REVISTA DEBATES N° 51

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Nº. 51

SEPTIEMBRE — DICIEMBRE/2008

REVISTA

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Nº. 51

Contenido 2

Minga de los Pueblos

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Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca

La reforma curricular hoy: ¿Homogenización y estandarización? Por Edwin Mauricio Villamil Garzón

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Territorialidad indígena en Colombia Por Raúl Arango Ochoa

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La crisis del siglo

La reconversión del profesorado para la gestión del conocimiento en la universidad Por José Ramiro Galeano Londoño

Por Ignacio Ramonet

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Por Eduardo Domínguez Gómez

Sobre la Cumbre en Washington

El problema de fondo es el orden capitalista 52

Por Julio C. Gambina

El valor de las conmemoraciones hoy Aguas y ambiente Por Migdonia Díez, Jhon Jairo Zapata Vasco

26

Después de la globalización canibalizada 62

Por Eduardo Gudynas

Tabaco o salud Por José Jaramillo Alzate

28

Pido disculpas 71

Por Frei Betto

Nuevamente el Ferrocarril de Antioquia Por Basilio Calazans Palacio

30

La crisis alimentaria empobrece a 290 millones de personas en el mundo

76

De Medellín a hoy Por José Comblin

32

La reelección es contraria a la democracia Por Omar Herrera Ariza

88

Amenaza NUCLEAR Noam Chomsky

Respuesta al anhelo de estudiantes y profesores de disponer de una publicación que sea canal de expresión de las disposiciones y puntos de vista de los universitarios.

Alberto Uribe Correa, Rector - Ana Lucía Herrera Gómez, Secretaria General Editor: Alberto González Mascarozf, agonzale@arhuaco.udea.edu.co Correción: Luis Javier Londoño Balbín, Elizabeth Correa Londoño Diseño original: Saúl Álvarez Diagramación: Juan Camilo Vélez Rodríguez Departamento de Información y Prensa – Secretaría General - Ciudad Universitaria, Bloque 16 oficina 336. Medellín. Teléfonos 2195023 y 2195026. Fax 2331627. E-mail: almamater@arhuaco.udea.edu.co Consulte DEBATES en almamater.udea.edu.co/debates El contenido de los artículos que se publican en DEBATES es responsabilidad exclusiva de sus autores y el alcance de sus —1— afirmaciones sólo a ellos compromete.


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Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca

No más terror y codicia: proponemos un camino de los pueblos para un nuevo país El siguiente texto hace parte del documento dado a conocer al mundo por la Minga de los Pueblos, a propósito de la movilización que los aborígenes colombianos han realizado en los últimos meses y que llevó a pactar un proceso de diálogo con el Gobierno del presidente Álvaro Uribe, luego de que la marcha, tras un largo camino desde el sur del país, llegara a Bogotá.

La Minga de los Pueblos que conmemora 516 años de opresión y resistencia es un mensaje. Para que nos escuchen, para que no nos sigan matando y despojando salimos, bloqueamos vías, marchamos y vamos a seguirlo haciendo hasta cuando se respete nuestra palabra y se le de curso a un diálogo que transforme en los hechos esta realidad de miseria y horror por una de equilibrio, armonía y libertad.

Es hora de reiterar nuestra palabra al mundo. La dirigimos a todos los pueblos y líderes. La planteamos como una constancia de nuestra lucha y sentido como pueblos y procesos. Con humildad asumimos que no es una verdad universal. Con orgullo la defendemos como nuestra verdad. Ni siquiera hemos logrado ser escuchados. ¿Tanto temor le tienen a lo que tenemos para decir que nos niegan la posibilidad de ser escuchados? Escucharnos con atención y respeto va a generar lo que deseamos: un diálogo franco, sincero y que conlleve consecuencias concretas y transformaciones profundas. Negarse a escucharnos, decir que somos tramposos, que nos mueven fuerzas oscuras, que no tenemos propuestas, es temerle al diálogo, al cambio, al futuro. Creemos que tenemos razón. Hemos pensado con cuidado. Hemos cuestionado nuestras razones y opciones. Hemos observado y discutido mucho.

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Tan seguros estamos de que nos llevan por el rumbo de un Proyecto de Muerte hacia la extinción de la vida, que la única opción que nos queda es entregarlo todo, luchar, actuar por vías de hecho, porque no hacerlo es aceptar la destrucción de la vida. Eso no lo podemos aceptar. No lo vamos a hacer. Lo que planteamos como agenda es el mínimo que hemos llegado a acordar entre nosotros porque defendemos la diversidad, el debate abierto, las diferencias, y las hay entre nosotros. Seguiremos discutiendo y tejiendo en el diálogo porque sabemos que no existe una sola razón ni una verdad. La Minga de los Pueblos que conmemora 516 años de opresión y resistencia es un mensaje. Para que nos escuchen, para que no nos sigan matando y despojando salimos, bloqueamos vías, marchamos y vamos a seguirlo haciendo hasta cuando se respete nuestra palabra y se le de curso a un diálogo que transforme en los hechos esta realidad de miseria y horror por una de equilibrio, armonía y libertad. No es tan difícil de comprender lo que estamos aportando y se convierte en agenda de cambio, o nos van a exterminar con la Madre Tierra y le pondrán fin a la vida. Tan seguros estamos de que nos llevan por el rumbo de un Proyecto de Muerte hacia la extinción de la vida, que la única opción que nos queda es entregarlo todo, luchar, actuar por vías de hecho, porque no hacerlo es aceptar la destrucción de la vida. Eso no lo podemos aceptar. No lo vamos a hacer. Lo que proponemos fue planteado en septiembre de 2004 cuando salimos al Primer Congreso Indígena y Popular. Retomamos los mismos temas. Son 5 puntos que recogen muchos otros. Hemos escuchado con atención muchas voces de diversos sectores en Colombia y el mundo. Hemos planteado lo que nos duele y recogido el dolor acumulado de pueblos y procesos. Queremos ser prácticos y concretos. Convocamos en ellos sabiduría. Entendemos que ser sabios es lograr un equilibrio, el equilibrio necesario y posible entre lo que queremos, lo que debemos y lo que podemos hacer. Pero no vamos a sacrificar lo necesario en aras de lo establecido como práctico, ni vamos a convertir en imposible lo que queremos por ignorar lo que debe y puede hacerse. Actuamos con contundencia. Arriesgamos y ofrecemos la vida por la vida. Luchamos con toda nuestra capacidad contra la sofisticada propaganda que no es más que mentiras bien presentadas, contra el terror y contra leyes y normas que imponen los intereses de algunos contra la vida y la justicia. Convocamos entonces la sabiduría, la serenidad, el respeto y el diálogo. Pero lo hacemos movilizados y con firmeza. Somos pueblos de la palabra y el diálogo. Amamos y defendemos el diálogo. Lo hemos convertido en camino en nuestras asambleas y planes de vida. Todo

lo que hemos construido ha sido a base de diálogo desde contradicciones y diferencias. Necesitamos y exigimos un interlocutor legítimo con quien dialogar y estamos en plena disposición de hacerlo.

¿Qué proponemos? 1. Que se creen de inmediato las condiciones necesarias para un proceso de diálogo sobre la base de los 5 temas de agenda que proponemos. 2. Que el diálogo se dé bajo la veeduría y con el respaldo de personas de legitimidad y credibilidad incuestionable y con autoridad legítima reconocida en cualquier lugar del mundo. 3. Que en el diálogo participen plenamente todos los sectores sociales y populares, acordando de manera espontánea y democrática los mecanismos de participación y dando prioridad a la mayoría que ha sido excluida, marginada y explotada. 4. Que la agenda de los pueblos se desarrolle a través de un proceso paciente, transparente y efectivo, de modo que lo decidido se exprese en hechos concretos de cambio y estos hechos nos den el tiempo que se requiere para hacer posible el país necesario paso a paso. 5. Que la honestidad, la verdad y el respeto sean condiciones no negociables para el desarrollo del diálogo y quienes violen estas sean excluidos de participar en el mismo.

Los temas de la agenda de diálogo Estos cinco temas expresan la voluntad de ordenar muchos más que deben caber dentro de ellos. Los proponemos como capítulos que permitan a todos los pueblos y procesos plantear lo que consideren necesario debatir. Entendemos que estos temas son el comienzo de un proceso de escuchar, recoger, analizar, ordenar y trazar una agenda detallada, documentada y conducente a transformaciones urgentes y necesarias. Los temas los planteamos para recoger el dolor de los pueblos, no para excluirlos. Los temas son una invitación a romper el silencio y a tejer una agenda de los pueblos. Todos los temas y dolores deben ser recogidos. La agenda que planteamos es: 1—. Rechazamos los Tratados de Libre Comercio que se han negociado y se vienen negociando con los

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Estados Unidos, Canadá y los países Europeos. Estos tratados son una estrategia malintencionada de actores económicos globales. El proceso de negociación, su contenido y sus resultados amenazan nuestras culturas, nuestros territorios, nuestra soberanía, entregan recursos y riquezas a intereses corporativos transnacionales, amenazan la vida y la Madre Tierra y nos someten al afán de acumulación de corporaciones. Estos no son tratados entre los pueblos sino contra los derechos de los pueblos. Son legislaciones supranacionales que nos someten a corporaciones y a su afán de lucro. 2—. No más terror y guerra. Rechazamos la política de seguridad democrática, el Plan Colombia, la parapolítica, la guerra sucia, la represión, la militarización de la vida social y la criminalización de la protesta. Verdad, justicia y reparación integral frente a los crímenes cometidos. La guerra no es el camino. Personas que nos han hecho mucho daño, como Juan José Chaux Mosquera, deben ser juzgados desde el derecho propio para que su mal ejemplo nunca se repita y sus víctimas sean reparadas. 3—. Derogación de toda la legislación de despojo. Las reformas constitucionales y legales y las leyes que privan a los pueblos de sus derechos y libertades deben ser reemplazadas por leyes para la vida y la defensa de la soberanía, de los derechos y el bienestar de los pueblos. Particularmente urgente es la derogatoria del Estatuto Rural, Ley 1152 de 2007 que viola abiertamente el Convenio 169 de la OIT, desconoce los derechos fundamentales indígenas, destruye los derechos campesinos y legaliza los robos de tierras hechos mediante la violencia. Urgente es la derogatoria del Código de Minas y los Planes de Aguas. 4—. Cumplimiento de Acuerdos y Convenios. A través de años de lucha, los pueblos y procesos hemos logrado ganancias y derechos que son violentados e ignorados de manera continua y recurrente. Exigimos que el resultado de estas luchas, plasmado en acuerdos y convenios sea respetado. Mencionamos por ejemplo, para el caso de los pueblos indígenas, la aplicación del Convenio 169 de la OIT o Ley 21 de 1991, el pleno reconocimiento e implementación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas del 2007. Exigimos el cumplimiento de lo acordado a raíz de la masacre de El Nilo y del Decreto 982 de 1999. 5—. Creación de Mecanismos de Soberanía, Paz y Convivencia de modo que podamos elaborar y hacer realidad nuestra Agenda a través del Congreso Permanente de los Pueblos.

debe ser despejado y respetado. Todos los daños causados por la agresión militar deben ser reparados de manera integral. 2. Debe cesar de inmediato el fuego y la represión contra los pueblos movilizados 3. Exigimos la salida de todos los actores armados de nuestros territorios y el establecimiento de territorios libres de guerra con el monitoreo de observadores internacionales civiles bajo la supervisión de la Guardia Indígena. 4. Los medios populares y no comerciales deben ser reconocidos, respetados, escuchados y apoyados como fuentes de la verdad para el diálogo. Los medios de comunicación comerciales deben abrirse a escuchar y transmitir las propuestas y posiciones de los pueblos, de los excluidos, de las mayorías y deben hacer pública la verdad de opresión, exclusión y sometimiento sin servirle más de manera exclusiva y excluyente a intereses económicos particulares. 5. Convocamos de inmediato, como garantes del diálogo a las siguientes personalidades sin que esta lista excluya otras personalidades y propuestas: a. James Anaya, Relator Especial de las Naciones Unidas para los Pueblos Indígenas. Exigimos su presencia inmediata para iniciar el proceso y coordinar la comisión mediadora y promotora del diálogo. b. Baltasar Garzón, Juez y miembro del Centro para la Paz de Toledo. c. Evo Morales Ayma, Presidente de Bolivia y líder indígena de un proceso de transformación desde los pueblos. d. Blanca Chancoso, líder de las mujeres y los pueblos indígenas del Ecuador. En Colombia, hay un levantamiento indígena y popular en marcha. Podrían, tal vez, con toda la fuerza de la propaganda y del terror, someternos al silencio una vez más, pero volveremos a levantarnos, seguiremos en Minga hasta cuando la conmoción de los Pueblos se encuentre en camino de ser superada.

El camino 1. La fuerza pública debe ser retirada de todos los territorios indígenas de manera definitiva. El Territorio de Paz, Convivencia y Diálogo de La María, Piendamó,

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Minga de los Pueblos. Territorio de Diálogo, Convivencia y Paz La María, Piendamó Octubre 16 de 2008.

Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca - ACIN - CXAB WALA KIWE e-mail: acincauca@yahoo.es Carrera 12 Nº 8-44. Telefax: (2) 8290958 - (2) 8293999 Santander de Quilichao - Cauca - Colombia

La historia es memoria que muestra el camino El siguiente texto hace parte del documento “Minga por la vida, la justicia, la alegría, la autonomía y la libertad y movilización contra el Proyecto de Muerte y por un Plan de Vida de los Pueblos”, elaborado por organizaciones Indígenas de Colombia (08/26/2004)

Desde nuestro origen somos pueblos de la vida. Nacimos con todos los seres vivos. Nuestros Dioses nos enseñaron a convivir en el territorio para defender el equilibrio y la armonía. Somos pueblos ancestrales y originarios. Los conquistadores trajeron a estas tierras su proyecto de muerte. Vinieron con afán de robarse la riqueza y explotarnos para acumular. El Proyecto de Muerte es la enfermedad del egoísmo que se vuelve odio, guerra, mentiras, propaganda, confusión, corrupción y malos gobiernos. Los pueblos indígenas somos pueblos en resistencia. No nos han dejado descansar. En cada época de agresión utilizaron estrategias diferentes para exterminarnos o someternos. Siempre nos tocó defendernos empezando por descubrir lo que había detrás de la máscara de mentiras y promesas con las que llegaron a robarnos y matarnos, según ellos “por nuestro bien”. Para cada agresión hemos tenido que diseñar otra forma de resistencia. Aquí estamos y aquí nos quedamos. Tuvimos que resistir al conquistador asesino con las armas. En la colonia usamos las letras y la religión para llegar al monarca y obtener reconocimiento para nuestro territorio. En la república impedimos que nos convirtieran en esclavos de terratenientes rescatando primero nuestra conciencia milenaria de indígenas y levantándonos desde el hambre y el dolor para recuperar nuestras tierras. Nos unimos alrededor de una plataforma de lucha sustentada sobre los principios de unidad, tierra y cultura. Rescatamos la tierra de la gente para la gente. Luego nos comprometimos con avanzar hacia la autonomía a través de la reflexión, la conciencia y la participación para formarnos como gente para la tierra con formas de gobierno e instituciones propias. Pero ahora reconocemos una amenaza mayor y nos corresponde organizarnos para resistirla y pervivir. En cada época nos solidarizamos con otros pueblos oprimidos y excluidos con quienes compartimos la lucha y el sufrimiento y también recibimos solidaridad a manos llenas. Recogemos en la memoria de la historia una cosecha de gratitud y unidad que nos ha costado mucho. Por eso sabemos que no estamos solos para enfrentar la mayor amenaza que hemos sufrido hasta el momento. Comprender y enfrentar las estrategias del proyecto neoliberal requiere que sumemos capacidades, compartamos conocimientos y trabajemos juntos. Llamamos de nuevo a todos los pueblos y organizaciones a que nos levantemos al mismo tiempo y paso a paso cada vez más unidos y numerosos, por nuestros derechos y por el de cada pueblo. Con la misma fuerza con la que rechazamos la agresión neoliberal, rechazamos también la imposición por las armas de ideologías, la intimidación, la represión y las órdenes autoritarias del movimiento insurgente que pretenden negarnos la identidad como pueblos e irrespetan y violentan nuestra libertad para resistir y rebelarnos con autonomía. La memoria nos enseña y nos muestra el camino: todos resistimos juntos la agresión que nos maltrata, pero cada uno respeta la diversidad y la diferencia para que la tierra del futuro sea un tejido de conciencias colectivas y de autonomías en equilibrio y armonía con todos los seres de la vida.

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Territorialidad indígena en Colombia Por Raúl Arango Ochoa Abogado ex asesor del Incora (hoy Incoder) y del Departamento Nacional de Planeación

Conferencia presentada el 14 de noviembre de 2008 en la Cátedra de Formación Ciudadana Héctor Abad Gómez, que promueven la Rectoría de la Universidad de Antioquia, las facultades de Medicina y Salud Pública y la Corporación Héctor Abad Gómez.

Introducción El presente documento1 está conformado por los siguientes temas: La primera parte contiene un resumen elaborado a partir de la revisión de las normas legales y de los procesos históricos sobre las formas de tenencia de la tierra por parte de los pueblos indígenas de Colombia. Al final, se hace énfasis en la ley 1152 de 2007 (Estatuto de Desarrollo Rural). El estudio de esta ley es importante, siendo uno de los motivos por los cuales se han hecho marchas y se han presentado protestas formuladas por varias organizaciones indígenas, con el argumento de que esta ley viola el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y además, los perjudica en otros asuntos relacionados con sus territorios. Lo anterior, se complementa con información estadística y avances sobre los censos relacionados

El reconocimiento de los derechos territoriales a las comunidades indígenas ha sido el eje en torno al cual han girado las relaciones entre los pueblos indígenas y el Estado colombiano.

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con la población indígena a partir de 1973 y sobre la constitución de resguardos indígenas a nivel nacional y con los resguardos registrados en el departamento de Antioquia. En consideración a que por mandato constitucional todos los resguardos indígenas legalmente constituidos tienen derecho a recibir recursos fiscales, en la parte final se incluye un resumen sobre la participación de los resguardos indígenas en los recursos provenientes del Sistema General de Participación (SGP), más conocido como “recursos de transferencias”. Con estas notas sólo se pretende hacer una breve síntesis sobre la situación territorial indígena. Los logros en la dotación de tierras ha sido el producto de muchas luchas y reclamos realizados por las autoridades de las comunidades y los dirigentes de las organizaciones indígenas. De todas formas, hay que considerar que el reconocimiento de los derechos territoriales a las comunidades indígenas ha sido el eje en torno al cual han girado las relaciones entre los pueblos indígenas y el Estado colombiano. Sin duda, algunos temas y varios datos estadísticas merecen análisis más profundos y reflexiones que se esperan sean el producto de esta charla. Por lo tanto, se espera que una vez hecha la presentación de estos temas, los estudiantes y demás asistentes saquen sus propias conclusiones.

A. Períodos históricos sobre la territorialidad indígena El tema territorial indígena se ha elaborado a partir de una revisión de las normas legales sobre las tierras tradicionalmente ocupadas por los pueblos indígenas de Colombia, lo cual permite hacer una breve reseña en este campo. Para facilitar su comprensión, se sintetiza el trabajo en siete períodos históricos, temas que de alguna manera han sido ya tratados por estudiosos en esta materia2, de la siguiente forma. 1. Sometimiento, integración y resistencia, 1493-1810. 2. Proteccionismo y extinción de los resguardos, 1810-1890. 3. Reducción, oposición a la liquidación de los resguardos 1890-1960. 4. Integración de los pueblos indígenas a la vida nacional, 1961-1981. 5. Apoyo a la autogestión indígena 19821989.

6. Consolidación legal de la territorialidad indígena, 1990-1998. 7. Cambios en leyes territoriales y desencuentros, 1999-2008.

1. Sometimiento, integración y resistencia, 1493-1810 En este período imperó el régimen colonial que se distinguió por la dominación, gran descenso de la población indígena, debido a la extinción física y cultural ocasionada por enfermedades traídas por los colonizadores, sometimiento a trabajos forzados y por el afán de integrarlos a la llamada “civilización” impuesta por el imperio europeo. Como consecuencia de la arremetida de la colonización de foráneos, muchos pueblos indígenas, especialmente los que habitaban en la Costa Atlántica y en la región andina, perecieron en su resistencia, varios sucumbieron por los malos tratos y por las enfermedades traídas por los europeos. Algunas comunidades perdieron sus tierras, el idioma y la cultura. Prevalecen las capitulaciones con el Soberano Español, y los repartimientos de tierras, respetando las tierras de los indios, según Real Orden de Carlos V en 15323. Muchos pueblos se desplazaron hacia las montañas y a las cabeceras de los ríos huyendo del sometimiento. Se crearon algunos resguardos para facilitar la enseñanza del castellano, la religión católica y aprovechar la mano de obra.

2. Proteccionismo y extinción de los resguardos, 1810-1890 En este período se impuso como política del Estado la liquidación de los resguardos, como una barrera al desarrollo económico y al libre comercio de la tierra. Entre 1810 y 1890 se expidieron unas 30 leyes sobre tierras, unas a favor del reconocimiento de las tierras a las comunidades indígenas y otras orientadas a la extinción de los resguardos. Con el argumento de la igualdad ciudadana concedida a los indígenas, se ordenó que… ”se repartirán en propiedad las tierras de sus resguardos distribuyéndoseles en cada pueblo según su justo valor y en suertes separadas con proporción a sus familias…4. Uno de los efectos de esta política fue la conversión de muchos pueblos indígenas en una masa de campesinos reducidos a la condición de jornaleros, arrendatarios, terrajeros y aparceros de las grandes haciendas. Según Antonio García, entre 1835 y 1837, se desató un ola de protesta indígena, como consta en las exposiciones de los secretarios de Estado y de los go-

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Territorialidad indígena en Colombia

bernadores de las Provincias, “...pero los indios, que creyeron en el sentido libertador de las guerras de independencia no saben sino dar batallas de papel. Sin embargo, son estas luchas de la comunidad las que sirven de levadura al levantamiento indígena de Tierradentro en 1861, en contra de los grandes latifundistas que negociaban las tierras comunales de Pitayó y Jambaló y que sirvió de soporte a la revolución dirigida por Tomás Cipriano de Mosquera…”5. La nota transcrita, se refiere a los resguardos de Pitayó y Jambaló, de origen colonial, hoy día reconocidos por el gobierno nacional como resguardos antiguos, ubicados en jurisdicción del departamento del Cauca.

3. Reducción, oposición a la liquidación de los resguardos, 1890-1960 Durante este período, los gobiernos regionales con el apoyo del Gobierno Central extinguieron los resguardos ubicados en Boyacá, casi todos los de Cundinamarca, gran parte de la Costa Atlántica, de Antioquia y todos los resguardos del Tolima. Sin embargo, desde 1859 se comenzaron a aprobar leyes por parte del Estado Soberano del Cauca, con el fin de solucionar las protestas realizadas por las comunidades indígenas, quienes se oponían a la división de los resguardos, logrando su cometido con la expedición de la Ley 89 de 1890, con un contenido filosófico paternalista y que también incluyó el tema de la división de los resguardos. En 1886 se expidió una nueva Constitución Política, en la cual no se incluyó tema alguno relacionado con la población indígena. La tranquilidad jurídica establecida en la Ley 89 duró poco, debido al inicio de un proceso de confiscación de tierras de indígenas en 1905. En este año se expide la Ley 55, por medio de la cual se confiscan las tierras comunales de los pueblos indígenas6. Una de las reacciones a esta confiscación de tierras fueron las protestas iniciadas por el indígena Quintín Lame. Con apoyo en la Ley 89 de 1890 Manuel Quintín Lame Chantre se opuso a la división de los resguardos, y promovió un movimiento contra el latifundio y el terraje, produciendo un levantamiento indígena entre los años 1914 y 19167. Este caudillo indígena elaboró un programa de lucha de siete puntos: recuperación de las tierras de los resguardos, ampliación de los resguardos, fortalecimiento de los cabildos, no pago de terraje, dar a conocer las leyes de los indígenas y exigir su justa aplicación, defender la lengua vernácula, la historia y las costumbres, y formar profesores indígenas.

Por otra parte, frente a este nuevo impacto de pérdida de tierras por parte de los indígenas, se aprueba una ley favorable a los indígenas, la cual autoriza la constitución de nuevos resguardos y sirvió de fundamento para la constitución de resguardos indígenas, a partir de la década de los años 80 (ley 60 de l916). Posteriormente, Colombia se adhirió a la Convención de Pátzcuaro (Ley 123 de 1943) y en 1947 constituyó un organismo nacional que cumpliera la labor de estudio de las culturas indígenas8. En 1957 suscribió el Convenio 107, realizado en Ginebra, relacionado con la integración y desarrollo de las poblaciones indígenas. En 1958, se modificó tanto la metodología y la concepción del tratamiento de los asuntos indígenas, como la relación entre el Estado y los pueblos indígenas en términos del desarrollo económico y no de asimilación forzosa (Ley 81).

4. Integración de los pueblos indígenas a la vida nacional, 1961-1981 En esta época se expidieron varias leyes relacionadas con el tema territorial indígena. Se destaca la Ley 135 de 1961, conocida como Ley de Reforma Social Agraria. Aunque el espíritu de esta ley era el de garantizar a los pueblos indígena el aprovechamiento tranquilo de sus territorios, su decreto reglamentario 2117 de 1969 establecía nuevamente la liquidación y distribución de los resguardos y facultó al Instituto Colombiano de la Reforma Agraria (Incora, hoy Incoder) para constituir reservas indígenas. En la práctica el decreto 2117 no se aplicó en lo relativo a la división de los resguardos9. Sólo se disolvieron, por petición de las comunidades, los de Calderas y Timbichucue (este último constituido como resguardo nuevamente en 1978 y parte del área del primero reconstituido en el 2001), localizados en Tierradentro, departamento del Cauca; y el de Tocancipá, en Cundinamarca. En cuanto a la constitución de reservas indígenas, se aprobaron 69 reservas entre 1967 y 1981. Estas reservas posteriormente fueron convertidas a resguardos. El decreto 2117 de 1969 y la ley 81 de 1958 se enmarcan dentro de la creencia generalizada de que, incrementando la prestación de servicios a los indígenas y atendiendo algunas de sus reclamaciones más sentidas, incluidas las de tierras, se crearían las condiciones que facilitaran la disolución casi espontánea de los resguardos y la integración de los indígenas a la vida y valores de la sociedad mayoritaria. Sin embargo, el objetivo de estas disposiciones no se logró. Las

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normas legales integracionistas constituyeron un fracaso. Pero, miradas desde otra óptica, en su proceso de organización, de reconquista de su propia autonomía, inclusive en el campo de la tierra, en esta etapa, los indígenas lograron avances significativos.

Sólo a partir de de la década de los setenta se empezó a considerar la población indígena en los censos nacionales como un sector étnico especial en Colombia. En el país habitan 1.378.884 indígenas (3.4% de la población total del territorio colombiano), pertenecientes a 90 grupos étnicos; esta cifra se reparte entre 297.485 que viven en las partes urbanas y 1.081.319 que habitan en el sector rural.

5. Apoyo a la autogestión indígena, 1980-1989 En 1980, se inicia una política clara sobre dotación de tierras a las comunidades indígenas. Las tierras tradicionalmente ocupadas por estas comunidades, comenzaron a titularse como resguardo y las reservas indígenas, en forma paulatina, fueron convertidas en resguardos. El gobierno de esa época, a través del Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes), organismo rector de la planificación en Colombia, aprobó el primer Programa de Desarrollo Indígena (PDI). Aunque en la práctica no tuvo resultados halagadores y se le formularon fallas como: no se diseñaron mecanismos para concretar la participación de las comunidades en la ejecución de los programas y la ausencia de elementos de coordinación entre las entidades llamadas a ejecutar las acciones formuladas en el plan, algunos de los propósitos aprobados en dicho documento fueron acogidos en el Primer Congreso Indígena. En efecto, en febrero de 1982 se realizó el Primer Congreso Nacional Indígena y se creó la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), con un programa en materia de tierras, de salud, de educación, de desarrollo económico y de la lucha por sus territorios y los recursos naturales. En noviembre de 1982, el presidente de ese entonces, ante una concentración indígena, municipio de Silvia, departamento del Cauca, recogiendo parte de las conclusiones y aspiraciones del Primer Congreso Indígena (1982), formuló una política indígena con énfasis en el reconocimiento del Estado a la legitimidad de las autoridades y organizaciones indígenas y a la participación de tales autoridades y organizaciones en la toma de decisiones en materia de tierra, salud, educación, desarrollo, la adopción de medidas orientadas al estudio científico, la difusión y el uso de los valores arqueológicos, sociales, lingüísticos y del patrimonio cultural10. Después de muchas desavenencias por fin se reglamenta parte de la ley 135 de 1961, mediante la expedición del decreto 2001 de 198811, relacionado con los procedimientos o trámites para la constitución, ampliación, restructuración y saneamiento de resguardos indígenas. La importancia de este decreto radica en el reconocimiento y definición de instituciones como

el Cabildo, la Parcialidad y el Resguardo Indígena. Se definió el territorio indígena como las áreas poseídas por una parcialidad, comprendiendo en ellas no sólo las habitadas y explotadas sino también aquellas que constituyan el ámbito tradicional de sus actividades económicas y culturales. Además, este decreto derogó todas las normas sobre indígenas que les fuesen contrarias, en especial el decreto 2117 de 1969 que regía el tema de constitución de reservas indígenas.

6. Consolidación legal de la territorialidad indígena, 1990-1998 Después de muchas vacilaciones gubernamentales se consolida una política estatal en relación con los territorios indígenas. En este período se destacan cuatro aspectos importantes: a) aprobación del Convenio 169 de 1989, expedido en Ginebra por la Organización Internacional del Trabajo (OIT),12 b) promulgación de la nueva Constitución Política en 1991, c) documento Conpes 2773 sobre política indígena, aprobado en 1995, y d) expedición del decreto 1397 de 1998, por medio del cual se crea la Comisión Nacional de Territorios Indígenas y la Mesa Permanente de Concertación con los Indígenas13 El Artículo 14 del Convenio 169 establece la obligación, por parte de los gobiernos que lo adopten, de reconocer a los pueblos indígenas el derecho de propiedad y de posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocupan. Además, se deberán adoptar las medidas necesarias para determinar las tierras que los pueblos indígenas ocupan en forma tradicional y la protección efectiva de sus derechos de propiedad y de

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Territorialidad indígena en Colombia

establecer los procedimientos adecuados para las reivindicaciones de tierras formuladas por estos pueblos. De otra parte, una mirada retrospectiva sobre la constitucionalidad del país permite concluir que en las primeras siete constituciones promulgadas en Colombia a partir de 1821 no se incluyó el tema indígena. Por primera vez, la nueva Constitución de 1991 contempla 24 artículos que establecen en forma directa los derechos reconocidos a favor de los pueblos indígenas. Se destacan los siguientes postulados básicos: a) protección a la diversidad étnica y cultural y a la participación de los resguardos indígenas en asuntos políticos de la Nación (artículos 7, 8, 10 171 y 176); b) apoyo a la autonomía de las comunidades indígenas, a sus formas internas de gobierno y a la protección de los recursos naturales (artículos 246, 286 y 330); c) protección de las tierras colectivas y de las formas de propiedad solidaria (artículos 63, 64 y 329) y d) participación de los resguardos indígenas en los recursos provenientes de los ingresos corrientes de la Nación (artículos 356 y 357, reformados por el Acto Legislativo 01 de 2001). Los artículos 63 y 64 de la nueva Constitución establecen que las tierras comunales de los grupos étnicos y las de los resguardos son inalienables, imprescriptibles e inembargables. El artículo 64 dice que es deber del Estado promover el acceso progresivo a la propiedad de la tierra. El derecho a la propiedad colectiva sobre la tierra tradicionalmente ocupada por las comunidades indígenas ha sido calificado por la Corte Constitucional como un derecho fundamental, con base en lo establecido por el artículo 7 de la Constitución y por lo dispuesto en el Convenio 169 de la OIT, así: “El derecho fundamental a la propiedad colectiva de los grupos étnicos lleva implícito, dada la protección constitucional del principio de diversidad étnica y cultural, un derecho a la constitución de resguardos en cabeza de las comunidades indígenas”. “La protección jurídica del derecho fundamental a la propiedad colectiva de las comunidades indígenas, tiene, además, desarrollo legislativo explícito tratándose de la constitución de resguardos indígenas”. 14 “Por su parte, el derecho de propiedad colectiva ejercido sobre los territorios indígenas reviste una esencial importancia para las culturas y valores espirituales de los pueblos aborígenes. Esta circunstancia es reconocida en numerosos convenios internacionales aprobados por el Congreso de la República, como la

En febrero de 1982 se realizó el Primer Congreso Nacional Indígena y se creó la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), con un programa en materia de tierras, de salud, de educación, de desarrollo económico y de la lucha por sus territorios y los recursos naturales.

Ley 21 de 1.991 (…), donde se resalta la especial relación de las comunidades indígenas con los territorios que ocupa, no sólo por ser éstos su principal medio de subsistencia sino además porque constituyen un elemento integrante de su religiosidad”15. Por otra parte, el decreto 1397, concede el derecho a las comunidades y organizaciones indígenas de acceder a la información por parte de las entidades que tengan que ver con temas de dotación de tierras, y de concertar con estas entidades para la programación para períodos anuales de las actividades de ampliación, saneamiento, constitución y reestructuración de resguardos.

7. Cambios en leyes territoriales y desencuentros, 1999-2008 La política pública para indígenas en las décadas de los años 80 y 90 tuvieron avances significativos. A partir de 1998 no se han producido por parte de los dos últimos gobiernos documentos Conpes que implementen esta política,16 que sirvieran de base para tratar los asuntos indígenas y facilitar las relaciones entre éstas y el Estado colombiano. Aunque el tema indígena fue incluido en el Plan de Desarrollo, “Cambio para construir la paz” del gobierno de ese cuatrienio, la Corte Constitucional declaró inexequible la Ley 508 de 1999, que aprobó dicho Plan. En los dos últimos planes de desarrollo del actual gobierno se dedica un acápite para los grupos étnicos. Además de los pueblos indígenas, se incluye por primera vez al pueblo Rom (Gitano). La política para estos dos períodos presidenciales se diseña, principalmente, con base en los postulados de la Constitución Política de 1991 y por lo establecido en la Ley

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21 de 1991, que aprobó el Convenio 169 de la OIT. Según el Plan, la estrategia está orientada a superar la pobreza y las inequidades sociales, legales, políticas, económicas; al fortalecimiento de su participación y de su autonomía, de su identidad cultural; y al reconocimiento, respeto y valoración por parte del resto de la sociedad colombiana. La estrategia contempla, además, el acceso, protección y titulación de sus territorios con el carácter legal de resguardo, la ampliación del programa de emisoras comunitarias, el acceso al espectro electromagnético, desarrollo legal de la jurisdicción especial indígena y el ordenamiento territorial y el diseño de estrategias para prevención y atención del desplazamiento forzado. En lo que concierne a los indígenas, sólo se han aprobado tres documentos Conpes17, los cuales han servido como directrices específicas para atención de los pueblos indígenas. Podría pensarse que la ausencia de esta clase de instrumentos ha dificultado las buenas relaciones y el manejo entre el Estado y los pueblos indígenas, como un sector especial de la población colombiana, tal como lo ordena la Constitución de1991. El período comprendido desde el 2005 a 2007 se ha caracterizado por marchas y protestas realizadas por algunas organizaciones indígenas y a la oposición de las leyes expedidas por el gobierno nacional, en los temas que los afecta. Se destacan dos de estas leyes: Ley 1021 del 20 de abril de 2006 (Ley General Forestal), declarada inexequible por la Corte Constitucional y la Ley 1152 de 2007, por medio de la cual se expide el Estatuto de Desarrollo Rural, se reforma el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder) y se dictan otras disposiciones. Debido a que la Ley 1152 de 2007 se encuentra vigente, merece un análisis especial. A continuación, se resumen los artículos relacionados con los pueblos indígenas y con las comunidades afro descendientes, con énfasis en el tema territorial. La revisión de esta ley es importante, debido a que varias organizaciones indígenas, en especial el Consejo Regional Indígena del Cauca, han solicitado su derogatoria, argumentado que esta ley viola el convenio 169 de la OIT y los obliga a presentar proyectos productivos. De la lectura de los artículos 1, 34 y 119 de esta ley se podrá concluir si los indígenas tienen o no razón en sus reclamos, y además, se podrán detectar algunos artículos que perjudican los intereses de las comunidades indígenas. El inciso final del artículo 1 establece que esta ley no modifica, sustituye ni deroga la Ley 21 de 1991 ni la Ley 70 de 1993 ni su reglamentación. Se debe

tener en cuenta que se refiere a los reglamentos de la Ley 70, pues la Ley 21 no ha sido reglamentada en lo que concierne a las tierras colectivas de los territorios indígenas, salvo lo dispuesto en al artículo 15 sobre la consulta previa para la explotación de los recursos naturales18. Nótese bien que se refiere a la ley 21, por medio de la cual se ratificó el Convenio 169 de 1989, es decir, que este instrumento jurídico internacional continúa vigente en todas sus normas. En los principios de esta ley establecidos en el artículo 2, se contempla: el desarrollo rural reconoce y protege la diversidad que se expresa en las diferencias geográficas, institucionales, económicas, sociales, étnicas, culturales y de género del país (numeral 12). En el artículo 4°. Del acceso a la propiedad de la tierra, establece los siguientes objetivos (...). 2. Beneficiar con dichos procedimientos a los hombres y mujeres campesinas, a las comunidades indígenas, comunidades negras y demás minorías étnicas mayores de 16 años, de escasos recursos o que no posean tierras, a los minifundistas, a las mujeres campesinas jefes de hogar y a los beneficiarios de los programas especiales que establezca el Gobierno Nacional (...). 4. Formular y ejecutar programas y proyectos productivos que incrementen el volumen de producción y los ingresos de los productores, en armonía con las prioridades de desarrollo de las regiones y sus entidades territoriales y de los planes de ordenamiento territorial y de los planes de vida en los territorios indígenas (...). 6. Fortalecer las iniciativas y propuestas de los pueblos y comunidades indígenas, comunidades negras y demás minorías étnicas, encaminadas a recuperar, restaurar, restablecer y conservar los sistemas propios de adecuación de tierras (...). El parágrafo del artículo 14 establece que los territorios indígenas tendrán un Consejo de Desarrollo Rural, que servirá como instancia de concertación entre las autoridades indígenas, las comunidades y los organismos y entidades públicas en materia de desarrollo rural, en concordancia y armonía con sus planes de vida. El artículo 16 de la citada ley establece: Créase por virtud de esta ley el Consejo Nacional de Tierras (Conati), como organismo del Gobierno Nacional con carácter decisorio. En este consejo tienen asiento un delegado de las comunidades indígenas y uno de las comunidades negras. El parágrafo del artículo 22 establece: La designación de los representantes de los gremios, de las organizaciones campesinas, de las comunidades indíge-

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nas, de las comunidades negras, de organizaciones de mujeres campesinas, y de las secretarías de Agricultura departamentales serán objeto de reglamentación por parte del Gobierno Nacional. El numeral 9 del artículo 28 preceptúa: Conocer los nuevos procesos radicados de los que trata el artículo 34 de la presente ley hasta el primero (1°) de junio de 2008, fecha en la cual los trasladará en la etapa procesal en la que se encuentren al Ministerio del Interior y de Justicia. De esto se infiere que la nueva Unidad Nacional de Tierras Rurales asume las funciones, en cuanto a la titulación de tierras a las comunidades afro descendientes e indígenas (...). La pregunta que queda en el ambiente es si esta entidad puede aplicar el decreto 2164 de 1995 para estos efectos, pues la Ley 1152 derogó la Ley 160 de 1993, pero no se refirió a dicho decreto reglamentario de la Ley 160. Se debe tener en cuenta que la Ley 160 contenía todos los derechos sobre las tierras tradicionalmente ocupadas por comunidades indígenas y negras. Sobre otras instituciones con funciones relacionadas con titulación de tierras de la Nación, en el artículo 34 se establece. (...) 1. Planificar y ejecutar los procedimientos para la constitución, saneamiento, ampliación y reestructuración de resguardos indígenas con sujeción a los criterios de ordenamiento territorial y a la función social y ecológica de la propiedad rural, de acuerdo con las normas legales vigentes y los reglamentos que expida el Gobierno Nacional. Para estos fines podrá adquirir directamente tierras y mejoras para este propósito. 2. Planificar y ejecutar los procedimientos para la titulación colectiva de las tierras baldías a las comunidades negras (…). 3. La Dirección podrá adelantar procedimientos de deslinde de las tierras de resguardo y las de las comunidades negras de acuerdo con los procedimientos establecidos en esta ley. Parágrafo 1°. La Dirección de Etnias o quien haga sus veces deberá finalizar los procesos de que tratan los numerales 1 a 3 de este artículo que para el 1° de junio de 2008 se encuentren en curso y pendientes de culminación por parte del Incoder. Parágrafo 2°. La Dirección de Etnias… podrá delegar el ejercicio de determinadas funciones en las entidades territoriales, en la forma, condiciones y plazos que defina el Gobierno Nacional. No serán delegables, ni

podrán vincular al sector privado las funciones relacionadas con la constitución, ampliación, saneamiento, reestructuración de los resguardos indígenas, la constitución de títulos colectivos de comunidades negras y la clarificación de la propiedad de las tierras de las comunidades negras (...). Parágrafo 4°. El Ministerio del Interior y de Justicia asumirá las funciones descritas en esta ley a partir del 1° de junio de 2008; para tal efecto, podrá realizar los ajustes en la estructura y en la planta de personal a partir del 1° de enero de la vigencia de 2008. Artículo 53. El Incoder establecerá el Fondo de Modernización Tecnológica para el Sector Rural, cuyos recursos se destinarán a otorgar subsidios de asistencia técnica y gestión empresarial a campesinos, pequeños productores y comunidades indígenas o comunidades negras y serán asignados por convocatoria pública bajo criterios transparentes de selección (...). En el artículo 71 se establece: Con el objeto de dar cumplimiento a los fines de interés social y utilidad pública …, las entidades públicas que en ejercicio de sus funciones lo requieran, podrán adquirir mediante negociación directa, predios, mejoras rurales y servidumbres de propiedad privada, o que formen parte del patrimonio de entidades de derecho público, en los siguientes casos: a) El Ministerio del Interior y de Justicia, para las comunidades negras e indígenas que no las posean, o cuando la superficie donde estuvieren establecidas fuere insuficiente; El parágrafo del artículo 72 establece: lo dispuesto en este artículo, no aplicará para predios ubicados en resguardos indígenas, ni a los predios integrados dentro de títulos colectivos de comunidades negras, ni para predios de menos de diez (10) Unidades Agrícolas Familiares (UAF) medidas bajo el esquema de las zonas relativamente homogéneas (...). Hasta la fecha no se ha fijado el área mínima para la UAF. El artículo 79 establece: Las tierras que se adquieran para programas de reforma agraria bajo cualquiera de las modalidades previstas en esta Ley, se destinarán a establecer Unidades Agrícolas Familiares o cualquier otro tipo asociativo de producción. Las que se adquieran para la constitución, ampliación y reestructuración de resguardos indígenas, se regirán por lo establecido en el capítulo correspondiente de la presente ley. El parágrafo del artículo 95, sobre subsidios en las

