DOMINGO 20 DE FEBRERO DE 2022
AÑO 2 - N°43
FOTO: APG
El pepino es el rostro festivo del carnaval paceño Págs. 6-7 Las propuestas turísticas de las comunidades indígenas argentinas
T’ikita Wara, la tiktoker que enseña quechua
La histórica batalla de Milluni contra el “sistema de mayo”
Págs. 10-11
Págs. 8-9
Págs. 2-3
2
DOMINGO 20 DE FEBRERO DE 2022
Congreso minero en la década de los 50.
Masacre de Milluni de Miguel Alandia Pantoja.
EL GRAN NATALIO (1928-1991)
La histórica batalla de Milluni contra el “sistema de mayo” El golpe del 4 de noviembre de 1964 desembocó en una ofensiva contra el movimiento obrero. El 1 de mayo de 1965, los trabajadores hicieron una gran demostración independiente de sus fuerzas. Luis Oporto Ordóñez Carola Campos Lora
Edgar Ramírez (1947-2021) afirmaba que Milluni fue el Leningrado de Bolivia, en analogía a la heroica batalla que libró el sindicato minero de ese distrito, liderado por su dirigente sindical, el 24 de mayo de 1965, ordenada por el Gral. René Barrientos Ortuño. Juan Lechín (1914-2001), con respeto al legendario héroe minero, lo llamaba “El Gran Natalio”. Esta su historia. EL “GRAN NATALIO” Y LA MILICIA MINERA DE MILLUNI Natalio Mamani Calle nació en Corocoro el 1° de diciembre de 1928. Hijo de arrieros, trajinó la región andina desde niño, cursó hasta tercero de primaria, suficiente para dominar la palabra y cultivar la escritura. El 9 de noviembre de 1952 contrajo matrimonio con Valentina Apaza Coronel, con quien formó su hogar y procrearon doce hijos. Natalio Mamani ingresó como carrero a la mina de Corocoro. A los 20 años de edad ingresó a Millluni como “cañerista” y pasó a la Maestranza, labores en las que “ganaba muy poquito y por eso pidió el cargo de “perforista” y entonces empezó a ganar mejor”, recuerda su esposa. Natalio era deportista y destacó como back, junto a su hermano. Equipos, como Bolívar con Agustín Ugarte, visita-
ron el centro minero. Organizó un campeonato interprovincial en el que Pacajes salió campeón. Fue elegido delegado seccional, empezando una fulgurante trayectoria sindical y política. Admiraba a Mao Tse Tung y a César Lora. Milluni, centro minero de 5.000 habitantes, era la sede de la Empresa “Fabulosa Mines” que producía 70 TMF al mes, con 530 trabajadores. Dominaba su centro urbano una plaza, una radio potente y un teatro. El célebre artista de la Revolución, Miguel Alandia Pantoja pintó un mural con una alegoría del triunfo de los mineros sobre el Ejército de la Rosca. 1952 fue el año de la consagración del distrito combativo de Milluni. En las jornadas de abril, la acción de los mineros fue determinante para volcar la correlación de fuerzas. Salieron por Chacaltaya hacia El Alto, tomaron la Base Aérea y con las armas, bajaron al bosquecillo de Pura Pura y se incorporaron a las milicias armadas que derrotaron al Ejército. El joven delegado seccional Natalio Mamani, destacó en esas acciones. Elegido Secretario General asumió la conducción de la milicia, organizada en escuadras, secciones y compañías, uniformadas con impermeables amarillos, cascos y fusiles al hombro.
LA HISTÓRICA BATALLA DEL 24 DE MAYO DE 1965 El golpe del 4 de noviembre de 1964, desembocó en una ofensiva contra el movimiento obrero. El 1° de mayo de 1965, los trabajadores hicie-
ron una gran demostración independiente de sus fuerzas. Barrientos ordenó la detención y exilio de Juan Lechín al Paraguay y la ocupación por asalto de los centros mineros, que “trataron de capturar Kami, lo que no fue posible por la resistencia de los trabajadores cooperativistas, pero sí tomaron Telamayu y otras minas de Consejo Central Sur, con derramamiento de sangre proletaria”. El ataque militar a Milluni empezó a las 8:00. En una entrevista de 2017, la esposa de Natalio y sus hijos Rosario y Javier Mamani, reconstruyen la batalla del 24 de mayo. “La milicia minera, en unión con campesinos, parapetada en la altura estratégica del Huayna Potosí, embosca una patrulla de 15 soldados. Ellos han pedido tregua, pero no había sido así, pues por Huayllatani han subido, otros por Milluni han dado la vuelta; con tanques han entrado”. A las 10:50, toman el campamento. “Un grupo se trasladó hasta la emisora “Huayna Potosí” y se dedicó a desmantelarla” estableciendo su cuartel general en el auditorio de la Radio, “en el escenario, debajo de un mural pintado por Alandia Pantoja, muchos soldados tendieron sus camas”. Otro grupo se dedicó a recorrer el campamento haciendo prisioneros y decomisando armas. Los mineros responden con tiros de fusil y dinamita, durante la tarde y la noche. “El fuego continuaba intenso, pero esta vez era la aviación la que actuaba”. Los cazas Mustang F-51 y AT 6, ubicaron las antenas de Radio Milluni como objetivos. Presencia informó
DIRECTOR Marco Antonio Santivañez Soria
EDITOR DE CRÓNICAS Clayton Benavides Arteaga
CORRECCIÓN José Maria Paredes Ruiz
Redes Sociales
EDITOR GENERAL Clayton Benavides Arteaga
COLABORARON: Luis Oporto Ordóñez David Mendoza Salazar Homero Carvalho Oliva Claudio Sanchez Williams Ramirez Urquiza Melina Valencia Achá
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Gabriel Omar Mamani Condo
www.ahoraelpueblo.bo La Paz-Bolivia Calle Potosí, esquina Ayacucho N° 1220 Zona Central, La Paz Teléfono: 2902587
JEFE DE REDACCIÓN Ana Fabiola Barriga Soliz
FOTOGRAFÍA Jorge Mamani Karita
3
Milicianos de Milluni en 1952.
