SUPLEMENTO - CRÓNICAS

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DOMINGO 12 DE JUNIO DE 2022

AÑO 2 - N° 59

Págs. 6-7 Adictos a la clefa, el q’ulu en lo alto de la ciudad iluminada

El Waphuri Galán seduce en el Gran Poder

Los archivos, base de la identidad de los pueblos y naciones

Págs. 4-5

Págs. 2-3

Págs. 8-9

FOTO: ARMONÍA

Los queñuales del Madidi, entre la extinción y la esperanza


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DOMINGO 12 DE JUNIO DE 2022

ITINERARIO DE CONQUISTAS Y AMOR

Waphuri Galán: Entre la seducción y el Poder La construcción de la estética del Waphuri Galán en las fiestas populares de Bolivia es producto de una práctica personal y política de dotarle un poder de resistencia, transgresión y reivindicación de los derechos humanos. David Aruquipa Pérez

En la Festividad del Señor Jesús del Gran Poder aplausos y gritos de las graderías evocan a los Waphuris Galán, afectos, abrazos no se dejan esperar en el serpenteado recorrido; todas esas emociones traen a mi memoria las palabras de Edgar Arandia, cuando se refiere al Gran Poder, como un Jach’a Katari (gran serpiente) que, en los 8 kilómetros de recorrido, estrangula y asfixia a la ciudad de La Paz recordando, anualmente, la conquista de nuestro territorio.

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s como un renovarse para construir un nuevo tiempo, toda la magia sucede en ese espacio paceño, desde la partida en la avenida Calatayud, bajando por la Garita de Lima, hasta ensamblar con la avenida Buenos Aires, el gran brazo popular del macrodistrito Max Paredes, hasta llegar a la iglesia del Gran Poder, donde mi corazón explota de alegría al ver la imagen del Tata y le canto a coro con mi bloque Candelaria: “Un año más la emoción inunda mi corazón, alisto mi rueca para bailar kullaguita. Al ver tu rostro Señor, caen lágrimas de amor, un año más por ti señor Jesús del Gran Poder”. El Tata del Gran Poder nos espera con sus brazos abiertos; es uno de los momentos más importantes, por el que bailo todos los años. El palco de los vecinos y dirigentes del Gran Poder me reciben con algarabía, saludo a la directiva,

DIRECTOR Marco Antonio Santivañez Soria

continúo danzando hasta llegar a las calles Sade la danza, acá se nota los meses de ensayo de gárnaga e Illampu, ya casi termina la zona colos Waphuris Galán, aplausos y abrazos de amimercial, la más popular de todas. Fotografías gos, fraternos, periodistas, familiares y distintos en todo el trayecto, muchas parejas quieren que personajes paceños que hacen de este recorrido sostenga a sus bebés mientras el flash congela un itinerario anual de placer y compromiso. La el momento, siempre hay una persona que me avenida Simón Bolívar nos expulsa como un embudo, estoy cansado, pero recargo energías. Me cuenta que en su adolescencia su mamá también le había sacado fotos conmigo, ahora quesiento muy feliz, no solo por haber bailado, sino rían tener ese recuerdo con sus hijos, como un por reafirmar mi lucha política desde la estética rito de paso y herencia de generación a generaGalán. ción, cierro mis ojos mientras las cámaras captan cada movimiento. ESTÉTICA GALÁN Continuo por la avenida Pando que enlaza La construcción de la estética del Waphuri con la Montes, es otra zona, ya no es la misma Galán en las fiestas populares de Bolivia es producto de una práctica persogente popular; el público nal y política de dotarle a un es más distante. Aquí me personaje festivo, un poder debo esforzar para seducir de resistencia, transgresión a los nuevos espectadores y reivindicación de derecon mi cuerpo danzante, chos humanos; soy miemme invitan un vaso de cerEl Tata del Gran Poder veza y sellamos el pacto de bro de la familia Galán , con nos espera con sus amistad. A pesar del canquienes iniciamos distintas brazos abiertos; es uno sancio me sobrepongo, me intervenciones urbanas especialmente desde la fiesta. siento sostenido por los sade los momentos más ludos de la gente. Es un aliAntes de adentrarme al perimportantes por el que vio llegar a la Pérez Velasco, sonaje en sí mismo, es imbailo todos los años”. portante mirar a otras preel nudo central de nuestra sencias que antecedieron ciudad, donde me sonríe la similar recorrido; desde los imponente Iglesia de San años 70, las sensuales chiFrancisco, en otrora la Iglesia de Indios, era la frontera que separaba los banas morenas, a quienes he tenido la oportunidad rrios indígenas de la alta burguesía. Esa historia de describirlas en el libro ‘La china morena: Memoria histórica travestí (2012)’, desde sus recuerno está superada del todo, ahora las separaciones son sociales y raciales, es una herida que no dos y añoranzas de su sensual presencia en las ha cicatrizado. Avanzo hasta llegar a la Avenida fiestas populares, especialmente del Carnaval Camacho, ahí me espera el imponente Illimani, de Oruro y la Festividad del Señor Jesús del Gran estoy casi aliviado porque voy llegando al palco Poder, nos relatan en primera persona historias oficial y luego al final de la fiesta. de desprendimiento y valentía de hacer pública Es una sensación única llegar al palco oficial, su voz y su cuerpo a través de su estética. Toda es el lugar de encuentro y examen coreográfico la transformación política y discursiva, además

EDITOR DE CRÓNICAS Estéfani Huiza Fernández

CORRECCIÓN José Antonio Orellana Carpio

Redes Sociales

COLABORARON: Luis Oporto Ordóñez Melina Valencia Achá David Aruquipa Pérez Daniel Averanga Montiel Marcelo A. Maldonado Rocha

DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Gabriel Omar Mamani Condo

www.ahoraelpueblo.bo La Paz-Bolivia Calle Potosí, esquina Ayacucho N° 1220 Zona Central, La Paz Teléfono: 2902587

FOTOGRAFÍA Jorge Mamani Karita


3 de la arrogancia y rebeldía con la que el personaje se apropió de una de las danzas más importantes de nuestras fiestas, la morenada. En un momento, cuando todo este legado histórico de las chinas morenas estaba tapiado en los baúles de la añoranza, creí que el Waphuri Galán, creado el año 2001, había sido la primera pintura de arco iris en el Carnaval de Oruro y la Festividad del Gran Poder, esa única presencia que se atrevió a visibilizar el poder rosa en la fiesta. Esa arrogancia se difumina cuando desde el 2009 la historia de la china morena, comandada por la gran Ofelia, Carlos Espinoza, nos permite analizar en el tiempo, la estética y política de la fiesta como un proceso continuo de aportes. Entonces estos antecedentes refuerzan que la estética está íntimamente vinculada con las transformaciones sociales y las dinámicas de la comunidad festiva, que activa una serie de prácticas rituales, culturales, organizativas, además de los deseos y placeres.