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obras de adecuación de tierras, establece que en las obras y estudios que se adelanten para la adecuación de tierras en territorios indígenas, deberá ajustarse a lo establecido en la Ley 21 de 1991 (Convenio 169 de 1969 de la OIT). “Artículo 96. El Incoder expedirá el Manual de Normas Técnicas Básicas que reunirá las exigencias técnicas, económicas, sociales y ambientales para la formulación y realización de proyectos de adecuación de tierras, al cual deben someterse todos los proyectos que aspiren a recibir el subsidio mencionado. Además establecerá servicios de apoyo a los campesinos, minorías étnicas y sus asociaciones, con el fin de promover y facilitar la elaboración de los estudios de prefactibilidad, factibilidad y los diseños de los proyectos de adecuación de tierras (…). “Artículo 116. El Ministerio del Interior y de Justicia estudiará en los departamentos respectivos, las solicitudes de tierras de las comunidades indígenas, negras y demás minorías étnicas, para dotarlas de las superficies indispensables que faciliten su adecuado asentamiento y desarrollo. Con el objeto de proteger efectivamente los derechos territoriales de los grupos étnicos consagrados en el artículo 63 de la Constitución Política, conforme a lo dispuesto en el Convenio 169 de la OIT, la Convención Americana de los Derechos Humanos que se refiere a la propiedad colectiva de las comunidades negras y para tal efecto titulará baldíos y podrá adquirir directamente tierras, mejoras si a ello hubiere lugar. Así mismo, constituirá, reestructurará, saneará y ampliará los resguardos de origen colonial, o afectará baldíos previa clarificación sobre la vigencia legal de los respectivos títulos, con las tierras poseídas por los miembros de la parcialidad a título individual o colectivo, y los predios adquiridos o donados en favor de la comunidad por el Gobierno Nacional u otras entidades. Parágrafo: … La Procuraduría y la Defensoría del Pueblo harán seguimiento y control a los procesos de ampliación, saneamiento y constitución de territorios indígenas y territorios colectivos de comunidades negras que se encuentran represados en las distintas instituciones para garantizar el debido proceso y la vigencia de los derechos fundamentales individuales y colectivos (…)”. “Artículo 117. Los predios y mejoras que se adquieran para la ejecución de los programas de constitución, saneamiento, reestructuración y ampliación de resguardos y dotación de tierras a las comunidades indígenas, serán entregados a título gratuito a los

cabildos o autoridades tradicionales de aquellas para que, de acuerdo a sus usos y costumbres y de conformidad con las normas que las rigen, las administren y distribuyan de manera equitativa entre todas las familias que las conforman”. “Artículo 118. El Cabildo o la autoridad tradicional adjudicará las tierras aptas para cultivo, excluyendo para su protección áreas ecológicas y ambientalmente estratégicas, elaborando un cuadro de las asignaciones de solares del resguardo que se hayan hecho o hicieren entre las familias de la parcialidad, las planillas serán entregadas al Ministerio del Interior y de Justicia - Dirección de Etnias, con el fin de que se garantice la distribución equitativa de las tierras (…)”. “Artículo 119. Los programas de ampliación, saneamiento y reestructuración de los resguardos indígenas, estarán dirigidos a facilitar el cumplimiento de la función social y ecológica de la propiedad por parte de las comunidades, conforme a sus usos o costumbres, a la preservación del grupo étnico y al mejoramiento de la calidad de vida de sus integrantes. El Instituto Geográfico Agustín Codazzi verificará y certificará el cumplimiento de la función social de la propiedad en los resguardos y el Ministerio del Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, lo relacionado con la función ecológica que le es inherente, de conformidad con lo previsto en el artículo 58 de la Constitución Política, la Ley 99 de 1993 ... La titulación de estas tierras deberá adelantarse con arreglo a las normas sobre uso y manejo previstas en el Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente, o las que establezcan las autoridades competentes sobre la materia”. “Artículo 120. Los terrenos baldíos determinados por el antiguo Instituto Colombiano de Reforma Agraria, Incora, con el carácter legal de reservas indígenas, constituyen tierras comunales de grupos étnicos para los fines previstos en el artículo 63 de la Constitución Política y la Ley 21 de 1991”. “Artículo 121. Los territorios regular y permanentemente utilizados por pueblos indígenas nómadas, seminómadas o agricultores itinerantes para la caza, recolección u horticultura, que se hallaren situados en zonas de reserva forestal a la vigencia de esta Ley, sólo podrán destinarse a la constitución de resguardos indígenas, pero la ocupación y aprovechamiento deberán estar en concordancia con las prescripciones que establezca el Ministerio del Ambiente, Vivienda y Desarro-

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llo Territorial y las disposiciones vigentes sobre recursos naturales renovables”. “Artículo 122. El … Incoder participará en las diligencias … para la delimitación que el Gobierno Nacional haga de las Entidades Territoriales Indígenas, de conformidad con lo señalado para tal efecto en el artículo 329 de la Constitución … y lo dispuesto en la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial”. “Artículo 123. Las solicitudes de constitución, saneamiento, reestructuración o ampliación de resguardos indígenas deberán obligatoriamente articularse a los procesos y decisiones de ordenamiento territorial con el fin de cumplir con la función social y ecológica de la propiedad, lo anterior podrá articularse a los planes de vida de las comunidades. Lo anterior mientras la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial establece los principios y procedimientos para la constitución de las entidades territoriales indígenas. Parágrafo: No se podrán surtir procedimientos de constitución, ampliación o saneamiento de resguardos indígenas dentro de los límites geográficos determinados en el artículo 2° de la Ley 70 de 1993 u otras zonas del país que presenten similares condiciones. En los casos de tierras pertenecientes a campesinos, estas no harán parte del resguardo y seguirán rigiéndose por las decisiones y procesos del ordenamiento territorial, sin perjuicio de la posibilidad de negociación de los predios en los términos de la presente Ley”. “Artículo 124. El Ministerio del Interior y de Justicia - Dirección de Etnias, se abstendrá de autorizar, iniciar o subsidiar los procedimientos de negociación directa o de expropiación previstos en esta ley, si los predios rurales respectivos pretenden ser reivindicados o adquiridos por medio de la violencia. Las mejoras adquiridas en esas condiciones, pasarán a ser propiedad de los legítimos dueños de la tierra. Parágrafo. Para la formulación, implementación y ejecución de programas y proyectos en territorios de las comunidades indígenas y con el propósito de cumplir con el mandato legal de la consulta previa, se garantizará a esas comunidades, adelantar el proceso de consulta con el propósito de que la misma se convierta en instrumento para elaborar proyectos productivos ambiental y culturalmente sustentables”. “Artículo 125. En desarrollo de lo previsto en el artículo 20 de la Ley 70 de 1993, el Instituto Geográfico Agustín Codazzi verificará y certificará el cumplimiento de la función social de la propiedad en las tierras de las comunidades negras. Las solicitudes de adjudica-

ción de tierras baldías que, conforme a los artículos 8° y 9° de dicha Ley formulen los consejos comunitarios, deberán adecuarse obligatoriamente a los procesos y decisiones de ordenamiento territorial que, conforme a los planes de vida, formulen sus consejos comunitarios, con el fin de garantizar la función social y ecológica de la propiedad”. Artículo 128. Los Comités Territoriales de Atención Integral a la Población (...) Cuando en las zonas objeto de declaratoria se encuentren asentadas grupos étnicos, los Comités Territoriales para Atención Integral a la Población Desplazada procederán a informar al Ministerio del Interior y de Justicia - Dirección de Etnias, para que inicie o culmine de manera preferente los procedimientos especiales de constitución, saneamiento, ampliación, reestructuración y deslinde de resguardos indígenas o procedimientos de titulación de propiedad colectiva de negritudes según el caso y cuando a ello hubiere lugar. “Artículo 140. Para asegurar la protección de los bienes y derechos conforme al artículo 63 de la Constitución Política y la Ley 70 de 1993, el Ministerio del Interior y de Justicia - Dirección de Etnias podrá adelantar procedimientos de clarificación y deslinde de las tierras de resguardo, o de las ocupadas ancestralmente o adjudicadas a las comunidades negras, de las que pertenecieren a los particulares”. El parágrafo del artículo 144, sobre la extinción del derecho de domino, establece: la acción de dominio no procederá en los casos de predios de resguardos indígenas, los de propiedad colectiva de comunidades negras y los demás que de acuerdo con la Constitución Nacional ostenten la calidad de imprescriptibles, inalienables e inembargables (resaltado del autor). “Artículo 155. Como regla general, las tierras baldías se titularán en Unidades Agrícolas Familiares, conforme al concepto establecido en esta ley, salvo las excepciones que establezca el consejo directivo cuando se trate de las adjudicaciones de tierras a las comunidades indígenas, negras y demás minorías étnicas, y en las adjudicaciones derivadas de los contratos de explotación de baldíos que se celebren con las empresas especializadas del sector agropecuario y/o forestal en las zonas de desarrollo empresarial a que se refiere el Capítulo IV del Título III de esta ley”. El inciso final del artículo 158 establece: No podrán hacerse adjudicaciones de baldíos donde

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estén establecidas comunidades indígenas o que constituyan su hábitat, sino únicamente y con destino a la constitución de resguardos indígenas (resaltado del autor). Según lo dispuesto en el Artículo 37. “Se adiciona a las funciones impuestas por las normas vigentes a las Corporaciones Autónomas Regionales, la correspondiente a adelantar los procesos de clarificación, deslinde y restitución de playones, madreviejas, desecadas de los ríos, lagos y ciénagas de propiedad de la Nación así como de las sabanas comunales y cuencas de los ríos”. En el Artículo 38, se agregan otras funciones a las impuestas por las normas vigentes al Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial: la administración de los bienes baldíos inadjudicables o de los que se hallen en zonas de reservas forestales o ambientales, o en zonas de amortiguamiento de Parques Nacionales Naturales o en los terrenos de estos (…) Las nueva Unidad Nacional de Tierras Rurales, tendrá a su cargo, entre otras las siguientes funciones: Adelantar estudios y análisis para la definición de una política de tierras, definir criterios y diseñar instrumentos para el ordenamiento productivo de las áreas aptas para el desarrollo agropecuario, adelantar los procedimientos de clarificación de la propiedad, delimitar las tierras de propiedad de la Nación, los trámites concernientes a la indebida ocupación de baldíos, adelantar los trámites de reversión de tierras, compra directa y expropiación de tierras y mejoras, procesos de extinción del dominio y definir la vocación de las tierras rurales. De la lectura de lo dicho anteriormente se desprende la necesidad de que el Gobierno Nacional deberá expedir, entre otros, los siguientes decretos reglamentarios de la Ley 2152: Reglamentar el Consejo Nacional de tierras (Conati), la estructura interna del Incoder (cuenta con 6 meses), procesos de clarificación de la propiedad, extinción del derecho de dominio privado, delimitación de las tierras de propiedad de la Nación, la correspondiente a la indebida ocupación de baldíos, reversión de tierras, expropiación de tierras, constitución de servidumbres, adjudicación de tierras baldías, constitución de reservas campesinas, función social y ecológica de la propiedad, constitución y reestructuración de resguardos. Nótese que todo lo que tiene que ver con los procedimientos agrarios le son asignados a la Unidad de

Los artículos 63 y 64 de la nueva Constitución establecen que las tierras comunales de los grupos étnicos y las de los resguardos son inalienables, imprescriptibles e inembargables. El artículo 64 dice que es deber del Estado promover el acceso progresivo a la propiedad de la tierra.

Tierras, en cambio los procesos de titulación de tierras colectivas a las comunidades negras y todo lo relacionado con resguardos indígenas pasa a la Dirección de Etnias del Ministerio del Interior. Esta entidad deberá expedir los reglamentos de la ley en lo concerniente a la constitución, reestructuración y saneamiento de resguardos indígenas. No sucede lo mismo con los decretos reglamentarios de la ley 70, pues según la ley 2152, los reglamentos de la ley 70 no se derogan. Dice el inciso final del artículo 158: No podrán hacerse adjudicaciones de baldíos donde estén establecidas comunidades indígenas o que constituyan su hábitat, sino únicamente y con destino a la constitución de resguardos indígenas. Del análisis de la ley 1152 de 2007, se deduce que casi toda la normatividad anterior consagrada en las leyes 135 de 1961 y 160 de 1993, en favor de los pueblos indígenas, están incluidas en la ley 1152. Algunas cosas negativas de esta ley: a) en los territorios del Pacífico, donde existan comunidades afrodescendientes, no se puede crear resguardos. b) La nueva entidad encargada de los asuntos indígenas, sólo está facultada para adquirir tierras para reestructuración de resguardos mediante negociación directa con los propietarios, es decir, no está facultada para expropiar tierras como sí lo tenía primero el Incora y después el Incoder. c) En los trámites para reestructuración de resguardos indígenas se exigen el concepto del Codazzi y del Ministerio del Medio Ambiente, lo que complica y retarda exageradamente los procedimientos administrativos. El artículo 178 de la Ley 1152 derogó en forma expresa la Ley 160 de 1993 que regía todo el tema territorial indígena19. Ésta ley a su vez estaba reglamenta-

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da, en lo concerniente a los resguardos, por el decreto 2164 de 1995. En derecho, el que puede lo más puede lo menos y, en consecuencia, derogada la ley 160 se considera, salvo mejor criterio, estaría derogado el decreto 2164, el cual señalaba los procedimientos o trámites de titulación de tierras para indígenas. De lo expuesto anteriormente se concluye que mientras no se aprueben los procedimientos para dotación de tierras a las comunidades indígenas por parte del Ministerio del Interior, los programas de titulación de tierras en este campo seguirán con serios inconvenientes y retrasos en el programa de titulación de tierras a comunidades indígenas.

B. Los censos indígenas y constitución de resguardos Sólo a partir de de la década de los setenta se empezó a considerar la población indígena en los censos nacionales como un sector étnico especial en Colombia. En el país habitan 1.378.884 indígenas20 (3.4% de la población total del territorio colombiano), pertenecientes a 90 grupos étnicos21; esta cifra se reparte entre 297.485 que viven en las partes urbanas y 1.081.319 que habitan en el sector rural. En 1973, año en que se comenzaron a publicar en forma oficial datos sobre población indígena con cuestionarios específicos para la población indígena, se reportaron 383.629 indígenas en todo el país (1.6% de la población total nacional). Con relación a la titulación de resguardos, conviene observar que para los pueblos indígenas la tierra representa un profundo valor cultural y espiritual. No conciben la tierra sólo como un valor productivo o como un bien objeto de la comercialización; por esto, en parte de las tierras que ocupan suelen encontrarse territorios “sagrados”, dedicados en forma exclusiva a la práctica de rituales. Un somero estudio de los avances en lo relacionado con adjudicación de tierras a los pueblos indígenas indica lo siguiente: A nivel nacional, a finales de 1980, sólo se reportaban 69 reservas indígenas y 11 resguardos, con un área estimada en 42.869 hectáreas. En esta cifra no se incluyen cerca de 70 resguardos de origen colonial, localizados en su mayoría en los departamentos del Cauca y Nariño, y cerca de cinco en los departamentos de Putumayo y Caldas. En la década de los 70 la política era la constitución de reservas indígenas; a partir de 1980 se comenzaron

a crear resguardos y a convertir las reservas en resguardos. El cuadro número 1 muestra los avances en la titulación de tierras a comunidades indígenas, por períodos a partir de 1981. Hasta el 31 de diciembre de 2007, se constituyeron 731 resguardos legalmente, de los cuales 41 resguardos persisten como de origen colonial o antiguos, como también se les conoce. En todos los resguardos habitan 1.006.592 indígenas, en cerca de 34 millones de hectáreas22, lo que representa el 29.7% de la superficie de Colombia. Esto significa que desde el año 1980 hasta el 2007, se han constituido por parte de los diferentes gobiernos, cerca de 690 resguardos, unos creados por el antiguo Instituto Colombiano de la Reforma Agraria (Incora), y otros constituidos por el actual Instituto de Desarrollo Rural (Incoder)23. Comparadas estas cifras con años anteriores, se observa que en 1993, habían 313 resguardos legalmente constituidos y cubrían el 22.8% del territorio nacional. En el año 2005, se registraban 712 resguardos con 31.9 millones de hectáreas, lo que representaba el 27.9% de la superficie total del país. En el departamento de Antioquia habitan 28.013, indígenas de los cuales cerca de 1.787 viven en la parte urbana. Del total de la población indígena departamental, 18.351 viven en 44 resguardos (anexo 1). Hasta el 2004 había 42 resguardos con un área de 327.940 hectáreas. Conviene hacer una reflexión acerca del área asignada a las comunidades indígenas con el carácter legal de resguardo, ubicadas en zonas selváticas (cuadro Nº 2) y terrenos áridos. Algunos ejemplos pueden ilustrar esta reflexión: del área total aproximada de 34 millones de hectáreas tituladas como resguardo, se estima que cerca de 23 millones de hectáreas están ubicadas en la región de la amazonía y en el departamento de Chocó (no incluye departamento del Caquetá). Un alto porcentaje de estas tierras están cubiertas de bosque húmedo tropical, consideradas en su mayoría como zonas destinadas a la conservación y a la protección de los recursos naturales, debido a que estas tierras están conformadas por ecosistemas frágiles. Además, en la amazonía se superponen parte del área de cuatro parques naturales con las áreas de algunos resguardos. Los pueblos amazónicos están conformados por 41 grupos étnicos, que dependen de la oferta ambiental y de los ciclos de la naturaleza. En su mayoría viven de la horticultura desarrollada en terre-

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Cuadro Nº 1

Comparación sobre constitución de resguardos Indígenas - períodos 1981-2007 Períodos

Resguardos coloniales

Reservas indígenas

Resguardos Nuevos

No.

Hectáreas

No.

Hectáreas

No.

Hectáreas

1981

67

399.688

69

3.968.670

11

1.752.510

1988

67

399.688

22

21.999.454

150

14.379.423

1997

70

514.509

9

104.293

400

27.948.671

2001

55

405.743

1

5.115

583

0.410.409

2007

41

361.447

1

5.115

690

33.638.553

Fuente: Tabla elaborada por el autor con base en: “Los pueblos Indígena de Colombia en el Umbral del Nuevo Milenio”, DNP, 2004. Bases de datos del Incoder, 2005 y Dane 2006.

nos que no superan tres hectáreas conocidas como “chagras” y complementan los recursos necesarios para su subsistencia con actividades de caza, pesca y productos recolectados de la selva. Después de unos tres años de cultivada la tierra sólo la vuelven a cultivar pasados 12 o 15 años. Cuadro Nº 2

Pueblos indígenas que viven en regiones selváticas24 Departamento

Hectáreas en resguardos

Amazonas

9.209.244

Chocó

1.271.570

Guainía

7.129.244

Guaviare

1.892.207

Vaupés

3.639.925

Total

23.142.190

Fuente: tabla elaborada por el autor con base en: registro de datos Incoder, con corte a 2005.

En el otro extremo se encuentran 12 grupos étnicos, los cuales viven en la región andina en paisajes transformados, de economía campesina, quienes en su mayoría han adoptado los sistemas de producción propios de la vida campesina. Se considera que estos pueblos son los que sufren mayores deficiencias de tierra. Otro caso especial, corresponde el resguardo de la Alta y Media Guajira (1.067.505 de hectáreas). Parte de las tierras que conforma este resguardo se consideran semidesérticas. Allí habita el pueblo wayuu, que vive especialmente de la explotación del ganado caprino, de la pesca, la agricultura en huertas familiares, y de la explotación de la sal en el municipio de Manaure.

C. Recursos de transferencias Una de las características de los procesos de descentralización establecidos en la Constitución de 1991 fue la asignación de recursos provenientes de los ingresos corrientes de la nación a las entidades territoriales y a los resguardos indígenas. Estos recursos son de origen constitucional25 y son propiedad de las comunidades indígenas. A pesar de que estos recursos son girados a los municipios, los mismos se deben consignar en cuentas de cada uno de los resguardos indígenas. Para su ejecución, la ley 715 de 2001 establece que estos recursos deben ser administrados por el municipio en que se encuentre ubicado el resguardo indígena, y ejecutados a través de contratos celebrados entre la entidad territorial y las autoridades de cada resguardo, previa la presentación de proyectos26 elaborados, en forma autónoma, por las comunidades indígenas beneficiadas. Los recursos de transferencia, conocidos como los dineros que reciben los resguardos indígenas provenientes del Sistema General de Participación27, se comenzaron a transferir a partir de 1994. En el período comprendido entre 1994 y 2002 se asignó un total de $423.390 millones (pesos constantes de 2002). El cuadro Nº 3 registra los recursos asignados en el período comprendido entre 1994 y 2008 en beneficio de 731 resguardos, y lo asignado a los resguardos del departamento de Antioquia28, en pesos corrientes de cada año. En el departamento de Antioquia, en el período 1994-2005, se beneficiaron 43 resguardos, los cuales recibieron un total de $7.500 millones. Para el año 2008, se transfirieron $1.583 millones, para beneficio de 44 resguardos habitados por 18.351 indígenas29 .

—17—


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

Nº. 51

Territorialidad indígena en Colombia

Cuadro Nº 3

Recursos de transferencias para los resguardos indígenas 1994-2008 (Miles de pesos corrientes)

Total Nacional

Total Antioquia

Año

Total miles de pesos

Total miles de pesos

1994

12.453.737

103.716

1995

16.453.737

133.839

1996

22.570.975

219.357

1997

27.141.252

315.885

1998

33.116.040

451.806

1999

40.924.470

627.549

2000

49.836.370

912.103

2001

55.216.994

993.887

2002

62.503.132

1.128.217

2003

68.122.163

1.251.029

2004

74.742.392

1.312.238

2005

84.781.213

1.491.470

2006

85.288.142

1.490.089

2007

78.180.797

1.365.915

2008

90.747.000

1.538.000

Fuente: DNP base de datos Sistema General de Participación, 2008

De todo lo expuesto, se pueden hacer algunas reflexiones de carácter general: Los períodos históricos sobre la territorialidad indígena se caracterizaron por la expedición de leyes, unas en contra y otras a favor de los pueblos indígenas. En las primeras fases, se observan largas y persistentes ofensivas del Estado por disolver los resguardos y los gobiernos propios de las comunidades indígenas. Todas las funciones de titulación de tierras colectiva a comunidades negras y las de constitución, ampliación, saneamiento y reestructuración de resguardos indígenas pasaron al conocimiento de la Dirección de Etnias del Ministerio del Interior. Esta actividad es técnica; sin embargo, en vez de estar en cabeza de una entidad técnica, pasa a un organismo encargado de la política, sin ninguna experiencia en el campo de titulación de tierra a minorías étnicas. Una de las dificultades más engorrosas en los nuevos trámites de titulación de tierras a las comunidades indígenas y negras, es el requisito legal y obligatorio de: cumplir con la función social y ecológica de la propiedad. Para ello, es necesario la verificación y certificación del Instituto Geográfico Agustín Codazzi y del Ministerio del Medio Ambiente, respectivamente. Se tiene experiencia que

cuando los trámites iniciados por una entidad dependen de los conceptos y certificaciones de otras, los procedimientos no sólo se entorpecen sino que se demoran demasiado. Un problema que se avizora es el relacionado con aquellas comunidades indígenas localizadas en los límites geográficos del ámbito de aplicación de la Ley 70 (esta ley establece la titulación colectiva a comunidades negras o afrodescendientes) u otras zonas del país que presenten similares condiciones, debido a que la Ley 1152 prohíbe la constitución de resguardos a comunidades indígenas asentadas en estas áreas. Este aspecto puede tener vicios de inconstitucionalidad, pues la Constitución Política de Colombia consagra el principio de igualdad ante la Ley. En la legislación anterior, las comunidades indígenas podían acceder a la creación, ampliación y reestructuración de resguardos con predios adquiridos por las entidades competentes, ya sea por negociación directa o por expropiación. La nueva ley sólo faculta a la Dirección de Étnias del Ministerio del Interior para adquirir tierras de propiedad privada para estos fines, mediante negociación directa, es decir, todo queda en manos de los particulares que voluntariamente deseen vender sus predios, pues esta entidad no tiene facultades para iniciar procesos de expropiación. De acuerdo con lo establecido en la Ley 1152 de 2007, se requieren más de 13 decretos reglamentarios para poder aplicar las funciones asignadas a las entidades en materia de titulación de tierras. La experiencia indica que estos decretos se pueden demorar dos o más años para ser expedidos. Esto lleva a pensar que, en materia de titulación de tierras a comunidades indígenas y negras, ha comenzado un período de suspenso e incertidumbre en este campo.

—18—

Bibliografía Arango Ochoa Raúl, y Sánchez Gutiérrez, Enrique: “Los pueblos indígenas de Colombia en el umbral del nuevo mileno”. Impreso por Quebecor World. Bogotá S.A.. Departamento Nacional de Planeación, Bogotá, D. C., Colombia, 2004. Arango, Raúl, y Sánchez, Enrique: “Los pueblos indígenas de Colombia. Desarrollo y territorio”, Ediciones Tercer Mundo Editores, Santafé de Bogotá, Colombia, primera edición, julio de 1998, reimpresión, mayo de 1999. Constitución Política de Colombia de 1991. Convenio 169 de la OIT, sobre Pueblos Indígenas. Gómez, John Harold: “Legislación indígena colombiana”, com-

pilación y actualización, Fundación Gaia, Ediciones Antropos Ltda., Bogotá, D.C., 2002. Gobernación de Antioquia: “Política departamental de reconocimiento y respeto de los derechos de los pueblos indígenas del departamento de Antioquia”, Talleres Gráficos de la Imprenta Departamental de Antioquia, junio de 2004. Dane. Varios. “Colombia: una nación multicultural, su diversidad étnica”, Bogotá, D.C., octubre 2006. __________Censo General 2005. Departamento Nacional de Planeación: Sistema General de Participación, asignación especial para resguardos indígenas, vigencia 2008. Documentos Conpes para indígenas. __________Base de datos:”Resguardos indígenas de Colombia, Proyección de población, con base en: datos suministrados por Incoder con corte a 31 de diciembre de 2007. Instituto Colombiano de la Reforma Agraria: “Reservas y resguardos constituidos a favor de los pueblos indígenas”, Oficina de Publicaciones del Incora (hoy Incoder), Bogotá, 1982. Roldán, Roque. Recopilación y textos “Fuero indígena”, Ministerio de Gobierno. Editorial Presencia, Bogota-Colombia 1983. __________”Fuero indígena colombiano”, normas nacionales, regionales e internacionales, jurisprudencia, conceptos administrativos y pensamiento jurídico indígena. Presidencia de la República, Bogotá, julio de 1990.

Notas 1 Notas preparadas con base en dos documentos elaborados por el autor: el primero corresponde a un trabajo preparado para un Diplomado Superior sobre “Derecho Indígena y Recursos Hidrocarboríferos, Quito, Ecuador, noviembre de 2004. El segundo, se refiere a “Comentarios sobre la Ley 1152”, noviembre de 2007. 2 Roque Roldán reduce estas etapas, así: 1) Etapa liquidacionista, desde 1810 a 1890; 2) Reduccionista, 1890-1958; 3) Integracionista, 1958-1982; 4) Apoyo a la autogestión indígena, 1982-1985. 3 Se adjudicaron tierras realengas sujetas al trámite establecido en la Ordenanza de Felipe II en 1563, pero sólo podían repartirse las tierras de América realmente ocupadas por España. Se destaca el Código de Indias o Recopilación de Leyes de los Reinos de las Indias, expedido en Madrid en 1680. Las Cédulas de San Lorenzo de 1754 y de San Ildefonso de 1780, con ellas se cierra el ciclo legislativo indiano. 4 Decreto del 10 de septiembre de 1810, proferido por la Junta Suprema Provisional y Gubernativa del Reino, artículo 2. 5 García, Antonio. “Legislación indigenista y política de Estado”, citado en el documento de los representantes de Colombia en la Primera Reunión Técnica de Directores de Institutos y Oficinas Indigenistas de América, en reunión celebrada en Nuevo México, EEUU, en marzo de 1985. 6 Gran parte de las tierras que conformaban el resguardo de San Andrés de Sotavento, en el Departamento de Córdoba, fueron declaradas vacantes, en aplicación de esta ley. Esto trajo como consecuencia la pérdida de la mayor parte del territorio del pueblo Senú. 7 Quintín Lame nació en el resguardo de Polindara, departamento del Cauca en 1883, y murió en el municipio de Ortega, departamento del Tolima, en 1967. 8 En 1940 se celebró en Pátzcuaro el Primer Congreso Indigenista Interamericano y se creó el Instituto Indigenista Interamericano. 9 Este decreto fue considerado por algunos estudiosos como ilegal, pues el artículo 94 de la Ley 135 establecía la obligación del Incora de constituir resguardos de tierras en beneficio de los grupos indígenas que no los posean, y no a la constitución de reservas.

—19—

10 En 1983, el Gobierno de esa época, a través del Conpes, aprobó el Segundo Programa Nacional de Desarrollo de las Poblaciones Indígenas (Prodein). 11 Aunque no se produjo un documento gubernamental de política indígena, el Presidente de ese entonces expuso la política indígena “Para la protección y desarrollo de los indígenas y la conservación de la Cuenca Amazónica”, ante los indígenas amazónicos, en La Chorrera, el 23 de abril de 1888. 12 Este Convenio fue aprobado por el Congreso colombiano por medio de la Ley 21 de 1991. 13 Este fue parte del resultado final de las negociaciones entre el Gobierno y las organizaciones indígenas, después de una toma de la sede del Episcopado en Bogotá. 14 Corte Constitucional, Sentencia T-188, 12-05-93, M.P., Eduardo Cifuentes Muñoz. 15 Corte Constitucional, Sentencia C-104, 15-03-95, M.P., Hernando Herrera Vergara. 16 Los documentos Conpes son instrumentos utilizados por el gobierno nacional para fijar políticas cuatrienales sobre temas de interés nacional o sobre poblaciones culturalmente diferenciadas. 17 a) “Programa de Desarrollo Indígena” (PDI), documento 1726 del 24 de noviembre de 1980, b) “Programa Nacional de Desarrollo de las Poblaciones Indígenas” (Prodein), documento 2082 del 15 de marzo de 1984, c) “Programa de Apoyo y Fortalecimiento Étnico de los Pueblos Indígenas de Colombia”, documento 2773 del 5 de abril de 1995. 18 Decreto 1320 de1998, reglamenta la consulta previa para comunidades indígenas y negras. 19 “Artículo 178. La presente ley rige a partir de la fecha de su publicación, deroga los artículos 11 a 25 de la Ley 13 de 1991, los artículos 48 a 54 y 99 de la Ley 101 de 1993 y las Leyes 160 de 1994; 41 de 1993, 4a de 1973; 200 de 1936, salvo los artículos 20, 21, 22 y 23, con las modificaciones efectuadas por la Ley 100 de 1944; el artículo 5° de la Ley 301 de 1996, el Decreto ley 1300 de 2003 con excepción de los artículos 1° y 8°, y las demás disposiciones que le sean contrarias”. 20 Dane: Censo General de 2005. 21 El Dane en el censo del 2005 reporta 87 grupos étnicos 22 Dane, Dirección de Censos y Demografía: “Colombia una nación multicultural, su diversidad étnica”, octubre de 2006. Bogotá, D.C. 23 El Incora, entidad encargada de constituir, sanear y reestructurar resguardos y convertir reservas indígenas a resguardos, desde 1961 hasta el 2003, fue sustituida por el Incoder. Por medio de la Ley 1152 de 2007, la función de constituir, sanear y reestructurar los resguardos que tenía el Incoder, pasó al conocimiento de la Dirección de Étnias del Ministerio del Interior. 24 No incluye el departamento del Caquetá. 25 Acto Legislativo 01 de 2001. El artículo 356 de la Constitución establece que serán beneficiarias las entidades territoriales indígenas, una vez constituidas. Así mismo, la ley establecerá como beneficiarios de estos recursos a los resguardos indígenas, siempre y cuando estos no se hayan constituido en entidad territorial indígena. 26 En actividades de salud, educación preescolar, básica primaria y media, agua potable, vivienda y desarrollo agropecuario de las comunidades indígenas. 27 La Ley 715 de 2001 regula el tema del SGP y reemplaza la Ley 60 de 1993 que regía la distribución de los recursos de transferencias. 28 Departamento Nacional de Planeación, entidad encargada de la asignación de estos recursos. 29 Departamento Nacional de Planeación: Sistema General de Participación, asignación especial para resguardos indígenas, vigencia 2008. Se debe tener en cuenta que para Antioquia, se incluye el resguardo de Caimán Nuevo dos veces, debido a que está ubicado en los Municipios de Turbo y Necoclí; por este motivo, en este trabajo, se registran 44 resguardos.


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

Nº. 51

Anexo Nº 1

Anexo 2

RESGUARDOS INDÍGENAS DE ANTIOQUIA PROYECCIONES DE POBLACIÓN

SISTEMA GENERAL DE PARTICIPACION ASIGNACIÓN DE RECURSOS PARA RESGUARDOS DE ANTIOQUIA

Territorialidad indígena en Colombia

DTO_ MPIO

CODANE RESGUARDO

DPTO_ MPIO_CODANE

MUNICIPIO

5045

1504

50451504

5045

1555

50451555

5051

1745

5101

Vigencia fiscal 2008

RESGUARDO

POBLACIÓN

No. RESGUARDOS

Apartadó

La Palma

192

1

Código Resguardo

Municipio

Apartadó

Las Playas

217

2

50511745

Arboletes

Canime29

161

3

504501

1581

51011581

Ciudad Bolívar

Hermenegildo Chakiama

239

4

504502

5172

1023

51721023

Chigorodó

Polines

649

5

5172

1556

51721556

Chigorodó

Yaberaradó (Abibe Chigorodó)

1.105

6

5234

1025

52341025

Dabeiba

Cañaverales-Antadó

393

7

5234

1026

52341026

Dabeiba

Chimurro-Nendó

517

8

5234

1387

52341387

Dabeiba

Choromandó Alto Y Medio

75

9

5234

1027

52341027

Dabeiba

Chuscal-Tuguridocito

387

10

5234

1660

52341660

Dabeiba

Embera-Drua

69

11

5234

1029

52341029

Dabeiba

Jenaturadó

118

12

5234

1693

52341693

Dabeiba

Monzhomandó

145

13

5234

1613

52341613

Dabeiba

Narikizavi

263

14

5234

1030

52341030

Dabeiba

Pavarandó-Amparradó Medio

643

15

5234

1028

52341028

Dabeiba

Sever

679

16

5284

1024

52841024

Frontino

Amparradó-Alto-Medio y otro

481

17

5284

1031

52841031

Frontino

Chaquenoda

911

18

5284

1032

52841032

Frontino

Murri-Pantanos

758

19

5284

1519

52841519

Frontino

Nusidó

242

20

5361

1033

53611033

Ituango

San Matias O Jai-Dukama

286

21

5364

1034

53641034

Jardín

Cristianía

1.400

22

5475

1036

54751036

Murindó

Río Chajeradó

633

5475

1035

54751035

Murindó

Río Murindó

5480

1661

54801661

Mutatá

5480

1037

54801037

Mutatá

5480

1554

54801554

Mutatá

5490

1038

54901038

5490

1039

5576

Resguardo

Pesos

APARTADO

LA PALMA

19.993.010

APARTADO

LAS PLAYAS

20.836.642

505101

ARBOLETES

CANIME

11.674.686

510101

CIUDAD BOLIVAR

HERMEREGILDO CHAKIAMA

20.724.452

517201

CHIGORODO

POLINES

47.061.313

517202

CHIGORODO

YABERARADO (ABIBE CHIGORODO)

98.024.513

523401

DABEIBA

CHIMURRO-NENDO

44.024.602

523402

DABEIBA

CHUSCAL-TUGURIDOCITO

28.062.755

523403

DABEIBA

PAVARANDO-AMPARRADO MEDIO

56.991.779

523404

DABEIBA

CAÑAVERALES-ANTADO

42.164.435

523405

DABEIBA

JENATURADO

11.384.509

523407

DABEIBA

SEVER

50.289.174

523408

DABEIBA

CHOROMANDO ALTO Y MEDIO

6.851.440

523409

DABEIBA

NARIKIZAVI

21.573.267

523410

DABEIBA

EMBERA-DRUA

6.717.592

523411

DABEIBA

MONZHOMANDÓ

12.551.931

528401

FRONTINO

MURRI-PANTANOS

69.558.338

528402

FRONTINO

CHAQUENODA

87.905.554

528403

FRONTINO

NUSIDO

23.237.025

528404

FRONTINO

AMPARRADO-ALTO-MEDIO Y QUEBRADA CHO..

45.425.847

23

536101

ITUANGO

SAN MATIAS O JAI-DUKAMA

25.709.976

728

24

536401

JARDIN

CRISTIANIA

128.861.457

Coribi-Bedadó

98

25

547501

MURINDO

RIO MURINDO

68.149.138

Chontadural-Cañero

206

26

547502

MURINDO

RIO CHAJERADO

45.901.096

Jaikerazavi (Abibe Mutata)

794

27

548001

MUTATA

CHONTADURAL-CAÑERO

19.639.042

Necoclí

Caimán Nuevo

610

*

548002

MUTATA

JAIKERAZAVI (ABIBE MUTATA)

66.281.734

54901039

Necoclí

El Volao

512

28

548003

MUTATA

CORIBI-BEDADO

8.820.102

1729

55761729

Pueblo Rico

Bernardo Panchí14

117

29

549001

NECOCLI

CAIMAN NUEVO

62.816.318

5736

1040

57361040

Segovia

Tagual-La Po

204

30

549002

NECOCLI

EL VOLAO

43.202.628

5789

1538

57891538

Támesis

La Mirla

129

31

557601

PUEBLO RICO

BERNARDO PANCHÍ 3/

9.712.982

5790

1041

57901041

Tarazá

Jaidezave

83

32

5837

1038

58371038

Turbo

Caimán Nuevo

730

33

573601

SEGOVIA

TAGUAL-LA PO

18.406.082

5837

1631

58371631

Turbo

Dokerazavi

535

34

578901

TAMESIS

LA MIRLA

10.008.258

5842

1507

58421507

Uramita

Santa María El Charcon

106

35

579001

TARAZA

JAIDEZAVE

6.995.655

5847

1553

58471553

Urrao

Andaba

528

36

583701

TURBO

CAIMAN NUEVO

52.934.913

5847

1042

58471042

Urrao

Majore-Ambura

324

37

38.794.765

5847

1043

58471043

Urrao

Valle - Pérdidas Jengameconda

816

38

5856

1503

58561503

Valparaíso

La María

219

39

5873

1044

58731044

Vigía del Fuerte

El Salado

144

40

5873

1045

58731045

Vigía del Fuerte

Guaguandó

108

41

5873

1046

58731046

Vigía del Fuerte

Jengadó-Apartadó

130

42

5873

1047

58731047

Vigía del Fuerte

Río Jarapetó

194

43

5895

1645

58951645

Zaragoza

Pablo Muera

473

44

Total Antioquia:

44 resguardos*

18.351

Total nacional:

731 resguardos

1.006.682

731

Fuente: Tabla elaborada por el autor, con base en: Departamento Nacional de Planeación, datos suministrador por el Incoder, con corte a 31 de diciembre de 2007 * El total de resguardos suma 44, por cuanto Caimán Nuevo está repetido en dos municipios.

—20—

583702

TURBO

DOKERAZAVI

584201

URAMITA

SANTA MARIA EL CHARCON

9.272.557

584701

URRAO

VALLE DE PERDIDAS JENGAMECONDA

59.171.081

584702

URRAO

MAJORE-AMBURA

33.510.206

584703

URRAO

ANDABU

38.764.709

585601

VALPARAISO

LA MARIA

17.148.127

587301

VIGIA DEL FUERTE

EL SALADO

14.915.106

587302

VIGIA DEL FUERTE

GUAGUANDO

11.343.041

587303

VIGIA DEL FUERTE

JENGADO-APARTADO

13.404.083

587304

VIGIA DEL FUERTE

RIO JARAPETO

20.203.688

589501

ZARAGOZA

PABLO MUERA

34.298.923

Fuete: Departamento Nacional de Planeación: Sistema General de Participación, Asignación Especial para Resguardos Indígena Once Doceava Vigencia 2008

—21—


UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

Nº. 51

Crisis mundial

La crisis del siglo La fiebre del provecho fácil contagió a todo el planeta El desastre es de dimensiones apocalípticas Toda la cadena de funcionamiento del aparato financiero ha colapsado Se confirma una ley del cinismo neoliberal: se privatizan los beneficios pero se socializan las pérdidas Por Ignacio Ramonet

Los terremotos que sacudieron las Bolsas durante el pasado “septiembre negro” han precipitado el fin de una era del capitalismo. La arquitectura financiera internacional se ha tambaleado. Y el riesgo sistémico permanece. Nada volverá a ser como antes. Regresa el Estado.

Hace unos meses, el presidente Bush se negó a firmar una ley que ofrecía una cobertura médica a nueve millones de niños pobres por un coste de 4.000 millones de euros. Lo consideró un gasto inútil. Ahora, para salvar a los rufianes de Wall Street nada le parece suficiente. Socialismo para los ricos, y capitalismo salvaje para los pobres.