que ante la amenaza de bombardeo trasladaron a los 15 soldados y “los colocaron amarrados a los cables de luz que circundan la zona a fin de que estos reciban los impactos de los aviones Mustang”, pero Valentina afirma que “los mineros habían logrado interceptar la frecuencia militar y conocieron los planes de bombardear las antenas para acallar la radio. Fue entonces que cinco ‘buzos’ (espías) apresados en una de las asambleas, fueron llevados a las antenas donde los maniataron, y por la radio hicieron conocer que tenían cinco rehenes, entonces no bombardearon”. La aviación optó por tirar volantes al centro minero: “Trabajador boliviano: No permitas que tus organizaciones sindicales sean destruidas por un pequeño grupículo de agitadores extremistas… al servicio del comunismo”, “Estudiante boliviano: Tus padres han confiado y puesto en tus manos los caros anhelos que ellos se forjaron a través de años. No los defraudes, vuelve a tus aulas”. El 29 de mayo Barrientos y Ovando entran a Milluni con fuerte escolta y aviones sobrevuelan el distrito. “Un obrero, Arturo Villanueva, echó la culpa del malestar social a Paz Estenssoro y acusó a Natalio Mamani de no haber rendido cuentas de los fondos sindicales. Vicente Sosa dijo que ‘los grandes pícaros han escapado’. Alejandro Chuquimia, excombatiente del Chaco ‘lo calificó como amo y dueño de Milluni’ y lo sindicó de haber recibido armas de Paz y le hizo cargo de 80 millones de bolivianos”, Javier Camacho lo sindicó de “comunista”, como informó El Diario. Era un plan para desprestigiar a los dirigentes. Natalio Mamani, en un informe imparcial y objetivo a la FSTMB, fechado el 5 de octubre de 1965, desmiente a los militares: “en Milluni, la lucha fue valiente y sangrienta, frente a más de 8.000 soldados y 12 aviones de guerra que nos emplazaron los gorilas, hemos peleado todos, hasta nuestras señoras e hijos, hubieron muchas bajas, tanto del Ejército como de parte nuestra. Se derribó dos aviones. Nuestra pelea duró casi 24 horas... Fue una caída valiente porque los revolucionarios debemos caer luchando en el campo de batalla, en defensa de nuestros compañeros y el Pueblo todo”. Aclara que “pese a todo, el apoyo de los c.c. es una potencia. Ellos por ahora no pueden decir nada, porque están amenazados de perder la pega”.
escasas pertenencias en un camión que enrumbó a El Alto pero luego se marchó a Corocoro, acogida por Alicia, hermana de Natalio. Sobrevivieron elaborando salteñas y comida. Durante años, mientras su esposo estuvo preso o en el exilio, ella sostuvo el hogar. Natalio, herido de bala en el pie se refugió durante cinco días en interior mina con dos compañeros. Se fue a los Yungas en busca de contactos de la FSTMB. En La Chojlla, un paisano lo reconoció: “Natalio te están buscando los militares”, le dijo y lo escondió en su casa, hasta curar sus heridas. En La Paz se refugió en el local “Las Peñas” del “Negro Larrea”. Aparecieron los ‘tiras’ y advertido por su amigo, se fue a Corocoro. Su hijita durmió con él y en la madrugada se marchó a la comunidad de su madre que le contactó con un camionero que transportaba cebada, llevando a Natalio y su hermano hasta la frontera. En el desierto Natalio desfalleció, pero su hermano deportista de recia constitución física lo cargó hasta llegar a Caquena y pidieron asilo. En una carta a Mario Torres Callejas, Natalio revela lo acontecido. Una patrulla fronteriza los trasladó a Arica, allí se reunieron con Federico Escobar, Zenón Barrientos Mamani y otros dirigentes. Mario Torres, desde La Paz, le ofreció viajar a China. Natalio estaba muy bien informado de lo que sucedía en
El “Gran Natalio” y su esposa Valencina Apaza, hacia 1980.
VIDA EN LA CLANDESTINIDAD Valentina Apaza sufrió las consecuencias de la ocupación militar. Las fuerzas represivas la tomaron como rehén junto a sus siete hijos. “No vas a salir mientras no digas dónde está tu marido”, vociferaban los militares. Sabían que Natalio estaba en interior mina pero nunca lo delataría. “Todo han saqueado. Plata querían pescar: el tumbado, el colchón, todo lo han deshecho”. Las propias mujeres la recriminaron pero Valentina no se rindió. La Empresa ordenó su expulsión del campamento y subieron sus
FOTO: ARCHIVO FAMILIA MAMANI APAZA.
FOTOS: INTERNET
EL FINAL DEL “GRAN NATALIO” Recuerda con amargura: “Mi esposa y mis hijos han pasado hambre y necesidad mientras que yo he soportado destierros y continuas detenciones, hasta hace pocos días en la que la valerosa huelga de hambre de amas de casa y niños mineros (diciembre, 1978), con el apoyo generoso de nuestro pueblo, ha logrado que se amplíe la amnistía y podamos, los que estábamos en el encierro, recuperar nuestra libertad”. Juan Lechín lo calificó como el “Gran Natalio”, héroe de las jornadas de abril de 1952 y de la resistencia de Milluni el 24 de mayo de 1965. El XVII Congreso Nacional de la FSTMB “no vaciló en tributarle de pie, un justo reconocimiento a su valor y sacrificio puestos a todas prueba a lo largo de toda su vida de luchador infatigable y por cuya causa ha sido relegado a la situación de desocupado desde hacen varios años atrás”, a tiempo de reiterar su pedido de reincorporación. A diferencia de muchos dirigentes, no amasó fortuna, inclusive renunció a la renta de jubilación. Era un visionario que cultivó el amor por los libros, formando dos bibliotecas. La primera tuvo trágico final, pues a raíz de la sañuda persecución del Gobierno del Gral. René Barrientos, ingresó a la clandestinidad y el dueño de casa, temeroso por una posible requisa, trasladó los libros a Tiahuanaco donde los sepultó, desintegrándose con el tiempo. Su segunda biblioteca sobrevive en la casa de su familia. Comsur nunca lo reincorporó y optó por otorgarle una concesión en calidad de Locatario, hasta su muerte en La Paz el 26 de junio de 1991. Cumpliendo su último deseo, sus restos fueron enterrados en su tierra natal Corocoro. Dejó a sus hijos, como herencia, una profesión y al país, un legado: su Diario de los sucesos de mayo de 1965, historia íntima de la resistencia de Milluni contra la dictadura.
su distrito: “Los dirigentes no hacen ninguna labor, están manejados por el Coordinador (pseudo dirigentes nombrados por la dictadura). Pero nuestros cumpas como maduros que son en su lucha, se ríen. Cuando llaman a asambleas, asisten sus mujeres e hijos”. Afirmó que “el viaje a Pekín, no es urgente por ahora. Lo que es importante para la lucha es nuestro contacto que debemos mantener con nuestros c.c.”. La FSTMB realizó asambleas en Siglo XX, Catavi, Huanuni, Santa Fe, Japo, Morococala, para organizar el XIII Congreso Nacional Minero de Siete Suyos, en el que Natalio participó clandestinamente, siendo ratificado como Secretario de Conflictos. Trabajó en Songo, Chacarilla (mina de cobre) y Anaconda, donde fue delatado y apresado. La Comibol reconoció el derecho de readmisión al trabajo a todas las personas detenidas, pero excepto Natalio Mamani, Waldo Tarqui, René Chacón, Corsino Pereyra, Alberto López y Juan Arce, a pesar que el Gobierno del Gral. A. Ovando ordenó por decreto la reincorporación y el pago de beneficios sociales de dirigentes despedidos entre el 1° de enero de 1965 hasta septiembre de 1969. En 1970 un Cabildo Abierto en Corocoro lo eligió Sub-Prefecto, cargo que ocupó hasta la caída del Gral. Torres, cuando “lo detuvieron y lo enviaron a La Paz, incomunicado”. El 16 de junio de 1972 se ordenó su liberación pero estuvo preso hasta fines de 1973, siendo nuevamente detenido por seis meses en 1974”. Fue confinado en Coati y conoció todas las “casas de seguridad”: la DOP, Achocalla, Viacha (Chonchocoro). Fue “´apresado por agentes de la DOP el 23 de agosto en la puerta del Cementerio General”. La Comsur presionó para mantener alejado a Natalio Mamani de Milluni.
