Alma Mater 679

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Nº 679 Medellín, septiembre de 2018 Vigilada Mineducación

DIRECCIÓN DE COMUNICACIONES • almamater@udea.edu.co • ISSN 1657-4303

Hallan pistas sobre el poblamiento de la Orinoquía y la Amazonía

Después de 30 años, investigadores de la Universidad de Antioquia y de la Universidad Nacional reanudaron las exploraciones arqueológicas en la serranía La Lindosa, Guaviare. “Cerro azul”, uno de los siete abrigos rocosos intervenidos en esta nueva fase, muestra vestigios de los instrumentos y modos de vida de los habitantes del territorio. Página 3

Flores para el alzhéimer

Desfinanciamiento afecta la viabilidad de las universidades públicas Página 2

Asesinato de líderes sociales, un atentado a la democracia

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La Universidad, en la Fiesta del libro y la cultura con más de 280 títulos y 39 novedades editoriales Página 13

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Nº 679, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, septiembre de 2018

Campus

Sobre la urgente necesidad de atender la crisis del desfinanciamiento de las universidades públicas en Colombia CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO Luis Pérez Gutiérrez, Gobernador del Departamento y Presidente de la Corporación • John Jairo Arboleda Céspedes, Rector • Antonio Yepes Parra, Representante del Presidente de la República • Ana Milena Gualdrón Díaz, Representante de la Ministra de Educación Nacional • Elvia María González Agudelo, Representante del Consejo Académico • Gabriel Agudelo Viana, Representante Profesoral •Carlos A. Giraldo Giraldo, Representante de los Egresados • Mauricio Alviar Ramírez, Representante de los Exrectores • Carlos Mario Estrada Molina, Representante del Sector Productivo • Clemencia Uribe Restrepo, Secretaria General. CONSEJO ACADÉMICO John Jairo Arboleda Céspedes, Rector • Sergio Cristancho Marulanda, Vicerrector de Investigación • Lina María Grisales Franco, Vicerrectora de Docencia • Pedro Amariles Muñoz, Vicerrector de Extensión • Ramón Javier Mesa Callejas, Vicerrector Administrativo • Gabriel Mario Vélez Salazar, Decano Facultad de Artes • Gloria Eugenia Giraldo Mejía, Decana (e) Facultad de Ciencias Agrarias • Sergio Iván Restrepo Ochoa, Decano Facultad de Ciencias Económicas • Adriana Echavarría Isaza, Decana Facultad de Ciencias Exactas y Naturales • Hernando Muñoz Sánchez, Decano Facultad de Ciencias Sociales y Humanas • Edwin Carvajal Córdoba, Decano Facultad de Comunicaciones • Luquegi Gil Neira, Decano Facultad de Derecho y Ciencias Políticas • Elvia María González Agudelo, Decana Facultad de Educación • Lina María Zuleta Vanegas, Decana Facultad de Enfermería • Jesús Francisco Vargas Bonilla, Decano Facultad de Ingeniería • Carlos Alberto Palacio Acosta, Decano Facultad de Medicina •José Pablo Escobar Vasco, Decano Facultad Nacional de Salud Pública • Ángela María Franco Cortés, Decana Facultad de Odontología • Juan Carlos Alarcón Pérez, Decano Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias • Luis Javier Castro Naranjo, Representante Profesoral ante el Consejo Académico • Clemencia Uribe Restrepo, Secretaria General. Invitados: Elmer de Jesús Gaviria Rivera, Vicerrector General • Dora Ángela Hoyos Ayala, Directora de Posgrado • Jorge Iván Gallego Mosquera, Director de Regionalización • José Ricardo Velasco Vélez, Director Escuela de Microbiología • Margarita María Gaviria Velásquez, Directora Escuela Interamericana de Bibliotecología • Paula Andrea Echeverri Sucerquia, Directora Escuela de Idiomas • Berta Lucía Gaviria Gómez, Directora Escuela de Nutrición y Dietética • Jorge Antonio Mejía Escobar, Director Instituto de Filosofía • Gloria María Castañeda Clavijo, Directora Instituto de Educación Física y Deporte • Jaime Ignacio Montoya Giraldo, Director de Planeación y Desarrollo Institucional • Marcela Garcés Valderrama, Directora de Relaciones Internacionales • Liliana Marcela Ochoa Galeano, Directora de Bienestar Universitario •José Agustín Vélez Upegui, Director Jurídico • Adriana Astrid Zea Cárdenas, Directora de Auditoría Institucional • Carlos Mario Guisao Bustamante, Director de Comunicaciones.

—Comunicado del Consejo Académico de la Universidad de Antioquia— El Consejo Académico de la Universidad de Antioquia manifiesta a la comunidad universitaria y a la sociedad en general, la profunda preocupación que alberga por el progresivo desfinanciamiento de las universidades públicas de nuestro país y de nuestra querida Alma Máter en particular. Una cifra cercana a los 15 billones de pesos de desfinanciamiento acumulado a lo largo de varios años y que sigue creciendo, afecta la viabilidad de las instituciones y crea un escenario de riesgo inminente para la continuidad de sus labores. Hace un llamado al Gobierno nacional a que atienda con urgencia esta situación a través de estrategias que permitan gradualmente alcanzar condiciones de sostenibilidad financiera. Las universidades públicas son el baluarte del derecho a la educación superior y se han esforzado por mantener condiciones de calidad que hoy las hacen destacar entre las instituciones más reconocidas del país en investigación, innovación, reputación académica, producción de nuevo conocimiento, impacto social y proyección internacional, lo cual las convierte en importantes dinamizadoras de la equidad y la justicia social, así como en aliadas estratégicas del desarrollo productivo. Aún en contra de las profundas encrucijadas del financiamiento estatal insuficiente y enfrentando las crisis provocadas por un presupuesto para ciencia, tecnología e innovación que languidece, nuestra universidad pública en las últimas dos décadas logró: el incremento y cualificación de la planta profesoral, el liderazgo en investigación, el crecimiento de la infraestructura y la renovación tecnológica, la ampliación incesante de cobertura incluyendo regiones alejadas de las grandes ciudades, los proyectos para la transferencia y apropiación social de conocimiento y una significativa proyección internacional. Todo ello no solo evidencia el crecimiento de las universidades públicas, sino que pone de relieve sus aportes al país. Sin embargo, los gobiernos han parecido empeñados en desconocerlo y la financiación que han destinado para la universidad pública no se corresponde con sus logros y resultados, ni con las tareas y responsabilidades que implican. Hay una distancia considerable entre el olvido estatal de lo que han significado y significan las universidades públicas para el desarrollo del país, y la manera como ellas han logrado responder a los desafíos del entorno y mantenerse inclusive en lugares destacados en las

escalas con las que se mide su desempeño académico. Esa distancia ha sido cubierta por los esfuerzos de las propias comunidades universitarias, las cuales han debido responder con inteligencia, ética, compromiso, creatividad y paciencia, pero sobre todo con un encomiable sentido de pertenencia. Sin estas virtudes, aquella reticencia estatal a financiar adecuadamente a la universidad pública, la hubiera convertido en un proyecto científico y cultural inviable e insostenible. El Consejo Académico insta al recién posesionado Presidente Iván Duque Márquez a que atienda la crisis del desfinanciamiento de las universidades públicas, y se comprometa con medidas inmediatas tendientes a la asignación de recursos que incrementen su base presupuestal. La expedición de normas sobre calidad y productividad, las políticas de excelencia y las exigencias de mayor cobertura, no pueden seguir estando separadas de la garantía correspondiente de financiación suficiente por parte del Estado. La educación pública y la ciencia, tecnología e innovación, no deben ser de nuevo las grandes relegadas del modelo de desarrollo y bienestar que implemente el Gobierno nacional. Asimismo, el Consejo Académico invita a que se revisen programas como Ser pilo paga y las becas crédito, que han contribuido a ampliar la brecha de la desfinanciación de las universidades públicas. Es imperativo además que los gobiernos departamentales y municipales, honrando su condición de primeros y mayores beneficiarios de la acción social de las universidades, que les brindan formación a sus ciudadanos y le transfieren conocimiento a sus instituciones y empresas, mantengan e incrementen sus aportes a través de la estampilla o de otros mecanismos conforme a la ley. Ante la actual crisis se da la oportunidad para que el país vire hacia un contexto favorable a la construcción de paz que simboliza los nuevos tiempos, valorando positivamente la educación como el soporte de transformación de la sociedad. Para ello, se debe priorizar en la agenda política la sostenibilidad de la educación superior, y las autoridades estatales deben delinear y ejecutar una política integral, diáfana y específica para su financiación. Hay una deuda histórica con las universidades públicas que debe ser saldada urgentemente.

...el Consejo Académico invita a que se revisen programas como Ser pilo paga y las becas crédito, que han contribuido a ampliar la brecha de la desfinanciación de las universidades públicas.

Medellín, sesión extraordinaria del 23 de agosto de 2018

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Cultura

Panel pinturas rupestres, serranía La Lindosa

Foto: cortesía Francisco Javier Aceituno Bocanegra

La Lindosa da pistas de poblamiento Por JUAN PABLO MUÑOZ PATIÑO Periodista juan.munozp@udea.edu.co

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ace treinta años el profesor de la Universidad Nacional de Colombia Gonzalo Correal realizó las primeras excavaciones arqueológicas en la serranía La Lindosa, ubicada en el departamento del Guaviare, pero las labores debieron suspenderse por la presencia de grupos guerrilleros en la zona. En 2015, el profesor Gaspar Morcote, de la misma Universidad, reanudó las excavaciones, tarea a la cual se vinculó en 2017 el Laboratorio de Arqueología del Departamento de Antropología de la Universidad de Antioquia, con los profesores investigadores Francisco Javier Aceituno Bocanegra y Sneider Rojas Mora a la cabeza. En este último periodo, el trabajo de los investigadores ha permitido identificar siete abrigos rocosos, es decir, refugios de piedra naturales poco profundos, que sirvieron como hábitat a los primeros pobladores de ese territorio. El primer abrigo rocoso intervenido lo denominaron “Cerro Azul”.

En el lugar, los investigadores encontraron instrumentos y utensilios domésticos de piedra como cuchillos, raspadores y fragmentos de cerámica. También hallaron restos de fogones donde, se presume, cocinaban, y restos de animales, que tal parece servían como alimento. Durante milenios, los pobladores de esta zona fueron transformándola en términos de su propia cosmovisión. Según el profesor Rojas Mora, la evidencia es que “…en estas excavaciones se pudo registrar más de quince mil fragmentos de restos de fauna, entre peces, roedores, mamíferos y gran variedad de palmas, que dan cuenta de un uso milenario del bosque, no sólo de su uso sino también de su transformación”. Por eso, para el profesor Aceituno Bocanegra, “la serranía La Lindosa es una especie de laboratorio arqueológico muy interesante para entender el poblamiento de la Amazonía y la Orinoquía y el manejo de sus ecosistemas”. Y al tiempo que observa que con los restos es posible determinar acciones básicas del día a día, por ejemplo, si utilizaban más los recursos de agua o los terrestres, si pescaban o cazaban, y qué manejo tenían de los ríos tenían, señala que

este tipo de cuestionamientos están abiertos, y que el proyecto que recién inicia promete resultados trascendentales para identificar el origen de los pobladores de la zona. Además, precisa el profesor Aceituno Bocanegra que, gracias a las evidencias de radiocarbono, es posible afirmar que las fechas obtenidas en la excavación del yacimiento arqueológico Cerro Azul en la serranía La Lindosa, datan entre 10.000 años antes de Cristo y 1.600 d.C. Los investigadores buscan identificar factores culturales, modos de vida, fauna y vegetación de la época en que se poblaron esos entornos, que se expresan además, en pinturas rupestres elaboradas en el territorio. “Cuando las personas llegaron a esta serranía, plasmaron allí desde representaciones vernáculas de su cotidianidad, hasta escenas que al parecer representan situaciones rituales: una mujer embarazada, animales domésticos y plantas; y trazos que dibujan, al parecer, animales extintos”, agrega Aceituno Bocanegra. Para el profesor Rojas Mora, es importante no perder el asombro frente a este tipo de hallazgos. “Pensar que estos objetos que va-

mos encontrando al ir excavando vieron la luz o fueron tocados por última vez desde hace diez o cinco mil años, eso siempre lo llena mucho a uno de emoción”, expresa y enfatiza en la responsabilidad que adquieren los investigadores, al asumir la tarea de analizar, describir y conservar este patrimonio de la humanidad. La investigación es un reto que implica años de trabajo. Uno de los principales objetivos del equipo investigador es encontrar nuevos recursos económicos que permitan continuar con el proyecto, al cual recientemente se vinculó el profesor José Iriarte. Justamente, Iriarte logró gestionar en la Universidad de Exeter, Inglaterra, los recursos que permitirán, en octubre de este año, poner en marcha la segunda campaña de trabajo de campo, prospección y excavación. Por lo pronto, los investigadores le apuestan a la gestión de nuevas alianzas institucionales y, en un mediano plazo, a la vinculación de estudiantes al proyecto, como una manera de integrar los ejes misionales de la Universidad, —investigación, docencia, y extensión— con el trabajo con las comunidades aledañas al proyecto.

Comité editorial: Elmer Gaviria Rivera • Clemencia Uribe Restrepo • Carlos Mario Guisao Bustamante • Patricia Nieto Nieto • Diana Carmona Hernández • Luis Javier Londoño Balbín Director de Comunicaciones: Carlos Mario Guisao Bustamante • Edición de contenidos: Luis Javier Londoño Balbín • Diagramación: Carolina Ochoa Tenorio

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Cultura Por ANDREA QUINTERO CARDONA Periodista andrea.quinteroc@udea.edu.co

¿Petroglifos? Técnicamente, los petroglifos son grabados sobre rocas por medio de percusión o rayado, realizados, se estima, desde hace 15 mil años por los grupos humanos que habitaron el territorio. En Colombia, estos objetos arqueológicos no requieren declaratoria para ser reconocidos como patrimonio. En 2015, Alba Nelly Gómez García, jefa del programa de Antropolo-

Foto: Sara Ortega Ramírez

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ara atajar el proyecto minero que pretende desarrollarse en su territorio, el municipio de Támesis, en Antioquia, adoptó una nueva estrategia: reforzar, en el proceso vigente de revisión y actualización de su esquema básico de ordenamiento territorial, la protección de unos 80 kilómetros cuadrados que contienen rocas con grabados prehispánicos, reconocidos como patrimonio arqueológico de Colombia. Para Carolina Sánchez Zapata, profesora de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia y coordinadora del semillero Estudios sobre Minería, se trata de una alternativa creativa y urgente, cuando cerca del 90% del territorio de los municipios del Suroeste antioqueño está solicitado para la exploración minera, y autoridades judiciales, nacionales y regionales han debilitado las consultas populares y las decisiones autónomas que toman las autoridades municipales, en forma de acuerdos. “No se trata de decir no a la minería y estar en contra per se de una actividad económica reconocida como lícita por el Estado —manifiesta Sánchez Zapata—; se trata de decir no a la minería en territorios que tienen valor patrimonial, que prestan servicios ecosistémicos especiales o que poseen una vocación económica distinta. Y, sobre todo, se trata de decir no cuando se hace de manera inconsulta y a espalda de los territorios que van a sufrir los impactos”. De acuerdo con la Ley 388 de 1997, o Ley de Desarrollo Territorial, la presencia de estas inscripciones patrimoniales en Támesis, denominadas petroglifos, constituye una determinante en materia de ordenamiento territorial, que condiciona cualquier otro tipo de uso que se le quiera dar al territorio, como lo pretende, por ejemplo, el Proyecto Quebradona, de la multinacional minera Anglogold Ashanti.

