DOMINGO 5 DE JUNIO DE 2022
AÑO 2 - N° 58
El poder de los señores del Gran Poder
Págs. 6-7
¿Quién es Hugo Roncal? Entre el cine posible y el urgente
Memoria, texturas e imágenes del patrimonio industrial minero
El aporte de indios y mujeres en la independencia de Charcas
Págs. 2-3
Págs. 4-5
Págs. 8-9
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DOMINGO 5 DE JUNIO DE 2022
ENTRE EL CINE POSIBLE Y URGENTE
¿Quién es Hugo Roncal? Mediante un trabajo de restauración y puesta en valor de materiales inéditos, llega ahora a la pantalla grande Como duele ser pueblo, que puede permitir repensar el lugar del cineasta en nuestro cine y sus narrativas. Claudio Sánchez
Para escribir esta nota se toma una licencia en los tiempos del verbo. Se dice quién ‘es’ y no quién ‘fue’ Hugo Roncal. Esto como una consecuencia de la propia extensión de la vida del personaje en cuestión al haberse estrenado recientemente su largometraje de ficción Como duele ser pueblo. Algo extraordinario dentro de nuestra cinematografía y muy poco común dentro de las realizaciones a nivel mundial.
H
ugo Roncal es un artista boliviano nacido en Cochabamba en 1923, dedicó su vida al cine desde los primeros años de la década del cincuenta, participó de forma activa en todo el movimiento que se generó desde aquella época en nuestra —aún entonces— cinematografía. Actor, fotógrafo, realizador, su trabajo en el documental y la ficción es amplio; su labor puede ser revisada en cualquier filmografía o historia de nuestro cine. En las reseñas biográficas de Roncal se lo reconoce como alumno de la Escuela de Bellas Artes en La Paz, miembro de varios elencos, grupos teatrales y también como dramaturgo. De todas formas, faltan todavía, como con muchos de estos hombres y mujeres de las artes y la cultura, versiones
EDITOR DE CRÓNICAS Estéfani Huiza Fernández DIRECTOR Marco Antonio Santivañez Soria
COLABORARON: Luis Oporto Ordóñez Claudio Sánchez Marcelo A. Maldonado Rocha David Mendoza Salazar Víctor Montoya Angélica Guzmán Reque
definitivas de sus biografías. A Roncal lo salva del olvido su cercanía en el tiempo que nosotros vivimos. Fallecido en la ciudad de La Paz en 2005, su legado parece ser más grande de lo que imaginamos, porque su presencia tanto detrás de cámaras como delante de ellas atrae a las nuevas generaciones que se interesan por conocer más del cine boliviano. Su primer trabajo profesional en estas artes lo une a Jorge Ruiz en la película Bolivia busca la verdad (1950), que fue producida por Bolivia Films y se elabora en ocasión del Censo Poblacional. En esa cinta, Roncal protagonizará la primera secuencia de nuestro cine con sonido sincronizado. Y así empezaba su historia este hombre, sincronizado con el tiempo de su voz y su imagen.
CORRECCIÓN José Maria Paredes Ruiz José Antonio Orellana Carpio DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Gabriel Omar Mamani Condo FOTOGRAFÍA Jorge Mamani Karita
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www.ahoraelpueblo.bo La Paz-Bolivia Calle Potosí, esquina Ayacucho N° 1220 Zona Central, La Paz Teléfono: 2902587
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SU OBRA CORTOMETRAJES Un poquito de diversificación económica, actor (1955) En las manos, dirección (1960) El mundo que soñamos, dirección (1962) Su último viaje, co-dirección con Jorge Ruiz (1969) Mutún, dirección (1970) Viva Santa Cruz, dirección (1971) Puente al progreso, dirección (1972) La Virgen de Urcupiña, dirección (1974) La gran tarea, dirección (1975) Sucre, la ciudad blanca, dirección (1975) Iglesias de Bolivia, dirección (1976) Lo que guarda la tierra, dirección (1977) Tiwanacu, co-dirección con Hugo Boero (1978) Samaipata, co-dirección con Hugo Boero (1978) Los Ayoreos, dirección (1979) Chapé fiesta, dirección (1979) La metalurgia en Bolivia, dirección (1979) El entierro de Luis Espinal, dirección (1980) LARGOMETRAJES Detrás de los Andes, actor (1954) Ukamau, dirección de fotografía (1966) Crimen sin olvido, actor (1968) Mina Alaska, actor (1968) El Sátiro, actor (1970) Patria linda, dirección de fotografía (1972) Cómo duele ser pueblo, dirección, guion y dirección de fotografía (1981 - 2019) (Estrenada en 2022)
FOTO S: CDSP
Si seguimos sus pasos, nos encontraremos equipo propio para elaborar películas, esto con su participación en Detrás de Los Andes, permitió que su obra creciera, aunque el financiamiento siempre fuera un condicionandespués devendría en Mina Alaska, de Jorge te para su labor no sólo en un sentido econóRuiz, donde también participaría como actor mico, sino también creativo. (recuperando sus capacidades interpretativas A Roncal el mundo le debe las imágenes del que ya dentro del teatro había demostrado). cuerpo yacente de Ernesto Che Guevara en la Como actor participa de igual modo en Un poquito de diversificación económica junto a Néslavandería del Hospital de Vallegrande, fue el tor Peredo en los papeles protagónicos. único boliviano en lograr capturar esa escena Se sabe que formó parte de los equipos ya mítica dentro del imaginario universal. que se conformaban en el Instituto Son muchas las películas que hizo Cinematográfico Boliviano para como director, documentales por la elaboración de películas, y encargo muchos de ellos, y en que participó como asistente algunas oportunidades desplegó cierta creatividad aude fotografía en La vertiente, de Ruiz, pero su trabajo toral. Hasta ahora siempre más importante de esa dése había mencionado dencada (1960) fue como restro de su filmografía un ponsable de fotografía en largometraje inconcluso. Ukamau, de Jorge Sanjinés. Mediante un trabajo de restauración y puesta en valor En aquellos años, la Agencia de los Estados Unidos para de materiales inéditos, llega el Desarrollo Internacional ahora a la pantalla grande Como Hugo Roncal (Usaid) creó el Centro Audiovisual, duele ser pueblo, que puede permitir repensar el lugar que Roncal tiey Roncal había empezado a trabajar por ne en nuestro cine y sus narrativas. Por eso es encargo en la realización de algunas películas que aquí se habla de ‘quién es’, porque a través como Asalto a la colina empinada y En las manos, entre otras, esos datos los brinda Alfonso de su obra todavía se pueden reconocer gestos Gumucio Dragón en su libro Historia del cine de su propia vida y el lugar que ocupó dentro boliviano. El mismo autor señala como la obra de toda una época. Entre el cine posible podemos ver como emblema a Antonio Eguino; y más importante de aquellos años a el filme El el cine urgente se presenta con Sanjinés como mundo que soñamos. En los setenta, Roncal logró instalar un mayor referente.
