflictos raciales y las revueltas políticas del turbulento 1968. Woodstock para el recuerdo. En: http://www.bbc.co.uk/mundo/cultura_sociedad/2009/08/090807_1124_woodstock_cuarenta_amab.shtml (Consultada septiembre de 2009)
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Del espacio doméstico a la rebeldía
perialismo norteamericano. En otra parte del planeta, en la antigua Checoslovaquia, también los estudiantes se manifestaron en contra del régimen soviético5 e iniciaron un movimiento conocido como la Primavera de Praga.6 Estas tendencias juveniles son algunas referencias de carácter universal de la actitud contestaría de las generaciones de mediados del siglo XX. La juventud demostró su inconformidad ante los regímenes socialista como capitalista. Fue un año y una década que plantearía la posibilidad de una sociedad diferente. Las tendencias político-sociales de oposición a los sistemas totalitarios y de exclusión surgieron en la humanidad –especialmente en la juventud–, quienes manifestaron una actitud de protesta ante lo ominoso de los regímenes imperantes. Como respuesta a esta actitud beligerante los aparatos represivos del Estado, crearon políticas de terror en los modelos económicos antes citados. Para Fernanda Gil Lozano, tales acontecimientos marcaron un hito en la historia mundial. Manifiesta la autora que son puntos culmi
5
El bloque socialista preconizaba los valores más altos de la hu-
manidad, sin embargo en la práctica, también conculcó la libertad individual.
6
Durante la Guerra Fría, la Primavera de Praga (en checo:
Pražské jaro; en eslovaco: Pražská jar) fue un período de liberalización política en Checoslovaquia, que duró desde el 5 de enero de 1968 hasta el 20 de agosto de ese mismo año, cuando el país fue invadido por la URSS y sus aliados del Pacto de Varsovia (a excepción de Rumanía). Este movimiento buscaba modificar progresivamente aspectos totalitarios y burocráticos que el régimen comunista tenía en este país y avanzar hacia una forma no totalitaria de socialismo, legalizando la existencia de múltiples partidos políticos y sindicatos, promoviendo la libertad de prensa, de expresión, el derecho a huelga, etc. Acabó en la primavera de 1968, cuando las tropas del Pacto de Varsovia invaden Checoslovaquia y ponen fin al proceso de apertura política. En: http://es.wikipedia.org/wiki/Primavera_de_Praga (Consultada septiembre de 2009)
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Ana Patricia Borrayo Morales
nantes de una oleada que buscaba una transformación radical de la sociedad. La idea de cambio fue parte del ambiente, podía ser pacífico o violento, pero se mostraba como inevitable. Toda esta experiencia, una auténtica “primavera de los pueblos para Latinoamérica tendría un final frustrante. En efecto, los aires de liberación en la región se verían tronchados por sangrientas dictaduras militares y una ola reaccionaria, tanto en lo social como en lo ideológico. La expresión más evidente de esta reacción violenta fueron los gobiernos de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, que recorrieron tanto la Europa Occidental como Estados Unidos. 7 En contraposición, para finales de la década de los años 80, la idea de una transformación interna en el socialismo sería posible a través de la apertura de la Perestroika.8 Un evidente cambio desde la misma estructura del Estado para las sociedades bajo el régimen soviético. Si bien, este cambio fue posible en esa sociedad, poca o ninguna preeminencia tuvo para Latinoamérica, dado el terrorismo de Estado a través de la Doctrina de Seguridad Nacional ejecutada en contra de todo movimiento reivindicativo de tendencia socialista. En ese proceso histórico, podemos señalar que la década de los sesenta, fue un período signado por la esperanza y la actitud de una juventud que exigió y luchó por cambiar la sociedad.9
7
Fernanda Gil Lozano, Feminismos en la Argentina de los 70 y
los 80. En: http://agendadelasmujeres.com.ar/notadesplegada.php?id=771 (Consultada agosto de 2009)
8
Cambio político emprendido en la antigua URSS a fines de los
años ochenta que provocó la reestructuración en la economía, agricultura, relaciones internacionales y libertades individuales y colectivas.
9
Para entender ese proceso, una acción cívica que demostraría
el descontento social durante el régimen de Miguel Ydígoras Fuentes (1958-1963) y que llevó a la población a hacer causa común con estudiantes y algunos segmentos de la sociedad, fueron las jornadas de marzo y abril de 1962. Es de señalar que,
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Del espacio doméstico a la rebeldía
Durante esos años las voces juveniles se convirtieron en la cantera de los ideales por una humanidad diferente. Muchachas y muchachos influenciados por los movimientos internacionales de lucha que se proponían cambiar la estructura social, se organizaron en grupos de confrontación frente a los Estados. Acciones de protesta y bélicas de esta juventud, en contra de los gobiernos que no lograban solventar las condiciones básicas de las sociedades que representaban: educación salud y seguridad, entre otros. Para estos estudiantes existió un proyecto en el cual se involucraron y se lanzaron, sin más, a la cimentación de una utopía socialista. Fue evidente que existían problemas sociales.
Las revueltas modificaron las relaciones existentes entre razas, sexos y generaciones.En 1968 un viento desde un inicio los estudiantes hicieron planteamientos estrictamente políticos. La protesta fue en contra el rechazo al fraude electoral. El estudiantado se lanzó a una acción cívica para lograr que el proceso electoral fuera anulado y se planteó también la renuncia del Presidente de la República. Las jornadas de marzo y abril no tuvieron un carácter estrictamente estudiantil, porque se sumaron otros sectores de la sociedad. El movimiento estudiantil empezó a jugar un importante papel en la defensa de las causas sociales. Cabe señalar que este movimiento dio lugar a la fundación de la Federación de Estudiantes de Secundaria –FES que posteriormente se rebautizó como Frente Unido del Estudiantado Guatemalteco Organizado –FUEGO. Además, de protagonizar un importante papel histórico, aglutinó a estudiantes de los establecimientos oficiales de secundaria: Belén, INCA, Rafael Aqueche, entre otros. Aparte del sector estudiantil, las jornadas de marzo y abril también fueron respaldadas por el Frente de Mujeres Guatemaltecas. Es indiscutible que los inicios de la década del 60, marcó un giro importante en el movimiento estudiantil. Las demandas planteadas por los estudiantes adquirieron un carácter político-partidista, de manera que exigían construir un gobierno democrático, el cual impulsara transformaciones estructurales en el país. En: Voz Universitaria, Importante lucha popular, Guatemala, Marzo-abril de 1977, p. 2-3.
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de revuelta barre el planeta y subleva a la juventud que en el mundo occidental aspira al cambio y replica, poniendo en entredicho el orden social de la etapa posterior a la II Guerra Mundial. Durante esos extraños366días–fueunañobisiesto–,estudiantes, obreros,trabajadoresymovimientosendistintaspartes del planeta coincidieron en un objetivo común: levantarse y protestar. Los pedidos de cada país o región: libertades políticas y democracia, contra el racismo,libertadsexual,igualdaddegénero,derechos deestudiantes,elordenestablecidoolasociedadde consumo,estabanenlazadosporelrechazoalaguerra deVietnamenOccidente,mientrasenlajuventuddel Estelaaspiracióneraaflojarelyugodelcomunismo.10 En este nuevo modelo social –para el bloque latinoamericano– se planteaba una esperanza, que en el devenir de los años tendría costos humanos muy altos. Cientos de vidas se vieron mutiladas y cercenadas dada la reacción de violencia irracional, por parte de los diversos Estados por mantener el status quo a favor de los intereses de las transnacionales. La característica común de esta violencia se hizo regional al no permitir la construcción de una sociedad diferente e incluyente. Un ejemplo de esta intransigencia en materia política y económica a nivel mundial, con pensamientos conservadores, fue el Plan Cóndor.11 Se crearía una de las olas 10
Mayo del 68 se vivió en dos escenarios. En: http://www.elu-
niverso.com/2008/05/18/0001/14/7693087473CA4619BC8DF2848E6343C6.html (Consultada septiembre de 2009) 11
La Operación Cóndor o Plan Cóndor es el nombre con el que
es conocido el plan de coordinación de operaciones de las cúpulas de los gobiernos
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Del espacio doméstico a la rebeldía
de represión que, por primera vez, en la historia de Latinoamérica sería de carácter interestatal que involucraría a diversos países. El objetivo de esta política de terror fue aplacar los ideales de una juventud que se involucró en los movimientos estudiantiles hasta las protestas populares. Miles de jóvenes caerían víctimas de esa violencia institucionalizada.12 En esta dinámica social, cientos de mujeres se adherirían a la esperanza por una humanidad diferente. Además, sumarían su voz de protesta para crear una sociedad con justicia para todos. Para este momento como lo han manifestado algunas de las entrevistadas dictatoriales del Cono Sur de América –Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia– entre sí y con la CIA de los EE.UU, llevada a cabo en las décadas de 1970 y 1980. Enmarcada en la Doctrina Truman, esta coordinación se tradujo en “el seguimiento, vigilancia, detención, interrogatorios con apremios psico-físicos, traslados entre países y desaparición o muerte de personas consideradas por dichos regímenes como ‘subversivas del orden instaurado o contrarias al pensamiento político o ideológico opuesto, o no compatible con las dictaduras militares de la región’”. El Plan Cóndor se constituiría en una organización clandestina internacional para la práctica del terrorismo de Estado y tuvo como resultado el asesinato y desaparición de decenas de miles de opositores a las mencionadas dictaduras, la mayoría de ellos pertenecientes a movimientos de la izquierda política. En: http://es.wikipedia. org/wiki/Operaci%C3%B3n_C%C3%B3ndor (Consultada septiembre de 2009)
12
Un claro ejemplo de la aplicación de la violencia ejecutada a fa-
vor de los intereses de las transnacionales y en contra de los movimientos sociales en América Latina, véase estudiantil, obrero o campesino, fue el golpe de Estado al gobierno del Presidente Salvador Allende, ejecutado en Chile, el 11 de septiembre de 1973. Un hecho histórico que da cuenta del terrorismo aplicado en contra de la población. Esta acción es paradigmática, porque las fuerzas represivas del Estado de Chile encarcelaron en un recinto deportivo a miles de personas; no importando si fueran o no militantes de izquierda, todo aquel que fuese sospechoso fue encerrado, torturado y asesinado de manera brutal.
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no existe una diferenciación entre géneros, es lo social como la concreción de la esperanza. Empujadas por esos ideales de lucha y con una participación activa, fragmentarían de una manera decisiva y tajante el molde patriarcal. Muchas veces de forma espontánea o ingenua, esta generación de mujeres, con su actividad política pública le crearía fisuras a la estructura patriarcal. Desde mediados del siglo XX, con la inclusión de de mujeres en las aulas universitarias,13 algunas se organizarían e intentarían formas de participación que van desde la militancia estudiantil hasta la lucha militar insurgente.
13
Al considerar la matrícula estudiantil femenina, se puede acotar
que desde los años sesenta se empezó a manifestar –en las distintas unidades académicas– un aumento moderado en la inscripción de mujeres. Para citar un ejemplo, podemos mencionar algunos aspectos estadísticos de la distribución de la matrícula en la Universidad de San Carlos de Guatemala. En 1964 alcanzó un total de 7,014 estudiantes inscritos. De acuerdo al boletín de la Oficina de Registro, para ese año la distribución por sexo fue de 894 (12.7%) estudiantes del sexo femenino, con predominio en la Facultad de Humanidades con 361 (58%) estudiantes inscritas, seguida de la Escuela de Humanidades de Occidente con 30 (49.2%); en la Escuela de Servicio Social Rural, 20 (42.6%); Ciencias Químicas y Farmacia, 65 (33.7%); en Estudios Básicos, 100 (11.4%); Ciencias Económicas, 120 (9.8%); Arquitectura, 20 (9.4%); Odontología, 14 (8.2%); Ciencias Económicas de Occidente, 9 (7.8%); Ciencias Jurídicas y Sociales, 97 (6.3%); Ciencias Jurídicas y Sociales de Occidente, 11 (5.5%); Veterinaria, 5 (4.9%); Ingeniería, 11 (1.3%); Agronomía, 1 (0.9%) y Ciencias Médicas, 30 (0.5%). En: Boletín Estadístico Universitario 1964, No. 3, Año III, Oficina de Registro (Guatemala, USAC, 1964). Para el ciclo académico 2010, el Departamento de Registro y Estadística -Sección Estadística, registra un total de 146,741 estudiantes inscritos. De los cuales 75,113 (50.1%) corresponden al sexo femenino y 71,628 (48.8%) al masculino. Como se puede observar desde el año de 1964 hay un incremento constante en la inscripción de mujeres hasta llegar en la actualidad a superar la matrícula masculina.
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Nossentíamosmuyresponsables,queríamosdeverdad hacer cambios en nuestro país. Eso nos hizo ponernos una gran careta de gente adulta, de gente responsable,degentecapaz.Talvez,poresonosesforzábamos tanto en hacer las cosas bien. Y las figuras denuestraautoridadpasaronaserloscomandantes. A mucha gente no la conocíamos, las órdenes las recibíamosdelosmandosmedios.Principalmente,en ese momento, éramos la base y después fuimos intermedios.Despuésdediezaños,éramostotalmente fieles a lo que ellos nos pedían y absolutamente leales.Tuvieran la razón o no, porque ellos se volvieron nuestros padres, nuestra familia. Como decía una amiga, es que ellos eran nuestro sol.Y es cierto, porque llegamos a una cosa casi de fanatismo. Porque cortamoslosvínculosfamiliares,noteníamosvínculos religiosos, porque éramos marxistas. No sabíamos ni que era eso, pero ya nos sentíamos parte del hombre nuevo. En el sentido de la época, de lo que decía del Ché, el hombre nuevo, el socialismo y todo el asunto. Pero eso, no lo podíamos hacer aquí, porqueestábamosensituacionestotalmentehostiles.14 Como hemos señalado, Guatemala se debatía entre polaridades antagónicas: la pobreza y la opulencia, el saber y la ignorancia. Una realidad desgarradora entre el campo y la ciudad. Una nación escindida entre veintidós grupos humanos etnolingüisticamente diferenciados. Un país estructurado desde la injusticia social y con una marcada desigualdad en la distribución de la riqueza. Todo esto
14
Entrevista No. 4, Ibíd.
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formó el caldo de cultivo en lo social para que algunos estudiantes se pronunciaran en la construcción de una sociedad diferente.
Recuerdo que una de las primeras situaciones en las que uno se ve confrontado es esa gran injusticia que había en aquel tiempo, se trataba con un desprecio muy grande y sorprende a todos los indígenas, se daba por sentado que el pueblo indígena no podría llegar jamás a tener un desarrollo intelectual, tener acceso a las mismas situaciones de vida que el ladino. Además, estaba muy marcada la cultura patriarcal. Y yo decía: la vida tiene algo más que eso. Y por supuesto,laemotividad,misamigas,amigosempezaron a involucrarse en la guerrilla y de la noche a la mañana estaba también colaborando con ellos. Tambiénestabaconscientequeteníamosquehacer algo en contra de toda esa situación de injusticia. (…) Además estaba en el asunto de la adolescencia rebelde. Una adolescencia rebelde por naturaleza. Entonces, toda mi rebeldía la canalicé en eso. No solofuelacuestiónideológica,políticaoentendertodas las leyes del marxismo o materialismo, sino tambiénunasituaciónmuypersonalderomperbarreras y hacer lo que tú quieres y que nadie te diga no.15 En ese proceso de repensar el futuro, esta generación cree con fervor que el socialismo sería la solución a los problemas sociales. Con más ingenuidad que un criterio académico, sin hacer un análisis crítico de la realidad, aplicaron –de una manera mecánica– el mo
15
Ibíd.
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delo socialista impuesto en la Europa Oriental como la perspectiva de futuro para el país o la región latinoamericana. La revolución cubana y el protagonismo de Ernesto “Che” Guevara16 marcarían un
16
La Revolución Cubana y su referente de transformación eco-
nómica, social, política, ideológica y cultural iniciado en Cuba en 1959, es el hito político de mayor impacto en la izquierda revolucionaria latinoamericana. Para Marta Harnecker, la victoria guerrillera en la isla caribeña, era una luz que asomaba en el oscuro horizonte conservador que entonces se vivía. Tenía todas las cualidades para ser atractiva, especialmente para los jóvenes: espíritu romántico, heroísmo en las montañas, antiguos líderes estudiantiles con la desinteresada generosidad de su juventud –el más viejo apenas pasaba los treinta años–. Los jóvenes de izquierda de los sesenta pensamos que íbamos a poder contemplar relativamente pronto una transformación social profunda en nuestros propios países. Esta nueva izquierda, llena de ímpetu e impaciencia juvenil, no sólo se declara partidaria de la lucha armada, sino que se lanza a crear organizaciones guerrilleras: Masseti en Tucumán, Argentina; las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, en Venezuela; las Fuerzas Armadas Rebeldes dirigidas por Marco Antonio Yon Sosa y Luis AugustoTurcios Lima, en Guatemala; el MIR encabezado por Luis de la Puente y Guillermo Lobatón, y el ELN dirigido por Héctor Béjar, en Perú; el Frente Sandinista dirigido por Carlos Fonseca, en Nicaragua; el Ejército de Liberación Nacional de Camilo Torres, en Colombia; Lucio Cabañas con su Partido de los Pobres y Genaro Vázquez y su Asociación Cívica Nacional Revolucionaria, en México; Marighella y Lamarca en Brasil; y la simbólica guerrilla del Che en Bolivia. No pocos de estos grupos –conformados por heroicos jóvenes dispuestos a dar su vida por la causa popular–, caen en desviaciones foquistas: deciden partir a la montaña sin conocer previamente el terreno, sin un mínimo de apoyo social, convencidos de que las condiciones revolucionarias estaban dadas y que bastaba sólo la chispa– para encender la pradera. El libro ¿Revolución en la Revolución? de Regís Debray (1967) – intelectual francés que visita la guerrilla del Che en Bolivia– se transforma en una especie de cartilla para montar guerrillas y se encarga de dar fundamento teórico a este método, que muy poco tiene que ver con lo que realmente ocurrió con la revolución cubana. No
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era ni sería la primera vez que se copiaba un modelo extranjero sin tener en cuenta la realidad del respectivo país. Los hitos que marcan a la izquierda latinoamericana desde la revolución cubana hasta hoy. Marta Harnecker, textos preliminares del libro “La izquierda en el umbral del Siglo XXI”. En:http://lahaine.org/internacional/ historia/hitosizquierdamarta.htm (Consultada noviembre de 2010) Sin embargo, podemos hacer un análisis muy crítico a Marta Harnecker, quien de una manera mecánica aplicó un resumen del manual soviético sobre los modos de producción en el texto “Los conceptos elementales del materialismo histórico”, (1969). Miles de jóvenes con un pensamiento social, se iniciarían en el marxismo con la repetición simplista del contenido instrumental de esta obra. Intentaron analizar una realidad social compleja y contradictoria, para lanzarse a la transformación de la sociedad. Como ella apunta, años más tarde, nadie conocía hasta ese momento las realidades históricas. El candor que provocó la Revolución Cubana y la teoría del foco del Che, este manual, en la década de los años sesenta, se convertiría de una manera contradictoria en un texto universitario de adoctrinamiento. En el prólogo a la edición publicada en 1984, Marta Harnecker anota lo siguiente: haciendo ahora un balance de su eficacia pedagógica comprobamos que, a pesar de nuestro esfuerzo por orientar al estudiante hacia una visión científica, antidogmática del marxismo –o que implicaba una lectura crítica y una aplicación creadora de lo aquí aprendido– no pudimos evitar que, en ciertos casos, se cayera en un estudio memorístico y en una repetición mecánica de su contenido. La responsabilidad de esa forma antimarxista de estudiar el marxismo no debe atribuirse en forma exclusiva al estudiante. En nuestro propio trabajo existían deficiencias que, en parte, lo explican. En primer lugar, no siempre las definiciones conceptuales se encontraban al final del necesario recorrido explicativo, culminando la exposición pedagógica. En algunos casos en lugar de ser el punto de llegada eran casi el punto de partida. En segundo lugar, aunque insistimos mucho en el carácter instrumental de los conceptos aquí desarrollados, no advertimos al lector acerca de la necesidad de estudiar las teorías específicas de cada modo de producción, sin cuyo conocimiento es imposible hacer un estudio científico de la realidad de cada país. Más que dar instrumentos para analizar la historia concreta pretendemos proporcionar un instrumental teórico que
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hito de vital importancia en la aplicación de este modelo socialista en la región. Para el caso particular de Guatemala, los primeros brotes estudiantiles de protesta que se dan en la década de los sesenta, luego de la invasión norteamericana en 1954, fueron una reacción necesaria y fundamental a la inequidad que ese sistema impuso. Esos jóvenes, involucrados en los movimientos estudiantiles de los años sesenta e inspirados en los ideales de la revolución socialista en Cuba, se propusieron la construcción de una sociedad diferente. Su asidero teórico fue la doctrina marxista-leninista. Sin embargo, debemos comprender que la práctica humana en la implementación del socialismo, a nivel mundial, tiene su contradicción en que la riqueza, en cualquier sistema, se genera socialmente, pero la apropiación de la misma es de carácter individual. El modelo marxista de explicación de la histórica se convirtió en una doctrina. Dejó sus bases científicas y se convirtió en un manual primario y reduccionista con fines políticos inmediatos. Si bien es cierto, en el modelo marxista de la historia se incorporó la categoría del trabajo como una explicación del proceso humano, ésta se permita un estudio crítico y creador del propio marxismo. Nuestra intención no es sustituir el estudio de los clásicos sino motivar una lectura esencialmente antidogmática de sus textos teóricos y políticos, para rescatarlos de la fosilización a la que a menudo han sido sometidos. En tercer lugar, si bien los temas de reflexión que, en las versiones anteriores, acompañaban a cada capítulo señalaban correctamente hacia dónde se encaminaba nuestro afán educativo, los cuestionarios de autocontrol de lectura, en cambio, se prestaban más para medir la capacidad de repetición mecánica de las reflexiones y conceptos desarrollados en el capítulo que para medir su asimilación crítica. Marta Harnecker, los Conceptos elementales del materialismo histórico. http://www.archivochile.com/Ideas_Autores/harneckerm/3textteopol/ harnepoliteo0025.pdf (Consultada noviembre de 2010)
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degradó de una manera simplista a partir del manual de la Académica de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas –URSS, el que perseguía fines políticos inmediatos, como un adoctrinamiento estalinista17 de la historia.18 Uno de los sobrevivientes, de aquellos jóvenes estudiantes, involucrados en la causa del socialismo, lo replantea de la siguiente manera:
Es más de creencia un poco dogmática, el decir, si ésta es la opción. Sin detenerse a pensar
17
De la teoría económica social estructurada por Karl Marx, a me-
diados del siglo XIX, se creó una linealidad histórica de los modos de producción a partir de la comunidad primitiva, esclavismo, feudalismo, capitalismo y supuesto socialismo que explicaba la cuenca mediterránea o Europa. Uno de los aporte de este modelo, que hasta la fecha tiene vigencia, es que la historia se da por las relaciones de trabajo entre los humanos y desmitifica de una vez por todas, el pensamiento de las deidades o de los fines teológicos en la historia de la humanidad.
18
Estalinismo, término que en ciencia política designa a la ideolo-
gía y praxis política del dictador soviético Iósiv Stalin (José Stalin) y, por extensión, a la de los seguidores de esta doctrina. En general, se puede afirmar que el estalinismo está caracterizado por los rasgos más autoritarios del comunismo implantado en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas -URSS tras la muerte de Lenin, principal protagonista de la Revolución Rusa, y una vez superada la resistencia de los principales opositores a Stalin, especialmente la de Liev Trotski. El imperio de la burocracia, el recurso arbitrario a la represión de las masas, un desproporcionado culto a la personalidad y la ejecución de los enemigos políticos (en las que la historiografía ha denominado ‘purgas’) constituyeron los fundamentos esenciales del estalinismo. En:
http://leninystalin.blogspot.es/1196738940/ (Con-
sultada noviembre de 2010)
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exactamente cual es la aplicación del socialismo en unpaíscomoGuatemala,hayunejemploqueseguir y ese ejemplo era la revolución cubana y, en macro lo que pasaba en el bloque socialista. Lo que tenía que ver con la Unión Soviética. Eran los marcos generales de lo que se podía agarrar uno. Porque lo grande era lo histórico de la URSS y los países del bloque socialista y, Cuba que era lo más cercano. Esos ejemplos, eran como eso –lo que quiero para mi país, en los sueños, en lo utópico. 19apropiar Desde el punto de vista histórico se debe interpretar, que a finales del siglo XIX, con la ampliación del mercado mundial del café,20 para la población rural, se transformarían las relaciones sociales en su conjunto. Es importante acotar que, en estas comunidades, durante el periodo colonial hubo un equilibrio social dada la independencia alimentaria que tuvieron.
19
Entrevista No. 5. Estudiante universitario y militante en la lucha
armada insurgente. Década de los años 80 (Guatemala, abril de 2010)
20
La expansión hacia una economía cafetalera, significó el fin de
la producción agrícola de la grana o cochinilla. Con la nueva política agraria este cultivo fue desplazado por el café. Esta dinámica productiva creó una ampliación de la frontera agrícola y los propietarios emergentes acapararon, en muchos casos de manera violenta, parte de las tierras comunales. Con este propósito se decretó la abolición del “Censo enfitéutico”, así como la expropiación de las tierras de la Iglesia Católica. Con el transcurso de los años se dio una marcada tendencia a la formación de latifundios y, por consiguiente a la concentración de la tierra en pocas manos. En: Renate Witzel de Ciudad, Más de cien años del movimiento obrero urbano en Guatemala. Tomo I. Artesanos y obreros en el período liberal (1877-1944) (Guatemala, ASIES, 1991), p. 5-7.
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A partir de la intervención norteamericana de 1954, los grupos de poder, bajo las banderas del “anticomunismo”,21 fueron coherentes con su ideología liberal mercantilista y la tierra se convierte en otra mercancía. En esta dinámica algunos estudiantes serían la contra propuesta a esta ideología. Sin embargo, debemos tomar en cuenta que la configuraron social del país muestra matices muy marcados, existe hasta la fecha una diferenciación étnicolingüística muy clara. Esta crisis se agudizó a partir de 1954, cuando los nuevos gobiernos modificaron las políticas públicas iniciadas una década antes con la revolución democrática encabezada por la presidencia de Juan José Arévalo. El país hasta ese momento fue una sociedad estuvo marcada por un patriarcado que tiene sus orígenes desde la Colonia –una sociedad totalmente excluyente para las mujeres- y que sustenta su ideología en la fe cristiana y que se refuerza desde las cosmovisiones prehispánicas patriarcales. Una actitud netamente masculina que se fue consolidando por más de cinco siglos y que define hasta la actualidad a la sociedad guatemalteca. Entonces, se perfiló un comportamiento reivindicativo por algunos sectores sociales y que se hace evidente a partir de 1962, cuando aparece el movimiento orgánico militar de la insurgencia por los derechos de la población desposeída.
