PERIÓDICO ALMA MATER N° 619 ABRIL DE 2013

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Nº 619 Medellín, abril de 2013

SISTEMA DE COMUNICACIONES • http://almamater.udea.edu.co • almamater@udea.edu.co • ISSN 1657-4303

Ciudadela Universitaria de Oriente, al compás del siglo XXI Páginas 6 y 7

Investigadores miran al páramo Página 4

“Colombia es un proyecto de empresas” Página 10

¿Es saludable la nueva reforma? Páginas 16, 17 y 18

Cita con la doctora Clown Página 32

Foto Heiner Castañeda Bustamante

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El aporte de la universidad a la ciudad innovadora Por PEDRO CORREA

Foto Archivo Periódico ALMA MATER

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un espacio que crea sinergia entre sus tres actores para desarrollar una cultura de la innovación y del emprendimiento a través de la asociatividad. De otra parte, la ubicación de la Ciudad Universitaria le da a la institución la posibilidad de pertenecer al fututo Distrito de la Innovación, que contará con 135 hectáreas dedicadas a esa actividad y donde también tiene asiento un vecino estratégico: Ruta N. En esa visión de la innovación como un proceso que toma tiempo para madurar coincide también Mondragón, quien señala que innovar es la etapa final de un proceso de trabajo conceptual, de implementación, aplicación y demostración. “Uno no puede sentarse un día y decir ‘voy a innovar’. Tiene que estar preparado

para ello y esa preparación la da la universidad”, advirtió. Por ello, desde hace casi una década la investigación universitaria se asoció con destacadas empresas de la ciudad. Según datos de la Vicerrectoría de Extensión, los frutos empiezan a verse: la institución cuenta con dos spin off académicas, la concesión de 16 patentes, 18 contratos de licencia con empresas para la explotación comercial de los resultados de la investigación universitaria, y alianzas para un promedio anual de 150 proyectos de I+D.

Universidad, postal de la innovación Uribe Correa advirtió también que el impacto mediático del reconocimiento de Medellín como ciudad innovadora respalda el

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iles de medellinses sacaron pecho con la designación de Medellín como la ciudad más innovadora del mundo, un reconocimiento que, tras un filtro previo de 200 ciudades, la enfrentó con urbes como Tel Aviv y Nueva York. Los promotores del premio fueron The Wall Street Journal, el prestigioso periódico económico; el Citibank, un poderoso grupo financiero que promueve mundialmente ranking de este tipo, y el Urban Land Institute, un curtido promotor de políticas urbanas. Plantar la bandera de la innovación en una ciudad obliga a preguntarse por el aporte de sus universidades en ese frente. “Este reconocimiento se logró por unos megaproyectos de infraestructura. Sin embargo, es importante resaltar también que las universidades están contribuyendo. Hay muchos proyectos que tienen esa misma ruta de la innovación”, dijo el vicerrector de investigación del Alma Máter, Fanor Mondragón Pérez. Mondragón resaltó que la palabra innovación tiene dos prefijos obligados: conocimiento e investigación. “La innovación que sostiene el desarrollo y que ofrece futuro es la que está basada en la investigación y el desarrollo. Esa es la que le corresponde a la Universidad”. De acuerdo con el rector de la Universidad de Antioquia, Alberto Uribe Correa, el reconocimiento que recibió la ciudad, obliga a que las universidades se planteen nuevos retos en torno al ecosistema de la innovación que se ha venido creando en la ciudad y del cual hace parte el Alma Máter. Y es que la contribución de esta Institución al propósito de la innovación como consigna de ciudad ha sido notable. En 2004 inauguró la Sede de Investigación Universitaria –SIU–, un referente en investigación universitaria para el país que cuenta hoy con 36 grupos de investigación. “No me cabe duda de que la Universidad ha sido líder en todo este andamiaje. Desde 1994, en su Estatuto General, esta institución tomó la decisión de ser una universidad de investigación”, dijo Uribe Correa. Además, la Institución lideró hace diez años la creación del Comité Universidad Empresa Estado,

proceso de internacionalización de la Institución. Y es que la Alma Máter y su trabajo investigativo, podría decirse, es una postal de la innovación que se desarrolla en la ciudad. En este momento la Universidad tiene relación con más de 200 centros de investigación en el mundo, muchos de los cuales acogen a investigadores docentes y estudiantes de pre y posgrado. Además, la Institución recibe cerca de 600 personas del extranjero por año, entre estudiantes, profesores, investigadores, representantes institucionales y de organismos privados y públicos internacionales. “El extranjero que nos visita no solo está en relacionamiento para unos fines concretos desde sus áreas disciplinares, sino que percibe el contexto de ciudad que tenemos”, señaló Carolina Laverde, directora de Relaciones Internacionales de la Universidad. De acuerdo con Laverde, uno de los aspectos que más llama la atención de quienes visitan la Universidad es su alta capacidad para construir capital social en la ciudad y promover, desde el conocimiento, “aportes que pueden llegar a transformar condiciones adversas desde soluciones imaginativas, sin perder rigor y promoviendo visiones renovadas para el desarrollo”. Esos aspectos son consonantes con el reconocimiento de Medellín como la ciudad más innovadora.


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“La tecnología social se basa en la evidencia científica, debe producir un deseo de cambio tanto en quienes definen las políticas públicas como en las comunidades; además, la formulación de los programas de intervención debe ser aceptada culturalmente. La clave final está en la evaluación, que es la que permite definir lo que los investigadores sociales llaman impacto atribuible”.

Por PEDRO CORREA

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ras la noticia de la designación de Medellín como la ciudad más innovadora, uno de mis contactos de Facebook contó, a través de ese medio, que su padre, emocionado, la llamó a felicitarla por haber nacido en la ciudad más innovadora del mundo. “Estoy feliz, ¿vos no?”, dijo. Ella, periodista, respondió que no podía obviar el conflicto urbano. “Claro, muy triste –contestó él–, pero hoy estamos celebrando, otros días lloramos. Por hoy, alegrémonos con la noticia”. La escena ilustra lo que advierte Luis Fernando Duque: “este es un premio que se dieron los propios medellinenses. Los medellinenses queremos mucho a Medellín, entonces votamos mucho. Eso es muy positivo porque expresa un apego de los habitantes por su ciudad”. Duque es el director de Previva, un programa de la Universidad de Antioquia que realiza investigaciones y diseña estrategias para prevenir la violencia interpersonal y otras conductas de riesgo. La escena inicial también es una muestra de la resistencia que manifestaron algunos ciudadanos y académicos sobre el sonado reconocimiento de ciudad innovadora. ¿Innovación por un lado y cruento conflicto urbano por otro?, recalcaron los críticos, con bastante eco en las redes sociales. Previva ha realizado varias investigaciones relacionadas con la innovación o tecnología social en Medellín. En 2012 sus investigadores publicaron en la revista American Journal of Epidemiology –una de las revistas más serias del mundo en epidemiología–, un estudio que advertía que en los cinco primeros años de operación del sistema Metrocable, los homicidios bajaron el 66 por ciento. En la zona de influencia de la línea K, la tasa de homicidios pasó de 188 asesinatos por cada 100 mil habitantes en 2003 a 30 en 2008. La rigurosidad metodológica del estudio fue respaldada con cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal y por encuestas, tanto en 2003 como en 2008, a más de 300 habitantes de las comunas 1 y 2. La metodología de este trabajo es llamado por los investigadores sociales “experimento natural”.

¿Y de la innovación social qué? Así pues que el estudio de Previva, publicado meses antes del reconocimiento, es ya un espaldarazo para aquellos que defienden la etiqueta de “ciudad innovadora”. Y también para el reconocimiento mismo, que resaltó, entre otros proyectos urbanos, el impacto de los sistemas integrados de transporte en la calidad de vida de los medellinenses. Sin embargo, los investigadores advierten que el concepto de innovación social aplicado en un contexto de conflicto urbano como el que vive la ciudad es mucho más complejo. “Hemos visto que las causas fundamentales de la violencia en Medellín, en varias de las encuestas que hemos hecho, no han tenido variaciones”, advirtió Duque.

De acuerdo con este médico, especialista en medicina preventiva, magíster en salud pública y exrector de la Universidad de Antioquia, “la verdadera innovación social en el control de la agresión todavía no se ha producido en Medellín”. La implementación de políticas coercitivas, aunque pueden ser exitosas, resultan ser paños de agua tibia que, de no tener una permanencia, provocan nuevos brotes de violencia, como ha pasado en Medellín recientemente. Acciones de agresión como el secuestro, la extorsión y los homicidios, tienen profundas raíces en la educación y crianza, los comportamientos antisociales y la manipulación del poder en las comunidades. Por ello, para Duque,

la intervención social tiene verdadero asiento en el trabajo con los niños. “Uno cambia una sociedad trabajando con los niños. Porque los cambios sociales se demoran una o dos generaciones”. Y así como es un proceso rezagado –dice el investigador social–, también tiene etapas que lo validan. La tecnología social se basa en la evidencia científica, debe producir un deseo de cambio tanto en quienes definen las políticas públicas como en las comunidades; además, la formulación de los programas de intervención debe ser aceptada culturalmente. La clave final está en la evaluación, que es la que permite definir lo que los investigadores sociales llaman impacto atribuible. El Metrocable es un buen ejemplo de ese proceso, pues además de la obra de infraestructura física, allí hubo todo un proceso de intervención social con la comunidad. Los resultados del riguroso estudio publicado por Previva así lo demuestran. Según Alexandra Restrepo Henao, también investigadora de Previva, esas etapas son las que diferencian la innovación social del asistencialismo. “Porque el hecho de invertir dinero en aspectos sociales no quiere decir que esté bien invertido”, advirtió Duque, quien señala que pese al generoso presupuesto de Medellín para el desarrollo social, ningún programa ha sido evaluado rigurosamente. En los anaqueles de los investigadores de las universidades hay estrategias que son el soporte de esa verdadera innovación social. El mismo Previva ha diseñado psicoprogramas de intervención pública para la prevención de la violencia en niños tanto de 0 a 5 años como en los escolarizados; y también programas que promueven la cultura de la legalidad, la prevención de la violencia doméstica en parejas y el trabajo con excombatientes de grupos armados. Así pues que el apellido “más innovadora” no sólo obliga a pensar la ciudad desde la promoción del desarrollo empresarial, tecnológico, de infraestructura y turístico. La apuesta por la innovación social parece ser más exigente y trasciende las pantallas de los televisores y las páginas de los periódicos. La ruta de una verdadera innovación social es la que evitaría que los medellineses se alegren hoy, para llorar sus repetidas tragedias mañana.


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Fotos cortesía

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Inventario florístico de los páramos, expedición a los sistemas de alta montaña Por ELIZABETH CAÑAS

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tioquia son accidentes geográficos muy especiales, aunque comparten rasgos generales con otros en el país: sus especies de flora son diferentes e incluso propias, como la puya belmirana en el páramo de Santa Inés, o la pitcairnia farinosa, la puya ochroleuca y la symbolanthus gaultherioides del páramo de Sonsón. “A estas particularidades no sólo ha contribuido la topografía de páramos antioqueños, caracterizada por el difícil acceso, sino también su lejanía con respecto a las poblaciones y la orogenia u

cidad para retener agua. El objetivo de la expedición a los páramos antioqueños, además de incidir en prácticas favorables para su conservación entre las comunidades que le rodean,busca transferir y divulgar este conocimiento para tomar medidas estructurales al respecto, y nutrir la información de flora en los sistemas geográficos del mundo. Además de la tarea de divulgación a través de una página web, la meta es lograr un producto impreso para informar a la gente de las zonas de páramos y en es-

considerado el sito de las grandes ligas botánicas, y donde ya está alojada la flora de Antioquia. A este aliado se le trasladará la información no sólo porque tiene mayor capacidad de divulgación botánica y concentra los estudios relacionados con la flora de China, Panamá, de los Andes, Perú y de otras partes del mundo, sino también para avanzar en el desarrollo de índices filogenéticos o herramientas que establecen las prioridades de conservación.

Foto cortesía

urante más de dos años, investigadores de la Universidad de Antioquia han escalado siete páramos en Antioquia con el empeño de identificar las especies de flora e iniciar lo que consideran una expedición a los sistemas de alta montaña en el departamento. Páramos y aceites En la primera fase los expedicionarios recorrieron 20 mil Está en marcha un hectáreas y colectaron trabajo paralelo a la excerca de 700 especies, pedición de páramos. quince de ellas endémiSe trata de la caractericas, en los páramos de zación de aceites esenSonsón, Urrao-Frontino ciales de unos grupos y Santa Inés en Belmira. de plantas encontrados allí, realizada en forma En Antioquia también conjunta por investigaestán el Nudo de Paradores del Instituto de millo, el Cerro Plateado Biología y del Instituto en Salgar y Las Baldías de Química Farmacéutide San Félix, en cuyas ca de la Universidad de áreas se ha podido inAntioquia. ventariar un 10 por ciento de la diversidad de El propósito de plantas con que cuenta los investigadores es el departamento. aprovechar una riqueza poco conocida. Las Fernando Alzate Guaplantas de páramo son rín, profesor del Instituto las que más producen de Biología y líder de la aromas, junto con los investigación en flora de bosques secos tropilos páramos de Antiocales, porque generan quia, señaló que en páaceites para sobrellevar ramos como el Nudo de La inversión de 85 millones de pesos para el inventario florístico, 25 de los cuales fueron aportados por la Universidad, las difíciles situaciones Paramillo sólo se obtuvo apunta a reconocer la riqueza invaluable de la flora de los páramos de Antioquia, a favor de las especies y de la de clima, para evitar cerca de 70 registros y preservación de los ecosistemas de alta montaña. la oxidación, el daño no fue posible continuar por la radiación solar o el trabajo de campo por defenderse de hongos y microordificultades de seguridad en la zona. pecial compartir los hallazgos con origen de estas hermosas masas ganismos que puedan afectar a Técnicamente, los páramos sólo las entidades ambientales, de tal montañosas con picos pronunciala planta. se dan en el norte de Suramérica, manera que se tomen medidas e dos”, dijo el investigador. Los aceites esenciales son los como Ecuador, Venezuela y Colomincluso se extiendan sus límites Conocer, por ejemplo, el sisterritoriales. que producen las plantas que tienen bia. Están ubicados por encima de tema de páramo en los Faralloaroma y en los páramos se puede los tres mil metros sobre el nivel Medellín se nutre en su totalidad nes del Citará, al suroccidente encontrar romero de páramo o rosdel mar y resultan fundamentales de agua de páramos. La idea es de Antioquia, puede demandar marinus officinalis, y muchos otros en tanto son fuentes y reservorios que las autoridades ambientales ascensos de días por ser zonas de los que se puede analizar su de agua. Sin embargo, son los más adquieran predios para evitar su montañosas empinadas. En la actividad biológica, de gran interés vulnerables por efectos del calendeterioro, así como los daños travesía los investigadores han para formulaciones terapéuticas, tamiento climático. que causan en estos sistemas la podido reconocer pastos nativos cosméticas y farmacológicas. minería, la intervención humana y como calamagrostis, el frailejón Cada páramo está expuesto a la ganadería extensiva. y pequeñisimas pencas como De hecho, observa Alzate Guauna historia geológica distinta. paepalanthus, y especies de marín, cada planta produce unos 6 La diversidad vegetal de los En Colombia son diferentes los de torrales como las ericaceaes y los páramos de Antioquia podrá ser ó 7 aceites esenciales diferentes, las cordilleras central, occidental chuscales, propias de los bosques consultada desde la página web que cumplen una actividad biolóy oriental. Sin embargo, explica enanos, reconocidas por su capadel Jardín Botánico de Missouri, gica puntual. Alzate Guarín, los páramos de An-


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de la respuesta terapéutica. En el Instituto de Medicina Tropical con sede en Apartadó realiza uno de sus proyectos más significativos: el establecimiento del cultivo in vitro de Plasmodium vivax y la valoración de su respuesta a medicamentos. Actualmente desarrolla los siguientes proyectos en la región: Caracterización epidemiológica y molecular de las recurrencias de malaria por P. vivax en Turbo, Colombia. Estudio del fenómeno de citoadherencia y características patológicas de la infección por P. falciparum en cepas y aislamientos colombianos de pacientes con malaria. Caracterización clínica de pacientes con malaria complicada. Determinación de la eficacia de la Cloroquina a Plasmodium vivax.

Foto cortesía

Contribución al desarrollo local y regional

Investigación en Urabá, una apuesta por la calidad de vida Por DIEGO JARAMILLO

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ese a la gran riqueza natural contenida en 11.664 km2, la ubicación geográfica estratégica, la biodiversidad y pluriculturalidad, Urabá presenta uno de los menores niveles de calidad de vida en el departamento, así como un alto índice de necesidades básicas insatisfechas. Ante ese panorama, desde una perspectiva ética, humanista e investigativa la Universidada procura impactar los procesos de desarrollo subregional, al poner el conocimiento al servicio de las necesidades más sentidas de la población. Mediante la articulación de las unidades académicas en proyectos de investigación, en coordinación con instancias departamentales, la Institución ha venido realizando la labor de identificar diversas problemáticas en materia de seguridad alimentaria y nutricional en la región y su relación con las condiciones socioeconómicas y de salubridad, con el propósito de diseñar e implementar estrategias que mejoren la calidad de vida de

los habitantes. Estos son algunos de los proyectos de investigación emprendidos.

Alimentación y nutrición con una mirada social El Perfil Alimentario y Nutricional evidencia que en Urabá hay alta prevalencia de desnutrición infantil, obesidad en adultos, escasa disponibilidad de micronutrientes como calcio, hierro, acido fólico, tiamina, vitamina B12, entre otros, tanto en los hogares rurales y urbanos. La Escuela de Nutrición y Dietética ha venido desarrollando proyectos de investigación conjuntamente con otras dependencias como la Facultad de Medicina y la Facultad de Enfermería, tendientes a mejorar los procesos alimentarios de la población. Entre los proyectos y programas de investigación adelantados destaca la Unidad Vida Infantil Universidad de Antioquia - ESE Hospital Francisco Valderrama de Turbo, convertido desde su creación en 2000 en centro de atención para la investigación, capacitación y docencia en las enfermedades prevalentes de la infancia. Otros proyectos en el ámbito de la nutrición y la seguridad alimentaria que se vienen implementando en Urabá tienen que ver con

la comparación entre seguridad alimentaria y nutricional en el hogar, ingesta dietética, condiciones socio demográficas y estado nutricional en niños y niñas con y sin malaria del corregimiento “El Tres”, Turbo, Antioquia. Determinación del estado nutricional actual de los menores de trece años en la comunidad emberá Jaikerazavi del municipio de Mutatá, Antioquia. Tratamiento de los niños con desnutrición aguda grave. Aplicación de la guía de la Organización Mundial de la Salud, en Turbo-Colombia.