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ARTE EN ACCIÓN E IRREVERENCIA
Memoria, texturas e imágenes del patrimonio industrial minero El montaje de la sala conjugó diversas especialidades y técnicas. Estaban los que dibujaban a mano alzada, los que armaban diseños en computadora, los que soldaban la estructura, los que moldeaban y daban forma a la instalación. Cada uno era un prodigio, un músico, que trabajaba en torno a un horizonte común. Marcelo A. Maldonado Rocha
A razón de la Noche del Patrimonio Cultural, el 21 de mayo la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia inauguró en el Centro de la Revolución Cultural (CRC) la última estación de la muestra museográfica titulada Paisajes culturales del Patrimonio Industrial Minero. Antes se movió por Potosí, Pulacayo, Catavi, Oruro, El Alto (Feria Cultural del Libro) y hoy se la puede apreciar en La Paz, en la ex Estación Central Mi Teleférico (Línea Roja).
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a exhibición contó con la participación de la Casa Nacional de Moneda de Potosí (CNM), repositorio que expuso las fichas de catalogación de 21 paisajes mineros además de una reproducción de la deidad que gobierna en el subsuelo, el Tío de la mina. Por su parte el Museo Nacional de Arte (MNA) destacó la labor pictórica y revolucionaria de Miguel Alandia, el pintor de la revolución. Expuso réplicas
de sus murales, ya que muchos fueron destruidos en los tiempos de la dictadura. Para complementar el trabajo de los repositorios que resguardan bienes culturales. El CRC, como espacio que fomenta la creación artística y la producción cultural conectada a la memoria, convocó a artistas para que de manera colectiva produzcan una propuesta artística y de investigación que tomó la sala 2 del centro cultural. El título es Memoria, texturas e imágenes del patrimonio minero y se posiciona con un discurso contrahegemónico acerca de la producción minera en nuestro país. Lo que se lee a continuación es el resultado de la acción interdisciplinaria (arte, investigación, patrimonialización y otros) ocurrida en el proceso de producción de la muestra.
DE LA INVESTIGACIÓN DETRÁS DE UNA EXPOSICIÓN A nivel de investigación, la propuesta museológica, comprendía varios elementos. Armar una línea temporal y espacial, como herramienta pedagógica, que visualice los procesos sociales del mundo de la minería en Bolivia compuesto por maquinarias, personajes. Puesto que era necesario asentar en la memoria colectiva la brutal represión ejecutada por los distintos gobiernos ante las protestas de los trabajadores mineros; relatos que permanecen en el imaginario colectivo de las víctimas y sus
familiares y que se perpetúa a través del olor a sangre fresca que está empapada en el paisaje ocre y opaco de cada pared, así como está enquistado en los pulmones de metal de los mineros, que aún trabajan en las minas y de aquellos que fueron desterrados en 1985. A medida que la represión se agravó la respuesta de los trabajadores fue la organización para la defensa de sus derechos y de sus familias, de este modo el sindicalismo minero se irradió ‘allende’ (más allá) su espacio de influencia, e inclusive con la experiencia de la lucha de las mujeres desde sus organizaciones se convirtieron en referente y en la construcción de los diversos feminismos. De igual forma, la transmisión de información masiva, a través de la radiodifusión, cambió sustancialmente a causa de que las radios mineras polemizaban con el monopolio de información tenido por el Estado y los patrones; era necesario que los trabajadores difundan su propia información. Desde Catavi, a través de la Voz del Minero, se originó todo un movimiento de radios mineras que se irradió a Milluni, Corocoro y otros lugares. De igual modo, se debía informar acerca del momento de ‘eureka’ en la explotación minera, de la plata al estaño, del Cerro Rico de Potosí a la Salvadora, pues a partir de su descubrimiento se transformó el paisaje natural y cultural; alterando la composición humana,
cambiando las estructuras de clase social y la paleta étnico-cultural de sus habitantes. Estos elementos imprescindibles para nosotros fueron (re)interpretados por los artistas, en un primer momento a través de un estampado que tomó los elementos sugeridos y se extendió en las paredes de la sala. De nuestra parte, como CRC, dispensamos a la muestra con diversas fuentes (documentos, periódicos, folletos, afiches, libros y otros) obtenidos de archivos institucionales y privados (Archivo de la familia del ‘Huracán’ Ramírez). A saber, a nivel de manuscritos debería estar presente el documento Tesis de Pulacayo presentado en el Congreso Minero de Pulacayo de 1946, documento que incitó a crear organizaciones de trabajadores. De igual modo, existen documentos fundamentales para la historia, como el decreto de nacionalización de las minas. Las fuentes escritas contienen la memoria de momentos importantes en la historia del país, por esa razón la forma como se disponen los documentos en la sala crea texturas sensoriales y visuales. Sumado a esto, debe realizarse una evocación de los personajes de la historia minera asesinados por las dictaduras, como ser Isaac Camacho o César Lora. El panorama era extenso, complejo y copioso en detalles. La transmisión de tanta información debería seguir diferentes canales para la recepción se usarían soportes sonoros, visuales, texturas y otros. Éramos conscientes de las intenciones del guion museológico y el colectivo de artistas, de nombre Cementerio de Elefantes, sería el dispositivo que convierta la excesiva información en algo compresible y estimulante para la consciencia. El colectivo desde una perspectiva artística percibió (también) la necesidad de cuestionar las representaciones que se tiene del sujeto minero. Pues son los trabajadores del interior mina quienes ponen el cuerpo, específicamente sus pulmones.
ESBOZOS PARA EL MONTAJE El montaje comenzó con un estampado, el temple anímico en el ambiente estaba mitigado por acciones casi mecánicas: medir, pegar, cortar, diseñar en computadora y adherir. Sin embargo, como un aluvión cayó una cadena de acciones, inferidas como improvisadas, que trataré de detallar a continuación a manera de interpretar qué es el arte en acción. Hasta ese momento el colectivo de artistas únicamente armó un lienzo sobre nuestra mirada del mundo minero, que a la vez estaba encuadrado por un bastidor que nosotros habíamos impuesto con lugares, hitos, personajes, documentos y, no sé, cuantas otras cosas. Sin embargo, la historia de la minería es la historia del país, y cada época experimentó una polémica respecto a los estilos, las escuelas o las tendencias, estéticas y artísticas, y más allá de los límites impuestos desde la mirada académica al mundo de la minería, hay diversos lenguajes creados en su entorno. Acabado el estampado eclosionó lo que a mi criterio parecía, en ese momento un patrón autodestructivo de la obra, pues un miembro del colectivo hizo una intervención sobre el lienzo. Tomó entre sus manos una brocha de tamaño mediano y con pintura de tonalidad protesta obrera (roja comunista), comenzó a escribir en la pared la frase: ‘jaque mate al rey y a sus peones’. La incitación ocasionó que el colectivo intervenga de formas artísticas que se conectan con el mundo de las minas (grafiti, tonalidad de pintura, carteles de propaganda) en diversas texturas, tonalidades y demás. De igual
modo, como complemento, se seleccionaron los lenguajes gráficos que forman parte de los imaginarios colectivos respecto a la clase obrera. Comenzando con una importante cantidad de portadas de libros, viñetas, grabados, folletos, afiches de congresos y otros eventos, afiches de películas, discos de música y otros materiales. Fue un total de 138 artes gráficas, cada una con una composición propia, que una vez sobrepuestas crearon una existencia colectiva de la historia gráfica del mundo minero.