4
DOMINGO 20 DE FEBRERO DE 2022
LA COMUNIDAD ES TODO LO QUE VES Y LO QUE NO VES
Tres instantáneas del camino Homero Carvalho Oliva LA COMUNIDAD La comunidad no solamente es el pequeño caserío al final del sendero, la comunidad es todo lo que ves y lo que no ves: las paredes de adobe, los techos de teja, el sol que abre las ventanas y la luna que las cierra, las chacras en las que renacerá el maíz, el río de aguas enamoradas en el que los comunarios bañan sus cuerpos desnudos y lavan las ropas de los difuntos para que los despojos cotidianos del alma, que vamos dejando en nuestros vestidos, se vayan con la corriente, el mismo río de gotas seminales que cruza otras tierras y trae las historias de otras gentes; las montañas protectoras y las aves de alto vuelo que las habitan, el cielo de celajes entrañables y la tormenta que asusta a las embarazadas; así como la bandera roída que apenas se mece en el mástil de la plaza, los santos de la catedral carcomidos por el tiempo, la escuelita en la que los niños cantan himnos patrióticos y los rumores que las viejas despliegan a tu paso. La comunidad es el cementerio chico y los muertos que aún desandan las calles en boca de los vivos. La comunidad está hecha de los que están y de los que se fueron. Si quieres aprender la cultura de ese lugar conversa con las mujeres, ellas son lo primitivo y lo eterno, son
FOTO: JORGE MAMANI
las que guardan el lenguaje, las costumbres, los sabores, los saberes y los decires; ellas son propiamente el lugar y te harán sentir el cosmos como nunca antes lo sentiste en las ciudades. Las mujeres son la esencia de la poesía, son el lenguaje y la historia porque son, en sí mismas, el saber y el ser. Y si en la comunidad se te cruza un grupo de danzantes, danza con ellos, la música y el baile son sagrados, son el puente hacia el mundo interior de la gente. Acude a las fiestas, porque son hechuras colectivas que ordenan los sentimientos, estos rituales sociales deshojan el libro de la comunidad y cuentan su verdadera historia con las noticias de sus artes y sus costumbres. En la comunidad te das cuenta que la única forma de habitar la Tierra es hacerlo poéticamente. Antes de marcharte de la comunidad visita a los abuelos, guardianes de los recuerdos, deja que te cuenten sus sueños nostálgicos zurcidos con esperanzas y frustraciones, siempre que puedas intenta que te enseñen algo en sus propias lenguas, porque hay memorias que no se pueden decir en castellano; y luego pregúntales qué camino seguir.
LOS TRES CIELOS Para todos mis hermanos Allá donde los animales, las flores, las yerbas, las aves y los insectos, tan solo conocen el bautizo de la lluvia y aún guardan sus nombres secretos, donde la Creación es aún una tarea inconclusa, sentado a la vera de un arroyo de recorrido voluptuoso, descubrí que la memoria del mundo es un espejo, y la voz de Nemesia, mi abuela materna, me llegó como un eco sideral. Su voz an-
tigua, como la de nuestros ancianos de Moxos, acarició mi cuerpo entero y me reveló los tres planos metafísicos en los que habitamos, ancestral sabiduría de la gente del agua que ahora nadie recuerda. Me habló del cielo o mundo de arriba habitado por la Divinidad, su espacio es el Universo infinito; del cielo o mundo de aquí que es el plano terrestre habitado por todas las especies y el cielo o mundo de adentro que es donde moran los espíritus de la naturaleza. Esa revelación me hizo recuerdo a mi niñez en la ciudad de La Paz y a las conversaciones con una indígena aymara que trabajaba en mi casa, ella hablaba también de tres niveles que organizan la Tierra: Alaj Pacha o mundo de arriba, el Aka Pacha o mundo de aquí y el Manka Pacha o mundo de adentro. Asimismo, recordé las enseñanzas cristianas que definen a la Santísima Trinidad como Padre (Dios), Hijo (Jesús que vino a la Tierra) y Espíritu Santo (que define nuestra realidad espiritual). El mundo está hecho de múltiples vínculos, recíprocos y complementarios, me dijo mi abuela, lo que creemos único está relacionado con otras formas que aparentemente le son extrañas. El Universo y la vida entran en comunión a través de la poesía. Por eso todos los poemas están conectados y cuando, al otro lado del mundo, un poeta escribe un verso, algo de su potencia le llega a sus hermanos y al mundo entero, y cuando muere alguno se pierde una chispa del espíritu colectivo. Si bien leer a un poeta es, en esencia, leer a todos los poetas, no por eso debes dejar de leer lo más que pue-
5
das porque las palabras nunca son iguales. ¿Ves este arroyo?, mientras lo ves es otro y es el mismo, algo ha cambiado en él que solamente tu espíritu puede sentirlo, eso mismo sucede con las palabras y los poetas lo saben. Así también sucede con el tiempo, lo que creemos pasado, presente y futuro, son planos de una misma realidad que está más allá de los sentidos. ¿Ya ves? nuevamente tres planos: pasado, presente y futuro, por eso durante el día tienes que lograr que permanezcan en equilibrio, para que en la noche —mujer preñada de imágenes— y a la sombra del poema, tu sueño sea placentero y puedas elevarte desde tu cuerpo a la inmensidad. Nunca olvides que el tiempo también es sagrado y nosotros somos apenas un puñado de arena en la mano cerrada del tiempo; el mismo tiempo que camina en ti desde antes que nacieras y únicamente respeta a las palabras, porque ellas pueden evocarlo y convocarlo, así como inventarlo; recuerda que ahora las palabras ocupan el lugar de los dioses desaparecidos. Cuando cuentas de una ciudad en la que estuviste, estás contando de la ciudad que fue, de la que es y de la que será, me dice mi abuela. La noche es el espacio propicio para las voces y, atraído por mi recogimiento, la voz de mi padre, que conocía el origen de las palabras y el destino del lenguaje, se acercó a mi corazón y me contó que, luego de haber recorrido muchos caminos, había llegado a la conclusión de que la literatura es la perfecta metáfora del tiempo, porque encierra lo transitado, lo vigente y lo que vendrá. Es infinita, porque cada libro es tan solo una palabra de un libro mayor y perpetuo que se escribe sin cesar. Está en eterno movimiento, nominando los mundos interiores, la vida cotidiana y la búsqueda espiritual, y se transforma en acción si el libro es leído y comprendido; entonces se con-
vierte en una onda, imperceptible, que intenta interpretar el caos. Cuando el orden definitivo suceda al caos, la literatura ya no será necesaria y nosotros, los seres humanos, no tendremos sentido y los mundos, los soles y las galaxias, desaparecerán, no existirá nada y la nada es la negación de la palabra. Ese será el momento cuando la Divinidad volverá a despertar y, nuevamente, conjugará los verbos para que todo vuelva a existir, susurró Antonio, mi padre, que vive en mi cielo interior, y su voz se fue apagando junto con el canto de las aves nocturnas para dejar que las voces de la alborada anuncien el nuevo día.
