AÑO 2 - N°46
La ‘ciudad Alasita’ Págs. 4-5 Un acercamiento a la obra del director y compositor Ramiro Soriano Arce
Los archivos fotográficos: la otra cara de la historia de Bolivia
La poesía es la energía que mueve y transforma el todo
Págs. 2-3
Págs. 6-7
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FOTO: JORGE MAMANI
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ATMÓSFERA ARTÍSTICA
Construcciones de lo simple a lo elaborado Un acercamiento a la figura y obra del director de coro y orquesta, además de compositor boliviano Ramiro Soriano Arce.
Ernesto Flores Meruvia
Cuando suenan las misteriosas notas provenientes de la mente del maestro Ramiro Soriano Arce es inevitable sumergirse en un mundo muy distinto, fuera de lo común, pero que a su vez claramente se nos es familiar.
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nvuelto desde muy chico en una atmósfera artística, Ramiro destaca la influencia de sus padres, el escritor Armando Soriano Badani y la educadora musical Edna Arce, quienes le hicieron posible el contacto con todas esas manifestaciones, sobre todo con la de la música; la idea de la dedicación profesional en este campo artístico apareció al terminar sus estudios secundarios, coincidiendo también con la conclusión del conservatorio en La Paz, pero lo que definió su decisión y además posibilitó por medio de futuros acontecimientos su introducción al mundo de la dirección musical fue el encuentro con ese grupo de artistas dentro de la Sociedad Coral Boliviana, dirigidos por Julio Barragán, que se convertiría en lo que hoy conocemos por Coral Nova; es así que posteriormente completó ampliamente sus estudios en la antigua Unión Soviética y sería uno de los fundadores de la Orquesta Sinfó-
nica Nacional de Honduras como uno de los hechos más importantes de su carrera. Dentro de esa etapa en la dirección musical del maestro nació junto con los demás artistas de Coral Nova un objetivo ambicioso de dar una proyección mucho más elaborada en los arreglos de música boliviana y latinoamericana en general, elevarla y llevarla a otra intención que manifestarse realmente la riqueza con la que se podría percibir y trabajar esta música nuestra, en ese sentido es que el trabajo con los arreglos corales se hacían cada vez más fundamentales para lograr esta meta, asimismo conocer nuestra música con la amplitud más vasta posible era de igual forma esencial, es entonces también cuando vale toda la pena recordar uno de los proyectos más importantes que ha tenido Coral Nova y en la que Soriano como director jugó un papel sustancial, a saber, el de la música misional boliviana, que en gran parte fue posible gracias a las tres décadas de investigación del padre polaco Piotr Nawrot y al Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca Americana “Misiones de Chiquitos” celebrado por primera vez en 1996, siendo un evento clave para la difusión de esta música, con la constante y decisiva participación de Coral Nova que a futuro también nos brindaría un valioso registro auditivo de estas obras pertenecientes a una etapa muchas veces
ignorada por la mayoría de nosotros. Cabe recalcar que Bolivia es el único país latinoamericano que ha logrado conservar las partituras del periodo misional jesuita en nuestro continente con una considerable cantidad de ellas. La faceta como compositor en Soriano empezó de igual forma a raíz de su fuerte participación y dedicación en el coro, comenzando por la elaboración de arreglos para este e incursionando así en primera instancia con la música vocal, pero ni aun en esas circunstancias se consideraba él mismo como un compositor, señala Ramiro; eran acciones para satisfacer un gusto propio, algo así como un “hobby”, esto siguió para luego adentrarse hacia otros ámbitos orquestales, instrumentales y de cámara, además de cambiar totalmente el sentido de la composición, ya no sería solamente algo hecho de acuerdo con algo que ya está ahí como son los arreglos corales, sino que se convertiría en la expresión personal proveniente de una necesidad intrínseca al ser, para plasmar y explorar eso que sentimos y pensamos en un lenguaje, que en el caso del maestro fue y es el musical; eso sin perder, señala, una libertad que se es dada propiamente al momento de componer, es decir que no se ve obligado a proponer innovaciones en sus obras u otro tipo de cosas que la mayoría de quienes se dedican a la composición se imponen a sí mismos, Soriano hace lo que a él le suena bien, lo que le gusta y lo que desea; quizás ese sea uno de los motivos que hacen de él un compositor distinguido entre la comunidad musical académica boliviana. Al momento de escuchar por ejemplo el poema sinfónico El Resplandeciente, basado en La Leyenda del Illimani, podemos notar claramente las fuertes influencias folklóricas e incluso autóctonas que hay en la obra, como es el caso del momento de “la boda”, donde la melodía se encarga de subsumir al oyente en un khantu, al mero estilo del maestro Ramiro que con los rasgos particulares contemporáneos, la estructuración tan peculiar y una lista de cosas que podríamos mencionar, hacen de la experiencia auditiva algo sublime, tan nuestro
