SUPLEMENTO CRONICAS NRO 22

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DOMINGO 26 DE SEPTIEMBRE DE 2021

AÑO 1 - N°22

La moda del vinilo: colectores excavan en los cajones de discos

Págs. 4-5 El legado de Pablo Ramos, el economista de izquierda y militante del proceso

Escritor argentino destaca el aporte del autor boliviano Víctor Montoya

‘Elogio del caminar’, una travesía por los paisajes y las palabras

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Luis Oporto Ordóñez (*)

PABLO RAMOS SÁNCHEZ (1937-2021)

L

uego de intensa y exitosa gestión, que contó con la colaboración del embajador de Bolivia en México, José Crespo Fernández, la preciada donación llegó a Bolivia y pronto será entregada al Museo Nacional de Arte para su custodia, conservación y puesta en valor. Fue una feliz circunstancia que Pablo Ramos oficiara como responsable para definir el destino final de la colección. Con buen criterio, recomendó que la colección sea entregada a la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB). Ese hecho retrata la faceta de Ramos, de patriota sensible con el patrimonio cultural de la Nación. Ramos nació en la provincia Gran Chaco, Tarija. Recientemente retornó a Yacuiba, donde le sorprendió la muerte, el 24 de septiembre a la edad de 84 años. Pasó su infancia en su tierra provincial, estudiando sus primeras letras en una escuelita rural. Sus padres decidieron trasladarlo a la capital, Tarija, donde cursó la secundaria en el colegio San Luis, obteniendo el título de bachiller a los 17 años de edad. Habiendo culminado el bachillerato, tomó la decisión de viajar a la ciudad de La Paz, sede de Gobierno, donde se matriculó en la carrera de Economía de la Universidad Mayor de San Andrés, época en la que fue elegido dirigente y presidente del Centro de Estudiantes de la carrera de Economía, integrando la Federación Universitaria Local (FUL). En 1960 obtuvo la licenciatura en Economía y realizó estudios de posgrado en el área de Planificación General en Chile, México y Estados Unidos. A su retorno al país se integró a la cátedra universitaria, mostrando su compromiso con ideales de izquierda. Los años de infancia en su solar nativo fueron determinantes para asumir conciencia sobre las condiciones de pobreza que afectaban a la mayoría de la población boliviana. Su sensibilidad guiaría sus pasos en el futuro.

El legado del economista de izquierda y militante del Proceso de Cambio Fue el primer rector de la Revolución Universitaria, movimiento que plasmó su ideario en las bases ideológicas de la Revolución Universitaria en 1970, que afirma: “La universidad encontrará su pleno auge cuando el pueblo derrote al imperialismo y a sus agentes internos (…) El objetivo último de la Revolución Universitaria es, pues, el socialismo”. FOTOS: RRSS

En enero de 2021, recibí la visita del economista Pablo Ramos Sánchez. Vino acompañado de Pablo Mancilla, arquitecto ambientalista, hijo de Coco Manto. En el diálogo abordamos temas de interés cultural. Fue entonces que anunció la predisposición de la familia de uno de los acuarelistas más célebres de América Latina, Ricardo Pérez Alcalá (1939-2013), de donar 12 obras de su autoría, que quedaron en México cuando el pintor retornó a Bolivia, donde falleció.

LA REVOLUCIÓN UNIVERSITARIA

El 25 marzo de 1970, un conflicto entre Alipio Valencia Vega, decano de la Facultad de Derecho, y el rector Carlos Terrazas derivó en un movimiento estudiantil universitario que protagonizó la Revolución Universitaria de 1970. El 3 de abril, los estudiantes universitarios desconocieron a la Federación Universitaria Local (FUL) y al Rector, designaron un Comité Revolucionario, con el objetivo de construir una nueva universidad. Alfonso Velarde relata que ese órgano de poder ordenó precintar “el Consejo Universitario y el Rectorado y se constituye como au-

Ramos fue el primer rector de la Revolución Universitaria, movimiento que plasmó su ideario en las bases ideológicas de la Revolución Universitaria en 1970”.

toridad máxima de la universidad y se procedió al veto político de todo aquel docente que de alguna manera hubiera apoyado al gobierno de (René) Barrientos, o hubiera tenido alguna simpatía con esa administración”. Miguel Pinto afirma que “el 16 de abril de 1970, los universitarios aceleraron el proceso rebelde en una tercera Asamblea, designaron al economista Pablo Ramos como Rector”. Velarde acota que “Pablo Ramos —que era un docente joven que estaba de acuerdo con hacer el cambio estructural— ganó la elección. En la plancha ganadora también estuvo Rolando Costa Arduz, como secretario General”.

