DIEGO EL MEJOR DE TODOS
El día que Diego “tocó el cielo con las manos” Por Juan Ignacio Arias Montoya Corría el 20 de octubre de un lejano 1976. Argentinos Juniors debía jugar un partido por el Campeonato Metropolitano ante Talleres. Los aficionados, como un día más, se acercaron al estadio a presenciar el partido de los dirigidos por Juan Carlos Montes. Sin embargo, más de uno quedó sorprendido al escuchar un nombre en particular de un jugador que iba a estar en el banco: Diego Armando Maradona, de apenas 15 años. Todos habían escuchado de sus gambetas en inferiores, pero pocos daban fe. Llegó el entretiempo. El Bicho perdía por 1 a 0 y la táctica del entrenador del elenco de La Paternal no estaba funcionando. Fue entonces en ese preciso instante en el que el director técnico habló con el joven que tenía la camiseta 16 en su espalda y una melena enrulada que se llevaba la mirada de muchos. Sin más, Montes se dirigió a Maradona y le explicó: "Vaya, pibe. Juegue como usted sabe y, si puede, tire un caño".
El Pelusa, fiel a su rebeldía, le hizo caso a su DT. Juan Cabrera, recientemente llegado a Talleres desde Gimnasia y Tiro de Salta, su provincia natal, fue a marcar a Maradona. Diego, ante la atenta mirada de unos pocos miles de hinchas, siguió al pie de la letra la indicación de Juan Carlos y dejó pagando al mediocampista. Haciendo referencia a ese día, el astro argentino, con
Foto: Getty mucho cariño, recordó lo sucedido y detalló que “tocó el cielo con las manos". Esa jornada, sin que muchos lo supiesen ni tuviesen en cuenta, una leyenda había comenzado.
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La pasión por encima del dinero Por Matías Bernabé Ciancio
préstamo por el elenco de La Paternal.
Cinco años después de su debut, Maradona, ya en el radar de los clubes más importantes de Argentina por su gran nivel desplegado en Argentinos Juniors, se sentía listo para dar un gran salto de calidad y pasar a una institución grande del país.
A dos días de sellar su vínculo con Boca, como si fuese el destino mismo quien guiaba a Maradona, la joven promesa debutaba en la institución de La Ribera, nuevamente ante Talleres. En esta oportunidad, la cosa fue distinta. El 10, con más experiencia en su espalda, se despachó ante el club de Córdoba y le marcó dos goles. El 10 había enamorado a una hinchada que le iba a devolver el cariño siempre.
River era el mejor encaminado. La predisposición de la institución estaba y hasta le habían ofrecido a Diego tener el mismo sueldo que el jugador mejor pago del plantel, el legendario Ubaldo Fillol. Pese a ello, el astro argentino lo tenía claro: quería jugar, a como de lugar, en Boca.
Ese 22 de febrero, por más que fue por apenas un año, nació una de las relaciones más prolíferas y vigentes del fútbol argentino.
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El Xeneize no atravesaba un gran momento y aquejaba una muy mala situación económica. Sin embargo, esto poco le importó al Pelusa, quien terminó firmando por un año y medio siendo cedido a
Las jornadas fueron pasando y, si bien ya era reconocido por mucha gente en el mundo fútbol, el Xeneize logró potenciar a gran escala la calidad de un deportista que ya pintaba para crack.
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El salto soñado
los jugadores más anhelados de aquellos tiempos.
El 4 de septiembre de 1982, sin lugar a dudas, será un día que quedará graApenas un año le bastó a Maradona bado en la memoria del 10 para toda para generar el interés de los equipos su vida. Aquella jornada, el crack artitánicos de Europa. Si bien Boca no gentino hizo su debut con el elenco tuvo buena suerte a la hora de dispu- Culé. Si bien el resultado fue adverso tar los torneos, el astro brilló por su (Barcelona perdió con Valencia por 2 cuenta. a 1), Diego se dio el gusto de nuevaLa Selección Argentina, en 1982, viajó mente marcar un gol en su estreno al Viejo Continente para disputar el con una nueva camiseta en su carrera Mundial de España. Luego de decep- profesional. cionar a más de un hincha (La AlbiceLa odisea de Maradona no duró muleste quedó eliminada en segunda facho en la institución Blaugrana. Yendo se), Diego se quedó en dicho país. El de mayor a menor, el argentino se fue Pelusa, finalmente, se mudaba a Eupor la puerta de atrás fruto de una duropa. A cambio de 1.200 millones de ra sanción impuesta por la Federación pesetas, una suma más que exorbiEspañola de Fútbol, que lo castigó tante para ese entonces, Barcelona se quedaba con los servicios de uno de Por Juan Ignacio Arias Montoya
con una pena de seis meses manteniéndolo alejado del verde césped. Aprovechando una dura sanción que la Federación Española de Fútbol le había impuesto al jugador, el club Culé sacó provecho y decidió apartarse del deportista, que fue traspasado al Napoli de Italia.
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Los años en los que un argentino fue dueño de Italia Además, El Pelusa se dio el privilegio de alzar la tan ansiada UEFA Europa League (único título internacional de Sin lugar a dudas, se puede decir con total seguridad que alta competencia de la institución). Maradona vivió sus años mozos en el fútbol mientras defendió la camiseta del Napoli. El argentino llegó a un club poco reconocido en Italia, que la pasada temporada se había salvado por apenas una unidad de descender a la segunda división. Por Matías Bernabé Ciancio
Si bien la primera temporada (1984-1985) no fue del todo positiva, Diego generó algo que escaseaba en el club del sur de Italia: fe. El Pelusa había sido una de las figuras más destacadas del certamen y los dirigentes comprendieron que si se mejoraba la plantilla se podía pelear por el título.