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pero al mismo tiempo tan nuevo y ajeno a la costumbre de concebir nuestra propia música; Mana, Ramiro al medio día es otro claro momento de la compoSoriano sición en el que podemos apreciar esto de forma Arce más notoria, pero esta vez con una cueca, como jamás la habíamos escuchado, aunque este caso no es el primero que nos presenta el compositor, podemos encontrar muchos más ejemplos con este género tan emblemático de Bolivia en el álbum de cinco cuecas para piano o también la Cueca lenta, del maestro; así a lo largo de todo el poema sinfónico podemos notar esta característica tan bella que es propia de Soriano, pero también de toda esta etapa actual por la que pasa la música boliviana, esa búsqueda incesante por nuevas maneras de expresar nuestra realidad y ficción, nuestros deseos y temores más profundos como también los más superficiales; es inevitable no poseer el deseo de ser comprendido, para ello manifestarse de la manera más universalmente Lamentablemente, los mecanismos de difuposible sin perder una gota de la esencia de cada sión por los que esta música se pudiera propagar uno de nosotros es fundamental, saber transmitir esas percepciones y proyecciones que nos jamás ha abarcado una cobertura suficiente ni lo envuelven día tras día sin que siquiera lo deseehace actualmente, empero no puede residir toda mos o incluso lo notemos es, pues, la totalidad de la culpa en ellos ya que se rigen de acuerdo con nuestra realidad histórica, aquello tan único y vael requerimiento de una mayoría, es entonces lioso que nos hace ser bolivianos. que de forma muy triste esta construcción acBajo este contexto, Soriano señala que la totual totalmente innovadora y única como jamás talidad de sus composiciones residen su inspise había visto en la historia de la música nacioración en la música boliviana, ya sea folklórica, nal pasa desapercibida para una gran mayoría, autóctona o de otro tipo, apreciables en la macon un rango de accesibilidad que es casi solayoría de los casos de forma explícita; esta absmente para los pertenecientes a esa atmósfera tracción de lo popular que musical o para quienes se se hace de forma tan natuproponen en verdad el objetivo de investigar el tema, ral por el compositor, señala, es un proceso que se ha pero aun en esas circunstancias sigue siendo un trahecho desde siempre y no bajo dificultoso, con ciertas solamente en nuestro país, La faceta como limitaciones que felizmensino en todo el mundo, en te cada vez son menos; ¿qué ese sentido la música es compositor en Soriano acciones se pueden tomar una construcción colectiva empezó de igual al respecto?, Ramiro señala e histórica, que va sirviénforma a raíz de su dose de elementos concreque en la actualidad no pofuerte participación y tos o generales de lo más demos ignorar la capacidad simple pero no menos rico difusiva que nos brindan dedicación en el coro”. como es el caso del ámbilas redes sociales, los sitios to nativo, para elevarse y web o finalmente el internet en general y que esa convertirse en algo mucho ventaja debe ser aprovechamás elaborado, que tenga el da al máximo, pero mucho poder de expresar muchas más importante aún, señala, es la labor de hamás cosas y con mayor complejidad sin perder cer de intérpretes de nuestra propia música, de su esencia propia, es así que lo “académico o conocerla y ejecutarla, de naturalizar las obras clásico”, llamémoslo así, está estrechamente relacionado con aquellas expresiones populares nacionales dentro de un repertorio universal, es decir el poder tocar tranquilamente una que a su vez están en comunión con la primera, obra boliviana y luego una sonata de Brahms son pues manifestaciones que por más separadas y distintas que parezcan van evolucionando por ejemplo, ¿cuál sería el problema?, debemos de la mano, retroalimentándose constantemeninculcar esa cultura por medio de los maestros te entre ellas a través de los años. independientes y de los conservatorios; surge pues una interrogativa que con mucha razón llama a la conciencia de todos los músicos bolivianos, ¿si nosotros no tocamos nuestra propia música, quién más lo hará?, ¿quién entonces va a consumir nuestro arte? Podría parecer muy obvia la conclusión de las posibles respuestas a estas cuestiones, pero esta compleja situación se remonta no sólo hasta hace poco, sino que