El desplome de Wall Street es comparable, en la esfera financiera, a lo que representó, en el ámbito geopolítico, la caída del muro de Berlín. Un cambio de mundo y un giro copernicano. Lo afirma Paul Samuelson, premio Nobel de Economía: “Esta debacle es para el capitalismo lo que la caída de la URSS fue para el comunismo”. Se termina el periodo abierto en 1981 con la fórmula de Ronald Reagan: “El Estado no es la solución, es el problema”. Durante treinta años, los fundamentalistas del mercado repitieron que éste siempre tenía razón, que la globalización era sinónimo de felicidad, y que el capitalismo financiero edificaba el paraíso terrenal para todos. Se equivocaron. La “edad de oro” de Wall Street se ha acabado. Y

también una etapa de exuberancia y despilfarro representada por una aristocracia de banqueros de inversión, “amos del universo” denunciados por Tom Wolfe en La Hoguera de las vanidades (1987). Poseídos por una lógica de rentabilidad a corto plazo. Por la búsqueda de beneficios exorbitantes. Dispuestos a todo para sacar ganancias: ventas a corto abusivas, manipulaciones, invención de instrumentos opacos, titulización de activos, contratos de cobertura de riesgos, hedge funds... La fiebre del provecho fácil contagió a todo el planeta. Los mercados se sobrecalentaron, alimentados por un exceso de financiación que facilitó el alza de los precios. La globalización condujo la economía mundial a tomar la forma de una economía de papel, virtual, inmaterial. La esfera financiera llegó a representar más de 250 billones de euros, o sea seis veces el montante de la riqueza real mundial. Y de golpe, esa gigantesca “burbuja” ha reventado. El desastre es de dimensiones apocalípticas. Más de 200.000 millones de euros se han esfumado. La banca de inversión ha sido borrada del mapa. Las cinco mayores entidades se han desmoronado: Lehman Brothers en bancarrota; Bear Stearns comprado, con la ayuda de la Reserva Federal (Fed), por Morgan Chase; Merril Lynch adquirido por Bank of America; y los dos últimos, Goldman Sachs y Morgan Stanley (en parte comprado por el japonés Mitsubishi UFJ), reconvertidos en simples bancos comerciales. Toda la cadena de funcionamiento del aparato financiero ha colapsado. No sólo la banca de inversión, sino los bancos centrales, los sistemas de regulación, los bancos comerciales, las cajas de ahorros, las compañías de seguros, las agencias de calificación de riesgos (Standard&Poors, Moody’s, Fitch) y hasta las auditoras contables (Deloitte, Ernst&Young, PwC). El naufragio no puede sorprender a nadie. El escándalo de las “hipotecas basura” (subprime) era sabido de todos. Igual que el exceso de liquidez orientado a la especulación, y la explosión delirante de los precios de la vivienda. Todo esto ha sido denunciado –en estas columnas– desde hace tiempo. Sin que nadie se inmutase. Porque el crimen beneficiaba a muchos. Y se siguió afirmando que la empresa privada y el mercado lo arreglaban todo.

ñía de seguros del mundo. Y el Secretario del Tesoro, Henry Paulson (ex presidente de la banca Goldman Sachs...) ha propuesto un plan de rescate de las acciones “tóxicas” procedentes de las “hipotecas basura” por un valor de unos 500.000 millones de euros, que también adelantará el Estado, o sea los contribuyentes. Prueba del fracaso del sistema, estas intervenciones del Estado –las mayores, en volumen, de la historia económica– demuestran que los mercados no son capaces de regularse por sí mismos. Se han autodestruido por su propia voracidad. Además, se confirma una ley del cinismo neoliberal: se privatizan los beneficios pero se socializan las pérdidas. Se hace pagar a los pobres las excentricidades irracionales de los banqueros, y se les amenaza, en caso de que se nieguen a pagar, con empobrecerlos aún más. Las autoridades norteamericanas acuden al rescate de los banksters (“banquero gangster”) a expensas de los ciudadanos. Hace unos meses, el presidente Bush se negó a firmar una ley que ofrecía una cobertura médica a nueve millones de niños pobres por un coste de 4.000 millones de euros. Lo consideró un gasto inútil. Ahora, para salvar a los rufianes de Wall Street nada le parece suficiente. Socialismo para los ricos, y capitalismo salvaje para los pobres. Este desastre ocurre en un momento de vacío teórico de las izquierdas. Las cuales no tienen “plan B” para sacar provecho del descalabro. En particular las de Europa, agarrotadas por el choque de la crisis. Cuando sería tiempo de refundación y de audacia. ¿Cuánto durará la crisis? “Veinte años si tenemos suerte, o menos de diez si las autoridades actúan con mano firme”, vaticina el editorialista neoliberal Martin Wolf1… Es probable que, como Franklin D. Roosevelt en 1930, el joven Presidente (Barack Obama) lance un nuevo “New Deal” basado en un neokeynesianismo que confirmará el retorno del Estado en la esfera económica. Y aportará por fin mayor justicia social a los ciudadanos. Se irá hacia un nuevo Bretton Woods. La etapa más salvaje e irracional de la globalización neoliberal habrá terminado.

La Administración del Presidente George W. Bush ha tenido que renegar de ese principio y recurrir, masivamente, a la intervención del Estado. Las principales entidades de crédito inmobiliario, Fannie Mae y Freddie Mac, han sido nacionalizadas. También lo ha sido el American International Group (AIG), la mayor compa—22—

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Notas 1. Financial Times , Londres, 23 de septiembre de 2008 Fuente: INFO ATTAC informativo@attac.org


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Sobre la Cumbre en Washington

El problema de fondo es el orden capitalista La crisis no es de las finanzas y su difusión en la economía real, sino que es una crisis económica que objetivamente cuestiona el modelo de producción capitalista. Por Julio C. Gambina* Profesor Titular de Economía Política, Universidad Nacional de Rosario, Argentina

La reunión en Washington sobre “Los mercados financieros y la economía mundial” es la primera de una serie que se sucederá en el tiempo para pensar cómo salir de la crisis actual, que ya es recesión en la Europa del Euro y aceleradamente se acerca en EEUU, y con desaceleración económica en los países emergentes, atrasados o dependientes, configurando un cuadro recesivo de la economía mundial. Existe una importante caída de las ventas en las empresas, expresado en bajas considerables de la facturación, afectando seriamente el empleo y el consumo. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) indicó que serán 20 millones en el mundo los nuevos desempleados por esta crisis. El desempleo y la pérdida de ingresos agravan la tendencia decreciente del consumo popular y ello afecta a la inversión. Esa es la razón para que en la reunión del G20 se pensara en “medidas keynesianas” de reactivación de la inversión y el gasto público. En realidad es poco lo que surge de la reunión y no

podría ser de otra manera, pues hasta ahora el tema ha sido tratado en forma “nacional” por cada país, siendo que la crisis es un tema global que requiere respuestas integrales y mundiales. No alcanza con decir que la crisis es de EEUU, o que empezó en EEUU. Es evidente que la crisis es de la economía mundial. Otro de los problemas pasa por concentrar el tema en la dimensión financiera y es por ello que las principales recomendaciones estuvieron concentradas: a) en la regulación de las calificadoras de riesgo; b) los derivados financieros y el control sobre las entidades bancarias de inversión no controladas o insuficientemente reguladas y en el conjunto de instrumentos financieros productos de la ingeniería financiera desarrollada en los últimos años; c) en los organismos financieros internacionales, con el intento de reflotar al FMI en sus funciones de asistencia financiera, para lo cual hay que dotarlo de mayores recursos (Japón habla de contribuir con 100.000 millones de dólares al efecto). En rigor, el problema no es solo financiero, sino económico, e incluso de carácter civilizatorio, afectando el orden social en conjunto. El problema de fondo es el orden capitalista, y no alcanza con pensar en “otro capitalismo” tal como indicó la presidenta de la Argentina en el cónclave de los jefes de gobierno. No alcanzan con cambios cosméticos

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en el orden capitalista, sino que hacen falta profundas modificaciones al orden socioeconómico vigente. No es un problema de que la crisis pasa ahora de lo financiero a lo productivo y por lo tanto, resolviendo algunas regulaciones, todo se normaliza; sino de cambiar también el modelo de producción y en consecuencia la circulación. En definitiva, producción y circulación en conjunto. La crisis no es de las finanzas y su difusión en la economía real, sino que es una crisis económica que objetivamente cuestiona el modelo de producción capitalista. Nada de esto último fue parte del debate en Washington y por eso George W. Bush (desprestigiado internacional y localmente) insistió en la defensa del capitalismo, el libre cambio y la apertura de la economía. EEUU presionó al G20 para incluir en la resolución final una apelación para un final de la Ronda de Doha que se negocia en la OMC. El objetivo es la liberalización de la economía mundial y que varios países entre los presentes vienen rechazando, ya que los países capitalistas desarrollados piden facilitar el ingreso de bienes industriales a nuestros países y protegen sus mercados del ingreso de productos primarios. Mientras ellos demandan apertura, no dudan en destinar gigantescos subsidios a la producción y exportación, potenciando la asimetría de la inserción de las empresas y los países en el mercado mundial. Algunos imaginaron que esta reunión sería un “Bretton Woods II”, a imagen y semejanza del de 1944 cuando al final de la segunda guerra se organizó el orden mundial bajo hegemonía del dólar y EEUU. El problema es que ahora no existe una potencia de reemplazo, sin perjuicio de que China puede terminar siendo una de los países que adquiera mayor protagonismo en el orden multipolar que pretenden los países en desmedro de la unipolaridad ejercida por EEUU. Hoy no existe esa potencia militar, económica con fortaleza suficiente para encarar un nuevo liderazgo del sistema mundial, tal como ocurrió en la posta traspasada de Inglaterra a EEUU en las postrimerías de la segunda guerra. Al mismo tiempo que se realizaba el encuentro de los presidentes se realizó en varias ciudades del mundo un día de acción global. En la Argentina, en Rosario y Buenos Aires se realizaron acciones de un conjunto de organizaciones sociales y personalidades para difundir una carta dirigida a la Presidente de la Argentina relativa a la preocupación y rechazo por la presencia de Cristina Fernández en la Cumbre de Washington. La misiva encabezada por Adolfo Pérez Esquivel “pone en discusión las políticas hegemónicas en los últimos treinta años en el ámbito mundial que promovieron la liberalización de

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) indicó que serán 20 millones en el mundo los nuevos desempleados por esta crisis. El desempleo y la pérdida de ingresos agravan la tendencia decreciente del consumo popular y ello afecta a la inversión la economía a favor del capital transnacional”. La nota critica a quienes visualizan este encuentro “como una importante oportunidad para fortalecer los cimientos del capitalismo, al abordar cómo mejorar la liberalización del comercio y la inversión”. Se critica el libre comercio y a los organismos internacionales para proponer un conjunto de medidas que apuntan a resolver los problemas de los pueblos y no de los bancos o de quienes propiciaron la crisis. Se sustentan propuestas de integración alternativa y de nuevo orden mundial sobre la base del protagonismo popular en la toma de decisiones. Es el camino de la protesta y la constitución de sujetos para enfrentar la estrategia del poder. Puede verificarse entonces la crisis y los problemas del capitalismo para superarla. Un asunto adicional a considerar es la capacidad de construir una propuesta alternativa al capitalismo. Si el capitalismo está en crisis, es un problema también la estrategia de confrontación al capitalismo y la constitución de propuestas anticapitalistas y por el socialismo. Es un tema que empieza a discutirse en algunas de las realidades sociales y políticas de la región latinoamericana y caribeña, aunque debe consignarse que esas voces estuvieron ausentes en el debate en Washington, salvo en la protesta callejera, en esa y otras ciudades del mundo. Se discute la crisis, sí, pero también la posibilidad de otro orden social para la sociedad. No solo está cuestionado el neoliberalismo, sino también el capitalismo.

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*Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP. Miembro del Comité Directivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO. Fuente Agencia Latinoamericana de Informacion email: info@alainet.org


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Crisis mundial

Después de la globalización canibalizada Por Eduardo Gudynas Investigador en D3E (Desarrollo, Economía, Ecología, Equidad – América Latina), en Montevideo, Uruguay.

La actual crisis financiera marcha a ritmo de galope, difundiéndose a escala global y con un desenlace todavía incierto. Se acaba de anunciar que Estados Unidos podría caer en una cesación de pagos a mediados de 2009, según el equipo de analistas del Laboratorio Europeo de Anticipación Política. La advertencia debe ser tomada con seriedad, ya que ese grupo ha venido acertando en sus predicciones desde 2006. Esa advertencia se basa en el altísimo nivel de endeudamiento de Estados Unidos, que al sumarse las enormes cifras comprometidas para rescatar los bancos, genera una espiral incontrolable. Washington ha duplicado su deuda pública. Con todos esos recursos comprometidos y con su economía en recesión, es posible que EE.UU. no pueda cumplir todos sus compromisos, sean las garantías de los depósitos bancarios, el pago a los acreedores que poseen Bonos del Tesoro, u otras obligaciones. Eso llevaría a una cesación de pagos que, en caso de iniciarse, rápidamente alimentará la inflación y una pérdida brutal del valor del dólar, según aquel reporte (su resumen está disponible en http://www.economiasur.com). La situación en Europa

no es mucho mejor, y un ejemplo del futuro posible lo muestra la bancarrota de Islandia. Estos análisis prospectivos demuestran la gravedad de la crisis. No es posible sostener que esté restringida a los países industrializados, y es a todas luces un problema global. Recordemos que muchos de los primeros análisis invocaban un “desacople”, e incluso un “blindaje” en varios países latinoamericanos. Por ejemplo, Emir Sader sostenía que “por primera vez la recesión de la economía estadounidense no tiene efectos directos y devastadores sobre el sistema económico mundial”, y aunque reconocía posibles impactos en América Latina, predecía que serían menores en países como Brasil y Argentina (en Le Monde Diplomatique, octubre). Pero la realidad ha mostrado que justamente Brasil fue rápidamente engullido por esta crisis. La razón es que ese país está más amarrado a los circuitos globales de comercio y capital de lo que muchos creen, y eso llevó a una devaluación del real y a que la bolsa de Sao Paulo subiera y bajara a la par de la volatilidad internacional. Hoy, toda América Latina está sintiendo los impactos. Las instituciones de la gobernanza global en el comercio y los flujos de capital vienen siendo totalmente incapaces de enfrentar y remediar esta crisis. El FMI desempeña un papel marginal, casi irrelevante, donde se le presta más atención a un posible amorío de su director, Dominique Strauss-Kahn, que a sus diagnósticos. A pocos metros de allí, los mensajes del Banco Mundial son apenas un murmullo. En la Organización Mundial de Comercio, la crisis se suma a las heridas de una ronda estancada y el fracaso del último encuentro ministerial en Ginebra. Al contrario de su prédica liberalizadora, muchos gobiernos latinoamericanos comienzan a estudiar medidas proteccionistas para evitar una avalancha de importaciones baratas desde Asia. Hasta la propia estructura central de las Naciones Unidas está opacada, con un secretario (Ban Ki-moon), callado, oscuro y sin liderazgo. Estos y otros ejemplos muestran que hay mucho más que una debacle financiera, y estamos también presenciando una crisis del sistema de gobernanza multilateral bastante más profunda de lo que puede sospecharse en una primera revisión. Además del quiebre en esas instituciones internacionales, también quedan bajo un aluvión de cuestionamien-

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Al contrario de su prédica liberalizadora, muchos gobiernos latinoamericanos comienzan a estudiar medidas proteccionistas para evitar una avalancha de importaciones baratas desde Asia. Hasta la propia estructura central de las Naciones Unidas está opacada, con un secretario (Ban Ki-moon), callado, oscuro y sin liderazgo. Estos y otros ejemplos muestran que hay mucho más que una debacle financiera, y estamos también presenciando una crisis del sistema de gobernanza multilateral bastante más profunda de lo que puede sospecharse en una primera revisión. tos las ideas y conceptos que sustentaban las visiones optimistas sobre la globalización del capital. Temas como los preceptos sobre el funcionamiento del mercado, el postulado de desregulación del flujo del capital como necesario para el crecimiento, el uso de instrumentos de valorización económica, y hasta la creación de instrumentos derivados, se encuentran bajo debate público. Carentes de apoyo, son ideas que se devoran a sí mismas, hasta que esa canibalización desembocó en la actual crisis. Por eso tiene mucha razón Oscar Ugarteche cuando afirma que el “Consenso de Washington yace en un campo afuera del cementerio religioso, como los suicidas”. Pero una vez más es necesario recuperar el sentido de precaución. Si bien por un lado crujen las ideas ortodoxas sobre globalización y sus instituciones, esto no quiere decir que necesariamente estemos presenciando la crisis terminal del capitalismo contemporáneo, ya que las crisis están en su propia esencia y se desenvuelven bajo terribles transferencias de riqueza, socializando las pérdidas, como está sucediendo actualmente. Habrá que ver cómo discurre la presente crisis para evaluar con más detenimiento esa posibilidad. Por otro lado, tampoco observamos en América Latina un claro programa alternativo sobre la inserción internacional y la mundialización. Otra vez más se debe tener presente el caso de Brasil, donde las medidas recientemente tomadas son bastante convencionales, y entre ellas está la liberación de fondos estatales

para mantener el financiamiento de los exportadores, lo que en otras palabras quiere decir que persiste la apuesta en un comercio exterior basado en commodities y en atraer inversión extranjera. A nivel global se corre el riesgo que finalmente se acepte una regulación sobre los instrumentos financieros, especialmente los más riesgosos, debido a que la élite corporativa termina reconociendo que impiden la reproducción capitalista. Se debe detener una globalización caníbal que puede engullirse a sus propios creadores. Aceptarían entonces la imposición de ciertas reglas para asegurar la continuidad de los demás aspectos esenciales del capitalismo. Pero no tolerarán una regulación más profunda del capital como podría esperarse de exigencias necesarias para orientarlo efectivamente al desarrollo. Hasta ahora, las propuestas gubernamentales concretas para regular los flujos de capital siguen siendo escasas y muy limitadas (por ejemplo, el presidente francés N. Sarkozy criticó los hedge funds pero sin ofrecer medidas específicas). En cuanto a la institucionalidad también hay mucha timidez para encarar reformas. Muchos de los recientes reclamos de países emergentes del sur, como China, India y Brasil, no apuntan a transformar la esencia en esa gobernanza global, sino en lograr una mayor tajada de poder. Esto se traduce en discusiones como convertir el G 7 (donde asisten las naciones industrializadas), en un agrupamiento mayor que incorpore a los países emergentes. Ese reclamo encierra hechos positivos, como cercenar el poder hegemónico de Estados Unidos, pero persisten las tentaciones en reemplazarlo por jerarquías regionales donde, por ejemplo, Pekín o Brasilia, puedan imponer relaciones de subordinación sobre sus países vecinos. Aquí reside un riesgo adicional para América Latina: no podemos asumir que el derrumbe de Wall Street automáticamente será reemplazado por genuinas alternativas que ya están listas para ser aplicadas, y que serán tomadas por nuestros gobiernos. Un “otro orden global” no es una prenda “prêt-à-porter”, sino que se lo construye a partir de ideas alternativas que se deben pulir, ensayar y coordinar entre ellas, siempre bajo el empuje decidido de la sociedad civil.

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Fuente Agencia Latinoamericana de Información E-mail: info@alainet.org


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Pido disculpas

Por Frei Betto*

Estoy gravemente enfermo. Me gustaría manifestar públicamente mis excusas a todos los que confiaron ciegamente en mí. Creyeron en mi presunto poder de multiplicar fortunas. Depositaron en mis manos el fruto de años de trabajo, de economías familiares, el capital de sus emprendimientos. Pido disculpas a quien mira a sus economías evaporase por las chimeneas virtuales de las bolsas de valores, así como a aquellos que se encuentran asfixiados por la imposibilidad de pagar los intereses altos, la escasez de crédito, la proximidad de la recesión. Sé que en las últimas décadas extrapolé mis propios límites. Me convertí en el rey Midas, creé alrededor mío una legión de devotos, como si yo tuviese poderes divinos. Mis apóstoles –los economistas neoliberales– salieron por el mundo a pregonar que la salud financiera de los países estaría tanto mejor cuanto más ellos se arrodillasen a mis pies. Hice que gobiernos y opinión pública crean que mi éxito sería proporcional a mi libertad. Me desaté de las

*Escritor brasileño, autor de “Cartas da Prisão” (Agir), entre otros libros. (Traducción ALAI)

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amarras de la producción y del Estado, de las leyes y de la moralidad. Reduje todos los valores al casino global de las bolsas, transformé el crédito en producto de consumo, convencí a una parte significativa de la humanidad de que yo sería capaz de operar el milagro de hacer brotar dinero del propio dinero, sin el lastre de bienes y servicios. Abracé la fe de que, frente a las turbulencias, yo sería capaz de auto-regularme, como ocurría con la naturaleza antes de que su equilibrio fuera afectado por la acción predatoria de la llamada civilización. Me volví omnipotente, me supuse omnisciente, me impuse al planeta como omnipresente. Me globalicé. Llegué a no dormir nunca. Si la Bolsa de Tokio callaba por la noche, allá estaba yo eufórico en la de São Paulo; si la de Nueva York cerraba a la baja, yo me recompensaba con el alza de Londres. Mi pregón en Wall Street hizo de su apertura una liturgia televisada para todo el orbe terrestre. Me transformé en la cornucopia de cuya boca muchos creían que habría siempre de chorrear riqueza fácil, inmediata, abundante. Pido disculpas por haber engañado a tantos en tan poco tiempo; en especial a los economistas que mucho se esforzaron para intentar inmunizarme de las influencias del Estado. Sé que, ahora, sus teorías se derriten como sus acciones, y el estado de depresión en que viven se compara al de los bancos y de las grandes empresas. Pido disculpas por inducir multitudes a acoger, como santificadas, las palabras de mi sumo pontífice Alan Greenspan, que ocupó la sede financiera durante diecinueve años. Admito haber incurrido en el pecado mortal de mantener los intereses bajos, inferiores al índice de la inflación, por largo periodo. Así, se estimuló a millones de usamericanos a la búsqueda de realizar el sueño de la casa propia. Obtuvieron créditos, compraron inmuebles y, debido al aumento de la demanda, elevé los precios y presioné la inflación. Para contenerla, el gobierno subió los intereses... y el no pago se multiplicó como una peste, minando la supuesta solidez del sistema bancario. Sufrí un colapso. Los paradigmas que me sustentaban fueron engullidos por el imprevisible agujero negro de la falta de crédito. La fuente se secó. Con las sandalias de la humildad en los pies, ruego al Estado que me proteja de un deceso vergonzoso. No puedo soportar la idea de que yo, y no una revolución de izquierda, sea el único responsable por la progresiva estatización del sistema financiero. No puedo imaginarme tutelado por los gobiernos, como en los países socialistas. Justo ahora que los bancos centrales, una institución pública,

Hice que gobiernos y opinión pública crean que mi éxito sería proporcional a mi libertad. Me desaté de las amarras de la producción y del Estado, de las leyes y de la moralidad. Reduje todos los valores al casino global de las bolsas, transformé el crédito en producto de consumo, convencí a una parte significativa de la humanidad de que yo sería capaz de operar el milagro de hacer brotar dinero del propio dinero, sin el lastre de bienes y servicios. ganaban autonomía en relación a los gobiernos que los crearon y tomaban asiento en la cena de mis cardenales, ¿qué es lo que veo? Se desmorona toda la cantaleta de que fuera de mí no hay salvación. Pido disculpas anticipadas por la quiebra que se desencadenará en este mundo globalizado. ¡Adiós al crédito consignado! Los intereses subirán en la proporción de la inseguridad generalizada. Cerrados los grifos del crédito, el consumidor se armará de cautela y las empresas padecerán la sed de capital; obligadas a reducir la producción, harán lo mismo con el número de trabajadores. Países exportadores, como Brasil, tendrán menos clientes del otro lado de la barra; por lo tanto, traerán menos dinero hacia sus arcas internas y necesitarán repensar sus políticas económicas. Pido disculpas a los contribuyentes de los países ricos que ven cómo sus impuestos sirven de boya de salvación de bancos y financieras, fortuna que debería ser invertida en derechos sociales, preservación ambiental y cultura. Yo, el mercado, pido disculpas por haber cometido tantos pecados y, ahora, transferir a ustedes el peso de la penitencia. Sé que soy cínico, perverso, ganancioso. Sólo me resta suplicar que el Estado tenga piedad de mí. No oso pedir perdón a Dios, cuyo lugar pretendí ocupar. Supongo que, a esta hora, Él me mira allá desde la cima con aquella misma sonrisa irónica con que presenció la caída de la Torre de Babel.

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Fuente Agencia Latinoamericana de Informacion email: info@alainet.org


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La crisis alimentaria empobrece a 290 millones de personas en el mundo A diferencia de la crisis financiera, a la que Estados Unidos y Europa han respondido de forma inmediata y con cifras astronómicas, la respuesta a la crisis de alimentos todavía se hace esperar. De los 12.300 millones de dólares que la FAO pidió en junio en la reunión de alto nivel de Roma, apenas se han recaudado algo más de 1.000 millones.

La escalada de los precios de los alimentos, lejos de beneficiar a los pequeños agricultores de los países en desarrollo, ha empeorado su situación y ha profundizado la pobreza y la desigualdad de 290 millones de personas. Esta es una de las conclusiones que se desprenden del informe “Precios de doble filo” que la organización Oxfam Internacional ha dado a conocer al mundo. El informe destaca que el precio de los alimentos, ya sean altos o bajos, ha demostrado ser un arma de doble filo: sufren consumidores y productores por igual. En América del Sur, esta crisis podría afectar de manera directa a las familias más pobres, que destinan entre el 50% y 70% de sus ingresos a comprar alimentos y se han visto forzadas a modificar su dieta con alimentos de menor valor nutricional, reducir la cantidad de comida y recortar el gasto en educación y en salud. Pero la crisis no ha afectado a todos los países por igual. Algunos han resistido mejor porque en los últimos 20 años han invertido más en su pequeña agricultura y en redes de protección social para los más pobres. En su informe, Oxfam ha identificado los países

El grupo de trabajo de alto nivel de Naciones Unidas sobre precios de los alimentos calcula en 30.000 millones de dólares anuales lo que se necesitaría para paliar la crisis. Una cifra que contrasta con los 700.000 millones de dólares aprobados estos días por la Reserva Federal Norteamericana y con los dos billones de euros comprometidos por la Unión Europea.

que están resistiendo a la crisis gracias al aumento de la inversión en sus pequeños productores; mediante políticas de desarrollo rural y mejora de sus programas sociales. Este es el caso de Brasil, donde las políticas fortalecieron el potencial agrario del país. Allí, la agricultura familiar representa el 85% de las fincas, suministra los alimentos del mercado interno y emplea el 70% de la fuerza de trabajo en el campo. Un estudio técnico que acompaña el informe concluyó que el caso de Brasil prueba que las políticas agrarias pueden adaptarse a la diversidad y heterogeneidad de la agricultura familiar. Teresa Cavero, autora del informe, asegura que en países donde los gobiernos han invertido en agricultura y donde se han llevado a cabo políticas de apoyo a las poblaciones más vulnerables o desfavorecidas, el impacto de la subida de precios ha sido menos severo. “Por el contrario, en aquellos países donde la liberalización comercial se ha llevado a cabo de manera descontrolada, donde no se ha invertido lo suficiente en agricultura, y donde los sistemas de apoyo gubernamentales son frágiles o nulos, los efectos han sido devastadores”, apunta la autora. En las últimas décadas, la ayuda internacional al desarrollo de la agricultura descendió desde el 18 por ciento en los años 80, hasta un 4 por ciento en la actualidad. Esta disminución es consecuencia del modelo de crecimiento económico promovido por

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las Instituciones Financieras Internacionales que no está basado en la agricultura. El encarecimiento de los alimentos ha aumentado los niveles de pobreza en las zonas rurales, en un escenario donde los mercados están concentrados en pocas empresas y donde el aumento del transporte y de insumos agrícolas –como fertilizantes– no le permite a los pequeños productores obtener ganancias de la alza de precios. Las mujeres son las más perjudicadas, ya que sobre ellas recae la responsabilidad de alimentar a la familia y a menudo son las primeras que reducen su ración de alimentos. Además, aunque son ellas quienes producen mayoritariamente los alimentos básicos, raramente son propietarias de las tierras (sólo son propietarias del 11% del suelo en Brasil y del 13% en Perú) y tienen limitado acceso a medidas de protección, como seguros agrarios y créditos. En el informe, Oxfam destaca una serie de recomendaciones que pueden servir de guía a los países en desarrollo en caso de que la crisis alimentaria se mantenga o se vuelva a repetir. Según Oxfam, los gobiernos deben invertir en políticas agrarias y de seguridad alimentaria para evitar que la pobreza rural y la inequidad se profundicen. Medidas para promover la producción como créditos, precios de garantía, subvenciones a los insumos e inversión en infraestructura permiten enfrentar mejor la crisis. Las poblaciones rurales en riesgo de perder sus cosechas y semillas por sequía o fenómenos agravados por el cambio climático, deben recibir atención prioritaria. Según el informe, los gobiernos también deben garantizar el acceso a la tierra y al agua, especialmente para las mujeres productoras y comunidades indígenas y campesinas. Estos recursos son vitales para la producción de alimentos y hasta ahora se mantienen en desigual distribución y falta de control. De igual manera, sector privado y gobiernos deben respetar los derechos laborales de los trabajadores rurales, especialmente de las mujeres trabajadoras de la agroindustria. El trabajo estacional en la agricultura debe complementarse con programas que compensen los ingresos familiares en épocas de baja. Los países que aumentaron los salarios de los trabajadores rurales, lograron enfrentar mejor la crisis sin disminuir su seguridad alimentaria y nutricional de sus familias. Oxfam hace otra recomendación clave: que la Unión Europea y los EEUU no presionen a los países a firmar acuerdos comerciales que afecten su agricultura, mientras mantengan sus altos subsidios. De lo contrario, los

efectos sobre la agricultura serán perversos, porque los mercados se inundarán con alimentos subvencionados. Para Oxfam, los gobiernos –con la cooperación internacional– deben apoyar otros modelos de desarrollo agrario que sean más inclusivos, donde se potencien las alianzas entre productores y consumidores y se dé mayor poder y beneficios a los pequeños productores en las cadenas de valor. Oxfam Internacional también destaca que pese a agravarse la situación de los pequeños productores, determinadas compañías agroalimentarias han incrementado sus ventas este año como consecuencia de la subida de los precios de los alimentos. A modo de ejemplo, la empresa Monsanto, dedicada a la venta de semillas, que ha alcanzado 3,6 billones de dólares de beneficios en los cinco primeros meses de este año, y la multinacional Nestlé, que ha incrementado sus ventas cerca de un 9 por ciento en la primera mitad de 2008. Otras empresas, como la francesa Carrefour y la norteamericana Wal-Mart aseguran que la venta de alimentos es el principal factor que mantiene en alza sus beneficios. A diferencia de la crisis financiera, a la que Estados Unidos y Europa han respondido de forma inmediata y con cifras astronómicas, la respuesta a la crisis de alimentos todavía se hace esperar. De los 12.300 millones de dólares que la FAO pidió en junio en la reunión de alto nivel de Roma, apenas se han recaudado algo más de 1.000 millones. El grupo de trabajo de alto nivel de Naciones Unidas sobre precios de los alimentos calcula en 30.000 millones de dólares anuales lo que se necesitaría para paliar la crisis. Una cifra que contrasta con los 700.000 millones de dólares aprobados estos días por la Reserva Federal Norteamericana y con los dos billones de euros comprometidos por la Unión Europea. “La crisis financiera no es fruto de la fatalidad sino consecuencia de la aplicación de políticas equivocadas. Igualmente la crisis alimentaria es fruto de años de abandono de la agricultura y de políticas erróneas. En ambos casos, los países que han regulado mejor sus mercados se encuentran ahora en mejor posición”, concluye Cavero.

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Fuente: Oxfam Internacional Confederación de 13 organizaciones con una filosofía similar que trabajan conjuntamente con socios y colaboradores en todo el mundo para conseguir un cambio sostenible http://www.oxfam.org


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existir sin ellos; los problemas se tornan indomeñables si la “inteligencia superior” del predestinado decide abandonar las que cree sus indelegables responsabilidades; el ejercicio del poder se convierte en un imperativo irresistible, una adicción que, como todas las adicciones, expresa una patología, y quien la padece se siente lúcido y prepotente, generoso y perdonavidas. Para evitar los dolores y molestias del síndrome de abstinencia derivado de permitir relevos y alternancias, es preciso concentrar el poder, evitar las fastidiosas interferencias de los poderes de otros buscando, en cambio, que éstos claudiquen y terminen por obedecer.

La reelección es contraria a la democracia

Por Omar Herrera Ariza Profesor de Teoría General del Estado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Los Andes omarherrera10@gmail.com

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El pasado 10 de septiembre, con el respaldo de cinco millones de firmas, fue radicado en la presidencia de la Cámara de Representantes el proyecto de ley de referendo, con lo que, una vez más, el fantasma de la reelección presidencial reapareció para agitar las nunca tranquilas aguas de la política nacional, y, por supuesto, para generar reflexiones y análisis sobre su conveniencia o inconveniencia, sus relaciones con la democracia, su capacidad para generar estabilidad o, al contrario, para desinstitucionalizar. Lo primero que se me ocurre al respecto tiene que ver con el fenómeno del poder y su tendencia inmanente a la concentración, a perpetuarse y al desbordamiento. Parece ser de su naturaleza el que los mecanismos del poder terminen por dominar incluso a sus detentadores para imponerles una particular visión del mundo social en virtud de la cual terminan por creerse indispensables: el mundo, la sociedad, no pueden

Ese afán por concentrar, por contar con todos los mecanismos que permitan controlar y decidir la vida de los demás, constituye, a mi juicio, una expresión sublimada de recónditos complejos anidados en la vida interior y en el pasado atormentado de quien padeció el autoritarismo del padre, las vejaciones del maestro u otras circunstancias adversas generadoras de sentimientos de inferioridad. La patología del poder se declara insatisfecha con su mera concentración; es preciso, además, garantizar la prolongación en el tiempo; perpetuarse se convierte en objetivo irrenunciable porque además es menester garantizar la impunidad; en esa búsqueda de perdurabilidad aflora el deseo inconciente de vencer a la muerte, de superar la flaqueza de la condición humana. Tal como decía Aristóteles (Política, III, 3), “…se aferran a los cargos públicos como si estuvieran afectados de una enfermedad que sólo pudiera curarse con su continuidad en el poder”. Esa es la razón por la cual la figura del dictador que voluntariamente decida jubilarse, o del autócrata que sin mediar presión admita dar un paso al costado, sea en extremo extraña a la naturaleza del poder y poco frecuente en la historia de la humanidad. En la comprensión de este fenómeno no es suficiente con reconocer su tendencia a la concentración y a la perpetuación. El poder, en cuanto facultad de lograr el sometimiento de las vidas, los intereses y los deseos de los otros, reclama la ausencia de límites, exige la negación de cualquier forma de control y por ello termina por desbordarse avasallando de paso los derechos de quienes le están sometidos.

El poder, en cuanto facultad de lograr el sometimiento de las vidas, los intereses y los deseos de los otros, reclama la ausencia de límites, exige la negación de cualquier forma de control y por ello termina por desbordarse avasallando de paso los derechos de quienes le están sometidos.

Esas características inmanentes del poder explican la historia de los pueblos como la constante lucha por lograr instrumentos eficaces de contención y de control, pues la experiencia enseña que nada hay más peligroso para la convivencia ciudadana y la estabilidad social que la concentración, la perpetuación y la au—32—

sencia de límites al poder político, el que no solo satisface las exigencias de la adicción patológica, sino que, peor aún, expresa a menudo los intereses de quienes concentran las riquezas en perjuicio de los excluidos del festín de la economía. La sabiduría de los griegos, tan rica en enseñanzas para vivir una buena vida, les permitió descubrir la esencia y la naturaleza del fenómeno y a partir de tal conocimiento formular los antídotos correspondientes. El primero y más radical de ellos: la democracia entendida como una propuesta ética para la buena vida colectiva, en la que la sociedad se organiza y se orienta en el sentido de procurar la autonomía de todos sus miembros y en donde la libertad individual se hace efectiva en la participación constante y activa en el poder colectivo. De los griegos sigue vigente la concepción del poder como tragedia, cuya expresión máxima es la tiranía, el mal poder, la tendencia hacia el abuso y la prepotencia, cuyo exorcismo se intenta con el ejercicio del poder de todos; la democracia como convicción de que los pobres tienen tanto la capacidad como el derecho para decidir sus destinos y que en la búsqueda de la igualdad de posibilidades radica la eticidad de la acción política; democracia como búsqueda de igual libertad para que cada uno de los individuos esté en condiciones de desarrollar sus propias capacidades; democracia como superación de la falsa oposición individuo/ sociedad pues aquél solo es en cuanto ser social, vale decir, en sus interrelaciones sociales, y ésta sin aquel es mera entelequia. Sigue vigente, también, el concepto de rendición de cuentas, pues las mayorías gobernantes no son infalibles y deben, por ello, someter sus actos al escrutinio colectivo, otorgando reconocimiento y respeto por los derechos de las minorías. Invocar, entonces, a la democracia y a su pretendida “madurez” como argumento para justificar las pretensiones reeleccionistas constituye, a mi juicio un grave error conceptual. La Atenas del periodo clásico se constituyó bajo formas organizativas en las que la reelección y demás mecanismos conducentes a la prolongación del ejercicio del mando estaban proscritos: la isocracia, es decir, el deber y el derecho de cada uno de los ciudadanos a participar en el gobierno de la polis, y la isonomía, o igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, se constituyeron en principios fundantes de la democracia griega que evitaban, de entrada, la posibilidad de que alguien, por importante que fuera, pretendiera acumular el poder, perpetuarse en su ejercicio y colocarse por encima de la sociedad. En demostración del antagonismo que los griegos

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Parece ser de su naturaleza el que los mecanismos del poder terminen por dominar incluso a sus detentadores para imponerles una particular visión del mundo social en virtud de la cual terminan por creerse indispensables: el mundo, la sociedad, no pueden existir sin ellos; los problemas se tornan indomeñables si la “inteligencia superior” del predestinado decide abandonar las que cree sus indelegables responsabilidades; el ejercicio del poder se convierte en un imperativo irresistible, una adicción que, como todas las adicciones, expresa una patología, y quien la padece se siente lúcido y prepotente, generoso y perdonavidas. asignaron a su concepción de democracia con el poder concentrado y perpetuo, baste con recordar la institucionalización del sorteo, ocurrida desde Pericles, como mecanismo garantizador de la igualdad y en virtud del cual, en lugar de procedimientos electivos, se confiaba al azar la provisión de las magistraturas; o que por la misma época se estatuyó que los puestos públicos fueran ocupados por periodos cortos en forma tal que cualquier ciudadano tuviera la posibilidad real de ejercer responsabilidades públicas por lo menos una vez en su vida; o el ostracismo, que existía desde Clístenes, instituto que permitía a la Asamblea examinar si alguna personalidad por su prestigio constituía amenaza que justificara su destierro. Nada, pues, mas contrario a la idea de democracia, en el sentido practicado por los griegos, que la pretensión de perpetuarse en el poder. Podría argumentarse, y de hecho así proceden los epígonos del presidente, que la aspiración reeleccionista encuentra justificación en otra noción de democracia: aquella que se califica como “liberal” y que define como democrático al régimen político en el que mediante elecciones periódicas, con respeto por un conjunto de normas preestablecidas, el pueblo establece quién y cómo han de tomarse las decisiones que

afectan a toda la colectividad. Conforme a esta concepción, será suficiente con que las mayorías ciudadanas expresen su conformidad para que el mandatario electo o reelecto se repute legítimo y democrático. Pero la argumentación, amén de reduccionista en cuanto establece la falsa sinonimia entre democracia y elecciones, desconoce el cuerpo conceptual y teórico del liberalismo invocado y, lo que es peor, conduce a la negación de sus principios. En efecto, con abstracción de aquellas circunstancias concretas mediante las cuales se logró la modificación de un “articulito” de la Constitución, e ignorando deliberadamente los turbios manejos con los que en el pasado se obtuvo que alguna parlamentaria modificara sus convicciones, el hecho cierto es que el pensamiento liberal, desde que acompañó e iluminó la insurgencia de la burguesía revolucionaria en los siglos XVII y XVIII, pasando por sus momentos estelares con la promulgación de la Constitución Norteamericana y la Revolución Francesa, y llegando hasta nuestros días, se caracteriza por su constante lucha contra la arbitrariedad y el absolutismo. De la esencia de la concepción liberal es la constante búsqueda de formas de gobierno asentadas en la idea del contrato, con mecanismos de control, separación de los poderes, reconocimiento de la preeminencia del individuo, y sistema de pesos y contrapesos. La reelección presidencial inmediata, como lo demuestra la reciente experiencia colombiana, tiene consecuencias contrarias a los ideales de la concepción liberal: el sistema de pesos y contrapesos desaparece; la separación de poderes se atenúa significativamente; los mecanismos de control se tornan ineficaces. La integración de instituciones tales como las Altas Cortes, la Junta Directiva del Banco de la República, el propio Congreso, quedan en las manos omnipotentes del reelegido presidente. No se invoque, pues, a la democracia en ninguna de sus expresiones como respaldo al embeleco reeleccionista. Si de lo que se trata es de instaurar y de consolidar per saecula saeculorum un régimen bonapartista, búsquese otra justificación, dígase por ejemplo que el ejercicio autocrático del poder es eficaz para sofocar las protestas sociales, para procurar la pax romana y mantener el orden en medio de las inequidades sociales, pero no se incurra en la pretensión de convertir el civilista concepto de democracia en sucio trapo para cubrir las vergüenzas de las patológicas adicciones al poder.

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La reforma curricular hoy: ¿Homogenización y estandarización? Por Edwin Mauricio Villamil Garzón Estudiante de Historia, séptimo semestre Universidad de Antioquia Integrante de la Federación Universitaria Nacional-Comisiones edwin1898@hotmail.com

Indudablemente las reformas curriculares son hoy por hoy una de las muchas políticas dirigidas a modificar las diferentes universidades, por medio de las cuales los gobiernos y administradores de turno pretenden que todos los programas académicos ingresen en la dinámica de actualización de currículos, como una de las acciones para “fortalecer” los pregrados y mantener su “pertinencia” científica, social y formativa. En Colombia hay varias universidades con avances significativos en el tema, como la Universidad Nacional de Colombia en la formación por áreas, la Universidad Distrital Francisco José de Caldas en lo que respecta a las licenciaturas, la Universidad de Antioquia en lo concerniente a las ingenierías, y para el sector privado la Universidad de Los Andes, pionera en Colombia en cuestiones como la doble titulación y la homologación de títulos. Por lo tanto, las propuestas de rediseño curricular pueden analizarse en dos vías. Primero, como una

propuesta estandarizante y homogenizante de contenidos, que se viene implementando desde hace varios años en la educación superior no sólo en Colombia y América Latina sino en Europa, particularmente con el acuerdo de Bolonia de 1999a, donde el rediseño curricular fue concebido como una de las maniobras primordiales para alcanzar la “excelencia académica”. La segunda vía y en contraposición, puede entenderse como una necesidad que surge de las diferentes universidades o de sus respectivas unidades académicas (facultades, escuelas, institutos y departamentos), donde es imperante revisar contenidos, metodologías, actualizar equipos, laboratorios, material didáctico, capacitar la planta docente, efectuar revisión o discusión de nuevas escuelas o corrientes teóricas y epistemológicas. Es fundamental que los cambios surjan de las necesidades de una región o ciudad. La relación del conocimiento con el sector productivo, sea privado o público, es necesaria. Lo que debe discutirse es la dependencia o subordinación del conocimiento al sector privado, y que por supuesto las modificaciones no sean impuestas por actores o factores externos, sino que fluyan de una discusión profunda y seria de los diferentes estamentos que componen la universidad, como de la sociedad en su conjunto. Por eso no es extraño que en medio de las reformas curriculares pulule el lobby de expertos académicos internacionales y apoyo económico por parte de organismos asesores tanto nacionales como internacionales a las unidades académicas encargadas de emprender tales procesos. Aunque los currículos deben tener un componente flexible, éste debe ser de características micro y no macro. Los currículos no pueden ir al vaivén del mercado y tampoco deben fortalecer ni agudizar el papel actual de Colombia en la división internacional del trabajo (proveedor de materias primas). Es innegable que el conocimiento avanza a ritmos vertiginosos, por tal razón los cambios que se efectúen a los currículos deben ser planificados y discutidos por la comunidad universitaria, para que no conlleven al establecimiento de carreras de élite y otras de segunda mano. Es por esto que los currículos deben combinar

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La reforma curricular hoy: ¿Homogenización y estandarización?

