AÑO 1 - N°18
Coleccionistas reviven verdaderas joyas sobre ruedas Págs. 2-3 Nuevo edificio legislativo proyecta al Estado Plurinacional
´Los no lugares`, de Marc Augé, habla de los espacios de uso y de paso
Págs. 4-6
Pág. 8
Se desata el debate por las capibaras, ¿invasión o destrucción? Pág. 7
//FOTO: JORGE MAMANI
DOMINGO 29 DE AGOSTO DE 2021
2
DOMINGO 29 DE AGOSTO DE 2021
LOS COLECCIONISTAS TIENEN EN COMÚN LA PASIÓN POR LOS FIERROS
Restauradores le dan vida a los coches antiguos y clásicos Un Buick 1931 se roba las miradas cuando sale a pasear los fines de semana por las calles de la zona Sur o el centro de La Paz. Hay personas que conservan verdaderas joyas sobre ruedas. Williams Ramírez
Para el dueño de 10 vehículos de colección los fines de semana son perfectos para manejarlos, así evita que las baterías y los motores no se anquilosen. Por la mañana sale en uno, por la tarde en otro y así, sólo los fines de semana.
“
Son autos más de paseo y exhibición, en realidad uno que otro tienen todavía cierta funcionalidad para ir al trabajo o al centro, pero más que todo es para los fines de semana”, explica Antonio Sivilá. Para él no es molestia cuando alguien le pide tomarse una foto con sus mimados, es más le agrada la idea de que la gente los admire. Sivilá aprendió a conducir a sus 12 años y hace un par de años vio un automóvil modelo 52, hizo una oferta al dueño y lo compró, desde entonces empezó a adquirir vehículos. En la actualidad tiene cuatro vehículos Buick de los años 31, 34, 48 y 49, los dos primeros completamente funcionales, los otros todavía necesitan alguna reparación. El Buick 1931 está valuado en aproximadamente 25 mil dólares porque es además una edición limitada y eso le aumenta valor. No lo vende, aunque recibió ofertas tentadoras de otros coleccionistas.
//FOTOS: JORGE MAMANI
La moto Guzzi de 1947, italiana, se encuentra en la casa de Freddy, tiene todo original. Atrás, el Oakland de 1923 para cinco pasajeros.
“Cuando yo me subo a uno de estos autos es un gusto muy especial puesto que me llena el alma, me llena el corazón de felicidad, tengo otros autos también que son modernos, pero no me gusta manejarlos sinceramente, entonces éstos sí tienen un gusto especial para mí”, explica. El coleccionista pertenece a tres clubes de autos clásicos, el Club de Autos Clásicos de El Alto, que tiene varios socios, y otros dos en La Paz con quienes tiene estrecha interacción.
JOYAS SOBRE RUEDAS
Precisamente Franklin Yujra Aquise fundó un club el 20 de octubre de 2011 junto a cuatro amigos, dos fallecieron al contraer Covid-19. Este año decidieron retornar con las actividades y junto a sus 20 miembros realizan exposiciones en la urbe alteña. El automóvil más antiguo del club es un Dodge del año 1930, que se alquila para matrimonios o para 15 años. Yujra tiene un Buick plomo 1934, que consiguió de un amigo, le cambió el motor Chevrolet seis en línea para que funcione. “Me gusta todo objeto que es antiguo, me gusta coleccionar antigüedades y a la vez los carros. En comparación con los carros de ahora, los autos de antaño son pura plancha, son más duraderos, hasta ahora siguen aguantando. Los demás miembros también son coleccionistas, igualmente tienen ese amor por los autos antiguos, les gustan los objetos antiguos, son coleccionistas de antigüedades”, manifestó. Explicó que los vehículos se alquilan para eventos y ese dinero sirve para su mantenimiento, las tarifas varían, por ejemplo, para un matrimonio en El Alto Bs 1..800 y en la hoyada Bs 2.500. El Club no solamente exhibe los vehículos clásicos. Sus miembros llevarán pronto un proyecto de ley a los municipios de La Paz
y de El Alto para que esas joyas sobre ruedas, consideradas por sus dueños como patrimonio de La Paz y de Bolivia, fabricados antes de 1950, puedan circular sin placas. “Muchos de esos autos, esas joyas que están guardadas dentro de los garajes, queremos ese permiso para que puedan circular y tengan un permiso especial. Muchos fueron rescatados y
DIRECTOR Marco Antonio Santivañez Soria
EDITOR DE CRÓNICAS Oscar Alarcón Ticona
CORRECCIÓN Ana Aracely Peñaranda Cueto
Redes Sociales
EDITOR GENERAL Oscar Alarcón Ticona
COLABORARON: Luis Oporto Ordóñez Homero Carvalho Oliva Williams Ramírez Urquiza Melina Valencia Achá
FOTOGRAFÍA Gonzalo Jallasi Huanca
www.ahoraelpueblo.bo La Paz-Bolivia Calle Potosí, esquina Ayacucho N° 1220 Zona Central, La Paz Teléfono: 2902587
JEFE DE REDACCIÓN Clayton Benavides Arteaga
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Gabriel Omar Mamani Condo
3
Freddy Ramírez Chavarría tiene hermosos modelos, muy antiguos en su garaje y no los saca ni a la esquina.