21
El anticomunismo ha sido una consigna, conducta política o
pretexto de algunos gobernantes para reprimir a las personas o sectores que encabezan luchas de reivindicación social, o que son portadores de ideas renovadoras. Nunca ha constituido, una doctrina, ni siquiera una corriente expuesta en obras de ciencia política y social. Sin embargo, algunos de sus postulados es fácil encontrarlos en los ideólogos del fascismo, el nazismo y el falangismo, no siendo simple coincidencia que estas tres tendencias proclamen con vehemencia el “anticomunismo” de sus artífices, figuras nefastas de la historia europea del siglo XX.
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Nosvolvimosconquistadores,aguerridosyesofuelo quenossalvólavida.Primeramente,conformefuimos asumiendomásymásresponsabilidades.Hubomeses enquenoscambiamoscomocincovecesdecasas.Se desarrolló de tal manera nuestro instinto de conservaciónqueesomismo,noshizodesprendernosdetodo aquelloquepudieraponerenpeligronuestraacción, nuestramisión.Meseparécompletamentedemifamilia. Cuando mi hijo nació, se quedó como ocho meses con mí mamá. Con esa situación él, también seponíaenpeligro.Nopodíapensarenloqueestaba haciendo, pero tenía que pensar en su seguridad.22 Entonces, hay un descontento que se hace evidente a partir de 1962, cuando aparece el movimiento orgánico militar de la insurgencia por la reivindicación de los derechos de la población desposeída. Muy importante para conocer los propósitos y en general el pensamiento de quienes dirigieron las primeras organizaciones guerrilleras, resulta ser la declaración leída el 26 de febrero de 1962, a la una de la tarde en Radio Internacional, capturada por los rebeldes para trasmitir a la ciudadanía guatemalteca el documento, burlando de esa manera la riesgosa censura oficial. La declaración, reproducida luego en un medio escrito del Frente Patriótico Revolucionario, sintetiza en su parte introductoria lo siguiente:
QUIENES SOMOS, QUE QUEREMOS Y POR QUE LUCHAMOS. 22
Entrevista No. 4, Ibíd.
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Declaración leída el 26 de febrero a la una de la tarde en RADIO INTERNACIONAL, capturada por rebeldes para lograr la transmisión de este Documento pasando sobre la censura oficial. SomosoficialesdelejércitodeGuatemala,quedesde el 13 de noviembre de 1960 luchamos por darle a nuestropaísungobiernoqueactúeconnormasdemocráticassegúnlosinteresesdelpueblo.Desdeel13de noviembre de 1960, la oficialidad joven del ejército nacionalhamanifestadosudecisióndeterminardefinitivamenteconlacalamidadyelroboorganizados porYdígorasFuentes,susasesoreseconómicosysus testaferros.Losoficialesjóvenesdelejércitonacional, creemosquelosfondosdelerarionacionaldebenser manejados con absoluto apego a la honestidad y a la decencia, porque mientras la ciudadanía sufre las funestasconsecuenciasdeldesgobiernoydigorista, la gavilla del gobierno roba a manos llenas, traficaconlosbienesdelestadoymaniobraburdamente para implantar leyes que exigen como garantía los prestamistasnorteamericanos,paraluegorecibirla dádiva, meter los dígitos avergonzados y dejar más aún, comprometida a nuestra Patria. El movimiento rebelde del 13 de noviembre, denuncia ante la conciencia democrática del pueblo de Guatemala y de Américacomoladronesdescaradosdeltesoropúblico a Miguel Ydígoras Fuentes, a su hijo Miguel Ydígoras Laparra, al inglés Jan Munn, al colombiano Morales Gómez, a Ramiro Samayoa Roldán, a Leopoldo 74
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Bolaños, a Humberto García y García, al Sr. Julio QuiñónezYdígoras y a Carlos González Siguí, como laélitedelrobodescaradoorganizado.Estos,losmenosimportantesquetambiénconoceelpueblo,pronto tendrán que rendir cuentas de sus actos a los guatemaltecos a quienes ha estafado, no solo en lo que se refiere al dinero del pueblo, sino en lo político y en lo social, el régimen ydigorista ha sido una estafa. El13denoviembreestánuevamenteconlasarmasen lamanoluchandocomoguerrilleroenlasmontañas, poniendoalserviciodelosinteresesdelpueblonuestrasvidasdejuventudmilitar.Esosomos,jóvenesque no por el hecho de ser militares, hayamos estado de espaldasanuestropueblo,insensiblesalhambreyla miseria de nuestros campesinos y trabajadores, a la angustiadenuestrosempleados,denuestrosmaestros; nosomosinsensiblesalaestrechezeconómicaquesoportamosnitampocoalestadoraquíticodenuestras industriasycomerciosconansiademejoresmercados. Elmovimientorebelde13denoviembresienteverdaderamenteveranuestrosniñosescribiendoenelsuelo enlasescuelasporfaltadepupitresmientrasqueYdígorasorganizaunapomposaescuelaparacentroamericanos con el afán de su absurda pretensión de líder unionista.Sentimosverdaderamenteeldolordenuestrasgentesrogandoporqueselescureenloshospitales cuya situación es lamentable, mientrasYdígoras y su pandilla andan de feria en feria como payaso, 75
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simulandoprosperidadybonanzaquenoexisten.Nos conmueve ver cómo los traficantes de los bienes del Estadoserobantresmillonesenlaventadelasfincas para construir el teatro nacional y se gastan otros tantos millones en dicha obra. Para qué queremos teatro nacional si lo que el pueblo tiene es hambre! Nosentristece,guatemaltecos,verelfuturosombrío denuestraPatriaquetienequecomprarenelexterior hasta el maíz de nuestras tortillas. No hay donde trabajar,nienelcamponienlaciudad,enelcamposubsisteellatifundioyenlaciudadelenormedesempleo ynuestrobajopoderdeadquisiciónestánparalizandolaactividadcomercialylaproducciónengeneral. Quienes gobiernan no se preocupan por resolver a fondolosgravesproblemasdeestacrisis,másquede hartarse insaciables del sudor y la sangre de nuestro pueblo,ydellorarantelosprestamistaspidiendodineroquenolesdaránporqueyasabenqueseloroban. ¡Pueblo de Guatemala.... a ponerse de pie! Solo es necesario salir 15 kilómetros fuera de la ciudad para ver que los perros de las zonas residenciales viven mejor que nuestros campesinos. Esto no debe ser así, nuestro pueblo también tiene derecho a una vida más digna, segura y feliz. Poresoluchaelmovimientorebelde13denoviembre...
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Estamos en la montaña luchando a muerte por los que tienen hambre, por la tierra que el mismo Kennedypidequeledemosanuestroscampesinos,luchamosporelobreroquenotienederechoniaenfermarseporquenotieneparamedicinas,porelempleado, por el profesional, el maestro que han soñado con su casa propia, por los enfermos que mueren a las puestas de los hospitales, por los humildes luchamos, por la gente sencilla y buena que ha perdido toda esperanza y que cree que ese es su destino.... Por eso lucha el 13 de noviembre! Porque haya un gobiernorespetuosoydemocráticoquenotoqueun centavo del pueblo, que resuelva definitivamente nuestro atraso material, que defienda los intereses denuestropuebloydenuestrapatriaconsentidode soberanía y de dignidad... eso es lo que queremos! Quienes se oponen a la realización de estos ideales, son tus enemigos de siempre guatemalteco, los oscurantistas, retrógrados, enemigos de las conquistas populares. El pueblo los conoce, porque el pueblo sabe quien está contra sus intereses.23 En otras partes del documento se explicó que, en ningún momento los dirigentes se habían ido a refugiar a Honduras o que habían 23
Guatemala: Memoria del silencio. Apéndice 11. En: http://shr.
aaas.org/guatemala/ceh/mds/spanish/cap1/ap11.html (Consultada noviembre de 2010)
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sido capturados. Por el contrario, afirmaron que seguían en pie de lucha, esperando la solidaridad de todos los sectores; también se insistía en la denuncia sobre la pobreza en que estaba sumida la población guatemalteca, especialmente la del área rural.
Desmentimos categóricamente los infundíos del gobierno que trata de tergiversar los hechos ante la opinión pública para aprovechar otros días en el poder. El ydigorismo acostumbrado a engañar al pueblo trata de hacerlo nuevamente al informar que los rebeldes corrimos a Honduras, que nos han capturado y que todo está en calma. Es falso! !HA LLEGADO LA HORA! Estudiantes universitarios y de secundaria: desde el frente rebelde “Alejandro de León” os saluda la juventud militar revolucionaria sabida de que vuestra probada decisión por la causa del pueblo levantará vuestras banderas de lucha. Obreros y campesinos: Es falso que hayamos renunciado a la lucha, estamos con algunos de vuestros compañeros de pie y con las armas en la mano, Hemos tenido sólo victorias. Nuestra lucha es lenta pero efectiva. Tarde o temprano llegará la hora de la batalla final. ¡Estad preparados! Periodistas y escritores: Nuestra causa es una causa justa. Ante ella tenéis tres caminos: El silencio, la mentira y la verdad. Decid lo que sea vuestro criterio, pero consultad vuestros principios éticos. 78
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Industriales y comerciantes progresistas: Aclarad a vuestroscolegasyamigosqueúnicamentehabránmejoresmercadoscuandoelpueblopuedacomprarmás. Compañeros Jefes y Oficiales del Ejército: No se ha respetado lasoberaníanacional,noseha respetado laConstitucióndelaRepública,noseharespetadola voluntadpopular,noseharespetadoelerariopúblico ynuestropueblosedebateenunadesastrosacrisis.Si nolohabéispodidoobservardesdevuestroscuarteles, preguntad, mirad con serenidad la actual situación denuestroshombres,mujeresyniños,pensadreflexivamenteenquemerecemostodoundestinomejorque el de la enfermedad, el hambre y la miseria y poned vuestras armas al servicio de nuestro pueblo, ¡Hacedlo!Operderéiselrespetodevuestrosconciudadanos. ¡Hasta pronto, hasta la hora de la victoria! FRENTE REBELDE “ALEJANDRO DE LEON” MOVIMIENTO 13 DE NOVIEMBRE. Reproducción del FRENTE PATRIOTICO REVOLUCIONARIO. Guatemala, 27 de febrero de 1962.24 En ese contexto es importante puntualizar que las mujeres militantes por la causa del socialismo, no reivindicaron en un primer momento, sus demandas específicas por considerarlas dentro del 24 Ibíd.
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sujeto social orgánico del proletariado. Sin embargo, la actitud militante, la acción política pública o, en casos extremos, la negación maternidad -para poner algunos ejemplos-, contribuyó para que las mujeres se conformaran como sujeto social dentro de la ideología del socialismo. Casos atípicos reafirman este comportamiento. Luego de cuatro o cinco décadas aquellas estudiantes, allanaron el camino para incorporar las reivindicaciones específicas de las mujeres y por ende lograr una sociedad incluyente. Desde esa perspectiva, Rina Villars, comenta lo siguiente:
Laexperienciadelasmujerescentroamericanasenel movimiento popular y revolucionario ha tenido, sin embargo,efectosambivalentesenelprocesodeconfiguración de una nueva entidad genérica. Por un lado, a través de esta experiencia las mujeres desarrollaron una conciencia crítica sobre las jerarquías de clase de su entorno, así como diversas habilidades discursivas y estrategias de movilización. Ello a la vez, ha sido esencial en la gestación de una conciencia de género entre las mujeres, en una lectura de la opresión más allá de la dimensión clasista.25 La sociedad guatemalteca manifiesta hasta la fecha una actitud conservadora frente al paradigma masculino, lo que hace difícil de romper la estructura patriarcal. En consecuencia, las mujeres militantes de la década del 60, a pesar de tener una práctica política pública, se toparon con todas las actitudes machistas de la sociedad. Incluso dentro de los movimientos insurgentes, se les consideró como militantes de segundo orden frente a la militancia masculina. 25
Villars, Ibíd., 589.
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Podemos mencionar en ese aspecto que para el caso particular de Guatemala, dentro de la estructura insurgente en la década de los 80, existen las primeras mujeres comandantes, anterior a eso, en el mejor de los casos eran concebidas como correo o informantes. Una de nuestras entrevistadas –de las pocas sobrevivientes- comparte, la experiencia vivida en la década de los 70s u 80s.
Creo que es una de las cosas positivas, al menos en mi caso. Conforme la gente iba asumiendo responsabilidades,conocimientosycompromisos,sedaban algunasotrasresponsabilidadesyasignacionesque no tenían nada que ver con el género. Me sentí completamenteigualqueotrapersona,hombreomujer indígenaoladina.Porsuertemedesenvolvíconpersonas que nunca tuvimos ese tipo de problemas. Si, medicuenta,queporsermujeresteníamosalgunas desventajas por los lugares que ibas o no teníamos la fuerza suficiente. No se podía llegar a cualquier lugar. O también teníamos algunas ventajas y desventajas.Porquehabíanlugaresdondeunhombreno podía llegar y nosotras si. Sobre todo en las tareas de vigilancia. O a la hora de hacer algunos negocios mediolegales,eramuchísimomejorquesepresentara unamujerqueunhombreyalointerno,norecuerdo que se me haya discriminando de alguna forma por sermujer.Sobretodolasmujerescampesinas,indígenas, tenían la misma capacidad, realmente, tenían la misma fuerza, las jóvenes indígenas no se quedaban atrás a la hora de un enfrentamiento militar. 26 26
Entrevista No. 4, Ibíd.
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En consecuencia debemos comprender lo contradictorio de un movimiento que reivindica a una sociedad igualitaria, que se anteponía a la estructura patriarcal en esta organización. A la postre con los años, vemos esa clara diferenciación que mostró a las mujeres en estos movimientos. Entonces, se hace más contradictorio cuando la sociedad manifiesta toda una actitud conservadora en donde las mujeres de diferentes estratos sociales se pronuncian a favor de ese pensamiento patriarcal. Se hace visible esta ideología patriarcal, en los paradigmas religiosos de la iglesia católica, en donde miles de mujeres le dan ese toque masculino, basta recordar que dios es hombre dentro del pensamiento cristiano, en ese aspecto probablemente las cartas de Monseñor Mariano Rossell Arellano sean determinantes para explicar la sociedad de corte patriarcal que las mismas mujeres sustentan.
El comunismo despoja al hombre de su libertad, principioespiritualdesuconductamoral,quitatoda dignidad a la persona humana y todo freno moral contraelasaltodelosestímulosciegos.Naturalmente esta doctrina, al negar a la vida humana todo carácter sagrado y espiritual, hace del matrimonio y de la familia una institución puramente artificial y civil, o sea fruto de un determinado sistema económico; niega la existencia de un vinculo matrimonial de naturaleza jurídico-moral que esté por encima del arbitrio de los individuos y de la colectividad, y consiguientemente niega también su indisolubilidad. En particular, no existe par el comunismo nada que ligue a la mujer con la familia y la casa. 82
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Al proclamar el principio de emancipación de la mujer, la separa de la vida doméstica y del cuidado de los hijos para arrastrarla a la vida pública y a la producción colectiva en loa misma medida que el hombre, dejando a la colectividad el cuidado del hogar y de la prole. Niega, finalmente a los padres elderechoalaeducación,porqueésteesconsiderado como un derecho exclusivo de la comunidad, y solo en su nombre y por mandato suyo lo pueden ejercer los padres. En una palabra, se pretende introducir una nueva época y una nueva civilización, fruto exclusivo de una evolución ciega:“una humanidad sin Dios”. Puede ser que en Guatemala no creamos aun entanhorrendasconclusiones,peronopuedemenos de angustiarse el animo al considera los indicios de algo muy doloroso para el porvenir. Mientras en las claseshumildesvemosquelosaumentosdesalarioy la disminución de horas de trabajo no ha tenido casi más resultado que la multiplicación de los vicios –la embriaguez,el juego,ladisolución del costumbresfruto de la escuela sin Dios que van mostrando en el pensar tan desviado de la verdad y de los principios eternos,ennuestrosintelectuales.Contratodarazón y contra el sentir del pueblo, Guatemala se jacta de ponerse al lado de más de una manifiesta injusticia, con el prurito de avanzar, a pasos agigantados, hacia la vanguardia de los enemigos de Cristo.27
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Carta pastoral colectiva del episcopado de la provincia ecle-
siástica de Guatemala sobre la amenaza comunista en nuestra patria (Guatemala,
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En la actualidad, apenas se ha empezado a fragmentar el modelo patriarcal. Por lo que, la participación de las mujeres en el ámbito público ha empezado a construirse de una manera orgánica. La intervención política de las mujeres en los movimientos estudiantiles de los años 60 en Guatemala, estuvo encaminada a la reivindicación social en su conjunto. Todavía no se tenía conciencia plena de los planteamientos feministas, como sucedía en otros países de la región.
Creo que la participación política de nosotras no teníamuchoqueverconnuestraidentidaddegénero. Era más una convicción de clase, de lucha contra el Estado clasista. En la época de estudiante muchas cosas fuertes construyeron nuestra identidad, nuestra forma de ver la vida y nos responsabilizamos de la problemática del país. Veíamos dignidad, fuerza, solidaridad, había posición política. Una serie de elementos que se conjugaban con la posibilidad de romper este sistema tan opresivo.28 Por su parte Oliverio Castañeda de León,29 Secretario General de la Asociación de Estudiantes Universitarios –AEU, (1977-1978) maTipografía Sánchez & de Guise, 1945), p. 6. 28
Entrevista, No. 5, Guatemala, octubre de 2008.
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Oliverio Castañeda de León fue asesinado el 20 de Octubre
de 1978, pocos minutos después de haber pronunciado en el mitin de clausura del desfile de conmemoración de la gesta revolucionaria del 20 de Octubre. Oliverio Castañeda fue uno de los mejores defensores de las causas populares desde la tribuna universitaria. En: Siete Días en la USAC. Semana del 23 al 29 de octubre de 1978. Comunicado. Oliverio Castañeda, Secretario general de la AEU fue asesinado esta tarde por el gobierno del General Romeo Lucas García. p. 8.
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nifestó en una entrevista a él realizada, que el movimiento estudiantil de secundaria y universitario –con una tradición de lucha–, continuaba ligado a las reinvindicaciones de los sectores populares del país. De ahí que era un movimiento estudiantil madurado al calor de la lucha que libraba el pueblo guatemalteco, entre otras causas, por el respeto a los derechos humanos y el respeto a las libertades democráticas. Además manifestó que la lucha del movimiento estudiantil de los últimos años de la década de los setenta, se enmarcaba estrechamente a las demandas más sentidas de los estudiantes. Partiendo de sus necesidades más cercanas: las académicas y la consolidación de sus organizaciones representativas como la AEU, para que fueran capaces de dirigir el movimiento estudiantil hacia los objetivos propios del estudiante. Y recordó que como producto de la misma lucha estudiantil se habían logrado cambios importantes en el proceso de la transformación universitaria: contenido científico y la democratización de la enseñanza superior. Todo esto a la par de lograr la dirección del movimiento estudiantil en todas sus formas de vinculación con la lucha de los sectores populares. 30
Lasmujerescomprendíamoslosderechosdelasmujeres, por el derecho a participar. Había una disciplina de trabajo en donde la participación de la mujer era pareja. De esa cuenta en la universidad levantamos la bandera por la defensa de los derechos humanos. El principal derecho, era el derecho a la vida y lo veíamos dentro de una lucha de clases.Y la perspectiva social, era el cambio del sistema 30
Siete Días en la USAC. Semana del 11 al 17 de septiembre de
1978, El movimiento estudiantil tiene historia, p. 7.
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imperante: la desigualdad, pero enmarcada dentro de la lucha de clases. Por ejemplo enarbolamos la bandera en la defensa de la no privatización de la Empresa Eléctrica y apoyamos además en el año de 1978 el tema del transporte urbano. Que dicho sea depasoeldelegadoquenegocióconlacomisiónfue Oliverio Castañeda de León, Secretario de la AEU y el Decano de la Facultad de Ciencias Económicas, AlfonsoVelásquez.Ellospresentaronlaposicióntécnica en nombre de la Universidad de San Carlos de Guatemala.Y como asociación de estudiantes, éramos parte del Comité Nacional de Unidad Sindical –CNU. Esas eran las demandas que presentábamos, sobretodoenloqueserefiereporelderechoalavida Es de señalarse que los movimientos sociales y estudiantiles empezaron a cobrar mayor fuerza, existía una naciente generación de jóvenes que estaban inspirados por los acontecimientos de la revolución cubana del 59 y en el ejemplo del Che; ambos eran baluartes del activismo en las universidades.31 En su mayoría eran jóvenes que se pronunciaron en contra de la injusticia social, el despotismo imperante y la represión que afectaba a grandes sectores de la población. En ese escenario, vemos como, La declaración de Cuba como una República Socialista en 1962, en respuesta a la invasión de Bahía Cochinos, introdujo en la región la
31
El Movimiento estudiantil del 68. En: http://www.marxist.com/venezuela-
uno-ano-nacionalizacion-sidor.htm (Consultada noviembre de 2008)
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Del espacio doméstico a la rebeldía
cuestión del socialismo como forma inmediata de transición hacia un nuevo régimen económico-social colectivista.32 Desde finales de los setenta, se dio una eclosión de movimientos sociales, entre los que podemos describir los urbano populares, religiosos catequistas, estudiantiles y un feminismo incipiente, para citar algunos ejemplos. Esta dinámica social tuvo relación directa con los elementos estructurales de la historia de la región. Como elementos teóricos explicativos se crea la teoría de la dependencia33 del “tercer mundo” frente a la hegemonía del “primer mundo”. Cabe destacar que las formas de poder político, imperantes durante siglos, han sido cuestionadas por los sectores enunciados. Al igual que en otras sociedades latinoamericanas, el movimiento estudiantil guatemalteco, fue duramente reprimido en el marco de una guerra civil que duró más de treinta y seis años.34 32
Mónica Bruckmann, Los movimientos sociales en América Lati-
na: un balance histórico. En: http://www.medlu.org/spip.php?article 35 (Consultada agosto de 2008) 33
La tesis central de la teoría de la dependencia para América
Latina, plantea que, los términos de intercambio siempre trabajarían en contra de la periferia, lo que significaba que el centro explotaría constantemente a la periferia. Los ricos se harían más ricos y los pobres más pobres. Según esta concepción (1), el comercio internacional no era una forma de elevar el nivel de vida sino más bien una forma de robo y explotación que las naciones industriales y sus corporaciones multinacionales perpetraban sobre los pueblos en vías de desarrollo. Estas ideas se convirtieron en artículos de fe en las universidades latinoamericanas. teoría de la dependencia. En: http://www.neoliberalismo.com/dependencia.htm (Consultada agosto de 2008) 34
En Guatemala, “el conflicto armado” inició el 13 de noviembre
de 1960, cuando un grupo de oficiales se alzó en armas en el cuartel Justo Rufino Barrios, ubicado en la ciudad capital con la idea de iniciar una ofensiva militar que posibilitara la caída del Presidente Miguel Idígoras Fuentes. Varios de los oficiales
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Las acciones violentas por parte de los aparatos represivos del Estado, se tradujeron entre otras, en tortura, muerte y desapariciones forzadas. Sin embargo, cientos de estudiantes del nivel medio y universitario se involucraron desde una perspectiva social, en un movimiento vinculado a las clases populares. Como estudiantes –en su mayoría de clase media– lograron visualizar parte de la problemática humana y social que se vivía en el país y, consecuentemente, se comprometieron en la búsqueda de mejores condiciones de vida para la población guatemalteca.35 que dirigieron la rebelión, organizaron lo que posteriormente sería el primer grupo guerrillero, el Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre. En: Asociación de Investigación y Estudios Sociales -ASIES Compendio de Historia de Guatemala 1944 – 2000 (Guatemala, ASIES, 2004), p. 31. 35
En la historia de Guatemala el descontento popular durante el
régimen de Miguel Ydígoras Fuentes (2 de marzo de 1958 al 31 de marzo de 1963) llevó a la población a hacer causa común con estudiantes y obreros durante marzo y abril de 1962. Es de señalarse que en esa oportunidad los estudiantes –mujeres y hombres– desde un inicio hicieron planteamientos estrictamente políticos. Evidenciaron con sus protestas otro de los fraudes electorales consumados en el país. El estudiantado se lanzó a una acción cívica para lograr que el proceso electoral fuera anulado y se planteó también la renuncia del presidente de la república. La lucha de marzo y abril no tuvo un carácter estrictamente estudiantil, porque se sumaron los sectores populares. Es evidente que el movimiento estudiantil empezó a jugar un importante papel en la defensa de las causas sociales. Cabe señalar que este movimiento dio lugar a la fundación de la Federación de Estudiantes de Secundaria –FES que posteriormente se rebautizó como Frente Unido del Estudiantado Guatemalteco Organizado –FUEGO. Además, de protagonizar un importante papel histórico, aglutinó a estudiantes de los establecimientos oficiales de secundaria: Belén, INCA, Rafael Aqueche, entre otros. Aparte del sector estudiantil, las jornadas de marzo y abril también fueron respaldadas por el Frente de Mujeres Guatemaltecas. Es indiscutible que los inicios de la década del 60, marcó un giro importante
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Del espacio doméstico a la rebeldía
Estos emergentes grupos de la población debatían el modelo de Estado autoritario que no, los representaba. Por lo que esta efervescencia social se cristaliza desde los años sesenta, con las primeras luchas sociales urbanas, incluso, con las prácticas militares guerrilleras, para citar un ejemplo clave mencionamos a la guerrilla de Concuá.36
Era tanta la miseria humana y las condiciones de desigualdad,quelosplanteamientosparalograruna sociedadjustaseconstruíandesdelosmodelossocialistasyantiimperialistas.Sedebecomprenderqueel concepto del socialismo al cual se adhirió el movimientoestudiantilseexplicacomounaideologíapolítica, que se identifica con toda claridad a partir de principios del siglo XIX y transcurre hasta nuestros días.Esunacorrientedeacciónypensamientobasada en la socialización de los medios y formas de pro-
en el movimiento estudiantil. Las demandas planteadas por los estudiantes adquirieron un carácter político-partidista, de manera que exigían construir un gobierno democrático, el cual impulsara transformaciones estructurales en el país. En: Voz Universitaria, Importante lucha popular, Guatemala, Marzo-abril de 1977, p. 2-3. 36
Este movimiento surgió el 11 de marzo de 1962, cuando un
grupo de jóvenes decidió alzarse en armas e internarse en las montañas de Concúa y Granados en Baja Verapaz. El 12 de marzo de 1962, el ejército formó un cerco y abrió fuego contra la columna insurgente. Trece murieron en la lucha y el resto cayó prisionero. El enfrentamiento duró cerca de tres horas y en el cayeron los 13 muchachos. Se trataba de algunos miembros de la Juventud Patriótica del Trabajo JPT: sindicalistas, obreros y universitarios. El grupo fue bautizado “Columna 20 de Octubre”. En: Ana Lucía Gonzáles, Prensa Libre, Guerrilleros de Concúa, Guatemala, 15 de marzo de 1998, pp. 8-9.