DIRECTOR Marco Antonio Santivañez Soria

EDITOR DE CRÓNICAS Oscar Alarcón Ticona

CORRECCIÓN José Maria Paredes Ruiz

Redes sociales

EDITOR GENERAL Oscar Alarcón Ticona

COLABORARON: Luis Oporto Ordóñez Homero Carvalho Oliva Huáscar Adrián Cajías Cueto Víctor Montoya Melina Valencia Achá

FOTOGRAFÍA Gonzalo Jallasi Huanca

www.ahoraelpueblo.bo La Paz-Bolivia Calle Potosí, esquina Ayacucho N° 1220 Zona Central, La Paz Teléfono: 2902587

JEFE DE REDACCIÓN Clayton Benavides Arteaga

DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Gabriel Omar Mamani Condo


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INCURSIÓN EN LA POLÍTICA Y SU MILITANCIA EN EL MAS

Ramos formó parte del centro de estudios políticos ‘Espartaco’, que tuvo influencia entre los partidos de izquierda de esa época. Fue uno de los fundadores del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) el ala radical del Partido Demócrata Cristiano que asumió el denominativo de Partido Demócrata Cristiano Revolucionario (PDCR), que se fusionaría al MIR. Ramos fue el primer rector de la Revolución Universitaria, movimiento que plasmó su ideario en las Bases ideológicas de la Revolución Universitaria en 1970, que afirma: “La universidad encontrará su pleno auge cuando el pueblo derrote al imperialismo y a sus agentes internos (…) El objetivo último de la Revolución Universitaria es, pues, el socialismo. La transformación de la universidad tecnocrática y liberal y su reestructuración académica se subordinará a esta estrategia final”.

LA DICTADURA Y EL EXILIO

La reacción fascista no se dejó esperar. El 21 de julio, más de 30 cadetes del Colegio Militar, tomaron el Monoblock y lo entregaron a “Los Marqueses”, un grupo delincuencial que sembró terror en la ciudad de La Paz, autodenominados “Comando Unificado del Nacionalismo y la Democracia”, enarbolando la consigna “Rojos, ¡fuera de la universidad carajo!”, respaldado por Falange Socialista Boliviana (FSB) y financiado por el sector fascista del gobierno de Alfredo Ovando. En efecto, la conspiración contaba con el apoyo del gobierno y fue liderado por Alfredo Candia, líder de la “Liga Mundial Anticomunista”, asesorado por el capitán Luis Arce Gómez. En 1971, bajo el gobierno nacionalista de Juan José Torres, la Revolución Universitaria se consolidó y la UMSA integró la Asamblea del Pueblo, un “Soviet” que buscaba instalar un gobierno socialista, hecho que detonó el golpe de Estado de

Hugo Banzer, el 21 de agosto, que identificó a la Universidad como un objetivo político, ordenando un ataque armado y su clausura. Ramos fue enviado al exilio a México, por la dictadura fascista de Banzer. Durante su exilio se desempeñó como docente en la Universidad Autónoma de México. Pasó a Santiago de Chile, trabajando como docente universitario (1972). El cruento golpe de Estado de Augusto Pinochet contra el presidente socialista Salvador Allende, lo obligó a retornar a México (1973), como experto de la Organización de Naciones Unidas (ONU), y posteriormente ejerció la docencia universitaria en Santo Domingo (República Dominicana).

DENUNCIÓ EL SEPTENIO FASCISTA

A la caída del dictador Banzer, retornó a Bolivia en la primavera democrática, dedicándose a analizar el septenio en su obra Siete años de Economía Boliviana (1980), en la que denota el carácter fascista de la dictadura, analiza las causas generales del ascenso fascista en la América Latina y la naturaleza de la acumulación en la economía primarioexportadora y en el proceso de sustitución de importaciones. Disecciona el modelo banzerista, a la luz de los factores externos, los aspectos políticos, el contenido social, el fascismo y la cultura. Enjuicia el modelo económico del banzerato, que privilegió la ayuda externa con un endeudamiento externo

