MEDELLÍN, marzo 5 de 2012 / N° 312
La Universidad de Antioquia es el proyecto social más importante de la historia del departamento SERGIO FAJARDO VALDERRAMA Gobernador de Antioquia
El 13 de marzo el Consejo Superior nombrará el Rector (2012-2015) ¿Cuál es hoy el principal problema de la Universidad de Antioquia? ¿Cómo solucionarlo? ¿Es posible una Universidad de Antioquia sin mallas? ¿Cómo evitar la incursión reiterada de encapuchados? ¿La elección popular de los directivos convendría aplicarla en la vida universitaria? ¿Cómo concibe una ley de educación superior para Colombia? ¿Cómo tener buenas relaciones con los políticos y empresarios sin que se afecte la autonomía universitaria? ¿Qué viabilidad tiene la propuesta del gobernador Fajardo de “un pacto por la Universidad de Antioquia”? ¿Sí es posible convertir a la Universidad de Antioquia en el eje que dinamice el programa de gobierno de Fajardo “Antioquia la más educada”?
Responden los candidatos /
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Campus
Retos fundamentales
para el devenir de la Universidad de Antioquia Por SERGIO FAJARDO VALDERRAMA Gobernador del Departamento y Presidente del Consejo Superior de la Universidad de Antioquia
Desde nuestra perspectiva, los principales problemas a resolver en Antioquia son: las desigualdades (individuales y regionales), la violencia y la cultura de la ilegalidad–corrupción. Igualmente, la explotación desmedida e irresponsable de nuestros recursos naturales. Estos problemas nos han cerrado puertas, han destruido la confianza y nos han quitado las oportunidades. La calidad de vida de nuestras personas y su desarrollo social y económico se ha visto limitado. La sociedad antioqueña ha avalado nuestra propuesta de hacer de la educación, la ciencia, la tecnología, la innovación, el emprendimiento y la cultura, los grandes motores de transformación para construir un futuro de oportunidades para todos. Estos son los elementos centrales de Antioquia la más educada, el modelo de desarrollo que le proponemos al departamento. Naturalmente, la Universidad de Antioquia tiene un papel crucial que jugar: ser eje central de esta transformación. En los últimos años la Universidad ha avanzado sensiblemente en la cualificación de sus equipos
de investigación y ocupa una destacada posición en el contexto nacional. Hemos invertido cuantiosos recursos económicos en el apoyo al proyecto institucional de investigación y hoy tenemos un número respetable de destacados profesores y profesoras con las más altas calificaciones científicas. También hemos mejorado sensiblemente la infraestructura física para la investigación. En el marco de la inserción de Colombia en el mundo global del conocimiento, nuestra Universidad es protagonista de primer orden pero el camino por recorrer es largo y, como país, tenemos que seguir haciendo esfuerzos gigantescos para recuperar el tiempo perdido y superar el atraso histórico. La ruta está clara. Como profesor siempre haré mención de una tarea obvia que a veces se olvida en las discusiones acerca de nuestras universidades: la calidad de la enseñanza en el pregrado. Necesitamos un profesorado con la capacidad de conocer, explorar y mover las fronteras del conocimiento, y con la disposición para ponerlo al alcance de sus estudiantes. Nunca podemos dejar de lado la magia de la enseñanza y la emoción del aprendizaje. Hoy la Universidad afronta un nuevo reto: la incorporación explícita y directa de la institución a las nuevas condiciones que enfrenta el departamento en su desarrollo regional. Es bien conocida la situación de Antioquia: los índices de desarrollo humano,
La Universidad debe estar siempre abierta, funcionando académicamente, cumpliendo su labor social y promoviendo el conocimiento, las artes, la cultura en todo el departamento. ¿Somos capaces de fijar y respetar unas reglas claras de juego, que permitan la convivencia, la discusión y las oportunidades en Antioquia? Seguro que sí, hagamos un pacto por la Universidad de Antioquia...
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA • Suplemento ALMA MATER • Rector Alberto Uribe Correa • Secretario General Luquegi Gil Neira • Jefe Departamento de Información y Prensa Alberto González Mascarozf • Bloque 16 oficina 336 • Teléfonos 2195023 y 2195026 • almamater@arhuaco.udea.edu.co
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Foto Alberto González Mascarozf
La Universidad de Antioquia es el proyecto social más importante de la historia de Antioquia. Como gobernador del departamento, al asumir la responsabilidad de presidir el Consejo Superior de la Universidad, planteo unos retos que considero fundamentales para su devenir y sugiero un perfil para la persona que sea escogida para la rectoría en marzo próximo.
Una oficina del Museo Universitario fue, el pasado primero de enero, el despacho inicial del profesor Sergio Fajardo como gobernador de Antioquia de necesidades básicas insatisfechas y de calidad de vida de Medellín y el Área Metropolitana son inmensamente superiores a los de las otras regiones del departamento. De hecho, a mayor distancia del centro metropolitano todos estos indicadores se deterioran. Esta es la desigualdad regional. Apostarle hoy al desarrollo regional en Antioquia requiere un nuevo enfoque. Significa ubicarse en cada región, reconocer y apostarle a sus fortalezas y capacidades para romper con la idea de que las oportunidades están en otra parte. Convertir las capacidades en oportunidades en cada una de nuestras regiones es la tarea que enfrentamos hoy. El eje sobre el cual se debe escribir este nuevo desarrollo tiene a la educación como componente central.
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Al alcanzar los niveles de cobertura que tenemos en la educación básica y media, la demanda por la educación superior y la formación para el trabajo crece todos los días. Las nuevas generaciones, en todas las regiones, reclaman una educación pertinente, de calidad. Queremos una universidad ubicada en las regiones, que sea expresión de la institucionalidad del Estado, con un profesorado permanente, que viva en la región, con el conocimiento y la disposición para trabajar en los temas del lugar. Una universidad con una organización que responda a las necesidades de cada región. Una universidad que esté allí todos los días de la semana. Con programas de emprendimiento e
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Campus innovación asociadas a las riquezas de la zona. Una universidad que sea la expresión de las oportunidades de inclusión social para jóvenes que no encuentran un camino diferente a buscar en Medellín cualquier oportunidad. Necesitamos crear un verdadero sistema de educación superior en el departamento con un núcleo central que interactúe con los nodos regionales. Es pues apenas obvio que la Universidad de Antioquia sea la líder de este proceso de transformación y desarrollo de Antioquia. El camino recorrido en el proceso de regionalización ha sido valioso, pero los nuevos retos nos obligan a dar un salto cualitativo y cuantitativo de dimensiones mayores. Inédito. No es cuestión de enviar profesores del centro a la región, ni replicar la universidad que tenemos en Medellín en otros lugares. Todo esto requiere un nuevo marco conceptual y una disposición institucional a explorar alternativas. Como gobernador me he comprometido en crear instrumentos idóneos que hagan creíble los retos que planteamos; tales como un programa de becas para la educación superior, un fondo de innovación y emprendimiento, programas de maestrías y doctorados, y el servicio social educativo que permita que los estudiantes avanzados hagan presencia profesional y técnica y acompañamiento para mejorar las capacidades y competencias en nuestros municipios. La alianza que tenemos entre Medellín y Antioquia hace suyos estos programas. Tenemos también que resolver problemas consuetudinarios que afectan la vida de la Universidad. Clarificar los mecanismos de solución de conflictos. Queremos una universidad abierta, un espacio público de toda la sociedad, sin mallas, sin muros, sin policía. ¿Somos capaces? Compartimos y respetamos por supuesto la libertad de la deliberación, la capacidad de cuestionar, pero no podemos aceptar la violencia. Se quedarán atrás quienes, mezclando la protesta legítima y necesaria con la violencia, desvirtúan el carácter de lo público, haciéndole daño gigantesco a las oportunidades que queremos construir para tener una mejor sociedad. Como educador reitero: con las capuchas nada. No existe ninguna idea, ni propósito político que justifique el uso de la violencia para alcanzarlos. La Universidad debe estar siempre abierta, funcionando académicamente, cumpliendo su labor social y promoviendo el conocimiento, las artes, la cultura en todo el departamento. ¿Somos capaces de fijar y respetar unas reglas claras de juego, que permitan la convivencia, la discusión y las oportunidades en Antioquia? Seguro que sí, hagamos un pacto por la Universidad de Antioquia, con 4
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Las nuevas generaciones, en todas las regiones, reclaman una educación pertinente, de calidad. Queremos una universidad ubicada en las regiones, que sea expresión de la institucionalidad del Estado, con un profesorado permanente, que viva en la región, con el conocimiento y la disposición para trabajar en los temas del lugar.
responsabilidades explícitas y transparentes, con mecanismos de solución de conflictos, con el respeto y el cuidado de lo público como premisa. Como gobernador, presidente del Consejo Superior, estoy dispuesto, con mi equipo de trabajo, a participar en la búsqueda de este pacto. Estas iniciativas comprometen recursos públicos considerables y requieren un serio compromiso de nuestra sociedad y, con el debido respeto de su autonomía, la sociedad tiene el derecho a saber qué puede esperar de su institución preferida, a la que queremos entregarle el papel de protagonista del cambio que queremos. Por eso necesitamos este pacto. Teniendo en cuenta las anteriores observaciones me permito sugerir un perfil para la persona que asuma la rectoría el próximo mes de marzo. 1. Debe ser reconocida por un comportamiento ejemplar en lo personal, lo social y lo académico. 2. Que entienda y conozca lo que significa el mundo del conocimiento, la enseñanza y la investigación en todos los niveles. Conocedora profunda del contexto social y político de nuestro departamento y país. 3. Con alta capacidad para constituir alianzas para el desarrollo de Antioquia. Dispuesta a explorar alternativas innovadoras y con capacidad de convertir ideas y planes en acciones con resultados tangibles. 4. Con una clara concepción del papel de la universidad en la lucha contra la desigualdad, la violencia y la corrupción. 5. Con gran liderazgo para el trabajo en equipo y capacidad en la solución de conflictos. 6. Con disponibilidad absoluta para rendir cuentas a la sociedad por los recursos que se ponen bajo su cuidado y para presentar balances sociales de su gestión.