LOS DEL AGUA Los caminos son universos pródigos en imágenes y enseñanzas, me llevaron a conocer dos pueblos sorprendentes que llamaron mi atención, ambos vienen de la cultura del agua. De uno de ellos solo quedan los vestigios de su esplendor, una gran civilización que dominaba el agua allá en el país de las extensas llanuras, los grandes ríos y las selvas lluviosas; de ellos descienden mis abuelos por línea materna. De ellos heredé un río con nombre de dios de la llanura, el río Yacuma, en cuyas orillas los jesuitas, guerreros de Cristo, fundaron mi pueblo junto con los osados guerreros movimas, estirpe viva de esa antigua civilización. El otro pueblo vive en las tierras altas, son los Kot’suña, los del lago o la gente del agua, también conocidos como Urus, que se traduce como la aurora, son pues el pueblo de la aurora. Recuerdo que conversando con uno de ellos a orillas del lago Poopó, me confesó que
su linaje es tan remoto que su gente nació antes que los hombres, que sobrevivieron a un cataclismo y que ya estaban en la Tierra cuando los humanos empezaron a poblarla. Somos el pueblo del día en que nació el día, me dijo sonriendo y luego agregó: vimos alzarse y derrumbarse Tiwanacu y podemos afirmar que ni siquiera la piedra es eterna. Conocimos a los ríos de tu tierra cuando aún eran niños venidos de las montañas. Sé los nombres de los abuelos de mis abuelos y de los abuelos de estos, puedo pasar días recitándolos y contando sus anécdotas. Escuchándolo aprendí que así como la Pachamama es un ser vivo, el cosmos también lo es y todas las cosas tienen sentido y valor y hay mundos de cosas, pues cada uno de nosotros trae sus mundos y todos estos mundos están en riesgo de ser inhabitables. Recuerdo que mientras lo escuchaba, su relato se hizo origen y él se hizo tiempo y se me fue revelado que el futuro no es solamente tiempo sino también espacio y, entonces, sentí nostalgia de mi porvenir. Los que saben afirman que los Urus son los sobrevivientes de la gran devastación, que causó una legendaria inundación imposible de dominar en el territorio amazónico de los Reinos Dorados, el país de los grandes ríos, que huyendo de este desastre subieron al altiplano y que la experiencia que poseen en el arte de la navegación les viene de ese legado. Lo creen así porque su lengua está emparentada con algunas de las lenguas que todavía se hablan en ese territorio. Ambos pueblos, de antiquísima tradición, que podrían ser uno solo, subvierten la memoria mítica de este territorio llamado Bolivia y nos recuerdan que somos del agua y hacia el agua navegamos.
6
DOMINGO 20 DE FEBRERO DE 2022
UN OCURRENTE PROTAGONISTA ANDINO
Pepino, el rostro festivo de la vida y la muerte El icónico personaje retorna de su lecho de muerte conjurado por el Ch’uta kallawaya, resucitado con el beso mágico de la reina del carnaval cruceño.
David Mendoza Salazar (*)
¿
Has visto cómo está todo afuera, Murray? ¿Alguna vez dejas el estudio? Se gritan unos a otros. Ya nadie es civilizado. Nadie se pone en los zapatos del otro. ¿Crees que los hombres como Thomas Wayne piensan cómo es ser alguien como yo? ¿Alguien más que ellos mismos? No lo hacen. ¡Creen que nos quedaremos sentados y lo soportaremos como niños buenos! ¡Que no nos convertiremos en hombres lobo y enloqueceremos! (JOKER)
PEPINO, CARNAVAL Y PANDEMIA Después de casi dos años de espera, desde el 2020, el Pepino regresó, salió de su lecho de muerte conjurado por el Ch’uta kallawaya, resucitado con el beso mágico de la reina del Carnaval cruceño, esperado por las ‘viudas’ cholas carnavaleras. Después de la cuarentena rígida y luego relajada; el regreso del Pepino es motivo de júbilo para quienes añoramos la ansiada normalidad. ¡Lamentablemente, nada ya es normal! Por ejemplo el Pepino fue vacunado y extendido su carnet. Ni él pudo eludir el poder del Estado y la presión social. El Covid afectó las ritualidades festivas, se clausuraron las expresiones culturales folklóricas que afectó a familias, matrimonios, fraternidades y otras fiestas. Sin embargo, celebramos la llegada del Ekeko y la Alasita el 24 de enero que nos trajo la anhelada prosperidad en medio de la cuarta ola del Covid. Entonces ¿Por qué no íbamos a conjurar al Pepino portador del carnaval y sus consecuencias? ¿Hasta cuándo debíamos esperar la risa del Pepino? ¿Podemos considerar al Pepino un arquetipo paceño? ¿Por qué el Pepino se ríe de nosotros y de la muerte? Estas son preguntas filosóficas muy profundas que trataremos de responder de forma razonable.
EL PEPINO, NUESTRA SALVACIÓN En estos años extrañamos al Pepino, su personalidad bufonesca de travieso, su risa, sus aventuras, su comportamiento de seductor y
fiestero. La recurrencia de su llegada ya era normal, por su historia y tradición de traernos el Carnaval desde hace más de 100 años y del reciente ritual reinventado del desentierro del Pepino en una teatralización hilarante e histriónico digno del Pepino paceño. Claro que él no llega sólo, sino en compañía de la familia carnavalera del Ch’uta, Cholas y reinas. Por eso, su resurrección y llegada del wiñay marca (lugar eterno), es una salvación de quienes perdimos la esperanza de volver a la normalidad. En este tiempo se han fracturado los rituales de la comunidad, nos hemos vuelto adictos a las redes del internet en todas sus variantes tratando de la vivir una apariencia de comunidad sin comunidad. El diagnóstico pandémico es digno del psicoanálisis andino, se desataron patologías psicológicas y traumas físicos. Nos ha invadido el miedo, ansiedad, depresión, la locura, el desamor que se agudizó en tiempos de pandemia, para no hablar de los efectos económicos del capitalismo, los políticos, salud, educación y alimentación. La pandemia nos mostró no sólo lo mal que estamos en salud y toda la infraestructura hospitalaria deficiente, sino la crisis de la estructura de la sociedad boliviana. Se visibilizaron los privilegios de la riqueza, la pobreza y lo mal comido que estamos. Vivimos un sufrimiento “traumatizante” de insatisfacción y enfado, donde somos actores de la
farándula mediática y del Facebook que juegan con el morbo como entretenimiento. No es pesimismo o ausencia de resiliencia o superación que nos hace falta; pero la realidad es cruda como la tragedia de la justicia y todos sus operadores, con psicópatas y zombis que andan sueltos ¿En quién confiar? ¿En Dios, la Virgen, las Wak’as?