restaurados, no tienen papeles y son guardados en domicilios particulares”, dice Yujra. Precisamente coleccionistas como Freddy Ramírez Chavarría, quien tiene hermosos modelos, muy antiguos en su garaje y no los saca ni a la esquina.
COLECCIÓN PRIVADA
Autos, camiones, vagonetas, motos y el fuselaje de un avión adornan el patio de la familia Ramírez Chavarría. Freddy Ramírez es el encargado de mostrar las joyas de la familia, compuestas por 18 vehículos antiguos, todos completamente funcionales. El vehículo más antiguo, caro y con un valor sentimental incalculable es un Oakland de 1923 para cinco pasajeros, el deportivo que fue ese año el emblema de la em-
presa Oakland Motor Car Company de Pontiac, Michigan, un fabricante de automóviles estadounidense y una división de General Motors, fue el primer vehículo del padre de Freddy y de sus 16 hermanos, de los que hoy le sobreviven sólo cinco. Hoy, un auto de esas características cuesta alrededor de $us 50 mil, pero ni por la cabeza se les ocurre a los dueños deshacerse de esa belleza, el recuerdo de su padre no se los permite. La historia se remonta a 1967, cuando los padres de Freddy migraron de Potosí a La Paz. El progenitor salió en el destacamento 111, ese histórico grupo de destacados patriotas compuesto por lo más selecto de la juventud sucrense que contó en sus filas con distinguidos profesionales que desde Sucre tomó parte activa en la contienda librada entre Bolivia y Paraguay (1932-1935). Al llegar a Potosí, el padre de Freddy, por su conocimiento en mecánica, fue contratado como Jefe de Tracción del Ferrocarril. El 29 de julio de 1939 fundó su empresa, la que potenció, cuidó y con la cual logró que sus hijos se profesionalicen en carreras como arquitectura, economía y bioquímica. El 1980 falleció dejando en La Paz una empresa sólida y consolidada. La nueva empresa en parte heredada requirió del esfuerzo de todos los hijos quienes dejaron sus empleos e incluso sus carreras para consolidar el proyecto del padre. Freddy Ramírez, de profesión arquitecto, tomó las riendas del proyecto para la restauración del primer vehículo de su padre para recordar el centenario de su nacimiento. “El 5 de noviembre de 2011 se terminó la restauración, como reconocimiento a todo lo que nos habían enseñado e inculcado para seguir adelante, en beneficio nuestro y del país”, explicó Ramírez.
El vehículo tiene casi todo original, se reacondicionaron muchas piezas y en último caso cuando ya hubo solución se adaptaron partes, buscando modelos parecidos que se acomodaron a donde corresponde para lograr que el modelo clásico funcione. Las llantas las tiene de motocicleta porque las originales no se encuentran en el mercado. Por ejemplo, tiene la característica de que los aros van sujetados por los radios de madera, esa es su forma original, se las mantiene porque eso es lo que le da más valor. “Es el vehículo más especial, en ese trajinaban mis papás e incluso nosotros nos ponía encima y nos llevaba a cualquier lado”, recuerda.
El Volvo de 1981 fue ideado como un equipo militar que podía ser lanzado en paracaídas desde un avión.
