Estudio Cualitativo Acerca De La Participación De La Mujer En La Política

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PODER Y REPRESENTACIÓN FEMENINA (Estudio cualitativo acerca de la participación de la mujer en la política)

JULIA HASBÚN JOSEFINA ARVELO

MARZO DE 2002


PARTICIPACIPÓN CIUDADANA Movimiento cívico no partidista Calle Desiderio Arias No. 25 Ensanche La Julia. Santo Domingo, D.N. República Dominicana Teléfono (809) 535-6200 Fax (809) 535-6631 Correo electrónico: pciudadana@codetel.com http::/WWW.pciudadana.com Título: Poder y representación femenina (Estudio cualitativo acerca de la participación de la mujer en la política)

© Participación Ciudadana Corrección de estilo: Nicolás Guevara Cuidado de edición: Luis Minier Montero Portada Cristian Hernández Diagramación e impresión:

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DEDICATORIA

Con un reconocimiento y gratitud a doña Josefina Padilla, cuyos 55 años de luchas por la Libertad, desde que firmara el Manifiesto de la Juventud Democrática en tiempos de absoluta Opresión, son un ejemplo y estímulo para los que Sustentamos el movimiento Participación Ciudadana. Porque no ha admitido tregua ni frustraciones, aunque la tiranía le arrebató a su esposo y padre de sus hijos e hijas. Rafael Augusto Sánchez

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INDICE DE CONTENIDO INTRODUCCIÓN Hacia una mayor presencia femenina en el Congreso y los Ayuntamientos ................................................................................................5 1. LA MUJER EN LA POLÍTICA ...................................................................10 1.1. Por qué un estudio cualitativo de la participación de la mujer en política. ...............................................................................................10 1.2. La metodología........................................................................................11 2. RELATO DE LOS RESULTADOS 2.1. Mujeres no organizadas............................................................................14 2.2. Hombres no organizados..........................................................................14 2.3. Mujeres organizadas.................................................................................19 2.4. Mujeres de partidos políticos ...................................................................24 2.5. Mujeres con experiencia en puestos electivos .........................................28 2.6. Hombres de partidos políticos..................................................................37 2.7. Figuras públicas de medios masivos........................................................41 3. ANÁLISIS DE LOS PRINCIPALES HALLAZGOS .................................45 3.1. Evaluación del trabajo que realizan las mujeres en general ....................45 3.2. Las percepciones sobre las mujeres políticas..........................................46 3.3. Las percepciones sobre los hombres políticos .........................................47 3.4. Consideraciones sobre los obstáculos que enfrentan las mujeres políticas......................................................................................48 3.5. Sugerencias para campañas de apoyo a la participación de las mujeres en política...................................................................................52 4. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ...........................................55 ANEXOS .............................................................................................................57

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INTRODUCCIÓN HACIA UNA MAYOR PRESENCIA FEMENINA EN EL CONGRESO Y LOS AYUNTAMIENTOS Una revisión de los aspectos más relevantes de la situación de las mujeres dominicanas evidencia cambios significativos en los ámbitos educativos, familiar y laboral. También las informaciones aportadas por la Encuesta Demos revelan una importante aceptación de la participación política de la mujer por parte de la ciudadanía, aunque se destacan todavía nudos de resistencia a una mayor participación femenina en las instancias de poder y un mayor desinterés de las mujeres en determinados aspectos de la política. Es en el ámbito educativo donde se experimentan las transformaciones más significativas en la situación de la mujer dominicana, ya que, en contraste con el pasado, se va estrechando la brecha de desigualdad respecto a la participación de hombres y mujeres en el sistema educativo, incluso se observa que las mujeres presentan posiciones más ventajosas en la mayoría de los indicadores de escolaridad. También a través del tiempo y comparando las mujeres correspondientes a grupos de edad diferentes, en los datos de la Endesa-96 y los datos de la actualidad, se evidencian mejoras sustanciales en el nivel educativo de las mujeres dominicanas en los últimos 20 años. “Las mujeres de menor edad presentan porcentajes elevados de estudios secundarios y universitarios, en tanto, las de mayor edad tienen una proporción elevada de mujeres sin escolaridad y con menos de cinco años de educación.” 1 Perduran, sin embargo, diferencias a nivel cualitativo que se expresan en la segmentación de la matrícula universitaria y de diversas escuelas técnicovocacionales. Otro cambio importante que favorece una mayor inserción de la mujer en el ámbito público se ha producido al interior de la familia dominicana y es el referido al descenso acentuado de la fecundidad. Concretamente, esta tendencia se inicia a 1

ENDESA-96, Informe publicado por el Centro de Estudios Sociales y Demográficos (CESDEM), et al. 1997. p.23. Las Encuestas Demográficas y de Salud constituyen la fuente principal de las informaciones que presentaremos en esta introducción. Las informaciones correspondientes al año 1991 proceden de dos publicaciones: Instituto de Estudios de Población y Desarrollo (IEPD) et al, Encuesta Demográfica y de Salud, 1991, Columbia, Maryland: IEPD e IRD, 1992. Instituto de Estudios de Población y Desarrollo (IEPD), ENDESA-91, “Resultados Generales Cuestionario Hogar Ampliado”, Monografía No. 04, Santo Domingo, 1993.

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mediados de la década del 60. Entre 1965 y 1996, el número de hijos por mujer disminuye de 7.4 a 3.2. (tasa global de fecundidad) Los logros en el ámbito político son más modestos, principalmente en lo que toca a la participación de la mujer en puestos dirigenciales y en las instancias de poder. Según el censo de servidores públicos realizado en 1997, el índice de feminidad en las dependencias del Poder Ejecutivo era de 68.6. Sin embargo, la participación de las mujeres en los puestos dirigenciales de este poder ha sido tradicionalmente irrelevante, la única excepción es la elección de Dña. Milagros Ortiz Bosch como Vicepresidenta de la República. Un avance más relevante en este campo de la participación femenina se produjo en la carrera judicial. En la Suprema Corte de Justicia, en las Cortes de Apelaciones, en los Juzgados de Primera Instancia y en los Juzgados de Paz las mujeres cuentan con una representación total de un 37%, siendo el caso de la Suprema Corte de Justicia (31%) el más significativo, ya que entre 1993 y 1999, la proporción de mujeres pasó de 0% a una tercera parte.2 En lo que respecta al ámbito legislativo y municipal, la forma como los partidos políticos aplicaron la cuota mínima de un 25% de candidaturas femeninas en las elecciones del 1998 no favoreció un incremento significativo en la representación de las mujeres en el Congreso: la proporción de mujeres legisladoras sólo aumentó de un 10% a un 16%. Sin embargo, desde una perspectiva cuantitativa, es decir considerando exclusivamente el número de mujeres electas, la cuota fue exitosa, pues esta disposición logró incrementar la participación política de las mujeres en esos organismos decisorios del Estado. En efecto, el porcentaje total de representación femenina casi se duplicó entre las dos elecciones, pasó del 12.5% de los escaños en 1994 al 21% en 1998 (un significativo incremento de 8.5 puntos porcentuales). El problema más importante fue la concentración de las propuestas de candidaturas femeninas en las regidurías y particularmente en las suplencias que, según los resultados de las elecciones del 1998 concentran el 87% y el 51% del total de puestos ocupados por mujeres como resultado de las elecciones del 1998.3

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Clara Báez. En: Estadísticas para la Planificación social con perspectiva de Género, FNUAP/PNUD/Secretaría de Estado de la Mujer, Santo Domingo, junio, 2000.

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Duarte, I., “Cuota femenina y voto preferencial”. En: Cuota femenina y voto preferencial (vista desde las mujeres de los partidos políticos mayoritarios y la sociedad civil). Participación Ciudadana, Santo Domingo, 2001.

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Los datos recopilados no evidencian diferencias notables en la apertura a la incorporación de la mujer a puestos dirigenciales entre las instituciones gubernamentales y no gubernamentales. Es particularmente relevante el caso de los partidos políticos, donde, según datos correspondientes a los años 1993 y 1999, la proporción de mujeres dirigentes oscila entre menos de un cinco porciento en los dos partidos de izquierda con cifras disponibles (PTD y PC), 8.7% en el PRD, un 16% en el PQD, 31% en el PRSC, hasta alcanzar las cifras más altas en el PLD, un 44%. 4 Con respecto a la percepción de los electores y electoras, los resultados obtenidos en las encuestas Demos permiten afirmar que en la sociedad dominicana de hoy ya se empieza a visualizar y aceptar que la política es también un asunto de mujeres. Para 2001 una alta proporción de la ciudadanía de ambos géneros consideró que la política no es privativa de los hombres y que la participación de hombres y mujeres debe ser equitativa. También, más de la mitad de la gente entrevistada considera que la igualdad entre géneros no se limita a la participación sino también a la capacidad para gobernar. Sin embargo, si bien la mayoría de ambos sexos está de acuerdo con que “la mujer tiene igual o mayor capacidad que el hombre para gobernar”, no deja de ser muy significativa la proporción restante que no acepta esta idea y que abarca un 37% del total de las personas entrevistadas y un 34% de las mujeres. Como se ha destacado, esta “ mayoritaria actitud hacia una mayor participación de la mujer en la política posee, no obstante, límites muy precisos. Aunque la opinión de que la mujer debe participar en la política igual que el hombre alcanzó los significativos umbrales del 70% de la gente entrevistada, el examen de la visión igualitaria de la participación política revela la existencia de reticencias a que la mujer se incorpore a la actividad política al mismo título que el hombre. Como hemos visto el 87% es receptivo a que la mujer participe más en la política, pero sólo el 70% considera que debe participar igual que el hombre”.5 A pesar de las reticencias, un aporte fundamental de esta encuesta ha sido poner en evidencia que en los últimos 7 años se ha experimentado un cambio muy significativo en la percepción de la ciudadanía sobre el rol político que debe y puede desempañar la mujer, como se muestra a continuación:

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Clara Báez, junio, 2000, Ob. Cit.

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Isis Duarte y Ramonina Brea, “Hacia donde va la democracia dominicana? 1994-2001”, Santo Domingo, PUCMM, 2002.

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Indicadores de aceptación de la igualdad y la participación de la mujer en la política Demos 1994 71.5 La mujer participe más en política. El 30% de las candidaturas de los partidos sean de -49.4 mujeres. 49.7 La política no es un asunto sólo de hombre. La mujer debe participar en la política igual que el 47.4 hombre. La mujer tiene igual o mayor capacidad que el hombre para gobernar. Porcentaje que está de acuerdo con que:

Demos 2001 86.9 83.8 71.4 69.7 62.5

Las estadísticas presentadas sobre la limitada participación de las mujeres en puestos de dirección, ilustran una dimensión de la resistencia a la aceptación de la igualdad y a la participación de la mujer en la política. Esta resistencia se ubica en la cultura autoritaria de las cúpulas de los organismos de dirección del Estado, de los partidos políticos e incluso de muchas organizaciones de la sociedad civil (por ejemplo, en 1996 la participación femenina en las siguientes directivas de asociaciones profesionales era muy baja: 11% en la AMD, 14% en el CODIA, 23.8% en la ADP y 26% en ADOMA). 6 El contraste entre los datos sobre la participación de las mujeres en las estructuras de poder y de dirección política (representadas por sus élites) versus la opinión y percepción de la ciudadanía, permite conjeturar que las élites políticas ofrecen más resistencia al cambio que los electores. Así, mientras el 56% de la ciudadanía acepta que la mujer tiene igual o mayor capacidad que el hombre para gobernar sólo eran ocupados por mujeres un 14% de los puestos de Secretaria o Secretario de Estado, un 33% de los jueces de la Suprema, y menos del 25% de la representación congresional y municipal. Dos aspectos adicionales justifican la importancia de realizar un mayor esfuerzo de motivación y educación a las mujeres de cara a los próximos comicios. Recordemos, por un lado, la tendencia a una mayor abstención electoral en elecciones congresionales y municipales (alrededor del 50% en 1998 mientras en las presidenciales del 2000 fue de un 24%). Y, por otro lado, la evidencia aportada por la Encuesta Demos de un “mayor rechazo de la política partidaria entre las 6

Clara Báez, junio, 2000, Ob. Cit.

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mujeres dominicanas, lo que se manifiesta a través de varios indicadores: una tasa menor de membresía en este tipo de organización, una percepción más negativa sobre el rol de los partidos y, en general, un mayor desinterés por la temática y el quehacer político”. 7 En síntesis, el conjunto de aspectos señalados sugieren la necesidad de promover acciones de “afirmación positiva” en apoyo de las candidaturas femeninas que permitan una representación más igualitaria de los sexos en las próximas elecciones, acorde con los avances experimentados por la mujer en otros ámbitos. Igualmente, plantean la importancia de impulsar una campaña más acentuada de promoción del voto por y entre las mujeres. Son estas ideas las que animan el Proyecto Mujer y Política que, bajo los auspicios del movimiento cívico Participación Ciudadana, promueve un incremento de la presencia e incidencia de la mujer en el Congreso Nacional y en las Salas Capitulares del país. Espero que este documento, que me honro en introducir, y que reúne los resultados de un estudio basado en técnicas cualitativas, constituya una valiosa herramienta de consulta para nuestras mujeres candidatas, no sólo porque su lectura permite conocer las percepciones que tienen públicos muy diferentes sobre la mujer en la política, sino también porque la información contenida en el libro puede resultar de suma utilidad para orientar sus campañas electorales y la elaboración de las propuestas programáticas que deben presentar a los electores y electoras de sus circunscripciones. Isis Duarte Santo Domingo, marzo, 2002

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Ramonina Brea e Isis Duarte, Entre la calle y la casa, Profamilia et al, Santo Domingo, 1999, p. 144.

