IV Pregon Hermandad de Pasion y Amargura

Page 1

Nieva, nieva en el camino de la memoria que guardo por la niñez infinita de recuerdos encalados. Nieva, nieva en primavera, Pueblo Nuevo, pueblo blanco, entre soles de labranza y los huérfanos arados. Nieva, nieva en primavera Pueblo Nuevo, pueblo blanco, que entre los marjales verdes de los bulliciosos campos, nieva el fruto verde y rojo por las grietas de mis manos, enfundadas en la escarcha de un amanecer helado. Las calles de negro asfalto, el olor a hierba fresca y una tarde de solano encalan mi Pueblo Nuevo, Puntalón, mi pueblo blanco. Al cruzarte en mi infancia me llevaste de la mano caminito de la escuela de los juegos y el trabajo con que se labran los hombres un futuro limpio y sano. Pueblo Nuevo, pueblo blanco, que aún dibujan mis ojos al hombre de pelo cano. ¡Cuánto te echo de menos! labrador que cultivabas alegres tardes de mayo a la vera de esta iglesia vestida de lino claro. Y curtido ya mi cuerpo de juegos, sudor y escarcha supe que todo era bueno pero un copo negro nevaba. Y pregunté a mi memoria Juan Carlos Medina Martín – IV Pregón Pasión y Amargura 2012

Página 1


y al niñño que aún me m habla que copo negro o caía en miss calles encaaladas. Pero noo encontré reespuesta ni a naddie que me contara por que en e mi infanccia llovían suspirros de sal am marga. Un día te dije adiós a N pueb blo blanco Pueblo Nuevo, llevanddo herida dee muerte a la infanncia entre mis m manos y un pesar p que no o sabía por quiien suspirab ba tanto. ¡Como ha h pasado el e tiempo cuantoss han sido lo os años! Hoy vengo v a ti Pu untalón mi queerido pueblo o blanco a borrarr de entre tu us calles esos suspiros s am margos porque guardas g en tu t iglesia la respuuesta limpiaa y clara para el niño quee tenía copos negros en el e alma. Hoy se que eres tú maestro c me faltaba. f todo cuanto

*Dignísiima Autoriddad Eclesiásstica. *Señor Hermano H M Mayor y Juntta de Gobierrno de la Heermandad dde Penitencia de Ntro. Paddre Jesús dee Pasión y María M Stma. de la Amaargura. *Hermannos, familiaa, amigos, gentes de bieen todos. Hoy no me m siento coomo en casaa. Hoy estoy y en mi casa. He aquí lla casa de mi m infanncia, esta igllesia, este pueblo, p y unnas cuantas cosechas c dee recuerdos… …. y he aq quí el hogaar que me daa cobijo díaa a día. Por aquí la mujjer con la quue inicié unna “chicotá” hace 17 añños bajo un paso que ni n tiene ni tendrá martilllo que lo arrríe, y a su laado las tres razonnes de mi seer. Por otro lado tambiéén las perso onas a las quue les debo mucho mass que la miisma vida. Llena L está esta e casa de amistades con c una mirrada sinceraa, sin ambag ges ni Juann Carlos Medin ina Martín – IV I Pregón Pasión y Amaargura 2012

Página P 2


alharracas ni mass pretensionnes que haceer de su bon nhomía su estandarte e y a las que teengo, con mucho m orguullo y a muccha honra coomo amigoss. Por aquí, también laas amistadess que han traspasado t e fronteraa para conveertirse en esa familia, que esa q sin ser laa que me haa tocaddo en buenaa suerte, se ganan g día a día mi mass sentido resspeto, amisttad, cariño y lealtaad. Y en esaas, estás tú. Anótame otra o deuda de d amistad, de d esas que ya navegan n solass viento en popa p a toda vela en altaa mar. Tú saabes. Aún recuerdo, haace apenas un u año, aquel “Con lo fácil que sería/qu ue el cofrad de se mostraara/hermano de sus herm manos/y en su cofradieera casta/fu uera ejemp plo para otrros/sin man neras farissaicas.” Es fácil, f porquue tú lo hacees fácil. Me dijo, no hace mucho tiiempo, un herm mano de Pasión y Amarrgura que laa voz tan graave que tiennes por carnnet de identidad era más m propia de d un armarrio ropero de 1,90 de alltura. Sabedd que esa vooz es tan pottente y tann grave porqque no le salle de la gargganta sino del d corazón y ese si quee tiene hech huras de poortero de discoteca. Es tan grande,, que tiene que q ir dejanndo un trocitto allá por donde d se sieente vivo. Tiene T un trocito en El Realejo, R otro o en la basíllica de Las A Angustias, en e San Agustín, A enn el Santuariio de Ntra. Sra. S de la Cabeza y en cada uno dee todos y aquellos que connforman su nómina de amigos, qu ue no son poocos, y de laa que me sieento orgullloso de perrtenecer. Grracias, simpple, llana y eternamente e e gracias.

