Poesofía de Alejandro Jodorowsky

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POESOFĂ?A

de Alejandro Jodorowsky


Todos los poesofemas fueron escritos o traducidos por Alejandro Jodorowsky. Fueron compartidos en el blog www.planocreativo.wordpress.com Desde Abril 2010 hasta Mayo 2011 Esta es una obra inconclusa. La presente edición se realiza sin autorización del autor pero con todo el respeto, afecto y admiración que se merece. El arte y la sabiduría son sagrados y libres. No hay ánimo de lucro, sólo propósitos educativos y espirituales.


ÍNDICE

CA ZADOR

(Poesofema 1)

AGUA

(Poesofema 2)

ESPEJO

(Poesofema 3)

PALABRAS

(Poesofema 4)

SEMILLAS

(Poesofema 5)

PROMESAS

(Poesofema 6)

PARÁSITO

(Poesofema 7)

CADE NAS

(Poesofema 8)

DIP LOMAS

(Poesofema 9)

DESNUDO

(Poesofema 10)

DECAP ITACIÓN

(Poesofema 11)

BASURA

(Poesofema 12)

REFUGIO

(Poesofema 13)

LIBE RTAD

(Poesofema 14)

JARDÍN

(Poesofema 15)

MUROS

(Poesofema 16)

OLVIDO

(Poesofema 17)

SABER

(Poesofema 18)

META

(Poesofema 19)

DESIGNIO

(Poesofema 20)

INTE NTO

(Poesofema 21)

ENFERME DAD

(Poesofema 22)

INTE LECTO

(Poesofema 23)


SER

(Poesofema 24)

GESTO

(Poesofema 25)

SOMBRA

(Poesofema 26)

ANIMA L

(Poesofema 27)

MORIR

(Poesofema 28)

INMORTALIDA D

(Poesofema 29)

ESPEJISMOS

(Poesofema 30)

ALCANZAR

(Poesofema 31)

REGAÑO

(Poesofema 32)

POETA

(Poesofema 33)

ESPEJISMOS

(Poesofema 34)

CUE RPO

(Poesofema 35)

PLACER-VERDAD

(Poesofema 36)

DOMA R

(Poesofema 37)

VENCE R

(Poesofema 38)

ABANDONA R

(Poesofema 39)

ALMA

(Poesofema 40)

IMPERMA NENCIA

(Poesofema 41)

DEMONIO

(Poesofema 42)

FINA L

(Poesofema 43)

MENOS O MÁS

(Poesofema 44)

PASEO DE SANTIDAD

(Poesofema 45)

TRANSMIGRA CIÓN

(Poesofema 46)

ULTIMO PASO

(Poesofema 47)

GRA TITUD

(Poesofema 48)

DESPRECIO

(Poesofema 49)


GÉNESIS

(Poesofema 50)

REALIZACIÓN

(Poesofema 51)

¿QUÉ ES EL DINE RO?

(Poesofema 52)

RESOLUCIONES

(Poesofema 53)

SIN LIMITES

(Poesofema 54)

MIENTRAS ARDO

(Poesofema 55)

LA MAGIA DE LA V IDA

(Poesofema 56)

LA VIDA TE ES TÁ DANDO

(Poesofema 57)

TRANSMIGRA CION II

(Poesofema 58)

EL GRITO

(Poesofema 59)

CORA ZÓN VIVO

(Poesofema 60)

EL ENCUENTRO

(Poesofema 61)

VER

(Poesofema 62)

POESOFÍA EN CÁLIZ

(Poesofema 63)

GENEALOGÍA

(Poesofema 64)

MEDITA CIÓN

(Poesofema 65)

BESOS

(Poesofema 66)

EL HORROR

(Poesofema 67)

RESURRE CCIÓN

(Poesofema 68)

EN LENGUA LIBRE

(Poesofema 69)

ILUMINA CIÓN

(Poesofema 70)

UN PASO HA CIA ATRÁS

(Poesofema 71)



CA ZADOR

Si eres cazador sé tu mismo la presa. No empuñes tu nombre, abre la mano y deja que se escurra hasta que te llames Silencio. Ibas de un lado para otro creyéndote cazador. Pensabas que el tesoro estaba huy endo. Después comprendiste que tu búsqueda lo alejaba. “La caza está prohibida, la pesca está permitida”. Entra en la red que extiendes en tu mar int erior. En el instinto sumerge tu conciencia. Cesando de pedir, recibe como si fueras un vaso sagrado. Ya no serás un nombre más entre los otros nombres, sino una es fera transparente que los contiene.