DE LA IMPROVISACIÓN O DEL ARTE EN ACCIÓN Una característica del jazz es la improvisación, supongo que aquello quiere decir que cualquier músico puede subirse a un escenario y nada más que sostenido en sus partituras pueden tocar aquel género musical que conecta las melodías de la música clásica europea y la rítmica venida sobre todo las percusiones traídas por los esclavos africanos. Aquello lo entendí de manera más cierta, una vez pude ver de cerca un ensamble de jazz, es decir el arte en acción, cómo diría Becker H. y Faulkner (El jazz en acción, la dinámica de los músicos sobre el escenario). El arte en acción ocurre cuando músicos que no necesariamente han tocado juntos, pero tienen una amplía formación e interpretan conjuntamente composiciones del repertorio clásico del jazz. Intercambiando pocas palabras, pero cediéndose la palabra uno tras otros, este tipo de sucesos tenían lugar en tugurios de trasnoche. Ahí surgieron estilos dentro del jazz como el bebop o el jazz modal que transformaron la historia de la música. Una sensación similar me tocó vivir, cuando el Cementerio de Elefantes intervino la sala 2 del CRC. El colectivo reúne a más de una docena de artistas, emergentes algunos y otros con una trayectoria ya reconocida a nivel local y nacional. En su mayoría vienen de las Escuelas de Artes que existen en nuestra ciudad, así como algunos tienen otros estudios universitarios y tienen una formación política clara, de ahí que entendieran la importancia de la muestra. El montaje de la sala conjugó diversas especialidades y técnicas. Estaban los que dibuja-
ban a mano alzada, los que armaban diseños en computadora, los que soldaban la estructura, los que moldeaban y daban forma a la instalación. Cada uno era un prodigio, un músico, que trabajaba en torno a un horizonte común. Cediéndose la palabra, así como en un ensamble, había quien marcaba las cadencias en el piano, o el que acariciaba las cuerdas del contrabajo, marcando los tiempos, sin olvidar a quien con ímpetu rozaba la percusión. Y, obvio, la melodía que caía desde el techo del edificio patrimonial como un aluvión en un timbre de instrumento de bronce. Cada artista era hábil para una de las necesidades, gracias a cientos de horas de entrenamiento en su instrumento, funcionaban como un ensamble de nombre Cementerio de Elefantes que se montó a la sala del CRC y dejó que el arte se ponga en acción en base a unos lineamientos o esbozos dispensados. Para mostrar el patrimonio minero, y su importancia histórica, el colectivo detentaba el mundo de la mina como parte de su imaginario, como artistas. Véase, por ejemplo, que en las paredes donde se pone en texturas la gráfica minera, se evidencia iconografía y símbolos ideológicos, políticos y partidarios. Se distingue una hoz y un martillo como una referencia a la cuarta internacional a los ácratas, con la A de puntas en círculo, en alusión anarquista y, por último, los folletos del Partido Obrero Revolucionario (POR) en varios lugares. Volviendo al ensamble artístico, ya tenido en claro cómo se iba a montar, casi improvisando y pasándose el turno, a través del lenguaje del arte, uno tras otro, fueron tomando su lugar. A manera de solistas, uno tras otro fue secuencialmente hollando su existencia en las paredes de la Sala 2 del CRC. Montando una instalación que de hecho lo que le sobra es fuerza y contenido. La muestra estará abierta hasta finales de julio del presente año y además de lo relatado cuenta con una exposición fotográfica y cartográfica de los paisajes culturales mineros que fueron elaborados por el colectivo ‘Pintudos O NADA’. La invitación está abierta para una experiencia a diferentes escalas, tonalidades y texturas.
FOTOS: GABRIEL SÁNCHEZ
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PATRIMONIO CULTURAL E INMATE
El poder de los seño
El ‘Tata del Gran Poder’, es un Achachila/Viejo o Apu/Tata de la abun premia y castiga. Por eso, para bailar y pasar ‘preste’ hay que tener Caminando por las huellas del tiempo Por los senderos del ande Imantata/oculto habla con el silencio En una noche con estrellas Ritmos de Italaque Como la trica de corazón... (Canción sikuri 3 de mayo)
David Mendoza Salazar (Sociólogo aymara)
¿PODER Y POLÍTICA EN LA FIESTA? Muchos son los incautos que creen que las fiestas folklóricas son solo expresiones religiosas devocionales y que todo gira alrededor de la fe a la santería. Desde mi perspectiva cuestiono que la fiesta sea solo religiosidad, sino que son escenarios donde se expresan identidades, valores, género, travestismos, mitos, arte, música, danzas, política, turismo, economía, donde circulan capitales económicos en un mercado de consumo festivo donde se articulan redes sociales, empresas, industrias culturales, economías familiares, actividades informales, servicios de gastronomía y otros de las más imaginativas como los salones de belleza ambulantes de maquilladoras en las entradas folklóricas. Desde el campo festivo del Gran Poder ¿cómo se expresa el poder, la política y la economía? Desde luego la política está en el lenguaje y comportamientos corporales de los sectores populares que organizan y participan de la fiesta. Con respecto al tema del poder, éste no solo se expresa como dominación, sino como potencia, liderazgo y la capacidad de negociación de los actores con el Estado, municipio, sobre todo, con las empresas capitalistas de bebidas y otros medios. Pero ¿cómo surge el poder y la práctica política en campo de la fiesta del Gran Poder?
EL PODER RELIGIOSO DE LA TRINIDAD ANDINA No cabe duda que la fiesta del Gran Poder surgió ligada al campo religioso, ahí se expresa la huella colonial católica con la presencia de la doctrina teológica de Santísima Trinidad expresada en el Señor de los Tres Rostros, desde finales del siglo XIX y su expansión desde 1922 cuando fue celebrada la primera fiesta por los vecinos de la zona de Ch’ijini. Hasta ese momento el poder estuvo en la iglesia y la política doctrinal de difusión de la fe sobre los cuerpos de los devotos. Desde 1927 con la fundación de la primera diablada de parte de los bordadores, llegaron los diablos con una nueva narrativa que cuestionó al campo religioso católico de la Trinidad y fue reinterpretada como el Tata del Gran Poder que otorga beneficios, daño y milagros personales. Ahora es el Tata de la abundancia y la prosperidad material. Estos nuevos signifi-
cados de la Trinidad andina fueron promovidos desde la cosmovisión andina de migrantes aymaras y mestizos. Entonces, el Señor de la Trinidad (padre-hijo-espíritu santo) se convirtió en el Tata del Gran Poder, la wak’a andina de Chuquiago. El Tata del Gran Poder fue acogido por la clase pudiente del sector del cholaje que invierte y derrocha por medio del sistema de presterío o de pasantes que buscan prestigio, estatus y bendiciones económicas que reditúan bienes materiales; o bien a la estética del exceso, milagros y la abundancia que da el Tata. Porque no hay una sola forma de creencia en el Señor del Gran Poder, sino varias maneras de practicar la fe y la devoción. En principio se debe reconocer que hay un ‘Tata Gran Poder’ que es un ‘Señor con poder’, un Achachila/Viejo o Apu/Tata de la abundancia y la prosperidad, pero también de la desgracia, es decir, que premia y castiga. Por eso, para bailar y pasar preste se debe tener fe al Tata Gran Poder, no hay que medir gastos, porque él es bien celoso y castiga.