El Pirú es la roca más grande y con mayor cantidad de grabados. En ella se concentran casi todos los motivos de la zona.

Patrimonio arqueológico a la defensa de Támesis gía de la Universidad de Antioquia, y el químico investigador León Henao Restrepo, publicaron el libro “Petroglifos de Támesis”, reportando la presencia, en nueve veredas, de 93 rocas con grabados, el inventario más grande hasta la fecha. Desde entonces se han identificado muchas otras rocas con petroglifos y Gómez García, junto a estudiantes de Antropología, han participado en proyectos de sensibilización sobre el arte rupestre del municipio. “Los petroglifos son señalizaciones, dentro del espacio, que ubican actividades humanas, aunque todavía no sabemos cuáles son —explica Gómez García—. Sin embargo, cuando los estudiamos dentro del paisaje, lo que identificamos es un patrón de comportamiento que nos habla del equivalente al plan de desarrollo de un municipio, ubicando cuáles son los espacios útiles y cómo se marcan. Entender las posibles funciones de estos objetos nos acercará a la estructura cultural de los grupos humanos responsables”. Un ejemplo es aquella piedra en Támesis cuyos grabados parecen aludir a la maternidad, demarcando, posiblemente, un espacio donde se daba a luz. Aunque no existen otras piedras con motivos tan homogéneos, tanto investigadores como pobladores coinciden en que los grabados suelen representar figuras humanas (chamanes sentados, por

ejemplo), accesorios (máscaras, joyería), animales (micos, lagartos, guaguas), plantas (maíz) o figuras abstractas (espirales). Cabe destacar que las áreas de protección en Támesis, marcadas en función de sus cuencas hídricas, concuerdan con las zonas de protección arqueológica, debido a la presencia de petroglifos. De acuerdo con Gómez García, esta coincidencia indica que aquellos espacios que hoy el municipio desea proteger fueron, igualmente, aquellos elegidos por los grupos humanos prehispánicos para sustentar su propia supervivencia.

Municipio pionero Támesis fue el primer municipio de Antioquia en decirle no a la minería. Allí, las autoridades locales, con el apoyo de la sociedad civil, han aprobado dos acuerdos para prohibir la exploración y explotación: el primero en 2012, declarado ilegal por el Tribunal Administrativo de Antioquia, y otro en 2017, posterior a la declaratoria de inconstitucionalidad del Artículo 37 del Código de Minas. Frente a la declaratoria —alcanzada por una acción pública de inconstitucionalidad en contra del artículo 37, presentada en 2013 por estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de Antioquia— la posición del Tribunal sigue siendo negativa.

“La dificultad —subraya Sánchez Zapata— es que el Estado, desde las autoridades nacionales, ha fortalecido algunos proyectos mineros, rigiéndolos ya no bajo el Código de Minas, sino bajo la modalidad denominada Proyectos de interés nacional estratégico, que implica unas prerrogativas y una protección especial. De ahí la tensión entre las comunidades y las entidades territoriales, que han intentado fortalecerse y recurrir a múltiples vías, y el Estado, que persiste en la imposición de este tipo de proyectos”. Ante a esta situación, Herman Vergara Blandón, miembro del Cinturón Occidental Ambiental y del Comité por la Defensa Ambiental del Territorio, destaca la resistencia civil que existe en Támesis, de la cual hacen parte organizaciones sociales y ambientalistas, lo mismo que el Concejo, la administración municipal e instituciones educativas. “Con las empresas mineras no nos interesa negociar —señala Vergara Blandón—, ya que no los consideramos interlocutores válidos en el territorio; han entrado en forma inconsulta y contra nuestra voluntad. Como alternativa, proponemos la permanencia de los campesinos en su territorio, el fortalecimiento de su economía familiar y local mediante la constitución de circuitos de economía solidaria y la implementación del trabajo colectivo”.


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Lenguas ancestrales, patrimonio vivo Con el estudio de las lenguas indígenas y afrocolombianas en la Universidad de Antioquia, distintos espíritus, antes sordos, han comenzado a escuchar los cantos de revitalización de las culturas ancestrales como un patrimonio cultural e inmaterial que está vivo y en transformación.

Por JUAN DIEGO RESTREPO TORO Periodista juan.restrepo16@udea.edu.co

Foto: Esteban Lopera Casas

Son los códigos de nuestra libertad”, afirma Steve Steel sobre las más de 68 lenguas ancestrales que se hablan en Colombia, un patrimonio que contiene la sabiduría de los pueblos y que está en peligro de perderse. A Steel le preocupa que la lengua kriol se pierda y con ella los saberes de su cultura, su espiritualidad y tradiciones. Por eso, este politólogo sanandresano trabaja como profesor de Pensamiento raizal en la Universidad de Antioquia, una de las 17 iniciativas que hacen parte de cátedras UdeA Diversa. “La vitalidad del kriol —dice— está comprometida por las lenguas hegemónicas inglés y español, que también se hablan en las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Por eso, estudiar la lengua es apelar a la libertad, a su conservación y vitalidad, porque si las lenguas están vivas, los sujetos también”. Como los organismos vivos, que se enfrentan a la muerte, existe el riesgo de que este patrimonio se convierta en lengua muerta, en un contexto de neocolonialismo y globalización, donde se mantiene la visión eurocéntrica de que el mundo afrocolombiano e indígena no es civilizado, sino un mero objeto de estudio para algunos universitarios curiosos por lo exótico o lo folclórico. Pero el patrimonio es lo que nos caracteriza como nación, lo que hemos heredado y, por tanto, lo que debemos entregar a las siguientes generaciones. Es un concepto amplio que abarca lo natural, lo inmaterial y lo material. Cada septiembre, mes del patrimonio cultural en Colombia, lo que se celebran son las diversas tradiciones, orales y escritas, ceremonias, lenguas, músicas, artes, saberes, medicinas, culinaria, técnicas y valores

Taller de lengua y cultura Êbêra Chamí en la Universidad de Antioquia de la vida de las personas. De modo que cuando desaparece una lengua ancestral, muere un poco de nuestra humanidad. Pero además de ser celebrada, esa diversidad debe ser estudiada y protegida, porque es única e irremplazable. “Ka+uaiya+jamanomo jitarede, mei da kam+n+uaiñede, nana bin+emo it+no uai”, dice Noinui Jitoma, docente del curso de lengua mɨnɨka, lengua ancestral del pueblo Murui Muinaɨ del Amazonas, para explicar la importancia de las lenguas en la relación entre el patrimonio cultural y el natural. Sus palabras significan que las len-

guas no deben ser entendidas solo desde lo humano, sino que son el lenguaje vivo de la naturaleza. Para recuperar la cultura raizal, Steve Steel acude a sus abuelos. Pero tiene un conflicto: muchos jóvenes de su edad no se interesan por estudiar la cultura o la lengua, que ha sido prohibida en distintos escenarios isleños, como en la educación o la política. Aunque sus padres y abuelos la hablan, Steve no. Por lo que resulta paradójico que aprenda su lengua materna en la cátedra de kriol de la Universidad de Antioquia, a más de 800 kilómetros de su casa.

Como una apuesta innovadora en la educación colombiana, la Universidad de Antioquia y distintas comunidades étnicas trabajan por el reconocimiento de las culturas ancestrales a través de programas como la Licenciatura en Pedagogía de la Madre Tierra y las cátedras UdeA Diversa, que incluyen cursos de lenguas ancestrales, seminarios de pensamientos ancestrales y diversos, cátedras abiertas al público y la celebración en febrero del Mes internacional de las lenguas nativas. Además, la Universidad ha incluido el reconocimiento de la diversidad y la protección del patrimonio entre los objetivos estratégicos de su Plan de Desarrollo Institucional 2017 - 2027. Estos procesos académicos involucran a integrantes de las comunidades étnicas y a quienes no lo son, para fomentar en unos y otros la conciencia de defender las culturas ancestrales a través de metodologías que acuden a las vivencias, a los aprendizajes significativos y ubican a las lenguas en su contexto cultural. Se trata de valorar los modelos de aprendizaje propios de las comunidades y lo que el mundo afro e indígena le puede aportar a las universidades. Para el investigador Selnich Vivas, de la Facultad de Comunicaciones, la idea de que existen culturas superiores no es cierta. Y aunque a primera vista esto suena obvio, en la práctica sucede lo contrario. La cultura occidental niega la diversidad, por ejemplo promoviendo el inglés en el sistema educativo y no el wayuunaiki. Por su parte, el sistema económico dominante, el capitalismo, ha acelerado procesos de exclusión, racismo, masacres y exterminios sistemáticos. Por eso, Vivas propone caminar junto con las comunidades ancestrales en el regreso al origen, a las raíces, a los abuelos, al valor de la palabra y al respeto por la Madre Tierra.


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Cultura

Por una política para el patrimonio cultural sumergido Por LUZ MARINA RESTREPO URIBE Periodista luz.restrepou@udea.edu.co

Foto: Cortesía Museo Mapuka, Universidad del Norte.

A

nte el debate que se suscitó por la eventual extracción del Galeón San José, académicos investigadores de universidades públicas y privadas del país, preocupados por el patrimonio arqueológico de la nación, trabajan en la idea de consolidar una red que sirva como observatorio y proponga alternativas de investigación científica que ayude a preservar el patrimonio cultural sumergido. Para el profesor Juan Guillermo Martín, de la Universidad del Norte, lo que se busca a través de la red es llamar la atención de la opinión pública y garantizar que cualquier intervención sea científica y respetuosa del patrimonio cultural sumergido. Carlos Piazzini, profesor de la Universidad de Antioquia, explica que la red busca generar una dinámica de investigación y formación de alto nivel en arqueología subacuática, que es el ámbito académico desde el cual se puede aportar para la protección, conocimiento y valoración de este patrimonio. La naciente red está constituida por profesores e investigadores de las universidades del Cauca, Magdalena, Caldas, Cartagena, de los Andes, del Norte y Universidad de Antioquia. Los promotores también esperan que se vincule la Universidad Nacional. Se trata de una red de instituciones competentes en temas de arqueología, derecho e historia, que ya ha planteado recomendaciones como las contenidas en el documento “Sobre la necesidad de una política de Estado en materia de patrimonio cultural sumergido. Comunicación abierta desde las universidades colombianas al nuevo gobierno”, el cual busca aportar a la discusión en el entendido de que se trata de hablar de un bien de interés público. Algunas de las recomendaciones que plantea el documento son: cancelar el proceso de licitación de la alianza público privada para

Las imágenes corresponden a restos de naufragios coloniales en la bahía de Cartagena, pero aún sin precisar su identificación. Hacen parte de un proyecto adelantado por la Universidad del Norte, financiado por la National Geographic Society en 2013. la extracción de los bienes que integran el naufragio del Galeón San José; retomar la valoración del patrimonio cultural sumergido como bien público e inalienable; formular y poner en marcha una política de Estado sobre patrimonio cultural sumergido; realizar de forma prioritaria un inventario del patrimonio cultural sumergido, y asignar recursos públicos necesarios para la puesta en marcha de los programas, proyectos y actividades que compongan la política sobre patrimonio cultural sumergido.

Los académicos consultados coinciden en la necesidad de contar con una política pública que se centre en los principios constitucionales de inalienabilidad del patrimonio arqueológico de la nación; efectuar el retiro absoluto de los bienes culturales sumergidos del mundo del mercado y diseñar un verdadero proyecto científico, donde las universidades colombianas tengan participación activa.

Normativa Según la Convención de la

Unesco celebrada en París en 2001, el patrimonio cultural sumergido está conformado por todos los rastros de existencia humana que tengan un carácter cultural, histórico o arqueológico, que hayan estado bajo el agua, parcial o totalmente, de forma periódica o continua, por lo menos durante 100 años. La Convención, suscrita por sesenta países, no fue firmada por Colombia, donde, en cambio, rige la Ley 1675 de 2013, que reglamenta los artículos 63, 70 y 72 de la Constitución en lo relativo al patrimonio cultural sumergido. Para la comunidad académica nacional e internacional resultan controversiales los artículos 2 y 3 de dicha ley, en particular donde se plantea que no son considerados patrimonio cultural sumergido: “las cargas comerciales como perlas, corales, piedras preciosas y semipreciosas; bienes muebles seriados que hubiesen tenido valor de cambio o fiscal tales como monedas o lingotes; y las cargas industriales”. Dicha ley, subraya la profesora Julia Ochoa, de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia, tiene que ser interpretada y aplicada en el marco de la Constitución Política, en especial en lo que plantean los artículos 63 y 72, que establecen que los bienes arqueológicos son inalienables, imprescriptibles e inembargables”. Sostiene, además, que desde el punto de vista de los derechos humanos “es importante que no se pierda de vista que la conservación del patrimonio cultural en general, y el patrimonio arqueológico en particular, hace parte del derecho a participar en la vida cultural, consagrado en el Pacto de las Naciones Unidas sobre derechos económicos, sociales y culturales (artículo 15, lit. a), del cual sí que hace parte Colombia desde el año 1969”. En la actualidad el proceso de licitación para la extracción de los bienes del Galeón San José está suspendido y el actual gobierno ha dado un margen de espera de dos meses para analizar la situación.


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Divulgación Por ELIZABETH CAÑAS RODRÍGUEZ Periodista elizabeth.canas@udea.edu.co

Liderazgo “Somos la primera universidad pública en Colombia que formaliza esta política. En el resto del mundo el acceso libre a la información académica se ha abierto camino público, porque sin información no hay investigación”, señala el director de la Biblioteca Carlos Gaviria Díaz, Hernando Lopera Lopera. Las investigaciones académicas —explica— se conocen por dos vertientes. La primera, es de comunicación abierta, con repositorios, bases de datos, bibliotecas virtuales con acceso libre a la información, que contienen un 50% de la producción académica y científica de todo el mundo. La segunda, es la base de datos, que en un 80% está en manos de las dos grandes casas editoriales: Clarivate, que aglutina Web of Science, y Elsevier, la casa de Science Direct y Scopus.

Foto: Luis Javier Londoño Balbín

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os estudiantes y los profesores de la Universidad de Antioquia han producido en la última década cerca de 9.000 artículos de investigación científica e intelectual. Sin embargo, acceder a gran parte de esa información no es posible, porque está en bases de datos o colecciones bibliográficas de uso restringido. Corregir esta situación y facilitar la trasferencia de conocimiento, entre otras motivaciones, sustentan la Política institucional de acceso abierto de producción académica, establecida en el Acuerdo Superior 451 de 2018. La política contempla que los trabajos de investigación meritorios de pregrado, las tesis y los trabajos de grado de posgrado, e investigaciones que realicen los docentes en la Alma Máter, sean parte del repositorio institucional y estén disponibles para la consulta sin ningún costo. “El Acuerdo Superior es un paso confesional de la adhesión a la Declaración de Berlín —firmada en 2003 a favor del libre acceso al conocimiento— y abre puertas para iniciar la normatividad y fijar acciones concretas”, dice el vicerrector de Investigación, Sergio Cristancho Marulanda. El directivo añade que se trata de una política correspondiente con el carácter público de la institución, “para que las investigaciones que se generen en la Universidad por cuenta de sus integrantes sean igualmente públicas; lo que sigue es afinar las normativas y apropiar los recursos”.

En el último quinquenio, en la Universidad de Antioquia se produjeron 915 artículos científicos por año. Con la política de acceso a la producción, el repositorio se fortalece. En promedio, al año se espera el acopio de 35 tesis de doctorado, 117 de maestría, 1.600 artículos científicos, 54 productos audiovisuales, 15 libros resultado de investigación y 50 capítulos de libros resultado de investigación.