NACE LA HISTORIA DEL WAPHURI GALÁN Fue durante un ensayo del bloque Chukutas de la ciudad de La Paz, el año 2001; estaban preparándose para su participación en la importante fiesta, el líder del bloque nos recibió con una sonrisa pícara y coqueta e invitó a compartir unos drinks en un local periférico y popular de La Paz. La charola llegó llena de coctelitos de colores. ¡Salud!, ¡salud!, miradas curiosas del salón hacia nosotros, seguramente queriendo saber quiénes éramos y qué hacíamos allí. De a sorbos, haciendo muecas de satisfacción, terminamos todos los elíxires que pronto serían los culpables para que Alen Justiniano, Arturo No-

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FOTO: GON LASERNA

La familia Galán nace en 1997 inspirada por Diana Sofía Galán, quien transfiere el arte del transformismo a un grupo de gays y transformistas denominadas las Galán, quienes seducidos por el transformismo tienen la posibilidad de generar un movimiento libertario y autónomo. La familia Galán es fruto de una forma de ver, amar y sentir desde el cuerpo, la posibilidad de transformarlo; por más de 22 años se ha sentido nuestro taconeado caminar por las calles de la ciudad de La Paz, Bolivia y diversos países del mundo, que ha conquistado las libertades sexuales día a día, transformando pensamientos, desde nuestras voces y cuerpos subversivos que han penetrado las venas profundas de nuestra cultura. La estética, el arte, la performance son sus canales de diálogo y actuación con toda la población que se atreve a romper las fronteras del conservadurismo y los prejuicios.

riega, Carlos Parra y yo, bailemos kullaguada. Fue un matrimonio de larga duración y el inicio de toda una historia de complicidades, rupturas y renovaciones, un pacto festivo para participar en el Carnaval de Oruro y luego por invitación de la Kullaguada Nuevo Amanecer en la fastuosa Entrada del Señor Jesús del Gran Poder, personificamos y reinventamos al Waphuri, jefe de los hilanderos, personaje tradicional de la danza de la kullaguada, históricamente es representado por un solo personaje en la kullaguada antigua, lleva una careta de yeso con tres rostros, con rasgos que revelan el mestizaje del baile: nariz excesivamente larga, fálica, chapas rojas en el rostro, ojos grandes y un traje por demás adornado, chaquetilla bordada con piedras e hilos dorados y plateados, sombrero alto, una rueca grandiosa, pantalón y sandalias que le dan una apariencia elegante y erguida, muy masculino su baile, representación del patriarca deseado por todas las mujeres, especialmente por la awila, ese personaje travestí, jocoso, quien cargada de una muñeca, baila dando giros constantes alrededor del waphuri, al compás de la música embrujante de la kullaguada, es un ritual de la fertilidad, teatralizando el reclamo de la paternidad del bebe que trae cargado. Fue ese el personaje que decidimos intervenir; el primer año fuimos cuatro figuras con características propias, noches de discusiones para crear el nuevo traje del Waphuri que luego la gente la llamaría ‘Waphuri Galán’, cada traje está cargado de elementos rituales y festivos, son resultados de nuestra mirada transgresora e innovadora. El primer traje es el que revela la dedicación y amor por la danza, fue bordado con nuestras propias manos, cociendo cada perla, lentejuela y canutillos, acompañados por la música de películas de Pedro Almodóvar. Las noches se convertían en fiesta de la familia Galán, todas ayudaban a bor-

dar, entre copas de licor y la mirada artística, cada uno iba inscribiendo su aporte en el traje imaginado de color negro y perla. Aún se notan las manchas de sangre por los pinchazos de aguja en nuestros dedos; cada puntada, cada aplique en el traje tiene historia propia y esta bañada por los afectos de tantas amigas que acompañaron esa aventura que comenzó hace dos décadas. Todo ese caminar se tradujo en un aprendizaje constante, siendo los últimos trajes el resultado de una lectura renovada y mística de los actuales waphuris Galán. Carlos Caero, Roberto Sardón y mi persona logramos afinar al personaje e incluimos productos modernos como el bordado en lentejuelas, el entallado de la chaquetilla, las botas altas de plataforma (con mucho color), encajes, adornos y joyas de plata, además de elementos característicos como el sombrero con cuatros rostros mirando a los cuatro puntos cardinales y la manta que no puede faltar. Estos 21 años de vida del Waphuri, ya forma parte de la historia de activismo por los derechos humanos en el país, la danza convertida en herramienta política permitió abrir nuevos espacios de diálogo con la ciudadanía. Convertir un personaje ‘altamente’ masculino como el Waphuri tradicional en un personaje feminizado de la familia Galán, fue una gran conquista, que desembocó en largas discusiones con folkloristas conservadores que año a año amenazaban con impedirnos bailar, y era mayor la transgresión; hoy en día ese personaje es uno de los más esperados en la danza de la kullaguada, juntos o separados la aventura continúa renovándose. Las reivindicaciones de las chinas morenas travestis y del Waphuri Galán, profundizaron el discurso político de las fiestas populares de nuestro país, especialmente de la Festividad del Señor Jesús del Gran Poder inscrita en la lista representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la humanidad por la UNESCO el año 2019, donde partes de esta historia están inscritas en el expediente de postulación realizado por el Comité Impulsor, del que fui parte. Hoy les cuento mi historia sentado frente a mi álbum fotográfico, los recuerdos se apoderan de mí, mis ojos se empañan al dar vida a las imágenes, es todo un itinerario de conquistas y amor.