Poesofema 1


AGUA

Si eres agua no aceptes imitar rocas. Si eres roca, no trates de fluir. La blanda lengua no imita a los dientes. Los duros dientes no imitan a la lengua. Entre la lengua y los dientes, el aliment o. Entre la noche y el día, el alba. Entre el día y la noche, el atardecer. Ni en lo que fue ni en lo que será, en lo que es. Entre racional e intuitivo, abiert o al milagro. La materia es la belleza, lo inmaterial es la verdad.

Poesofema 2


ESPEJO

Frente al otro transfórmate en espejo. Para hablar con un preso no le ofrezcas resistencia: entra en su celda. Deja que se vea en ti, porque él nunca se ve, refugiado en el ayer, comiendo siempre el mismo trozo de pan, bebiendo el mismo trago de agua, llamando caricia al arañazo, rumiando el placer de la insatisfacción. ¿Se enquista, se disfraz a, huye, se disimula entre las sillas? ¿Insulta, amenaza, patea el aire? Tú hazte reflejo, eco, sombra, busca el res quicio, introdúcete como un ladrón, ayúdalo a ver los muros que lo encierran, invítalo a derribarlos, borra de su mente las ideas tatuadas, dale el deseo de vivir lo suyo y no lo impuesto.

Poesofema 3


PALABRAS

Envía al matadero tus palabras inútiles. Son formas insaciables, frutos sin cuesco, vacíos ornados de ilusiones, pellejos inflados de bruma. Que la mudez descienda en el pozo de tu lengua, que el sabor de la eternidad conceda paz a tu mente, que la cruz en la que c lavas las definiciones se haga polvo, ent onces, sólo entonces, como escultura de santo pulida por besos de creyentes, tu boca podrá verter palabras comparables a soles. No serán tuyas, las gestará una garganta humilde. Semejantes a aquellas que sometiste a la máquina de moler tendrán letras, sonidos, formas, pero esta vez fértiles, preñez que estalla en cantos, catedrales de crecimiento permanent e, gigantescos diccionarios poblados innumerables veces de un solitario “gracias”.

Poesofema 4


SEMILLAS

Nunca des un pa so sin enterrar semilla. Cada segundo el comienzo de una eternidad, cada peldaño el principio de una escalera infinit a, cada gesto el núcleo de un nuevo cosmos. Si el sabio no siembra es razón estéril. Quien acumula sin dar, se vacía. Antes de alisar el camino despójalo de sus ilusiones fósiles. En el páramo del sufrimiento planta un destello de alegría, clávalo con saña en aquello que sólo imita lo que por siempre es. Puedes seguir la senda inversa: a la piedra áspera, la corriente fluvial no la rechaza, la pule, la incluye. El guijarro al entregarse a lo ilimitado le da un sentido. Una sola semilla justifica la existencia de la Tierra entera.

Poesofema 5


PROMESAS

No prometa s caídas ni ulceres confianzas. Los tajos a los otros abren surcos en tu propia carne. Al lacerar sus esperanzas carcomes las bases sobre las que se asienta tu mundo. La desconfianza que induces mata el amor. Si para avanzar desprestigias los pasos ajenos, esas maldiciones brincan de tu boca a tu alma y la corroen. Enséñale a tus ojos a bendecir lo que ven. Estás unido por entero, la separación es un es pejismo que devora. Con el pecho vac ío, clava la mirada en el fondo, encuentra ahí tu estrella. Respeta las ilusiones de quienes se ent regan a tus efluvios, enséñales a morir hundiéndose en las alturas.

Poesofema 6


PARÁSITO

No te mudes en parásito de larvas ajenas. Muchos saben imitar, pocos saben crear. La verdad ex hibida se hace objeto promiscuo, incita al robo. Retiene tu hambre ment al, no devores lo que vocean como alimento supremo, no tragues artificios. Nadie puede robar lo esencial, nadie puede nutrirse de lo ajeno. La luz del otro sólo es sombra de tu luz. No ambiciones lo que el ídolo posee. Regresa a tu propio caos.

Poesofema 7


CADE NAS

No encadenes el corazón de quien ayudas. ¿Por qué des eas encerrarlo en tu corral de ideas? ¿Acaso en tu corazón anida un niño amargo? ¿Quieres ent errar los dientes en el fantasma de tus padres? ¿Elevarte sobre un zócalo de voluntades muertas? Esos seres subyugados son espejos de tu impotencia. No pienses en lo que obtienes cuando das. Socorre al necesitado permaneciendo encubierto.