LA RISA DEL PEPINO EN CARNAVALES Frente a la tragedia y al dolor, gira la matraca del eterno retorno, la rueda de la vida, la fortuna y la fiesta. Por ahora nos marca el Carnaval del goce material, espiritual, música, danza, catarsis, risa, placer, vida, amor, sexualidad, ilusión, muerte y renacimiento. De eso se trata, de reírse de la vida como el Pepino. Como me dijo una vez mi abuela –haz tu camino, baila de Pepino y sé feliz. Por eso, la importancia del Pepino portador de la risa. Pero ¿qué es la risa? ¿De dónde viene? ¿Los dioses también ríen? La risa es propia de la fiesta, del pueblo, de los locos, los felices, los cómicos. Es una acción biológica y cultural, totalmente humano, porque solo ríen los seres humanos, los animales no lo hacen. Tampoco los dioses ríen, son muy serios, en los evangelios relatan que Jesús no se reía, por eso, el interior de la iglesia es como un panteón, los santos y santas están todos tristes, incluido la virgen María no están con rostros felices, sino apenados. La risa no es sagrada sino profana. El padre de la risa como sabemos es el Diablo, el Supay que se burla de Dios. La risa tiene que ver con los sentimientos, la subjetividad humana, el humor, la comicidad, es una relación social,
7
¿QUIÉN ES EL PEPINO Y CUÁL SU GENEALOGÍA E IDENTIDAD Y POR QUÉ SURGE EN CARNAVALES? El Pepino surge desde principios del siglo XX, fue creado por los sectores subalternos o migrantes aymaras, basta acordarme de mi padre Julio, mestizo artesano, en su juventud fue cobrador de la línea 2 y bailaba de Pepino por falta de recursos. El Pepino es una apropiación del arlequín o el Pierrot europeo y que tomo algo del Kusillo. Posiblemente su nombre derive del trapecista, músico y payaso argentino Pepino Podestá o bien de la verdura llamada pepino, o del apodo que tenía un rey franco que era llamado “Pipino el breve” (751718 d.c.) por su pequeña estatura. El Pepino se construyó de carnaval en carnaval, desde un traje ancho y una máscara de la eterna risa tipo payaso que configuró una estética particular. Su tradicional ropaje bicolor o multicolor, máscara de tela bicolor y una chuspa de tela, equipado con un “chorizo” con el cual pegaba a los ocasionales carnavaleros. En los años 50 acostumbraba utilizar el chorizo para molestar a las mujeres “levantándoles el vestido, como si fuera un falo”, lo mismo que hacen los K’usillos, Awki Awki con su nariz, su bastón y sus cuernos. Luego, apareció la “matasuegra” de cartón. Quien no sea cuerda de la marea de pepinos, que ingresaba el domingo de entrada de carnaval que eran miles, rociaban con harina, mixtura, confites, pegaba con matasuegra en mano cuando lanzaba monedas. Hoy la identidad del Pepino es única, ya no tiene nada que ver con el payaso occidental, es un personaje festivo andino complejo que trae la risa, goce, diversión y el carnaval con toda la transgresión, mofa y ritualidad.
EL BESO, REINAS Y VIUDAS
FOTO: APG
En tiempos de pandemia la muerte anda suelta, para quienes sostienen que la muerte no existe, en Bolivia hasta hoy han sucedió más de 20.000 muertes y miles de contagiados. No es para menos la cifra es alarmante. Cuántas mujeres quedaron viudas, huérfanos, abandonados, ausencias, soledad y desampa-
ro. Se alteró los rituales mortuorios de velatorio, despedidas, acompañamientos familiares, como la quita penas, el lavatorio, misa de 8 días, entre otros. Sin embargo, el Pepino es inmortal, su muerte es una metáfora jocosa. Como las viudas del Pepino que lloran la llegada y su partida. El estado de viudez de las cholas carnavaleras no es más que un juego jocoso de la risa que se burla de la muerte. El Pepino es hijo del pueblo trabajador, migrante, desocupado, comerciante, es un Donjuan que va detrás de las mujeres bonitas para halagarla, mojarla con agua, adornarla con mixtura y serpentina y seducirlas. Se alegra cuando se le dice “Pepino sin calzón” que expresa al carácter de su desbordante sexualidad. El Pepino es soltero, una vez anuncio su pretendido compromiso de casarse y este sólo hecho causó gran protesta entre los paceños, pues, no era parte de la tradición que el Pepino tenga esposa, incluso alguien dijo que si se casa el Pepino muere el Carnaval.
EL PEPINO: ROSTRO FESTIVO DE LA MUERTE Es cierto, no es fácil vivir la vida. Lo bueno es que todo pasa, se transforma, la vida gira como la matraca. Para no morir necesitamos reinventarnos cada día. En cambio, el Pepino es inmortal, mientras nosotros no. El traje del Pepino lleva una máscara bicolor de tela con diseño de risa eterna, con la mueca exagerada graciosa, cejas y ojos vivaces, con un traje bicolor o multicolor. Otra variación de la máscara es el “Pepino romperraga” que fue creado por los mañazos o carniceros, es más lujoso, más payaso, con lentejuelas, hecho de yeso y con tres cuernos y traje vistoso fino, con risa casi melancólica. En carnavales la muerte no tiene sentido, sino la alegría de vivir, la resistencia de seguir con vida a pesar de la pandemia. El Pepino en carnavales anda suelto, ya no repara en las viudas y se ríe a carcajadas con su voz de aflautado que es indescifrable y cuando habla no se le entiende, es gracioso. Por eso, la máscara del Pepino es el rostro de la vida y la muerte, porque se puede bailar con él y no así con una calavera con su guadaña que es la representación de la muerte en occidente que llegó con la colonización y el imperialismo. En cambio, en el mundo andino boliviano, el Pepino nos evoca la vida y la santa muerte, nos acerca a nuestra futura morada el cementerio, no muere, resucita, se recicla, se ríe de la muerte, contagia la alegría de vivir. (*) David Mendoza Salazar. Sociólogo aymara.
FOTOS: APG / GONZALO JALLASI
El Pepino se construyó de carnaval en carnaval, desde un traje ancho y una máscara de la eterna risa tipo payaso que configuró una estética particular”.
casi nadie se ríe solo, siempre requiere a la comunidad. La risa es liberadora y acción de resistencia al formalismo, autoritarismo, estos últimos son sus enemigos, los aguafiestas. El Pepino portador del carnaval nos trae la risa y la comicidad humana.