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ADICCIÓN A LOS INHALANTES

El q´ulu de la ciudad de El Alto Porque ser q´ulu es un exilio hacia adentro, un rechazo primordial de la humanidad interior y a la vez una exteriorización de la frase de Cioran sobre que imaginamos y predecimos todo, salvo hasta dónde podemos hundirnos. Daniel Averanga Montiel

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Monumento Rufino Carrasco, Talina.

adie nace consolidado por el viento ni se hace q´ulu solo por la ausencia de los padres o por la falta de razones para vivir. Ser q´ulu, como se le dice al sujeto que adquiere el hábito, sino dependencia, de inhalar clefa o thinner (el primero pegamento y el segundo adelgazador de pintura) significa algo mucho más complejo: ser q´ulu es exiliarse hacia adentro; buscar sonreír, disfrutar, entorpecer la mente, que no con ayahuasca o con San Pedro, pero sí, al menos, con un producto corrosivo y accesible para los más necesitados. — ¿Por qué inhalas clefa, si sabes que te arruina? — Le pregunté a uno de los muchachos que estaba en proceso de recuperación por su adicción a los pegamentos, y que había sido abandonado por sus parientes en ENDA – Bolivia, el año 2000. Por entonces estábamos en el año 2007. — Quizá porque estoy solo — respondió. Lo había dicho como si todo su cuerpo se expresase en un fallo premeditado o estuviera acostumbrado a que turistas espigadas, de piel color crema, ropas impermeables en enero y pantorrillas desnudas en abril, le preguntasen lo mismo cada que lo vieran. Ante esa respuesta, solo queda parar y tratar de hablar de otra cosa, o de lo mismo, pero desde otro inicio. En Colombia, al producto responsable de la adicción barata se le dice vulgarmente ‘cetona’ (diluyentes plásticos o pegamentos), mientras acá, que son dos primordiales, se les dice clefa y thinner; pero en Colombia, donde los sicarios están sumergidos en pegamento en tanto le ruegan a su ‘virgen’, todo esto descrito casi siempre por Vallejo o Vásquez - Figueroa, es radicalmente distinta a El Alto. Acá, en El Alto, en la avenida Panorámica, detrás de la estatua del Sagrado Corazón de Jesús, entre las casetas de una comarca que pare-


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ce de pitufos o de hobbits oficialistas pero que en realidad son kioscos azules para los yatiris, ch´amakanis y las consejeras espirituales, se apostan los q´ulus, quienes parecen orar al yermo de su futuro y se pasan el tiempo buscando entre estos kioscos y, más al oeste, entre los mercados permanentes de Villa Dolores, algo para suplir los efectos de la abstinencia. La estatua de brazos abiertos del Sagrado Corazón de Jesús, tamaño baño, parece mirar con sus ojos de vaciado, inútiles como promesa de escritor pobre o amistad de poeta millonario, la periferia y la escarpada de casas y calles, extendidas como un manto civil que se despliega hasta el centro, mientras que los q´ulus saben perfectamente que él no bajará de su pilar para darles consuelo. Seguirá allí, velando simbólicamente por todos, aunque en el fondo se sienta que lo hace más por las fraternidades de comerciantes, maquineros y vendedores de telas traídas de Asia que tratan de replicarlo, casi siempre, en sus imágenes de yeso y en sus estandartes tricolor. Aunque sea el mismísimo Cristo Jesús quien les dé la espalda o solamente su imagen benevolente, los q´ulus saben que igual no esperan nada de nadie y solo les queda integrarse entre sí. Porque ser q´ulu es un exilio hacia adentro, un rechazo primordial de la humanidad interior y a la vez una exteriorización de la frase de Cio-

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En la literatura boliviana del grotesco, se ha notado que se escribe k´olo, kholo, q´olo, qholo, ckolo, ck´olo, pero nunca q´ulu; dicha palabra, en aymara, se escribe de esta manera. Gracias a Sayuri Loza e Iván Apaza - Calle por la debida orientación.

ran sobre que imaginamos y predecimos todo, salvo hasta dónde podemos hundirnos. Me informan algunos ‘lustras’, rehabilitados casi milagrosamente de la adicción a los inhalantes y pertenecientes a la asociación de lustrabotas ‘Raiden’ que tiene a La Ceja como territorio de trabajo, que desde que se decide ser q´ulu, se carga con la indiferencia de los parientes, porque una cosa es ser alcohólico, que eso es silencioso y hasta privado, a pesar de que sea una ‘droga social’ que se comparte desde entornos sociales, al menos hasta que los beodos en cuestión comiencen a pelearse o recuerden el pasado y salgan al exterior a lidiar con el mundo sus frustraciones; mientras que ser q´ulu significa, increíblemente y por el contrario al alcoholismo, una forma de adicción colectiva, pública e inclusive global: ser q´ulu significa escapar de la familia e irse derechito a la calle, porque uno sabe que al final (todos los caminos llevan a Roma o al aroma de la clefa o del thinner), si no es por tu mismo accionar o por el accionar de tus parientes, terminarás apartado y te exiliarán a la calle, siendo ella, la calle, la que te adopte, recibiéndote y asegurándose de que nadie te salude o se te acerque, salvo otros q´ulus. Pocas novelas han usado a los q´ulus como personajes en Bolivia. ‘Periférica Blvd.’, de Adolfo Cárdenas Franco, los presenta en el capítulo ‘La masacre del día de San Blando’ como un colectivo que vive en un mundo subterráneo a la ciudad de La Paz (y El Alto, porque la escena se desarrolla entre los límites de ambos espacios) y su líder, el Rin Tin-Thinner, no es él en particular, sino el mismo colectivo, porque cuando los policías protagonistas lo buscan a él en esos entornos abisales para sacar una información que es el leitmotiv de la novela, todos los q´ulus (de 4 a 17 años, según el autor) responden a dicho nombre para protegerlo: la adicción es colectiva, social, y ser q´ulu significa integrarse, ser parte de todos, mientras que todos resulten siendo uno.

La crónica fue extraída del libro ‘Clave de sol’ del escritor alteño Daniel Averanga. El autor se inició en la literatura como un antologador de cuentos y relatos, pero lo que más le llamaba la atención fue la narrativa breve. El 2018 publicó tres antologías de cuentos de terror y fantásticos mediante la editorial 3.600. El autor saldrá cada miércoles al atrio de la Universidad Mayor de San Andrés de 11.00 a 14.00 para vender su texto.


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Polylepis pepei con el registro correspondiente para el monitoreo. Crédito: Armonía.

La vida en los queñuales del Madid

Los pocos fragmentos de bosque que quedan —en los que predomina la quemas, el uso excesivo de la madera como leña para fuente de ene Melina Valencia Achá

Crecen en la parte alta de las montañas de forma natural y se distinguen por las múltiples láminas de su corteza que se dejan ver a simple vista; estas son algunas características de los queñuales Polylepis pepei, una especie endémica de Bolivia cuya degradación pone también en riesgo a cientos de animales que tienen su hábitat en estos bosques, entre ellos aves que se encuentran en peligro crítico de extinción.