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1. LA MUJER EN LA POLÍTICA 1.1 POR QUÈ UN ESTUDIO CUALITATIVO ACERCA DE LA PARTICIPACIÓN DE LA MUJER EN LA POLÍTICA Los objetivos principales del presente estudio, se fundamentan en la necesidad de conocer las percepciones de diferentes sectores sociales sobre lo que ha sido y será la participación de la mujer en la política dominicana. La esencia de los principales cuestionamientos radica en la búsqueda de respuestas a interrogantes que puedan contribuir a fortalecer la democracia y la igualdad de género en la República Dominicana, y en este sentido el estudio recopila opiniones y percepciones divergentes en torno a la mujer en la política: Diferencias en la percepción de mujeres y hombres respecto a la acción política de la mujer. Diferencias fundamentales entre una mujer política y un hombre político. Obstáculos existentes en el país que impiden el avance de la participación plena de la mujer. Factores influyentes que facilitan el progreso de la participación femenina en la política. Características que inspiran confianza y credibilidad en personas involucradas en la política. Elementos que deben considerarse en una campaña masiva de apoyo a la participación de la mujer en política y que logre un impacto efectivo en la población. Anteriormente se habían realizado estudios cuantitativos que han aportado una serie de datos referentes a aspectos de la participación de la mujer en la política. Brea & Duarte, 1999 8, expusieron datos sobre el desinterés de la mujer dominicana en la política. Los resultados de las encuestas Demos de 1994 y 1997 muestran que en los dos años en que se realizó la encuesta, se observaron diferencias altamente

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Ramonina Brea e Isis Duarte. Entre la Calle y la casa. Santo Domingo, PROFAMILIA, 1999.

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significativas en el indicador de interés en la política en función del sexo. Las mujeres reportaron interés más bajo en la política que los hombres. También en el año 1999, se pudo observar en esta encuesta que dos tercios de las personas entrevistadas percibieron que la política es un medio utilizado para que las personas involucradas en ella puedan obtener beneficios personales. Este dato indica que en nuestro país, la percepción de las motivaciones para la participación en política es muy negativa y refleja poca confianza. 1.2 LA METODOLOGÍA Para este estudio, se aplicaron una serie de técnicas cualitativas en orden de poder lograr los objetivos propuestos. Estas técnicas utilizadas permitieron preguntar aspectos a los entrevistados que arrojan una riqueza cualitativa y ayudan a explicar las percepciones, actitudes y procesos involucrados en la participación de las personas en las actividades. Así se realizaron una serie de entrevistas en profundidad, entrevistas grupales y sesiones de grupos focales con diferentes actores de la sociedad dominicana. A continuación se especifican en el siguiente cuadro: Tipo y Número de Técnicas Utilizadas. 2 grupos focales con mujeres organizadas. 2 grupos focales con mujeres no organizadas. 2 grupos focales con hombres no organizados. 1 grupo focal con mujeres políticas. 1 entrevista grupal con hombres políticos. 2 entrevistas en profundidad con personas de medios sociales masivos. 3 entrevistas en profundidad con mujeres que han estado o aspiran a puestos electivos. 3 entrevistas en profundidad con hombres políticos.

Número de Participantes 22 23 18 10 3 2 3 3

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Las entrevistas en profundidad se realizaron a persona individual, las entrevistas grupales a grupos de menos de seis personas, y las sesiones de grupos focales con más de seis personas y menos de doce. Las entrevistas y los grupos focales se realizaron con una guía estructurada en donde se conversaba con las personas participantes acerca de aspectos específicos que se preguntaban o se exponían para que ellas dieran su parecer. Se definió para este estudio como mujeres y hombres organizados a aquellas personas que pertenecían a alguna organización de base comunitaria, sin militar en partidos políticos. Las personas participantes no organizadas fueron personas escogidas en los barrios, que no pertenecieran a organizaciones de base comunitaria ni a partidos políticos. Las mujeres políticas que hubiesen ocupado o que estuvieran optando por cargos electivos se diferenciaron de las mujeres políticas en general que no hubiesen o estuvieran optando por cargos políticos. La razón primordial para esta diferenciación estuvo basada en la experiencia vivida de mujeres en cargos electivos. Las personas entrevistadas que laboran en medios masivos, son personas que aparecen día a día en programas televisivos y cuyas opiniones son escuchadas en el ámbito nacional. Mientras que el reclutamiento de las personas organizadas se hizo a través de Participación Ciudadana, mediante los grupos comunitarios con que cuenta en Santo Domingo. La estrategia de reclutamiento utilizada fue a través de personas coordinadoras barriales, quienes a su vez, debían reclutar personas de sus barrios que no participaran de los programas de Participación Ciudadana y que se adaptaran a las características deseadas para cada grupo focal. Asimismo, las entrevistas con los políticos fueron concertadas también en Participación Ciudadana, gracias a la diligente labor de la Lic. Josefina Arvelo, quien también fungió como observadora en las sesiones focales. Tanto en las entrevistas como en las sesiones focales, se aseguró la confidencialidad de las opiniones emitidas para lograr un mayor rapport o empatía. Todas las entrevistas y grupos focales fueron grabados en cintas para luego proceder a su análisis de contenido con mayor detenimiento. La aceptación de las entrevistas fue muy satisfactoria, dándose muy pocos casos de personas que no tenían el tiempo para participar en el estudio.

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A continuaciĂłn se presentan los resultados obtenidos para cada grupo en el presente estudio cualitativo. En esta parte se presentan las informaciones obtenidas sin analizarlas, utilizando en muchas ocasiones expresiones textuales de las personas participantes. MĂĄs adelante se analizan las similitudes y diferencias entre los grupos y por Ăşltimo se incluyen las conclusiones y recomendaciones a lugar.

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2. RELATO DE LOS RESULTADOS En este capítulo se presentan los principales hallazgos que resultaron de la aplicación de técnicas cualitativas utilizadas en el estudio, respetando con la mayor fidelidad posible las opiniones externadas por los diferentes públicos que participaron en los grupos focales y las entrevistas realizadas. La redacción del texto se organizó diferenciando primero los públicos o sectores que participaron en el estudio (mujeres organizadas, ----) y luego, dentro de cada sector estudiado, se presentaron las opiniones y percepciones por líneas temáticas. 2.1 LAS OPINIONES DE LAS MUJERES NO ORGANIZADAS 2.1.1 Evaluación del trabajo que realizan las mujeres. Las mujeres no organizadas consideran que la mujer es muy trabajadora, siéndolo más que el hombre. Las mujeres trabajan en sus casas sin horario, ni días de descanso. Las participantes que trabajaban en sus casas, expresaron el deseo de conseguir un trabajo fuera de ellas, por lo que las participantes que trabajaban fuera de la casa les contestaron que era todavía peor, ya que cuando llegan al hogar tienen que cumplir también con los oficios domésticos. Opinan que las mujeres no pueden conseguir buenos trabajos. Se preparan en la universidad, sacan un título, y si consiguen trabajo, es en un puesto inferior a su preparación y con salarios bajos o mínimos. Y si aceptan dichos puestos, tienen que trabajar en condiciones desiguales a los hombres que en muchas ocasiones no están tan preparados como ellas, pero a los cuales se les trata mejor. Un ejemplo expuesto, fue el de una participante que trabajaba como operaria de una empresa de Zona Franca en donde sólo había mujeres operarias, y la gerencia les descontaba una cuota a cada una de las trabajadoras por concepto del agua potable para beber que se consumía en la empresa, al igual que una cuota para cubrir el papel higiénico utilizado en el baño de mujeres de la empresa. Las participantes concordaron en que eso no se lo harían a los hombres, que estas condiciones se las imponen a las mujeres porque conocen la necesidad que tienen de trabajar. Para estas participantes, las mujeres han demostrado su capacidad en el hogar, en la oficina y en cualquier área, pero no se les respeta como trabajadoras capaces. Las oportunidades no son percibidas iguales, consideran que los hombres tienen más oportunidades y que esto se debe al machismo que impera en la sociedad dominicana. 14


2.1.2 Las percepciones sobre los hombres políticos. Las mujeres no organizadas perciben a los hombres políticos como machistas, hipócritas e irresponsables, ya que hacen muchas promesas que nunca cumplen cuando ganan. Los consideran muy interesados, pues para lograr un puesto “prometen villas y castillas y cuando llegan se les olvida lo que prometieron”. Para las participantes, los hombres políticos sólo cumplen con lo que les conviene y para obtener beneficios personales para ellos. “Sobornan con promesas y dinero para que vayan a sus actividades para que los elijan”. “Los políticos centran su política en los hombres y en su beneficio propio”. Relatan que cuando los hombres están en campaña, van por los barrios pobres besando y cargando niños y niñas, como una estrategia que venden para que los elijan por ser sensibles con el pueblo. Pero que son hombres que “En la vida real no besan ni cargan a sus propios hijos, porque no están nunca en la casa y sus hijos reciben cariño gracias a las madres”. Consideran esta estrategia como hipócrita y falsa, pues cuando ganan no regresan a los barrios ni para cumplir con todas las promesas que hicieron ni para ver lo que acontece con esa niñez que “Besaron y cargaron con tanta bulla (ruido)”. “Buscan la ayuda de los pobres y se olvidan de ellos cuando ganan”. Evalúan a la mayoría de los hombres políticos como ladrones, “Muy amigos de lo ajeno”, explican que no son verdaderos trabajadores y que “Les gusta conseguir las cosas fáciles”. Para estas mujeres, al político “Le pesa el trabajo” y son “Muy corruptos”. Según las participantes un político (de cualquier sexo) debería “Ayudar a las personas de escasos recursos, y no a los que tienen dinero, luchar por el pueblo y no por un grupito, ayudar más a los necesitados y no a sus amigos”. 2.1.3 Las percepciones sobre las mujeres políticas. De manera diferente a lo que acontece en el ámbito familiar, educativo y laboral, las mujeres que participaron en este grupo focal tenían pocos ejemplos o modelos de mujeres políticas, por lo que realizaron descripciones más sobre la base del trabajo general de la mujer y no se centraron tanto en el plano político. No obstante,

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una buena proporción de ellas ofreció cualidades con ejemplos de la vida real, de mujeres que están en la política. Reportaron que las mujeres en la política se preocupan más por la educación, sobre todo la de la niñez. Exponen el caso de la actual Vicepresidenta de la República que permitió que niños y niñas pudieran inscribirse sin acta de nacimiento. Las mujeres piensan más en el pueblo, sienten mayor compasión por los pobres y la niñez. “Las mujeres se apuran más por la mujer, las toman más en cuenta. Los hombres hasta se ponen bravos cuando se hacen leyes que protegen a la mujer”. Exponen la sensibilidad social que las mujeres muestran más que los hombres: "Hay demasiados niños ambulantes en la calle y eso a quien le duele es a la mujer. Para una política esa es un área prioritaria”. Con relación a las participantes que no cuentan con muchos ejemplos de mujeres políticas y que incluso plantearon que en sus comunidades había pocas activistas políticas, dicen no poder comparar de forma precisa a los hombres y las mujeres políticas, ya que los primeros siempre han gobernado y no han dejado espacio suficiente para que las mujeres puedan dirigir. Pero entienden que en general, la mujer es más comprometida que el hombre. 2.1.4 Consideraciones sobre las dificultades que enfrentan las mujeres políticas. Las participantes expresaron los siguientes obstáculos que tiene que vencer la mujer política: Los hombres no tienen que hacer labores domésticas en sus casas, por lo que tienen más tiempo para “politiquear” fuera de ella. La mujer para poder ir a una reunión política debe buscar primero, quién les cuide los hijos o haga las labores domésticas mientras esté fuera. “De mil hombres, tal vez uno acepte que su mujer haga política y se quede en la casa cuidando los niños”. Consideran que el hombre no da el respaldo necesario para que la mujer pueda comprometerse y cumplir con las actividades políticas.

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Reportan que en el caso de que el hombre acepte que su mujer haga política es porque está seguro de que va a recibir algún beneficio como dinero o poder. Que acepta el rol de la mujer por el beneficio que puede obtener. En la política “ los hombres tratan de usar y engañar a las mujeres, por lo que se tiene que tener mucho cuidado”. Opinan que los hombres políticos no trabajan en igualdad de condiciones y que las mujeres llevan los trabajos más pesados. Una participante recordó las palabras bíblicas “que sea mansa como un cordero y astuta como una serpiente”, indicando que es lo que tendría que ser una mujer política. Expresan que en las actividades políticas hay muchos actos violentos, provocados por hombres, como tiroteos, de los cuales la mujer debe defenderse y tener mucho cuidado. “Al dominicano le gusta que le den todo regalado, y los hombres políticos han explotado esto”. Reportan que este es un esquema difícil de romper y que las mujeres políticas tendrían necesariamente que romper, porque “No sobornan como los hombres”. “A la mujer la tienen atada en la casa”. “ Los hombres creen que las mujeres son mubles y las ponen en un rincón”. Para que la mujer se involucre en la política hace falta un cambio drástico en la sociedad que rompa las prácticas machistas de los dominicanos, y no sólo en el sector de la política. Consideran que los hombres no aceptarían que sus mujeres tuvieran un puesto de mayor jerarquía que ellos, porque “ a los hombres no les gusta sentirse por debajo de la mujer”. El hombre sólo lo aceptaría “si hay muchos beneficios económicos para él”. Algunas participantes opinan que parte de estos obstáculos, son responsabilidad de la mujer que se deja gobernar y dirigir en general. “La mujer cede y le da la razón al hombre”. Otras participantes entendían que esto era una estrategia de la mujer y que les convenía que el hombre se creyese que él dirigía el hogar. “ Los hombres siempre votan por hombres”.