Ruta para el acceso abierto al conocimiento Este año, el presupuesto de la Universidad de Antioquia para pagos por acceso a estas bases de datos asciende a $3.500 millones de pesos; “con una selección muy detallada porque ninguna biblioteca es capaz de suscribirse a todas las bases de datos”, puntualiza Lopera Lopera, y anuncia que se promueve un consorcio de las bibliotecas universitarias colombianas para reducir los costos de suscripción a las bases de datos.

Deuda histórica Para el profesor Alejandro Uribe Tirado, de la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la Alma Máter, el acceso abierto a la información académica “es una deuda histórica, porque en la Universidad financiamos, le entregamos a un tercero una investigación para que nos cobre y pagamos para ver lo nuestro.” La política de acceso abierto delega la administración de la información al Sistema de Bibliotecas de la Universidad, así como la recepción y clasificación. Involucra a todos los ejes misionales y demanda inversión en software y conectividad virtual.

Adicionalmente, la política requiere “una campaña de divulgación y apropiación, porque los estudiantes y profesores saben investigar, dónde publicar, pero no cómo mejorar la disponibilidad de las investigaciones”, dice el profesor de Bibliotecología. Como integrante del Comité interno de asignación y reconocimiento de puntaje de las investigaciones profesorales de la Universidad de Antioquia, Uribe Tirado reporta que cerca de 300 artículos de investigaciones se ponen a consideración en cada una de las veinte sesiones que en el año realiza el Comité. La cifra, dice, “evidencia la necesidad de que las investigaciones estudiantiles y profesorales no pasen desapercibidas entre los dos millones de artículos académicos, que se estima, se publican cada año en el mundo”.

Ventajas La política de acceso abierto es parte del componente Ciencia Abierta del Plan de Desarrollo Institucional 2017-2027 de la Universidad de Antioquia. “Entre otras ventajas, aumenta las probabilidades de referenciación de las inves-

tigaciones o productos científicos, de visibilidad de la Universidad y de figuración en rankings; y facilitará la convalidación de acreditaciones y de reconocimiento de puntaje docente, especialmente cuando se integre la información con el Sistema de información para la investigación universitaria, Siiu”, dice el Vicerrector de Investigación. Para la profesora Diana Patricia Carmona Hernández, editora del Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, “el acceso abierto es una vía regia de visibilidad, que se debe orientar claramente, porque, de un lado, es considerar público todo lo que produce un docente en la Universidad y, por otro, persisten las exigencias de publicar en revistas indexadas que no son de acceso abierto”. La profesora Carmona Hernández considera que la estrategia “merece el apoyo de los universitarios, más aun, porque en diez años más del 50% de la producción académica podría ser de acceso abierto, lo que es un capital simbólico intelectual y científico muy valioso; un recurso maravilloso, al poner al descubierto los trabajos y en la vía de retorno de la información”.


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Extensión

Para inventar hay que volver a ser niños A sus veintisiete años, el inventor Rafael Jaime Vides Mesa encontró en el Parque del Emprendimiento de Urabá apoyo para plantear, a través de la robótica, soluciones a las desafíos de la región que lo vio crecer. Por NATALIA PIEDRAHITA TAMAYO Periodista natalia.piedrahita@udea.edu.co

Foto: Rafael Jaime Vides

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a escuela de robótica es la materialización del sueño de ‘Rafa’, como le dicen sus conocidos, un tecnólogo electrónico, egresado del Sena que ha tenido la capacidad de inventar dispositivos electrónicos y robóticos para diferentes usos y aplicaciones. Con veinte estudiantes, entre los siete y los doce años, de las instituciones educativas de Apartadó —Madre Laura, Alfonso López y Colegio Cooperativo—, emprendió la construcción de piezas robóticas para responder a los retos que enfrentan las comunidades de Urabá, pues, como dice, “el conocimiento solo funciona cuando es compartido”. Mientras los niños estudiaban conceptos básicos de programación y robótica, generaron productos como un bastón electrónico para invidentes, que tiene un detector de obstáculos y una señal auditiva para alertar a la persona que lo utilice. Con este dispositivo, Rafa les mostró a los estudiantes de la escuela de robótica cómo a través de un objeto pueden mejorar o transformar su realidad inmediata.Rafa apela a la lúdica para enseñar temas relacionados con programación electrónica y ensamblaje. Cada niño comienza el proceso en la actividad que más le llama la atención y luego desarrolla juegos en los que, con sus compañeros, puede finalizar el producto, comparar métodos y proponer nuevas alternativas para lograr un producto. Así han diseñado robots como ‘Basubot’, para reciclaje de botellas PET, un guante para mover máquinas remotamente y un perrito que camina y mueve la cola.La escuela hace parte de ‘Soluciones Robóticas’, empresa que creó Vides Mesa con recursos del ‘Fondo Emprender’ del Sena y llegó al Parque del Emprendimiento de Urabá, buscando vínculos empresariales e ideas para la optimización de los recursos. “Iniciamos con las uñas, con herramientas y dineros propios. Mi habitación era el único laboratorio del que disponíamos, pero al encontrar al Parque E se dio la posibilidad de enlazarnos con empresas nacionales interesadas en el bienestar de las comunidades.

A través de concursos y convocatorias, Rafael Vides (en la imagen, con el control remoto) ha logrado ejecutar sus propósitos: creó un robot para la búsqueda y rescate de personas, con el cual en 2011 ganó la convocatoria ‘Antójate Antioquia’ de la Gobernación y, posteriormente, desarrolló un prototipo aéreo que detecta y desactiva minas antipersona, con el que ganó el reality ‘El Gran Inventor Colombia’. Esa es la misión que nos mueve a generar soluciones robóticas”, asegura Rafa, quien reconoce que aunque sabe cómo juntar piezas que aporten al bienestar y la paz, no siempre tuvo clara la ruta de financiación de sus ideas. La formación de niños es, en este caso, no solo la manera de generar nuevos conocimientos, también ha logrado que este inventor reevalúe sus métodos. “Para inventar —dice— hay que volver a ser niños, desaprender y aprender. Es la única manera de lograr algo nuevo”. A través del Parque E, Rafa pudo también desarrollar su idea de un

dron para la fumigación de cultivos en contextos urbanos, como parte de su empresa ‘Agrotronic’, que busca generar impactos en la agroindustria. “Los platanicultores fumigan sus cultivos con motor de espalda, ya que las sustancias rociadas por avionetas no alcanzan a mojar las hojas. Con ello, muchas plataneras desarrollan Sigatoka Negra, enfermedad que reduce considerablemente la producción”, dice, mientras explica que con el dron se optimiza los fungicidas y minimiza el riesgo de contaminación ambiental y la afectación de la salud de las personas.

“Como estrategia para mejorar la economía de los pequeños productores, el dispositivo fue acogido por el Parque E, para generar una alianza con la empresa Distrihogar, interesada en probarlo en plantaciones de flores y aguacates en otras regiones de Colombia”, explica David Roldán Alzate, coordinador del Parque E Urabá. “Queremos que los desarrollos regionales contribuyan en la solución de asuntos asociados al deterioro ambiental y climático”, sintetiza Rafa, convencido de que la transformación planetaria comienza desde las regiones.

Con el objetivo de promover la innovación en la región y de permitir conexiones empresariales para incubar pequeñas y medianas empresas, en febrero de 2017 inició labores el Parque del Emprendimiento de Urabá, estrategia de la Universidad de Antioquia, la Alcaldía de Medellín y Ruta N, que ha encontrado en empresas regionales como Corbanacol y Augura, aliados estratégicos para acercar a la comunidad a la ciencia y la tecnología. En la actualidad, Diez empresas preincuban sus proyectos en el Parque del Emprendimiento de Urabá. Una de ellas es Urason, orquesta de estudiantes de la Licenciatura en Música, que fusiona ritmos regionales y trabaja con niños y jóvenes. También se destaca Asefuber, asociación de cacaoteros de Chigorodó, en la que 250 familias se forman en buenas prácticas agrícolas en cacao, mejorando la productividad en más del 100% del promedio de la zona. Y Casa Zoom, salud y belleza para Urabá, que busca fortalecer las finanzas de las pequeñas empresas de barbería.


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Ricardo, el paisa que diseña misiones para la Nasa Periodista stiven.arias@udea.edu.co

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najenado por su misión de vida, Ricardo vaticina una travesía interplanetaria al hilar algoritmos en su computador, uno tras otro. Es un pez; el cosmos, su agua. El niño que fuera estaría orgulloso: dibuja desde la Nasa la ruta a Europa, luna de Júpiter a 800 millones de kilómeros de la Tierra. “¿Habrá vida en ese cascarón de hielo?”. Una respuesta posible lo entusiasma, al tiempo que vadea la añoranza de la Medellín de tertulias, amigos y cervezas. Nació el 1 de julio de 1979. Desde temprano se mostraba oficioso e imaginativo en su natal Andes, suroeste antioqueño, donde se preguntaba de qué están hechas las estrellas. En 2001 inició su pregrado en Física en la Universidad de Antioquia. Allí conoció a uno de sus grandes impulsores científicos para incursionar en el estudio de la formación de planetas y las estructuras de los sistemas solares, el astrofísico Jorge Zuluaga Callejas. Más adelante, la Universidad recibió la visita de César Ocampo Rodríguez, ingeniero aeroespacial colombiano creador del software Copernicus de la Nasa para diseñar trayectorias de vehículos espaciales. Su calidez, accesibilidad y pericia científica irrumpieron con rebeldía en la mente de Ricardo: “¿Por qué no diseñar un software a una escala menor que Copernicus para mi tesis de pregrado?” ¡Eureka! El vínculo fluyó: llamada iba, correo venía. Ricardo y César Ocampo colaboraron a la distancia, el primero en Medellín y el segundo en Estados Unidos. Su meritorio trabajo le ganó la aprobación del respetado científico y profesor de la Universidad de Texas. “¿Te gustaría hacer un posgrado en mi Universidad?”, le preguntó. ¡Cuánta emoción! Tras ser aprobado por la Institución, su rauda reacción emuló al más vertiginoso de los cohetes. En 2010 culminó su maestría en Ingeniería Aeroespacial. Faltaba más.

Andes desde la Nasa Pasadena, California (Estados Unidos). Ricardo León Restrepo Gómez, doctor en Ingeniería Ae-

roespacial, antioqueño de marcado acento y arraigo a ‘la tierrita’, colabora desde 2016 con el Jet Propulsion Laboratory, JPL (Laboratorio de Propulsión a Chorro) de la Nasa en el diseño de misiones interplanetarias. En este laboratorio tuvo su génesis el descubrimiento reciente de varias lunas en Saturno con la sonda espacial Cassini. Sonia, ingeniera aeroespacial española con quien lleva 1 año casado, participó en la misión. Su unión ‘de latitudes siderales’ ya produjo un retoño: Luka, de 2 meses. Martes 31 de julio de 2018 a las 8:00 a.m. Ricardo se instala en su oficina en JPL. El viaje a Europa está en fase de aprobación. Será un día exigente: el ingeniero aeroespacial paisa aún trabaja en la simulación de las rutas de la misión. “Cuando estudias química, tienes laboratorios y tomas las muestras para hacer pruebas y análisis. Pero no puedes tomar una galaxia y armarla; todo lo que se hace en astrofísica y astrodinámica es, básicamente, simulaciones”, dice. El niño que fuera estaría orgulloso: mira el cielo de Andes desde la Nasa y hasta juega con él en su computador. Ricardo sabe preguntarse: ¿Hay vida en Europa? “La misión está planeada para ser lanzada en 2026 —señala con audaz esperanza—. Europa es el punto científico más atractivo actualmente en astrobiología y para exploración espacial porque tiene un océano líquido y todas las condiciones para albergar vida. Se comprobó que es un cascarón de hielo que dentro, cerca de unos 10 kms., tiene un gran océano de agua líquida de tres veces la cantidad de agua de la Tierra”. ¿Eureka, otra vez? Con una fina capacidad para ilustrar un proyecto de tal magnitud, dice que la misión resulta muy distinta de ir, por ejemplo, a Marte, que en comparación “está allí en la esquina, cerquita”. Su pensamiento en escala conlleva una pregunta tácita por el lugar que ocupa uno en el Universo. De salir bien, un satélite hará un tour por las lunas de Júpiter y aterrizará en Europa. Desempeños como este le granjean la estima de sus pares. César Ocampo resalta sus contribuciones a misiones espaciales reales en planeación o ya ejecutadas. “Su primer año en la Universidad de Texas — recuerda— fue todo un reto porque

tomó los cursos más difíciles, se tenía que adaptar al modelo de estudio y aprender el idioma. Nada se le regaló; respondió con valentía y se ha ganado las cosas”. Para Jorge Zuluaga, Ricardo sobresale, además de competente, por su persistencia, tenacidad profesional y don de gentes, combinación “rara entre los científicos”. Para Ricardo la principal compensación para someterse a la rigurosa vida en la Nasa es la autorrealización, pero sus raíces andinas le reclaman la nostalgia de sus albores antioqueños. “Es muy bacano pensar que, aunque sabemos mucho, también sabemos muy poco. Y

en ese límite hay una parte que funciona muy bien con cervezas en tertulias”. Recrea, sin duda, las conversaciones entre amigos al sabor de la Medellín de su Universidad y a su Andes de semilla germinada. Así, este ingeniero aeroespacial proyecta un futuro que combine la docencia universitaria en la Alma Máter de los antioqueños con la satisfacción de producir para la Nasa para obtener lo mejor de los dos mundos que ama: el de astrofísico consagrado y el de andino amante de sus esencias. Que su amor por la UdeA y la región completen el júbilo que su curiosidad por el cosmos y la Nasa le han traído, ese es su sueño.

Foto: cortesía

Por STIVEN ARIAS HENAO

Ricardo Restrepo Gómez es doctor en ingeniería aeroespacial.


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Problemática social

Asesinato de líderes sociales, un atentado a la democracia La victimización de defensores y activistas es “una crisis humanitaria, por los daños al tejido social y las vulneraciones múltiples”.