Es fundamental que los cambios surjan de las necesidades de una región o ciudad. La relación del conocimiento con el sector productivo, sea privado o público, es necesaria. Lo que debe discutirse es la dependencia o subordinación del conocimiento al sector privado, y que por supuesto las modificaciones no sean impuestas por actores o factores externos, sino que fluyan de una discusión profunda y seria de los diferentes estamentos que componen la universidad, como de la sociedad en su conjunto. orgánicamente docencia, extensión (practicas docentes, practicas profesionales, pasantías, etc.) e investigación. Sobre la flexibilidad los estudiantes no debemos caer en el juego en el cual ésta se argumenta como un elemento que debe estar presente en todos los diseños y procesos curriculares, al contrario, debe ser entendida como la capacidad de las universidades con sus respectivas dependencias académicas para insertar en sus diferentes pregrados y postgrados, conocimientos, técnicas y habilidades modernas, que no vayan en detrimento de la calidad, del desarrollo de cada disciplina y que por supuesto aporten en el proceso de aprendizaje del estudiante. Uno de los temas más recurrentes en las reformas curriculares es la formación integral, donde deben confluir aspectos desde lo científico-profesional, hasta lo ético, pasando por la política. Es en medio de está lógica que surgen temas tan complejos en las reformas como la segunda lengua, que casi siempre es el inglésb, lo que genera una depreciación de las otras lenguas y un criterio único en el plasmar, transcribir, digerir, comprender, traspasar y difundir el proceso de aprendizaje y por supuesto el conocimiento, nuevamente un criterio hegemónico. En este ítem es fundamental insistir que el problema no es el acercamiento a la segunda lengua, la dificultad radica en la oferta mínima de diferentes lenguas por parte de las universidades, la venta de los cursos por medio de particulares y agentes externos a la uni-

versidad. Pero la formación integral también debe ser entendida como aquella en la cual el estudiante tiene acceso a componentes sólidos de bienestar: Servicios alimentarios adecuados, matriculas a bajos costos, sistemas de salud gratuito de excelsas condiciones, sumado a que esté involucrado con las distintas manifestaciones culturales y políticas, teniendo espacios idóneos para el teatro, la música, la política y el deporte. De la mano del aspecto de la segunda lengua va un tema fundamental y es la implementación de nuevas tecnologías en la universidad pública. Indudablemente se debe capacitar y enseñar en su uso adecuado a profesores y estudiantes, se deben fortalecer centros universitarios de medios audiovisuales, se deben adquirir los equipos y programas correspondientes, efectuar capacitaciones en nuevos modelos y por supuesto establecer bibliotecas digitales conectadas con las bases de datos mundiales. Pero entendido el uso de nuevas tecnologías como un apoyo en el proceso de aprendizaje, no como el caballito de fuerza para ampliar la cobertura con un ínfimo presupuesto, desescolarizando y generando una ruptura seria en la relación docente-dicente.

Sobre ciclos, prácticas y posgrados Incrementar y fortalecer las prácticas profesionales es un imperativo. El estudiantado en diferentes momentos ha sustentado que el conocimiento no puede estar aislado de la vivencia, del ejercicio, del saber específico. Por lo tanto es importante que el universitario se vincule en cierta medida a la realidad desde su época como estudiante y no simplemente cuando se gradúe. Por supuesto las prácticas en ningún momento deben reemplazar el ejercicio investigativo de la tesis o de una monografía. En su defecto si el debate es que debe haber diferentes modalidades de grado, es un imperante que se complementen con un ejercicio investigativo sólido. Como muchos saben, el tema del día a día son los ciclos propedéuticos. Éstos se conciben como aquellos que permiten una formación por medio de niveles: técnico, tecnológico y profesional. Se supone que la formación por ciclos debe ser secuencial y complementaria, lo que no implican una formación integral. Es importante tener en cuenta las implicaciones de los mismos, aunque puede parecer sugestivo ante los ojos de cualquier desprevenido que en un lapso de corto tiempo (cinco años), se puedan obtener tres títulos. Se pueden esbozar una serie de apre-

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ciaciones que son importantes con relación a la implementación de los ciclos. Primero, indudablemente los elementos teóricos, metodológicos, investigativos, prácticos y filosóficos que rigen a un técnico, un tecnólogo y un profesional no son los mismos, por lo tanto la malla curricular, los contenidos y los fines de cada una son diferentes. De la misma forma ¿cuáles serán las condiciones de un profesional que sus bases teóricas y metodológicas las adquiere en una técnica? El segundo elemento a tener en cuenta es el fin que proyectan los ciclos y es el orientar en competencias, aptitudes y habilidades para el mercado y no para el conocimiento, ni la investigación. Tal vez algunos se acordarán de la movilización de 2003 en contra del decreto 2566 del mismo año y la ley 749 del 2002, los cuales reglamentan dichos ciclos. Es importante recordar que la lucha sigue vigente. La discusión en este punto no es oponerse por oponerse, son las implicaciones que acarrean los ciclos propedéuticos, sin una discusión concienzuda, donde se observe su pertinencia y aplicabilidad sin que afecte la formación de los estudiantes. Quisiera hacer una alusión al incremento desmedido de doctorados, maestrías y especializaciones en Colombia, que en términos generales no es malo, aunque si tiene varias implicaciones. Un importante número de docentes de tiempo completo que corresponden a pregrados se desplazan a ser docentes de postgrados y algunos a ubicarse como directores de las nuevas dependencias académicas; lo cual implica que estas plazas docentes sean reemplazadas por docentes de cátedra, aunque muchos de buen nivel académico, no son de dedicación exclusiva, o en varias ocasiones eliminando tales cargos. Es sensato generar nuevos estudios que profundicen tanto el conocimiento como la investigación. Lo que quiero resaltar es que no se pueden generar dichos estudios en detrimento del pregrado, tampoco se puede estar de acuerdo con la reducción de la planta docente de tiempo completo y por supuesto es inconcebible que los costos de dichas especializaciones, maestrías y doctorados oscilen entre los siete y diez salarios mínimos. Es impresionante que algunos sean más costosos que en universidades privadas e incluso en el extranjero. El tema de los postgrados es importante relacionarlo con algo que impera hoy en el discurso académico: la investigación. Se debe propiciar la participación cada vez mayor de estudiantes y profesores en líneas y áreas investigativas, no para generar nuevas élites investigativas

Finalmente, es necesario abrir los espacios de discusión sobre las reformas académicas, para que éstas no sean impuestas. Al contrario, deben ser concertadas y analizadas por el conjunto de la comunidad académica y amplios sectores de la sociedad. Es necesaria una universidad acorde a las necesidades de la nación, que tenga su mirada en solucionar las inequidades y se ligue con amplios sectores de la sociedad. como está ocurriendo hoy, sino por el contrario para masificar la investigación entre el estudiantado. Finalmente, es necesario abrir los espacios de discusión sobre las reformas académicas, para que éstas no sean impuestas. Al contrario, deben ser concertadas y analizadas por el conjunto de la comunidad académica y amplios sectores de la sociedad. Es necesaria una universidad acorde a las necesidades de la nación, que tenga su mirada en solucionar las inequidades y se ligue con amplios sectores de la sociedad.

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Notas 1. Uno de los aspectos centrales propuestos en el acuerdo de Bolonia, corresponde a: “La reducción y homologación de la duración de las carreras con un primer ciclo de formación general que puede oscilar entre 180 y 240 créditos esto es entre tres y cuatro años que se transformaría en un bachillerato y un segundo ciclo de especialización de 90 a 120 créditos que pasaría a ser un grado master al cual se asociaría un título profesional habilitante.” Luís Eduardo González, Seminario Nuevas tendencias de la Educación Superior Europea: desafíos y oportunidades para América latina y el Caribe. Consultado el 23 de junio de 2008. Tomado de: http://www3. uninorte.edu.co/catedraeuropa/Catedra2006/memorias2006/conferencia_luis_eduardo_gonzalez.doc, 2. Es importante mantener viva la propuesta de segunda lengua que efectúa la Universidad de Antioquia por medio del Programa Multilingua, el cual tiene una oferta amplia de idiomas y además gratuito.


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curricular posmoderna y la creación del conocimiento; la noción de miembro, hábito y competencias interpersonales en los profesores universitarios, su vinculación y confianza para, finalmente, hacer una propuesta de reconversión del profesorado para la gestión del conocimiento desde el arbitrio y el cambio paradigmático, determinando factores de éxito, dificultades y limitaciones en el desarrollo de estos procesos para la creación y gestión del conocimiento, así como los objetos curriculares mínimos a considerar para una gestión adecuada.

La reconversión del profesorado para la gestión del conocimiento en la universidad “En estas circunstancias, aprender más rápido que nuestros competidores puede ser la única ventaja competitiva sostenible en el tiempo”. Rica, E. 2002:1 Por José Ramiro Galeano Londoño Profesor Titular Facultad de Educación Universidad de Antioquia

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2. Tensión entre el conocimiento tácito y el explícito, el individual y el colectivo

1. Introducción En un principio la universidad había sido considerada la institución por naturaleza para conservar y trasmitir el conocimiento; en el último decenio, con el auge del capital intelectual como uno de los recursos intangibles que confiere mayor valor al conocimiento, “las teorías de gestión se han volcado sobre la gestión del conocimiento dando como resultado las propuestas de modelos sobre creación, almacenamiento y distribución del conocimiento, buscando una evidente aplicación en las empresas, pero paradójicamente, poco se ha explorado sobre la aplicación de éstos en las universidades” (López Gómez, María, 2002: 59). En este capítulo abordaremos la tensión entre el conocimiento tácito y el explicito, el conocimiento colectivo y el individual; las tipologías para la gestión del conocimiento en la universidad; la tensión entre la explotación y la exploración del conocimiento; la teoría

La razón de ser de la universidad es la creación del conocimiento y su transferencia a la sociedad, por lo tanto la gestión de una universidad es en sí misma la gestión del conocimiento como práctica curricular.

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Esta creciente importancia del conocimiento viene generando multitud de modelos para su creación y gestión así como perspectivas para su innovación. ”Tras un detenido análisis de las definiciones y las características propias de la creación y gestión del conocimiento, podemos considerar que consiste en un conjunto de procesos sistemáticos (identificación, captación del capital intelectual; tratamiento, desarrollo y compartimiento del conocimiento; y su utilización) orientados al desarrollo organizacional, personal, y consecuentemente, a la generación de una ventaja competitiva para la organización y el individuo” (Rodríguez G. D., 2006: 29). En las universidades es difícil pasar del conocimiento tácito al explícito, es decir, del conocimiento enraizado en el individuo, desde sus paradigmas, técnicas e ideas subjetivas, al conocimiento de forma verbal, escrito y expresado a través de códigos, para ascender del conocimiento individual del profesor, al conocimiento en el ámbito grupal, organizacional de la universidad, e interorganizacional, para crear una espiral de conocimiento que trascienda desde la invención hasta la innovación en la universidad. Pasar de un conocimiento tácito a uno explícito es difícil, entre otras razones porque no se aceptan creencias, sentimientos, emociones, no se reconoce al otro; en algunas ocasiones, de una administración a otra se pierden lo papeles de los supuestos avances; es así como los avances no se concretan si no se cuenta con esta empatía, con ese reconocimiento y el conocimiento individual de profesores formados algunas veces en el extranjero; no siempre trasciende al conocimiento grupal o institucional, por la ausencia de liderazgo o por que simplemente a su regreso no se dedican a ejercer en lo que fueron formados; se desvían hacia la administración o investigación con la ausencia de la docencia. Sin el reconocimiento del conocimiento tácito, lo

que sabe el profesor, y la internalización (de lo explícito a lo tácito) que toque la estructura mental de estudiantes y profesores, no es posible hablar de la creación de conocimiento para la innovación, pues aunque existan documentos diseñados por profesores o grupos de profesores es el colectivo de profesores, docentes directivos y estudiantes quienes los ponen en acción. Es por ello que la universidad debe abrirse al reconocimiento del conocimiento tácito en todos sus ámbitos, saber cómo aprende el estudiante, cómo aprende el profesor y cómo aprende la organización: hacer gestión del conocimiento. Pero aun así, reconociendo la importancia del paso del conocimiento explícito al tácito y viceversa, el discurso académico convencional, tradicional, tiende a oscurecer el proceso de creación del conocimiento en la universidad, entre otras razones, por el afán de trabajar sin referentes previos teóricos y conceptuales para propiciar los cambios, sin los referentes metodológicos adecuados para obtener los datos; para algunos profesores y docentes directivos lo más importante es escribir para publicar: artículos de revistas, informes, balances sociales etc. Una universidad para renovarse, para ascender del aprendizaje individual al organizacional necesita la reconversión de sus individuos, hacer que exploren nuevas formas del conocimiento mientras explotan lo aprendido, que el conocimiento circule de tácito a tácito, de tácito a implícito, de implícito a implícito, y de implícito a tácito, de individual a colectivo y de colectivo a individual.

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LA CREACIÓN DE CONOCIMIENTO

Gráfico 1.


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La reconversión del profesorado para la gestión del conocimiento en la universidad

TIPOLOGÍAS DE MODELOS PARA LA GC EN LA UNIVERSIDAD

3. Tipologías de modelos para la gestión del conocimiento en la universidad Se tienen tipologías de modelos para la gestión del conocimiento (Rodríguez G. D. 2006: 29): “Almacenamiento, acceso y trasferencia de conocimiento: modelos que no suelen distinguir el conocimiento de la información y los datos, y que lo conciben como una entidad independiente de las personas que lo crean y lo utilizan. Sociocultural: modelos centrados en el desarrollo de una cultura organizacional adecuada para el desarrollo de procesos de gestión del conocimiento. Intentan promover cambios de actitudes, fomentar confianza, estimular la creatividad, concienciar la importancia y el valor del conocimiento, promover la comunicación y la elaboración entre los miembros de la organización, etc. Tecnológicos: modelos en los que se destaca el desarrollo y la utilización de sistemas (por ejemplo intranets, sistemas de expertos, sistemas de información, web, etc.) y herramientas tecnológicas (por ejemplo motores de búsqueda, herramientas multimedia y de toma de decisiones) para la gestión del conocimiento (Ibídem 2006: 30). La universidad debe integrar estos tres modelos. Es posible que la universidad pueda novelizar algunos programas y por un tiempo, pero solo después de unos estudios socioculturales y de contexto, es decir, explotar lo aprendido, mientras se exploran nuevos formas de diseñar y desarrollar los programas. Desarrollar una cultura organizacional del conocimiento que vaya del individuo a la organización y de la organización al individuo pasando por los grupos. Las unidades académicas al establecer formas de almacenamiento, acceso y transferencia, podrían desarrollar estudios socioculturales y de contextualización de sus disciplinas y profesión para que éste circule de forma explícita por la organización y se disponga de los más modernos sistema tecnológicos de circulación.

4. Tensión entre la explotación y la exploración del conocimiento Esta tensión entre la explotación y la exploración del conocimiento en los procesos de aprendizaje organizacional para el cambio en la universidad implica un esfuerzo para hallar el equilibrio entre la práctica de creación y la gestión del conocimiento, pues hoy “la razón de ser de la universidad es la creación del conocimiento y su transferencia a la

Almacenamiento, acceso y transferencia

Gráfico 2.

sociedad, por lo tanto la gestión de una universidad es en sí misma la gestión del conocimiento como práctica curricular, pero paradójicamente los modelos teóricos propuestos de gestión del conocimiento y de capital intelectual han surgido de empresas comerciales, industriales y de servicio, lo cual plantea un reto inminente para las universidades en la formulación de un modelo propio de gestión que les permita enfrentar la tensión actual que ejerce la economía de mercado en la competencia por los recursos y en la urgencia de parámetros de calidad cada vez más altos. Hoy más que nunca la universidad debe insertarse en la sociedad, a través de los procesos de creación, transferencia y acumulación de conocimiento, participando en actividades y programas de desarrollo local” (Ibídem, 2002: 71). Esto le implica al profesor asumir el currículo de forma distinta a la teoría técnica y al modelo tradicional por contenidos, al mantenimiento del escenario de la clase como escenario único, la clase magistral como pedagogía posible; es necesario entrar en una reforma al pensamiento universitario, como un problema por enfrentar; reconocer las teorías y modelo pedagógico en su justa dimensión para abrirlo a un escenario complejo e integrado desde las modernas teorías de la educación, que den cabida a un modelo educativo en donde se explicite: la filosofía, la epistemología, el currículo, la evaluación, la investigación, la cultura, la pedagogía y la didáctica, desde sus respectivas tendencias, es decir, no es del todo coherente tener acredi-

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tación de alta calidad al margen de las teorías de la educación superior, que sirvan de mediación entre el pensamiento y la acción en educación superior. ¿Por qué motivos el modelo pedagógico tradicional de las instituciones de educación superior ya no es suficiente para el nuevo siglo? Porque el entorno ha cambiado: la velocidad a la que se producen los cambios, la facilidad de acceso a la información, los nuevos productos y servicios, la globalización de la economía, los nuevos mercados y los nuevos competidores; en síntesis, los viejos esquemas de producción ya no sirven. Como se ve el modelo de universidad tradicional es obsoleto, como afirma De la Rica, E. (2002:1): “El objetivo de las organizaciones sigue siendo la búsqueda de una ventaja competitiva, entendida como tal la superioridad o mejoría respecto a otro, determinando cómo somos percibidos por el cliente. En el entorno actual la capacidad de producción ha dejado de ser una ventaja competitiva. En estas circunstancias, aprender más rápido que nuestros competidores puede ser la única ventaja competitiva sostenible en el tiempo”. Explotar lo aprendido sin olvidar la creación y exploración del nuevo conocimiento que nos mantenga en ventaja competitiva.

5. La teoría curricular moderna La tendencia que ha de animar el rediseño para la transformación curricular a partir del Registro Calificado no surge de forma espontánea; la teoría y el modelo curricular surgen a partir de la dimensión teleológica y de la dimensión educativa (Modelo Educativo) que se sustentan en el Proyecto Educativo Institucional (PEI). No es suficiente que esté escrito, es necesario que sea asumido por cada miembro como una visión compartida, como conocimiento

Pasar de un conocimiento tácito a uno explícito es difícil, entre otras razones, porque no se aceptan creencias, sentimientos, emociones, no se reconoce al otro; en algunas ocasiones, de una administración a otra se pierden lo papeles de los supuestos avances.

que ha pasado de lo explícito a lo tácito “en donde aprender es el camino hacia las organizaciones inteligentes, y para aprender, la clave está en la gestión del conocimiento” (Ibídem, 2002: 3). Sabemos de los cambios en el Proyecto Educativo Institucional (PEI), en el Proyecto Educativo de Programa (PEP) y en los Proyectos Microcurriculares (PMC), desde su escritura; pero ¿desde cuáles teorías?, ¿desde cuáles acciones? Hacerlo sin alterar sus ritmos internos en su desarrollo, las acciones de los actores, profesores estudiantes y docentes directivos en su cultura, sin reflexionar sobre un nuevo paradigma curricular integrador puede resultar una tarea inocua; por no decir un círculo vicioso. En la actualidad la mayoría de las universidades se basan en la teoría de gestión curricular técnica y en el modelo por contenidos, expresados en las asignaturas, en las áreas, en la disciplinas, en la administración por departamentos académicos. A partir de este momento para la acreditación de alta calidad de los programas académicos, se requieren como mínimo: 1. Un rediseño curricular a partir de un proyecto político cultural de universidad, de localidad, de región y de nación en la globalización, desde la singularidad dentro de la diversidad, desde una propuesta de currículo integral, local global, (Galeano J. R. 2002) un campo curricular interparadigmático (integración de filosofías), disciplinar (integración de las disciplinas de la educación y de las disciplinas que dan cuenta de las profesiones), epistemológico (integración de los tipos de conocimiento, técnico, tecnológico, científico, artes y humanidades) e intersubjetiva (intrapersonal e interpersonal), contextual (integración local regional global). 2. “Se trata en este caso de integrar sinérgicamente los métodos y metodologías en un proceso que reconcilie lo académico con lo cotidiano, lo filosófico con lo científico, el pensamiento racional con el pensamiento extrarracional, lo divergente con lo convergente, lo global con lo local. El discurso curricular moderno debe recuperar la voz de los históricamente marginados, los estudiantes, para que puedan contar sus propias historias” (Ibídem, 2002). Toda esta dinámica curricular no se produce en el vacío, sino que viene envuelta en una concepción epistemológica como marco político y cultural general, del que se toman referentes, como un sistema abierto y complejo de donde resultan

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La reconversión del profesorado para la gestión del conocimiento en la universidad

Una universidad para renovarse, para ascender del aprendizaje individual al organizacional necesita la reconversión de sus individuos, hacer que exploren nuevas formas del conocimiento mientras explotan lo aprendido, que el conocimiento circule de tácito a tácito, de tácito a implícito, de implícito a explícito, y de implícito a tácito, de individual a colectivo y de colectivo a individual.

las llamadas concepciones o enfoques curriculares necesarios de explicitar, en donde la teoría curricular moderna para la creación del conocimiento en la universidad, se empieza a ver como la integración de paradigmas, saberes y profesores. No se trata de criticar un enfoque epistemológico desde otro, como comúnmente ocurre, hasta llegar a las confrontaciones personales o de grupo, criticar los enfoques positivistas desde los interpretativos, o los interpretativos desde los critico-sociales, ya que los puntos fuertes de uno pueden resultar los puntos débiles del otro; esto indica que necesitamos un enfoque curricular integral-local-global para la gestión del conocimiento en la universidad, no puede ser sólo sectorial o fraccionada o únicamente profesional o únicamente disciplinar y pedagógica en el caso de la formación de los maestros. Necesitamos rediseñar los objetos curriculares necesarios para hacer gestión del conocimiento en la universidad, producir “mejores” teorías, prácticas más “eficaces”; pero también enriquecer la práctica mediante una reflexión crítica, sin que por ello deje de ser práctica. Analizar el paradigma empírico-analítico, es decir, lo que hemos sido, y seguiremos siendo, si no integramos otros paradigmas. “En el Reino Unido, el “movimiento de los profesores investigadores”, cuyo precursor fue Lawrence Stenhouse, en la década de los setenta dio lugar

a un gran número de trabajos realizados desde las aulas, que contaron con la colaboración de los profesores, pero sobre todo hizo que éstos se sintieran autorizados a realizar investigaciones pedagógicas. No todos esos trabajos se adhieren exclusivamente a la tendencia interaccionista, si bien todos comparten el esfuerzo por llevar la tarea de la investigación a las aulas, y las teorías interaccionistas han conseguido aproximar los puntos de vista de teóricos y prácticos” Coulon, Alain (1995: 94). En Colombia y en América Latina no podemos copiar de manera similar el paso de una docencia tradicional a una docencia investigativa. Se necesita una reconversión en el profesorado, pues “un conocimiento no puede hacerse efectivo en la práctica si no es asimilado, esto es, no sólo aprendido sino transformado a través de los gestos y los actos de un individuo en operaciones integradas en una práctica determinada. Como tal un conocimiento que se transmite siempre sufre un proceso de incorporación, el cual, al implicar al individuo en su totalidad, es simultáneamente un proceso de socialización, de producción del ser biológico como ser social” (Ibídem 1995: 172). La forma en la cual la universidad entiende y facilita el aprendizaje y la innovación, la manera a través de la cual anima a los profesores a recrear el conocimiento (recibir, trasmitir y crear) es a lo que podríamos denominar la nueva cultura del aprendizaje.

6. La noción de miembro y de hábito en los profesores Para todo ello, el profesor tendrá que pasar por un nuevo aprendizaje si quiere convertirse en miembro de calidad; identificarse como miembro y asumir el nuevo hábito. No es suficiente con estar vinculado a la universidad, es necesario además hacer hincapié en el dominio de un lenguaje natural común. Convertirse en miembro es afiliarse a un proyecto de universidad, de unidad académica, a un grupo, lo que implica el dominio progresivo del lenguaje institucional, la propuesta curricular institucional, el PEI de universidad, de la unidad académica. “En la concepción etnometodológica un miembro es una persona dotada de una serie de procedimientos, métodos, habilidades y destrezas que la capacitan para inventar mecanismos de adaptación, con el fin de dar sentido al mundo que le rodea. En otras palabras, se es miembro cuando se es capaz de

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basar las propias acciones en la información tácita de la organización social en cuestión, utilizándolas a modo de esquemas operadores de la práctica. Como corolario estamos ahora en disposición de contestar a la pregunta que inicialmente nos formulábamos: ¿Reconoceremos a un miembro en el hecho de que no sólo acepta sino que utiliza en su acción la información tácita del nuevo mundo en el que vive, es decir, cuando consigue “naturalizar” los elementos de ese mundo que en un principio resultaban problemáticos? Concretamente el profesor investigador tendrá constancia del éxito de esta adquisición porque el saber tácito se manifiesta en las descripciones y en los comentarios para exponer y justificar su acción (Coulon, 1995:179) y aun así todavía no ha de cumplirse el requisito de saber mostrar la competencia como miembro. No basta con estar convencido de haberlo logrado; hay que demostrar que se es capaz de exhibir ese saber qué le caracteriza como tal, como manifestación explícita de pertenencia a una institución universitaria de calidad.

7. Las competencias interpersonales del profesor Cuando hablamos de la competencia no nos estamos refiriendo a su potencial capacidad intelectual o a sus habilidades. El término utilizado en singular denota más bien un conjunto de conocimientos prácticos socialmente establecidos que emplea en el momento oportuno para dar a entender que los posee. Mehan nos ayuda a distinguir tres tipos de competencia: - La competencia cultural, que en opinión de Ward Goodenough, es la aptitud que alguien posee, para interactuar con los que ya son competentes, en términos de conceptos, creencias, principios de acción y de organización. - La competencia lingüística es un requisito para participar activamente en los asuntos de la comunidad. El primero en definirla fue Noam Chomsky, cuyo modelo generativo postula que un pequeño conjunto de reglas es capaz de engendrar un número infinito de frases, como la capacidad y la aptitud de un hablante para comprender las frases desde el punto de vista fonológico, gramatical y semántico. La definición de la competencia lingüística de Noam Chomsky no nos indica cuándo hay que hablar, qué es lo que hay que decir, ni a quién. De hecho la comunicación lingüística cuenta siempre con un contexto social; por esta razón no puede verse reducida a sus aspectos formales.

Toda esta dinámica curricular no se produce en el vacío, sino que viene envuelta en una concepción epistemológica como marco político y cultural general, del que se toman referentes, como un sistema abierto y complejo de donde resultan las llamadas concepciones o enfoques curriculares necesarios de explicitar, en donde la teoría curricular moderna para la creación del conocimiento en la universidad, se empieza a ver como la integración de paradigmas, saberes y profesores. Es necesario contemplar al mismo tiempo su aspecto funcional, esto es, su utilización en un marco social, lo cual implica influir en la definición de la competencia lingüística la aptitud para comunicar e interpretar las intenciones del interlocutor, conocer las estrategias de uso de las expresiones y tener conocimiento de las restricciones sociales que pesan sobre las interacciones. Hymes ha bautizado este conjunto de destrezas con el nombre de “competencia comunicativa”. - La competencia interactiva que Mehan definió a partir de sus estudios etnográficos llevados a cabo en las aulas: En su opinión la competencia no sólo posee un contenido cognitivo, como quizás podríamos llegar a deducir de las definiciones anteriores. No es posible ubicarla integralmente en la mente de los individuos, ni reducirla a un nivel individual. Los individuos han de mostrar lo que saben, pero son los demás los que establecen ese reconocimiento. La competencia la “componen” los participantes durante las interacciones: depende de las circunstancias sociales en las que se desarrolla. Mehan hace constar que, ya desde la escuela primaria, se exige al alumno esa competencia interactiva que le permitirá participar con éxito en la comunidad de la clase, una competencia que conlleva dos aspectos:

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Un aspecto comunicativo que dicta al estudiante su


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conducta en función de los acontecimientos que se van sucediendo en la clase, y le permite participar en los procedimientos adecuados que se han establecido para solicitar la palabra, y hacer uso de ella, etc. Y un aspecto interpretativo de las reglas de la clase: nunca se dan las instrucciones de uso de las reglas ya sean intelectuales o de comportamiento” (Ibídem (1995:182), por ello la incorporación a la nueva rutina es la definición misma del éxito de la afiliación.

La gestión del conocimiento en la universidad está condicionada por este proceso de reconversión del profesorado hacia su reconocimiento para ingresar como miembro de las IES de calidad; esto quiere decir que no se puede ser meramente técnico, despojado de toda conceptualización que nos sirva de mediación en la comprensión de la universidad. Se puede tener la precisión de la técnica, pero el significado no está ahí, surge de la interpretación.

8. Interpretación de los proyectos de universidad y de unidad académica, de facultad, escuela o instituto: la vinculación y la confianza Pasar de la noción general de vinculación, como profesor de cátedra, ocasional o indefinido, a la vinculación institucional, implica que los profesores poseen un conocimiento explícito e implícito de la universidad y la unidad académica, no solo lo que ha sido sino lo que puede llegar a ser, lo cual se logra por medio de la inducción y el curso de ingreso al escalafón. Esta conversión exige que el profesor se sumerja en el mundo universitario en lugar de mantener una actitud de observador en la distancia y del trabajo solitario. Debe participar y penetrar en el interior de la institución y desde ahí construir el significado concreto de sus actos. La gestión del conocimiento en la universidad está condicionada por este proceso de reconversión del profesorado hacia su reconocimiento para ingresar como miembro de las IES de calidad; esto quiere decir que no se puede ser meramente técnico, despojado de toda conceptualización que nos sirva de mediación en la comprensión de la universidad. Se puede tener la precisión de la técnica, pero el significado no está ahí, surge de la interpretación. Sin objetos curriculares para interpretar la universidad que somos y que queremos ser resultará absurdo imaginar su transformación. Sin embargo, el arbitrio es una condición sine qua non del juego y ello queda recogido en una serie de fórmulas populares, que tienen vocación educativa frente a los jóvenes profesores que han de aprender a aceptar ese arbitrio... que no siempre es posible que se den las condiciones prácticas para el correcto desarrollo del juego. Sin embargo, todo profesor debe llegar a un conocimiento sintético, en el sentido que Wittgenstein da al término, de los objetos curriculares a través de los cuales se hace la gestión del conocimiento en

la universidad, como reglas intelectuales; operación que consiste en relacionar su práctica con los objetos correspondientes. En síntesis, hacer la reconversión del profesorado para la gestión del conocimiento en la universidad en el desarrollo del currículo, como hombres de episteme, no es cuestión de voluntarismo, de membresía, ni siquiera de afiliación; es cuestión de conocer las reglas explícitas en los objetos curriculares y de querer jugar; y aunque no se quiera siempre estará de presente el arbitrio, así es como todo profesor y estudiante y docente directivo habrán de servirse del Proyecto Educativo Institucional (PEI), del Proyecto Educativo de Programa (PEP), y, los Proyectos Microcurrículos (PMC) a desarrollar, como códigos de navegación, mapas de orientación, partituras musicales en donde pueden inscribir su práctica curricular como juego de interpretaciones desde un lenguaje común; sin estos documentos y sin su interpretación, no hay ruta a seguir, se camina a la deriva y en cierta forma esto se venía haciendo antes del Registro Calificado. Sinteticemos con estos ocho comentarios la gestión del conocimiento en la universidad: 1) La gestión del conocimiento es cara, pero más cara es la ignorancia 2) La gestión eficaz del conocimiento requiere soluciones híbridas entre las personas y la tecnología 3) La gestión del conocimiento es muy política

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4) La gestión del conocimiento requiere gerentes del conocimiento 5) Compartir y usar conocimientos son a menudo actos antinaturales 6) El acceso al conocimiento es sólo el principio 7) La gestión del conocimiento nunca acaba 8) La gestión del conocimiento requiere un contrato de conocimiento “La distinción entre la vida en el trabajo y la vida particular es más efímera. Si el conocimiento se está convirtiendo realmente en el recurso más valorado en las organizaciones, cabe esperar que en adelante se prestará mayor atención a los aspectos legales de la gestión del conocimiento” (De la Rica E., 2002: 12).

9. Factores de éxito, dificulatades y limitaciones en el desarrollo de procesos para la creación y gestión del conocimiento

Bibliografía CARRETERO, Mario (1997). Procesos de Enseñanza-aprendizaje. Buenos Aires: Aique. COULON, Alain (1995). Prespectivas etnometodológicas e interaccionistas en el campo de la educación. Barcelona, España. DE LA RICA, Enrique (2002). Caminando hacia las organizaciones inteligentes. En: Primeras jornadas de gestión del conocimiento: investigación y transformación. Vicerrectoría de Extensión Universidad de Antioquia. Medellín. DOMÍNGUEZ, G. E. (1998). Administrar la Investigación Universitaria. En: Periódico Debates No. 23. Medellín. Universidad de Antioquia.

Podemos inventariar algunos factores clave para la gestión del conocimiento como: cultura orientada al conocimiento, infraestructura técnica e instrumental, respaldo del personal directivo, vínculo con el valor económico o valor de mercado, orientación del proceso, calidad del objetivo y lenguaje, múltiples canales para la transferencia del conocimiento; para la universidad consideramos de singular importancia la estructura del conocimiento, ya que si un depósito de conocimiento no tiene ninguna estructura, no podrá cumplir su objetivo y esta es la función del currículo en la universidad, su organización en estructuras conceptuales y prácticas. “Del mismo modo que hemos enumerado y comentado los principales factores que nos pueden conducir al éxito para la implementación de proyectos para la creación y gestión del conocimiento, es necesario también reconocer las principales limitaciones y dificultades con las que nos podemos encontrar durante la implementación de nuestro proyecto para la GC: Ausencia de objetivos colectivos, falta de planificación, responsabilidad difusa, falta de contextualización de los proyectos y falta de una cultura adecuada, que nos lleva a la utilización de eufemismos como mejores prácticas, estudios comparativos, etc.” (Ibídem, 2006: 38).

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GALLEGO BADILLO, Rómulo (1992). Comunidad de educadores. Construcción y dinamización. Anthropos. Santa Fe de Bogotá. HEGEL, Guillermo (1969). Enciclopedia de las ciencias filosóficas. Madrid, Pág. 380. HOYOS U., Guillermo (1994). Los intereses de la vida colombiana y las ciencias. Universidad Nacional de Colombia. Santafé de Bogotá. ICFES (1987). Planeamiento y reflexiones alrededor del currículo en la Educación Superior. Bogotá. IBÁÑEZ MARTÍN, José A. (1995). El problema del contenido del currículo, un primer acercamiento desde la filosofía de la educación. En: Módulo de Seminario, Maestría en Autonomía Curricular Primer Semestre. Facultad de Educación. U. de A. LÓPEZ GÓMEZ, María (2002). La gestión del conocimiento en la Universidad. En: Revista Tecnología Administrativa, Vol. XV No. 36 Julio-Dic. Universidad de Antioquia. Medellín. RODRÍGUEZ GÓMEZ, David (2006). Modelos para la creación y gestión del conocimiento: una aproximación teórica. En: Revista: Educar N° 37, Universidad Autónoma de Barcelona. TORRES GONZÁLEZ, José Antonio (2002) ¿Existe un currículo postmoderno? De las teorías curriculares de la modernidad al currículo postmoderno. En: Revista Innovación Educativa No. 12. Universidad de Santiago, España.


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El valor de las conmemoraciones hoy Por Eduardo Domínguez Gómez Historiador, Magíster en Historia Profesor Titular, Universidad de Antioquia Miembro Correspondiente de la Academia Antioqueña de Historia

Un pueblo sin la conciencia de sus raíces pierde identidad. Una persona que no tiene interés por conocer quiénes fueron sus antepasados, dónde vivían, qué tipo de vida llevaban, etc., pierde la memoria de su pasado y, con ello, un gran tesoro de valores y realidades humanas que trasmitir a sus sucesores. (…) Las personas y las sociedades se hacen más libres, crecen y producen, si se conocen mejor a sí mismas, de dónde proceden y cómo han llegado a ser lo que son. (Cano S, Víctor. “¿Qué es la microhistoria?” www.bisabuelos.com/microhistoria.html (visitada el 6 de mayo de 2008).

Cuando nos reunimos para conmemorar una fecha de fundación, los historiadores aceptamos la presencia en estos actos ofreciendo las razones por las cuales vemos válido participar en ellos. Y la oportunidad que nos abrió el Simposio “Aguadas y la colonización antioqueña” nos sirvió para hacer la siguiente proposición: Las efemérides, como los medios masivos de comunicación, sirven para informar, formar y entretener. Y, aspecto que no siempre logran los medios, nos permiten modificar nuestra mirada con respecto al valor de las distintas historias. Las pequeñas (o micro) historias, esas de la vida diaria, donde buscamos que la sociedad de masas no nos convierta en átomos anónimos; las biografías; las de familias o las del terruño donde empezamos nuestros primeros vínculos sociales. Y las macro-historias, definidas así por su cobertura geográfica de países -donde ejercemos la ciudadanía- subregiones, continentes o universo, donde nos realizamos como especie. Empezaré la sustentación revisando las definiciones de la Real Academia española de la lengua:

Ponencia de ingreso como Miembro Correspondiente a la Academia Antioqueña de Historia, presentada el 2 de septiembre de 2008 en su sede. Algunos argumentos fueron expuestos en las palabras de apertura al Simposio acerca de los 200 años de Aguadas, Caldas, pronunciadas el 31 de mayo de 2008, en la sede de la Institución Educativa Marino Gómez, antes Francisco Montoya.

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Conmemoración, según el DRAE: 1. f. Memoria o recuerdo que se hace de alguien o algo, especialmente si se celebra con un acto o ceremonia. 2. f. En el oficio eclesiástico, memoria que se hace de un santo, feria, vigilia o infraoctava en las vísperas, laudes y misa, cuando el rezo del día es de otro santo o festividad mayor. Efemérides, (Del lat. ephemerĭdes, pl. de -is, -ĭdis, y este del gr. ἐφημερίς, -ίδος, de un día).1. f. pl. Libro o comentario en que se refieren los hechos de cada día. 2. f. pl. Sucesos notables ocurridos en la fecha en que se está o de la que se trata, pero en años anteriores. Como puede verse, se trata de “hacer memoria” común, es decir, de convocar a los pueblos a enriquecer su pensamiento y sus sentimientos con interpretaciones acerca de los hechos del pasado para contribuir a la compresión de sus modos de ser actuales. Hoy, las corrientes postmodernas, se empecinan en decir que los estudios históricos son prescindibles, que la humanidad puede abolir sus intentos de relatar en grandes o en pequeñas obras los distintos aspectos del pasado, porque los pueblos viven hoy en un presente continuo, engolosinados por la desilusión que le causan los “metarrelatos”, debido a sus falsedades, su inevitable naturaleza ideológica y el uso mitificante y manipulador por parte de los poderosos. Argumentaré en contra de esa versión, sustentando por qué es precisamente el carácter ideológico e inter subjetivo de los discursos históricos el que hace de las conmemoraciones (de grandes y pequeños hechos) una posibilidad para nutrir la imaginación de los pueblos y oportunidad para invitar a los cambios de costumbres y a fundamentar nuevas actitudes ante los desafíos de la subsistencia1. Circula desde el año pasado la obra que mejor resume la postura posmoderna frente a la historia. Se trata del libro de Keith Jenkins ¿Por qué la historia? Ética y posmodernidad, identificada en la nota al pie de esta página. El autor parte de una afirmación que cada vez se abre mayor paso entre los historiadores, a partir de las polémicas contra el enfoque positivista del siglo XIX, aupado por Leopoldo Von Ranke y denostado por su crítico de primera línea Ernest Renan: el pasado no existe en sí mismo, sino que llega a nosotros por las re-construcciones de testigos y re-constructores posteriores. Hoy ningún historiador que se haya ocupado de la teoría del conocimiento (epistemología) o de las teorías cognitivas, se atrevería a negar el siguiente argumento de Jenkins: Está claro que el pasado no existe “históricamente” fuera de las apropiaciones textuales y constructivas de los historiadores, por lo cual, habiendo sido

hecho por ellos, no tiene independencia propia que le permita resistir a su voluntad interpretativa, en lo particular a nivel del significado. Por irreductible, terco, doloroso, cómico o trágico que pueda haber sido el pasado, sólo llega hasta nosotros mediante dispositivos de ficción que lo dotan de una gama de lecturas altamente selectivas y jerárquicas que “siempre están al servicio de poderes e intereses diversos” (cita a Derrida en su obra La deconstrucción de la actualidad). En consecuencia, el pasado como historia siempre ha estado y siempre estará necesariamente configurado, envuelto en tropos, figurado en tramas, leído, mitologizado e ideologizado en formas que nos resulten convenientes. Hay, como lo ha dicho Hayden White, “una relatividad inseparable en toda representación de fenómenos históricos”, de modo que uno simplemente tiene que encarar el hecho de que “cuando se trata de aprehender el registro histórico, no hay en el propio registro histórico base alguna para preferir una forma de construir su significado sobre otra” (cita su artículo Historical emplotment and the problem of truth2. (Op. cit. Págs. 14 -15) A partir del “reconocimiento de ese saldo neto relativista”, Jenkins propone su tesis: Debido a nuestra condición posmoderna, tenemos ahora la excitante posibilidad de olvidar la historia y la ética moribundas a favor de un posmodernismo radical apto para perseguir metas emancipatorias (op. cit. Pág. 20) Aunque tenga razón en cuanto al carácter subjetivo hermenéutico de los escritos históricos, varios detalles pueden ser observados en estos argumentos. El pasado, es una categoría epistemológica que sirve a filósofos e historiadores, como tal sólo llega a nosotros a través de sus narraciones. Pero todo ser humano tiene un pasado que llega a través del reconocimiento de su propia creación biológica: la conciencia de un ayer empieza con la identificación de los ancestros familiares a partir de los hermanos mayores y los padres, y se remonta hasta donde alcancen los conocimientos genealógicos en las familias. Pero también hace presencia entre nosotros por el lenguaje, la alimentación, los valores y costumbres que no se improvisan, que los mayores saben y transmiten a los neonatos. Es el pasado vivo entre nosotros por el cual nos preguntamos como seres de razón y de re-creación simbólica. El amueblamiento, los espacios, las formas arquitectónicas, todo ello con autoría de personas que antes existieron, nos llevan a la pregunta por las característi-

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cas y los significados de sus modos de ser y de existir. En síntesis, el pasado no existe sólo en discursos, se manifiesta encarnado, reificado, entre nosotros; reta constantemente nuestro entendimiento. Jenkins tiene razón en cuanto a que lo inevitable es la multiplicidad de interpretaciones acerca del sentido de algo que sucedió. Pero allí donde ve el inconveniente y la futilidad es donde reside la conveniencia y la importancia para los pueblos. La imposibilidad de interpretación unánime, positivamente identificable –tesis que los posmodernos heredaron de los semiólogos y filósofos del lenguaje desde el siglo XIII hasta Umberto Eco– es el dispositivo cultural que mueve a la curiosidad y el encanto con las narraciones; y se convierte en el atractivo ineludible de los pueblos para configurar en sus mentes y en sus corazones la sensación de coherencia y pertenencia a comunidades de origen. Y la sensación de origen común –que no es más que eso: un efecto psicológico y afectivo– es parte del dispositivo cultural que por su insaciabilidad genera simpatía y afinidad colectivas, bases indispensables para la construcción de las “Comunidades imaginadas” que nos enseñó Benedict Anderson, en su obra3. Pero en el alcance otorgado a su “reconocimiento de ese saldo neto relativista”, Jenkins no tiene razón. El hecho de que exista relatividad cultural, no convierte cualquier afirmación acerca del pasado en un aserto imposible de adquirir veracidad. La vieja tesis acerca de la existencia de mensajes con infinidad de significaciones válidas resultó falsa. La “semiosis ilimitada” resultó limitable: las reglas de conocimiento, los criterios de validez científica y las convenciones de la cultura son sus diques. Determinan en tal forma a los mensajes que los pueblos los desechan como mentiras demostradas o los admiten como verdades comprobadas para confiar en ellas. Les entregan su razón y su pasión, construyen ideologías, representaciones e imaginarios colectivos que los moverán a la acción4. Y este es el meollo de por qué la investigación histórica, los relatos históricos y los historiadores debemos seguir nuestras labores: porque muchas convicciones, apegos, delirios y entusiasmos que en sus comienzos se mostraron como alternativas de mejor vivir, terminaron convertidas en padecimientos colectivos. ¿O los posmodernos pueden negar con sensatez las raíces históricas alegadas por los conquistadores (“bárbaros” o “civilizados”) sobre pueblos no armados; las cruzadas del cristianismo contra los paganos; las guerras de conquista, la Santa Inquisición, las guerras mundiales, las más recientes de “ayuda humanitaria” o las salvíficas que llevaron al 11 de septiembre o al marzo en Madrid? Es plausible que el “reconocimiento de ese saldo neto

Hoy, las corrientes postmodernas, se empecinan en decir que los estudios históricos son prescindibles, que la humanidad puede abolir sus intentos de relatar en grandes o en pequeñas obras los distintos aspectos del pasado, porque los pueblos viven hoy en un presente continuo, engolosinados por la desilusión que le causan los “metarrelatos”, debido a sus falsedades, su inevitable naturaleza ideológica y el uso mitificante y manipulador por parte de los poderosos. relativista” nos dé alientos para no aceptar la validez de una historia universal verdadera, es decir, la Historia con mayúscula, como los regímenes políticos, los militantes ideológicos y las academias al servicio de la conservación per se la pregonan. Pero ese rechazo no es siembra ni cosecha posmoderna, es el corazón de la epistemología moderna de la historia que no fue precisamente Hegel quien mejor la hubiera explicado; sus tesis fueron pioneras, pero las tesis de Francis Bacon y sus Idola, la duda metódica cartesiana y la fenomenología kantiana ya habían preparado el camino de la desconfianza sistemática. Y aplicarle la lógica del “saldo neto relativista” a la pequeña historia, a la microhistoria, a las biografías, a las historias de lo cotidiano y a las de los objetos, no es más que repetición. Se puede dudar de todo. Pero los pueblos se apegan a sus imaginarios y como tal degustan las versiones cercanas, las que sienten como sustento de su auto-comprensión y se mantienen anhelantes de mitos colectivos para atribuirles las razones de existir. Y esta condición psicológica, social e intersubjetiva, es anterior a cualquier disciplina de la historia y a cualquier concepción posmoderna. La gente prefiere los apegos en vez de las explicaciones científicas. Esto no lo tenía muy claro Luis González y González cuando escribió hace cuarenta años su Pueblo en vilo5 pero lo fue aclarando con el impacto de su obra no sólo entre historiadores, sino entre los habitantes del propio San José de la Gracia. Lo saben los demagogos, los clérigos, los líderes de opinión y lo

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sabemos los historiadores, por eso se hace necesario, en este tiempo de celebraciones entre nosotros (Expedición Botánica, Independencias, Colonización del occidente colombiano, Viajeros ilustres, fundaciones) insistir en el valor actual de las conmemoraciones. Dejo aquí el debate con los libros de los posmodernos y lo continúo en el contexto colombiano de hoy.