8
DOMINGO 20 DE FEBRERO DE 2022
EL IDIOMA ES HABLADO EN SIETE PAÍSES POR MÁS DE 10 MILLONES DE PERSONAS
T’ikita Wara, la tiktoker que enseña quechua Comunicadora, socióloga, cantante, música, políglota, así es T’ikita Wara, la tiktoker que rescata el valor del idioma quechua y lo enseña en esa plataforma con una armoniosa voz acompañada de guitarra o charango. Williams Ramírez Urquiza
“Phatitan phatitan, paskanitay phatitan, pharam pharam phatitay, paskanitay phatitan, k’ataj k’ataj phatitay”, canta T’ikita Wara en su red social TikTok, así se escucha una voz de terciopelo, dulce como el idioma quechua.
L
a anterior es una parte de la letra de un arrullo quechua que no tiene una traducción literal, ya que se usan onomatopeyas que hacen referencia a saltar, brincar, caminar y aletear; por ejemplo, el k’ataj es la onomatopeya de cuando una wawa (niño o niña) golpea el piso con sus zapatitos. Comunicadora, socióloga, cantante, políglota, así es T’ikita Wara, la tiktoker que rescata el valor del idioma quechua y lo enseña en esa plataforma con esa armoniosa voz. Su nombre proviene de los vocablos quechuas t’iti, que significa flor, e ita le da el diminutivo, y wara, que es una palabra aymara, significa estrella, por lo que la traducción es ‘Florecita Estrella’. La fusión de dos lenguas expresa su amor, compromiso y respeto por ambas culturas del occidente del país.
La pandemia que llegó hace casi dos años al país encerró al mundo y confinó las relaciones sociales a las redes, es así que plataformas como TikTok empezaron a cobrar realce. Según un estudio de marketing4ecommerce.net, llevado a cabo en enero de este año, la red social con más usuarios en el mundo es Facebook. Si en 2021 el informe señalaba que Facebook tenía 2.740 millones de usuarios en enero de 2021, un 11,8% más que en 2020, para este informe de 2022 la red social de Mark Zuckerberg acumula 2.910 millones (+6,2%). YouTube y WhatsApp la acompañan un año más en el podio, pero TikTok es el líder indiscutible en crecimiento y el gran protagonista: la app social de origen chino ya cuenta con 1.000 millones de usuarios, un 45% más que en 2021. Es precisamente en esta red social donde T’ikita, por su amor al canto, empezó a subir videos cantando en quechua, recordando las dulces coplas de sus padres. “Me dije a mí misma, voy a cantar en quechua y les voy a empezar a transmitir lo que conozco, a compartir mis vivencias en quechua y de repente subí un par de videos y a la gente le gustó”, cuenta la tiktoker. De inmediato, algunas personas empezaron a preguntarle el significado de las palabras, la correcta pronunciación y el conocimiento que fue adquiriendo con el tiempo
Una plataforma para aprender y enseñar las lenguas nativas, específicamente el quechua”.
empezó a compartirlo en TikTok, las preguntas cada vez fueron más, tanto desde el área urbana como rural. La comunidad en esa plataforma creció y hoy son más de 72.600 seguidores y a 399.800 les gusta el contenido propuesto. “Creció la comunidad y empezó a estructurarse una plataforma para aprender y enseñar las lenguas nativas, específicamente el quechua, entonces surgió mi cuenta que es Quechua Chic”, indica la políglota, quien en las plataformas virtuales al principio recibió muchos comentarios de odio de haters (personas que muestran sistemáticamente actitudes negativas u hostiles ante cualquier asunto).
9
POLÍGLOTA T’ikita habla inglés, que aún lo perfecciona y lo considera importante porque al igual que el quechua es un idioma necesario, también habla portugués, perfecciona el aymara y hoy está inscrita en cursos iniciales de chino mandarín.
Estos personajes decían que T’ikita no debía enseñar quechua porque tenía el cabello teñido, usaba maquillaje y jeans. Le preguntaban dónde dejó las llamas o sus trenzas, comentarios que a ella le parecieron muy graciosos y que le hicieron pensar en un emprendimiento a gran escala.
QUECHUA CHIC Los videos en quechua hicieron que mucha gente la apoye, los haters la ayudaron porque muchos seguidores le dijeron que también se sintieron discriminados por tener el cabello teñido, le brindaron un pleno respaldo, también le dieron las gracias por ayudarlos a mejorar su quechua y otros hasta le pidieron clases. Así nació Quechua Chic, la iniciativa surgida en la necesidad del aprendizaje digital sobre lenguas nativas. El quechua es un idioma que se habla en siete países por más de 10 millones de personas. Sin embargo, a lo largo de la historia se ha minimizado su riqueza y se lo relegó a los ámbitos universitarios y académicos al considerarlo un idioma ágrafo (que es incapaz de escribir) o incluso folklórico.
“Me di cuenta de que vivimos en una sociedad llena de estigmas y prejuicios sobre lo que es ser un quechua o aymara parlante y en ese momento de prejuicios los videos cobran más fuerza con ese toque chic que significa tendencia, es moda, es fashion pero a la vez estás enseñando lo importante de una cultura”, explica. T’ikita estudió Sociología y Comunicación Social, es cantante, música, artista, bailarina y con todo ese conocimiento fusiona las herramientas y aprendizajes adquiridos para lanzar Quechua Chic, dejando un legado educativo en las redes sociales como parte de su responsabilidad social. Los padres de T’ikita son quechua parlantes y ella aprendió a hablar el idioma cuando entraba a la adolescencia, escuchando las canciones en los viajes que hacía al área rural a pasar Carnaval y las fiestas con su familia. Poco a poco fue aprendiendo quechua por sus papás, vecinos y tíos, pero también hizo algunos cursos en una universidad de Potosí; ese saber ancestral y académico le dan la seguridad para poder enseñar ese idioma. Pero ella sabe que el quechua no es sólo una lengua, es una familia lingüística porque el idioma es hablado desde Ecuador hasta Chile, con más de tres variantes, como el quechua ancashi-
no, el cusqueño y el ayacuchano, y la diferencia es tan rica que en Bolivia los cochabambinos lo hablan diferente a los potosinos. Los diversos acentos y palabras usadas en cada región hacen que se haga algo difícil comprender a un ecuatoriano, por ejemplo, pero la base del quechua es universal; por lo tanto, la comunicación es fluida y se puede entender esas diferencias lingüísticas. El quechua es el primer idioma nativo, el más hablado del continente americano, no es sólo dulce como todos lo conocen, también es sumamente necesario para hacer amigos, para cerrar negocios, para ingresar a las comunidades y poder establecer vínculos con la gente y conexiones con otros quechua parlantes. A T’ikita se la puede contactar mediante las plataformas de Tiktok (@tikitawara), Instagram (tikitawara), Facebook (T’ikita Wara), YouTube (Tikita Wara) y Twitter (@tikiwarita), donde están colgados los videos cortitos para aprender quechua, allí se explica sobre la plataforma de aprendizaje de Quechua Chic y donde cualquier persona se puede inscribir para pasar los cursos con ella, que será la mejor compañía en este aprendizaje. También se puede comunicar al 69628221 (WhatsApp).