Pablo Ramos retomó su cátedra y fue elegido rector de la Universidad Mayor de San Andrés en 1983, 1988 y 1993. Se incorporó de manera orgánica al partido de gobierno, Movimiento Al Socialismo (MAS), hecho que jamás ocultó. Su incursión política lo llevó a ser elegido concejal de la Alcaldía de la ciudad de La Paz (2004) y ocupó la vicepresidencia del Concejo Municipal de La Paz (2005 y 2008). El presidente Evo Morales lo designó como Prefecto del Departamento de La Paz, siendo el último nominado de manera directa, desde el 10 de agosto de 2008 hasta el 29 de mayo de 2010. El 3 de enero de 2017, el presidente Evo Morales lo designó como presidente del Banco Central de Bolivia, cargo en el que se mantuvo hasta noviembre de 2019, siendo destituido por el gobierno de facto de Jeanine Añez, quien se autoproclamó presidenta del Senado y del Estado Plurinacional, como efecto del golpe de Estado gestado desde el movimiento cívico cruceño, liderado por Fernando Camacho y grupos de derecha. El régimen de Jeanine Añez designó al economista Guillermo Aponte como presidente interino del Banco Central de Bolivia (17 de diciembre de 2019), intentando detener a Pablo Ramos, acusado por supuesto favorecimiento al enriquecimiento ilícito propiciado por el gobierno de Evo Morales Ayma, por 75 millones de dólares. El régimen de facto no se atrevió a ordenar el apresamiento de Pablo Ramos. Su producción bibliográfica incluye su obra en cuatro tomos Temas de economía boliviana (1983), que analiza temas de debate de los últimos 20 años, concebido como escritos para el combate político. Escribió sus libros de cuento, Imágenes, Cuando se aleja del tren, y su poemario De ayer y de hoy. Su último libro fue Los escaldados (2019). Honor y gloria, al compañero consecuente de izquierda y al militante del Proceso de Cambio.

histórico, la inversión extranjera privada directa, las donaciones, las exportaciones de bienes y servicios y los derechos especiales de giro. En los factores internos, analiza el proceso inflacionario, el gasto estatal, el perverso congelamiento de salarios y la libertad de precios, la incentivación de ahorro personal, la ampliación de la demanda interna y la represión como política de Estado. Estudia el mecanismo de acumulación, la inversión pública y la inversión privada, el crecimiento sectorial. Concluye su análisis con las consecuencias y perspectivas, en el que denuncia los grupos sociales beneficiados, los efectos de la crisis y las perspectivas futuras. Banzer nunca perdonó a Pablo Ramos el hecho que hubiera publicado el estudio documentado del septenio banzerista que destruyó la economía estatal y abrió las puertas al narcotráfico y la inflación que detonaría durante el gobierno de Hernán Siles Zuazo, ahogando económicamente el atisbo de un gobierno popular. Banzer urdió un golpe de Estado ante la inminencia del Juicio de Responsabilidades impulsado desde el Congreso por el diputado socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz, al que identificó como objetivo político, por cuya razón fue ubicado y asesinado con inusita-

da crueldad, encargando la tarea sucia al general anticomunista Luis García Meza Tejada el 17 de julio de 1980. El gobierno dictatorial de Luis García Meza, persiguió a Pablo Ramos, viéndose éste forzado nuevamente a salir exiliado al exterior. Retornó al país en octubre de 1982, con la reconquista de la democracia y la entrega del poder a Hernán Siles Zuazo. De inmediato se propuso denunciar el carácter fascista del golpe del 17 de julio de 1980, en su obra Radiografía del golpe de Estado (1983), que arranca su análisis con los antecedentes inmediatos, durante el régimen fascista de Banzer, para pasar a analizar la mecánica del golpe, los preparativos, el terrorismo de Estado, la psicosis del golpe, el nefasto papel de los paramilitares, las bases de sustentación social y política del régimen, el oprobioso papel del imperialismo y de los países vecinos, la tipificación del golpe, su carácter fascista, la cruel y cruenta represión de la clase obrera; el contenido económico signado por el narcotráfico, los intentos de institucionalidad y sus perspectivas, finalizando con una relación de los últimos días del régimen, los gobiernos transitorios, el inicio de la UDP en el gobierno y una alerta sobre la democracia en peligro. (*) Luis Oporto Ordóñez es historiador (UMSA) y presidente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia.


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COLECCIONISTAS EXCAVAN EN LOS CAJONES DE DISCOS

La moda del vinilo, un acercamiento a la economía del plástico en La Paz

La disposición de discos de vinilo abarca los géneros como el rock en sus diversas ramificaciones, también está el del primigenio pop/ rock, el folklore, cumbia y chicha boliviana (cumbia con aires andinos), que igualmente tiene su demanda”.

Los ejemplares más deseados son de aquellos grupos que desaparecieron luego de la edición de un puñado de obras que no fueron reeditadas (descatalogadas). Su condición de bien escaso determinó un elevado precio de mercado.