1. Las conmemoraciones contribuyen al crecimiento de la información Por razones que la sociedad tiende a olvidar, los acervos documentales (archivos, colecciones públicas o privadas) para respaldar los estudios históricos sólo se atienden en coyunturas de conmemoración. Y entre los motivos para que así suceda están las concepciones mismas acerca de la historia, los intereses políticos, los presupuestos escasos y las urgencias impuestas por los modelos de desarrollo económico, social y cultural. De las concepciones acerca de la historia podemos decir que en los pueblos y naciones educados bajo la convicción de que el mundo actual es el resultado de los hechos pasados, es decir, que el presente está determinado única y fundamentalmente por el ayer, sus habitantes tienden a promover la idea de que el pasado merece toda pleitesía. Y, en consecuencia, viven en la añoranza, siempre con nostalgia de lo que pasó, pretendiendo entender todo como aciertos incomprendidos por los contemporáneos de las épocas anteriores. Y buscan las oportunidades en las fechas fundacionales para resucitar tradiciones y ensalzar a los personajes famosos, a los fundadores, a los ejércitos y sus batallas, o a las expresiones folclóricas, cuando no a denunciar con tristeza y pesimismo el deterioro de las costumbres y del ambiente natural. Todo tiende a perderse en la nebulosa de unos mitos que enceguecen al habitante que sólo alcanza a recibir las luces estridentes de quienes pueden contar “el verdadero pasado”. Polémicas van y vienen por encontrar los datos fieles y por demostrar que sus claves para interpretar son las únicas valederas. Tal enfoque es el historicismo haciendo daños. Creer que el presente es consecuencia del pasado paraliza a los pueblos. Los esclaviza en la adoración de los ancestros; les impide renovar su lenguaje, sus técnicas, sus relaciones políticas y sus convicciones. Siempre buscando “la esencia”, “la identidad”, “el linaje”, “las grandes obras” y toda suerte de datos que abruman al ciudadano de la calle y orientan su vida hacia un pasado glorioso pero imaginario. No obstante, siendo la idolatría por el pasado una equivocación y un impedimento para abrir la concien-

cia a favor de las innovaciones, la investigación histórica nos enseña que tal práctica es una enfermedad cultural que puede ser tratada y tiene cura si convertimos las efemérides en una oportunidad para volver sobre las fuentes de investigación disponibles, agrandar ese patrimonio y ponerlo al servicio de las generaciones actuales que buscan orientarse en la vida cotidiana. A la mirada historicista, esa que piensa que, sin remedio, somos genio y figura hasta la sepultura porque los dioses y el pasado como fuerzas superiores así lo determinan, debemos sustituirla por una mirada prospectiva, la que nos invita a rescatar la capacidad humana de intervenir en sus propios destinos y que reconoce la herencia pero la proyecta hacia nuevos modos de vivir. Así, las conmemoraciones se constituyen en la oportunidad para abrir nuevos archivos, auscultar otras fuentes, proponer modelos interpretativos inéditos y acrecentar el acervo para que los argumentos se fortalezcan.

2. Transforman nuestra atmósfera espiritual Gracias a la oportunidad que las conmemoraciones dan, la conciencia de los ciudadanos y de los investigadores también se modifica. Ese “equipaje mental” del que hablaron los historiadores, compuesto por mentalidades, ideologías, representaciones colectivas e imaginarios, se verá interrogado por la información hasta entonces desconocida. Y, unas veces se empecinará en que los nuevos datos ratifican sus convicciones (conservacionistas), otras veces abdica de cualquier costumbre y se apega sin condiciones a las verdades que acaban de ser postuladas (esnobistas); pero en otras ocasiones, hace una buena reflexión, critica, compara, elige y, por sindéresis, hace síntesis renovadoras para identificar nuevos significados. En esta conmoción de las conciencias es donde radica gran parte de la importancia de las efemérides. Es respetable lo que dice el epígrafe de Víctor Cano que introduce estas palabras de apertura, pero es equivocado: Un pueblo sin la conciencia de sus raíces pierde identidad. En primer lugar, la “identidad”, si la entendemos como el modo de ser y de existir en las circunstancias concretas de la vida, es imposible de evitarla. Todo pueblo y toda persona, por el mero hecho de hablar, relacionarse y cumplir con las demandas de la supervivencia, se percibe a sí mismo y es percibido por los demás. Y de esas percepciones se configuran las identidades. Otra cuestión distinta es el tipo de ingredientes que las componen. Cuando se ignora mucho o todo acerca del pasado, lo que sucede es que no comprendemos por qué somos como somos. Entramos en

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“crisis de identidad”. Es lo que sucede en Colombia y ha quedado registrado en la prensa (que la he examinado en las hemerotecas del período comprendido entre 1862 y 2008), en la literatura y en la política. La desazón que nos acompaña desde nuestras gestas de Independencia frente a España, hace 200 años, y que nos lleva con tanta frecuencia al recurso de la violencia para resolver dificultades mayores o menores, está nutrida, en parte, por esa falta de información acerca de nuestro pasado. Los otros factores provienen, entre otros, de los regímenes políticos instaurados desde entonces, siempre atendiendo las urgencias bélicas y los intereses de minorías poderosas; de los modelos educativos orientados al entrenamiento, la eficiencia y la productividad; y de los sistemas religiosos que infundieron e infunden miedo a lo nuevo y muestran a las ciencias y a las libertades como sospechosas de pactos con los demonios. Tampoco es acertada su afirmación, según la cual una persona que no tiene interés por conocer quiénes fueron sus antepasados, dónde vivían, qué tipo de vida llevaban, etc., pierde la memoria de su pasado y, con ello, un gran tesoro de valores y realidades humanas que trasmitir a sus sucesores. Cuando se ignora el pasado, es imposible perderlo porque no se ha adquirido; sucede algo peor: las fantasías ocupan el lugar del conocimiento comprobado. El mito reemplaza al saber y le abre paso al fetichismo. Este es el camino para el empecinamiento de muchas personas que siguen afirmando que todo tiempo pasado fue mejor. Entonces los valores y realidades no superan las tradiciones orales que se repiten sin crítica alguna, sólo por el placer de recordarlas. Con bastante frecuencia las vemos reproducidas en las biografías y en monografías de barrios, pueblos y ciudades. El efecto martirizador de esta ignorancia acerca del pasado es la nostalgia, especie de intimidación psicológica que impide a quien la padece elaborar una crítica de lo existente y proponer nuevos horizontes para sí y para los pueblos. La afirmación del autor Cano que sí merece respaldo es la que cierra el epígrafe: Las personas y las sociedades se hacen más libres, crecen y producen, si se conocen mejor a sí mismas, de dónde proceden y cómo han llegado a ser lo que son. Agregándole, para mejorar el enfoque histórico, que también necesitan tomar conciencia de sus perspectivas, es decir, de las posibilidades que les abre su propio modo de ser alimentado en parte por las herencias y las circunstancias en que viven. Porque la historia, siendo un agradable y maravilloso recuento, no se agota allí, generando lecciones como dicen los comentaristas que lo hace con tanta frecuencia. Tampoco

es un magisterio que nos conduzca inexorablemente por los caminos correctos. Y, menos todavía, alcanza a constituirse en un antídoto contra la posibilidad de repetir los errores cometidos. Estas son falsas ilusiones de la cultura moderna y positivista. La historia es, por encima de cualquier dogmatismo, una fuente de creatividad para las generaciones que la estudian cuando van a tomar decisiones, pero no garantiza que estas decisiones no se equivoquen, que sean completamente válidas o que inexorablemente den en el blanco. Los estudios históricos acerca de grandes civilizaciones, del universo, de los países, de las costumbres nacionales o locales, de las fundaciones, de las migraciones, de la vestimenta, de los objetos de las leyes o de las creencias, se constituyen en un recurso para interpretarnos y diseñar mundos distintos. Al presentarnos paisajes deducidos de las documentaciones y las pruebas elegidas nos invitan a la controversia pública de los modos de ver y de existir en nuestra sociedad y de las alternativas que ofrezcamos. Pero no constituyen la verdad revelada o definitiva. Esta creencia no es historia, es metafísica, es ilusión o es vanidad.

3. Las conmemoraciones nos dan oportunidad de re-creación Llegados a este punto, podemos abordar el tercer elemento. La forma de entender las efemérides como recreación: como entretención lúdica o como crear otra vez (re-crear). En el primer sentido, toda conmemoración emociona por su capacidad de ponernos en contacto con lo desconocido o lo olvidado, pero también por reiterar o por cambiar lo existente. Nos invita al jolgorio como expresión del júbilo que permite descargar nuestras tensiones; es la catarsis o desahogo, como la conocemos entre paisas. Por eso se les llama fiestas. Sin embargo, nuestro deber como académicos, es llamar la atención acerca del segundo sentido de la palabra re-crear; la oportunidad que se abre con las efemérides: hacer el balance entre los tiempos para detectar los horizontes hacia los cuales individuos y pueblos pueden encausar sus quehaceres. Así como existía la concepción acerca de los museos como archivos y taxonomías de objetos u obras de arte para protegerlos contra los deterioros en el tiempo, y su función se reducía a causar admiración y nostalgia, con las fechas conmemorativas se ha tenido una idea semejante: mantenerlas como actividades especiales de los entes gubernamentales, en todos los niveles, desde la municipalidad hasta los altos poderes

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Creer que el presente es consecuencia del pasado paraliza a los pueblos. Los esclaviza en la adoración de los ancestros; les impide renovar su lenguaje, sus técnicas, sus relaciones políticas y sus convicciones. Siempre buscando “la esencia”, “la identidad”, “el linaje”, “las grandes obras” y toda suerte de datos que abruman al ciudadano de la calle y orientan su vida hacia un pasado glorioso pero imaginario. del Estado, para convocar el apoyo popular y ratificar el orden establecido. Por ese motivo sus programaciones contemplan dos tipos de actos: los oficiales y los populares. Los primeros, insisten en que la historia ha favorecido el tipo de instituciones que se tienen, ha dotado a los pueblos con los gobernantes que necesitaban; y mediante discursos panegíricos, promueven ante la conciencia colectiva la sensación de estar en los mejores momentos y lo erróneo que sería desaprovechar la oportunidad para el bien de todos. Los actos oficiales se constituyen en ceremonias que ratifican la consagración del orden. Los segundos, se asumen como desahogo y distensión para las mayorías, como gesto democratizador que a todos favorece porque los entretiene. Y como no se toman en serio “porque son fiestas”, por lo regular una porción del erario público se dedica a “darle gusto a la población”. Entre desfiles y jolgorios se han agotado nuestras conmemoraciones. Pasadas las fechas vienen los balances: los administradores reciben los informes y, cuando no hubo problemas de orden público ni incidentes penales, se felicitan por el deber cumplido. La ciudadanía queda esperando la próxima fecha para ver si los festejos superan a los que acaban de pasar. Todo parece igual y todos satisfechos. Los académicos, en cambio, tenemos el deber moral de llamar la atención acerca de ese modo de conmemorar. Cuando al pasar una efemérides todo sigue igual en infraestructura, educación, trabajo, empleo, vivienda, alimentación y vestuario de la población, fue una oportunidad perdida. Si no propició el diseño de nuevas obras y nuevos planes para buscarle solución

a los problemas vigentes, no se hizo nada digno, las celebraciones quedaron confinadas en propaganda e ideologías retrospectivas y conservacionistas. Las Academias de Historia deben ponerse al frente de un cambio de orientación. Que las polémicas acerca del dato preciso y el detalle puntual vengan acompañadas por la sugerencia de apertura de nuevos mundos y nuevos enfoques; de nuevos temas y problemas. ¿Cómo es posible, por ejemplo, que en nuestro país, el mayor motivo de debate acerca de la independencia haya sido la diferencia de fechas entre el 20 de julio de 1810 o el 7 de agosto de 1819, resuelto por vía documental, sin que ello implicara compromisos con los descendientes que hoy viven en todos los pueblos de la ruta libertadora? La lección no la alcanzamos a entender de los países del cono sur que en vez de dejarse agotar en la discusión de fechas tradicionales u ofertas alternativas, emprendieron hace diez años una cruzada por mejorar las condiciones de vida de las poblaciones herederas6. Si convertimos las conmemoraciones en oportunidades para poner en consideración el estado de cosas y proyectarlo hacia la solución de dificultades y la emergencia de propuestas inéditas, habremos cumplido con el deber ser del historiador: evitar que los pueblos terminen esclavos de sus tradiciones y convicciones, temerosos de lo desconocido.

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Notas 1 Según Keith Jenkins, en su obra Por qué la historia (México: Fondo de Cultura Económica, 2006, pág. 29), los autores más reconocidos que han intentado demostrar que no hay modernidad y que las sociedades contemporáneas no confían en las grandes o pequeñas narraciones históricas ni las necesitan (“fin de los metarrelatos”), tenemos a Roland Barthes (Francia), Michel Foucault (Francia), Gilles Deleuze (Francia), Jacques Derrida (Francia), J.F . Lyotard (Francia), Jean Baudrillard (Francia), Luce Irigaray (Bélgica), Julia Kristeva (Bulgaria), Gayatri Spivak (India), Judith Butler (EE.UU.), Ernesto Laclau (Argentina), Chantal Mouffe (Bélgica), Stanley Fish (EE.UU.), Richard Rorty (EE.UU.), Hayden White (EE.UU.), Frank Ankersmit (EE. UU.), David Harlan (EE.UU.), Ferenc Feher (Budapest). 2 Artículo editado por Jenkins en su obra The Posmodern History Readers. Londres: Routledge, 1997, pág. 392. 3 ANDERSON, Benedict. Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo. México: Fondo de Cultura Económica, Cuarta reimpresión, 2007. 4 Véase la obra de Paul Ricoeur La memoria, la historia, el olvido. México: Fondo de Cultura Económica, 2004, 672 pp. 5 Primera edición en el Colegio de México, 1968. Tercera reimpresión, México: Fondo de Cultura Económica, 2007, 290 pp. Historia de San José de Gracia, Michoacán, México. 6 Para documentación de este proceso, ver CAICEDO, Luis Javier. 1810 – 2010: Bicentenario de la independencia de Colombia y de Latinoamérica. Medellín: Editorial Artes y Letras, Fondo Editorial Biogénesis, 2005, 208 pp.


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sus organizaciones busca soluciones a través del diploma, la gota de agua y el mapa social que les reconoce e identifica en la región. Palabras claves: Laboratorio de paz, región, ciudadanía, participación, líderes

Aguas y ambiente

El diploma

La Universidad de Antioquia en el fortalecimiento de los líderes del agua y ambientales y sus organizaciones en el Oriente Antioqueño con el diploma: “Aguas y ambiente” en el II Laboratorio de Paz

Por Migdonia Díez*, Jhon Jairo Zapata Vasco** Grupo CHHES, Universidad de Antioquia

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Resumen El desarrollo de las competencias ciudadanas en el compromiso de una libre ciudanía se ejerce desde lo individual, con los líderes del agua y ambiente, en grupos que los representan como en el caso del CEAM1 y ADOBA2 a nivel de comunidad, en un territorio que se demarca y reconoce del oriente antioqueño, cuando crea una conciencia histórica en poder ser, hacer para empoderarlos en lo individual y colectivo dentro del grupo que representa como líder, al asumir una responsabilidad en los derechos y deberes que otorga cuando se ejerce una ciudadanía activa, política, social, económica, civil, cosmopolita o ecológica es uno de los tema centrales del diploma que imparte la Universidad de Antioquia como un medio de capacitación no formal, donde la pregunta cómo fortalecer estos líderes del agua y ambientales en el ejercicio de la ciudadanía y el fortalecimiento de

“Todo proyecto pedagógico es político y se encuentra empapado de ideología. El asunto es saber a favor de qué y de quién, contra qué y contra quién se hace la política que la educación jamás prescinde”. Paulo Freire- Pedagogía del Oprimido

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El proyecto II Laboratorio de Paz, realizado con el apoyo de Acción Social de la Presidencia de la República y la Unión Europea, continúa su desarrollo en el Oriente Antioqueño, esta vez con los líderes campesinos del agua y ambientalistas de la región. Es liderado por la Universidad de Antioquia con la Vicerrectoría de Extensión, la Corporación Ambiental, el Instituto de Estudios Políticos y las Facultades de Educación y Derecho y Ciencias Políticas. Cuenta igualmente con la participación de la Gobernación de Antioquia, Cornare, Corporación Prodepaz, Asociación de Ambientalistas del Oriente Antioqueño -Adoa-, Corporación de Estudios de Educación e Investigación Ambiental -Ceam- en el Oriente Antioqueño, y la cooperación de las alcaldías municipales. Por primera vez desde el inicio del proyecto en el año 2000, la Universidad participa de este proceso como una manifestación de su deber ser misional, expresada así en el plan de desarrollo: “una universidad investigativa, innovadora y humanística al servicio de las regiones y del país”.3 Este proyecto de fortalecimiento de líderes del agua y ambiente presentado en el 2007 al II Laboratorio de Paz del Oriente Antioqueño, se inscribe dentro del segundo eje temático: gobernabilidad democrática, participación ciudadana y fortalecimiento institucional, el cual finaliza en noviembre de 2008, cuando podemos ver los productos esperados de líderes con el poder de la palabra, organizados en mesas subregionales y regional, jalonando proyectos con sus comunidades e instituciones de la región, formando y tejiendo lo social con una mirada social y política. El proyecto tiene como objetivo central por intermedio del diploma: 1- “Contribuir al fortalecimiento de las organizaciones del agua y ambientalistas en la participación regional para ampliar la gobernabilidad democrática y participación ciudadana en los procesos sociales, políticos, económicos y ambientales en la región del oriente antioqueño”, con el apoyo de las alcaldías, Cornare, Prodepaz, la gobernación de Antioquia y la Universidad de Antioquia.

2- Mesas subregionales y regional de organizaciones del agua y ambientales conformadas y fortalecidas, participando activamente en los procesos de construcción del Oriente Antioqueño. 3- Equipos interdisciplinarios e interinstitucionales de las organizaciones asociadas, capacitados en temas de participación ciudadana, derechos humanos, derecho internacional humanitario y convivencia ciudadana, liderazgo, manejo de conflictos, gestión local y regional participativa, organizaciones sociales, gestión comunitaria del agua. 4- Organizaciones comunitarias del agua (acueductos veredales y organizaciones ambientales) con capacidad administrativa y operativa para una buena gestión integral del agua. Los beneficiarios del proyecto son 50 líderes de organizaciones ambientales y 72 líderes de las organizaciones del agua, con sus respectivas organizaciones ambientalistas, acueductos veredales y familias usuarias de los acueductos rurales y grupos ambientalistas del Oriente Antioqueño.

Metodología Un proyecto es un conjunto coherente e integral de actividades tendientes a alcanzar resultados y objetivos específicos que contribuyen al logro de una finalidad u objetivo de desarrollo, en un periodo determinado, con unos insumos y costos definidos. La metodóloga del proyecto se inscribe dentro del marco lógico4, el cual es una herramienta basada en resultados para la conceptualización, diseño, ejecución y evaluación de proyectos. Sirve para estructurar el proceso de planificación de proyectos y comunicar información esencial sobre el proyecto a los involucrados en un formato fácil de leer. Permite igualmente: • Identificación y priorización de los problemas. • Planificación operativa, especificando las actividades y los recursos necesarios. • Monitoreo y evaluación. • Análisis del impacto. La metodología del proyecto nos llevó a la elaboración de una línea base a partir de una encuesta, donde encontramos la descripción de la condición actual de la población objeto, organizaciones del agua y grupos ambientalistas, con unos datos que se obtienen en el año base (mayo de 2007) y con la cual se busca identificar, cuantificar y caracterizar a los beneficiarios potenciales; es decir, esta información

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será el punto de partida que alimentará las diferentes etapas o componentes de la intervención, proporcionando los insumos suficientes para cuantificar el compromiso y hacerle seguimiento y evaluación a los efectos e impactos generados. Para efecto de este proyecto la Universidad ofrece un diploma dirigido a campesinos de la región del Oriente Antioqueño, orientado hacia la formación ciudadana y el liderazgo como herramientas para construir un mejor futuro entre los habitantes de la región. Se convoca específicamente a líderes comunitarios que trabajan por dos necesidades básicas: el agua potable y la convivencia pacífica. Esto con el ánimo de generar conocimiento y proveer herramientas pedagógicas a los representantes de las comunidades del agua y ambientales que están trabajando por 23 municipios, ubicados en las 4 subregiones del Oriente Antioqueño. Adicionalmente, la línea de base genera información acerca de los procedimientos metodológicos propuestos para realizar la investigación evaluativo participativa. Es así como la sistematización de la experiencia incrementa la información sobre dicha línea de base. La sistematización en este contexto se puede convertir en referentes que pueden utilizarse como buenas prácticas y aplicarse en otra intervención. El proyecto pretende describir la situación de las organizaciones del agua y grupos ambientalistas del Oriente Antioqueño, expresada a través de indicadores específicos como: precisar la condición actual de las organizaciones del agua y grupos ambientalistas en términos de indicadores (variables de interés), expresar el compromiso como la variación (movilidad) esperada del indicador y facilitar su seguimiento durante la intervención, y facilitar la evaluación de resultados.

Problemas detectados en el trabajo de línea base Al observar la línea base y comenzar a trabajar con los líderes participantes del diploma surgen varias preguntas: ¿por qué y para qué formar ciudadanos, ya adultos, o fortalecerlos en su liderazgo, siendo ya líderes comunales? ¿Cómo promover la participación política de estos líderes del agua y medio ambiente, que viven en una situación de temor y desasosiego?, ¿Cómo empoderarlos para que participen en otras instancias de su vereda o municipio como comités municipales de planificación, conse-

jos municipales de desarrollo rural, juntas municipales de educación, consejos municipales de seguridad social, consejos municipales de juventud, entre otros, y motiven a participar a los miembros de la comunidad que confían en su liderazgo? El trabajo inicial de la línea base del proyecto nos da un diagnóstico preocupante con relación a la poca participación de los líderes del agua, participación que se queda enmarcada en su vereda y en el cuidado del acueducto, o quizás esperando poder participar de un proyecto de las organizaciones ambientales del Oriente Antioqueño. En efecto, existen pocos escenarios semejantes que reúnan en torno a intereses comunes a los miembros de las organizaciones sociales, gremiales, de edad, de género, políticas, cívicas, territoriales; a los representantes de la comunidad ante los organismos de concertación sectorial, a ciudadanas y ciudadanos no organizados pero interesados en la marcha de los asuntos públicos del municipio. Tampoco existe un espacio donde se encuentren regularmente a dialogar un número considerable de representantes de la ciudadanía y la administración municipal. En fin, no existen suficientes espacios donde la ciudadanía sea convocada a participar en decisiones sobre la gestión de los intereses públicos, el uso apropiado de los recursos que muchos municipios reciben por transferencias de Empresas Públicas de Medellín e Isagen dirigidos al cuidado del recurso hídrico y las cuencas. Los pocos espacios que constitucionalmente se han abierto, no son bien aprovechados por los mismos ciudadanos pues no se percatan de que dichos espacios se abren a la comunidad, y es obligación del Estado escucharlos. Esta necesidad de formar adultos, ciudadanos líderes y comprometidos dentro de sus regiones nos lleva a presentarles este nuevo concepto de ciudadanía y la participación ciudadana desde los orígenes históricos en la Constitución, basados en la premisa de que es indispensable crear una conciencia histórica orientada a pensar la vida para el futuro. Al establecer esa relación especial entre conocer la historia y formar ciudadanos, primero desde lo estipulado en la Constitución y luego desde sus propias experiencias vividas, se logra que los participantes se observen, se piensen, tengan una visión más amplia de sus realidades y su futuro, y se definan como participantes activos de una sociedad cambiante. Es así como desde el diploma se busca educar en el poder ser: poder ser líderes activos, ciudadanos participativos, personas de una comunidad que lucha

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El estudiante del diplomado se explora a través de las competencias ciudadanas, se observa, se compara, se analiza y se plantea cambios frente a su liderazgo, su vida personal y su trabajo con la comunidad. Ese desafío de formar para la ciudadanía no se le puede dejar a las escuelas para educación de los niños y jóvenes nada más. por un bien común, por el bienestar de su gente, por el bienestar de su organización y por el bienestar propio, una ciudanía ecológica, política y social que trascienda la participación pasiva y pregonera de favores de los mandatarios de turno cuando se han presentado problemas de agua potable en la mayoría de los municipios del Oriente Antioqueño. Educar en formación ciudadana a los participantes campesinos, líderes veredales del agua y el ambiente, consiste, ante todo, en ofrecerles instrumentos teóricos y conceptuales, compartir ideas, discutir valores personales y comunitarios que deben llevarse a la práctica ante sus comunidades. Se busca que logren ubicarse en su mundo, observándose, pensándose, e interpretando sus realidades para así poder participar en el cambio que se espera en cada uno de ellos, en sus organizaciones y su comunidad “a fin de contribuir a la construcción de un futuro más justo y solidario entre las personas y los pueblos”, como lo diría Joan Pagès5. Esta construcción de las nuevas ciudadanías, de los muy esperados comportamientos ciudadanos, no se logra si las personas no los conocen, si al ciudadano no se le informa, y si el ciudadano mismo no se observa ante otros conciudadanos. El ejercer la veeduría y control del presupuesto participativo no se ejerce plenamente por la ciudanía. Problema que se visualiza en la línea base y que requiere de un reconocimiento por las comunidades representadas en sus líderes para exigir que se cumplan sus derechos, en este caso tener agua potable. Bien se podría decir que el ciudadano y el líder no nacen, se hacen. El ciudadano se hace a través de una

formación constante en las manos de las diferentes comunidades por las que transcurre su vida: la familia, la escuela, el barrio, el trabajo. En cada una de estas esferas el ser humano se forma y se transforma. Igualmente, ocurre con el líder. Tanto el líder comunitario como los miembros de su comunidad están en un proceso de formación y desarrollo ante la nueva cultura ciudadana. Es del líder de quien se espera, es al líder a quien se le da la responsabilidad de convocar a la comunidad, es a la comunidad ciudadana a quien se le pide que participe activamente. Si una conciencia de participación ciudadana no existe dentro de las comunidades, si una conciencia ciudadana no se difunde entre ellas mismas con su comportamiento, su respeto y compromiso, el líder tiene muy poco que hacer en esa comunidad. En este proyecto, específicamente en el diplomado, se educa al ciudadano líder con un objetivo específico, empoderarlo con conocimiento, con herramientas como la palabra, la formación de redes, con estrategias de trabajo grupal, con la reflexión sobre lo que se hace en su comunidad y sobre lo que ocurre en su entorno, y se le fortalece en su interacción con otros ciudadanos a través de la participación y la integración en procesos sociales, políticos, económicos y ambientales. Todo esto se hace porque es necesario formar seres humanos dotados de la capacidad de discernir, para elegir, y para tomar decisiones propias. Además, es necesario formar líderes que puedan ayudar a sus comunidades a tomar las decisiones más convenientes, no para beneficio propio sino para beneficio de toda la comunidad. Se pretende dar al participante del diploma una visión histórica del concepto de ciudadanía desde antes de la Constitución del 91 y se le presentan los conceptos de nuevas ciudadanías, se socializan y se discuten las competencias y estándares que se han diseñado en el país para la formación ciudadana y se reflexiona acerca de nuevas opciones que existen ante su toma de decisiones frente a sus derechos y deberes como ciudadano, cuando se acude a la tutela para que se reconozcan sus derechos o una solicitud de derecho de petición para solicitar información.

La educación como un eje de desarrollo de ciudadanía social y política El estudiante del diplomado se explora a través de las competencias ciudadanas, se observa, se compara, se analiza y se plantea cambios frente a su liderazgo, su vida personal y su trabajo con la comunidad. Ese

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desafío de formar para la ciudadanía no se le puede dejar a las escuelas para educación de los niños y jóvenes nada más. Colombia necesita esa reestructuración educativa en otros sectores donde también se formen los adultos en el campo de la ciudadanía. Es necesario estar convencidos de que la paz en el país se va a lograr con la educación, pero no sólo educando a los que están apenas en ese proceso de formación. La educación ciudadana, la formación para la ciudadanía debe ser conocida por todos los ciudadanos de quienes se espera ese cambio de comportamiento. Es por esto que en el diploma se confronta a los participantes ante talleres que los lleva a reflexionar sobre sus competencias ciudadanas6. Los talleres se desarrollan con base a los estándares planteados por el Ministerio de Educación Nacional en la guía para formación de los niños y jóvenes de Colombia. Sin embargo, como parte de la investigación en este eje temático se partió con la convicción de que formar para la ciudadanía no debe ocurrir sólo en las poblaciones jóvenes de un país que necesita un cambio radical en todos sus actores. Había que replantear esto ante un grupo de actores claves en la reconstrucción del país, había que empezar a confrontar a los líderes del agua y ambientalistas ante su forma de tomar decisiones, su forma de participación ciudadana, su forma de aportar a procesos colectivos, y sus competencias para ejercer los deberes y derechos propios de cada ciudadano y ciudadana cuando se le da la posibilidad de participar y compartir espacios donde el don de la palabra sea escuchada.

Reflexiones de los líderes sobre ciudadano y ciudanía Los momentos compartidos con estos líderes, campesinos del Oriente Antioqueño durante el Diploma del II laboratorio de Paz, han producido una serie de reflexiones acerca de ser ciudadano y la ciudadanía que bien merecen ser observados. Algunos de los participantes, aunque excelentes líderes comunitarios, nunca se habían detenido a pensar acerca de sus derechos y deberes como personas de un Estado Social de Derecho. En el primer encuentro7 se le preguntó a 94 de los participantes ¿qué es ser ciudadano?, a lo cual hubo respuestas como: el nombre que se le da a cada persona individual; es un ser humano que se identifica con un nombre y un apellido para saber quién es; es ser colombiano y democrático; es pertenecer

El desarrollo tiene como factor clave de su estructuración a la propia población local. Es la población la que se propone, asocia y trabaja para lograr la mejora global de sus condiciones de vida. Es la población la que con su compromiso y participación ciudadana puede hacer aportes para el desarrollo de su región, vereda o pueblo se dé o no se dé.

o ser parte de una sociedad, o nacionalidad; ser reconocido como colombiano, entre otros. Igualmente hubo respuestas con relación a la pregunta ¿qué es ciudadanía? Tales como: comportarme como tal, es un grupo mayor de personas que apuntaban hacia el tener derechos y responsabilidades, buen comportamiento, es la identificación dada a cada persona dentro de un grupo a nivel nacional y mundial, cuando se cumple la mayoría de edad, etc. Al igual que con los teóricos e investigadores acerca del concepto de ciudadanía, se encontraron múltiples definiciones acerca de qué es ser ciudadano y ciudadanía. Después de un primer encuentro con la Constitución y de un espacio de diálogo, enfocado desde los conceptos de ciudadano y ciudadanía vistos bajo la luz de teóricos como Barcena, Arendt, Adela Cortina y Antanas Mokus entre otros, estas fueron algunas de las nuevas definiciones que surgieron de los mismos participantes: Definiciones de qué es ser ciudadano obtenidas del encuentro en Valles de San Nicolás, marzo 1 y 2 de 2008:

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1. Persona que participa activamente en los procesos políticos de un determinado país. 2. Persona que adquiere derechos y cumple con sus deberes. Es formada empírica o profesionalmente para cumplir un rol en la comunidad. 3. Persona que conoce sus deberes y dere-

chos y los ejerce activamente en su relación con el entorno. 4. Es una persona que cumple con los deberes y defiende sus derechos participando activamente en las obligaciones que le otorga el ser miembro de un Estado. Forma parte de una sociedad y vela por sus derechos y los de los demás. 5. Todo ser humano el cual tiene derechos y deberes, con responsabilidad de participación y aportes al desarrollo de la comunidad. Igualmente, se obtuvieron nuevas definiciones ante la pregunta: qué es ejercer la ciudadanía: 1. Asumir con responsabilidad los derechos y deberes que le otorga la constitución a todos los ciudadanos. 2. Grupo de personas que cumplen con sus deberes y adquieren derechos comunes. Esto encierra esfuerzos de todos los ciudadanos luchando por un buen ambiente social y cultural para garantizar una mejor convivencia. 3. Es el ejercicio colectivo de los derechos y deberes de los ciudadanos. Los participantes una vez acuerdan en sus nuevos conceptos de ciudadano y ciudadanía, presentan una prueba en competencias ciudadanas, diseñada bajo los estándares trazados por el Ministerio de Educación Nacional. El trabajo es entonces observarse ante las competencias ciudadanas desde su propia participación y liderazgo. En primer lugar, es sorprendente ver la reacción de los participantes frente a estos estándares. No estar informados de lo que se hace a nivel nacional para formar a los ciudadanos jóvenes de nuestro país, les sorprendió como líderes activos de sus comunidades, y se sintieron complacidos y esperanzados en un mejor país si los niños y niñas de Colombia aprendieran a ser competentes en ser ciudadanos. Pero, ¿y ellos qué? Dicha prueba los ha llevado a reflexionar-se y cuestionar-se acerca de algunas de las prácticas ciudadanas y de liderazgo que se viven en sus comunidades, sus organizaciones y su región. En la prueba titulada ¿cómo estoy en mis competencias ciudadanas? se formularon preguntas como las siguientes: 1. ¿Construyo relaciones pacíficas que contribuyen a la convivencia cotidiana en mi comunidad y municipio? 2. ¿Analizo críticamente los conflictos entre grupos, en mi barrio, vereda, municipio o país?

3. ¿Analizo, de manera crítica, los discursos que legitiman la violencia? 4. ¿Comprendo las características del Estado de Derecho y del Estado Social de Derecho y su importancia para garantizar los derechos de los ciudadanos? 5. ¿Respeto propuestas éticas y políticas de diferentes culturas, grupos sociales y políticos y comprendo que es legítimo disentir? Fueron 35 posturas en competencias ciudadanas obtenidas de los Estándares Básicos de Competencias Ciudadanas8 que se formularon desde tres dimensiones fundamentales: convivencia y paz, participación y responsabilidad democrática, y pluralidad, identidad y valoración de las diferencias. Los líderes participantes han visto que a través de la formación ciudadana en las escuelas, barrios, grupos veredales, incluso sus propias organizaciones, los cambios para bien de la comunidad y por la paz y convivencia en Colombia se pueden comenzar a dar a través de la educación y formación ciudadana, no sólo para los niños y los jóvenes sino para todos en la comunidad. Además, los participantes se hacen más conscientes de que “la Constitución de 1991 reconoce los derechos y deberes que todos tenemos como personas colombianas. Como colombianos podemos y debemos ser activos en la construcción de una sociedad más pacífica y, para ello, defender y promover los Derechos Humanos”9 es indispensable.

Comprometido con el ejercicio de su ciudadanía Esos contextos aplicados los traen los campesinos con sus saberes y experiencias previas, los comparten en común con otros que viven experiencias similares y al estilo de Paulo Freire se enseñan unos a otros. En el ejercicio de participación y liderazgo en ciudadanía se trata de que los ciudadanos asuman una actitud cívica que los lleve hacia una convivencia ciudadana y a una opinión pública madura y responsable. El ciudadano participativo observa, analiza, comparte saberes y experiencias, opina y actúa frente a situaciones que pueden generar progreso, cambio, desarrollo, protección de derechos y libertades, “en esa esfera de la discusión abierta que debería ser la médula de las sociedades pluralistas”. Esferas donde los ciudadanos de ahora se hagan presentes en el Ágora, para hablar, discutir, proponer por el bien de la comunidad ejerciendo esa intervención ciudada-

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na, ejercitando la democracia que les permite ser y estar dentro del control del Estado. ¿Cómo ejercita entonces un campesino líder su democracia en representación de otros, si todos, incluyéndolo a él/ella andan acobardados por el temor de irse que aun se siente en la violencia desatada, dejando muchos muertos, huérfanos y mujeres cabezas de familia? Se duda del campesino que cuestiona, se intimida al campesino que actúa, se amedrenta a aquel que aboga por los derechos de los miembros de su comunidad o que simplemente se acerca a otros para que firmen una petición por el referendo del agua. Esto es lo que han vivido y siguen viviendo los ciudadanos, líderes, representantes de las organizaciones del agua y del ambiente en el Oriente Antioqueño. Es parte fundamental de los ejes temáticos del diplomado no sólo llevar a los participantes a reconocer qué es ser ciudadano y de qué se trata la participación ciudadana, sino a estar informados acerca de sus derechos y deberes ante el Estado Social de Derecho. El objetivo es aprender acerca de cómo se vive una ciudadanía social activa, donde ellos puedan ser exigentes de sus derechos, e igualmente estar listos para asumir sus responsabilidades. El líder campesino lleva a su comunidad a entender que no se puede acostumbrar a esperarlo todo del “Estado-providencia”. El Estado es garante de unos derechos fundamentales los cuales no se cumplen, en su mayoría, en manos de los gobiernos de turno. Sin embargo, comprende que es ciudadana la persona protagonista de su vida personal y compartida, no la que depende de nuevos señores feudales. En el diploma dirigido a los líderes del agua y el ambiente se habla de educar para formar líderes que se informen y transformen sus comunidades, porque una sociedad bien informada tiene mayor capacidad de aprovechar sus recursos materiales, es menos propensa al engaño que una sociedad ignorante, y puede ofrecer alternativas al actual proceso de globalización. Como dice Antanas Mokus: es preciso educar para ser técnicamente habilidosos, pero también para ser prudentes y saber buscar una vida de calidad. Entrar en el camino de la cooperación antes que en el del conflicto, apuesta por la sostenibilidad de los recursos naturales. Contar con ciudadanos y gobernantes prudentes es indispensable para organizar cada sociedad y también la república en paz que tanto deseamos.

El territorio se presenta, por tanto, como un sistema activo en continua evolución y, como tal, es la referencia primera para el desarrollo. La construcción del desarrollo de un territorio incluye quizá esencialmente, pero no de una forma definitiva, su actividad productiva, su vida social y su conocimiento.