Periodista elizabeth.canas@udea.edu.co

El daño no es solamente contra el sujeto agredido, sino también a lo que es ese sujeto social y políticamente frente a otros; al territorio, al movimiento social, político, y a cualquier posibilidad de construcción democrática”, dice el director del Instituto Popular de Capacitación, Diego Herrera Duque, frente al asesinato de líderes sociales en el país. El Gobierno nacional firmó el ‘Pacto de rechazo a la violencia contra líderes sociales’, propuesto en julio de este año y por medio del cual, se fijaron once acciones para garantizar la seguridad de activistas y líderes en el país. Entre tales acciones, se determinó reestructurar el Programa de protección de líderes a cargo de la Unidad Nacional de Protección, UNP; constituir la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad; revisar los esquemas de seguridad de quienes cuentan con medidas de protección y activar alertas tempranas. Sin embargo, los asesinatos de líderes en Colombia gravitan sobre asuntos de fondo, que deben ser tenidos en cuenta. Así lo señalaron, además del director del Instituto de Capacitación, IPC, Gerardo Vega Medina, director de la Fundación Forjando Futuros, y Álvaro Villarraga Sarmiento, directivo del Centro Nacional de Memoria Histórica. Los tres participaron en el conversatorio “Ser líder social en Colombia”, organizado por la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia, Asoprudea. Villarraga Sarmiento explica que “el Acuerdo de paz reduce el conflicto bélico, pero resurge un nivel de intolerancia sobre los actores sociales”, y agrega que en parte contribuye a ello “el papel parcial y débil del Estado por recuperar los territorios; no solo es atribuible al gobierno como tal, sino también a la fuerza pública en su conjunto. A pesar de los 86.000 efectivos comprometidos en el Plan Victoria, el

control territorial ha sido minoritario con respecto a lo conseguido”. El directivo del Centro Nacional de Memoria Histórica señala el incremento de agresión contra gestores, líderes sociales y defensores de derechos humanos como “una reversión histórica, porque antes de 2015 la tendencia era la disminución de este tipo de victimizaciones”. De hecho, informa, mientras en 2017 fueron asesinados 93 líderes, en 2018 son más de 300 los asesinatos ocurridos en 73 municipios de 24 departamentos del país. “La defensa de territorios, la oposición de movimientos y luchas sociales donde hay actividad extractiva, la defensa de lo ambiental, iniciativas de zonas de reserva campesina, las demandas por el cumplimiento y la protección de los derechos humanos, la restitución de tierras, aparecen como causas de esas muertes, y de manera errada como asuntos del ámbito de la criminalización”, advierte Villarraga Sarmiento. Y eso, que —contrasta— en 2017 el gobierno nacional revisó la demanda de las organizaciones para superar el concepto de delincuencia, y considerar a los herederos de paramilitares y de redes

Foto: Laura Montoya Sanabria

Por ELIZABETH CAÑAS RODRÍGUEZ

mafiosos, “gestión que generó la reclasificación e inclusión de los grupos, incluyendo, entre ellos, la categoría de armados organizados residuales, a propósito de las disidencias se las Farc”. Villarraga Sarmiento califica a la victimización de los líderes sociales en el país como “grave, masiva y sistemática; una crisis humanitaria, por los daños al tejido social y las vulneraciones múltiples”.

El ataque es político El director del Instituto Popular de Capacitación convoca a no perder la ruta de los asesinatos de líderes sociales, y trascender de cuántos son, quiénes los matan para reconocer también las características de las víctimas y el porqué de sus muertes. Coincide con Villarraga Sarmiento en que los incrementos de asesinatos de líderes en Colombia son mayores después de procesos de negociación, pero advierte que, en este último periodo, las víctimas no son tan reconocidas, sino que se trata de activistas y defensores de ‘bajo perfil’, “de sectores rurales, sin representación visible, integrantes de organizaciones comunales; condiciones determinantes para reconocer las causas de sus muertes”.

Herrera Duque asegura que “la naturaleza del ataque es política, por la oposición cualificada, el temor a que se regularicen procesos sociales y al fortalecimiento de opciones políticas minoritarias”. Por ello, el director del IPC propone “dar el salto de víctima inerme a víctima como sujeto político”. Para el director de la Fundación Forjando Futuros, Gerardo Vega Medina, la importancia de la tierra y las geografías específicas, así como la posesión de tierras están correlacionadas con los asesinatos de líderes. De las tasas de concentración de las tierras en América Latina, es la de Colombia la más alta: el 1% de los colombianos es dueño del 83% de las tierras del país. “Aquí se necesita voluntad política para adelantar esa restitución que esperamos, pero, en realidad, no son muchas las expectativas y a pesar de que no está planteada ni siquiera una gran reforma agraria; la restitución ocupa un 5% de la agenda de paz”. Y asegura que el Estado no sabe de quién es la propiedad de la tierra. “Son 114 millones de hectáreas, pero un 63% no están formalizadas; es un Estado que no tiene control y este desorden le sirve a quienes tienen dominios en los territorios”.


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Investigación

Flor de tomate

Tabaco

Fotos: Natalia Pabón Mora

Imagine poder determinar el tamaño, la forma, la carnosidad o la intensidad del color de las flores y los frutos. Hoy las investigaciones nos acercan más a esta posibilidad.

Frutos y flores a la carta Por JENNIFER RESTREPO DE LA PAVA Periodista jennifer.restrepo@udea.edu.co

¿

Sabía que la papa, la berenjena, el tomate, los pimientos y el tabaco son parientes? Hacen parte de las solanáceas, una familia de plantas con cerca de 3.000 especies, considerada por biólogos y botánicos como el núcleo de la cocina y las adicciones humanas. Producen frutos carnosos o frutos secos que se abren, conocidos como dehiscentes; de estas plantas provienen cultivos comestibles, ornamentales e incluso tóxicos. En la búsqueda por conocer cómo funcionan los genes asociados al desarrollo de plantas no modelo, entre ellas las solanáceas, el grupo Evolución y desarrollo en plantas —Evo-Devo—, de la Universidad de Antioquia, explora cómo estas forman sus células y partes, y cuáles son los procesos de regeneración o de mutación continuos.

¿Desea agrandar su pedido? La mayoría de las mutaciones de las plantas son atribuidas a procesos naturales; algunas, como el maíz, tenían ancestros que no eran útiles para los seres humanos. Con la biología molecular, se espera inducir mutaciones para modificar características como el tamaño y la carnosidad del fruto.

Los investigadores Evo-Devo, de la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas, se dieron a la tarea de comparar, entre las solanáceas, las redes genéticas del tabaco (fruto rígido que se abre), y un fruto carnoso como el tomate, con el objetivo de establecer qué genes incidían en la caracterización del fruto. De acuerdo con la coordinadora del grupo, Natalia Pabón Mora, si estos genes no se hubieran apagado de manera natural en ese grupo de plantas, posiblemente no tendríamos en nuestra mesa tomates, uchuvas, pimentones o berenjenas. Tal observación motivó el estudio. Después de meses de pruebas ensayo - error, los investigadores identificaron por primera vez en la historia de la biología molecular dos genes que limitan la lignificación, es decir, que dominan el proceso final del crecimiento celular de las plantas, produciendo el endurecimiento y aumento del volumen de la misma. “Encontramos dos genes, Alcatraz / Spatula —ALC y SPT—, que al retirarlos del tomate, el fruto se endurece. El cambio no es tan abrupto como para afirmar que el tomate se convirtió en tabaco, pero empieza a lignificar el pericarpo, o sea, endurece las capas del fruto que deberían ser carnosas, como la piel y la parte jugosa del tomate”, explica Pabón Mora. El artículo Evolución de los genes asociados con el patrón de gineceo y el desarrollo de la fruta en Solanaceae,

publicado en la revista Annals of Botany (Anales de la Botánica) de Oxford Academic, explica cómo los datos recopilados por los investigadores de la Universidad de Antioquia muestran patrones de expresión opuestos en ALC y SPT durante el desarrollo de la fruta carnosa, versus el desarrollo del fruto seco dehiscente. “Este descubrimiento es importante porque la comunidad científica no conocía qué regulaba este cambio en los frutos; la Universidad de Antioquia es pionera en el mundo con este hallazgo. Podríamos hacer más adelante que los frutos sean más carnosos y más grandes (…) La humanidad no entiende cómo las plantas producen sus frutos; sin saber cómo lo están haciendo es imposible modificarlas”, señala la investigadora.

Características tipo buffet Evo-Devo avanza en las investigaciones sobre cómo la naturaleza dirige los genes para la diversificación de las formas de las plantas, entendiendo que los genes controlan todo. De acuerdo con los genes que se alteren, las plantas no florecerían, no formarían frutos, o dejarían de crecer, por ejemplo. Con diversas investigaciones sobre las orquídeas, el grupo busca identificar los genes causantes de la floración, una de las principales debilidades de las orquidáceas.

“Analizamos cómo censa la planta a su ambiente, toma una decisión y mueve una proteína en particular al eje que forma hojas para florecer. Es un proceso normal que tiene incidencia en el mercado, porque puedes controlar que florezcan regularmente. Esto es conocido en otras especies, pero poco explorado en las orquídeas“, explica la coordinadora de Evo-Devo. Según el coordinador del Herbario de la Universidad de Antioquia, el biólogo Felipe Cardona Naranjo, la alimentación humana está basada en pocas plantas y son aún menores los usos potenciales que les damos. “Hubo un boom de producir frutos gigantes con hormonas de crecimiento, sin embargo, esto acarrea implicaciones ambientales y de salud para quienes las consumen. Las investigaciones de los genes representan una oportunidad de hacer las cosas más rápido. Desde hace años sabemos que los recursos naturales del país y su investigación están subutilizados”, señala el biólogo. Pabón Mora hace énfasis en que la mitad de los problemas radican en que no conocemos, entendemos y aprovechamos las plantas. Manipular el tamaño, la calidad y el tiempo de crecimiento de los frutos, podría ser uno de los primeros pasos para dar cambios considerables en la seguridad alimentaria y potenciar el mercado floricultor de manera radical.


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Foto: Paula Urrea y Stefani Piedrahita. Grupo de Microbiología Molecular, Universidad de Antioquia,

Investigación

Bacteria aislada de intestino de larvas de Anopheles albimanus. Proyecto: Biodiversidad bacteriana en el intestino de un vector primario de malaria en Colombia, financiado por el CODI-UdeA

El grupo Vidarium, en trabajo colaborativo con la Universidad de Antioquia, la EPS Sura y Dinámica IPS, adelantó un estudio en el país sobre los microorganismos que habitan el intestino.

El poder de la microbiota intestinal Por ELIZABETH CAÑAS RODRÍGUEZ Periodista elizabeth.canas@udea.edu.co

E

l factor genético, al que se atribuye un gran peso en la ocurrencia de enfermedades metabólicas, cardiovasculares y la obesidad, no parece ser tan determinante si se compara con la microbiota intestinal, es decir, el conjunto de microorganismos, especialmente bacterias, que habitan en el intestino grueso. Esta conclusión, decisiva para atender la salud y el control de riesgos de enfermedades, se obtuvo de un importante estudio que se realizó con 440 habitantes de Cali, Bucaramanga, Bogotá, Medellín, y Barranquilla, y del análisis de los resultados e investigación que lideró la Corporación Vidarium del Grupo Empresarial Nutresa, en alianza con el grupo de Genética Molecular, Genmol, de la Universidad de Antioquia, la EPS Sura y Dinámica IPS. El interés por entender de qué manera se comunican los micror-

ganismos pobladores del intestino, cómo los regula el sistema inmune, cuándo se pierde su control y empiezan a afectar la salud, motivaron la investigación. El estudio, en principio, “no partió de cero, pero se pensó de manera diferente para encontrar razones y otras causas que pueden explicar problemas de salud”, dice Juan Sebastián Escobar Restrepo, coordinador de la línea de investigación: moduladores alimentarios de la microbiota de Vidarium. “En Colombia apenas empiezan estas investigaciones y, aunque hay estudios valiosos en el resto del mundo, lo que se hizo en esta alianza fue muy provechosa, porque ayudó a esclarecer que las microbiotas intestinales de los colombianos son distintas entre sí y también diferentes a las que tienen poblaciones de otras latitudes. Se asoció también la composición genética ancestral vinculada a la estructura de la microbiota intestinal, y se aislaron los efectos de los factores genéticos y no genéticos sobre la salud humana”, sostiene Escobar Restrepo. El investigador destaca como hallazgo científico el hecho de que

la composición de la microbiota intestinal explica mejor la salud del hospedero que la ancestría genética. En tal sentido, la identificación de microorganismos asociados con altos riesgos de enfermedades justifica pensar acerca de la necesidad de mantener vigilancia sobre la microbiota, a la que define como “un espacio misterioso que requiere ser analizado a profundidad para saber cómo se adapta y evoluciona”. Escobar Restrepo valora como fundamental el trabajo con el grupo Genmol y las demás instituciones asociadas en esta alianza, no solo por las conclusiones obtenidas, sino también porque permitió un cruzamiento de información relevante frente a múltiples variables cardio-metabólicas (adiposidad, bioquímica sanguínea, presión arterial), dietarias (consumo calórico, de macronutrientes y fibra) y de estilo de vida (actividad física, consumo de cigarrillo y medicamentos) de la muestra poblacional. Por su parte, el profesor Gabriel Bedoya, coordinador de Genmol, también subraya el trabajo colaborativo, basado en los aportes que la Universidad sumó con el análisis genético de los individuos, con una mezcla ancestral europea de 67%,

amerindia 21% y africana 12%, y a quienes se caracterizó a través de 40 marcadores informativos y la microbiota intestinal, utilizando el método de secuenciamiento. Explica el investigador de la Universidad y reconocido como profesor emérito por Colciencias, que se trató de un estudio fundamentado, en el cual se hizo búsqueda de la genética del hospedero, de la evolución de la microbiota, también de ’genes candidatos’ que se pudieran asociar con cambios de los microorganismos intestinales y de genes del sistema inmune innato o relacionados con las defensas del cuerpo ante agentes de enfermedades, así como de otros relacionados con el control del apetito, con la obesidad y con el metabolismo energético. Tanto Escobar Restrepo como Bedoya coinciden en considerar el trabajo colaborativo adelantado “clave para entender la salud, que es una suma de muchos factores y de los cuales se necesita reconocer cuáles son los más aportantes”. Así mismo, “porque abre más preguntas para la modulación y cuidado de la microbiota, que permitirán generar futuras investigaciones al respecto”, según Escobar Restrepo.


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Flores para combatir el alzhéimer No solo son hermosas. La familia de las Amaryllidaceae podrían contener la clave para retardar el avance de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer. Por STIVEN ARIAS HENAO Periodista stiven.arias@udea.edu.co

I

dentificar especies de la familia de plantas Amaryllidaceae en Colombia con potencial neuroprotector para tratar enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer es el propósito de un programa de investigación en el que están comprometidos el Grupo de investigación en sustancias bioactivas, Gisb, el Grupo estudios botánicos, GEB, y el Grupo neurociencias de Antioquia, GNA, los tres de la Universidad de Antioquia. ¿Por qué las Amaryllidaceae? Además de producir flores de exuberante belleza, una de las tres subfamilias de la familia es la única capaz de producir un alcaloide o sustancia llamada galantamina, dice el coordinador de Gisb, Edison Osorio Durango, y explica que de los más de 500 alcaloides aislados de Amaryllidaceae, “este fue adoptado por la FDA de Estados Unidos a comienzos de siglo para el tratamiento de casos leves de alzhéimer, porque inhibe la enzima acetilcolinesterasa”. La profesora del GNA, Gloria Patricia Cardona, explica que la acetilcolinesterasa degrada o destruye la acetilcolina, un neurotransmisor clave para el aprendizaje y la memoria. El suministro de medicamentos paliativos con galantamina procura enlentecer el deterioro de las funciones cognitivas del paciente.

especies endémicas, es decir que solo están en Colombia. “En tanto más restringida sea la distribución de una especie —precisa— , más vulnerable es. Algunas se encuentran prácticamente solo en un costado de una montaña; cualquier afectación a la zona significaría extinción”.

Uno de los logros del programa a nivel botánico es la identificación de especies no registradas en Colombia y el hallazgo de candidatos a especies nuevas, como la encontrada en Porce, “que es muy probable que sea una especie nueva”, afirma el coordinador del GEB.

En el marco del programa de investigación, financiado por el Comité para el desarrollo de la investigación (Codi) de la Universidad y por Colciencias, el Gisb participa desde 2016 en la Red Bifrenes, Biodiversidad iberoamericana como fuente de recursos naturales para su explotación sostenible, la cual trabaja en la búsqueda de especies altamente productoras de galantamina con miras a un desarrollo agroindustrial. La red articula investigadores de España, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina, Brasil, Venezuela y Colombia.