No es una noche cualquiera de enero de 2021, esta será por demás especial y el evento es la subasta de un objeto muy particular, la actividad fue planificada y anunciada con horas de anticipación, el escenario es el grupo de WhatsApp y quienes pujarán lo harán por un deseado registro fonográfico en formato vinilo.

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l grupo sustituto de las tiendas de discos fue creado poco antes de la emergencia sanitaria y es el espacio donde concurren vendedores y compradores, algunos con el ansia de comercializar y otros de hacerse de los discos de vinilo. En el sitio virtual, ahora es suficiente la toma fotográfica de la portada, la descripción del estado del disco y el precio del LP (Long Play de 12”) o EP (Extended Play de 7”, 10”). La disposición de los discos de vinilo abarca géneros como el rock y sus diversas ramificaciones, el del primigenio pop/ rock, conocido en Bolivia como la Nueva Ola, el folklore, la cumbia y la chicha boliviana (cumbia con aires andinos), que igualmente tiene su demanda. Los ejemplares más deseados son de aquellos grupos que desaparecieron tras la edición de un puñado de obras y que no fueron reeditadas (descatalogadas). Su condición de bien escaso determinó un elevado precio de mercado.

La subasta refleja la impronta del vinilo en el escenario de lo inmaterial, el streaming, y donde cada oferta es superada una tras otra; pasados los minutos y segundos establecidos por el ofertante, este anuncia el fin de las ofertas, mientras los apostadores atentos esperan la captura fotográfica del vendedor para el anuncio del ganador, donde la mayor oferta alcanza a la friolera cantidad de Bs 4.000 ($us 573). El ítem de la jornada es una edición boliviana del Appetite for Destruction de Guns N’ Roses (Discolandia, Sello WEA, WL – 1045, 1988), cuya tapa fue censurada en Estados Unidos por considerarse lasciva y que fue editada sin observación

en Bolivia, uno de tantos ítems valorados por los ahora autodefinidos como coleccionistas de discos de vinilo. El evento no es casual, su consumo está determinado por fenómenos atribuibles a la economía y la psicología, que condicionan la moda del mismo, como se explica más adelante.

“ORO NEGRO”

Conformada por vendedores que también son colectores y practican el digging, también denominados como crate diggers, “los que excavan en los cajones de discos”, colectores que se especializan en músicos o grupos cuyo tiraje de edición fue limita-

FOTOS: PEXELS

Huáscar Adrián Cajías Cueto

da a un solo disco y con escasa repercusión, son quienes buscan ítems para quedarse con ellos o para transacción económica, son deseados por la demanda y adquiridos de diversos poseedores: domicilios particulares, discotecas de radio emisoras extintas, la “Feria de la 16 de Julio” en la ciudad de El Alto e incluso se recorre” el interior del país; tanto en el eje central (Cochabamba y Santa Cruz) y en ciudades intermedias por el denominado “oro negro”. Esta particular oferta la conforman también cuatro tiendas de discos y pese a las restricciones establecidas durante la pandemia de la Covid-19 supieron encausar en los adeptos cantidades importantes, entre ellas nuevas ediciones y otras denominadas de época (firts pressing). Asimismo, antes de la emergencia sanitaria fueron desarrolladas concurridas ferias de discos en la ciudad de La Paz y que gozan de tradición desde mayo de 2016, siendo replicadas también en 2020 y 2021. Pero, ¿cómo en este mundo particularmente inmaterial es deseado un artículo físico que fue superado por la tecnología? La aparición del formato CD (Compact Disc) en el mercado en 1982 permitió la transformación de la industria de la músi-


5 LA REVALORIZACIÓN Año 2006: Discos usados: • El TDSOM como referente, costaba entre Bs 20 y Bs 30. (mercado de segunda mano). Año 2013: Discos usados: • Entre Bs 2 y Bs 80. (mercado de segunda mano). • Entre Bs 80 y Bs 150. (tienda de discos). Reediciones • Entre Bs 120 a Bs 210.

FOTO: PIXABAY

Año 2016: Discos usados • Entre Bs 2 y Bs 150. (mercado de segunda mano). • Entre Bs 100 y Bs 180. (tienda de discos).

ca y el mercado del vinilo a nivel mundial presencio su declive al finalizar la década del 80, mientras en Bolivia desapareció de las tiendas de discos de manera paulatina en la primera mitad de la década del 90. Las últimas producciones fabricadas y editadas en 1997 fueron: Amaru, El embrujo de la Saya (Lauro Records –BO/LRL 1798) y Mandrill & Four Star (Compilación, Junio 1997, Sello Lyra – SLPE 3499). Sin embargo la industria independiente siguió de manera intransigente fabricando ediciones limitadas; fueron favorecidos subgéneros como el metal extremo y el dance, este último beneficiario mediante ediciones especiales orientada a la demanda de DJs, así se formó el mercado denominado de nicho. Además, los excedentes del mercado de las extintas tiendas de discos y otros poseedores fueron desplazados a los comercios que ofertaban artículos de segunda mano.