Participación y política La historia griega nos cuenta que la democracia surgió en el Ágora, en el mercado, que era el sitio donde se sentaban los ciudadanos griegos a conversar. Por supuesto que los ciudadanos eran los terratenientes, artesanos, comerciales, etc. (no las mujeres, esclavos o los niños). Pero en el Ágora se juntaban todos y conversaban. Y ¿de qué conversaban? De los temas de la comunidad. Conversaban como iguales porque son todos de una misma clase y los temas de la comunidad les interesan a todos. Es en estas conversaciones donde surge la cosa pública. Cuando se reúnen a hablar de los asuntos que a todos interesan, los temas de la comunidad se hacen públicos. ¿Qué es la cosa pública? Aquello que está allí y es accesible a cualquier ciudadano, para mirarlo, para condenarlo, para reflexionar sobre él y para actuar10. Las capacitaciones previas recibidas por los participantes del proyecto nos muestran un indicador medianamente alto (más de 61%) en temas como participación ciudadana, derechos humanos, liderazgo, violencia intrafamiliar, formulación y gestión de proyecto, manejo de cuencas-aguas. En porcentaje medio (41-60%) encontramos temas como: derecho internacional, manejo de conflictos, equidad de género, servicios públicos. En porcentaje bajo (0-40%) encontramos: derecho internacional humanitario, gestión local y regional, filosofía de la no violencia, niños y jóvenes, comunicaciones e investigación. Los indicadores anteriores muestran la necesidad de fortalecer el proceso de formación de las comunidades

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participantes en el proyecto en temas sobre desarrollo de habilidades y competencias comunicativas dirigidas al empoderamiento y liderazgo en las comunidades y promover la implementación en derecho internacional humanitario, la gestión local y regional, y la filosofía de la no violencia. Con respecto a los temas en los cuales previamente los representantes de las organizaciones han recibido alguna capacitación, encontramos que es una fortaleza en ellos tener un alto nivel de capacitación (70%-80%), en temas como: participación ciudadana, manejo de cuencas y aguas, formulación y gestión de proyectos, en contraste con la gran carencia demostrada en las cifras entre 20% y 35% en temas como: derecho internacional humanitario, comunicaciones, gestión local y regional. Similar situación nos muestran las estadísticas, respecto a problemas sin resolver a nivel social en atención a niños y jóvenes y equidad de género. Desde el proyecto II Laboratorio de Paz, se espera una buena participación de los líderes en el Diploma, los talleres sobre liderazgo y participación, equidad de género y conflictos de familia, y una buena extrapolación de éstos en sus veredas y municipios con los talleres de réplica. Encontramos en la región instituciones de carácter nacional como el SENA (Servicio Nacional de Aprendizaje) e instituciones de carácter regional como Cornare, las cuales tienen una gran intervención en la educación no formal por intermedio de cursos, talleres y diplomas dirigidos a las organizaciones ambientales y del agua. No así la participación de otras instituciones de educación superior que no superan en su conjunto el 12%, como la Universidad Católica de Oriente, con la Fundación Universitaria del Oriente -FUNORIE- y la Universidad de Antioquia, por debajo del 4%. Es de resaltar el papel de formación que viene representando la institución regional COREDI, que con los niveles de educación formal y no formal se proyecta a los líderes campesinos. En relación con esta información suministrada por los líderes del agua y ambientales, le quedan al proyecto algunas tareas como es el caso del mapa social, que debe indagar por el significado de estos resultados en términos de la acción comunitaria, o sea el trabajo en RED, y proponer acciones de mejoramiento a las instituciones que muestran poca participación para que se empoderen y se proyecten más a las subregiones del Oriente Antioqueño. Lo anterior obedece también a que es la subregión de Valles de San Nicolás

donde encontramos el más alto porcentaje de estas entidades e instituciones educativas. Igualmente desde el diploma, la gota de agua, los talleres de réplica, las mesas de trabajo pueden aportar y fortalecer algunas líneas como las de liderazgo, resolución de conflictos, derecho internacional humanitario, equidad y género, como ya se mencionó.

Concepto de desarrollo local11 El desarrollo tiene como factor clave de su estructuración a la propia población local. Es la población la que se propone, asocia y trabaja para lograr la mejora global de sus condiciones de vida. Es la población la que con su compromiso y participación ciudadana puede hacer aportes para el desarrollo de su región, vereda o pueblo se dé o no se dé. Todo depende de cómo se organice, se haga escuchar, se haga sentir y luche por el bienestar de su territorio y el desarrollo económico, infraestructural, socia- cultural. Se entiende por desarrollo local el proceso endógeno que se genera en el territorio de forma global e intersectorial, y que exige la participación activa de la propia población en un proceso apoyado en la acción subsidiaria de las administraciones y de otros agentes externos. Mediante este proceso se pretende una mejora de las condiciones de vida y de trabajo, que lleve consigo la creación de empleo y riqueza compatibles con la preservación del medio y del uso sostenible de los recursos naturales de un territorio.

Identidad y territorio Es indispensable crear una conciencia histórica orientada a pensar la vida para el futuro. “La ciudadanía y la conciencia histórica orientan la vida y el futuro, se adquiere una relevancia especial en tanto que permite educar en el poder ser”. Rüsen (2001). El ciudadano debe tener una conciencia de sí mismo como miembro de una comunidad viviente con una cultura democrática, lo que le implica obligaciones y responsabilidades tanto como derechos, un sentido del bien común, la fraternidad, la tolerancia, el reconocimiento al otro. Podríamos decir que la sociedad y sus leyes definen lo que es bueno y lo que es malo, y la educación de la sociedad civil forma a los ciudadanos. Vendría entonces la pregunta obligada ¿dónde está la sociedad civil y quién la representa, cómo se manifiesta o relaciona entre sí y los demás sectores sociales que se miran desde lo público o desde lo privado?12 Tutiaux-Guillon y Mousseau (1998) definen la con-

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ciencia histórica como “la capacidad de pensar la historia, pensar el presente y el futuro en función de la historia (y recíprocamente) y pensarse en la historia”.13 Cuando se piensa en el futuro desde la historia se tiene una visión más amplia de lo ocurrido, nuestros criterios frente a algo se pueden aclarar, si se observa desde lo que ocurrió y desde el propio origen de las cosas. A menos que a los ciudadanos de un territorio se les hable de su pasado, podrán construir en el presente. Se forma en el presente para obtener resultados positivos para el mismo presente y el futuro. El territorio, en nuestro caso el Oriente Antioqueño, es considerado por sus líderes como el espacio que acoge y en cuyo seno se desarrolla la vida social, la actividad económica, la organización política…el presente y el futuro de una comunidad social. En el Manifiesto de Figaredo14, se señalaba que más allá de una simple delimitación geográfica, el espacio rural hace referencia a todo un tejido económico y social que comprende un conjunto de personas, territorios, culturas y actividades diversas. El territorio se presenta, por tanto, como un sistema activo en continua evolución y, como tal, es la referencia primera para el desarrollo. La construcción del desarrollo de un territorio incluye quizá esencialmente, pero no de una forma definitiva, su actividad productiva, su vida social y su conocimiento. Se observa por igual en los líderes del agua y ambientalistas un gran sentido de pertenencia e identidad por su región y sus organizaciones respectivas. Se evidencia esto, porque más del 85% de los entrevistados manifestaron que regresarían a sus actuales lugares de residencia en caso de desplazamientos. Igualmente se resalta un alto sentido de pertenencia por sus organizaciones, ya que la gran mayoría manifiesta defender los principios de sus organizaciones y vigilar su cumplimiento. Se encuentra que hay una alta percepción (expresada por más del 75% de los entrevistados) de mal manejo de los recursos naturales en la región. Esto refleja que hay un alto déficit de una gestión ambiental eficaz en la región. Los altos niveles de identidad y pertenencia con el territorio y las organizaciones participantes en el proyecto, constituyen una fortaleza de talento humano, que sumado al déficit ambiental percibido, constituyen una oportunidad para que el proyecto genere impactos positivos mediante el fortalecimiento educativo, técnico, ambiental, social y político de las organizaciones.

Los ciudadanos y ciudadanas líderes en gestión del agua y ambiente del Oriente Antioqueño tienen un reconocimiento del territorio que habitan, saben y reconocen que sigue siendo, en menor escala, zona de conflicto y violencia en algunas de sus regiones: páramo, aguas, embalses; se reconocen también como una región con gran empuje empresarial y mejor calidad de vida, como es el Valle de San Nicolás. Es una región con 827.600 hectáreas, el 13% del departamento de Antioquia, con una población conocedora de que posee agua con altos rendimientos por km2, siendo una de las grandes áreas de recarga y de aporte significativo de aguas limpias y oxigenadas al río Magdalena y al servicio de conglomerados humanos ubicados en el Valle de Aburrá, y que beneficia directamente a una población cercana a los 4.000.000 de habitantes. Los habitantes del Oriente Antioqueño se enorgullecen de esto, luchan por su territorio y defienden con ahínco sus riquezas y valores. ¿Por qué ocurre este fenómeno especialmente en esta zona del departamento de Antioquia? Porque el Oriente Antioqueño es considerado como potencia hidroenergética en Colombia, con 5 represas, una de ellas la de mayor agua embalsada y de regulación en Colombia, Peñol- Guatapé, con 1.200 millones de metros cúbicos. Además, produce alrededor del 25% de la hidroenergía del país y las vertientes occidentales al río Porce aportan agua para los embalses Porce II y Porce III, en construcción, con Porce IV en estudios. Estos generan en el Oriente 2.196 megavatios, aproximadamente el 16% de la capacidad total del sistema interconectado nacional, que a precios de venta en exportaciones a Ecuador ascendieron a 274 millones de dólares en el 2007, con lo cual contribuyen a la riqueza y grandeza de empresas emblemáticas de Colombia como son Empresas Públicas de Medellín, dueña de la represa Peñol – Guatapé y de la represa Playas en el municipio de San Rafael y los de Porce.15 Los participantes del diploma están muy conscientes de esta realidad territorial y económica que los ha llevado a ser víctimas cercanas del conflicto armado, (víctimas quiénes, ¿los participantes del diploma?) y ahora pioneros del proceso de recuperación de una nación en paz y sin violencia. (¿Pioneros los participantes del diploma? Las organizaciones participantes del diploma). Las esperanzas y los esfuerzos de este diploma, el Laboratorio de Paz, y un sin número de proyectos, se centra en los habitantes de un territorio no solamente rico en agua, sino rico en un gran potencial humano.

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* Mg. Migdonia Díez. Lic. en educación. Politóloga Universidad de los Andes. Profesora de cátedra Escuela de Idiomas. Integrante grupo CHHES. Facultad de Educación, Universidad de Antioquia. ** Dr. Jhon Jairo Zapata Vasco. Profesor Facultad de Educación. Mg. en Educación, Dr. en Pedagogía Social. Coordinador académico del Diploma Aguas y Ambiente. Proyecto II Laboratorio de Paz. Coordinador Grupo CHHES.

Notas 1. CEAM. Corporación de estudios, educación e investigación ambiental. 2. ADOBA. Asociación de comunidades ambientalistas del Oriente Antioqueño. 3. Plan Decenal Universidad de Antioquia. 2016-2016 4. Material pedagógico para elaborar proyectos en el formato lógico. Guía Metodológica. Carlos Zárate Yépez y Miguel Antonio Ruiz. Compiladores. Impresión Guayabal, 2007, pág. 15. Medellín.

Bibliografía BÁRCENA, Fernando. (1997). El oficio de la ciudadanía: introducción a la educación política. Ed. Paidós, .MAGENSO, ABRAHAM CONCEPCION, Naval. Educar ciudadanos. La polémica liberal-comunitaria en educación. Gunsa. España. CORTINA, Adela. (1997). Ciudadanos del mundo. Hacia una teoría de la ciudadanía. Alianza editores. Madrid. FREIRE, Paulo. Pedagogía de la indignación: cartas pedagógicas y otros escritos. Sao Paulo, Editorial Unesp, 2000. Pág. 130. ECHEGOYEN, Miguel. Educación y ciudadanía. La búsqueda del buen sentido en el sentido común. La cirugía ediciones. Argentina. Pág. 237. GALTUNG, J. Violence, peace, and peace research. Journal of Peace Research, 3, 1969. Págs. 167-191. MATURANA, Humberto. La democracia es una obra de arte. Educación para la democracia. Mesa Redonda Magisterio. Chile. Pág. 24. MOCKUS, Antanas. (Sin fecha). Armonizar ley, moral y cultura. Documento bajado de la web en enero de 2007 en la dirección: www3.iadb.org/sds/doc/2104spa.pdf. PAGÈS, Joan. La enseñanza democrática de la ciudadanía. Medellín, 19 de noviembre. Universitat Autònoma de Barcelona. PAGÈS, Joan. La enseñanza económica de la ciudadanía. Kikiriki N° 77, Cooperación Educativa. 2005. 45-48. PALACIOS, María Amelia. ¿De qué formación ciudadana hablamos? Tarea Asociación de Publicaciones Educativas. Lima, Perú 1997. Págs. 13-16. TUTIAUX-GUILLON & MOUSSEAU, Researches about effective teaching of history (Audigier, Crémieux, Mousseau, 1996). Asequible en: cice.londonmet.ac.uk/pdf/2001-137.pdf Estándares Básicos de Competencias Ciudadanas. Revolución Educativa. Colombia Aprende. Ministerio de Educación Nacional. República de Colombia. Asequible en: http://www.eduteka.org/pdfdir/MENEstandaresCompCiudadanas2004.pdf Plan Decenal Universidad de Antioquia. 2016-2016

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5. PAGÈS, Joan. La enseñanza económica de la ciudadanía. Kikiriki N° 77, Cooperación Educativa. 2005. 45-48. 6. Ser competente significa saber y saber hacer. La competencia implica poder usar el conocimiento en la realización de acciones o productos...Las personas pueden usar sus capacidades de manera flexible para enfrentar problemas nuevos de la vida cotidiana. Serie Guía N° 6. Estándares Básicos de Competencias Ciudadanas. Formar para la ciudadanía. Sí es posible! Ministerio de Educación Nacional. 2003. 7. El 1º y 2 de septiembre de 2007. 8. Estándares Básicos de Competencias Ciudadanas. Revolución Educativa. Colombia Aprende. Ministerio de Educación Nacional. República de Colombia. 9. http://www.eduteka.org/pdfdir/MENEstandaresCompCiudadanas2004.pdf 10. MATURANA, Humberto. La democracia es una obra de arte. Educación para la democracia. (Pág. 24) Mesa Redonda Magisterio. Chile. 11. Anteproyecto de Ley de Ordenación Agraria y Desarrollo Rural en proceso de elaboración, recogido en la intervención de Felipe González de Canales el día 16-XII-99 en la Comisión especial para el estudio de los problemas del medio rural del senado español. 12. NADAL, Concepción. Educar ciudadanos. La polémica liberal-comunitarista en educación. Eunsa. Universidad de Navarra. España. Pág. 186. 13. TUTIAUX-GUILLON & MOUSSEAU, Researches about effective teaching of history (Audigier, Crémieux, Mousseau, 1996). 14. El Manifiesto de Figaredo es un documento consenso suscrito por los departamentos de Geografía de 15 universidades españolas, en relación al desarrollo rural. 15. Por el manejo adecuado del líquido vital que nos permite vivir. El agua. Proclama y pacto de voluntades en el Oriente Antioqueño. En el marco de las celebraciones del día mundial del medio ambiente, semana del 3 al 8 de junio de 2008.


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Sobre la epidemia del tabaquismo

Tabaco o salud Por José Jaramillo Alzate Periodista y docente universitario jaraljos@epm.net.co

Con este título en su portada apareció, hace varios lustros, una importante publicación de la Organización Mundial de la Salud. El hábito de fumar y sus riesgos fue el tema escogido para el día mundial de la salud en 1980. Era en ese momento, y sigue siendo ahora, una preocupación fundamental para las autoridades y los organismos de la salud. Nuestro trabajo de hoy está orientado fundamentalmente a señalar los graves peligros del tabaco y del hábito de fumar como un problema sanitario evitable.

Un poco de historia El tabaco se cultivó originariamente en América y su consumo se inició muchos años antes de la entrada de Colón. Algunos investigadores señalan como testimonio de este origen el hallazgo de piezas indígenas, elaboradas en barro, en una de las cuales se muestra la imagen de un maya, en Guatemala, fumando hojas de tabaco. Algo similar se observó en la isla de Haití con el consumo de hojas acumuladas, formadas como cilindros y encendidas en uno de sus extremos. Entre los europeos los primeros en hacerlo fueron los españoles hacia 1530 en la isla La Española. Los primitivos consumían las hojas secas de coca y las ofrecían a los españoles. Fumaban como parte de un rito, atribuyéndole al tabaco significaciones re-

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ligiosas, míticas y de ficción. Le daban la calidad de objeto sagrado, como los incas a la coca. Los aztecas, por ejemplo, creían que el tabaco era la reencarnación de la diosa serpiente. Entre los indígenas americanos fumar tenia las características de un ritual para entrar en contacto con la divinidad. El humo les servía para invocarla y comunicarse con los espíritus. Entre guerreros fumaban “la pipa de la paz”, que servía para ratificar los tratados. Son muchas las leyendas alrededor del origen de los cultivos y el uso del tabaco, varias de ellas consignadas en el Diario de Colón. El nombre científico del tabaco es “nicotana tabacum”, nombre que recibió del diplomático francés Jean Nicot, quien llevó la planta a su tierra dándole su apellido. El tabaco es voz caribe. Es una planta solanácea narcótica, con muchas variedades: capero, colorado, cucarachero, vinagrillo, holandés, moreno, negro, peninsular, rubio, rapé y turco. Cuando en 1620 se crea la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla, la primera más grande y comienzo en aquella época de su industrialización, jugó en los renglones de la economía, contribuyendo al empleo y a la renta pública. En 1621 el cardenal Richelieu, en Francia, incrementa las tasas sobre el tabaco. Y más adelante, en 1674, se constituye el primer monopolio francés sobre el tabaco. En España, a partir de 1636 se institucionaliza el llamado Estanco del Tabaco para el recaudo y manejo de impuestos. En el siglo XVII el cultivo se universaliza y se extiende en todo el Nuevo Reino de Granada. En 1764 se estableció el monopolio oficial y se reglamentaron algunos sitios de cultivo en zonas correspondientes a las que hoy son de Santander, Tolima y Valle del Cauca. En 1778 se reglamentó totalmente el control de los cultivos y el uso de las tierras con este fin. Este monopolio se extendió hasta 1845, época desde la cual se intensificó el consumo de cigarrillo. Fue en este periodo cuando se acrecentó la actividad del contrabando y la producción, comercio y consumo ilegal. Así lo señala el historiador John Parker Harrison, refiriéndose a los orígenes de esta industria en el país. El tráfico ilegal del tabaco incorporaba a los países de Cuba, Costa Rica, Nicaragua, Venezuela y el Istmo de Panamá. En el país los centros de dicho contrabando fueron Ansermanuevo, Buga, Cúcuta, Arma, Supía, Charalá y los Llanos Orientales. Ambalema, en El Tolima, fue un gran centro de producción y mercadeo del tabaco. Durante la revolución de los comuneros, 1781, el tabaco fue un factor económico. El periodo de 1847 a 1848 fue calificado de época dorada por el registro de exportaciones hasta por $1.200.000. En el

exterior, especialmente en Inglaterra se generalizó el uso del tabaco con estimuladores y detractores. Fue Richelieu, gran fumador, quien incluyó el tabaco entre los productos que debían pagar impuestos al fisco. En la actualidad el cultivo del tabaco está difundido en el mundo entero alentado por organizaciones multinacionales, que toman su origen, como grandes empresas, a finales del siglo XIX y principios del XX. En Colombia esos cultivos provienen, libremente, desde los siglos XVII y XVIII. Las zonas de mayor producción estaban en Santander y cuando se va originando su industrialización, el auge se ubica en los sectores de Ambalema y Girón. Precisamente, a raíz de la proliferación de estos cultivos y las situaciones que se venían presentando, se dictó en 1848 una ley en la cual se consagraba la libertad de cultivo y comercio del tabaco, los derechos de exportación y los pagos que por estos conceptos debían pagarse al Estado, ley que fue sancionada por el entonces presidente Tomás Cipriano de Mosquera. Esta ley fue modificada en 1849, estableciendo los pagos en beneficio del tesoro nacional, prohibiendo los impuestos municipales y reglamentando los derechos de siembra, negocio y exportación. Esta ley fue sancionada por el presidente José Hilario López. La primera ley que estaba relacionada con el impuesto al consumo fue expedida en junio de 1844 siendo presidente Pedro Alcántara Herrán. Los cultivadores en ese entonces, para obtener el permiso de siembra, tenían que ser dueños de la tierra y mostrar su fertilidad para estos cultivos. Normas posteriores permitieron a los municipios participar en las rentas de tabaco y licores, los dos renglones de mayores ingresos al sector oficial. En América, Cuba fue otro centro de grandes cultivos de tabaco. En un ensayo de German Arciniégas, “Apuntes sobre una hoja de tabaco”, publicado por la revista Universidad de Antioquia (Nº 252), con referencias a un libro sobre el tabaco y el azúcar en Cuba, escrito por Fernando Ortiz, se afirma que antes de América, “el mundo era un mundo sin humo de cigarrillo.” “En realidad el mundo fue de una manera antes de América, y de otra después de América. Entre estas dos grandes eras de la historia lo que vemos, separándolas, es sólo una cortina de humo”.Era un producto natural del nuevo mundo, desconocido en Europa, como también lo eran la papa y el maíz. “El tabaco estaba en la sustancia de América, en la vida de todos los días, en todos los trabajos y todos los momentos de ocio y ensueño”. Se cuenta que cuando Colón llegó a la isla de Guanahaní, el 12 de octubre de 1492, los

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aborígenes le ofrecieron “con toda familiaridad” ramas de tabaco, hecho que el Almirante consigna en su diario cuando afirma: “me trajeron unas hojas secas que debe ser cosa muy apreciada entre ellos”. Es cuando el vicio de fumar pasa de los indios a los blancos. Y cuando los contrabandistas europeos, de España, Francia, Inglaterra y Holanda, buscan relación con los cultivadores, para su comercialización e industrialización. Esto ocasionó una prohibición, en 1606, de la siembra en Cuba y otros lugares de los países de Tierra Firme, lo que, desde luego, generó protestas y rebeliones, pues ya se había convertido en factores de ingreso, incluso para el fisco, dando lugar a que se generaran también los monopolios para su comercio. Son varias las curiosidades que se anotan en el proceso histórico del tabaco. Por ejemplo, cuando se referencian las revueltas que se originaron por el control y la prohibición de los cultivos, que se decretó por un término de diez años, en virtud de cédulas reales, con una aplicación muy especial en Cuba, se menciona la vinculación de la Iglesia a estos hechos, en apoyo a los campesinos cultivadores, que se calificaron de atropellados y oprimidos por dichas disposiciones. “Las iglesias, en este caso, se consideraban tan lesionadas como las gentes del campo”. Los conventos de Franciscanos, Dominicos Agustinos, Belemitas, igual que de monjas, se suman a las protestas contra las órdenes reales que disponen estancar el cultivo del tabaco en Cuba, del cual se consideraban en alguna forma beneficiarios por los aportes a su sostenimiento. También, curiosa y coincidencialmente, se dice en dicho ensayo de Arciniégas que “en la Nueva Granada parece que salió de un convento el himno de los comuneros”. Antioquia, por su mayor volumen de población, se convirtió en el más alto consumidor de tabaco, buena parte del cual procedía de Santander. En la sola década 1967-1976, según estadísticas confrontadas, en el departamento se consumieron 54.332.900 kilos de tabaco, entre los cuales se contaban cerca de dos y medio millones de cajetillas de cigarrillos. Estos datos corresponden sólo a la producción y elaboración nacional. Si a estos se les agrega lo calculado sobre consumo de cigarrillo extranjero, importados regular o irregularmente, muy próximos a los 30 millones de kilos, tenemos que en esos diez años los consumos de tabaco pasaron de los 80 millones de kilos. Según lo consignado en las citadas estadísticas, los municipios de mayor consumo fueron: Medellín, Yarumal, Rionegro, Apartadó, Bello, Itagüí, Andes y Puerto Berrío. El de menor consumo fue La Estrella. A partir de entonces se ha propagado

el consumo de tabaco bajo las características distintas que hoy se dan en su comercialización, tanto en la producción nacional como en las importaciones del producto extranjero. En una encuesta entre universitarios de cada l0 siete afirmaron tener el hábito de fumar, de los cuales cuatro eran mujeres.Es de por si algo que juega en el incremento de los fumadores. La diversificación misma del producto tiene también tendencias marcadas al consumo. No sin razón Antioquia cuenta con la primera empresa industrial del Tabaco, como lo es la CIA Colombiana de Tabaco, con nombre y prestigio que pasa ya del ámbito nacional. El consumo del cigarrillo comenzó a generalizarse durante la primera guerra mundial entre 1914 y 1918. Pero fue después de la segunda guerra, ocurrida entre 1939 y 1945, cuando se incorporaron a su promoción todas las técnicas de persuasión de masas y se emplearon todos los canales de la comunicación para llegar al consumidor. Se logró así incrementar la demanda y la producción en forma considerable. En las últimas décadas la evolución arrojaba un aumento anual del 2.8% para la demanda y del 0.6% para el consumo por habitante. Esto, naturalmente, en los países desarrollados. En los llamados del tercer mundo los índices crecieron al influjo de la publicidad y de la penetración a través de eventos deportivos y de los auspicios aún políticos, como lo revela un estudio de la UNTAC. El mundo femenino entró al consumo creciendo las estadísticas que muestran una población adolescente de fumadores mayor, a partir de los doce años. Según una información difundida en la última década del siglo XX, la industria tabacalera en Estados Unidos mueve un promedio anual de 48.000 millones de dólares y el volumen de adictos fumadores se calculó en 50 millones. De esta industria dependen 700.000 puestos de trabajo. En todo este cuadro de generalidades sobre el tabaquismo vale anotar que el mercado mundial del tabaco está dominado por un número relativamente bajo de grandes empresas multinacionales, entre las cuales cuatro tienen la representación más alta de la industria tabacalera norteamericana, como la Philipp Morris, con filiales en muchos países y que los impuestos que gravan su consumo, como el del alcohol, representan apreciables contribuciones a los fiscos nacionales. Desafortunadamente en la mayoría de los países subdesarrollados el problema del tabaco se ha abordado sólo desde la perspectiva económica, con olvido de los costos y las consecuencias sociales y de salud que a largo plazo acarrea el hábito de fumar. La historia del tabaco cuenta aún en la literatura.

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Son muchas las conexiones metafóricas y reales con el vicio de fumar. En un libro de varios escritores cubanos, llamado Cuentos de humo, se recogen cuentos, artículos, poemas y piezas literarias elaboradas por escritores incorporados al vicio, o no fumadores, sobre el hábito de fumar, sus efectos y repercusiones en la salud. También una profesora de literatura de la Universidad de Basilea, en Suiza, quien se declara “no fumadora empedernida” elaboró una antología sobre el tabaco. Igual lo hicieron escritores de Perú y Portugal. Hay ya muchos textos sobre el particular. El escritor español Ray Loriga, hace en uno de sus artículos la siguiente reflexión: “fumar es sólo la mitad del problema. De igual manera que no fumar es más que la mitad de la solución”.

En realidad, los efectos perjudiciales del tabaco no pueden medirse sólo por la mortalidad, hay que sumarle, además, la morbilidad. Se ha establecido que los fumadores tosen más y padecen más resfriados, más afecciones respiratorias leves y más problemas de alergia que los no fumadores. Y tardan mucho más en curarse de las enfermedades respiratorias y en reponerse de intervenciones quirúrgicas y son más propensos a las ulceras pépticas.

Los efectos de la publicidad Hay una pregunta que la gente del común suele hacerse con relación a los altos incrementos de producción y venta del cigarrillo: si son tantos los daños que causa por qué se fomenta su consumo y no se previene el hábito de fumar con campañas educativas, medidas restrictivas, prohibición de las promociones, en fin, con políticas de información que contrarresten su demanda? Porque, como lo decían los investigadores de la Organización Mundial de la Salud, la poderosa industria tabacalera ha usado, y sigue haciéndolo, todos los recursos que le ofrecen las técnicas de la publicidad comercial para llegar a un público cada vez más numeroso con sus productos. La televisión, la radio, los periódicos, las revistas y los carteles siguen difundiendo a gritos los falsos conceptos que convierten el tabaco en signo de valor social, en símbolo de la juventud y en expresión de liberalidad en los comportamientos. No pocos de los promotores al consumo le dan indicaciones sicológicas, como si se tratara de un “remedio” contra el aburrimiento, el miedo, la soledad, el cansancio mismo y hasta un elemento de concentración para pensar. Por eso la liga estadounidense contra el cáncer distingue estos tipos de fumadores: El fumador habitual que enciende cigarrillo tras cigarrillo de manera automática, casi inconscientemente. El fumador que busca efectos positivos, es decir, que toma el cigarrillo como pretexto para buscar estímulos o distensiones. El fumador que busca efectos negativos, o sea, para aliviar el nerviosismo, la ansiedad o la vergüenza y el llamado tabacómano propiamente dicho que siente la necesidad mental invencible y el deseo irreprimible de obtener el alivio pasajero que le proporciona el ciga-

rrillo. Pero todos ellos aumentan sus probabilidades de muerte prematura. En realidad, los efectos perjudiciales del tabaco no pueden medirse sólo por la mortalidad, hay que sumarle, además, la morbilidad. Se ha establecido que los fumadores tosen más y padecen más resfriados, más afecciones respiratorias leves y más problemas de alergia que los no fumadores. Y tardan mucho más en curarse de las enfermedades respiratorias y en reponerse de intervenciones quirúrgicas y son más propensos a las ulceras pépticas. Por eso los sociólogos asignan a la medicina preventiva un papel conductivo a la modificación de los comportamientos en la sociedad industrial, que contenga los hábitos y los abusos, como los del tabaco. Todas estas circunstancias influyeron para que en 1965 se aprobara en Estados Unidos una ley que obligaba a las empresas tabaqueras a imprimir avisos en las cajetillas sobre la influencia del tabaco en la salud. Y en 1971 se prohibió toda publicidad sobre tabaco en las televisiones del país. En 1988 se celebró, por primera vez en todo el mundo, el día mundial sin tabaco con el lema “tabaco o salud”, lo que hoy se repite anualmente en el mes de mayo. En el Senado de la República, con ponencia del senador Mauricio Jaramillo, se presentó un proyecto de ley en el cual se establecía límite a la difusión propagandística del tabaco, con apoyo en los preceptos constitucionales que protegen el derecho a la vida sana. En dicho proyecto se consignaba la obligación

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En una investigación adelantada dentro de la población estudiantil de secundaria, se estableció que el 21.6%, generalmente entre 16 y 18 años, fuman cigarrillo y que por este vicio se inducen a los consumos de marihuana y otros inhalantes que ocupan el cuarto lugar en el listado de los productos de adicción. En el mundo el volumen de fumadores, según datos de la OMS, hay mil cien millones de fumadores. En los países industrializados el 41% de los hombres y el 21% de las mujeres fuman en forma regular. de expresar en cada anuncio una cualesquiera de las siguientes frases: “el cigarrillo puede producir cáncer”; “fumar es causa de muerte”; “la nicotina es una droga adictiva”; “fumar aumenta el riesgo de infarto”; “fumar causa cáncer del pulmón y enfisema”. El proyecto se convirtió en ley pero con precaria aplicación, de donde se deduce que la prevención esencial de este vicio está fundamentalmente en la educación y no sólo en la limitación publicitaria. Un caso que ilustra esta definición es el de Noruega, donde está totalmente prohibida la publicidad del cigarrillo, desde 1975, no obstante lo cual tiene el porcentaje más alto de jóvenes fumadores. En Colombia, según estimaciones estadísticas el consumo total por año está alrededor de 27 millones de cigarrillos, en un promedio de 771 por persona-año. En una investigación adelantada dentro de la población estudiantil de secundaria, se estableció que el 21.6%, generalmente entre 16 y 18 años, fuman cigarrillo y que por este vicio se inducen a los consumos de marihuana y otros inhalantes que ocupan el cuarto lugar en el listado de los productos de adicción. En el mundo el volumen de fumadores, según datos de la OMS, hay mil cien millones de fumadores. En los países industrializados el 41% de los hombres y el 21% de las mujeres fuman en forma regular. Y en los países en vía de desarrollo el 50% de los varones y el 8% de las mujeres tienen este hábito. Según un

informe suministrado en octubre de 2002, por la organización Atlas Mundial del Tabaco, el consumo diario en todo el mundo podría alcanzar a unos quince mil millones de cigarrillos. Por su parte la OMS revela que cuarenta años después de adquirido el vicio y si el incremento se mantiene en las dos primeras décadas del siglo XXI, su uso ocasionará, cada año, la muerte de 10 millones de personas. En este proceso de los debates sobre la publicidad y los efectos del tabaquismo, uno de los mayores productores norteamericanos, la Philipp Morris, propició una campaña para evitar que los niños fumaran, coincidiendo así con recomendaciones de la Dirección de Alimentos y Drogas (FDA) de los Estados Unidos. La adicción a la nicotina, dijo uno de sus comisionados, “comienza como una enfermedad pediátrica”. También los McDonalds han prohibido fumar en todos sus locales y piden que los demás hagan lo mismo. El Departamento de Sanidad de los Estados Unidos asegura que “desde que comenzó la campaña antitabaco en 1964, dos millones de vidas han sido salvadas de una muerte prematura”. El tabaquismo entre la juventud, según encuesta de la Organización Panamericana de la Salud, (OPS), y de la Organización Mundial de la Salud, (OMS), adelantada en 23 países de la región americana, el Caribe y Estados Unidos, se obtuvieron los siguientes resultados: en Chile cerca del 40% de los encuestados, entre 13 y 15 años, fuman y en el resto más del 20% de adolescentes fuman habitualmente. En el área sur andina se encontró la mayor prevalencia del tabaquismo, seguida por Estados Unidos, Costa Rica y México. Esto demuestra que la juventud es un reflejo de la intensa publicidad estimulada por la industria tabacalera. En un estudio encomendado por el Instituto Nacional de Cancerología a la Universidad de los Andes, a propósito de una posible rebaja en los precios del cigarrillo, se estableció que con una disminución en el precio equivalente al 20 por ciento, el consumo entre jóvenes de 12 a 17 años se incrementaría en un 7.4%. Para contener los abusos en los consumos del tabaco, instituciones de salud y las mismas empresas productoras han señalado la importancia de la educación para evitar hábitos de esta índole. En un informe del doctor Juan Manuel Zea, quien desempeñó la dirección del Instituto Nacional de Cancerología de Colombia durante 12 años, publicado por el periódico El Tiempo (junio 29 de 1997), se revela el acuerdo para confiar a la Administración de Drogas y Alimentos (ADA) la regulación de la nicotina para cada cigarrillo

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y la programación educativa tendiente a evitar el consumo entre niños y a promover la asistencia gratuita a los fumadores que quisieran abandonar el vicio. “Para nadie es un misterio que el tabaco es causante de muerte, desolación y sufrimiento para muchos millones de seres, globalmente”. En nuestro país, mueren, por enfermedades relacionadas con el tabaco, dice el mismo informe, 38.280 personas cada año.

Del tabaco, el humo y sus efectos Experiencias realizadas en animales dejaron claramente establecido que el cáncer puede producirse en ellos si se les expone a las sustancias que contiene el cigarrillo. Los gases tóxicos o irritantes han causado en los animales la misma clase de daño observado en los pulmones de los fumadores. El 40% del humo de tabaco se compone de partículas de brea y nicotina y el 60% de gases que incluyen más de 50 compuestos y elementos entre ellos formaldehído, cianuro de hidrógeno, acetaldehído, aeroleina, y monóxido de carbono. Por lo menos siete de estos compuestos son carcinogénicos. Con el humo los fumadores afectan a los no fumadores. Por eso la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió la prohibición del tabaco en los lugares públicos, lo cual han atendido ya algunos países, entre los cuales se cuentan Tailandia, Australia, Canadá y Francia, actitud que dicha entidad considera como una manera de “privilegiar el derecho de la gente a la salud”. Y por su parte la funcionaria de la Organización Panamericana de Salud en Colombia (OPS), Marta Lucía Castro, señalando los daños del tabaquismo, aseguró que “ninguna ganancia en la industria del tabaco podrá compensar los altos gastos de salud generados por su consumo”. De tiempo atrás se advirtió la gravedad del humo en sus dos características: el que exhala el fumador y el que sale del cigarrillo prendido. En ambos todas las sustancias insanas se desprenden con efectos ambientales. El cigarrillo tiene cuatro mil sustancias tóxicas, según los estudios realizados, con efectos mayores en el sistema respiratorio., de las cuales por lo menos 40 han sido específicamente detectadas como causantes del cáncer aún en personas que no fuman pero que resultan afectadas por el humo de los fumadores. La exposición constante y prolongada del tejido pulmonar al humo del tabaco causa una degeneración gradual de las células y aumenta considerablemente el riesgo de cáncer. La irritación de la nariz, los ojos y la garganta es otra consecuencia del humo emanado por el cigarrillo, pipa o cigarro o exhalado por el fumador. No sin razón señalan el humo como

factor de alto riesgo para la salud. Esta advertencia se había hecho desde 1761 por el botánico inglés John Hill, cuando comprobó el aumento de cánceres de nariz entre consumidores de tabaco en polvo o rapé. Y en 1851 la Academia de Medicina de Francia declara que el tabaco es un veneno. Pero, concretando, ¿se pueden indicar fácilmente los daños que el tabaco produce en la salud humana? Desde luego, el examen de miles de pacientes y los millares de autopsias estudiadas demuestran los diversos efectos nocivos que se manifiestan en los fumadores. Entre ellos se cuentan modificaciones celulares tales como la pérdida de células ciliadas por lo que los cilios no pueden adelantar su labor de limpieza pulmonar, la inflamación de las células basales y la existencia de células atípicas, ambas consideradas como precursoras del cáncer. También resultan dañados los alvéolos y ciertos tejidos del pulmón, así como afectados otros sistemas del organismo, entre ellos el circulatorio. El consumo de cigarrillo es una de las causas principales del cáncer del pulmón y la causa mayor del cáncer pulmonar en el hombre. Esta era una enfermedad rara hace 90 años, cuando el hábito de fumar era también una conducta extraña. En Estados Unidos, donde la producción y el consumo de cigarrillo aumentaron considerable y sucesivamente, las estadísticas indican que en 1900 el consumo era de 54 cigarrillos por persona año, en tanto que para la década del 70 ese consumo creció a 4.195 por persona año. Así los fallecimientos por cáncer del pulmón aumentaron de 3.000 en 1930 a 59.000 en 1959. Tanto por el incremento demográfico como por el aumento de consumidores, a partir del 2000, la muerte por estas causas también ha aumentado considerablemente. Es un riesgo que aumenta según el tiempo que la persona lleve fumando y la cantidad de cigarrillos que consuma al día. Pero también se registra el cáncer de la laringe y de la cavidad bucal que afecta de modo mayor a los fumadores de pipa. Se ha podido determinar que existe una estrecha relación entre el consumo de tabaco, en sus diversas formas, y el cáncer del esófago, faringe y labio. Y también tiene relación con el cáncer de la vejiga, pues las causas de defunción por esta enfermedad se duplican en fumadores de más de 20 cigarrillos diarios. La bronquitis crónica, el enfisema, la tos y la expectoración, son comunes en los fumadores. Las pruebas que se han realizado sobre los efectos del cigarrillo han permitido establecer el cáncer de la lengua, inclusive entre fumadores de pipa, en los cuales se descubrió también el cáncer de paladar, que es a

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donde llega el humo. Para algunos investigadores esta acción cancerigena alcanzó en la década del 90 un 30% entre los usuarios constantes de la pipa. Investigaciones ya conocidas y experiencias vividas indican que el 90% de los casos del pulmón se deben al consumo de cigarrillo y que este es, generalmente cuando avanza, fatal. El cáncer del pulmón, según lo establecido por los investigadores, es sólo el comienzo de la historia de los efectos del tabaco. Las arrugas, la mala cicatrización, las úlceras en la boca y la pérdida del cabello, son otros capítulos que en la denominación médica se llama lupus eritermatoso sistémico o enfermedad autoinmune, provocatoria de todos estos casos. Igual se ha establecido entre odontólogos investigadores y expertos en salud oral que los adictos a la nicotina tienen más probabilidad de contraer la enfermedad periodontal, comúnmente conocida como piorrea. No sin razón alguien anotaba que “fumar es un placer mortal”. ¿Contribuye el cigarrillo al desarrollo de enfermedades cardiovasculares? Sin duda. En estudios que fueron allegados por el Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos y en trabajos realizados por la Organización Mundial de la Salud se llega a la conclusión de que el consumo de cigarrillos puede contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares y especialmente a la defunción por enfermedades de las arterias coronarias. En la población afectada por los altos consumos de cigarrillo, el 70% de las defunciones por enfermedad coronaria ocurre entre fumadores. En este ejemplo las estadísticas enseñan que en fumadores hombres la tasa de defunción es de 300 veces mayor especialmente en edades que oscilan de 45 a 54 años. En las mujeres, del mismo promedio de edad, la tasa es de 200% más alta en fumadoras que en no fumadoras. En 1995 el médico Héctor Jaime Posso, de la División de Epidemiología del Instituto Nacional de Cancerología, enseñó estadísticas según las cuales en el año de 1994, murieron en Colombia 1.747 hombres y 1.000 mujeres por causas relacionadas con el tabaquismo. En Alemania fallecen anualmente unas 140.000 personas relacionadas con el fumar y entre las causas de estos fallecimientos se cuenta el cáncer pulmonar, calculado entre el 85 y el 90%. Otra pregunta sería la de si el hábito de fumar en la madre incide sobre la criatura al nacer. Las mujeres que fuman durante el embarazo corren un riesgo mayor de aborto que las que no fuman. Aun no se ha determinado la forma en que el hábito de fumar afecta a la criatura antes de nacer, pero se ha demostrado que entre las fumadoras em-

barazadas uno de cada cinco embarazos malogrados ocurre entre fumadoras. Se ha comprobado también que las mujeres embarazadas que fuman dan a luz niños de menor peso que las que no fuman. ¿Y en el campo de las enfermedades orales influye también el consumo del cigarrillo? Esta es otra pregunta común. Naturalmente, los no fumadores gozan de mejor salud oral. La periodontitis, por ejemplo, que afecta las encías, los huesos y tejidos que rodean los dientes es más común entre fumadores. Algunos odontólogos que han seguido entre nosotros los efectos nocivos del cigarrillo, le atribuyen acciones en afecciones de las encías, en la pérdida de dientes y en la cicatrización después de las extracciones, así como en inflamaciones del paladar. También existen pruebas clínicas sobre la manera como el cigarrillo agrava la sinusitis. No obstante los consumidores de cigarrillo crecen, especialmente entre jóvenes, lo que quiere decir que no hay conciencia de sus peligros, ni campañas educativas sanitarias que ilustren sobre los riesgos que para la salud tiene el fumar. Investigaciones adelantadas y difundidas por las instituciones citadas, señalan los venenos químicos que contienen el humo del cigarrillo, con efectos irritantes y cancerígenos, entre los cuales se cuentan la acetona, el amoniaco, el arsénico, el monóxido de carbono, el DDT y el metanol, para citar sólo unos pocos. Con razón las entidades dedicadas al campo de la salud consideran que las enfermedades asociadas o derivadas del tabaquismo, constituyen la segunda causa de muerte en el mundo. Las consecuencias del cigarrillo son devastadoras y el costo en vidas muy alto. En Canadá, Estados Unidos y Gran Bretaña se han registrado estadísticas que señalan el 60% de las muertes prevenibles a causa del tabaquismo. Fumar siempre tiene efectos nocivos sobre la salud. Además disminuye los índices de vida, pues según estudios ya difundidos, por cada cigarrillo que una persona se fuma, resta ocho minutos a su proceso vital y el humo que penetra a sus pulmones contiene más de cuatro mil gases tóxicos, calculándose que por lo menos 40 de ellos son cancerígenos.