Centro de excelencia en malaria La cuota investigativa de la Universidad de Antioquia en la región de Urabá se incrementa con la presencia del Grupo de Malaria, el cual ha investigado durante 20 años el problema de la enfermedad con una orientación básica, clínica y epidemiológica. Su trabajo se desarrolla en tres líneas de investigación: búsqueda de antimaláricos a partir de plantas, relación hospedero-parásito y resistencia del Plasmodium sp. a los medicamentos. Desde 2001 el Grupo está presente en la región de Urabá, en Turbo, donde atiende pacientes con malaria y hace evaluación

En Urabá también se vienen implementando proyectos que atienden a diversos grupos poblacionales desde una perspectiva social, cultural y científica. Uno de ellos, “Percepciones y prácticas relacionadas con el agua y sus usos por parte de habitantes de barrios sin cobertura de agua potable del municipio de Turbo, Antioquia”, se acerca desde un enfoque cualitativo a la realidad que enfrentan las familias que viven en sectores sin servicio de acueducto. La información aportada por los participantes permite constatar las diversas fuentes de agua a las que deben acceder los habitantes de este municipio. Otros proyectos significativos que se han venido desarrollando y que impactan positivamente a la región de Urabá son: “Significados de la alimentación y del complemento MANA en un grupo de hogares de Turbo-Antioquia”. Esta investigación permitió interpretar los significados que un grupo de familias participantes del programa de complementación alimentaria MANA del municipio de Turbo le atribuyen a su alimentación y al complemento alimentario. Mientras que el proyecto “Mapeo y sensibilización de actores en seguridad alimentaria y nutricional (SAN) de la región del Urabá antioqueño” busca una adecuada identificación de los actores de la política pública de seguridad alimentaria y nutricional en la subregión. Con la construcción del mapa de actores municipal y regional, este proyecto pretende conocer las diferentes personas e instituciones del sector público y privado que tienen presencia en la región, las relaciones sociales que hay entre ellos y la forma de potenciar el trabajo interdisciplinario e intersectorial para alcanzar la seguridad alimentaria y nutricional en la región.


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Foto Luis Javier Londoño Balbín

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i la ciudadela universitaria en Medellín que fue construida hace 45 años representa la universidad del siglo XX, la ciudadela universitaria en el Oriente antioqueño que avanza con paso firme, se erige, sin duda, en la universidad del siglo XXI. Así lo ha señalado el rector Alberto Uribe Correa y lo corrobora ahora que es un hecho la primera fase del proyecto, la nueva edificación aledaña a la actual sede la Universidad en el Oriente que se inaugura este martes 9 de abril, con la presencia del gobernador y presidente del Consejo Superior Universitario Sergio Fajardo y con los alcaldes de la zona. “La sede de Oriente o sede alterna de la Universidad, dada la conectividad que tiene el Oriente con el Valle de Aburrá y las dificultades de terrenos para el crecimiento, considero que será la ciudadela del siglo XXI, con todo lo que ello conlleva, las nuevas formas pedagógicas que se vienen implementando en todo el mundo, la integración del apren-

der haciendo y del laboratorio y la docencia”, dice el rector. La construcción de esta primera fase, informó Uribe Correa, requirió de una inversión cercana a los 24.000 millones de pesos, con un aporte importante de la Gobernación en el periodo anterior y desde luego de la actual administración del gobernador Fajardo, más recursos propios de la Universidad que también se comprometieron. “Específicamente —precisó el rector—, el gobierno de Sergio Fajardo aportó 6.200 millones de pesos, que van a contribuir a repotenciar el viejo edificio de la Universidad en Oriente y que van a permitir la construcción de una vía alterna que exige Invías, para el desarrollo de esta nueva ciudadela universitaria”. Planteó el rector que la ciudadela universitaria de Oriente que ahora despunta “es tan importante para muchos académicos, intelectuales, políticos y líderes de Antioquia como las autopistas de la prosperidad, porque si estasnos van a acercar a Colombia y a

Foto Luis Javier Londoño Balbín

Lista primera fase de la ciudadela de Oriente

Para la construcción del nuevo edificio se utilizaron materiales como el ladrillo cocido y la teja de barro, y se hizo manejo especial de colores y mezclas en revoques de sillares y dinteles, los cuales buscan dan calidez a las edificaciones en contraste con el clima de la zona. Medellín con el mundo, la vía de la competitividad es la educación, la investigación, la innovación y el desarrollo”. Y agregó que la obra es parte de la columna vertebral del plan de desarrollo del gobernador en Antioquia la más educada.

Crecimiento Con la ciudadela de Oriente la Universidad busca mejorar la calidad de la educación superior en la subregión, a partir de una mejor

infraestructura que posibilite la ampliación de la oferta académica con pertinencia social y cultural, así como la ampliación de las actividades de investigación y extensión que se articulen a las necesidades del territorio. “La inauguración de la nueva sede significa alcanzar uno de los grandes retos que nos habíamos fijado desde hace 15 años cuando inició este proceso de regionalización”, dijo el vicerrector General John Jairo Arboleda Céspedes, y


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con un área de 6.412 m². “Nos propusimos una arquitectura austera, sobria, de fácil construcción y mantenimiento, que sea referente en espacios de educación superior y se convierta en modelo de identidad institucional”, expresa Clemencia Wolff, la arquitecta que dirigió la obra. Para el segundo semestre de 2013, la Seccional Oriente de la Universidad de Antioquia tiene abiertas las inscripciones para un total de 12 programas: Psicología, Licenciatura en Pedagogía Infantil, Matemáticas, Tecnología en Alimentos, Tecnología en Regencia de Farmacia, Ingeniería de Alimentos, Contaduría, Tecnología en Artesanías, Artes Plásticas, Administración de Empresas, Ingeniería Agropecuaria y Licenciatura en Educación Básica con énfasis en Educación Artística y Cultural: Música.

Foto Luis Javier Londoño Balbín

En la segunda etapa está prevista la repotenciación y remodelación del bloque 62, con un área aproximada de 1.920 m² para habilitarlo estructuralmente de acuerdo con la norma sismo-resistente de 2010 (NSR). Además de la construcción del intercambio vial para mejorar las condiciones de acceso a la sede. En la actualidad la Universidad de Antioquia cuenta con seis seccionales localizadas en Urabá, Bajo

Foto Luis Javier Londoño Balbín

añadió que la proyección es no solo convertirnos en la universidad del Oriente, sino que la comunidad regional identifique su sentir y sus experiencias allí y que quede una institución socialmente útil, que sea factor de desarrollo local y regional. La inversión estimada de la obra completa es de 152 mil millones de pesos y contempla, entre otros aspectos, la construcción de nuevas edificaciones con aulas, laboratorios, salas de cómputo y espacios de estudio, así como la adecuación de zonas deportivas, parqueaderos y cafeterías. Esta es la primera etapa de un total de tres, en las que se espera aumentar la planta física en 73.352 m² y atender 1.500 nuevos estudiantes de la región. Uno de los aspectos principales en esta primera etapa, es la construcción de un edificio central con aulas,

Parte de la edificación donde funciona en la actualidad la sede de Oriente, que será potenciada con estructura sismo-resistente.

Cauca, Magdalena Medio, Suroeste, Occidente y Oriente. Igualmente cuatro sedes en Amalfi, Segovia, Yarumal y Sonsón. La población matriculada en estas sedes es de 4.299 estudiantes, de los cuales aproximadamente el 78% se han vinculado al mercado laboral, el 76% se desempeñan profesionalmente y 96% lo hacen en las regiones.

La Universidad en las regiones Diecisiete años de trabajo le han permitido a la Universidad de Antioquia redescubrir el departamento y proponer, con base en estos nuevos aprendizajes, las maneras más propicias para aportar al desarrollo de las subregiones, desde su territorio y con la participación de las comunidades locales. La Universidad ha diseñado específicamente para las regiones programas pertinentes que buscan activar las potencialidades existentes para incidir en el desarrollo regional, entre ellos: Ecología de Zonas Costeras en Urabá; Tecnología en Ecología y Turismo en Urabá, Suroeste y Bajo Cauca; Ingeniería Agropecuaria en Urabá, Magdalena Medio y Suroeste; Ingeniería Acuícola en el Magdalena Medio; Oceanografía e Ingeniería Oceanográfica en Urabá; y Tecnología en Artesanías y Tecnología en Joyería para varias subregiones. Con este tipo de programas se busca que el conocimiento y la investigación se adecúen a los proyectos sociales y económicos de las regiones y que la oferta académica se articule a las políticas y necesidades puntuales de cada territorio.


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La Universidad propone medidas para disminuir la deserción Por SARA GIRALDO MAESTRE

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Foto Sara Giraldo Maestre

n Colombia uno de cada dos estudiantes que se matricula en una institución de educación superior –IES– no culmina sus estudios. La deserción es una problemática presente en países desarrollados y en vía de desarrollo, en instituciones oficiales y no oficiales, lo que muestra la complejidad, multicausalidad y dinamismo del fenómeno. Para el Ministerio de Educación Nacional desertor es el estudiante que deja de matricularse por dos semestres consecutivos. En otras palabras, se trata de alguien que desaparece del Sistema Nacional de la Información Superior en ese lapso. Según cifras de esta cartera, en Colombia la tasa de deserción por periodo alcanza el 11.1%, esto es, el porcentaje de estudiantes que estando matriculados un año antes figuran como desertores al año siguiente (ver gráfico). De acuerdo con Patricia Martínez Barrios, viceministra de Educación Superior, el país presenta una tendencia decreciente de la deserción en los últimos dos años, sin embargo los costos siguen siendo cuantiosos. “Los estudiantes que abandonaron sus estudios en las universidades públicas en 2009 le costaron al Estado $221.112 millones, correspondientes al 12.3% del total de aportes de la Nación”, afirma. En el caso de las IES oficiales, el índice nacional de deserción por cohorte –es decir, el número de estudiantes que desertan de cada 100 que ingresan a algún programa universitario– asciende al 50%, y en

Antioquia al 51%. La UdeA presenta el índice más bajo del departamento con un 44%. En las IES privadas la tasa es del 52% a nivel nacional.

Deserción por periodo

Estrategias Con el fin de disminuir la deserción la Universidad de Antioquia consolidó el programa Permanencia con Equidad, que tiene como eje principal el observatorio para leer continuamente el fenómeno y derivar medidas según los hallazgos. Además, busca articular las acciones que ejecutan las diferentes dependencias para lograr un mayor impacto. Para intervenir eficazmente en la deserción es necesario, en primer lugar, identificar las variables que inciden en el abandono. Este precisamente es el objetivo de Alfa Guía, proyecto que reúne a dos universidades europeas y 14 latinoamericanas, entre ellas la UdeA. “En noviembre se tendrá el informe de resultados arrojados por el cuestionario que se aplicará a estas universidades, lo que va a servir de insumo para poder intervenir”, asegura Patricia Estrada, coordinadora del programa Permanencia con equidad. De acuerdo con Néstor López, quien trabaja hace siete años el tema y hace parte del proyecto Alfa Guía, la dificultad de comprender el fenómeno radica en la multicausalidad del mismo. “La deserción puede ser por causas institucionales, personales, económicas, sociales o académicas y cada una de ellas tiene diferentes motivos que afectan a los estudiantes”, afirma. La psicoorientadora Melbin Velázquez, quien también pertenece al programa, explica que el fenómeno es, además, cambiante, lo que hace más complejo su estudio.

Fuente: Viceministerio de Educación Superior

Según Velázquez “lo que puede explicar la deserción en una cohorte puede no explicarlo en otra”, dice. De acuerdo con Daryeny Parada, directora del departamento de Bienestar de la Universidad, se ha detectado que las principales causas de deserción en la Institución son el rendimiento académico, el factor socioeconómico y el vocacional. Para mejorar el rendimiento académico la Universidad ha implementado distintas estrategias como flexibilidad curricular, tutores, ofrecimiento de cursos virtuales y nivelatorios, entre otros. En cuanto al factor vocacional, Bienestar presta servicio de acompañamiento psicopedagógico y de psicoorientación. Respecto del factor socioeconómico, Parada advierte que son los estudiantes de diferentes regiones quienes más dificultad presentan debido a todos los gastos que deben asumir. Además, explica, el 92% de los 37.000 matriculados están en los estratos 2 y 3, que es una población muy vulnerable.

Para contrarrestar tal situación el sistema de Bienestar ha implementado mecanismos como el servicio de alimentación (2.403 estudiantes beneficiados), exención de matrículas de estudiantes en estratos 1, 2 y 3 (6.664 estudiantes), apoyo económico (1.727 estudiantes), tiquete estudiantil para transporte (10.915 estudiantes), entre otros. Además del impacto económico que provoca la deserción existen también implicaciones sociales. Estrada observa que los hogares “envían a un estudiante a la universidad a que se forme como una posibilidad de sacar a la familia de la situación actual” y, por tanto, la deserción genera dificultades al proyecto de vida personal y al ideal de la familia. Como una herramienta para hacer seguimiento, el Ministerio creó el Sistema para la prevención de la deserción en las instituciones de educación superior –spadies–, un software con información estadística sobre la deserción en las IES colombianas. De acuerdo con la Viceministra la meta para 2014 es reducir el índice nacional de deserción por periodo del 11% al 9%. La UdeA por su parte tiene un reto mayor, si se sabe que en la actualidad su índice de deserción por periodo es precisamente del 9 %.

Los cinco programas que presentan mayor deserción por periodo en la UdeA son: Tecnología de alimentos 34%, Matemáticas 24%, Astronomía 20%, Tecnología química 20%, Filosofía 19%, Historia 18%, Traducción inglésfrancés-español 18%, Antropología 16%, Bibliotecología 16% y Licenciatura en filosofía 16%.


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Astrónomos con los pies en la tierra

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Justicia transicional en tiempos de negociación

Foto cortesía

24 de abril de 2013 Auditorio Edificio de Extensión

Somos 70 por ciento agua y 30 por ciento hidrógeno; en la punta de nuestros dedos tenemos átomos de hidrógeno con 13.800 millones de años de edad, dice el profesor Jorge Zuluaga (en la foto, en Bonn, Alemania), quien agrega que al pincharse un dedo, en esa gota de sangre hay tantos átomos como estrellas en todo el universo. Por GISELA SOFÍA POSADA

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esvelos fue lo que vivió Jorge Zuluaga, cuando se le metió en la cabeza calcular la trayectoria del meteorito que produjo estragos en Rusia y dejó heridas a miles de personas en febrero pasado, principalmente en la ciudad de Chelybinsk. Los desvelos pronto se materializaron y, de paso, convirtieron al profesor de Astronomía de la Universidad de Antioquia y a su colega Ignacio Ferrín en los primeros en calcular la órbita que describió el asteroide, un hecho tan inusitado que mereció amplio registro en medios nacionales e internacionales. Al logro, que sin exagerar tuvo visos de hazaña contribuyó, sin duda, el uso de una herramienta poco usual en las comunidades científicas, como fue publicar el trabajo en la red denominada Arxiv, consultada no solo por científicos sino también por millones de ciudadanos en el mundo. Así muchas personas fueron testigos de que el cálculo saliera a la luz pública en un tiempo impensable, y se jugara su tesis en un medio masivo, así los expertos en la materia no se hubieran pronunciado. Una ‘salida por la tangente’ que pareció haber descartado los formalismos y, si se quiere, los caminos en los que se valida o desaprueban teorías científicas. Fue otra muestra de que la ciencia puede ser un elemento cercano y capaz de contar un suceso y explicarlo por complejo que sea. “El medio por el que nosotros publicamos la noticia es un medio científico; lo diferente es que no tiene dos réferis, dos revisores,

sino cien mil. ¿Usted para qué necesita dos revisores si puede tener a los científicos del mundo debatiendo su tesis?”, anota con entusiasmo el profesor Zuluaga y lo dice en tono humilde, emotivo, pero al mismo tiempo triunfante, propio de quien acertó en el momento y el sitio indicado. Ante un evento histórico, peligroso, en donde quedan miles de personas heridas, ¿quién está preparado? se pregunta. “Para mí – dice– la experiencia tuvo de mágico que por primera vez trabajé con un problema real, en donde estaban los datos y había que hacer un trabajo sobre algo que ocurrió de verdad. Es un esfuerzo complejo, sobre todo cuando no somos referente mundial”. Pero llegar a ello no fue el eureka del científico, ni el conejo que sale del sombrero del mago. Décadas de trabajo anteceden el resultado entregado en días posteriores. La teoría planteada, que corrió todos los riesgos y hasta ahora no cuenta con detractores, ha tomado su curso ‘natural’ de llevarse a una revista científica para ser evaluada por los pares internacionales. Una experiencia aleccionadora para los profesores Ignacio Ferrín y Jorge Zuluaga que le dieron piso a las teorías y demostraron con esa intervención mediática por qué la sociedad necesita de astrónomos. Y es que la noticia mostró el iceberg de una disciplina, la astronomía, que tiene bastante profundidad y que, en el caso de la Universidad de Antioquia, tomó un rumbo propio con el pregrado que se creó hace cuatro años, el primero de su género en Colombia, el cual inició con 57 inscritos y hoy, en su vuelo hacia las estrellas, cuenta con ocho estudiantes de último semestre que aspiran a lle-

gar a la última estación, graduarse. En el momento suma 130 estudiantes activos quienes, además de vencer las dificultades propias de la permanencia estudiantil, están retados a vencer el filtro de las exigencias de aprendizaje y el alto rigor académico con que cuenta esta hija de la física. Un camino para apasionados que en este caso es encarnado por Jorge Zuluaga, un científico comprometido con la causa, que por su forma de ser parece mimetizarse con los estudiantes y animarlos a continuar, a pesar de que Colombia sea uno de los países más atrasados en la materia, mientras otros como Perú suman años de avance al contar con una agencia espacial y una plataforma de lanzamiento de cohetes y satélites. Para Mauricio Ruiz Cuervo estudiante del pregrado, quien desertó de su carrera de Ingeniería Química cuando su cabeza solo se quiso ocupar de la órbita solar y de las estrellas en lugar del equilibrio químico de un reactor, está claro que un astrónomo tiene que enseñar y divulgar lo que hace y que como tal la ciencia no prepara para el presente sino para el futuro. Un futuro que en el presente vive tiempos exponenciales y que entrega con velocidad inesperada descubrimientos y nuevos hallazgos. Los astrónomos quieren ganar estatus y queda demostrado que tienen los pies en la tierra más que otras profesiones o disciplinas; sus conocimientos están al orden del día para resolver problemas a los que la humanidad está expuesta, con capacidad de anticipación, y de advertir los caminos azarosos a que está expuesto este punto azul llamado tierra en su ruta por el universo.

En la actualidad el gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de ColombiaEjército Popular –FARC-EP– adelantan diálogos en La Habana, Cuba, buscando poner fin al conflicto armado que ha padecido el país por más de cincuenta años. Uno de los puntos que tendrá que ser abordado concierne a la forma como se producirá la reintegración social y política de los dirigentes y militantes de la organización guerrillera, y uno de los instrumentos con los que se cuenta para ello es la llamada justicia transicional. La Facultad de Derecho y Ciencias Políticas y el Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia, en asocio con el Programa de Investigación sobre Conflicto Armado y Construcción de Paz –ConPaz– del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de los Andes, con el auspicio de la administración central de la Universidad de Antioquia y de la Cátedra Unesco en resolución internacional de conflictos y construcción de paz, realizarán el miércoles 24 de abril de 2013, en el Auditorio del Edificio de Extensión, el foro “Justicia transicional en tiempos de negociación”.