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El 13 de marzo el Consejo Superior nombrará el Rector para el periodo 2012-2015 Integrantes del Consejo Superior Universitario
Sergio Fajardo
Antonio Yepes
María F. Campo
Carlos A. Palacio
Juan Carlos Amaya
Luis J. Arroyave
Manuel Ballesteros
Manuel S. Mejía
Criterios para nombrar al Rector Ser ciudadano colombiano en ejercicio; no haber sido condenado por hechos punibles, salvo por delitos políticos y hechos culposos, o sancionado en el ejercicio de su profesión o disciplinariamente por faltas graves; tener título universitario; haber desarrollado en forma sobresaliente actividades académicas por lo menos durante cuatro años o ejercido con excelente reputación y buen crédito profesional como mínimo durante cinco años; y acreditar por lo menos tres años de experiencia en administración académica, cultural, científica o tecnológica, o demostrar aportes a la ciencia, la técnica, la cultura, o al desarrollo social o productivo”.
En sesión extraordinaria, el Consejo Superior designará el próximo 13 de marzo al Rector de la Universidad de Antioquia para el periodo 2012-2015. La decisión de la corporación se producirá con base en el análisis de las hojas de vida y las propuestas de trabajo de cada uno de los cinco candidatos que acreditaron el cumplimiento de los requisitos exigidos para asumir la representación legal del Alma Máter de los antioqueños y convertirse en la primera autoridad ejecutiva de la institución, tal como lo prevé el Estatuto General y las disposiciones legales. El Consejo Superior también analizará las opiniones de la comunidad universitaria, en el momento de hacer dicha designación. La gestión académica y administrativa y la adopción de las decisiones necesarias para el desa-
rrollo y buen funcionamiento de la Universidad, son las responsabilidades centrales que comprometen al rector de la primera y más antigua entidad de educación superior del departamento de Antioquia, concebida como un proyecto de construcción colectivo y el más valioso patrimonio cultural y científico de la región. En la actualidad, el Consejo Superior Universitario tiene la siguiente composición: Sergio Fajardo Valderrama, gobernador del departamento y presidente de la corporación; Antonio Yepes Parra, representante del Presidente de la República; María Fernanda Campo Saavedra (hasta hace un mes la representaba el director de Colciencias, Jaime Restrepo Cuartas, quien renunció); Carlos Alberto Palacio Tobón, representante del Consejo Académico; Juan Carlos Amaya Castrillón, representante del profe-
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sorado; Manuel Antonio Ballesteros Romero, representante de los egresados; Luis Javier Arroyave Morales, representante de los ex rectores; Manuel Santiago Mejía, representante del sector productivo. Los alumnos tienen derecho a elegir un representante pero se ha impuesto la posición negativa de un sector estudiantil. Para la designación del Rector se requieren, en todo caso, por lo menos cinco votos favorables. La votación es secreta. Si ninguno de los candidatos obtiene inicialmente dicha mayoría, el Consejo Superior efectúa nuevas votaciones dentro de los quince días siguientes. En las páginas siguientes, los cinco candidatos acreditados por la Secretaría General (Mauricio Alviar Ramírez, economista; Francisco de Paula Osorio Giraldo, contador público; Luis Oliverio Cárdenas Moreno, abogado; Álvaro
Cardona Saldarriaga, médico cirujano; y Alberto Uribe Correa, médico cirujano y actual rector), responden para el Periódico ALMA MATER un cuestionario relacionado con aspectos central del acontecer universitario: ¿Cuál es hoy el principal problema de la Universidad de Antioquia? ¿Cómo solucionarlo? ¿Es posible una Universidad de Antioquia sin mallas? ¿La elección popular de los directivos convendría aplicarla en la vida universitaria? ¿Cómo concibe una ley de educación superior para Colombia? ¿Cómo tener buenas relaciones con los políticos y empresarios sin que se afecte la autonomía universitaria? ¿Qué viabilidad tiene la propuesta del gobernador Fajardo de “un pacto por la Universidad de Antioquia”? ¿Sí es posible convertir a la Universidad de Antioquia en el eje que dinamice el programa de gobierno de Fajardo “Antioquia la más educada”?
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Foto Luis Javier Londoño Balbín
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MAURICIO ALVIAR RAMÍREZ ¿Cuál considera que es hoy el principal problema de la Universidad de Antioquia? Falta de liderazgo académico en las directivas de la Universidad. La falta de liderazgo académico ha hecho que no se asuman las discusiones necesarias y no se resuelvan muchos de los problemas o temas de importancia académica. Por ejemplo, no se ha avanzado en la reforma al Estatuto Profesoral; no se ha dado una discusión profunda sobre el reglamento estudiantil; ha aumentado el número de profesores ocasionales y la relación profesor de cátedra versus profesor de tiempo completo ya va en 70:30. La deserción estudiantil, si bien no es un problema exclusivo de la Universidad de Antioqia, sí es un fenómeno preocupante que requiere liderazgo académico para profundizar en las verdaderas causas y tomar acciones apropiadas.
¿Cómo lo solucionaría? Ejerciendo el liderazgo académico que requiere la Universidad. Mucha cercanía con los estamentos en un diálogo permanente y pedagógico. Conformando un equipo rectoral que tenga la más alta calidad académica y humana y que le de legitimidad a las acciones que se desarrollen y a las decisiones que se tomen pensando en los intereses de la Universidad por encima de cualquier consideración individual.
¿Qué reflexión le sugiere la expresión “gobernabilidad en la Universidad”? La gobernabilidad requiere gobernanza. Hay gobernanza cuando se tiene la total claridad sobre la dirección
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y el control de una organización. En la literatura se reconocen por lo menos seis dimensiones exitosas para hablar de gobernanza: • Visión sistémica, que implica no solo las interacciones entre actores y procesos al interior de la organización sino también las interacciones con el entorno. • Claridad misional, cuando todos los estamentos tenemos la total comprensión y significado de la misión de la Universidad. • Condiciones de integridad, cuando los valores que se predican son los mismos valores que se practican. • Respuesta a los públicos, cuando hay satisfacción general en los usuarios que se benefician de la misión de la Universidad. • La auditoría entendida como la veeduría y el control, en este caso de la sociedad con la misión de la Universidad (Observatorio). • Por último, el análisis de los riesgos, que ayuda a encender las alarmas y a poner alertas necesarias para prevenir pérdidas de gobernanza. Sin embargo, la gobernabilidad va más allá de la gobernanza. La gobernabilidad se refiere a la capacidad que tenga la institución de generar, primero consensos y luego acuerdos, sobre los temas trascendentales que no deben vulnerar la misión de la Universidad. Para lograr los más altos niveles de gobernanza y gobernabilidad, la Universidad con su esencia académica y pedagógica siempre tendrá la posibilidad del diálogo y de la palabra sin negociar, en ningún momento la legalidad en todos sus procesos y actividades misionales y sin negociar el ejercicio de la autoridad dentro de la Constitución y las normas universitarias con el acompañamiento de las instituciones correspondientes.
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Ante el ideal de un campus abierto a toda la sociedad, acecha la delincuencia voraz y destructiva. ¿Es partidario de medidas restrictivas que generan impopularidad o actuará conforme a la opinión de los grupos de presión que rechazan tales medidas?
solución de conflictos, con el respeto y el cuidado de lo público como premisa”?
Que sean bienvenidas todas las personas que vienen a las sedes de la Universidad a disfrutar y aprovechar sanamente los espacios para la formación, para la cultura, para el depor te. Lamentablemente tenemos que tener algunos controles que son necesarios para garantizar mínimos niveles de seguridad. No podemos entregarle la Universidad a la delincuencia común de la cual hemos sido víctimas una cantidad de universitarios, empleados y visitantes. Sí hay que agilizar los controles y revisar permanentemente su per tinencia. Ojalá llegue el día en que la Universidad sea un espacio libre y seguro para aprovechar todas sus posibilidades académicas y culturales por par te de la sociedad.
¿Cree que es posible una Universidad de Antioquia sin mallas? En el cor to plazo no lo veo viable. Esto requiere un cambio de cultura de toda la ciudadanía y un mayor compromiso de la sociedad con el cuidado de este patrimonio tan valioso que es el campus universitario. Tendrá que ser un proceso gradual de mucha pedagogía y apropiación por par te de la sociedad. Sin lugar a dudas hay que tenerlo como un ideal pero no como punto de par tida.
¿Cómo evitar la incursión reiterada de encapuchados, cuyas acciones en el campus, además de deslegitimar y obstaculizar la misión de la Universidad, atentan contra los derechos de las personas? Los universitarios nunca podremos renunciar a la palabra y al diálogo pedagógico con y entre los estamentos. El rector, que tiene que ser un líder académico y humano, tiene que liderar el acercamiento permanente con todos los estamentos para que la misión de la Universidad sea el propósito cotidiano de toda la comunidad universitaria. De esta manera, poco a poco se van reduciendo todas las expresiones antiuniversitarias que deterioran el ambiente académico y de convivencia que debe prevalecer en el Alma Máter.
¿Qué viabilidad le ve a la propuesta del gobernador Fajardo de “un pacto por la Universidad de Antioquia, con responsabilidades explícitas y transparentes, con mecanismos de
Considero que ese pacto del que habla el señor Gobernador es perfectamente viable dado que la Universidad como institución pública y como educadora que es, tiene el reto de mantener el diálogo permanente y pedagógico sobre los temas de convivencia y la asimilación de la misión universitaria por parte de los estamentos en un reconocimiento a la responsabilidad social que tenemos cada uno de ellos.
