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Amor p or los animal es Los vec inos de Vi c e n t e López, unidos por el bien de las mas cotas.
¡SI! A la inclus ión social L o s jó v e n e s d e l G ru p o M a la rg u e y u n s ra r la s c o n d ic ueño en com io n e s d e l C o ú n , m e jo le g io C e fe ri n o N a m u n c u rá y lu p o r la in c lu s char ió n re a l y c o n c re ta
Suplemento de El Mirador Digital —ONG, creer que hay esperanza
AR MAR UN ARMAR UN PUENTE PUENTE Por Cam i la Su h r y Ju liet a Rico
Richard Wagner lo expresó de manera clara, a través de Parsifal, su obra monumental: “El mal se desvanece ante quien responde con el Bien". Pareciera que esta filosofía wagneriana inspiró a Roberto Boffi, quien a pesar de haber sufrido incontables hechos de delincuencia, prefirió responder con un acto de bien: Crear El Puente. Roberto es dueño de un frigorífico en Munro, ubicado a 20 metros de Villa Sívori desde el año 2008. “Seis veces me apuntaron con un arma; fuimos saqueados en 2012, cuando 50 personas entraron y se llevaron todo; En abril del año pasado, en un lapso de 20 días nos robaron dos veces y hasta fui amenazado de muerte” confiesa. Con el tiempo, al estar tan cerca, comenzó a conocer a los habitantes del lugar y a inmiscuirse en el estilo de vida de la villa. “Conocí a los buenos y a los malos, a todos” destaca Boffi. Como empresa y como familia siempre han colaborado, tienen una visión clara de la sociedad y entienden que es injusto lo que les pasa, por eso creen que es posible una transformación.
Pocos confían en que las clases marginales tienen solución, y el empresario es uno de ellos. Ideó una forma de combatir y revertir la situación, se puso a trabajar exclusivamente con los vecinos y creó El Puente, un medio para “llevar de donde sobra a donde falta”. Roberto fue consultor de diversas empresas, nacionales y multinacionales, lo que le sirvió para armar un proyecto bien estructurado, con estrategias y objetivos claros respecto a lo que se quiere lograr. “No sólo hay que poner el corazón, no alcanza con el trabajo voluntario, si queremos transformar el barrio el esfuerzo debe ser pleno” señala el dueño del frigorífico, quien precisa también que “todavía falta corazón y voluntad, no es tanto por el tema de la plata. Claro, la realidad es que es lo que manda, pero con educación logras más que con dinero” Comparar a su familia, a sus hijos con los pequeños de Villa Sívori fue determinante. Boffi cuenta que un par de años atrás, conoció a un niño llamado Lihuel, de 4 años de edad, que apareció una noche en la puerta trasera del frigorífico, pidiendo algo de comida. La escena desbastó al empresario, quien
Es padre de tres chicos. “Si comparas las oportunidades de uno y de otro, Lihuel no tiene chances. Hoy si le planteas una cuenta matemática simple, no sabrá resolverla. Mi hijo, en cambio, casi de la misma edad, ya sabe hablar inglés. Imaginen lo que sucedería cuando cumpla 18 años, no podría conseguir un trabajo si esto no se revierte ahora” se lamenta el hombre que comparte muchas horas de su vida con el pequeño. “Me estoy dedicando al 100% a esto, el proyecto tiene varias aristas a tener en cuenta, con particularidades estratégicas. No es un barrio muy grande, son 250 familias repartidas en tres cuadras de extensión. No podemos cambiar el mundo pero si empezar por lo nuestro” explica Roberto, quien además, pasa todo el día inmerso el sitio gracias a su emprendimiento. Recorre, camina las calles y se terminó ganando el respeto y la confianza de las personas más peligrosas del barrio. Todos ellos decidieron abrirle las puertas de sus casas porque saben que él y los suyos desean ayudar, cuidar a las familias y especialmente a los niños, que son el futuro.