Los efectos laborales Veamos ahora el efecto del cigarrillo en el ámbito de la salud ocupacional y sus repercusiones en el trabajo y en la economía de los pueblos. Como base pueden citarse los datos de un estudio adelantado por el Centro Nacional de Estadísticas de Salud, dependencia del Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos. Los trabajadores que fuman una cajetilla de cigarrillos al

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día registran faltas por enfermedades en un tercio más de los que no fuman nunca. Los fumadores y fumadoras están enfermos en cama un 15% más días que los no fumadores. Por el hábito de fumar se registra en Estados Unidos un exceso de 77 millones de jornadas de trabajo perdidas y una incalculable limitación en la actividad laboral. En una encuesta realizada con estudiantes, un lunes, entre los beneficiarios del Seguro Social que hacían cola para consulta médica, establecimos que 92 de100 habían excedido los consumos de licor y tabaco el fin de semana anterior. Todos tenían vínculo laboral con los sectores público y privado. De todos los informes científicos que se conocen sobre el consumo del tabaco se pueden deducir los siguientes datos acerca del hábito de fumar y de la muerte: – El peligro de defunción por bronquitis crónica y enfisema es de tres a 20 veces mayor, según la edad y la cantidad total de cigarrillos consumidos. – El riesgo de muerte por enfermedad de las arterias coronarias, la afección más mortífera tanto para los fumadores como para los no fumadores, es un 70% más alto en los primeros. – Mientras más cigarrillos se consuman diariamente, más elevada es la tasa de mortalidad. En el caso de los fumadores que consumen menos de 10 cigarrillos al día, la tasa es de un 40% mayor que para los no fumadores. Entre quienes fuman de 10 a 19 cigarrillos al día, un 70% más alta, y entre quienes consumen 40 cigarrillos diarios como mínimo, la tasa es un 120% más elevada. – La expectativa de vida de los hombres jóvenes se reduce en un promedio de ocho años entre los fumadores inveterados, más de 2 cajetillas al día, y en un promedio de cuatro años entre los que fuman menos, es decir, media cajetilla diaria como máximo. Los riesgos aumentan entre los que empezaron a fumar a una edad temprana. El peligro es mayor para los que aspiran el humo. – Las tasas de defunción correspondientes a los fumadores de cigarrillos y de pipa, que habitualmente no aspiran el humo del tabaco, no son mucho mayores que las de quienes no fuman. – El riesgo de un embarazo malogrado es superior en las mujeres que fuman que en las no fumadoras. – El tabaquismo es un problema de salud pública.

Conclusiones ¿Qué hacer entonces frente al aumento del consumo del cigarrillo y los grandes riesgos para la salud?

El cigarrillo tiene cuatro mil sustancias tóxicas, según los estudios realizados, con efectos mayores en el sistema respiratorio., de las cuales por lo menos 40 han sido específicamente detectadas como causantes del cáncer aún en personas que no fuman pero que resultan afectadas por el humo de los fumadores. La exposición constante y prolongada del tejido pulmonar al humo del tabaco causa una degeneración gradual de las células y aumenta considerablemente el riesgo de cáncer. El peligro que entraña el consumo del cigarrillo es tan grave y afecta a un sector tan extenso de nuestra población que es imprescindible continuar adoptando medidas para remediar la situación. Es preciso reducir aun más el número de fumadores que llega casi al 42% de la población adulta. Debe alentarse a la juventud para que no inicie el hábito de fumar. En la actualidad el 36% de los varones y el 22% de las mujeres del país se convierten en fumadores de cigarrillos antes de los 18 años. En un informe de la Dirección General de Estupefacientes se muestra que de cada cien estudiantes de primaria 26 son ya consumidores y en la secundaria 25 de cada cien. Es similar a lo que ocurre con el alcohol y en buena parte con la droga. Los licores, incluyendo la cerveza, el cigarrillo y el tabaco, constituyen los mayores ingresos tributarios en los presupuestos regionales. Sólo en Antioquia, durante los últimos años, esos aportes por concepto de los altos consumos de cigarrillo y tabaco, se han estimado en $49.500 millones. Es necesario desarrollar una conciencia del problema para limitar los efectos dañinos originados por los altos consumos del tabaco, en sus distintas modalidades y presentaciones. Al final de cuentas está en peligro no sólo la salud de muchos millones de personas que ya fuman sino, también, la de una nueva generación que aun no ha comenzado a fumar. El tabaco es la auténtica epidemia de nuestros días en los países desarrollados. La OMS considera que el

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tabaquismo es el principal problema de salud en estos países. Fumar es la principal causa del 87% de las muertes por deficiencias pulmonares; del 30% de todas las muertes por cáncer y del 21% de las muertes debidas a cardiopatías. El tabaquismo es una enfermedad y no un hábito, aunque los adictos no lo sepan. Tiene similitud a la adicción a la heroína. Según un estudio realizado en Chile, el consumo es mayor mientras más bajo sea el nivel socio-económico. La nicotina genera adicción física y psíquica. “Los cigarrillos están hechos de manera que crean dependencia entre sus consumidores. El cigarrillo es la droga que con más asiduidad se consume. Nadie se droga cada 25 minutos, el fumador sí”. (Lic. Daino Lalcec) El tabaquismo en la mujer ha aumentado considerablemente en las últimas décadas. En el 2001 la Oficina Médica de los Estados Unidos informó sobre un alarmante aumento del 600% en la mortalidad femenina por cáncer de pulmón, en comparación con los datos de 1950. El tabaquismo es hoy en día una de las causas de enfermedad pulmonar más difundida, pues cada año, según las estadísticas organizadas por instituciones de salud, mueren en el mundo 400.000 personas por enfermedades originadas en el consumo del tabaco. El tabaco puede dañar la capacidad de audición. Los fumadores tienen un 70% de más posibilidades de sufrir pérdida de audición que los no fumadores. Este riesgo aumenta con la exposición al humo del tabaco. En el mundo hay hoy 1.100 millones de tabaquistas, el 80% de los cuales viven en países de mediano y bajo ingreso. En América Latina se ha intensificado el consumo en Argentina, Brasil, Uruguay, Perú y Colombia, donde el 35.1% son hombres y el 19.1% mujeres, según estudios realizados por el Banco Mundial en 1995. El fumador pasivo, según las definiciones científicas establecidas, corresponde a la persona no fumadora pero que aspira el humo del tabaco de los fumadores que la rodean. Para dejar el cigarrillo hay que imponer la fuerza de voluntad. Frente a los grandes problemas del tabaquismo, tanto en Alemania como en Francia se ha estudiado la posibilidad de producir un cigarrillo inofensivo, con menos nicotina y menos cargados de cera, parafina y resinas. Dentro de la estimulación de abando-

nar el tabaco y los fósforos para siempre, se logró el lanzamiento de un producto decotinizado que eliminaba el hábito de fumar, sin obtener los resultados previstos. Estas circunstancias han obrado en la convocatoria que la OMS hizo a los 192 países miembros para estudiar nuevamente en Ginebra, Suiza, a partir del 17 de febrero de 2008, las bases para un convenio general que permita un mayor control a todo cuanto tiene que ver con la producción, comercialización y consumo del tabaco. Los acuerdos suscritos se aplicaran a partir del 31 de mayo de éste año, dado que esta fecha ha sido señalada como el día mundial de la lucha contra el tabaco. Inicialmente se acordaron puntos fundamentales para restringir la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco con el fin de disminuir el consumo entre la juventud. Este convenio internacional dispone un control severo en lo que se considera denominaciones engañosas tendientes a persuadir a los fumadores sobre el consumo de cierto tipo de cigarrillos con el argumento de ser menos dañinos que otros. Los estudios pertinentes a este acuerdo contra el tabaquismo fueron discutidos durante dos semanas por los ministros representantes de los Estados miembros de la Organización Mundial de la Salud, quienes darán su definitiva aprobación en la Asamblea Mundial de la Salud que tendrá lugar en Ginebra entre el 19 y el 28 de mayo, para su divulgación al concluir este mes. En adelante será necesario hablar de la epidemiología del tabaco. En muchos países los poderes públicos han tomado ya posición ante este problema. Las experiencias se multiplican y gracias al intercambio y a la comparación de los resultados será posible oponer en el ámbito internacional un frente común al azote del tabaquismo como al del alcoholismo y al de la droga. Más tarde o más temprano, para el fumador el tabaco es un veneno mortal, por eso, entre el tabaco y la salud, toca elegir a cada uno. Sobre todo a los que ya son víctimas de esta epidemia. Al fumador empedernido no le queda otra alternativa que repetir con Atahualpa Yupanqui: “Pobrecito mi cigarro Un día lo han de culpar Cuando al corazón cansado Se le duerma su compás.

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Nuevamente el Ferrocarril de Antioquia Por Basilio Calazans Palacio Abogado de la Universidad de Antioquia Especialización en Derecho de las Telecomunicaciones

El desarrollo de la infraestructura de transporte de un país es determinante en su crecimiento económico y desde esta perspectiva el país cuenta con cinco modos principales de transporte para prestar este servicio, a saber: carretero, ferroviario, fluvial, marítimo y aéreo; es importante ver cómo evolucionó Colombia en el modo férreo. La construcción de ferrocarriles en el país tiene sus inicios con el ferrocarril transístmico de Panamá, ordenada por la Ley 4 de julio de 1850, y posteriormente en su orden: 1850-1855 Ferrocarril de Panamá; 1869-1871, Ferrocarril de Bolívar en Barranquilla; 1872-1915, Ferrocarril de del Pacífico; 1874-1914, Ferrocarril de Antioquia; 1880-1888, Ferrocarril de Cúcuta; 1881-1897, Ferrocarril de la Dorada; 1881-1908, Ferrocarril de Girardot; 1881-1943, Ferrocarril de Puerto Wilches, 1881-1906, Ferrocarril de Santa Marta; 1881-1889, Ferrocarril de la Sabana y Cundinamarca; 1889-1894, Ferrocarril de Cartagena; 1889-1920, Ferrocarril del Norte (Bogotá-Zipaquirá); 1893-1921, Ferrocarril del Tolima; 1895-1929, Ferrocarril del sur (Salto Tequendama); 1892-1913, Ferrocarril de Amagá. (Fuente: Carlos Alberto Mejía (1987): La Nación y los Ferrocarriles: Auge y Deterioro. Universidad Nacional, Sociología: Tesis.) El objetivo del surgimiento de los ferrocarriles fue muy claro: La integración entre las regiones produc-

tivas del país con el Río Magdalena, pero por las limitaciones del pueril Estado colombiano en su naciente economía le tocó proceder con extrema liberalidad al sistema de concesiones otorgadas sin un claro control en la ejecución a sectores privados y extranjeros por la falta de recursos de la Nación y la existente restricción del mercado de capitales, lo que implicó el desarrollo desigual del sistema ferroviario. En este escenario, se inicia la importante época de los ferrocarriles en Colombia paralelamente con el vertiginoso desarrollo de este sistema de transporte en el resto de los países del mundo. El ingeniero Cisneros, utilizando la importante y ya establecida navegación fluvial por el río Magdalena, conecta por medio de ferrocarriles regionales de trocha de 0,91 metros (yarda), las principales ciudades productivas del interior del país con los nuevos puertos fluviales y establece entre los años 1872 y 1914 (Cisneros muere en 1899) la rutas férreas: Barranquilla a Puerto Colombia (o Puerto Belillo); Puerto Berrío a la población de Cisneros en Antioquia 1. La construcción del emblemático Ferrocarril de Antioquia, que más tarde serviría de transporte eficiente en la conexión de sus mercados regionales a la economía nacional y al abaratamiento de costos por el movimiento de grandes volúmenes de carga, en especial el café, en el renglón de exportación, y de maquinaria y materia prima, en la importación, fue base para la construcción y desarrollo de la industria nacional por su actividad permanente entre los grandes centros de producción y consumo. La ferrovía de Antioquia es iniciada en Puerto Berrío, a orillas de Magdalena, en dirección a Medellín en 18742. Posteriormente, en 1929, con la apertura del célebre túnel de la quiebra, obra dirigida por el ingeniero colombiano Alejandro López, se creó la conexión definitiva Medellín - Cisneros. Con la unión de estos dos tramos férreos y el Túnel de la Quiebra se permitió la conexión entre las regiones que más tenían desarrollada la producción y se logró la integración cultural y social, propia de la hoy idiosincrasia colombiana. El Ferrocarril de Antioquia incentivó la movilidad e integración de las personas, la provincia se integró con la capital Medellín, Bello, Girardota, Hatillo, Barbosa, Popalito, Botero, Porcecito, Santiago, Limón, Cisneros, Sofía, Providencia, San José, Nare- la Sierra, Caracolí, Monos, Virginias, Cabañas, Sabaletas, Cristalina, Calera, Malena, Grecia, Puerto Berrío, aparecieron las veredas y corregimientos, las ventas caseras, la torta de carne, la empanada, las almojábanas,

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Nuevamente el Ferrocarril de Antioquia

El Ferrocarril de Antioquia facilitó las actividades de intercambio de mercancías, posicionó los productos nacionales en los mercados internacionales y promovió el desarrollo social de las personas a través del mejoramiento en salud, recreación, educación y trabajo, entre otros.

las hojaldras y el mercadeo de frutas exóticas de la región, el mango, el mamoncillo, la guanábana, la naranja, el limón, la mandarina, la papaya, la algarroba, la guama, la sandía. En síntesis, promovió el desarrollo social de las personas a través del mejoramiento en salud, recreación, educación y trabajo, entre otros. El Ferrocarril de Antioquia facilitó las actividades de intercambio de mercancías, posicionó los productos nacionales en los mercados internacionales y promovió el desarrollo social de las personas a través del mejoramiento en salud, recreación, educación y trabajo, entre otros. Igual proceso se inició al Suroeste del Departamento de Antioquia. La construcción del ferrocarril Medellín- Amagá entre los años 1892 y 19133, facilitó la conexión de Medellín con estaciones ferroviarias como El Poblado, Aguacatala, Envigado, Sabaneta, Itaguí, la Tablaza, Caldas, Primavera, Salinas, Nicanor Restrepo (Alto de la Paja), la Honda (Estación Angelópolis), Minas, Pie de Cuesta (Estación de Amagá), Camilo C, Jonás, Palomas (Estación Fredonia, San Julián, Puente Soto, Tulio Ospina, Bolombolo, Tarso, Puente Iglesia, La Pintada o Alejandro López. Esta zona está conformada por veinticuatro municipios: Amagá, Andes, Angelópolis, Betania, Betulia, Caicedo, Caramanta, Ciudad Bolívar, Concordia, Fredonia, Hispania, Jardín, Jericó, La Pintada, Monte Bello, Pueblo Rico, Salgar, Santa Bárbara, Támesis, Tarso, Titiribí, Urrao, Valparaíso y Venecia4. Zona rica en carbón y café. La construcción del Ferrocarril de Antioquia interconectó dos importantes regiones del Departamento y del territorio nacional. Las subregiones

que convergen con el río Magdalena; Nordeste y Magdalena Medio vinculan a Antioquia con el norte del país y el Océano Atlántico, y la región del Suroeste que vincula al Departamento de Antioquia con el sur del país y con el Pacífico. Entre el año de 1944 y 1962 se estableció la conectividad entre Puerto Berrío sobre el río Magdalena y Buenaventura y el gran ferrocarril interoceánico entre Santa Marta y Buenaventura, de altísima importancia para el vertiginoso desarrollo de nuestro país en el Siglo XX, gracias a la terminación de la construcción en l962 del Ferrocarril del Magdalena o del Atlántico. Antioquia estaba convertida en el centro de la conectividad interoceánica, era pujante desde principio del Siglo XX y su posterior desarrollo en los años 60’s se debió gracias al café y a los procesos generados por la minería que impulsaron el desarrollo de industrialización de Medellín5. Productos que se transportaban de océano a océano. En síntesis el ferrocarril no sólo ayudó a transformar la economía del país sino a la integración y al surgimientos de nuevos valores éticos-morales; culturales y sociales, dejando de paso una sociedad fundamentalmente agrícola y enrutándola hacia procedimientos y mecanismos industriales.

El ocaso El Ferrocarril de Antioquia no estaba excluido del siguiente panorama: …Sin embargo, debido a la falta de recursos y de capacidad técnica, estos primeros ferrocarriles se construyeron mediante el ya mencionado sistema de concesiones6, sistema de contratación viable en vista del atraso del país a finales del Siglo XIX y principios del XX. No obstante, debido a la deficiencia en la elaboración de los contratos, el sistema no fue exitoso. Entre 1887 y 1920 sólo se construyeron 1,200 km. de vías férreas. El modo férreo enfrentó graves problemas financieros, la escasez de recursos, la nacionalización de las vías férreas, proceso que se inicia en 1954 y culmina en 1961 con la compra del Ferrocarril de Antioquia por parte de la Nación, la competencia de las carreteras financiadas y con administración directa de la Nación, los altos costos laborales y las bajas tarifas redujeron sus ingresos y de inmediato la operabilidad de las líneas férreas. “En 1960 El ferrocarril colombiano tenía 3,413 km. de línea férrea y por descuido técnico sólo funcionaban 2,619 km. y de 160 locomotoras en 1980, para 1984 funcionaban menos de 607. El resto fueron vendidas al Gobierno chileno o se deterioran

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en los patios de ferrocarriles que hoy permanecen abandonados. Contrario a lo esperado, las pérdidas de los ferrocarriles no fueron ocasionados por mayores costos, sino por los decrecientes ingresos y la falta de voluntad política de los gobernantes al no exigir un control riguroso en su administración. Los efectos negativos de los factores anteriores de carácter global, y en general externos a los ferrocarriles, se vieron acrecentados, además por problemas de orden interno: 1) “la conformación de su Junta Directiva que de acuerdo al Decreto 1492 de 1970 era así: ministro de Obras Públicas y Transporte, más cuatro delegados escogidos de las listas enviadas al Presidente de La República por la agremiaciones empresariales de la industria, el comercio, el sector agropecuario y la banca; ésta última no es usuaria del ferrocarril; 2) Los continuos cambios en el personal directivo (15 gerentes en los últimos 20 años, cuatro en los últimos tres años)8 generando directivos sin conocimiento del problema del transporte en general, además, se daba el evento de que el gerente imponía sus intereses favoreciendo al sector del cual provenía. A esto se le suma que el auge de la construcción de ferrocarriles ocurrió en la misma época en que tomaba impulso el desarrollo del transporte automotor de modo que las carreteras reemplazaron rápidamente a los ferrocarriles. La política de movilidad por parte del Estado, que desde los años 60 estuvo encaminada a la ampliación de la red vial por carretera, mejorando y ampliando corredores carreteros; estancó a los ferrocarriles, a pesar de las ventajas que estos ofrecen en tiempo y economía en el transporte de carga y pasajeros.

La nueva política ferroviaria Fue el gobierno del doctor Virgilio Barco (19861990) quien inició la era de la recuperación de los ferrocarriles nacionales al promulgarse la ley 21 de 1988 de recuperación del servicio público de transporte ferroviario nacional y que diera nacimiento a la Empresa Colombiana de Vías Férreas-FERROVÍAS9; continuó su gesta el doctor Ernesto Samper Pizano (1994-1998). En su gobierno se creó el documento CONPES 2775 “participación del sector privado en infraestructura física” del 26 de abril de 1995 , en el cual se recomienda como estrategia para la modernización de la red férrea nacional, la implantación del sistema de concesiones, a diferencia al de los celebrados a fines del Siglo XIX y principios del Siglo XX; éstas son sometidas a entes de control tales la Oficina de

Contrario a lo esperado, las pérdidas de los ferrocarriles no fueron ocasionados por mayores costos, sino por los decrecientes ingresos y la falta de voluntad política de los gobernantes al no exigir un control riguroso en su administración.

Control Interno, el Instituto Nacional de ConcesionesINCO, la Fiscalía General de la Nación, la Procuraduría General de la Nación, la Contraloría General de la República, entre otros. A través del CONPES 2776 de abril 26 de 1995 se complementó una nueva política ferroviaria, aprobando inversiones por 338 millones de pesos para rehabilitar 1,600 kilómetros, modernizar los sistemas de comunicación, reparar las estaciones y bodegas con el fin de mejorar las condiciones de operación de la red existentes. También incluía la propuesta de complementar la rehabilitación de la red con habilitación de terminales interiores y centros de transferencia intermodal de carga, entre los modos principales de transporte para prestar este servicio, como el carretero, ferroviario, fluvial y marítimo, lo que permitía al modo férreo volver a acceder a la carga de vocación ferroviaria.

Contratos de concesión El Documento CONPES 2776 DE 1995 recomendó la modernización de la red férrea nacional por medio del sistema de concesiones; para dar cumplimiento a este documento Ferrovías inició las estructuraciones técnicas, legales y financieras de las concesiones férreas, otorgándose en diciembre de 1998 (Gobierno de Andrés Pastrana Arango -1998-2002) a la Red Férrea del Pacífico el tramo de 500 km. y el 9 de septiembre de 1999 a la Red Férrea del Atlántico, el tramo de 1500 Km., en el cual siempre ha estado incluido desde esta fecha el tramo Puerto Berrío- Envigado, sin ser posible a la fecha la conexión entre los dos tramos, como en otrora lo fue a través del Ferrocarril de Antioquia; ambas concesiones tienen una duración de 30 años para la rehabilitación, conservación, mantenimiento y operación de la infraestructura.

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Nuevamente el Ferrocarril de Antioquia

Proyecto concesión sistema ferroviario central10 El Estado ha adoptado diferentes políticas tendientes a regular e implementar dicho tema y en la actualidad (segundo gobierno de Álvaro Uribe Vélez) existe el documento CONPES 3512, aprobado el 7 de abril de 2008 llamado “Concesión Sistema Ferroviario Central”, el cual tiene como objetivo reactivar el servicio de transporte ferroviario de carga y pasajeros desde el centro del país hacia el puerto de Santa Marta y viceversa, teniendo en cuenta que el tramo La Dorada - Chiriguaza fue rehabilitado dentro del contrato de concesión de la red férrea del Atlántico; y el extender la vía férrea concesionada, para permitir el acceso por este modo de transporte al departamento del Tolima, para lo cual el proyecto incluye la construcción de la variante férrea en La Dorada y la reconstrucción de la vía férrea entre La Dorada y Buenos Aires. Adicionalmente, a fin de evitar el deterioro de los corredores férreos complementarios, y previendo la movilización potencial de trenes turísticos a futuro, se pretende llevar a condiciones de paso de tren los tramos de montaña La Dorada – Facatativá y Cabañas – Envigado. Este tramo es el conocido Puerto Berrío-Medellín. El Sistema Ferroviario Central, se extiende a lo largo del valle del Río Magdalena y conecta la zona centro del país con la concesión del Atlántico (Chiriguaza – Santa Marta., La longitud total del Sistema Ferroviario Central es de 1,214 km., y se encuentra conformado por los tramos que se relacionan a continuación: Villa Vieja - Buenos Aires, 154 km., inactivo y sin rehabilitar; Buenos Aires Mariquita – La Dorada, 177 km., inactivo y sin rehabilitar; La Dorada – Chiriguaza, 523 km.,rehabilitado; Puerto Berrío – Cabañas, 29 km., rehabilitado; Cabañas – Envigado, 169 km., sin rehabilitar; La Dorada – Facatativá, 162 km., sin rehabilitar. Según los estudios de estructuración hechos por el documento CONPES 3512, las proyecciones realizadas, si se mantienen las condiciones actuales de mercado y de desarrollo económico, transporte de 276 mil toneladas al año, se espera que el potencial de carga de este corredor crezca a una tasa anual superior al 2%. Tradicionalmente ha existido el concepto que la carga férrea debe ser de fácil manipulación y bajo valor unitario, lo cual ha llevado a determinar un conjunto de bienes específicos que coinciden con los identificados en informes previos y los relacionados en reuniones con funcionarios tanto del sector público como del privado. Este proceso permitió identifi-

para contribuir a lograr la visión al 2020, constituirse en “la mejor esquina de América”, Antioquia, entre otros programas, tiene el de impulsar otros modos e infraestructuras de transporte, como son aeropuertos, puertos, ferrocarriles y vías fluviales, para potenciar el transporte multimodal

car los siguientes productos: carbón y otros minerales metálicos, chatarra, hierro, acero, cemento y clinker, graneles agrícolas (cereales), café, fertilizantes, papel, cartón y contenedores.

Plan de inversiones proyecto concesión sistema ferroviario central Esta concesión está estimada para una duración de 30 años y será dirigida por una asociación público – privada con claras inversiones por parte de los socios: Estado y sector privado. El sector privado está obligado a la inversión en lo referente al material rodante. El aporte en la inversión que hará el Estado será referente a la ejecución de obras de rehabilitación, reconstrucción de la infraestructura y mantenimiento. En total se requieren $770.248 millones de 2007 como monto máximo de aporte estatal, de los cuales se destinarán $ 405.160 millones de 2007 para las actividades de mantenimiento y $ 365.088 millones de 2007 para la ejecución de las obras de rehabilitación y reconstrucción de la infraestructura concesionada11.

Ferrocarril interoceánico Como referente de la importancia y la urgencia de la rehabilitación del Ferrocarril de Antioquia es el movimiento de carga con vocación férrea que se realiza básicamente entre el interior del país (Bogotá, Medellín) y los puertos de la costa del Océano Atlántico (Cartagena, Barranquilla y Santa Marta). Igual conexión se necesita nuevamente entre Medellín, Felisa, Palmira y Buenaventura. Cartagena y Barranquilla constituyen los principales

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orígenes y destinos en la costa del Atlántico. Sin embargo, estas ciudades carecen de servicio ferroviario y por ello el servicio debe prestarse a través de un esquema intermodal utilizando centros de transferencia a lo largo del corredor del río Magdalena; para Antioquia es vital hacer el recorrido Medellín-Puerto Berrío y así utilizar el puerto multimodal que al momento ha sido subutilizado a pesar de la millonaria inversión que ha hecho Cormagdalena en la recuperación de los puertos sobre el río Grande de la Magdalena desde Barranquilla hasta Honda, Tolima. En este sentido se identificaron como sitios de trasbordo los siguientes: La Dorada - Puerto Salgar, para la transferencia de carga del modo carretero al modo férreo y viceversa, para atender las demandas del interior y sur occidente del país. Puerto Berrío, para la transferencia de carga del modo carretero al modo férreo y viceversa; atiende la demanda de Medellín y su área de influencia. En el Plan de Desarrollo de Antioquia, el señor gobernador, doctor Luis Alfredo Ramos, bajo su slogan manos a la obra proyecta la conectividad externa e interna con los grandes ejes que comunican a Medellín con el resto del país y el mundo, y de otro lado, con las vías que propicien condiciones para el desarrollo endógeno y local, condiciones de

equidad en las subregiones e integración territorial. En este sentido, para contribuir a lograr la visión al 2020, constituirse en “la mejor esquina de América”, entre otros programas tiene el de impulsar otros modos e infraestructuras de transporte, como son aeropuertos, puertos, ferrocarriles y vías fluviales, para potenciar el transporte multimodal12.

Consideraciones finales Colombia posee un atraso de 100 años en el sector transporte respecto a los demás países en desarrollo, incluso con los del tercer mundo. Los ferrocarriles colombianos fueron eficientes cuando estuvieron en manos de los departamentos; Antioquia debe hacer una realidad la rehabilitación del Ferrocarril. Con los tramos recuperados por los concesionarios se demuestra la viabilidad de las líneas férreas; de hecho, los productos de vocación férrea deben comenzar a movilizarse por ellas. Dentro del programa de gobierno del presidente Uribe siempre ha estado, no sólo la recuperación de las líneas férreas, sino la construcción de nuevos ferrocarriles.

Notas 1 ARBELAEZ RESTREPO, Ignacio. Ferrocarriles. Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín Facultad de Minas. Escuela de Ingeniería Civil. 2 Francisco Javier Cisneros al mando de un equipo de dirección formado por norteamericanos, cubanos y peruanos y por obreros presidiarios asignados por el Departamento. El contrato es cedido a Charles Brown de Estados Unidos quien falleció...; finalmente, la obra pareció estabilizarse y progresar bajo la dirección de miembros de la Sociedad de Ingenieros como Rafael Torres Mariño y Tomás Arturo Acevedo. Revista Credencial. Historia Cisneros 100 años Ferrocarriles. Edición Nº 102. 3 El Ferrocarril de Amagá, iniciado por la Casa Ospina Hermanos en 1892 y concluido parcialmente en Angelópolis en 1913, a 41 km., despertó la crítica de los antioqueños, quienes sostuvieron que la obra favorecía intereses de la Casa respecto de las minas de carbón de Amagá y tierras urbanizables de Medellín. Revista Credencial. Historia Cisneros 100 años Ferrocarriles. Edición Nº 102. 4 http://regionalizacion.udea.edu.co 5 Los estudios regionales en Colombia: El caso de Antioquia. Medellín, 1982.

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6 Hoy existe la Ley 80 de 1993, el control interno, el Instituto Nacional de Concesiones; la Fiscalía General de la Nación; la Contraloría General de la República, la Procuraduría General de la Nación. 7 Contraloría General de la República. La crisis de los ferrocarriles. Noviembre 1991 8 Contraloría General de la República. La crisis de los ferrocarriles. Noviembre 1991 9 Decreto 1588 de 1989, por el cual se crea la Empresa Colombiana de Vías Férreas, y se dictan normas para su organización y funcionamiento. 10 Documento CONPES. 3512. Concesión Sistema Ferroviario Central. 7 de abril de 2008. 11 Documento CONPES. 3512. Concesión Sistema Ferroviario Central. 7 de abril de 2008. 12 El Plan de Desarrollo de Antioquia 2008-2011, tiene entre las líneas estratégicas la recuperación de los ferrocarriles.


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De Medellín a hoy Por José Comblin

¡Medellín! ¡Tan cerca para algunos, tan lejos para la gran mayoría! Pues, en 40 años América Latina ha cambiado y la Iglesia también ha cambiado, tal vez más que la misma sociedad. Muchos ni se acuerdan de Medellín. En Medellín los obispos miraban hacia América Latina en esta forma: “Estamos en el umbral de una nueva época histórica de nuestro continente, llena de un anhelo de emancipación total, de liberación de toda servidumbre, de maduración personal y de integración colectiva. Percibimos aquí los prenuncios en la dolorosa gestación de una nueva civilización. No podemos dejar de interpretar este gigantesco esfuerzo por una rápida transformación y desarrollo como un evidente signo del espíritu que conduce la historia de los hombres y de los pueblos hacia su vocación” (Introducción, 4). Los que todavía hablan así hoy en día son tratados de dinosaurios. En 1968 y en 2008 los católicos confiesan los mis-

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mos dogmas, reciben los mismos sacramentos, dentro de la misma estructura eclesiástica. Pero todo ha cambiado, todo lo que es realmente importante: la vida. Vamos a ver las grandes diferencias producidas por 40 años de historia.

1. El Papa En 1968, Paulo VI había publicado Populorum Progressio y todavía tenía todo el prestigio del Concilio Vaticano II que había llevado hasta un final feliz. No era “popular” pero podía contar con un gran respeto por parte del clero, de los religiosos, y de los laicos formados que esperaban de él que fuera capaz y dispuesto a orientar la aplicación del Concilio: todavía no se percibían los síntomas de la gran depresión que iba a afligirlo en los últimos años de su pontificado. Paulo VI no era teólogo, pero tenía una gran cultura y una gran atención a la cultura de su tiempo. Estaba muy marcado por la Iglesia de Francia, sus teólogos, sus obispos, sus experiencias pastorales. Maritain era para él lo mejor del catolicismo francés. No se había dejado asustar por los franceses aunque la Curia romana hubiera condenado todo lo que había en Francia. Era tímido lo que impedía que pudiera imponer su dirección a la Curia. A veces se dejaba empujar por la Curia, aunque fuera de Roma pocos estuvieran conscientes de ello en aquel tiempo. El CELAM había aprobado con evidente satisfacción la propuesta de una nueva Conferencia hecha por mons. Manuel Larraín. Quiso estar presente en su inauguración creando así un precedente. Su encíclica sobre el desarrollo fue muy importante en la Conferencia de Medellín. Paulo VI había entendido muy bien el mensaje de Juan XXIII: la Iglesia debía mirar hacia el mundo y hablar a los hombres de su tiempo y emanciparse de un lenguaje que ya nadie entendía. Benedicto XVI es un teólogo de gran prestigio. Es un teólogo conservador bastante distante del mundo teológico de Alemania. Lo han elegido para que fuera el continuador de Juan Pablo II. Había sido durante casi todo el pontificado de Juan Pablo II el teólogo más influyente al lado del Papa. Fue el gran defensor de las tesis tradicionales en eclesiología y en moral. Fue el promotor y el alma del Sínodo extraordinario de 1985 encargado de explicar y actualizar el Concilio Vaticano II. En la práctica el Sínodo sirvió para relativizar el Concilio de tal modo que ya no tuviera ninguna fuerza de transformación. Aniquiló la fuerza transformadora

Medellín deja de ver al hombre como objeto inerte de la evangelización, puro receptor pasivo destinado a ser formado por la Iglesia. Ve en el hombre un sujeto activo que construye su existencia y un mundo nuevo.

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del Vaticano II e hizo que la Iglesia se encerrase en si misma como una fortaleza que se defiende. El cardenal Ratzinger destruyó y eliminó del vocabulario eclesiástico el concepto de pueblo de Dios que para la mayoría conciliar era el núcleo central del Concilio. Aceptó toda la argumentación de R. Vekemans sobre el marxismo de la teología de la liberación sin dar atención al episcopado latinoamericano. Condenó la teología de la liberación. El Papa trató de atenuar los estragos provocados por la instrucción del cardenal Ratzinger, pero el mal estaba hecho. La instrucción de la Congregación de defensa de la fe logró que esa teología latinoamericana fuera rechazada como peligrosa en la mayoría de las diócesis. Su lucha contra esa teología fue implacable. Más fuerte que la de Juan Pablo II que ya era bastante fuerte. De la teología de la liberación desde entonces no se puede hablar ni en las facultades de teología ni en los seminarios, salvo un poco en Brasil. Fue el gran adversario de la ordenación de las mujeres, y no manifiesta señales de cambio en ese asunto. Estaba muy cercano al movimiento de Giussani Communione e Liberazione que defendió en la vida pública italiana las tesis más rigurosas de la moral. Muy cercano también a los movimientos lefebristas da la impresión de cultivar la nostalgia de la Iglesia pre-conciliar. Es una persona muy amable, de muy buenas relaciones sociales, sin autoritarismo en la relación humana, pero inflexible en la doctrina. Busca el diálogo y fueron muy bien vistas sus conversaciones con Habermas o con Küng. Pero son diálogos sin conclusión: mucha sonrisa, mucha amabilidad, pero ninguna concesión sobre el fondo de la cuestión. En su discurso inaugural en Aparecida el Papa fue muy moderado. No condenó a nadie. También no había nada para condenar puesto que Roma tiene el control total sobre todo lo que pasa en la Iglesia. Aún así su moderación era un elemento muy favorable porque quiso dejar un espacio de autonomía a los obispos. Sin embargo, en el contexto de la Conferencia, los discursos y las actividades, había dos señales representativas de su pontificado. Primero, en un discurso a los obispos del Brasil hizo referencia a la salida importante de los católicos. Son millones que se van a las Iglesias pentecostales. Los obispos fueron culpabilizados porque entendieron que el Papa les reprochaba una falta de fervor apostólico. Como siempre en la Iglesia, los problemas son atribuidos a fallas personales. El Papa no puede sentir que es un

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Los obispos que orientaron Medellín querían estar al frente de la conversión de la Iglesia a los pobres. Por eso todos fueron perseguidos. Todos fueron castigados en Roma. Todos fueron hostilizados por las autoridades políticas y odiados por los poderosos.

problema de estructuras y de cultura, y que los más santos obispos no podrían impedir esa huída. Pero en la Iglesia nadie puede decir que el problema es estructural y nadie puede insinuar que una cultura diferente pueda exigir cambios. Entonces la culpa la tienen los obispos. Ahora bien, los obispos han sido escogidos por el Papa y hacen rigurosamente todo lo que la Curia les manda. ¿Cuál es la conclusión? En segundo lugar, las visitas y los encuentros del Papa fueron con los movimientos, lo que manifestó una especial cercanía entre el Papa y los movimientos, continuación del pontificado de Juan Pablo II. El mensaje era claro para los obispos.

enunciada y no se explicitaba. Había un tabú. Era la inmensa migración de los católicos hacia las comunidades evangélicas. En ningún momento se reconoció que éste era el motivo, pero en las conversaciones informales siempre aparecía. El desafío era encontrar una respuesta eficaz a ese problema. La Iglesia estaba perdiendo terreno cuantitativamente y cualitativamente. Su influjo en la sociedad estaba disminuyendo. No se podía reconocer públicamente. Habría sido confesar una debilidad. Por eso, el gran tema fue la misión. Si toda la Iglesia se hace misionera ella podrá impedir la continuación del proceso de huída de los católicos y reconquistar el terreno perdido. De nuevo, no se podía reconocer que esa migración, que es sobre todo de los pobres, tenía causas estructurales y necesitaba cambios estructurales. La causa y el remedio solo podía estar en los individuos: ahora todos los católicos debían ser misioneros. No se preguntaba por qué no lo son: solo podía ser por flojera. La exhortación de los obispos sería suficiente para que empezaran a hacer lo que no hacían. El problema era de pereza y no era problema estructural o cultural. En este momento no se piensa en cambios, sino más bien en conservación o retorno al pasado para que los individuos cambien en las mismas estructuras que impidieron que fueran misioneros. No hay nostalgia del Concilio, sino más bien nostalgia de la Iglesia pre-conciliar.

3. El episcopado

2. Vaticano II La Conferencia de Medellín fue reunida para aplicar el Concilio a América Latina. El Concilio estaba presente a cada momento. En primer lugar había el movimiento total, el significado global del Concilio. En América Latina fue entendido como exhortación a los cambios. Los obispos estaban reunidos para definir los cambios necesarios en la Iglesia latinoamericana. Esta era su predisposición. Para casi todos los obispos el Concilio había sido una gran sorpresa. Todos abrieron los ojos y se convirtieron. Estaban en Medellín con el fervor de neo-convertidos. De modo más específico, la preocupación era la promoción de los laicos, el cambio de los ministerios en el sentido de servicio al pueblo de Dios, la opción por los pobres, el servicio activo de la Iglesia en la liberación temporal de los pueblos de América Latina, y el cambio de las estructuras para dar respuesta a esos retos. En Aparecida, la motivación fundamental no fue

Los obispos de Medellín estaban saliendo del Concilio con el sentimiento de que estaba naciendo una nueva Iglesia. El CELAM era para ellos una realización de la colegialidad episcopal. Pero había algo más que el Concilio: los organizadores de Medellín venían del Pacto de las Catacumbas firmado en la catacumba de Sta. Domitila en Roma el 16 de noviembre de 1965 por 40 obispos que querían hacer una opción personal por los pobres. Discretamente como siempre don Helder Câmara era el alma del Pacto y el alma de Medellín. Su profunda amistad con Manuel Larraín y su experiencia de estrecha colaboración en la fundación y el desarrollo del CELAM le daba un destaque merecido. Estos obispos querían que Medellín fuera en primer lugar un programa de conversión para ellos mismos, los obispos. En la opción por los pobres, en la lucha por la liberación de los pueblos latinoamericanos querían estar al frente con la voluntad de convencer a sus iglesias particulares a adoptar las

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mismas opciones. Los del Pacto y otros ya se habían convertidos y ya vivían en medio de los pobres una vida pobre y humilde, totalmente ajena al modelo tradicional de obispo. No querían aparecer como príncipes, sino como hermanos.

Los obispos actuales no pueden cuestionar estructuras de la Iglesia. Se atienen a los dogmas definidos y a las normas morales de la Santa Sede sobre todo en materia de sexo y reproducción. Defienden los “derechos” de la Iglesia” más que los derechos humanos y promueven la fundación de muchas obras de culto o de caridad.

No todos los obispos latinoamericanos llegaron a imitar a Helder Câmara, Leonidas Proaño, Enrique Angelelli, Fernando Ariztía, Sergio Mendes Arceo, Samuel Ruiz y otros más recientes como Oscar Romero. Pero algo cambió en el estilo de vida de todos. Todos se hicieron más cercanos a su pueblo y más cercanos a los pobres, aunque fuera poco. Los obispos que orientaron Medellín querían estar al frente de la conversión de la Iglesia a los pobres. Por eso todos fueron perseguidos. Todos fueron castigados en Roma. Todos fueron hostilizados por las autoridades políticas y odiados por los poderosos; 4 obispos murieron asesinados, tal vez 5. El signo más famoso de esa persecución fue cuando la policía del Ecuador prendió en Riobamba a 17 obispos latinoamericanos y los llevaron a un cuartel de Quito, juntamente con 38 personas entre las cuales sacerdotes, religiosas, una pastora alemana y seglares, entre ellos el futuro premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. Ese acto simbólico fue más significativo cuando se supo que en el origen de esa prisión estaban el nuncio apostólico y el arzobispo de Guayaquil, implacables enemigos de mons. Leonidas Proaño. El episcopado actual es diferente. Son personas muy dignas, llenas de virtudes, realizando muy bien el modelo de Trento. Son buenos administradores, preocupados con su diócesis. Pero no hacen de los pobres su prioridad, no se meten en los problemas sociales para defender a los oprimidos. Son ministros del recinto sagrado, viven en la Iglesia “ad intra” y sólo aparecen discretamente al lado de las autoridades civiles o militares. No tienen conflictos y no suscitan ninguna forma de persecución. Son discretos. La TV solo los muestra en misas o procesiones, o bien al lado de las autoridades en algunos eventos públicos. Muchas veces son escogidos por su vinculación con movimientos: Renovación carismática, Opus Dei, Schönstatt, Focolari. En Brasil es notable el número de obispos hechos por Chiara Luppich, la fundadora del movimiento Focolari. En general los nuevos obispos son escogidos entre los que trabajan con la clase media, pocas veces entre lo que trabajan en el mundo popular: estos no ofrecen las mismas garantías de fide-

lidad al modelo tradicional pre-conciliar. En tiempos de Medellín varios obispos habían trabajado en la Acción católica y fueron los que hicieron Medellín. Los actuales nunca conocieron la Acción católica. Los obispos actuales no pueden cuestionar estructuras de la Iglesia. Se atienen a los dogmas definidos y a las normas morales de la Santa Sede sobre todo en materia de sexo y reproducción. Defienden los “derechos” de la Iglesia” más que los derechos humanos y promueven la fundación de muchas obras de culto o de caridad. Hay algunas excepciones, por supuesto, pero son excepciones que no logran cambiar la dirección básica del episcopado que es conservadora, en el sentido de conservar el pasado. En actividad ya no hay obispos que estuvieron en Medellín. Los nuevos son muy controlados por la Curia romana y no tienen ningún deseo de tener problemas con Roma. Además siempre más son formados en Roma, incluso siempre más se escogen personas que eran funcionarios de la Curia romana. Así queda más claro que el obispo será un buen funcionario romano enviado a su país de origen.