¿De qué forma asumirá desde la Rectoría el propósito del gobernador y presidente del Consejo Superior, Sergio Fajardo, de convertir a la Universidad de Antioquia en el eje que dinamice su programa de gobierno “Antioquia la más educada”? Creo que hay una perfecta coherencia entre la misión de la Universidad y el programa de gobierno “Antioquia la más educada”. En los temas de educación superior la Universidad de Antioqia tiene que ser líder intelectual del desarrollo de Antioquia y de Colombia y eso supone, sin comprometer la independencia de la Universidad ni su autonomía, el compromiso de contribuir al desarrollo social, económico, científico y cultural de la región.
¿La elección popular de los directivos convendría aplicarla en la vida universitaria? Considero que la sociedad colombiana no está preparada para la elección popular de funcionarios de la Universidad. En las actuales condiciones hay un alto riesgo para que las prácticas de la política tradicional terminen absorbiendo la excelencia académica y la Universidad se convierta en una feria de promesas. Hay que buscar alternativas con inteligencia y creatividad para lograr el aumento de la participación y la legitimidad en la designación de los cargos de rector, vicerrector, decanos y jefes de departamento. La Universidad está en mora de abrir el debate sobre la democracia universitaria.
El Plan de Desarrollo Institucional le traza una meta a la Universidad: “Ser en el 2016 la principal universidad de investigación del país”. A menos de cuatro años de ese reto, tres de los cuales hacen parte del próximo periodo rectoral ¿lo lograremos? No será una meta fácil de lograr dadas las condiciones de la planta profesoral actual que no se ha mo-
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Campus MAURICIO ALVIAR RAMÍREZ dificado desde 1996 y que ha visto crecer de manera desmedida el número de profesores en la categoría ocasional y también el número de profesores de cátedra. No se puede ser una universidad investigadora si no se cuenta con una planta profesoral adecuada; con un profesorado que vea dignificada su labor docente y que encuentre los apoyos y recursos para emprender proyectos de investigación sin descuidar la responsabilidad con el pregrado.
En Latinoamérica, en el país y en nuestra Universidad se viene hablando de dificultades o retraso en la investigación social. ¿Qué estrategias o tareas plantearía desde su rectoría para atender esta situación? La Universidad tiene que asumir el reto y la responsabilidad de fortalecer la investigación en las ciencias sociales, humanas y las artes. En el tema de la formación humanista es absolutamente necesario la creación de conocimiento nuevo que inclusive potencia y enriquece aún más los resultados de la investigación en ciencias básica, en nuevas tecnologías y le da mayor sentido social a las innovaciones tanto tecnológicas como sociales. Para esto proponemos la creación del Programa de Estudios Latinoamericanos que desarrollará proyectos académicos y de investigación en los cuales las ciencias sociales y las artes serán protagonistas.
¿Cómo concibe una ley de educación superior para Colombia? Hay total acuerdo sobre la necesidad de una reforma a la Ley 30 de 1992. La Universidad de Antioquia tiene el reto de liderar e intervenir en las discusiones sobre temas tan sensibles e importantes como calidad, institucionalidad, autonomía y financiamiento. En un espíritu de construcción permanente, la Universidad está llamada a contribuir a la formulación de una reforma que realmente sea la que el país necesita para poder lograr un verdadero sistema de educación
superior. Pienso en una reforma en la cual los entes territoriales locales tengan una mayor participación de recursos en el financiamiento de la educación superior para el beneficio de sus comunidades locales y regionales. El estudio juicioso del proyecto de reforma presentado y retirado por el gobierno en 2011 nos permite hacer propuestas viables.
Con el propósito de fortalecer el vínculo con la comunidad, ¿cómo lograr una mayor articulación de la tarea social de la Universidad con la formación y la investigación? Fortaleciendo la relación Universidad-SociedadEstado. La sociedad espera de la Universidad no sólo excelentes profesionales sino también ciudadanos íntegros y aquí el rol de la formación humanista, que contempla además el desarrollo de todas las manifestaciones artísticas, es esencial. La Universidad, por su misión y por su carácter público, tiene que ser solidaria y generosa en el conocimiento de la sociedad para contribuir a la solución de los problemas sociales y humanos.
¿Cómo tener buenas relaciones con los sectores político, económico y gubernamental sin que éstos pretendan incidir en la toma de decisiones que, en el marco de la autonomía, le compete exclusivamente al ámbito académico? La Universidad no puede renunciar nunca a su autonomía y a su independencia académica. Esto no quiere decir que no pueda haber un relacionamiento sano con todos los sectores de la sociedad con el cual todos ganamos. Las relaciones con la política tienen que estar basadas en la política universitaria; con lo económico, basadas en la mutua cooperación para el desarrollo y mejoras en la calidad de vida de la población, y con lo gubernamental en un proceso de retroalimentación permanente que inspire la política pública en beneficio del desarrollo regional.
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FRANCISCO DE PAULA OSORIO GIRALDO ¿Cuál considera que es hoy el principal problema de la Universidad de Antioquia?
¿Qué reflexión le sugiere la expresión “gobernabilidad en la Universidad”?
El aislamiento de la Universidad con la comunidad en general y de ésta con aquélla. La Universidad no interpreta adecuadamente los sentimientos y necesidades de la comunidad y ésta no comprende la necesidad y urgencia de defender la Universidad como su patrimonio principal...
...Más que gobernabilidad, que es debida a los procesos de elección y representatividad, debemos hablar de gobernanza que se inspira en el estilo de los manejos de los asuntos por medios democráticos, con base en consensos y acuerdo entre los diversos protagonistas de la vida universitaria. Para ello, hay que crear confianza entre los grupos actuantes de lo cotidiano en la Universidad y redefinir los papeles que juegan para la permanencia de la Universidad en el aprecio de todos los antioqueños. La gobernanza, en buen sentido, es permitir, bajo la tranquilidad propia al conocimiento, libremente la creación y fortalecimiento de los saberes. Es crear los espacios para que la Universidad cumpla sus cometidos como tal. La mera gobernabilidad, como capacidad de mando, sólo genera la reacción contraria, la desobediencia, más aún, el comportamiento violento... Cuando me mencionan gobernabilidad me viene a la memoria la imagen de un campus universitario caótico, donde convive la academia con la informalidad y la ilegalidad ante la mirada impávida de todos, sin que directivas y gobierno asuman la búsqueda de soluciones.
¿Cómo lo solucionaría? Abriré la Universidad de Antioquia a la comunidad en general, comenzando por asumir el reto de albergar a todos los estudiantes que pasen o ganen los exámenes de admisión. Es urgente ampliar la cobertura de los cupos universitarios. En segundo lugar, haré de la Universidad una protagonista de primera línea en el planteamiento y solución de los problemas más álgidos del vivir ciudadano. Lo haré teniendo como norte la excelente calidad de la educación superior, la capacitación plena de los docentes, el compromiso de los estudiantes en asumir la calidad a partir del espíritu crítico e investigativo que debe estar presente en todos los estamentos universitarios. El liderazgo y el diálogo permanente serán los verdaderos baluartes en la gestión universitaria. Fomentaré la formación de líderes con sentido social, ética y en valores sociales.
Ante el ideal de un campus abierto a toda la sociedad,
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acecha la delincuencia voraz y destructiva. ¿Es partidario de medidas restrictivas que generan impopularidad o actuará conforme a la opinión de los grupos de presión que rechazan tales medidas? Ni lo uno ni lo otro. En primer lugar, la Universidad no puede ceder espacios a los violentos. Tampoco, puede cerrarse a la sociedad por el deseo de algunos sectores que confunden tranquilidad con cerramiento. Si se mira las últimas décadas, los violentos han ganado espacio estén físicamente abiertas o cerradas las instalaciones universitarias. Es más, el cerramiento físico o la restricción de entrada, beneficia a los violentos, foráneos o integrantes de la comunidad universitaria. La derrota no la logran los medios físicos coercitivos. La derrota proviene de la posición que asuman los estamentos universitarios para defender pacíficamente, pero con vehemencia, el campo universitario. La mejor contención de los violentos la logran las mayorías que con argumentación clara y decisión los enfrenten. Hay que despertar, ante la apatía de la gran masa universitaria, la responsabilidad de asumir la defensa de la Universidad en sus valores intelectuales y físicos. En este sentido, el liderazgo del rector, quien también está llamado a asumir riesgos, es fundamental. Considero
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Campus FRANCISCO DE PAULA OSORIO GIRALDO que “lo público debe estar al servicio de la sociedad” y por ello soy partidario de la apertura total de los espacios universitarios para su uso por la comunidad.
¿Cree que es posible una Universidad de Antioquia sin mallas? Totalmente convencido. No solo por razones de seguridad frente a los violentos y delincuentes, sino para no interrumpir la simbiosis que debe existir entre Universidad y sociedad. En muchas ciudades del mundo, importantes universidades están abiertas al público, sin mallas o muros que las segreguen. Además hoy existen herramientas tecnológicas que permiten desarrollar de manera eficaz la labor de monitoreo, vigilancia y protección de instalaciones, personas y bienes abiertos al público. Los gestores de convivencia serán determinantes en su cuidado. Y no vamos muy lejos, las instalaciones que el Municipio de Medellín ha construido en vecindad de la Universidad (Parque Explora, Planetario y otras), son abiertas al público, sin cerramientos, y se conservan y respetan sin mayores problemas. La Ciudad Universitaria podría integrarse a este sistema de “lo público para la sociedad”, adoptando las medidas de seguridad del caso.
