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PIONEROS. TRISTEADIÓSALPRESIDENTEDE ATLAS. Filip A. Filipov
Triste adiós al presidente de la compañía Atlas filipovFilip A.
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Filip A. Filipov, propietario y presidente de las marcas alemanas fabricantes de excavadoras y grúas Atlas Maschinen y Atlas Cranes, ex presidente de la firma Terex Cranes, del grupo Terex, falleció el pasado 26 de agosto, a la edad de 75 años, a causa de un agresivo cáncer con el que estuvo luchando los últimos dos meses. Filipov fue un ejecutivo sagaz e inteligente que con sus iniciativas impulsó el crecimiento de Terex en la frontera del cambio de milenio, una de las mejores épocas de la compañía. Pocos años después se jubiló, para dedicarse a la consultoría independiente y en 2010 compró la marca alemana Atlas, hundida en una crisis que parecía irreversible. Fil Filipov la devolvió de nuevo al tablero de juego de los fabricantes de maquinaria en los sectores de elevación y movimiento de tierras.
FILFilipov había nacido en 1946 en Plovdiv (Bulgaria), estaba casado y tenía dos hijos y varios nietos. En 1964, con 17 años, huyó de la Bulgaria comunista parapetada tras el telón de acero y acabó internado en un campo de refugiados políticos en Grecia, emigrando al año siguiente a los Estados Unidos, donde trabajó en distintos oficios hasta que en 1966 se empleó por horas en un taller de la marca International Harvester Co., en Chicago.
En el 72 fue trasladado a Louisville (Kentucky) y en 1979, a la central europea en París, de donde pasó a dirigir al año siguiente la fábrica de IH en Croix, (Francia). Fue en 1984 cuando J.I. Case compró IH y Filipov, ya en el 87, pasó a ocuparse de Case Poclain, que al año siguiente sería Case Construction Equipment y él ejercería de vicepresidente de equipos de construcción en Europa.
En 1990 se pasó a la firma Tenneco, en Turquía, donde se desempeñó como presidente de división, convirtiéndose en un directivo de éxito. Recaló después, en Su experiencia e ingenio los plasmó Fil Filipov en un libró titulado «Filosofías», la autobiografía de un refugiado búlgaro en Estados Unidos.
Arriba, la edición alemana de «Filosofías», la autobiografía de Fil Filipov, quien declara en sus páginas: «Al escribir un libro como este, es fácil deslizarse hacia un manual de instrucciones. Esa no es mi meta. Mis objetivos son inspirar pensamiento y acción». El libro se publicó en inglés, francés, alemán y búlgaro. A la izquierda, Filipov junto a la marca Atlas.
1993, en Terex Corporation, donde fue presidente y CEO de Terex Cranes, vicepresidente ejecutivo de la compañía, presidente y CEO de la división Koehring y director gerente de Clark Materials Handling en Europa.
En los 11 años en Terex impulsó el programa de expansión de la compañía a través de adquisiciones y dirigió personalmente las compras de una veintena de marcas, entre ellas Koehring,P&H, PPM, Simon, Holland, Genie, Shaeff, Fuchs, American Crane, Cedarapids, CMI, Bendini, Italmacchine y Demag.
Después de Terex
El 1 de enero de 2004 le alcanzó la edad de jubilación en Terex y se puso a trabajar como consultor independiente. Llegó a comprar y reestructurar 49 empresas en 15 países, de las cuales solo dos no pudo volver a poner en pie: “El producto no era bueno y no tenía futuro”, dijo Filipov. En 2010 compró Atlas por un millón de euros, cuando la empresa estaba en
crisis (no confundir con Atlas Weyhausen, marca que en 2015 pasó a llamarse Weycor). Atlas había estado perdiendo dos millones y medio de euros al mes, no había pagado impuestos durante 25 años y tenía 850 empleados. En menos de dos años, Filipov devolvió al fabricante centenario, fundado en 1919 por Hinrich Weyhausen, a la senda de la rentabilidad. En 2013, Atlas adquirió todas las patentes y derechos de propiedad intelectual de la línea de cargadoras pesadas de ruedas de Terex, que rebautizó como
Kaelble Atlas.
Filipov fue un personaje muy influyente en el sector y especialmente en los mercados de grúas y plataformas elevadoras aéreas en la década de 1990 y durante el nuevo milenio. Era un hombre jovial, cercano y dispuesto, siempre entregado a sus clientes, y en las ferias internacionales nos atendía a los representantes de la prensa con atención, profesionalidad y simpatía.
Su experiencia e ingenio lo plasmó en un libró titulado Filosofías, subtitulado “Nada es para siempre”, que recoge la “autobiografía de un refugiado búlgaro en Estados Unidos y una aproximación provocadora al éxito empresarial”. Se trata de un manual muy interesante de supervivencia humana y empresarial, plagado de aventuras que el propio autor vivió y sufrió. En sus páginas, Filipov declara: “Al escribir un libro como este, es fácil deslizarse hacia un manual de instrucciones. Esa no es mi meta. Mis objetivos son inspirar pensamiento y acción”.
Arriba, Fil Filipov, presidente de Terex Lifting, junto a Ron DeFeo, presidente y CEO de Terex Corporation, en una comparecencia en la feria Bauma’2001. Izda., Filipov, a los 21 años. Dcha., en la celebración del centenario de la marca Atlas, en el año 2019. En los 11 años en Terex, Filipov impulsó el programa de expansión de la compañía a través de adquisiciones y dirigió personalmente la compra de una veintena de marcas,
Su legado sigue vivo
El que fuera presidente durante años del grupo Terex, Ron DeFeo, envió un mensaje de condolencia a la familia el mismo día que se celebraba su funeral, el 30 de agosto, en la iglesia católica Nuestra Señora Reina del Cielo, en Fort Lauderdale (Florida, EE.UU.): “Fil era una persona extraordinaria. Trabajamos juntos mucho tiempo y compartimos experiencias. Se le echará de menos, pero nunca le olvidaremos, ya que su exitoso legado sigue vivo. Mis condolencias a la familia y a todos los que apreciaban a Fil”.
Efectivamente, su legado continúa porque, aunque sus numerosas ideas para nuevos proyectos han quedado postergados debido a su inesperada muerte, en su momento hizo los arreglos necesarios para su sucesión y las operaciones de Atlas y de todas sus filiales siguen adelante bajo la dirección del CEO Brahim Stitou.
Al funeral de Fil Filipov asistió solamente la familia más cercana por deseo expreso del finado, acompañando a su esposa Véronique Filipov, con quien estuvo casado 35 años, y a sus hijos Steve y Nadia. La empresa Atlas, tras anunciar el fallecimiento, afirmó en un comunicado que “en este período de inflación, el final de las vacaciones y las dificultades de viaje, es el deseo de Fil tener un entierro privado”.
Ha recibido homenajes multitudinarios en los lugares donde Fil Filipov dejó su huella personal y empresarial: Chicago (EE.UU.), Ganderkesee (Alemania), sede de Atlas, y Strelcha (Bulgaria), aparte de Fort Lauderdale, donde tenía su residencia familiar. •
Fotografía reciente de Fil Filipov, utilizada por la familia para honrar su memoria en el funeral que se llevó a cabo el 30 de agosto en Fort Lauderdale. A la izquierda, con su mujer Veronique Filipov, en 1996, celebrando el 50 cumpleaños del empresario.