EL PODER ECONÓMICO ¿Se puede hacer buenos negocios por solo tener fe y devoción al Tata del Gran Poder? La festividad del Gran Poder genera un movimiento económico de aproximadamente 120 millones de dólares, un mercado de consumo que no es nada despreciable. Ese hecho ocasionó la guerra de la cerveza entre dos empresas (CBN-Burguesa) que disputan ese mercado con dádivas a los Señores del Gran Poder. ¿Podemos hablar de una economía de la cerveza? Claro, el porcentaje más alto de gasto entre los participantes directos es en cerveza y bebidas con un 44 % y el 56% que se destina a otros rubros. Ese gasto tiene que ver con la economía de la cerveza que es el componente ‘mágico’, como la coca ligada a la apertura social y ritual en la fiesta, no estamos hablando de la borrachera inconsciente sino más bien consciente de sus efectos en las relaciones sociales de compadrazgo y amigos fraternos. La cerveza no solo es una mercancía líquida sino un medio con el que se cumple el ayni/ayuda colectiva y reciprocidad, mandatos y valores sociales que se practican en la fiesta andina del Gran Poder. A parte de esa lógica capitalista, también está el estilo de vida andino que conlleva prácticas religiosas y culturales como el ayni, reciprocidad, compadrazgo, padrinazgo, fidelidades gremiales en una red de relaciones sociales. Por eso, planteo que la fiesta del Gran Poder es el espacio social donde circulan muchos capitales en sus distintos niveles de clase y de cargos simbólicos. Los danzantes invierten, gastan, prestan, disponen sus bienes materiales para capitalizar prestigio, estatus, liderazgo y poder articulados a un dispositivo religioso andino.
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ERIAL DE LA HUMANIDAD-UNESCO
ores del Gran Poder
ndancia y la prosperidad, pero también de la desgracia, es decir, que r fe, no medir gastos, porque él es bien celoso y te puede castigar. Propongo ensayar la siguiente fórmula económica del: Capital Festivo = C + F + CA (Capital + fiesta + capital acumulado). El capital festivo funciona a partir de una inversión de capital económico en la fiesta donde se consume y se recupera el capital invertido y el resultado es un capital acumulado que se distribuye en ganancia económica para empresas capitalistas y sectores sociales que invirtieron por fe, y obtenido un rédito material y asimismo simbólico tanto en prestigio y honores. Es poco creíble que se puede hacer ‘plata sin plata’ en la fiesta o atribuir que el solo ‘tener fe religiosa católica’ es suficiente y dejar que las fuerzas naturales actúen como por arte de magia, todos los que apuestan a la fiesta acuden a préstamos de bancos o de compadres, jugando al pasanaku/préstamo por turno entre folkloristas o bien invertir su capital económico y material, arriesgando su fe en el negocio familiar.
PODER SOCIAL DE HERMANOS FOLCLORISTAS La fiesta andina del Gran Poder es un ritual comunitario que se celebra en el espacio público, una manera particular e identitaria de convivir en comunidad fraterna, entre hermanos folkloristas, paisanos, devotos, compadres, amigos, gremiales y familiares donde los cuerpos se rozan y se funden en un arco iris de alegría y felicidad que supone bailar en el bloque de morenos, kullawas, caporales y sikuris donde se expresan subjetividades y emociones compartidas. El poder social de los Señores del Gran Poder se gestó desde 1964 cuando surgió la primera fraternidad de morenos de los bordadores. Desde ese momento la fiesta fue escenificada por sectores del cholaje, mestizos y migrantes aymaras que participaron con música y bailes autóctonos. El hito importante comenzó desde 1974 con la fundación de la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder cuyo gestor fue Lucio Chuquimia, Natalio Tintaya, Francisco Bertin y varios delegados de las fraternidades. Al año siguiente (1975) por primera vez la fiesta de la zona rompió el cerco a Ch’ijini y avanzó hasta el paseo de El Prado. Fue la ‘rebelión de los morenos’ que avanzó como una serpiente o katari, para devorarse a la élite paceña. Es la reconquista del territorio andino de Chuquiago que estuvo cautivo por la exclusión. La fiesta del Gran Poder se desbordó en una acción de copamiento de un espacio social, territorial que siempre fue suyo pero que estaba ocupada por una clase social que excluía y segregaba a una clase emergente que ascendía en su capital social, cultural y económico, además invisible para la otra parte de la población.
No hay duda que en la fiesta del Gran Poder el eje social y cultural está asociada a la danza de la morenada donde se exhibe la clase social denominada como ‘cholaje’, es decir, los qamiris/ricos o poderosos aymaras urbanos que son grandes importadores de tecnología, comerciantes, microempresarios, administradores de negocios, transportistas de larga distancia, dueños de gasolineras, constructores, es decir, una gama de negocios inimaginables que viven en la ‘economía de la sombra’ y clientelismo. Otro sector que se beneficia de la fiesta son los artesanos, bordadores, pollereras, manteras, confeccionistas y una economía informal basada en el menudeo comercial que bien podemos llamar (micro industrias culturales populares).
EL PODER DEL PATRIMONIO CULTURAL NACIONAL E INTERNACIONAL En 1995 el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz declara la Fiesta del Señor del Gran Poder como Patrimonio Cultural de la Ciudad de La Paz. De la misma manera el Honorable Congreso Nacional reconoció a la Festividad del Gran Poder: Patrimonio Cultural de Bolivia, en mayo del 2002. Esta declaratoria de patrimonio por los poderes constituidos, municipio y Estado, se debió sobre todo a la valoración social y cultural que la población le asignó a la fiesta exigiendo la necesidad de conservar y preservar la identidad de la comunidad. Por lo tanto, la Fiesta del Gran Poder se convirtió en el patrimonio cultural de los paceños legitimando la expresión de clase mestiza chola. Finalmente, la festividad fue inscrita por la Unesco en la lista representativa como ‘Festividad de la Santísima Trinidad del Señor Jesús del Gran Poder - Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad’. El reconocimiento internacional otorgado por la organización internacional sella el valor cultural de más de 100 años de historia y permanencia como única en el mundo con expresión religiosa sincrética al Tata de la Santísima Trinidad, estéticas, artesanía festiva, hermandad de fraternos, danzas, pasantes; finalmente, es la lucha contra el poder imperial de la globalización y su hegemonía monocultural. Este año la entrada del Gran Poder estrenará el título de Patrimonio Cultural Inmaterial del Mundo que fue suspendida por motivos de la pandemia del Covid-19; este hecho constituye un impacto en la economía festiva regenerando las ritualidades festivas en comunidad fraterna donde suceden miles de interacciones sociales entre amigos y familias de folkloristas. Hay que reconocer y valorar inevitablemente que la fiesta del Señor Jesús del Gran Poder cambia la vida cotidiana en Chuquiago ¡Porque no se baila así no más…!