Ramírez encontró un hobby que es el de restaurar vehículos antiguos, la mayoría perteneció a otros miembros de la familia y muy pocos fueron comprados, pero absolutamente todos funcionan y pueden ser usados, pero nunca salen del garaje, la avenida Tiwanaku de la zona 12 de Octubre, en plena Ceja de El Alto. Es casi imposible llevarlos a dar una vuelta, el congestionamiento en el lugar hace retroceder hasta al más paciente de los conductores. Otro vehículo que adorna el patio de la familia Ramírez es un Mercedes Benz de 1934, el mismo año cuando se reanudan las hostilidades en la Guerra del Chaco al negarse Paraguay a mantener el armisticio.
4
DOMINGO 29 DE AGOSTO DE 2021
SUPERA EL VIEJO CONCEPTO OLIGÁRQUICO
Moderno edificio legislativo proyecta al Estado Plurinacional Este imponente edificio garantizará la atención de la población en general, que canaliza sus demandas ante este Órgano a través de las comisiones y comités legislativos de las cámaras de Senadores y Diputados. Luis Oporto Ordóñez* En junio de 1825 se reunieron en congreso representantes de las provincias que conformaban el Alto Perú —nombre que le dieron al territorio de la Real Audiencia de los Charcas— para definir su destino político luego de 16 años de guerra por alcanzar la independencia de la sujeción colonial que España había impuesto a sangre y fuego desde 1531.
E
l recinto donde sesionó ese primigenio órgano deliberativo fue en la actual Casa de la Libertad, en Sucre. Allí, los diputados redactaron el Acta de Independencia y dieron la forma administrativa a la naciente república de Bolívar, llamada así para ganar la adhesión del general Simón Bolívar, Libertador de cinco naciones, quien expresó su negativa ante la propuesta de creación de una nueva nación. En el mismo lugar, en 1826, la primera Asamblea Constituyente de Bolivia definió el destino de los pueblos y naciones de los Charcas, entre tres posibles derroteros: anexarse al Perú, retornar al seno de las provincias del Río de la Plata o erigirse en República independiente. En efecto, desde sus orígenes, los hechos más importantes de la historia nacional se decidieron al interior de los palacios del Congreso, institución itinerante, al igual que la sede del presidente de la República durante el siglo XIX, por lo que tuvo que trasladarse intermitentemente de Sucre a La Paz y viceversa. En la ciudad el Illimani, el antiguo convento jesuítico del Loreto fue la sede que ocupó el congreso y las asambleas convencionales, en nueve oportunidades entre 1847 y 1881. Fue, igualmente,
la sede de la Cámara de Diputados desde 1881 hasta 1900. Ese viejo edificio legislativo fue el escenario político en el que recibieron la investidura presidencial Manuel Isidoro Belzu, José María Linares, Agustín Morales, Tomás Frías, Adolfo Ballivián, Hilarión Daza, Aniceto Arce y Narciso Campero. El carácter itinerante provocó la decisión de los parlamentarios conservadores de Sucre, de sancionar la Ley de Radicatoria del Poder Ejecutivo (1898), que obligaba a los presidentes residir en la capital. Esa decisión desencadenó la denominada Guerra Federal que enfrentó al norte liberal (La Paz) con el sur conservador (Sucre), en una guerra fratricida, cuyo fiel de la balanza fue el formidable ejército indio del Villca Zárate, que definió el triunfo liberal. Paradójicamente, aplastado el ejército de Severo Fernández Alonso, la clase política persiguió al líder indígena y dispersó su ejército. El resultado de la guerra civil fue el traslado definitivo del Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo a la ciudad de La Paz. Los liberales, con el Gral. José Manuel Pando, dejaron atrás el modelo de acumulación feudal y apostaron por fortalecer el capitalismo, bajo cuya ala protectora surgieron los barones del Estaño que dominaron el país hasta 1952.
La historia de Bolivia se desarrolló en paralelo con la tradición política del parlamento nacional.
La estructura del nuevo edificio del Legislativo en el centro de La Paz.