¿Qué viabilidad le ve a la propuesta del gobernador Fajardo de “un pacto por la Universidad de Antioquia, con responsabilidades explícitas y transparentes, con mecanismos de solución de conflictos, con el respeto y el cuidado de lo público como premisa”?
¿Cómo evitar la incursión reiterada de encapuchados, cuyas acciones en el campus, además de deslegitimar y obstaculizar la misión de la Universidad, atentan contra los derechos de las personas?
Los pactos son el reconocimiento explícito del malestar existente entre la comunidad y la Universidad. Si logramos abrir la Universidad a la sociedad, será el mejor pacto silencioso pero con vocación de permanencia. Considero que uno no debe pactar para hacer el bien. El bien simplemente se hace o no se hace. Los pactos son entre personas de intereses opuestos y en la comunidad universitaria siempre debe existir un interés común: el cuidado de nuestra Universidad. Pero, puede ser un bien comienzo para mirarnos a los ojos y aceptar que la Universidad está sufriendo, que la sociedad y la Universidad son inseparables. Soy un convencido que el diálogo respetuoso y proactivo es el mejor mecanismo para solucionar conflictos, alcanzando acuerdos que beneficien a las partes, y permitan a la institución funcionar normalmente y avanzar en sus objetivos misionales. Acojo y respaldo este llamado del Señor Gobernador y espero tenga eco entre todos los sectores y grupos, para iniciar el camino hacia la modernidad y la convivencia pacífica de la comunidad universitaria.
Constitucionalmente la Universidad no cuenta con extraterritorialidad en sus campos. Cuenta con autonomía universitaria y libertad de cátedra que son valores que no se pueden condicionar. La Universidad no se puede volver garante de la estadía impune de los violentos y delincuentes en sus claustros. Debe crearse la cultura de que un encapuchado es un NN que no tiene legitimidad alguna en la Universidad. Que no puede aprovecharse de ella. La primera medida será colaborar abiertamente con las autoridades legítimas, únicas llamadas a enfrentar a los armados. La segunda, no se permitirá zona alguna, como “el aeropuerto”, en donde no rijan los principios universitarios. Se hará un pacto con todos y cada uno de los estamentos universitarios de defender siempre la Universidad, como universidad pluralista pero pacífica.
La Universidad de Antioquia debe volcarse a las regiones con todas las potencialidades que tiene y soy un convencido que Medellín tiene una deuda histórica con las regiones de Antioquia y de que la mejor manera de abonar a este saldo en rojo social es a través de la educación... El programa de gobierno del Señor Gobernador Fajardo “Antioquia la más educada” debe soportarse en un adecuado “modelo de regionalización de la educación superior en Antioquia” implementado a través de las 3 IES públicas del departamento
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¿De qué forma asumirá desde la Rectoría el propósito del gobernador y presidente del Consejo Superior, Sergio Fajardo, de convertir a la Universidad de Antioquia en el eje que dinamice su programa de gobierno “Antioquia la más educada”?
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(Politécnico Colombiano JIC, Tecnológico de Antioquia y Universidad de Antioquia) y las 3 de Medellín (ITM, Pascual Bravo y Colegio Mayor), bajo el liderazgo natural de la U. de A. como Alma Máter del departamento. Esta regionalización no se basa en la apertura de nuevas sedes. El departamento dispone de escuelas, colegios y ciudadelas educativas dotadas tecnológicamente, en todas las subregiones, además de una plataforma tecnológica de comunicaciones con EDATEL y UNE. Se requiere entonces es trabajo en equipo colaborativo, sin egoísmos ni celos institucionales, cada institución y cada uno aportando lo que mejor sabe. Para ello debe existir un ente aglutinador y coordinador de las estrategias a implementar, y propongo convertir al SESA en el ente coordinador de la educación superior en Antioquia con el natural liderazgo académico de la Universidad de Antioquia y cada institución conservando su razón de ser y su independencia. Las técnicas en lo técnico, las tecnológicas en lo suyo y la universidad en lo profesional y posgrados.
¿La elección popular de los directivos convendría aplicarla en la vida universitaria? La democracia directa es un sistema loable que se debe priorizar con el apoyo de la tecnología y debe soportarse en la madurez de las instituciones y ser el reflejo de la razonabilidad de sus procesos participativos. La democracia representativa tiene las mismas virtudes y defectos en el ámbito universitario que en otros. Se podría, por ejemplo, consultar otros estamentos, como el personal administrativo, los representantes de padres de familia, los benefactores económicos, etc. Se podría, por ejemplo, en razón del número de personas que componen cada estamento, asignar un mayor número de votos pero sin perder el equilibrio. Pero es tema no para imponer sino para abrir la discusión en toda la sociedad por su gran significado y responsabilidad. Podría ser conveniente aplicarla, pero implica disponer de una cultura política y de interés por lo público de todos los estamentos universitarios y disponer de mecanismos que alejen cualquier tipo de imposición lesiva a los intereses universitarios.
El Plan de Desarrollo Institucional le traza una meta a la Universidad: “Ser en el 2016 la principal universidad de investigación del país”. A menos de cuatro años de
ese reto, tres de los cuales hacen parte del próximo periodo rectoral ¿lo lograremos? Hay que trabajar por cumplir con este reto institucional, pero más importante que cumplir con esta meta, creo prioritario redefinir a corto plazo una política de investigación para la Universidad, definir claramente su relación con la docencia, las estrategias a seguir en los proyectos de investigación con los sectores privado, público y social, los grupos de investigación y la vinculación a ellos de docentes y alumnos, también la vinculación de la investigación universitaria con los parques tecnológicos, centros de innovación y emprendimiento, incubadoras de base tecnológica, redes internacionales, etc. El liderazgo que asumiré como rector es lograr canalizar que todos los estamentos universitarios, y los recursos necesarios, se canalicen a ese propósito. Es una tarea que no admite tregua alguna.
En Latinoamérica, en el país y en nuestra Universidad se viene hablando de dificultades o retraso en la investigación social. ¿Qué estrategias o tareas plantearía desde su rectoría para atender esta situación? Se menciona en los medios académicos que la investigación social en Colombia, en los últimos 30 años ha sufrido un notorio retraso, a la vez que la problemática social se ha tornado más compleja, impredecible y con diversas manifestaciones de violencia, que han repercutido en una pérdida incalculable de vidas y un notable deterioro de las condiciones de vida y de trabajo de amplios sectores de la población colombiana. Sin investigación social no habrá posibilidad de conocer las verdaderas causas de los conflictos sociales, la búsqueda de soluciones negociadas y un mejorestar para las clases trabajadoras. Es necesario promover y apoyar con mayores recursos la investigación social en la Universidad, de la cual nos preciábamos por su calidad en décadas pasadas y disponíamos de una masa crítica de mucha calidad que señalaba a la sociedad los vacíos propios de su inequidad. Hay necesidad de trascender las discusiones del método y asumir el compromiso de apor tar conocimiento yendo a las raíces de los problemas sociales locales y regionales. Se requiere el
compromiso de hacer investigación a par tir de diseños más integradores donde se considere lo cualitativo y cuantitativo de la realidad social. Para ello incentivaremos la par ticipación conjunta de profesores y estudiantes en proyectos de investigación, motivaremos ejercicios investigativos a par tir de la sistematización de experiencias, la realización de estados del ar te que permitan esclarecer el avance del conocimiento en un área específica y la par ticipación de la Universidad en proyectos sociales de extensión solidaria.
¿Cómo concibe una ley de educación superior para Colombia? Concibo una ley de educación superior ajustada a las necesidades del desarrollo del país y enmarcada en las exigencias del entorno internacional. Gústenos o no, estamos insertos en un sistema mundial y no podemos desconocer esta realidad. El entorno de globalización, competitividad, desarrollo tecnológico e innovación nos ha rebasado. No se concibe hoy una ley de educación superior que no tenga claramente explícitos los nuevos modelos de formación, el uso de las TIC y la función de la extensión con respecto al sector productivo, al sector social y a las entidades gubernamentales. Concibo una ley de educación superior que garantice a los colombianos la gratuidad de la educación superior, mediante un sistema de financiamiento acorde con sus necesidades de cobertura, calidad y actualización tecnológica. Es decir, un mecanismo de financiamiento que acreciente los recursos, por ejemplo un % del IVA o/y un % de las regalías, que garantice la sostenibilidad futura de las IES públicas. Deseo una ley de educación superior que modifique la estructura de los organismos de gobierno, garantizando un mayor equilibrio en la participación de los estamentos universitarios respecto de la representación estatal y de la sociedad civil. Y deseo una ley de educación superior que reconozca la existencia de dos tipos de universidades: las públicas, financiadas principalmente por el Estado y por recursos propios, con una función social de gratuidad de la educación superior y de extensión solidaria. Y las privadas constituidas como empresas o sociedades con ánimo de lucro, que se financien como lo hacen hoy a través de la generación de ingresos, y sometidas al régimen empresarial legal colombiano.
Con el propósito de fortalecer el
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vínculo con la comunidad, ¿cómo lograr una mayor articulación de la tarea social de la Universidad con la formación y la investigación? Con las prácticas de los estudiantes. Los estudiantes tienen la obligación moral de retribuirle a la sociedad lo que ella les ha brindado en educación. Todas las disciplinas que se imparten en la Universidad están en capacidad de aportarle algo a los sectores más desfavorecidos de la población. Con la extensión universitaria solidaria. Es un deber moral y una responsabilidad social que la Universidad como institución le devuelva a los estratos más pobres de la sociedad parte de lo que recibe de ella. A través de la investigación aplicada con fines de apoyo a comunidades, pequeños empresarios, recuperación y conservación ambiental. Integrando las comunidades con actividades formativas informales, culturales, artísticas, deportivas y recreativas. Con una escuela de formación de líderes con sentido social. Con una escuela de formación de maestros. Con la promoción y apoyo del emprendimiento y el empresarismo a nivel de empresas de familia vinculadas a los alumnos.