Programación 8:30 a.m. La justicia transicional: sus límites y sus posibilidades. Julio González. UdeA. 9:00 a.m. Derecho penal y representación de la atrocidad masiva. Esteban Restrepo. UniAndes. 9:30 a.m. La justicia transicional y la paz negociada. Iván Orozco Abad. UniAndes. 10:30 a.m. Encuentro con los otros: perspectivas para la reconciliación en Colombia. Angelika Rettberg. UniAndes. 11:00 a.m. Transacción y lugares del castigo en Colombia. William Fredy Pérez. UdeA. 11:30 a.m. La justicia transicional en Colombia: un análisis crítico de la experiencia reciente. Gabriel Ignacio Gómez. UdeA.


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La graficación de las redes entre las 50 mayores empresas de Colombia ayuda a visualizar que las relaciones más intensas – debido a que las empresas comparten varios directivos– ocurren dentro del Grupo Empresarial Antioqueño

Elites fragmentadas en Colombia, desarrollo sin rumbo Por JULIÁN CÁRDENAS* Ph.D. Profesor Sociología julian.cardenas@onlinebschool.com

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a mitad de las grandes empresas de Colombia están unidas, la otra mitad no. El análisis de las redes entre empresas por las relaciones de sus directivos muestra un poder empresarial en Colombia disperso y fragmentado. Esta falta de cohesión nacional entre las elites económicas es reflejo de cómo es el desarrollo del país: desigual y descoordinado. En Colombia no hay un proyecto de país, sino proyectos de empresas o grupos empresariales, lo cual puede resultar peligroso ante la inminente entrada de inversión y capital extranjero, y convertirse en un freno a la construcción de infraestructuras nacionales y en la formación de una política coherente para el desarrollo económico. Cuando un directivo se sienta en la mesa de varias juntas directivas crea un enlace de

comunicación, un posible canal de influencia y teje una red entre estas empresas. Por ejemplo se crea una red entre Avianca, ISA y Emgesa debido a que la señora Luisa Fernanda Lafaurie se sienta en la mesa de las juntas directivas de estas tres empresas simultáneamente. Este fenómeno llamado interlocking directorates (relación entre empresas por compartir directivos) es ampliamente estudiado alrededor del mundo y es la base para el conocer y comprender cómo se organiza el poder y las elites empresariales. Es vox populi que grandes grupos económicos y familias dominan la economía colombiana –Grupo Empresarial Antioqueño, Ardila Lulle, Aval, Santo Domingo, Char, Sarmiento–. Sin embargo, existía la incógnita sobre si estos grupos y familias tenían vínculos entre sí y si formaban una elite unida y cohesionada a nivel nacional. El estudio de las redes entre las grandes empresas colombianas debido a las múltiples pertenencias de sus directivos muestra un conjunto de empresas conectadas, especialmente aquéllas que pertenecen a un grupo económico pero con pocas conexiones entre los

grupos. Sorprende que no haya directivos que pertenezcan al Grupo Empresarial Antioqueño y a la vez al Grupo Aval o al Grupo Santo Domingo o al Char, algo que sí ocurre en otros países como Francia con alta presencia de grupos económicos. Llama la atención el alto número de empresas aisladas, sin relaciones con otras empresas: 23 de las 50 mayores corporaciones de Colombia prefieren una dirección cerrada, autárquica y sin canales de información. Es posible que el gran peso que tienen las grandes familias conlleve un cierre a todo aquello que no fuere de confianza absoluta. La desconfianza a abrir sus juntas a directivos independientes puede traducirse en un limitante para su futuro crecimiento nacional e internacional debido a la carencia de fuentes de financiación y la falta de contactos con capital social internacional. La graficación de las redes entre las 50 mayores empresas de Colombia ayuda a visualizar que las relaciones más intensas –debido a que las empresas comparten varios directivos– ocurren dentro del Grupo Empresarial Antioqueño. Esta fuerte cohesión interna del poder antioqueño puede

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ayudar a entender la creación de discursos coherentes en la región como el de la ciudad innovadora, algo que no ocurre en el centro o la costa del país. La elite empresarial del Grupo Aval, ubicada en Bogotá, está menos cohesionada y excesivamente dependiente de Porvenir para conectarse. En la costa Caribe, las empresas prácticamente no comparten elites, no hay una comunidad cohesionada. Hay grandes familias pero muy cerradas, lo que impide promover políticas comunes de desarrollo. Parece Colombia una amalgama de campeones locales y no una unión de campeones nacionales como ocurre en Estados Unidos, Alemania, Francia, España o Chile.1 Además del peso de la familia y los grupos económicos, la explicación a la falta de redes entre las empresas hay que buscarla en el control por parte de capital extranjera de empresas centrales como Ecopetrol, Bavaria o Cerromatoso. La entrada masiva de inversión extranjera ha desarticulado la construcción de una elite económica unida en el país. ¿Hace falta una unión de las elites empresariales en Colombia? Si tomamos como medida de éxito económico la subida del PIB o el crecimiento de los activos empresariales observamos que el país no necesita una elite cohesionada para que sus empresas vayan bien. Pero la falta de una elite unida resulta necesaria para la construcción y coordinación de proyectos económicos más ambiciosos para los cuales se necesita el aporte de los grandes grupos y familias. Colombia padece de débil comunicación por carreteras, bajo capital inversor en tecnología, subdesarrollado mercado de capitales para la financiación y diversos discursos al desarrollo y la política exterior de comercio. Esta desigualdad y descoordinación es una amenaza ante la libre circulación de mercancías en América [y] ya puede suponer una fuerte descapitalización de las empresas colombianas. La cohesión de las elites empresariales podría ayudar y conducir a la construcción de un país con intereses nacionales y globales, y no de superar la era de los poderes locales con intereses locales y particulares.

*Integrante del Grupo de Investigación Redes y Actores Sociales Universidad de Antioquia

Notas 1. Cárdenas (2012) “La organización en red del poder corporativo: una tipología de redes corporativas”. Revista Internacional de Sociología. Vol 71 (1): 77-105.


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La feria de los estereotipos Profesora de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia

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o en balde las últimas series de los canales privados colombianos tienen como referente el narcotráfico con todo el marco de violencia, compra y desacato a la justicia, imposición del “todo vale” porque con plata todo se paga, y personajes que van desde el Escobar Gaviria hasta los Castaño Gil; series que se emiten en horario prime time, donde está la mayor audiencia. Sus simbolismos, contenidos y formatos no se quedan solamente en nuestra geografía sino que se exportan a otros países, con lo que se recuperan con creces los costos de producción. Negocio redondo como lo fue, y lo es, el tema que los inspira. De los novelones a las series, de los temas de narcotráfico al paramilitarismo, del facilismo de atrapar a una audiencia para captar los mejores dividendos publicitarios, de historias que se cuentan en titulares de prensa y se recrean en fórmulas fáciles del sexo a la violencia, crimen organizado y desorganizado: una pantalla sin la debida responsabilidad social y autoridades de televisión sin autoridad y sin visión. El tráfico de sustancias prohibidas no es una temática nueva en el mundo audiovisual. En los años 30, en Norteamérica se vivía la prohibición del alcohol, y con ello el surgimiento de las mafias que hacían los vericuetos necesarios para burlar la ley y negociar el licor prohibido. Historias que se tejían y entretejían en los suburbios de Nueva York, pasando por San Francisco a las calles de Chicago, con toda la maraña de tramas para hacer prosperar el negocio subterráneo: la venta y tráfico ilegal del alcohol. Con parte de esta temática, y en medio los detectives, policías y delincuentes que entrecruzaban barbarie y cinismo, se recrearon historias diferentes a los trajinados melodramas de los años 50, por parte de grandes directores de cine como Fritz Lang, Orson Welles, Raoul Walsh, Howard Hawks, John Huston, Nicholas Ray, por citar sólo algunos. Ellos realizaron verdaderas obras de arte que permitieron la aparición de uno de los géneros más importantes del arte cinematográfico: el cine negro, un género que no permitía concesiones a fórmulas fáciles, estereotipos, o malas estructuras; era arte en el cine, de la narrativa, de la fotografía expresionista, de los personajes bien construidos, de los diálogos con fuerza dramática, de una puesta en escena inmejorable; historias que daban cuenta, desde diferentes

facetas, del crimen organizado de los años 30 y posteriores. Era el arte de narrar sin concesiones ni facilismos o acomodos dramáticos. Este ejemplo nos hace pensar que narrar ciertas realidades no es un problema de los temas o de las historias, es un problema de saber contarlos, de manejar con suficiente solidez la dramaturgia que ellas comportan, de manejar una estructura dramática diferente a la obviedad del sexo o la violencia per se, de permitir al espectador, no sólo conocer la cruda realidad, sino entender los fenómenos que atrapan esa realidad, desde lo cotidiano pasando por lo social, lo político, lo económico y lo cultural. En los últimos años la temática de la prohibición de narcóticos y su tráfico ilegal en Colombia se volvió moda mediática a partir de las series televisivas que producen y exportan los canales privados: El capo, Sin tetas no hay paraíso, Escobar el patrón del mal, Las mu-

jeres de la mafia, historias que se cuentan y se recrean sobre hechos que han atravesado cultural y socialmente la vida de ciudades, pueblos, y campos colombianos. Hacer una serie televisiva sobre hechos históricos recientes o lejanos requiere, además de una exhaustiva investigación, una excelente producción y una narrativa sin concesiones, no limitada en talento y presupuesto. Mucho se habla de la diferencia entre el documental y la ficción y las licencias literarias o dramatúrgicas permitidas en este último formato. La serie histórica Los Tudor, de factura inglesa y canadiense, creada por el historiador Michael Hirst, es un buen ejemplo: 38 episodios, con licencias literarias o de casting como la selección de un Enrique VIII joven y atractivo a diferencia del Enrique que apreciamos en el retrato de Holbein: un rey obeso, pelirrojo, pesado, pero que en la interpretación de Jonhatan Rhys Meyer es excelentemente representado, enmarcado en una gran producción y dirección. Cada capítulo es una recreación visual e

histórica, que permite triviales licencias históricas; lo sabe su creador e historiador Hirst, quien conoce a su vez que estas licencias no desvirtúan la visión central del al historia El Patrón del mal de Caracol televisión, con muy buen casting, permitió una caracterización de Pablo Escobar que da cuenta de sus mañas, desparpajo, arrojo, cinismo y cierta timidez marcada en su forma de hablar. Las locaciones, extras, tramas y plots secundarios hacen parte de una construcción dramática interesante, más cercana a la realidad, y de una verosimilitud que hace creíbles los diferentes episodios. Aparte de la insistente repetición de la reiterada temática, de la visión de los pablos y los pepes, RCN con Los tres caínes pone en escena una serie desafortunada sobre los Castaño Gil. Desde el nombre hasta varios de los personajes que allí se interpretan rayan en extremo con la ramplonería que los vuelve inverosímiles. Cuando se tiene que justificar el nombre de Los tres caínes; cuando se olvidan detalles como el origen real del paramilitarismo que tiene tanto de negocio,

desatención estatal, narcotráfico, fanatismo y venganza; cuando RCN acepta libretos tan mediocres y mal estructurados, pues el punto de vista desde el cual se narra la historia de los Castaño Gil es, además de su afán violento y desmedido, excesivo en el trajinar cotidiano, donde, por ejemplo, prima un ansia de sexo con la “hembrita” del hermano que voltió la cabeza, para caerle encima (esto es ramplonería); y pasan uno, dos y tres capítulos centrados en ese novelón sexista. A esto le sumamos la construcción de personajes que rebasan en una ingenuidad no creíble, su ira permanente. ¿Es así la realidad? ¿Acaso los matices en las interpretaciones no le dan riqueza a los personajes? Es el estereotipo lo que interesa y prima en la serie. Un casting lejano al físico de los Castaño Gil, hace sobreactuar a los actores para hacerlos creíbles, en su gestualidad y acento. Un diseño de producción pobre, inadecuado,

gratuito. El lenguaje, los diálogos y los acentos, tan exageradamente expresados, hacen una vez más estereotipada la serie. El aspecto ideológico es quizás uno de los más desafortunados al acentuar la visión de los Castaño Gil atravesada por el dolor de una familia debido a un padre muerto en manos de la guerrilla, y su intención por señalar lo que tenga asomo de pensamiento de “izquierda” la hace patinar en gratuitos señalamientos, en acomodos innecesarios, más cercanos a una lógica de instigación que de contextualización. Además, cuando las acciones se vuelven inexactas, vulneran instituciones, personas y colectivos, como fue el señalamiento velado a la Universidad de Antioquia y a sus sociólogos, hecho que produjo un justo reclamo de la Institución respondido por el Canal con excusas lamentables sobre lo que no se quiso decir, o tal vez sí. Toda obra audiovisual se cuenta, obviamente, desde un punto de vista; pero no se puede caer en el desparpajo de acomodar detrás de la mirada desde la cual se narra una realidad cercana solo a intereses económicos o políticos. El fenómeno del paramilitarismo, como el tema del narcotráfico, son asuntos serios y graves en la historia de Colombia:

Ilustración Juan Andrés Álvarez Castaño

Por OLGA CASTAÑO MARTÍNEZ*

narrarlos a través de una historia acomodada que llega a diferentes públicos que posiblemente los han padecido en las consecuencias de violencia, sociales o económicas, o que simplemente no los conocen, requiere de más seriedad, profesionalismo, respeto, y porque no, responsabilidad social, que es una obligación de los medios de comunicación públicos y privados.

*Especialista en cine y televisión


Foto Juan Andrés Álvarez Castaño

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Pedro Medellín caracteriza el modelo de universidad burocrática como una organización con una elevada resistencia al cambio, marcada por espacios de legitimidad recortada, por la concentración de las decisiones administrativas y el descentramiento de poderes, y por una competencia muy fuerte interna pero con resistencia a la evaluación externa.

Gobierno y gobernabilidad, una alternativa frente a la crisis Por LUIS JAVIER LONDOÑO BALBÍN

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a universidad es hoy uno de los principales agentes receptores de la crisis económica en Europa y uno de los más duramente impactado. Esta situación, casi inadvertida entre las continuas protestas de los ciudadanos que se oponen a las recetas de rescate financiero implantadas por el Banco Central Europeo en países como Grecia, España, Italia, Portugal y demás, representa no pocos desafíos para la institución que surgió hacia el siglo doce y la está forzando a introducir cambios, pero no solo en el antiguo, sino también en el continente americano. Tal problemática la evidenció el profesor Pedro Medellín en una de las charlas sostenidas este año con directivos universitarios, a instancias del proceso de transformación en el que se encuentra la Universidad de Antioquia. En la conferencia Gobierno y gobernabilidad, una alternativa frente a la crisis, el profesor de la Universidad Nacional cuestiona la concepción según la cual la universidad es una organización abierta, contenida en un sistema de equilibrios particulares y de poderes en donde las cosas fluyen con cierta homogeneidad.

Tras afirmar que el mundo académico es un espacio cerrado, al cual tienen acceso solo unos pocos, Medellín se pregunta qué pasa en las organizaciones “donde hay poderes no explícitos, donde hay pequeños feudos concentrados, donde la información no fluye porque es una fuente de poder, donde los fines de unos son los medios de otros”. Observa el también columnista de El Tiempo que la gobernabilidad es hoy el factor crítico de las transformaciones de las universidades, cuyos procesos están atravesados por los recortes presupuestales, dando paso a modelos de universidad distorsionados. Medellín plantea el gobierno como un problema de conducción que implica tanto un proyecto ideológico, como de universidad y de sociedad. “Toda organización que se gobierne –explica– implica estos componentes y se considera como un problema político en el sentido de que hay conflictos porque hay distintos actores e intereses”; además –añade–, está condicionada por incertidumbres, en donde todo no necesariamente puede ser previsto, y hay una disputa por el poder. En ese sentido, afirma que cuando estamos hablando de gobierno estamos poniendo el tema de la discusión política de la universidad, y no tanto el problema gerencial o la discusión sobre si somos más eficientes o no.

El propósito del que gobierna – asegura– es construir hegemonías más o menos intensas, para lo cual moviliza intereses y actores, y aprovecha los escenarios de incertidumbre para concentrar el poder.

Modelos El exministro chileno y académico José Joaquín Brunner –recuerda el profesor Medellín– en un trabajo sobre la reforma de la universidad latinoamericana asimila la universidad a un organismo político y dice que la gobernanza en la institución debe analizarse desde el punto de vista del régimen de gobierno y desde la manera como se gestionan los recursos. Esto es –explica–, se debe evaluar si el agente que gobierna es externo como el Estado, o interno como una comunidad religiosa, por ejemplo, y si los recursos se gestionan de manera burocrática, es decir, siguiendo jerarquías claras, una normatividad establecida, un sistema de selección sometido externamente, o si se gestionan desde el punto de vista empresarial. Para Brunner –observa Medellín– el problema de la gobernabilidad debe verse desde la doble perspectiva, de quién y de dónde es el agente que toma las decisiones en la universidad, y si los recursos se gestionan conforme a unas reglas de juego burocráticas o empresariales. En función de esas variables

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–precisa– Brunner construye un esquema que sintetiza la evolución de la universidad en la historia, y caracteriza cuatro modelos de universidad al poner en un eje la gestión burocrática y la gestión empresarial y en el otro un gobierno de agente externo y un gobierno de agente interno. De acuerdo con el esquema propuesto, se puede distinguir, entonces, el modelo burocrático de universidad, el modelo de universidad colegiada, el modelo de universidad de parte interesada y el modelo de universidad emprendedora. “¿Cómo puede uno caracterizar el modelo de gobierno en una universidad burocrática, en una universidad pública?”, se pregunta el profesor Medellín y responde: “el gobierno de la universidad es un régimen de obediencias endebles, es decir, desde el punto de vista formal se acata pero desde el punto de vista real no se cumple”. Se trata de un régimen de obediencias endebles –explica– porque existe democracia representativa pero restringida, en tanto los representantes solo pueden tomar decisiones en algunos asuntos. Medellín sostiene que el gobierno en una universidad burocrática, pública, se caracteriza, además, porque la dinámica de la toma de decisiones está regida por puntos que no siempre son claros, por intereses que no siempre son explícitos. “Y en tercer lugar –agrega–, en la universidad sí que se cumple el tema de que si uno quiere que alguna cosa fracase crea una comisión”. Según el profesor de la Universidad Nacional, en un régimen de obediencias endebles la información es una fuente de poder; los fines y medios de unos no son los fines y medios de otros, no hay sincronía entre fines y medios; la dinámica de los tiempos diverge, unos son los tiempos del gobierno, otros son los tiempos de la organización, y la relación está regida por relaciones de poder, desde la mayor hasta la más pequeña de las instancias. Agrega que en un régimen de obediencias endebles como el de la universidad existe una elevada resistencia al cambio, hay espacios de legitimidad recortada, los sistemas administrativos están marcados por una centralización en las decisiones y un descentramiento de los poderes, y es internamente muy competitivo, pero externamente no se expone a la competencia ni a la evaluación. Con un panorama así –observa Medellín–, la crisis es cuestión de tiempo, resulta fácil pasar de la discusión sobre la autonomía a la insularización, la productividad es baja y “se entiende por qué las decisiones en la universidad pública son tan lentas, y por qué es tan difícil que las cosas cambien, que las cosas fluyan”.