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COMBATIERON CON CORAJE Y VALENTÍA
El aporte de indios y mujeres en la independencia de Charcas1 En las tropas patriotas combatieron hombres, mujeres, incluso niños de distinto origen social. Sin embargo, la historiografía tradicional puso mayor énfasis en analizar el papel de la élite criolla dejando en segundo plano la participación popular. Luis Oporto Ordóñez
La Batalla de Pichincha (24 de mayo de 1822) fue determinante para lograr la toma de Quito, bastión realista defendido por el comandante realista Melchor Aymerich, el último presidente de la Audiencia de Quito. En esa acción de armas brilló con luz propia el general Antonio José de Sucre.
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l Ejército Libertador fue determinante para lograr la independencia de Venezuela, Nueva Granada (Colombia), Quito y Perú. El caso de la Audiencia de Charcas es singular, pues 16 años de luchas independentistas eclosionaron en la creación de una nueva República, al margen del deseo íntimo del Libertador Simón Bolívar. Al pie de su escultura ecuestre, en la plaza homónima, se escribió una precisión histórica: ‘Simón Bolívar. Libertador de Venezuela, Nueva Granada, Ecuador y Perú y fundador de Bolivia’.
VIENTOS DE LIBERTAD Y REBELIÓN En el dramático proceso independentista combatieron hombres, mujeres, incluso niños, de distinto origen social siendo muchos de ellos criollos (españoles nacidos en América), mestizos, indígenas originarios, zambos, esclavos, pardos y morenos (negros). Sin embargo, la historiografía tradicional puso mayor énfasis en analizar el papel de la élite criolla y dejó en segundo plano –o ignorando—la participación popular, a pesar que fue determinante para el triunfo de las fuerzas patriotas. Sin su concurso, no habría patria. Los deseos de Independencia en Bolivia se remontan mucho antes del emblemático 1809. En 1730 la sublevación de Alejo Calatayud en
Cochabamba, es un ejemplo. En 1776 España impuso un nuevo Sistema Económico Colonial que provocó un temblor social que, estremeció la base del imperio español en América. Las rebeliones indígenas iniciaron en 1780, con la insurgencia de Tomás Catari, cacique de Chayanta. En 1782 la rebelión fue aplastada a sangre y fuego con el ajusticiamiento de Túpac Amaru, Túpac Katari y Dámaso Katari. La misma suerte corrieron sus bravas mujeres, Bartolina Sisa (la Virreina) y Micaela Bastidas. En mayo de 1808, España fue invadida por Napoleón, deponiendo al Rey Fernando VII. El desacato surgió con fuerza, rebelándose sus súbditos. En sus colonias surgieron voces de rebeldía, desde la despreciada raza española criolla. El grito de libertad en la ciudad de La Plata, sede de la Audiencia, deponiendo a su presidente, pero jurando lealtad al Rey, expresado en el magistral silogismo de los rebeldes ‘Viva el Rey, muera el mal gobierno’. Leal por un lado, rebelde por el otro. En Nuestra Señora de La Paz se conformó una Junta Tuitiva revolucionaria, liderada por Pedro Domingo Murillo que erige un gobierno criollo independiente de España. Los realistas aplastaron la rebelión y ahorcaron en plaza pública a los insurrectos. Pero la sed de libertad e independencia no cesó y abarcó, una a una las posesiones de España: el Virreinato del Río de la Plata (1810), el Virreinato de Nueva España (1810), el Virreinato de Nueva Granada (1810) y el Virreinato del Perú (1812).
EL EJÉRCITO DEL IMPERIO España envió un ejército continental de 17.000 plazas para aplastar la rebelión. Esa fuerza llegó con la gloriosa honra de haber derrotado y expulsado a los invasores franceses. Entre ellos destacó José de Canterac, militar francés al servicio de España, que arribó con 3.000 plazas. El ejército realista incorporó a la crema y nata del criollaje: Pío Tristán, José Manuel Goyeneche, Pedro Antonio de Olañeta (terrateniente peruano nacido en España), Francisco Xavier de Aguilera (fieles a España); Agustín Gamarra, Andrés de Santa Cruz, Carlos Medinaceli y José Ballivián (que pasaron al bando patriota). El Ejército patriota formado en la Gran Colombia, derrotó al Ejército de España. Simón Bolívar en Junín (6 de agosto) y Antonio José de Sucre en Ayacucho (9 de diciembre de 1824). El ejército unido cruzó el Desaguadero al mando de Sucre, quien tuvo a su conciencia autorizar la formación de gobierno en Charcas, el 6 de agosto de 1825. Desde el sur, subió otro ejército, valiente y temeraMoto Méndez rio, al mando del general José de San Martín, acompañado por generales criollos como Bernardo O’Higgins, cuyas luchas dieron lugar a la independencia de Chile y consolidaron la del Perú.
REPUBLIQUETAS Y GUERRILLAS En Charcas las tropas españolas fueron combatidas por milicias criollas, subestimadas por sus enemigos que los veían como ‘montonera’, ‘turba’, sin preparación ni pertrechos. Las republiquetas autónomas, rigieron, a lo
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largo y ancho del territorio de la Real Audiencia de Charcas, empleando el método de la guerrilla. En La Paz, Ildefonso de las Muñecas instaló su cuartel general en Larecaja, desde donde combatió a los españoles enviados del Cusco, Arequipa y Lima, junto a los hermanos Gregorio, Victorio y Martín García Lanza. En la Republiqueta de Cinti, Vicente Camargo amenazaba Cotagaita, puerta de ingreso a Potosí, celosamente resguardada por tropas españolas. En Chuquisaca, Manuel Ascencio Padilla formó Juana Azurduy un ejército, que controló Chuquisaca, Tomina y La Laguna, entre los ríos Grande y Pilcomayo, garantizaba la vía expedita para el paso de los ejércitos argentinos. En Chayanta, dominaban Betanzos e Ignacio de Zárate. En Tarija, Eustaquio ‘Moto’ Méndez, Camargo, Medinaceli, Francisco y Manuel de Uriondo, colaborados por Martín Güemes que, desde Salta, hacían estragos a las tropas españolas. En Cochabamba, se levantó la fortaleza de Ayopaya, donde se formó un ejército de cochabambinos, dirigido por José Miguel Lanza. José Antonio Álvarez de Arenales armó su cuartel general en Mizque y Vallegrande. Ignacio Warnes, combatió bajo el Ejército argentino en Tucumán y Salta, y Belgrano lo designó Intendente de Santa Cruz de la Sierra. Luego de su derrota en la batalla de La Florida, se unió a las tropas de José Antonio Álvarez de Arenales.