nos viene persiguiendo desde hace mucho, suficientemente claros son los ejemplos de los Aires indios, de Eduardo Caba, o las Cuecas, de Simeón Roncal, que recién en nuestros días están tomando la importancia que se les debía haber dado hace ya bastantes años. Por esto último es que también un buen desarrollo de la educación musical es menester, cosa que teóricamente hablando si lo tenemos, actualmente gozamos de excelentes maestros con un conocimiento bastante amplio y antes también, ser alumno de Humberto Viscarra, Gustavo Navarre, Oldrich Halas, entre otros grandes personajes de nuestra historia musical no ha de haber sido poca cosa, nos comenta Soriano, recordando que al momento de completar sus estudios en Moscú no tuvo complicaciones mayores, por el hecho de haberlo hecho ya en el conservatorio de La Paz, ¿qué factor es entonces el que nos aparta de estar cerca a una comparativa con países del primer mundo por ejemplo? pues el de la total dedicación a la música, de la manera más seria y profesional posible, cosa que lastimosamente al momento de pensar en un posible futuro artístico, lleno de cortedades y dificultades es una elección fatídica para muchos, un riesgo que mejor podría no correrse y que hecho así por último termina en dejar a la música como un simple pasatiempo. Ramiro Soriano Arce es para muchos de nosotros, quienes nos dedicamos a la música, un referente por sus importantes trabajos que nos incitan a meditar cada vez más sobre el ejercicio musical subsumido bajo nuestro contexto nacional del que absolutamente todos somos partícipes y que a veces nos esforzamos por soslayar, escuchar sus obras es pues contemplarnos detalladamente en un espejo con otro cristal que per se es una cordial invitación a vivir una realidad más completa y a sumergirnos en la constante Bolivia.
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TRADICIÓN PACEÑA
La ‘ciudad Alasita’, la más pe
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Dedicado a: Mario Mancilla Flores y familia (1945-2020), Fundador de Fenaena y del sector yeso de la ciudad Alasita.
or tanto, la ciudad más pequeña del mundo es un lugar caótico con cierto orden, visto como la más pintoresca, turística, protegida por la Wak’a Ekeko y la Virgen Nuestra Señora de La Paz. Fuentes históricas dan cuenta de que la feria ya se desarrollaba desde 1782, después del cerco indígena a la ciudad de La Paz. Desde ese año, aunque las fechas y lugares cambiaron, con la historia emergieron desde la marginalidad de la colonia, tras muchos años de resistencia cultural. La Alasita como el Ekeko perseguidos por la inquisición religiosa católica se abrió paso enmascarándose con el mestizaje y luego la modernidad. La Feria de Alasita y el Ekeko se liberaron de la extirpación de idolatrías para trascender en el municipio paceño, expandirse por toda Bolivia y fuera del país. Finalmente, fue reconocida como patrimonio cultural del mundo proclamada por la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura (Unesco) en 2017. La característica principal de la feria es la oferta de miniaturas, llamadas en lengua aymara illas e ispallas que tienen un valor trascendental que producen los artesanos como necesidades que emanan de mitos, rituales a las semillas para su reproducción como materia energizada y viva que se ofrece en el qatu/mercado o feria de Alasita a lo que llamo la “ciudad Alasita”.
David Mendoza Salazar
Después de casi dos años de pandemia volvió la fiesta y feria de Alasita. Se abrieron energías rituales del tiempo de fertilidad o Jallu Pacha. El Ekeko y la Ekeka llegaron cargados de illas e ispallas a la “ciudad Alasita”. De acuerdo con los datos de consumo cultural del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (GAMLP), de 2019, el 73% de los paceños visita la feria para divertirse, comprar, jugar, pasear, enamorar y comer. Este hecho establece su importancia, por eso la valoración patrimonial no sólo viene del Estado, sino desde la identidad y la apropiación de sus habitantes.