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A pesar de los esfuerzos, en Medellín la violencia no da tregua Gráfico 1. Medellín, tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes, 1980-2012

Por DEIMAN CUARTAS CELIS y GERMÁN DARÍO VALENCIA AGUDELO Profesores del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia

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esde que se comenzaron a llevar registros sistemáticos sobre la violencia urbana en Colombia la ciudad de Medellín ha presentado una de las tasas más altas de homicidio y su media ha estado siempre por encima de la nacional. Las causas de este comportamiento han sido diversas: hasta 1990, el principal foco de violencia fue el narcotráfico; luego, y hasta mediados de la primera década de 2000, las milicias urbanas y los grupos paramilitares; en el presente son las bandas criminales las principales generadoras de violencia en la ciudad (ver gráfico 1). Durante todo este largo periodo, las autoridades locales y nacionales han buscado de manera reiterada y variada combatir los focos de violencia, unas veces de manera frontal contra los narcotraficantes y otras buscando la salida negociada con las milicias y las Autodefensas Unidas de Colombia. También en la ciudad, durante las últimas tres administraciones, se han realizado programas integrales de equipamiento urbano y de urbanismo social, junto con el apoyo a la educación, la salud y la generación de empleo, configurando con ello una decisión política y presupuestal de ejecutar diversas herramientas, esenciales en el desarrollo de la ciudad y la sociedad misma. A pesar de estos esfuerzos, de nuevo la ciudad se enfrenta con otra ola de violencia 1. En esta ocasión se libra una guerra entre y contra las bandas criminales, en varias comunas de la ciudad (principalmente las comunas 6, 7, 8, 10, 13 y 16). Desde hace más de seis meses la violencia se viene incrementando a causa de disputas de las mismas bandas criminales por apropiarse del territorio para obtener rentas del microtráfico de

Fuente: SIJIN, Policía Metropolitana del Valle de Aburrá.

estupefacientes y las diversas formas de extorsión y control social que ejercen sobre el territorio. El incremento en el número de homicidios y de decenas de familias desplazadas internamente hacen cotidiano el miedo y la zozobra para diversas zonas de la ciudad, atribuidos, en su mayoría, a la lucha entre los combos delincuenciales (que según la Policía Metropolitana son 119) y bandas al servicio del narcotráfico (que llegan a 350, según contabiliza la ONG Corpades). En el último Informe sobre la situación de los Derechos Humanos en la ciudad realizado por la Personería de Medellín (2013: 18)2, presentado el 28 de febrero de 2013, señala cómo “el poder coercitivo de los grupos ilegales no solo se expresó en la comisión de homicidios, sino en la intimidación armada a la población, mediante disparos, de manera persistente, con armas de largo alcance y de uso privativo de las Fuerzas Armadas, la imposición de fronteras ilegales, los desplazamientos forzados intraurbanos, las amenazas, las extorsiones, la vinculación de niños, niñas, adolescentes (NNA) y jóvenes a sus organizaciones y actividades ilícitas, la desaparición de personas, la inversión de dineros ilícitos en las actividades económicas legales formales e informales, la explotación ilegal del suelo urbano y semirural, la pretensión de acceder a recursos públicos y su incidencia directa e indirecta en los espacios de participación social y política, así como en organizaciones comunitarias”. Las medidas recientes para luchar contra este incremento de

la violencia en la ciudad se dirigen a atacar, lo que la literatura llama, las causas subjetivas. De nuevo se está ampliando los efectivos en la ciudad, se está implementando el Plan 20.000, que consiste en incrementar en este número el pie de fuerza para la ciudad: este año en 1.000 efectivos y en el próximo año en 9.000, hasta llegar en el mediano plazo a los veinte mil. También se busca mejorar la tecnología y contar con personas especializadas en el combate a organizaciones criminales (por ejemplo, creando un Comando de Operaciones Especiales). Esto muestra un avance para la ciudad en reconocer, por parte de las autoridades, que el problema no es solo el microtráfico, la extorsión y otros delitos menores; la ciudad se enfrenta a un gran negocio criminal, con grandiosos incentivos para su permanencia y crecimiento; se está reconociendo que Medellín y el país se enfrentan a la multinacional industria del narcotráfico y sus actividades conexas. Pero las autoridades no deben olvidar que la lucha contra la violencia también se hace de otra manera. Así como las fuentes de la violencia son diversas, las formas de trabajar en su erradicación también lo son. Es necesario continuar trabajando en mejorar los niveles de acceso a infraestructura de servicios sociales (salud, vivienda y educación), que impacte sobre los niveles de ingresos, y, en general, en las condiciones de vida para la gran mayoría de los habitantes de la ciudad, y con ello, reducir los altos niveles de inequidad que padece Medellín y Colom-

bia. Hay que seguir diseñando e implementando políticas públicas que amplíen las oportunidades de empleo para los jóvenes, programas de seguridad alimentaria que ayuden en la difícil problemática de las madres cabeza de familia e incentivos para que la población adopte la legalidad como un patrón de comportamiento tanto individual como colectivo. La lucha de las autoridades contra los combos y organizaciones criminales son importantes. Pero también es importante reconocer que se requiere, para erosionar las bases objetivas de la violencia, la implementación de acciones del gobierno que vayan más allá del uso de la coerción, incentivando la convivencia y la construcción de capital social. Es necesario complementar las acciones en materia de seguridad y justicia con otros instrumentos de política, que incidan de forma decidida sobre las condiciones de vida de una parte importante de la población de la ciudad. La construcción de una sociedad más armónica, justa y equitativa exige un proceso de fortalecimiento de la confianza mutua y el apoyo económico que permita sentar las bases de un verdadero Estado Social de Derecho, más abierto e incluyente. Del éxito de estas lecturas y sus traducciones en formas de intervención y políticas puede depender la sostenibilidad de los actuales niveles de violencia y las posteriores mejoras que este grave flagelo comportan para una sociedad como la nuestra. Y de esta manera podría seguirse reconociendo a Medellín como una ciudad innovadora, en materia de lucha contra la violencia.

Notas 1. El último informe del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses indicó que en los dos primeros meses de 2013 los homicidios en Medellín aumentaron el 21,2%, con respecto al mismo periodo de 2012 (se registraron 189 asesinatos). 2. Personería de Medellín (2013) “Informe sobre la situación de los Derechos Humanos en la ciudad, 2012”. Personería de Medellín. En línea: http://www.personeriamedellin.gov. co/documentos/INFORME_D1.pdf


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In-justicia e inequidad Por FRANCISCO CORTÉS RODAS Director del Instituto de Filosofía franciscocortes2007@gmail

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l filósofo español Carlos Thiebaut define la cuestión central de la ética como el rechazo del daño, es decir, como la reacción de indignación y protesta ante el maltrato del otro producido por obra humana. El filósofo mexicano Luis Villoro afirma que la experiencia de la injusticia expresa una vivencia originaria: la vivencia de un mal injustificado, gratuito. Según estos autores, para entender el sentido de la justicia es necesario considerar de un modo distinto la injusticia, para poder ver de forma más clara una condición común, la de víctima, y especialmente el sentido de injusticia que inspira en quienes la experimentan. Para plantear una idea de justicia que dé cuenta de los problemas fundamentales de nuestros países es necesario tener en cuenta que en sociedades no desarrolladas, la formulación de una reflexión sobre la justicia no puede consistir, como lo propone el liberalismo contemporáneo, en partir de la determinación de principios universales de justicia para buscar posteriormente su realización en sociedades específicas. El punto de partida de una reflexión sobre la justicia en nuestra realidad social tiene que resultar de la comprensión de la injusticia real que viven los millones de hombres excluidos de la posibilidad de disfrutar de las condiciones sociales, económicas y políticas que teóricamente les pertenecen como miembros de una comunidad política. Brevemente podemos ver algunos datos sobre la situación de la pobreza a nivel global y a nivel regional. A nivel global aproximadamente 2.000 millones de personas –cerca de una tercera parte de la humanidad en 2012– viven por debajo de la línea de pobreza. De unos 7.000 millones de seres humanos, 815 millones carecen de una nutrición adecuada, 1.100 millones no tienen acceso al agua potable, y 2.400 millones están privados de las condiciones sanitarias esenciales (UNDP: 2008), más de 880 millones no poseen acceso a servicios básicos de salud (UNDP: 2011), y 1.000 millones viven sin una vivienda adecuada. La crudeza de estos datos y la implicación del orden económico mundial en el aumento de la pobreza, permite mostrar que las graves carencias que viven hoy millones de personas en el mundo entero

...en América Latina en el año 2011, los estratos más ricos, que son el 20% de la población, controlaban el 54.24% del Ingreso Nacional Total, el 60% de la población disponía del 40.81%, mientras que el 20% de la población más pobre solamente disponía del 4.71% de este rubro.

se pueden calificar como injustas, y que las situaciones de pobreza y desigualdad radical existentes, particularmente en el mundo subdesarrollado, son un problema de justicia económica global. En América Latina la situación es también dramática. Aunque en la última década se han dado, de un lado, importantes procesos de crecimiento económico en varios países de la región y una cierta disminución de la pobreza, estos procesos, de otro lado, no han servido para disminuir de forma sustancial la desigualdad. En la región hay en la actualidad 174 millones de habitantes en situación de pobreza y 73 millones de ellos en condiciones de pobreza extrema o indigencia. En la mayoría de los países de América Latina las disparidades de los niveles de ingreso se han ampliado y las tensiones distributivas se han acrecentado. Esto quiere decir que ha aumentado la desigualdad. En el año 2011, de un total de dieciocho países, en quince más del 25% de la población vive bajo la línea de pobreza, y en once, el número de pobres es mayor del 45%. Según el informe del Panorama social de América Latina 2011 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, en las últimas dos décadas la tasa de pobreza en América Latina se redujo 17 puntos porcentuales (de 48,4% a 31,4% de la población),

mientras que la tasa de indigencia subió a 12,8 % en 2011. El aumento de la desigualdad se manifiesta en el nivel de concentración de ingreso. La evolución del proceso de concentración del ingreso en los últimos 20 años muestra que el grupo de mayores ingresos ha aumentado de forma considerable su participación en el ingreso en detrimento de los grupos más pobres. Según el mencionado informe de la Cepal, en América Latina en 2011, los estratos más ricos, que son el 20% de la población, controlaban el 54.24% del Ingreso Nacional Total, el 60% de la población disponía del 40.81%, mientras que el 20% de la población más pobre solamente disponía del 4.71% de este rubro. El incremento de la desigualdad y la ampliación de las disparidades en los niveles de ingreso, que muestran estas cifras, indica, entonces, que para poder erradicar la pobreza en América Latina se requiere, no sólo de la implementación de programas redistributivos internos, sino también transformar los factores internos de poder y dominación. En la medida en que la pobreza en América Latina es resultado de procesos de dominación y explotación que han sido funcionales a los intereses de los grupos más poderosos, no basta con establecer mecanismos redistributivos para darle a los más pobres algunos recursos. Es necesario generar cambios en las injustas estructuras internas de poder y dominación. Ahora bien, si se puede demostrar que hay una relación que vincula de manera necesaria las situaciones de pobreza existentes en nuestros países con el beneficio que han obtenido los grupos más poderosos de las respectivas sociedades, se estará en capacidad de establecer la responsabilidad que éstos tienen frente a la pobreza y de criticar como injustos los órdenes económicos y políticos existentes. En este sentido, la experiencia de la injusticia —en este caso como pobreza o indigencia de millones de personas— es la vivencia de un mal injustificado. Considerando de esta manera a la injusticia quizá podamos comprender el sentido de lo que es la justicia con mayúsculas y esto posiblemente pueda motivarnos al rechazo del daño, es decir, a la movilización social y a la protesta por el perjuicio que se le ha hecho a tantos hombres por obra de los mismos hombres.

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La justicia transicional: ¿un obstáculo o una posibilidad? Por JULIO GONZÁLEZ ZAPATA Profesor Facultad de Derecho y Ciencias Políticas

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a justicia transicional es una institución en construcción con la cual se pretende dar respuestas a graves atropellos a los derechos humanos cuando una sociedad emprende un proceso de transición de una dictadura, una guerra civil, un conflicto armado interno, o cualquier otra situación política catastrófica, hacia una nueva organización que permita una reconciliación entre sus habitantes. En la comunidad académica y política internacional se han fijado cuatro objetivos principales a las justicia transicional: la verdad, la justicia, la reparación y la garantía de no repetición. A pesar de que existe un alto consenso sobre los objetivos de la justicia transicional no existe acuerdos ni sobre el contenido de esos objetivos ni tampoco sobre los modelos que deben establecerse para su realización. Los países que han ensayado la justicia transicional han acudido a diversos modelos, difícilmente estandarizables, dadas las peculiaridades de cada conflicto. En cuanto a la verdad se le ha apostado a los procesos judiciales, a las comisiones de verdad (algunas con funciones judiciales y otras no). Con respecto

En la comunidad académica y política internacional se han fijado cuatro objetivos principales a las justicia transicional: la verdad, la justicia, la reparación y la garantía de no repetición.

a la reparación, algunos países han asumido íntegramente el pago a las víctimas y en otros se ha pensado que deben concurrir los victimarios, el Estado e inclusive la comunidad internacional. Sobre la justicia se ha ensayado la aplicación de las penas consagradas en los códigos penales para los delitos correspondientes, en otros casos se ha hablado de penas alternativas y hasta se ha prescindido de ellas. Y sobre la garantía de no repetición se ha considerado que puede obtenerse mediante reformas institucionales como depuración de algunos organismos oficiales (fuerzas armadas o judicatura especialmente), expedición de algunas normas jurídicas y hasta la expedición de una nueva Constitución. Es decir, el abanico de posibilidades para alcanzar esos objetivos es amplio, pero no es posible pensar que una fórmula que haya sido exitosa en un país pueda trasladarse automáticamente a otro. Entre nosotros la primera experiencia de justicia transicional se produjo con la Ley 905 de 2005 (Ley de Justicia y Paz), cuyos resultados, en ocho años de vigencia, son bastante magros. No hay espacio para extenderse en su evaluación, pero vale la pena señalar el esquema general que se usó para aplicarla. En cuanto a la verdad, se le apostó

solamente a la verdad del proceso judicial y básicamente dependiendo de la confesión de los victimarios. La reparación inicialmente se pretendía realizar con los bienes que entregaran los desmovilizados aun cuando posteriormente se dictó la Ley 1448 de 2011, en la cual se enfatiza en la restitución de tierras. La justicia se asumió como sinónimo de castigo y se fijó una pena alternativa que va entre cinco y ocho años de prisión. Sobre las garantías de no repetición, se le apostó al arrepentimiento de los victimarios, pero no hubo ninguna modificación ni en el esquema institucional y tampoco transformaciones de las estructuras sociales, políticas y económicas que dieron origen al conflicto. Tal vez, como lo han señalado algunos observadores, una de las peculiaridades de la aplicación de la justicia transicional en Colombia fue que se ensayó en medio y no después del conflicto. Posteriormente se dictó el Acto Legislativo 01 de 2012 “Por medio del cual se establecen instrumentos jurídicos de justicia transicional en el marco del artículo 22 de la Constitución Política y se dictan otras disposiciones”, en el cual se observan grandes diferencias con la Ley 905 de 2005. Se establece que una ley estatutaria podrá crear

una comisión de la verdad de carácter extrajudicial, que la justicia transicional se realice mediante mecanismos judiciales o extrajudiciales y que se aplique también a agentes del Estado; expresamente se abre la posibilidad de utilizar criterios de selección y de priorización para la investigación de los mayores responsables de los delitos más grave y se abre un ramillete de posibilidades frente al castigo, pues autoriza que esa misma ley estatutaria pueda: “… establecer los casos, requisitos y condiciones en los que procedería la suspensión de la ejecución de la pena; establecer los casos en los que proceda la aplicación de sanciones extrajudiciales, de penas alternativas, o de modalidades especiales de ejecución y cumplimiento de la pena; y autorizar la renuncia condicionada a la persecución judicial penal de todos los casos no seleccionados”. Un tema prioritario en las conversaciones que actualmente adelantan el gobierno y las FARC en La Habana será darle contenido a esa ley estatutaria que deberá dictar el Congreso de la República. Más que fórmulas preestablecidas para otros países y otras condiciones, es de esperar que impere el deseo sincero de la reconciliación nacional y que con imaginación y buena fe se pueda llegar a un instrumento legal que le dé soporte jurídico a esa reconciliación. Es un reto enorme que compromete a los negociantes y al país entero.


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finales de Semana Santa comenzó el viacrucis para el proyecto de reforma a la salud impulsado por el ministro de Salud Alejandro Gaviria y presentado ante el Congreso por el presidente Juan Manuel Santos. En primer lugar, el senador Jorge Robledo, un peso pesado en la redes sociales con gran capacidad de influencia en algunos sectores de la opinión pública, se manifestó en su contra en un texto que pronto fue viral en internet: “La reforma a la salud de Santos y Gaviria es la peor desde 1993”, escribió Robledo con su acostumbrada severidad, y agregó que la reforma retrocede hasta esa fecha lo conquistado hasta hoy en salud, y conspira contra la tutela con la que se defiende la gente. Como era de esperarse, un sinfín de analistas entraron a terciar sobre el fundamento de las acusaciones. Para completar esa semana de pasión, Daniel Coronell, en su columna de la revista Semana, enfiló baterías contra la propuesta de reforma parlamentaria a la salud, en particular contra el autor de la iniciativa, el representante a la Cámara Holger Díaz Hernández, a quien acusó, con la autoridad y la contundencia de pruebas que lo caracterizan, de recibir dinero de Saludcoop. “Buenas noches, te envío el texto definitivo del proyecto aprobado en las comisiones séptimas, te quiero molestar porque hace 2 meses, no han vuelto a consignar, NIT 804010319-3. Muchas gracias. Holger”. Así reza el correo electrónico del representante a la Cámara citado por Coronell, quien desató una pequeña y justificada tormenta. Con el avispero alborotado la semana de pascua comenzó con la denuncia de Gloria Stella Díaz, representante del grupo político Mira, quien encendió las alarmas ante la posibilidad de que las EPS no desaparezcan, como lo plantea la reforma estaturia a la salud presentada también por el Gobierno ante el Congreso. “No es tan cierto que las EPS se acaben, las EPS se van a transformar en gestoras de servicios de salud”, dijo, y señaló que los recursos públicos que lleguen a esas gestoras de salud se convertirán en recursos privados, lo cual constituye un riesgo enorme en un sector asediado por los casos de corrupción. Por último, el propio ministro Gaviria apareció para alimentar la marea de confusiones. El miércoles pasado afirmó que el texto ya presentado de la reforma ordinaria sería modificado para retirar los apartados que dan a entender que, como señaló Stella Díaz, los recursos públicos asignados a las gestoras de salud se convertirían en privados una vez recibidos. El debate sigue y la pregunta obligada es ¿qué tan conveniente es verdaderamente la reforma a la salud?

Entidad única de recaudo y afiliación Se crea Salud-Mía como una entidad financiera de naturaleza especial, encargada de afiliar, recaudar, administrar y girar los recursos destinados al pago de los servicios de salud, tanto en el régimen subsidiado como en el contributivo.