Y ahora,, permitidm me una pequueña reflex xión. El Hombre es errrante. Desd de los alborres de la humanidad h relatada enn el Génessis, el ser humano h see ha visto en la inexoorable necesidad de vaagar eternam mente por nu uestro munddo. Muchoss son los mo otivos que a lo largo de d la historiaa nos ha lleevado a trasshumar de un u lado a ottro. En buscca del susteento, huyenndo y persiguiendo mil m batallass, buscandoo la tierra prometida.. Los mieddos, las ham mbrunas, la codicia, c los envites de la naturalezza; muchos,, muchos so on los motivvos que noos han empuujado a vaggar por la tiierra de forrma incansaable para nu uestra salvaaguarda y laa de nuestroos seres máss queridos. Siguen vigeentes los im mpropios, lo os que desde siempre nos n han aboocado a elloo. Pero paraa descargo y consueloo del ser hum mano suméémosle los altruistas y los que de una forrma u otra nos han pproporcionado la satisffacción perrsonal a travvés del biennestar ajeno o. Labores médicas m paara los enferrmos, de ennseñanza paara un futurro prospero,, llevar susttento a los más m hambriientos, avid dez de conoocimiento paara un futurro esperanzzador, la deefensa de loos indefensoos para presservar la vida humanaa, etc. etc. Y a todos esos e caminaares bien poodríamos lllamarle trav vesías cristiianas. Nadaa más generooso, nada más m digno y nada más cristiano c quue dar la vid da por los demás. d Y enn esas estás tú, t maestro.. Aquí vengo v a ser testigo de la sangrienta s partida p que te guía g hacia laa muerte para llevarte l a laa vida. Prepaarado en el andén Juann Carlos Medin ina Martín – IV I Pregón Pasión y Amaargura 2012

Página P 3


de este pueblo encalado billete de sangre en la sien escrito lleva el Calvario. Corta será la distancia y largo se hará el camino. Comienza en esta estación que se llama destino. Maleta de rojo grana llevas asida a tu cuerpo y empacado al descubierto una sentencia cristiana. Adiós, que te vas maestro con tu corona de espinas, llevado por las sentinas palabras de un pueblo abyecto. Ay! Mi Cristo, mi maestro, ¡Cuánto pesa el equipaje revestido de madero! No es esa cruz la que pesa ni la que hiere por dentro es la otra, la nuestra la que te va consumiendo. Eres el hijo de Dios y de Dios eres cordero que quita nuestros pecados tú maestro viajero. Y en tu triste caminar de Pasión y de lamento un murmullo lastimero y una bulla enloquecida, van gritándote un adiós furibundo en tu partida. Pasaje llevas de ida arrastrando del madero. Comienza ya la salida escrita con la crudeza de un flagelo por tu cuerpo. Alivia tu pena Maestro Juan Carlos Medina Martín – IV Pregón Pasión y Amargura 2012

Página 4


que estee pueblo a tii te reza. Nos vem mos allí en el Cerro donde ess tu madre alcaldesa, a Virgenn madre y so oberana Señoora de la Caabeza. Alivvia tu pena Jesús J y mitiga tu desv velo. Oye el seentir de mis hermanos que si esttuviese en sus s manos te lllevarían la cruz c hasta laas puertas del d cielo.