Foto: cortesía Grupo de Estudios Botánicos

Exploración botánica Fernando Alzate Guarín, coordinador del GEB, observa que en primera instancia se inventariaron los reportes sobre esta familia de plantas en la geografía nacional. Los investigadores exploraron luego departamentos como Cundinamarca, Santander, Boyacá, Cauca, Valle del Cauca, Chocó, Risaralda, Meta, Casanare, y la Orinoquía, además de áreas locales. Se inventariaron 49 especies, de las cuales 27 son nativas. “Es como buscar una aguja en un pajar”, reconoce Alzate Guarín, y señala que 10 de las 27 nativas encontradas son

Zephyranthes (género) Carinata (especie) de la familia Amaryllidaceae.

Expectativas clínicas Osorio Durango explica que se encontró “una especie que, además de tener alcaloides tipo galantamina, posee otros alcaloides capaces de inhibir de manera dual tanto acetilcolinesterasa como butirilcolinesterasa”. Esta última es una “enzima que también degrada la acetilcolina”, señala Cardona Gómez. Sin embargo, tal alternativa no trasciende del nivel de tratamiento paliativo a neuroprotector. Por lo anterior, el gran logro que los investigadores destacan de su expedición botánica es la selección de Zephyranthes Carinata como una especie que sí reveló potencial efecto neuroprotector. “Normalmente todas las personas que sufren alzhéimer producen algunos elementos patológicos característicos, y lo que se busca es una sustancia capaz de revertir o disminuir su progresión”, indica Osorio Durango. Cardona Gómez explica que el glutamato es un neurotransmisor que, en cantidades desproporcionadas, mata las neuronas, y puntualiza: “En modelos in vitro se utiliza el glutamato en concentraciones que generen esa muerte moderada y se observa si agentes potencialmente protectores pueden recuperar o no la función y forma de las células, para luego trasladarlo al modelo de estudio de infarto cerebral en ratones”. Ese es el logro de Zephyranthes Carinata. Por otra parte, específicamente en la enfermedad de Alzhéimer, la acumulación de la proteína tau en el cerebro conduce a la pérdida de conexiones neuronales. “Lo que encontramos es que con este tipo de alcaloide proveniente de Amaryllidaceae se pudo revertir su acumulación”, añade Cardona Gómez. Y dado que las especies de Amaryllidaceae no tienen un desarrollo industrial y, por tanto, la producción de los alcaloides es baja, los investigadores proponen un esquema con herramientas biotecnológicas para reproducir masivamente los bulbos de las especies, donde se producen principalmente los alcaloides, necesarios para proyectos futuros. “Perseguimos un desarrollo agroindustrial –dice Osorio Durango– y llevar la evaluación a humanos cuando tengamos cubiertos ciertos temas de seguridad; esto nos va a proporcionar elementos para diseñar un prototipo del producto para humanos”.


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Investigación

El uso medicinal del cannabis Por FREDY ALONSO RAMÍREZ CALLE Periodista alonso.ramirez@udea.edu.co

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l cannabis tiene más de 800 componentes, de los cuales dos se están utilizando para medicina, el tetrahidrocannabinol y el cannabidiol —THC y CBD—. Según el profesor Jorge Herrera, de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias de la Universidad de Antioquia, el efecto del cannabis se debe a la acción de estos dos principios activos de la planta, el THC y el CBD, denominados cannabinoides. “Son sustancias —explica— que activan un sistema fisiológico presente en el cuerpo y el cerebro de los humanos llamado, sistema endocannabinoide”. Los compuestos cannabinoides, señala la investigadora Marlene Jiménez del Río, del Grupo Neurociencias de Antioquia —GNA—, actúan en el organismo a través de receptores ubicados en las neuronas. “Se ha demostrado —afirma— que el CBD es antioxidante y no tiene efectos secundarios, protege las neuronas contra sustancias tóxicas para sus células”.

Precisamente, en el Grupo Neurociencias de Antioquia, la profesora Jiménez y el profesor Carlos Vélez han venido trabajando en el estrés oxidativo, un desbalance entre los mecanismos de defensa y la producción de sustancias tóxicas. “Nuestro interés en los productos derivados del cannabis — precisa Carlos Vélez— es porque estamos estudiando enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer, cuya causa principal es la pérdida neuronal debido al estrés oxidativo, entonces buscamos sustancias que nos ayuden a detener la pérdida de neuronas en estos pacientes”. Vélez y Jiménez han hecho estudios y ensayos preclínicos utilizando células modelo en los linfocitos extraídos de una muestra de sangre a personas con parkinson o alzhéimer. Los investigadores del GNA han confirmado que los pacientes con parkinson o alzhéimer “son susceptibles a morírseles las células, mientras que en presencia de las sustancias del cannabis las células se reestablecen”. Por su lado, Paola Pineda Villegas, directora médica del Grupo Curativa, dedicado a la investigación y cuidado de la salud basados en terapias con cannabinoides, señala que los efectos medicinales del cannabis que se encuentran comprobados son variados, dependen del contenido, de los tipos de

cannabinoides y de la combinación de sus componentes. Pineda Villegas explica que son muchas las patologías en las que se ha podido evidenciar los beneficios del cannabis medicinal, tales como autismo, anorexia, caquexia, psoriasis, ansiedad, psicosis, insomnio, dolores crónicos, migraña, fibromialgia, lupus, artritis, diabetes, osteoporosis, VIH-Sida, entre otras. Pero es enfática en decir que esta no es la panacea, que no sirve para todo. “Hay que ser claros, una sustancia no es 100% efectiva en el 100% de los pacientes y, como cualquier sustancia, tiene efectos secundarios, pero sí es segura; después de miles de años no se conoce la primera sobredosis por el uso de la cannabis medicinal”. A su turno, Orlando Carreño Moreno, director científico del Grupo Antioqueño de Neurología Pediátrica, afirma que se están utilizando medicamentos derivados del cannabis porque hay pacientes que los piden y médicos que los formulan. “Debemos dejar una cosa clara, aún en Colombia no es legal la comercialización de productos derivados del cannabis, excepto uno que tiene licencia Invima, está en el mercado y su prescripción es única y exclusivamente por parte de neurólogos”. Carreño se refiere al Sativex, “utilizado en pacientes con espasticidad por esclerosis múltiple, una lesión en vías motoras del sistema nervioso central, la médula y el

cerebro que dificulta la movilidad y provoca dolor”. No obstante, Carreño asegura que los derivados cannabinoides “tienen un gran potencial terapéutico y van a mejorar la calidad de vida de muchos pacientes”. El Sativex es un medicamento con un extracto purificado y una concentración del 95 % de THC y CBD, observa Herrera, y agrega que “también es utilizado en glioblastomas (tumor que afecta al cerebro o la columna vertebral) y cánceres invasivos; a nivel preclínico los resultados han sido satisfactorios”. Según Herrera, el Epidiolex es otro medicamento de extracto natural de cannabis, aprobado en Estados Unidos y utilizado para la epilepsia refractaria que principalmente recae en dos grupos de enfermedades como los síndromes de Dravet y de Lennox-Gastaut, patologías neurológicas que no responden a tratamientos y en los que se ha demostrado un beneficio importante con ese medicamento. El investigador Vélez del GNA, afirma que en este momento hay muchas empresas que venden productos derivados del cannabis, pero sin ninguna consideración científica. Se trata, reconoce la profesora Jiménez, de un campo controversial, pero, subraya, “vale la pena hacer un estudio riguroso de las dosis y concentraciones para poder empezar a utilizar los medicamentos de cannabis libremente”.


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Opinión / Análisis

50 años de un salón memorable Por OSCAR ROLDÁN ALZATE Jefe Departamento Extensión Cultural oscar.roldan@udea.edu.co

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l Salón de Arte de la Universidad de Antioquia llega este año a la edición 44. Es el más antiguo y vigente de los salones de arte promovidos por una universidad pública en nuestro país. El arte, como producción excelsa de la condición creativa de la humanidad, guarda tantos misterios como la misma evolución o el conocimiento que de esta se ha logrado construir. Una reunión de artistas siempre será motivo de controversia, ya que sus postulados invitan de una u otra forma a poner en cuestión lo que creemos conocer y sentir. La historia de los salones se remonta al ilustrado siglo XVIII. Tanto en Francia como en Inglaterra comenzaron a darse importantes reuniones de salón, donde los artistas más renombrados enseñaban sus obras entre mecenas, amigos y colegas. No obstante, fue durante el romántico siglo de las luces (XIX) que su importancia se reveló y comenzó a tomar fuerza una forma de organización y divulgación artística innovadora y particularmente divertida, gracias a la inmanente magia del arte y su poder subjetivo. Los salones de arte, donde se señalaba lo mejor de lo mejor, se afianzaron, permitieron crear tendencias al vaivén de las críticas, además

de reconocer los virtuosos artistas del momento y sus formatos más revolucionarios. En Colombia los salones de arte se consolidaron con la aparición del primer Salón Anual de Artistas, realizado en la Biblioteca Nacional, política pública que hasta hoy se ha extendido con variables interesantes en el camino. En 1940, el entonces Ministro de Educación, Jorge Eliécer Gaitán, daría apertura a este certamen (que había tenido dos conatos anteriores, en 1886 y 1931) reconociendo que era un espacio para que el público pudiera “decidir, en última instancia, si hay o no un arte propio”, además de reconocer esta plataforma como una manera de capacitar a los artistas para “juzgar y estimar, con meridiana imparcialidad y sin prejuicio de escuela o de tendencia, el arte de los demás”. La Universidad de Antioquia secunda esta iniciativa, y en 1968 instaura, desde el Instituto de Artes, el primer salón de artistas jóvenes colombianos. Los resultados no pueden ser más satisfactorios; estas cinco décadas y más de cuarenta ediciones han dejado un número sobresaliente de reconocimientos a muchos artistas trascendentes en la escena nacional. Para esta oportunidad, y con la consciencia de haber alcanzado medio siglo, el 44 Salón Nacional de Artes tendrá la participación de 32 artistas de diferentes regiones del país; con la particularidad de que todos ellos, sin excepción, han sido seleccionados por reconocidas autoridades del mundo de

las artes, teniendo en cuenta la calidad y capacidad poética de sus trabajos, los cuales se mueven en los límites del dibujo y sus vertientes contemporáneas. El dibujo, como medio de expresión artístico, fue durante muchos años la cenicienta de las artes plásticas. Hoy, su condición es más que importante en la creación contemporánea y se ha convertido en uno de los formatos más visitados y experimentados por los creadores. Tal vez en esto algo tenga que ver su pragmático poder, pues la composición y lenguaje es tan simple como complejo. Combinación acertada de línea, punto y plano en el espacio-tiempo es todo lo que se necesita para hacer dibujo. Los resultados siempre serán tan sorprendentes como los campos extendidos de la imaginación. Ahora solo nos falta visitar el Museo Universitario para ver, experimentar y sentir lo que nuestros creadores han logrado. En septiembre, el 44 Salón Nacional de Artistas se instala y se abre al público; el 18 de octubre, en la gala universitaria de premiación, conoceremos y celebraremos el trabajo designado de los jurados como ganador de esta edición que, conjuntamente con el 36 Premio Nacional de Literatura, en la modalidad de cuento; el 8 Premio Nacional de Investigación y Gestión Cultural, en modalidad estudios en cultura y el premio especial Campus 50, escultura monumental, esperamos sumen cuatro nombres más a la pléyade de insignes merecedores de tan importante reconocimiento de nuestra Alma Máter.

Unas tirantas para Mockus y un bozal para Macías Por JUAN GUILLERMO GÓMEZ GARCÍA punctumed@yahoo.com

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l pasado 20 de julio, en el acto de instalación de la legislatura del Congreso, el exrector de la Universidad Nacional, exalcalde de Bogotá y excandidato presidencial Antanas Mockus se bajó los pantalones en la plenaria, como acto de protesta. La sorpresiva, aunque no tan sorpresiva exhibición del culo blancuzco, generó reacciones ocasionales y comentarios convencionales. Los uribistas, como si nunca hubieran visto un niño desnudo en las calles y pueblos de Colombia, hablaron de inmoralidad, mientras la oposición logró zurcir algunas razones justificantes para la bajada de pantalones, bajada de pantalones que había ocasionado al antes rector Mockus una resonante popularidad, nacional e internacional. El acto pedagógico de Mockus, entre tanto, se había marchitado, pues si su desplante ante los estudiantes en el auditorio León de Greiff de Bogotá, anticipaba una gesticulación de irreverencia, una modalidad de burla contra el dogmatismo protestario, ahora resultaba, veinticinco años después, un enigma vacío de contenido cultural renovador. Personalmente, lo que para mí causó más curiosidad fue el color de calzoncillo azul y textura de licra (creo), del que no pude adivinar la marca, para

no comprar nunca esa prenda magnética, que debe ser la causante del desvarío del congresista, luego de Uribe Vélez, más votado de nuestra patria. Personalmente, lo que más me frustró era que, como adalid del posmodernismo, no llevara el trasero de Mockus un tatuaje, que hubiera sido lo más emocionante y lo más comentado por sus fans. Pero el asunto que estaba en juego no era la exhibición de las partes que se consideran púdicas, y que se representaban en la Edad media cristiana solo como signo de pecado (Eva se pintaba desnuda, código estético-moral que rompió el Renacimiento), sino un asunto de oportunidad para una nueva democracia, sus símbolos y sobre todo sus discursos, luego de la firma de los Acuerdos de paz. Mockus puede (y quizá deba) bajarse los pantalones, cuantas veces desee, en casa, en la cafetería de la esquina o en el Congreso, pero pido, por simple sentido común, hacer una vaca y enviarle un par de tirantas de regalo ortopédico y, sobre todo, animar a alguno de sus copartidarios a que se asegure de ponérselas a la entrada de las sesiones parlamentarias. Si esta terapia no funciona, podríamos solicitarle que un tattoo innovador renueve el espectáculo. El pasado 7 de agosto, día solemne en que se posesionaba el nuevo presidente Iván Duque, el presidente del Senado, Ernesto Macías, cumplió con la deshonrosa tarea de dar el discurso más desacertado de las últimas décadas. De este modo, Macías, como Mockus, no solo mostró el ano a todo el país, sino que hizo más: de la manera más

abierta derramó toda su materia fecal sobre los Acuerdos de paz. Mientras Duque hablaba de unidad y concordia, como lo ha hecho desde su triunfo electoral el 17 de junio, su aliado político en el Congreso, Ernesto Macías, quien obtuvo 82 de los 104 votos del Senado (Centro Democrático, Partido Conservador, Liberal, Cambio Radical, Partido de la U y cristianos), echó combustible a la hoguera de la discordia. Si la bajada de pantalones de Mockus suscitó reacciones, entre risas y rabia, el discurso de Macías alentó la rabia, la sospecha y el temor por el futuro de Colombia. Si la bajada de pantalones de Mockus, solo puede ser valorada como aceptable por la ancha manga de la indulgencia, el discurso de Macías solo se puede inscribir en la cruzada antisubversiva y la psicosis de encrucijada (chantaje moral-político) de la aciaga Guerra fría. Así que ya no por solidaridad caritativa, como en el caso de Mockus, hacemos vaca para sus tirantas y el tatuador, sino para Ernesto Macías, debemos hacer una colecta monumental para comprarle un bozal, tan grande y férreo como sea el hocico mordiscón y sobre todo equipar todo un ejército de hombres de buena voluntad, para garantizar que lo use en cada una de las sesiones del Congreso, dentro y sobre todo fuera del Congreso. El país de hoy necesita menos pantalones escurridos y menos violencia verbal parlamentaria; más serenidad política y más racionalidad transigente. Menos dogmatismo demagógico y más tacto y moralidad civil.