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os queñuales Polylepis pepei son árboles registrados en los parques nacionales y áreas naturales de manejo integrado de Cotapata y Madidi; este último fue clasificado como el área protegida más biodiverso del mundo, donde hay al menos 22 fragmentos boscosos de esta especie, identificados en los alrededores de las comunidades de Puina y Keara, en el municipio de Pelechuco del departamento de La Paz, aproximadamente a 220 kilómetros de distancia de la sede de Gobierno. Entre 2017 y 2019 se desarrolló la reforestación más grande de Bolivia con 26.000 plantines en ambas comunidades, iniciativa impulsada por la Asociación Armonía, organización no gubernamental de conservación de aves en el país, que tras varios años de trabajo en la región logró el consentimiento, participación y compromiso de los comunarios para repoblar y ampliar los sectores boscosos con menor densidad de queñuales debido principalmente a la constante presión antropogénica y el cambio climático. Por siglos, estos árboles han servido como fuente de energía para la minería, la fundición y la cocción de alimentos, además de haber sido

el hogar de aves, insectos, anfibios y plantas, como los musgos que en asociación con la queñua actúan como esponjas que retienen el agua del deshielo de los nevados manteniendo la humedad a su alrededor y descargándola hacia las zonas bajas durante todo el año. Aparte del cambio climático, con el tiempo se fueron sumando otros factores que incidieron en la baja concentración o densidad de estos bosques, como el sobrepastoreo del ganado camélido (sobre todo llamas y alpacas). “Lastimosamente, les gustan las hojitas de los plantines, ahí hay una presión fuerte; los animales entran a las zonas de bosque de la queñua en busca de alimentos y se van comiendo los brotes, lo que dificulta más su reproducción, crecimiento y diversificación”, advierte al respecto la bióloga Mónica San Cristóbal, coordinadora del proyecto Polylepis de Armonía. También existe otra gran amenaza, que es la quema descontrolada que puede dar origen a un incendio forestal. “La especie de queñua que predomina en la zona crece un centímetro por año, es sumamente lento. Tu cabello, por ejemplo, crece un centímetro por mes, pero esta planta lo hace un centímetro por año” señala la bióloga, quien añade que sin el Polylepis muchas especies podrían desaparecer sin que nadie se entere. Actualmente, los fragmentos de este tipo de bosque son reducidos. Armonía identificó 10 en Keara y 12 en Puina, con un promedio de 5,3 hectáreas. Las áreas de más fácil acceso y que han experimentado mayor presión humana fueron las que se tomaron en cuenta para llevar adelante las reforestaciones más grandes. Cada una está identificada con un nombre en quechua, que es el idioma originario de la región; por ejemplo, Keñuapata, Chilliwayo, Jatunpampa y Killimisi. Hasta antes de la pandemia del coronavirus, el reporte de prendimiento de los plan-

tines superaba el 90%, de acuerdo con la información proporcionada por San Cristóbal. La bióloga destaca que tanto los comunarios de Puina y Keara como los guardaparques fueron partícipes voluntarios en el proyecto de regeneración de los bosques. Ambos actores apoyaron también las actividades previas, que incluyeron estudios científicos herpetológicos, ornitológicos, botánicos, sobre la anidación de las aves, entre otros. También ayudaron en la construcción de un vivero —que se encuentra muy cerca de la escuela de Puina— y en la realización de talleres de sensibilización ambiental. “De manera voluntaria, todos quisieron ser partícipes en la regeneración de estos bosques porque saben cuán importante es proteger y mantener sus áreas silvestres” dice la profesional. Este proceso ya dio sus frutos, pues se observó que algunos comunarios ya no están quemando cerca de los manchones de bosque; además, tienen otras zonas de pastoreo lejanas de los queñuales y también han aprendido a no cortar el árbol desde la base cuando necesitan leña.

EL HÁBITAT DE LA REMOLINERA REAL Y DEL TORITO PECHO CENIZO La reforestación de los queñuales Polylepis pepei en el Madidi y Cotapata responde sobre todo a la necesidad de asumir acciones urgentes frente a la pérdida de vida silvestre, pues estos fragmentos de bosque son el hábitat de las especies de aves amenazadas, como la remolinera real (Cinclodes aricomae), que “está en peligro crítico, el mayor nivel de amenaza”; y el torito pecho cenizo (Anairetes alpinus), que “está en peligro” asegura el director ejecutivo de la Asociación Armonía, Rodrigo Soria. Estas especies se encuentran entre las que corren el mayor riesgo de extinguirse en el corto plazo, según el Libro rojo de la fauna silvestre de

vertebrados de Bolivia lo largo de los altos And peruano y del noroeste 300 individuos de la rem les entre 50 y 100 están rencia de BirdLife Intern De acuerdo con Arm dividuos vistos simult mentos de estudio es d molinera real en un so de Puina y Keara, y 47 a en el total de los fragme esta observación, indiv dos para estudios cientí Estas dos especies mente de invertebrados colchones de los musgo trato sobre el que se d fragmentos boscosos de pepei y del Gynoxys sp que en los musgos que sobre los mismos arb y arbustos que forma queñuales. Se han rep do adultos elaborando n entre los meses de sep bre y noviembre, y vol nes (a punto de aprende lar) entre febrero y marz describe Armonía en s acción para evitar la ex aves más amenazadas d Pilón Lajas-Cotapata (20

COMUNIDAD COMP

Como ocurre genera el trinar de estas aves ha dor para los habitantes d tempranito” escuchan su cuenta Sebastián Durán, Para él y su familia, la comunidad, el desar es tan importante como están conscientes de qu de un área protegida qu


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Escolares del nivel de primaria pasan clases de ciencias naturales en el vivero de los queñuales, con el profesor Crispín Barrera. Crédito: Gentileza

di, entre la extinción y la esperanza

a especie Polylepis pepei— están amenazados por el sobrepastoreo, las ergía y el cambio climático, factores que dificultan su reproducción.

(2009). Se estima que a des húmedos del sureste e boliviano existen unos molinera real, de los cuaen Bolivia, según la refenational 2017. monía, el máximo de intáneamente en 10 fragde 16 ejemplares de la reolo segmento (Toropata) aves torito pecho cenizo entos considerados para viduos que fueron anillaíficos. se alimentan principals que encuentran en los os que cubren el susdesarrollan los el Polylepis p, al igual crecen bolitos n los portanidos ptiemolantoer a vozo, según su Plan de xtinción de las del Corredor Madidi020).