INDÍGENAS Es cierto que tanto ejércitos patriotas como españoles contaron con el apoyo de tropas indígenas, leales hasta la muerte, mostraron su valor y determinación por la causa que abrazaron. El cacique quechua de Chinchero, Mateo García Pumacawa y Manuel Choquehuanca, fieles a España, desolaron a sangre y fuego poblaciones aymaras, apoyando al gobernador Manuel Quimper y Goyeneche, con 20.000 plazas reclutadas en Arequipa, Lampa, Azángaro, Tacna, Cusco, Pucara, Guancané, que ingresaron por el Desaguadero para liberar a La Paz del cerco indígena de 1811. En ese cerco de La Paz participaron entre 15.000 y 19.000 indios aymaras y quechuas que combatieron al mando de comandantes criollos y mestizos. Las tropas indias situadas en Pampahasi, se extendían por Pequepunco, Palca, Cohoni, Potopoto, Coroico y Zongo, comandados por Juan Manuel de Cáceres y los caciques Titicocha, Santos Limachi, Vicente Choque, Pascual Quispe, entre otros. Las milicias patriotas estaban conformadas por mestizos e indígenas, incluso esclavos pardos y morenos. Las tropas patriotas fueron apoyadas por una inmensa masa de indios quechuas y aymaras, a las que se sumó el ejército de cochabambinos, al mando del comandante Esteban Arze, que Simón Bolivar presionó sobre Oruro con el concurso de indios, ca-
lificados por los españoles como ‘muchedumbre de caballería’ y ‘agolpamiento de naturales’. Venían de los confines de Tapacarí, Sacaca y Chayanta, a los que sumaron 5.000 indígenas de Arque. En las tierras bajas citamos como ejemplos notables a los indios canichanas de la Misión de San Pedro, los caciques Juan Maraza, Pedro Ignacio Muiba y su lugarteniente José Bopi.
desterrada a Inquisivi, regresó clandestinamente y conspiró con Manuela Manzaneda, siendo extorsionada por Ricafort. “reunió cuanto pudo y se lo entregó, pero al considerar la triste situación en la que quedaban sus hijos, sucumbió de dolor en 1814”. Ricafort apresó a la mestiza Simona Manzaneda y la encerró en prisión, condenada a la pena capital, “se la paró desnuda, montada sobre un asno, rapada la cabellera, fue azotada en las cuatro esquinas de la plaza mayor, amarrada a uno de los postes de la plaza, fue baleada por la espalda en noviembre de 1816”.
LA EPOPEYA DE EL VILLAR: JUANA AZURDUI DE PADILLA
El virrey Joaquín de la Pezuela envió 800 plazas para reforzar las fuerzas realistas del general J. S. de la Hera, a las que se sumaron las del Mariscal de Campo Miguel Tacón, del coronel Francisco de Aguilera, de Vicente Sardina, del comanLas mujeres protagonizaron los más grandes dante Felipe Rivero, las piezas de artillería del actos de coraje y valentía. Las féminas que abracomandante Espartero, la tropa del coronel Mazaron la causa independentista fueron persenuel A. Tardío de 500 plazas del escuadrón de guidas, desterradas, torturadas y vejadas, antes Notables y la tropa del comandante Cueto de 800 de ser asesinadas. plazas con 40 fusileros y 30 lanceros. Les apoyaba el comandante cochabambino José Serna con En la Coronilla de Cochabamba, madres, esposas e hijas de los patriotas, 40 fusileros y 2.000 indios. El general De la Hera presentaron batalla ante un soñaba con un triunfo anticipado sobre las ‘montoneenemigo cruel. La historia del 27 de mayo de 1812 ras’ y ‘gavillas’ de Padilla fue escrita con la sangre de y Azurduy, formada por esas valientes mujeres. 200 fusileros y 4.000 inEn La Paz, María Madígenas armados de honnuela Sagárnaga, extordas y makanas. La heroína sionada por Goyeneche, Juana Azurduy tenía, bajo fue obligada a pagar alsu directo mando, 30 fusitas sumas de dinero por leros criollos, una guardia la libertad de su esposo de amazonas y 200 indios y su hermano que pese leales. Entre estos destacó al monto entregado fue el más fiel que pudo tener, el ejecutado; siendo destepoeta quechua Juan Huallparrimachi, que pereció defenrrada a Caupolicán. diendo a su comandante. Vicenta Juaristi En El Villar Juana Azurduy Eguino, dispuso que alcanzó la celebridad. El 12 de uno de sus sirvientes marzo de 1816, el ejército reaacompañe a Graneros Antonio Jo lista de veteranos al mando del en la toma del cuarsé de Sucre tel la noche del 16 de coronel P. Herrera, que entró julio de 1809. Sindicada como insurgente, triunfante en La Paz, Puno, Coc h ab a mb a , Arequipa y el Cusco, que se había fue condenada a pagar la multa de seis mil pesos llenado de laureles en Villcapujio, Ayoma y Sipesiy desterrada al Cusco. Después de la derrota de pe, sucumbió ante las tropas patriotas. Herrera, esGuaqui, levantó a los indios en Sapahaqui y salvó tandarte en mano rechazaba los ataques patriotas a Caracato de una sangrienta hecatombe. Ayudó “siendo vana la resistencia a la bayoneta, terminó a Pinelo a tomar la ciudad y rendir al gobernador aquella sangrienta acción por la más implacable Valde Hoyos. Reunió al pueblo paceño, la tropa carnicería”. Juana Azurduy arrebató la gloriosa incusqueña y tomaron la plasignia del comandante Herrera. Ante esa hazaña, za. Apresada por Ricafort, sufrió inhumana el general Manuel Belgrano recomendó se le otorgase el grado de Coronela de los Ejércitos, que se tortura y fue condenada oficializó por Decreto de Juan Manuel de Pueyrrea muerte, conmutada por dón, director supremo de las Provincias del Río de crecida multa y destierro perpetuo al Cusco, de la Plata, el 13 de agosto de 1816. donde huyó para volver a La Paz. Cuando el general Santa Cruz vino en 1822 con el ejército de In1. Síntesis de la termedios marchó a Laja a presentarse al general, enponencia presentada al tregando a sus dos hijos y Coloquio Internacional al resto de sus indios, para Bicentenario de la Batalla la causa independentista. de Pichincha, Caracas, Bolívar recibió de ella la llave de oro de la ciudad. 23-24 de mayo de 1822. Ramona Sinosaín sacrificó su fortuna y su salud por causa de la Patria,
MUJERES EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA
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UN APORTE A LA LITERATURA
Las Fábulas de Esopo al idioma de la gran cultura inca La autora cochabambina Ruth Miroslava Rivas Mariscal, recopiló los mejores cuentos de la mitología griega para difundirlos entre las niñas y niños de los lugares más recónditos del país en su lengua materna (quechua). Redacción Central LLUMP’U WALLPAKUNA TULLUKUNAWAN
Las ‘Fábulas de Esopo’ son un conjunto de cuentos en prosa atribuidas a Esopo, el escritor griego que vivió entre el final del siglo VII aC. y el principio del siglo VI aC. Se cree que fue originario de la región de Frígia. Dentro de sus narraciones se incluyen breves reflexiones sobre varios aspectos de la vida.