El Plan de beneficios Desaparece el Plan Obligatorio de Salud (POS) tal y como está concebido en la actualidad, es decir, como un listado de medicamentos y de procedimientos a los que el afiliado tiene derecho a acceder. La reforma propone que el plan de beneficios (Mi-Plan) excluya procedimientos como cirugías estéticas y tratamientos cuya efectividad no esté comprobada.

Lo que pasará con las EPS El ministerio de Salud ha insistido en que las EPS desaparecerán y serán reemplazadas por nuevos gestores de salud con una influencia territorial que, a diferencia de lo que ocurre hoy, no serán intermediarios financieros, ni manejarán recursos públicos. Su función específica será administrar la atención básica y asegurar la atención especializada.

Prestación del servicio por zonas El país se dividirá en zonas, definidas por el ministerio de Salud, que no corresponden necesariamente a la división por departamentos. En esas zonas los nuevos gestores de salud que reemplazarán a las EPS atenderán a los pacientes que libremente se afilien a sus servicios.

Alcaldías y gobernaciones El régimen subsidiado de salud quedará en manos de las alcaldías y las gobernaciones a través de sus secretarías de salud. El ministro de Salud, Alejandro Gaviria, es enfático en afirmar que solo se trata de la administración de los servicios y no de los recursos. Las alcaldías responderán por la atención básica y las gobernaciones, por medio de redes integradas de servicios, por la especializada.

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Infografía Juan Andrés Álvarez Castaño

para una reforma

Derecho a la salud No se avanza en la construcción de un pacto social y político que defina el compromiso del Estado en garantizar el derecho fundamental a la salud.

Capacidad de pago

Puntos clave

Puntos débiles

Se sigue favoreciendo la competencia entre los entes prestadores de salud. El derecho a la salud no debe estar ligado a la capacidad de pago sino a la ciudadanía, rescatando el carácter público de los recursos.

Fondo único El Fondo único no puede generar solidaridad si continúa la entrada según capacidad de pago de los afiliados.

Falta debate Los criterios para dejar por fuera del plan de beneficios algunos procedimientos ameritan un debate profundo porque involucran la calidad de vida de los afiliados.

Ley 100 de 1993 La propuesta mantiene las características fundamentales del modelo de la Ley 100 de 1993. Nuevamente la calidad del servicio está sujeta a la capacidad de pago. Existe aún el modelo de medicina para personas de bajos recursos: régimen subsidiado (SISBEN); un sistema para personas con un nivel promedio de ingresos: regimen contributivo; y un sistema para personas con alto nivel de ingresos: medicina prepagada. No hay ninguna novedad al respecto.


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La reforma en salud: ¿otra ilusión? JAIME GAÑÁN* Profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la UdeA

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l pasado mes de marzo, el señor Ministro de Salud radicó el proyecto de ley ordinaria “Por medio de la cual se redefine el Sistema General de Seguridad Social en Salud y se dictan otras disposiciones”. Proyecto estructurado en 9 capítulos y 67 artículos que pretende, según su artículo primero, redefinir el SGSSS, establecer los principios del Sistema, definir el marco a partir del cual se regulan los beneficios en salud, determinar la operación, gestión y administración de la prestación de los servicios, estructurar el manejo unificado de los recursos en salud a través de la creación de una unidad de gestión financiera de naturaleza especial, entre otros temas. De tal proyecto se resalta que pretende regular la forma en que el Estado organiza, dirige, coordina y controla la prestación del servicio público de salud y los roles de los actores involucrados, determina el objetivo, características y evaluación del Sistema, determina sus principios, crea una unidad de gestión (Salud-Mía), define un Plan de Beneficio de Salud (Mi-Plan), crea entidades denominadas como Gestores de Servicios de Salud, a cuyo cargo estarán las prestaciones individuales de salud contenidas en Mi-Plan y define lo relativo a la cobertura complementaria de salud, entre otros temas. A simple vista, el articulado del proyecto pretende dar respuesta a la histórica crisis de la salud en Colombia. Crisis que según múltiple evidencia 1, demuestra desde años atrás que el SGSSS creado por la ley 100 de 1993 y reformado por las leyes 1122 de 2007 y 1438 de 2011 se ha deslegitimado y colapsado en desmedro lógico del goce efectivo del derecho fundamental a la salud. Evidencia que, precisamente, se retoma para motivar la reforma por el ejecutivo nacional2 y que demuestra que la problemática es de grandes dimensiones, lo que indica por tanto, que la solución no puede ser a través de redefiniciones o de reformas parciales, sino de concertaciones sustanciales y estructurales de un nuevo modelo de salud. En ese orden de ideas, el proyecto de ley analizado no es una

En cuanto al tema de las EPS se puede deducir, desde un estudio detallado de las funciones que el proyecto les otorga, que éstas cambian de nombre y de rol, no son eliminadas; por el contrario, se fortalecen desde la integración vertical y desde las nuevas funciones a ellas encomendadas. Siguen siendo intermediarias en un sistema que tiende a privatizar lo público y a minimizar el tema de la promoción y prevención de la salud en su carácter de derecho fundamental colectivo.

reforma estructural al Sistema, no estructura un nuevo modelo, solo se limita a “redefinir”, diría el suscrito afinar, un decadente modelo de competencia regulada y de pluralismo estructurado que da base al actual SGSSS. Modelo que ha permitido el cambio de caros principios y valores sociales y jurídicos, tales como la dignidad humana, el principio pro homine y la vida digna y con calidad, hacia la prevalencia de la libertad económica y del ánimo de lucro desmesurado, indigno e injustificado de algunas intermediarias financieras (EPS) en desmedro del goce efectivo y real de tal derecho. Por ello, se acentúa en tal proyecto la dimensión de servicios de salud y no los componentes esenciales del derecho fundamental a la salud. En tal sentido, el actual proyecto parece estar basado en forma preferente en el tema de las sostenibilidad financiera y no consulta otros graves y reales problemas estructurales del actual Sistema. En cuanto al tema de las EPS se puede deducir, desde un estudio detallado de las funciones que el proyecto les otorga, que éstas cambian de nombre y de rol, no son eliminadas; por el contrario, se fortalecen desde la integración vertical y desde las nuevas funciones a ellas encomendadas. Siguen siendo intermediarias en un sistema que tiende a privatizar lo público y a minimizar el tema de la promoción y prevención de la salud en su carácter de derecho fundamental colectivo.

Principios como el de la sostenibilidad financiera no deben seguir siendo el centro de las reformas de lo que ya no merece ser reformado. Un nuevo modelo de salud universal, equitativo, con calidad y calidez es requerido, pero debe ser concertado, no solo socializado, entre los diferentes actores, en el cual, el centro sea el goce efectivo del derecho seriamente fundamental a la salud. Quizás por ello una constituyente por la salud, o por lo menos una ley estatutaria que determine los mojones jurídicos de su contenido esencial, sin intermediación, es vital para recobrar su legitimidad y no caer nuevamente en la ilusión del derecho sin derecho, mito que nos han ofrecido las últimas reformas ordinarias del SGSSS basadas en la capacidad de pago y no en la persona como tal.

*Doctor en Derecho. Notas 1. Véase por ejemplo los contenidos de la sentencia T-760 de 2008, de los recientes autos de la Corte Constitucional sobre el no cumplimiento de la mayoría de las órdenes impartidas por dicha sentencias, los informes anuales de la Defensoría del Pueblo sobre las acciones de tutela en salud en Colombia, entre otras muchas evidencias de carácter académico y social al respecto. 2. Motiva la reforma la falta de pago oportuno a las IPS, barreras de acceso a los servicios de salud, uso inadecuado de los recursos, inoperancia generalizada del SGSSS, entre otras muchas causas.

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Aquellos hombres sin Dios y sin esperanza Por JUAN ANDRÉS ÁLVAREZ CASTAÑO

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n una carta de enero de 2008 titulada ‘Sobre la urgencia de la educación’ y dirigida a los fieles de Roma, Joseph Ratzinger, el benemérito Benedicto XVI, decía las siguientes palabras en un tono digno pero ligeramente vergonzante: “El educador es un testigo de la verdad y del bien: ciertamente también es frágil y puede tener fallos, pero siempre trata de ponerse de nuevo en sintonía con su misión.” Se refería, en abstracto, a quienes tienen la responsabilidad de formar a las nuevas generaciones: padres, hermanos, maestros, líderes. Pero en su larga sucesión de escándalos y atropellos, con el ‘educador frágil que puede tener fallos’ el papa alemán se estaba refiriendo a la misma Iglesia Católica, ese pastor prolijo en deslices pero dispuesto aún a enmendar su camino. Ya desde los tiempos de Juan Pablo II, con Fides et Ratio, una encíclica casi legendaria que Ratzinger, notable defensor de las posibles buenas relaciones entre la fe y la razón, no se cansó de elogiar, el Vaticano venía tratando de limpiar su imagen. En 2000, solo por mencionar otra de las grandes inflexiones de Karol Wojtyla, la biblioteca del Vaticano publicó un estudio exhaustivo de 800 páginas en las que concluía de manera solemne que La Santa Inquisición, responsable de buena parte del oscurantismo del que se acusa al cristianismo, no había sido tan brutal como los historiadores de todo occidente se habían empeñado en afirmar. Era imperioso superar la brecha entre la religión y el saber de la ciencia y la academia; brecha ensanchada por siglos con la condena de notables intelectuales y científicos. Era imperioso, en últimas, sanear la imagen de una institución que, como lo ha anotado Philip Jenkins, genera en buena parte del mundo (y en particular en Estados Unidos) un tipo de prejuicio que nadie se anima a cuestionar: el planeta entero se eriza ante comentarios con alguna carga de sexismo, racismo

o antisemitismo, pero cualquier declaración, por sangrona que parezca, contra el catolicismo deja indiferente a cualquiera, dice el distinguido profesor de la Universidad de Pensilvania. Jhosep Ratzinger fue la primera cuota de ese saneamiento, por absurdo que parezca a quienes siempre le enrostraron su extraño pasado: el antiguo Cardenal de Munich no solo perteneció a las Juventudes Nazis, lo cual, digámonos la verdad, es un dato sobredimensionado por la prensa; también presidió, a instancias de Juan Pablo II y hasta su elección como Sumo Pontífice en 2004, la institución sucesora de la Sagrada Inquisición: la Congregación para la Doctrina de la Fe. Por último, el papa alemán es, y este detalle es tal vez el más perturbador, un hombre feo. Cosa que Occidente jamás le perdonará, sobre todo considerando lo simpático que era

Wojtyla. Visto así a la ligera, un personaje con esas señas tenía que resultar detestable. Pero Ratzinger, aunque férreo en su defensa del dogma de la fe católica, es un intelectual que desde los tiempos del Concilio Vaticano II, donde fue asesor del cardenal Josef Frings, se esforzó por acercar al catolicismo de una manera amable (aunque no tanto, exclamarán algunos) al mundo no cristiano. Y en su breve papado se esforzó por convertirse en un paradigma de ese ‘educador testigo de la verdad y el bien’ del que él mismo hablaba en su carta. En 2009, durante su visita a la República Checa, pronunció un discurso en el castillo de Praga ante decenas de profesores y estudiantes universitarios en el que recordó que justamente la universidad nació de mano del catolicismo y que más allá de los dogmas y las guerras religiosas,

Ilustración Juan Andrés Álvarez Castaño

el conocimiento floreció también en una época de la mano del catolicismo. En efecto, según lo relatan historiadores como Thomas Cahill y Thomas E. Woods, desde las épocas de la caída del imperio romano en el siglo V, la relación de la Iglesia Católica con la transmisión del conocimiento fue vigorosa. Al punto que debemos a religiosos de diferentes épocas y diferentes países, patrimonios tan invaluables como haber preservado buena parte de la literatura clásica, asechada por las tribus bárbaras en la Europa de la edad media. “Hoy nuestra esperanza se ve asechada desde muchas partes, y también nosotros, como los antiguos paganos, corremos el riesgo de convertirnos en hombres “sin esperanza y sin Dios en este mundo”, clamaba Ratzinger en la encíclica Spe Salvi de 2007, hablándole también de nuevo a una institución carcomida, como solo un tiempo después lo reveló Vatileaks. Ahora esa misma institución parece haber aceptado por fin el llamado. Para lograrlo, como lo dijo el mismo Jorge Bergoglio, se fueron a la Argentina, al fin del mundo, a la periferia. Aquellos ‘hombres sin Dios y sin esperanza’ quieren ponerse de nuevo en sintonía con su misión. Parecen haber escuchado las palabras de Leo Boff, quien recientemente clamó porque la iglesia se volviera más sencilla; una iglesia de a pie cercana a los pobres. Y podríamos agregar, mucho más cercana a su antigua tradición ligada al conocimiento y a la academia. Ligada a aquellos órdenes de misioneros que recorrieron el mundo evangelizando, pero al mismo tiempo llevando la luz de ciencia y la técnica. En efecto, el nuevo papa es heredero de una de las órdenes más devotas del conocimiento y la ciencia. La compañía de Jesús, con toda la controversia que históricamente ha generado en torno suyo fue siempre una aliada de la educación y la ciencia. No en vano más de dos decenas de cráteres fueron nombrados en tributo a algún científico jesuita. El nuevo papa Francisco, un hombre cuya estrategia de marketing es la humildad, como debería ser en un jesuita, es la siguiente cuota en el nuevo camino que la Iglesia adoptó desde Carol Wojtyla. Es el nuevo capítulo de lo que se ha convertido en una especie de nueva contrarreforma.


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Cultura para la sostenibilidad EUFRASIO GUZMÁN MESA Profesor Instituto de Filosofía

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i entendemos la cultura como el conjunto de la información que se transmite por vía conductual la diferenciamos de la información que se transmite por vía genética. Estas fuentes de información generan los arroyos que nos forman como individuos poseedores de un cauce identificable y común a la especie y otro, único e irrepetible, tan singular como el iris de nuestros ojos o nuestra huella. Muchas consecuencias se derivan de este hecho y en la cultura occidental ha venido a fundar en la persona humana, en el individuo el valor fundamental con el cual relacionar los otros. El arroyo de información que contenemos se despliega en las culturas humanas que los individuos y las agrupaciones humanas generan permanentemente y que también nos modifica. Los productos o la información que llamamos cultura también tiene su singularidad: por una parte son respuesta adaptativa de organismos a retos ambientales y otras contingencias como la historia y por ello mismo entrañan una gran diversidad. La cultura así definida explica la variabilidad de la respuesta humana y la acumulación de formas exitosas de conducta. Debemos cuidarnos de la tendencia a denominar como cultura sólo los acervos de formas que se han manifestado como exitosas y al registro de los mismos. Pero el campo de la cultura es más amplio y entraña no solamente la obra de Bach o de Escalona sino las actualizaciones que hacemos cada que los oímos, los interpretamos, los estudiamos o simplemente conversamos sobre ellos. La cultura es local al ser respuesta de una agrupación humana a unos retos ambientales e históricos y también es universal o global, pues el repertorio de las respuestas no es infinito y algunas se han convertido en parte del acervo que nos nutre a todos: no devorar a nuestros semejantes y utilizar el fuego, vivir en moradas y asociarnos, formar parejas y criar hijos, serían una muestra de ese componente universal exitoso y que ha sido sometido a la prueba de los siglos y las generaciones y en sus formas se plasma una alegría serena: la contemplación del flujo de las generaciones y los pueblos, la supervivencia de lo humano y una extraordinaria capacidad de adaptación. Las culturas particulares hacen la fiesta o la tragedia. Ellas inventan la respuesta fresca y nueva, se reinventan, se destruyen o perviven. Así entendemos mejor el componente humano de los desastres naturales y el elemento cultural corrosivo inherente al fin y desaparición de muchas sociedades. Los yanomami, vistos como

Las culturas particulares hacen la fiesta o la tragedia. Ellas inventan la respuesta fresca y nueva. Se reinventan, se destruyen o perviven. Así entendemos mejor el componente humano de los desastres naturales y el elemento cultural corrosivo inherente al fin y desaparición de muchas sociedades.

bucólicos habitantes de la orilla del Orinoco a principios del siglo XX, fueron denominados poco después de ser estudiados con cuidado como un «pueblo de fuerza» por Chagnon. Los que ahora llamamos los yanomami son una comunidad que evidentemente tiene una cultura con un elemento de agresión y violencia que lleva a que sus mujeres, quienes también practican el infanticidio femenino, se enorgullezcan de las heridas ocasionadas por sus esposos y que estos diriman por su lado sus diferencias con otros hombres de la tribu golpeándose alternativa y mutuamente el pecho hasta caer exhaustos. Podemos decir entonces que todas las culturas no son iguales, la diferencia la hacen los valores, los sistemas de creencias compartidos y aceptados por una agrupación humana. Son grupos de seres humanos los que generan culturas propias y cuando hablo de grupos me refiero también a pequeños grupos: los trabajadores de una empresa, pequeña mediana o grande, los miembros de una comunidad educativa, de un caserío, de una barrio o de un asentamiento. Y podemos hablar de comunidad cuando han surgido y se comparten valores inherentes a una sociedad que ha logrado la supervivencia y la sostenibilidad. Los valores son cambiantes – obedecen a distintos sistemas de creencias– y es distinta la actitud del esquimal que ofrece a los visitantes su esposa a la del jefe de una tribu de Arabia o de la Amazonía que toma para sí varias mujeres. Difieren entre si las culturas tanto como la geografía y viajar es tomar contacto con esa diferencia, con esa diversidad. En nuestro país el conflicto y la erosión en las formas de la convivencia pacífica nos ha alertado; sentimos que vamos

hacia un fin sin fondo. La pregunta por los valores de nuestras culturas no es una cuestión erudita, ni académica sino una cuestión vital. Un ejemplo, frente al conflicto hay dos posiciones que no parecen ser compatibles. Algunos sostienen que los conflictos se resuelven profundizándolos hasta la destrucción o el aniquilamiento del oponente, otros piensan que los conflictos sólo se deben resolver negociando las diferencias y preservando la vida de la mayor cantidad de seres humanos. Lamentablemente se ha acentuado la posición mayoritaria en la opinión pública que afirma que de la guerra sólo salimos con más guerra, agudizando las contradicciones, eliminando a los enemigos de la «democracia» sin escuchar el clamor, las necesidades y la injusticia que los lanzó a la selva y a la acción irregular. ¿Cuáles son los valores que facilitan la vida en comunidad y garantizan la pervivencia? Sabemos, por ejemplo, que dilapidar los recursos alimentarios con aparente dadivosidad y sin previsión obedece a una concepción que se apoya en la generosa naturaleza nuestra, pero que rodea peligrosamente la sentencia «pan para hoy, hambre para mañana». Podemos ver cómo la generosidad es relativa y puede ser destructiva si no está regulada por el sentido de la previsión y la mesura. Vamos entendiendo por comunidad algo donde los intereses de supervivencia no se dan de manera aislada. Los valores son clasificables y ordenables desde distintos puntos de vista, su relatividad hace difícil la tarea, pero como ya se dijo al comienzo: en la tradición cultural macro que hemos adoptado como cultura matriz el principal valor es la persona humana; sin embargo los fines individuales en algún momento se encuentran, en ocasiones en oposición, con los propios del bien común. A ese valor del individuo del sujeto único habrá que oponer el de la importancia de un valor esencial para la convivencia: la reciprocidad. La capacidad de experimentar confianza y de generarla, la solidaridad, la transparencia, la veracidad, la lealtad, la tolerancia y la fraternidad parecen estar en una estrecha relación con ese valor que denominamos la reciprocidad. Por otra parte el autocuidado y sus constelaciones, la frugalidad, la austeridad, la sobriedad, la fluidez y otros valores análogos están en directa relación con la autoestima. Inclusive es posible relacionar con el cuidado de sí el respeto con el medio ambiente, la naturalidad en los procesos de identidad con mi propia comunidad, con mi país o con mi propia parentela.