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Las mismas participantes hacían comentarios machistas, como por ejemplo que “los hombres que se dejan gobernar por sus mujeres son hombres flojos”. Reportan que muchas mujeres no votarían por otra mujer y que la discriminación también la hacen las mujeres. Más aún, algunas participantes propusieron que las mujeres optaran por cargos como la Sindicatura porque “a las mujeres les gusta más la limpieza”. Opinan que las mujeres sienten temor a lanzarse a hacer carrera política por la discriminación que hay hacia ellas. “Las ponen en una esquina del partido y les dan el lugar mínimo, el de menos importancia”. Es por eso que entienden que no hay muchas mujeres motivadas hacia la política. Consideran que la mujer política debe ser luchadora y responsable. Que no utilice estrategias de “ponerse a besar niños en la calle, porque esa es una hipocresía de los hombres”. A la mujer, opinan, hay que darle la oportunidad de dirigir y demostrar su valía. “ Los hombres siempre han tenido la oportunidad y ya es hora de que nos la den a nosotras”. La mujer debe cumplir con lo que promete políticamente, visitar los barrios antes y después que gane, no dejarse sobornar, ni olvidar sus raíces, pisoteando a las personas de escasos recursos. Debe tener memoria y dignidad. En cualquier puesto que esté, debe hacer lo mejor que pueda sus funciones, de manera que pueda ser promovida por su capacidad. Debe ser honesta y no robar ni involucrarse en corrupción. Dicen que a las mujeres no se les ha educado para eso y que si algún día roban “no exageran como los hombres”. “Los problemas más graves, las mujeres los conocen porque los padecen”. Es por eso que reportan que la mujer política debe luchar por conseguirle empleos a otras mujeres. Votarían por una mujer para que haga el trabajo de manera diferente, para valorizar a la mujer. Deben tener en cuenta que los rivales políticos son personas que no les preocupa enlodar reputaciones, sin importar la corrección en la trayectoria. “ Hay que ser muy cuidadosa para que un rival no te meta el pie para que caigas”.

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2.1.5 Sugerencias para campañas de apoyo a la participación de las mujeres en política. Las participantes propusieron algunos eslóganes o expresiones que ayudarían a las mujeres que quieran lanzar su candidatura a través de medios masivos:

“Voy a mejorar la educación” “Voy a crear más escuelas” “Más puestos de trabajo para las mujeres” “Daré más educación para las mujeres adultas”. “ La mujer al poder” “Carmen (nombre ficticio de la candidata), la mujer del cambio”. “Con la mujer se nota la diferencia” “La mujer con la limpieza y la recogida de basura para la Sindicatura”. “Voy a trabajar bien por los demás”. “Trabajando por ti y por el país”. “Contigo seremos uno”

Reportaron que si se iba a hacer un anuncio de televisión, la candidata debería aparecer hablando desde su casa (porque da un sentimiento de tranquilidad), oficinas (con los retratos atrás de su figura del candidato a presidente por su partido), caminando por barrios pobres. También sentada en una silla presidencial, ayudando a los pobres, visitando escuelas, hospitales, asilos de ancianos. 2.2 LAS OPINIONES DE HOMBRES NO ORGANIZADOS 2.2.1 Evaluación del trabajo que realizan las mujeres. Los participantes opinan que la mujer está jugando un rol importante en el área laboral, incluso está desplazando al hombre, quien va quedando rezagado. “Si la mujer participa en el proceso reproductivo, también debe participar en el proceso productivo”. La mujer se ha preparado para desarrollarse en múltiples carreras.

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Consideran que lo que están haciendo en el área laboral es difícil, pues tradicionalmente el hombre es el que es activo y la mujer pasiva. Una de las razones que identifican para que la mujer se esté desarrollando en el área productiva es que los mismos hombres han tenido que pedirles a las mujeres que trabajen fuera de la casa debido a la carga económica que ellos estaban llevando en el hogar y por el encarecimiento de la vida. Algunos hombres prefieren que sus jefes sean mujeres. Uno de ellos puso el ejemplo de que él siempre ha trabajado en escuelas y que prefiere a las directoras a los directores, porque “se nota inmediatamente que las escuelas que están dirigidas por directoras tienen más organización, mientras que las escuelas dirigidas por hombres son un desastre”. Sin embargo, muchos de los participantes prefieren que su jefe sea hombre, porque “es un hombre como yo”. Además consideran que las jefas son más recias e inflexibles, son más rectas en los trabajos que los hombres. “La mujer es radical en cuestión de administración”. Las consideran menos ambiciosas y más trabajadoras “y quieren que nosotros también lo seamos”. 2.2.2 Las percepciones sobre los hombres políticos. Los hombres no organizados perciben al hombre político como una persona falsa, que “hace creer que está preocupado por el pueblo, pero su única preocupación es hacerse millonario”. “De repente, del Hoyo de Chulín en donde viven, se mudan a una mansión y consiguen carros de lujo, y se olvidan de dónde salieron y quiénes lo apoyaron” Prometen y no cumplen y utilizan estrategias de soborno para que voten por ellos. “El político promete y reparte fundas cuando está en campaña, como hacía Balaguer”. “El pueblo le ha perdido la confianza”. Entienden que el hombre cuando entra en el terreno político va tras riquezas materiales para su propio beneficio. Opinan que el hombre no ha podido resolver los problemas de la sociedad porque no le interesa.“Entre promesas vive el hombre”. Pero aún así, “Él hombre quiere inculcarle a la población que él tiene la razón”. Su campo de intereses es importante para él y no lo cede ante mayor capacidad o ante mejores resultados. Los hombres políticos, opinan los participantes, han demostrado muchas debilidades. Están atrasados en el quehacer político. “Y se niegan a prepararse mejor, porque lo que quieren es lo fácil”.

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2.2.3 Las percepciones sobre las mujeres políticas Los hombres no organizados consideran que la mujer ha trabajado duro en la política para conseguir espacios, pero que esos espacios que han conseguido son de “adorno”. Opinan que la mujer es un agente con nuevas ideas que hay que darle paso para que pueda accionar. “Le imprimen a la política frescura, fuera de las debilidades de la corrupción imperante en el país”. Ponen el ejemplo de que las mujeres que llegan a puestos importantes en la política son más preparadas que los hombres que ocupan cargos similares. Reconocen que son pocas las mujeres que se destacan en la política y que esto ha dañado al país. Perciben que las mujeres políticas son más comedidas en su discurso político. “No prometen tanto, y cumplen lo que han prometido”. Para los participantes, las políticas le merecen más confianza: “Cuando una mujer está administrando, es más difícil que haya corrupción”. “La mujer es difícil de corromper”. Agregan que las activistas políticas de sus comunidades son muy admiradas por los demás. “ Son lideres naturales” y “las mujeres son las que mueven las bases de los partidos”. Consideran que la mujer política se preocupa más por los problemas y los trata de resolver. 2.2.4 Consideraciones sobre las dificultades que enfrentan las mujeres en la política. La situación de la mujer en la política es percibida por los hombres no organizados como delicada, pues tienen que enfrentarse a muchos obstáculos. Mencionaron los siguientes: Las mujeres tienen que ganar más liderazgo en los partidos políticos. “Tiene que hacer que la respeten más”. Perciben que se muestran tímidas y que deberían atraer a más personas a su alrededor. Deben formarse políticamente mejor. Prepararse para la arena política igual que un hombre. Deben estudiar política. Deben romper con una cultura tradicionalista manejada y protagonizada por los hombres. Los espacios políticos deben ser ganados, ya que los participantes expresan que los hombres no les van a ceder sus espacios. “Las mujeres deben conquistar ese terreno que los hombres no quieren soltar”. 21


Opinan que la mujer es usada y explotada en los trabajos de base. “Hacen un trabajo muy fuerte y cuando les toca ascender a otros puestos directivos, las echan a un lado”. “Para una mujer ascender a un puesto de envergadura necesita del padrinaje”. Asimismo, opinan que se les ofrecen puestos electivos que no tienen posibilidad de ganar, porque son los últimos. Habría que trabajar el respeto a la legislación que protege la participación de la mujer en la política. “Ni el mismo presidente ni el congreso respeta las cuotas”. También reportan que los mismos partidos son los primeros en romper la cuota o porcentaje que debe estar representado por mujeres. Consideran esto incorrecto ya que “ un partido que no le dé posibilidad a la mujer está condenado al fracaso”. La mujer tiene que enfrentarse a la “mala práctica” que tienen los hombres políticos de “hacer promesas”. Debe presentar planes de trabajo, pero no debe “Ponerse a prometer cosas que después no va a poder cumplir”. Tiene que educar a la población en esto, y “Es un paso difícil en nuestro país”. Pero entienden que si esto se hace “La misma realidad va a demostrar que es mejor”. Muchos de los participantes verbalizaron claramente que no votarían por una mujer presidenta. La razón que dieron para esto es que “Los hombres no respetarían a una mujer que esté dirigiendo el país. Ese es un puesto de hombres”. Opinan que el machismo impediría que subiera una mujer al poder. “El hombre es quien debe llevar los pantalones”. Explican que hay puestos de mando que la mujer no puede cubrir, no porque sea incapaz sino “ Porque tiene otras estrategias para que se hagan las cosas, que no es dando una orden”. Citaron un ejemplo: “Si yo quiero que una persona se pare de una silla, yo le digo: párate de ahí. La mujer le dice: por favor, ¿ podrías moverte? Esa forma de pedir las cosas de la mujer hace que los hombres no las respeten”. Los participantes, en su mayoría votarían por mujeres diputadas y regidoras “porque en los pocos cargos que han conseguido se han desempeñado mejor”. Como vicepresidenta se percibe bien a la mujer, ya que la actual vicepresidenta demostró querer trabajar “y se buscó un nuevo espacio que es la Secretaría de Educación. Los demás vicepresidentes eran decorativos y no se sabía cuáles eran sus funciones”.

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En el lado de la justicia, los participantes reconocen que las juezas son más honestas y presentan un comportamiento más correcto que los hombres. “Los jueces son unos corruptos, las juezas protegen de las injusticias”. 2.2.5 Sugerencias para campañas de apoyo a la participación de las mujeres en política. Los participantes en este grupo focal de hombres no organizados recomiendan que se hagan muchas campañas educativas de concientización para que el pueblo pueda entender cuál es el rol del político. “Esas campañas deben acabar con el machismo, sin educación no hay desarrollo”. Y consideran que hay que comenzar con los hombres. Deben ser los primeros en educarse. “Hay que convencer a los hombres”. Para sus campañas, las mujeres deben contar con los sectores populares de los barrios y comenzar a trabajar desde allí, “y seguir trabajando en los mismos lugares cuando ganen”. Para los participantes, cualquier campaña que emprendan debe criticar la corrupción e incluir promesas para padres y madres sin trabajo. Consideran que deben hacer guarderías y parques infantiles. Que no deben ofrecer casas como los hombres, porque eso es difícil de cumplir. Las frases recomendadas fueron: “Yo ofrezco honestidad” (porque los hombres han fallado en eso). “Yo ofrezco capacidad, porque las mujeres sí sabemos gobernar”. “Yo represento la confianza y la seguridad”. “ Yo ofrezco educación, salud, alimentación y deportes”. “Yo no vengo aquí para regalar a un grupo los recursos que son del pueblo”.

Ofrecieron algunas ideas de dónde y cómo debe ser filmado el comercial televisivo. La mujer debe aparecer en la silla presidencial, al lado de la bandera y una estatuilla de Duarte y con un guardaespaldas militar, como aparece el presidente. Debe aparecer pasando revista a las tropas de las milicias (aunque uno de los participantes se negó a aceptar esto porque “La mujer no debe ser ligada a los guardias”) Debe aparecer en una escuela en mal estado y prometer arreglarla. Esta 23


escuela debe estar en un barrio marginado. También opinan algunos, que “La mujer se ve más bonita rodeada de niños, y con esa estrategia muchos políticos han engañado al pueblo”. También puede aparecer dando un discurso ante hombres o firmando un decreto. 2.3 LAS OPINIONES DE LAS MUJERES ORGANIZADAS 2.3.1 Evaluación del trabajo que realizan las mujeres. Las participantes consideran que la mujer se ha estado preparando muy arduamente, pero que se deja “Abacorar de los hombres”. Una de las participantes analizó el dicho común de que detrás de cada gran hombre hay una gran mujer, explicando que es una gran mujer para los hombres porque se echa a un lado para que él sobresalga laboralmente. Algunas participantes acuerdan que las mujeres son las que mueven al mundo. Son las que trabajan arduamente para que las cosas salgan bien. “Los hogares en donde la mujer no tiene el cerebro bien puesto, ese hogar no funciona”. Consideran que manejar una casa es la empresa más difícil. Han estado sumisas en el hogar y consideran que este estatus le fue asignado desde los tiempos bíblicos ya que en la Biblia se dice que el hombre es la cabeza del hogar. En general, evalúan el trabajo de la mujer como muy profesional, porque hacen sus labores de forma correcta en cualquier ámbito. Ahora bien, creen que este trabajo lo desvaloran los hombres y hasta las mismas mujeres. Se ha encasillado a la mujer en labores domésticas. Una de las participantes observó que aún las mujeres organizadas “predican una cosa y hacen otra en el hogar”. Señala que estas mujeres realizan labores importantes para la comunidad y cuando llegan a la casa, vuelven a las labores domésticas y así siguen reproduciendo el modelo tradicional ante sus hijos. Considera que la formación de la igualdad de la mujer y el hombre es tarea del hogar ya “que eso no se aprende en la universidad”. “Es la misma mujer quien debilita lo que persigue”. 2.3.2 Las percepciones sobre los hombres políticos. Para estas mujeres, los hombres políticos son personas amables, irresponsables y mentirosas. Dicen que para lograr sus objetivos buscan al pueblo y les hacen promesas y les regalan algo. Entonces cuando logran sus objetivos “Se les olvida la dirección del hogar que lo apoyó, y yo no te he visto”. Para estas participantes, 24


los hombres políticos son personas aparentemente agradables en su trato y tienen la capacidad de convencer al otro. “Les gusta enardecer a las masas”.“Tienen un discurso violento”. Perciben las participantes que basándose en las características de sus interlocutores, tratan de asemejarse a ellos para que crean que son iguales y que tienen los mismos intereses. Así “Ofrecen cosas y cumplen otras”. “Les gusta confundir a la gente”. Reportan que estos hombres pueden conseguir cosas porque son políticos, tienen la capacidad de gestión, pero no lo hacen en beneficio del pueblo. Ven a la política como un negocio para enriquecerse personalmente. El hombre político se proyecta más que la mujer, quiere evolucionar. Consideran que un verdadero político debe ser preparado, saber de leyes, saber ser amable y agradable con los demás y velar por el pueblo. Debe ser democrático, participativo y honrado. Debe trabajar fuerte y ser responsable. Debe escuchar lo que tiene que decir el pueblo y actuar basándose en éste. 2.3.3 Las percepciones sobre las mujeres políticas. Las mujeres organizadas perciben que hay pocas mujeres políticas en su comunidad. Las pocas que hay son más solidarias y quieren a su gente. Pero son tímidas en su participación en la política. Consideran a las mujeres comunitarias como fuertes líderes que pueden ser las políticas del futuro. Estas mujeres solucionan o luchan por solucionar los problemas de su comunidad. Citan también el ejemplo de las gobernadoras, las cuales a su entender, han dado un ejemplo a los hombres de capacidad y practicidad. Entienden que las mujeres preparadas de los partidos deben ser aupadas por los hombres para desempeñarse en puestos de gran importancia. Esperan que dejen a las mujeres accionar en política para que puedan demostrar su capacidad y sea la misma realidad quien las evalúe. En general, las participantes acuerdan que las mujeres están preparadas para cualquier cargo político. Y que las mujeres políticas tienden a ser pasivas y trabajadoras, entregándose en cuerpo y alma de lo que se responsabilizan. Perciben que las mujeres políticas no tienen amoríos mezclados con la política como hacen los hombres. “Los hombres políticos tienen problemas de faldas y se van por ahí”. “Las mujeres políticas no tienen problemas de pantalones”. Son más