EXPRESIÓN EXULTANTE DEL PODER LIBERAL Los liberales ordenaron la construcción de un moderno Palacio Legislativo, expresión exultante del poder hegemónico del liberalismo. Contrataron para ese fin los servicios del célebre arquitecto Antonio Camponovo, quien diseñó en soberbio estilo neoclásico corintio, en dos plantas, un palacio con escalinata imperial, construida en mármol importado de Europa. El primer piso (planta baja), dominado por un amplio recibidor, albergó a la Cámara de Diputados y el hemiciclo parlamentario, amplio teatro sobriamente decorado, fue destinado a las sesiones de las dos cámaras que formaban congreso, con espaciosas tribunas destinadas en ocasiones especiales al cuerpo diplomático, a la alta burocracia del Estado y a la prensa. Remataba en una galería dispuesta para la barra colegisladora, conformada por empleados públicos, que acudían en masa para apoyar a sus partidarios o rechazar con silbidos a sus contendores. Un soberbio vitral sostenido por pilares coronaba el Hemiciclo de Diputados. Allí se instalaron las oficinas de las comisiones legislativas, la sección de Redactores, la Oficialía Mayor y el Archivo. En el ala derecha, el Ministerio de Relaciones Exteriores se instaló en cómodos ambientes con un magnífico salón destinado a las recepciones oficiales. El techo interior del Hemiciclo de la H. Cámara de Senadores fue ornamentado con pinturas alegóricas que exaltaban el valor cívico republicano. Por su parte, la Cámara de Senadores ocupó el segundo piso (planta alta), con un hemiciclo donde recibía a los dipu-
5
tados, sus tribunas y galería, flanqueadas por los recintos de las comisiones, Oficialía Mayor del Senado, Archivo, sección de Redactores y la Biblioteca del Congreso, creada por el senador Moisés Ascarrunz en 1911.
ARQUITECTURA NEOCLÁSICA Era el edificio moderno más impactante del emergente siglo XX. Un alarde de la arquitectura neoclásica que no escatimó recursos ni esfuerzos para dotar a la nación de un Palacio Legislativo. No podía ser de otra manera, pues el Poder Legislativo es el que otorga legitimidad a los presidentes elegidos por el voto, reconocidos como gobiernos constitucionales. En el Hemiciclo, los presi-
El Poder Legislativo de la República ejerció sus funciones en atrayentes estructuras arquitectónicas.
dentes recibían la banda y la medalla presidencial, símbolos que legitimaban el poder de la nación. El presidente del Congreso era el encargado de esa ceremonia de simbolismo cívico. Luego, el mandatario juramentado se dirigía al Palacio Quemado para ofrecer su primer discurso desde sus balcones ante el pueblo congregado en la histórica plaza Murillo. El Legislativo y el Ejecutivo son dos instituciones interdependientes: el primero sanciona las leyes, el segundo las promulga y entran en vigencia. Durante la agitada vida política nacional, durante el siglo XX, se suscitaron numerosos golpes de Estado, en los que el Congreso entraba en receso forzado, destinándose los amplios ambientes a ofici-
nas improvisadas de diversas instituciones públicas, entre ellas funcionaron, según anotan los cronistas, la Comisión Nacional de Coordinación y Planeamiento y una Comisión Moralizadora.
LA ASAMBLEA POPULAR, EL “SOVIET BOLIVIANO” En 1970 se instaló en el Hemiciclo de Diputados la histórica Asamblea Popular, conformada por los representantes genuinos de los trabajadores y organizaciones sociales, políticas, culturales y educativas, órgano de poder al que Guillermo Lora denominó como “el Soviet boliviano”. Derrocado el gobierno por el golpe de Estado del Cnl. Hugo Banzer, sus huestes tomaron las instalaciones disponiendo los
espacios para oficinas del Ministerio de Estado, Consejo Nacional de Reformas Estructurales, Secretaría de Prensa e Informaciones del Ministerio de la Presidencia, Instituto Nacional de Estadística y la Asesoría Agraria de la Presidencia. Parte del edificio fue empleado como casa de seguridad donde se apresó, interrogó y torturó a políticos de izquierda. Durante el régimen dictatorial de Luis García Meza, se instaló en el Palacio del Congreso la Comisión Nacional de Legislación, remedo de Poder legislativo, presidida por el exparlamentario Mario Rolón Anaya, responsable de elaborar los decretos ley del dictador. En la década de los 80 se construyó un anexo para paliar la falta de espacio,
6
DOMINGO 29 DE AGOSTO DE 2021 DOMINGO 8 DE AGOSTO DE 2021
destinando incómodos y pequeños cubículos para el trabajo de las comisiones, comités y bancadas parlamentarias, con auditorios adecuados para sus sesiones. Muchos parlamentarios atendían en los pasillos de esa construcción. El Legislativo fue objeto de atentados en dos oportunidades. La primera el 24 de noviembre de 1983, en el que fue detonado en el Palacio Legislativo una bomba de alto poder explosivo que destruyó la puerta principal y otros 30 interiores, pulverizando vidrios y ventanas, y dañó una viga maestra en la cúpula del edificio, provocando daño estructural y la destrucción del histórico reloj del Palacio. El segundo se suscitó el 3 de marzo de 2004, producto de la inmolación del extrabajador minero Eustaquio Picachuri, que reclamaba la devolución de sus aportes, quien detonó una carga de dinamita que causó la destrucción casi total de las instalaciones de la primera planta del edificio anexo al Congreso. Con él fallecieron dos policías, entre ellos un jefe de alta graduación.