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ducción, como vía para alcanzar la plena justicia socialylasolucióndelosproblemasdelahumanidad.37 Este planteamiento político –el socialismo–, permanece fuertemente vinculado con el establecimiento de una clase trabajadora organizada con el propósito de construir una sociedad sin clases estratificadas y subordinadas unas a otras. El movimiento político estudiantil se pronunciaba por la instauración de una democracia real. La participación política de la población estudiantil organizada, en torno a demandas concretas, la hace participar de una manera beligerante en contra del Estado guatemalteco. De esta forma, los movimientos estudiantiles fueron una expresión política de la sociedad civil frente al Estado autoritario de corte militar.38 Guatemala para ese entonces era una sociedad eminentemente conservadora y patriarcal. Incluso en el movimiento estudiantil reivindicativo, fueron hombres quienes dirigieron las acciones de protesta social, la participación de las mujeres, se daba más en comisiones de trabajo. No ocupaban la secretaria a nivel ejecutivo donde se tomaban las decisiones. Ahí no llegaban las mujeres.39 37
Se trata de un movimiento diverso en su forma y en el tiempo,
de acuerdo con el desarrollo económico alcanzado por cada país, sus características socio-culturales y la época en que se ha manifestado. De manera que por su esencia es uno y por las condiciones y tiempos de su manifestación es –a la vez– diverso, si de pensamiento dialéctico -estamos tratando de explicar los socialismos- y no de paradigmas aislados, sin relación de continuidad. En: http://www. insurgente.org/modules.php? (Consultada septiembre 2010) 38
Lola G. Luna, los movimientos de mujeres en América Latina o
hacia una nueva interpretación de la participación política, Ponencia presentada en el IV Encuentro de Latinoamericanistas Españoles (Salamanca 1994) 39
Entrevista No. 3, Ibíd.
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Del espacio doméstico a la rebeldía
Como una visión complementaria al planteamiento anterior, Virgilio Álvarez expone que en la década de los años 70, un elemento nuevo entraba en el juego de la acción política estudiantil, como era la marcada feminización de la dirigencia estudiantil.
Venidasespecialmentedelosinstitutosqueformaban maestras de educación primaria, Belén e INCA, estas nuevas dirigentes asumían responsabilidades y actividades con sus colegas varones (…) Este contingente de dirigentes pronto se integraría casi masivamente al movimiento estudiantil universitario, haciendo que éste cambiase, en mucho su cara y su fuerza. Exigentes y dinámicas, las jóvenes dirigentes feminizaron la vida estudiantil de una manera totalmente diferente a como la mujer había sido vista hasta entonces en los espacios estudiantiles: no habían llegado para ser reinas de belleza sino para compartirydiscutirconsuscolegasvaroneslascuestionesimportantesdelmovimientoestudiantily,en muchoscasos,enelmovimientorevolucionario(…) Sinembargo,apesardelafuerzayempujequetuvieron a partir de 1974, en ninguna de las facultades numerosasfueelectaningunapresidentadelaAsociación,comotampoconingunadirigentefemenina llegó a disputar la Secretaria General de la AEU.40
40
Virgilio Álvarez, Conventos, aulas y trincheras. Universidad y
movimiento estudiantil en Guatemala, Volumen II, El sueño de Transformar (Guatemala, FLACSO, 2002), p. 88-89.
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En ese momento, las estudiantes, se incorporaron a una lucha social, sin plantearse todavía la reivindicación de sus derechos, como más tarde se haría con los movimientos feministas. Una actitud espontánea por la causa justa de la humanidad, se expresaba en cada una de ellas. Sin embargo, el hecho de participar en el espacio público, creó una nueva dinámica de relacionamiento entre mujeres y hombres. Será esta actitud la que marcó el inicio, de una construcción orgánica de las mujeres dentro de la sociedad.
Afinalesdelosañossesentayprincipiosdelossetentalasmujereslatinoamericanasempezaronareunirse demaneracasiinformalenpequeñosgruposdeautoconciencia.Habíanpasadounpardedécadasdesde que la primera ola de feministas consiguió el voto para la mujer, la lucha ahora era otra, en un campo más privado como la sexualidad y la familia. El movimiento se inició, como había pasado en Europa y Estados Unidos, entre la clase media educada, amigasconinteresescomunesyunapreocupaciónporla situacióndesubordinaciónqueveíanasualrededor o que ellas mismas sufrían se reunían en casas para comentar, discutir o leer. El segundo sexo, de Simone de Beauvoir,marcóaunageneración de mujeres. Entreellastraducíantextosalespañoloseprestaban y comentaban libros y ensayos sobre el trabajo invisible, la violencia doméstica, la dominación masculina. Aquellas que viajaban empiezan a enterarse de loquesucedíaenotrospaísesyesoseconvierteenun detonadordelosmovimientosenLatinoamérica.41 41
Flores Magón, Ibíd.
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Es hasta finales del siglo XIX y principios del XX que se desata, en Europa, América de Norte y América Latina, un primer momento de los movimientos feministas organizado sobre todo en torno al derecho al voto y el acceso a una ciudadanía plena. Es hasta esta época que las mujeres empiezan a demandar los mismos derechos cívicos y políticos que hasta ese momento eran exclusivos de los hombres.42 Desde 1954, la lista de estudiantes víctimas de la violencia estatal, sumaba los nombres de Salvador Orozco, Prosecretario de la Asociación “El Derecho”, Álvaro Castillo Urrutia, Presidente del Consejo Superior Estudiantil, estudiante de la Facultad de Ciencias Económicas, Julio Arturo Acevedo, estudiante de la Facultad de Ciencias Económicas, Julio Juárez, Directivo de la “Juventud Médica”, Ricardo Castillo Luna, estudiante de secundaria,43 Marco Antonio Gutiérrez, Raúl Obregón, Plinio Castillo, Ricardo Martínez y de mujeres como Nora Paíz, Iris Yon Cerna y Rogelia Cruz, estudiante de la Facultad de Arquitectura, entre otras. En Guatemala los movimientos insurgentes se radicalizaron en la década de los 80. Una actitud contestataria, de carácter militar, se impone en algunos estudiantes, se deja de lado la protesta social para incorporarse a la lucha revolucionaria.44 Lo anterior es una 42
Hidalgo, Roxana. Historia de las mujeres en el espacio público
en Costa Rica ante el cambio del siglo XX al XIX. Cuadernos de Ciencias Sociales 132 (FLACSO Costa Rica, 2004)) 43
Nombres de estudiantes víctimas de la represión durante el
gobierno anticomunista de Carlos Castillo Armas. En: Augusto Cazali Ávila, Historia de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Época Republicana: (1821-1994), (Guatemala, Editorial Universitaria, USAC), p. 368. 44
En 1978 la Universidad de San Carlos se convirtió en uno de
los sectores de más peso político, llegándose a expresar, de forma muy abierta,
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respuesta necesaria por la violencia ejecutada por los aparatos represivos del Estado. Dos hechos históricos van a marcar esta radicalización. El primero se da el 20 de octubre de 1978, cuando es asesinato brutalmente el dirigente estudiantil Oliverio Castañeda de León y, el segundo, se marca con la toma y quema de la Embajada de España el 31 de enero de 1980. Dos formas violentas por parte de los aparatos represivos del Estado que, incluso hasta la fecha, marcan la apatía de la participación política–ciudadana de grandes conglomerados de mujeres y hombres. El historiador Augusto Cazali Ávila señala que la prolongada y sangrienta represión contra la Universidad de San Carlos de Guatemala, se originó a partir del movimiento intervencionista de 1954. Éste, fue un movimiento que interrumpió el proceso revolucionario iniciado diez años antes. Los gobiernos presididos a partir de Castillo Armas (1954-1996) orientaron una política interior de silenciamiento o aniquilación de las instituciones, grupos u organismos o personas que postulaban ideas democráticas y revolucionarias.45 Es así, que 1954, marca para Guatemala, el inicio del deterioro del
en contra del mismo Estado. Ese año el movimiento estudiantil, el profesorado y el Consejo Superior Universitario (integrado por los decanos, dirigentes estudiantiles y representantes de los colegios de profesionales) se unieron en contra del gobierno y en favor de la democracia. Aunque la mayoría de sus miembros provenían de las clases medias de la población, la San Carlos llegó a ser dominada por una corriente de pensamiento que argumentaba que los intelectuales debían estar junto con el pueblo en sus luchas (entrevistas). Organización y represión de la Universidad de San Carlos de Guatemala, 1944 a 1996. 8. 1978: El auge del movimiento. En:http:// shr.aaas.org/guatemala/ciidh/org_rep/espanol/part2_8.html 2008) 45
Cazali Ávila, Ibíd., 414.
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(Consultada
febrero
Del espacio doméstico a la rebeldía
sistema político, convirtiéndose en un país violento y agudamente polarizado.46
El 13 de noviembre de 1960 una parte del ejército se levantó en armas con la intención de convocar unas elecciones que instituyeran un gobierno civil, alejado de las influencias de Estados Unidos. El levantamiento fracasó y aquellos que lograron sobrevivir a la represión marcharon a las montañas para organizarunmovimientoarmadoqueconelapoyopopular pudiese levantar una insurrección generalizada. Ese fue el origen de la guerrilla. En la década de los60EstadosUnidosincrementaespectacularmente su asistencia económica y militar en Guatemala. Se alía con el ejército y empresariado guatemalteco para realizar un plan global contrainsurgente: se institucionalizael terrorsistemático como medio de lucha antisubversiva y forma de control social.47 Las cifras relacionadas al número de víctimas durante la reciente violencia política, ocurrida en Guatemala de 195448 a 1996, entre 46
Paul Kobrak, En Pie de Lucha: a los universitarios caídos. Or-
ganización y Represión en la Universidad de San Carlos de Guatemala. En: http:// ciidh.org (Consultada febrero de 2008) 47
Historia y contexto sociopolítico actual. En: http://www.nodo50.
org/pchiapas/guate/brico/1.htm (Consultada agosto de 2008) 48
En Guatemala, el conflicto armado inició el 13 de noviembre
de 1960, cuando un grupo de oficiales se alzó en armas en el cuartel Justo Rufino Barrios, ubicado en la ciudad capital con la idea de iniciar una ofensiva militar que posibilitara la caída del Presidente Miguel Idígoras Fuentes. Varios de los oficiales que dirigieron la rebelión, organizaron lo que posteriormente sería el primer grupo
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grupos con objetivos políticos contrapuestos,49 son incontables. No obstante el número de víctimas consignadas en diversos informes es de aproximadamente 200,000 entre muertos y desaparecidos: mujeres, hombres, niñas y niños y cerca de 45,000 víctimas de detención y desaparición.50 La investigación de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico –CEH,51 determinó que una de cada cuatro víctimas directas de las violaciones de los derechos humanos y hechos de violencia fueron mujeres, que murieron, fueron desaparecidas, torturadas y violadas sexualmente, otras fueron víctimas de masacres y otras acciones indiscriminadas. Cazali Ávila, destaca que los períodos de mayor crueldad sufrida por la universidad y la comunidad universitaria acontecieron en los años de 1978 a 1980. De hecho, señala que a causa de los sucesos ocurridos con la toma de la Embajada de España el 31 de enero de 1980, comenzó una ola de represión contra la Universidad de guerrillero, el Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre. En: Asociación de Investigación y Estudios Sociales –ASIES, Ibíd., 31. 49
Comisión para el Esclarecimiento Histórico, Guatemala, me-
moria del silencio, Tomo I (Guatemala, Oficina de Servicios para Proyectos de las Naciones Unidas -UNOPS, 1999), p. 124. 50
Agenda 2002, Los conflictos olvidados, Guatemala: en busca
de la verdad para convivir en paz. En: http://www.manosunidas.org/conflictos (Consultada febrero de 2008) 51
La Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH) fue esta-
blecida en el marco del proceso de paz de Guatemala mediante el Acuerdo firmado en Oslo (Noruega) el 23 de junio de 1994, para investigar las violaciones de los DDHH durante los 36 años del conflicto armado entre el Gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). En: http://www.acnur. org/biblioteca/pdf/4739.pdf (Consultada febrero de 2008)
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San Carlos de Guatemala, que a criterio del historiador, rebasó los anteriores casos de violencia, por la premeditación y crueldad con que fue ejecutada.52 Cabe señalar, que en esos años el movimiento estudiantil se radicalizó en sus demandas universitarias y se articuló con otros sectores como las organizaciones campesinas, sindicales y guerrilleras.
Enesemomentoeratotalmenteinsurgente,elhablar de la posibilidad de que la realidad era otra. Que no era la que vendían, que no era natural que la gente tuvierahambre,quelagentenotuvieratrabajo,donde vivir.(…)esassonlasreivindicacionesdelaguerra.53 Al iniciarse la década de los 80, con la Doctrina de Seguridad Nacional,54 el movimiento popular guatemalteco se fue viendo constreñido a sobrevivir en medio de la represión institucionalizada.55 Su finalidad no era más que permear el sistema político de Guatemala,56 con diferentes campañas contrainsurgentes, para 52
Cazali Ávila, Ibíd., 416.
53
Entrevista, No. 5, Ibíd.
54
La Doctrina de Seguridad Nacional impulsada por los Estados
Unidos después de la Segunda Guerra Mundial, tuvo mayor auge en los años 60. Dio soporte a las dictaduras militares en América Latina para evitar la influencia del comunismo y de la revolución cubana, que se consideraba como una amenaza. 55
Arturo Taracena Arriola, Colección ¿por qué estamos como es-
tamos? Etnicidad, estado y nación en Guatemala, 1944-1985 (Antigua Guatemala, CIRMA, 2004), p. 310. 56
“Durante el período del enfrentamiento armado la noción de
enemigo interno, intrínseca a la “Doctrina de Seguridad Nacional” se volvió cada vez más amplia para el Estado. Esta Doctrina se convirtió, a su vez, en la razón de ser del Ejército y en Política de Estado durante varias décadas. La CEH ha esta-
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contener el avance de la guerrilla y sus aliados. Es decir, la violencia estatal en Guatemala se había acentuado de tal manera en políticas represivas y contrainsurgentes, que en ese momento se vieron afectadas entre otras, las organizaciones campesinas. El Consejo Superior Universitario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, integrado por decanos, representantes de colegios profesionales y dirigentes estudiantiles, en un comunicado señaló que en su sesión del 18 de enero de 1980, recibió una solicitud de audiencia por parte de un grupo campesinos indígenas del departamento del Quiché, quienes acompañados de mujeres, niñas y niños, llegaron hasta la sala de sesiones del CSU, para denunciar la represión que se vivía en las poblaciones de San Juan Coztal, Chajul y Uspantán, En esa oportunidad los campesinos denunciaron ante el CSU los actos de represión de que eran objeto, los cuales consistían en limitaciones a la libertad de locomoción violación de mujeres y encarcelamientos ilegales, su vinculación subversiva y además la muerte de siete campesinos, encontrados en Chajul. Las mujeres que se identificaron como esposas de los campesinos desaparecidos, solicitaron al CSU y a la comunidad universitaria su solidaridad para enfrentar la situación que desde hacia varios meses venían blecido que las fuerzas del Estado y los grupos paramilitares afines (los nombres coyunturales fueron varios: Movimiento de Acción Nacionalista Organizado, también llamado Mano Blanca; la nueva Organización Anticomunista (NOA); el Consejo Anticomunista de Guatemala (CADEG); Ojo por Ojo; Jaguar Justiciero y el Ejército Secreto Anticomunista (ESA) fueron responsables del 93% de las violaciones documentadas incluyendo el 92% de las violaciones documentadas, incluyendo el 92% de las ejecuciones arbitrarias y el 91% de las desapariciones”. En: Joan del Alcázar, et. al., Historia Contemporánea de América. 5. De la Alianza para el Progreso a la Democratización y Desmilitarización (Universitat de València, 2003), p. 297
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sufriendo.57 Y pese a la censura de los medios de comunicación que prevalecía en Guatemala, el 21 de enero de 1980 el CSU acordó dar su apoyo y elevar a las fuerzas armadas y a la opinión pública -por medio de la radio, prensa y televisión- las denuncias recibidas.58 Sin embargo, la actitud de las autoridades estatales fue tergiversar el propósito de las denuncias y colocar a los campesinos –como hemos señalado– a una situación subversiva, actitud que fue secundada por organizaciones políticas y entidades empresariales. De esa cuenta, los campesinos con el apoyo de los estudiantes universitarios del Frente Estudiantil Revolucionario Robín García –FERG, de algunos sindicatos y organizaciones populares optaron por tomar pacíficamente la Embajada de España. La respuesta por parte del régimen militar de Romeo Lucas García -gobierno de turno- fue hacer caso omiso a las peticiones respondiendo con la fuerza pública.59 El 31 de enero de 1980 en la misión diplomática perdieron la vida más de 30 personas, entre las cuales se encontraban mujeres como -en su mayoría indígenas quichés- Gabina Morán Chupe, María Cristina Melgar, María Lucrecia Rivas, María Pinula Lux, María Ramírez Anay, María Wilken de Barillas, Miriam Judith Rodríguez Urrutia, Nora Adela Mena Aceituno, Regina Pol Cuy, la ciudadana 57
Siete días en la USAC, Época 1, Año 2, No. 60, Campesinos de
el Quiché denuncian atropellos, Guatemala, 28 de enero al 3 de febrero de 1980, p. 9. 58
Siete días en la USAC, Época 1, Año 2, No. 60, El Consejo
Superior Universitario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, comunica, Guatemala, 28 de enero al 3 de febrero de 1980, p. 9. 59
Cuadernos de Guatemala, No. 6, Marzo de 2005, Venciendo al
olvido. El 31 de enero de 1980. Masacre en la Embajada de España en Guatemala, p. 17.
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española María Teresa Vázquez de Villa y la estudiante de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales y militante del FERG, Sonia Magaly Welches.60 En esos días el CSU, demandó responsabilidades y la destitución de los funcionarios implicados en el lamentable suceso. Se asume que a consecuencia de ese evento y el apoyo de la Universidad de San Carlos a las demandas de los campesinos se polarizó la violencia contra la comunidad universitaria. Durante la ola represiva en contra la Universidad de San Carlos de Guatemala, desde los años 70, se ha documentado que más de un universitario: estudiante, docente o trabajador, desaparecía o era asesinado cada dos días y el número de afectados por la violencia entre 1979 y 1981 alcanza la cifra de 250 personas. La represión del Estado, practicada por los gobiernos contra sus opositores, golpeó fuertemente a las masas estudiantiles a quienes se les aplicó métodos contrainsurgentes tales como el asesinato selectivo y masivo, el encarcelamiento, el exilio y el amedrentamiento.61 En esos años, las mujeres universitarias tenían alguna representación estudiantil en diferentes grupos organizados, como la Asociación de Estudiantes Universitarios –AEU, la Sociedad “El Derecho”, el Frente estudiantil Revolucionario “Robín García” y particularmente en orga 60
Marylena Bustamante Ortiz, Continuamos contra la impunidad,
Incidencia democrática, Guatemala, 19 de enero de 2005. Nueva Época, No. 653. En: http://www.i-dem.org/rd/2005/enero/190105-653.htm (Consultada julio de 2008) 61
Paulino González, Las luchas estudiantiles en Centroamérica
1970 - 1983. En: Movimientos populares en Centroamérica, Coordinación Daniel Camacho y Rafael Menjívar, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales –FLACSO, (San José Costa Rica, Editorial Universitaria Centroamericana –EDUCA, 1985), p. 263 y 287.
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nizaciones femeninas como la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas -UNAMG.62 Paul Kobrak, por su parte apunta que entre 1954 a 1996, 492 estudiantes fueron asesinados o desaparecidos, de los cuales 59 eran mujeres y 433 hombres, documenta además que más de 100 profesores o administradores universitarios, fueron eliminados físicamente.63 Nos queda recordar que la participación estudiantil se realizaba por medio de manifestaciones reivindicativas, mesas redondas, mítines y actividades propagandísticas y apoyo a las luchas populares, entre otras. Durante buena parte en que duró la violencia política en Guatemala (1960 -1996) la represión desencadenada se dirigió hacia aquellas personas y entre ellas las mujeres, presentes en acciones reivindicativas de los movimientos populares, actividades que indudablemente contribuían al desarrollo de una sensibilidad social en la comunidad universitaria. Aunque no se cuenta con información sobre la cifra exacta de las mujeres universitarias militantes que fueron desaparecidas, torturadas y asesinadas durante los 36 años de la violencia política que se vivió en Guatemala, la Comisión para el Esclarecimiento Histórico, 64 apunta que el 25% de las víctimas eran mujeres. 62
La UNAMG surgió en 1980 y desde entonces ha estado vincu-
lada a los procesos políticos que vive el país. En: http://www.rosalux.org.mx (Consultada octubre de 2008) 63
Ibíd.
64
Comisión para el Esclarecimiento Histórico, Guatemala memo-
ria del silencio, Tomo II, Las violaciones de los derechos humanos y los hechos de violencia, (Guatemala, Oficina de Servicios para Proyectos de las Naciones Unidas –UNOPS, 1996), p. 322.
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Cabe acotar que, desde el inicio de la guerra interna, hacia 1960, hasta su fin, en 1996, la mayoría de los involucrados en el conflicto armado fueron hombres:desdeelaltomandoresponsabledelasaccionescontrainsurgenteshastalastropasquellevaron a cabo buena parte del terror, pasando por los campesinos “forzados” a servir al gobierno en las patrullas de autodefensa civil. El movimiento revolucionario dio participación a las mujeres en la lucha,comocombatientesarmadasypoblacióndeapoyo, pero también fue dominado por los hombres.65 A partir de la segunda mitad del siglo XX, existe un movimiento estudiantil con una posición política e ideológica -con características muy particulares- que se traza utopías en la búsqueda de la libertad, los derechos democráticos y la propuesta de una sociedad guatemalteca más justa e igualitaria. En ese esfuerzo la revolución se convirtió en el paradigma de lucha.
La guerra se plantea con ese tipo de reivindicaciones. Y son las reivindicaciones que están en los Acuerdos de Paz. Si, se revisan los acuerdos macro tienen que ver con vivienda, con educación, el respeto a los pueblos indígenas, ¡ese es el marco que genera el conflicto armado!. Eso está planteado en
65
Mercedes Hernández, Feminicidio en Guatemala: causas y
contexto En: http://www.espacioalternativo.org/taxonomy/term/40 (Consultada junio de 2008)
102
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los Acuerdos de Paz.Y si nos ponemos a pensar ahora, ninguna de las causas, están solucionadas.66 La década del sesenta, del siglo recién pasado, es sin lugar a dudas una época que marcó para las mujeres, la posibilidad de transgredir el espacio privado. Nunca como entonces, como bien señala, Gloria Tirado Villegas,67 se principiaron a fragmentar los valores y estereotipos formados entre mujeres y hombres y, que en algunos casos contravinieron a la familia tradicional. Fue el preludio para nuevas formas de participación para que las estudiantes se incorporaran a la escena pública, a partir de su militancia en el movimiento estudiantil o a la lucha armada –hasta aquel momento un espacio desconocido para ellas. Ese conglomerado de mujeres, marcó el camino desde lo doméstico privado hasta la esfera pública revolucionaria. Recordarlas es asumir el compromiso por la vida. No traemos a la memoria cadáveres, invocamos la conducta de éstas mujeres quienes con su participación política marcaron una senda que todas las mujeres debemos emular.
66
Entrevista No. 5, Ibíd.
67
Gloria Tirado Villegas, Otra mirada al 68: Mujeres universitarias
en Puebla, Revista de la Facultad de Filosofía y Letras. En: http://www.filosofía. buap.mex, p. 107. (Consultada agosto de 2008)
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Entrevistas Anexos
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Entrevista Núm. 1 Estudiante universitaria y militante del movimiento estudiantil. Década de los años 60-70. 1.- ¿Cómo inicia su participación en el movimiento estudiantil? A nosotros nos tocó vivir un contexto muy especial, en que los espacios políticos y democráticos se cerraron, porque en ese tiempo los partidos como la democracia cristiana para abajo eran considerados comunistas. En 1973, cuando entré a la universidad, –ya tenía otras experiencias de fuera. Y hasta 1985-86 que se empiezan a abrir los espacios democráticos. Nosotros no tuvimos ninguna opción porque dirigentes del FUR como Manuel Colom Argueta, Alberto Fuentes Mohr, habían sido asesinados y por la vía electoral no se podía hacer nada. Todo el movimiento estudiantil fue descabezado, Shell Eugenio Laugerud García, dio una apertura, pero fue para que afloraran las cabezas y después cortarlas y uno de los primeros fue Robin García y luego Aníbal Leonel Caballeros. Entonces, hablando de las mujeres comenzamos a participar en el movimiento estudiantil, pero sin conciencia de género. Y la verdad es que los compañeros inconscientemente nos marginaban y nosotras como que, no nos dábamos cuenta, pero como éramos luchadoras, peleábamos los espacios.