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incorruptibles (aunque reconocen que hay sus excepciones) y drásticas en la toma de decisiones, “Si dicen no es no”. Algunas de las participantes consideraron que no se sienten representadas por las mujeres políticas actuales. Que no sienten que las están defendiendo. Entienden que la Secretaría de la mujer debe buscar becas y empleos para la mujer. 2.3.4 Consideraciones sobre las dificultades que enfrentan las mujeres políticas. Según el parecer de las mujeres organizadas que participaron en el grupo focal, los principales obstáculos a vencer por las mujeres políticas son los siguientes: Las mujeres se dejan persuadir de manera fácil por los hombres políticos para que se echen a un lado y los apoyen. Muchas activistas políticas son confundidas como mujeres fáciles, porque están ocupando un espacio no tradicional para las mujeres y suelen surgir dudas, porque los hombres políticos han acostumbrado a la ciudadanía a mezclar la política con un “libertinaje sexual”. Algunas participantes dijeron que no votarían por una mujer para presidenta, porque los hombres no las respetarían. Las participantes que opinaban así, eran las de mayor edad en el grupo. Las mujeres no participan en la planificación y en la formulación de estrategias en los partidos, sino en la parte operativa. Pero son los hombres los que se llevan la fama o mérito. A las mujeres les hace falta estrategias. Los hombres como grupo de poder, le pone limitaciones a la mujer en la política porque no quieren ser desplazados. Las mujeres dominicanas no se han preparado para la política y deben hacerlo. “A la mujer se le ha dado un suape y una escoba, porque no teníamos preparación. Pero en la medida de que la mujer se prepare, debe exigir sus derechos y decir: No un suape y una escoba no, denme para lo que estoy preparada”. No se les ha dado la oportunidad y “Desde siempre, se le ha tenido entre la cocina y la casa. Eso es el machismo”. 26


Las personas en general piensan que la política no es cosa de mujeres, que “No nacieron para eso”. A la mujer se le exige una preparación profesional que no se le exige al hombre en política. “Cuántos hombres no tienen ni siquiera una profesión universitaria y están en política. A la mujer se le exige un doctorado para que se le pueda respetar como política. Se nos piden cosas que los hombres no poseen”. A las mujeres organizadas se les hace difícil participar en un partido, porque los candidatos “no resuelven los problemas del pueblo, no gobiernan para el pueblo, sólo lo utilizan”. Otra de las mujeres analizó: “A mí me gusta la política y me gustaría estar en un partido, pero en cuál, si todos son iguales. En cuanto a la promoción partidista como por ejemplo caravanas, algunas mujeres defendieron las caravanas como positivas, pero en las caravanas hay muchos actos violentos en los que no están dispuestas a participar como desórdenes de lanzamiento de botellas y disparos. Otras no están de acuerdo con este tipo de actividad proselitista. “No me gusta que me utilicen andando atrás de algún político, aplaudiendo sus planteamientos y demagogias que nunca va a cumplir, eso sólo lo hace un sinvergüenza”. Para las participantes, las mujeres políticas deben ser menos tímidas, más comunicativas, utilizar más estrategias a su favor. También deberían tener mayor acercamiento con las del mismo sexo, “Estamos lejanas unas de otras”. Deben aprender que “La política es bella, lo que pasa es que el hombre en su accionar la ha dañado”. Deben tener una visión macro y buscar soluciones a los problemas del pueblo ya que “Las mujeres somos más solucionadoras”. También expresaron que no quieren a una mujer política con un discurso masculino de dar regalos, “Que no nos den el pescado, que nos enseñen cómo pescar”. 2.3.5 Sugerencias para campañas de apoyo a la participación de las mujeres en política. Los eslogánes propuestos por las participantes para las mujeres políticas que quisieran lanzar su candidatura a través de los medios masivos fueron los siguientes:

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“Yo vengo a servirle al pueblo y a la masa más necesitada”. “Te representaré en el Senado”. “Te representaré en el Congreso”. “Soluciones sin promesas”.

Las participantes recomiendan que las mujeres deben aparecer en los anuncios con una imagen lo más natural posible. Deben hablar sobre sus programas de trabajo, como por ejemplo, presentar anteproyectos de ley que beneficien a la mujer. Deben verse comprometidas con el pueblo. Deben ser persuasivas, humildes, dinámicas con buena fluidez verbal. Debe dar confianza a quienes la miran. También consideran que deben ser capaces de negociar con los hombres sin que las consideren una amenaza. 2.4. LAS OPINIONES DE LAS MUJERES DE PARTIDOS POLÍTICOS 2.4.1 Evaluación del trabajo que realizan las mujeres en general. Las participantes consideran que las mujeres cada vez más se están preparando profesionalmente, e inclusive están priorizando su carrera antes que el matrimonio. Opinan que la mujer se “ha fajado y se le ha buscado para ser más eficiente en el trabajo”. Son más responsables que los hombres: “Una mujer no falta a su trabajo un lunes por que se la pasó bebiendo el fin de semana”. Los buenos trabajos siguen siendo dificultosos de conseguir. Reportan que todavía existe la práctica de darle un empleo a la mujer que vista una mini-falda por encima de la capacidad que pueda tener. Con esto expresan que aunque la mujer se ha preparado para poder desempeñar trabajos por su capacidad, existen criterios de índole sexual para su selección. Opinan que “esto es una bofetada a todos los esfuerzos que hacen las mujeres”. Aún los inconvenientes mencionados, las mujeres políticas también hablaron sobre el avance que han tenido las mujeres en lo que respecta a la búsqueda de su independencia del hombre a través de los medios de producción. “Ya saben que son ellas las que tienen que asegurar su vida con un empleo y con el dinero que ganen en ese empleo”. Para estas participantes, el trabajo que realiza la mujer es más que evidente y no acepta que se esconda o desmerite como se hacía en el pasado. 28


2.4.2 La percepción sobre los hombres políticos. Para las entrevistadas los hombres políticos que están acostumbradas a tratar son “los hombres más machistas de la sociedad”. Para algunas entrevistadas son hombres que no valoran a la mujer, y para otras “son hombres que le inculcan miedo a la mujer y la depositan en la casa por razones de celos profesionales”. En general y con sus excepciones, estos hombres son calificados como oportunistas, ignorantes y deshonestos. “Han convertido la política en un chiquero”. Para estas mujeres, los políticos del medio buscan beneficios personales para ellos y para amigos que les conviene tener a su favor. Hacen muchas promesas que de antemano saben que no van a cumplir y con esto empeoran la imagen del político. Una de las entrevistadas expresó: “Ya la gente sabe cuando los están engañando”. Este deterioro de imagen consideran que es desfavorable para todos(as) ya que resta confianza en un quehacer democrático y conlleva a crisis nacionales. 2.4.3 La percepción sobre las mujeres políticas. Algunas mujeres políticas participantes percibían que antes el acceso de la mujer en los partidos políticos estaba fundamentado en que seguían a sus parejas, por solidaridad conyugal. Pero entienden que esa situación cambió hoy día, permitiendo a la mujer ingresar a los partidos por motivación propia e ideales, no sujeta a la conducta de su pareja. Las mujeres políticas son más dadas a actuar en beneficio de la colectividad y no del propio. Son más dadas, según las participantes a preocuparse por el bienestar social. “Si las mujeres participáramos más en los planes y políticas sociales, estos planes se llevarían a cabo, porque nosotras si entendemos lo que hay que hacer”. Perciben que para la sociedad, la mujer que se involucra en la política es una rebelde, es cuestionada porque rompe los esquemas tradicionales. Sin embargo, esos esquemas que rompe, lo hace para bien ya que es más responsable y honesta que los políticos, porque tiene más principios éticos.

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2.4.4 Consideraciones sobre las dificultades que enfrentan las mujeres políticas. Las mujeres políticas entrevistadas hablaron sobre su experiencia en los partidos y en la política en general. Los puntos más primordiales tratados como obstáculos para el desarrollo de la mujer en la política fueron los siguientes: El machismo gobierna el país, y el machismo con que tienen que luchar en sus propios partidos es sólo un reflejo de lo que pasa en la sociedad dominicana. “Las reglamentaciones y las normas las crean los hombres y excluyen a las mujeres”. En los partidos en general, todavía se ve a la mujer como una secretaria de actas, o una secretaria que hace citas o coordina actividades en donde los protagonistas son los hombres. “Las mujeres somos unas utility para todo”. Consideran que esa es una estrategia de los hombres para opacar sus trabajos y méritos. La mujer ha sido tímida e inefectiva a la hora de reclamar su espacio en la política. Con los obstáculos encontrados, muchas se desaniman y abandonan sus roles. Más aun, relatan que aquellas que reclaman deben pagar un precio y son “clasificadas” como “peleadoras”. A estas mujeres reclamantes se les cierra el paso para que formen parte de los comités de los partidos. Pero muchas de las participantes verbalizaron que están dispuestas a luchar y a enfrentar los conflictos, porque de lo contrario, las entierran como muertas en vida y “Tienen que sacudirse de la manipulación de los hombres”, “romper la coraza”. Opinan que los partidos tratan por todos los medios de llenar la cuota femenina con las mujeres más complacientes. Con esto quieren decir, aquellas mujeres que ceden ante la voluntad de los hombres, las que se dejan manipular. Entienden que entre hombres y mujeres hay diferencias dadas por la educación. Y que esto se refleja muchas veces en la jerarquización de las necesidades del país. Opinan que los recursos financieros siempre están en manos de los hombres en los partidos y que mientras la candidatura de un hombre es apoyada, la de la mujer es tan sólo aceptada porque “no hay más remedio”.

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“Mientras a la mujer le piden maestrías, los hombres de los partidos pueden ser analfabetos”. Para las participantes la situación es muy desigual porque ellas tienen que ser perfectas, mientras que los hombres “simplemente hombres”. Consideran que muchas mujeres no quieren entrar en los partidos por la conducta irresponsable de muchos políticos de utilizar el partido como coartada de sus andanzas amorosas. Entienden que esto preocupa a las mujeres, porque “no quieren verse envueltas en vagabunderías”. Entre las mujeres de un mismo partido se dan rivalidades y celos que dividen y proyectan una imagen de “chismosas”. “No tenemos piedad para con nosotras mismas”. Coinciden que esa es parte de la educación errática que se le ha dado a la mujer.

2.4.5 Sugerencias sobre campañas de apoyo a la participación de las mujeres en política. La idea de apoyar campañas que motiven a la mujer a participar en la política fue muy bien acogida por las mujeres políticas entrevistadas. Opinaron que este terreno era sumamente importante para que las cosas cambien a favor de la mujer. También expresaron que las campañas no podían lanzarse aisladas y tan sólo en el ámbito político. Que la desigualdad y desventajas del sexo femenino estaban evidentes en todas las áreas. “La participación de la mujer en la política es tan sólo un apartamento de un edificio de apartamentos. Hay que educar en la generalidad. Hay que hacer que el hombre asuma las responsabilidades que no ha asumido en el hogar”. Sugirieron algunos eslóganes tales como: “La mujer es la mejor garante para la familia y para la sociedad y para un pueblo que viva en paz”. “Sólo la mujer puede ayudar a la mujer”. “ La mujer lo conjuga todo”.