No todass las que os encontráiss aquí hoy sois madrees. Sabed quue el día qu ue un calenndario señaale vuestraa maternidaad lo haráá para cam mbiaros la vida de forma f inexoorable. Unaa tumultuossa avalanchha de sentim mientos se apoderará dde vosotrass y el concepto que haasta ese preciso instantte teníais dee la vida hab abrá cambiado radicalm mente. Desdde ese mom mento nuncaa nada será lo mismo. Viviréis, V poorque vivirééis, por y paara el amorr de vuestrros hijos saabiendo que nunca naadie os poddrá arrebataar el orgullo de sentiiros madres. Pasarán loos años y veréis, porqu ue así lo veeréis, crecerr a vuestros hijos miranndo constanntemente poor delante de d su presen nte intentanddo apartarlees las piedraas del camiino, sin espeerar más paago que su felicidad. f Pasareis, porrque pasareiis, del llanto o a la alegrría y de la alegría al llanto en loo que sus ojos o se clavven en los vuestros en n una sinfoonía infinitaa de compllicidad matternal. Pasaareis, porquue pasareis, del miedo o a la esperranza, del sosiego s al soolivianto y de la angusstia a la callma en lo quue el corazó ón de vuesttros hijos oss pregone a golpe de seentimientos los cantarees de su cam minar inciertto. Pero si no todas sois madres, lo que sii somos toddos es hijoos. Y es en n esta obvieedad dondee radica la inmensa fortuna f quee siempre nos n acompañará y qu ue no siem mpre la sabrremos admiinistrar de la mejor manera. m Quiizá no seam mos los meejores hijoss, quizá no sepamos coorresponderr ese amor en e el modo y la formaa demandad da por quienn siempre está al quuite en las envestidas de nuestraa existenciaa, quizá po orque correesponder coon tanto am mor duele coomo dolemo os a nuestraas madres. Q Quizá porqu ue de una forma f injusta tanto am mor lo llevam mos guardad do precisam mente para nnuestros hijos. Y nuesttras madress, sabedorass de que el amor que nos n profesann siempre estará por en ncima de toodo lo imaginable, haceen suyas lass palabras con c las que un u día senteenciara la Madre M Teresa de Calcuuta: Amad hasta h que os duela, ento onces será buena señal.

Juann Carlos Medin ina Martín – IV I Pregón Pasión y Amaargura 2012

Página P 5


Pero somos lo que somos. Somos hijos. No seremos perfectos; seguro que no lo somos. Y quizá deberíamos esforzarnos por serlos pero sufrimos con el sufrir de nuestras madres, sufrimos también por ellas. Y entre ellas estas tú, María Santísima de la Amargura. Cuando la lluvia sangrienta vaya empapando mi afrenta no te apenes tanto madre. Que no venza la amargura ni se encienda con premura el desgarro que te arde. No me llores tanto madre que en el pecho se me abre una herida que no cierra. Maldito sea el solivianto que te ahoga en el llanto y te consume en la pena. No me duelen las heridas que de odio van teñidas y enclavadas en mi cuerpo. Ni tampoco la mentira, que de Judas va vestida, del amigo fariseo. Me duele el desaliento envuelto en desmesura que el dolor te va infringiendo madre nuestra en tu amargura. Me dueles tú y no la muerte me dueles tú y no la vida me dueles tú al no poderte consolar en mi partida. Voy sangrando por tus ojos, voy muriendo por tu pecho, son tus manos mis despojos es tu pena mi desecho. Madre no me llores tanto que los ojos se me empañan y me duelen las entrañas Juan Carlos Medina Martín – IV Pregón Pasión y Amargura 2012

Página 6


al verte ahogada en n el llanto que te viste de am margura, te lappida y te enaajena, te derrrota y te env venena, sienddo toda tú teernura. Madre alivia a el suffrimiento y destiierra ya el laamento que es saalitre en miss heridas. Busca en e la noche perdida consueelo en los heermanos de Pasiión y de Am margura que lass penas se me m curan al sabertte en buenas manos.