Poesofema 8


DIP LOMAS

Encierra diplomas y medallas en un fĂŠretro. El fruto de la obra no es la obra. Del gusano que se barniza con elogios no surge una mariposa. Todo lo que exhibes te paraliza. La imagen de ti mismo se convierte en calabozo. El peso de los premios te ahoga en la memoria. Cesa de ser el que fue y el que serĂĄ. Incinera tu pasado y tu futuro. Marcha descalzo por el lomo del presente.

Poesofema 9


DESNUDO

Muéstrate sin nombre, desnudo y de rodillas. Cesa de saber quién eres. El nombre es una viga clavada en el ojo sin límites, las ideas heredadas te visten con una costra de yeso. El ego efímero debe arrodillarse ante la esencia verdadera. Elimina los adornos, vence al miedo, entrégate sin corazas, no vendas vacío envuelto en apariencia, enaltece aquello que sientes, da sin obligar a recibir, ama lo que existe como si fueras su madre. Ser sin imponer es la ley.

Poesofema 10


DECAP ITACIÓN

Dentro de tu mente decapita a los ancestros. En el túnel de los años cada mandamiento se torna arbitrario. Los llevas incrustados en la piel y en los sesos. A vanza hacia el futuro desprendiéndote de su tiranía. La memoria se hereda, pero no el alma, una semilla que sólo tú puedes hacer germinar. En el corazón haz que abdique la pavorosa unión con el pasado. En el ahora convierte a tu razón en huérfana, puerta abierta a todos los renacimientos.

Poesofema 11


BASURA

La basura del cáliz transfórmala en diamantes. No definas lo que es por aquello que lo invade. No confundas el volumen con su sombra. De lo que dices des poja el quién, el cómo, el cuándo y el dónde. No es violent o el venerable mundo, hay violencia en él: parásitos que devoran sin sembrar, egos fétidos. Que algo semejante no suceda con tu ánima, enfrenta voluntario el sufrimiento, vierte amor en tus gusanos para que des plieguen cuatro alas perfumadas. Pueda tu fortaleza agresiva convertirse en templo sin muros.

Poesofema 12


REFUGIO

Refugiado en lo inseguro aprueba lo inevitable. Todo, tarde o temprano, se esfuma. Hasta las montañas de granito son nubes. No te refugies ni en plazas de armas ni en ideas. En el fondo de lo fugaz se oculta lo imperecedero. En tus uñas reside el infinito. Las arrugas de tu carne te liberan de la seducción: haz de tu enfermedad un maestro, danza entre la nube de pétalos que caen del cerez o, baila un tango con la muerte.

Poesofema 13


LIBE RTAD

Preso en la ley común se libre en tus entraña s Prohibiciones y órdenes sólo florecen en las superficies, dentro de tu cráneo reside el Uno insondable. La conciencia es una barca que navega en el océano de la locura. Porque eres mortal eres libre. ¡Que en tu cuerpo encadenado dance el esqueleto! Aunque amamantado con morales monótonas, sabrás disolverte en lo infinito.

Poesofema 14


JARDĂ?N

Haz del odio un rosal en el jardĂ­n de tu silencio. Recibe como ofrenda las flechas que te lanzan. Limpia las adherencias obscuras que porta cada palabra: al pasar de mente en mente cesan de ser estuches claros para convertirse en lunas opacas. En las tierras de la mudez crece la flor de oro.

Poesofema 15


MUROS

Demuele los muros que te separan de ti mismo. Elimina al monigote que construyeron alrededor de tu conciencia. Te inyectaron la corcova del parecer. Te ataron al tiempo definiĂŠndote por la edad. Te embutieron en el rostro muecas de ancestros. Encerraron tu ser en un pasaporte, en un idioma. Mutilaron tus diferencias. Cesa de vivir a tu alrededor, desprĂŠndete de lo superfluo, busca sin cesar la raĂ­z invisible hasta que te enc uent res libre de definiciones, sumergido en la felicidad.

Poesofema 16


OLVIDO

Huye de aquello que te hace olvidar al esqueleto. No te conviertas en un altanero que niega su almendra de plata. Moviendo alucinado las caderas no borras a la muerte. La flor nace, perfuma, entrega su polen y al fin sus pétalos, ¿puedes decir que des aparece? En todo momento eres lo que es tanto como lo que no es. Sólo avanzando por senderos que se es fuman llegarás a la verdad.

Poesofema 17


SABER

Lo que un día sabrás no nece sita s saberlo ahora. Si la luz atravies a las paredes, bien. Si se consume en el abismo, bien. Entra en la catedral del corazón, pierde la conciencia de la conciencia, brazos abiertos déjate caer en el torrente, confía sin dudar, el más despreciado instante de tu vida es un germen, agradece cada uno de tus pasos, acepta que la realidad sin cesar se desintegre. En la energía misteriosa que sostiene al mundo no hay tristeza ni miedo, recibe las ondas concéntricas de su placer.

