Paraísos
Viernes
8 de agosto de 2014 Hermosillo, Sonora, México
de Sonora
02 Equipo apasionado
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Personal de Conanp trabaja con dedicación en el monitoreo del área en la reserva de Álamos.
Reserva de los sonorenses y la Unesco Desde el 2001, un equipo de técnicos e investigadores trabaja con la población para desarrollar proyectos de conservación
Alma Montaño Hernández, bióloga y responsable del área de monitoreo, ha trabajado desde hace seis años en la reserva, su amplio conocimiento le ha permitido acercarse a los pobladores del lugar y enseñarles la importancia de realizar actividades sustentables. “Aquí la mayoría de la gente por tradición se ha dedicado más que nada a la ganadería, pero el tipo de ganadería que ellos están haciendo no es la más sustentable por el tipo de manejo que hacen”, dijo. Aunque ella no fue pionera en la intervención en comunidades, sabe que desde el 2001 empezó a haber presencia en las poblaciones, donde se les informó a los lugareños que estaban dentro de un área natural protegida y que a partir de ese momento trabajarían en equipo para conservarla y protegerla. “Yo creo que hay mucho por hacer, lo que tenemos ahorita de gente es bastante pero creo que tenemos mucho trabajo por hacer”, manifestó. Brindar asesoría a las comunidades asentadas en el área, para el aprovechamiento racional y sustentable de los recursos naturales de la región, es primordial para el equipo humano de la Conanp. “Uno de los logros que hemos tenido en educación ambiental es que ha habido mayor interés por la gente respecto a la conservación”, agregó Alonzo Enríquez, responsable de educación ambiental.
Por Juan Hernández
La Sierrita, un rincón de aventuras
¿Te imaginas cómo es la vida de un ranchero, el ordeñar vacas, hacer panelitas de queso, cuidar el ganado y los caballos? Rodeado de un impresionante paisaje serrano cubierto por grandes árboles y una tranquilidad inigualable, a 4 kilómetros del Municipio de Álamos se encuentra el Rancho La Sierrita, donde experimentarás lo que es ser un ranchero. La Sierrita es un sorprendente rancho que se ubica dentro del ANP de la Sierra de Álamos y Río Cuchujaqui. Aquí una familia de siete miembros encabezada por la señora María Concepción Nieblas Montes, ha disminuido su actividad ganadera para promover el turismo rural en beneficio de la reserva. “Hemos tratado de conservar, primero trabajamos como pequeños ganaderos, ya que entramos a lo de la reserva de conservación tuvimos que bajar el índice de agostaderos, sujetarnos a lo que dice la ley para poder conservar la vegetación y los suelos. “Hemos estado trabajando con el apoyo de la Conanp, tenemos ya del 2007 que empezamos a construir unas cabañas para hacer el ecoturismo rural”, dijo Nieblas Montes. Después de recorrer un difícil camino por el área natural, puedes adentrarte en un lugar relajante, rodeado de animales de granja, un peculiar olor a Adrián Valentín Acosta leña y un ambiente recoje los huevos para familiar, donde po- preparar los alimentos drás rentar una de para los visitantes. las cuatro cabañas que se encuentran en un pequeño cerro perteneciente a La Sierrita. Además de conocer la vida de rancho, los visitantes pueden realizar paseos campestres por el lugar. “Tenemos tres partes donde llevamos a los turistas, una parte a 6 km de aquí del Ranchito, se puede ir a caballo o se puede ir a pie, se llama la cueva del ‘chorebe’, donde habitó una persona hace muchos años que robaba en Álamos y ahí guardaba su dinero y luego iba y lo repartía a la gente pobre. “ Tenemos la ida a la sierra de Álamos, donde está la guacamaya, la Palma de la Virgen, los pinos, pueden subir al mirador donde se puede ver hasta el otro lado de Álamos, es un paseo de 4 km. Y tenemos otro aquí más cerca de 2 km que es entrar a unas cuevas y salir a unos 40 metros a otro lado por dentro de unas cuevas que es piedra acomodada”, dijo.
