Correr con una sonrisa Por Franco López Larrañaga De profesor de educación física de un colegio de Rosario a entrenador de una atleta campeona paralímpica, Martín Arroyo tuvo un 2016 que jamás olvidará.
estadio aquel 9 de septiembre, la acompaña a todos lados. Es parte de ella y de su filosofía de vida. Staff de Sexto Anillo: ¿Cómo llegaste a conocer a Yanina y a entrenarla?
El 9 de septiembre de 2016 difícilmente sea una fecha que Martín Arroyo olvidará. Ese día, su pupila Yanina Martinez, atleta paralímpica de 22 años que sufre de parálisis cerebral, ganó la final de los 100m T36 en los Juegos Paralímpicos de Rio de Janeiro, registrando un tiempo de 14 segundos y 46 centésimas.
Martín Arroyo: Nosotros estábamos en un club de Rosario. Ella vino con la mamá y empezamos a hacer natación. A los tres o cuatro meses, generamos un grupo de atletismo, donde había entre 20 y 25 chicos. Decidimos formar un grupo de entrenamiento con seis o siete de estos chicos para competir a nivel federación. Y así surgió: a partir Arroyo recuerda que aquel día casi no de la inclusión y de la educación física. pudo dormir, a diferencia de su SA: ¿Cómo es un día de alumna que asegura que “durmió entrenamiento suyo? como un tronco”. Los nervios, ya en esa instancia que parecen imposible MA: Ronda, lo que es preparación de disimular, se propagan como una física, aproximadamente una hora y bacteria. Y la obligación que tiene media. Nunca llegamos a las dos cada entrenador de “quitarle” las horas. Algunos días hacemos propias a su discípulo juega un papel kinesiología previo al entrenamiento, más que sublime. El momento de la con la doctora Romina Gonzalez, verdad se acercaba y era casi donde buscamos reducir el tono evidente que tanto Claudia, la madre muscular y ganar en elasticidad para de Yanina, como Martín, no podían poder plasmar lo mejor en la pista. disimular su expectativa. Arroyo, en Generalmente, entrenamos como un una muy amable charla, nos contó que atleta normal. Hacemos una entrada la chance de que Yanina ganase, en calor y trabajo específico. Siempre estaba, pero lo que vino después fue buscamos eso, entrenar lo que mucho más de lo esperado por todos. queremos mejorar. Ella, sin embargo, mantenía el humor que la caracteriza y que la seguirá SA: Si tuvieras que definir a Yanina acompañando por siempre. No es una Martínez, ¿qué palabra usarías y por batalla la que ella lucha, es una vida qué? que vive. Ella lo entiende a la MA: Yo siempre digo que ella corre perfección, por eso saltó a la pista del con una sonrisa. Nosotros decimos Estadio Olímpico Joao Havelange aquel viernes con una sonrisa de oreja que es porque a Yani le divierte su a oreja, así corrió y así ganó la forma, su medio de vida. Es nuestra medalla más deseada de todas. Todos forma de vida. Así nos manejamos. sus auspiciantes de la vida estaban en Pasamos muchas horas juntos, no las gradas llenos de tensión y con el solo entrenando, sino en el gimnasio, cuerpo estresado de tantos nervios. con el kinesiólogo, el psicólogo, el Ella era la más tranquila del universo. psicopedagogo, tenemos evaluaciones más o menos permanentes con el Martín Arroyo, su mentor desde que Centro Médico Deportivo de la era muy chiquita, nos comentó que Provincia de Santa Fé, y ella siempre Yanina Martinez ama lo que hace y está contenta, le gusta lo que hace y que esa sonrisa que la acompañó al lo transmite en una pista de atletismo
SA: Con el entrenamiento previo a los Juegos Paralímpicos de Rio, ¿creías que se podía alcanzar el oro o lo veían lejano? MA: La medalla de oro es un extra. Si bien Yani estaba primera en el ranking mundial, las carreras son carreras y se deben correr. Sabíamos que se podía dar un podio, pero lo que es el oro, no podíamos calcularlo. Sabíamos que había una posibilidad. La gran chance era traerse una medalla y eso fuimos a buscar a Rio. Sin duda que al estar primera en el ranking, teníamos que sacarnos un poco de presión. Pensar que cualquiera sea el color de la medalla, era un logro importante. Por suerte se dio. La posibilidad estuvo desde 2015, cuando Yani fue subcampeona del mundo. Creíamos que se podía repetir eso o incluso algo más. Y se dio ese extra. SA: ¿Y qué significó ese extra, esa medalla tanto para ella como para vos? MA: Para nosotros significa mucho. Muchos años de entrenamiento que fueron volcados a esa medalla. Lo que