LA PEQUEÑA ‘CIUDAD ALASITA’
La ‘ciudad Alasita’ está dentro de otra ciudad, es flotante y efímera. Los límites están demarcados por fronteras, por arriba la avenida Camacho, Argandoña, bajando por la Avenida del Ejército y cierra con la calle capitán Ravelo”.
Cuando voy a la feria me imagino ingresar a la “ciudad Alasita”, como Alicia cuando ingresa al País de las Maravillas o Gulliver que aparece en la ciudad pequeña de Liliput. Quien quiera ver la “ciudad Alasita” tiene que hacerla desde el teleférico en la noche con luces nocturnas, es espectacular. Es un lugar cargado de ilusiones de prosperidad. Es cierto que una ciudad se construye a partir de sus habitantes, de sus modos de vida y valores culturales. Por eso, la “ciudad Alasita” es producto de los artesanos creyentes, un lugar mágico, impregnado de mitos, ritos, invocaciones, gestos, miradas, risas, juegos, humos de sahumerio, ch’allas de alcohol, ilusiones, olores y sabores, ollas donde hierve el api, mientras se frita un empanada de queso. El paseo incluye la degustación de la docena de churros o bien un sándwich de chola, los minipasteles, humintas, para finalmente estacionarte en un puesto de anticuchos para saborear un rico corazón.
En la “ciudad A un mundo de pro su propia lógica d ca. Las mercancía especialidades est dad y significado. de yeseros, mader comidas, juegos, e cosmos donde se e de convivencia, cr poder, compadraz fiestas y presteríos La “ciudad Alas es flotante y efíme dos por fronteras, p Argandoña, bajand cierra con la calle c ciudad algunos sec la “ciudad Alasita” instrumentos Wala ba. La ciudad Alas civil para casarse y de la fortun les y o Com A
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ÓN EN ALASITA’
es limitada con servicios, puestos que son viviendas n dormitorio. En la “ciudad ve gratis, se paga impuestos s los servicios. Tenemos algumados del censo de exposito2016 por el GAMLP, en la que población de 4.560 expositorvicios, juegos, etc.).
Esta cifra es tan cambiante que hoy llegó a más o menos de 5.000 expositores en todas sus especialidades. Eso se explica porque hay una población flotante y que seguro fue afectada por la pandemia. Según datos de Federación Nacional de Expositores de Navidad y Alasita (Fenaena) está formada aproximadamente por 66 asociaciones, cada una ocupa la “ciudad Alasita” como zonas identificables.
GOBIERNO POPULAR EN LA ‘CIUDAD ALASITA’ La organización que dirige se llama Fenaena y fue fundada el 24 de enero de 1969, tiene 53 años de existencia. Formada por un directorio que representa a todas las asociaciones. Me imagino que la secretaria Ejecutiva, Judith Mancilla Mamani, es la gobernadora de la “ciudad Alasita”, acompañada de sus secretarios. No podía ser de otra manera el liderazgo tenía que estar en una mujer heredera de saberes artesanales de una familia prestigiosa del sector yeso. Gobernar la “ciudad Alasita” no debe
ser fácil, como en toda ciudad se manifiestan demandas que provocan tensiones de intereses de todos los sectores que buscan ser visibles y bien atendidos. Como dice el dicho popular, pueblo chico infierno grande. Además, la gobernadora de la “ciudad Alasita” debe relacionarse con el poder de la gran ciudad de La Paz, para gestionar proyectos de política cultural para los artesanos. Posiblemente, una vez que desaparece la “ciudad Alasita” también se esfuman los problemas.
