un marco político y económico de izquierda
Salvar las capuchas blancas del mundo
Aprincipios de noviembre, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), con sede en París, presentó un informe sobre los 50 sitios del patrimonio mundial con esas formaciones, reporte que ofrece una visión de la magnitud del desafío de legarlas a las futuras generaciones.
De acuerdo con el estudio, un tercio de los glaciares analizados (17) desaparecerán de manera irremediable antes de 2050 como re sultado del calentamiento global.
Según el oficial de Proyecto del Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco, las enormes masas pierden 58 mil millones de toneladas de hielo cada año, el equivalente del consu mo anual de agua de Francia y España juntas.
Esta pérdida contribuye a la elevación del mar, aportando un cinco por ciento del incre mento, abundó.
Para 2050, nos habrán abandonado para siempre los glaciares en sitios hoy emblemá ticos, privando a quienes vienen detrás del espectáculo que ofrecen y de su importancia económica y cultural.
Ya no lucirían entonces sus capuchas blan cas, entre otras, las últimas masas de hielo del patrimonio mundial africano, las del Parque
En ese sentido, el estudio de la Unesco las defi ne como “centinelas del cambio climático”, vitales para sostener la vida en la Tierra por la ele vada diversidad biológica y servicios ecosistemáticos.
“Alrededor del 50 por ciento de los puntos calien tes de la biodiversidad global del planeta están ubicados en cuencas drenadas por glaciares y contienen un tercio de toda la diversidad de especies terrestres”,
Hermosos e imponentes, los glaciares adornan nuestro planeta, son masas de hielo con un importante papel para la humanidad que sucumben de manera progresiva ante un enemigo implacable: el cambio climático.• Waldo Mendiluza / Prensa Latina
co (Mekong, Yangtze y Huang He) y de Asia central (Amu Darya y Syr Darya).
Los glaciares aportan recursos hídricos para el uso doméstico, la agri cultura y la gene ración de electrici dad, sin olvidar su enorme valor cul tural para las co munidades y su con tribución al turismo, resaltó Carvalho Re sende a Prensa Latina.
El experto ilustró su importancia para la po blación local con un fes tival en Perú con siglos de tradición, registrado en el pa trimonio cultural inmaterial de la humanidad desde 2011.
La Peregrinación al santuario del Se ñor de Qoyllur Rit’i es una festividad religio sa que se desarrolla en las faldas del nevado Ausangate, con actividades como la escalada de los glaciares del monte Qullqipunku.
Esto se hacía también para recoger cruces puestas en la cima y traer bloques de hielo con cualidades medicinales, práctica esta úl tima detenida en 2007 precisamente por la
¿QUÉ HACER?
De acuerdo con el informe de la Unesco, ya no podemos evitar la desaparición de 17 glaciares en sitios del patrimo nio mundial, pero el destino de los otros 33 sigue estando en manos de los seres humanos y para legarlos a las futu ras generaciones serán necesarios el esfuerzo colectivo y la voluntad política de los decisores.
Tanto la directora general Azoulay como el especialista líder Carvalho Resende coincidieron en la urgencia de tra bajar para mantener el incremento de la temperatura en el planeta por debajo de 1,5 grados centígrados respecto a los valores preindustriales.
Además de esa medida concreta e impostergable, el hi drólogo citó entre las acciones recomendadas en el estu dio, la investigación científica y la preparación con planes de reducción del riesgo de catástrofes, en particular para las comunidades locales, las más afectadas por el deshielo.
Vemos que la mayoría de los sitios del patrimonio mun dial con glaciares carecen de esos planes, señaló el exper to, quien consideró también la necesidad de contar con un marco jurídico y legislativo enfocado en preservar esas formaciones, tal y como existe para el agua y los bosques.
Carvalho Resende significó igualmente el llamado a la creación de un fondo internacional para la vigilancia y la preservación de los glaciares, iniciativa que ponderó al re cordar que los países concernidos no tienen los mismos re cursos financieros para lidiar con el reto.
Alea jacta est (La suerte está echada) diría quizás el fa moso emperador romano Julio César, pero no es así del todo, hay mucho que puede y debe hacerse.
Latinoamérica y las nuevas izquierdas
Algunos años atrás, en América Latina se daba un fenómeno que parecía prometer grandes cambios político-sociales: en prácticamente todos los países, desde México hasta la Patagonia, había un calor contestatario que abarcaba distintas dimensiones, con movimientos revolucionarios armados de fuerte base social que buscaban la revolución socialista. Se vivía un clima de “progreso social”, de confrontación o, si se quiere —según un discurso conservador de derecha— “un momento de rebeldía generalizada”.