10
DOMINGO 20 DE FEBRERO DE 2022
CULTURA VIVA
Las propuestas turísticas de las comunidades indígenas argentinas A lo largo de Argentina son cada vez más variadas las iniciativas ofrecidas por estos lugares, que van desde el turismo aventura a la degustación de platos típicos, los paseos o simplemente compartir los quehaceres cotidianos.
Télam / Ahora El Pueblo
C
omunidades indígenas de diversos puntos del país ofrecen al turismo espacios de recreación, degustación de gastronomía autóctona, paseos por su territorio y la posibilidad de convivir con familias locales en su propio hábitat y compartir quehaceres cotidianos, además de actividades convencionales como trekking, esquí y escalada. Muchas de estas comunidades de los primeros habitantes del actual territorio nacional forman parte de la Red Argentina de Turismo Rural Comunitario (Raturc), creada en 2009. Entre las variadas opciones están las que ofrecen sólo compartir el día, como algunas comunidades guaraníes de Misiones y Jujuy, y otras que proponen actividades recreativas, como el esquí en el complejo mapuche Batea Mahuida, de la comunidad Puel, en la localidad neuquina de Villa Pehuenia. Además, hay propuestas de turismo de aventura, como el ascenso en alta montaña en la comunidad kolla de El Moreno, con su-
bida al Cerro Chañi, que con sus 5.896 metros sobre el nivel del mar (msnm) es el más alto de los Andes jujeños, y los también kollas de Tolar Grande, en Salta, que hacen ascensos al Cerro Macón, de 5.611 msnm. Algunas de estas comunidades cuentan con cabañas, dormis o campings, como las mapuches de la cuenca del lago Huechulafquen, al pie del volcán Lanín (Neuquén), y otras ofrecen hospedajes en casas de familias, como las diaguitas de los Valles Calchaquíes del suroeste de la provincia de Salta. La Comunidad Tulián, del pueblo comechingón de San Marcos Sierra (Córdoba), brinda alojamiento en el hostel La Chacana, y los de San Francisco de Alfarcito, localidad ubicada a 3.509 msnm en la puna jujeña, cuentan con la Hostería Comunitaria “Espejo de Sal”, cuyo nombre refiere al fenómeno que se forma cuando las salinas de la zona se cubren de agua.
EL SURGIMIENTO DEL TURISMO COMUNITARIO Ramiro Ragno, referente del equipo técnico de la Raturc, dijo a Télam que “el turismo comunitario de gestión campesina e indígena
nació en Argentina principalmente en las comunidades mapuches que están vinculadas a Parque Nacionales, que por distintos motivos y a veces por imposición del organismo tuvieron que abandonar algunas actividades agropecuarias y vincularse al tema turismo”. Ragno, quien también es técnico territorial de la Secretaría de Agricultura Familiar Campesina e Indígena y colaborador en Fundación Buenavida, agregó que “en la década de 1990, comunidades mapuches comenzaron las experiencias de turismo comunitario”. “Luego -siguió-, cerca del año 2000, comenzaron muy fuertemente las comunidades andinas del noroeste argentino a organizarse en las actividades turísticas y a posteriori también las comunidades guaraníes vinculadas al Parque Nacional Iguazú se fueron sumando paulatinamente y hoy conforman la Raturc”.
LA RATURC Esta organización surgió en 2009, durante la presidencia de Cristina Fernández, con la creación de un programa del entonces Ministerio de Turismo, para apoyar la actividad con hincapié en la gestión comunitaria aso-
11
QUINCE COMUNIDADES MBYA-GUARANÍES EN MISIONES
FOTOS: TÉLAM
La Raturc está presente en 18 provincias, de la cuales sólo en cinco logramos que tengan normativa específica y que reconozcan al prestador de servicio de turismo comunitario, o sea las personas jurídicas y no físicas”
Salta. Telar de la cultura diaguita calchaquí.
ciativa de los prestadores de servicio y con estas comunidades como actores políticos y comerciales del turismo. Ragno explicó que no se basan en el concepto de “turismo indígena”, porque “se confunde a los indígenas como atractivo y no se los toma como gestores de turismo”. En ese sentido, afirmó: “Estamos alineados con ese concepto que lleva ya más de 30 años a nivel de América Latina, siendo la Federación Ecuatoriana Plurinacional de Turismo Comunitario los pioneros” “A su vez, estamos vinculados con otras redes como la Red de Turismo Comunitario de Bolivia, que son todas comunidades indígenas, y la Red Indígena de Turismo Comunitario de México”, agregó.
LAS PROPUESTAS La Raturc nuclea a casi 100 experiencias de gestión colectiva asociativa: unas 80 de comunidades de pueblos indígenas con personerías jurídicas y otras 20 de experiencias campesinas de agricultura familiar conformadas en asociaciones civiles, cooperativas u organizaciones informales. Ragno afirmó que “un 70% de las experien-
cias comunitarias están en el noroeste argentino y el resto se encuentran distribuidas a lo largo y ancho del país”. Durante la pandemia de coronavirus, el Ministerio de Turismo y Deportes lanzó el programa Fondo de Auxilio para Prestadores Turísticos, pero muchos emprendimientos comunitarios no pudieron participar debido a que para acceder a ese beneficio debían estar reconocidas por las provincias. “La Raturc está presente en 18 provincias, de la cuales sólo en cinco logramos que tengan normativa específica y que reconozcan al prestador de servicio de turismo comunitario, o sea las personas jurídicas y no físicas”, añadió. Las provincias con marcos regulatorios sobre Turismo Rural Comunitario son, desde 2013, Neuquén y Salta, y desde 2018 Jujuy y Tucumán, en tanto Río Negro tiene un borrador y hay otras provincias que están en el proceso de elaboración, según el dirigente. Para obtener más información sobre estas propuestas de turismo comunitario se pueden consultar los sitios www.instagram.com/redargentinaturismocomunitario/ y https://fundacionbuenavida.org/ y escribir a turismocomunitarioargentina@gmail.com.