significa para nosotros es, más que nada, una apertura al mundo paralímpico. Hoy por suerte, muchos pueden conocer el deporte, muchos pueden decir que después de un Olímpico viene un Paralímpico y esta medalla y las otras conseguidas por la delegación, más los otros tantos diplomas, hace que el deporte crezca, que todo se vea reflejado en lo que cada uno desde su lugar puede generar para que muchos chicos puedan seguir y que estos atletas sean referentes del deporte para el día de mañana. Y creo que para el día de hoy también. Una medalla significa mucho, para uno como profesor de educación física, y obvio que para Yani y para su familia ha sido un logro enorme, a pesar de que no es el primer objetivo para ellos. Estos son condimentos que se agregan a aquel primer objetivo de cuando nos conocimos. Sin embargo, esto genera que muchos atletas se vayan insertando en la etapa deportiva y eso es lo más importante para nosotros.
LA GLORIA DE YANINA Por Franco López Larrañaga La rosarina Yanina Martinez hizo historia en la pista de atletismo del Estadio Olímpico Joao Havelange durante los Juegos Paralímpicos de Rio 2016. Es que la paratleta de 22 años consiguió la primera medalla dorada para el país en un evento como luego de 20 años. El 9 de septiembre, bajo un sol radiante que penetraba en el estadio, Yanina corrió la distancia de 100 metros más rápido que cualquiera de sus siete contrincantes y, así, pudo arribar a la meta con un tiempo de 14 segundos y 46 centésimas, lo que representó la primera medalla de oro para la Argentina desde Atlanta 1996 (donde se habían consagrado Betiana Basualdo en natación y Néstor Suárez en atletismo) y la primera en los Juegos Paralímpicos de Rio. La rosarina, que ya venía de haber sido segunda en el Mundial de Doha 2015 y medallista dorada en los Parapanamericanos de Toronto del mismo año, no solo se preparó para la prueba donde se consagró campeona paralímpica: los 100m T36. Yanina también se entrenó para dar lo mejor en la prueba de 200m, pero en la final no pudo repetir el gran tiempo conseguido en las etapas clasificatorias, que la colocaban primera en la general con un registro de 30 segundos y 80 centésimas, y quedó relegada al cuarto lugar. Aun así, nadie le quitará a la joven paratleta rosarina toda la gloria que se trajo de Rio.
TEL AVIV 1968, UN RECORD ARGENTINO Por Alejo Bruno Los Juegos Paralímpicos de Tel Aviv 1968 quedarán en la historia de la delegación argentina por ser los Juegos donde más se cosecharon medallas. En total, Argentina consiguió 30 medallas, 10 de oro, 10 de plata y 10 de bronce. El estallido que generó la medalla de oro conseguida por Yanina Martinez, en Brasil 2016, hizo que todo el pueblo argentino se interese por los Juegos Paralimpicos apoyando a la delegación albiceleste que logró cinco medallas en total (una de oro, una de plata y dos de bronce). No solo Yanina fue la protagonista de estos juegos sino que la acompañaron en las victorias deportistas como Hernán Urra,Hernán Barreto y todo el equipo de fútbol para ciegos, Los Murciélagos. A partir de la euforia que generaron los pasados Juegos Paralímpicos en Brasil 2016, viajaremos a través del tiempo para recordar la mejor actuación paralímpica de la delegación argentina en toda su historia. 156 medallas cuenta
