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ADAPTARTE O RENUNCIAR

Existen pocas cosas constantes en la vida. Hasta el día de hoy, el tiempo y el cambio son algunas de ellas. Sin importar lo que estemos haciendo, todos los días pasa el tiempo y experimentamos diferentes cambios en lo que estamos viviendo. Algunas veces esos cambios son mayores y generan un gran movimiento en nuestra forma de vivir, y en muchas otras, son cambios minúsculos, casi imperceptibles. Son esas pequeñas cosas que, sin darnos cuenta, vamos cambiando poco a poco, hasta que se convierten en grandes obstáculos o retos que tenemos que enfrentar.

EL PROBLEMA es que, en muchas ocasiones, adaptarnos, crecer y movernos a la velocidad que se requiere es mucho más complejo de lo que parece. En ocasiones quizá no has terminado de abrazar el último cambio que se te vino encima, cuando ya tienes que estar haciendo nuevos ajustes. El cambio, en palabras de Simon Sinek, es un juego infinito, y necesitamos prepararnos mejor para enfrentarlo. Hay dos grandes razones por las que cambiamos. La primera de ellas es cuando un evento externo nos obliga a hacerlo. Podemos pensar desde un cambio de gobierno, un fenómeno natural, o una pandemia. Son cosas que como tal no controlamos, pero sobre las cuales podemos decidir como queremos enfrentarlo. Viktor Frankl lo escribió de una mejor manera en El hombre en busca de sentido: “Se le puede arrebatar todo a un hombre salvo una cosa: la última de sus libertades humanas - elegir su actitud ante cualquier circunstancia”. Cuando atravesamos estos eventos, en muchas ocasiones experimentamos diferentes tipos de emociones, desde enojo y frustración, hasta aceptación y adaptación. Eso depende totalmente de nosotros.

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La segunda gran fuerza que puede generar cambios es cuando estos se producen desde nuestro interior. Quizá algún evento personal te movió o te ayudó a generar una consciencia distinta. La pérdida de un ser querido, el experimentar algo que te sacudió por dentro, o una conversación que te dejó pensando son buenos ejemplos de estos cambios. Normalmente estos últimos se sienten menos agresivos que los externos porque de cierta forma los aceptamos de una manera más sencilla porque se sienten como una decisión personal.

La realidad es que sin importar que tipo de cambio estés viviendo, todos los días tienes que adaptarte. La gran pregunta para ti es “¿Estás lista o listo para lo que viene?”. ¿Cómo te estás encargando constantemente de seguir preparándote para aquellos cambios que tal vez no alcanzas a ver todavía?

Déjame plantearlo de una manera diferente. Si tuvieras que evaluar hoy del 1 al 10 que tan lista o listo te sientes para enfrentar cualquier cambio, ¿qué te responderías? Si el puntaje con el que te contestaste no te emociona, necesitamos hacer algo al respecto en este momento, porque el cambio ya llegó, y el siguiente está a la vuelta de la esquina.

Para apoyarte con este proceso, y con la intención de estar un paso delante de las transiciones que se te vienen, te invito a trabajar e incorporar alguno o todos los siguientes conceptos.

1. Aumenta tu proactividad. Alguien me dijo alguna vez que la mejor forma de manejar una bomba es haciéndola explotar a tu tiempo y no esperar a que estalle por sí sola. Piensa en algún cambio que tú ya sabes que viene, pero que has estado evitando o postergando, y decide tomar acción desde ya. El cambio va a llegar, solo es cuestión de tiempo. Es mejor que sea a tu tiempo y no que simplemente lo postergues. Tal vez tienes una conversación difícil que tener con alguien, quizá tienes que dejar ir a alguien del equipo o hacer un cambio de estrategia o de visión. Si tu “detonas” eso, tú tienes más control. Es transformar un cambio externo en uno interno, y eso siempre te da la ventaja.

2. Innovación y Disrupción. Encárgate de generar cambios de forma consistente al estar innovando y agregando disrupción a lo que estás haciendo. Si el cambio fuera un músculo que estás desarrollando, ¿qué tanto lo estás fortaleciendo? Al igual que en el ejercicio, el músculo para crecer tiene que estresarse. Pero es un estrés controlado por ti y por la cantidad de peso que le pones. Lo mismo ocurre cuando de manera recurrente innovas y te transformas. Dicho de otra manera, ¿cómo puedes producir o generar más cambios en tu día a día de forma intencional? Tal vez es un cambio en un proceso, en un hábito o hasta en la forma en la que comes. Si aprendes a estar cómodo en lo incómodo, eso te ayudará a ser más resiliente ante todo lo que se te presente.

3. Maneja mejor las crisis. Hay ocasiones en las que hay que reflexionar, y hay otras en las que hay que accionar, y conocer la diferencia entre ambos escenarios es crucial para manejar cualquier cambio que se te presente. ¿Te ha ocurrido que cuando llegó un movimiento que no esperabas a tu vida, lo primero que te preguntaste es “¿por qué yo?” o “¿por qué a mí?”. Quizá vino un cambio que no esperabas y en lugar de tomar el toro por los cuernos, decidiste darle tu poder al estrés y a la ansiedad, cuestionándote cosas que no necesariamente te ayudan a salir de la crisis en la que estás. Sitúate de nuevo en marzo o abril del 2020. ¿Cómo actuaste cuando llegó la pandemia? ¿Te enojaste por lo que estaba pasando, o te enfocaste en salir adelante con las nuevas reglas del juego? Dicho de otra manera, ¿te sentaste a pensar las razones por las que había pasado todo esto, o decidiste tomar acción y adaptarte?