PROMETIDA

almente en el área rural, ace las veces de despertade estas zonas, que “desde u bullicioso cantar, según , comunario de Puina. , como para muchos de rrollo de estos bosques mo su conservación, pues ue se encuentran dentro ue es el hogar de muchos

animales y por tal razón ponen en acción su compromiso con la reforestación. Sebastián teme que en algún momento la queñua se seque y se acabe el agua de las vertientes, que es la que ellos consumen. La comunidad está ubicada en un lugar lejano al poblado más grande —ocho horas de caminata—, no cuenta con servicios básicos y hace poco llegó la electricidad, pero cuando llueve se puede cortar incluso por meses. Los caminos son angostos y de tierra, serpenteados y todavía no accesibles para el transporte pesado; por esta situación una garrafa de gas les cuesta hasta Bs 70, cuando el precio regular es de Bs 22,50 así que siguen usando la leña. “Sí, pero antes utilizábamos harto; con el tiempo aprendimos a conservar y cuando llegó la carretera logramos acceder al gas, que es lo que ahora consumimos para disminuir el uso de la leña” cuenta el poblador de Puina. “Nosotros apoyamos la (conservación) de la biodiversidad, aunque también hay otros que no valoran tanto, pero de ninguna manera estamos tratando de arruinar nada; al contrario, tratamos de conservar” añade el comunario. Reflexiona que muchas cosas han cambiado desde que era un niño, pues antes nadie hacía quemas como las que se ven ahora, y revela que el control “era estricto”, pero “las nuevas generaciones ya no hacen caso, inician el fuego en lugares donde no se debe quemar, parece que lo hacen adrede, por jugar, por no sé qué razón, pero antes había más respeto”. Sebastián sigue su relato y comenta que el clima también ha cambiado. “Antes la lluvia era a su debido tiempo, pero ahora no es así. Cuando llueve no hay cómo aguantar, rapidito el río se levanta; cuando solea también es grave, el sol es muy fuerte. Las aves se están acercando más a la cordillera, pero también el nevado de la montaña está disminuyendo”. En Puina, los niños, adolescentes y jóvenes tienen acceso a la educación primaria y

secundaria, por lo que esos espacios también se aprovechan para crear conciencia sobre la importancia de los bosques de queñuas Polypepis pepei que predominan en el lugar. Esta es la experiencia del profesor Crispín Barrera, quien junto a sus alumnos formó parte del proceso de reforestación y también participó en las clases y charlas que ofrecieron el personal de Armonía y los guardaparques. “Para no perder las aves ni los árboles, siempre recomendamos que se debe cuidar este ecosistema. Los comunarios saben que no pueden hacer perder la queñua” cuenta Barrera, quien todavía aprovecha el vivero que fue construido en el lugar para dar sus clases de ciencias naturales. “También hacemos caminatas hasta los queñuales, donde impartimos el conocimiento a los chicos. Así fue cuando estaba la licenciada Mónica (bióloga de Armonía)”,recuerda Barrera, aunque a veces el clima del lugar limita muchas actividades, porque a partir del mediodía la neblina y el frío se apoderan del ambiente. Desde hace tres años que existe el nivel secundario en Puina y entre 2 y 10 jóvenes se promocionan bachilleres. Varios optan por el trabajo en la minería, particularmente en la explotación de oro, actividad que debe seguir normas ambientales. Como área protegida, el involucramiento de los guardaparques en la reforestación también es valorado. Juan Ortiz Mendoza es uno de ellos, quien junto a sus colegas sigue el desarrollo de los plantines en las zonas repobladas, en donde se advierte que aproximadamente el 70% ha prendido, “otros se han muerto, pero todo está registrado”. “La gente está muy contenta porque ha participado en la reforestación; los lugareños quieren cuidar sus recursos naturales, ellos son conscientes. Pero es cierto que también se necesitan impulsos constantes” señala Ortiz, quien tam-

bién propone continuar con el proyecto e incentivar el turismo sostenible. Ahora son los guardaparques quienes deben hacer el seguimiento y monitoreo —que puede ser anual— del crecimiento de los queñuales y el conteo de las aves remolinera real y torito pecho cenizo. Para llevar adelante este trabajo cuentan con un manual elaborado por la Asociación Armonía. En Bolivia está vigente la Ley 071 de Derechos de la Madre Tierra (del 21 de diciembre de 2010), que tiene por objeto reconocer los derechos de la Madre Tierra, así como las obligaciones y deberes del Estado y de la sociedad para garantizar el respeto de estos derechos. Asimismo se cuenta con la Ley 300 Marco de la Madre Tierra y Desarrollo Integral para Vivir Bien, que garantiza la continuidad de la capacidad de regeneración de los componentes y sistemas de vida de la naturaleza.

…. Este material difunde los resultados del Plan de conservación y restauración de los bosques de Polylepis del Madidi y Cotapata implementado por la Asociación Armonía. El reportaje fue realizado con apoyo del proyecto “Construyendo capacidades en comunicación para la conservación de la biodiversidad en el Corredor de Conservación Madidi – Pilón Lajas – Cotapata” implementado por ACEAA-Conservación Amazónica. Ambos proyectos contaron con el financiamiento del Fondo de Alianzas para los Ecosistemas Críticos (CEPF).


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EL 9 DE JUNIO SE CELEBRA SU DÍA

Los archivos, base de la identidad de los pueblos y naciones Uno de los hitos más recientes es asegurar la aceptación global del valor y alcance de los archivos, el papel que juegan para la protección de los derechos humanos en la construcción de la memoria colectiva y el fortalecimiento de acciones administrativas responsables y transparentes. Luis Oporto Ordóñez

El 9 de junio fue instituido como Día Internacional de los Archivos, en conmemoración a la creación del Consejo Internacional de Archivos, (CIA), por resolución de la Asamblea General del CIA, en noviembre de 2007. La resolución fue adoptada por la comunidad archivística mundial, socializando la importancia de los archivos para el desarrollo de la humanidad. Es la culminación de un largo proceso que se inicia precisamente en 1948, con la creación del CIA.

E

n la celebración de este año, el Archivo General de la Nación del Perú enfrenta la crisis provocada por la orden judicial de desalojo de la que fue su sede histórica, paradójicamente, el edificio del Palacio de la Justicia, en Lima. Por otro lado, se prepara el lanzamiento de la convocatoria del Congreso Plurinacional de Archivos, que se hará desde el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia, el martes 14 de junio. Esta es una síntesis de ese esfuerzo colectivo caracterizado por siete hitos, para preservar la memoria institucional (archivos administrativos) y la memoria social (archivos históricos), base de la identidad social y cultural de los pueblos y naciones, considerado en la actualidad como el instrumento idóneo para garantizar la transparencia institucional, el acceso universal a la información, el ejercicio pleno de la democracia y del estado de derecho, pues como reza la Declaración Universal de los Archivos “el libre acceso a los archivos enriquece nuestro conoci-

miento de la sociedad, promueve la democracia, protege los derechos de los ciudadanos y mejora la calidad de vida”.