LA OFERTA

La oferta estaba conformada por tres eslabones: compradores de libros y revistas, compradores de muebles y chatarra (cachivacheros), ambos rastreaban vinilos mediante anuncios en periódicos con el rotulo

“se compran discos”, y en tercera instancia estaban los Coleccionistas que comercializaban en mercados informales de las calles Mariano Graneros, Tumusla y Uyustus, mucho antes del arribo del CD, cuyos proveedores se encontraban en la ciudad de Desaguadero (Perú), mientras otros se abastecían en la ciudad de Oruro y eran receptores de ediciones en la vecina ciudad de Arica (Chile). Las radioemisoras veteranas de Amplitud Modulada (AM) ungidos de la necesidad de inserción al medio digital, sustituyeron sus activos de música en vinilo por CDs y desplazaron miles de LPs al mercado de segunda mano. Otras personas que coleccionaron vinilos en la época de su vigencia o fueron herederos de colecciones, en algún caso, transaron por irrisoria pecunia con la demanda colectora que engrosó las montañas de plástico y que fueron apiladas en los anaqueles de libros usados establecidos en el mercado Lanza y la avenida Ismael Montes de La Paz. Otros depositarios de la segunda mano fueron los negocios de artículos usados, y robados, en el denominado Mercado Chino de la calle León De la Barra y en el bazar de plástico más grande de Bolivia, la “Feria de la 16 de Julio” en la ciudad de El Alto.

LA DEMANDA

Muchos melómanos adoptaron el CD, pero otros seguían en su búsqueda; colectores que se resistían al CD, entre ellos DJs, y otros iniciados, los últimos abrazaron al vinilo por el costo elevado del CD, entre Bs 70 y Bs 120, mientras las primeras ediciones de artistas nacionales en el formato digital costaban entre Bs 35 y Bs 45, donde el vinilo representaba una formidable opción económica. La oferta y demanda del mercado del vinilo generó un punto de equilibrio que fue desplazado en tres momentos: la depreciación, revalorización y especulación del artículo, como muestra en la caracterización de precios desde 1993 hasta 2021.

LA DEPRECIACIÓN AÑO 1993: • El precio de la unidad de vinilo importado era de Bs 110, mientras el de producción nacional era de Bs 45. Los ejemplares eran ofertados en las tiendas de discos. Año 1995: Las tiendas de discos optaron por rematar los vinilos en su posesión, el precio promedio era Bs 20 resultado de la demanda que tenía de preferencia de consumo al CD. Discos usados • Los mercados de segunda mano se abastecieron de infinidad de vinilos, por ejemplo, el clásico The Dark Side Of the Moon de Pink Floyd industria de EEUU o Inglesa, su precio fluctuaba entre Bs 12 y Bs 15. Sin embargo se podía encontrar otros títulos de época (first pressing) en estado impecable hasta en Bs 3. Este escenario fue estacionario hasta la primera mitad del nuevo siglo.

Reediciones: • Entre Bs 150 y Bs 300 las reediciones. La especulación Año 2019: Discos usados • Entre Bs 5 y Bs 200 (mercado de segunda mano). • Entre Bs 150 y Bs 220 (tienda de discos). Reediciones • Entre Bs 180 y Bs 500 (nuevas ediciones). Año 2021: Discos usados • Entre Bs 5 y Bs 250 (mercado de segunda mano). • Entre Bs 150 y Bs 280 (tienda de discos). Reediciones • Entre Bs 180 y Bs 550 (nuevas ediciones).


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ES NECESARIO UN GRUPO DE 50 PERSONAS

Túmin, la ‘moneda de los mexicanos’ que promueve el trueque y critica el capital Sputnik Mundo / Mariano Iberry Mientras el mundo se adapta al comercio electrónico y parece despedirse del efectivo, en México se populariza el uso de una moneda que, a diferencia del peso mexicano, no genera intereses ni se ve afectada por la inflación: el túmin.