También sugirieron las participantes que además de campañas se debe trabajar con las mujeres, con las activistas políticas con estrategias de conductas encaminadas a apoyar a las demás mujeres. “La mujer debe identificarse con su género”. 31


2.5 LAS OPINIONES DE MUJERES CON EXPERIENCIA EN PUESTOS ELECTIVOS 2.5.1 Evaluación del trabajo que realizan las mujeres en general. Las entrevistadas recuerdan que las mujeres han trabajado desde siempre en los medios de producción ya sea desde su casa o fuera de ella. Este trabajo ha pasado desapercibido, pero ha sido fundamental en la vida de todas las familias dominicanas. La mujer se ha destacado en el trabajo comunitario, y entienden las entrevistadas que esto es debido a que la mujer tiene mayor sensibilidad humana y social. En esto siempre ha sido más evolucionada que el hombre. Las mujeres que ocupan o han ocupado algún puesto electivo consideran que la mujer se está preparando profesionalmente a cualquier edad y citan el ejemplo de las universidades, en donde la mayor proporción de estudiantes es de sexo femenino. Pero evalúan que aunque las mujeres estén ocupando cada día más empleos mejores, esto no significa que estén logrando lo que se merecen por capacidad y preparación. Entienden como muy difícil la situación laboral de la mujer, ya que trabajan dentro y fuera del hogar, y no han recibido una respuesta solidaria de los hombres ante esta situación. “Los hombres siguen creyendo que la casa es responsabilidad de la mujer, ellos sólo aportan dinero, pero también nosotras lo hacemos. La situación se hace cada vez más insoportable”. 2.5.2 Las percepciones sobre los hombres políticos. Las mujeres con experiencia en puestos electivos perciben que la política está diseñada y manipulada por los hombres. “Los hombres políticos crearon un esquema incorrecto y poco efectivo, en donde la política es sinónima de suciedad y corrupción. Pero lo más doloroso es que quieren que nosotras asumamos su esquema, que estemos de acuerdo, que lo continuemos y tan sólo hay que oír hablar al pueblo para saber que no creen en los políticos”. Reconocen que hay muchos políticos talentosos, con buena capacidad de desempeño en esta área. Pero también perciben que la facilidad con que entran los

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hombres a la política está apoyada en el machismo y no en el talento. “Es más fácil que entre un hombre, aunque sea un analfabeto que entre una mujer profesional”. Los evalúan como demagogos en todos los sentidos. Demagogos con el pueblo porque no les cumplen, demagogos con ellas porque tampoco les cumplen las promesas hechas ni les interesa hacerlo. Una entrevistada relató que cuando están haciendo fila para acceder al buffet de alguna actividad, ella rechaza la “cortesía” de algunos políticos de cederles un mejor puesto en la fila “porque uno sabe que esa cortesía que tienen con las mujeres, es una excusa para desvalorarnos, para poder decir: ¿De qué se queja fulana si yo le cedo mi puesto en la fila?”. Algunas expresaron su frustración con respecto a los hombres políticos de que no les escuchan, que sólo las buscan cuando quieren algo que les beneficie a ellos. “A veces me paso una sesión con la mano levantada para hablar y me ignoran hasta el punto que tengo que gritar que quiero hablar. Pero cuando se trata de que tú lo apoyes para algo que les interesa personalmente a ellos, te buscan”. 2.5.3 Las percepciones sobre las mujeres políticas. Consideran a la mujer política como muy trabajadora. Son mujeres que se han tenido que abrir paso “a la fuerza”. Organizar su tiempo de una manera exhaustiva para poder cumplir con todas sus responsabilidades. Consideran que la mujer política no evade sus responsabilidades y opera mano a mano con los hombres. Ha tenido que romper esquemas para poder involucrarse en la política desde el escaso respaldo de sus propias familias a la incomprensión general de hombres y mujeres. Las mujeres de partidos políticos también relatan que a las mujeres que ocupan cargos más importantes dentro de los gobiernos, les asignan cargos dominados tradicionalmente por las mujeres como la Secretaría de Educación, aunque se han dado casos que rompieron estas reglas. Pero perciben que la tendencia es asignarlas como subsecretarias, espacios relacionados con ayudas puntuales a las comunidades. Entienden que se han nombrado gobernadoras, que actualmente hay una vicepresidenta, pero consideran que no son indicadores sistemáticos de igualdad de género. “Se dan casos, pero no es lo usual”.

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2.5.4 Consideraciones sobre las dificultades que enfrentan las mujeres en la política. Uno de los obstáculos más mencionados es la participación de la mujer en un partido. Esto le agrava la situación, ya que no es en la política en lo que se está involucrando, es con un partido político que implica que tiene que invertir un tiempo que no tiene por los diferentes roles que juega la mujer en la sociedad, como esposa y madre. “Es por eso que el hombre llega más rápido, porque no tiene tantas responsabilidades en el hogar. Un hombre puede ser un político y tener su profesión. Una mujer además debe cuidar de su casa, de los hijos y el esposo”. “Las mujeres que llegan a lograr objetivos de dirección en un partido son campeonas”. Una de las entrevistadas expresa que las mujeres políticas se dejan manipular mucho por los hombres, a veces sólo para dividir y que las mujeres no se solidaricen unas con otras. “ Y las mujeres se dejan, se desmeritan”.” Hay conductas que nos han enseñado precisamente para dividirnos, para mantenernos así, ¡Ah las mujeres viven del chisme! Y las mujeres nos hemos creído eso y es una estrategia para mantener el dominio masculino”. Se mencionó también que “Las mujeres somos muy dadas a criticarnos unas a otras, por detalles, y esto lo que indica es una baja autoestima. La mujer se sacrifica por el hombre ¿A quién tú crees que le dan la pechuga del pollo? Al hombre, la mujer se come el carapacho”. Perciben que la mujer está acostumbrada a ceder ante el hombre y mencionan a varias mujeres profesionales que no han ocupado puestos que merecían por su esfuerzo para cederlos ante un hombre, ya sea porque es el esposo o “porque le dio pena y para que el compañero de partido no se sienta mal”. También en este punto se analizó la participación de mujeres políticas reconocidas que se quedaron en “las sombras” para no opacar al esposo. Se percibe que las mujeres no votan por las mujeres, votan por los hombres y esto se ve como la gran falla que provoca la inseguridad de la mujer. Las entrevistadas evalúan la cuota como buena y válida, pero reconocen que no ha sido aceptada por los hombres políticos que argumentan que esa es una posición sexista y de fuerza. Para estas participantes, la cuota no ha sido entendida o no han querido entenderla en su justa dimensión.

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Un indicador muy mencionado por estas mujeres fue el hecho de que en las reuniones de los partidos, ponen a las mujeres políticas como secretarias de acta. Esto indica para ellas “ La mujer que escriba mientras nosotros hablamos”. “ En los puestos menores, siempre asignan a la mujer”. Algunas de las entrevistadas relataron que cuando se negaron a hacer trabajos en puestos menores, las tildan de agresivas o rebeldes y que hasta las evitan o no les dan la palabra para poder expresarse en las reuniones o convenciones. Se ha adoptado cierto lenguaje de género “de la boca para afuera” en la política. Pero la conducta que debe respaldar dicho lenguaje es escasa “ por no decir inexistente”. También reportan que los hombres se escudan en que ciertas palabras no existen en La Real Academia Española y que por lo tanto no se deben decir, pero analizan que esos hombres no utilizan para hablar en su cotidianidad un lenguaje extraído del diccionario. “Esta es una conducta excluyente”. La mayoría de las entrevistadas visualizan que existen ciertas estrategias que no son tan efectivas como se piensa como el ejemplo del “caravaneo”, y que no llevan a nadie al poder. Otras piensan que es importante y que las mujeres pueden hacerlo sin que les falten el respeto, “dándose a respetar”. Reportan que hay muchas mujeres involucradas en el “caravaneo” y que reclutan, coordinan y asisten a estas actividades. Para algunas participantes, las mujeres que rechazan el “caravaneo” son de la burguesía del país. Otro obstáculo percibido está en el celo del hombre ante una mujer ocupando puestos más importantes que él. “El hombre se siente minimizado si la mujer tiene una posición primera”. Perciben que no es cierto que los partidos no puedan llenar las cuotas de las mujeres, que es tan sólo una excusa para no dejar pasar o darle la oportunidad: “Es tan sólo que ellos no quieren quitarse del medio para que ellas pasen”. Los argumentos de que no había en los partidos mujeres preparadas, de que había que trabajar para los puestos no lo aceptan como veraces. Una participante expresó: “¿Cuál es la preparación, si había muchos diputados que no sabían ni leer ni escribir, y entonces los hombres pueden no saber leer ni escribir y las mujeres tienen que ser profesionales?” Opinan que los hombres en los partidos perciben la cuota como un adorno y como tal lo respetan. 35


Otro aspecto mencionado es que el respaldo financiero a las candidaturas de las mujeres es significativamente inferior al respaldo que reciben los hombres. “Ven un contrincante en la mujer y entonces quieren abrirnos frente”. Algunas denuncian que los anteproyectos que someten las diputadas en la Cámara, los diputados no se los leen y no les prestan importancia. 2.5.5 Sugerencias para campañas de apoyo a la participación de las mujeres en política. Recomiendan que primero hay que trabajar con las mismas mujeres para concienciarlas de su responsabilidad en el ámbito político. Una entrevistada recuerda la campaña del CIPAF que decía “La política también es cosa de mujeres” y de cómo ese eslogan la incentivó. Recomienda que se incentive y motive a las mujeres. “La mujer es concertadora… Sabemos negociar cuando nos lo proponemos… En vez de nosotras enfrentarnos directamente con los hombres, de una forma agresiva, que es lo que no entiendo de algunas feministas, debemos educar, porque como madres somos las que transmitimos.” También se recomendó que hay que sacar campañas televisivas que incentiven a las otras mujeres a votar por candidatas femeninas y se debe hacer hincapié en la honradez de las mujeres “En un momento en donde la corrupción nos cubre”. Se debe trabajar con las mujeres involucradas en la política y prepararlas para poder diseñar y desarrollar un anteproyecto de ley, por ejemplo. Reconocen que Participación Ciudadana está trabajando en esto, pero consideran que debe ser más sistemático. Opinan que se debe trabajar la autoestima de la mujer a nivel masivo e incentivarlas a que luchen y sean constantes, “Ningún hombre te va a abrir una puerta para que tú entres y si lo hacen es para sacar ventajas”.

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2.6 LAS OPINIONES DE LOS HOMBRES DE PARTIDOS POLÍTICOS 2.6.1 Evaluación del trabajo que realizan las mujeres en general. Los hombres militantes de partidos políticos que participaron en el estudio consideran que antes no se tenía en cuenta la opinión ni el trabajo de la mujer. Todos coinciden en que esto ha cambiado y que la mujer está hoy día tan preparada como los hombres. Algunos señalan que la mujer está más preparada profesionalmente que los hombres y que un indicador de esto es que hay más mujeres en las universidades que hombres. Se percibe que ya las mujeres demostraron su trabajo en la casa y que también lo han demostrado fuera de ella. “Han demostrado su eficacia como gerentes de los bancos”. En las zonas rurales se encargan de la agricultura desde hace mucho tiempo. “El trabajo lo han estado realizando desde hace mucho, pero no se les dan las mismas oportunidades que se les da a los hombres”. Aún así, acuerdan en percibir que la capacidad de trabajo de la mujer es más respetada cada día “ Por su propia capacidad y no por una lucha feminista”. Uno de los participantes analizó que la crisis entre géneros que se tiene es producto de que los hombres no hayan podido crecer como las mujeres lo han hecho. Los hombres pues, según este analista, han quedado rezagados, y esto les aterra. 2.6.2 Las percepciones sobre las mujeres políticas. Todos opinan que las mujeres que han ocupado puestos públicos en la política se han desempeñado muy bien. Reconocen que las mujeres se entregan a servir, a resolver problemas. Algunos hombres verbalizaron que la mujer política es menos dadivosa, no reparte dinero, pero son más transparentes y tienen menos posibilidades de corromperse que los hombres, aunque señalan que hay algunas excepciones. Hicieron hincapié en que las mujeres políticas son más austeras con los recursos, no los dilapidan. Otra de las características mencionadas es que la mujer es más equilibrada a la hora de tomar decisiones, es más sensata, porque “En la vida cotidiana son las mujeres que están detrás de las decisiones”. “Pueden ver y oír lo que está pasando con más sosiego para después decidir”. Consideran que las mujeres que están en la política son mujeres valientes y muy esforzadas, porque juegan muchos roles como madre, esposa, hija, ama de casa y profesionales. Y estos roles se complican en sociedades machistas. Hacen 37


planteamientos con mayor sutileza que los hombres, y ponen como ejemplo los discursos de varios políticos y varias políticas del medio en cuanto a la energía por el lado de los hombres y la tranquilidad por el lado de las mujeres. Uno de los participantes analiza que las mujeres entraron en la política como una reacción en contra de los acontecimientos que fueron ocurriendo desde Trujillo hasta nuestros días, como una conducta de inconformidad ante tiranías y opresiones. También agregó que los grandes políticos del país estaban apoyados por mujeres. “Estas mujeres, esposas, hermanas, hacen que los hombres lleguen al poder de la mano y con el empuje de ellas”. Consideran que las políticas deben ser sencillas, despojadas de ambiciones personales, que convivan con su comunidad sin cambiar su forma de ser al ser elegidas. Deben conocer y tener una visión macro de todo, una versión global de la sociedad y no dedicarse tan sólo a temas puntuales como la educación. 2.6.3 Consideraciones sobre las dificultades que enfrentan políticas.

las mujeres

Además de las características que se mencionaron antes, consideran que la situación de la mujer en la política es cada vez más evidente, pero que existen algunos obstáculos que entorpecen un mejor desenvolvimiento, como son los siguientes aspectos: La cuota de mujeres a cargos electivos aprobada la consideran antidemocrática y que con esto no se les da oportunidad a desarrollar un liderazgo natural. Consideran que a los partidos políticos se les “puso una camisa de fuerza” con la cuota obligatoria y que muchas veces los partidos no cuentan con las suficientes candidatas para poderla cumplir. Las mismas mujeres no son solidarias con las otras. Los participantes consideran que si una mujer se presentara para presidente del país, las mismas mujeres no las apoyarían porque según ellos “ A las mujeres les gusta que los hombres gobiernen”. Dicen que es parte de una cultura sexista y autoritaria. Algunos participantes resaltaron el hecho de que las mujeres ponen mucha distancia cuando realizan su trabajo político, porque creen que las están enamorando o aprovechándose de ellas. “Ponen barreras”. 38


