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Jesucristo celebra la cena de
Como Vida Consagrada, este momento es un desafío histórico y una invitación muy específica a llevar esta travesía en condición de hermanas/os.
En esta página, que es un espacio muy valioso para la Vida Consagrada de Celaya, hacemos una invitación para que, en nuestras comunidades religiosas, leamos, meditemos, comentemos y oremos la REVISTA DE LA CLAR, una edición especial digital que se publicó en este mes de mayo, bajo el título: “Claves hermenéuticas para enfrentar la pandemia en defensa de la vida”. El número es de acceso gratuito. Este peregrinar pascual, en medio de tantos desafíos, agudizó en nosotras/ os la mirada contemplativa, esa que nos permite situarnos más gratuita y conscientemente ante todo lo que acontece. El silencio ha resonado con fuerza y se ha poblado de nombres, historias, dolores, situaciones concretas que llegan hasta nuestros espacios cotidianos y lo transforman todo en lugar teológico de la manifestación de Dios.
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El Papa Francisco, en su mensaje de Pascua del Domingo de Resurrección afirmó: "el mundo entero está sufriendo y tiene que estar unido" porque éste "no es el tiempo de la indiferencia".
Hna. Ma. del Rayo Mancera Rangel Religiosa del Verbo Encarnado
Todo lo visto y oído, durante este tiempo, debe suscitar en nosotras/os transformación, entrañas compasivas, prácticas misericordiosas, salida misionera, profetismo audaz.
Estos días de “aislamiento obligatorio” han situado a la Vida Religiosa en el lugar de lo común, tiempo juntas/os; tejiendo la relación; compartiendo la fe que nos habita y sostiene; desarrollando la creatividad que nos alegra y dispone a la entrega; buscando cauces a la solidaridad, al compromiso con los más pobres, con quienes más sufren y preguntándonos sin descanso por la mejor manera de responder a los actuales desafíos:
• Una pandemia que nos recuerda lo vulnerables que somos, un virus, capaz de modificar nuestras agendas, el ritmo de la vida, el orden mundial.
• Una crisis económica que pone a tambalear a las grandes potencias, que nos afecta a todas/os y golpea especialmente con fuerza a los más pobres.
A continuación, el resumen y/o conclusiones de algunos de los artículos de esta edición especial de la revista.
EN EXILIO CONSTRUYENDO P. Gregory Kennedy, SJ
RESUMEN DEL ARTÍCULO Los profetas son los portavoces de Dios que lamentan cuando aparentemente todo va muy bien, y animan a sus vecinos cuando les parece a estos que todo se va por el piso. Covid-19 nos viene como un profeta de la primera fase. Nosotros, los exiliados por el virus, tenemos que asumir la secunda tarea del profeta: anunciar la esperanza.
Con Jeremías, nuestro mensaje debe ser: construir, cultivar, contribuir. No hemos sido deportados; sin embargo, vivimos en exilio. El virus no ha derrumbado los templos del culto; no obstante, la Iglesia, como comunidad, no tiene donde celebrar los ritos sagrados. No nos han esclavizado, pero carecemos casi por completo de la libertad que poco antes disfrutábamos sin pensar. Nuestra Babilonia está cerca, demasiado cerca: es nuestro hogar, ahora un sitio de asedio, de destierro, de aislamiento. Una familiaridad excesiva, resultado de la cuarentena, ha vuelto lo conocido raro e inhóspito.
PABLO Y LA COMUNIDAD DE CORINTO
Una invitación en momentos de pandemia P. Tarcisio Gaitán, CP
Es una conversión que tenemos que hacer.
Y si no empezamos por ahí, la conversión no va a andar.” Papa Francisco
RESUMEN DEL ARTÍCULO
En este artículo se brindan algunas luces que aporta la correspondencia de Pablo con la comunidad de Corinto. Los escritos de Pablo presentan a Cristo Crucificado como clave configuradora de la realidad total de la Iglesia. En la incertidumbre generada por la pandemia del Covid-19, ese mensaje sigue siendo actual para la Vida Religiosa.
CONCLUSIÓN DEL ARTÍCULO
La palabra que la Vida Religiosa brinda a la humanidad doliente nace de su configuración con aquel que murió en la cruz. El mensaje de la cruz se constituye en la marca que configura su servicio a las víctimas. La correspondencia de Pablo con la comunidad de Corinto resulta especialmente iluminadora en los días de la pandemia. La paradoja de la cruz ha de seguir siendo el dato que determine la configuración social de nuestras comunidades, el modo de relacionarnos con la Iglesia y la sociedad, las distintas acciones pastorales que asumimos. Vivir con gozo nuestra propia fragilidad y vulnerabilidad, nos posibilita descubrir y hacer presente la capacidad que tiene nuestro Dios de hacer florecer la vida. Puede ser la vía para vivir hoy la profecía de la esperanza, signo propio de la Vida Religiosa. Continuará...