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EL TEAM ASERE Y EL RESURGIR DE LA PELOTA EN CUBA

Por Luis De Jesús Reyes Corresponsal de CLARIDAD

La Habana, Cuba-Más de 15 años tuvieron que pasar e importantes cambios de estructura debieron ser implementados para que la fanaticada cubana pudiera volver a ver a su equipo nacional de béisbol alcanzar la semifinal de un Clásico Mundial de Béisbol (WBC, por sus siglas en inglés).

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Después de años de encajar derrota tras derrota y fracaso tras fracaso en citas internacionales de ese deporte, el pasado 19 de marzo Cuba volvió a atizar la esperanza al discutir la semifinal del WBC ante Estados Unidos. Aunque el marcador final favoreció al equipo norteamericano (14-2), la hazaña de haber llegado hasta esa instancia volvió a colocar sobre el tapete la percepción de que el país caribeño sigue siendo una potencia en la pelota.

El equipo Cuba, la verdad sea dicha, llegó al quinto WBC con poco más que una esperanza de pasar de la primera ronda. Un sentimiento que muy pronto en el torneo pareció desvanecerse al tener que tragarse sendas derrotas en sus primeras dos salidas al terreno. Al fanático cubano -celoso de su béisbol cuando gana y verdugo de sus peloteros cuando pierde- poco le faltó para dejar de ver el Clásico.

Tras hacer los ajustes necesarios, la novena cubana logró levantar cabeza, ganando el resto de sus partidos hasta alcanzar la fase semifinal, donde finalmente cayó ante el trabuco de los Estados Unidos, campeón defensor del WBC.

“Su participación sobrecumplió las expectativas que se tenían sobre Cuba antes de la competencia. La inmensa mayoría de los pronósticos daban a Cuba con posibilidades solo de llegar a la segunda etapa, sin embargo, llegaron a la tercera”, explica a CLARIDAD Pavel Otero, periodista deportivo cubano.

Llegado a este punto, la actuación de los cubanos en el Clásico Mundial se hizo tema central de las discusiones entre familiares y vecinos en el país; en las calles de La Habana, por ejemplo, se hizo habitual escuchar a la gente comentar y analizar las posibilidades de la selección nacional de llegar a la final. Fiel a una tradición que hace mucho no se veía en el país, tanto cubanos como cubanas discutían las alineaciones, las jugadas, los errores y hasta le daban consejos a distancia a la dirección del equipo.

La euforia de volver a ver a Cuba ganar en un torneo de tal nivel se hizo viral y en las redes sociales alguien acuñó la etiqueta #TeamAsere con la que en adelante se le llamaría al equipo y que pronto pasó a estar en camisas, gorras y hasta tazas de café. Por un momento, el pueblo cubano parecía no pensar en otra cosa.

“El Team Asere, imagínate tú… El béisbol es el deporte cubano, [y esto] ha cogido hasta los que no son aficionados a la pelota. Yo, que soy aficionada a la pelota, pero no soy tan asidua, ayer no me perdí ese juego porque indiscutiblemente iba a ser un espectáculo”, dice Yudaimi Borges, fanática cubana.

Asegura además que “fue excepcional la participación de Cuba después de tantos años de quedar eliminado en los Clásicos” y destaca que “aunque no hayamos estado en la final, es un éxito, porque dentro de 20 equipos [quedamos] en el cuarto lugar”.

Otero coincide con la percepción generalizada al asegurar que “el equipo cubano avanzó hasta donde podía y regresar a estar entre los cuatro grandes me parece que es una fabulosa actuación”.

Por su parte, Alfredo Despaigne, capitán y cuarto bate del equipo de Cuba, considera que lo más importante de la participación del Team Asere ha sido la influencia que pueda tener en el despertar de la pelota en su país.

“Pienso que con este paso que dimos, el futuro del béisbol [cubano] sobrevivió un poco más. Estaba un poco apagado y con este empujón que dimos ahora en el Clásico pienso que va a mejorar y con la inserción de más peloteros de Grandes Ligas y otras ligas seguirá mejorando”, afirma el estelar pelotero en palabras a CLARIDAD.

Por primera vez en la historia, la selección de béisbol de Cuba contó con la presencia de jugadores de las Grandes Ligas (MLB) y de otros circuitos internacionales, una movida que para muchos –como deja entrever el propio Despaigne– tuvo gran significado en el resultado que se obtuvo en esta quinta edición del Clásico.

Esta decisión, sin embargo, no por necesaria es la solución final a los problemas que entraña aún el béisbol cubano. Cuba, que llegó a ser uno de los equipos más temidos de la pelota a nivel mundial, llevaba años sin poder dar una demostración sólida en ese deporte. Las razones son disímiles. Entre ellas, el aumento del nivel y calidad de juego de otros países, sumado a un goteo constante de jugadores cubanos que han abandonado en las últimas campañas la selección nacional con la intención de alcanzar las Grandes Ligas.

Ante este panorama, Pavel Otero reconoce que Cuba necesita seguir mejorando en su pelota nacional si quiere volver a la senda de la victoria a nivel internacional.

“Después de esta actuación, la pelota cubana tiene que continuar. Que estemos de nuevo entre los cuatro grandes en un Clásico Mundial no significa que hayamos resuelto todos los problemas”, admite.

Para el periodista deportivo está claro que “hay que seguir potenciando” el béisbol cubano desde la base, así como “seguir rescatando instalaciones, terrenos”. En definitiva, dice, “toda la pirámide beisbolera del país necesita seguirse potenciando [...] y solo logrando eso es que vamos a ratificar que este cuarto lugar del Clásico no es una ilusión óptica ni una excepción, es realmente el lugar que le corresponde a Cuba”.

Por el momento, los cubanos, dentro y fuera y del país, en su mayoría, han celebrado la gesta del Team Asere y lo que supone para el béisbol en la isla. A su regreso al país, la novena cubana recibió una cálida bienvenida del pueblo cubano. Como en los mejores tiempos de la pelota, miles de cubanos y cubanas salieron a las principales calles de La Habana para saludar a su paso la caravana de los jugadores antes de su llegada a la Ciudad Deportiva donde fueron recibidos por más de 10,000 personas.

Con el buen sabor que dejó este Clásico para Cuba, el sentimiento es de seguir apostando al Béisbol, deporteademás catalogado Patrimonio Nacional en la mayor de las Antillas.

En palabras de Yoelkis Guibert miembro y pieza clave en las victorias de la selección: “Yo pienso que ahora el nivel de la pelota siga subiendo porque esto motiva a los niños y todas las categorías tendrán más deseo de jugar pelota y va a salir más talento”.

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