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Latinoamérica no se quedará deschavetada FABIO GIRALDO JIMÉNEZ* Director de Posgrado de la Universidad de Antioquia

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ay dos clases de dictaduras. La de origen clásico romano según la cual el dictador es aquel que está legalmente autorizado por el Senado para que de manera provisional interrumpa la ley con el fin de restablecer el orden y restituir la legalidad. La versión actual del dictador, no pocas veces llegado a tal mediante elecciones generales, concentra las tres funciones del poder de manera temporal y controlada autorizado por una reforma constitucional hecha “a la cárte” en la que el plato fuerte, escondido en frondosa guarnición, le confiere poderes extraordinarios y le asegura saciedad para mucho tiempo. Es la llamada dictadura legítima o también constitucional por alusión a su concordancia con figuras jurídicas como la conmoción y la excepcionalidad de cuya indefinición o apertura dependen también sus límites y controles. La otra forma de dictadura, tan vieja como los tronos, es aquella en la cual el dictador irrumpe en el orden jurídico y lo ejerce de manera absoluta, es decir, sin más límites y control que aquellos que le impone su propia capacidad y no pocas veces con la misma intención de restaurar el orden. Es el llamado Dictador tirano, ilegítimo e inconstitucional, generalmente llegado al poder como ganador de una guerra o por golpe de fuerza que poco a poco legitima mediante sistema electoral autárquico. En cuanto a la forma de control social y político, en ambas dictaduras la violencia es la primera y no la última ratio como expediente de gobernabilidad; pero se han introducido conceptos, modos, formas e instrumentos más sofisticadas técnicamente y más tolerables para moralidades a las que les produce asco la sangre. Latinoamérica, por ejemplo, pero no exclusivamente, ha sido fértil abono para las dictaduras con ambas características. Si bien en el siglo pasado florecieron las dictaduras tiránicas y violentas, en las dos últimas décadas se han cosechado más las dictaduras constitucionales de corte populista y ya hay siembras, cepas y cogollos de dictaduras igualmente constitucionales pero con características de populismo en política y neopolulismo y neoliberalismo en economía. Por sus artimañas justificatorias es muy difícil distinguirlas porque suelen invocar por igual y en enrevesada mezcla tanto a poderes naturales como sobrenaturales, aprovechando que el costal de la

En lo que atañe a la apariencia hay dos tipos de dictadores. Aunque sean raros, los hay discretos, de delicados modales, elegante parla y refinado acento, que son los materiales de los cuales está hecha la funda en la que guardan su bestialidad humeante; pero son más comunes los que con su apariencia de originalidad y su capacidad de sorber la percepción con fanfarria, brillo y estridencia ocultan y silencian, como quien quiere aturdir con gritos más fuertes los de su conciencia adolorida; éstos suelen ser espectaculares, vistosos, desmesurados, vehementes, informales, locuaces, copleros, toderos y guaches.

legitimidad es tan grande y roto, como pequeño y resistente es la talega de la legalidad y que conmociones, guerras, crisis, catástrofes sociales, apocalipsis, designios históricos, mesianismos religiosos y laicos y hasta arrebatos milagreros y arrechuchos, son opípara boñiga para ambas. Comparten, además, una bebida: el tremebundo brebaje de religión, patriotismo, armas, algazara y política; con la debida aclaración de que en esta época de política mediatizada la fábrica de la algarabía que sirve de guarnición al plato fuerte son los medios de comunicación cuando se convierten en megáfonos de la Corte. En lo que atañe a la apariencia hay dos tipos de dictadores. Aunque sean raros, los hay discretos, de delicados modales, elegante parla y refinado acento, que son los materiales de los cuales está hecha la funda en la que guardan su bestialidad humeante; pero son más comunes los que con su apariencia de originalidad y su capacidad de sorber la percepción con fanfarria, brillo y estridencia ocultan y silencian, como

quien quiere aturdir con gritos más fuertes los de su conciencia adolorida; éstos suelen ser espectaculares, vistosos, desmesurados, vehementes, informales, locuaces, copleros, toderos y guaches. Lo que si identifica a los dictadores es que su ubérrima y exuberante personalidad individual, que se puede medir por su apariencia o por sus hechos, esfuma las causas profundas o estructurales de su origen tan eficazmente como lo tratan de hacer sus críticos al exagerar su singularidad. Sin embargo, estos personajes tienen más de historia que de episodio; más de contexto social que individual. Por ejemplo, sin duda Chávez como individuo fue un militar caribeño común y corriente y se repite como tal en la política; no es casual que haya sido un político piroclástico y un populista mesiánico que quiso hacer con el petróleo lo mismo que Jesús con el pan y el vino. Pero no es el único ni el último de la saga de personajes con características dictatoriales que en América Latina no nacen por generación espontánea ni son bebés probeta de semen conspirador. Contra todo el ideal de la civilización que busca reunir democracia política con democracia social, es altamente probable que las llamadas dictaduras constitucionales y legítimas o “dictablandas” como suelen llamárselas, sean maleza invasora en ese jardín. Es decir, si ya Chávez es difunto y al chavismo le pasará lo mismo, hay muchos chavitos coleando en Latinoamérica. Por más que se trate de embalsamar su memoria, el chavismo se diluirá como fuerza política autónoma en un lapso de un poco más o menos dos elecciones y una contrarreforma constitucional. Desde ya, inclusive, como lo muestra el cada vez más menguado obituario de Chávez, la maduración del Chavismo será un ideal descabellado. Pero su cadáver tiene colegas muertos y otros floreciendo porque han sido enterrados unos y sembrados otros en la misma composta de patológica pobreza de las mayorías y de incontable riqueza de una minoría que caracteriza a corteza terrestre de los países latinoamericanos. Los dictadores como Chávez, sin embargo, tienen un lado positivo, desnudan las miserias y desigualdades de nuestra sociedad y el mercado de bisutería en que se ha convertido la democracia liberal. Aunque sea por un rato, a muchos les devuelve la esperanza, que otros les han quitado desde siempre.

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La salud sensibiliza ¿pero no moviliza? SARA FERNÁNDEZ MORENO Presidenta Asoprudea

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alud, educación, trabajo y vivienda han sido los elementos que se han considerado básicos a la hora de pensar en calidad de vida, estado de bienestar de una persona y grado de desarrollo de una sociedad; la combinación de factores y su síntesis pueden dar cuenta de las posibilidades de los sujetos de vivir bien, de estar bien y de poder desarrollar al máximo sus capacidades y posibilidades para el disfrute, para el placer y el goce pleno de la vida. A varios de esos factores se les ha denominado la determinación social de la salud, máxime cuando la salud lejos de ser la ausencia de enfermedad resume y sintetiza los diferentes grados de vulneración de derechos que un individuo sufre a lo largo de su vida. Los diferentes gremios universitarios pensamos que salvando el sistema de salud que nos cobija a las universidades públicas preservábamos las garantías plenas de la atención y el privilegio de los llamados sistemas especiales de los que somos parte, junto con Ecopetrol, fuerzas militares, justicia y magisterio; sin embargo, lo que presenciamos hoy es un horror. No se podía haber expresado mejor que en la presentación de la Directora del Programa de Salud de la Universidad de Antioquia, la economista Marta Taborda, en las pasadas Jornadas Multiestamentarias: el programa es altamente costoso, demanda servicios especializados y requiere altas inversiones porque el promedio de edad de sus afiliados supera los cuarenta y cinco años, presenta enfermedades crónico degenerativas importantes que recargan al sistema. El programa por tanto no es costo-efectivo ni viable desde el punto de vista financiero y debe modificarse en un lapso no mayor de cinco años, porque llegará el punto donde la Universidad no podrá pagarlo. De acuerdo con ello, salimos costosos, vemos con

asombro cómo el Programa de Salud y la IPS Universitaria caminan en paralelo con intereses no necesariamente coincidentes con quienes somos los beneficiarios de sus servicios. De otra forma no se explica por qué la IPS Universitaria arroja utilidades anuales de miles de millones de pesos y exporta sus servicios administrativos a San Andrés, a Cúcuta, a Bogotá, a Barranquilla; tampoco se explica cómo la Universidad accede a la compra de la Clínica León XIII que en su momento se defendió como estrategia que asegura el hospital escuela que la Universidad de Antioquia requiere, y presta además dineros para la remodelación de pisos para la atención especial de los beneficiarios del programa de salud que somos los diferentes estamentos universitarios. ¡Oh sorpresa! cuando vemos que ello no ha obrado así, la atención especial y preferencial que se supone los estamentos debemos recibir tanto por parte de la IPS Universitaria y quienes estamos afiliados a ella, como los beneficiarios del Programa de Salud tiene grandes falencias, tramitologías administrativas, retrasos en la atención y exiguas coberturas para áreas especialmente sensibles para la comunidad universitaria como la salud mental, entre otras. Vemos el énfasis en la cura y el tratamiento en fases ya tardías, vemos los costos elevados ... los estamentos univerpor la falta de una cultura de la sitarios incluimos la salud prevención de la enfermedad y en el pliego colectivo, en el de promoción de la salud, de esa salud buena y plena para el pliego único, porque consigoce y el disfrute de la vida. Sin deramos que la salud es y duda nuestro andar por el mundo debe ser un derecho humano universitario no es precisamente tranquilo o exento de tensiones fundamental tal y como lo es menos con la alteración de la la educación, la vivienda y normalidad académica recurrenel trabajo digno; vemos con te, los desalojos, los gases, el distancia y desconfianza que deterioro del ambiente de trabajo, el hacinamiento, la insuficiencia a la salud se la plantee como de redes sanitarias en la Univernegocio o ecuación costosidad, de espacios para el ocio y beneficio y nos preocupa el descanso, de alimentos balanceados y lugares para disfrutarlos, actualmente su rumbo. contaminación del aire, auditiva, visual, pérdida de espacios seguros para permanecer en el campus y abiertos para el intercambio con la ciudad y la comunidad de la cual somos vecinos. Por ello, los estamentos universitarios incluimos la salud en el pliego colectivo, en el pliego único, porque consideramos que la salud es y debe ser un derecho humano fundamental tal y como lo es la educación, la vivienda y el trabajo digno; vemos con distancia y desconfianza que a la salud se la plantee como negocio o ecuación costo-beneficio y nos preocupa actualmente su rumbo. Creemos que lo único que nos queda es generar movilizaciones de todo tipo en la Universidad y en la región, porque muy a nuestro pesar, la salud sigue siendo hoy percibida y demandada como derecho por quienes no la tienen ni la gozan, y por muy pocos aliados de la movilización social y colectiva, donde los gremios universitarios nos contamos. Vamos por ahora con el pliego único y colectivo a demandar acceso efectivo, atención oportuna, integral y humanizada para todos los estamentos universitarios afiliados, pero también vamos con el Comité Multiestamentario a movilizarnos y organizarnos, para lograr condiciones de vida dignas, a la altura de nuestros sueños... Consulte en nuestra página el link del texto titulado DE INFARTO, de la autoría de Juan Guillermo Gómez García, Secretario Asoprudea en: http://asoprudea.udea.edu.co/De_infarto.Juan_Gmo_Gomez.pdf

*Asoprudea. Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia. Ciudad Universitaria. Bloque 22, oficina 107. Teléfono 2195360. Fax 2636106 • http//Asoprudea.udea.edu.co • La columna “Ágora” es responsabilidad de Asoprudea.

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Reconocimiento a los posgrados acreditados en la Universidad

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partir del momento en que se inició el proceso formal para la acreditación de alta calidad de los programas de maestría y doctorado en todo el país, en 2010, la Universidad de Antioquia ha sometido al Consejo Nacional de Acreditación –CNA– 20 programas de posgrado, de los cuales 13 han obtenido la acreditación de alta calidad, 2 están pendientes de resolución del Ministerio de Educación y 5 están en proceso de visita de pares. Por ese logro, en marzo la Universidad entregó los respectivos reconocimientos a los trece posgrados de la Institución que han sido acreditados, y que actualmente constituyen el 75% del consolidado nacional de programas acreditados con alta calidad por el Ministerio de Educación Nacional. Alberto Uribe Correa, rector de la Universidad de Antioquia, afirma que este logro es producto de un esfuerzo que viene haciendo la Universidad en su política por la búsqueda de la excelencia y la calidad, pues como se puede ver hay programas de todas las áreas tanto de salud, ciencias sociales y humanas, y ciencias exactas. Para Fabio Humberto Giraldo, director de Posgrado, es un logro colectivo, resultado de un proceso que muchos han llevado a cabo, desde los esfuerzos administrativos y docentes, hasta los estudiantes y empleados. El Consejo Nacional de Acreditación, explica Diana María Ramírez, interactúa con una gran variedad de agencias acreditadoras en toda Latinoamérica que reconocen las acreditaciones dadas por esta entidad como de excelencia. En cuanto a Europa, asegura que se ha logrado avanzar mediante convenios bilaterales con la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación –ANECA–, y ahora con el programa Multilateral agreement on the mutual recognition of accreditation results regarding joint programmes –MULTRA–, lo cual vuelve ampliamente visible los programas de maestrías y doctorados acreditados del país. Respecto a esta acreditación, para el exdecano de la Facultad de Educación Carlos Arturo Soto “recibir hoy esta acreditación de alta calidad simplemente

fortalece nuestro compromiso por tener un programa fuerte y robusto de impacto nacional y con posibilidad de impacto internacional creíble”.

Posgrados acreditados • Doctorado en Ciencias Básicas Médicas, acreditado por 8 años • Doctorado en Física, 8 años • Doctorado en Educación, 8 años • Maestría en Ciencias Básicas Biomédica, 8 años • Maestría en Física, 8 años • Maestría en Salud Pública, 6 años • Maestría en Literatura Colombiana, 6 años • Maestría en Lingüística, 6 años • Maestría en Educación, 6 años • Maestría en Matemáticas, 6 años • Maestría en Ciencias Políticas, 4 años • Maestría en Salud Colectiva, 4 años • Especialización en Medicina Aplicada a la Actividad Física y al Deporte, 4 años

Facultad de Educación graduó el primer estudiante de posgrado en las regiones

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a Facultad de Educación otorgó el primer título de Magíster en Educación a un estudiante de regiones. Se trata de Juan Antonio López Guerra, profesional en Licenciatura en Educación Básica con énfasis en Matemáticas, quien actualmente se desempeña como docente en la institución educativa Divino Niño de Caucasia. Juan Antonio López ingresó a la Maestría en Educación, línea de Educación Matemática, en 2010, bajo la asesoría de la profesora María Denis Vanegas Vasco. Después de cursar los cuatro semestres reglamentarios presentó su trabajo de grado “El aprendizaje del concepto de fracción, desde la perspectiva histórico cultural: un camino…”. Juan Antonio considera que su logro “es un ejemplo para los compañeros de las regiones, para que se animen y vean que sí se puede estudiar en las sedes regionales, con la misma calidad que en la sede central de la Universidad de Antioquia, y que además, se convierte en un nuevo logro personal, porque uno como profesional quiere superarse”. Según el vicerrector General John Jairo Arboleda Céspedes, “la Facultad de Educación empezó a saldar una deuda histórica que tenemos con las regiones, acciones que ahora ofrecerán más desarrollo a los diferentes municipios”. Por su parte, el decano de la Facultad Carlos Arturo Sandoval Casilimas, expresó que “la Facultad cree en la gente de las regiones, en todo el potencial que allí existe, donde también estamos llegando con calidad”.

De izquierda a derecha: Dayro Quintero López, coordinador de la maestría de la Facultad de Educación; Alejandro Mesa Arango, jefe del Departamento de Educación Avanzada; Juan Antonio López, graduando; Carlos Arturo Sandoval C., decano de la Facultad de Educación.


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Foto Sara Giraldo Maestre

Expresiones de la internacionalización de la Universidad

Un indicador del proceso de internacionalización es el creciente número de universitarios que salen al exterior y de extranjeros que adelantan cursos en el Alma Máter. participación en pasantías, laboratorios y proyectos internacionales. “Nos hemos fijado la gran meta de ser una de las principales universidades investigadoras en Latinoamérica y desde la Dirección de Relaciones Internacionales estamos comprometidos con esta labor. Por eso, desarrollamos diferentes estrategias como la construcción de un análisis geopolítico que nos permita identificar cuáles son las instituciones y países con los que hoy podemos hacer alianzas estratégicas que favorezcan a nuestros grupos de investigación”, explica Carolina Laverde, directora de Relaciones Internacionales. En la estrategia es la de cooperación académica, la Universidad se ha enfocado en los últimos años en procesos de doble titulación, en actividades de internacionalización del currículo y en homologación de programas académicos. Otra estrategia en la que está enfocada la Institución es la cooperación para el desarrollo, como un objetivo académico y de investigación, mediante la participación en proyectos de incidencia socioeconómica y desarrollo territorial, a partir del apoyo logrado con diferentes organismos internacionales de orden multilateral o bilateral.

casos en el foco de transmisión se tomaron muestras y se realizó el tratamiento respectivo en los casos positivos. Adicionalmente, se realizó el estudio de los mosquitos transmisores: identificación de especies vectoras presentes y análisis de su comportamiento. Una vez concluida la fase de trabajo de campo, el Pecet ofreció capacitación en biología molecular referente al diagnóstico de la leishmaniasis, con técnicas que han sido estandarizadas por el programa y que fueron transferidas como una contribución de la Universidad de Antioquia al mejoramiento de las condiciones de salud de las poblaciones centroamericanas. También ofreció un curso virtual, para enseñar a utilizar las herramientas de los sistemas de información geográfica para la geo-referenciación de los casos y la cartografía de las zonas endémicas, y la distribución de los insectos que transmiten la leishmaniasis. Herramientas que les servirán a los ministerios de Salud, para implementar, posteriormente los programas de control y dirigir correctamente las acciones de prevención y control. Producto de este trabajo se elaboró un manual de 200 páginas en el que participaron los investigadores del Pecet que servirá como base para el tratamiento de los pacientes.

