En el año 2011 cuando salí a vacaciones , mi papá decidió llevarnos de viaje a Estados Unidos ya que había tenido un buen año escolar, cuando había llegado el día para salir de viaje, me sentía muy entusiasmado y emocionado por conocer una nueva cultura. Al fin había llegado el momento, y ya habíamos empezando nuestro camino al aeropuerto, cuando llegamos sentía que el tiempo que faltaba para despegar se hacia eterno, después de una larga y agonizante espera pudimos abordar el avión para emprender nuestro viaje a Estados Unidos. Cuando pise por primera vez tierra estadounidense me sentía muy extraño y desorientado al estar en un lugar totalmente desconocido para mi, después de haber alquilado un carro, fuimos a hospedarnos al hotel Marriot que quedaba en Miami, sorpresivamente de camino al hotel nos encontramos un restaurante de comida típica colombiana que se llamaba Mondongo's. Al día siguiente . pasamos todo el día en la piscina del hotel lo cual me pareció muy aburrido ya que yo quería pasear por Miami. En la noche vimos la final de la NBA ya que mi mamá es aficionada a los San Antonio Spurs equipo que disputaba contra los Celtics de Boston, pero yo iba por los Celtics los cuales ganaron.
En la mañana del día siguiente mi papá había oído de una wafflera llamada The Waffle House la cual era muy buena entonces decidió llevarnos a desayunar a ese restaurante, pero como mi papá solo había escuchado de el lugar y no sabia como llegar nos perdimos de camino lo cual fue muy frustrante y que tuvo como consecuencia que paráramos en la orilla de la carretera en la cual había una pequeña tienda, entonces entramos para comer algo pero el vendedor lo único que tenia de comer a parte de dulces y golosinas eran alitas de pollo picantes, pero como mi papá no sabe hablar muy bien ingles no supo preguntarle al vendedor si las alitas eran picantes, entonces ese día nuestro desayuno fue alitas de pollo picante.
La noche de ese mismo día pasamos por Taco Bell para cenar pero ya estaban cerrando lo cual nos frustro mucho a todos, por suerte había un empleado que muy amablemente decidió vendernos unos tacos, cuando por fin llegamos al hotel pudimos recostarnos y descansar después de un día tan frustrante y amargante pero por lo menos aprendimos que si queremos comer fuera del hotel tenemos que salir con un buen tiempo de anticipación y más estando en un país desconocido.
Después de unas semanas ya era hora de irnos, haci que salimos muy temprano del hotel al aeropuerto, cuando llegamos al aeropuerto encontramos muchas tiendas y locales lo cual me pareció muy extraño y confuso ya que ese lugar no parecía un aeropuerto parecía un centro comercial muy grande y amplio lo cual los viajeros aprovechaban para llevar algo de ultimo minuto lo cual nosotros también aprovechamos antes de salir de viaje lo cual me causo mucha nostalgia aunque en realidad no se por que.