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Recría a corral
El desafío de recriar a corral
En el marco de la jornada “Experiencia Forrajera” en Ameghino, Buenos Aires, la técnica Irene Ceconi, de INTA General Villegas, brindó pautas generales para llevar a cabo una buena recría en el corral.
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La jornada “Experiencia Forrajera” reunió a especialistas, productores, asesores y contratistas en la localidad bonaerense de Ameghino. Una de las disertaciones destacadas en la jornada fue la de Irene Ceconi del INTA General Villegas, abordando los aspectos fundamentales de la recría a corral. “Cuando empezamos a trabajar el tema de recría a corral en el año 2005, comenzamos con el seguimiento y relevamiento de varios campos de productores”, recuerda Ceconi.
Luego, el grupo de trabajo llevó adelante una serie de ensayos tendientes a responder preguntas como: ¿cuánto peso deben ganar los terneros a corral?, ¿hay alguna categoría más conveniente para recriar a corral?, ¿qué tipo de dietas utilizar?, ¿cuánto alimento ofrecer? El crecimiento a corral puede formar parte de distintas estrategias: una recría inicial a corral, para luego continuar creciendo, engordando y terminando a base de pasto. También puede ser una recría a corral continuada por una fase pastoril y eventualmente una terminación a co-
rral, o bien animales que nunca pastorean, sino que son recriados, engordados y terminados dentro del corral. “En cualquiera de las anteriores combinaciones hay que tener en cuenta que el corral de recría es de crecimiento, muy distinto al manejo de engorde o de terminación”, afirmó Ceconi. Por lo tanto, “la estrategia dentro de este corral de recría es manejar la alimentación y la categoría para que el animal crezca sin acumular mucha grasa y desarrolle estructura ósea y muscular para seguir creciendo”. Los objetivos del corral de recría pueden obedecer a dos tipos de decisiones: las planificadas y las coyunturales. Entre las primeras, se puede encerrar terneros de destete precoz hasta alcanzar el peso del destete tradicional, o encerrar terneros cola hasta alcanzar el peso de los terneros cabeza. La decisión coyuntural implica, por ejemplo, una eventual falta de pasto, lo cual obliga a encerrar para sostener la carga del sistema.
RECRIAR A CORRAL hay una ventajas estratégicas en recriar a corral: aprovechar la alta eficiencia que tienen los animales jóvenes (terneros) para convertir alimento en carne, aumentar la carga de todo el sistema de invernada, una mejor programación de la ganancia diaria de peso por categoría y eliminar o reducir el corral de terminación. “De los resultados surgidos de los ensayos, las conclusiones son que, independientemente del esquema, hay factores que impactan en los períodos subsiguientes, ya sean pastoriles o a corral”, comentó la especialista. Uno de ellos es la ganancia de peso que tienen los terneros dentro del corral de recría. “Lo que vemos es que, tanto los animales que ganan mucho como los que ganan poco, tienen una performance baja en todo el período de invernada”, explicó. “En la medida en que los terneros ganan más peso en el corral de recría, peor performance tienen cuando salen al campo. Sin embargo, si llevamos a los animales ganando peso lentamente dentro del corral, tampoco tendremos ninguna ventaja en mejorar la ganancia en la etapa posterior”. Como conclusión, Ceconi afirmó: “Existe una ganancia de peso óptima, que son ganancias de peso moderadas dentro del corral de recría de alrededor de los 0,8 a 1 kilo por día, que permitirían una buena eficiencia de reconversión dentro del corral de recría, con un buen desempeño dentro de todo el período de invernada”. En ese sentido, “manejar ganancias cercanas a 0,8 a 1 kilo por día dependerá del peso que tengan los animales al ingresar al corral, el biotipo, la duración del período a pasto y su calidad y cantidad”. Desde el punto de vista de qué tipo de dietas utilizar y cuánto darles de comer a los animales, en el INTA Villegas han evaluado diversidad de combinaciones. “Las dietas a base de silajes de maíz las podemos ofrecer en dos formas: restringidas (no dejar que los animales coman a voluntad) u ofrecidas a voluntad. Una buena combinación es un 40% de silaje de maíz, un 40% de grano y algún suplemento proteico. Si tenemos que encerrar animales un poco más pesados, les levantamos la proporción de silo a un 60% y les bajamos el grano a un 25%. Así se logran esas ganancias de peso óptimas y una mejor performance durante toda la invernada”, finalizó.