4. El clero En tiempos de Medellín en muchas regiones todavía prevalecía el modelo colonial. Los sacerdotes eran curas-párrocos en las ciudades. Atendían también a una región rural cercana pero esa actividad era muy limitada: algunas visitas cada año y sobre todo participación en la fiesta del Santo o de la Santa. Casi todo el tiempo era reservado a la pa-

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rroquia. La parroquia concentraba casi toda la actividad pastoral. Había entre los sacerdotes algunas asociaciones de piedad. La vida del clero era esencialmente dedicada al culto. Se celebraban fiestas magníficas con mucha expresividad. El párroco era una autoridad social reconocida. La religión todavía era reconocida públicamente y sus fiestas tenían gran importancia social y cultural. La parroquia todavía era una realidad cultural importante salvo en las grandes ciudades con más de un millón de habitantes. La industrialización estaba confinada todavía a algunas ciudades. La clase obrera existía en esas ciudades pero todavía no tenía gran expresión al nivel nacional y los sindicatos estaban dominados por el Estado o por caciques locales. Sin embargo, ya había desde los años 50 algunos sacerdotes que habían descubierto las periferias de las grandes ciudades, el nacimiento de los tugurios y las villas-miseria, que habían descubierto los problemas de los obreros. En aquel tiempo penetró en algunos países la Acción católica obrera y estos sacerdotes estaban en contacto con ese movimiento que les daba más motivaciones. Trabajaban con algunos obispos, o bien en forma solitaria. Querían descentralizar las parroquias y crear pequeñas comunidades porque estaban bien conscientes de que los nuevos pobres nunca irían a una Iglesia parroquial. No se puede subestimar la contribución de los miles de sacerdotes europeos que Pío XII mandó para América Latina. Los que venían tenían un espíritu misionero más fuerte y traían experiencias de sus países. A veces creaban problemas porque querían imponer algo que no respondía a la cultura del pueblo, pero en general ellos se adaptaban. Esos grupos de sacerdotes nacionales o extranjeros fueron los iniciadores de las comunidades eclesiales de base nacidas de la creatividad de algunos sacerdotes de la misma región. En aquel tiempo muchos comentaban que había pocos sacerdotes. Había un sacerdote para cada 10.000 habitantes. Hoy día el número de sacerdotes ha triplicado, pero la población ha triplicado también de tal suerte que la condición no ha cambiado. En aquel tiempo la mayoría de los habitantes vivían en el campo y esos no ocupaban el tiempo de los sacerdotes. La formación en los seminarios menores o mayores era habitualmente buena, mejor que ahora. Muchas vocaciones venían de una familia de nivel cultural superior al promedio del país. Por eso los

Los laicos fueron las mayores víctimas de la persecución en contra de Medellín. Si usaban la palabra liberación, ya eran comunistas. Después de la caída de los militares no se volvió a la situación anterior porque la Iglesia había cambiado. sacerdotes parecían más cultos que ahora, por supuesto en la cultura de ese tiempo. En la actualidad el clero nacional ha crecido y los extranjeros están en vías de desaparecimiento. Pero el nuevo clero es muy diferente del anterior. El anterior acogió y quiso poner en la práctica el programa de Medellín. Una parte importante se fue a vivir con los pobres de los tugurios. Otros entraron en los problemas sociales levantados por Medellín. Algunos entraron en Cristianos por el socialismo, o en movimiento de revolución social o nacional. Les dieron mucha publicidad, pero numéricamente eran muy pocos. La mayoría se dedicaba a la evangelización del mundo popular y a la concientización política y social dentro de las normas de Medellín. El nuevo clero sigue las normas de Juan Pablo II. Concentra sus actividades en la parroquia. El seminario lo prepara para administrar parroquias. Por eso tiende a centralizar de nuevo la pastoral. No cree en las comunidades eclesiales de base o en los pequeños grupos locales. Valora mucho el culto y valora todos los elementos que enriquecen el culto: paramentos litúrgicos, imágenes, devociones, canto y conjuntos musicales. Hay muchas oraciones. No hay formación teológica o bíblica o espiritual. La música y el canto reemplazan a la reflexión y al estudio. Este sistema corresponde muy bien a la nueva cultura. Frecuentemente los sacerdotes trabajan con los nuevos movimientos: sobre todo con el movimiento carismático, o neo-catecumenal, o focolarino y muchos otros más, más o menos importantes según la región. En ese caso, en la práctica la pastoral la dirigen los movimientos. Ahora bien, los nuevos movimientos están presentes casi exclusivamente en la clase media.

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El nuevo clero no se mete en los problemas sociales, en el desarrollo de la ciudad o en la cultura local. Los padres son hombres “separados” como quería el Concilio de Trento y como no quería el Concilio Vaticano II. Del Vaticano II, poco se habla y de Medellín nunca. La vida parroquial se hace más intensa pero limitada en el espacio, porque alcanza solamente una parte de la población bautizada. El mundo de los pobres ha sido abandonado y, en la práctica, entregado a los evangélicos. La gente de la parroquia pertenece a una clase media baja, y, a veces también a una parte de la clase media más alta, pero siempre menos. Después de Vaticano II y de Medellín muchos sacerdotes dejaron el ministerio. Pero este fue un problema general, sobre todo en Europa fue bastante común atribuir a Vaticano II o a Medellín la fuga de tantos sacerdotes. Era la aplicación del sofisma “post hoc, ergo propter hoc”. En realidad el fenómeno coincidió con la inmensa revolución cultural de los años 67-68. Esta destruyó las instituciones tradicionales porque denunció todas las formas de autoridad: la familia, la escuela, la universidad, el Estado y también la Iglesia. Sólo escapó la empresa, mostrando así cuál era la institución más fuerte. Esta revolución continúa y también la salida de muchos sacerdotes absolutamente sin relación con Medellín o Vaticano II. Es un fenómeno que afecta a toda la cultura occidental.

5. L@s religios@s La evolución de los religiosos y religiosas es en gran parte paralela a la evolución del clero. En América Latina la vida religiosa había sido muy perturbada por los fenómenos ligados a la independencia. La vida religiosa antigua casi desapareció. Durante la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX se reconstruyó la vida religiosa por la llegada de innumerables congregaciones religiosas venidas de Europa o de América del Norte. Habitualmente fueron europeos o europeas que reinstalaron la vida religiosa. Lo hicieron en los moldes de su patria de origen. En aquel tiempo la estructura religiosa era rígida y los europeos impusieron su modo de vivir a los nativos sin ninguna adaptación. ¡Mala suerte! En forma general los religiosos y las religiosas se dedicaron a las obras que realizaban en su país de origen. La diferencia fue que en Europa se dedicaban en gran parte al mundo popular y en América Latina al mundo de la clase media. Fue sobre todo a la educación,

secundariamente a los hospitales. Nacieron congregaciones nacionales pero según el modelo europeo que era el modelo romano, en el que la obediencia era el resumen de la vida religiosa. Los religiosos varones fueron orientados hacia las parroquias y perdieron su carisma específico. Ocuparon el lugar de un clero diocesano insuficiente. Otros, como también las religiosas, se dedicaron a la educación de las burguesías de las ciudades. Ignoraron la existencia del inmenso mundo de los pobres. Llegó Vaticano II y llegó Medellín. Cada evento trajo una crisis. La crisis de identidad de los religiosos afectaba a las congregaciones europeas, pero indirectamente también sus sucursales latinoamericanas. En Medellín apareció la crisis de la aplicación del modelo romano para una América Latina que se hacía consciente de su identidad y de su propia historia. “Los cambios provocados en el mundo latinoamericano por el proceso de desarrollo, y, por otra parte, los planes de pastoral de conjunto a través de los cuales la Iglesia de América Latina quiere encarnarse en nuestras realidades concretas, realidades de hoy, exigen una revisión seria y metódica de la vida religiosa y de la estructura de la comunidad” (Religiosos, 7). Vaticano II y Medellín provocaron dentro de los institutos religiosos dramas pequeños o grandes, personales o comunitarios. Era muy difícil mantener la unidad, era muy difícil llegar a la unanimidad para realizar cambios en la práctica de cada día, como en los objetivos y la razón de ser del instituto, lo que llamaban el carisma de la congregación. A la resistencia de los mayores de edad se juntaba la resistencia de los religiosos o las religiosas que habían importado un modelo extranjero y asistían a su contestación por los jóvenes. Al conflicto de generación se añadió el conflicto entre naciones y culturas nacionales. En general hubo divisiones en los institutos religiosos. Una parte de los religiosos o de las religiosas se fueron al mundo de los pobres y otra parte se quedó en el mundo de la clase media. Muchos y muchas jóvenes encontraron en Medellín una motivación fuerte para emanciparse de una estructura muy dura y sin relación con su cultura nacional. Muchos religiosos y religiosas dejaron la vida religiosa después de haber vivido dramas muy dolorosos. Además otro problema vino a perturbar la evolución de los institutos religiosos: la concurrencia de los nuevos movimientos que movilizaron muchísimas mujeres jóvenes llenas de ideal. La vida religiosa ya no

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era el único camino para dedicar su vida a Dios y a su reino. Para los varones, la situación no era igual. Lo que los candidatos buscaban en general era más bien el sacerdocio, y no la vida religiosa. La vida religiosa era una forma de vida parroquial. No les importaba mucho el color. Entraban en tal congregación porque era la más asequible. Y había menos posibilidades para los varones en los nuevos movimientos. La CLAR tuvo un papel extraordinario para incentivar los cambios exigidos por Vaticano II y Medellín. Tuvo en la directoría durante muchos años personalidades de valor excepcional. Al principio hubo entendimiento perfecto entre el CELAM y la CLAR. Cuando en 1972 Alfonso López asumió de hecho poderes dictatoriales en el CELAM, inició la guerra. Quiso destruir la CLAR. Logró infligirle daños importantes. Claro está que la CLAR ya no tiene en América Latina el influjo que tuvo alrededor de Medellín. Los religiosos y las religiosas han pasado por una evolución semejante a la evolución del clero. Las nuevas generaciones buscan una vida religiosa menos comprometida con el mundo exterior, más intimista, más recogida en modelos de oración más tradicionales. Las congregaciones que tienen más vocaciones son las que se mantienen fieles a las estructuras pre-conciliares. Pero hay institutos religiosos que se han mantenido en la línea de Medellín a pesar de los vientos contrarios. Las grandes órdenes tradicionales se mantienen más fieles aunque con un número más reducido de miembros. Los religiosos han sufrido el contra-golpe de la preferencia dada a los nuevos movimientos laicales por Juan Paulo II, y, aparentemente por el Papa actual. Los religiosos nunca han sido los queridos de Juan Paulo II, seguramente porque no les encontraba suficientemente obedientes. Es verdad que después de Trento las congregaciones han sido como el ejército del Papa para defender incondicionalmente la política del Papa. Después de Vaticano II y de Medellín han abandonado ese oficio y hasta ahora los movimientos lo han asumido. Hubo fundaciones importantes buscando el retorno al esquema rígido del catolicismo tridentino. Se ubican voluntariamente al revés de la evolución cultural moderna. Son defensores agresivos de la moral rígida en materia de sexo y de reproducción, y por eso tienen un acceso privilegiado en Roma. Son sobre todo el Opus Dei y los Legionarios de Cristo,

pero hay muchos otros más locales o menos numerosos como el Sodalitium en Perú. Son totalmente ajenos al espíritu de Medellín. Por otro lado, están apareciendo muchos grupos de jóvenes que quieren dedicar su vida a Dios según el evangelio, sin que se sepa si van a evolucionar hacia una forma de vida religiosa o hacia una forma laical. ¿Será una respuesta? Hay también muchos grupos o asociaciones que dan señales de desequilibrio humano. El Papa dijo que los obispos debían practicar el discernimiento. A veces parece que también en Roma falta discernimiento.

6. Los laicos Lo que se entiende por laico ha cambiado más que todo lo demás. El documento de Medellín menciona dos categorías de laicos. Hay movimientos de laicos que “no supieron ubicar debidamente su apostolado en el contexto de un compromiso histórico liberador” (Movimientos de laicos, 4). No es difícil identificarlos: son el Apostolado de la Oración, las congregaciones marianas, las antiguas hermandades, y las asociaciones que preparan fiestas religiosas, peregrinaciones o practican devociones propias. Había muchas controversias a propósito de ellas en aquel tiempo. Medellín las desacredita. “Lo típicamente laical está constituido por el compromiso en el mundo, entendido éste como marco de solidaridades humanas, como trama de acontecimientos y hechos significativos, en una palabra como historia. El compromiso debe estar marcado en América Latina por las circunstancias peculiares de su momento histórico presente, por un signo de liberación, de humanización y de desarrollo” (Movimientos de laicos, 9). Los movimientos laicales aprobados y estimulados son los que se comprometen con la liberación por su acción en el mundo. También no es difícil identificarlos: son los movimientos de Acción católica, y los movimientos políticos nacidos de esos movimientos . ¡Los tiempos han cambiado! Vino el tiempo en el que hablar de liberación ya era sospechoso. Las comunidades eclesiales de base todavía no aparecían como movimiento global. Ellas ya existían en varios lugares bajo nombres distintos. Medellín les dará una expansión extraordinariamente rápida, pues en Puebla ya son un movimiento importante, objeto de controversias muy fuertes. Pues, pocos años después de Medellín, con el golpe de Sucre en donde Alfonso López se hizo el dictador

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Los obispos de Medellín tienen viva conciencia de que América Latina está en un proceso de conquista de autonomía, de búsqueda de liberación, de creación de una sociedad más justa. El sentimiento de cambio era básico, así como él es inexistente en la actualidad. del CELAM, comenzó una campaña muy bien montada, dirigida desde los Estados Unidos y con la contribución de los poderes económicos locales, de la midia, y también con la contribución militar. Fue una campaña de denuncia de las comunidades eclesiales de base, y una campaña en contra de la Acción católica, y de los movimientos políticos con los que católicos colaboraban. Todos fueron denunciados como comunistas. En los regímenes militares los movimientos políticos de liberación fueron exterminados. Miles de católicos comprometidos fueron muertos. En América central (Guatemala, Honduras, El Salvador) fueron decenas de miles. Los movimientos de Acción católica fueron perseguidos: muchos miembros fueron muertos. Las comunidades eclesiales de base fueron perseguidas sobre todo en América Central. Además las comunidades eclesiales fueron víctimas de la campaña de difamación también en la Iglesia. Muchas fueron abandonadas por el clero, otras desaparecieron porque sus dirigentes fueron muertos o presos. Muchas de las que subsisten han perdido su carácter original y son comunidades de culto. Sobrevive una minoría en algunas diócesis, en donde son aceptadas o toleradas por el obispo y apoyadas por un padre o una religiosa. Estas comunidades tratan de vivir su compromiso en el mundo según las posibilidades actuales. En total los laicos han pagado un precio de sangre muy alto. Y un precio de sufrimientos en las cárceles, o los campos de concentración. Los laicos fueron las mayores víctimas de la persecución en contra de Medellín. Si usaban la palabra li-

beración, ya eran comunistas. Después de la caída de los militares no se volvió a la situación anterior porque la Iglesia había cambiado. Nuevos movimientos habían surgido. Venían de Europa o de los Estados Unidos. Venían con muchos medios porque venían de países ricos y porque en esos países estaban muy bien instalados en la clase rica. Estos movimientos llegaron ya con su estructura hecha. Por eso son también ajenos al espíritu de Medellín puesto que no conocen la evolución de la Iglesia y se instalan como islas de cultura superior en medio de las poblaciones latinoamericanas. Son acogidos con entusiasmo por las clases medias y superiores que se encantan con las bellezas importadas desde países más desarrollados y más cultos. Los nuevos movimientos llegaron antes de Medellín, pero no tuvieron mucha expansión. En Medellín no se habla de ellos. Fue sobre todo a partir de los años 70 que se multiplicaron y ocuparon un lugar importante en la vida social y política. Ahora han llegado a ser la fuerza dominante en la Iglesia. Pertenecen a la clase media que es la única que pueda entrar en sus modelos culturales. Ignoran el mundo popular, salvo en parte los movimientos carismáticos. Su éxito se debe en gran parte a la evolución social. Con la globalización las organizaciones populares perdieron su fuerza social y política. También hubo la gran migración del campo para la ciudad que debilitó mucho las tradiciones religiosas del pueblo del campo. Nació una clase media más numerosa mientras la clase obrera iba disminuyendo por las nuevas tecnologías que dispensaron mucha mano de obra. Millones de campesinos expulsados de la tierra vinieron a formar las inmensas masas que viven en las periferias de megalópolis con más de 5 millones de habitantes, inmensas masas de marginados sin empleo, sin garantías sociales, con habitación muy precaria. Forman entre ellas una pequeña economía paralela. La Iglesia católica las abandonó y ellas migraron para iglesias evangélicas. Con eso la presencia del mundo popular en la Iglesia sólo podía disminuir. Todavía hay viejos fieles a Medellín que mantienen restos de organizaciones populares, pero su influjo real en la pastoral es mínimo. A veces todavía algunos recuerdan el discurso de Medellín pero la vida corre por otros caminos. El movimiento más fuerte, que logra a veces penetrar en el mundo popular, es el movimiento carismático. Como todos los movimientos sustenta obras de

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caridad para ayudar a los más abandonados, y hacen en eso un trabajo excelente. Pero están muy lejos del espíritu de Medellín. El centro es la oración carismática con fenómenos sicológicos típicos que atribuyen al Espíritu Santo. No se puede descartar que haya fenómenos místicos, pero no es lo más común y la mística nunca ha sido un fenómeno de masa. Hay en la humanidad una larga tradición de experiencias religiosas de masa con exaltación religiosa que dan la impresión de ultrapasar las fronteras del conocimiento natural, como si fuera la entrada en un mundo sobrenatural. Basta evocar las religiones africanas que han llegado con los esclavos y están llenas de semejantes fenómenos. Los fenómenos carismáticos cumplen con un problema creado por la civilización capitalista: el vacío de espiritualidad, la soledad, el desamparo en una sociedad que ignora a las personas y las trata como puros productores-consumidores. En la reunión de oración carismática el hombre y la mujer salen de su aislamiento: sienten que Jesús está con él o ella y les ofrece socorro en los sufrimientos de la vida. Viven habitualmente en un purgatorio y de repente pasan algunas horas en el cielo. Además, con la gran vuelta al culto, hay un número siempre más importante de laicos al servicio de las parroquias y sobre todo del culto. Aparecieron muchos ministerios litúrgicos con paramentos que recuerdan las antiguas hermandades. Esos laicos no tienen ninguna relación con Medellín. El laicado está muy dividido en partidos que parecen antagónicos. Hay los que vuelven a las Cruzadas como los Heraldos del evangelio. Otros vuelven a Trento, como los Legionarios de Cristo o el Opus Dei. Otros están integrados en la lucha de la Iglesia para defender su posición privilegiada en la sociedad, fase inaugurada por los Papas Pio’s y reasumida por los nuevos movimientos. Por otro lado hay el resto de las comunidades eclesiales de base. Hay algunos sobrevivientes de los movimientos de liberación al lado de otros que se han convertido a la globalización neoliberal. Finalmente hay los que sirven en la parroquia fuera del tiempo, del mundo terrestre y de la historia. También no podemos olvidar que la nueva cultura de masa que procede de los Estados Unidos, logra ocupar de tal modo la psicología de la juventud que quedan pocas entradas para algo religioso. La juventud sabe poco de la antigua cultura rural tan religiosa. En las favelas poca cosa subsiste de ese pasado.

La Iglesia quedó dividida. Después de 1970 en Brasil, algunos meses después del golpe en Chile, el episcopado se puso crítico de los militares. La Iglesia fue un refugio para muchos perseguidos políticos y nacieron instituciones de defensa de los derechos humanos bajo la protección de los obispos. En esos países la resistencia al gobierno militar dictatorial favoreció la expansión de las comunidades eclesiales de base. Aunque fueran sospechosas y muchas veces perseguidas, ellas ofrecían una base de resistencia. 7. La Iglesia y el mundo Medellín se ubicó en la línea de Gaudium et Spes y de Populorum Progressio. Quiere tratar la Iglesia como servicio al mundo, incluso en su evolución terrestre y actual. Cuando mira hacia el mundo, es para buscar la contribución que puede darle. Las primeras palabras de la introducción ya lo dicen claramente: “La Iglesia Latinoamericana, reunida en la Segunda Conferencia General de su Episcopado, centró su atención en el hombre de este continente, que vive un momento decisivo de su proceso histórico”. Medellín deja de ver al hombre como objeto inerte de la evangelización, puro receptor pasivo destinado a ser formado por la Iglesia. Ve en el hombre un sujeto activo que construye su existencia y un mundo nuevo. No se trata de formar al hombre como si se dejara manipular pasivamente. Esta fue la visión de la Iglesia durante toda la cristiandad. Medellín rompe con esa visión. Los obispos de Medellín tienen viva conciencia de que América Latina está en un proceso de conquista de autonomía, de búsqueda de liberación,

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de creación de una sociedad más justa. El sentimiento de cambio era básico, así como él es inexistente en la actualidad. Los obispos se ubicaban en medio de los diversos movimientos de liberación de ese tiempo. Rechazaban, pero con comprensión, los movimientos que querían una revolución por las armas. Claro que era una alusión a Cuba y a todos los movimientos que empezaban a querer realizar una revolución semejante en su país. Todos se acordaban de Camilo Torres, y no querían otros Camilo Torres. Pero daban fuerte apoyo a los movimientos que buscaban una revolución por medios pacíficos y el modelo era el Chile de Eduardo Frei, católico convicto y fervoroso. Todos, obispos, sacerdotes, religiosos y laicos eran convocados para entrar en luchas semejantes. En aquella época dominaba un gran optimismo histórico. Había un gran optimismo en la confianza en la fuerza histórica de los pobres, de la concientización y de la Iglesia. Esto ha desaparecido desde la restauración de la llamada democracia. La globalización lo aplastó. En el tiempo de Medellín ya había en Brasil una dictadura militar nacida de un golpe el 31 de marzo de 1964. Ese golpe militar fue acogido por el episcopado y la inmensa mayoría de los católicos como un regalo de Dios. Agradecieron a los militares que habían salvado el país del comunismo. Miles de católicos habían sido muertos, presos o exiliados. De eso no se habló en Medellín. En Brasil algunos obispos ya habían empezado a abrir los ojos, animados por dom Helder, dom Távora, dom Fragoso y otros, pero la mayoría no imaginaba lo malo que podían ser los regímenes militares. La CNBB perseveraba en su confianza en los militares y creía que realmente su país había estado en situación de peligro de comunismo. Pero luego en 1968 el régimen se puso más duro en Brasil y aparecieron golpes militares en Chile, Uruguay, Argentina, Perú, Ecuador, Bolivia. En Colombia una dictadura militar no era necesaria puesto que, dada la guerra civil, los militares dominaban de hecho la política. Después vinieron El Salvador y Guatemala. En otros países no fue necesario porque el mando estaba en manos de dictadores civiles que eran fieles servidores de Estados Unidos: República Dominicana, Haití, Nicaragua, Paraguay, Honduras. En México el PRI era una garantía. La Iglesia quedó dividida. Después de 1970 en Brasil, algunos meses después del golpe en Chile, el

episcopado se puso crítico de los militares. La Iglesia fue un refugio para muchos perseguidos políticos y nacieron instituciones de defensa de los derechos humanos bajo la protección de los obispos. En esos países la resistencia al gobierno militar dictatorial favoreció la expansión de las comunidades eclesiales de base. Aunque fueran sospechosas y muchas veces perseguidas, ellas ofrecían una base de resistencia. En la Argentina el episcopado, salvo pocas excepciones, se identificó con los generales. Cerró los ojos. 30.000 murieron sin que los obispos dijeran nada. El nuncio jugaba tenis con el almirante Massera, el más cruel de la Junta Militar. Hubo resistencia de algunos sacerdotes y algunos laicos, pero muchos militantes católicos habían sido asesinados. El drama de las Madres de la Plaza de Mayo ilustraba muy bien la situación. En Perú el general Velasco Alvarado realizó algunas reformas sociales pero fue reemplazado. En el Ecuador los militares se mostraron más moderados que en la Argentina. Por eso en Perú y Ecuador los conflictos fueron menos acentuados, y las complicidades menos graves.. En América Central sucedió lo peor. En El Salvador la mayoría de los obispos apoyó a los militares incluso después del martirio de monseñor Romero. Mataron muchos miles pero la voz de monseñor Romero no encontró apoyo en la mayoría de los obispos. En Guatemala la Iglesia tomó una actitud de denuncia y de resistencia, pero decenas de miles fueron asesinados por las fuerzas militares. Roma siempre tuvo una actitud ambigua. Globalmente dio apoyo a los gobiernos militares. Lo más escandaloso fue en la Argentina y en Chile. En Chile el nuncio Angelo Sodano fue aliado fiel de Pinochet y cambió todo el episcopado que estaba en la oposición. En Brasil hubo conflicto permanente de la nunciatura contra la Conferencia episcopal. En el Ecuador la nunciatura provocó la prisión de los 17 obispos reunidos en Riobamba. En El Salvador la mayoría de los obispos dieron apoyo a los que mataron Romero. Roma tenía acuerdos con los Estados Unidos y se había comprometido en la lucha contra el comunismo. Adoptaba todas las informaciones de las agencias norteamericanas denunciando el comunismo en cualquier movimiento social o popular. Un momento significativo fue el viaje de Juan Pablo II a Nicaragua en donde había tres sacerdotes en el gobierno sandinista. Otro fue el viaje a Cuba en donde el Papa pensaba que

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iba a levantar un movimiento popular en contra de Fidel Castro. No pasó nada. Los obispos críticos del sistema militar fueron castigados, por ejemplo los cardenales Lorscheider y Arns en Brasil, y muchos otros. Terminaron los gobiernos dictatoriales militares. Vino la democracia. Este cambio fue bien acogido por casi todos los católicos, salvo algunos argentinos. Pero esa democracia llevó de hecho a una desmovilización popular. La Iglesia como muchos pensó que la democracia iba a instalar sistemas sociales justos, iba a promover a los pobres y a garantizar una participación de todos los ciudadanos en el gobierno. Creía que la liberación anunciada en Medellín iba a realizarla el gobierno democrático y no ya la concientización popular. Lo que sucedió fue otra cosa. Fue la instalación del sistema económico neoliberal en todos los países. En los 90 cada país tuvo un presidente que se encargó de abrir las puertas de su país a las multinacionales, al capital extranjero, al libre mercado. Se trataba de modernizar la economía aplicando los preceptos del neoliberalismo. Se trataba de transformarlo de tal modo que en poco tiempo pudiera entrar en el Primer Mundo. En esa forma pusieron a su país en la dependencia de las potencias dominantes. Los poderosos no practican el libre mercado pero quieren imponerlo a los países más débiles: quieren conquistar las naciones más débiles por la dependencia económica. Las víctimas fueron los pobres. Aumentó la pobreza en forma catastrófica. Lo peor fue en la Argentina pero todos los países sufrieron y la emigración a los Estados Unidos y Europa pareció a muchos latinoamericanos como la única solución. Vino la crisis en los Estados Unidos y hoy día hay una amenaza de depresión en todas las naciones dependientes. Los pobres fueron las víctimas porque se destruyeron los movimientos populares por todos los métodos posibles, se redujeron las leyes sociales de protección a los trabajadores, apareció una inmensa cesantía y la creación de una economía informal entre los millones de habitantes de las grandes ciudades, excluidos de la vida ciudadana. La reacción de la Iglesia ha sido muy débil. Queda la impresión de que la jerarquía opina que ese problema es de los laicos y ella no tiene por qué intervenir. Pero los laicos católicos ni hablan, ni actúan, si la jerarquía no levanta la voz. Han sido formados para obedecer y no para tomar iniciativas. Y no tienen autoridad en la Iglesia, ni en la sociedad.

Los poderes económicos dominantes controlan el inmenso aparato tecnológico que permite centralizar todas las informaciones que circulan en el mundo. Siempre defienden sus privilegios y engañan a los pobres. El poder ideológico del sistema de globalización es algo nunca imaginado en la historia. Existe realmente un pensamiento único. Cómo habrá democracia con un pensamiento único. Estamos en una dictadura mundial dirigida por un grupo reducido de poderes financieros. No es una dictadura como las del siglo XX. Es mucho más profunda porque su aparato ideológico es mucho más fuerte. No se trata solamente de escribir documentos que nadie lee. Son necesarios signos elocuentes de denuncia y de repudio del sistema. Por sí sola la llamada doctrina social de la Iglesia es totalmente ineficiente. Las clases dominantes no le dan ninguna importancia porque no molesta en nada. La voz de Medellín fue muy fuerte porque suscitó una reacción formidable de los poderosos. Los de Medellín fueron perseguidos: señal de su valor evangélico. Ahora la Iglesia no es perseguida. Está durmiendo tranquilamente sin temer nada. No es una buena señal. En la práctica muchos católicos, y casi todos los de clase media aceptan la evolución actual del sistema socio-económico. Viven según el principio moral del sistema: cada cual cuida de sí mismo. Todos tratan de ser buenos productores-consumidores dentro de las normas morales del sistema o bien poquito al lado. La Iglesia está separada del mundo económico, social e informativo. No cuenta para nada y ella no se molesta.. En estos últimos años han aparecido gobiernos de un tipo diferente. Son gobiernos conducidos por líderes con mucha fuerza carismática que fueron elegidos por las masas populares contra la clase dominante tradicional. Ellos disponen de un apoyo popular, sobre todo de los más pobres y realizan reformas sociales que benefician a los pobres sobre todo en materia de educación, salud, habitación, sueldo vital. Esto se ha producido en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Paraguay. Por primera vez las elecciones han logrado derrumbar las clases tradicionales que mantuvieron el estado de pobreza de las masas. Fue una señal de que por medio de elecciones democráticas es posible en algunas circunstancias establecer gobiernos que logran hacer algunas de las reformas que la Iglesia reclama hace muchos años.

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Los poderes económicos dominantes controlan el inmenso aparato tecnológico que permite centralizar todas las informaciones que circulan en el mundo. Siempre defienden sus privilegios y engañan a los pobres. El poder ideológico del sistema de globalización es algo nunca imaginado en la historia. Existe realmente un pensamiento único. Cómo habrá democracia con un pensamiento único. Estamos en una dictadura mundial dirigida por un grupo reducido de poderes financieros. Sin embargo, esos gobiernos encuentran una oposición en algunos casos incluso muy virulenta por parte de la jerarquía y buena parte del clero. El clero, conducido por sus obispos, toma la defensa de las clases que dominaron y oprimieron el país durante siglos. Esto muestra que la Iglesia actual está muy lejos de los pobres, ni los conoce, ni los entiende, ni los acepta a pesar de discursos bonitos, pero sin contenido real. El mismo documento de Aparecida alude a esos nuevos gobiernos en forma claramente negativa (n. 74). Es una señal de que los obispos escuchan lo que dicen las elites y no lo que piensa el pueblo de los pobres. La jerarquía exhorta a los laicos a que asuman compromisos políticos, pero el sentido es ambiguo, porque se tiene la impresión de que la acción de los laicos tiene por criterio la defensa de los derechos de la Iglesia, más bien que los derechos de los pobres y para imponer a la sociedad entera la moral definida por los Papas. Como en el siglo XIX y durante la época de los Papas Pio’s la Iglesia está a la defensiva. Defiende su pasado. Lo contrario de lo que querían Vaticano II y Medellín.

eso Medellín tiene mucho más sentido. Pero aplicarlo siempre será difícil. Que la Iglesia sea evangélica es muy difícil. La cuestión de la pobreza es el grande desafío. Jesús nació pobre, vivió pobre, murió pobre, actuó en medio de los pobres, quiso liberar a los pobres, restituirles la conciencia de su dignidad, de su valor, de ser los privilegiados de Dios y darles una vida mejor aquí mismo en la tierra y no sólo en el cielo. En el evangelio la cuestión de la pobreza es prioritaria. Puesto que la prioridad de los pobres, que incluye que la Iglesia sea de los pobres es algo terrible, espontáneamente tratamos de eliminar esa exigencia, atenuando el sentido de las palabras de los evangelios, buscando todos los subterfugios posibles para no ver la verdad. Claro está que debemos reconocer nuestra debilidad y nuestra incapacidad de ir lejos en el camino de Jesús, pero debemos reconocer que es el único válido. Los obispos de Medellín lo hicieron. Los concilios anteriores no lo hicieron. Estaban preocupados con otras cosas que, sin embargo, eran secundarias. Esto fue posible en Medellín porque muchos participantes ya estaban bien adelantados en el camino de Jesús, no en las palabras, sino en la realidad material de la vida de cada día. En segundo lugar queda una minoría abrahamica que permanece fiel y mantiene viva la llama de Medellín, buscando la vida evangélica. Gracias a esa minoría de obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, Medellín deja más que un libro y un recuerdo de cristianos del pasado, Medellín permanece vivo porque algunos lo viven y dan testimonio en medio de la Iglesia que trata de evitar el tema. En la historia cristiana hubo muchas personas, laicos, ordenados, consagrados que siguieron ese camino de Jesús. Pero nunca hubo una asamblea de obispos, lo que le confiere un valor de autenticidad más grande.

Fuente: Cuadernos opción por los pobres - Chile

8. ¿Qué queda de Medellín?

Movimiento Teología de la Liberación

Queda una señal inolvidable. Medellín es más evangélico que todos los concilios ecuménicos. Por —87—

(N.T.) Editor: Enrique A. Orellana F.


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Y las potencias advirtieron a Teherán que podría enfrentar sanciones más severas a menos que ponga fin a su programa de enriquecimiento de uranio. Entre tanto, se aplaudió a India por aceptar un pacto nuclear con Estados Unidos que lo autoriza a desarrollar armas nucleares fuera de los controles del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNPN).

Amenaza NUCLEAR Todas las opciones están sobre la mesa

Por Noam Chomsky Profesor Emérito de Lingüística y Filosofía Instituto de Tecnología de Massachusetts. Cambridge ibyqueen@yahoo.com

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Las amenazas y contramenazas en materia nuclear son un subtexto de nuestra época y, al parecer, se están haciendo más insistentes. La reunión de julio en Ginebra entre Irán y seis potencias mundiales sobre el programa nuclear iraní concluyó sin progresos. Se elogió al gobierno de George W. Bush por adoptar un tono más conciliador, al permitir a un diplomático estadunidense que asistiera a la reunión, aunque sin participar. Y se criticó a Irán señalando que no había negociado con seriedad. Y las potencias advirtieron a Teherán que podría enfrentar sanciones más severas a menos que ponga fin a su programa de enriquecimiento de uranio. Entre tanto, se aplaudió a India por aceptar un pacto nuclear con Estados Unidos que lo autoriza a desarrollar armas

La amenaza iraní sigue siendo una desesperada elaboración de quienes se arrogan el derecho a regir el mundo, y consideran cualquier impedimento a su justo gobierno una agresión criminal. Ésa es la amenaza principal que debe preocuparnos.

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nucleares fuera de los controles del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNPN). Esas armas serán desarrolladas con la asistencia de Estados Unidos, además de otras recompensas. Entre ellas, a empresas de Estados Unidos ansiosas por ingresar al mercado indio de desarrollo de armas atómicas y amplios beneficios a legisladores que firmaron el acuerdo, un tributo a la floreciente democracia de India. Michael Krepon, cofundador del Centro Stimson y uno de los principales especialistas en amenazas nucleares, señaló de manera razonable que la decisión de Washington “ubica las ganancias por encima de la no proliferación”. Eso podría significar el fin del TNPN si otros se guían por sus pautas, acrecentando de manera drástica los peligros alrededor del mundo. Durante ese mismo periodo, Israel, otro país que ha desafiado el TNPN con respaldo de Occidente, realizó grandes maniobras militares en el Mediterráneo oriental que, se presumió, eran un ensayo general antes de atacar instalaciones nucleares iraníes. En un artículo en la página editorial del The New York Times, titulado “Usando bombas para evitar una guerra”, el prominente historiador israelí Benny Morris escribió que los líderes iraníes deberían agradecer que Israel utilice bombas convencionales, pues “la alternativa es un Irán transformado en un erial nuclear”. De manera intencional o no, Morris está reviviendo un tema antiguo. Durante la década de los años 50 del siglo pasado, importantes figuras del entonces gobernante Partido Laborista de Israel recomendaron, en discusiones internas, “volverse locos”, y amenazaron con derrumbar los muros del templo imitando al pri-

mer “atacante suicida”, el venerado Sansón, que mata más filisteos con su suicidio que en toda su vida. Las armas nucleares de Israel tal vez dañen su propia seguridad, como señala de manera persuasiva el experto en estrategia Zeev Maoz. Pero la seguridad no es con frecuencia algo que los planificadores estatales consideran de gran prioridad, como la historia lo enseña. Y el “complejo de Sansón”, como lo llaman los comunicadores israelíes, puede ser exhibido para advertir al amo que lleve a cabo su anhelado trabajo de destruir a Irán, o de lo contrario los israelíes inflamarán la región y tal vez el mundo. El complejo de Sansón, reforzado por la doctrina de “todo el mundo está en contra nuestra”, no puede ser ignorado a la ligera. Poco después de la invasión de 1982 a Líbano, que dejó entre 15 mil y 20 mil muertos en un esfuerzo para asegurar el control de los territorios ocupados por parte de Israel, Aryeh Eliav, uno de los más famosos pacifistas de Israel, escribió que la actitud de aquellos que “trajeron el complejo de Sansón aquí, según el cual debemos matar y enterrar a todos los gentiles en torno nuestro mientras morimos con ellos”, es un tipo de “locura” bastante extendido. Y todavía lo es. Los analistas militares de Estados Unidos han reconocido eso. Tal como afirmó el teniente coronel del ejército Warner Farr en 1999, uno de los “propósitos de las armas nucleares israelíes, no siempre señalado, aunque obvio, es mencionar a Estados Unidos su `uso’”. Tal vez para asegurar el constante apoyo de Estados Unidos a la política israelí. O de lo contrario, atreverse a cargar con las consecuencias. Otros ven peligros ulteriores. El general Lee Butler, ex comandante en jefe del Comando Estratégico de Estados Unidos, dijo en 1999 que “es peligroso que en ese caldero de odios que llamamos Medio Oriente, que un país se arme de manera ostensible con arsenales de armas nucleares... y que inspire a otros países a hacer lo mismo”. Ese hecho es difícilmente irrelevante con respecto a las preocupaciones acerca del programa nuclear de Irán, pero no forma parte de la agenda. También está fuera de la agenda el artículo 2 de la Carta de Naciones Unidas, que prohíbe el uso de la fuerza en asuntos internacionales. Tanto Estados Unidos como los partidos políticos proclaman de manera insistente su criminalidad, al declarar que “todas las opciones están sobre la mesa” en relación con los programas nucleares de Irán. Algunos van más lejos, como John McCain, quien

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UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Amenaza NUCLEAR

ha bromeado de lo divertido que sería bombardear Irán y matar a los iraníes, aunque el chiste tal vez no sea muy bien recibido en esos pueblos invisibles del mundo que, según el historiador británico Mark Curtis, no merecen la atención de los privilegiados y de los poderosos. Barack Obama declara por su parte que hará “todo lo que esté en mi poder” para evitar que Irán consiga producir armas nucleares. El coro de denuncias sobre los nuevos Hitler de Teherán y la amenaza que plantean a la sobrevivencia de Israel se ha visto estropeado por algunas voces. Ephraim Halevy, ex jefe del Mossad, el servicio de inteligencia israelí, advirtió en fecha reciente que un ataque israelí a Irán “podría tener un impacto en nuestro país durante los próximos 100 años”. Uno de los participantes en la reunión de julio fue el ministro de Exteriores de Egipto, Ahmed Aboul Gheit, quien esbozó la “posición árabe: trabajar hacia un acuerdo político y diplomático bajo el cual Irán mantendrá el derecho a usar la energía nuclear con fines (exclusivamente) pacíficos”. La “posición árabe” es compartida por el Movimiento de Países No Alineados. El 30 de julio, sus 120 miembros reiteraron el respaldo a Irán a enriquecer uranio de acuerdo con el TNPN. También la mayoría de los estadunidenses respaldan esa posición, según las encuestas, y apoyan la “posición árabe” que propone una zona libre de armas atómicas en toda la región. Ese paso reducirá drásticamente las amenazas, pero no figura en la agenda de los poderosos. Y tampoco se puede mencionar en campañas electorales. Benny Morris nos asegura que “cada servicio de inteligencia en el mundo cree que el programa iraní tiene como propósito fabricar armas”. Como es bien conocido, el estimado nacional de inteligencia de Estados Unidos, que fue difundido en noviembre de 2007, señaló que existía “alta confianza en que en el último trimestre de 2003 Teherán cesó su programa de armas nucleares”. Tal vez Morris está ofreciendo información de fuentes de inteligencia israelíes. Y que generaliza al hablar de “cada agencia de inteligencia” del mundo. Se dice, en círculos neoconservadores, que si Barack Obama gana las elecciones, el dueto Bush-Cheney debería bombardear Irán, pues la amenaza iraní es demasiado grande para dejarla en manos de un demócrata timorato. También han existido versiones de prensa –recientemente de Seymour Hersh en The

Se dice, en círculos neoconservadores, que si Barack Obama gana las elecciones, el dueto BushCheney debería bombardear Irán, pues la amenaza iraní es demasiado grande para dejarla en manos de un demócrata timorato.

New Yorker– sobre “operativos encubiertos” de Estados Unidos en Irán, un método también conocido como terrorismo internacional. En junio, el Congreso de Estados Unidos estuvo a punto de aprobar una resolución (H. Con. Res. 362), vigorosamente respaldada por el lobby israelí, exigiendo el virtual bloqueo de Irán. Se trata de un acto de guerra que podría haber causado una conflagración a escala internacional. Presiones del movimiento pacifista parecen haber derrotado ese esfuerzo en particular, según Mark Weisbrot en Alternet.org, pero seguramente otros le seguirán. El gobierno de Irán merece una severa condena por muchas cosas, pero la amenaza iraní sigue siendo una desesperada elaboración de quienes se arrogan el derecho a regir el mundo, y consideran cualquier impedimento a su justo gobierno una agresión criminal. Ésa es la amenaza principal que debe preocuparnos, como preocupa a las mentes más sanas en Occidente y a los pueblos del resto del mundo.

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Fuente: ATTAC. INFO Nº 460 * 11 de agosto de 2008 informativo@attac.org


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