Poesofema 18


META

Viaja de la vigilia al sueño sin cambiar de meta. Cabalga en la flecha que atraviesa la razón de acero, hasta llegar al espejismo donde navegan los perfectos laberintos del desorden. Haz de todas tus facetas un solo diamante. Venera la causa sutil del estallido de tus células. Las entrañas que palpitan en el fondo del polvo alimentan la raíz de tu Conciencia. Sé el testigo eterno.

Poesofema 19


DESIGNIO

Concentra v铆sceras y alma en un solo designio. Que tu cuerpo se confunda con el aire. Que tu mente se disuelva en la tierra. Que la danza de lo sutil y lo denso forme el ojo perpetuo por cuya pupila mana el torrente de ilusiones. El espacio infinito ha de ser tu organismo y el tiempo que no nace y que no muere tu acci贸n apasionada. Uniendo los diez mil extremos ser谩s el caballo de un andr贸gino impensable.

Poesofema 20


INTE NTO

Que ni cielos ni infiernos adulteren tus intentos. Deja que los tent áculos de la alabanza y el insulto res balen por tu alma como anzuelos difuntos. No es por hambre de ganar ni por ahogo de perder, es por necesidad: a esa flor de loto que nace en el pantano, el universo entero no puede impedirle su abertura. Una sola meta para todos tus caminos, un punto donde desemboque el bosque de líneas, un grito que aglutine aluviones de discursos, un soplo que atraviese las muertes incontables. Nadie carcomerá tu entusiasmo, nadie te atará con cadenas de lisonjas; ciego, sordo y mudo, penetrarás en la fuente donde en cada instante nace tu ser.

Poesofema 21


ENFERME DAD

Que tus enfermedades te sirvan de escalera. No luches contra ellas, logra que te complementen. No vienen a destruirt e sino a revelar qué lugar de tu espíritu se ha petrificado, a invitarte a trabajar sobre el pantano para que fluya como una vertiente en primavera. El obstáculo denso tiene por misión recordarte que sólo el camino etéreo te conduce a lo real, es decir, a ti mismo. Aquello que te dijeron que eras sin que en verdad lo fueras, eso es tu enfermedad. Ama tu cárcel mental, gracias a ella estás creando alas.

Poesofema 22


INTE LECTO

Que tu intelecto no sea un pájaro tiránico. Que la rigidez de las ideas no paralice la eclosión del milagro. Que sus arpones fríos no humillen tu carne. Para inseminar a la virgen de mármol, cesa de calcular. Vierte tu energía sin esperar reembolso. Con un ángel se lucha sin violencia, pensar no es encerrar al mundo en una horma. Te ilusionas si crees reinar en los espejos. No es tuyo el sitio del otro. Trans forma en abono los problemas. Deja circular por tus vísceras la dicha de los frutos que se pudren. La lógica sólo debe ser una forma más de desarrollar el misterio.

Poesofema 23


SER

Que la piedra sea piedra y el ojo sea ojo. Para encontrar el agua reconoce tu sed. No eres lo que fue, no eres lo que será, no eres lo que quieres, eres lo que eres. Cuando abras el vientre de un segundo, brotará el tiempo entero, multitud de cant os invadirán tu pec ho, círculos brillantes girarán alrededor de tu cabeza, navegarán en tu sangre todos los muertos y todos los que van a nacer. Dejarás de cubrir con tu retrato cada centímetro de mundo, cesarás de convertir en reflejo a tus vecinos, no pegarás antifaces negros en los rostros que fulguran, aceptarás la noche sin añorar el día, acept arás el día sin cubrir el cielo azul con un velo turbio, aceptarás tus sentimientos por sublimes que sean.

Poesofema 24


GESTO

Que el gesto corre sponda a la cima donde reina tu Concie ncia. Que tus dedos tengan la delicadeza de una brisa. Manipula los objetos, hasta los más sólidos, como si fueran alas de libélula. Respeta al fuego de una hoguera pero también a sus cenizas. Demuele el muro que serpentea entre fuera y dentro. No observes lo que acontece, disuélvete en el acontecer. No exhibas tus sentimientos, escucha el canto de tus vísceras. No muestres lo que hoy eres sino lo que mañana serás. No trates de revelar lo que sabes, sólo insinúa lo que sospechas. Búscate en lo que crees no ser.