Transferencia En el segundo campo, el de la transferencia de conocimiento, un ejemplo claro de la proyección internacional de la Universidad lo constituye el trabajo que viene desplegando el Programa de estudio y control de enfermedades tropicales, Pecet, en varias partes del mundo, en particular en Centroamérica, una de las regiones en donde la leishmaniasis es endémica. Tras la Reunión regional de coor-

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l proceso de internacionalización que la Universidad ha venido adelantando en los últimos años se materializa de distintas maneras y ámbitos que incluyen desde la típica movilidad de la comunidad universitaria hasta la transferencia de conocimiento. En el primer caso, y de acuerdo con la Dirección de Relaciones Internacionales, ese frente es palpable, por ejemplo, en los embajadores de Corea, China y Polonia; los profesores de Inglaterra, Estados Unidos y España y los investigadores de Australia y Canadá que han visitado el campus este año, con el objetivo de fortalecer convenios, proponer nuevas alianzas e intercambiar conocimientos. También se evidencia en los más de 20 estudiantes extranjeros que han llegado al Alma Máter con propósitos académicos y los alumnos y profesores de la Universidad que están participando en el exterior en eventos, pasantías y otras actividades académicas. “Con la estrategia de cooperación científica buscamos crear condiciones institucionales, mejorar las capacidades y establecer facilidades desde la Universidad para incrementar los proyectos de investigación con consorcios extranjeros y para atraer recursos internacionales”, explica Diego Franco, asesor de relaciones internacionales de la Institución. La estrategia –agrega–, también pretende generar comunidad científica internacional que favorezca el desarrollo de la investigación, el mejoramiento de contactos en el extranjero, la movilización de académicos, el intercambio de recursos técnicos y tecnológicos y la

dinadores de programa nacional de leishmaniasis, región de las Américas, celebrada en la Sede de Investigación Universitaria en 2008, donde el Pecet presentó los desarrollos y avances en investigación y metodologías de punta para estudiar los focos de transmisión, el diagnóstico molecular de la enfermedad y la geo-referenciación de casos, los países centroamericanos solicitaron al programa la transferencia de la metodología eco-epidemiología para estudiar los focos de transmisión de la leishmaniasis. A partir de jornadas de capacitación, el “método eco-epidemiológico” desarrollado por la escuela de Montpellier en los años 80 y utilizado por el Pecet desde hace 25 años, fue transferido a Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala. El trabajo implicó el desplazamiento a cada país de un grupo multidisciplinario del Pecet, para dictar un seminario teórico práctico sobre los aspectos clínicos, epidemiológicos, de diagnóstico, tratamiento y control de la leishmaniasis cutánea y mucosa. Luego, con personal designado del ministerio de Salud de cada país, el Pecet adelantó una capacitación en estudios de foco para determinar los riesgos de infección. Mediante la búsqueda activa de

Un equipo multidisciplinario del Pecet brindó asistencia y capacitación sobre la leishmaniasis en varios países de Centroamérica.


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Por CAROLINA SÁNCHEZ

Foto Sara Giraldo Maestre

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a inseguridad alimentaria en Antioquia es una preocupación no sólo para el Estado, sino también para las diferentes disciplinas académicas, desde donde se hacen esfuerzos que puedan ayudar no solo a mejorar las políticas públicas, sino a su vez proponer nuevas soluciones y mostrar, porque no, nuevos caminos, como sucede con la soberanía alimentaria. En espacios como el encuentro nacional e internacional Nutrial 2013, donde la inequidad e inseguridad alimentaria fue uno de sus ejes temáticos, especialistas de diferentes países brindaron aportes desde sus investigaciones y experiencias a dicha problemática. En la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996, donde la FAO fijó como estrategia establecer una política pública de seguridad alimentaria en los países adscritos a dicha cumbre como Colombia, se definió que “existe seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar una vida activa y sana.” Así, inseguridad alimentaria sería la carencia de al menos uno de estos elementos. El perfil alimentario y nutricional que publicó la Alcaldía de Medellín en 2010, evidenció que el 58,6% de los hogares en Medellín se encuentran en inseguridad alimentaria. El mismo estudio mostró que en promedio para los hogares de estratos 6 la canasta familiar está compuesta por 79 productos, mientras que en los estratos 1 y 2 de 44 alimentos. La brecha social y la inequidad en cuanto a la seguridad alimentaria son una constante en el departamento de Antioquia que las estadísticas reafirman, a pesar de los esfuerzos para subsanar la situación mediante la Política Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional con la que cuenta el país desde 2008. En el departamento, estos esfuerzos se materializan mediante el Plan de Mejoramiento Alimentario y Nutricional de Antioquia (MANA) bajo la Dirección Seccional de Salud de Antioquia, ejecutada a través los programas de complementación alimentaria, acceso a los servicios de salud, nutrición con buen trato, vigilancia alimentaria y nutricional, y proyectos productivos agropecuarios y pedagógicos. Luz Stella Álvarez Castaño, nutricionista y dietista, magíster en salud pública, plantea que algunos mecanismos que pueden impactar de manera positiva en la seguridad alimentaria de las personas es el aumento real del salario mínimo,

Dos miradas a la inseguridad alimentaria en Colombia el control de los precios en algunos alimentos, la implementación de programas como restaurantes escolares o comunitarios, y la promoción de la agricultura nacional, con el fin de proveer suministros a menores precios y que a su vez el campesinado no tenga el problema de inseguridad alimentaria, que suele ser más profundo en la ruralidad que en las zonas urbanas; como lo muestra el Perfil Alimentario y Nutricional (2010), donde el 72% de los hogares con inseguridad alimentaria está ubicado en la zona rural.

Soberanía alimentaria, otro camino En 1996, cuando se realizó la Cumbre Mundial de la Alimentación, y Colombia decidió acogerse a la política que proponía la FAO de seguridad alimentaria, surgió a su vez, otra alternativa: la soberanía alimentaria. Jhonny Alexander Tamayo, integrante del semillero de Ciencias Políticas que estudia la seguridad alimentaria, la define como la “apuesta política por la autodeterminación en las comunidades sobre qué, cuándo y cómo producir”, desde una perspectiva no solo económica, sino también ambiental, cultural y social apropiadas a sus circunstancias únicas; donde tengan la capacidad para mantenerse a sí mismos y a sus sociedades.

Una de las líneas de acción de la soberanía alimentaria es el apoyo a los sistemas de producción con enfoques agroecológicos, proponiendo la recuperación de conocimientos y prácticas tradicionales, negándose al uso de semillas genéticamente modificadas. Según el antropólogo Andrés García, esta iniciativa plantea que no se puede hablar de producción, si no existe conservación, mientras que la seguridad alimentaria no tiene la biodiversidad como un eje de acción. “A la seguridad alimentaria le interesa que haya producción de comida, acá yo estoy pensando que además de comida debe haber biodiversidad”, dice. Por esto, se reconoce la importancia del agua no sólo como recurso vital, sino como un derecho colectivo, lo cual, según explica Andrés García, “va en contravía de la política privatizadora nacional de aguas que sostiene el Gobierno. Por eso el Estado no puede asumir la soberanía alimentaria desde el modelo que tenemos”, afirma. “La seguridad alimentaria no cuestiona el modelo económico, como sí lo hace la soberanía, planteando que no es el apropiado e indagando por conceptos como desarrollo y calidad de vida”. Así, asegura que en una región donde hay soberanía no hay minería a mediana y gran escala, que son las apuestas de la locomotora minera, pero que sí se puede convivir con la pequeña minería, articulándola con el pro-

yecto agrícola como una actividad complementaria. Luz Stella Álvarez opina que el proyecto minero, que ahora es casi el corazón de la economía colombiana, “es nefasto para la seguridad alimentaria, no sólo por los daños en el suelo, el agua y los ecosistemas, si no porque despoja por vía violenta a la población campesina de sus predios”. En cuanto a la noción de la tierra, Andrés García explica que “la soberanía alimentaria plantea la necesidad de garantizar la existencia de un territorio, pues si no hay territorio no hay soberanía. La seguridad alimentaria supone que hay tierra donde sembrar, pero aquí está en juego es la idea del territorio como derecho colectivo y el lugar desde donde se ejerce la soberanía”, dice. En Colombia hay un movimiento campesino apoyado por diversas organizaciones que le apuestan a la soberanía alimentaria de forma concreta, que no es un constructo contemporáneo, sino el modelo mediante el cual las comunidades garantizaron la alimentación de sus familias durante mucho tiempo, afirma el antropólogo Andrés García. “Es un llamado a volver a ciertas políticas de proteccionismo al sector agropecuario que iría en contra de esas políticas de libre comercio, planeando además una reforma agraria integral”.


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Obras de arte en la referentes de cultura Una excelente noticia para la comunidad universitaria y para la ciudad es que en este 2013, cuando la Universidad cumple 210 años, tendremos en el campus las esculturas Puente. Homenaje a Paul Foster de Edgar Negret, Oriente de Hugo Zapata, Arcus de Ronny Vayda, Chelista de Leonel Estrada, y un mural de Maripaz Jaramillo.

Por LUIS GERMÁN SIERRA J.

Foto Juan Andrés Álvarez Castaño

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Alexander Pushkin, del ruso Nicolai Kuznetsov-Muromsky

quellas universidades del mundo que se precian de su importancia, traducida en el reconocimiento y el cumplimiento de su papel cultural, académico e investigativo, cuentan con espacios generosos y sobresalientes arquitecturas que conforman los campus destinados a albergar miles de estudiantes, profesores y empleados que pasan buena parte de su tiempo en actividades académicas, laborales, artísticas y deportivas, además de los numerosos visitantes que transitan a diario por allí. Esos campus se han convertido en amigables referentes, signos de civilidad y cultura que, además, representan una invaluable riqueza patrimonial, arquitectónica y artística. Las grandes universidades cuentan, al igual,

con obras de arte relevantes, para el disfrute y el enriquecimiento cultural y estético de sus moradores, para el descubrimiento de nuevas y diferentes percepciones de la vida. El campus de la Universidad de Antioquia, que data de 1968, goza de un merecido prestigio ante propios y extraños por su belleza y generosidad de espacios, dado el esmero que sus fundadores y arquitectos pusieron en su realización, y la conservación y el cuidado permanente de sus instalaciones, sus jardines y su flora en general. En consonancia con ello, en 2012 esta ciudad universitaria fue reconocida por el Ministerio de Cultura como Patrimonio Arquitectónico del país. Desde un principio, dicho campus contó con las obras de arte que sus creadores ejecutaron durante la construcción misma de la ciudad universitaria: las esculturas El hombre creador de energía en la plazoleta central, y Prometeo-Cristo cayendo en el bloque administrativo, de Rodrigo Arenas Betancur, y el


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Foto cortesía

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Girasoles, de Ana Mercedes Hoyos

Foto Juan Andrés Álvarez Castaño

Universidad, amigables para el país Foto Juan Andrés Álvarez Castaño

Puerta, de Carlos Rojas

Fragmento del mural Epopeya del café, de Horacio Longas mural El hombre ante los grandes descubrimientos de la naturaleza en el costado norte de la Biblioteca Central, de Pedro Nel Gómez. En adelante, la Universidad ha visto crecer el número de obras de arte públicas diseminadas tanto por su campus como en sus diversas sedes de Medellín y de Antioquia. Ejemplos de ello son las esculturas Mariamulata de Enrique Grau, Torre de luz, Aerolito y Catatumbo de Eduardo Ramírez Villamizar (la Universidad posee, además, una colección de 34 piezas en pequeño y gran formato donadas por este artista), Girasoles de Ana Mercedes Hoyos, Puerta y Yo cruzado de Carlos Rojas, Alexander Pushkin del ruso Nicolai KuznetsovMuromsky, Fuente ceremonial de Germán Botero, Candelaria al fresco en Ambalema de Marta Lucía Villafañe, El sembrador de estrellas y El maestro forjador de futuro de

Alonso Ríos, Reloj solar de Antonio Bernal, y los murales Epopeya del café de Horacio Longas y De las cuevas de Altamira al hipertexto de Marta Lucía Villafañe. Se pueden mencionar, de igual manera, las distintas obras que poseen algunos edificios de la ciudad universitaria como la Biblioteca Central, el bloque administrativo y el Museo Universitario, de autores como Manuel Hernández, Jorge Cárdenas, Fredy Alzate, John Jairo Muriel, Oreste Donadio, Duglas Gaviria y Juan Felipe Giraldo. Así mismo, el mural Grafiti de Manuel Hernández en la Facultad de Medicina (donde pronto se instalará también la escultura Caracol de crecimiento ilimitado de Ramírez Villamizar); las esculturas Nariguera andina y Presencia, de Alberto Riaño Salazar en la sede del Bajo cauca y en la Sede de Investigación Universitaria, respectivamente. En la sede

de Turbo (Urabá) se encuentra la escultura La sociedad como unidad símbolo de Salvador Arango, así como Construcción inclinada y Altar precolombino, esculturas de Eduardo Ramírez Villamizar en el Edificio de Extensión. Aquí vale mencionar El beso, una bien lograda réplica en tamaño natural de la famosa obra de Auguste Rodin (Francia), producto de las prácticas artísticas de un grupo de estudiantes del antiguo Instituto de Artes de la Universidad (años setenta), durante muchos años ubicada en los jardines del Edificio de San Ignacio, y desde hace algún tiempo inquilino de ciudad universitaria, querida y emblemática obra de la siempre renovada juventud universitaria. Una excelente noticia para la comunidad universitaria y para la ciudad es que en este 2013, cuando la Universidad cumple 210 años, tendremos en el campus las esculturas Puente. Homenaje a Paul Foster de Edgar Negret, Oriente de Hugo Zapata, Arcus de Ronny Vayda, Chelista de Leonel Estrada, y un mural de Maripaz Jaramillo. Obras que complementan el grupo sobresaliente de arte público con que cuenta la Universidad de Antioquia, producto de la donación por parte de sus creadores, artistas

que ponen con ello una impronta estética que, en su conjunto y calidad, constituyen una muy singular riqueza cultural en el contexto universitario de nuestro país. Es loable que la actual administración de la Universidad haga esfuerzos en pos de una colección importante de arte público para el disfrute de las miles de personas que transitan diariamente por el campus y por las sedes de la Universidad, así como para quienes la visitan ocasionalmente. Esta, al fin y al cabo, es una riqueza cultural de la ciudad. Poco a poco, se ha dicho (y se está realizando), se irán restaurando las obras que, inexplicablemente, han sido blanco de indebidas intervenciones y daños. Es asunto de todos valorar las obras de arte con que contamos en la Universidad de Antioquia y no repetir más el descuido y el vandalismo de que son presa tantas obras de arte público en la ciudad. Como si no tuviéramos bastante con el daño que se hace al medio ambiente con el ruido, la polución, el deterioro del espacio público, etc. El arte, qué duda cabe, es una parte importante de nuestra cultura y un magnífico acompañante de nuestra vida diaria que deberíamos cultivar y no menospreciar.


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Como lo ha hecho desde hace más de quince años, la Editorial Universidad de Antioquia participará en la 26ª Feria Internacional del Libro de Bogotá, entre el 18 de abril y el 1º de mayo.

Las ferias son un oasis sobre las ferias como un espacio para reinventarse y mejorar. Después de la Feria de Buenos Aires, se crearon las ferias de Santiago (1981), La Habana (1982), Guadalajara (1987) y Bogotá (1988), cada una con lógicas y objetivos diferentes, pero congregadas por el mismo asunto. La Feria Internacional del Libro de Guadalajara ofrece el mayor espacio de negociación de derechos en la región, lo que permite que muchas voces en español se conozcan también en otros idiomas, y que los sellos editoriales latinoamericanos exploren nuevos mercados. En épocas de cambio o de “crisis”, Nubia Macías, quien fue directora general de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara durante diez años, hasta 2013, considera muy valiosa la interac-

¿Para qué ferias en tiempos de crisis? Es una de las preguntas que, edición tras edición, suele acompañar la realización de casi cualquier encuentro periódico gremial. Las ferias del libro no son la excepción. Y como el recurso a la crisis en los ámbitos de la educación, de la cultura, del libro, ha ido constituyendo un lugar común, en épocas de ferias del libro cobra pertinencia cuestionar su sentido. Quizá las primeras ferias del libro no se enfrentaron a este interrogante, pues hicieron parte de grandes muestras comerciales que incluían variados productos y mercancías. Este es el caso de las ferias alemanas de Leipzig y de Frankfurt, cuyos organizadores supieron abrirse paso en la industria, adaptarse a los continuos cambios del sector y consolidarse en el tiempo, hasta el punto de que hoy la Feria de Frankfurt, específicamente, representa el mayor referente mundial de los eventos que giran alrededor del libro. La primera feria del libro celebrada en Latinoamérica se llevó a cabo en Buenos Aires, en 1975. Según datos del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, Cerlalc, es la feria más concurrida en nuestra lengua: “Durante sus tres semanas de duración la visitan más de un millón de lectores y más de diez mil profesionales del libro”. Gabriela Adamo, directora de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, opina que en momentos de transición como el que se vive en el sector editorial, las ferias permiten medir el aceite y “[…] tienen más sentido que nunca, ya que se convierten en laboratorios donde es posible ver de cerca y en acción a todos los componentes de ese ‘mercado’: autores, editores, libreros, promotores de lectura y, sobre todo, a los mismos lectores”. En esa misma línea, Diana Rey, Directora de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, ha llamado la atención

textos en formatos diferentes al convencional son algunos de los interrogantes que se plantean al pensar en el sentido y en el futuro de las ferias del libro. Mucho se ha dicho también acerca de la batalla a muerte entre el formato del libro impreso y el digital, pero a medida que pasa el tiempo se van calmando los ánimos de ese enfrentamiento y se pueden escuchar otras voces más conciliadoras, como la de Nubia Macías, para quien “el libro en papel y el digital encontrarán su equilibrio y espacios de convivencia natural, y dejaremos atrás esta época agorera, en la que se anuncia la desaparición del libro en papel y la industria que lo rodea”. Otro de los asuntos del mundo editorial que cada vez tiene mayor presencia en las ferias es el de los

Foto cortesía

Por LARISSA MOLANO OSORIO*

ción que generan estos eventos para ponerse al día sobre la situación del libro en otros mercados. “El mercado –dice– responde de muy distintas maneras según las regiones y es muy importante tener la mayor cantidad posible de información y formación para poder tomar las mejores decisiones”, dice, y plantea, en ese sentido, que “las ferias son un oasis, no solo porque permiten conocer muchos puntos de vista en un solo lugar, sino, y sobre todo, porque además permiten generar alianzas y modelos de negocio para cada tipo de editorial”. Como vemos, el mercado es uno de los asuntos de mayor reflexión en el sector editorial de nuestra región. Los cambios en los modelos de mercado del libro, las posibilidades de compra en línea y el acceso del lector a los

Feria Internacional del Libro de Guadalajara, México.


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derechos de autor: en las rondas de negocios, en las jornadas académicas y en las lógicas mismas de las ferias. Su recurrencia, casi como un halo sobre el evento, le sugiere al visitante que se trata de un tema digno de atención, que los textos no se deben usar a la ligera, que los autores merecen reconocimiento. Así, las ferias del libro propician en los ámbitos académico y cultural este tipo de reflexiones, que se siguen desarrollando más allá de sus recintos. Las que han salido a flote y se han fortalecido con el paso del tiempo y con la modificación de la industria, han optado por acoger esos nuevos elementos del ecosistema editorial, por detenerse a pensarlos y a incluirlos en su oferta. Estas ferias han ido confirmando su carácter de integradoras culturales de la región, estimulan la profesionalización del medio, ponen sobre la mesa temas claves en relación con el uso de la información y fortalecen las relaciones entre los libros y los lectores que las visitan. Esos visitantes que van en busca de libros son una de las principales razones de ser de las ferias, y la manera de cautivarlos también marca el futuro de estos eventos. Quizá por esto, Guillermo Cardona, exdirector de la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín, ha señalado la importancia de incentivar no solo la compra de libros sino la lectura misma. Sobre lo que viene en el sector y las relaciones con los lectores, Gabriela Adamo señala que “el aspecto de festival literario de las ferias será cada vez más fuerte, ya que el diferencial específico que pueden ofrecer al público es el contacto directo con los autores y/o pensadores. Por supuesto, también el contacto directo con millones de libros, cada vez más difíciles de hallar todos juntos en una librería”. Y para terminar, concluye: “El delicado equilibrio entre lo masivo y la alta calidad del contenido se vuelve cada vez más difícil de cumplir, pero a la vez ¡eso es lo que le da diversión y dinamismo al trabajo!”.