ESTRUCTURA METÁLICA Y TECNOLOGÍA SISMORRESISTENTE Tuvieron que pasar 116 años, desde que los liberales ordenaran la construcción del magnífico edificio destinado al Honorable Congreso Nacional que fue entregado en 1905, para que se autorizara la construcción de un moderno edificio destinado a la Asamblea Legislativa Plurinacional, durante la gestión del vicepresidente del Estado Plurinacional Álvaro García Linera. El moderno edificio, dotado con tecnología antisísmica en su estructura metálica,
EDIFICACIÓN MODERNA Y LA MAJESTUOSIDAD DEL ESTADO La Casa Grande del Pueblo y el edificio de la Asamblea Legislativa Plurinacional han dejado atrás el concepto oligárquico de Palacio de Gobierno y Palacio Legislativo, recintos a los cuales el ciudadano de a pie no podía acceder con facilidad, con lo que se conculcaron sistemáticamente sus derechos fundamentales. Estos dos modernos edificios muestran a la vez la majestuosidad del Estado y la calidad de servicio público al que se obligan las autoridades superiores y asambleístas, por mandato constitucional. Son, pues, servidores públicos. El edificio de la Asamblea Legislativa Plurinacional fue la sede de las celebraciones del 6 de agosto, que rememo-
ra aquella gesta de los primeros representantes de Charcas que en congreso deliberante firmaron el Acta de la Independencia de la Patria. Hoy, en este moderno edificio, los asambleístas del pueblo boliviano y de las naciones indígena originario campesinas, que en conjunto conforman el Estado Plurinacional, tienen una digna casa de deliberaciones, de diálogo constructivo, de propuestas para avanzar en el desarrollo sustentable, con solidaridad, reciprocidad, equidad social y económica, en suma, desempeñarán sus funciones para alcanzar el paradigma del Vivir Bien, el suma qamaña, ñandereko, teko kavi, ivi maraei y qhapaj ñan.
fue edificado en una superficie de 40.000 metros cuadrados, con 20 pisos, con amplias áreas destinadas a los hemiciclos de las cámaras de Diputados y Senadores, oficinas administrativas, Archivo y cinco niveles de sótano utilizados para parqueo. En concordancia con los principios y valores del Estado Plurinacional, este imponente edificio garantizará la atención de la población en general, que canaliza sus demandas ante el Órgano Legislativo a través de las comisiones y comités legislativos de ambas cámaras. Quedaron en la historia los parlamentarios sin oficina que deambulaban por los pasillos. La construcción de infraestructura para las entidades superiores estatales, como son la Casa Grande del Pueblo (inaugurada el 19 de junio de 2018), desde donde hoy administra el Estado el presidente Luis Arce Catacora y el edificio de la Asamblea Legislativa Plurinacional, donde tiene su despacho el presidente del Senado Andrónico Rodríguez, constituye la expresión de la voluntad política del Estado para dotar a la nación de infraestructura adecuada a las altas responsabilidades que desempeñan las autoridades nacionales, en función de la atención a la población en general, con eficiencia, eficacia, calidez, transparencia y equidad. Son, precisamente, el pueblo boliviano y las naciones indígenas originario campesinas los beneficiarios directos de este esfuerzo modernista del Estado Plurinacional. (*) Luis Oporto Ordóñez es historiador (UMSA) y presidente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia.