La Revolución Cubana de 1959 y el heroísmo inspirador del Che Guevara con su mística guerrilleril constituían un faro para las grandes masas popu lares, o más aún para grupos que se erigían en vanguardias militantes, intentando conducir el descontento de esas protestas. En ese clima, diversos movi mientos populares, sindicales, campesinos, juve niles, barriales, incluso católicos de la Teología de la Liberación buscaban nuevos derroteros posca pitalistas. Había una fuerte postura antisistema.
Luego de Cuba vino la revolución nicara güense, mientras que Centroamérica ardía con guerras revolucionarias, y en distintos países de la región se respiraba un clima de cambio. Un fenómeno similar se vivía en otras latitudes del planeta, con la liberación del yugo colonial en el África, los socialismos árabes que iban ex pandiéndose, un inspirador Mayo Francés en 1968 y la Revolución Cultural en China, que sig nificaba el rechazo de las pesadas rémoras de la antigüedad. Parecía que el socialismo estaba cerca. Se pedían varios Vietnam para incendiar el mundo, desembarazándose de las cadenas imperialistas. Entonces llegó la represión mons truosa de la derecha.
Las clases dominantes de cada país, a través de sus ejércitos y con el apoyo de Washington, dominador indiscutible en la región latinoame ricana, para las décadas de los 70/80 del siglo pasado emprendieron fuertes campañas contra rrevolucionarias para acallar ese espíritu trans formador que flotaba en toda la zona. La repre sión fue tremenda, sin dejar un solo espacio de los territorios sin convulsionar. La Doctrina de Seguridad Nacional, centrada en el combate a muerte del “enemigo interno”, fue el elemento dominante en esa estrategia contrainsurgente, con militares latinoamericanos preparados por Washington en su tristemente célebre Escuela de las Américas.
En ese mar de desmovilización iniciado en las últimas décadas del siglo XX, ya en el siglo XXI llegaron una serie de propuestas progresis tas, siempre en el marco de la institucionalidad capitalista, en buena medida inspiradas por la figu ra emblemática de Hugo Chávez, que después de años volvió a hablar de “socialismo”, desempolvan do un término que parecía ya defenestrado para siempre. Sin dudas, el proceso venezolano desper tó esperanzas: ¿volvían las revoluciones?
Así, en prácticamente todos los países de la zona, a su tiempo asistimos a estos procesos de centroizquierda o izquierda moderada. Arrancan do con la Revolución Bolivariana en Venezuela, en los primeros años del presente siglo todos los paí ses latinoamericanos tuvieron un repunte económi
co vendiendo sus productos primarios (alimentos y minerales) a China, cuya prosperidad iba crecien temente en aumento. Esa bonanza económica per mitió a todos esos gobiernos progresistas (Kirch ner/ Fernández en Argentina, Lula/ Dilma Roussef en Brasil, Correa en Ecuador, Evo Morales en Boli via, Chávez/ Maduro en Venezuela) poder conce der una buena cantidad de mejoras a sus poblacio nes. Sin ser medidas de corte marxista en sentido estricto, hubo beneficios en los pueblos histórica mente empobrecidos y excluidos. La gente dejó de sentirse cosa y pasó a ser, en buena medida, prota gonista de su vida.
Lo cierto es que todas estas administraciones logran cambios interesantes, pero sin afectar el ba samento del sistema: la propiedad privada de los grandes capitales, nacionales e internacionales, no se tocó. Incluso los planteos neoliberales de achi camiento del Estado y ataque furioso contra la cla se asalariada (contratos basura mediante) no se alteró en lo sustancial. A veces, seamos honestos al decirlo, esos avances populares fueron creando una actitud clientelar, oportunista en ocasiones. Por supuesto, esos procesos son un paso adelante con relación a las anteriores dictaduras militares, pero nunca se abandonaron los planteos fondomo netaristas de base.
¿Qué es preferible para el campo popular en Brasil, por ejemplo: un Bolsonaro fascista o un Lula popular? O en Colombia: ¿un Petro con un talan te izquierdista o un conservador recalcitrante como Iván Duque? Con el beneficio de la duda, mejor un gobierno de un “progre” como Boric en Chile que un neo pinochetista como Piñera, o una Xiomara Castro en Honduras que un gobierno mane jado por nar cos. Tener un “buen” presiden te, quizá honesto y transpa rente (Pepe Mujica en Uruguay, Ló pez Obrador en México) es una buena noti cia. ¡Pero ¡cuida do! Ese no es el cambio que necesi tan las grandes mayo rías populares, siem
“Socialismo” no es un regalo del gobierno, un plan asistencialista, una medida demagógica. Socialismo es poder popular real y efectivo, y un Estado que dirige la economía con un criterio poscapitalista, con expropiaciones, con reforma agraria, con una profunda política antirracismo y antipatriarcado.
pre excluidas, marginadas, golpeadas.