LA HERENCIA ARCHIVÍSTICA DEL MUNDO El primer hito es la creación del Consejo Internacional de los Archivos, una Organización No Gubernamental establecida para promover la cooperación, la investigación y el desarrollo, en todos los campos relacionados con los archivos. Cuenta con más de 1.400 asociados en más 190 países y territorios. Después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), el Instituto para la Cooperación Intelectual, impulsó la creación de una organización archivística mundial, emulando al Consejo Internacional de Museos ICOM. El 9 de junio de 1948 se estableció un “Consejo Internacional sobre Archivos”, siendo Charles Samaran, director general de los Archivos de Francia, su primer presidente. El CIA aglutina a directores de Archivos Nacionales, a las asociaciones profesionales de archivistas, archivos regionales y locales y de otras organizaciones, así como archivistas individuales. Trabaja en cuatro áreas de prioridad estratégicas: Defensa y promoción; Expedientes electrónicos, manejo gerencial de archivos y automatización; Preservación y protección contra desastres; y Educación y capacitación profesional. Estimula la investigación, información y capacitación archivística; se ocupa de los archivos de literatura y del arte, los expedientes notariales, los archivos de los deportes, los expedientes militares y la si-

gilografía. Promueve foros regionales para debatir temas inherentes al desarrollo de la archivística mundial, la preservación, el desarrollo y el uso de la herencia archivística del mundo. Propugna el paradigma que los archivos y documentos son garantes de los derechos de los ciudadanos y de los estados y son esenciales para la democracia y el buen gobierno. Afirma que los archivos constituyen la salvaguarda de la memoria de la humanidad, ya que conservan testimonios de su pasado.

PATRIMONIO EN RIESGO El segundo hito, es la Asociación Latinoamericana de Archivos. Creada en Lima (Perú) el 6 de abril de 1973, como entidad de carácter profesional y cultural, sin fines de lucro, para servir como ente promotor del desarrollo archivístico de los países de lengua española y portuguesa de América Latina, España y Portugal. Fue reconocida por el CIA, para ejecutar sus metas, política y programas y consolidar la cooperación dentro de los países de habla española y portuguesa. La ALA se sumó al CIA como rama regional en 1976. Funciona bajo el acta de constitución de la Asociación Latinoamericana de Archivos, adoptada en Madrid, España, en 1982. El tercer hito es el Programa Memoria del Mundo de la UNESCO, instituido en 1992, con la designación del Comité Consultivo Internacional (CCI) para levantar un diagnóstico del estado de conservación y acceso sobre el patrimonio documental mundial, en un contexto de guerras y conflictos sociales en varios países del mundo,


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a los que se sumaron el saqueo, el comercio ilícito, la destrucción y la falta crónica de recursos, que han empeorado la dramática situación de patrimonio documental mundial, constatando que gran parte desapareció para siempre y otra importante está en riesgo. El CCI reunido en Pultusk, Polonia (1993), preparó un Plan de Acción (1995), directrices generales para el Programa; elaboró listas de colecciones de bibliotecas y de fondos de archivos que hubiesen sufrido daños irreparables y una lista mundial del patrimonio cinematográfico, con el apoyo de la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas y del Consejo Internacional de Archivos. La lista del patrimonio documental fue aprobada por el CCI y ratificada por el director general de la UNESCO, como elemento que cumple los criterios de selección del patrimonio documental considerado de importancia mundial. A esa iniciativa se sumaron las comisiones regionales y nacionales de la UNESCO, preparando una lista de las bibliotecas y los fondos de archivo mundiales, que apoyan a la identificación de libros, documentos, archivos y acervos para su registro en la Memoria del Mundo. El cuarto hito es el Código de Ética del Archivista, que fue aprobado por el XIII Congreso Internacional de Archivos (Pekín, China, 1996), ocasión en la que se propuso un código ético para los profesionales de la archivística, considerados como los responsables del control, cuidado, custodia, conservación y administración de los archivos. El Código señala lineamientos y pautas de conducta laboral para lograr la excelencia y la confianza pública en el quehacer de los archivistas, establece normas de conducta para la profesión archivística, enseña a los nuevos miembros

del oficio esas normas al tiempo que le recuerde al archivista profesional sus responsabilidades, para así inspirar la confianza del público hacia esta profesión. El término “archivista” que usa el Código pretende incluir a todos aquellos involucrados con el control, cuidado, custodia, preservación y administración de archivos, sí como proporcionar un marco ético que sirva de guía a los miembros de este gremio, y no brindar soluciones específicas a problemas particulares. El quinto hito es la creación del Comité Regional de América Latina y el Caribe del Programa Memoria del Mundo de la UNESCOMOWLAC. Fue fundado el 2000 con la finalidad de apoyar el Programa Memoria del Mundo de la Unesco para la preservación y acceso a las más importantes obras del patrimonio documental latinoamericano y caribeño y para la creación de un registro Regional de la Memoria del Mundo. Impulsa el intercambio de experiencias y aprendizaje mutuo sobre el trabajo de los comités nacionales, que se han constituido en la región y en impulsar la creación en los países restantes, así como el establecimiento de los registros nacionales. El Comité está conformado por nueve expertos seleccionados por méritos personales, de acuerdo a sus cualidades y competencias en el ámbito de la

bibliotecología, la archivología y preservación documental, que desarrollan sus funciones por un periodo de cuatro años. No representan a instituciones o gobiernos, sino a sus países. Su rol es evaluar las propuestas que llegan para el registro, promover la cultura de preservación del patrimonio documental de su país y su región, coordinar con el Comité Nacional la promoción y difusión del programa Memoria del Mundo. Bolivia integró el Mowlac en dos oportunidades. Marcela Inch (2004-2008) y el suscrito, designado el 2015, ocupó la presidencia en el periodo 20172019, impulsó la creación del Comité Nacional de Memoria del Mundo-Bolivia, el 22 de abril de 2016 y la organización del Seminario Interregional sobre Patrimonio Documental, en septiembre de 2019, en La Paz. El hito más reciente es la Declaración Universal sobre los Archivos, aprobada por la 36ª Conferencia General de la UNESCO, en París, en noviembre de 2011. Adoptada en principio en la Asamblea General en Malta (2009) fue aprobada durante la Asamblea General en Oslo (2010). La Declaración fue diseñada sobre la base de la declaración de la Asociación de Archiveros de Quebec. Busca asegurar la aceptación global del valor y alcance de los archivos, el papel que juegan para la protección de los derechos humanos en la construcción de la memoria colectiva y el fortalecimiento de acciones administrativas responsables y transparentes. Destaca las características únicas y los requerimientos de los archivos, así como las acciones necesarias para asegurar una administración y acceso apropiados. Apoya el trabajo efectuado por los archiveros, quienes custodian y valoran los archivos, cumpliendo con su deber profesional con toda la humanidad.