7
DOMINGO 29 DE AGOSTO DE 2021
SE TRATA DE LA FAMILIA DE ROEDORES MÁS GRANDE DE SU ESPECIE
¿Invasión o destrucción? El debate por las capibaras en Argentina Mientras unos vecinos piden que se expulsen a los animales de la zona, otros abogan por aprender a convivir con ellos. RT / Ahora El Pueblo En Argentina sigue la polémica ante la llegada de capibaras o carpinchos, el roedor más grande del mundo, al barrio cerrado Nordelta, ubicado en Tigre, en la provincia de Buenos Aires.
E
l tema divide a la población en dos puntos de vista: unos abogan por expulsar a los animales, mientras que otros se inclinan por coexistir con ellos. Quienes piden la expulsión tildan este episodio como una invasión. Algunos vecinos de esta zona, considerado el barrio privado más grande de Argentina y residencia de mucha gente con alto poder adquisitivo, han denunciado que se han registrado ataques a mascotas y accidentes de tránsito. Por ello, muchos señalan que la convivencia ya está resultando imposible y piden que los animales sean trasladados a otro lugar. De la otra parte, los defensores de estos animales señalan que su proliferación por las calles y alrededor de las viviendas se debe a la destrucción de lo que históricamente ha sido su hábitat. “El carpincho no es para nada peligroso, al contrario, es huidizo, es miedoso, es asustadizo. Si vos te acercás, él te va a dejar acercar un poquito, pero cuando ya ve que estás invadiendo su territorio, con un gritito o con un ladridito, él va a decirle a todos los integrantes de la manada que hay peligro y se tiran todos al agua”, comenta Nora Nouche, vecina de Nordelta. La entrevistada añade que “estuvieron diciendo que el carpincho es agresivo, que ataca, cuidado con los niños”, lo que ella considera que está “lejos de la realidad”. Por su parte, Guillermo Fernández, de la Asociación Nuevo Delta, menciona que la solución a toda esta polémica es que se restablezca el equilibrio en la zona, que se perdió “en el momento en que empezaron a talar los montes y empezaron a hacer nuevos emprendimientos inmobiliarios”. “Hoy se está devastando gran parte de zonas que eran humedales e islas y por eso los carpinchos están [...] en este momento por las calles”, enfatiza.
Hoy se está devastando gran parte de zonas que eran humedales e islas y por eso los carpinchos están [...] en este momento por las calles. Nosotros somos los invasores aquí, muchos de nosotros vinimos justamente por estar en contacto con la naturaleza [...] Vinimos acá y tenemos que respetar a los animales”.
Capibaras se apoderaron de uno de los barrios más lujosos de Argentina, reclaman el territorio que les pertenece desde hace siglos.
De igual forma opina Javier Vásquez, también vecino de Nordelta, quien indica que necesitan aprender a coexistir con estos animales. “Nosotros somos los invasores aquí, muchos de nosotros vinimos justamente por estar en contacto con la naturaleza [...] Vinimos acá y tenemos que respetar a los animales que estaban previamente”, recalcó.
CAMPAÑA PÚBLICA
Ante la polémica generada, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Argentina lanzó una campaña pública para que las personas conozcan más sobre los carpinchos. “Conocer a nuestras especies nativas es la clave para valorarlas”, dice la institución en una publicación en Twitter, donde señala que el carpincho “constituye una pieza fundamental de la biodiversidad de los humedales”. El ministerio da recomendaciones sobre qué hacer en caso de tener un encuentro con un carpincho. Ante ello pide a las personas: No lastimarlos. No acercarse. Comunicarse con la autoridad de fauna silvestre o zoonosis de la jurisdicción.
8
DOMINGO 29 DE AGOSTO DE 2021
ESPACIOS DE USO Y DE PASO
Esos lugares ‘no lugares’ Hoy, podría calificar como un “no lugar” también a las redes sociales. De cualquier manera, “los no lugares” nos confirman que somos aves de paso. Homero Carvalho Oliva Antonio Tabucchi es uno de mis escritores favoritos, ahora estoy disfrutando de su libro Viajes y otros viajes, una recopilación de lugares visitados y revisitados.