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l túmin —palabra en totonaco que significa dinero— fue creado en 2010 en el municipio de Espinal, Veracruz, por un grupo de personas que buscaban incentivar la economía local y facilitar el acceso de productos básicos a personas de escasos recursos. La idea, además, se inspiró en otros modelos como el utilizado por Luis Lopezllera, creador de la moneda comunitaria tláloc, usada en la Ciudad de México. Para obtenerlo, es necesario un grupo de 50 personas que se conviertan en socios para poder acceder, de manera gratuita, a cierta cantidad de túmins; estos se pueden canjear por productos en locales que usan esta moneda o se puede acordar un pago mezclado con pesos mexicanos, es decir, 80% o 90% del precio total en pesos mexicanos y el resto en túmins. A pesar de que no es reconocido como una moneda oficial por autoridades bancarias, su uso se ha extendido a varios municipios de Puebla y Veracruz donde hay negocios que operan casi en su totalidad con este dinero comunitario. Existen sedes de socios en Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Tepoztlán y la Ciudad de México.

UNA CRÍTICA AL CAPITAL

En entrevista para Sputnik Mundo, Marco Turra, un investigador y promotor del túmin, la define como “la moneda de los mexicanos, sin intereses, que se distribuye gratuitamente” y que funciona como crítica al capital, pues las monedas nacionales se crean “endeudando al pueblo” y a partir de préstamos de los bancos centrales a gobiernos. Nosotros no cuestionamos el modelo económico, cuestionamos en sí la naturaleza del dinero, así que no vemos el túmin como una futura moneda nacional, vemos en túmin un instrumento para criticar que el dinero sea lo más importante, y a través del túmin queremos poner al trueque como lo más importante”, declaró. Turra explica que mientras el capital actual genera intereses y se ve afectado por la inflación, el túmin escapa de estos fenómenos pues su valor equivale a un “minuto de tiempo”. Además, establece que “moneda y trueque no son contradictorios”. Contrario a lo que podría pensarse, este tipo de dinero comunitario se usa ampliamente en diversas partes del mundo y desde hace más de 40 años, aunque su uso a veces es poco conocido. De acuerdo con la tesis para obtener el grado de doctora en Ciencias Sociales por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores de Antropología Social (CIESAS), de la investigadora María Eugenia Santana, Michel Liton fue pionero del dinero alternativo en la era moderna con la creación de los LETS, en Canadá, en 1982, y la popularidad de estas monedas creció tanto que para los 90 ya existía la Red Global del Trueque, que conjuga a varios Clubes de Trueque en Argentina.

RESISTENCIA AL TRUEQUE

Sin embargo, pese a su extensión —el investigador recuerda que en 2009 él tenía contabilizados más de 6.000 monedas comunitarias—, este tipo de efectivo no es popular porque genera miedo e incertidumbre ante el vacío legal que existe sobre su uso. “El mismo fundador de túmin lo hizo para el bicentenario (de la Independencia de México) y se atrevieron hacer su propio dinero para ir en contra de la ley. Hay muchas experiencias que están escondidas”, afirmó Turra. De hecho, la extinta Procuraduría General de la República, por solicitud del Banco de México, inició una demanda en 2010 por falsificación y violaciones al derecho de autor; no obstante, la querella no prosperó y el uso se extendió en al menos 20 estados de México y con más de 2.200 socios (aunque la cifra podría ser mayor ya que las monedas pueden ser usadas por cualquier portador). Se usa en billetes con cuatro denominaciones de túmin: de 1, 5, 10 y 20. Ante el avance del dinero electrónico, Turra sostiene que el túmin se extenderá pues su fuerza “fue haber construido un tejido social” que privilegia el trueque y los créditos sin intereses. Vamos a estimular a la gente a hacer trueque, dar crédito y regalar. Con estas tres cosas vamos a poner el dinero en el cuarto lugar. Entonces, el túmin no quiere sustituir a la moneda nacional, el túmin quiere hacer entender que el dinero no es lo más importante”, sentenció. Asimismo, añadió que “hay que concentrarnos para que México salga adelante de esta situación en alternativas a la moneda y cómo funciona el modelo, y vamos a darnos cuenta cómo México, pero sobre todo Oaxaca, es uno de los lugares más ricos del mundo que sólo necesita ponerse de acuerdo en qué otro objeto se puede utilizar como valor de cambio”. De hecho, entre las propuestas de Turra está la creación de un túmin artístico que le devuelva el valor intrínseco al efectivo, “regresar al dinero mercancía, y cuál mejor mercancía que el arte, el arte de papel, que son los grabados”.


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LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL EN BOLIVIA

Desde sus orígenes y de la mano de Víctor Montoya Mauricio Delnero (*) Con la sensibilidad que lo caracteriza, el autor boliviano Víctor Montoya lleva a cabo un estudio, quién sabe “homenaje”, respecto de escritores y escritoras de literatura infantil y juvenil de fines del siglo XIX y principios del XX, que resultaron ser, gracias a la motivación de sus quehaceres laborales en la educación oficial, los precursores y las precursoras de dicha disciplina en Bolivia.