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MONTAJE Y DESMONTAJE

Un mapping en honor al Tata del Gran Poder La muestra combina artes, texturas, imágenes y tecnología agolpando varios lenguajes, de los orales a los escritos, del performance a los icónicos y visuales. En ese universo, a través del mapping se hizo énfasis en una técnica de lenguaje visual e icónico que combina la animación en 3D, la fotografía y el video. Marcelo A. Maldonado Rocha

La muestra museográfica Fiesta y poder: tradición, cultura y fe reúne el trabajo de investigación, curaduría y creación artística en varias disciplinas. Montando una diversidad de piezas y objetos que componen las instalaciones artísticas que (re) interpretan los variados lenguajes estéticos creados en torno a la Festividad del Señor Jesús del Gran Poder, el ‘Tata’. La exposición tomó los ambientes del Centro de la Revolución Cultural, (CRC), que está bajo tuición de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia y tiene como elemento articulador la (re) interpretación de expresiones culturales, religiosas, políticas y artísticas acerca de la fiesta y el poder. La muestra fortalece la memoria, por medio de personajes, lugares, hitos, etc., que perviven o habitan en la festividad, a la vez que pone en valor las prácticas culturales que están en constante innovación.

C

on la sensación de la fiesta en el cuerpo y los pies destrozados después del largo recorrido, me animo a compartirles una crónica acerca de una intervención realizada en el frontis del CRC, que tuvo al ‘Tata’ como temática y a un diseño de mapping como procedimiento.

LA TRANSGRESIÓN DEL INMUEBLE PATRIMONIAL El Centro de la Revolución Cultural está asentado en la ex Estación Central (Línea roja de Mi Teleférico) ocupando un edificio que fue restaurado y es parte de los remanentes de la infraestructura creada para del ferrocarril en nuestro país. El ferrocarril, como un importante medio de transporte, estableció los límites reales e imaginarios para muchas generaciones. En lo que respecta a sus alcances territoriales de esa (ex) estación, salían ramales a varias partes del país y del exterior, siendo las rutas más importantes: Oruro, Potosí, Uyuni, Sucre y Arica. Asimismo, en el transcurso de la Guerra del Chaco varios contingentes de tropas partieron hacia las arenas chaqueñas desde sus andenes. La ficha de catalogación considera esta infraestructura como un inmueble ecléctico y (neo) clásico con influjo de la arquitectura del siglo XIX conteniendo en su interior la norma clásica de estructura tripartida, tres piezas que forman el conjunto. Su estilo arquitectónico se caracteriza por un “manejo simétrico de plantas y fachadas en la que se percibe, una centra-


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DESMONTANDO LA ESTRUCTURA REAL E IMAGINARIA La muestra Fiesta y Poder, inaugurada el 22 de octubre del 2021 fue llevada al Centro de la Cultura Plurinacional (Santa Cruz) en mayo del presente año. Al abocarse a la fiesta, visibiliza lo que está solapado, lo que se esconde tras las fiestas populares, por esta razón se reconocen lugares, personajes y sucesos importantes en la transformación de la ritualidad, el gozo y la memoria. A la vez que se resalta a los agentes del Gran Poder y como despuntan económicamente (“son exitosos”), en tiempos en que los patrones de acumulación de capital cambian, ya que emergen como nueva burguesía que “bota la casa por la ventana” y vincula su éxito a fuerzas telúricas y ritualidades (Pachamama), que son productoras de cultura popular. El Gran Poder es un medidor de los cambios en la estructura de clases, género y étnico-raciales, así como en el ordenamiento urbano, de ahí que el recorrido arremeta encima del espacio neurálgico de la ciudad. La muestra combina artes, texturas, imágenes y tecnología agolpando varios lenguajes: de los orales a los escritos, del performance a los icónicos y visuales. En este universo, a través del mapping, se recurrió a una técnica de lenguaje visual e icónico que combina la animación en 3D, la fotografía y el video en un diseño que fue proyectado en la infraestructura. La tecnología convirtió el edificio en un lienzo que mostró composición estimulante en varios niveles. Desde la puerta de ingreso (arcos de punto montante) se daba la bienvenida al recorrido de la muestra, desde ahí se inició el diseño transgresor. La iluminación despuntó con animaciones desbordadas en colores, texturas e íconos. Primero, como símil de los tejidos del altiplano y otras re-

giones saltaba la animación de iconografías y urdimbres entretejidas entre las paredes. Eclosionó con fuerza el color y la complejidad del tejido. Seguidamente, los materiales que hacen a la estructura (pilares, ventanas y otros) uno tras otro se fue desmoronando. Acompañó la demolición una llamarada de diablesas que al unísono de la música danzaban en las cenizas del conjunto patrimonial, que secuencialmente tuvo que unir sus piezas. Entonces, la estación se reconstruyó como un inmueble eclesial. Agolpándose los materiales se creó un nuevo orden que sobrepuso retablos, sagrarios e imágenes sagradas, todo ello hizo resaltar las pilastras pareadas con friso, decoradas con flores y cornisas con modillones en escudón vertical. Ocurrido aquello, anunciando lo que va a ocurrir eclosionó la imagen tricéfala de Jesús del Gran Poder, apropiándose del edificio patrimonial anunciando que en sus entrañas algo se gesta. Ahí, y de pronto, un resplandor que corrió de las cuatro puntas de la infraestructura se condensó en el núcleo, era la imagen del Tata que tanta polémica había causado en la ciudad. En lo elevado del edificio, la torre central con reloj y pináculos con balaustrada a modo de parapeto, haciendo un acompañamiento con destellos de colores en la animación, se iluminó. La pieza más alta del edificio se convirtió en una tea que se podía ver de toda la ciudad. A manera de antorcha que recorre el Peloponeso para llegar a Troya, la luz fue el símbolo que anunció una vez más la llegada de la gran Katari, como diría Edgar Arandia, que se arrastra por la ciudad. Es el momento de la fiesta. Como cierre de la inauguración, aquel día, un conjunto de hechos que desmontan los límites entre lo real y la fantasía tuvieron lugar, porque mientras se escuchan los versos: Suenan las bandas el Illimani quiere bailar las cholitas, los morenos todos con mucha devoción ¡Por el Tata del Gran Poder! …emergieron del inmueble una tropa de morenos, antes hologramas proyectados en el frontis, que pasaron a ser entidades de carne y hueso. En grupos salieron bailando de la entrada principal. En ese momento en que se conjugan destellos, en varias partes de la estructura, y con un cierre en el ingreso con arcos, se escucha a una sola voz en unísono, “Suenan las bandas…”. La intervención concluyó con un grupo de figuras de la Fraternidad Sociedad Folclórica de Morenos La Paz “Mara-

villa del Mundo en Gran Poder” abriéndose paso y cantando a viva voz “Suenan las bandas…”, portando sus trajes ostentosos y marcando el paso. Esta experiencia cerraba una pequeña entrada que recorrió del Parque de las Culturas y de la Madre Tierra (dependiente de Mi Teleférico) hasta las instalaciones del CRC.