Editora de la Editorial Universidad de Antioquia.

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La Editorial Universidad de Antioquia presentará 30 novedades

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ara la 26ª Feria Internacional del Libro de Bogotá la Editorial Universidad de Antioquia contará con más de treinta novedades de textos académicos (colección Investigación, cuyos títulos se seleccionan mediante la convocatoria para publicación de textos derivados de investigación en la Universidad de Antioquia, y demás colecciones académicas de diversas áreas del saber), traducciones de obras publicadas por primera vez en español (colecciones Divulgar la Ciencia y Pensamiento Global), libros de interés general y clásicos de la literatura (colección Biblioteca Clásica para Jóvenes Lectores). En el marco de la Feria, la Editorial realizará la presentación de los libros Mentiras descaradas y la ciencia, de Sherry Seethaler, y Palabras desencadenadas, de Margarita Valencia, los días 26 y 27 de abril, respectivamente.


Foto Carolina Sánchez Álvarez

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La Alcaldía de Medellín galardonó con la Medalla al Mérito Femenino Categoría Oro a la docente, investigadora, líder gremial y dirigente feminista Sara Yaneth Fernández Moreno. Por SARA CASTRO GUTIÉRREZ

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ultifacética como siempre ha sido, Sara Fernández, la actual presidenta de la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia, es la menor de nueve hermanos. A pesar de pertenecer a un hogar con recursos limitados siempre existió un don de solidaridad con todo aquel que llegaba a su casa. En ese ambiente estuvo rodeada del sentido comunitario, de ahí que esa vocación fue el punto de inicio para escoger su profesión en trabajo social, la cual se ha constituido en su proyecto de vida. Esta situación dio pie para iniciar sus estudios en la Universidad Nacional, en Bogotá, donde se graduó con honores. Fue de las primeras estudiantes formadas en género por el Grupo Mujer y Sociedad, con docentes como Florence Thomas, Juanita Barrera, Yolanda Puyana, entre otras, todas feministas, literatas, trabajadoras sociales y psicólogas. Ahora Sara Fernández es reconocida como una dirigente feminista que coordina la Red de Género y Salud de la Asociación Latinoamericana de Medicina Social –Alames–. Integrante de la Red Colombiana por los Derechos Sexuales y Reproductivos, también pertenece a la mesa de seguimiento al auto 092 de atención a las mujeres violadas

por actores del conflicto armado colombiano y forma parte de la Red Internacional de Estudios sobre Varones y Masculinidades. La profesora Sara se considera “más pública que la universidad pública”, una exclamación que confirma con su maestría en Estudios de Población con Especialidad en Familia, Género y Reproducción y el doctorado en Ciencias en Salud Colectiva, auspiciados por el gobierno mexicano en universidades de carácter estatal. La experiencia en México durante ocho años fue determinante: encontró un panorama trazado por el movimiento político zapatista y la incidencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Su trabajo estuvo concentrado en educación y salud con poblaciones desfavorecidas como las mujeres maquila y los inmigrantes; también sobre los derechos sexuales y reproductivos, además de incorporarse al trabajo en contra de los feminicidios. Algunos pensarán que su forma de vestir es particular, pero para una mujer con tal espíritu libertario la ropa suelta y natural es su afición. Proveniente del altiplano donde los días son fríos, en el país azteca descubrió el color. Las expresiones artísticas y la labor de las tejedoras mexicanas la envolvieron en su encanto. “Los colores chíngame la retina me alegran el alma”, dice. En 1996 regresa a Colombia con el ánimo de trabajar en la universidad pública, en particular en la Universidad de Antioquia, pero su

vinculación no fue inmediata; solo obtuvo una invitación de la Facultad de Enfermería al año siguiente para dictar un curso de la maestría en Salud Colectiva. A pesar de trabajar en ese entonces con la Secretaría de Salud de Bogotá, no dudó ni un instante al llamado que le hicieron de la Facultad de Salud Pública. Eran tantas las ganas de ser parte de la Universidad que sin mirar firmó el contrato, ese que estaba configurado por medio tiempo y por una quinta parte de lo que ganaba en la capital. Ella deja claro que solo trabaja en entidades públicas y se autoproclama activista en el movimiento nacional por la salud, frente a la indignación que sintió a su regreso al país con la vejación de la ley 100 de 1993. Por ello sus luchas han sido por el respeto a los derechos fundamentales como salud y educación, que deben ser garantizados por el Estado. Actualmente se ha sumado

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al Movimiento Nacional Estudiantil –Mane– y su expresión regional Marea en la elaboración del proyecto de Ley de Educación Superior. En 2001 se vincula a la Universidad de Antioquia como docente asociada e investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, además de formar parte del Grupo de Investigación en Género, Subjetividad y Sociedad del Instituto de Estudios Regionales –Iner–. Entre sus investigaciones y escritos consignados en prestigiosas revistas latinoamericanas se destacan La visibilización de la violencia de género: reto para la política pública y para el saber sociodemográfico, publicado por la Universidad Autónoma de México; violencia de género en la educación superior y la perspectiva de género en el sistema general de seguridad social en salud en Colombia, editado por la Universidad de Antioquia, entre otros. Hoy, al frente de la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia –Asoprudea– que arriba a los 50 años de historia, se constitutye en la cuarta mujer en ocupar la presidencia, asumiendo con tenacidad el compromiso de la dignificación del trabajo docente y el fortalecimiento de la universidad pública. Los más de 20 años de trabajo dedicado a la condición social de la mujer, hicieron a la profesora Sara Yaneth Fernández Moreno merecedora de la Medalla al Mérito Femenino 2013, Categoría Oro, en la modalidad Mujer reconocida por su aporte científico y cultural, que este año tuvo énfasis en “Mujeres, educación y participación”. La premiación se realizó el 11 de marzo en el Teatro Metropolitano, con ocasión del Día Internacional de la Mujer, como un reconocimiento al trabajo de científicas, servidoras públicas y lideresas que han contribuido para mejorar la calidad de vida de las mujeres.

LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA HACE CONSTAR: • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de prestaciones sociales del señor JOSÉ VITALINO ECHEVERRI HERNÁNDEZ fallecido el 5 de enero de 2013. Se ha presentado a reclamar la señora ÁNGELA MYRIAM CASTAÑO ESTRADA en calidad de compañera permanente. • Que se encuentra en trámite el reconocimiento de prestaciones sociales de la señora LUZ ELENA GÓMEZ LONDOÑO fallecida el 17 de diciembre de 2012. Se han presentado a reclamar el señor EFRAÍN ARTURO MURILLO POSADA en calidad de cónyuge y Paula Andrea y Nicolás Murillo Gómez en calidad de hijos. Otras personas que se consideren con derecho, presentarse dentro de los 30 días siguientes a esta publicación

Comité editorial: profesores John Jairo Arboleda Céspedes • Luquegi Gil Neira • Olga Castaño Martínez • Eufrasio Guzmán Mesa • Fabio Giraldo Jiménez • Heiner Castañeda Bustamante Director: Heiner Castañeda Bustamante • Edición de contenidos: Luis Javier Londoño Balbín • Ilustraciones: Juan Andrés Álvarez Castaño • Auxiliares: Sara Giraldo Maestre, Carolina Sánchez Álvarez • Diagramación: Juan Camilo Vélez Rodríguez • Secretaria: María Mercedes Morales Osorio •

Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura. (Artículo 20. Constitución Política de Colombia)

La actividad periodística gozará de protección para garantizar su libertad e independencia profesional. (Artículo 73. Constitución Política de Colombia)

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Foto Fernando Castro

Nº 619, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, abril de 2013

Por VANESSA GARCÉS

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l próximo 27 de abril la Universidad de Antioquia inaugura el piano de cola de Gran Concierto Yamaha CFIIIS. El concierto, a cargo de la maestra Teresita Gómez, abre una temporada de piano con artistas nacionales e internacionales, que busca fortalecer la oferta cultural y la formación de públicos en la ciudad y en la región. El piano adquirido por la Universidad está inspirado en el instrumento de teclado, capaz de producir sonidos de distinta intensidad, creado en el siglo XVII por Bartolomeo Cristofori. Músicos como Bach, Beethoven y Mozart lograron explorar las posibilidades técnicas y expresivas de este instrumento, potenciadas hoy por las técnicas de luthier altamente sofisticadas. El maestro y compositor Andrés Posada, cofundador del Departamento de Música de la Universidad Eafit, afirma que el público ha manifestado el interés por la audición de buena música. Por eso celebra, junto con toda la comunidad artística de la ciudad, este nuevo espacio musical generado por la Universidad de Antioquia. “Un piano de concierto es, sin duda, una inversión cultural y social inmensa: invita, seduce, congrega, aglutina músicos, artistas y público y genera nuevas propuestas musicales e interdisciplinarias”, dice.

Antecedente En las décadas de 1950 y 1960, Medellín, entonces el mayor centro industrial y económico del país, reunió a los artistas, concertistas y músicos extranjeros más importantes. En una sociedad en la que el oficio del músico era visto como una profesión poco respetable, los artistas foráneos lograron consolidar una oferta cultural de alto nivel, debido a la inversión de grandes capitales en la publicidad radial y el apoyo de las élites.

El Camilo Torres será epicentro de piano Más de diez pianistas nacionales e internacionales llegarán a la Universidad de Antioquia con sus mejores repertorios para ofrecer en 2013 una temporada de conciertos de alto nivel.

El gran avance con los años se marchitó. La no continuidad de estas iniciativas hizo que los espectadores y aficionados a esta práctica, no creciera en proporción a la población de la ciudad. Luis Fernando Franco Rodríguez, coordinador del Plan Departamental de Música, asegura que la ausencia de escenarios e instrumentos aptos para esta práctica no ha permitido consolidar una oferta cultural de impacto en el Departamento. “Las ciudades importantes del mundo se caracterizan por su oferta cultural en todas las prácticas; en la medida en que una ciudad como Medellín pueda ampliar su oferta cultural, y

los estudiantes de música puedan acceder a esos espacios, para difundir sus trabajos y compartir con artistas nacionales e internaciones, beneficia a la ciudad y al gremio musical”, aseguró. Con estas necesidades, el Alma Máter le apuesta a fortalecer la escena musical de la ciudad y del país a partir de la adquisición de un piano de cola de gran concierto, y se suma a la corta lista de países que en todo Latinoamérica cuentan con un instrumento como este: Argentina, Venezuela, Ciudad de México y Perú.

La maestra y los invitados La maestra Teresita Gómez

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El piano de cola de Gran Concierto CFIIIS ha sido interpretado por reconocidos artistas como Armando Manzanero (México), Maria-João Pires (Portugal), Adam Marks (Estados Unidos), Glenn Gould (Canadá), Michelangelo Carbonara (Italia), Judith Jáuregui (España), Frederic Chiu (Estados Unidos), Sviatoslav Richter (Ucrania), entre otros.

será la encargada de darle voz y alma, por primera vez, a las 88 teclas del piano de gran concierto, el instrumento ciento por ciento fabricado a mano que posicionará a la Universidad como uno de los mejores escenarios para esta práctica musical. Desde mediados de febrero, la concertista y profesora de piano summa cum laude de la Universidad de Antioquia, llega al Teatro Camilo Torres en las horas de la mañana a practicar el repertorio de su concierto. Después de algunas horas, dedicadas a su mayor pasión, exalta las cualidades del piano y asegura que es una de las mejores adquisiciones de la Institución. Con la inauguración del piano, se inicia una temporada musical en el Teatro Camilo Torres con pianistas invitados como Arnaldo García de Venezuela, Yvan Robilliard y Thierry Huillet de Francia, Gherasim Voronkov de Rusia, y por Colombia Blanca Uribe, Teresita Gómez y Lesly Berrío, entre otros, así como profesores y estudiantes de piano de diversas universidades de la región y del país, quienes ofrecerán una variada programación de recitales de piano, música de cámara, conciertos para piano y orquesta, así como diversos repertorios de la música popular en las que este instrumento tiene una participación destacada como el jazz, y el tango. La Universidad de Antioquia hace extensiva la invitación al público en general para que participe de la nueva oferta cultural de piano y disfrute la música en sus diferentes estilos y sonoridades.

CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO: Sergio Fajardo Valderrama, Gobernador del Departamento y Presidente de la Corporación • Alberto Uribe Correa, Rector • Antonio Yepes Parra, Representante del Presidente de la República • Carlos Fonseca Zárate, Representante de la Ministra de Educación Nacional • Carlos Alberto Palacio Tobón, Representante del Consejo Académico • Rafael Nieto López, Representante Profesoral • Mario Arturo González Arboleda, Representante de los Egresados • Manuel Santiago Mejía Correa, Representante del Sector Productivo, Luis Javier Arroyave Morales, Representante de los ex Rectores • Luquegi Gil Neira, Secretario General. CONSEJO ACADÉMICO: Alberto Uribe Correa, Rector • Fanor Mondragón Pérez, Vicerrector de Investigación • Juan Carlos Amaya Castrillón, Vicerrector de Docencia • María Helena Vivas López, Vicerrectora de Extensión • Rubén Alberto Agudelo García, Vicerrector Administrativo • Francisco Londoño Osorno, Decano Facultad de Artes • Luis Guillermo Palacio Baena, Decano Facultad de Ciencias Agrarias • Ramón Javier Mesa Callejas, Decano Facultad de Ciencias Económicas • Nora Eugenia Restrepo Sánchez, Decana Facultad de Ciencias Exactas y Naturales • Luz Stella Correa Botero, Decana Facultad de Ciencias Sociales y Humanas • Jaime Alberto Vélez Villa, Decano Facultad de Comunicaciones • Clemencia Uribe Restrepo, Decana Facultad de Derecho y Ciencias Políticas • Carlos Arturo Sandoval Casilimas, Decano Facultad de Educación • María Isabel Lalinde Ángel, Decana Facultad de Enfermería • Carlos Alberto Palacio Tobón, Decano Facultad de Ingeniería • Élmer de Jesús Gaviria Rivera, Decano Facultad de Medicina • María Patricia Arbeláez Montoya, Decana Facultad Nacional de Salud Pública • Clara Eugenia Escobar Güendica, Decana Facultad de Odontología • Pedro José Amariles Muñoz, Decano Facultad de Química Farmacéutica • Lucía Stella Tamayo Acevedo, Representante Profesoral Consejo Académico • Luquegi Gil Neira, Secretario General. Invitados: John Jairo Arboleda Céspedes, Vicerrector General • Fabio Giraldo Jiménez, Director de Posgrado • Jaime Ignacio Montoya Giraldo, Director de Desarrollo Institucional • María Carolina Laverde Velásquez, Directora de Relaciones Internacionales • Daryeny Parada Giraldo, Directora de Bienestar Universitario • Dora Nicolasa Gómez Cifuentes, Directora Programa de Regionalización • Liliana Marcela Ochoa Galeano, Directora Escuela de Microbiología • María Teresa Arbeláez Garcés, Directora Escuela Interamericana de Bibliotecología • John Jairo Giraldo Ortiz, Director Escuela de Idiomas • Berta Lucía Gaviria Gómez, Directora Escuela de Nutrición y Dietética • Francisco Cortés Rodas, Director Instituto de Filosofía • Iván Darío Uribe Pareja, Director Instituto de Educación Física y Deporte • Jaime Cardona Usquiano, Director Oficina de Asesoría Jurídica • Claudia María Rivera Osorio, Auditora Interna


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Ana Miketa, la doctora clown Por JUAN PABLO MUÑOZ PATIÑO

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na Milena Velásquez se graduó en el pregrado de Maestra en Arte Dramático de la Universidad de Antioquia y en enero se doctoró con la mención especial Tres Honorables como clown en la Université de la Sorbonne en París. Así se convirtió en la cuarta persona en el mundo que ostenta tal título, el mismo que, como dice ella, recién empieza a enmarcar con el arduo trabajo y la satisfacción de ver su tesis reflejada en las cómplices sonrisas de actores y espectadores. Hace once años viajó a Europa para presentar la obra de teatro con la cual obtuvo su título en la Facultad de Artes. Inició un doctorado en el Instituto del Teatro en la Universidad Autónoma de Barcelona, pero un año más tarde, y tras escaparse con frecuencia del entrenamiento del actor cómico en el teatro clásico a la escuela de clown en la enorme carpa de circo que estaba pasando la calle, consiguió una beca Erasmus para estudiar clown en la Sorbona. Con el circo, que le ganó el corazón, le desnudó el alma de payaso y le enseñó a robar sonrisas llevó alegría y malabares a España y el norte de África. Y como llegó quince minutos tarde a la entrevista de ingreso a la Sorbona, durante el año que debió esperar con paciencia a la nueva cita aprendió francés, adelantó cursos nivelatorios, hizo trabajos informales para proveerse recursos y, desde luego, llevó su clown a cuanto parque, fiesta y cafetería pudo. Ya en la maestría, previa al doctorado, compartió con alumnos y cercanos del maestro por excelencia de la técnica clown, Jacques Lecoq, inició La búsqueda de su propio clown, un viaje al revés, como tituló la tesis del posgrado. Ahí se enfrentó con los orígenes de la técnica y entendió que el clown es una magnificación de las particularidades de cada ser, en la mayoría de casos ridiculizadas para burlarse de sí mismo y enfrentar los miedos que, de manera paradójica, oculta tras una máscara la esencia de lo que realmente somos. Trabajó ilegal en París y cuando consiguió terminar su maestría sintió la necesidad de continuar la búsqueda. Al fin había encontrado la esencia de su ser, su clown Ana Miketa.

“…el arte del clown en Latinoamérica es una veta sin explotar, una puerta sin abrir que espera por ser aprovechada, en cuanto que la motivación y espíritu de los actores latinos tiene mucha fuerza y deseo, pero aún es huérfana de militancia”, dice el clown Ana Miketa, o también Ana Milena Velásquez, hoy profesora de la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia.

Foto cortesía Juan Pablo Muñoz P.

Solo le faltaba dirigir todo su trabajo al público y cinco años más de doctorado, en los cuales pudo sintetizar sus intereses. El arte del clown en Colombia contemporánea, el clown un actor social y político y la risa una forma de resistencia y de libertad, como se denomina su diploma de estudios a profundidad, resume lo que quiere demostrar Ana Milena con su tesis: que en Colombia reírnos de nuestra realidad dolorosa y las circunstancias adversas que vivimos a diario es una manera de luchar, de vivir y de manifestarse.


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