LA CIUDAD DE ALASITA, UN ESCENARIO DE ARTE La identidad cultural de la “ciudad Alasita” es el arte ritual que parte de la producción de miniaturas como illas y semillas de la fertilidad. La mayoría de las miniaturas elaboradas forman el elemento principal de consumo ritual energizado. Las miniaturas no sólo son mercancías de cambio, sino tienen un valor simbólico ligado a la ritualidad de la multiplicación. Estos no pierden el valor cultural después del 24 de enero, sino más bien permanecen mientras exista la “ciudad Alasita” en el mercado de bienes simbólicos que son ritualizadas con ch’allas y q’uwa permanentemente por los yatiris, kallawayas y amautas que se encuentran en la feria. La elaboración de estas miniaturas es una obra producto del arte manual, si bien se incorporaron nuevas tecnologías, no deja de ser un producto excepcional. Lamentablemente, el mercado internacional invade con sus productos no artesanales la “ciudad Alasita”, esto afecta a la producción nacional. Cuando se visita el sector de los decanos, puestos de miniaturas, no deja de sorprender la manufactura de los sombreros en miniatura, trajes de muñecas, maletas, roperos, celulares, computadoras, herramientas, víveres, canastas, es decir, bienes materiales que no son sólo valores de uso, sino bienes de arte simbólicos. Un elemento que sorprende es la fabricación al detalle de los billetes de Alasita garantizados por los bancos del Ekeko para comprar lo que uno desee. La existencia de la “ciudad Alasita” tiene un límite, se esfuma por arte de magia el último día del remate de miniaturas para que no quede nada en las bodegas. ¡Qué fascinante es la “ciudad Alasita”! El próximo año volveré a caminar por las calles de la “ciudad Alasita” en busca de la illa Ekeka que renacerá el 24 de enero al mediodía.
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EVOLUCIÓN INCESANTE
Los archivos fotográficos: la otra cara de la historia de Bolivia La fotografía, del griego foto (luz) y grafo (escritura o dibujo), significa ‘escribir, dibujar con la luz’, término propuesto por Sir John Herschel y descubridor del uso del tiosulfato de sodio como fijador de las sales de plata (1819); tuvo un desarrollo casi fantástico, como se puede apreciar en ‘La historia de la fotografía’ (photo-museum.org).
Julio Cordero.
Luis Oporto Ordóñez
Sus orígenes se remontan a 1824 con Nicéphore Niépce, que logró obtener una imagen luego de un tiempo de exposición de varios días, sobre una solución de ‘betún de Judea’ extendida sobre una placa de plata. A partir de ese descubrimiento, la evolución de la fotografía fue incesante.
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acques Mandé Daguerre inventó el primer procedimiento de revelado, con tiempo de exposición de 30 minutos, el célebre ‘daguerrotipo’ (1838); William Henry Fox Talbot patentó el calotipo, primer procedimiento negativo/positivo con lo que podían imprimirse copias múltiples (1841); Abel Niépce de Saint Victor descubrió la forma de reemplazar el papel por el vidrio (1847), técnica que se popularizó hasta el descubrimiento del soporte blando, por Georges Eastman (fundador de Kodak), reemplazándolas por rollos de celuloide (1888). La reproducción de fotografías en colores tuvo su propio campo de acción, desde las primeras tentativas de Edmond Becquerel (1848) y Niépce de Saint Victor (1851), “quienes demostraron que una placa de plata recubierta de cloruro de plata puro reproducía directamente los colores, aunque de manera inestable”, siendo un hito el descubrimiento de Louis Ducos du Hauron que logró la primera fotografía
en colores aplicando el principio de Maxwell de la “descomposición la luz por intermedio de los tres colores fundamentales, el rojo, el amarillo y el azul” (1869), al que le siguen el autocromo de los hermanos Lumière, el cromógeno de R. Fisher (1911), hasta que “el principio tri cromo fue retomado por la Empresa Agfa para poner a punto las películas Agfacolor, constituidas de tres capas superpuestas sensibles respectivamente al azul, verde y rojo” (1936) y el trabajo de L. Mannès y L. Godowsky (1935), adquirido por Kodak con el nombre de Kodachrome. Hoy la fotografía digital se ha convertido en un elemento esencial en la vida moderna, practicada de manera universal, sin distinción de clases sociales. La fotografía comercial, como alternativa documental utilizada en Bolivia, se inició con el trabajo pionero de M. Barrios, en Potosí en 1850, continuando la labor Federico Arizmendi, Emilio
Cabo Juan.