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2.- ¿Inicialmente en que grupo se involucra? Cuando se decidió la planilla de AEU en 1974, yo pertenecía al grupo que primero se llamó POA, Partido de Unidad y Acción. Después se llamó Fuerza, que significaba dale con fuerza a la derecha. Y después PODER que significaba Participación Organizada de Estudiantes Revolucionarios. Era un movimiento de izquierda revolucionario. De mi facultad se llamaba –Frente Revolucionario Universitario de Transformación Organizada –FRUTO, el fruto que se suponía que iba a dar. Ellos como que no habían tomado en cuenta a la mujer. Y se armó un gran alboroto y resulta que Evangelina Mendizábal, que era dirigente de Derecho y que no había estado involucrada en el movimiento, la propusieron para secretaria de organización, que corresponde a la vicepresidencia de la AEU. Y ha sido la única mujer que ha tenido ese puesto a lo largo de la historia de la AEU en 1974. Ella empezaba a manejar las cosas con enfoque de género, llegaba y decía –no vengo aquí como objeto decorativo, sino como ente pensante. Entonces, como habían ganado las elecciones, FRENTE la acusó que no estaba legal, porque ella se ponía el nombre de soltera y era casada. En una asamblea de estudiantes sacó la constitución y dijo, aquí en el Código dice: la mujer puede agregar a su apellido el del marido, entienden compañeros la diferencia ente puede y debe. Debe es, una obligación y puede es un derecho. Ellos estaban viendo como anulaban las elecciones para asumir el poder.
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3.- ¿Recuerda alguna mujer universitaria que haya participado en el movimiento estudiantil en esa época? Mujeres hay muchas por ejemplo está Rebeca Alonzo que ha sido la única mujer tesorera del honorable Comité de Huelga. Y de las compañeras desaparecidas que tuvieron participación en el movimiento estudiantil, pero ellas eran muy radicales, por ejemplo, está Sonia Calderón Herrera de Martell, una mujer muy inteligente. Fue la primera mujer presidenta de la Asociación de Estudiantes de Periodismo. Ella promovió la transformación de la Escuela y la separación de la Escuela de la Facultad de Humanidades. Cuando la Escuela se transforma en Escuela Centroamericana de Periodismo en la Escuela de Ciencias de la Comunicación y, cumplimos el primer aniversario, ella hizo el adorno del salón y lo hace a través de la metamorfosis de la mariposa. Cada etapa de la metamorfosis de la mariposa, era una etapa de la lucha de la escuela y culminó con una mariposa que salió volando. Cuando la derecha decía alguna estupidez, ella se tiraba una carcajada y con esa carcajada decía más que un millón de palabras. Y fue la que le creó suplemento turístico del Diario El Gráfico. Es pionera del periodismo turístico en Guatemala y como en ese tiempo nació en Guatemala la primera jirafa, hija de una jirafa que estaba en el auto safari, ella convocó a los niños de Guatemala a un concurso para ponerle el nombre y ganó: Piragua. Sonia Martell, participó muy activamente dentro del movimiento estudiantil, pero también en el campo profesional. Ella era una mujer polifacética. Se destacaba en cualquier campo. Está también Sandra Patricia Calderón Martínez que era In113
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geniera Agrónoma. A Sandra Patricia, la matan en México en el 92. Ella, participó en todos los movimientos estudiantiles. Era Ingeniera Agrónoma. Cuando salió de maestra hubiera querido estudiar medicina, pero no tenía recursos económicos y su mamá le avisó de una beca que estaba dando el Ministerio de Agricultura para estudiar agronomía, se sometió al examen y ganó la beca. Estudió como cuatro o cinco años becada por el Ministerio de Agricultura, era muy talentosa y a la par de la carrera participaba en todos los movimientos estudiantiles. Pertenecía a un grupo de teatro y a un coro y, se iban a hacer obras de teatro por todo el departamento de San Marcos. Se lo recorrieron todo. Ella alfabetizó en una Aldea de Huehuetenango que se llamaba La Libertad, una aldea que pertenece a San Pedro Necta. Pasó dos años de vacaciones alfabetizando aquí. Una mujer muy entregada a la causa de su pueblo. Con Sandra Patricia fuimos compañeras desde segundo básico. Yo trabajaba de maestra y cuando fue la huelga magisterial del 73, yo acaba de entrar a trabajar. Ellas se van a las calles a pelear conmigo, y una vez nos traían de San Sebastián y de repente, por la 14 calle suenan los pencasos porque nos tiraban bombas lacrimógenas y se bajaban los policías del Pájaro azul. Empezamos a correr por la 14 calle y encontramos una clínica abierta. Uno de los pacientes nos quiso cerrar la puerta, pero nos metimos, y paramos hasta la sala del doctor, nos echamos agua para quitarnos el gas y un hombre que estaba con su hijo ahí, le decía: mirá esas son bochincheras, vos no tenés que ser así. Y nosotros la verdad estábamos peleando por el bienestar de los maestros, porque en ese tiempo ganábamos Q87.33 y después de 114
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la lucha nos subieron a Q250.00 o sea que era un aumento significativo. Al otro día estábamos en una asamblea en la Facultad de Medicina, cuando se paró el Pájaro Azul, y entraron los policías a tirar bombas, entonces el montón de patojos salieron corriendo por la parte de atrás de la Facultad. Se brincaron y se fueron colgados de las camionetas. A nosotras no, nos dio tiempo porque estaba rodeado. Y entonces nos quisimos meter a la casa del carpintero, pero nos cerró la puerta. 4.- ¿Era una época difícil ser estudiante universitaria? Éramos soñadoras y, eso de que nos quieren atacar de que nos gustaba la aventura y el bochinche, son mentiras, porque uno se jugaba la vida. Y no estábamos jugando tenta, no estábamos jugando naipe. Entonces, nosotras queríamos una juventud democrática. Tomé consciencia cuando tenía como 9 ó 10 años. Nosotros tenemos un terreno en una aldea que se llama Los cerritos, Chiquimulilla, Santa Rosa. Y ahí había una Finca que se llama San Francisco los Calamares, en ese tiempo llegaba una avioneta a fumigar, porque era una finca que cultivaba algodón. Y me quería tomar una foto a la par de la avioneta para enseñársela a mis cuates para que vieran que yo tenía finca con avioneta, y bueno –yo estudiaba en escuela pública. Entonces, mi papá me hizo conciencia de que eso no era correcto. Y como yo necia me quería tomar la foto, me dieron permiso para hacerlo y nos fuimos con una prima. Cuando llegamos a la finca, –quedaba como a 6 kilómetros de mi 115
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casa–, se miraba una gran humazon porque se estaban quemando tres manzanas de algodón ¿Y que era lo que había pasado? Que cinco trabajadores en cuadrilla que habían bajado del occidente se habían intoxicado con el veneno del algodón y entonces, los patronos para no entregar cuentas al IGSS, incendiaron las manzanas para que se quemaran los cadáveres de ellos y, las indígenas daban gritos pidiendo el cadáver de sus maridos. Recuerdo que sentí una indignación que a la fecha me perdura. No éramos unas locas que nos gustara la aventura. No, lo que pasa es que las injusticias de este país, lloran sangre. Siempre prevaleció eso 5.- ¿Qué perspectivas sociales se tenía con las protestas de los años 70 u 80s? Fuimos una generación muy consciente hasta las últimas consecuencias. Los compañeros sacrificaron posición social, profesión, vida familiar. La verdad es que pobres, pobres no eran. Todos éramos de clase media o media alta, todos teníamos nuestros recursos para triunfar en este sistema canivalesco. Pero la consciencia que teníamos era muy fuerte. Estaba Dalila, Amandita, Carolina Martínez, Sandra Calderón, Sonia Calderón. También está Sonia Welches, pero ella cae en la embajada de España. A mi me dieron la orden de retirarme de la universidad, entonces yo pasé la matancinga en la capital, pero fuera de la universidad. Fue la directriz que nos dieron. Que nos retiráramos. Unos se fueron a la clandestinidad y otros nos fuimos un tiempo al exilio y, regresamos todos acobardados -diría yo. A mi no me da vergüenza decir que sentí miedo. Si, el miedo es parte de los seres humanos. Y creo que ahí 116
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está mi mérito, porque sentía miedo, pero actuaba. Porque la consciencia era mucha. Nos desarticulan. Nos aniquilaban por completo. Hay una dirigencia que se queda medio clandestina, pero es la que desaparecen en 1989. Ahí hay una patoja, Silvia Azurdia. Hay todavía represión para los que se quedaron en 89. 6.- ¿Cuáles fueron los motivos que le impulsaron a participar en las protestas sociales? Soy hija de una mujer muy rebelde. Mi mamá fue la presidenta de la Asociación de estudiantes del INCA, fue la primera abanderada del INCA y perteneció a la Alianza de la Juventud Democrática, entonces en mi casa oía mucho de política y los sábados iba con mi mamá a la División de la Tuberculosis a recoger su material para trabajar en la semana, al regreso pasábamos a la Librería “La Feria del Libro”, que era de Doña Aída Martínez y tenía trabajando a la señorita Victoria Moraga. Entonces oía a tres mujeres hablar de política. Yo buscaba los libros que Doña Aída le vendía a mi mamá y Doña Aída se los apuntaba en un cuaderno para que se los pagara poco a poco. Y las oía hablar de política y entonces para mi, no fue nada extraño entrar a un movimiento estudiantil politizado y además tuve la suerte de ir a Petén, a trabajar a las jornadas populares en la aldea Las Cruces. Con Sandra Calderón éramos las únicas mujeres y dormíamos en un rancho que solo tenía techo y no tenía pared y el piso era de tierra y los compañeros nunca nos faltaron el respeto.
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Sandra Calderón por ejemplo, venia de una madre que era política, su hermana mayor también había tenido participación, veníamos de los mismos esquemas. Tita y Dalila Martínez venían de hogares conservadores. Éramos una generación desgraciada, porque estábamos bien reprimidas. Yo iba a la casa de Amandita, su papá era químico farmacéutico, miraba al señor y a la señora vendiendo, muy tranquilos, una familia de clase media y a saber porque ella, estaba metida en esto. De Dalila no se como era su familia. Era más extrovertida, pero no se, como era su familia. Pero Dalila fue muy valiente, a ella la torturaron y no denunció al compañero con quien se iba a ver más tarde. Yo entro a la Escuela Centroamericana de periodismo y Sonia dirigía el grupo FRUTO y peleábamos con el grupo VOLVER que era de la derecha extrema. Entonces, hay cinco o seis viajes a Costa Rica, para ir a la Federación de Estudiantes de Periodismo. A mi, me mandan a un seminario de estudiantes de Agronomía a la Antigua Guatemala y con Sandra nos fuimos a la Antigua con los estudiantes de Agronomía y, de ahí resultamos involucradas en PODER, y cuando se da la transformación de la Escuela de Periodismo, el grupo de Sonia no pertenecía a PODER, pertenecían al FERG. Sin embargo, en 1973 nos unimos, para lograr la separación de la Facultad de Humanidades y es así como resultamos metidas. Participamos en el Juventud 72. Sandra Calderón y yo hicimos el discurso. Pero el discurso estaba influenciado por toda la literatura que nos habían dado en la Facultad de Medicina, de El Salvador. Por ejemplo el discurso era muy contradictorio porque tenía partes de McCarthur y de Sarmiento que eran de la derecha. 118
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El discurso decía: Seremos fuertes en la derrota, humildes en el triunfo y grandes para perdonar. A favor de una patria nueva. Pero esta no es la juventud que solo piensa en el triunfo como afirman los mayores, sino que se siente valiente y capaz para aceptar cualquier derrota por dura que esta sea y levantarse para alcanzar la meta que se ha trazado. Que esta tierra que nos rodea, sea de todos no solo del que tenga más. Que el campesino que trabaja de sol a sol sea en un futuro no muy lejano el primero en ser tomado como persona humana y no como simple instrumento de la burguesía. Compañeros adelante, adelante por una patria limpia de personas sin consciencia, limpia de viles explotadores, por una patria para el proletariado, para esta juventud con ansias de vivir en libertad. La lucha es larga comencémosla ya, es larga como el camino de la pobreza, es larga como el camino del hambre, pero no tan larga para amedrentarnos, ante la mirada del traidor. Juventud presente, el destino de tu patria está en tus manos, está en tu corazón, en ese corazón que vibra y lucha por una patria para los pobres y campesinos de la humanidad. El primer puesto en la rama masculina lo tuvo Edwin Manríquez, estudiante de Comercio y en la rama femenina lo tuve yo. Primera vez que un Colegio católico pasaba al escenario. Además pasé a recibir mi premio con el estudiante de Comercio y nos agarramos la mano. En su discurso empezó diciendo: silencio juventudes hambrientas, silencio juventudes masacradas, el camino a seguir no es este (y levantó la mano derecha) el camino a seguir es este y levantó la mano izquierda e hizo el signo Tupamaru. Cuando me fui al exilio, mi papá guardo el diploma porque tuvo miedo que cuando 119
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catearan la casa, vieran el diploma. El PODER se desarticula desde el 78 y a todos nos dieron la orden de retirarnos. 7.- ¿Algún mensaje final que le interese compartir? Nosotras empezamos y seguimos abriendo el camino que nos heredaron nuestras madres, la juventud de ahora tiene una ardua labor, es una juventud apática, pero es apática porque los catedráticos son apáticos. El mensaje es que nos tenemos que organizar, reivindicar a la universidad, no ser mansas, ni entregarnos por un puesto o por un trabajo. Porque esta universidad tiene sangre de por medio, entonces hay que reivindicar a los mártires. Pero no con discursos sino con prácticas.
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Entrevista No. 2 Estudiante universitaria y militante insurgente década de los años 70-80. 1.- ¿Recuerda cuál era la efervescencia y los ideales de la juventud treinta años atrás? Los ideales de la juventud era el cambio para Guatemala en el que todos –todavía no pensábamos en todas y todos- tuviéramos una misma condición de vida, económica y derechos iguales para todos. Hubo bastante unión y de ahí se incluía el trabajo con organizaciones de indígenas, sindicalistas y de los estudiantes de secundaria. El ideal era que hubiera cambio para Guatemala, porque nos empezamos a dar cuenta de toda la situación difícil que vivía la mayoría de la población. Éramos una familia pobre, pero teníamos como cubrir nuestras necesidades. En la universidad fue realmente cuando tuve la claridad de la necesidad de la lucha y muchos compañeros también –en ese tiempo– asumimos el compromiso de lograr un cambio. Recuerdo que era una efervescencia. Cuando voy a la universidad veo que la juventud no tiene un referente hacia dónde caminar. Nosotros si, teníamos ese momento y todos pensábamos a dónde ir. Todos íbamos hacia el mismo punto, queríamos un cambio para Guatemala. 2.- ¿Era una época difícil ser estudiante universitaria? Era bastante difícil por la represión. Para el gobierno en ese tiempo, ser estudiante y estar participando a nivel estudiantil era ser subversivo. Entonces, hubo bastante riesgo. Lo sentíamos y lo vivíamos cuando hacíamos manifestaciones, cuando andábamos en la calle y pasaban los de la judicial y se nos quedaban viendo para ver si nos poníamos nerviosos. 3.- ¿Inicialmente en que grupo estudiantil se involucra? 121
Ana Patricia Borrayo Morales Me involucro inicialmente en la asociación de estudiantes de la escuela en donde estudiaba y la conformamos con las compañeras más inquietas. Algunas no tenían mayor interés y era la edad en que muchas querían buscar novio y casarse. Entre la juventud estaban esas dos posibilidades y se sentía mucho la división. Estaban las que les gustaba ir por ejemplo a las fiestas de Agronomía o de Ingeniería y aparte las que estábamos buscando otra manera de hacer cambios. En algunos casos predominaba la indiferencia ante lo que estaba pasando. Por ejemplo, si había manifestaciones, decían –mejor no venimos a estudiar a la universidad, porque era peligroso. No había una posición crítica en nada. En muchas compañeras prevalecía una educación muy conservadora. Muchas eran de colegios y de repente la situación económica en sus casas no era complicada. O las personas con las que se rodearon eran más o menos de un nivel económico de clase media. Aunque hubo algunas que tenían posibilidades económicas. Creo que fue una cuestión de intereses personales. Decía la mamá de una compañera del colegio: -patojas recíbanse y se van a la universidad a buscar marido. En la universidad es dónde hay que conseguir marido, no se metan en nada. Entonces, muchas llegaban a estudiar pensando en eso. Y en todo lo que sucedía alrededor del movimiento estudiantil y de toda la problemática que se vivía en la universidad no se involucraban porque no les interesaba.
4.- ¿Qué perspectivas sociales se tenía con las protestas de los años 70 u 80s? Lo que andábamos buscando realmente era un cambio total de estructuras en Guatemala. Queríamos que tanto los trabajadores como los estudiantes tuviéramos la posibilidad de vivir en una Guatemala diferente. En una Guatemala sin violencia, sin represión y con mejores condiciones económicas. Todas las condiciones de vida diferentes.
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Del espacio doméstico a la rebeldía 5.- ¿Cuáles fueron los motivos que le impulsaron a participar en las protestas sociales? Me motivó que no quería tener una vida individual y que la mayoría de las personas con las que íbamos a hacer nuestras prácticas, vivían en una miseria espantosa. Mujeres, hombres y niños vivían en una miseria increíble. Y quería que esas personas tuvieran las mismas oportunidades que las que yo había tenido de poder llegar a estudiar una carrera universitaria. Platicábamos con muchas compañeras que era un compromiso político que teníamos que asumir. Como mujer y como estudiante de la universidad, primero me involucré en la asociación de estudiantes de la unidad académica donde estudié y desde ahí conocimos a un grupo de estudiantes que nos parecían mucho más conscientes y decidimos trabajar con ellos. Empezamos por compartir actividades que realizaban, pero para mi muy pronto se acabó porque pasé a trabajar a nivel de una organización que ni siquiera existía públicamente, pues estaba en formación. Desde fuera de la universidad alguien me planteó pertenecer a dicha organización. Me di cuenta que dentro de la universidad que muchas personas estaban participando en las diferentes organizaciones revolucionarias que existían. La invitación fue desde fuera de la universidad. 6.- ¿Qué compromisos tuvo que dejar atrás cuando se involucra en dicha organización? El primer compromiso era pasar a ser parte de un grupo que apoyaba la parte logística, pero no había terminado la carrera y les dije que primero quería terminar mi carrera y luego me incorporaría de lleno. Entonces, el primer compromiso que asumí fue en la preparación política de otros jóvenes, porque teníamos un proceso de formación política. Eso lo tuve que realizar mientras estaba terminado de estudiar en la universidad. Mi familia nunca se enteró. 7.- ¿Cómo se trastoca o cambia el espacio familiar cuando se involucra en dichas actividades y sale de la casa? 123
Ana Patricia Borrayo Morales Mi salida se tuvo que dar cuando sucedió lo de mi hermana, estábamos todavía estudiando y la forma en que a ella la secuestraron y cuando ella apareció muerta. A partir de ahí empezó una vigilancia sobre cada uno de la casa, tuvimos un carro parado frente a nuestra casa por cerca de tres meses. Era una cuestión de presión e intimidación total. Mi familia seguía sin saber que yo estaba involucrada en una organización clandestina. Cuando sucedió lo de mi hermana se dieron cuenta que ella trabajaba a nivel estudiantil, porque nunca fue a nivel clandestino, ella era una estudiante que pertenecía a un grupo estudiantil. Mis papás nunca se enteraron. Mi mamá era una persona que estudió hasta cuarto primaria y tuvo doce hijos y esa fue su vida. Mi papá quería que sus hijas se casaran. Creía que estábamos en la universidad solo estudiando. Entonces, se enteraron muy bien de la participación de mis dos hermanas, cuando una de ellas murió. Pero de mis actividades nunca tuvieron conocimiento. Porque la forma en que trabajábamos había mucho cuidado para no evidenciar, no trasgredir en el momento en que sé, es muy vulnerable estar en la calle, haciendo actividades en que lo podían identificar a uno. Desde que estaba estudiando en el colegio, me rebelé a la forma de pensar de mi papá, porque no quería casarme, por lo menos hasta que tuviera treinta años. Primero quería hacer una carrera universitaria, esa fue una visión que siempre tuve. Y luego pensaba que la vida de mi mamá era muy sacrificada por la cantidad de hijos e hijas que tuvo y, no quería repetir A pesar de que fuimos creadas en la religión católica de manera muy fuerte, el interés principal de casarse y hacer una familia no era para mí. Cuando estaba en la secundaria decía simple y sencillamente no me quiero casar joven, quiero estudiar una carrera universitaria porque quería una vida mejor de la que le tocó a mi mamá. En la universidad el cambio se dio al conocer la situación y, con toda la reflexión que tuvimos en la carrera fue una forma de enseñanza muy grande sobre la situación que se vivía en Guatemala. A partir de ahí, empiezo a ver cual tenia que ser mi camino.
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Del espacio doméstico a la rebeldía 8.- ¿Cree que participar le permitió salir del espacio doméstico? Si. Pero fue bastante difícil, porque cuando la organización a la que pertenecía me pedía que dejara a mi familia y me incorporaba a un trabajo clandestino, me daba miedo dejarlos y dejar la comodidad de vivir con mis papás y de tener un trabajo. En ese entonces, trabajaba y aunque aportaba económicamente a la casa, me quedaba la mayor parte del dinero. Entonces, me daba mucho miedo que me pasara algo y no estaba segura de cómo enfrentar una situación difícil porque ya se escuchaba acerca de la represión y no estábamos preparados para eso. Salgo de la casa mucho después que mi hermana cae. Rompo con la organización por cerca de un año por la vigilancia que tenía la familia. Cuando me volvieron a buscar, me involucré de lleno y salí directamente de la casa hacia fuera de Guatemala y ya no regresé. Fue bastante duro y difícil, porque salí con personas que nunca había conocido y además tuve que realizar actividades que nunca había hecho. 9.- ¿Cómo se altera la relación familiar por esa participación? Para mis papás fue un golpe muy duro y luego que éramos tres hermanas las que nos fuimos. La primera que cae, luego la otra se tiene que ir urgentemente porque la estaban persiguiendo y yo que decido irme. Ellos no sabían que estaba participando en una organización clandestina, les dije que iba a estudiar con una beca fuera de Guatemala. La persona que me contactó con la organización era muy amigo de la familia y se encargaba de informarles que me encontraba bien y trabajando. A mi familia tuve que decirle que me iba por cuatro meses, pero ya no fue posible regresar. 10.- ¿Cómo asume el nuevo rol como mujer? Desde que éramos pequeñas nunca nos obligaron a cumplir los roles tradicionales de las mujeres, como realizar el oficio de la casa. Mi papá nos decía –ustedes estudien. Aunque, no teníamos dinero 125
Ana Patricia Borrayo Morales ni nada, siempre nos señalaba que teníamos que estudiar y recibirnos de algo, porque si se casan y el marido les sale mal, ustedes tienen con que defenderse. No, nos obligaron nunca a cumplir esos roles. Entonces, cuando me voy a convivir con mujeres y hombres en una casa de la organización, donde había normas para realizar las mismas tareas, cada quien tenía sus respectivas responsabilidades. Pero todas esas normas muchas veces se transgredían por los acomodamientos y la manera tradicional de actuar de mujeres y hombres. El hecho de que existieran normas no significaba que inmediatamente se iba a dar un cambio mental acerca de los roles que se asignaban a mujeres y hombres. Hubo compañeros que quisieron que nosotras les sirviéramos. Pero como iba con la experiencia de mi familia, siempre manifestaba: –yo nunca le serví a mi papá ni a mis hermanos, no tengo por que venir a servirle a un hombre de fuera. Esa situación se daba porque vivíamos en casas en donde se tenía que trabajar y vivir con otras personas desconocidas y en todas las casas las normas eran las mismas. La importancia era cumplir la norma. Por ejemplo había un calendario de tareas: un día para barrer, otro día para lavar el baño, preparar el almuerzo o la cena. Pero habían hombres que decían: –yo no puedo hacer el almuerzo, porque tengo que ir a cubrir una reunión y si uno a la primera cedía, luego se acomodaban a que uno hiciera las tareas que a ellos les correspondían. Y hubo muchas compañeras con las que tuvimos muchas discusiones con ellos, porque eso si, nunca cedí y me siento orgullosa. Porque sin tener ninguna preparación sobre el enfoque de género. Lo que prevalecía era, primero tomamos el poder, después que las mujeres vengan a luchar por lo que quieran. Primero hacer los cambios y después todo lo demás. Pero como en la casa nunca lo viví así, nunca lo asumí. Para mi era obligación que estos hombres dijeran que nosotras teníamos que barrer, trapear y hacer la comida y ellos ser los dirigentes y hacer otras actividades. Además me valió ser una persona que tenía un nivel universitario. A las compañeras que no lo tenían, les hacían sentir como que el compromiso era de ellas. El mismo compromiso era que uno barriera y que fuera 126
Del espacio doméstico a la rebeldía a una reunión política. Y realmente no era cierto, por la manera en que a las compañeras las querían tener contentas, dentro de su trabajo sirviéndoles a ellos. Así lo veía en ese momento y desde el principio tuve enfrentamientos sobre todo con quienes dirigían y, que eran mayores que nosotras. Todos los jóvenes que estábamos de 20 a 30 años teníamos en la cabeza que queríamos otra cosa para todos, hombres y mujeres. Pero en “viejos” el esquema mental de los roles de género estaban bien delimitados de una manera conservadora. Siempre traté que se tocara el tema de los derechos de las mujeres. Pero siempre me bloqueaban. Teníamos acceso a muchos libros y además veía que las compañeras hacían las mismas tareas domésticas igual como si estuvieran en su casa. Y yo siempre decía: –¿para que están aquí?– mejor se hubieran quedado en su casa, sirviéndole a su papá y hermanos y estar sirviéndole a otras personas. Las razones que daban eran que primero estaba la parte política y que si empezábamos a tener esa lucha interna íbamos a dividirnos. Entonces prevalecía que teníamos que estar muy unidos y tener la misma visión de que el cambio político era lo más importante. Se decía que la lucha de las mujeres por sus derechos vendría después, luego de haber tomado el poder y estar en el gobierno revolucionario. Fue una lucha fuerte, creo que fue por mucho tiempo. Cuando lo propuse nadie me apoyó, incluso por las mismas mujeres y se tuvo que detener un tiempo. Seguí con la insistencia hasta lograrlo. Yo quería que me enviaran a un frente guerrillero a combatir. Hubo muchas mujeres combatientes, pero eran mujeres del campo, ellas tenían mucha más resistencia por las condiciones tan difíciles en las que vivían. Estar en los frentes era demasiado duro. 11.- ¿Cree que el sistema socialista le aportó nuevos valores en la construcción de su ser individual como mujer? Si. Para comenzar la experiencia de estar en Cuba y con el personal del ejército cubano –mujeres y hombres- con un alto nivel de 127
Ana Patricia Borrayo Morales formación política y de lucha por derechos fue muy aleccionador para todos. En ese momento el socialismo en el que yo, como mujer voy a poder hacer valer mis derechos y no en el sistema que estábamos viviendo en Guatemala, era posible poder tener una palabra, un voto, un espacio de lucha. Para nosotros en el movimiento era esencial. Y todos luchábamos para que nuestra forma de ser y de trabajo fuera socialista. En nuestra formación las mujeres vamos por un rumbo y los hombres por otro. A pesar de eso teníamos muchas ideas de querer cambiar todo eso y en ese momento visualizábamos el socialismo porque no había otra opción más novedosa, diferente a lo que conocíamos. 12.- ¿En el seno familiar que religión profesaban? Católica, apostólica y romana cien por ciento y trataba de ser activa todo el tiempo. En mi casa no se hacia nada si primero no íbamos a misa. Ni jugar, ni ir a una fiesta o una piñata. En ese tiempo creíamos en un dios al que había que tenerle temor, porque nos castigaba si hacíamos algo malo o si no estudiábamos. Cuando estuve en la secundaria hubo un tiempo en que con mis hermanas y otras amigas éramos muy haraganas y nos dedicábamos a jugar béisbol en lugar de estudiar. Pero le pedíamos a dios que queríamos ganar. Pero me di cuenta que si no estudiaba no ganaba, aunque le pidiera a dios todo lo que fuera. Y dije – ¿qué tanto necesito de dios?– Si tengo que hacer el esfuerzo. Desde que salí del colegio dejé de profesar mis creencias religiosas. Leí muchos libros sobre el papel de la religión para la opresión de los pueblos y cuando empiezo a ver eso, nos damos cuenta de que hemos sido manipulados por medio de la religión para funcionar de una manera y no tiene sentido si, no hacemos el esfuerzo propio de estudiar, de trabajar, de realizar los retos que nos proponemos, no habrá ningún dios que nos, lo haga. Depende de mí. Como lo entiendo ahora, es que formamos parte de algo especial que nos mantiene en la tierra, como parte de la naturaleza. El dios que me enseñaron, es un dios que castiga, que ve muchas cosas que son malas. Con mi papá veíamos que todo era castigo de dios. Y había cosas para mí que 128
Del espacio doméstico a la rebeldía no podían ser ciertas. No puede ser cierto que hagamos cosas tan malas, en la secundaria ni siquiera teníamos novios, era una cosa que en ese tiempo se pensara que era malo. Y lo único que hacíamos era estudiar y pelear con nuestras hermanas. 13.- ¿En los momentos de angustia dentro de la militancia regresaba a los preceptos religiosos? Claro que si, aunque no de la misma forma en que los aprendí. En los momentos difíciles pensaba en tenía que haber una fuerza en algún lado que me diera la fortaleza para salir adelante. Pero, no decía –dios mío perdóname por los pecados cometidos. Desde que entré a la universidad pensaba que había una fuerza superior de la naturaleza que nos puede ayudar, Cuando me fui ya no creía que Jesucristo y la cruz. En los momentos difíciles pensaba que había que sobreponerse y salir adelante. Cada vez que estoy en esos momentos clamo por mi papá, mamá y hermanas. Pero no digo dios mió. Mis santas y mis santos vivos que conocí y las personas con las que conviví. 14.- ¿Cómo desestructura el molde patriarcal en el movimiento al cuál perteneció? Enfrentando a los compañeros en las disposiciones que no me parecían justas ni lógicas con respecto a nosotras las mujeres. Sobre todo en cuanto a no tener participación en los espacios de toma de decisiones. Fue además en todos los espacios en que me tocó estar luchando y era de enfrentar lo que consideraba que no debiera ser así. Desde el principio las personas a las que designaron como responsables de mi persona, no asumí sin criticar todas las disposiciones que ellos querían poner, desde el trabajo en la casa en cuanto a nosotras las mujeres. Me negué toda la vida a ser la persona que cuidara de los otros, que cuidara y atendiera a los demás. Eso está bien, toda vez no se volviera una costumbre y que nosotras realizáramos las actividades secundarias y ellos las principales, era para mí de enfrentarlo. Tuve muchos y problemas 129
Ana Patricia Borrayo Morales y muchos cambios de casa donde vivir. Había compañeras que se plegaban a las órdenes. Eso está bien, pero cuando se sabe que son lógicas, cuando es necesario en ese momento, si hay un momento difícil. Pero que eso se convierta en el diario vivir, realizar tareas domesticas, secundarias que no, nos fortalecen para ser una mejor revolucionaria como era lo que pensaba ser en ese tiempo, entonces es una deformación. Se daba en los dos lados. En las casas, había mujeres que aceptaban o ellas mismas se ofrecían para realizar las tareas domésticas. Peleé por eso todo el tiempo. Y nunca tuvimos las mismas oportunidades, los mismos derechos porque quienes ocuparon los puestos de dirección fueron los hombres. Vivimos una total cultura machista. 15.- ¿Al cabo de los años cómo valora su participación en el movimiento al que perteneció? En primer lugar me di la posibilidad de ser una mujer independiente. A partir de ahí, nunca permití que alguien decidiera por mi, aún teniendo pareja. Tomé mis propias decisiones y creo que eso fue lo más importante. Aunque a veces existan dudas e inseguridades, no esperaba que nadie tomara decisiones por mí.
