MINISTERIO DE EDUCACIÓN Dirección General de Educación Básica Regular Dirección de Educación Inicial
La
huallata y el
zorro
Cuento No10
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HabĂa una vez
un zorro 6
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Un d铆a fabric贸 una trampa y consigui贸 cazar muchos p谩jaros.
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Luego las meti贸 en un gran saco Lo puso en su lomo pelado, y se las llev贸 a sus cr铆as.
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En el camino se cans贸. Entonces decidi贸 dejar el saco donde su comadre la huallata para poder descansar y beber un poco de agua.
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La huallata vivĂa a las orillas del lago.
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En cuanto la vio, el zorro dijo: - Comadre huallata, te dejarĂŠ este saco para que me hagas el favor de guardarlo hasta mi regreso. Por favor, no vayas a tocarlo y te lo agradecerĂŠ bastante.
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- Estoy para ayudarte en lo que se te ofrezca le contest贸 educadamente la comadre.
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Pero la huallata era curiosa y cuando el zorro se fue, se acercó a tocar el costal. Luego desató la soga que aseguraba la boca del saco y al instante salieron volando gaviotas, chiwancos, gorriones, zorzales, prurrrr… prurrrr… hasta que no quedo ni un solo pájaro. 18
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Desesperada la huallata trataba de impedir que los pรกjaros siguieran escapando, pero fue en vano.
La La huallata huallata de de miedo miedo al al enojo enojo del del zorro zorro llenó llenó el el saco saco con con espinas espinas envueltas envueltas en en ovillos ovillos de de ortigas ortigas para para que que el el zorro zorro no no lo lo encontrara encontrara vacío, vacío, luego luego se se marchó marchó lejos lejos para para que que el el zorro zorro no no la la pudiese pudiese encontrar. encontrar.
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Por la tarde regres贸 el compadre zorro y no encontr贸 a su comadre, pero s铆 el saco.
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Tom贸 el saco sobre su lomo y emprendi贸 contento el camino a su cueva.
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Al llegar a su guarida el zorro llamó a sus cachorros: - ¡Vengan! ¡Vengan! Una rica cena les he traído. A ponerse todos alrededor del saco para que los chiwancos, las gaviotas, gorriones y las tortolitas no se escapen y a mi orden los atrapen. Y diciendo esto agitó en el aire el costal haciendo salir el contenido.
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La se単ora zorra y los cachorros se lanzaron sobre los ovillos de ortiga que se les quedaron prendidos de los hocicos y patas.
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Cรณmo gritaban de dolor
ยกachachauuu! ยกAchachauuuu! 27
Despu茅s de curar las heridas decidi贸 vengarse de la comadre. El viejo zorro parti贸 enseguida en busca de la huallata para com茅rsela junto con sus ahijados.
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Al verlo acercarse, la comadre corri贸 hacia una laguna y luego de una r谩pida zambullida se intern贸 en el lago.
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El zorro busc贸 a la huallata en su casa y cuando la vio en el lago le dijo:
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- ¿Dónde se va, querida comadre? Por favor regresa ahora tengo otro costal que dejarte. Yo ya olvidé la broma que nos jugaste el otro día. Pero la huallata se hizo la desentendida y continuó en el lago. 31
Furioso, el zorro decidi贸 entonces secar el lago para as铆 poder atrapar a la huallata.
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Primero, con sus patas y hocico, comenz贸 a cavar una zanja para sacar el agua por ella, pero se hiri贸 y se le gastaron las u帽as. 33
Luego decidiรณ beberse toda el agua del lago. Y el zorro empezรณ a beber el agua del lago. Y bebe que bebe el agua, la barriga comenzรณ a hincharse. Y bebe que bebe la barriga se hinchaba mรกs y mรกs.
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Y tanto llen贸
su panza de agua que
隆paf!
Se revent贸.
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Dicen que de esa agua que sali贸 al reventar el zorro, se form贸 otra laguna llamada Camaquecota. 36
Por eso los abuelos enseĂąan que no hay que pensar nunca en la venganza o peores serĂĄn las consecuencias. 37