Casas, Valentín Meriles y Pedro N. Pérez; y en las minas de estaño de Llallagua, Juan Bastos. Los fotógrafos Julio Cordero y Luis Gismondi instalaron prestigiosos estudios en La Paz. Gismondi estableció otro en Lima (Perú), con lo que su celebridad fue binacional. Otros fotógrafos destacados fueron Maximiliano T. Vargas, con laboratorios en La Paz y Arequipa; Valdez Hnos. en La Paz y Sucre; Carlos (1885-1976) y Miguel Vargas (1886-1979); Hans Swimmer; los hermanos rusos Kavlin (1918); B. Cáceres (1900-1930), V. M. del Castillo (1925), J. Delaney (1930), Abdón Flores, con su estudio en calle Colombia; el estudio Guerra en la calle Oruro; el renombrado fotógrafo peruano Martín Chambi (1891-1973) y José Velarde, en 1925. Posteriormente instalaron estudios Freddy Alborta (fotógrafo oficial del presidente Víctor Paz) y Leopoldo Yelincic (fotógrafo oficial de la Embajada de EEUU), Antonio Eguino, el peruano Germán Rojas y otros. Los fotógrafos Julio Cordero, Luis Gismondi, José Nicolás Piérola y Lucio Flores marcaron la Época de Oro de la fotografía paceña. En Cochabamba estaban los estudios de Félix Angulo, Luis Bazoberry (fotógrafo de la Guerra del Chaco), M. Ocaña (trabajó también en las minas de Patiño), García y Rodolfo Torrico Zamudio, el que más destacó. En Sucre, los Hnos. Valdez y Alfredo González. En Tarija, el estudio de Alejandrino Pérez y Hnos. En Santa Cruz de la Sierra, los fotógrafos Valdez y Cía., Vaca Pereira, Luis Lavadenz, Miguel Rojas y Carlos Cirbián Barros. Carlos Portillo en la ciudad de Oruro y la intrépida figura del fotógrafo trajinante Damián Aima (que trabajó como tal en el departamento de Oruro y las minas a partir de 1960, cuyo archivo de negativos fue adquirido por el Museo Nacional de Etnografía y Folklore). En otro orden, Félix Arando formó el Archivo Fotográfico del Movimiento Obrero y Social de Bolivia desde 1971, lo que lo hace único en su género.
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Arturo Posnansky.
Otros fotógrafos que documentaron diversas facetas del desarrollo cultural boliviano conforman una amplia gama de profesionales e investigadores, entre los que encontramos antropólogos, etnógrafos, historiadores y artistas que usan la fotografía para fines de registro documental con valor intrínseco. Entre ellos está Arturo Posnansky (1873-1946), que levantó registros de su trabajo arqueológico en Tiwanaku; los hermanos Sintic, que llegaron con la Misión Científica Francesa y trabajaron en esa ciudadela prehispánica (1903-1905); Georges Roumá levantó registros antropométricos de aymaras (1910), Adolf F. Bandelier y el fotógrafo Charles F. Lummis trabajaron en Copacabana y ciudades del Perú (1892-1903), posteriormente recogieron copiosas memorias, planchas, planos, vistas fotográficas, por encargo del Museo de Historia Natural de Nueva York (1859-1958); Alcides Arguedas documentó su vida intelectual y familiar sistemáticamente desde 1900 hasta su muerte; Alfred Metraux realizó invaluables registros fotográficos de los Chipayas en su impenetrable hábitat (c. 1920); el franco argentino Jean Vellard documentó fotográficamente la tragedia de los Urus del lago Titicaca (1937); Robert Gertsmann (1896-1964), activo en Bolivia entre 1924 y 1928, publicó un magnífico libro de fotografías sobre Bolivia; Herbert Kirchhoff editó otro trabajo similar; Pierre Verger viajó por el país a mediados de los años 30 y también Hans Mann (1900-1966). René Céspedes trabajó por 50 años reuniendo un archivo personal de 60 mil registros; Johannes Lein, fotógrafo alemán, trabajó entre 1939 y 1967. La lista continúa con Gustav Thorlichen, quien levantó registros fotográficos de la Corporación Minera de Bolivia en los 60; posteriormente Jean Claude Wicky fotografió a los mineros cooperativistas y Peter Lowe a mujeres indígenas mineras. No podemos dejar de mencionar a los fotógrafos franciscanos Hildeberto Walpoth, conversor de Urubichá (19381940); Juan Bernabei (1899-1901), Theodor Herzog (1907) y Wilhelm Kowanda (1925) y a Hans Ertl, fotógrafo oficial del Mariscal E. Rommel, quien estuvo en Bolivia y dejó un álbum fotográfico de alto valor, con registros de las diversas regiones y capitales del país. En otro orden mencionamos los archivos fotográficos institucionales, siendo los más importantes el que ha formado el Archivo de La Paz, enriquecido en 2010 con la donación de la que