“Socialismo” no es un regalo del gobierno, un plan asistencialista, una medida demagógi ca. Socialismo es poder popular real y efectivo y un Estado que dirige la economía con un criterio poscapitalista, con expropiaciones, con reforma agraria, con una profunda política antirracismo y antipatriarcado. La experiencia muestra, con do lor, que esos proyectos “tibios”, encomiables en su intento, si no se profundizan, terminan siendo derribados. Y el capitalismo continúa. ¿Por qué
Cuba se mantiene pese a todas las agresiones? ¡Porque es socialista! (“Hay 200 millones de niños de la calle en el mundo. Ninguno está en Cuba”, dijo Fidel Castro. ¡No olvidarlo! Cuba, único país del Tercer Mundo que pudo producir una vacuna anti Covid-19 propia).
Con relación a los procesos tibios, vale recor dar lo dicho por la revolucionaria polaco-alema na Rosa Luxemburgo: “No se puede mantener el “justo medio” en ninguna revolución. La ley de su naturaleza exige una decisión rápida: o la locomo
tora avanza a todo vapor hasta la cima de la mon taña de la historia, o cae arrastrada por su propio peso nuevamente al punto de partida. Y arrollará en su caída a aquellos que quieren, con sus débi les fuerzas, mantenerla a mitad de camino, arro jándolos al abismo”.
“En mi país no hay lucha de clases”, o “Vamos a impulsar un capitalismo serio” son algunas de las consignas dadas en su momento por algunos de estos mandatarios progresistas. ¿Nos quedamos con eso, o se podrá ir más allá?.
LULA REGRESA
Luiz Inácio Lula da Silva cumple lo que prometió. Regresa des pués de 12 años al Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo en Brasil. Lo esperan más de 30 millones de brasileños en la po breza absoluta.
Planes de desarrollo económico, la agricultura sos tenible, la construcción de viviendas. El progreso social con trabajo e ingresos, la educación y la salud para todos. Lo necesitan la seguridad ciudadana, la democracia, la confianza de sus electores y todo el pueblo brasileño.
No hay mayor fuerza que la espe ranza de un pueblo que sabe que puede volver a ser feliz, aseguró pre viamente el presidente electo en la sala paulista Expo Center Norte, donde presentó el movimiento “Vamos Juntos por Brasil’’, que reúne a partidos políticos, a mo vimientos sindicales y sociales.
“Pensaban que me habían ma tado, pensaban que habían acaba do con mi vida política, me destru yeron contando mentiras sobre mí y gracias a Dios estoy firme y fuerte, y amando otra vez”, dijo ante una mul titud que durante la campaña coreaba “Lula volvió”.
El triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil consolidará un marco político y econó mico entre gobiernos latinoamericanos. Así lo avizoran países como Argentina, Chile, Bolivia, Ve nezuela, Perú y México, entre otros.
Mientras tanto, dentro de Brasil es la primera vez desde 1998, cuando se implantaron las urnas electrónicas y los resultados de
las elecciones empezaron a contarse ágilmente, que un candida to evita hacer declaraciones públicas tras hacerse oficial su de rrota. Deliberadamente soslayó llamar o felicitar al presidente electo, como establece el protocolo tras una elec ción, en cualquier parte del mundo.
Serán tiempos muy difíciles mien tras pase la pesadilla fascista que an gustia a Brasil. La ultraderecha, ofi cialmente ha sido derrotada y un proyecto con sentido social, nacio nal y con visión latinoamericanista se abre paso a fuerza de batalla.
“Estoy aquí para gobernar este país en una situación muy difícil, pero con la ayuda del pueblo va mos a encontrar una salida para que el país vuelva a vivir democrá ticamente. A partir del 1 de enero de 2023 gobernaré para 215 millo nes de brasileños y no solo para los que me han votado. No hay dos países. Somos un Brasil, un pueblo, una gran nación”, dijo Lula.
Que brote “el amor donde quieren armas; paz donde quieren conflicto; respeto donde quieren odio; democra cia donde quieren dictadura; lucha contra la desigualdad social donde quieren hacer a los ricos cada vez más ricos y a los pobres cada vez más pobres”, dijo el fraile dominico Frei Betto, días antes de esta victoria. “Es hora de dejar de ser espectador(a) de la coyuntura política y actuar intensamente para salvar la democracia brasileña”.
Trump irá por la Casa Blanca, pero la justicia de EEUU va por él
El magnate es centro de pes quisas por sus intentos de per manecer en el poder después de perder en las elecciones de 2020, su implicación en el asal to al Capitolio el 6 de enero de 2021, así como por un supuesto manejo criminal de registros gubernamentales tras la retención de material clasificado en su mansión Mar-a-Lago, a más de un año de aban donar el Despacho Oval.
Según Renato Mariotti, exfiscal federal, la postulación a jefe de Estado no cambia nada y ello está demostrado en el hecho de que el De partamento de Justicia (DOJ) abrió sus indaga ciones sobre el neoyorquino a pesar de que era exmandatario, un candidato probable y el líder de facto del Partido Republicano.