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eniendo en cuenta la importancia y el rol fundamental de la literatura en el desarrollo de la personalidad humana y, en este caso, haciendo foco en la etapa de la infancia, Víctor Montoya realiza este trabajo revalorizando la literatura infantil de su país —desde sus orígenes— y considera la misma como una disciplina alejada del “didactismo moral”, por medio del cual, en el pasado, solo se pretendía enseñar contenidos escolares a través de historias que poco espacio libraban a la imaginación y la creatividad de niños y niñas. Con el fin de terminar con los maltratos y los métodos coercitivos que intentaban lograr las “conductas social y culturalmente esperadas” hacia fines del siglo XIX y principios del XX surgieron, principalmente en Europa, psicólogos, educadores y pedagogos que rescataron y fundamentaron la importancia de una infancia feliz, plena y libre. Fueron —y son— corrientes pedagógicas tendientes a defender el bienestar físico, social, mental, cultural y espiritual de toda persona que se encuentre viviendo la etapa de la infancia. Al mismo tiempo, en la Bolivia natal de Montoya surgían los autores y las autoras que dan sentido a su obra “15 precursores de Literatura Infantil y Juvenil Boliviana” y que, justamente, fueron las mentes creadoras de historias que invitaban a quienes las leían a continuar con sus lecturas, a desarrollar el intelecto, a volar con la imaginación y con el alma infantil y no a cerrar los libros y abandonarlos por ser carentes de creatividad y de fantasía o netamente escolarizantes. Si bien no se cuenta con un registro exacto respecto de cuál fue la primera obra de Literatura Infantil —alejada del didactismo moral— que se editó en dicho país, sí es posible afirmar, como lo hace el autor, que las quince personalidades, a quienes refiere el presente trabajo, fueron verdaderas precursoras en Bolivia de la literatura infantil lúdica, estética y, valga la “contradicción”, realmente fantástica. Son autores y autoras que en sus creaciones artístico-literarias se esforzaron por entender verdaderamente la esencia de la infancia, sus necesidades y, sobre todas las cuestiones, las formas en que niños y niñas significan sus propios mundos a través de las historias que leen, interpretan y, al fin y al cabo, viven a través de su imaginación, satisfaciendo de esta manera sus necesidades emocionales e intelectuales y promoviendo sus desarrollos integrales. En palabras del mismo Montoya, lo expresado con anterioridad se resumiría de la siguiente manera: “La literatura no solo promueve la imaginación y la creatividad, sino que estimula la formación intelectual, el gusto estético y el hábito de lectura de quienes serán los grandes lectores de la gran literatura universal”. Esta obra es, sin lugar a dudas, un valioso acercamiento a las historias más emblemáticas y a las biografías de los autores y las autoras fundantes de la literatura infantil y juvenil boliviana creativa —y, por ende, liberadora—. Se trata, como ya se manifestó, de personalidades que se dedicaron a la educación oficial de niños y adolescentes, pero que, al mismo tiempo, fueron dramaturgos, historiadores, novelistas, narradores, ensayistas, músicos, militantes revolucionarios, trabajadores en centros mineros, titiriteros y autodidactas, entre otras tantas cuestiones. Víctor Montoya nos relata también los reconocimientos, las luchas, las carreras, los oficios, sus principales obras literarias, los puntos más sobresalientes de sus biografías y de las dedicaciones profesionales de estos intelectuales que se colocaron al servicio de todo tipo de lectores infantiles, incluidos aquellos que hacia fines del siglo XIX y los albores del XX resultaron ser los oprimidos y los marginados de la sociedad. En resumidas cuentas, esta obra trata —en palabras del mismo Víctor Montoya— de autores y autoras que “aún en la etapa adulta continuaban pensando, sintiendo y escribiendo como si todavía habitaran la más creativa y liberadora infancia”, constituyéndose de esta manera en los pioneros y las pioneras de la literatura infantil y juvenil boliviana. Hasta aquí, y para comenzar, todo dicho. * Profesor en Ciencias de la Educación y escritor argentino.

Víctor Montoya


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UNA TRAVESÍA POR LOS PAISAJES Y LAS PALABRAS

‘Elogio del caminar’ La poesía resucita cuando te alejas de la realidad/real/cotidiana y dejas que surja en ti el tiempo mítico con el que naciste.