Poesofema 25


SOMBRA

Nunca olvides el milagro de tu sombra. Al mismo tiempo niegas cada vez que afirmas. Siempre a la mano que da la acompaña una mano que despoja. La conciencia es un pequeño círculo de fuego que navega en un océano negro. La memoria es la sombra del olvido. A donde quiera que vayas te sigue un desfile de fant asmas. Te esfumarás tú, se esfumarán las estrellas, otras nacerán, otro tú nacerá. Sobre ti, debajo, delant e, atrás, palpita el milagro. Tu corazón sigue ese ritmo. En cada latido nacen mundos, en los universos que se derrumban florecen bosques de luz. Aunque el pasado abarque un tiempo de tan vasto impensable, esto que estás viviendo es sólo un comienzo.

Poesofema 26


ANIMA L

Satisface al animal que brama en la caldera de tu carne. No te impidas hacer lo que deseas, no te obligues a hacer lo que no quieres. Cesa de estar en conflicto con tu cuerpo. Libre de la lujuria del resultado, entrégate al deleit e de la disolución en la cripta de tu esencia. La perfección del intelecto, en ausencia de la sutil vibración que anida en tu sexo, es seca vanidad. Extrae las agujas que llevas clavadas en la mente. Enhebradas con el hilo del amor empléalas en unirt e al orgasmo inces ante del laberinto que llamas Dios.

Poesofema 27


MORIR

Para encontrar el secreto perdido has decidido morir. Hete aquĂ­ fuera del espejo en medio de las circunstancias. Tiernamente dejas el camino de las apariencias para ir hacia la luz. El cuerpo refrescado por un abanico de primaveras por primera vez sientas a tu madre y a tu padre en tus rodillas. El mar atraviesa su cortina de peces y tu mirada se hincha de un vacĂ­o posible. Te sumerges en el cielo de las aguas para viajar como el ojo de un barco que avanza sin un parpadeo escapando siete veces del viento. Has atraves ado para siempre el um bral del infinito. En la fuente de las flores eternas cae la avalancha de tu alma.

Poesofema 28


INMORTALIDA D

Último pelo de su cola: es tuya la inmortalidad de la bestia. Siente en la médula de tus huesos el torrente de la vida infinit a y dentro del cráneo el batir de alas que anuncian la libertad. Que ninguna isla mental te separe del corazón creador. Danz a desnudo sembrando pólen, como si estuvieras vivo. Al mismo tiempo, liberado de los tentáculos terrestres, ondula en un féretro de aire, como si estuvieras muerto. Arroja a la fosa común la angustia de perder, cesa de embutir amos en tus hombros, de establecer fronteras de hierro alrededor de tu aliento, de pegar etiquetas con tu firma en todo lo que ves. Condenado a una transformación perpétua, como un chorro de agua en medio del desierto, elévate hacia la estrella del alba.

Poesofema 29


ESPEJISMOS

Deja esfumarse tus e spejismos vampiros En el laberinto de universos que navegan dibujando estelas circulares, giras alrededor de ti mismo. Nada nac e, nada muere, nada fue, nada será, en ti va ronroneando la eternidad. La división es tan falaz como la unión, no hay fisuras en lo que existe. Todo exulta en un instante único. Los vientos pasan entre tus celulas. El fuego arde en la palma de tus manos. Llueves. Recibes en tu seno a los diez mil ríos. En tu corteza crecen plantas y ciudades. A tu corazón llegan los latidos del cosmos. Eres una explosión de luz dentro de un inc onmensurable pozo negro. Lo que hoy te parece import ante, tiene poco valor. Elimina las cosas pasajeras.

Poesofema 30


ALCANZAR

Para alcanzar tu ser real, cesa de crecer donde no eres. Que la abrumadora pez uña de las definiciones no aplaste el torrente ilimitado de tu ser. Incinerarás tu nombre, lanzando sus cenizas hacia más allá de las estrellas. Aceptarás invisible que los espejos voraces engullan tu imagen. Enclaustrarás los años en el templo de las quimeras, declarando que tu edad es la misma del universo. No te definirás por el color de tu piel, ni por los ancestros de tus células ni por aquello que anida entre tus piernas. Eliminando rencores, juicios lívidos y pedidos sin fin, tu corazón se convertirá en una catedral donde sin cesar bendecirá un niño de oro. Ni anzuelos ni flechas ni llamaradas de semen ni parpadear de ovarios impedirán que la energía pristina del deseo te conduzca hacia el dios que te habita. Libre de fronteras, sólo reconocerás como pat ria a tus zapatos.