ESTÍMULOS PARA LA REVOLUCIÓN CULTURAL La actividad curatorial que se realiza en exposiciones, como la de Fiesta y Poder, tiene el propósito de producir valor y de ampliar la percepción de los sentidos al momento de contemplar las obras que se muestran. La práctica curatorial del CRC se aleja de la mirada tradicional de la curaduría como actividad de conservación de colecciones de arte (repositorio) y armado de exposiciones. Siendo más bien su función la de ser un agente creador de puentes entre instituciones, artistas y público espectador a través del fomento a la producción artística y cultural. La muestra resultó de un trabajo colectivo y multidisciplinario, ya que el CRC busca transgredir las concepciones tradicionales de la exhibición de obras de arte y formas de exposición. La muestra rompe la lógica de uso de espacio bajo estipulaciones disciplinarias, totalitarias, despóticas, tiránicas y jerárquicas. Aquella que, por ejemplo, ejerce un orden a través de una secuencia de “cubos blancos” estáticos, apilados uno sobre otro, o uno al lado del otro, que domestican temple anímico, sentidos y temperamento. De ahí que lo que ocurrió en la inauguración se asemejó más a un preste aymara que al montaje esnob de una sala de exposición. Una preocupación fue mostrar un panorama de cómo se representan los procesos culturales de la población. Por esta razón, fue menester hacer un homenaje a los artesanos y músicos, generar diálogos con las obras en exposición y crear un entorno acorde al público visitante. El CRC es una plataforma de democratización e interculturalidad de las artes y la cultura que anhela abolir las fronteras sociales y promover el libre y voluntario acceso a las expresiones de orden histórico, artístico, pedagógico y estético. Impulsar espacios de diálogo entre memoria viva y arte contemporáneo resaltando las artes corporales, musicales, decorativas y/u ornamentales (bordados, textiles, orfebrería, grabados, artes gráficas y corioplastía), impulsando la creatividad de los artistas que tiene como tema de trabajo y de creación los elementos materiales y simbólicos que hacen a la ciudad de La Paz.

FOTOS: GABRIEL SÁNCHEZ

lización de ejes, la jerarquización de esquinas y centros”. El inmueble es un ícono arquitectónico del pasado por su apuesta modernista y, actualmente, bajo tuición de la Fundación Cultural del Banco Central da paso al funcionamiento de la plataforma curatorial y de fomento al arte. Su construcción duró varias décadas durante el periodo Liberal (1900-1932) y fue erigido (especialmente) para el Ferrocarril Arica-La Paz, en el marco del Tratado de Amistad y Paz, firmado el 20 de octubre de 1904. El gobierno de Chile asume el compromiso de la construcción del ferrocarril Arica-La Paz. El inmueble es Patrimonio Histórico Cultural de la ciudad de La Paz a través de la Ordenanza Municipal (HAMHCM 074/99) del 13 de septiembre de 1999.


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VERO RIOS

LITERATURA INFANTIL

Las miniaturas cobran vida en el libro ‘Ilusiones de Alasita’ El texto cuenta las aventuras de los objetos que forman parte de la feria como alcancías, masitas, viviendas, automóviles, entre otros elementos. La narración destaca la fidelidad a las costumbres, mitos, creencias y concepciones populares entorno a la festividad. Redacción Central

A través de siete cuentos, la escritora Verónica Ríos describe las aventuras de los objetos que se exhiben en la tradicional Feria de la Alasita. Esos elementos son convertidos en personajes que protagonizan esas narraciones destinadas al público infantil.

za, el dolor de los niños, las alegrías, la solidaridad, entre otros” sostuvo. Ríos explicó que, el libro fue trabajado en la pandemia para pedirle a las niñas y niños que no se olviden de la tradicional fiesta de la Alasita. “El texto resalta los valores de la solidaridad, amistad, la paz, la comprensión y el afecto. Y por supuesto defiende la tradición cultural de la fiesta de la Alasita, comunicando su valor y los sueños que se hacen realidad en los siete relatos” destacó la autora. A continuación, un fragmento de uno de los cuentos que forman parte del libro.

a destacada escritora Gaby Vallejo, en una reseña que escribió sobre el texto, destacó una alta fidelidad a las costumbres, mitos, creencias y concepciones populares, en torno a la fiesta de las miniaturas. Por eso mismo, un manejo de gran realismo. “Sin embargo, al mismo tiempo, llegan curiosas y atrayentes transformaciones que sorprenden a los niños lectores. Una verdadera valoración de las creencias andinas alrededor del Ekeko; pero matizadas de hondos sentimientos humanos como la muerte, los peligros, la pobre-

Margarita, una oveja blanca y menuda, andaba apresurada en la Feria de Alasita. Buscaba al personaje regordete, de mejillas sonrosadas, de bigotes negros y de estatura baja. Deseaba encontrar al Ekeko y contarle su pena. Se sentía muy triste, porque hace tiempo, los niños se habían olvidado de las alcancías de la fiesta de la miniatura. Las campanadas de la iglesia tocaron las doce del mediodía. La multitud de gente que había adquirido canastas diminutas de alimentos, fajos de billetitos, autitos, casitas, se dispuso a challar su compra, para que se cumplieran sus sueños. La feria estaba repleta y no se podía ca-

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ESPERANZA DE YESO

minar sin pisar o codear, se hacía difícil alcanzar al yatiri y sus sahumerios, o recibir las bendiciones con agua bendita en la catedral. La oveja trató de abrirse paso entre la muchedumbre, pero tropezó con los zapatos grandotes de un extranjero, que era tan alto como un árbol de eucalipto. Rodó y rebotó en las patas de un cerdo, que, a tiempo, consiguió abrazar a la oveja y evitar que se destrozara contra el suelo.

SOBRE LA AUTORA Verónica Ríos Murillo, paceña, trabajó con redacción, corrección y edición de textos, como comunicadora social, en prensa y educación. El encanto que siente por los libros para niños y las publicaciones infantiles como revistas y suplementos, comenzó desde que los descubrió en su trabajo de tesis. Con esa motivación hizo la maestría en Promoción de Lectura y Literatura Infantil (Universidad Castilla La Mancha). Como resultado de estos lazos de vida, publicó los libros: el ‘Poemacedario’ (2017), para la Feria Internacional de Libro de La Paz. Además, integra la Directiva del Comité de Literatura Infantil y Juvenil de La Paz. El libro ‘Ilusiones de alasita’ (2021) se puede conseguir comunicándose al número +591 60147498.


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