Con esto en mente, comienza creando un plan sobre como puedes comenzar a vivir más estas prácticas de forma constante. Crea una agenda de acciones claras que te dejen tener evidencia del progreso e implementación de todo lo que hasta aquí hemos revisado. Recuerda que no se trata solo de tener la intención de hacer las cosas, sino de tomar acción y hacer que las cosas pasen. El cambio no va a esperar a que estés completamente preparada o preparado para llegar. Simplemente se presenta y solo aquellos con las habilidades correctas pueden adaptarse.

Una vez que tienes un plan claro sobre cómo vas a incorporar esto en tu agenda diaria o semanal, es momento de pensar ahora en tu equipo de trabajo. Es tu responsabilidad como líder dentro de tu dependencia u organización preparar de la mejor manera a las personas que están a tu alrededor y tener un “equipo camaleónico” que pueda adaptarse de forma fácil y sencilla a las necesidades que están teniendo en este momento.

Te comparto algunas ideas a considerar en este proceso.

1. John Maxwell menciona en su libro “Las 21 leyes irrefutables del liderazgo” la ley del tope, que indica que ningún equipo puede ser mejor que su líder. Dicho de otra manera, tú eres el límite o tope del crecimiento de tu equipo. Es por esto que resulta tan importante que trabajes en ti. Entre mejor preparada o preparado estés para los cambios que vienen, más espacio tendrá tu equipo para crecer, para transformarse, para proponer y para presentarte alternativas de solución

2. Haz un análisis de tu equipo y considera las siguientes preguntas: a. ¿Quién necesita más de ti cuando hay que atravesar un cambio? Piensa en aquellas personas a quienes tienes que convencer con mayor dedicación o aquellas personas que sufren más cuando se trata de adaptarse a algo diferente. Ten un plan de acción que los incluya y los haga parte de este proceso para que les sea más sencillo transitar este camino. b. ¿Quién de tu equipo se adapta de la mejor manera a los cambios? Estas son las personas que se pueden convertir en tus “embajadores”. Son personas que pueden inspirar a tu equipo, que rápidamente pueden decir “si” a cualquier reto que se les presente y que están dispuestas a moverse a la velocidad necesaria para hacer que las cosas pasen. c. ¿Qué motiva a tu equipo? Es crucial que tengas claridad de esto y lo uses como parte de los elementos de tu negociación con el equipo. No tiene que motivarles el cambio que están por vivir, pero si puede motivarles el resultado que van a vivir o el equipo en el que se van a convertir al atravesar esto. Si tienes presente que los mueve a tomar acción, te va a ser más sencillo llevarlos por este proceso. d. ¿Cómo incorporas más diversidad en tu equipo? Cuando hablo de diversidad, no me refiero solo a diversidad de personas, sino diversidad de pensamiento. En muchas ocasiones me toca trabajar con equipos cuyos miembros piensan exactamente igual. Esto puede ser algo muy bueno en algunas ocasiones, pero en muchas otras puede generar cier- ta ceguera. Encárgate de ampliar el horizonte de pensamiento y de visión de tu equipo. Si no sabes por donde comenzar, Edward De Bono tiene buenas ideas para ti en su libro “6 Sombreros para pensar”.

Con esto en mente, recuerda que una de tus primeras labores como líder en tu espacio, es inspirar y dirigir a otros hacia aquello que están buscando. Utiliza estas herramientas para prepararte y desarrollar a tu equipo a un siguiente nivel. Tienes toda la capacidad de adaptarte ante cualquier desafío que se te presente, solo es cuestión de tomar acción y no esperar a que las cosas regresen a lo que eran. Como Peter Drucker decía: “el gran peligro en épocas de turbulencia no es la turbulencia en sí, sino el actuar con la lógica del ayer”. Date la oportunidad de hacer las cosas de una manera distinta de forma consistente y provocada, y antes de lo que crees, estarás adoptando cambios que no pensante posibles.

Para tu reflexión y acción

1. ¿Cuál es un cambio que has estado postergando que sabes que tienes que hacerle frente? Piensa en ese cambio que sabes que va a ocurrir por mucho que decidas no verlo.

2. ¿Qué acciones de lo que aquí revisamos podrías empezar a incorporar a nivel personal o profesional hoy para prepararte mejor para los cambios que se vienen? Considera no solo tu vida personal, sino enfócate mucho en trabajar con tu equipo y con todos los retos que se vienen. Si hoy estás trabajando en definir el presupuesto que tendrás para el próximo año, por ejemplo, decide que acciones hay que tomar desde hoy para lograr lo que estás buscando. Si por el contrario sabes que tendrás un recorte, considera como adaptarte a ello desde hoy y no esperar.

3. Si pudieras provocar cualquier cambio a nivel profesional hoy, ¿qué cambio empujarías? ¿Por dónde comenzarías?

4. Finalmente, escribe en el siguiente espacio, ¿cuáles son tres características que debería de tener un equipo camaleónico con la capacidad de adaptarse a cualquier cambio? Una vez que las escribas, encárgate de implementarlas contigo y con tu equipo.

Si por cualquier razón sientes que estás llegando al límite y te sientes con estrés y cansancio, conoce más prácticas y herramientas que te ayudarán a construir un estilo de vida a prueba de burnout: www.irradiatemore.com/lideresapruebadeburnout.

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