rio del presidente Hilarión Daza (asesinado en Uyuni el 27 de febrero de 1894), tomadas por el fotógrafo de Antofagasta, C. B. Varela; el Álbum inédito del Centenario del 25 de Mayo de 1809, con imágenes captadas por Julio y René Álvarez, y Carlos Arce; y seis fotografías de alto valor documental respecto a la participación indígena en la Guerra del Chaco (1932-1935), tomadas a la tropa de indígenas Weenhayek (Mataco), con vestimenta originaria elaborada con garabatá y algunos elementos del uniforme militar boliviano, liderada por el mítico cabo Juan Galván, quien habría servido de guía a los capitanes Víctor Ustáriz y Germán Busch durante sus heroicas actuaciones en la guerra. En el reverso de las fotos reza: “Tropa Chulupi del cabo Juan. Muñoz, 15 de diciembre de 1933”. La Casa Nacional de Moneda resguarda una significativa colección fotográfica con fotografías de Moisés Valdez, “uno de los primeros fotógrafos que llegó a la Villa Imperial, como reza un aviso publicado en el periódico Las Garantías: “El suscrito fotógrafo, anuncia la instalación de su laboratorio; que tendrá lugar el día 10 de julio [de 1883]. Cuenta esta casa con artículos y aparatos competentes para la satisfacción pública; trabajándose en ella, copias de todo tamaño y claformó el periódico ya desaparecido Última Hora, se abrillantado en tarjeta negra y vista de varios y que gracias a un apoyo de la British Library dipuntos mineralógicos de Bolivia”. En 2018, el Centro de la Cultura Plurinaciogitalizaron más de 100 mil piezas. Se suman a ese repertorio la Fototeca de Los nal en Santa Cruz de la Sierra abrió la exposición Alma y Oficio, compuesta por fotografías Tiempos, de Cochabamba; la de la Misión Franciscana de Schwaz (Tirol, Ausde don Filemón Barba, fotria), la del Archivo Parroquial tógrafo ambulante que de Urubichá, la del Archivo trabajó desde la década de la Recoleta (Sucre) y la que de los 40 en la plaza 24 de existe en la Biblioteca y ArchiSeptiembre de Santa Cruz, vo Histórico de la Asamblea retratando a varias geneLa fotografía comercial, raciones durante 60 años. Legislativa Plurinacional, con como alternativa Su sorprendente trayecfotografías históricas del Condocumental utilizada greso del siglo XIX y XX, así toria fue recuperada por como el proceso constituyente Graciela González, Daniel en Bolivia, se inició con 2006-2008, y la invaluable coCaballero, Pablo Berdecio el trabajo pionero de M. lección de Leopoldo Yelincic. y Alejandro Ugalde, egreBarrios, en Potosí, El Archivo Central del Musados de la carrera de Arte en 1850”. seo Nacional de Etnografía y de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, Folklore (Musef) concentra quienes organizaron la 17 fondos y colecciones de campaña Por la Recupefotografías, que datan desde ración de la Memoria Colectiva, solicitando 1890, con 108.650 fotografías físicas (placas de el préstamo de fotografías a las personas que vidrio, papel fotográfico, triacetatos y acetatos de habían sido retratadas por Don Filemón, reucelulosa), e imágenes digitales que llegan a 8.139 niendo 416 fotografías. Don Filemón —quien unidades, siendo uno de los repositorios especializados que preserva fotografías vinculadas falleció en octubre de 2021— pudo disfrutar en al mundo social, etnológico y etnográfico de la vida este singular homenaje. realidad boliviana, documentos originales y legítimos, obtenidos como resultado de trabajos in situ. El Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia (ABNB) resguarda un Fondo Fotográfico compuesto por 20 colecciones que incluyen paisajes rurales y urbanos, sitios patrimoniales, grupos familiares y personalidades notables de la vida política y cultural, así como fotografías de sucesos destacados de la historia boliviana, como ser la Guerra del Chaco. Casa de la Libertad (CDL) custodia un importante Archivo Fotográfico, con cuatro colecciones: la que formó el explorador austriaco Arthur Posnansky (1873-1946), duranFilemon te 40 años, resultado de sus esBarba. tudios de Tiwanaku; el velato-
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FORMA DE CONOCIMIENTO