¿Cómo tener buenas relaciones con los sectores político, económico y gubernamental sin que éstos pretendan incidir en la toma de decisiones que, en el marco de la autonomía, le compete exclusivamente al ámbito académico? La Universidad es social. No puede excluir a ninguna persona o sector. El trato con cada uno de ellos deber ser franco y sincero. Pero bajo un principio irrenunciable: la Universidad no puede ser cooptada por ningún sector en particular, llámese como se llame. Los empresarios a la producción, los políticos a la política y los gobernantes a gobernar. Parece una verdad de Perogrullo, pero encierra muchas dificultades para su cumplimiento, sin embargo con respeto y espíritu ciudadano se pueden lograr consensos. El gobierno debe proveer los recursos que garanticen el funcionamiento adecuado de la Universidad. Los empresarios dentro de su papel productivo deben apoyar la investigación y el desarrollo tecnológico de la Universidad y dentro de su responsabilidad social apoyar la extensión universitaria solidaria. Y los políticos, dentro de la sana política, respetar las decisiones académicas y administrativas.
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Foto Luis Javier Londoño Balbín
Campus
LUIS OLIVERIO CÁRDENAS MORENO ¿Cuál considera que es hoy el principal problema de la Universidad de Antioquia? Es la creencia generalizada que está llena de problemas de imposible solución, impidiéndole avanzar en su misión fundamental y a veces deslegitimando su importante papel en la sociedad.
¿Cómo lo solucionaría? Invitando a todos los estamentos universitarios y a las fuerzas vivas de la sociedad, a participar en la construcción conjunta de una universidad propositiva, plural, democrática, solidaria, comprometida con las dinámicas sociales; partiendo de sus fortalezas, construidas a lo largo de su trayectoria, nivel académico e investigativo y su capacidad para plantear alternativas a las problemáticas sociales actuales.
¿Qué reflexión le sugiere la expresión “gobernabilidad en la Universidad”? Un liderazgo firme que actuando en consonancia con los valores institucionales, logre que toda la comunidad universitaria avance hacia un norte común, que le permita a la Universidad alcanzar los objetivos y metas, más allá de las diferencias y en un clima de relativa armonía.
Ante el ideal de un campus abierto a toda la sociedad, acecha la delincuencia voraz y destructiva. ¿Es partidario de medidas restrictivas que generan impopularidad o actuará
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conforme a la opinión de los grupos de presión que rechazan tales medidas? Como ideal se requiere ante todo la corresponsabilidad de la comunidad universitaria y de la sociedad misma, para que cada uno actúe en un frente común y se obtenga la convivencia pacífica a su interior. No es posible cohonestar con situaciones que atenten contra la estabilidad de la Universidad y la integridad de las personas. En la medida en que se vaya creando esta consciencia y cultura al interior, se podrán empezar a desmontar las medidas restrictivas.
¿Cree que es posible una Universidad de Antioquia sin mallas? En las actuales condiciones de seguridad que afronta nuestra sociedad, resultaría demagógico pensar en una Universidad sin mallas. La Universidad no es una isla y como tal será afectada por lo que sucede en su entorno. No podemos desconocer las condiciones de violencia e inseguridad que vive la ciudad y que el hecho de quitar las mallas la harían más vulnerable.
¿Cómo evitar la incursión reiterada de encapuchados, cuyas acciones en el campus, además de deslegitimar y obstaculizar la misión de la Universidad, atentan contra los derechos de las personas? Si el interés del encapuchado es expresar sus
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ideas en un ambiente respetuoso de debate, les devolvería la confianza en el sentido de que no van a recibir ninguna represalia por par te de la administración, (ni académica ni administrativa) y por lo tanto no requieren el uso de capuchas. Generaría los espacios para la libre expresión de las ideas en un marco democrático, abier to y transparente. Si por el contrario, lo que se pretende con una capucha es realizar actos violentos, invitaré a todos los estamentos universitarios a que cierren filas en torno a la Universidad, eviten la impunidad y regresemos al diálogo para la solución real al conflicto. Por último, si la capucha es para evadir la identificación frente a una acción delictiva, será necesario hacer uso de mecanismos legales para frenar su accionar y erradicar esta práctica del campus universitario.
¿Qué viabilidad le ve a la propuesta del gobernador Fajardo de “un pacto por la Universidad de Antioquia, con responsabilidades explícitas y transparentes, con mecanismos de solución de conflictos, con el respeto y el cuidado de lo público como premisa”?
popular que involucre a los estamentos universitarios de la respectiva dependencia. Esta elección permitiría que en un sano debate, personas legitimadas y con las más altas calidades científicas, morales, sociales y con una buena capacidad de dirección, asumieran el liderazgo de diferentes áreas de la Universidad.
El Plan de Desarrollo Institucional le traza una meta a la Universidad: “Ser en el 2016 la principal universidad de investigación del país”. A menos de cuatro años de ese reto, tres de los cuales hacen parte del próximo periodo rectoral ¿lo lograremos? Haciendo un esfuerzo muy grande en recursos, cualificación del personal docente, refuerzo de la planta de profesores que permita incrementar la producción científica, a partir de investigaciones que correspondan a las líneas establecidas por la Universidad, con metas revisables cada año, podríamos llegar a ser la principal universidad en investigación del país.
Completamente viable porque sería el punto de partida para retomar el rumbo de la Universidad, teniendo en cuenta que la institución es querida por los antioqueños que reconocen en ella un pilar fundamental para la educación de muchos jóvenes y la promoción del desarrollo de la región.
¿De qué forma asumirá desde la Rectoría el propósito del gobernador y presidente del Consejo Superior, Sergio Fajardo, de convertir a la Universidad de Antioquia en el eje que dinamice su programa de gobierno “Antioquia la más educada”?
En Latinoamérica, en el país y en nuestra Universidad se viene hablando de dificultades o retraso en la investigación social. ¿Qué estrategias o tareas plantearía desde su rectoría para atender esta situación? La Universidad tiene una obligación con la sociedad. El mundo actual tiene establecido un modelo de desarrollo, que definitivamente fracasó para la atención de las necesidades básicas de la población más vulnerable y para cerrar las brechas entre los más pobres y los más ricos.
Participando activamente en la materialización del Plan de Desarrollo de Antioquia y ejecutando las tareas que como Universidad nos competan dentro del mismo en educación, investigación y extensión, acordes con sus contenidos, y llevando a las regiones programas pertinentes, que apunten a la cualificación de los habitantes de las diferentes zonas, en la línea trazada por el programa de gobierno .
¿La elección popular de los directivos convendría aplicarla en la vida universitaria? (explicar las razones cualquiera sea la respuesta) En la medida en que la Universidad obtenga madurez democrática y que los estamentos comprendan que no es con componendas orientadas a obtener beneficios individuales o burocráticos para propiciar la elección de uno u otro candidato, sino bajo criterios de idoneidad, calidad y cualificación, pensaría en una elección
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En una época en que la tecnología ya ha alcanzado unos niveles importantes de desarrollo, desde la Rectoría propiciaré el avance de las ciencias sociales y humanas, que son en última instancia las que pueden plantear, desde un conocimiento profundo de la sociedad contemporánea, alternativas para enderezar el rumbo de la sociedad y no solo con investigación de tipo social, sino con una alta cualificación de los pregrados y un fuerte impulso a los posgrados. Hace unos años suscribí un manifiesto en conjunto con otros apreciados personajes, donde poníamos de presente el daño que el modelo neoliberal vigente estaba ocasionando en el mundo moderno y la necesidad de dar un giro hacia lo que denominamos globalización de la solidaridad, como alternativa para cerrar las brechas entre los países prósperos y los más pobres y a la vez entre los ricos y los pobres de cada nación. Desde la Rectoría lideraré un movimiento orientado a comprender la importancia del desarrollo de las áreas del conocimiento relacionadas con el bienestar humano, para que estas propicien el cambio en el mo-
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Campus LUIS OLIVERIO CÁRDENAS MORENO delo económico actual hacia un modelo solidario, que satisfaga las necesidades insatisfechas de la población.
¿Cómo concibe una ley de educación superior para Colombia? Una Ley de educación superior debe generar las herramientas para que las universidades promuevan el desarrollo de nuestro país. Fortaleciendo la universidad pública con recursos que le permitan mejorar en sus tres aspectos fundamentales: la investigación, la docencia y la extensión y bajo la premisa fundamental, citada en la misma Ley 30, que a un estudiante capacitado para ingresar al sistema de educación superior, el Estado le debe brindar las garantías para su ingreso y permanencia en el sistema.
Con el propósito de fortalecer el vínculo con la comunidad, ¿cómo lograr una mayor articulación de la tarea social de la Universidad con la formación y la investigación? La Universidad, sin perder su rumbo, no puede desviarse de las realidades sociales del momento. La Universidad debe participar en el planteamiento de los planes de desarrollo locales y regionales, ya que, finalmente el desarrollo se da en la medida que existan personas capacitadas para jalonarlo y esta capacitación la puede ofrecer la Universidad.
La Universidad debe entonces formar para el desarrollo integral y para esto requiere conocer las necesidades de la comunidad, tanto presentes como futuras y propiciar formación e investigación en concordancia con ellas.