16.- ¿Cómo entendía la participación de las mujeres en el movimiento estudiantil o la lucha armada? Era indispensable que hubiera mujeres y que algunas estuvieran rompiendo los esquemas mentales en los que habíamos sido formadas. Hubo bastante participación de mujeres. 17.- ¿Cuáles eran las lecturas clásicas de la época? Primero estaban los documentos que construyó la propia organización, sobre el racismo, las coyunturas políticas y se discutía entre todos. Había documentos de formación propios de la organización, 130
Del espacio doméstico a la rebeldía que eran de base y de estudio. Luego teníamos muchos libros de la guerra soviética, cubana y nicaragüense. Había obligación de leer los periódicos. Más que todo eran lecturas coyunturales, de momento en los países centroamericanos. Nos enterábamos que estaba pasando en El Salvador, Nicaragua y Guatemala. Los periódicos de Guatemala, los leíamos todos los días. El Diario del Che, era parte de nuestra vida, leíamos muchos libros que venían de Cuba y de México. Además discutíamos en los grupos de estudio. Si, yo era una mujer en una casa organizativa y se daba la hora de la discusión política, había veces en que algunas optaban por irse a preparar la comida. Algunos compañeros les decían –no, compañera, usted tiene que estar aquí. Se daban casos en que nosotras las mujeres nos apoyábamos para participar en esas discusiones políticas, porque era parte del estudio político que se llevaban en las unidades. 18.- ¿Cree que ese contacto intelectual le llevo a otras significaciones como la interpretación de la realidad social desde la óptica marxista? Si podíamos interpretarlo, pero no aplicarlo a la realidad de Guatemala, porque estaba muy difícil. Aunque eso era lo que se quería hacer, era muy difícil en la práctica. Desde que estaba en la universidad leía marxismo y cuando estábamos en la parte de la preparación pase todo el año 78 hasta el año 80, recibiendo y apoyando en la formación política. Leíamos el marxismo y lo queríamos imponer en Guatemala, pero no era posible y lo vine a reflexionar muchos años después. Se me trastocaban las ideas, porque el marxismo habla de los obreros y en Guatemala tiene campesinos y población indígena. ¿Cómo casa una cosa con la otra? No se puede. 19.- ¿Cómo mujer sobreviviente cree en la causa justa de la humanidad?
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Ana Patricia Borrayo Morales Si. Pero no desde la forma en que lo hicimos en ese tiempo. Creo que ahora desde la posición de nosotras las mujeres en actuar dentro del feminismo que ha avanzado bastante, ya tenemos la posibilidad de tener nuestras propias visiones como mujeres, podríamos ser las generadoras de un cambio en Guatemala de otra manera, más humana, más realista, más participativa y buscando de alguna manera que los hombres tengan un cambio en su estructura mental. 20.- ¿Qué mujeres influyeron en su decisión de participar en el movimiento estudiantil o la lucha armada? Conocí a tres mujeres que eran compañeras de la organización, tenían mucho más tiempo que yo, de estar en la organización. Me impresionaron por su calidad humana y por eso creo que debieron estar en los puestos de decisión, le hubieran dado la vuelta a este movimiento. Todo hubiera sido diferente, pero no eran fuertes como para imponerse. Pero tenían una visión diferente. Dos de ellas están muertas. Ellas fueron mis responsables, me formaron. A mi me formaron mujeres. Hubo dos hombres jóvenes que también contribuyeron a mi formación. Los “viejos” eran los que tenía el esquema mental bien cuadrado y la juventud no. La juventud tenía la inquietud de hacer cambios en todo. La dirigencia planteaba que teníamos que seguir de esa forma. La verticalidad siempre fue lo que funcionó ahí. Y de esa manera siguen funcionando, por eso están tan mal. Estas mujeres pensaban de otra manera, pero la verticalidad no permitió saltar a espacios de dirección. 21.- ¿Que ideología manifestaba antes de involucrarse al movimiento armado? Desde la universidad, empecé a tener la ideología revolucionaria del cambio. Pero cuando estaba en el colegio, vivía feliz de la vida
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Del espacio doméstico a la rebeldía jugando beisbol con mis amigas, amigos y mi novio de la adolescencia. 22.- ¿Cómo interpretaba las relaciones hombre-mujer treinta años atrás? Mi papá nos había metido tanto miedo por los hombres, que teníamos pocos amigos. Los amigos eran solo los que vivían en el barrio, era un grupo grande. Esa era la relación con los amigos. Hacia afuera, nunca estudié en un colegio mixto. En la escuela primaria solo sexto grado fue mixto, me peleaba siempre con los patojos, porque mi papá nos había metido el miedo por los hombres. Todo lo que nos decía era para tenerles miedo a los hombres. Cuando estábamos estudiando, decía -aquí no viene ningún novio de ustedes y, el que vaya a venir, que venga con el título universitario bajo el brazo. ¿Y de dónde iba a llegar un hombre con el título bajo el brazo? Si no habíamos tenido la oportunidad de conocer algún muchacho. Así era él. En la actualidad. Veo difíciles las relaciones de género. Pienso que en mi práctica –ahora- “choco” con muchas actitudes de los hombres. Sobre todo con las actitudes machistas que tienen en todo: bromas, chistes o maneras de comportarse con las mujeres. Aunque a veces no es conmigo, pero no me gustan las actitudes que humillen a las mujeres o que no, nos hagan sentirnos como personas con las que se puede compartir de igual a igual. Hasta con los compañeros de trabajo hay discusiones fuertes. En mi trabajo soy la responsable, de que la perspectiva de género se empiece a visualizar y trabajar en todas las medidas de desarrollo de los proyectos. Entonces, hay que ir a hacer discusiones, talleres de género y trabajar con mujeres y hombres. Y se arman buenas discusiones. Considero que si, hay avances. Actualmente hay mujeres que se dan más su espacio en el tema de derechos. Aunque creo que es difícil pensar en que las mujeres en masa vamos a hacer cambios. 133
Ana Patricia Borrayo Morales Falta mucho todavía. Ahora hay bastantes mujeres que no permiten que los hombres decidan por ellas. Que los hombres se pasan sobre sus derechos en las organizaciones. Lo veo más del lado de Petén que de Quiché. En Petén las mujeres son fuertes. Hay muy buena movilización de mujeres, incluso se formó un equipo de coordinación de mujeres que son las que trabajan en distintas organizaciones, con mujeres que quieren unirse para trabajar por sus derechos. Incluso hasta quieren por medio de la CONAPREVI poner un CAIMUS y dentro de las organizaciones impulsan su trabajo. Eso no pasaba hace algunos años. A nivel de las organizaciones de mujeres mayas es bastante fuerte. Las mujeres que están mal y que sufren mucho, son las que están en organizaciones mixtas. En algunas organizaciones no se puede trabajar mucho con las mujeres, porque están los hombres en medio y siempre lo están impidiendo. Y son organizaciones que desde hace muchos años no han cambiado su esquema. En esas organizaciones no pueden influir en quien va a participar como mujer en las regiones. Había una mujer que era la responsable de la oficina de género y se tuvo que salir por acoso y porque le bloqueaban todo el trabajo. Entonces, ya con el acoso las mujeres deciden irse. Eso es típico, los hombres lo hacen para sacarlas. Entonces, las mujeres no quieren participar porque los hombres están siempre bloqueándoles la participación de todas las formas posibles. Ahí está difícil avanzar, las mujeres solas trabajan de una manera preciosa. 23.- ¿Treinta años más tarde considera que fue necesaria la actitud militante subversiva en la protesta? Si. Porque esto ayudó bastante a que las mujeres tomáramos otro rumbo en nuestras vidas y no pensáramos solo en nosotras mismas, sino aportar más hacia cambios para Guatemala. Creo que si, fue necesario.
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Del espacio doméstico a la rebeldía 24.- ¿Alguna vez imaginaron la violencia que los aparatos represivos del Estado iban a ejercer contra la lucha armada o el movimiento estudiantil? Desde que empezamos sabíamos que así era. Porque ya la estaban ejerciendo e incluso cuando hablé por última vez con mi hermana, ella estaba en riesgo por las actividades que realizaba y le dije que mejor se cambiaba hacia la organización en la que yo estaba, en donde trabajábamos de una manera clandestina y con más cuidado y, ella contestó que si uno tenía que caer, era el costo que había que pagar para seguir en la lucha. Y así lo pensamos siempre que estábamos en cualquier momento difícil, pensábamos –bueno si aquí nos toca, aquí nos toca. Estaba muy claro. Yo participé en muchos operativos de propaganda armada en la ciudad y sabíamos que si, nos tocaba, nos tocaba. Era horrible, teníamos pánico, pero ahí nos íbamos todos por igual, hombres y mujeres, con un miedo horrible pero ahí íbamos. 25.- ¿Cuál es el recuerdo más doloroso de aquellos años? La caída de mi hermana y algunas amigas y otras compañeras y compañeros con los que estuve en entrenamiento. 26.- ¿Alguna reflexión final que nos quiera compartir? No tengo una reflexión final todavía, porque pienso que ha sido un proceso en mi vida que todavía estoy trabajando para hacer cambios en mí. Creo que voy a reflexionar toda la vida con cada etapa que viví. En la adolescencia fue de una manera, la juventud otra, la militancia fue también otra, pero en todas ellas he tenido mucho aprendizaje y no termino de aprender como mujer. Ahora mi lucha está más enfocada hacia mi, como mujer y las demás mujeres, ahí tengo todavía mucho que aprender. Pienso que el haber participado fue romper esquemas, roles, pensamientos que teníamos las mujeres y hombres sobre las mujeres y fue para todas, porque hubo muchas que rompieron con todo. 135
Ana Patricia Borrayo Morales Había tantas jovencitas y quienes tuvieron un cambio fuerte fueron las mujeres obreras. Ellas tuvieron una participación muy fuerte. Cambiaron su esquema de vida y de pensamiento. Cuando platico con algunas compañeras -que estuvieron en el frente en ese tiempo y que ahora son mamás y están criando a sus hijos-, piensan que valió la pena porque cambiamos bastante y dicen –a mis patojos los formo de otra manera. No como a mí, me formaron, no como lo que me decían que tenía que ser. Ellos ahora son de otra manera. Eso es lo que dicen las que tienen hijas e hijos. Su esquema mental cambió y rompieron con la estructura patriarcal con la que fueron educadas. Pese a que no hubo un cambio estructural a nivel de país, ese cambio es como un valor agregado. Se abrieron espacios en los que ya se puede participar y quienes estamos haciendo cambios, simplemente somos las mujeres. Porque somos quienes empezamos a trabajar desde todos los espacios. Las mujeres mayas van trabajando fuertísimo. Se puede ver en las organizaciones, en la universidad. Cuando regresé a la universidad a terminar la carrera, el 90% de mis compañeras eran mujeres indígenas estudiando una licenciatura. En aquellos años solo una mujer indígena era nuestra compañera en la universidad.
Guatemala, noviembre de 2010.
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Entrevista, No. 3. Estudiante universitaria y militante movimiento estudiantil, década de los años 70-80. 1.- ¿Cómo inicia su participación en el movimiento estudiantil? Empecé a participar en el movimiento estudiantil antes de entrar a la universidad, estando en la Escuela de Comercio en los años 73-74. Ingreso a la universidad en el 76. Estando en Comercio participamos en lo que después fue la CEEM. Empezamos a sentar las primeras bases con varios estudiantes sobre todo de Comercio y de otros institutos para conformar la CEEM –Coordinadora Estudiantil de Estudiantes de Educación Media. En ese tiempo conocí a varias personas que empezaron a crear un grupo estudiantil. De Comercio venía a ayudarles. Teníamos un grupo de estudio de análisis con varios estudiantes de Comercio y a partir de ahí, varios estudiantes de Comercio empezaron a ingresar a las facultades. Cuando empecé a participar en la universidad ya traía una participación de educación media. No solo de educación media sino del movimiento revolucionario. Ya estábamos integrados sobre todo en la juventud. 2.- ¿Cómo valora la participación de las mujeres en el movimiento estudiantil? Yo diría que a las mujeres que empezamos a participar nos costó. Porque independientemente del compromiso revolucionario que hubiese, persistía siempre el machismo. Siempre persistió el machismo, porque las mujeres teníamos que demostrar que éramos capaces, por lo que yo diría, que era 137
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un machismo solapado. Porque decían: –te tenés que cuidar, como que los hombres tenemos más movilidad, podemos andar de noche, podemos movilizarnos mejor. Eso nos impedía a las mujeres, participar. Teníamos que exigir el espacio y demostrar que podíamos hacerlo y que no teníamos miedo. 3.- ¿Era una época difícil ser estudiante universitaria? En los mismos grupos estudiantiles, había un grupo de estudio, que luego fue lo que se conformó como PRAXIS. Entonces, teníamos que demostrar que éramos capaces, primero en el debate, luego en el estudio, en la participación, en la interpretación y debatir con los mismos compañeros y demostrarles que también teníamos la capacidad de interpretación y análisis. Cuando veían eso, nos iban dejando participar para los mismos puestos, que ellos ocupaban y las representaciones en la asociación. Cuando estuvimos en la asociación en Económicas, en 1976 tuve a mi cargo la tesorería, pero antes tuve que demostrar que tenía no solo la capacidad técnicaprofesional, sino la capacidad política. 4.- ¿Inicialmente en que grupo estudiantil se involucra? En 1977 entro a la Asociación de Estudiantes Universitarios y me corresponde la Secretaria de Relaciones Internacionales. Una secretaria bastante difícil, porque políticamente en toda Centro América, ninguna mujer la había ocupado y eran otros grupos los que existían. Venía la gente que anteriormente participado en la AEU y había sido la gente de PODER. Por ejemplo acá en Económicas, estuvo Carlos Jiménez Licona. Después seguimos con el grupo FRENTE. Yo ingreso en enero de 1976 a la universidad y en marzo estoy participando en la AEU. A raíz de mi participación en 138
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la Secretaria de Relaciones Internacionales de AEU, empiezo a tratar con gente de otros países y con organizaciones estudiantiles. Con el único grupo estudiantil que teníamos identidad política –porque se marcaban mucho las diferencias– era con la gente del FEU de Costa Rica, porque ahí si había llegado el Partido Comunista a tomar el poder a nivel estudiantil. Mientras que en Nicaragua, en Honduras y El Salvador era gente con otra tendencia trotskista. Entonces se marcaban mucho las diferencias. A pesar de eso, fue bastante duro, porque era la única mujer que tenía la Secretaria de Relaciones Internacionales de una asociación estudiantil a nivel nacional. No se tenía una secretaria a nivel de comité ejecutivo, sino en comisiones de trabajo. A ese nivel le daban la participación a la mujer, en comisiones de trabajo. No se ocupaba la secretaria a nivel ejecutivo donde se tomaban las decisiones. Ahí no llegaban las mujeres. Acá atribuyo mi participación en educación media y segundo la confianza que este grupo tuvo en mí. Y porque participaba mucho en el debate. Además tenía algunos contactos con periodistas. Antes había periodistas afines. Se identificaban con nosotros y nos empezaron a apoyar. Se tomó la decisión que se fueran dos candidatos de Económicas, dos propuestas con el grupo UVE, por parte de PRAXIS, que aunque hicimos la alianza UVE-PRAXIS, peleamos, que por ser la Facultad mas grande –Económicas– de la universidad que se nos permitieran dos propuestas, dos candidaturas y me propusieron por parte de PRAXIS. Y después se discutió que Secretaria me tocaba. No se permitió la tesorería, la tuvo en ese año Oliverio Castañeda. Yo había sido la tesorera de Económicas, pero la tesorería se le dio a un hombre. 139
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Antes había un sistema muy interesante con el Comité de Huelga de Dolores. Realmente era el Honorable Comité y todos eran sub-comités de cada facultad. Se respetaba la jerarquía de AEU. El honorable comité era una comisión transitoria de AEU. En ese año, tanto en el 77 y en el 78 tuve a mi cargo la tesorería del honorable, fui la primera mujer que llegó al honorable. Porque era lo mismo, las aceptaban en el subcomité de cada facultad, en comisiones de abasto, de lo que fuera, pero jamás llegar a un puesto de dirección. Las decisiones más altas las tomaba el secretario de AEU, presidente del honorable y el tesorero o tesorera del honorable. Entonces, me fui ganando ese espacio desde la participación en la secretaria de relaciones internacionales de la AEU. Y mi participación en económicas se me daba el espacio. Seguimos con esa participación. En el 78 entro a trabajar en Rectoría. En publicidad. Entonces, eso me da un mayor espacio de relacionarme en otros ámbitos y con los mismos catedráticos. Teníamos la ventaja del apoyo de los catedráticos. Eran de VANGUARDIA, que apoyó a Saúl Osorio para llegar a la Rectoría. El grupo VANGUARDIA estaba en toda la universidad. Precisamente estaban Yolanda Urízar, Rita Navas, había mujeres en Trabajo Social. Eran nuestras guías. Tanto las mujeres como los hombres. Y donde más se concentraba el grupo VANGUARDIA era en Derecho y Económicas, con personas como Wilfredo Valenzuela. Creo que tuvimos nuestra generación. Tuvimos la ventaja de tener catedráticos de ese nivel, que nos daban clases, sino también teníamos identificación política. Los catedráticos nos iban identificando en las aulas y nos jalaban para la participación política. Ya en esa participación no hacíamos tanta distinción entre hombre y mujer. De esa 140
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cuenta en psicología eran mujeres las que más participaban. Eran liderezas como María Alejos e Iduvina Hernández, como las principales y bajo pérfil Mabel Mejía y Rebeca Morales. Ellas iban abriendo la brecha y nosotras la íbamos abriendo en AEU. Ellas desde FRENTE. María era el modelo para muchas mujeres, una mujer muy comprometida, tanto en lo académico como políticamente. Entonces, teníamos una relación que nuestra misma capacidad y la beligerancia nos hacía participar en todos los proceso, con los mismos catedráticos de tu a tu. No con la jerarquía profesional que les da, sino de tu a tu. No como ahora que hay que decir licenciado o licenciada. Por lo tanto los debates eran muy ricos. Diría que en la participación estudiantil, otra cosa que tuvimos para nuestra formación fue la visión que tuvo el rectorado de Saúl Osorio. El director de Extensión era el Doctor Ramiro Ramírez y traían a grandes conferencistas como Agustín Cueva, Sergio de la Peña. No solo montaban conferencias en diversas Facultades o el MUSAC, sino que nosotros por ser los dirigentes de AEU, nos acercábamos para que nos prestaran al conferencista. Entonces, teníamos conferencias con ellos, más cerradas. Solo para la dirigencia con un auditorio como de doscientos, de la dirigencia de cada facultad. La AEU, le decía a FRENTE, manden a diez estudiantes de cada Facultad. Recuerdo que los debates los hacíamos en la Facultad de Ingeniería, en el salón de proyecciones. Teníamos ese “lujo” de debatir con estas personas. No solo escucharlos sino debatir con ellos. Y creo que eso nos fue ayudando en la formación política. Aparte teníamos una disciplina de estudio. No todos los grupos iban parejos y esa disciplina se practicó más en Económicas. Veníamos influenciados por los círculos de estudio de educación media y lo fuimos trasladando a grupos de otras facultades para que 141
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fuera una obligatoriedad leer un libro al mes, para luego debatir acerca de la lectura realizada. 5.- ¿Cuáles eran las lecturas clásicas de la época? Recuerdo que un catedrático nos dio la primera cuota para financiar un libro. Los trabajadores de Económicas lo imprimieron. Nosotros compramos el papel y después lo vendimos a todos los miembros del grupo FRENTE. El libro nunca se me va a olvidar, “Lo que todo revolucionario debe saber sobre la represión” de Víctor Serge.1 Libros de esa naturaleza, los plagiábamos y lo imprimíamos y después lo vendíamos aunque fuera a Q2.00 o Q3.00, para comprar papel e imprimir otro libro. Leíamos todos los Manifiestos del Partido. Concretamente en Económicas empezamos a leer y discutir el Capital de Marx y las obras de Lenin. Entramos al debate de la obra de Marta Harnecker, incluso empezamos a leer y a participar en el debate de “Guatemala, una interpretación histórico-social”, de Carlos Guzmán Bockler y Jean-Loup Herbert -1970 cuando se empezó a dar la posición blockleriana,2 con la severiana.
1
Víctor Serge, fue un anarquista, revolucionario, fecundo escri-
tor y activo participante del proceso revolucionario ruso a partir de su llegada a Petrogrado, en febrero de 1919, trabajando en el recién fundado Comintern como periodista, editor y traductor. Crítico abierto del estalinismo, fue obligado a abandonar la Unión Soviética huyendo de la represión y, como tantos otros revolucionarios, falleció en el exilio mexicano.