Otros participantes señalaron que cuando llega el tiempo de alta actividad proselitista como el “caravaneo”, las mujeres lo rechazan porque no les gusta estar en situaciones en donde se deban tener muchos contactos físicos como besos y abrazos, además de las conductas agresivas que se pueden dar en esas actividades. Algunos consideran que la mujer política tiene que romper esquemas muy fuertes que han impuesto los hombres en la política. Estos esquemas tienen que ver con la manipulación y la demagogia con que se manejan los hombres políticos. “El político dominicano no es un político profesional, ni siquiera sabe lo que es la política, pero sigue el camino de otros con malas estrategias, y desgraciadamente, engañar al pueblo, se ha entendido que es una actividad política”. Las mujeres políticas, dada esta hipótesis, tendrían que enseñar y comportarse como políticas profesionales con estrategias a las cuales el pueblo no estaría acostumbrado por un incorrecto quehacer político. Y esto los participantes lo encuentran muy difícil que los demás lo acepten. Otro obstáculo percibido es que la mujer ha sido usada en la demagogia de los políticos. Dada la presión mundial existente con el enfoque de género, “Los políticos han tomado este discurso como demagogia, aunque realmente no crean en esto”. Por ejemplo se cita la cuota, la cual fue aceptada pero no acatada ni cumplida. El uso de mujeres activistas políticas en la seducción de otros políticos, también fue mencionado. Se analizó que esto hizo mucho daño a la mujer partidista para que la percibieran como un objeto sexual. Se mencionó que existe una confusión con el papel de la mujer en la política. Muchos opinan que las mujeres políticas reconocidas hoy día, entraron en la política para seguir a sus parejas, por solidaridad. Otros entienden que la llama y los ideales estaban en esas mujeres y que en lo que sí consintieron en no ser ellas las protagonistas para que sus parejas tomaran ese rol. Otra de las percepciones interesantes que surgieron de los participantes es que muchos juzgan a las mujeres políticas fuertes que se igualan a los hombres como “lesbianas porque ocupan cargos de hombres”. Otro aspecto también expuesto, fue que las mujeres políticas más conocidas en el país son viudas o no tienen esposos, señalando con esto que la política toma mucho tiempo y no deja tiempo para una vida familiar de la mujer tradicional. “Las

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mujeres en la política han sido muy agredidas. Eso hace que muchas lo piensen bien antes de involucrarse”. Consideran que el machismo tan generalizado pone en desventaja la incursión de la mujer en la política. “Hay muchos prejuicios en contra de una mujer gobernando o siendo la jefa”. Esto hace que la mujer tenga que enfrentarse y vencer más obstáculos que los que tiene que vencer un hombre. Otro aspecto mencionado fue el de los problemas familiares que surgirían con un activismo político de la mujer, como el del tiempo que perciben que debe invertir en la política. Uno de los participantes expresó que “Si la mujer va a una reunión política, el hombre aunque vaya también él, decide que es la mujer la que se tiene que quedar en la casa cuidando los hijos para que el hombre pueda ir a la reunión. Y no sólo esto, todo el barrio dice que es una mala madre si deja a los hijos para ir a una reunión política. Cuando va a trabajar a un trabajo fuera de la casa, ya comienzan las criticas de que está abandonando a los hijos, aunque sea para ganarse el pan diario, imagínense cuando va a una reunión política”.“Esta estigmatizada con las tareas domesticas del hogar”. La mayoría de los entrevistados percibían que los partidos políticos apoyaban a hombres y mujeres por igual en el partido. Pero algunos expresaron lo contrario, reportando que en los partidos se apoyaba más a los hombres y que no les estaban dando oportunidades reales a las mujeres, que en general sólo las dejaban llegar a puestos menos importantes. 2.6.4 Sugerencias sobre campañas de apoyo a la participación de las mujeres en política. Para los hombres políticos entrevistados la mejor promoción que puedan tener las candidatas viene dada por el trabajo que hayan hecho en el partido, y por la preparación para ocupar puestos que puedan tener. También expresaron que el contenido de los planes que se propongan realizar puede ser de gran ayuda, ya que esto refleja el entendimiento que tienen acerca de lo que el país necesita. “Las mujeres deben discutir sus posiciones en los partidos como personas, no como mujeres. El peligro está en que en la medida que la mujer luche en función

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de su sexo, lleva las de perder. En la lucha política, debe luchar como un ser humano”. También recomiendan que “No inspiren debilidad o compasión porque es mujer”. Un eslogan sugerido fue: “Yo soy una mujer con todas las condiciones de un ser humano”. Recomiendan que la mujer negocie con el hombre, que no se enemiste con él o desarrolle campañas en donde predique la primacía de la mujer. Las candidatas deben recordar las palabras de Mussolini de que: “La política se analiza con la cabeza y las masas se persuaden con el corazón”. 2.7. LAS OPINIONES DE FIGURAS PÚBLICAS DE MEDIOS MASIVOS 2.7.1 Evaluación del trabajo que realizan las mujeres en general. En esta sección, se entrevistaron a dos personas, cada una sostuvo una posición diferente a la de la otra. Es por eso que en cada tema de esta parte se expone primero el parecer de una de las personas entrevistadas y luego el de la otra. Para una de las personas entrevistadas la mujer ha demostrado de forma evidente su capacidad y efectividad en el trabajo. “Las mujeres se están encargando hasta la saciedad de que la familia es importante, los hijos son importantes, que igualmente importante es el trabajo, que igualmente de importante son las demás responsabilidades, están equilibrando todo”. Para esta persona, la mujer juega diferentes roles que implican un trabajo constante y sistemático que ha demostrado de forma evidente su capacidad y responsabilidad. La otra persona entrevistada opina que las mujeres han trabajado para sostener a sus familias desde hace mucho tiempo. Que no es algo novedoso y que no hay que confundir el feminismo real que se hace o aplica con el trabajo y la conducta responsable de otro que es quizás meramente teórico. 2.7.2 Las percepciones sobre las mujeres políticas. Para una de las personas entrevistadas, las mujeres políticas se caracterizan para empezar, en que son muy pocas. Relata que a menudo tienen problemas para poder cumplir con programas televisivos de tipo entrevistas en donde el objetivo es presentar figuras políticas que puedan tener un espacio para comunicar y aclarar

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sus ideas. El problema radica en que no pueden diversificar mucho con las mujeres políticas porque son pocas y no pueden llevar al programa las mismas figuras. También se planteó que frecuentemente estas mujeres tienen que faltar a las reuniones partidistas, porque tienen que desempeñar sus roles con su familia. Pero esto lo expone, no como una debilidad, sino como una conducta correcta, porque prioriza la estructura social más importante para el país. “Yo creo que el sistema de valorizaciones y prioridades entre hombres y mujeres es muy diferente”. La otra persona entrevistada, entiende que hay figuras importantes de mujeres políticas que supieron ganarse un puesto en la política gracias al trabajo arduo y tesonero con que se han venido desempeñando. Cita la decisión de uno de los políticos del país de nombrar a las mujeres gobernadoras y con esto “se acabó el mito de que las mujeres no servían para trabajar”. Ampliando más sobre las mujeres políticas con mandos de importancia en el país expresó: “Esas mujeres no se inventaron el liderazgo, ninguna cayeron en paracaídas”. 2.7.3 Consideraciones sobre las dificultades que enfrentan las mujeres políticas. Los siguientes obstáculos a vencer por las mujeres políticas fueron enunciados por las personas entrevistadas que trabajan en medios de comunicación: Uno de los principales obstáculos percibidos que motiva el que muchas veces no puedan presentar una mayor diversificación de figuras políticas femeninas de importancia, es la barrera que se percibe que existe en los partidos para que las mujeres puedan acceder a puestos de dirección importantes. El machismo, el caudillismo y la gerontocracia que ha marcado la política dominicana han jugado un papel decisivo para impedir el desarrollo de la mujer en la política. Se percibe que el paso de activista política a dirigente en el partido es dificultoso y que no se brindan las mismas oportunidades que a los hombres. Como activistas las mujeres son muy reconocidas y valiosas, pero cuando toca ascender a puestos directivos, las mujeres son menospreciadas. A las que lo han logrado “Les tienen su capillita aparte, pero no hay renovación en ese liderazgo femenino”. 42


Las mujeres son poco solidarias con las demás mujeres. “Probablemente hay poca conciencia de género y muchas veces el liderazgo femenino no es apoyado por las propias mujeres”. El hecho de que una mujer se involucre en la política por su esposo o compañero no debe ser visto con menosprecio por la sociedad. “ También los hombres se involucran en la política por variados motivos que no son los esperados, pero es a la mujer a quien se critica”. Existen instituciones estatales en donde siempre, o en la mayoría de los casos, asignan a una mujer con lo cual reducen a la mujer por áreas. Las mujeres tienen que enfrentar esquemas proselitistas poco efectivos y si se niegan a aplicarlos son desvaloradas. Por ejemplo, se cita el “caravaneo” y el típico sancocho dominicano como medio de mercadearse al pueblo. La persona entrevistada se pregunta que tan efectivos son. Mientras que la otra persona entrevistada percibía que las bases para la participación de la mujer en la política están dadas, y pone el ejemplo de que si no fuese así no tuviera el país una Vicepresidenta. Analiza más bien que el impedimento que haya podido tener la mujer en la política, por un lado está más orientado por una serie de personas en puestos de mando en el mundo entero que no actúan con inteligencia y, por otro lado, por una posición sexista de las mismas mujeres que esperan que por ser del sexo femenino los méritos les van a ser otorgados. También expresó esta persona que la cuota no es correcta. Que quien quiera llegar a un puesto político debe “fajarse”, tanto hombres como mujeres. Y no se le tienen que dar oportunidades a un sexo más que a otro. Citó las palabras de otro político: “El que quiera comer pescado, que se moje y lo pesque, sino que no coma pescado”. Otro punto tratado es que no percibe discriminación en función del sexo en los partidos políticos. “Es el talento lo que vale, es el esfuerzo lo que vale, es el espíritu de la fuerza lo que vale”.

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2.7.4 Sugerencias para campañas de apoyo a la participación de las mujeres en política. Una de las personas que trabaja en medios recomienda que se realicen anuncios televisivos populares que puedan llegar a toda la población para lograr una buena comprensión. Se debe estimular al respeto de la figura de la mujer en la política, sin tener que desnaturalizar lo que hace, sino haciendo que se acepten los esfuerzos y méritos. Se sugiere que sea un anuncio jocoso si se quiere y un poco en broma y un poco en serio recomienda una de las personas entrevistadas que aparezca una mujer como con seis brazos, simbolizando todo lo que la mujer tiene que hacer. Pero, la otra persona entrevistada sugiere que la mejor promoción que pueden hacer las mujeres es trabajar arduamente para ganar. Recomienda participar en programas televisivos y radiales, “tirarse a la calle al medio”, que haga visitas a las zonas en donde aspira. Que demuestre quién es y qué ha hecho.

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3. ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS A continuación se presenta un análisis que intenta describir y comparar las percepciones y opiniones emitidas por las personas participantes en este estudio. Para una mejor organización, se presentará por cada tema trabajado. 3.1 EVALUACIÓN DEL TRABAJO QUE REALIZAN LAS MUJERES EN GENERAL En este tema todas las percepciones y opiniones emitidas por los grupos entrevistados son coincidentes en una misma dirección: La mujer ha experimentado y demostrado un avance significativo en el área laboral que la ha ayudado a mejorar su situación y a incorporarse de manera formal a los medios de producción. Si bien todos y todas coinciden en esta dirección, son las mujeres entrevistadas quienes puntualizan que la clase de trabajos ofrecidos y obtenidos por las mujeres, no son proporcionales a la preparación y capacidad alcanzadas por éstas. Aún en los casos de poca preparación, las mujeres entrevistadas perciben que los hombres son más privilegiados con mejores empleos y más salarios, aunque tengan la misma o menos preparación que las mujeres. Este aspecto es evidenciado como una desigualdad laboral y general en función del sexo. Para las mujeres entrevistadas, esta situación se agrava ante el hecho de que las labores o cargas del hogar continúan recayendo en las mujeres, sin importar que trabajen fuera de la casa, mientras que los hombres continúan teniendo escasas labores dentro de sus hogares. Las mujeres organizadas son las que consideran y critican el hecho de que la carga de ese modelo tradicional no es sólo una consecuencia de la conducta de los hombres, sino también de las mujeres que lo reproducen. Si bien tanto mujeres como hombres reconocen que las mujeres desde hace mucho tiempo estaban incorporadas a los medios de producción, en tareas agrícolas y de servicio, son los hombres los que expresan que han tenido que pedirles (o quizás permitido) a las mujeres que trabajen fuera de la casa para poder aliviar la carga económica del hogar. Las mujeres participantes no coinciden con esta percepción, sino más bien que fueron las mismas mujeres quienes se lanzaron a prepararse y a buscar empleos fuera del hogar. En esto hacen hincapié sobre todo las mujeres de partidos políticos.