¿Cómo tener buenas relaciones con los sectores político, económico y gubernamental sin que éstos pretendan incidir en la toma de decisiones que, en el marco de la autonomía, le compete exclusivamente al ámbito académico? Con un esquema de relacionamiento que parta de la definición de objetivos comunes y el rol que cada uno de estos actores debe cumplir, donde se pacten unas agendas susceptibles de desarrollo y evaluación. Todos los sectores sociales deben tener conciencia que uno de los factores de éxito de la Universidad se basa precisamente en el respeto a su autonomía. En este sentido haré un trabajo de concientización para que se entienda que si queremos una universidad de talla mundial, sabiendo que tenemos todas las oportunidades, no se puede supeditar la Universidad a intereses particulares. Lo que hay que hacer es concertar entre todos cuáles son los grandes retos de la Universidad para posicionarla en la élite de las mejores universidades del mundo y trabajar por su consecución en el menor plazo posible.
COMUNICADO
A propósito de la Consulta Virtual para la designación de Rector Iniciado el proceso de designación de Rector para la Universidad de Antioquia, hacemos un llamado a todo el profesorado a participar masivamente en la consulta virtual estamentaria que se llevará a cabo el próximo martes 6 de marzo, emitiendo su voto y, con ello, aportando a la aspiración de los mecanismos democráticos participativos que un eventual cambio de condiciones de estructura organizativa y de sistema de elección de directivas de la Institución permitan cuando esta tenga carácter vinculante. En el contexto de debate y construcción colectiva de la nueva ley de educación se ha considerado a las consultas estamentarias como los mecanismos esenciales para la elección de todas las directivas universitarias rectorías, vicerrectorías, decanaturas, jefaturas de escuelas e institutos, jefaturas
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de departamento, entre otras. Pretendemos que ellas tengan carácter vinculante, pero ¿cómo lograrlo sin demostrar la contundencia de nuestras aspiraciones mediante una votación masiva? Este proceso de elección en medio de la construcción colectiva del proyecto de ley es una prueba indispensable para los estamentos universitarios; por eso les invitamos a ejercer su derecho, informarse, asistir a los debates, estudiar las propuestas de cada candidato y tomar la mejor decisión que consideren. Tienen también la opción del voto en blanco en caso de que ningún aspirante cumpla con sus expectativas. Éste es un llamado a la comunidad universitaria entera de ejercer masivamente su derecho mediante el voto en la consulta, único mecanismo que eventualmente nos podrá llevar hacia la anhelada democracia participativa.
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El profesorado constituirá la veeduría profesoral para la transparencia del proceso guardando la garantía de las condiciones justas y básicas para la libre decisión de los estamentos, por ello les animamos a manifestarse con su voto, cualquiera que sea su decisión. OLGA CASTAÑO MARTÍNEZ, Representante Profesoral, Consejo Académico; JUAN CARLOS AMAYA CASTRILLÓN, Representante Profesoral, Consejo Superior Universitario; SARA YANETH FERNÁNDEZ MORENO, Presidenta, Asociación de Profesores UdeA; JORGE ANTONIO MEJÍA, Representante Profesoral Suplente, Consejo Superior Universitario Medellín 20 de febrero de 2012
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ÁLVARO CARDONA SALDARRIAGA ¿Cuál considera que es hoy el principal problema de la Universidad de Antioquia? El principal problema de nuestra Universidad es la situación de inestabilidad institucional y de discontinuidad de los procesos académicos, científicos, intelectuales, artísticos, culturales y administrativos generados por la irrupción reiterativa de grupos de encapuchados que accionan artefactos explosivos (papas bombas) y promueven enfrentamientos con fuerzas de seguridad del Estado al interior del campus universitario.
¿Cómo lo solucionaría? Liderando la disposición decidida y masiva de todos los estamentos universitarios a expresar su rechazo a la irrupción de aquellos grupos de encapuchados y a hacer propia la consiga de “Ni una papa-bomba más en la Universidad”. Para ello utilizaría estrategias como las siguientes: a) Convocatoria a manifestaciones de la comunidad universitaria en las plazas del campus universitario; b) Diseño de un programa de expresiones simbólicas en rechazo de las acciones violentas y de promoción del debate y la crítica inteligente, respetuosa del otro y promotor de acuerdos para el avance institucional; c) Creación
de mesas de trabajo permanente, con participación del Rector, en las que se aborden los temas esenciales de la vida universitaria y se logren alternativas consensuadas de acción frente a ellos.
¿Qué reflexión le sugiere la expresión “gobernabilidad en la Universidad”? La gobernabilidad es el acatamiento reflexivo de las decisiones que una autoridad legal y legítima toma y hace efectivas, después de surtido un adecuado proceso de gobernanza que le confiera legitimidad a la autoridad constituida por delegación de la sociedad. La gobernabilidad es la cualidad propia de una comunidad política, según la cual sus instituciones de gobierno actúan eficazmente de un modo considerado legítimo por la ciudadanía, lo que permite el libre ejercicio de la voluntad política del poder mediante la aceptación consciente por parte de los destinatarios, que en un Estado de derecho son tanto los gobernantes como los gobernados. La legitimidad es la aceptación por los ciudadanos de las decisiones tomadas por las autoridades competentes, en tanto han participado activa y libremente en la definición de las ideas generales constituyentes de un acuerdo colectivo, así como en la designación de los
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encargados de aplicar ese acuerdo mediante acciones de gobierno.
Ante el ideal de un campus abierto a toda la sociedad, acecha la delincuencia voraz y destructiva. ¿Es partidario de medidas restrictivas que generan impopularidad o actuará conforme a la opinión de los grupos de presión que rechazan tales medidas? No todas las medidas restrictivas generan impopularidad. Si ellas son justas, propenden por el bien común, han sido previamente discutidas con los actores interesados y su aplicación es racional y se ajusta estrictamente al propósito que se busca, contarán con el respeto y el respaldo de la comunidad universitaria. La interrelación de nuestra Universidad con la sociedad es un imperativo institucional y en esa misma medida el ingreso de los ciudadanos al campus universitario, para compartir las actividades científicas, artístico-culturales, deportivas e intelectuales, será garantizado bajo mi ejercicio como Rector. Para garantizar que los miembros de la comunidad universitaria tengan seguridad para la realización de sus actividades y certeza de
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Campus ÁLVARO CARDONA SALDARRIAGA que no serán agredidos en ninguna circunstancia, se establecerán las medidas restrictivas dotadas de las características anotadas atrás. No se acatará ninguna presión de grupos de interés particular.
¿Cree que es posible una Universidad de Antioquia sin mallas? No considero que esté al orden del día esa alternativa. La garantía de la interrelación con la sociedad y del ingreso de los ciudadanos al campus universitario, así como la seguridad y tranquilidad de los estamentos universitarios, pueden realizarse en el marco de lo señalado en la respuesta a la pregunta anterior.
¿Cómo evitar la incursión reiterada de encapuchados, cuyas acciones en el campus, además de deslegitimar y obstaculizar la misión de la Universidad, atentan contra los derechos de las personas? En tanto considero que ese es el principal problema que afronta nuestra Universidad en las circunstancias actuales, esta pregunta fue absuelta anteriormente.
¿Qué viabilidad le ve a la propuesta del gobernador Fajardo de “un pacto por la Universidad de Antioquia, con responsabilidades explícitas y transparentes, con mecanismos de solución de conflictos, con el respeto y el cuidado de lo público como premisa”? La propuesta del Señor Gobernador se inscribe en los conceptos modernos de organización social que han sido resaltados por los más connotados exponentes de la filosofía política. Un centro universitario como el nuestro, consagrado al estudio, a la investigación, al debate racional e inteligente y a forjar y robustecer nuestra conciencia ética, tiene que ser capaz de hacer viable esa propuesta. El pluralismo, la disidencia, la variedad, la diversidad de opiniones, el contraste, no son enemigos
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de un orden político-social. La génesis ideal de las democracias liberales está en el principio de que la diferenciación (no la uniformidad) constituye la levadura y el más vital alimento para la convivencia. El debate democrático y responsable, junto con la aceptación de los consensos y de los mecanismos para tramitar los disensos, debe estructurar la gobernabilidad y la consolidación de nuestra Alma Máter.
¿De qué forma asumirá desde la Rectoría el propósito del gobernador y presidente del Consejo Superior, Sergio Fajardo, de convertir a la Universidad de Antioquia en el eje que dinamice su programa de gobierno “Antioquia la más educada”? El propósito del Señor Gobernador es socialmente justo y políticamente pertinente. En consecuencia lo apoyaré sin ningún tipo de mezquindad. Nuestra experiencia con el Programa de Regionalización será el puntal para contribuir con el propósito de lograr mayor desarrollo social y económico y mayor desarrollo humano de nuestras gentes. Este programa será fortalecido con un nuevo sentido de liderazgo, que dinamice la participación de estudiantes, de docentes y de la comunidad en la discusión de los problemas sociales de cada región, y que convoque el compromiso de los dirigentes de los sectores público y privado para pensar conjuntamente alternativas de desarrollo congruentes con su cultura y con su vocación productiva. Cada región debe adquirir una dinámica de trabajo intelectual y científico que le confiera capacidad de autonomía. Contando con recursos de la Nación y del Departamento, impulsaré la vinculación de profesores de tiempo completo residenciados en las regiones y la oferta creciente de programas de pregrado y posgrado.
¿La elección popular de los directivos convendría aplicarla en la vida universitaria? (ex-
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plicar las razones cualquiera sea la respuesta) El reconocimiento de las características especiales que subyacen en los procesos intelectuales que realiza la Universidad demanda el imperativo de su autonomía académica y de la libertad de cátedra, entendidas como la potestad de sus agentes de actuar con plena libertad e independencia con respecto a los poderes políticos y/o económicos, de tal manera que no interfieran en el sentido que cobran los procesos de construcción de conocimiento. Para la academia resulta extraña cualquier forma de coacción o de anteposición de intereses partidarios, financieros o productivos. En concordancia con los anteriores preceptos, las instituciones de educación superior deben tener plena autonomía para definir sus organismos de gobierno con la participación mayoritaria y democrática de todos sus estamentos. Por tanto, la elección popular de los directivos universitarios debe ser incorporada en el proyecto de reforma de la Ley 30 de 1992 que el movimiento universitario debe afrontar inmediatamente.
