JUAN CARLOS PAZ GARCÍA: el fútbol boliviano no habrá sorpresas en 2023”

Para el entrenador de fútbol Juan Carlos Paz García, en el fútbol profesional boliviano no habrá sorpresas porque desde hace un tiempo está marcada la diferencia entre los clubes que buscan grandes cosas como títulos y llegar lo más lejos en torneos internacionales; los que pelean por clasificar a una competencia internacional, y los que luchan por mantenerse en la División Profesional.

Los equipos con más recursos económicos siguen dominando el mercado de contrataciones contra algunos clubes que con un gran esfuerzo financiero tratan de equilibrar armando buenos planteles.

—¿Qué equipos se presentan como favoritos a pelear por los primeros lugares del torneo del fútbol profesional boliviano?

—Parten como favoritos los clubes que ya nos tienen acostumbrados, los tres equipos paceños: Bolívar, Always Ready y The Strongest.

Son serios candidatos por la estructura que tienen a nivel dirigencial y por la sostenibilidad económica que han mantenido en los últimos tiempos. A partir de ahí, vamos a ver cuáles son los otros equipos que han podido institucional, económica y deportivamente ponerse en la órbita de lo que significa el fútbol profesional boliviano.

Más atrás hay otro grupo de clubes que están trabajando en la posibilidad de mantenerse en la primera división, y luego están los que compiten por lograr un objetivo de clasificar a una copa internacional que les permita tener ingresos para sostenerse el próximo año.

A nivel deportivo es muy prematuro hacer un análisis exhaustivo de lo que pueden presentar las instituciones. Sin embargo, haciendo una mirada rápida y general, Bolívar lleva la delantera por la inversión y los refuerzos que ha traído, lo que nos pone en una zona de gran expectativa no solamente para el hincha bolivarista, sino para todo el fútbol boliviano, porque es el club que siempre patea el mercado y el tablero con contrataciones de alto costo con el objetivo de conseguir algo en lo deportivo a nivel nacional e internacional, que es una deuda pendiente de la mayoría de los equipos que han participado en los últimos cinco años en Copa Libertadores, sin poder avanzar a la siguiente instancia.

—¿Por qué Bolívar contrata buenos jugadores y no siempre le va bien?

—Eso es cierto. Tiene que ver con la designación de un director deportivo para que pueda ver las cualidades y características de cada uno de los refuerzos que vaya con la filosofía de juego del Bolívar y a partir de esa referencia importante traer jugadores que necesita, no hacerlo por cantidad sino por calidad, cosa que cada uno se enmarque perfectamente en el plan macro de la institución.

Esperemos que quienes llegaron al club este año puedan aplomarse o adaptarse a la idiosincrasia de lo que significa el fútbol boliviano, de Bolívar, en particular.

—La mayoría de los clubes ha contratado de ocho refuerzos para arriba, ¿qué va a marcar la diferencia?

—Cada institución tiene un objetivo distinto. Los equipos clasificados a torneos internacionales refuerzan sus plantillas para pelear por los primeros lugares en el torneo local y hacer una buena campaña en las copas internacionales. Otro lote de elencos se refuerza para clasificar a la próxima edición de un campeonato de la Conmebol, y un tercero trae jugadores para luchar por la permanencia en la primera división.

Hay clubes como Aurora, Nacional Potosí, Palmaflor, que se han reforzado bien y con jugadores de buen recorrido futbolístico para buscar logros importantes reverdecer viejos laureles como Wilstermann, que está en terapia intensiva y con una nueva dirigencia busca salir del mal momento.

Es gratificante saber la inquietud que tienen algunos clubes de armar buenos equipos para luchar por algo bueno, y para que los refuerzos sean efectivos tienen que priorizar la calidad más que la cantidad.

—¿En qué medida influye que un técnico no haya sido removido de su cargo?

—Eso es parte del respeto a un proceso. Un ejemplo es lo que hizo Real Tomayapo al mantener a Richard Rojas, quien sigue desde que fue asistente de Álvaro Peña, nombrado en 2021, después acompañó a ‘Copito’ Andrada y finalmente fue nombrado técnico oficial. Ahora que ha sido ratificado sabe la realidad y las necesidades que tiene su equipo sobre la base de lo que puede invertir económicamente, lo que es una ventaja en relación a los nuevos entrenadores que están asumiendo el cargo de un club, a quienes les va a demandar un tiempo conocer a sus jugadores y otro para imponer su idea de juego.

—¿Lo de Erwin Sánchez?

—Para Erwin Sánchez es una prueba de fuego, porque será su tercer año consecutivo dirigiendo a Oriente Petrolero sin conseguir nada, con la salvedad de que ha dado oportunidad a gente joven, aunque eso no es suficiente para los objetivos que tienen los clubes de clasificar a competencias internacionales.

—¿Cuánto influye que los equipos jueguen partidos amistosos antes de comenzar el campeonato?

—Los partidos amistosos así sean contra equipos locales y mejor si son ante rivales internacionales siempre dan algunas pautas en cuanto al funcionamiento, es para que el entrenador pueda conocer en detalle a los jugadores en cuanto a su característica y si se adapta a la filosofía de juego que quiere imponer, por lo que cuantos más encuentros juegue, mejor para definir el onceno y el modelo de juego con el que va a arrancar el torneo oficial.

—¿Cómo analiza la situación de Wilstermann?

—Es muy difícil y compleja la situación de Wilstermann, da pena por lo que está atravesando en el momento siendo una de las instituciones más representativas del fútbol boliviano en el contexto internacional, con jugadores históricos que le han dado brillo en su época al fútbol boliviano.

Hoy vive una de sus peores crisis a nivel institucional y económica. El entrenador Cristian Díaz tendrá que tener mucha sabiduría y sapiencia para encontrar el convencimiento de los jugadores para llevar adelante el proyecto de la institución que está muy golpeada en materia financiera.

—¿Cómo les irá a los dos clubes nuevos como Vaca Diez y Libertad Gran Mamoré?

—El primer objetivo de los dos clubes que pisan el profesionalismo es sostener al equipo en primera división y si alcanza la billetera para el segundo semestre inyectar con más y mejores jugadores para perseguir un premio internacional.

Si logran las metas que se han propuesto para este año, de seguro que ambicionarán más en la próxima edición.

—¿Habrá sorpresas?

—No, porque está muy marcado el fútbol boliviano y está dividido en tres partes: los que tienen una economía saludable, los que pretenden llegar a un torneo internacional, y los últimos, que pelean por mantenerse en la División Profesional.

—¿Qué clubes van a marcar la diferencia?

—Aquellos equipos que hayan podido encontrar el funcionamiento y el nivel de jerarquía que se necesita a nivel local e internacional, y eso se logra gracias a los recursos y las herramientas que se les pueda dar a los jugadores para desarrollar una buena preparación.

—¿En qué medida ayuda la inclusión de un Sub20 en los 90 minutos de juego?

—Es una gran oportunidad que está dando la Federación Boliviana de Fútbol al programar dos torneos: uno de todos contra todos y otro por series, en el que podrán jugar los Sub-20 durante los 90 minutos. Es un buen paso para que los juveniles se puedan consolidar en el fútbol profesional boliviano.

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