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3.2 LAS PERCEPCIONES SOBRE LAS MUJERES POLÍTICAS. Las mujeres no organizadas participantes en este estudio reportaron que no conocían a muchas mujeres políticas, que más bien eran pocas. Esta misma percepción emitieron las mujeres organizadas. Una de las personas entrevistadas de los medios masivos, puntualiza que son pocas las que están en cargos dirigenciales en los partidos políticos. Las características que ofrecieron, pues, las mujeres organizadas y no organizadas venían de figuras de mujeres políticas muy conocidas. Todos los grupos coinciden en que la mujer política posee más sensibilidad social que los hombres y que accede a la política no en búsqueda de beneficios personales, sino con motivaciones de ayuda comunitaria. Que se desenvuelve de forma más honesta con los recursos económicos y que es recia a la hora de tomar decisiones. También que es más práctica resolviendo problemas, porque tiene en el hogar la experiencia de la administración de los recursos disponibles y que es más sensata a la hora de tomar decisiones. Los hombres no organizados, si bien reconocen todas estas cualidades antes mencionadas, también reconocen que los partidos políticos tienen a las mujeres como adornos y que no se les reconoce su capacidad. Las mujeres de partidos políticos y las que han ocupado o aspiran a ocupar cargos electivos y una de las personas entrevistadas de medios masivos, profundizan más en este aspecto, analizando que no se les niega el trabajo como activistas políticas, sino que no se les apoya para acceder a puestos directivos más importantes que deberían merecer por su esfuerzo y trabajo. En este punto hay una convergencia de opiniones que difieren en la profundidad del análisis, siendo las mujeres políticas que han tenido más experiencia en este aspecto quienes lo explican con mayor profundidad. Pero también hay una total divergencia en la opinión de una persona entrevistada de los medios masivos y un distanciamiento con lo expuesto por los hombres de partidos políticos, quienes dicen en su mayoría, no percibir que a las mujeres políticas se les discrimine en los partidos políticos. No obstante, en casi todas las opiniones expresadas, se reconoce una percepción de exclusión o reducción de las aspiraciones políticas de la mujer en los partidos. Otro punto analizado fue el de la asignación de funciones en cargos públicos tradicionales para mujeres. Las más enfáticas en esto son las mujeres de partidos políticos, las que han ocupado o aspiran a puestos electivos, las mujeres organizadas y una de las personas entrevistadas de medios masivos. Si bien es cierto que las mujeres políticas han ocupado cargos en áreas que no son 46


tradicionalmente asociadas a su género, la conciencia que tienen sobre esto es que no es sistemático y que más bien son excepciones a la regla. Así puestos tendentes a la educación, a la ayuda de comunidades pobres, son más asignados a las mujeres. En este punto hay divergencias con una de las personas entrevistadas en medios masivos, quien dice que los cargos no vienen asignados por el sexo, sino por esfuerzo propio. Algunos de los hombres de partidos políticos perciben que el problema está en que la mujer política es la responsable, porque se centra en esos temas y es por eso que es reducida a ellos. 3.3 LAS PERCEPCIONES SOBRE LOS HOMBRES POLÍTICOS Todos los grupos, a excepción de los hombres políticos coinciden en las características negativas que proyecta el hombre político dominicano. Es descrito como irresponsable, como un completo demagogo especialista en hacer promesas que sabe de antemano que no va a cumplir. Opinan que si el político proviene de comunidades pobres, pronto cambia su hábitat y olvida su pasado, lo que provoca que los problemas de su comunidad queden irresolutos y las personas de esas comunidades que apoyaron su candidatura no puedan encontrar las soluciones prometidas. También perciben características tales como deshonestidad, poca educación, hipocresía, discurso violento, poco pragmáticos, amigos de repartir dinero para que voten por ellos y muy mentirosos. Uno de los participantes del grupo de hombres políticos analizó que el político dominicano es un político no profesional, que realmente no tiene preparación política y que se forma basándose en parámetros que están alejados de la política, pero creen que la están aplicando. La imagen del político dominicano es bastante negativa, entendiendo sobre todo los grupos de mujeres involucradas en la política que ellos han creado y desarrollado un esquema errático de la política que es difícil de romper. Se describen sus estrategias políticas como confusas, superficiales y poco efectivas. La percepción general es de que estos hombres se involucran en la política en la búsqueda de beneficios personales para ellos y sus familiares y amigos. Que no les importa la necesidad del pueblo ni de los más necesitados. Según las opiniones obtenidas en los grupos, son machistas y de los más tradicionales, impidiendo el avance de la mujer en la política.

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3.4 CONSIDERACIONES SOBRE LAS ENFRENTAN LAS MUJERES POLÍTICAS

DIFICULTADES

QUE

En este tema, surgieron múltiples juicios acerca de la situación de las mujeres en la política, presentando sobre todo los obstáculos que tendrían que vencer las mujeres para poder tener una buena participación. Un aspecto muy abordado por las personas entrevistadas, sobre todo por los grupos de políticos y políticas fue la multiplicidad de roles de la mujer como madre, esposa, profesional y política. Mientras para la mayoría de las políticas entrevistadas esto es una muestra del esfuerzo y la capacidad de la mujer, para los políticos era un problema ya que evaluaban una disminución de las actividades políticas de la mujer por sus variadas ocupaciones y desconfiaban que pudieran realizar todos esos roles de forma capaz. Tanto los hombres y las mujeres de partidos políticos, como las mujeres organizadas y las no organizadas, consideran que el hombre no querrá asumir las labores domésticas tradicionales de la mujer para que ésta pueda invertir más tiempo en la política. Perciben esto como muy difícil, ya que el hombre no está acostumbrado o no quiere acostumbrarse a realizar tareas del cuidado del hogar. Esto es parte de los efectos de una educación desigual de género y de una enorme resistencia al cambio. Otro punto que resultó muy controvertido fue el de la cuota femenina. Esta estrategia acordada en 1979 en la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, se ha comprendido de forma muy confusa en el país. Isis Duarte 9 expone que la cuota es “una estrategia orientada a promover un aumento de la participación femenina en los cargos electivos en el ámbito congresional y municipal, a fin de contrarrestar la infrarrepresentación política de la mujer..” Esta estrategia ayuda a poder aplicar el principio de la no-discriminación ya “que en la mayoría de las sociedades existen barreras socioculturales y fuertes condicionamientos históricos que impiden materializar este principio”. Esta estrategia es temporal hasta que pueda lograr compensar las desigualdades de los sexos en la política.

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Roa Rosa, Gutiérrez, Gladys, Sánchez –Baret Leonor, Duarte Isis. Cuota Femenina y Voto Preferencial. Santo Domingo, 2001.

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El acuerdo con la cuota en los grupos entrevistados varió mucho. Los hombres no organizados, las mujeres involucradas en la política y una de las personas de medios masivos apoyaban esta estrategia, porque entendían que existían barreras que a través de la cuota se podía compensar. Sin embargo, la mayoría de los hombres políticos y otra de las personas de los medios masivos la rechazaron de forma enfática, esgrimiendo el argumento de que es una posición sexista. Incluso en el grupo de mujeres organizadas hubo cierto desacuerdo con esta estrategia. Lo que resulta interesante, es que todas las personas entrevistadas entendían que en política no había igualdad de sexo. Aunque se reconoce la desigualdad y la desventaja que esto conlleva para la mujer, algunos rechazan esta medida para “pagar esa deuda”, para “compensar esa injusticia” y creen que lo que hace la estrategia es “regalarle a la mujer las posiciones”. Otro aspecto fue el del respeto hacia una mujer política en puesto clave, como por ejemplo, el de presidenta. La mayoría de los hombres acuerdan que, si bien ellos personalmente no están en contra, no votarían por una mujer presidenta porque el pueblo no la respetaría. Y esto fue apoyado por algunas mujeres organizadas y no organizadas. Estas mujeres eran las que tenían más edad en los grupos. En lo que sí estuvieron de acuerdo todos los grupos es que el hombre no acepta que la mujer ocupe puestos de jerarquía mayor. Los participantes de este estudio lo visualizaron como una realidad, que si bien hay que cambiar, es “aquí y el ahora”. Esta es una de las muchas manifestaciones provocadas por el machismo. La timidez, la falta de liderazgo o la poca agresividad de la mujer en el quehacer político también fueron expuestas como un obstáculo. Este criterio fue indicado por todos los grupos a excepción del de hombres de partidos políticos. En esto se incluye también que permitan que las excluyan de tareas de planificación y formulación de estrategias como plantearon las mujeres organizadas. El hecho de que la mujer cede, se deja opacar por el hombre, se consideró como una debilidad que se tenía que vencer. La explicación más esgrimida fue que la mujer tiende a ser concertadora, y que por esta característica, la mayoría de las veces no exige sus derechos cuando se los reducen o quitan. Pero por otro lado, algunas mujeres de partidos políticos relataron que se convirtieron en figuras rechazadas por los propios hombres de sus partidos, porque cuando exigían sus derechos y tenían que ser agresivas, la respuesta que obtenían era de rechazo hasta evitarlas. Con lo cual se plantea la pregunta: ¿Necesitarían las mujeres tan sólo exigir y no ceder sus derechos? Según lo escuchado en este estudio esto no es suficiente. Tendría que haber un reconocimiento y aceptación de esos derechos de parte de los hombres.

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La falta de formación de la mujer en la política fue otro aspecto expuesto tanto por hombres no organizados, como por mujeres organizadas y de partidos políticos. Consideran que una formación profesional no es suficiente, sino que debería haber una formación política también. Pero esto no se debe confundir con que las mujeres deben hacer lo mismo que hacen o aprenden los hombres. Lo que se propuso fue que la mujer política fuera enseñada a cómo desarrollar anteproyectos de leyes, a evaluar proyectos, a entender los diagnósticos de necesidades. Pero esto no quiere decir que el hombre político necesariamente sepa hacer esto, por lo que dicha propuesta debe ir a ambos sexos, ya que si sólo se entrena a uno, el otro actuará como barrera por ignorancia de los procesos. Otro punto expuesto es la violencia que se desarrolla en los actos proselitistas como el “caravaneo”. Las mujeres organizadas y las no organizadas y los hombres de partidos políticos perciben que los ambientes de violencia física (disparos de armas de fuego, lanzamiento de botellas de vidrio, etc.) y la violencia verbal que pueden surgir en estas actividades no son apropiados para la mujer política. Sin embargo, muchas de las mujeres políticas entrevistadas lo aceptan y a algunas les gusta participar. Quizás se está juzgando por una de las muchas estrategias que existen acerca del mercadeo político. Y a esta táctica se le ha prestado mucha importancia sin conocerse científicamente su efectividad. Los grupos entrevistados compuestos por hombres reportaron como un obstáculo para la mujer política el tener que romper el esquema que han implantado los políticos de repartir dinero. También algunas mujeres políticas y una de las personas entrevistadas en los medios masivos perciben este aspecto. En la generalidad, ninguna de las personas entrevistadas opinaba que esta práctica fuera beneficiosa. Más bien la condenaban porque implica una compra de votos o conciencia. Pero entendían que el pueblo se había acostumbrado y que como las políticas no utilizaban esta estrategia podrían encontrar un rechazo de los más necesitados a los que otros políticos habían acostumbrado a recibir dinero. Aquí también se percibe una resistencia al cambio. Dicen que la táctica moralmente no es buena, pero creen que como está enraizada en el pueblo, puede ser una barrera si las mujeres no la replican. Las mujeres organizadas y las no organizadas y también los hombres políticos expresaron que otro problema con que debía enfrentarse la mujer política es la costumbre de desacreditar a la mujer, porque estuviera invirtiendo su tiempo más en política que en las labores del hogar. El rol de la mujer que trabaja en la calle, dicen que es aceptado porque la situación económica así lo requiere, pero el hecho 50


de que la ausencia de la mujer en el hogar se deba a razones políticas es muy mal interpretado. Reportan que las políticas se tendrían que enfrentar a calificativos como fáciles, irresponsables, malas madres, hasta lesbianas por osar ocupar un puesto tradicional de los hombres. Esta falta de costumbre de entender que las actividades políticas son parte de los derechos del ser humano y no sólo de un sexo, provoca desmotivación tanto en mujeres como hombres, porque le resta energía a la mujer y provoca situaciones enojosas en sus parejas. Un punto que expusieron específicamente las mujeres políticas es que a ellas las condicionan o le exigen el doble de preparación que a los hombres para entrar en política. Mientras los políticos pueden tener o no tener una preparación, a las mujeres se les exige. Más aún, si se comparan las características percibidas por todas las personas entrevistadas de lo que es o debería ser una mujer política y un hombre político, se verá que a la mujer se le exige más o se espera más de ella. Parecería que el concepto ideal de lo que es una persona participando en política sólo se le debería exigir a las mujeres. Puede ser que la explicación venga dada porque están decepcionadas con los hombres políticos y no esperen ya mucho de él. También puede ser un indicador de inseguridad o poca confianza ante la participación de la mujer en este campo. O una combinación de las dos razones. Además pueden intervenir más de los efectos del machismo. Una de las razones por las que las mujeres en la política y las mujeres organizadas explican la pobre participación de la mujer dominicana en general es el que se tengan que involucrar en un partido político. La pertenencia a un determinado partido es algo que según estas entrevistadas, las mujeres rechazan, las limitan y no les gusta. Si esta es la razón, no es de extrañar ya que se ha observado en los resultados de este estudio los serios obstáculos y barreras que enfrentan en sus pertenencias políticas. Otro tema abordado fue la poca solidaridad de las mujeres con las otras mujeres. Los hombres y las mujeres de partidos políticos, las mujeres organizadas y las personas de medios masivos exponen esta debilidad de forma muy contundente. Mientras las mujeres no se apoyen unas con otras en los esfuerzos realizados, serán vistas como “chismosas” y “divididas”. Muchas de las personas entrevistadas explican este fenómeno basándose en la educación recibida desde niña por la mujer. La socializan para que desconfíe de la otra mujer, para que no busque alianzas con las demás. Esta situación provoca que muchas veces los mismos hombres las desdeñen por ser divisionistas y que las mismas mujeres no puedan hacer las alianzas pertinentes, porque se tropiezan con que no pueden o no saben apoyar a su propio sexo. 51


Las mujeres de partidos políticos, incluyendo a las que ocupan o han ocupado cargos electivos reportan que los recursos financieros de los partidos están manejados por hombres y que las mujeres tienen muy poco o ningún acceso a estos recursos, con lo cual inferiorizan a las mujeres. Sin embargo, la mayoría de hombres de partidos políticos entrevistados, niegan esta situación, pues se tienen percepciones de la realidad completamente encontradas. Para los hombres en sus partidos no hay discriminación de sexo, mientras que para las mujeres sí. Y aún lo hay para aquellas mujeres que no tienen posiciones feministas o que luchen (sin reconocerse feministas) por la igualdad de sexos. ¿Es que los partidos políticos sienten que apoyar financieramente la candidatura de una mujer es mala inversión? ¿Es que las mujeres en los partidos no están exigiendo sus derechos como lo hacen los hombres? Quizás los factores expuestos en este estudio expliquen estas percepciones antónimas. 3.5 SUGERENCIAS PARA CAMPAÑAS DE PARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES EN POLÍTICA

APOYO

A

LA

En este tema se pudieron observar muchas posiciones interesantes y diversas. Todas las personas entrevistadas estuvieron de acuerdo en que debían llevarse campañas de apoyo a la participación de la mujer en la política. Fue unánime y consensual. Lo que varió fue el contenido de lo que debería emitirse en esas campañas en medios masivos. Para algunas de las personas entrevistadas, tanto hombres como mujeres, las campañas debían contener eslóganes o mensajes muy tradicionalistas o apegados a las funciones de las mujeres desde siempre. Algunos ejemplos son:

“La mujer con la limpieza y la recogida de basura para la sindicatura”. “Voy a mejorar la educación”. “Voy a crear más escuelas” “Yo ofrezco educación, salud, alimentación y deportes”. En cuanto al escenario en dónde debe aparecer la mujer si es un anuncio televisivo se sugirió que ayudando a los pobres, desde su casa (porque da un sentimiento de tranquilidad), visitando escuelas, hospitales, asilos de ancianos, “se ve más bonita rodeada de niños”, no debe aparecer pasando revistas a los militares porque “la mujer no debe ser ligada a los guardias”.

