Fernando Bellver. AI TOKYO. Shunga. Photosai 才

FERNANDO BELLVER

Shunga · Imágenes de Primavera Spring Pictures

才 Photosai

才Photosai Fernando Bellver ha realizado ocho grandes grabados circulares bajo el título AI TOKYO que se enmarcan dentro de la mejor tradición japonesa de las “imágenes de primavera”, 春画, shunga, que entre los siglos XVII a XIX cultivaron los principales artistas japoneses, como Moronobu, Utamaro, Hiroshige y Hokusai, y cuyas líneas esbeltas, la piel vacía, los colores temperados por la madera de cerezo se dejan también sentir en estas estampas contemporáneas realizadas al aguafuerte e iluminadas a mano. Sólo Bellver se atreve con este formato reservado habitualmente para la pintura, dando al grabado dimensión de espejo y ubicando en él el presente absoluto del encuentro amoroso, detenido en el éxtasis irónico de estas imágenes neo-pop. AI TOKYO no es sólo una versión sonora del I♥NY, ni un simple trasplante de corazón asiático al lema turístico. “AI” significa ‘amor’ en japonés, y suena como un gemido adulto, no como el vagido infantil, “ma, ma”, probable origen de nuestra palabra latina amor. “AI” forma parte, por ejemplo, del título japonés de la película de Nagisa Oshima que se tradujo en Europa como El imperio de los sentidos, y que en su versión original incorpora una palabra de procedencia española: “Ai no korīda”, literalmente “El Toreo del Amor”. En esta serie de AI TOKYO hay también eros y lucha entremezclados, hay mujeres, hombres, animales y muñecos enredándose y separándose en abrazos indisolubles y miradas que no se encuentran, hay desnudez sin orillas e intimidades desveladas, perros y gatos desaforados e inmóviles. En su taller, Bellver ha transformado los antiguos espejos japoneses de bronce en planchas de zinc rigurosas y traslúcidas, para que podamos asistir como voyeurs sin culpa a la celebración de la piel. Un mediodía artificial ha barrido la penumbra occidental y sus laberintos de deseo, y ha dejado la naturalidad extrema de estas escenas amorosas, tan lejanas, tan próximas, furiosas a veces, siempre delicadas. No hay pudor en ellas, y tampoco hay soledad.

一

Estas ocho estampas, que se venden individualmente, constituyen la muestra más reciente de la atracción por Japón y su cultura que este artista español viene reflejando en sus obras desde los años 80, y que en 2009 le llevó a la realización del Diario de Tokio y su exposición posterior en la capital japonesa. En Photosai.com está disponible la obra gráfica de Fernando Bellver relacionada con Japón.

Fernando Bellver has created eight large circular prints titled AI TOKYO which are in the best Japanese tradition of “Spring pictures,” 春画, shunga, which were produced by the major Japanese artists of the 17th and 18th centuries, such as Moronobu, Utamaro, Hiroshige and Hokusai. Their fine lines, empty skin and colors tempered by cherry wood can be sensed in these contemporary etched scenes illuminated by hand. Only Bellver dares with this format, normally limited to painting, giving the print a mirror-like dimension and placing it in the absolute present of an amorous encounter, caught in the ironic ecstasy of these neo-pop images. AI TOKYO, the title, is not only a resounding version of I♥NY, nor a simple Asian heart transplant into that tourist slogan. AI means “love” in Japanese, and the word sounds like an adult moan, not like an infant’s cry of “ma-ma,” the likely origin of our Latin word amor. AI is part, for example, of the Japanese title of the film by Nagisha Oshima that was called, “In the Realm of the Senses” in Europe, and in the original version, it includes the word of Spanish origin: “Ai no korīda”, literally, “The Bullfight of Love”. In this AI TOKYO series, Eros and fight are also intermingled. There are women, men, animals and dolls tangled together and then separating, in binding embraces and with glances that do not find each other. There is nudity without margins and sleepless intimacy, frenzied and immobile dogs and cats. In his atelier, Bellver has turned antique bronze Japanese mirrors into rigorous and translucent zinc plates, so that we can watch, as blameless voyeurs, the celebration of skin. An artificial noon has swept Western shadows and their labyrinths of desire away, and it has left an extreme naturalness in these love scenes, so distant yet so near, furious at times, always delicate. There is no modesty in them, nor solitude either. This series of prints, which are sold separately, make up the most recent pieces created by an artist who has reflected since the 1980s in his work the attraction of Japan and its culture, which led him to create the Tokyo Diary exhibited in 2009 in the Japanese capital city. Fernando Bellver’s Japan-inspired graphic work is available on Photosai.com.