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Opinión / Análisis

Dos grandes documentos políticos El padre Chucho es una caricatura de la segunda Conferencia Episcopal Latinoamericana celebrada en Medellín hace cincuenta años y el Papa Bergoglio un grato y amable recuerdo de lo que pudo haber sido. Por FABIO HUMBERTO GIRALDO JIMÉNEZ iep.fabio@gmail.com

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a Constitución de Rionegro de 1863 y el Documento de Medellín que fue la proclama oficial de la Segunda Conferencia Episcopal Latinoamericana (Celam) de la cual se conmemora en agosto su cincuentenario, son los documentos políticos más radicalmente modernizantes de la historia política colombiana producidos por fuentes de poder del primer nivel de jerarquía. Acostumbrados a que “la novedad venga más de la militancia que de la dirigencia”, estos documentos resultan contra históricos y especies de hipérbatos en la prosa aplanada en que está escrita la cultura política colombiana. La una fue la Carta Magna de los Estados Unidos de Colombia, elaborada por ambiciosos comerciantes y voluntariosos ilustrados, y como constitución estatal llegó a tener carácter vinculante obligatorio de acuerdo con el derecho positivo; el otro fue la Carta Magna jurídica y política de la Iglesia promulgada en asamblea general por el episcopado latinoamericano y colombiano y refrendada por el Vaticano y, por tanto, vinculante de acuerdo con el derecho canónico de la iglesia católica colombiana, cuyo poder político se ha desarrollado en paralelo y no pocas veces refundido con el poder del Estado. Pero ambos documentos tuvieron una vigencia efímera y una obligatoriedad pasajera. Se ha dicho que su poca vigencia se debe a que fueron documentos políticos extraños a la vernácula colombiana. Y en efecto lo fueron. Primero y fundamentalmente porque sus intenciones fueron más prescriptivas que descriptivas, locomotoras y no vagones. La Constitución de Rionegro se ideó como un plan de desarrollo para el futuro; para promover

la modernización radical de la Colombia feudal y monacal. Pero no aguantó el peso de unas tradiciones a las que Núñez y Caro, artífices intelectuales de la constitución sucesora de 1886, llamaron el “alma del pueblo colombiano”, que debería quedar “descrita” en la nueva constitución so pena de deslegitimación; y no aguantó, como era de esperarse, el desorden y el descontrol que produjo su holgada libertad económica y social. Y tampoco fue vernácula en el sentido socarrón con que la deslegitimara Don Miguel Samper, quien fuera consejero del general “mascachochas”, el artífice militar de la constitución radical, al decir, ya como converso, que era “Una utopía inaceptable”, “Una extravagante doctrina aceptada por novelería porque venía de Francia, lo mismo que las pomadas”, y que el pachulí y las aguas florales, agregaría yo. La Constitución de Rionegro sucumbió ante la fuerza inercial de las tradiciones premodernas, recuperadas como obligación jurídica y moral por su sucesora la Constitución de 1886 y por un liberalismo mucho más moderado. Fue exorcizado con sahumerios el demonio que se había colado en la ecleccia. El Documento de Medellín, interpretando las enseñanzas del Concilio Vaticano II (Juan XXIII el “Papa bueno” y Pablo VI) y encíclicas como Populorum Progressio, diseñó una pastoral social enfáticamente dirigida a que la iglesia latinoamericana, incluida la colombiana, se comprometiera oficialmente con la superación de las causas de la desigualdad social y de la pobreza. Pero al mismo tiempo que se construía el texto definitivo liderado por el obispado de Chile y de Brasil, la mayoría de los obispos colombianos presentó un “contradocumento” alertando sobre las “inconvenientes consecuencias” de esa pastoral social, y el Arzobispo primado de Bogotá, Luis Concha Córdoba, diría, como admonición teológica, que “las enseñanzas del Vaticano II obligaban a la iglesia católica a cambios litúrgicos y no a cambios sociales”, y cerró temporalmente el pe-

riódico oficial de la iglesia, “El Catolicismo”, por tener opiniones favorables al Concilio. Con ello se abrió el portón principal para la implementación del “contradocumento” en manos de quien fuera Secretario del Celam desde 1972, Monseñor López Trujillo, después Arzobispo de Medellín; y también se bendijo el control gubernamental que resultó evidente cuando Cornelio Reyes, Ministro de gobierno conservador de un gobierno liberal, amenazara en 1974 con una lista de 150 curas guerrilleros. El Documento de Medellín fue abatido por la misma sempiterna ovejuna y conventual cultura política, acrisolada por cien años de vigencia como cartilla oficial y por un liberalismo cada vez más abierto a oficiar como ideología del capitalismo sin control. Con ayuda de la policía estatal fue exorcizado el demonio que se había colado en la iglesia colombiana. La constitución de los liberales radicales, que había nacido entre sangre, pólvora, tabaco, quina, añil y literatura liberal, se fue desvaneciendo desde 1880 con el gobierno de Núñez, el más radical de los conversos, hasta desaparecer entre sangre, pólvora, incienso y misales en el altar de la iglesia y en la bóveda del Banco Central cuando se promulgó la Constitución de 1886. El Documento de Medellín, nacido en una década que se movía entre una izquierda montaraz y una derecha acuartelada, en medio de las cuales se introdujo la Teología de la Liberación adaptada por el muy colombiano grupo Golconda, se fue apagando también desde adentro en la misma medida en que se les ordenó a los curas volver a oficiar misa de espaldas a la “cuestión social”, es decir, en la medida en que se fue atemperando la interpretación más modernizante y socialista de las enseñanzas del Concilio Vaticano II, e imponiendo la teología de quien fuera luego Benedicto XVI, ya ensayada con mano de sable en la pastoral de Juan Pablo II y en Colombia bajo la rígida égida de Monseñor López Trujillo.

Ausencia de Estado Por ADRIÁN RESTREPO PARRA Profesor investigador del Instituto de Estudios Políticos adrian.restrepo@udea.edu.co

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l Estado colombiano eligió como solución al problema de las drogas ilícitas el enfoque prohibicionista y la estrategia de guerra contra las drogas. Colombia es ejemplar en esta guerra. Erradicar por medio de la guerra las drogas ilegales —las cuales son ilegales porque el mismo Estado las declaró así— ha dejado miles de muertos, heridos, encarcelados, viudas, huérfanos, etc. Cifras que superan las muertes por la llamada sobredosis. Es una guerra.

Ese escenario de muerte y dolor es resultado del prohibicionismo y la guerra contra las drogas; sin embargo, la tendencia en el país es analizar esta situación como ausencia de Estado y no como lo que es: el resultado de una política estatal. Las masacres como las del Tarra en el Catatumbo, la delicada situación de Tumaco, los cultivos en el bajo Cauca antioqueño, etc., son presentados como falta de Estado o prueba de su ausencia. Según esta versión, solo habrá Estado cuando deje de existir el narcotráfico y la criminalidad asociada a él. Esta visión muestra al narcotráfico como algo ajeno al Estado, algo que nació fuera, cuando es el resultado de la política de la prohibición. Al prohibirse el consumo de ciertas drogas se creó un mercado ilegal con sus

respectiva estructura para operar el negocio, el cual incluye violencia para responder la violencia de los competidores, incluido el Estado mismo. El Estado está presente haciendo una guerra. La guerra no es una metáfora, es justamente esa realidad que muchos repudian porque consideran que se debe a la ausencia de Estado y no a la propia acción estatal, en este caso desarrollando la guerra contra las drogas que declaró ilegales. ¿Si haces la guerra qué esperas como resultado? ¿Una guerra sin violencia? La guerra contra las drogas es violenta, deja muertos. Esperar que la presencia del Estado consista en que cope las economías ilícitas y


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Presencia del egresado*

El futuro ha muerto, internet lo mató Si ya entendemos que las tecnologías digitales cambiaron nuestras formas de ser competitivos, la distribución del trabajo y los lugares que conocíamos, ¿por qué las transformaciones digitales siguen siendo una preocupación?

as transformaciones digitales no se escriben con milagros. Tampoco con evangelios. No se dibujan en secretos mágicos ni en cursos de 24 horas. Seamos sinceros, no llegan por la orden de un gerente ni la compra de ‘gadgets’ o la instalación de software. Las transformaciones digitales nacen de las preguntas correctas, las acciones y las decisiones. Se fortalecen en el aprendizaje colectivo. Estudiosos, empresarios y gobernantes nos recuerdan que “internet cambió el mundo”, “que el tiempo y el espacio se atomizaron, se expandieron, se comprimieron”. Los medios de comunicación narran a diario las cosas sorprendentes e increíbles que suceden, describen un presente de ciencia ficción. Todo el mundo habla del cambio. Sin embargo, cuando prestamos atención a la aplicación de estas verdades, parece no existir conexión entre el deber ser y la acción. Basta con observar la historia de los medios de comunicación tradicionales para entender cómo otras empresas están cometiendo los mismos errores de esta industria. Hablemos de tres: creer que una pequeña área digital —o una sola persona— cambiará años acumulados de costumbres y hábitos. Pensar el universo digital como un camino para fortalecer escenarios análogos y no como una posibilidad de innovación. Y ver en la tecnología un fin y no un habilitador, un facilitador. En este repertorio de errores existe uno que contradice a la historia misma de las tecnologías digitales: concebir la existencia de dos mundos

que se construyen y se habitan de maneras diferentes, vidas duales que separan y compiten, no colaboran. Resulta curioso que, a pesar de saber que Internet se creó para facilitar la colaboración, creamos su existencia como un algo que nos observa a través de un espejo. La historia de las innovaciones de la era digital se entiende como una suma de colaboraciones de pioneros e inventores que desde 1843 trazaron un camino que hace posibles los escenarios digitales de hoy y hará posibles los del futuro. Fue Ada, condesa de Lovelace, hija del poeta Lord Byron, quien al publicar sus “Notas” sobre la máquina analítica de Babbage, encaminó las descripciones que en 1937 llevarían a Alan Turing a hablar del computador universal. Sus estudios, en 1956, detonaron el ‘boom’ de la inteligencia artificial; publicaciones y discusiones que en 1969 nos dieron los primeros nodos de Arpanet, momento estelar que 22 años después, en 1991, adquiere connotaciones masivas al anunciar la entrada de la WWW, manifestación pública de internet. Pero este futuro que se escribe hace 175 años, que ha muerto porque ya existe, todavía no se pregunta por lo colectivo. Sirva de ejemplo la historia de las tecnologías laborales en comparación con las tecnologías del hogar. Si bien hubo días en los que necesitábamos ir hasta nuestros trabajos para encontrar herramientas de punta, teléfonos y computadores que permitían conexiones, pero que eran costosos para el hogar, hoy no queremos oficinas, porque esa tecnología, libre de prohibiciones, con la cual se trabaja en colaboración, está en nuestras casas. Requerimos de nuevas habilidades tecnológicas para sobrevivir, de otras competencias

profesionales. El mundo conectado nos impone retos y conocimientos de los cuales se ha tomado consciencia, pero no acciones que apuesten por la integración. De plantearse la existencia de un solo mundo, común a todos, entenderíamos que el conocimiento ya no se transmite de la misma forma, que todos podemos publicar, replicar y transformar; que nuestras formas de relacionarnos con las instituciones cambiaron. Los sistemas productivos son otros, también los procesos. Unos negocios nacieron, otros se transformaron y otros desaparecerán. La sociedad que aún nos imaginamos no existe, tampoco sus identidades ni sus formas de pertenecer. En cambio, seguimos pensando en la crítica hacia una tecnología que ya hace parte de nosotros. ¿Qué pasaría si intentamos plantear estas preguntas desde la complejidad de este no tan nuevo mundo? Tal vez internet no sea otra cosa que la invitación a un “conocimiento enciclopédico”, palabras que usó Michel Serres, filósofo francés, para describir un viaje en el cual todas las formas de conocimiento son posibles. Vale la pena preguntarse por esa nueva voz de esa nueva vida. Como lo escribió Stephen Covey: “La explosión revolucionaria y exponencial de internet es una de las manifestaciones modernas más claras de esta verdad. Puede que internet sea el símbolo perfecto del nuevo mundo, de la economía de la información, de los trabajadores del conocimiento y de los drásticos cambios que han producido”. Bastaría con sentarnos a pensar en la pregunta común.

finalmente logre los propósitos prohibicionistas de erradicar el cultivo, el procesamiento, la comercialización y el consumo de las drogas ilegales, parece cada día más difícil, si no imposible. Que la guerra contra las drogas siga dejando todas las víctimas que deja hace parte de sus pobres resultados. También es conocido que a capo caído capo puesto, las cárceles están más que congestionadas por delitos relacionados con drogas ilegales, el consumo sigue en aumento y la variedad de drogas ofertadas en el mercado continúa. Y especialmente resulta relevante el denominado efecto globo: cuando el Estado aparentemente tiene presencia porque “ganó” la guerra contra las drogas en un territorio particular, los cultivos, el procesamiento y la comercialización

se trasladan a otros territorios, que pueden estar dentro o fuera de las fronteras nacionales. El narcotráfico no desaparecerá por medio de la prohibición y la guerra contra las drogas porque él es resultado de este tipo de política de drogas. La política de la prohibición creó un mercado ilegal y la guerra contra las drogas coadyuvó a profundizar el uso de la violencia. El Estado se nutre de esta guerra, una guerra que no puede ganar porque, como otras, es rentable para muchos actores, entre ellos el sector de políticos que conforman el Estado prohibicionista y guerrero. El prohibicionismo y la guerra contra las drogas emplean muchos trabajadores, mueven bastantes presupuestos y quienes viven de ellos difícilmente están dispuestos a renunciar, así la evidencia científica muestre la inutilidad de sus cargos.

El Acuerdo de paz, al calmar una de las violencias del país, nos permite ver con mayor claridad las pervivientes; la guerra contra las drogas es una de ellas. Tal es su fuerza que está en el mismo Acuerdo, donde paradójicamente se privilegia el prohibicionismo y la guerra contra las drogas para solucionar el problema de las drogas ilícitas. Por eso, no estamos ante la ausencia de Estado, sino ante la presencia del Estado desatando una guerra que, pasado un siglo, sigue perdiendo en términos de resultados esperados, pero que resulta rentable para quienes viven de ella. El problema no es propiamente la ausencia del Estado, es más bien su forma de hacer presencia: prohibición y guerra. Si no varía el enfoque ni la estrategia, por obvias razones, solo puede esperarse los mismos resultados: violencia.

Por PERLA TORO CASTAÑO*

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*Egresada de Periodismo (2007) y de la Maestría en Estudios Socioespaciales (2012). Especialista en artes mediales. Responsable del área digital de Comfama. Docente en la Universidad Eafit.