El Plan de Desarrollo Institucional le traza una meta a la Universidad: “Ser en el 2016 la principal universidad de investigación del país”. A menos de cuatro años de ese reto, tres de los cuales hacen parte del próximo periodo rectoral ¿lo lograremos? Los resultados de nuestra autoevaluación institucional 20062010 muestran que la Universidad de Antioquia ha hecho logros muy significativos en la meta de ser la principal universidad de investigación del país, que nos ponen en la perspectiva de lograrlo en el mediano plazo. Para ello impulsaré las siguientes estrategias: • Fortalecimiento de la investigación en ciencias sociales y humanas y potenciación de sus aportes para la comprensión y transformación de los procesos sociales del Departamento y del
país. Estas disciplinas requieren el apoyo financiero sin condicionantes diferentes a los de la calidad y la pertinencia social. Este es un gran desafío que deberemos enfrentar en el futuro inmediato. • Asignación de presupuestos crecientes para becas a estudiantes de maestría y doctorado, que vaya en dirección a que el acceso no esté impedido para quienes no disponen de significativos recursos económicos, entre ellos estudiantes provenientes de las regiones de nuestro departamento de Antioquia. • Participación de los docentes de cátedra en proyectos de investigación, incluso en calidad de investigadores principales.
En Latinoamérica, en el país y en nuestra Universidad se viene hablando de dificultades o retraso en la investigación social. ¿Qué estrategias o tareas plantearía desde su rectoría para atender esta situación? Es un hecho irrefutable el disminuido apoyo al desarrollo de las capacidades de investigación y creación de conocimientos en las ciencias sociales y humanas. Ello ha estado relacionado con la preponderante influencia de la doctrina neoliberal en la sociedad y en nuestras universidades, que pone especial énfasis en la primacía de los mecanismos del mercado y ha impuesto el concepto de rentabilidad económica para decidir la inversión de recursos. Para contrarrestar esta tendencia, ejecutaré las siguientes estrategias: • Asignación de recursos crecientes para la investigación en esas áreas del conocimiento. • Incorporación en los currículos de todos los programas académicos de un número obligatorio de créditos en disciplinas sociales y humanas, que serán cursados de acuerdo con la preferencia de cada estudiante. • Definición de un programa intensivo de eventos académicos de reflexión social y humanista, que
convoquen y estimulen la participación de todos los estamentos.
¿Cómo concibe una ley de educación superior para Colombia? Fundada en los siguientes conceptos: • La educación superior hace parte del proceso global del ciclo educativo escolarizado de todas las personas, aceptado universalmente como un derecho humano fundamental inherente a la dignidad de las personas y a sus posibilidades de desempeño social. • Al Estado le compete el financiamiento adecuado y oportuno de la universidad pública, y para ello debe disponer de recursos crecientes que garanticen la ampliación de cobertura con calidad y que den cuenta de los costos generados en seguridad social, nómina docente y administrativa, programas de bienestar universitario, investigación e inversión. • Las universidades no deben tener ánimo de lucro y deben contribuir mediante sus compromisos misionales a la solución de los problemas que afronta la sociedad en cada circunstancia histórica. • Los principios de autonomía universitaria y de libertad de cátedra deben mantenerse incólumes y no ser interferidos por ningún tipo de poder económico, político o ideológico.
Con el propósito de fortalecer el vínculo con la comunidad, ¿cómo lograr una mayor articulación de la tarea social de la Universidad con la formación y la investigación? Hay que comenzar a hablar de la relación Universidad-EstadoSociedad, porque es un concepto abarcador que incluye las empresas productivas pero se proyecta también a las organizaciones sociales, a las diferentes expresiones comunitarias y a todos los ciudadanos. Para obtener mayores y mejores logros en esta relación, es necesario contemplar aspectos como los siguientes: • Adoptar un modelo educativo
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y pedagógico que genere alternativas con respecto a las problemáticas sociales, económicas y medio ambientales del país y de las regiones, vinculando a los grupos étnicos y culturales que componen la nación colombiana. • Estructurar formas de organización académica de los docentes que impliquen la incorporación de todos ellos a las decisiones de investigación, de docencia y de relación con la sociedad. • Desarrollar políticas para que la investigación aplicada, la consultoría, el emprendimiento y la explotación de propiedad intelectual, estén alineadas con principios éticos y contribuyan a la solución de problemas sociales.
¿Cómo tener buenas relaciones con los sectores político, económico y gubernamental sin que éstos pretendan incidir en la toma de decisiones que, en el marco de la autonomía, le compete exclusivamente al ámbito académico? En el marco de la autonomía universitaria y de la libertad de cátedra, mi gestión rectoral buscará activamente el relacionamiento armonioso con los decisores políticos, con los líderes de opinión, con los dirigentes de las organizaciones sociales y con los empresarios, buscando su aporte positivo para el nuevo salto adelante que debe dar nuestra Universidad de Antioquia y dando cuenta ante ellos y ante toda la sociedad de la gestión de los recursos públicos que nos son confiados. La Universidad no puede ser una entidad que realice sus actividades al margen de los problemas que afectan a la sociedad, pero tampoco puede tener la pretensión de considerar que solo ella está dotada de capacidades para valorarlos e intervenirlos. La inter-sectorialidad y la transdisciplinaridad son conceptos que debemos asumir en la compleja realización de nuestros compromisos misionales universitarios y en nuestro propósito de contribuir al desarrollo social y humano de nuestras comunidades.
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ALBERTO URIBE CORREA ¿Cuál considera que es hoy el principal problema de la Universidad de Antioquia? • Los bajos salarios que devengan los profesores • La presencia de grupos o facciones violentas que desestabilizan el curso normal de las actividades universitarias.
¿Cómo lo solucionaría? En el escenario de discusión de una nueva Ley de Educación Superior, se debe dar solución integral a este problema. La mejora en las condiciones salariales es un imperativo, necesitamos remuneraciones que dignifiquen la labor educadora y reconozcan el esfuerzo y la formación de los profesores universitarios. Tanto al interior del SUE, como en ASCUN, insistiré en que este tema sea central en las discusiones que se lleven ante el Ministerio de Educación, pues además es un factor que contribuye a la calidad docente, a la producción científica y a la competitividad de las universidades públicas. Con relación al segundo problema, se debe persistir en construir consensos mediante el diálogo universitario, en torno a una idea de Universidad en ejercicio pleno de sus actividades misionales, sin intimidaciones, ni violencia. Mi labor como Rector es de administración académica, por eso debe existir un compromiso del Estado para que, respetando el debido proceso, sancione a quienes afectan los derechos de los demás. Tiene que haber límites y son aquellos que establece el Estado de Derecho; en una universidad caben todas las expresiones de riqueza y pluralidad, lo que no puede permitirse es la impunidad.
¿Qué reflexión le sugiere la expresión “gobernabilidad en la Universidad”? Es el resultado de acuerdos universitarios y, del natural equilibrio que debe existir entre derechos que se tienen y las responsabilidades compartidas que debe-
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mos asumir al estar en una entidad de carácter y servicio público. Ese equilibrio entre demandas universitarias y aspiraciones de las personas, grupos o estamentos, por un lado, y las posibilidades jurídicas y financieras de la institución, por el otro lado, es el que debemos alcanzar para evitar caer en autoritarismos o populismos.
Ante el ideal de un campus abierto a toda la sociedad, acecha la delincuencia voraz y destructiva. ¿Es partidario de medidas restrictivas que generan impopularidad o actuará conforme a la opinión de los grupos de presión que rechazan tales medidas? La Universidad es un espacio abierto para los ciudadanos y de convivencia y libertad para quienes la habitamos, pero es lugar vedado para la delincuencia y, en consecuencia, lo que no puede prevalecer es la impunidad. La administración universitaria actuará de acuerdo con las condiciones de una universidad como institución de conocimiento, que requiere de la actuación oportuna de las autoridades competentes para contrarrestar la violencia como mecanismo de presión e intimidación por parte de facciones o grupos con intereses políticos o partidistas desestabilizadores.
¿Cree que es posible una Universidad de Antioquia sin mallas? Estamos convencidos de que las puertas están abiertas para quien venga a la Universidad con un propósito sano. Lo que no podemos tolerar es que todos los días lleguen miles de personas con el pretexto de que van para una biblioteca especializada, cuando en realidad vienen con fines que atentan contra la institución. La Universidad nació sin mallas, obedeciendo a otro tiempo y contexto. Es una idea que nosotros no descartamos pero es una decisión que atañe a la comunidad universitaria y a la sociedad. En las actuales circunstancias tenemos que regular el
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ingreso como a cualquier edificio público de la ciudad, pero consideramos que la propuesta se debe llevar al debate tanto en nuestro ámbito como con los actores comprometidos. La dificultad estriba, y por eso la presencia de una malla y filtros para el ingreso, en que los conflictos externos se trasladan al campus, como en el pasado, cuando se presentaban tomas permanentes del campus, o en el caso de actos ilícitos y amenazas a la tranquilidad y libertad de las personas. Por ello, la reflexión seria y profunda nos compete a las autoridades académicas e involucra a autoridades locales y departamentales, ya que pensar en su implementación pone sobre la mesa el uso de lugares públicos, la seguridad de los bienes patrimoniales, así como la apropiación ciudadana del campus.