jhernandez@elimparcial.com
La trascendencia de la reserva de Álamos además de su riqueza ecológica está en que es parte de una red mundial de reservas de biosferas reconocidas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) En México, esta parte del territorio sonorense fue decretada en 1996 como Área de Protección de Flora y Fauna Sierra de Álamos y Río Cuchujaqui y fue en 2006 cuando la Unesco reconoció esta zona como Reserva del Hombre y la Biosfera (MAB por sus siglas en inglés). Antes de 2006, México estaba en cuarto lugar en el mundo por el número de reservas que tenía, pero al ser incorporada la reserva de Álamos, el País pasó a ocupar el tercer lugar, sitio que comparte con Rusia, con 41 reservas. Lidera Estados Unidos con 47 seguido de España con 45. En la conservación de esta área protegida han tenido un rol importante los técnicos e investigadores de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas en Álamos. Este equipo desarrolla diversos proyectos. La brigada contra incendios, los centros comunitarios, el centro de acopio y el vivero, las retenidas, el turismo y el monitoreo de especies que hay en las comunidades de la reserva, no serían iguales sin la colaboración de este grupo de apasionados por el medio ambiente.
Costo por persona $150 pesos
❑ Manejan precios en grupos grandes
de 30 a 40 personas ❑ A 4 km al suroeste de Álamos ❑ Servicio de traslado de Álamos a La Sierrita
Además de disfrutar el estilo de vida campirano, los visitantes pueden recorrer interesantes senderos.
Fotos: Luis Gutiérrez
Rústicas cabañas y un hermoso paisaje se ofrece a los visitantes en el Rancho Ecoturistico La Sierrita.
Don Cipriano Hurtado comenta que él vende directamente su maíz y no necesita proveedores.
Don Cipriano, el embajador
Reconocido en Álamos por la calidad de sus productos, don Cipriano es un orgulloso representante de lo que significa conservar, proteger y aprovechar de la mejor manera el área natural. Dedicado en un principio a la ganadería y siembra de maíz, Cipriano Hurtado Sauceda ha aprendido y aplicado los conocimientos expuestos por la Conanp a La Labor de Santa Lucía, donde tiene un pequeño rancho con ganado, campos de maíz criollo y abejas. Estos dos últimos, el maíz y la apicultura, son un claro ejemplo de la perseverancia y el interés por salir adelante, teniendo siempre en mente la naturaleza.
“Yo en ese sentido sí estoy agradecido con esa parte de la área porque sí nos ha servido mucho con los apoyos que nos han dado, aparte todo el montón de cursos de ganadería, de hacer fertilizantes, las ferias, intercambios de experiencias” dijo don Cipriano. Gracias al Promac (Programa de Conservación de Maíz Criollo) don Cipriano ha recolectado semillas para tratar de que no se pierdan algunas variedades de maíz, es por ello que el día de hoy ya presume de poder sembrar hasta ocho tipos de mazorcas. “Yo soy uno de los que siembro más variedad que a lo mejor no cosecho más que los demás, pero cosecho más variedad. Aquí en todo el rancho la
mayoría siembran dos hectáreas de una sola variedad y yo siembro tres hectáreas pero de muchas variedades”. Es una cosecha 100% orgánica, incluso don Cipriano mencionó que ni si quiera utilizan fertilizantes, aunque hubo una ocasión que para combatir una plaga de chapulines tuvieron que usar insecticida. “Tuvimos que aplicar, pero no lo aplicamos fumigado, se lo dimos como alimento, es bastante fuerte ese insecticida paration, se los dimos con salvado y con eso lo controlamos, nos vimos obligados pero avisamos al área y nosotros le dijimos qué vamos a hacer, tenemos que matar a ese chapulero porque si no, no vamos a cosechar o qué vamos a hacer”, explicó.