Poesofema 31


REGAÑO

Acepta, sin permitirte decir yo, que mi corazón te regañe. Entre sumas y restas hacia un destino ilusorio, en un mundo de materia que imita ser tangible, con voz color merengue, de rodillas como perro, el ánimo aferrado uñas y dientes al dinero, navegas en un diamante para siempre enlodado. No permites que las musas perfumen tus pantanos, no desciendes por montañas perdiendo lo que sobra, ni tampoco hundes los dient es en la carne del alma. Has trans formado la mente en una celda, emanas sentimientos con olor a fiera, crees que en tu pecho se abre un agujero negro. Con la atroz certeza de no haber sido nunc a visto un reloj te devora mientras caes al averno. El alma convertida en un océano de gracias viert o voc es blancas en tus orejas dormidas: “Una escalera va de tu corazón al misterio en cada segundo habita una esmeralda et erna”

Poesofema 32


POETA

Ya que has venido, poeta, enséñanos lo ilimitado. Al exterior avanza como una res que llevan al matadero, pero en el int erior llénate de la fuerza ardiente del dragón verdadero. Sin meta ni final, sé lo que sucede. Volviendo a lo concreto, penetra en lo inefable. Con la mente plena de luz da pequeños pasos, como si fueras siguiendo a un guía ciego. Demuele tus muros concept uales, libérate de las formas, absorbe todas las direcciones. Que todos tus caminos se entrelazen en un solo camino. Quedáte en el centro de tu alma, dale un tajo infinito a la materia densa, traspasa las fronteras del cosmos Que ningún crítico altanero pueda definirte. Ofreciendo el aspecto de una nube muerta, disgrégat e ante sus ojos. De más en menos, te harás maestro invisible. Podrás parecer una roca inmemorial, pero cuando quieran atraparte sólo encontrarán una corriente de aire que les volará el sombrero.

Poesofema 33


ESPEJISMOS

El rostro impecable de los estafadores, las manos delicadas del ladrón, el sonido armonioso de un rezo sin fe, la perla que navega en el mar de palabras, la felicidad que se oculta en el alba desesperada, la flor que sin poder intenta crecer en tu frente, la soledad pegada en la nuca de los viejos verde oliva, la iluminación instantánea prometida por un falso lama, ¿espejismos depravados que se lleva la corriente? Danz a todo el día burlándote de las contradicciones.

Poesofema 34


CUE RPO

Exalta y venera tu cuerpo porque, como un animal de sacrificio, transporta tu alma inmortal. Tu cuerpo no es un mar de sombras donde naufraga la conciencia, no es un estallido arcaic o aspirando a ser el sol del centro, no es un espejismo lujurioso engendrado por la sed de ser, no es un cadáver dando tumbos a través de los siglos, no es una forma sin sentido esculpida por los innumerables ecos, no es un árbol del que mil pájaros ciegos declaran ser el rey. Tu cuerpo es la metamorfosis de un gusano de piedra, generoso como la sangre que mana del pezón materno, alegre como el rayo que fulgura y luego se des vanece, es mucho más que su propia percepción. Bestia ilimitada, águila invisible, ángel asesino, león que se calcina, como la tierra no admite propietario, como el viento es un éx odo eterno, como el fuego revela el calor del alma, como el agua permite a la sombra encontrar una fugaz unidad.

Poesofema 35


PLACER-VERDAD

Negándote a despertar exaltarás el incesante flujo del Placer, el placer de elevar la percepción sensorial a más altura que la fe, el placer de hacerte el sordo cuando amenazan transmitirte conocimient os profundos, el placer de entregarte a la siesta en lugar de recorrer los ilusorios caminos de la luz, el placer de investigar los estertores de la carne despojándola de la tiranía del espíritu, el placer de abandonar el jardín del silencio para ir en busca de los conflictos, el placer de bendecir los obstáculos y los sucesos nefastos porque son tu reflejo, el placer de afirmar que nada le debes a los otros y que la unidad es la más torva de las ilusiones. Aceptando despertar exaltarás el incesant e flujo de la Verdad. Lograr el alejamient o absoluto sin extraer el cuerpo del present e, ésa es la Verdad. Plantar tus actos como raíces en la vacuidad terrestre, ésa es la Verdad. Despojar la imagen de tus seres queridos de sus características personales, ésa es la Verdad. Negarte a repetir destruyendo en la memoria la estructura de cada palabra, ésa es la Verdad. Cesar de exigir la conciencia a los seres que desean disolverse en la noche, esa es la Verdad. Buscar en cada una de tus obras la esencial imperfección, esa es la Verdad.