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Como se puede observar en los ejemplos anteriores, es una promoción muy apegada a los roles tradicionales de la mujer, y la reduce a espacios que si bien son importantes y necesarios, han sido escenarios tradicionales de la mujer que muchas veces no permiten que avancen o amplíen su horizonte por esta relación tan estrecha que la gente percibe entre el sexo femenino y roles muy específicos. Pero también se sugirieron mensajes menos tradicionalistas y más vanguardistas. “Yo ofrezco capacidad”. “Yo ofrezco honestidad”. “Yo represento la confianza y la seguridad”. “Yo no vengo aquí para regalar a un grupo los recursos del pueblo”. “Más puestos de trabajo para las mujeres”. “La mujer al poder”. “Carmen(nombre ficticio de la candidata), la mujer del cambio”. “Voy a trabajar bien por los demás”. “Trabajando por ti y por el país”. “Contigo seremos uno”. “La mujer lo conjuga todo”. “La mujer es la mejor garante para la familia y para la sociedad y para un pueblo que viva en paz”. “La mujer puede ayudar a la mujer”. “Te representaré en el Senado”. “Te representaré en el Congreso”. “Soluciones sin promesas”. “Yo vengo a servirle a la masa más necesitada”. Visualizan estos mensajes en diferentes escenarios tales como: oficina con el retrato del presidente del partido atrás, con un retrato de Duarte, con la bandera dominicana, en una silla presidencial, con un guardaespaldas militar, pasando revistas a las tropas militares.

Estos mensajes se alejan un poco más del reduccionismo tradicional. Proyectan una mujer más activa, más amplia y menos limitada. Una mujer con la capacidad de conquistar espacios y hacerlo bien. Otros aspectos muy importantes que surgieron, fueron ciertas recomendaciones tales como que la mujer apareciera de la forma más natural posible, sin que se pudiera observar artificialidad en ella. También fue recomendado que la mujer debía aparecer en el anuncio haciendo un discurso o firmando papeles. Debe hablar sobre sus programas de trabajo. Debe verse comprometida con el pueblo. Y sobre todo, que debe hablar y convencer tanto a hombres como a mujeres. Otras personas 53


entrevistadas sugirieron que el hincapié lo debería hacer con las mujeres para que apoyaran y se identificaran con las propias mujeres. Debe ser persuasiva, humilde, dinámica, con buena fluidez verbal, debe dar confianza y debe ser capaz de negociar con los hombres sin que éstos sientan que es una amenaza. Estas campañas de apoyo deben tener un impacto positivo, disminuyendo el machismo. Deben llegar a toda la población por lo que se debe utilizar un lenguaje sencillo que puedan entender. Un aspecto que fue muy recomendado por los hombres entrevistados fue que la mujer hiciera su campaña más como un ser humano que como mujer. “No deben inspirar debilidad o compasión por ser mujeres”. Si bien esta posición enfatiza que la mujer antes de serlo es una persona, no es necesario evitar que una candidata se identifique con su sexo y se describa como mujer. Que es un ser humano, está implícito. Ningún hombre en campaña se define como ser humano, sino como hombre, y no es incorrecto identificarse con su propio sexo. Ahora, que justamente sean los hombres quienes recomienden que en las campañas las candidatas de se definan como mujeres es un error. El hecho de que se definan como tal no debe ni tiene que inspirar lástima o debilidad. La mujer debe sentir orgullo de serlo y de mostrarlo, nunca soslayarlo. Un punto de partida es la percepción positiva que se tiene acerca de las “pocas mujeres políticas” reconocidas en el medio. Su caracterización es muy halagadora y ventajosa. Honestidad, capacidad para trabajar, preparación, capacidad para solucionar problemas, sensibilidad social son indicadores de una buena imagen que surge como antítesis de la imagen de los hombres políticos.

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4. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES El hecho que haya desigualdad entre los derechos de hombres y mujeres no era el objetivo a demostrar en esta investigación. Para demostrar y validar esa realidad hay innumerables estudios que no necesitan de más demostración. Identificar y describir las percepciones de personas de ambos sexos acerca de lo que pasa cuando la mujer participa en la política, sí era objetivo de este estudio. Como se ha podido analizar, la mayoría de las percepciones acerca de la mujer política es positiva y esperanzadora. Las múltiples expectativas que tienen acerca de ella, abren un buen camino para su desarrollo, así como llaman a una autoevaluación de los hombres políticos para poder variar prácticas que son rechazadas por el pueblo y que continúan realizándose porque se han institucionalizado sin una evaluación de su efectividad en los tiempos actuales. La mujer política es apartada de esa ineficacia y es candidata a desarrollar nuevas formas para la solución de los problemas en donde las figuras tradicionales han fallado. Las medidas compensatorias, como la cuota femenina, no deben ser tomadas como una posición extremista. Una medida compensatoria es una táctica de control cuando hay aspectos o situaciones en desequilibrio. Cuando la balanza se inclina hacia un lado, para que esto suceda ocurren una serie de condicionamientos y de malas prácticas que ayudan a esta inclinación, y entonces no se habla de justa igualdad. La cuota tiene un objetivo claro que debe ser entendido por todos y todas. No es aprovecharse de la situación, es ayudar a remediar esa situación que implica desventajas para un sexo. El hecho de pedir un 50%, un 40% o un 30% no perjudica a los hombres políticos. No se está pidiendo que las mujeres estén en mayor cantidad que los hombres, sino todo lo contrario, que las mujeres no estén siempre subrepresentadas en cuanto a los hombres. De una medida compensatoria no debe hacerse un conflicto de género. Una concienciación no debe percibirse como injusticia. Se recomienda que se expliquen (cuántas veces sean necesarias) los beneficios de esta medida para la sociedad, para que no sea comprendida confusamente y rechazada sin visualizar las circunstancias que la motivaron. Para la participación de la mujer en la política se observan muchos factores amenazantes para un sano desarrollo. Actitudes, posiciones y opiniones que han quedado internalizadas a través de los tiempos, inciden de manera decisiva para impedir una participación igualitaria. Discriminaciones culturales ancestrales continúan reproduciéndose sin que la mayoría de los seres humanos le pongan un alto y paren esas prácticas que son malignas para el desarrollo de un país. Los 55


planes y las acciones a ser implementadas deben ser tomadas con la misma seriedad por ambos sexos. No es tan sólo una labor de una parte de la población, sino de la población completa. No es tan sólo que el sexo femenino no se deje vencer por los obstáculos que le impiden su desarrollo en el escenario político y en general. Es también que el sexo masculino asuma de forma responsable ese desarrollo sin ser indiferente o contrario a éste, sin percibir desventajas o amenazas para con su rol. También se han observado evidencias de que el apartidismo, si bien está más generalizado en la mujer, parece ser también el destino de muchos hombres motivado por lo que ha venido ocurriendo en los partidos políticos. No sólo las barreras y limitaciones que tiene la mujer logran desanimarla de militar en un partido, sino también la poca confianza generalizada que se tiene en los partidos, dado su desarrollo errático, titubeante y poco certero. El machismo, un concepto abstracto, se manifiesta de forma tan concreta en la vida de la persona que se convierte en un eje transversal humano. Una vorágine que arropa y arrastra todo. La presencia del machismo está vinculada a ciertas condiciones que propician su desarrollo, entre las cuales se encuentran el temor y la ignorancia, así como la indiferencia y la inercia tanto de hombres como de mujeres. Las campañas en medios masivos para el incentivo de la participación de la mujer en la política no es una estrategia superflua o lujosa. Es una necesidad imperante para educar, para formar, para señalar opciones que se han quedado inertes por pensamientos mediocres y estrechos que no aportan nada a las soluciones. Es importante hacer ver a aquellas personas que piensan que promoviendo a la mujer lo que se busca es sacar ventajas y priorizar un sexo sobre el otro, que el sexo femenino es un recurso humano válido y real que puede y debe aportar en la toma de decisiones y en la solución de los problemas que padece un país. Que no se está planteando una solución mágica, que a las mujeres se les debe el mismo respeto y confianza que a los hombres. Que sus derechos como actrices políticas son los mismos que los de los hombres. Y que los derechos no se ceden, no se venden y no se esconden.

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ANEXOS

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GUÍA ESTRUCTURADA PARA SESIONES FOCALES GRUPALES Y ENTREVISTAS EN PROFUNDIDAD. Evaluación del trabajo que realizan las mujeres en general. ¿Cómo evalúa usted el trabajo que usted desempeña? (En caso de que los participantes sean hombres, ¿Cómo evalúa usted el trabajo que las mujeres están desempeñando? ) ¿Cuáles son los obstáculos más frecuentes que las mujeres enfrentan en los trabajos en general? ¿Cuáles son las fortalezas? ¿Cuáles las debilidades? Caracterización de una persona política. ¿Qué aspectos usted percibe que caracterizan a un político? Y a una mujer? ¿Cuáles cualidades considera que debería tener un hombre que esté en la política? ¿Cuáles cualidades debería tener una mujer que esté en la política? ¿Considera que debe haber diferencias entre una mujer y un hombre político? Cuáles? Evaluación del trabajo político desempeñado por mujeres. ¿Qué percepción tiene acerca de las mujeres políticas? ¿Cómo describiría a una activista política? ¿Qué opina de las mujeres que ocupan cargos electivos(Senado, Diputación, regidores)? ¿Cuáles aspectos usted piensa que son las fortalezas de las mujeres en cargos políticos? ¿Cuáles son sus debilidades? ¿Cuáles obstáculos se pueden identificar? ¿Cuáles aspectos pueden aportar las mujeres a la política que no lo estén haciendo los hombres? ¿En cuáles aspectos considera que las mujeres políticas hacen mejor que los hombres? ¿En cuáles aspectos considera que los hombres políticos hacen mejor que las mujeres? ¿Usted votaría por una mujer en las próximas elecciones? ¿Para cuáles cargos? ¿Le gustaría participar activamente en la política? ¿Por qué? ¿Bajo cuáles condiciones? En caso de los hombres: ¿Apoyaría usted a su esposa, madre, hija, hermana para que se presentara a un cargo político? ¿Dónde cree usted que la mujer pudiera hacer un mejor papel, en la casa o en la política?

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Percepción de las activistas políticas del rol que desempeñan. ¿Cómo se sienten como activistas políticas? ¿Qué las mueve a desempeñar un rol político? ¿Cómo llegó al cargo que hoy ocupa? ¿Cuál es la opinión de los hombres de su partido acerca de su trabajo? ¿Qué opina su familia (padres, esposos, hermanos, hijos)? ¿Cómo se siente con esa opinión de su familia? ¿Cuál ha sido el costo personal para asumir este tipo de trabajo ¿Ha sentido la necesidad de algún tipo de preparación para un mejor desempeño en sus funciones? ¿Qué cosas han logrado las mujeres en la política? ¿Qué cosas no han logrado? ¿Cuáles han sido los obstáculos enfrentados? ¿Cómo han enfrentado esos obstáculos? ¿Cómo las tratan los compañeros? ¿Cómo ha sido su trabajo en relación con los hombres que tienen sus mismas funciones? ¿Cómo ha sido el trato con estos? ¿Cómo perciben el apoyo que le da su partido a las mujeres en política? ¿Es el mismo apoyo financiero y moral que le dan a los hombres? ¿Cómo se siente cuando oye a los hombres decir que la política no es para las mujeres? ¿Cómo se siente cuando oye a las mujeres decir que no se quieren meter en política? ¿Cuáles son las diferencias entre usted y estas mujeres? Formas de apoyo a las activistas políticas en los medios masivos. ¿Cuáles aspectos le harían sentir confianza en una mujer que se esté postulando para algún cargo? ¿Deben verse diferentes esas mujeres que aspiran a las demás mujeres? ¿En qué forma? ¿Estas mujeres deben hacer campañas a través de la televisión? ¿De qué forma? ¿En cuáles horarios se deberían pasar esos mensajes televisivos? En un anuncio televisivo de apoyo a la candidatura de la mujer, qué cree que debería aparecer? ¿Qué no debería aparecer? ¿Cuál cree usted que es la mejor imagen de una mujer que quiere ganarse el voto y la confianza tanto de hombres y mujeres? ¿Cuál sería un buen slogan? Dificultades percibidas para colocar campaña televisiva (mujeres en cargos electivos y por elegir)

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