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usana Vázquez es una poeta argentina que gusta de caminar por cerros, laderas, cañadas, playones, pedregales, en fin… le gusta caminar por la tierra y volar sobre el agua; mirando las fotografías que sube en las redes y leyendo sus textos, sencillos y profundos, recordé que, hace un tiempo, leí Elogio del caminar, de David Le Bretón, un pequeño ensayo acerca del placer de recorrer lugares, autores, espacios y tiempos, en el que su autor constata que “caminar, en el contexto del mundo contemporáneo, podría suponer una forma de nostalgia y resistencia” y que “el caminar es una apertura al mundo. Restituye en el hombre el feliz sentimiento de su existencia. Lo sumerge en una forma activa de meditación que requiere

una sensorialidad plena”, sin embargo, el camino también es una metáfora para crecer en la lectura. Le Bretón afirma: “En este libro, la sensorialidad y el disfrute del mundo están en el centro de la escritura y de la reflexión. He querido darme a la fuga a la vez por la escritura y por los caminos ya abiertos por otros. Y si este libro mezcla en las mismas páginas a Pierre Sansot con Patrick Leigh Fermor, o hace dialogar a Basho con Stevenson, lo hace sin intención de rigor histórico alguno, pues el objetivo no es ése: se trata únicamente de caminar juntos e intercambiar nuestras impresiones como si estuviéramos alrededor de una buena mesa en un albergue del camino, de noche, cuando el cansancio y el vino desatan las lenguas”, su lectura me trajo de vuelta muchos de los textos que incluí en mi libro Diario de los caminos, en el que realizo un intenso viaje interior por lugares, gente, amigos, así como libros que leí y autores que conocí. LA POESÍA RESUCITA El autor, sociólogo francés, también señala que “el tiempo es también por sí mismo un viajero sin reposo como observa Basho viendo pasar las estaciones y los días” y yo escribí: “Toda partida/ nace de un silencio/ y si dices que vas a partir/ es porque ya te has ido/ y el camino peregrino en ti/ así como las montañas/ los ríos las quebradas/ y las ciudades que imaginas/ distantes como la que vas a dejar/ ya son esencia enraizada/ en tu paisaje interior”. Las ciudades, por ejemplo, hay que caminarlas como si uno fuera un flâneur, un caminante que busca el asombro cotidiano entre las calles y los transeúntes. Y es que si observamos con cuidado siempre habrá algo nuevo, incluso en la calle por la que siempre pasamos. La poesía resucita cuando te alejas de la realidad/ real/ cotidiana y dejas que surja en ti el tiempo mítico con el que naciste.

La lectura de este libro también me trajo recuerdo al Tao Te Ching o Libro del camino, de Lao Tse, en el que aprendemos que es necesario pertrecharnos de amor antes de dar una batalla y que nos rebajemos de la misma manera que aspiramos a la grandeza. Lao Tse también nos propone el equilibrio entre el ser humano, el cielo y la tierra, es decir tres planos metafísicos propios de la cosmovisión asiática que también están presente en las culturas nacionales, entre los aymaras el Alaj Pacha o mundo de arriba, el Aka Pacha o mundo de aquí y el Manqha Pacha o mundo de adentro y de todos los seres que habitan estos espacios; para los guaraníes son Ivate, Ivi y Japipe y para los moxeños es Anugie’e, Poigie’e y Mo’e. Los Weenhayek los nombran Pule, Wikywet y Honhat, su traducción vendría a ser el Cielo, de arriba, el Cielo de abajo y el Cielo de adentro. EL REINO DE LA MEMORIA Uno de los poemas del Tao dice: “conocer a los demás es sabiduría/ conocerse a sí mismo es iluminación”, por eso el camino más largo y difícil es el camino hacia uno mismo y es un camino que a veces nos cuesta la vida. Luego de leer a Le Breton me pareció que lo había conocido en algún descanso del camino, donde alrededor de la fraternidad de la palabra, en la que el yo es el de toda la especie humana, deslumbrado por la forma pura de la narración, el reino de la memoria, aprendí a respetar a los que, ante la más fogosa y entretenida conversación, guardan silencio como si fueran rocas inmutables frente a las furiosas olas del diálogo. Cierro este artículo con unos consejos de Le Bretón: “Caminar es una biblioteca sin fin que escribe, en cada ocasión, la novela de las cosas habituales en el camino y nos enfrenta a la memoria de los lugares, a las conmemoraciones colectivas señaladas por placas, ruinas o monumentos. Caminar es una travesía por los paisajes y las palabras. (…) Pasar por los lugares comunes de incógnito, huir de los caminos trillados para inventar un camino nuevo con los propios pasos”.

FOTO: PIXABAY

Homero Carvalho Oliva


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