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Opinión / Análisis

El largo camino de la oposición política Por GERMÁN DARÍO VALENCIA AGUDELO Profesor del Instituto de Estudios Políticos german.valencia@udea.edu.co

FREDY ALEXÁNDER CHAVERRA COLORADO Politólogo de la Universidad de Antioquia fredy.chavera@udea.edu.co

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olombia es uno de los pocos países en el mundo que cuenta con un instrumento que garantiza los derechos a la oposición política. Este instrumento se logró concretar luego de un largo camino que obtuvo su mayor fruto con la sentencia C-018 de 2018 de la Corte Constitucional, la cual avaló la constitucionalidad del Estatuto de la Oposición (Ley 1909 de 2018). En total, tuvieron que transcurrir 27 años para que se lograra la reglamentación del derecho a la oposición consagrado en la Constitución de 1991 (art. 112) y hundirse, entre 1993 y 2011, once proyectos de ley en el Congreso de la República. En el largo camino para el Estatuto de la Oposición fueron importantes dos momentos: el primero se dio en 2015, con la denominada reforma al equilibrio de poderes. Allí se estableció en uno de sus artículos que el segundo candidato con mayor votación en las elecciones presidenciales ocuparía una curul adicional en el Senado de la República, y que su fórmula vicepresidencial tendría otra en la Cámara de Representantes. Situación que se logró concretar en las pasadas elecciones, con el candidato Gustavo Petro de Colombia Humana y su fórmula vicepresidencial Ángela Robledo. El segundo momento se vivió en el proceso de paz entre el Gobierno nacional y las Farc. Luego de

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intensas discusiones en la mesa de negociación en torno al punto dos de la participación política, entre 2013 y 2014, se logró introducir en el Acuerdo Final la institucionalización de la oposición política en el país. Como el objetivo del Acuerdo era ponerle fin al largo conflicto armado y construir una paz estable y duradera se buscó con el punto proteger en el sistema político a las fuerzas alternativas, minoritarias y opositoras, y generar una apertura democrática y un escenario adecuado para el surgimiento de nuevas fuerzas políticas. Luego de la refrendación del Acuerdo Final, en noviembre de 2016, se surtió un amplio debate en el país en torno a la implementación del componente de oposición política. Entre los partidos políticos, movimientos sociales y la academia se diseñó una propuesta de articulado, con los componentes centrales del estatuto de la oposición. Y, finalmente, el Gobierno radicó el proyecto de ley para su trámite en el Congreso bajo el procedimiento expedito de fast track, y tras dos meses de intensos debates, el proyecto fue aprobado por las cámaras y enviado a la Corte Constitucional para su revisión y posterior sanción el pasado 9 de julio. Entre los componentes del Estatuto se encuentran el elevar la oposición a derecho fundamental autónomo, que goza de especial protección por el Estado y las autoridades públicas, ejercer oposición en los niveles territoriales de gobierno (alcaldes y gobernadores), financiamiento adicional, acceso a medios de comunicación, derecho a réplica ante acusaciones graves del Presidente, participación en la mesa directiva y la agenda de las corporaciones públicas (JAL, Concejo, Asamblea, Cámara y Senado), y la Comisión de Relaciones Exteriores, derecho a establecer el orden del día

en las corporaciones públicas, mayor participación en medios de comunicación social del Estado y derecho preferente a acceder a la información y a la documentación oficial. Estos elementos introducidos para el ejercicio de la oposición democrática son inéditos en la normatividad colombiana. Representan un verdadero giro en la historia del país. Estamos ante una reforma institucional que era necesaria para dar vuelta a la hoja sobre los recuerdos dolorosos provocados en el periodo del Frente Nacional y durante el genocidio contra la Unión Patriótica, además es una reforma con la que se busca en parte saldar cuentas con las promesas incumplidas con la Constitución de 1991. Se trata de una reglamentación con la que se busca introducir cambios en el sistema democrático para construir la paz, y no simplemente otorgar garantías excepcionales a las fuerzas alternativas y opositoras. Como sociedad esperamos que este inédito estatuto sirva en el período de pos-acuerdo con las Farc para avanzar en la construcción de una nueva cultura política. Una que permita tramitar la solución de conflictos por vía institucional y pacífica. Que posibilite acercar más los ciudadanos a los partidos y con ello fortalecer tanto a los partidos como a los electores. Que ayude a reducir la corrupción administrativa y mejorar la gestión de lo público, a través del seguimiento y el control que la oposición debe realizar. Y que ofrezca instrumentos para que como sociedad se logre alzar la voz y ser escuchados por el gobierno. Recordando, eso sí, que el estatuto aprobado es tan solo un logro en ese largo camino que apenas comenzamos a recorrer en la oposición política.

Por la dignidad del profesorado*

os profesores de las universidades públicas del país vivimos un momento crítico. La regresiva reforma tributaria aprobada por el anterior gobierno en el año 2016, recortó de manera significativa nuestro salario. Hoy en 2018 al realizar nuestras declaraciones de renta, nos encontramos con incrementos en los tributos, algunos cuantificados hasta en 1000%. Con la imposición del límite a las deducciones y exenciones hasta del 40% de ingresos netos, se nos eliminó, de forma tácita no expresa, el derecho adquirido a la exención de un 50% del salario que se tomaba como gastos de representación, y que estaba exento del impuesto a la renta (Art. 206, Estatuto Tributario). Este es un derecho histórico y asociado a la dignidad de profesor que permite el mantenimiento de su calidad de vida. Este Estado recaudador menoscaba nuestras condiciones de vida mientras les da exenciones a los grandes capitales. Nos vemos enfrentados a un conjunto de medidas regresivas tributaria y salarialmente. Hay intenciones desde el gobierno anterior de modificar el Decreto 1279 que regula el salario profesoral, con el falso argumento del deterioro de las finanzas de las universidades públicas —falso ya que allí no está la

causa—. La afectación de las finanzas universitarias es producto de la incapacidad del Estado colombiano de garantizar una financiación adecuada de las universidades públicas y de la educación superior en general (la Universidad de Antioquia, destina parte de sus gastos de inversión a mantener su funcionamiento). Con la reforma se pretenden establecer topes para el salario profesoral y amenazas a la estabilidad laboral —con propuestas de evaluación permanente de los vinculados—; y no siendo suficiente con ello, el nuevo gobierno por boca de su ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, anuncia una nueva reforma tributaria que ampliaría la base tributaria y haría descender aún más dramáticamente el ingreso profesoral. Se hace el cálculo según el cual, si con la actual reforma perdimos el 1.5 de nuestros salarios año, con la nueva reforma perderíamos el equivalente de otra mesada, lo que sumaría 2.5 salarios anuales perdidos. No podría ser más sombrío el panorama que ha llegado para instalarse y deteriorar sensiblemente el ingreso y las condiciones de vida de los profesores universitarios. Dada esta difícil coyuntura, la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia convoca al conjunto de las asociaciones, sindicatos y gremios de las universidades públicas, a realizar

acciones en pro de una movilización nacional que defienda nuestra dignidad profesoral, nuestros ingresos y nuestra calidad de vida. Como parte de estas reivindicaciones salariales queremos convocar a manifestarnos por una financiación adecuada de las universidades públicas, cuyo presupuesto vía parágrafo 86 y 87 de la Ley 30 es cada vez más deficitario —el Estado colombiano tiene una deuda histórica de 15 billones de pesos frente a estas instituciones—. Es la hora de coordinar y convocar nuestra capacidad de acción colectiva, diversa y conjunta. Es el tiempo de la unidad en la movilización. En la Universidad de Antioquia ya iniciamos acciones encaminadas hacia este fin. El pasado 23 de agosto nos declaramos en Asamblea Permanente y programamos un encuentro de universidades públicas para el mes de septiembre. Aspiramos se construya una pauta de acción coordinada, una movilización contundente y propositiva. Asamblea de Profesores de la Universidad de Antioquia Medellín, 2018. * Texto correspondiente a la columna Ágora, responsabilidad de Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia, Asoprudea.


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Cultura

Relación entre arte y vida Por GUSTAVO VILLEGAS GÓMEZ Coordinador de Investigación Facultad de Artes gustavo.villegas@udea.edu.co

Foto: archivo fotográfico El Cuerpo Habla

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no de los aspectos más discutidos acerca de las artes es la función social que ellas han tenido en diversas culturas y en distintos momentos de la historia. Ha sido frecuente que las artes aparezcan como un aspecto fundamental de la vida pública de las comunidades y, en esta medida, que establezcan vínculos estrechos con el campo político. Aunque es común que esa relación se manifieste en aquellos casos en los cuales la política hace uso del arte como un instrumento de propaganda, lo cierto es que la política ha sido un asunto de reflexión frecuente en el ámbito de las artes. Tendencias recientes, como el arte relacional o el arte contextual, constituyen una manifestación clara de las inquietudes políticas de las artes. En el primer caso, las prácticas artísticas se interesan por generar vínculos entre la población participante, que ya no tiene el antiguo papel asignado a los espectadores. De esta forma, la relación trasciende a otros ámbitos y ya no es mera transacción, sino que se instala en los intersticios sociales. Se trata entonces de establecer relaciones que sólo el arte convoca, ser conscientes de dimensiones que sólo el arte pone de manifiesto. En el caso del arte contextual, se busca trabajar con la realidad como uno de los aspectos fundamentales del ejercicio estético. Ello se relaciona directamente con el interés por establecer un vínculo entre el arte y la vida. De allí que las manifestaciones contextuales cuestionen algunas nociones, como la de artista, la de obra y la de público. Con estos dos ejemplos, resulta claro que uno de los desafíos fundamentales de las artes, quizá en todas las épocas, ha sido establecer diversos regímenes

Cargamontón - Violeta Puerta - 2018

estéticos. Por ello la relación entre el arte y la vida se convierte en una preocupación cada vez más acuciante en los procesos de investigación creación y en los procesos de investigación sobre las artes. Diversos grupos y semilleros de investigación de la Facultad de Artes se han planteado la necesidad de reflexionar sobre estos tópicos. Así, el grupo de Músicas Regionales ha desarrollado

diversos proyectos sobre músicas arraigadas con los contextos culturales de distintas comunidades; el grupo de Artes Escénicas y del Espectáculo se ha preguntado por la relación entre diversas facetas de las artes escénicas y las sensibilidades; el grupo Hipertrópico ha explorado desde hace tiempo la situación del arte en las nuevas circunstancias asociadas a la tecnología; el grupo Artes y Modelos del Pensamiento ha

El XII Seminario Nacional Teoría e Historia del Arte articula ponencias presentadas por investigadores nacionales e internacionales, mesas de trabajo con temas derivados del seminario y acciones artísticas que abordan la relación entre arte y política. Tendrá lugar el 5, 6 y 7 de septiembre de 2018 en el Centro Cultural de la Facultad de Artes en el barrio Carlos E. Restrepo.

indagado sobre las otras formas de pensar y su relación con las artes; los grupos Didartes y ArtEducación se han preguntado por las distintas facetas que reviste la relación entre el arte y la educación; y el grupo de Teoría e Historia del Arte ha dirigido buena parte de sus esfuerzos a reflexionar sobre las distintas aristas que se pueden abordar desde la teoría y la historia del arte, así como los desafíos que implican los procesos de investigación creación. En el caso de los semilleros, la reflexión sobre el arte y su relación con las dimensiones de lo político ha sido un tópico fundamental en los procesos de investigación creación de El cuerpo habla; distintos aspectos de la ciudad, en tanto escenario fundamental de la vida pública, han sido motivo de inquietud en el semillero Imagen técnica y narrativas experimentales; el vínculo entre las expresiones culturales y las dinámicas regionales han sido importantes para el semillero Gestión cultural, que tiene asiento en la subregión de Urabá; los procesos de investigación creación adquieren nuevas dimensiones en el semillero Arte y naturaleza, por mencionar sólo algunos de nuestros semilleros. Como puede apreciarse, las relaciones entre las investigaciones en el ámbito de las artes y los contextos pueden ser abordadas desde diversos puntos de vista. De allí que el grupo de Teoría e Historia del Arte, de la Facultad de Artes y el Instituto de Filosofía, enfoque la XII versión del Seminario Nacional de Teoría e Historia del Arte a Las acciones políticas del arte. Con ello se espera dar voz a distintas apreciaciones sobre este tema. Informes: Unidad de Comunicación y Mercadeo, Facultad de Artes, teléfono 2195887 / http:// artes.udea.edu.co


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Publicaciones y literatura Embrujo Ningún anhelo mejor que la vida misma. Ningún sueño más apropiado que la misma realidad. Ningún suceso mayor a un día en el cual no sucede nada.

Fábula, despertar y saber que estamos vivos.

Foto: cortesía Eafit

Una fiesta: el más trivial de los actos, el más distraído de los besos.

Elkin Restrepo

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Premio León de Greiff

uchas generaciones de estudiantes recuerdan a Elkin Restrepo Gallego recitando poesía, absorbido por los clásicos griegos y motivando a la creación poética en las clases de literatura y poética en la Alma Máter. Ahora, el nombre del profesor no solo se recuerda por su dedicación a la escritura, sino también porque esta labor, el sustento de su vida, le hizo merecedor del Premio León de Greiff al Mérito Literario 2018. De acuerdo con los poetas Giovanni Quessep, Catalina González, Ramón Cote y Fabio Morábito, integrantes del jurado que otorgó el Premio en su tercera edición, el profesor Restrepo Gallego “trata diversos temas siempre con precisión, originalidad y economía”, e igualmente acoge en su obra diversas manifestaciones artísticas, del cine y de la literatura de otras latitudes. Además del Premio León de Greiff al Mérito Literario, otorgado por la Universidad Eafit y la Alcaldía de Medellín, en asocio con la compañía Argos, Elkin Restrepo también obtuvo en 1968 y en reconocimiento a su calidad poética, el Premio Nacional de Poesía Vanguardia-El Siglo concedido por su libro Bla, bla, bla. Su trabajo como escritor, ha puesto su nombre en alto no solo en revistas y publicaciones nacionales e internacionales, sino también en productos editoriales en los que ha dejado, para el disfrute de lectores, obras poéticas

y narrativas como La palabra sin reino (1982), Retrato de artistas (1983), Absorto escuchando el cercano canto de sirenas (1985), la dádiva (1991), Sueños (1993), El falso inquilino (1999), Lo que trae el día (2000), La visita que no pasó del jardín (2002, 2010) y Objetos figurados en un paisaje a solas (2009) Todos ellos representados en las antologías Luna blanca (2005) y Amores cumplidos (2007) . La poesía es “un regalo que hay que recibirlo con buen semblante”, dice Elkin Restrepo, fundador de la Revista Acuarimántima y distinguido en 2017 con la Orden al Mérito Francisco Antonio Zea de la Alma Máter. En la actualidad, dirige la Revista Universidad de Antioquia. “Lo que soy —dice— se lo debo a la Universidad. Amo la Universidad”. A este amor suma su querencia a los poetas griegos y latinos clásicos, “que están ahí y permanecen a la espera de que nuestras preocupaciones, malestares y vida incierta nos lleven de nuevo a ellos, para servirnos del tesoro que guardan. Los clásicos de todas las épocas son la prueba de que seguimos siendo humanos y de que tal vez hay esperanza”. El autor, quien ha ilustrado de su puño algunas de sus obras, considera que “cada época trae, como en todo, una distinta manera de concebir la poesía. En el segundo milenio no podemos confiarnos a las formas hastiadas del primero. Lo mejor es olvidarnos de reglas y preceptivas; inventar”.

Revista UdeA La Revista Universidad de Antioquia en su edición número 332 se une a la celebración de los 70 años del poeta Juan Gustavo Borda, con la publicación de parte de su producción y ensayos alusivos a cargo de Luis Fayad, Felipe Restrepo David, José Luis Díaz Granados y Guillermo Angulo. Entre los 22 textos incluidos para el disfrute de los lectores, también hacen parte de los contenidos de la revista, los artículos de sus columnistas habituales y de otros invitados que relacionan las contribuciones históricas y literarias de Józef Konrad Korzeniowski, Stephen Hawking, Simon Freud, Ingmar Bergman y Bertrand Rusell. Igualmente, relatos y otros textos literarios relacionados con la humanidad de los robots, la casa de Dante, y Michell Bradeau, el automóvil y la ciudad de Medellín y Caesepe, entre otros.