Estas comunidades indígenas de Misiones conforman la asociación civil Mbya en Turismo, que ofrece a los visitantes caminatas guiadas por la selva, experiencias culturales y de rituales tradicionales e interacción con la naturaleza, entre otras opciones. Esta asociación tuvo origen hace unos 15 años, cuando surgió la propuesta de “Turismo Indígena Guaraní”, a través del programa Modelo Argentino para Turismo y Empleo, que luego fue más conocido como “Proyecto MATE”. El presidente de Mbya en Turismo, Santiago Moreira, contó que comenzaron “en una de las comunidades de las 600 hectáreas de Puerto Iguazú, basados en que la búsqueda del bienestar de las familias mbya debe estar acompañada por el fortalecimiento de la vida comunitaria, el rescate de los valores culturales ancestrales y la preservación del ambiente selvático y nuestro ‘ñande rekó’ (manera de ser, en guaraní”. Moreira dijo a Télam que entonces “se produjo un fenómeno que tuvo como resultado inesperado el involucramiento diversas comunidades indígenas mbya-guaraníes del territorio misionero, tanto de Argentina como también de Brasil y Paraguay, en una actividad turística incipiente” “Estamos insertos en los circuitos turísticos comunitarios a lo largo y ancho de Misiones; algunas con mayor desarrollo turístico y otras muy precariamente, algunas con apoyo en algún momento por algún programa nacional o provincial, otras acompañadas de técnicos territoriales de distintas organizaciones gubernamentales”, relató. Uno de los recorridos que ofrecen “consiste en visitas de dos horas, guiadas por miembros de la comunidad, pasando por un sendero de interpretación y por el ‘Opy’, que es templo donde los chamanes realizan sus rituales, terminando con la presencia de un coro juvenil ejecutando cánticos tradicionales”, detalló. Moreira indicó que “son muchas las personas de diferentes comunidades de Misiones involucradas; varios artesanos y artesanas que exponen sus trabajos; también están los y las guías, las personas asignadas a la cocina, las que hacen mantenimiento del sendero y miembros del coro juvenil, entre otras”. Hay recorridos que transcurren por senderos donde dijo que “muestran trampas mayormente usadas en el pasado y plantas medicinales que usamos; es un lugar donde se puede interactuar con la naturaleza, tocar la corteza de los árboles medicinales, oler los aromas de las hierbas, cosechar mandioca para el ‘mandìo siriri’ (comida tradicional), observar aves, sentir la tierra y teñir sus calzados con el pigmento colorado del suelo” Además “se pueden compartir comidas típicas hechas por las mujeres indígenas de la comunidad, así como también la extracción de alimentos para realizar estas comidas tradicionales”, indicó. Las tarifas varían entre 200 y 3.500 pesos, según la actividad y el tiempo a compartir y hay precios diferentes para turistas provinciales, nacionales e internacionales. Esta asociación brinda información y toma reserva a través de Instagram o Facebook, en sus cuentas “Mbya en Turismo” o a través de la web https://mbyaenturismo.org/
12
DOMINGO 20 DE FEBRERO DE 2022
GANADORA DEL PREMIO GOYA
La cordillera de los sueños
Desde un principio, el director propone un “poemacinematográfico” desde la individualidad del creador.
Claudio Sánchez
Es la ganadora del Premio Goya como Mejor Película Iberoamericana. En la recientemente pasada entrega de estos galardones en España, La cordillera de los sueños, del realizador chileno Patricio Guzmán, hizo historia convirtiéndose en el primer documental en alcanzar la estatuilla en esta categoría.
P
atricio Guzmán es uno de los directores chilenos más importantes de todos los tiempos. Él es una referencia del “nuevo cine latinoamericano” y la historia le debe a su “La batalla de Chile” el registro de los años del gobierno de Salvador Allende y la Unidad Popular hasta el Golpe de Estado del 11 de septiembre del 1973. Es La batalla de Chile uno de los documentales mejor logrados para lo que puede ser la construcción de una memoria audiovisual de una etapa social y política que transforma una sociedad y ve interrumpido el sueño a través de la violencia y el atropello. Desde el Golpe de Augusto Pinochet, Guzmán vive fuera de Chile, aunque siempre tiene a su país como escenario y referencia. La batalla de Chile es una trilogía, y de alguna manera La Cordillera de los sueños también lo es. Completando el interés de su director por la naturaleza chilena en diálogo con la
realidad de su país. Esta segunda trilogía se completaría con Nostalgia de la luz (2010) y El botón de nácar (2015). En su más reciente película Guzmán vuelve a Chile, a su Santiago, y empieza a desandar su propia memoria, la de su infancia, la de sus primeros años de cineasta. Vuelve a los lugares que marcaron su vida y carrera. Lo hace intentando entender aquel lugar que en apariencia ya no existe. Con el uso de planos abiertos y constantes sobrevuelos de la ciudad y de la propia Cordillera de Los Andes, el cineasta va desarrollando su discurso que encuentra en otras voces el sustento para “decir” más sobre aquel país en el que ya no habita, pero que lo habita a él. Las palabras tienen un alto valor en este relato, desde el principio, la voz en off del director en lo que puede aproximarse a proponer un ‘poema-cinematográfico’ desde la individualidad del creador, y las otras personas que contribuyen a entender de mejor manera un tiempo (aquel que está marcado por el año 1973 y el exilio de Guzmán) en el cual el cineasta ha tenido que “dejar de estar” en Chile completan una “mirada” que requiere continuamente de otras imágenes. Esas “otras imágenes” las obtiene de Pablo Salas (una de esas voces con rostro que en la película se enfrentan al espectador), un camarógrafo que ha registrado continuamente su país desde el inicio de los años ochenta, creando así un archivo monumental analógico y digital que permite el retorno a un tiempo marcado por la denuncia de las atrocidades
de la Dictadura Militar y la exigencia desbordada por justicia y democracia, para después dar lugar a los años del neoliberalismo. Guzmán vuelve a sus lugares, y también a su obra, hace un relato de lo que fue la realización de La batalla de Chile, de lo que fue su detención en el Estadio Nacional, y cómo la situación lo sobrepasa entonces recurre a quienes vivieron ese después del que ya no tiene memoria si no desde fuera de su país. Reflexiona el cineasta sobre las heridas en su país que, con la distancia, y en la voz de los otros, se hacen visibles. Es esa Cordillera, a la que no se la quiere ver, una marca profunda sobre una geografía, como lo son estas otras consecuencias de la política y la economía chilena. Pero es acaso éste el Chile de hoy… se abre la pregunta. Por eso es tan importante la película de Guzmán, aunque pueda decirse que es la menor de las obras dentro de su más reciente trilogía, porque abre los caminos a pensar un Chile diferente, incluso más allá del Allende (ícono) y la Unidad Popular (mitificada). Porque lo que hace el cineasta es detenerse en esas décadas del exilio pinochetista y dialogar con lo que puede venir. Porque La cordillera de los sueños no es un simple ensayo cinematográfico que puede cuestionarse desde ese lugar del cine por el cine, si no que es un testimonio para las futuras generaciones de lo que queda de un país herido. Volver a ver la cordillera, sería como volver a verse, o más bien, verse por primera vez hasta deslumbrarse con ella, con nosotros mismos, que estamos ahí y hemos dejado de vernos ante la vorágine del día a día que exige mayor producción frente a las necesidades más primarias, aquellas que se conjugan con la felicidad.