Juk tumakanchapi ashka wallpakuna kausakuq kanku: wakin lumpúlla wiramanta, wakintaq jawyachisqa tullumanta. Lump’u wallpakunaqa k’askikulla kaininku tullukunamanta asikuqkanku, sutichiqtaq kanku: jarpakausarisqas, yarkhayman wañuskas, phuruchasqa manchachis. Juk kutiri wayk’udurqa wakinkuna chúakunata wayk’unan karqa musuq wataq qallarinanpaq, chay pachaqa, wayk’udurqa kanchaman jurayk’uspa aswan lump’u wallpakunata aqllariskusqa. Aqllayqa jasalla karqa. Lump’uwallpakunataq saqra samipakunanta rikuspa, saqra ñawinwan khawasqanku tullu wallpakunaq qhatiriyninta. Runakunaq apakuyninman (Moraleja): Millaypaq qhatiriyninta K chitakuna amalayanku.
L
a escritora Ruth Rivas motivada por el amor y el incentivo a la lectura, tradujo las mejores obras de Esopo al idioma originario quechua con el fin de que éste llegue a los lugares más recónditos del país. Fueron cinco años los que trabajó en la elaboración del libro, sin embargo, la autora considera que lo más gratificante fue ver el libro concluido. “Para nosotros y para los que nos sigan en el apasionante descubrimiento de verdades que quizá por demasiado simples o cotidianas, no advertimos, el león representará la majestad, la zorra la astucia, el lobo la crueldad y la hormiga la perseverancia”, explicó. La traducción al idioma quechua, es un aporte a la reflexión para jóvenes y adultos y todo aquel conmovido por la literatura. A continuación, una de las narraciones de Esopo escrita en el idioma de la gran cultura inca, el quechua.
LAS GALLINAS GORDAS Y FLACAS Vivian en cierto corral, varias gallinas: unas gordas y bien cebadas, y otras, por lo contrario, flacas y desmedradas. Las gallinas gordas orgullosas de su buena facha, se burlaban de las flacas, llamándolas esqueletos vivientes, muertas de hambre, fantoches emplumados, etc. Mas he aquí que el cocinero, debiendo preparar algunos platos para el banquete de Año Nuevo, bajó al gallinero y eligió las mejores que ahí había. La elección, lector no fue difícil. Las gallinas gordas viendo su fatal destino, envidiaron entonces la mejor suerte de sus compañeras flacas y esqueléticas.
SOBRE LA AUTORA Ruth Miroslava Rivas Mariscal, escritora boliviana, nacida en la ciudad de Cochabamba, reside en Santa Cruz de la Sierra. Entre sus obras destacan el poemario ‘Pentagrama en mi piel’ (Santa Cruz – 2018), el cuento para niños ‘Lombrita y Mama tierra’ (Cochabamba – 2020). Además, participó de varias antologías literarias nacionales e internacionales. La obra ‘Fábulas de Esopo Edición Bilingüe Castellano – Quechua’, se puede adquirir en la ciudad de Santa Cruz comunicándose al número 76898445, en Cochabamba al 79760818, además se hacen envíos a todo el país.
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REÚNE A VARIOS AUTORES BOLIVIANOS
El norte de Potosí en letras Presentar un material escrito, con el sugestivo título de ‘Aquí también se escribe’, es casi siempre una enorme satisfacción para los implicados en un proyecto colectivo, que no tiene más pretensión que dar a conocer a autoras y autores que cuentan con una o más obras publicadas en formato de libro. Víctor Montoya
Antes de emprender con la presente compilación, en coordinación con la responsable de la Regional Catavi del Archivo Histórico de la Minería Nacional de la Comibol, estaba convencido que entre los cerros de estas poblaciones mineras, que en su esplendoroso pasado estuvieron pletóricos de codiciados metales, había hombres y mujeres que, con la mente lúcida y la mirada puesta en la tierra que los vio nacer, se encontraban dispuestos a plasmar en letras de molde sus ideas, sueños y esperanzas, sin otro afán que dejar un testimonio escrito de sus vivencias y conocimientos, como la mejor expresión de la tradición cultural de un pueblo, cuyas calles y plazas han sido escenarios de enconadas luchas sociales, masacres insensatas y victoriosas conquistadas a fuerza de coraje y alto grado de conciencia política.
E
n estas poblaciones mineras, que hicieron ricos a unos pocos y pobres a la inmensa mayoría, se formaron los dirigentes sindicales más destacados del movimiento obrero del país. Aquí nacieron, crecieron y se formaron hombres y mujeres que supieron contribuir al país con obras que, si bien no fueron destacadas en su debido momento, conforman el patrimonio histórico del norte de Potosí. No cabe duda que estas personas ‘sentipensantes’ (personas que no separan las emociones de las razones), quienes, sin pedir nada a cambio y sin que nadie los premiara, ofrecieron lo mejor de sí para el orgullo de quienes nos consideramos hijos de entrañas mineras.
El proceso de elaboración de ‘Aquí también se escribe’, para quien redacta estas líneas, fue un trabajo gratificante desde todo punto de vista. Sabía que estaba rastreando las huellas de una importante camada de autoras y autores de Uncía, Llallagua, Siglo XX, Catavi y Cancañiri, con el único propósito de reunirlos y presentarlos en un mismo volumen, convencido de que ellos, con su talento, empeño y sabiduría, estaban aportando con sus obras al ámbito de la cultura y la literatura nacional, donde muchos de los mencionados en esta modesta compilación, brillan con luz propia, situándose, por méritos propios, en el contexto de los creadores capaces de deslumbrarnos con su capacidad intelectual y su sapiencia hecha de humanismo y humildad. El compendio, que reúne a autores de los más diversos géneros literarios, es una vitrina expuesta al mundo exterior, para que se conozca a las personas que son la voz cantante de este girón patrio, capaces de representarnos tanto a nivel local como nacional, sin otro afán que mantener viva la memoria colectiva de un pueblo, con sus grandezas y pobrezas, con sus luces y sombras, con sus sueños y pesadillas, con sus triunfos y derrotas. Estos autores, nacidos en medio de un torbellino de mantas y polleras, guardatojos y k’epirinas, son los llamados a dignificar a esta región minera que sentó un precedente en las páginas de la historia nacional, con hombres y mujeres que no se dejaron doblegar por las armas de las dictaduras militares, aunque se perdieron a varios de los líderes que lucharon por conquistar mejores condiciones de vida, casi siempre a pecho abierto y con la mano empuñada de coraje y rebeldía. Este material es una muestra de que en estas poblaciones de valerosos luchadores, existen -y
existieron- autoras y autores que no podían pasar desapercibidos y mucho menos soterrados bajo los polvos del olvido. Por eso mismo, el esfuerzo de rescatarlos, de sacarlos a la luz pública fue un trabajo harto apasionante, debido a que esas poblaciones mineras del norte de Potosí fueron una veta rica no solo en materias primas, sino también en lo intelectual. Esas mentes privilegiadas supieron mantener viva nuestra historia y conservar nuestras tradiciones a través de libros escritos con la pasión del alma y el corazón encendido por una explosión de sentimientos y pensamientos convertidos en palabras de alto contenido social, histórico y cultural. No debe olvidarse que las y los autores, como cualquier otro ser social, son individuos que necesitan relacionarse y comunicarse con sus semejantes, y, para hacerlo, usan el lenguaje escrito como su principal instrumento de comunicación, puesto que este sistema, conformado por un conjunto de códigos lingüísticos, les permite transmitir sus pensamientos de manera precisa y eficaz, hilvanando razonamientos, sentimientos y emociones, que terminan fundidos en las letras de molde de ese maravilloso objeto conocido con el nombre genérico de ‘libro’. Elaborar este compendio, que un día será un libro de consulta para maestros y estudiantes, es el reflejo más auténtico de un pueblo que tiene mucho que aportar a la cultura nacional. Cuando culminé con el acopio del material y los datos bio-bibliográficos de quienes se dedicaban a escribir en verso y prosa, me vi sorprendido al constatar que los escritores eran muchos más de lo que me imaginaba; de modo que, debido a razones de extensión y presupuesto, me vi obligado a dividir el trabajo en dos partes; la primera dedicada a autoras y autores de Uncía y la segunda dedicada a los de Llallagua, Siglo XX, Catavi y Cancañiri. Por último, permítanme que les deje esta compilación para que lo vean, lo lean y lo critiquen. Y si por ahí existe alguien, que conoce a una escritora o un escritor que no está contemplado en ‘Aquí también se escribe’, le ruego que me lo comuniquen o me lo hagan saber, para así incluirlos en las próximas ediciones de esta suerte de antología hecha con absoluta modestia y ética profesional.