Como indica el diario The Hill, en el anuncio de Trump algunos ven un intento fallido de evi tar una posible acusación.
El abogado y columnista George Conway, en un artículo publicado en el periódico The Wash ington Post, explicó que una gran razón de esa candidatura es que el conservador piensa que ese paso y el espectro de violencia de sus parti darios lo protegerán de los fiscales.
“Es un hombre desesperado, un animal ame nazado y rabioso, que podría enfrentar múlti ples acusaciones”, puntualizó y agregó: “Trump anhela el poder. Aún más, él anhela la atención. Y más que nunca, después de dos juicios po líticos sin precedentes, una derrota humillante en la reelección que ni siquiera puede admitir, y en medio de múltiples investigaciones penales y demandas civiles, busca venganza”.
Para el abogado Andrew Weissmann, “el he cho de que alguien sea prominente no significa que no sea procesado; no es un atenuante, creo que es un agravante”.
A juicio de The Hill, el fiscal general Merrick Garland pareció asentir a esa dinámica cuando en una conferencia de prensa, el pasado agosto, aseguró: “Defender el estado de derecho signi fica aplicar la ley de manera uniforme sin temor
ni favoritismo”.
A principios de este mes, la cadena CNN in formó que el DOJ discutía si una candidatura presidencial de Trump crearía la necesidad de un fiscal especial para supervisar las investiga ciones federales en curso, e incluía en su per sonal a funcionarios experimentados para cual quier decisión después de las elecciones de medio término del 8 de noviembre.
Sin embargo, presentar cargos contra un ex presidente seguiría siendo una decisión sin pre cedentes para el Departamento de Justicia, que enfrenta obstáculos en sus propios casos y pro bablemente quiera iniciar un enjuiciamiento mu cho antes del ciclo electoral de 2024, remarca The Hill.
En opinión de estrategas conservadores, una acusación a Trump durante la administración de Joe Biden polarizaría más a la nación y fortale cería el apoyo al exmandatario con base en el Partido Republicano, pues este enmarcaría la imputación del DOJ como una caza de brujas de carácter político.
Miembros de las filas rojas esperan que Gar land persiga una imputación contra el exgober
nante en un plazo de 60-90 días después de los comicios de noviembre, y, según explicaron, la posibilidad de procesarlo finalizará una vez que la campaña presidencial de 2024 cobre impulso.
“La gente habla de la fragmentación del apo yo y la disminución del entusiasmo entre los vo tantes por él. Una acusación podría en realidad galvanizar y reunificar a los republicanos en tor no a él”, comentó un asesor.
De igual forma, expertos legales sugirieron que el Departamento de Justicia podría tener dificultades para lograr una condena en el fren te del 6 de enero, al menos en lo que respecta al papel del magnate en la dirección de la turba que invadió el Congreso.
El caso de Mar-a-Lago podría ser más pro metedor, pero tuvo batallas para revocar el nombramiento de un maestro especial que revi sara los documentos y ello demoró el escrutinio de los archivos, que Trump argumenta tenía de recho a retener.
En varias ocasiones el magnate dejó claro su discurso de “soy una víctima” y afirmó: “Cual quiera que realmente busque enfrentarse a este sistema amañado y corrupto se enfrentará a una tormenta de fuego que solo unos pocos podrían entender”.
Trump alertó en septiembre que si el DOJ lo acusa, habría “problemas en este país como qui zás nunca hemos visto antes”.
El expresidente notificó en la noche de ayer que buscará la nominación presidencial republi cana en 2024 para “hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande y glorioso”.
La película está rodando y falta ver hasta dónde llegaría el magnate con tal de evitar las rejas.
La sinopsis muestra a un candidato activo a la Casa Blanca que seguramente desataría una tormenta política y, por el otro lado, aparecen señales de que ignorar y evitar cuentas si hay evidencia de un delito, transmitiría una señal dañina a futuros gobernantes con instintos de “hombre fuerte”.
El Parque Nacional Galápagos, primer área protegida de Ecuador, cumplió el 4 de julio 63 años de fundación.
Sanciones orientadas a detener la sobrepesca permiten que especies como la langosta espinosa y el pepino de mar se recuperen después de años de esta actividad.
El Ministerio del Ambiente de Ecuador declaró la necesidad de respetar el derecho a la existencia y regeneración de los ciclos vitales y procesos evolutivos de los ecosistemas en la provincia.
Es importante potenciar acciones para la prevención de la llegada de nuevas especies invasoras para la conservación de Galápagos, tarea difícil con los más de 250 visitantes turísticos anuales.
Galápagos es el archipiélago volcánico mejor conservado del mundo, pues el 95 por ciento de su biodiversidad es nativa y se encuentra en buen estado de salud.