¿Cómo evitar la incursión reiterada de encapuchados, cuyas acciones en el campus, además de deslegitimar y obstaculizar la misión de la Universidad, atentan contra los derechos de las personas? Estoy dispuesto a seguir liderando académica y administrativamente la Universidad, con el apoyo de los estamentos y con el acompañamiento de las autoridades guiadas por la Constitución y la ley. Juntos tendremos más fuerza para combatir la impunidad. En ese sentido, la legalidad es un principio de infranqueable defensa y quien atente contra la tranquilidad y el derecho y la libertad de las personas a permanecer en la Universidad para el desarrollo de sus actividades, debe ser marginado.
¿Qué viabilidad le ve a la propuesta del gobernador Fajardo de “un pacto por la Universidad de Antioquia, con responsabilidades explícitas y transparentes, con mecanismos de solución de conflictos, con el respeto y el cuidado de lo público como premisa”? La propuesta del señor Gobernador responde a una aspiración anidada de tiempo atrás en la comunidad universitaria, y que hemos intentado impulsar a través de diversos enunciados, campañas, mecanismos y encuentros con estamentos. Estoy convencido de que la sensatez, la inteligencia, la capacidad de autorregulación y el espíritu académico son las fuerzas que permitirán restituir ese pacto que es natural y debe existir entre los universitarios que hace necesaria una mayor pedagogía y comprensión de la norma como acuerdo de convivencia y de respeto en el uso de los espacios universitarios destinados a la misión social, pero que, fundamentalmente, nos permita fortalecer y defender el carácter público, patrimonial y plural de la Universidad.
¿De qué forma asumirá desde la Rectoría el propósito del gobernador y presidente del Consejo Superior, Sergio Fajardo, de convertir a la Universidad de Antioquia en el eje que dinamice su programa de gobierno “Antioquia la más educada”? Antioquia ha sido históricamente una sociedad desigual, pues por décadas estableció todo su potencial de desarrollo en la región central, dejando al resto sumido en el abandono. Si se hace una radiografía del departamento,
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el 80% de los municipios registran niveles de pobreza por encima del 80%, situación que se replica en todo el país. Ello hace cada vez más urgente la intervención transversal de la universidad pública en la construcción de capacidades locales y regionales para aprovechar nuestras potencialidades y empoderar a las comunidades, para que se conviertan en sujeto y objeto del desarrollo. La estrategia de Regionalización ha sido exitosa en la medida en que permitió a la Universidad de Antioquia instalarse en las regiones y convertirse en factor de desarrollo mediante programas pertinentes de docencia, investigación, extensión. Ha llegado el momento para que algunas sedes en regiones estratégicas para el desarrollo del departamento tengan su propia estructura académica y administrativa. Esto implica contar con una planta profesoral y administrativa constituida con personas que tengan su domicilio en municipios de la región y que realicen docencia, investigación y extensión, y para que con los estudiantes y demás estamentos universitarios constituyan una comunidad académica activa que participe en la formulación de estrategias y políticas institucionales desde la región y se vincule con los demás actores sociales en la construcción de un modelo de desarrollo integral y pertinente. Participaremos como Universidad en la formulación de políticas públicas; contribuiremos con el mejoramiento de las condiciones socioeconómicas de los habitantes de la región; realizaremos alianzas que beneficien la actividad productiva, el desarrollo científico y tecnológico; promocionaremos los valores democráticos, como el pluralismo, el respeto, la solidaridad, la ética y la excelencia académica, y una cultura de convivencia y de legalidad institucional. El compromiso es consolidar una universidad a escala del departamento, una universidad para los seis millones de antioqueños que ocupan este vasto territorio. Una propuesta que no va en detrimento del progreso de la sede central, sino que permitirá concebir la sede central y las sedes regionales y ciudadelas satélites como un sistema integrado, un cuerpo único que hará posible la ampliación de cobertura geográfica y poblacional con calidad.
¿La elección popular de los directivos convendría aplicarla en la vida universitaria? Soy respetuoso de la normatividad y de los alcances de la autonomía universitaria, así como de los mecanismos para elección de los directivos regulados en el Estatuto General, como carta que internamente nos rige. Pero me da temor que se reproduzcan sistemas electorales nocivos y que distan de la esencia de una institución universitaria. Puede reproducir vicios como el populismo, el promeserismo de campaña, el disfraz de intereses particulares o de grupo, que desdibujan la meritocracia académica y los ideales de calidad científica y cultural. La reforma al sistema de designación de directivos requiere un estudio serio y analítico de las experiencias de la universidad pública colombiana en los últimos cuarenta años, para que cualquier propuesta tenga una base de reflexión académica.
El Plan de Desarrollo Institucional le traza una meta a la Universidad: “Ser en el 2016 la principal universidad de investigación
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Campus ALBERTO URIBE CORREA del país”. A menos de cuatro años de ese reto, tres de los cuales hacen parte del próximo periodo rectoral ¿lo lograremos? En los últimos años hemos avanzado mucho en esa dirección. Pruebas de ello es el gran reconocimiento nacional e internacional del que gozamos y, aunque los rankings son discutibles, en todas las clasificaciones la Universidad de Antioquia siempre aparece en el cuadro de honor de las instituciones del país. Para lograr el reto debemos mantener la fortaleza que tenemos en un profesorado que cada vez se cualifica más; en mejorar el diálogo entre investigación y docencia, impactando los posgrados y fortaleciendo el pregrado y, obteniendo un apoyo significativo de los diferentes niveles de gobierno en materia de recursos económicos. Uno de los desafíos para alcanzar el objetivo es poder concertar las voluntades para financiar la expansión de la SIU, que nos quedó pequeña, a tan sólo siete años de su construcción, para el desarrollo que ha tenido. Además debemos fortalecer los grupos de excelencia que se vinculan en soluciones con diferentes sectores de la sociedad como el gubernamental y el productivo y aunaremos esfuerzos con la Corporación Tecnnova y el G8 (ocho universidades representativas de Antioquia) para ejecutar investigaciones de alto impacto.
En Latinoamérica, en el país y en nuestra Universidad se viene hablando de dificultades o retraso en la investigación social. ¿Qué estrategias o tareas plantearía desde su rectoría para atender esta situación? En los últimos diez años se ha logrado más en investigación que en el resto de la historia de la Universidad, pero aun así no es suficiente. La investigación que la Universidad realiza debe aportar siempre al conocimiento que socialmente hemos construido. Lo que se ha manifestado es un probable atraso en la investigación que se realiza desde las áreas sociales, pero la realidad es que se trata de un proceso de crecimiento y apropiación de lo que es investigar en un campo específico de conocimiento. Obviamente existen algunas unidades con mayor experiencia y eso les permite mayores desarrollos. La estrategia, además de continuar con la cualificación en la formación doctoral y posdoctoral de los profesores, estimulará la interdisciplinariedad y la investigación dirigida a resolver problemas sentidos de la comunidad, intentando disminuir la brecha histórica de la desigualdad e inequidad.
¿Cómo concibe una ley de educación superior para Colombia? Como una enorme oportunidad de construir un modelo y un sistema de educación superior que responda a las necesidades del país. La ley que se proponga debe reflejar el aprendizaje obtenido de la Ley 30 de 1992. La ley de educación que requiere el país debe apuntar a resolver el problema de desigualdad e inequidad, a potenciar la enorme capacidad geográfica, económica, cultural
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y humana que tenemos como Nación y, a tener un diálogo con las comunidades científicas del mundo. Necesitamos definir un real sistema de educación superior que integre a los diferentes niveles de educación y que, además, se integre con los sistemas de investigación, innovación y desarrollo; robustezca la autonomía universitaria; obtenga una adecuada financiación estatal y aumente la cobertura con calidad. Un marco jurídico, fundamentado en unos principios de la educación superior, debe favorecer estos propósitos. Una nueva ley de educación superior debe responder a una política de Estado en la materia y eso sólo se logra con la participación de toda la comunidad universitaria, la sociedad civil y los organismos gubernamentales.
Con el propósito de fortalecer el vínculo con la comunidad, ¿cómo lograr una mayor articulación de la tarea social de la Universidad con la formación y la investigación? La Universidad como institución pública tiene que estar proyectada a esos estratos socioeconómicos que tienen enormes problemas y que la Universidad con sus saberes tiene que ayudarlos, acompañarlos desde la extensión solidaria y, en ese sentido, mi propuesta es flexibilizar los currículos e integrarlos. Las distintas áreas misionales de la Universidad deben integrarse en los distintos currículos para que éstos sean lo suficientemente flexibles, que estén enfocados en que el aprendizaje depende del estudiante y el profesor, a la vez que hace la docencia, es ese guía, ese líder, ese tutor que estimula el amor por el conocimiento, despertando en sus estudiantes la capacidad de investigar, de encontrar, de generar ideas, en una juventud que es riquísima en creatividad e inteligencia. Igualmente tiene que estar abierta a la sociedad, y en ese sentido la extensión no podemos verla solo como el relacionamiento con el sector productivo o estatal, sino también como una vocación profunda y acendrada en la solidaridad con los sectores más desprotegidos.
¿Cómo tener buenas relaciones con los sectores político, económico y gubernamental sin que éstos pretendan incidir en la toma de decisiones que, en el marco de la autonomía, le compete exclusivamente al ámbito académico? Las experiencias que hemos adquirido en los últimos años son un buen ejemplo de cómo ganar confianza con esos sectores sin renunciar a los ideales universitarios. Es importante tener claro que la Universidad es un actor del desarrollo y como tal debe fortalecer su relacionamiento con los distintos sectores ya que ello constituye un valioso activo que merece todo cuidado, pero son los criterios universales y los principios de actuación en la autonomía que la rigen, los que salvaguardan los intereses académicos y permiten avanzar en ese diálogo necesario, de mutuos beneficios, pero cuyo mandato de alianza es el avance social y el mejoramiento de las condiciones de vida material y espiritual de las comunidades.
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