2
Carlos Guzmán Bockler y Jean-Loup Herbert retoman las pro-
puestas teóricas y dicotómicas del culturalismo norteamericano y hacen una transferencia de la compleja realidad social y étnica de Guatemala. El análisis histórico que hacen los autores parte de una errada visión dual de la sociedad guatemalteca formada por “ladinos” e “indios”, en este caso tomados como clase social y económi-
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Severo Martínez era catedrático de la Facultad de Ciencias Económicas y por identificación política e ideológica, la “Patria de Criollo” fue nuestro libro de almohada. Toda la gente del grupo FRENTE, tomamos la posición de Severo Martínez y tuvo grandes discusiones con nosotros. Tuvimos ese “lujo” que leíamos los capítulos del libro y le podíamos pedir a él, que llegara a ampliarnos más y a discutir. Gente como Carlos Figueroa llegaba también a discutir. Entonces, esa escuela nos fue formando. No solo fue el activismo, solo la participación, sino tuvimos una preparación teórica sustentada. Pero eso no, nos dio una formación a las mujeres dentro del feminismo, sino era una interpretación de lucha de clases y en ese momento nosotras no llegamos a diferenciar una posición de género sino de lucha de clases. Esas eran las demandas. Para nosotras si, con la lucha de clases, el sistema cambiaba, tanto hombres como mujeres íbamos a estar mejor. Nunca hablamos abiertamente de una posición de género. O que las mujeres debíamos tener una equidad por ser mujeres y que estábamos más vulnerables. Al contrario, teníamos que luchar y exigíamos igualdad para tener mejores condiciones de vida. No hablamos de igualdad de oportunidades, sino peleábamos igualdad de espacio. Teníamos el derecho de estar en todo puesto. Teníamos que demostrarlo en la práctica y en nuestro debate teórico. Sabíamos del feminismo, pero no lo enmarcábamos como feminismo tal, sino que dentro de la demanda de los derechos humanos para hombres y mujeres. ca, reduciendo el conflicto de clase únicamente a estos dos grupos opuestos entre sí, dejando a fuera otros grupos económicos que ostentan el poder y su relación con el capitalismo.
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Nos queda, la satisfacción en el grupo FRENTE, que levantamos la bandera por la defensa de los derechos humanos. Lo que provocó que la gente del FERG, nos señalara de traidores, porque los derechos humanos los enmarca la ONU y para ellos eso era una posición imperialista. A ese nivel se llegaban los debates. Tuvimos que pelearlo, al extremo que cuando fue el XI Festival Mundial de la Juventud, en Cuba3 y llevamos a cien delegados. Presidía la delegación
3
Historia de los Festivales Mundiales de la Juventud y los Es-
tudiantes. La Habana 1978: 11 Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes. Lema: Por la solidaridad antiimperialista, la paz y la amistad! Cuba fue sede del XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes. Por primera vez, la fiesta juvenil del mundo dejaba el territorio europeo para celebrarse en el continente americano, en el primer país socialista del hemisferio occidental. La propuesta de conmemorar en Cuba el XI Festival, fue auspiciada por la IX Asamblea de la Federación Mundial de Juventudes Democráticas que se realizó en Varna, Bulgaria, en noviembre de 1974. El Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba aprobó una resolución sobre el IX Festival, en la cual se expresaba la seguridad de que nuestro pueblo y su juventud sabrían cumplir con honor sus deberes y responsabilidades, para hacer de este evento un nuevo éxito de la Revolución. De igual forma se pronunciaba el III Congreso de la UJC, en la tesis Cuba, sede del XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, discutida por el pueblo en general y aprobada en el foro juvenil. El 28 de julio de 1978, las principales avenidas de la capital, repletas de público, vieron pasar a las delegaciones hacia el Estadio Latinoamericano. Tres kilómetros de cantos, risas, abrazos, alegría y solidaridad, sirvieron de hospitalario prólogo al acto inaugural. Un fugaz aguacero, antes del comienzo, refrescó la cálida tarde habanera y puso una nota peculiar a la actividad. Con una impresionante manifestación en la histórica Plaza de la Revolución José Martí, llegó a su fin el XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes. En las voces de Eddy Fonde y Vo Thi Tang se oyeron las palabras de agradecimiento al pueblo de Cuba, y el compromiso de la joven generación de mantener en alto las banderas de la paz, la amistad y la lucha contra
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Luis Felipe Irías, que era el Presidente de la AEU y yo era la sub coordinadora y tesorera del comité nacional del festival. Llevamos esa demanda, pero primero tuvimos debates en el auditorio de Económicas. Y el FERG, sentenció que nos estábamos vendiendo y que éramos traidores, por llevar una posición –según ellos- imperialista. Pero nosotros demostramos que era una posición totalmente antiimperialista. En ese mismo año fue lo de Panzós y llevamos al Tribunal Popular de los Pueblos y se hizo la condena en Cuba. Fue la primera condena que se hizo en el Festival, el 28 de julio y en agosto del 78 fue la primera condena a nivel internacional que recibió el país en el Tribunal Popular de los Pueblos. El abogado litigante que nos acompañó fue Guillermo Toriello. Ahí demostramos que defendíamos los derechos humanos. El principal derecho, era el derecho a la vida. Pero lo veíamos dentro de una lucha de clases. 6.- ¿Qué perspectivas sociales se tenía con las protestas de los años 70 u 80s? La perspectiva social era el cambio del sistema imperante: la desigualdad, pero enmarcada dentro de la lucha de clases. Por eso enarbolamos la bandera en defensa de la “No privatización de la Empresa Eléctrica”, sobre todo lo más duro en el año 78, como fue el tema del transporte urbano. Que dicho sea de paso el delegado que enviamos a la comisión que negoció fue Oliverio Castañeda, secretario de AEU y al Decano de Económicas, Alfonso Velásquez. Ellos presentaron la posición técnica en nombre de la universidad en la comisión de el imperialismo, principal enemigo de la humanidad. En: http://www.granma.cubasi. cu/eventos/16festival/historia.html (Consultada agosto de 2010)
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transporte. Esas eran las demandas que presentábamos y sobre todo el derecho a la vida. Además teníamos un acompañamiento total al movimiento popular y sindical. Éramos miembros del CNUS. La AEU era parte del CNUS –Comité Nacional de Unidad Sindical. La AEU jugó un papel tan importante en el CNUS, que era mediadora entre la posición de la CNT con tendencia de las FAR y la posición de FASGUA, era la posición del PGT. Nosotros jamás vamos a negar que en esos años nuestra identidad político-ideológica en la AEU era con el PGT y militábamos en el ala de la JPT. Y el resto que no militaba simpatizaba totalmente. Realmente FRENTE era el ala de la JPT en la universidad. Mientras el FERG asume la posición EGP. Y en el movimiento sindical y popular la posición más fuerte y que el FERG se identificaba y lo apoyaba era con la CNT que tenía la posición de las FAR. Y nosotros apoyando a FASGUA con la posición del Partido. Ellos tenían identidad y militancia con el partido. Nos fuimos involucrando desde educación media. Y al ingresar a la universidad ya teníamos la militancia. Y otros se fueron involucrando acá en la universidad. Se iban identificando viendo la posición, la entrega y lógicamente se estudiaba mucho a la persona antes de invitarla a participar. Como AEU teníamos ese espacio en el CNUS, desde las marchas hasta el debate de la problemática. Yo tuve una participación no por ser mujer, sino por estar en la AEU. Tal vez, conmigo se dio una cuestión personal, tenía amistades en la CNT. Mi papel fue de acercamiento, de mediadora.
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7.- ¿Cómo entendía la participación de las mujeres en el movimiento estudiantil o la lucha armada? Mi participación antes de empezar a nivel estudiantil, la empecé a nivel nacional. Estaba en educación media apoyé la candidatura de Carlos Ghelert Matta para alcalde. Mi hermano fue de la juventud de la DC. Mi mamá era conservadora y con algo de miedo, pero he valorado siempre el apoyo de la familia. Aunque no abiertamente lo apoyen a uno. El solo silencio de la familia ya es apoyo y el aceptarle a uno las angustias que les dábamos. Mi papá no tenía una posición de liderazgo, pero si un liderazgo intermedio en el sindicalismo. Tenía una influencia y el ambiente en mi casa. Entonces, mi hermano desde los 15 años empezó a participar en la juventud de la DC. Primero, tuvo una influencia católica, precisamente con el que ahora es Arzobispo. Con el párroco del Santuario de Guadalupe y varios jóvenes se acercaron a la DC. Todos estos jóvenes empezaron a participar y cuando entraron a la universidad se empezaron a regar con una posición social cristiana. A mi me empezaron a identificar desde Comercio para la JPT y empecé a participar con una posición más sólida y más firme. Con una posición ideológica comunista. Al entrar a la universidad seguí con esa posición. Conocí a esta gente, que había tenido su participación en la DC, que fue cuando la DC se dividió en el 73. En el 74 se apoyó a Carlos Ghelert para la alcaldía. Con el apoyo tanto político como financiero de gente que empezaba a formar el FUR, con el apoyo de Manuel Colom Argueta. Yo traté a Colom Argueta desde educación media. Cuando estuve en la AEU, podíamos llamarlo a cualquier hora o visitarlo para pedirle consejos o apoyo, o que se entrevistara con otras personas. Cuando venían 147
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delegados a la AEU, de la organización mundial de estudiantes y que estaban vinculados a una posición totalmente de izquierda comunista a demócrata, tratábamos que se entrevistaran con personas como Alberto Fuentes Mohr o Manuel Colom que realmente eran los líderes en ese momento, para un cambio. Nosotros si creíamos en el cambio electoral, mientras que la gente del FERG, no creían en esa posición. Eran más beligerantes. Para toda la gente de las FAR, ORPA y EGP eran las armas. Mientras que nosotros queríamos agotar el proceso democrático. Por eso luchamos. Por eso nuestra lucha fue en las calles. Pero la misma situación nos fue obligando a ser más beligerantes, porque no podíamos poner la otra mejilla. Entonces, mi acercamiento con este movimiento popular fue precisamente por haberlos conocido antes. Era como la entrada para mucha gente de AEU, como Luís Felipe Irías o con Oliverio. Era la entrada para tratar con esta gente del movimiento popular. Las mujeres jamás exigíamos -a las mujeres nos deben dar todo el espacio o una cuota- sino que lo hacíamos desde la perspectiva de los derechos humanos. Así veíamos los derechos de las mujeres, por el derecho de la mujer a participar. De esa cuenta, todas las mujeres que participábamos en AEU en el año de 1977, organizamos la bienvenida en el Iglú para las estudiantes de primer ingreso, primero con charlas en donde se hablaba que la mujer debía participar en la lucha por un mejor país. Participaron gentes como Jimena de Matute, Norma Cabrera, Guadalupe Navas, Rita Navarro. Ellas hablaron sobre el tema de por qué la mujer debía participar. Realizamos la bienvenida a la mujer universitaria, en el marco del 8 de marzo. Nunca se había hecho una bienvenida. Pero, sabíamos 148
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que le vendíamos más la idea, no del 8 de marzo, porque las mujeres no tenían una identidad de género y lo podían ver como algo subversivo y, lo disfrazamos como bienvenida a las mujeres universitarias. Al extremo, que recuerdo una anécdota. Fue tan interesante. Yo era la tesorera del honorable y tenía la secretaria de relaciones internacionales y se regó el rumor que las mujeres queríamos tomar el honorable. Entonces, rodearon el iglú gentes de los honorables de Veterinaria, de Agronomía e Ingeniería. No teníamos ningún mecanismo de comunicación. La gente de FRENTE, se reunía en Derecho y Económicas, porque teníamos la sede más amplia y los que estudiaban en la mañana venían en la tarde. No teníamos como comunicarnos para decirles a los compañeros que nos tenían rodeadas. No, nos dejaban salir. Habíamos solo mujeres y la mayoría de primer ingreso. Incluso las catedráticas como Guadalupe Navas, Rita Navarro, Norma Cabrera y gente de Trabajo Social, llevaron a sus alumnas. Al fin logramos pasar el mensaje y fueron a rescatarnos. Nunca se me va a olvidar que dimos de refacción un chuchito y horchata, para celebrar con las mujeres y ahí si, ya se les habló del 8 de marzo. Pero la propaganda que se hizo fue para la bienvenida a la estudiante universitaria. Llegaron Cándida del Valle, de educación media Mayra Alarcón, Ruth del Valle, ellas estudiaban en Belén. De la gente que ayudó a organizarlo todo fueron María Alejos, Iduvina Hernández y Elizabeth Florían. A partir de eso, a las asociaciones empezaron a acercarse más mujeres. Fue uno de los años en que empezaron a participar mujeres en la Huelga de Dolores y lanzamos la consigna que no debían participar hombres disfrazados de mujeres.
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En el 78, lanzamos la consigna que era prohibido que participaran hombres vestidos de mujer. No lo expresábamos teóricamente con una posición feminista, pero en la práctica y los hechos lo hacíamos. El no permitir que hombres fueran disfrazados de mujer. En cambio ahora se da el discurso, pero no se influye para evitar eso. Además teníamos el apoyo de los medios de comunicación. De esa cuenta no había semana que no hubiera una pequeña nota de AEU, en los medios de comunicación. Logramos tener hasta el 78, el periódico el Estudiante. Una publicación semanal. Siete Días en la USAC. A mi me dieron la oportunidad de trabajar ahí. Y aprendí a redactar. Sacábamos el estudiante semanal. Y lo enviábamos a todos los centros regionales. Lo vendíamos a cinco centavos y, el dinero nos servia para imprimir. Había una disciplina de trabajo en donde la participación de la mujer era pareja. Pero si, era difícil. No fue gratis. 8.- ¿Alguna vez imaginaron la violencia que se iba ejercer en contra del movimiento estudiantil? Sopesarla, imaginarla, antes de que sucediera no. No la dimensionamos. Prueba de ello, es que teníamos la creencia en la AEU. Cuando sucede el asesinato de Oliverio, pensamos que jamás lo iban a tocar, por ser el Secretario de AEU. Creímos que se iban a respetar los puestos. Creíamos que el Rector, aunque encabezara un movimiento, junto a todo el Consejo Superior, no los iban a tocar. Se respetaba la opinión de la universidad. Por eso es que el espacio que tenía la universidad en el pueblo, el pueblo creía en la universidad. Para el Festival nacional de la Juventud en el 78, lo hacíamos en marzo, el centroamericano en junio y a finales de junio nos fuimos a Cuba. Para hacer el Festival nacional tuvimos 500 delegados de todos los centros regionales que se 150
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ganaron su participación. Primero en un concurso primero a nivel de barrio y a nivel de centros universitarios. Hubo un concurso a nivel de barrio, concurso de canto, de deporte, de todo. Y se sacaban delegados. Los que vinieron de los departamentos eran ya los delegados. Producto de ese festival es Fernando López. De 12 años lo llevamos de delegado a Cuba. Era nuestro cantautor. El hermano era dirigente y nuestro delegado en el CUNOC. Fue nuestro representante en el CUNOC, para reunir el dinero para el festival. El montó todo en Quetzaltenango. En San Marcos, quien lo montó fue Alfonso Bravo. Gente de ese nivel teníamos nosotros. Logramos conformar a la juventud en los barrios, en los sindicatos. Pero, fue a raíz del festival nacional. Nuestra visión era instituirlo como un festival nacional de la juventud. Había poesía, música, baile, debates políticos en los sindicatos. Trajimos para el festival nacional 500 delegados y 300 de acá de la capital. Teníamos 800 delegados concentrados por una semana. Los distribuíamos en todas las asociaciones y en varias aulas de Económicas. Las mujeres iban a bañarse a los baños de la piscina y los hombres aquí cerca de la cafetería. Dormían en este edificio y en la asociación del S-8. Para sostener la comida, salíamos a las 4 de la mañana para hacer un recorrido en las panaderías y nos regalaban pan, leche y, todas las verduras fueron regaladas en el mercado La Placita, teníamos una identificación con las locatarias. Nosotros, organizamos a las locatarias, la asociación de lustradores, de vendedores de periódicos y de esa cuenta dimos el espacio y el apoyo en la Casa del Estudiante al SINTCO –Sindicato de trabajadores de los medios de comunicación. No era un sindicato solo de periodistas, eran todas las personas que participaban en el proceso de los medios de comunicación. Por el contacto con los periodistas formamos el 151
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sindicato de trabajadores de los medios de comunicación. Entonces, las locatarias nos apoyaban y nos regalaban por la identidad que teníamos con el pueblo. Decir AEU era un respeto. Cuando estuve en el honorable no importaba el tamaño, si era mujer decían vas a hacer caso, porque la AEU lo ordena se hacia caso. En el Consejo Superior Universitario, con los diez representantes estudiantiles, no se permitió a finales del 82 el incremento a la tasa estudiantil, porque los diez estudiantes cumplieron disciplinadamente los que la AEU dijo. Pedimos que se nos escuchara en el CSU. El Consejo bajo la administración de Eduardo Meyer era renuente a recibirnos y los diez estudiantes dijeron: Ellos entran o aquí no hay reunión. Eso fue en la Antigua. Así evitamos el incremento a la tasa estudiantil. Nosotros teníamos esa vinculación con todas las instancias. Llegábamos a las juntas directivas a hablar con los representantes estudiantiles. Hacíamos seminarios de formación internos, invitábamos a dos delegados de FRENTE en cada facultad a que llegaran a los seminarios, que eran de sábado a domingo. Pagando cada quien su comida. Y al año había mínimo un seminario de propaganda. Que implicaba cómo hacer la propaganda, cómo hablar en público, cómo pasar a las aulas y cómo convencer. Económicas estaba a la vanguardia haciendo esos seminarios. La gente de económicas tenía mucha disciplina, no la descuidaba. Se dividía a la gente para no descuidar el movimiento estudiantil facultativo. La represión la empezamos a sentir en el 77. En principio no, nos amedrentó, ni nos dio miedo cuando se empieza con el asesinato de Mario López Larrave. Empezaron a atacar a sindicalistas, al movimiento popular. Había vinculación, por152
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que teníamos a estudiantes que eran dirigentes sindicales. El representante de Humanidades Hugo Blanco era trabajador de telégrafos. Era estudiante y trabajador. Otros estudiantes eran sindicalistas en los bancos. Fue cuando se formó el CETE –Comité de Emergencia de trabajadores del Estado. Y empezamos a darnos cuenta, cuando empezaron a atacar a nivel sindical y popular y en el interior. La represión empezó en el interior del país. Por eso, la gente en los centros regionales empezó a dispersarse a México. Pero nosotros decíamos que teníamos que seguir luchando, por eso se formó el Frente Nacional contra la Violencia. Logramos participar en el mismo porque confiábamos que estando la iglesia metida y otras instancias no iba a haber represión y sobre todo que no iban a tocar a los principales dirigentes. Ese fue nuestro criterio. Un poco erróneo. Lo empezamos a sentir cuando sucedió lo de Panzós. Aparte de la lucha externa había luchas ideológicas a nivel del sindicalismo y teníamos que atender a gente de CAVISA, de la Coca Cola. Y lo de Panzós lo empezamos a sentir fuerte. Y como teníamos encima el Festival, no lo podíamos descuidar. Entonces, empezamos a hacer las denuncias. Según nosotros con hacer las denuncias y con fijar oposición con un frente universitario entre autoridades, trabajadores y estudiantes se nos iba a tocar menos, pero no fue así. Nunca imaginamos que el movimiento fuera a ser asestado. Cuando empieza en agosto del 78, la lucha por el transporte urbano, en septiembre son las negociaciones y nunca se nos va a olvidar que se firma un convenio entre el 10 y el 11 de octubre. El cumpleaños de Oliverio fue el 12 y todavía se lo celebramos. Y supuestamente habíamos tenido una victoria. Entonces, las listas empiezan a aparecer en esos meses y en esas listas empieza a aparecer el nombre de Oliverio. Dentro de 153
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nuestras limitaciones y uno que otro armado, empezamos a tomar medidas de cambiar ruta, por ejemplo. El miedo hizo a algunos replegarse. Por eso “Era tras la vida por lo que íbamos, no tras la muerte” era una consigna nuestra. Nosotros la levantamos como FRENTE en el 78. Cuando empezamos a ver la represión cuando secuestran a Robín García y a Leonel Caballeros, AEU como FRENTE empezamos a trabajar algunas propuestas con el FERG. Pero el FERG empieza con posiciones más beligerantes y eso trae más represión en contra de nosotros. Los visibles no eran los del FERG, sino los de FRENTE en AEU. Y a pesar de eso seguimos con la lucha y a raíz de lo de Oliverio, empiezan a descabezarnos, el 6 de noviembre le toca a Ciani y todo sigue así. Varios regresamos y empezamos a tener una AEU como una coordinadora. En el 79 ya no hay secretariado, se cambia la estructura, lo sometemos a asamblea general y se forma un colectivo. La cuota estudiantil de algunas facultades y de la AEU la retienen en eso años. Nos dejaron sin recursos. Sin embargo, algunos sindicatos nos daban papelería, nos queman la sede de económicas, sustraen cosas de agronomía, nos queman la sede de la AEU y empezamos con una AEU itinerante. De esa cuenta queman el tercer nivel de la Escuela de Historia. Empezamos a manejar los archivos a escondidas. Hasta en el 84 sobrevivimos bajando el perfil y escondiéndonos. 9.- ¿Cuál es el recuerdo más doloroso de aquellos años? El recuerdo más doloroso es cuando se da el asesinato de Oliverio. Después de la marcha nos descabezan. Nos queda una entrega de que tenemos que seguir, por obligatoriedad ideológica, política moral. Y con el entierro de Oliverio segui154
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mos con las asambleas, denunciamos a nivel nacional e internacional. Exigimos a las autoridades investigación, damos la cara. Luego pasa lo de Ciani, casi al fin de año. Jamás vamos a decir que no tuvimos miedo, que no tuvimos temor. Claro que si. Pero entonces, esperamos ir bajando el pérfil. Aprovechar diciembre para bajar pérfil y casi obligatoriamente se nos dijo que nos fuéramos. El Doctor Saúl Osorio, dijo fulano y zutano van a tener que salir. Nos sacaron a varios del país. Algunos regresamos, otros se quedaron fuera. Y es ahí cuando el movimiento estudiantil empieza a descabezarse. Pero aún así en Económicas y principalmente Trabajo Social, las compañeras fueron un gran soporte que no se ha valorado. Porque ahí ellas dieron cabida y se trataba de hacer otras actividades para poder sostener el movimiento estudiantil. Principalmente recuerdo a Aura Vides, Rosaura Gramajo, Carmen Mejía, Elizabeth Florían, Berta Laura Coronado. Catedráticas como Élida Barrios, Margoth de Figueroa, Marta Herrera, Ana María García y principalmente Flor de María Padilla que fue la directora en los años más difíciles. Su secretaria era Ana Gladis Ollas. Nos dieron un gran apoyo y en la Escuela de Historia en ese momento estaba, como miembro y como presidente de la Asociación Edeliberto Cifuentes. Ellos nos dieron apoyo. Tuvimos una AEU clandestina e itinerante. Incluso jamás se nos va olvidar, tanto en el 79 como en el 80, que fueron las elecciones mas concurridas de AEU. El estudiantado votaba casi en un 85%. Nos quemaban las urnas. Alguna gente infiltrada aprovechó esas luchas que teníamos. Venía gente encapuchada a quemarnos las urnas para evitar la elección y en buena medida había gente enviada por la misma rectoría y lo que hicimos fue pasar a las aulas. Pasábamos con los listados y con las urnas y de una vez a votar. Ahí fue cuando 155
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tuvimos mucha beligerancia las mujeres. Yo era casi de las últimas que quedaba en la AEU. He expresado acá y siempre lo he dicho, a mi la universidad no me debe nada y con toda modestia yo no le debo nada a la universidad. Creo que con mis errores y mis aciertos di lo que creí conveniente, más allá de lo humano lo entregué. La universidad me dio a mi conocimiento, preparación, trabajo. Me dio alegrías, tristezas. Un día decía –puede ser broma o en serio– hasta el hijo que tengo me lo dio, porque, mi compañero era de aquí. Me dio todo. Había una identidad que ahora no hay. Entonces, creo que así como ponderarlo de uno a diez, cuando participe en la AEU, nos brotaba de los poros, la identidad. Cada quien debe buscar su espacio en su momento adecuado. Un tiempo y un espacio para ello. Yo entro a la universidad en el 76, recién cumplidos los 18 años. Entro a la carrera de Administración de Empresas. Todos oscilábamos en esa edad. Para nosotros lo viejos eran gentes como Edgar Ruano, era de 25 ó 26 años. Para nosotros era el viejo y con una gran experiencia porque ya estaba trabajando en Inforpress y saliendo de la Escuela de Historia, era nuestro tata político. El ya era estudiante del movimiento cuando se separan las escuelas. Hablando de las edades debe haber tenido unos 26 años. Y para nosotros era el viejo. Para los años duros el 78 ese era el promedio de nuestras edades, de 22 a 23 años. Lo irónico es que docentes de acá, por la preservación de la vida del ser querido, les evitaban participar.Digo nombres Saúl Osorio no le parecía que su hija participara, ella estaba en Medicina. Las hijas de Alfonso Figueroa Bravo, la primera que estuvo en el IIES, le prohibió a su hija que participara. En jurídico estaba Hugo Rolando Melgar, no le prohibía, pero si 156
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le daba consejos a su hija de que no participara. Rafael Cuevas, habiendo sido Rector, le dijo a su hijo, que es médico y está en Inglaterra, que mejor se dedicara a sus estudios. Cuando Oliverio es candidato para la AEU, –nunca se me va a olvidar– cuando pasamos frente a los estudiantes de Medicina que se reunían en el Iglú, la hermana le dice –le voy a dar la queja a mi papá y, entonces en su casa le dicen que no, mejor ponéte a estudiar y trabajar. El trabajaba acá en el EPS como Auxiliar. Parece mentira, pero por preservación de la vida, alguna gente revolucionaria trataba de que sus hijos mejor estudiaran. Entonces, varios de nosotros los fuimos jalando y que se acercaran a nosotros. Y resultaron siendo líderes. En algunos casos no era tal la influencia. Algunos traíamos una influencia mínima. En mi caso, por ser mi papá un obrero. Él, no identificaba como lucha de clases, pero si, de explotación entendía. Yo también, tenía participación política a nivel nacional, oyendo a esas vacas sagradas como Carlos Gehlert, Yolanda Urízar, Héctor Nuila y Vinicio Aguilar. Entonces, uno estaba más influenciado. Todo eso uno quería aplicarlo a la universidad. A veces hasta nos precipitábamos. Pero si hubo, mucha identificación sincera y orientación del equipo de docentes muy comprometidos. Y lo atribuyo a la formación teórica que tenemos muy fundamentada aquí en económicas. Y eso nos ayudo en buena medida en las últimas AEU, que sostuvimos gente de económicas. 10.- ¿Recuerda a mujeres universitarias que se hayan alzado en armas? Si, Cándida del Valle. Ella después se va al interior. No puedo decir que estaban armadas como un frente, pero se les agarraba mucho de correos. El papel de la mujer era de correo 157
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de la guerrilla. Podemos hablar de Sandra que fue la capitana Ana. Pero fue cuando se involucraron totalmente en la montaña, a la lucha armada. Pero en cambio debemos ver a toda esta gente en que la mayoría de la juventud del partido hasta después tuvo su participación del brazo armado de la juventud. La misma beligerancia de la juventud lo hizo, pero más fueron hombres. Porque que pasó con las mujeres, ese fue otro problema, más las de FRENTE, ¿Qué pasó? Nos quedamos sin nuestros compañeros, nos quedamos con hijos. Había que atender al hijo, a la madre. Muchos critican, pero creo que el papel valioso de nosotras como mujeres fue que nos tuvimos que apoyar entre nosotras, fuimos paño de lágrimas entre nosotras. Y posiblemente fue que hasta desarrollamos un temperamento, no es que fuéramos duras, sino humanas. Teníamos que tener una doble vida y seguir participando clandestinamente y aquí a nivel de la universidad sostener, porque esa era la línea, sostener la AEU. Fue muy poca la participación. En su mayoría se utilizaba para correo. Y solamente en muy pocos casos pudieron llegar a puestos. Yo diría que fueron contados con los dedos de la mano. Realmente casi ninguna. Hubo militancia de mujeres, pero no de un alto nivel. Para mi, fue por el mismo machismo y aunque dijeran que era por proteger la vida, que mejor bajaran la guardia. Mejor era conseguir los recursos y llevarlos. Eran hasta las enfermeras, enseñaban a leer a otros. Pero no tener dirigencia a un alto nivel. En todo prevaleció lo ideológico, hasta en los sindicatos y en todos lados, lo que prevaleció fue la lucha de clases. Y creo que las mujeres no estábamos equivocadas. Nosotras concebíamos que al mejorar las condiciones de vida, al cambiar el sistema, íbamos a tener más oportunidades. Entonces, no se levantaba esa demanda. Es más, creo que muy en el fondo, 158
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era como un atentado levantar una demanda propia de las mujeres, era ser divisionista. Porque en que momento al ser militantes íbamos a discutirlo, si por ejemplo la represión la teníamos pareja. Realmente no era el momento y tener un papel que no se ha valorado, el seguir manteniendo el movimiento estudiantil. Lo razono ahora, para mi hubiera sido más fácil agarrar un espacio, pasara lo que pasara. Posiblemente un espacio en la dirección. Pero uno sabia que se defendía. Sabíamos que a la par estaba el enemigo, sobre todo aquí en la universidad. Aquí se llegó al extremo que uno iba en el corredor y los docentes o compañeros de trabajo no lo saludaban a uno. Y uno tenía que entenderlo, por la sobrevivencia y se creo mucho el divisionismo y la represión logro su objetivo: dividirnos y aterrorizar Estábamos influenciados por movimientos internacionales de lucha. Nos llegaba toda la información. Por ejemplo el movimiento de Francia del 68, lo de Tlatelolco. Pero también debemos ver los movimientos revolucionarios en América del Sur, que fueron posteriores y donde los estudiantes jugaron un papel en contra de las dictaduras, sobre todo en Argentina. Desde la Reforma de Córdova, hay un planeamiento que fueron los estudiantes quienes la iniciaron. En cualquier país los estudiantes han coadyuvado en las transformaciones y llega un momento en que llegan a liderarlas por su capacidad de movilización y de entendimiento. Por ejemplo aquí lo del transporte en el año 78, el movimiento estudiantil lo lideró. Y lo de las cacerolas fue una propuesta de AEU. Copiada de otro país, porque ya se había dado en Uruguay y Argentina. Pero la instituimos acá. Y ahí era realmente con el apoyo de las familias.