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Foto: archivo

La Universidad, en la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín

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omo en los años anteriores, durante la versión 12 de la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín, que se realizará entre el 7 y el 16 de septiembre de 2018, la Universidad de Antioquia tendrá una destacada presencia, no solo con la participación de su producción bibliográfica, sino también con el desarrollo de actividades académicas y culturales.

Novedades editoriales La Editorial Universidad de Antioquia®, por ejemplo, ofrecerá a los visitantes de la Fiesta del Libro y la Cultura 39 nuevos títulos académicos, investigativos, divulgativos y literarios, y más de 280 títulos de su catálogo en las áreas de ciencias sociales y humanas, ciencias de la salud, ciencia y tecnología, y artes y literatura, con descuentos especiales. Entre los títulos que hacen parte de las novedades editoriales están: Jugaremos a la guerra de Andrés Vergara Aguirre (novela); Filosofía y psicología. De Platón al presente de Carlos Rojas (filosofía de la mente); Evolución. El legado de Darwin de Mauricio Corredor Rodríguez y Jorge Antonio Mejía Escobar -editores académicos- (astrobiología); La contradicción

de Carlos Másmela (metafísica), Manual de armonía aplicada al teclado. Improvisación y acompañamiento de Héctor Hernán Echeverri Pineda (teoría musical), Tres monjes budistas [110 haikus] de Ozaki Hôsai, Taneda Santôka y Yamaguchi Seishi. Compilación y traducción de Vicente Haya (poesía japonesa).

Salón Iberoamericano La Universidad también estará presente en el 4°. Salón Iberoamericano del Libro Universitario, máxime como coorganizadora que es de la iniciativa de nueve editoriales universitarias de la ciudad, que reúne en un solo pabellón, a su vez, a más de 4.800 libros de 250 editoriales universitarias de 10 países. Los interesados podrán conocer las actividades académicas del Salón y adquirir los libros en oferta en el sitio web: http://www. salonlibrouniversitario.org.

Librería También la Librería Universidad de Antioquia se suma a la Fiesta, disponiendo para sus visitantes y compradores de más de 3.700 títulos con descuentos en un horario especial durante la Fiesta (de lunes a viernes de 8:45 a.m. a 7:30 p.m.,

los sábados de 10:00 a.m. a 6:00 p. m. y los domingos de 10:00 a.m. a 12:30 p.m.)

Fondos editoriales Además de la Editorial, de la Librería y del Salón Iberoamericano, el Fondo editorial de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas y la Facultad de Artes pondrán a disposición de los visitantes la producción académico-investigativa materializada en revistas y libros.

Medellín negro Un capítulo aparte merece, el IX Congreso Internacional de Literatura Medellín Negro, proyecto originado en la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia en 2010 y que año tras año tiene lugar en la Fiesta del Libro y la Cultura, para indagar sobre el significado del crimen en las sociedades contemporáneas. En esta oportunidad, Medellín Negro girará en torno a las nociones de república y democracia.

Presentación de libros Durante la Fiesta, La Editorial Universidad de Antioquia® tiene previstas las presentaciones de cinco libros, en desarrollo de las

cuales se realizarán conversaciones con los autores, así: • Sábado 8 de septiembre Ocho estaciones. Antología personal de Juan Manuel Roca. Presenta: Pedro Arturo Estrada. 5:00 p. m. Auditorio Planetario. • Viernes 14 de septiembre Amor en la Nube de Ana Cristina Vélez. Presenta: Ana Cristina Restrepo Jiménez. 5:00 p. m. Auditorio Planetario. • Sábado 15 de septiembre Tramitar el pasado: archivos de derechos humanos y museología viva de Marta Lucía Giraldo Lopera y Luis Carlos Toro Tamayo —editores académicos—. Coeditado con el Museo Casa de la Memoria. Conversan: Marta Lucía Giraldo, Verónica Mejía, Teresita Gaviria y Patricia Nieto. 11:00 a. m. Salón Restrepo, Jardín Botánico. La gestión de sí mismo. Ética y subjetivación en el neoliberalismo de Mauricio Bedoya Hernández. Presenta: Alberto Castrillón Aldana. 3:30 p. m. Auditorio Planetario. Casas moriscas de Cartagena de Indias y Barranquilla. El neonazarí en la arquitectura republicana (1918-1930) de Karen David Daccarett. Presenta: Gabriel Mario Vélez Salazar. 5:00 p. m. Auditorio Planetario.


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Publicaciones y literatura Por SULLIVAN CASTAÑO Estudiante de Comunicación Audiovisual

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o quiero sonar romántico, pero a mí los libros me llaman. A veces me paseo por los pasillos de la biblioteca Carlos Gaviria de la Universidad de Antioquia, pongo mi mano en los estantes, y comienzo a mirar ese montón de textos con asombro y curiosidad. ¿A qué horas escribieron todo eso? ¿Me alcanzará la vida para leerlo? Ante semejantes preguntas, me asusto, tomo cualquier libro y me voy corriendo a prestarlo sin ni siquiera mirarlo bien. Solo sé qué tengo hasta que me siento en cualquier rincón y comienzo a leer. No estoy diciendo mentiras. Es un impulso, como si tuviera una especie de imán que trae el libro a mis manos. Así sucedió con la Obra reunida de Mario Bellatin: tomé el libro sin saber quién era; pero solo me hizo falta leer un párrafo para saber que estaba ante algo relevante: Hace algunos años, mi interés por los acuarios me llevó a decorar mi salón de belleza con peces de distintos colores. Ahora que el salón se ha convertido en un Moridero, donde van a terminar sus días quienes no tienen dónde hacerlo, me cuesta mucho trabajo ver cómo poco a poco los peces han ido desapareciendo. En la novela Salón de belleza (México: Alfaguara, 1994), un estilista cuenta cómo su salón de belleza se convirtió en un lugar donde las víctimas de una enfermedad incurable van a morir. No acepta mujeres. No puede soportar que un lugar que se encargaba de volverlas bonitas, ahora las vea flacas, decaídas y con los ganglios inflamados. A los hombres que acepta no les da medicina ni permite que sus familiares les den apoyo moral. ¿Para qué extenderles la tortura? En ese Moridero, las peceras del lugar dejan de albergar animalitos de escamas brillantes para convertirse en cajones donde los moribundos guardan su ropa. Alejados del mundo, encerrados, cuidados por un hombre que no sabe por qué hace todo eso y no tiene ni idea de qué va a pasar con él, cuando la enfermedad que ya puede sentir en su cuerpo comience a empeorar. Al final, solo queda una soledad infinita y una gran historia. El día en que terminé de leer este libro, lo cerré y le agradecí al imán en mi mano haberme guiado hasta él. Después hice lo que hago cuando descubro a un escritor que me gusta: leer su biografía en internet,

Novela de crímenes en un salón de belleza buscarlo en todas las redes y ver algunas entrevistas. Mario Bellatin es un escritor mexicano y su novela fue seleccionada en 2007 por 81 escritores y críticos latinoamericanos y españoles como uno de los mejores 100 libros en lengua castellana de los últimos 25 años. Al escritor le gusta hablar de los marginados, de personas desahuciadas, ciegas, cojas y deformes. Mi prejuicio me obliga a pensar que lo hace porque a él le falta un brazo. En una de las entrevistas le hacen una pregunta al respecto, a lo que responde: —A mí no me falta un brazo, a ti te sobra uno. En otra, Mario Bellatin cuenta algo curioso: hace pocos años sufrió una enfermedad, que quince años antes había descrito en uno de sus libros. Hay algo de mágico en todo esto. Y esa magia derivada de la obra del escritor me ha rozado a mí. Trabajo hace más de un año en el proyecto Medellín Negro de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia. Mi jefe es el profesor Gustavo Forero y ambos compartimos el gusto por la literatura contemporánea. Cuando alguno de los dos lee algo interesante lo comparte con el otro. Un par de días después de leer Salón de belleza, fui a la oficina y le dije: —Profe. Tiene que leerse esta novela de Mario Bellatin. — ¡Él va a estar en el Congreso este año! Era una casualidad increíble. Le conté al profesor todo lo que había pasado y apenas me creyó cuando le dije que el libro me había llamado. Le expliqué lo que me había impactado de la novela.

—Eso suena a novela de crímenes —me dijo. —¿Como una novela negra? —pregunté—. Pero ahí no hay policías ni detectives. —Yo dije novela de crímenes. Es diferente. —¿Y cuál es la diferencia? —La novela negra es una fórmula: a grandes rasgos, hay un asesinato, una víctima y un detective que trata de resolver un misterio del crimen. En la novela de crímenes hay un ambiente de anomia. —¿De qué? —le pregunté confundido. —De anomia. ¡Todos los libros de Medellín Negro hablan de eso! No fui capaz de sostenerle la mirada y me puse a mirar los títulos puestos en su escritorio. Él siguió: — Anomia. Ausencia de ley o falta de aplicación de la ley. Por eso hablo de crímenes en plural. En estas novelas contemporáneas la ley no opera, no funciona. El Estado mismo parece fallido, no hay confianza en él, y mucho menos en instituciones como el gobierno, la policía o la prensa. —Ah, ya entiendo. ¿Algo así como lo que pasa en la vida real? —Exacto. Si la novela es como usted dijo, podríamos decir que es novela de crímenes, porque retrata la ausencia de orden. —A propósito, ¿a usted por qué le gusta tanto esa clase de novelas? ¡Hasta organizó un congreso internacional sobre este tema! ¿Por qué no lo hizo de literatura juvenil o algo así? —Porque la novela de crímenes es la única literatura que critica profundamente el sistema y nos permite reflexionar sobre la vida real. —¿Por eso es que los temas del

congreso se relacionan con eso? ¿Control social, víctimas, fronteras, paz…? —Claro. — ¿Cuál es el de este año? —Repúblicas o democracias. —Y… ¿cuándo es que viene Bellatin? —El 12 de septiembre a las 10:30 de la mañana. Ofrecerá la conferencia inaugural del Congreso. —¿Y va a ser donde es todos los años? —Sí, en el Salón Humboldt del Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe. —¿Y ya sabe quién más viene? —Sí. Marta Sanz y Yuri Herrera, que son extranjeros. También van a estar Nahum Montt, Pablo Montoya, Álvaro Castillo Granada, autor de Un librero, Verónica Villa o Luis Alfonso Salazar Berrío, autor de Loveland, una excelente novela de crímenes colombiana. Como académicos, vendrán Shelley Godsland, de la Universidad de Ámsterdam, y Juan Guillermo Gómez y Jorge Eduardo Suárez, de la Universidad de Antioquia. ¿Ah! Y el ganador del Concurso de Novela de Crímenes de este año: Juan David Aguilar. —Genial. —Medellín Negro es el 12, 13 y 14 de septiembre ¿cierto? —pregunté. —Sí. En la Fiesta del Libro y la Cultura como todos los años. —Profe ¿Se quiere leer la novela? —Claro —dijo, y yo le entregué el libro. —Yo creo que le va a gustar mucho este escritor. En una entrevista dijo una de esas frases fuertes que le gustan a usted. —¿Cuál? —Ningún horror es nuevo.


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Novedades

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Coediciones

Algunas de las novedades de la Editorial Universidad de Antioquia® que estarán disponibles en el estand (ubicado en el Pabellón Fondos Universitarios, número A11, Carabobo) son:

Ocho estaciones Antología personal Juan Manuel Roca Impreso: 156 p. 13,5 x 19 cm

La Musa asesinada Conversación en La Catedral, de Vargas Llosa: novela marxista Santiago Andrés Gómez Sánchez 114 p. 17 x 24 cm

Investigación en el saber jurídico Sandra Patricia Duque Quintero, Flor Patricia González Sánchez, Nora Alba Cossio Acevedo, Sandra María Martínez Monsalve 188 p. 17 x 24 cm

Agradece a la piedra Jorge Mejía Toro 88 p. 13,5 x 19 cm

Prisionero del agua Alexis Díaz Pimienta 318 p. 13 x 21 cm

Filosofía y psicología De Platón al presente Carlos Rojas Osorio 302 p. 17 x 24 cm

La contradicción Carlos Másmela 372 p. 17 x 24 cm

Jugaremos a la guerra Andrés Vergara Aguirre 322 p. Rústica. 13 x 21 cm

De espaldas a Cristo Una historia del anticlericalismo en Colombia, 1849-1948 Gustavo Arce Fustero 304 p. 17 x 24 cm

Casas moriscas de Cartagena de Indias y Barranquilla El neonazarí en la arquitectura republicana (1918-1930) Karen David Daccarett 232 p. 23 x 30 cm Coedición: Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia y Editorial Universidad de Antioquia®

Dimitas Arias / Salve, Regina Tomás Carrasquilla Notas y glosario de Leticia Bernal Villegas 164 p. 13 x 21 cm Coedición: Editorial Universidad de Antioquia® y la Alcaldía de Santo Domingo

Cuentos escogidos 1 Tomás Carrasquilla Notas y glosario de Leticia Bernal Villegas 166 p. 13 x 21 cm Coedición: Editorial Universidad de Antioquia® y la Alcaldía de Santo Domingo


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Publicaciones y literatura

Tramitar el pasado

Archivos de derechos humanos y museología viva La visibilización del sufrimiento de los sobrevivientes de la guerra en el país y el énfasis en su capacidad de transformar el dolor en agencia y solidaridad son un aporte a la dignificación de la humanidad de las víctimas y la de sus familias. El libro Tramitar el pasado —coedición de la Editorial Universidad de Antioquia y Museo Casa de la Memoria— registra una experiencia que tiene como eje el archivo de la Asociación Caminos de Esperanza Madres de La Candelaria, la cual ha asumido el compromiso de denunciar y documentar las violaciones a los derechos humanos. El proceso de representación de este archivo,

llevado a cabo mediante un lenguaje simbólico que trasciende la literalidad de los documentos, dio origen a elaboraciones y piezas que luego fueron el fundamento de la exposición Archivo Vivo. Memorias de Madres, acogida por el Museo Casa de la Memoria, con la que se propició el encuentro entre las memorias de las madres y la comunidad. Esta es una experiencia que puede ser emulada por otros movimientos que, desde la sociedad civil, luchan por sus derechos y por la transformación de las condiciones que han generado la violencia.

Marta Lucía Giraldo Lopera Luis Carlos Toro Tamayo —editores académicos— Coedición Editorial Universidad de Antioquia® y Museo Casa de la Memoria 146 p., 17 x 21,5 cm

Cada desaparecido es representado por un pañuelo como metáfora del recuerdo impecable y amoroso con el que las madres y las familias esperan a sus desaparecidos, así como del duelo y la tristeza.

Se trata de valorar el sentido de la huella en la piel de quien ha vivido los sucesos. Así como los archivos, las plantas guardan secretos en sus hojas y raíces sobre el sentir de las madres.

Los documentos archivísticos dejan de ser vistos como objetos físicos estáticos y pasan a ser entendidos como conceptos virtuales dinámicos; se da un cambio de visión de los documentos archivísticos como producto pasivo de la actividad humana o administrativa a ser considerados como agentes activos en la formación de la memoria humana y organizacional (Terry Cook, 2012).

Fotografías y textos: Tramitar el pasado: Archivos de derechos humanos y museología viva, Marta Lucía Giraldo Lopera y Luis Carlos Toro Tamayo (editores académicos), (2018), Editorial Universidad de Antioquia – Museo Casa de la Memoria; Exposición virtual Archivo Vivo: Memorias de Madres. Museo Casa de la Memoria (2016), disponible en https://www. museocasadelamemoria.gov. co/Exposiciones/archivos-vivos.

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