U
no de sus artículos se denomina Washington: una parada con Einstein y en la introducción menciona a las estaciones de trenes y al antropólogo Marc Augé, autor del libro Los no lugares, obra en la que —según Tabucchi— incluye estaciones, aeropuertos y supermercados y los describe como “esos espacios arquitectónicos de nuestra época en los que pasamos buena parte de nuestro tiempo, pero que vivimos como ‘en suspenso’ porque son espacios de uso y de paso”. Como un buen libro nos remite a otro bueno, busqué el de Augé, cuyo título completo es Los no lugares. Espacios del anonimato. Una antropología de la sobremodernidad. Marc Augé acuñó el término en 1990 y define a los “no lugares” de la siguiente manera: “Si un lugar puede definirse como lugar de identidad, relacional e histórico, un espacio que no puede definirse ni como espacio de identidad ni como relacional ni como histórico, definirá un no lugar. La hipótesis aquí defendida es que la sobremodernidad es productora de no lugares, es decir, de espacios que no son en sí lugares antropológicos y que, contrariamente a la modernidad baudeleriana, no integran los lugares antiguos: éstos, catalogados, clasificados y promovidos a la categoría de ‘lugares” de memoria”, ocupan allí un lugar circunscripto y específico”, según el autor todos esos espacios, que no lugares, son proclives para un estudio de la “etnología de la soledad”.
BREVE INVENTARIO
Los últimos años, antes de la pandemia, los he pasado viajando, tanto por tierra como aire y, debo reconocer, que me gustan los supermercados al punto de que soy quien hace las compras en mi casa. Por estas razones, el libro de Augé lo leí en una tarde.
Después de hacerlo recordé mis propios “no lugares”; sin embargo, debo aclarar que hasta hace unas tres décadas, en Bolivia, los aeropuertos y las estaciones eran sitios de encuentro y todavía no existían los supermercados, aunque en menor escala a diferencia de las grandes urbes o megalópolis en las que el anonimato es absoluto. Haciendo un breve inventario de algunos “no lugares” que conozco, empezaría con la pista de mi pueblo, Santa Ana del Yacuma, que el año 1960, cuando salí en un avión carnicero hacia la ciudad de la Paz, era una simple planicie de ripio. Recordé el pequeño aeropuerto, de ese entonces, en El Alto y, en contraposición, su magnífica estación de trenes, un lugar que a mí me parecía inmenso y mágico, desde donde tomaba el ferrobús que iba a Cochabamba. También recuerdo la antigua estación de buses de la ciudad de Oruro y la de Santa Cruz.
AVES DE PASO
Mi primera salida al exterior fue a la ciudad de México, urbe pornográficamente grande para mi carácter aún provinciano y con un aeropuerto descomunalmente laberíntico. Eso fue en el año de 1980 y desde entonces no he dejado de viajar por diversas razones. Conozco los aeropuertos de casi todas las capitales latinoamericanas, así como muchas ciudades europeas. Las estaciones de trenes más lindas que conozco son la de Florencia, Italia, y la Estación Central, en New York. No puedo dejar de mencionar la estación de trenes de Múnich y el inmenso puerto marítimo de Estocolmo. Hoy, podría calificar como un “no lugar” también a las redes sociales. De cualquiera manera, “los no lugares” nos confirman que somos aves de paso. Y ahora en todas las capitales nos perdemos en los gigantescos Mall, en los que existen de todo: cines, patios de comida, supermercados, boutiques, tiendas de electrodomésticos, celulares, muebles. En fin…
Susana Sanguineti, en su ensayo “Cuando el no lugar se mete dentro de la casa”, afirma: “Creo que ‘los no lugares’ son más bien lugares interiores propiciados por lugares de afuera, en donde el hombre se evade, donde quiere no ser más, donde quiere no pertenecer, ser uno más no diferenciado. Como el adolescente que en algún momento quiere irse no le importa dónde pero solo, donde nadie lo conozca ni lo asfixie con cariño ni con requerimientos”, a todos nos pasa que, a veces solamente, queremos estar solos, pero no en nuestra en casa y, entonces, buscamos un café lejano que esperamos no sea frecuentado por nuestros amigos ni conocidos, para leer o tomar algo y sentirnos a gusto con nuestro cuerpo, con nuestro espíritu y con nuestros recuerdos. Extraño viajar, extraño conocer nuevas ciudades y pasear por sus lugares y sus no lugares.
El antropólogo francés Marc Augé.