Sabrás maestro, m quee en tu eternno caminar, llevaras sinnceras comppañías pero otras tantaas, las mennos, llevaraas también a tu lado oropeles y falsas alhharacas sin n mas preteensiones quue las de hacer h uso y abuso de tu nombree. Perdónaloos señor po orque tambbién son hijoos tuyos. Nos N valemos de medalllas, estandarrtes, insigniias y un sinffín de ornam mentos parra sentirnos unidos en e la fe, para, p de unn modo u otro, senttirnos identtificados coon tu palabrra y mostrarr al mundo quienes som mos, que soomos y en quien creem mos. Pero hemos h de teener siemprre muy presente que el e hábito noo hace al monje. m Debeemos estar preparados p para aferrarrnos a nuestra fe tanto en la abunddancia de icconos que nos n señalann como crisstianos com mo para predicar el evaangelio dessde la austeeridad mas absoluta. La L Hermanddad de Pasión y Amarrgura es la mejor m pruebba que pod demos aporttar para moostrar al munndo que en tu eterno caaminar, maestro, esta ees tú mas siincera comppañía. Y a modo m de nottario, permíítanme que reproduzca y certifiquee un sentim miento que hoy h rezumaa por todas las l paredes de d esta Ben ndita Casa de d Dios. Paraa que quiero o tu nombree prrendido en mi m solapa ni ell susurro qu ue me atrapaa enntre sucias vanidades. v Paraa que quiero o tu nombree en medallas co on cordeles c quue solo son cascabeles caargaditos dee metales. Para que los guaantes blancoos Juann Carlos Medin ina Martín – IV I Pregón Pasión y Amaargura 2012

Página P 7


quee no ensucieen la maderaa que te trae y que q te lleva si trras esas pullcras manoss enfu fundadas sollo encierrann puulcritudes dee miserias. Me gusta llevaar tu nombree peerfumando callejuelas, c plazzas, puertas y avenidas, veer la luz quee de la cera va escoltando e tus t heridas. Paraa que quiero o tu nombree escuulpido en mil m diplomass sii yo solo qu uiero verlo alllí donde la fe asoma. Paraa que quiero o tu nombree prrendido en mi m solapa si ya lo llevo amarrado enn los ojales del alma.

Pero al final, f todo se s reduce a la pasión. La L tuya la de d padecer y la nuestra la de hacerr aflorar coon vehemenncia nuestraas creencias, nuestros sentimiento s s y en defin nitiva nuesttras pasionnes. Nada ni n nadie noos puede reeprimir, ni siquiera noosotros missmos, nuesttras expresiivas formass de entendeer la pasión n, muerte y resurreccióón de Jesuccristo. Esas exultantes formas nos hacen sentiirnos mas cerca c de ti. Anunciar A tuu pasión y muerte m con cornetas c y tambores, t u saeta quue cruje en el alma, unna chicotá aal compas de una d una marccha son nuestras pletóriicas formass de pregonaar tu grandeeza. Así noss gusta lidiaar con la muuerte... paraa tenerla ceerca y vigilaada, para tenerla de freente y de túú a tú perdeerle el mieddo porque laa muerte.. no n es el finaal. Sentirno os henchidoos de ti quizzá sea una de d las emocciones y connmociones que alguienn, mucha geente, jamás entenderá ppero así som mos y a esaas estamos todos. t Que foortuna más certera si tenngo la suertee dada de viviir siempre a la vera tuya, Reino R de Grranada. Y bebeer el fruto ardiente a que reenace de mii vega, pueblo de sangre caliente, c Juann Carlos Medin ina Martín – IV I Pregón Pasión y Amaargura 2012

Página P 8


trabajo, sudor y brega. Yo no se lo que me pasa que al llamar la primavera, con las flores por aldaba, por mi casa se entrevera un repique de emociones. Y entre tanto los olores, pregoneros de mi casa, van pintando de colores mil y una sensaciones las paredes de mi alma. Bulle y rebulle la sangre que me hierve y que me arde y este corazón ferviente se apresura y se acelera cuando el jueves por la tarde se engalanan de pasión tus cuatro hachones de cera. Ay! Como va ese madero al repique del martillo que va sacándole brillo a tu andar tan costalero. De gala se viste el cerro. No es colina ni collado Verónica guarda el velo que aquí no está su Calvario va camino del cielo de Motril su santuario. Como nos gusta, maestro con cornetas y tambores hacer el sonido diestro compas de nuestros fervores. Que me gustan mis hermanos destilando por el cerro fervor, pasión y amargura. Que me gusta la ternura Juan Carlos Medina Martín – IV Pregón Pasión y Amargura 2012

Página 9


con quue te bajan del d cielo al alcaance de mis manos. Que mee gusta una chicotá navegaando entre costeros c y essa eterna lev vantá con la que tocas el e cielo. Ole! Quue entre ciello y cielo y en reepique de paasiones vas llevando las leegiones que sostienen tu madero. m Ole! Que tress veces vas cayendo Ole!, y ole! Y otras trres que vas venciendo del hombre h su tiiranía. Ole, ole y olle O que en eterna leetanía mando en ell repecho voy clam que el que no te diga d ole nada le l late en el pecho. Ole!