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UN CUENTO DE HOMERO CARVALHO
Un mundo feo, literatura infantil a través de otros personajes La obra indaga, explora, investiga la propia naturaleza del ser humano, en este caso de los niños. Es una lectura sencilla, pero importante, con muchas ideas que van desde regar una maceta, no botar basura, aprender a reciclar, entre otras. Angélica Guzmán Reque
Antoine de Saint Exupéry, nos dice: “Todos los grandes fueron niños alguna vez, pero sólo unos pocos lo recuerdan” y, para escribir literatura infantil es necesario volvernos niños o reactivar nuestra niñez. Sin embargo, el mundo cambia y con él, todos debemos pensar o adaptarnos al mundo en que vivimos.
Y
a no más: Espejito…espejito… tampoco si no te portas bien, viene el lobo y te devora. Atrás quedaron todas estas afirmaciones, pertenecen a la historia de esta bella época. La de los cuentos maravillosos de princesas y dragones, las de príncipe azul. Hoy nuestros niños son otros, muy diferentes a cuando nosotros vivíamos con temores de castigos o de personajes feroces, de ogros que se comían a las personas, sobre todo a los niños. Ya no se necesitan las botas de siete leguas para recorrer distancias, ni la de dejar migas de pan para marcar el camino de regreso. Hoy, los niños no se asustan de los fantasmas porque juegan con ellos. Hoy, nos adentramos en la literatura infantil a través de otros personajes, generalmente son los propios niños que son personajes que deben pensar, y sentir, leer y reflexionar. Por eso Homero nos dice en este bello cuento. Cito: Buscaron la solución en Google, en una computadora dizque inteligente y no hallaron la respuesta, porque la respuesta no estaba en la inteligencia artificial.
¿DÓNDE ESTABA ENTONCES? Las máquinas de que se valen los niños, en casos de sentimiento y emoción no son útiles; la vida emotiva nos la encontramos en las máquinas, están en cada uno de nosotros, por eso, nuestros niños deben aprender a indagar su propio mundo; cito: una niña tomó la palabra y dijo: así como nosotros nos alimentamos de la Madre Tierra, ella necesita de nuestras risas para recuperar su energía y frutecer en las praderas, los ríos, las montañas y los mares. La naturaleza necesita de nuestro amor y nosotros necesitamos del suyo. Sin embargo ¿por qué un “mundo feo”? Podría ser la pregunta de entrada a una lectura profundamente motivadora. Seguro, las respuestas no se deja-
rán esperar. Quizá sea una de las razones del por qué, ante los niños, se requiere de una persona que pueda introducirlos hacia una lectura comprensiva y reflexiva. Una reflexión que los buenos maestros deben aprender a explotarlas. Es aquí donde la escuela, la clase, el hogar, debe estar acorde con los sentimientos de los niños, que lo manifiestan claramente, deben reflexionar y salir de la clase o, después de esta lectura sencilla, pero importante, con muchas ideas de la manera en que, ellos deben actuar, en cualquier lugar, con pequeñas acciones: desde regar una maceta, no botar basura, aprender a reciclar. Esta es la literatura infantil de nuestros días, indaga, explora, investiga la propia naturaleza del ser humano, en este caso de los niños. Más adelante expresa el cuento: cito: Desde ese día, cada vez que un niño ve a un adulto olvidarse de agradecer a Dios, creador de todas las cosas, así como a la Madre Tierra, le hace recuerdo de lo que puede suceder; ese es el secreto para que la naturaleza siempre esté contenta y nos agasaje generosa y espléndidamente. Ahí está el valor del agradecimiento, del respeto que debemos mostrar con lo creado, que no nos pertenece, nos valemos de ella, porque es de todos, de todas y cada una de las generaciones y, todavía el mundo verá pasar por sus puertas muchas más generaciones: los papás, los abuelos, los nietos, bisnietos, etc. que necesitan de ella. Podemos afirmar sin lugar a equivocarnos que la literatura infantil ayuda a formar a nuestros niños desde distintos e inmejorables ángulos de su vida personal, así como social, puesto que es la que ayuda a desarrollar su propia capacidad de pensar, de crear, en su medio, en su entorno. No requiere ir más allá, no necesita valerse de toda la tecnología para aprender a sentir. La psicología nos dice que la literatura infantil fo-
menta el desarrollo cognitivo, porque mejora la atención, la percepción y la memoria porque una buena lectura, acompañada de imágenes, como es este caso, le ayudará a imaginar más allá de las palabras, una reflexión, le permitirá leer entre líneas y su mente clara, empezará a crear mundos diferentes, mundos verdes, cito: La niña aconsejó que dejemos la indiferencia y que agradezcamos a la naturaleza cantando a la belleza de las flores, que alabemos a los agradables sabores de las frutas, que nos alegremos con las fragancias infinitas que nos ofrece y que nunca nos olvidemos de hacer reír a nuestros niños y niñas. Es un excelente libro, no queda sino, agradecer a Homero por esta entrega de creatividad emotiva y a Editorial Santillana, por hacer posible la percepción colorida de esta admirable edición. Y repetir con Roald Dahl que “los secretos más grandes siempre están escondidos en los lugares menos probables. Aquellos que no creen en la magia nunca la encontrarán”. Gracias.