Arte Poética Antes de que los seres humanos fuéramos tales, ya la poesía era. Precediendo al fuego, ya incendiaba los cuerpos. Homero Carvalho Oliva
escritas con las nostalgias, los deseos, los amores, las esperanzas y las decepciones de la gente. La poesía es una carga de caballería sin ninguna posibilidad de sobrevivir. Es la priAntes de la danza, se revelaba en mera oración de La Metamorfosis y el último el movimiento de las aves. Previa verso de Serguei Esenin escrito con su propia a la palabra, hablaba en el viento sangre prometiendo un encuentro en el futrayendo las voces de la Creación. turo. Es el sereno temblor que alienta a Vito Imaginando la música, la poesía Apushana. Es Homero cantando que los dioses traman desgracias para que los hombres habitaba en el silencio de las aguas tengamos algo que contar. Mi maestro Fermarinas. Anoticiando la escritura, nando Pessoa, transmutado en Ricardo Reis, se aparecía en las huellas que los afirma que: “Debe haber, en el más pequeño pies de nuestras amadas impripoema de un poeta, algo por lo que se note mían en el ámbar de las cosechas. que ha existido Homero”; por eso cuando escribimos un poema revivimos al aeda griego. La poesía era Diosa y el infinito y La poesía es el camino que nos conduce a los que lo habitamos su creación. los Reinos Dorados, allí donde moran los que La poesía es Élan vital, la energía fuimos, los que somos y los que seremos. Es que mueve y transforma el todo. la música del poema “Siempre”, de Ricardo Jaimes Freyre, y la fuerza telúrica del “Canto al hombre de la selva”, de a poesía es una Raúl Otero Reiche. forma de conoLa poesía es la Santísicimiento, de ma Trinidad, en la que el percibir la reaPadre es el autor, el Hijo es El poema, que es lidad, de transel libro y el lector es el Espíun fragmento de la formarla, de ilusionarla, ritu Santo. Es el Urim y Tumin con el que nos comude sentirla, de esperarla; poesía, se desliza por nicamos con la amada. escribirla me produce un la página, como el Poesía es despertarse inmenso júbilo, me resol por el horizonte, concilia con la vida y con y saberse otro, y seguir y lo ilumina todo”. el cosmos, por eso misviviendo como si fuéramos el mismo, es un lugar mo creo que la poesía es imaginario, con imágenes la verdadera conquista del verdaderas. ser humano, mejor aún si Poesía son esas palabras la poesía me escribe a mí que nos recuerdan algo, pero que nunca samismo. La filosofía me ayuda a realizar las bremos qué es. La poesía sucede cuando Dios preguntas correctas, pertinentes, y la poesía y el Diablo se descuidan y nos dejan ser pleme ayuda a responderlas. Escribir poesía es namente humanos. Por eso creo que el poeta hacerle el amor al lenguaje; cuando escribes Yves Bonnefoy tiene razón cuando afirma que poesía no sólo debes pensar en las palabras “La literatura es una posibilidad de la lengua, la como arte, debes sentirlas como arte. La poesía seduce a los fantasmas de las palabras y los poesía es una manera de despertar la palabra”. revela en una indiscreta epifanía literaria. El poema, que es un fragmento de la poesía, La poesía es una nube preñada de imágenes. se desliza por la página, como el sol por el horizonte, y lo ilumina todo. Cada vez que se esUn niño la ve y se imagina un sombrero, una joven ve un jarajorechi, un hombre ve lo que sus cribe un poema nos liberamos del tiempo y el hijos quieren ver. Un muchacho ve los ojos de universo se expande. Cuando leemos un poema no nos debemos preguntar qué quiso decir la vecina y un caminante descifra los símbolos el poeta, sino qué queremos decir nosotros, los del tiempo. Cuando escribo poesía sucede que lectores, a través de ese poema. El buen poesi escribo Río, me llueven peces. ma se explica en tu interior. Después de leer un Poesía es la distancia que hay entre una gota buen poema, el silencio cobra sentido. de rocío y un caracolito. Es la tierra madre a la Poesía es mamatomba serembe cuserembó que volvemos para sembrarnos y paladear sus camba kolla kunumi imilla diko:kon yasoroíntimos sabores. Poesía es el árbol de los recuerpai Tumpa pe. dos, que en vez de hojas verdes posee páginas
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