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Fruto de la entrega y la pasión con la que Maradona disputaba cada una de las jugadas que se cruzaban en su camino, los napolitanos finalmente lo terminaron tomando como un referente de la institución y del fútbol. Partido a partido, la gente de la institución de Italia fue generando una devoción difícil de explicar por el astro argentino.
El 17 de marzo de 1991 la vida del Diego Los resultados comenzaron a estar a la vista al poco dio un giro inesperado. tiempo. El rendimiento del astro del fútbol, temporada a Luego de ganarle al temporada, se fue potenciando. Los logros cosechados Bari por 1 a 0, el jugacon la Selección Argentina no hicieron más que seguir dor fue seleccionado alzando más y más una carrera que parecía no tener te- para realizarse un concho. trol antidopaje. El mismo dio positivo por coCon el paso de los años, el deportista y la institución se “fusionaron”. Napoli era Maradona… y Maradona era Na- caína. La sanción fue muy dura, ya que estipoli. De la mano de actuaciones históricas del crack argentino, Los Azzurri levantaron dos scudettos (los únicos puló que el deportista debió estar alejado del verde dos en la historia del club). césped durante quince meses.
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El sueño del pibe se vuelve realidad Por Matías Bernabé Ciancio Luego de disputarse el Mundial de España 1982, varios cambios sacudieron a la Selección Argentina. El campeón de la Copa del Mundo 1978, César Luis Menotti, dejó su cargo y fue reemplazado por Carlos Salvador Bilardo, con una ideología y estilo de juego completamente distinto. Hasta el 10 de mayo de 1985, Maradona no disputó un solo encuentro defendiendo los colores de su país. Bilardo, por su parte, anhelaba armar su equipo con deportistas que se desempeñaban en el fútbol local. El astro argentino se hizo esperar, pero finalmente regresó casi tres años después. En dicho encuentro, Argentina chocó ante Paraguay en un cotejo amistoso con el fin de seguir preparando al seleccionado nacional para las eliminatorias de la Copa del Mundo de 1986. Como no
podía ser de otra forma, habiendo el encuentro finalizado 1 a 1, Diego marcó el gol para La Albiceleste. Argentina, sufriendo más de la cuenta, logró clasificar al Mundial de México. Los encuentros de preparación no transmitieron mucha esperanza a la afición albiceleste, pero la delegación fue contra todo pronóstico y, partido a partido, fue avanzando de fase.
actuación superlativa y fuera de lo normal, el jugador le marcó dos goles a Inglaterra que quedaron para la historia. Ese 22 de junio, El Pelusa se metió en la cronología del fútbol y creó La mano de Dios y el Gol del Siglo.
Cuando apenas era un niño lleno de ilusiones y daba sus primeras pinceladas de calidad, Maradona dio una entrevista como juvenil de Argentinos Juniors y señaló: “Mi primer sueño es jugar en el Mundial, y el segundo es salir campeón”. Días después de su partido excelso contra Los Tres Leones, Argentina venció 3-2 a Alemania Federal y alzó su segunda Copa del Mundo.
Foto: Getty En los cuartos de final, Maradona jugó, probablemente, el partido más recordado de su carrera. Con una
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La impotencia de todo un país expresada en las lágrimas de un jugador Por Juan Ignacio Arias Montoya Con la intención de poder tocar el cielo con las manos una vez más, Argentina repitió la fórmula ganadora de 1986 para el Mundial de Italia 1990: Maradona en el campo, Bilardo en el banco. No era el mismo 10 que había alzado el trofeo tan ansiado por todos hace cuatro años, pero su amor por los colores de su país fue más fuerte en los momentos donde la habilidad no era todo. El Pelusa contó con un apoyo muy especial: el de los napolitanos, quienes cada vez que tenía que jugar en el sur de Italia optaban por poner al crack del Napoli por encima de su nación. En la fase de grupos, Argentina sufrió más de la cuenta pero logró avanzar de fase. Aunque Maradona fue castigado de forma constante por sus rivales (contra Rumania sufrió un golpe en su tobillo izquierdo que lo obligó a infiltrarse en todos los encuentros restantes), la pasión del astro corría por sus venas y eso lo motivaba a levantarse y seguir. En octavos de final, La Albiceleste se
topó con Brasil. En el Superclásico de las Américas, La Verdeamarelha fue claramente superior, pero los comandados por Bilardo fueron efectivos y se quedaron con la clasificación a la siguiente instancia gracias al tanto de Claudio Caniggia. En las semifinal, Maradona, fiel a su estilo, no soportó escuchar como en pleno himno de su país, la afición de Italia silbara al emblema argentino. Sin contener sus palabras y ante la mirada de miles de personas, Diego demostró que iba a defender hasta la última gota de sudor la camiseta de Argentina, cosa que finalmente sucedió.
luchado de principio a fin, pero Edgardo Codesal, con un penal muy dudoso cobrado a favor del seleccionado europeo sobre el final del mismo, acabó con la ilusión de toda Argentina. Finalizado el cotejo, Maradona no pudo soportar la injusticia cometida y comenzó a llorar desconsoladamente. El llanto de impotencia de todo un país se vio representado en el rostro de un deportista que había dejado todo de principio a fin para llevar a su nación a lo más una vez más.
Foto: Getty La Celeste y Blanca estaba una vez más en la final del Mundial. El rival de turno era Alemania. El partido fue
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