Argentina, de las cuales 30 fueron conseguidas en los Juegos Paralímpicos de Tel Aviv 1968, con la particularidad que estos Juegos fueron realizados en una sede diferente a las de los Juegos Olímpicos. Recordemos que aquel año los J.J.O.O fueron desarrollados en México mientras que los Paralímpicos tuvieron lugar en Israel. Los Juegos Paralímpicos realizados en Tel Aviv representaron no solo la tercera edición de la competencia sino que fueron los mejores Juegos para la delegación Argentina donde se cosecharon 30 medallas en total. El equipo argentino decidió participar en cuatro deportes llevados a cabo por 19 deportistas, de los cuales, siete eran mujeres. La delegación supo ganar 10 medallas de oro, 10 de plata y 10 de bronce en natación (4), atletismo (25) y baloncesto (1) logrando la novena posición en el medallero paralímpico sobre 28 países participantes. Entre los deportistas más premiados se destacaron Silvia
Cochetti con ocho medallas en tres deportes distintos, Dina Galíndez con seis medallas y Susana Olarte con cinco medallas. Los varones, por su parte, ganaron 10 medallas (2 de oro) y las mujeres ganaron 20 medallas (8 de oro). El desempeño del equipo argentino en cada deporte fue sobresaliente. En atletismo, Argentina supo demostrar su poderío y destacarse entre el resto de los deportistas logrando la mayor cantidad de victorias en la edición y ocupando la tercera posición en el medallero del deporte quedando detrás de Estados Unidos y del país anfitrión, Israel. Además se consiguió la segunda posición en el medallero femenino, detrás del país anfitrión. En la natación, el conjunto argentino obtuvo cuatro medallas de las cuales una fue de oro, una de plata y dos de bronce. Entre sus principales deportistas, se destaca la participación de Helvio Aresca, Carlos Carranza y Silvia Cochetti.
El basquet en silla de rueda tuvo su crecimiento en estos juegos, ya que por primera vez en la historia, las mujeres pudieron ser parte del desarrollo del mismo. En el evento femenino participaron cinco países: Argentina, Austria, Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel. El equipo argentino estuvo integrado por Silvia Cochetti, Estela Fernandez, Dina Galíndez, Susana Masciotra, Amelia Mier, Susana Olarte y Noemí Tortul. El equipo femenino venció a Estados Unidos 4-1, a Austria 22-15, a Gran Bretaña 8-2 y perdió con Israel 17-12. Este último ganó la medalla de oro, en tanto que Argentina quedó segunda haciéndose acreedora de la medalla de plata, mientras que la de bronce correspondió a Estados Unidos. Tel Aviv quedará en el recuerdo de todos los argentinos por el esfuerzo y el sacrifico con el que se consiguieron las 30 medallas.
DATOS CURIOSOS DE LOS JUEGOS PARALÍMPICOS Por Lucas Singman Los Juegos Paralímpicos, con un término similar a los Juegos Olímpicos, son considerados un enorme evento deportivo. Pese a ello, mantienen ciertas curiosidades que los hacen únicos. En primer lugar, siendo la diferencia principal y más importante, en los Juegos Paralímpicos la bandera es distinta a los reconocidos anillos olímpicos, representando el lema “Espíritu en movimiento", representados en tres arcos rojos, verdes y azules que se intercalan. En cuanto a las medallas, también se diferencian de la de los Juegos Olímpicos, puesto que las preseas paralímpicas tienen un relieve que identifica si una medalla es dorada, plateada o de bronce. Asimismo, las mismas poseen pequeñas bolitas que hacen ruido para que los ciegos y atletas con discapacidad visual puedan escuchar su sonido. Al igual que en los Juegos Olímpicos, existen algunos casos curiosos que llaman la atención. Por ejemplo, el del nadador sin brazos. Zheng Tao perdió sus brazos debido a una descarga eléctrica que sufrió de pequeño y
como recompensa de su esfuerzo, el nacido en China obtuvo una medalla dorada rompiendo el récord mundial y también una medalla plateada en 50 metros mariposa. Otra muestra más de combate y sacrificio es la de Matt Stutzman, aquel arquero que ejerce arco y flecha sin brazos. El norteamericano posee una puntería envidiable, que lo llevó a quedarse con el récord Guinness de tiro preciso a mayor distancia con una marca de 283 metros. Stutzman vivió una historia fuerte, ya que sus padres lo dieron en adopción a los cuatro meses, pero pudo salir adelante con su nueva familia. En tanto, combinando el uso de los pies y la boca, el arquero tocó el cielo con las manos tras haber dicho presente en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 y Rio de Janeiro 2016, donde su imagen pasó a ser reconocida mundialmente, como un ejemplo a seguir para atletas con capacidades diferentes. Por otro lado, claro está que para jugar al vóley hay que tener una buena altura. Tal es el caso de Morteza Mehrzadselakjani, el gigante que mide 2,46 metros y se destaca en dicho deporte. El iraní