Poesofema 36


DOMA R

Para hablar de la Verdad es preciso que todos tus actos sean falsos. Para hablar de lo Santo debes vomitar sangre sobre los libros sagrados. Para hablar de la Vida debes escuchar en tu carne el cantar de los gusanos. Para hablar de la Poesía debes ponerte de rodillas y lamer las piedras. Para domar tu generosidad, te encerrarás en el castillo blindado de la avaricia. Para domar tu obediencia, recorrerás los innumerables laberintos de la indisciplina. Para domar tu paciencia, te sumergirás en los deslumbrantes océanos de la cólera. Para domar el vicio de la medit ación, te entregarás a las banales distracciones . Todo reconocimient o te incitará a sembrar el desorden. Cerrarás tu boca ante aquellos que solo quieren oír. Imprimirás en secreto huellas tan profundas como abismos. Sacrificarás los pasos que pueden definirte. Vive tu instante con la pasión de un hijo que asesina a su padre. La palabra adquiere realidad cuando la dices en el fondo del pantano. Si quieres encont rart e, no permitas que sólo los poet as te contemplen. Doma a tu ego hasta hacerlo invisible.

Poesofema 37


VENCE R

Deja de lanz ar rugidos que pret enden sacar de su letargo a los dioses dormidos, deja de creer que sumergido en un lago de paz has eliminado los tentáculos del deseo, deja de creer que el Impensable realiza milagros a través de tu ilusoria presencia, deja de creer que tu alma es un cuerno de la abundancia que pare virtudes para darlas a diestra y siniestra, cesa de creer que tu paciencia es infinita ante la crueldad de lo que se dice real, cesa de creer que has dejado de añorar los adornos mundan os, los diplomas, las copas de oro y la fama que encumbra, así vencerás la tentación de ser santo. Si dejas de creer que tu corazón es invulnerable como cofre de hierro que guarda diamantes, si dejas de creer que la muerte es una enfermedad y que la reencarnación es su remedio, si dejas de creer que cruzado de piernas e inmóvil como un cadáver te has convertido en un ser de luz, si dejas de creer porque te sientes en llamas que nadie puede apagarte, si dejas de creer que porque deshaces las amarras de los otros tú mismo no estás atado, vencerás la ilusión de la fe. Abandona los caminos antiguos por donde fueron a morir tus antepasados, imita al becerro que acaba de nacer.

Poesofema 38


ABANDONA R

Debes rechazar a la luna y resignado avanzar con las cuencas del pensamiento vac ías. Abandona el exorcismo que aliment a a tus demonios: la repulsión del deseo lo acrecienta. Abandona la codicia y danz a con las luciérnagas: sin pensar en obtener, conviért ete en una llamarada. Abandona los ensueños y regresa a tu cuerpo: que su resplandor te indique los senderos milagrosos que se abren en la tierra. Abandona toda representación de ti mismo: elimina las máscaras con que has cubierto los objetos del mundo. Abandona el des eo de obligar a los otros a recibir tu ayuda: dales la oport unidad de vivir sus propias vidas, no la tuya. Abandona la tristeza de la impermanencia: la muert e es una ilusión individual; la vida es un triunfo colectivo. Créate una corona de luz para defender tus huesos de los destructores de la lucidez objetiva.

Poesofema 39


ALMA

Niégate a entrar en compañía de filósofos bárbaros en la selva de las proliferaciones conceptuales. De una fuente lejana, como gigantescos halcones, llegan los pensamientos al cerebro. De una fuente lejana, como ríos de suntuosa miel, llegan los sentimientos al corazón. De una fuente lejana, como lentas llamas azucaradas, llegan los deseos al sexo. De una fuente lejana, como una manada de alegres cetáceos, llegan las necesidades al cuerpo. El sabor de la miel calma la voracidad de la lengua, el amor calma la voracidad del corazón, el silencio calma la voracidad de la mente, la muerte calma la voracidad del sexo, crecer hacia las diez mil direcciones calma la voracidad del cuerpo, la voracidad de la Conciencia sólo se calma cuando se devora a s í misma. Ninguna criatura, ninguna cosa, puede preciarse de ser entera: es siempre una mitad. Todo va acompañado de un gemelo misterioso que detenta el cetro del instante. ¿Hasta cuándo has de negar que dentro de tu cuerpo vive un alma imperecedera? Como el salmón que remonta infatigable la corriente, inicia el regreso a ti mismo. Como el buitre que devora cadáveres trozados, elimina de tu espejo el enjambre de conceptos. Como la gaviota que emerge del agua con un pez en la boca, descubre tu nuevo ser a cada instante. Cuando dejes de habitar en la insatisfacción y la palabra, cuando no hagas diferencia entre el ruido y su eco, cuando te sientas infinito en el interior de tu cráneo, cuando seas invisible, inalcanzable, sin nombre, sin familia, sin patria, sin modelo corporal, sin santas escrituras, regresarás por fin al alma de todo lo que existe.