¿Veinte, treinta añoos? ¿O lo quue dura un suspiro enaamorado? C Cuál es el tiempo que necesitamos n s para sentirr el ritmo accelerado de nuestro ániimo al encoontrarnos freente a una grandiosa g o obra de arte o ante la soobrecogedo ora llamada de una advvocación maariana o crisstífera. El sín ndrome de Stendhal S (también deno ominado Síndrome de Florencia) es una enferm medad psico osomática qu ue causa un eelevado ritm mo cardíaco, vértigo, confusión e inclluso alucinacciones cuand do el indivviduo es exxpuesto a obras de arte, a especialmente cu uando éstass son particcularmente bellas o están e expuestas en graandes cantidades en u un mismo lugar. Sorprrendentemente somos capaces dee pasar rutinariamente durante to oda una vida por delan nte de un ed dificio, una talla, t un cuaadro o un esplendoroso o paisaje y n no ser capacces de captaar la esencia que convierte a todos estos eleme entos en algo o grandioso, en algo digno de sentaarnos delantte de esa obra o de artee, bien sea del ser humano o dee la naturale eza, y conteemplarla máás allá de lo o que puedaan percibir nuestros n cin nco sentidoss durante ho oras y horass. Otras vecees sin embarrgo, nos bastta lo que dura un olvido para sufrir nuestro partticular Juann Carlos Medin ina Martín – IV I Pregón Pasión y Amaargura 2012

Pág ágina 10


síndrome de Stendhal. Ser un “no se que, que se yo”, la única explicación balbuceante que nos atreviésemos a dar motivado por lo exuberantemente maravilloso de lo creado, debería ser la mejor prueba de lo que sentimos. Para el arte no hay explicaciones solo sentimientos. No importa el afamado arte precedido del nombre de su autor. No deberíamos tener en cuenta el etiquetaje monetario que penden de obras millonarias como tampoco debería importar lo que los grandes expertos en la materia puedan decir sobre una obra; nos ayuda a comprenderla y a apreciarla en buena y gran medida, eso sí, pero solo cuando el arte es el que nos habla a nosotros, cuando una talla nos susurra en el alma y nos conmueve para siempre, cuando afloran sentimientos desterrados e incluso los que creíamos extintos, entonces y solo entonces sabremos que nos encontramos ante la grandiosidad de lo creado. Y en esas me encuentro yo.

Me sobró con un suspiro bajo tu trabajadera solo un golpe de martillo y un vaivén en mi cadera. Solo aferrarme a ese hierro y gozar en la penumbra esa que siempre te encumbra en lo alto de tu cerro. Bajar con el aliento derramado en la ladera que te sirve de refugio en tantas primaveras. Me bastó con el racheo de unas zapatillas negras marcando un compas eterno allá por la calle Nueva. Y entre tanto te marchaste a curarte las heridas de un cristiano proceder cargadito de mentiras. Solo ese fugaz instante dibujando arrugas nuevas me bastó para sentirte y llevar siempre a mi vera tu recuerdo algodonado en una camisa vieja a la vera de mis rezos esperando que volvieras. ¡Cuántas noches de vigilia! Juan Carlos Medina Martín – IV Pregón Pasión y Amargura 2012

Página 11


¡Cuántas fueron en vela! Pero el tiempo no es baldío y bien mereció la pena. Por eso, y solo por eso me despido de ti maestro al calor de gente buena con un requiebro en la voz y una coplilla sincera, un ritornelo de amor, que me corre por las venas. Sabrás de mi, maestro, que Al verte un instante o la vida entera hoy gritar quisiera “Corazón cobarde, el que no te quiera, el que no te quiera.”

He dicho.

Juan Carlos Medina Martin En el año del Señor de 2012

Juan Carlos Medina Martín – IV Pregón Pasión y Amargura 2012

Página 12


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.