tenía 16 años y su vida pasaba por el básquet. Sin embargo, un accidente le rompió la pelvis y redujo su movilidad, lo que lo trasladó al mundo del vóley, en donde se transformó en la figura del seleccionado de Irán. Yendo un poco al ámbito local, existen dos casos particulares, aunque uno más positivo que el otro. Por un lado, Behzad Zadaliasghari, que representa a la selección de Irán en fútbol 5, realizó una jugada fantástica al mejor estilo de Maradona, con la sutil diferencia que el iraní no puede ver la pelota. En este tipo de fútbol, los jugadores se ayudan por un guía que se ubica detrás del arco contrario y siguiendo el sonido del cascabel que lleva la pelota, el jugador va marcando su camino. Así fue como lo hizo Zadaliasghari, quien eludió a cuatro compañeros y estampó la pelota en la red. Cabe destacar que el arquero, que es vidente, no pudo hacer mucho al respecto en el gol maradoniano del jugador iraní. Por otro lado, la noticia más negativa fue la de Jorge Lencina, el judoca argentino que se transformó en el primer doping en la historia del deporte nacional.
Luego de haber conquistado un diploma en Rio de Janeiro 2016, el judoca dio positivo por la sustancia clomifeno, un nivelador sexual usado en tratamientos de fertilidad. Debido a ello, el Comité Paralímpico Internacional (CPI) lo sancionó con una suspensión provisoria por una violación a las normas antidopaje. Este fue un cierre de participaciones negativo para el cordobés, puesto que ya había disputado los Paralímpicos de Beijing 2008 y Londres 2012, donde consiguió sendas medallas de bronce en la categoría de -81 kilos, y fue atleta olímpico en Atlanta 1996, Sydney 2000 y Atenas 2004, año en que se le
detectó una deformación en las córneas. Por último, Alessandro “Alex” Zanardi, un ex piloto italiano de la Formula 1, tuvo un giro inesperado en su vida que lo inhabilitó a continuar compitiendo en automovilismo. Todo parecía encaminado en su carrera en la Formula 1, hasta que en el 2001 un choque a 320 km/h cuando disputaba una carrera de CART le implicó la amputación de ambas piernas. Su amor por el deporte hizo que se dedicara al ciclismo adaptado, deporte que lo llevó a conseguir dos medallas doradas en Londres 2012 y otra en Rio de Janeiro 2016, dejando en claro que todo esfuerzo tiene
EL HOMBRE QUE JUEGA AL TENIS DE MESA CON LA BOCA Por Lucas Singman Ibrahim Hamadtou tuvo un accidente de tren donde perdió ambos brazos. Sin embargo, eso no lo imposibilitó de jugar al tenis de mesa. Existen historias de auto-superación. Sin embargo, este caso conmovió al mundo en los Juegos Paralímpicos 2016 llevados a cabo en Rio de Janeiro, Brasil. En 1983, con tan sólo 10 años, el nacido en Egipto sufrió un accidente de tren que lo mantuvo tres años sin salir de su casa. De todos modos, dando un ejemplo de perseverancia absoluta, Hamadtou no se rindió y fue por la gloria. Probando distintas formas de triunfar, dio sus primeros pasos jugando con la raqueta debajo de la axila, lo que no le resultó muy cómodo. Al poco tiempo, llegó el método que consolidó: jugar con la paleta en la boca, brindando así precisión y rapidez a la hora de efectuar golpes. Asimismo, es importante saber que se ayuda con su pie derecho – descalzo- para tirar la pelota al aire en el momento del saque. En tanto, pese a que su debut representando a su país fue en 2004, recién pocos meses después de haber cumplido 43 años tocó el cielo con las manos tras haber partici pado en los Juegos Paralímpicos de Rio de Janeiro 2016. Aunque se ubicó en el undécimo lugar en la categoría individual en dicha competición, Hamadtou ya ganó en su lucha con la vida y dio una muestra más de constancia y persistencia.