Los niños realizan actividades artísticas, en este caso, se encargaron de pintar un mural
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Uno de los pedidos especiales que el fundaron hizo a la colectividad, fue que no vendieran paco y ellos los aceptaron, lo que demuestra que de su parte, son conscientes y están comprometidos con la causa. Planificaron una serie de acciones para penetrar y conocerlos mejor. Por ejemplo, para el día del niño se realizó una celebración, por primera vez, en el barrio. El municipio aportó muchos recursos y los chicos pudieron disfrutar de obras de teatro y otras actividades recreativas, recibieron regalos geniales y probaron unas tortas riquísimas con té, según nos cuenta el organizador, quien asegura que “ese fue el acto que terminó de generar el fuerte lazo entre ambas partes”. El puente también contactó a los Espartanos (rugby), para una charla. Ellos pudieron hablar con los chicos, especialmente a los que no participaron aún de actos delictivos, con el fin de “curarlos antes”, y que sepan
que la violencia y caer presos no es algo bueno. Boffi les propuso que si juntaban a 15 participantes, conseguiría un club y un entrenador para que ellos pudieran practicar. Efectivamente, se organizaron y éste cumplió. “Muchachos que se drogan las 24hs del día, hoy están dispuestos a entrenar” señala. El Olivos Rugby les cedió el espacio y un preparador físico aceptó ayudarlos y guiarlos dos veces por semana. “Hoy estamos como una organización sin papeles por decisión propia. La papelería sirve para el tema de los recursos, para administrarlos. Sin embargo, nosotros queremos que la gente del barrio se empodere. Queremos que los viejos fundadores tomen la comisión. Son personas sanas, con una visión de comunidad increíble y al formarla ellos mismos tiene que estar inscriptos. Así sería todo formal” explica Roberto.
De todas las cosas que le pasaron al creador de El Puente, como los robos, saqueos y amenazas, lo peor, según él mismo cuenta, fue la violencia del Estado. Boffi reclama que teniendo un montón de contactos, mucha gente importante “lo abandonó”. Recuerda que una fiscal lo tachó de “blandito” en una de las tantas denuncias que realizó. A pesar de que la situación lo enojó, entendió que responder con más violencia no era la solución, que no cambiaría nada. “Ves a una nene como Lihuel, que desde que nació solo vivió violencia, en una lugar poco digno para vivir, sin comida, ni salud y asumís que no podes pretender algo diferente a su realidad” confiesa Roberto. Entre lágrimas, describe una tarde en la que el pequeño le dijo que cuando sea grande quería ser como él, un motivo más para pelear por tantos chiquitos que están en la misma posición. “Este proyecto inspirará a muchos” sentencia.
Roberto Boffi E l funda dor Vecino del barrio y dueño de un frigorífico, sufri ó diversos hechos de delincuencia pero prefi rió seguir el camino difícil: en vez de enfadarse y atacar, optó por hacer un bien e intentar revertir la situaci ón. Un soñador que cree que hay es peranza... Los pequeños de Villa Sívori, divirtiéndose en la jornada del Día del Niño
CAMINO A LA INCLUSIÓN SOCIAL Por Julieta Rico
Lo que comenzó como un proyecto escolar, terminó siendo una causa de lucha para los alumnos del Colegio Ceferino Namuncurá. "Grupo Malargue" está compuesto por jóvenes que, a través del apadrinamiento de la escuela Juan Maurin Navarro de Mendoza, buscan mejorar las condiciones del establecimiento y fomentar la inclusión social. En el 2012 hubo cambios de directivos en el colegio de Florida (Vicente López) , y fueron estos los que decidieron cambiar el apadrinamiento del establecimiento educativo de la provincia mendocina por una escuela del barrio Las Flores. Esta decisión no fue mal vista: “Hay que ayudar en todas partes, pero nosotros no podíamos ni queríamos terminar de esa forma la relación con los docentes y chicos de Mendoza”, comenta Gonzalo, integrante del proyecto.
Esta fue la razón por la cual los alumnos y ex alumnos del Ceferino Namucurá decidieron seguir adelante con el apadrinamiento, aunque de manera independiente del colegio de Florida. Actualmente, son 29 los jóvenes que buscan promover los derechos de las personas con capacidades diferentes, y para ello realizan eventos tales como ferias americanas, colectas de útiles escolares o bingos para recaudar fondos, que son destinados a la compra de elementos esencialmente necesarios para los niños o la escuela de Malargue. “Todos los eventos que realizamos son en Vicente López, debido a que el 90% del grupo es oriundo del Partido. En el caso del bingo, lo hacemos una vez al año en el Ceferino, ya que seguimos manteniendo una muy buena relación” señala. Este año, decidieron realizar jornadas para difundir y luchar por la inclusión real y concreta.