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El estudiante no es que sea la vanguardia revolucionaria, pero si es un factor muy importante para articular y cohesionar las divergencias que pueden haber, ideológicas y metodológicas en la lucha. Aquí lograron desarticular el movimiento, por introducir a mucho infiltrado. En el tiempo de la represión, el Bachillerato por madurez nace a raíz de la represión. Empiezan a graduar a bachilleres por madurez y a introducirlos a la universidad, principalmente a la facultad de Derecho. Eran de la judicial, venían con su cartón y se inscribían. De estudiante no se sabía a quien se tenía a la par. Y los catedráticos no sabían a quienes tenían de alumnos. Recordemos que en ese mismo momento se empieza a introducir, sobre todo en los años 70, a los institutos las mujeres de militares. Empiezan a ser catedráticas en los institutos. Entonces, sí hay todo un aparato ideológico que nació a nivel nacional, fue una consigna internacional. Esas mujeres fueron quienes jugaron un papel ideológico, pero contrainsurgente.
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Entrevista No. 4 Mujer militante de la lucha armada insurgente. Década de los años 70-80. 1.- ¿Cuáles fueron los motivos que le impulsaron a participar en la lucha armada insurgente? Por supuesto que por la edad que tengo, en aquel tiempo éramos adolescentes. Recuerdo que una de las primeras situaciones en las que uno se ve confrontado, es esa gran injusticia que había en aquel tiempo, se trataba con un desprecio muy grande y sorprende a todos los indígenas. Se daba por sentado que el pueblo indígena no podría llegar jamás a tener un desarrollo intelectual, tener acceso a las mismas situaciones de vida que tenia el ladino y además estaba muy marcada la cultura patriarcal. 2.- ¿Cómo se vivía esa cultura patriarcal? Se hace lo que dice el presidente, el padre, el director y no había posibilidades de decir, no quiero eso. 3.- ¿Inicialmente cómo se involucra en la lucha armada insurgente? Estudié en el Instituto Belén en los 70, era un momento de mucha efervescencia. Llegaban muchos estudiantes universitarios. Veía el caso de mi mamá. En su entorno social, ella había sufrido, por su padre y por mi padre. Su vida, nunca fue su propia decisión, siempre fueron decisiones de su padre, de mi papá y, desde la propia actividad procreadora no pudo ni decidir cuántos hijos debía tener. 161
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Entonces, yo decía, eso no es lo que quiero para mí. En mi familia éramos clase media Cuando conocí personas de mejor situación, que vivían en aquel tiempo en colonias que decíamos eran de ricos, las mamás por ejemplo se mantenían haciendo clubs y esas cosas y, cuando platicaba con unas amigas, decían que su ambición era llegar a ser así. Casarse con alguien de un nivel medio y volver a repetir ese esquema, es decir llegar a ser grandes madres y dedicarse a hacer pasteles. Y yo decía la vida tiene algo más. Y por supuesto, la emotividad de mis amigas y amigos que empezaron a involucrarse en la guerrilla, me motivaron a que de la noche a la mañana yo también estaría colaborando con ellos. En la forma de que estaba también consciente de que había que hacer algo en contra de toda esa situación de injusticia e inequidad. Ahora se escucha en la radio música de Silvio Rodríguez, pero en aquel momento era casi buscarte la muerte, si andabas con un cassette de Silvio Rodríguez o andar con Cuba para principiantes. Se había llegado a opacar la intelectualidad, todos tenían el derecho de oír de saber. 4.- ¿Cómo llega a romper el vínculo familiar? Tiene mucho que ver la tradición familiar, la familia de mi papá, se sentía muy revolucionaria, herederos de muchas cosas del 44. Pero de alguna manera, cuando me involucro, en algún momento hay una ruptura con mi familia, mi papá piensa que es correcto. Mi mamá que definitivamente no. Porque ella tenía una cultura totalmente diferente. Pero como yo estaba en el asunto de la adolescencia, rebelde. Una adolescencia rebelde por naturaleza. Entonces, toda mi rebeldía la canalicé en eso. No, solo fue la cuestión ideológica o política o entender, todas las leyes del marxis162
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mo o materialismo, sino también una situación muy personal de romper barreras y hacer lo que tú quieres y que nadie te diga, no. Se dio esa situación tan rebelde, tan golpeada con la sociedad de esa época, por el hecho de que mi novio cayó en una acción que hizo el ejército y tres muchachos de la universidad también cayeron. Eso me afectó muchísimo, pero también cerró mi corazón a cualquier otra posibilidad, lo único que valía la pena era la guerra, la guerrilla, la lucha. Porque si él, había dado su vida por eso, valía la pena. Entonces, renunciar a la participación revolucionaria o algo así significaba casi como renunciar a él. Por supuesto, que eso lo digo hoy, como una evolución de mi propia vida. Pero en ese momento, no. La ruptura familiar fue tremenda. En esa época pasé un año sin ver a mi familia. En los últimos años mi mamá estaba muy preocupada y trató de rescatarme, me llevó con familiares, me ofreció de todo. Ponerme en colegios, en esto, en lo otro. Para que cambiara de opinión. Y lo que hice fue alejarme más y, mucho más y dejé los estudios. La ruptura familiar fue tremenda. Niñas casi todas, 15 ó 16 años. Nos estás terminada de formar. ¿Quién te ha dicho? ¿Cómo ser? ¿Qué es lo bueno? ¿Qué es lo malo? Eso lo aprendimos en la calle. Lo aprendimos, en circunstancias totalmente anómalas. 5.- En esa clandestinidad ¿Cómo asume su nuevo rol? Nos sentíamos muy responsables, queríamos de verdad hacer cambios en nuestro país. Eso nos hizo ponernos una gran careta de gente adulta, de gente responsable, de gente capaz. Tal vez, por eso nos esforzábamos tanto, en hacer bien las cosas. Y el lugar de nuestra autoridad, las figuras de nuestra autoridad pasaron a ser los comandantes. Mucha 163
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gente no los conocíamos, las órdenes las recibíamos de los mandos medios. Principalmente en ese momento, éramos la base y después fuimos intermedios. Después de diez años, éramos totalmente fieles a los que ellos nos pedían y absolutamente leales. Tuvieran la razón o no, porque ellos se volvieron nuestros padres, nuestra familia. Decía una amiga, es que ellos eran nuestro sol. Y es cierto, porque llegamos a una cosa casi de fanatismo. Porque cortamos los vínculos familiares, no teníamos vínculos religiosos, porque éramos marxistas. No sabíamos ni que era eso, pero ya nos sentíamos parte del hombre nuevo. En el sentido de la época, de lo que decía del Ché, el hombre nuevo, el socialismo y todo el asunto. Pero eso, no lo podíamos hacer aquí, porque estábamos en situaciones totalmente hostiles. Hacíamos todo lo que decía la dirección. ¿Cómo vamos a tomar el poder?, ¿Quiénes vamos a tomar el poder? ¿Cuándo vamos a tomar el poder? Todas esas lecturas que hacía la dirección interna. En aquella época no se podía ir a una biblioteca y decir, -déme el Manifiesto. No teníamos acceso, no habíamos llegado a la universidad. Al menos en mi caso y el de muchas otras amigas. No habíamos llegado a la universidad y no sabíamos que era eso. Alguien nos decía, miren ya leí este libro y cuales son las ideas principales y nos quedábamos con la boca abierta, porque nosotros nunca habíamos pasado por toda esa metodología de investigación. Éramos unas niñas. Era un idealismo increíble. Es un poco difícil verlo. Ahora podría ver los en contra de esa situación. Todas las carencias que tuve y con las que en algunos aspectos ando cargando. Pero también esa situación nos volvió muy independientes, nos volvimos conquistadores,
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aguerridos y eso fue lo que nos salvó la vida. Primeramente, conforme fuimos asumiendo más y más responsabilidades. Hubo meses en que nos cambiamos como cinco veces de casas. Se desarrolló de tal manera nuestro instinto de conservación que eso mismo, nos hizo desprendernos de todo aquello que pudiera poner en peligro nuestra acción, nuestra misión. Me separé completamente de mi familia. Cuando mi hijo nació, se quedó como ocho meses con mi mamá, el se ponía en peligro también con esa situación. No podía pensar en lo que estaba haciendo, tenía que pensar en su seguridad. 6.- ¿Cómo asume la maternidad? Creció en mí la necesidad de un hijo. Tuve varios compañeros, finalmente me estabilice un poco y decidí tener a mi hijo. Él, no estaba muy seguro. Pero finalmente era mi decisión y así lo asumí completamente. Al nacer mi hijo la relación cambió un poco y, nos separamos. Cuando mi hijo se fue a las colmenas, mi militancia fue mayor, ya no había nada que me limitara. Primero estuvo en una colmena de Sacatepéquez, y cuando ya era muy notorio en ese lugar que habían muchos niños y con la victoria de los sandinistas en Nicaragua, se hicieron los trámites diplomáticos necesarios para que ellos se fueran para allá. Entonces, por un lado era un desgarramiento como madre, porque me separaba de lo que más quería. Pero otro lado tenía la seguridad de que si algo me pasaba a mi, él, iba a sobrevivir. 7.- ¿Cómo entendía la participación de las mujeres en la lucha armada insurgente? 165
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Creo que es una de las cosas positivas. Conforme la gente iba asumiendo responsabilidades, conocimientos y compromisos, se daban algunas otras responsabilidades y asignaciones que no tenían nada que ver con el género. Me sentí completamente igual que otra persona, hombre o mujer indígena o ladina. Por suerte me desenvolví con personas que nunca tuvimos ese tipo de problemas. Me di cuenta, que por ser mujeres teníamos algunas desventajas por los lugares que ibas o no teníamos la fuerza suficiente. No se podía llegar a cualquier lugar. O también teníamos algunas ventajas y desventajas. Porque habían lugares donde un hombre no podía llegar y nosotras si. Sobre todo en las tareas de vigilancia. O a la hora de hacer algunos negocios medio legales, era muchísimo mejor que se presentara una mujer que un hombre y a lo interno, no recuerdo que se me haya discriminando de alguna forma por ser mujer. Lo mismo pasaba con las relaciones afectivas. Nadie abusó de mí por haber sido mujer o se aprovechó de la situación. Las mujeres campesinas, indígenas, tenían la misma capacidad, realmente, tenían la misma fuerza, las jóvenes indígenas no se quedaban atrás a la hora de un enfrentamiento militar. 8.- ¿Cómo mujer sobreviviente cree en la causa justa de la humanidad? Véase el socialismo Creo que difícilmente. Primero creo que es algo muy utópico. Tendríamos que verlo para creer en eso. Teníamos tan oprimida la parte espiritual que solo confiábamos en la persona que estaba a la par y en las armas que tenías. Definitivamente le doy gracias a dios por haber sobrevivido. Cuando estuve en Nicaragua tuve un accidente de tránsito. Nos chocó un camión y los golpes principales que tuve fueron en la cabeza. Estuve una semana en coma, casi pierdo la vida. Después 166
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de 6 meses de permanecer en los hospitales de Nicaragua, estuve año y medio en Cuba. Una de las primeras cosas que recordé de todo eso, fue el poema de Otto René que dice nada podrá contra la vida. Fue un espacio muy duro en el, que pude reflexionar mucho y parte de lo que cuento, es eso. Porque me tocó venir y reconstruir otra vez las relaciones rotas y lastimadas. Vuelvo con mi familia, porque vine en una situación muy desventajosa. Vine accidentada, imposibilitada, con un hijo sin padre. Sin un título universitario, sin trabajo. Entonces, fue muy difícil. Fueron un par de años duros. De estar pagando facturas emocionales. Al final no creo que el cien por ciento fuera tan malo. Pero creo que es bueno pensar en vivir mejor, en que todos tengamos los mismos derechos, en que todos tengan acceso a la salud, al trabajo. ¿Cómo es posible que un país este dominado por 50 familias? ¡No es posible! ¿Cómo es posible que aquí tengamos pobreza, siendo un país tan rico? Porque estamos vendiendo nuestros recursos. 9.- ¿Cree que el sistema socialista le aportó nuevos valores en la construcción de su ser individual como mujer? Creo que estuvimos muy mal enfocados, que teníamos objetivos muy diferentes, tal vez demasiados ortodoxos. En donde lo principal era la ideología y no las personas. No importa que ideología se tenga. Es tan doloroso saber que, una mujer ha quedado viuda, no importa si su marido, era guerrillero o del ejército. No porque lo mató la guerrilla vamos a decir ¡Que bueno! 10.- ¿En el seno familiar que religión profesaban? 167
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No, no se profesaba ninguna religión, sin embargo, cuando regresé y pase momentos de gran soledad y dificultad, recordé a algunos compañeros que profesaban alguna religión. Y cómo la religión les había levantado el ánimo, hombres o mujeres y mi hijo ya tenía 9 ó 10 años, dije, por lo menos debo darle a él, que conozca que hay otras maneras, otras formas, y lo quise bautizar. Pero por el hecho que tenia esa edad, en ninguna iglesia católica pudimos tener éxito, en todas las acciones que hacíamos. En eso llegué a una iglesia evangélica en donde nos abrieron las puertas. Pude hablar. Cuando vine aquí, no pude hablar con nadie. No tenia currículo para buscar trabajo. No iba a poner quemé llantas, hice vigilancias. No podía hablar siquiera que había estado en Nicaragua. Porque en ese momento en Nicaragua no era la que se vive ahora. 11.- ¿Recuerda cómo se interpretaban las relaciones hombre-mujer? Creo que me ayudó mucho estar en casas, células u otras organizaciones. Porque, me hubiera sentido muy oprimida como mujer, inmediatamente en ese momento lo hubiera hablado, porque no me hubiera sentido apoyada. No era posible, no hubiera soportado, que me hubieran tratado igual que allá. Y en algún momento fue problema, porque soy considerada como muy irreverente. Muchas mujeres pensaban así. Inclusive una amiga me dice, vaya que estamos en la revolución, porque si no, no hay hombre que nos aguante. Éramos muy bravas. Los hombres, nuestros compañeros, tenían que ser absolutamente igualitarios. Que hoy lavamos, mañana lavas tú. Y por lo menos entre nosotros, en los más jóvenes eso era parte de
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nuestra vida. Quien no hacia eso, era una mosca en un vaso de leche. En la montaña, hacíamos las mismas tareas. Esa es una de las partes que creo que históricamente es bien beneficioso. Porque en la guerrilla, por ejemplo, tanto el hombre como la mujer tenían que ir a buscar agua. En cambio en sus casas, no. En sus casas eran solo ellas. La comida igual la tenían que hacer los hombres. Había un día que les tocaba servirles a las mujeres. Entonces, eso si, era sorprendente. En la guerrilla había muchas muchachas que habían terminado su diversificado. Cuando se alzaron ya eran maestras de 18 ó 19 años. A esa hora se alzaban y ya tenían esos conocimientos, entonces era una situación muy buena, porque la mayoría de hombres no tenía ese desarrollo intelectual, que creo, era de mucha importancia. 12.- ¿Treinta años más tarde considera que fue necesaria la actitud militante subversiva en la protesta? Creo que no, nos hemos planteado la pregunta. Todos los pueblos, históricamente han tenido que pasar por situaciones violentas para irse acomodando. Para lograr no solo acomodo sino desarrollo. Guatemala, sin el conflicto armado no hubiera desarrollado. No hubiera alcanzado el desarrollo que tiene ahora. Que si, fue lo mejor dirigido, eso ya lo dirá la historia. Pero, los que estamos vivos, creo que tenemos muchas cosas a favor. 13.- ¿Alguna vez imaginaron la violencia que los aparatos represivos del Estado iban a ejercer contra la lucha armada o el movimiento estudiantil?