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Son más de mil kilómetros los que separan a la ciudad mendocina del Municipio, esto dificulta el traslado y hace que la relación de padrinazgo es prácticamente virtual, es decir, están conectados con las profesoras, alumnos y familias por redes sociales o whatsapp. “No viajamos mucho por los costos, el dinero sale de nuestros bolsillos, pero una vez al año vamos a Mendoza y realizamos la jornada escolar”, la misma dura una semana y realizan tareas de mantenimiento del edificio, acompañan a los chicos en sus clases y proponen actividades temáticas que las maestras planifican durante todo el año para “meternos en su comunidad y ser uno más”, esto les permite profundizar su vinculo con los docentes, directivos y alumnos , además de ser un acompañamiento para las familias.
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UNA OPORTUNIDAD PARA LAS MASCOTAS Por Julieta Rico
Hace casi nueve años, un grupo de vecinas decidieron unirse por amor a las mascotas y crearon “Animales de Vicente López”. Su objetivo principal es concientizar y fomentar la castración, no sólo para reducir el número de animales abandonados sino también pensando en la salud de los mismos. Todos los sábados de 10.30 a 14.30 realizan jornadas de adopción y concientización en la esquina de Maipú y Entre Ríos, Olivos. Y además, se suman de manera voluntaria a las fechas de castración gratuitas del Municipio para ayudar en lo que esté a su alcance, ya sea organizando a la gente, en los postoperatorios, realizando una reflexión final, etc. El proyecto comenzó de la mano de Clarisa y Mónica, quienes ya habían incursionado en otras asociaciones. El grupo fue creciendo con el tiempo y se formó un staff estable de voluntarias que se dividen las tareas, ya que remarcan:
“Todas tenemos nuestras familias, trabajos y los animalitos nos demandan mucho tiempo, cada una aporta de a cuerdo a su disponibilidad”. En el caso de Susana, se sumó hace cinco años y en su casa tiene cuatro perros de la familia, más dos en tránsito. Con respecto al último en llegar comenta: “Mi marido vio a un perrito en la calle al cual lo estaba por pisar un auto y lo trajo, ahora está en casa hasta que podamos darlo en adopción”. Su marido también se sumó al grupo y sus dos hijos la apoyan, es por eso que “en casa estamos de acuerdo y por eso son siempre bienvenidos los perros. Hasta mi hermano me ayuda cuando en casa no hay lugar”. En cuanto al presupuesto con el que cuentan Susana remarca: “No tenemos refugio propio, por lo que todo es a pulmón y corazón”, esto las limita a la hora de rescatar más mascotas. Por esta razón “la ayuda de los padrinos y vecinos es esencial” señala Susana. Mujeres del equipo en una jornada de trabajo
¿QUIÉN ES JUAN CARR? Por Cam i la Su h r
"Necesitamos gente excepcional, pero lo más común posible, para que todos seamos excepcionales" señaló el hombre en cuestión, al ser postulado para el Nobel de la Paz, en la última de siete ocasiones, por la Unesco. Juan Carr es la cara visible de Red Solidaria, un proyecto que comenzó en 1995 con el compromiso de un grupo de amigos. “No es asociación, ni organización. No tiene papeles ni personería” ha explicado. La intención principal era en los inicios, y es actualmente, la de generar cultura y acompañar al prójimo. Su espíritu solidario despertó desde una temprana edad, cuando a los 9 años se desempeñó como scout y entendió que su cometido era ayudar. “Quiero cambiar el mundo” admite con ferviente optimismo, cada vez que es consultado. Ha impulsado y participado en incontables campañas de emergencia y movimientos sociales como ante los casos de Gripe A, en diversos acontecimientos de inundaciones, luchas constantes para salvar bosques y por supuesto, su compromiso con historias dolorosas como las pérdidas de Candela Sol Rodríguez o Sofía Herrera que para Carr fueron “derrotas”, ya que no pudieron hacer nada al respecto. A pesar de haber recibido innumerables propuestas para ocupar cargos políticos, declara que no se ve como funcionario, destacando que la política “no es su vocación”. Lo suyo es la búsqueda constante del cambio, sin necesidad de cargos ni títulos. Cree y hace para que esto se concrete, no se sienta a esperar. Su personalidad, inspiración de miles, lo define como un ser único, de esos pocos luchadores que dedican su vida a pelear batallas ajenas. Juan Carr es el fundador de Red Solidaria
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