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No. Inclusive compañeros que han estado trabajando en el archivo, cuando leen la cantidad de gente que murió. No teníamos idea. Cuando alguien de esos pocos caía, si. Pero sabíamos que no era uno, sino ciento cincuenta. Es mas duro. No hemos hecho una lectura histórica de lo que humanamente costó. Ahí es donde todavía estamos enojados con todos los dirigentes. Porque sabiendo el peligro, sabiendo nuestra incondicionalidad, ¿Por qué nos mandaron a hacer esas cosas? No sabíamos nada, pero tenias que aceptar el marxismo como practica, si, querías ser militante -¿De qué te servia? Creo que nos formamos a palos y no todas las personas han podido salir victoriosas. Porque todavía siguen deprimidos. Gente que no pudo salir y no se realizo de ninguna manera y no se adaptó a la nueva situación. Por lo menos en mi, es una pérdida de credibilidad total por los dirigentes de izquierda, pero no un poquito, sino total y absoluta. Y al ver los frutos, hay muchos diputados y en los ministerios y no han hecho nada. Entonces, no tienen derecho a pedir ni a exigir. Guatemala, abril de 2010
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Entrevista No. 5 Estudiante universitario, militante del movimiento estudiantil y lucha armada insurgente. Década de los años 80. 1.- ¿Cómo se desarrolla el movimiento estudiantil en los años 70-80? Para la muerte de Oliverio yo tenía 10 años. En donde vivía –que ahora es el Milagro– mis padres estaban involucrados en algunas luchas. Crecí en un área que antes era más marginal y, durante ese tiempo en el 78, se levantaron por lo del transporte. Hubo un par de amigos que en esa lucha también cayeron. Eran compañeros que tenían 15 ó 14 años y eso golpea un poco la realidad de uno. La historia me lleva la universidad en el 85 y a partir de ahí, nos involucramos políticamente con la estructura propia del movimiento estudiantil. Comienzo a conocer gente. En el 87, conozco a la gente que estaba dentro de la universidad y que tenía que ver con las FAR: Víctor Hugo, Silvia, Iván González y otros. Con esa gente, es con la más trabajo tengo de ese tiempo. Y me golpea fuertemente la pérdida de estos compañeros en el 89. Gente con la que tenía relación, no abierta, pero que en algún momento compartimos mesas de trabajo. A partir de eso, ingreso a la universidad en el 90, con un trabajo específico de ir sondeando gente. El mundo comienza a cambiar a partir de conocer otro montón de gente, en la dinámica que se da, a partir del 89, cuando los compañeros que son la cabeza del movimiento estudiantil, son abatidos totalmente. De los diez, cinco aparecen muertos y cinco desaparecen. La lucha constante por que aparezcan, el involucrarse un poco en los festivales de solidaridad por la vida y la paz, que comienzan el 89 a partir de pedir que los compañeros aparezcan con vida. Es, lo más que se puede
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Ana Patricia Borrayo Morales hacer en la organización hasta en el 99. En los últimos años de los 90, es más la reivindicación de sus nombres y el papel que tuvieron en la lucha, entonces es encontrarse con otros compañeros que son como los que van quedando de la esta colita, de los que tenían bajo rango, un perfil más bajo y que no fueron víctimas de la represión. Pero que con ellos, aprendimos de la experiencia. Una experiencia, por la falta de formación política, porque todos esos cuadros, pudieron haber dado formación política, a la gente que fue abatida por la represión. Entonces, aprendemos como la mayoría de dirigentes estudiantiles de la pura práctica, de prueba y error. 2.- ¿Alguna vez imaginaron la violencia que los aparatos represivos del Estado iban a ejercer contra la lucha armada o el movimiento estudiantil? A partir de capítulos como el de Oliverio, se demuestra que el movimiento comenzaba a organizarse. El movimiento social, en mucho tiempo giró alrededor del movimiento estudiantil. La rebeldía propia de la juventud daba para que se generara mucha más dinámica. Y también en un momento dado, porque se identificó a la guerrilla con la universidad. Cuadros de la guerrilla identificados, pero que fueron cayendo pensando en Oliverio, que era del PGT, en Robin García y Leonel Caballeros que también tenían que ver con gente de las organizaciones revolucionarias. Y otros que también en un momento dado, eran cuadros del PGT o de otros. Entonces, esa puede ser una razón. Hay gente que no pertenecía a ninguna organización pero que si estaba involucrada en los procesos del movimiento estudiantil y que tenía una actividad social mucho más grande que otros, del común denominador de la gente de la universidad, que hacía que se involucraran en luchas sociales aún no estando organizadas totalmente. Que sus reivindicaciones eran luchas propiamente sociales, que no tenían que ver con cuestiones 172
Del espacio doméstico a la rebeldía políticas. Hubo mucho involucramiento de gente que también era del proceso de crecimiento, de cuadros políticos que uno mismo iba buscando dentro de la universidad. Tuve muchas compañeras que no se involucraron, que no dieron el paso hacia la lucha armada, pero que fueron igual de combativas. No lograron dar ese paso, por cualquiera de las circunstancias, pero que si entregaron su vida al movimiento estudiantil. Mucha de la gente que cae, por ese involucrarse, en más allá de la realidad, una realidad que ahora es mucho mas conocida, porque hay muchos más textos, la historia se cuenta mucho más abierta. En ese momento era totalmente insurgente, el hablar de la posibilidad de que la realidad era otra. Que no era la que vendían, que no era natural que la gente tuviera hambre, que la gente no tuviera trabajo, donde vivir. Esas son las reivindicaciones que trae la guerra. La guerra se plantea con ese tipo de reivindicaciones. Y son las reivindicaciones que están en los Acuerdos de Paz. Si, se revisan los acuerdos, los macro tienen que ver con eso, con vivienda, con educación, el respeto a los pueblos indígenas, ese es el marco que genera el conflicto armado. Eso está planteado en los Acuerdos de Paz. Y si nos ponemos a pensar ahora, ninguna de las causas, están solucionadas. Que la lucha armada, no se vuelva a dar es una cuestión, porque no creo que haya un mecanismo, porque la historia fue tan cruel, fue demasiado para ganar tan poco. Pero el tan poco que ganamos, es la ganancia de todo este montón de gente. Que podemos reivindicar como nuestra. Como esos ángeles que nos cuidan, que muchas veces lo he mencionado, las veces que tengo abierto el micrófono en algún lado es, ese sentir. Como diría Benedetti, –que otra voz habla, que otra voz canta a través de lo que digo. A través de lo que hago. Es otro montón de gente que está a la par mía, dentro de mí, tratando de hacer consciencia de la gente. La capacidad de la juventud, en los 70 y 173
Ana Patricia Borrayo Morales 80s, era esa capacidad de entrega, cosa que ahora es muy difícil encontrar. Pero es porque antes había algo que lo guiaba a uno, y que lo hacía entregarse a eso. Ese algo, creo que era mucho más romántico, era también, el sentirse atado a un proceso mucho más grande. Un proceso de revolución a un proceso utópico de cambio. Creer en una utopía. Ahora creo que es muy difícil creer en una utopía. Porque la gente está menos dispuesta a soñar. Sus sueños se van en cosas muy simples. Mucho más inalcanzables, un par de zapatos, un carro. El mundo cambia después de la caída del muro. Pero nosotros nos damos cuenta hasta el fin de la guerra en el 96. Realmente nuestro muro se cae en el 96 no antes. Nosotros continuamos la lucha y nuestro futuro socialista hasta ese año, en el 96. Pero a partir del 96, la organización se muere porque no tenemos nada que nos ate totalmente a la lucha. La lucha se vuelve política y la gente no cree en las reivindicaciones políticas, porque no cree en los partidos políticos. La mayor parte de veces podíamos decir que si éramos guiados. Aunque habíamos algunos rebeldes que tratábamos de criticar nosotros mismos, nuestra forma de accionar, pero, éramos guiados, era una línea vertical. De arriba venía la orden y se tornaba hasta abajo. Y abajo uno hacia lo que venía ordenado. En el caso de los que teníamos participación en organizaciones revolucionarias, por la comandancia general. Por los cuadros más altos y que eso también es como creer en una utopía, porque nunca supimos si había alguien más arriba que ordenara las cosas que hacíamos. Nosotros éramos los cuadros medios. El movimiento estudiantil, entre los 80 y los 90 se entiende como una estrategia de la guerra. Éramos parte de la guerra. Y se puede entender muchas de las acciones del movimiento estudiantil como eso. Como parte de esa estrategia que nos hacía detonar los movimientos sociales a favor de la desestabilización del país. Y abrir una puerta para 174
Del espacio doméstico a la rebeldía que el conflicto armado entrara al mundo urbano. Y que la gente tomara consciencia de eso. Entonces, nosotros éramos parte del detonante del movimiento social y detonante de la consciencia colectiva del resto. Entonces, ese era nuestro papel. La facilidad con que se salía a las calles, todo eso era parte de un movimiento estudiantil. Estoy hablando también de la dirigencia. No estoy hablando del resto común de los mortales del movimiento estudiantil, porque esos solo estaban luchando por las reivindicaciones sociales como tal. Ellos no tenían una orden específica. La mayoría de nosotros, los que sabíamos que era lo que estábamos haciendo, de repente también pusimos en juego la vida de montón de gente que no conocía exactamente que era lo que nosotros estábamos planteando. Y esto es duro decirlo. Pero creo que es el momento de aceptar ese tipo de errores. Es aceptar el hecho de que a veces uno comandaba una protesta, pero no era el que sabia que era exactamente que era lo que estaba haciendo o hacia donde quería llevarla. El resto se sumaba porque se identificaba con lo que estaba protestando, pero sin saber la magnitud política de lo que estábamos haciendo. Entonces, eso también lleva el hecho de que el movimiento fuera golpeado. Ensaña mucho el hecho de que la política se volvió el desarme total de las cabezas importantes del movimiento estudiantil. Esas cabezas importantes que tenían que ver con la dirigencia estudiantil y con los intelectuales de arriba. Los catedráticos, daban esa apertura para que uno accionara de forma diferente. Porque ellos –Adolfo Mijangos López, Manolo Andrade Roca y otros– abrían la cabeza de un montón de gente. Entonces, se vuelve como una cátedra distinta. La universidad tenía ese prestigio. También ese prestigio le dio el mote de rebelde. Esa marca de peligroso. Peligroso porque hacía entes que pensaban. Eso que estoy planteando de que nosotros a veces pensábamos y llevábamos a la gente hacia otro lado, podía 175
Ana Patricia Borrayo Morales definirse así misma como gente de izquierda sin necesariamente estar involucrado en un partido, más en esos que eran clandestinos. Era muy difícil decir, yo soy de izquierda. Pero, si hay gente que se involucró desde ese punto. La gente que salió de los colegios y que tenían que ver con los jesuitas, con los Maryknoll y que tenían un golpe de consciencia y que al entrar a la universidad se acrecienta y desde el punto donde la extensión universitaria era real. La asociación contó mucho con las multidisciplinarias del Ejercicio Profesional Supervisado –EPS. Los colectivos multidisciplinaros que eran estudiantes de diferentes unidades académicas que a realizaban jornadas médicas, alfabetización. Entonces, el convocar a una de estas actividades y que llegara gente que no tenía ningún perfil político, pero que su interés era el servicio social o caridad o lo que sea, pero era servicio, llevarlos hacia un punto en que enfrentaran una realidad, eso es un golpe que no cualquiera se quita. Y hay dos circunstancias que puede suceder con ese golpe. La primera, que abre la cabeza y digás –yo tengo que cambiar esto. Y la otra –yo no puedo hacer eso, me enconcho y no puedo hacer nada y sigo mi camino. Este es mi mundo. De esos profesionales también hay un montón. Ahora el EPS se vuelve una cosa extraña, creo que los que aún tienen mayor contacto es la gente de medicina. Porque los otros andan buscando EPSs mucho más suaves. Hubo ese tipo de gente que ni siquiera se acercó políticamente y hablo de lo que pensaban. Con el hecho y el simple acercamiento de ayudarte, es parte también de la muestra de lo que aprendieron del Che. De enseñar con el ejemplo. Era más fácil. El fuerte de los discursos políticos murió con Oliverio Castañeda. El hombre que enamoraba con su voz, pero también la preparación del Oliverio era a otro nivel. Hablamos de un estudiante de cuarto año de Administración, ya es una preparación académica infinita. Un hombre que estuvo en el Colegio Americano, más allá del nivel de la edu176
Del espacio doméstico a la rebeldía cación en Guatemala, era de los colegios con mayor preparación. Estuvo estudiando inglés en Inglaterra. Hablaba inglés, francés y español. Eso no lo tiene cualquier dirigente estudiantil. Una de las ventajas o desventajas fue sospechar siempre de todo mundo. Pero como las sospechas no fueron tantas y permitió que alguna gente se colara en el movimiento. Fue lo que pasó en el 89. Parte de la caída de los compañeros tiene que ver con las personas que entraron. Gente que fue identificada como infiltrado. Las mismas luchas que los grupos revolucionarios tenían adentro, por el control y la mayor participación de la gente. 3.- ¿Cómo entiende la participación de las mujeres en el movimiento estudiantil o la lucha armada insurgente? Maquiavelico. No deja de ser maquiavélico en algún momento por los mismos hombres. Creo que las mujeres se involucraban en la medida de lo posible y de lo que el machismo dejaba. Porque en el movimiento estudiantil en algún nivel siempre fue machista. Era totalmente machista. Las mujeres podían optar muy poco a los espacios. Porque no se los daban. La importancia de las mujeres en algún momento dado, es muy difícil. Hubo muchas compañeras que se involucraron. Pero que no dieron el salto cualitativo hacia los puestos de mando, porque no se les dejó. Pero las que lograron tirarse fue porque su participación en los grupos políticos de las unidades académicas era fuerte y, demostraron con trabajo que podían realizar ese tipo de tareas. El camino era distinto a partir de la asamblea de la sociedad civil que comenzó ene. 89, cuando se comienzan a dar las primeras platicas de la paz 85 -86, se abre la asamblea de la sociedad civil en donde se involucran casi todas las organizaciones de la sociedad civil. A partir de las reivindicaciones propias de la búsqueda de la paz y se involucra mucho el trabajo de las mujeres. 177
Ana Patricia Borrayo Morales En el 94-95, dentro de la AEU, había un grupo que era de la Secretaría de la Mujer que era un grupo de compañeras con tendencia feminista. Muy radicales, porque no se podía ser menos radical en un colectivo en donde el machismo era el que imperaba. Entonces, era una sobrevivencia, propia, pero que se no se lograban involucrar porque se volvían polos opuestos. Sin embargo, de ahí salen compañeras muy importantes para el movimiento social. A partir de los 90, las muertes que tienen trascendencia porque son las que hacen que se levante la voz, el otro mecanismo de esto es puntos importantes como Oliverio Castañeda o Robín García, que son los que trascienden por la magnitud del hecho, de ir con golpes como los del 81, cuando cae la compañera Magaly Welches, son cosas que están como muy calladitas y que casi nadie las menciona. Hay otro grupo en el 84 que también desaparece. No recuerdo los nombres y que también eran parte del secretariado de la AEU, desaparecen como seis y nadie sabe con exactitud que fue lo que pasó. Su dimensión es como una laguna. La laguna se forma mucho a través de esa historia porque la gente desaparece físicamente y los que están alrededor, también desaparecen porque se van a otros lados o se trasladan a otros frentes de lucha, entonces se vuelve como un encerrón en que nadie dice nada. Otra de las cosas de mucho silencio dentro de ese límite, es la que la clandestinidad y hace que mucha gente también pierda el contacto con otros. Y lo explico en esta forma. En ese caso yo estaría a cargo o responsable de su formación política y a mi me pasa algo, su único contacto con esa relación soy yo. Puedo perder la vida o desaparecer y quedaría volando sin otro contacto, porque eso era lo de la clandestinidad y la secretividad de quien estaba en el otro lado e involucrado en algo. Entonces, mucha gente se perdió por ese tipo de cosas. Nos pasó en un tiempo después de la firma de la paz. Estábamos con otro compañero tratando de reactivar el 178
Del espacio doméstico a la rebeldía movimiento estudiantil tratando de involucrar un montón de gente y empezamos a trabajar de esa forma. De que cada quien iba a agarrar un grupo y lo formaba y después íbamos viendo como se hacia. Trabajamos mucho y en el momento que platicamos tenía a cargo un colectivo de Económicas de diez personas y en Derecho otras seis. Pero todavía no teníamos la capacidad de conocerlos a todos juntos y no los conocíamos, el acaba de morir en un accidente de tránsito a finales del 2000 y, toda esa gente que tenía desapareció, nunca más supe quienes eran, entonces eso se desactivó. A partir del 96 todo se desarticula porque ya no había ningún asidero político que los mantuviera y porque la línea política de URNG ya no vino tan directa y se desatendieron un montón de cuadros. Conocí otras compañeras como la Presidenta de la Asociación de Estudiantes de Ciencias de la Comunicación, su carácter era fuerte, tenía la característica de ser una líder. En Medicina conocí otras compañeras, que se involucraron y tenían mucha participación, pero casi todas eran de base y de una gran trascendencia, como Gabriela Caravantes, del grupo de teatro de Medicina, el grupo se llama Ixchel, A Gabriela la mataron el año de 1991. Creo que la falta de espacios se dio en casi todos los sectores y, en los sectores en donde se dio la participación de la mujer fue porque ellas mismas se involucraron e hicieron andar sus propios espacios, pero de ahí en espacios mixtos, por decirlo en una forma, es muy difícil. Creo que era difícil que se atendiera la trascendencia de la participación de la alguna compañera. Los únicos espacios que yo recuerdo que se ganaron por compañeras, en lo que estuve participando fueron espacios muy pequeños. En el 98 dentro del Comité de Huelga de Dolores, una mujer era la vocera del honorable y que en alguna medida era parte del trabajo de la compañera –un trabajo congruente con sus ideas– y se le dio el espacio. Ella era la vocera del honorable y eso quería decir que era la presidenta 179
Ana Patricia Borrayo Morales del Honorable Comité de Huelga. El non plus ultra de machismo en la USAC. Ella se involucró en una comisión. Todos teníamos una comisión distinta aparte de del comité organizador de la Huelga de Dolores, y se involucra en una comisión de abastos. Muy a fin, para la mentalidad machista que fuera una mujer la que se hiciera cargo. Entonces, se involucra en esto y su dinámica la hace que se meta de cabeza, porque ella era una persona entregada a esa dinámica. Creo que algunas unidades académicas lograron trascendencia, pero nombres no recuerdo. Creo que ya se perdió el amor a la universidad. Y ¿qué es ser sancarlista? Puede significar cosas distintas. Los costos que hicieron que la universidad no sea lo que es. Los costos que ha tenido la universidad para seguir siendo lo que es y los costos que hicieron que la universidad, no sea lo que es, o lo que debería ser. Esos costos humanos, esos costos de intelectuales, esos costos de ideas. Son costos que la universidad pagó, pero pareciera que no vale la pena. Esos espacios no se los regalaron a nadie, a ellos tal vez se los regalaron, pero la gente, los primeros en tenerlos, son espacios ganados con sudor, lágrimas, desvelos, construcción de sueños, no son cualquier cosa. Las cafeterías, los locales de las fotocopiadoras, son espacios ganados. La biblioteca es también un espacio ganado por las luchas estudiantiles. El papel histórico de todos esos espacios se tiene que volver a reivindicar, no son cosas que existan solo por que si. Cada uno de los espacios, fue un espacio en que se dijo, nosotros necesitamos una sede para una asociación estudiantes, queremos ese salón y tomamos, este y este otro. Y hacemos cosas de los estudiantes, ahora los tienen como cualquier cosa. La asociación de estudiantes universitarios, es un edificio que se peleó, que se peleó para construirlo. Esa es una reivindicación que se debe hacer. Los espacios históricos del movimiento estudiantil, esté quien esté adentro. 180
Del espacio doméstico a la rebeldía 4.- ¿Cuál considera que es la importancia de la recuperación histórica del movimiento estudiantil? Se debe contar esa historia, porque es una historia que tiene que ver con entrega, más allá de lo que, si es bueno o malo su forma de pensar, si la ideología es buena o mala, más allá de eso se debe recuperar por qué se entregaron, con cuerpo y alma a lo que querían y a lo que sentían. Aún en un momento dado se crea que fuimos guiados, no es tanto, porque nosotros sabíamos hacia donde íbamos. Sabíamos que en un momento dado podríamos encontrar la muerte en cualquier lugar, pero lo sabíamos y lo buscamos, buscando abrir una puerta y las que lo encontraron por otro tipo de circunstancias, creo que también entregaron la vida con gusto, para que la demás gente siguiera luchando.Entonces, creo que se debe recuperar la memoria y se debe hacer porque todos ellos, todos y cada uno de ellos y ellas entregaron una gran parte de su vida, en este espacio y porque la gente debe conocer su historia, una historia escrita por humanos, hombres y mujeres que lloraron, que rieron, que bailaron e hicieron de todo en esos espacios. Aunque los edificios sean distintos, están los pasos de ellos, en cualquier momento uno puede voltear a ver y no son fantasmas, son esos espíritus que están acercándose a uno. Cada uno de los espacios es historia que se debe recuperar. No como dice la gente, para que no se vuelva a repetir. Creo que es una historia que se tiene que volver a repetir, la historia esa que habla de entrega, en la concepción de un sueño y de luchar hasta conseguir un sueño. Eso se tiene que volver a repetir, las veces que sea necesario, lo que no se debe volver a repetir es la forma en que les quitaron la vida. Buscar el respeto a esas formas distintas de pensar, no es lógico que alguien quite la vida, solo por pensar distinto, por creer en un mundo distinto. Eso es lo 181
Ana Patricia Borrayo Morales que se debe cambiar. Pero lo demás no. Se debe volver a pensar en que se puede construir un mundo distinto. A partir de lo que se quiera, a partir de una cuestión política o cuestión económica. A partir de un ideal, de sueños, a través de la poesía, a través del arte, creo que se debe hacer, esas son las historias que de deben repetir. Esas historias que hablaban de solidaridad, hablaban de solidaridad desde el punto de vista en que si a uno le faltaba algo para comer, el otro podía compartir lo que le faltaba, lo que tenía para comer. Que si le faltaban los cinco len para la camioneta en aquellos tiempos, alguien podía pagar la camioneta de uno. Si faltaba un quetzal para la camioneta de uno, alguien se lo podía dar. Podíamos comernos un pan entre los seis. Podíamos tomarnos un agua entre los cinco, podíamos dormir bien aperchados veinte en un salón. ¿Por qué se hacía eso? Porqué éramos locos, porqué éramos tontos porqué nos encantaba estar tirados en el suelo, porqué nos encantaba sufrir. No, se hacia porque se tenia convicción, en lo que se hacía. Se creía que se estaba dando un paso más allá. Esa solidaridad ya no existe. En el salón se nota. Mientras menos se fije uno en el compañero mejor. Nadie te da una copia solo por que si. Tuve compañeras que me odiaban porque me había metido a cosas, no querían saber nada de mí. Pero que bajaban del salón a entregarme sus copias del cuaderno –mirá ese es mi cuaderno cópialo-, y se iban. Ponerme al día y devolverlo. Porque yo faltaba a una clase y era su pelea. Según ellas, estaba faltando a las clases por algo que no vale la pena”. Pero aun así ellas bajaban y me daban copia. Y esa solidaridad ya no la encuentro. Esas son las cosas y creo que la recuperación de la memoria histórica tiene que ver con eso. Con ir mas allá de lo que la gente común mira en datos, en esa pasión y entonces si se necesitaría que la gente que conoce, se involucre, cuente la pasión de vida de ese tiempo. Y 182
Del espacio doméstico a la rebeldía reivindicar a nuestros compañeros en su papel de vida, no en su papel de mártires, en su concepción de vida, a mi no me interesa como murieron, quiero que me cuenten como vivieron, para que me voy a llenar de datos que dicen como lo torturaron, que dice le arrancaron una mano, le arrancaron un dedo. Que me cuenten por que le hicieron eso. Por que se tomaron la tarea de acabar con ellos, que me cuenten porque tiene que ver con esa lucha de vida. Con ese papel de ir y venir se debe recuperar la memoria histórica. Eso es lo que vale la pena reivindicar. Y la de las compañeras en especial, porque hay muy poca información y hay muchas compañeras. En los frentes conocí muchas compañeras, igual de cabronas que cualquiera y en un nivel mucho más horizontal en que se podía platicar con ellas y con lecciones de vida totalmente aplaudibles. Tengo muchas compañeras que estuvieron al lado mió en la batalla de la calle, a la par de la trinchera, entre el humo de las llantas, de las bombas lacrimógenas, con golpes en la cabeza, con menos importancia de nombre, porque no tenía esa trascendencia de un dirigente estudiantil. El que trasciende es el dirigente estudiantil, porque tiene más capacidad de hablar, porque tiene más capacidad política, el resto de gente que no trascendió no es que no tenga importancia, porque todo lo que el dirigente hizo es porque tuvo base y eso es lo que la gente no ve. Muchos de nosotros fuimos base de un montón de dirigentes, y sin nosotros no hubieran sido lo que son. Y ahora no hay dirigentes, porque no hay base a quien dirigir. Alguien me decía, la única forma en que un dirigente camine es que le encarames la base encima y el dirigente camina. Entonces, ese montón de compañeras no fueron dirigentes, porque no se les dio el espacio, pero hubo un montón con mucha más capacidad. Entonces, me reivindico dirigente estudiantil en la medida de lo posible, porque se que compartí la parte humana con un montón de amigos. Se que no tengo ninguna 183
Ana Patricia Borrayo Morales trascendencia, que no voy a estar escrito en algún libro, pero no importa porque estoy en la memoria de gentes que me toma de referencia para alguien más. 5.- ¿Veinte o treinta años más tarde cuáles son las lecciones aprendidas que nos quedan? ¿Lecciones aprendidas?, muchas. Una de esas, el dirigente que no escucha su base y que no tiene una base no va a ningún lado. El dirigente que cree que por si mismo es importante, puede llegar políticamente a cualquier lado, pero su trascendencia histórica no es ninguna. Dirigentes como Oliverio, que logró identificarse con la base, y su base lo adoraba, pero era porque estaba con ellos. Y creo que lo que la gente no entiende, es que el dirigente tiene que estar a la par de la base, con ellos, dentro de ellos y no encima de ellos. Involucrado en el trabajo, en la lucha, ser el primero en dar la cara, el primero en levantarse, el último en comer. La lección aprendida es entonces, la dirigencia debe pensar, en lo que quiere la base y reconstruirse asimismo como dirigente, el actual dirigente no es el mismo que era antes, debe ser mucho más preparado y mucho más inteligente. Mucho mas apasionado, para trasladar su propia pasión hacia algo y saber con exactitud lo que quiere. Otra lección aprendida es que no debe ser guiado por nadie. Uno mismo va construyendo su forma de pensar, y que el movimiento estudiantil como tal tiene su propia dinámica. Creo que las mujeres deben crear conciencia de su capacidad, cuando se siente y se sabe capaz asume cualquier tarea, no debe tener miedo de involucrarse, y entregarse. Lo que pasa con las compañeras jóvenes es que tienen que pelear con ellas mismas, con su entorno y su entorno comienza con la casa. Soltar las amarras de la casa es mucho más difícil. Se tiene fácil cuando los padres han estado involucrados y en alguna medida saben en que anda, pero al es184
Del espacio doméstico a la rebeldía tar involucrados, para algunos padres el miedo es mucho más y tienen la tendencia de cuidar más a una hija. La mujer tiene que estar consciente que su espacio esta ganado, nadie se los cede, los espacios donde están se los ganaron a pulso y eso es algo que tienen que tener la cabeza fría, es uno de los errores de casi todos, se debe tratar de compartir y hacer las cosas al mismo nivel porque tienen capacidad para hacerlo. 6.- ¿Cree que el socialismo fue una opción? Creo que si era una opción. La revolución cubana se comienza a transformar en socialista y cuando va avanzando el tiempo, la cuestión técnica también va avanzando. Es mucho más popular el inicio, pero tienen como una cuestión ideológica más marcada, y creo que eso es para muchas de las revoluciones después. Para la de acá, que comienza en el 60, el proceso de la guerra puede marcarse el 13 de noviembre de 1960. Y a partir de ahí, tiene que ver mas con cuestiones patrióticas nacionalistas que con una cuestión ideológica clara. Además surge del núcleo militar y después con la llegada de los estudiantes de educación media. Ellos son los que van sumándose. Y comienza la entrada de la gente que tenia que ver con el Partido Guatemalteco del Trabajo -PGT, que tenia la cuestión ideológica más marcada. Es el proceso de los partidos comunistas, entonces son ellos los que van marcando la cuestión ideológica en los movimientos. A partir de ahí, la juventud del partido es quién, mas inquietudes tiene de ese tipo. Y es la primera parte que se suma al movimiento 13 de noviembre, Frente Edgar Ibarra, que es el brazo armado en ese momento. Son las primeras Fuerzas Armadas Rebeldes -FAR. En el informe de la ODHA, ahí cuentan mucho la aparición de las primeras FAR, y el capitulo que tiene la cues185
Ana Patricia Borrayo Morales tión histórica cuenta todo lo de los movimientos sociales. Y cuenta como aparece el PGT y la ORPA. Creo que ahí se empieza a construir la cuestión ideológica. Empiezan a aparecer los que eran troskistas. Las FAR en un momento dado se determinan como marxistas leninistas, en la última parte, la tendencia era marxista. El Ejército Guerrillero de los Pobres -EGP, eran comunistas, más marxistas que leninistas. Y la otra combinación de tendencias era como variaciones de puntos de vista de la propia forma de ver el mundo, por ejemplo la ORPA o EGP. ORPA tenía que ver con la visión del campesinado, con las luchas campesinas esas tendencias complican un poco el asunto. A partir de donde uno cae por casualidad o por escogencia va construyendo el pensamiento y ahí es donde hay que buscar hasta donde llegó la cuestión ideológica de las discusiones universitarias. El hecho de plantearse si es una opción o no. Creo que en ese caso es más de creencia un poco dogmática, el decir, si esta es la opción. Sin detenerse a pensar exactamente cual es la aplicación del socialismo en un país como Guatemala. Hay un ejemplo que seguir y ese ejemplo era la revolución cubana. Y en macro lo que pasaba en el bloque socialista. Lo que tenía que ver con la Unión Soviética. Eran los marcos generales de lo que podía agarrar uno. Porque lo grande era lo histórico de la URSS. y los países del bloque socialista y Cuba que era lo mas cercano. Esos ejemplos, eran como eso, es lo que quiero para mi país, en los sueños, en lo utópico. Eso se lo puedo vender a alguien que tiene 15 ó 16 años. Y se lo sigo vendiendo porque es entre la rebeldía y la capacidad de pensar que se puede cambiar el mundo. El problema era que los esquemas venían de algo que querías copiar. Entonces era muy poco lo que nacía de la misma gente. Entonces, tratar desde lo esquemático, eran esquemas muy fáciles de 186
Del espacio doméstico a la rebeldía copiar. Y de rastrear, vendo la idea de que soy muy revolucionario, alguien que me mira, le vendí la idea de que si soy así. Y voy y busco y, voy a cumplir la tarea que me impusieron. Entre los 70 y los 80 el movimiento estudiantil era masivo. No era una cosa de 10 ó 20. En los 70 es más la movilización porque las tendencias son más fuertes. Tenemos a FRENTE, (PGT, PC). Ellos tenían cuadro informados con capacidad ideológica de lo que tenían que hacer –muy teóricos con capacidad de crear, sin embargo el discurso era otro: -seamos más incendiarios. Y FERG (EGP), ahí hay dos tendencias distintas. Tenían completamente la lucha armada, y siempre había una tendencia de crear un ámbito que creara las condiciones. Eso explica que hay dos visiones distintas. El FERG, utilizaba la creación de las utopías como escalera, como una esperanza propia. Hay muchas utopías pequeñas que se pueden alcanzar. Una me va a llevar a alcanzar la otra. Y resulto rico, esa pequeña utopía de que la gente podía expresarse. Era parte de eso. Pero no expresarse. Simplemente ir viendo eso. Era como repetirse. El socialismo es esa construcción de cosas, no tiene que ver con quien toma la batuta, es la suma de los siguientes que van creando el mecanismo. Tomar el poder, sin tomar el gobierno, es crear los poderes. 7.- ¿Cuáles eran las lecturas clásicas de la época? ¿Que leíamos? hay de todo, Marx, Lenin, Marta Harnecker, el Brumario, el Capital, que era lo que podía venir. La formación de mucha gente es a partir del texto y de música. Los trovadores, los nicaragüenses que eran los más cercanos, eran como el soundtrack de una revolución a nivel latinoamericano. En los 90, muchos eran artistas, poetas, hacían teatro, a escribir, siempre con su tarea para ganarse la vida, pero siempre con ese tipo de creación, en ese tiempo compartíamos lecturas de otro tipo. Gabriel García Marqués, Julio Cortazar, Miguel Ángel Asturias, Eduardo Galeano. De 187
Ana Patricia Borrayo Morales lo que se podía conseguir. Eso es lo que se leía, tiene que ver con lo teórico. Lo mas clásico, y lo que pudo haber leído sobre psicología social, de Martín Baró. Hubo mucha influencia de ese tipo. 8.- ¿Alguna reflexión final que nos quiera compartir? Creo que lo primero es eso, luchar por cambiar algo. Y luego la implicación ideológica viene en torno a lo que uno va aprendiendo. Y creo que siguiendo una forma de ver como se buscaba a la gente adentro de la universidad, el poder tener una visión general de cómo era un estudiante en todos y después un específico que podía generar que se involucrara a otro nivel. Porque no era lo mismo estar involucrado a un nivel que era totalmente estudiantil o en las asociaciones estudiantiles que si tenían su dinámica, que no era lo mismo saltar a un compromiso fuerte y que tampoco se trataba de comprometer a cualquiera. Y también eso pudo haber sido uno de los errores. Guatemala, octubre de 2008
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Del espacio doméstico a la rebeldía Mujeres universitarias del siglo XX se terminó de imprimir en mayo de 2010, en los talleres de ARMAR Editores, 11 avenida 2-49 zona 15, Colonia Tecún Umán, Ciudad de Guatemala, Guatemala, Centro América.