Poesofema 40


IMPERMA NENCIA

Si enseñas filosofías perversas en medio de un río, si con un sombrero caqui nos privas de las libertades, si sumerges tu pureza en el lupanar de la bolsa, si luciendo una falsa aureola ensucias a los niños, si traicionas al primer ángel que ves en la mañana, si continúas incesante negando tu mort al término, seguirás con saña devorando a nuestro mundo. Siente en esta impermanencia la fiel presencia del cuerpo: sus dichosos sufrimientos dan substancia a las formas, su vacuidad, poz o sin fondo, absorbe la suma del sueño, su impersonalidad lo hace nodriza de los Yo particulares, su vejez es carruaje del Conocimiento, sus enfermedades son vestales de una vida que rechaza toda exactitud. La impermanencia es la única mus a digna de ser escuchada, el sufrimiento es la gata sensual que los querubines nos reservan, la transparencia del nombre permit e la exaltación del misterio y la expansión de la Conciencia pe rmite la fertilidad de la tierra. Los fenómenos sin realidad son el dulce aroma del vacío. Para llegar a aquello que no está prisionero de la histérica apariencia acabarás de un tajo con los simulac ros del ego. Serás el diamant e que impone sus fragantes facetas al prodigioso hervidero de las sombras.

Poesofema 41


DEMONIO

Deja que por tu pecho trepe la fiera y te muerda una oreja vertiendo su mensaje abominable, no hay mejor amigo que un demonio hambriento: “La luz oculta a la obscuridad y no su contrario, obscura es la naturaleza es encial del mundo, el destino de las naves es el fondo del océano, bajo el fuego y sobre el fuego reina la sombra. Así debe la Conciencia sumergirse en el sueño: debes rechaz ar a la luna y resignado avanzar con las cuencas del pensamiento vacías. Como el verdugo ve a los condenados que ejecuta, como el agua misterios a donde nunca se refleja la luna, como el espejo oval que se exhibe en lugar de un rostro, como el último eco de los ecos nacidos de la ausencia, como la espuma de mar que anida en los ojos del ciego, como la secreta respiración de los cadáveres en la morgue, como la herida sangrant e que van dejando los pájaros en el aire, así debes ver a los seres. La compasión es el veneno de la Inteligencia. No hay nada más sublime que una for ma sin contenido. La esencia de cada cosa es la impureza del espíritu. Sin disimulo la comunicación es imposible. ¡Toma la espada de la mano del muert o y húndela en la corona de los inmortales!”

Poesofema 42


FINA L

Por fin encontrarás la fuerza del alma: cambiando s in cesar de forma, emanando mil perfumes, penetrando con dulzura en cada partícula de tu carne, cada palabra suya es un cofre que transporta óvulos dorados. El pensamiento, torrente que nunca se reposa, viaja hacia la noche oscura con la envidiosa esperanza de transportar ese divino resplandor. Ten cuidado, no te pertenece. Lo que tú eres, ella lo es. Lo que ella es, tú no lo eres. Si intentas poseerla, con tu falso intelecto la asesinas. Guardián ciego de un tesoro invisible, en tu vida no has encendido un solo fuego. Lo cercano lo ves lejos, no reconoces aquello que está aquí. Cuando se te da, siempre crees que te quitan. A donde quiera que vas arrastras una sombra tan inmóvil como un ladrón crucificado. Deja que las piedras te enseñen: sin descansar, sin enfermarse, sin envejecer, sin padecer ni el hambre ni el deseo, giran, llenas de savia, en una tranquila danza ofreciendo sus lomos al sol mientras se convierten en águilas. Sin embargo tú, por mucho que busques. sólo podrás convertirte en ti mismo. Desdeñando toda forma, percíbete solamente como espacio. Ante los acontecimientos acepta que eres el tiempo eterno que indiferente transcurre. ¿Es tu objeto habitar en el melancólico templo de los ancianos eternos? El paraíso secreto es aquel donde todas las cosas tienen una forma única. Cero ardiente en la vulva infinita celebra que los dioses que inventaste te hayan abandonado.

Poesofema 43


MENOS O MÁS

En el camino de la Verdad tropiezo con los desperdicios dejados por los turistas y sus guías el paraguas de Gurdjieff sus bot ellas vac ías los pañuelos de Freud manchados con el semen mocoso de la cocaína los juguet es abandonados por los hijos de Erickson partidos por las manos pes adas de los locos un verdadero trozo de la Santa Cruz en caramelo el velo de Mahoma agujereado por mil lunas cuatro dientes del Dalaï-Lama y todas las ratas cremosas de la poes ía oficial Mi mochila está vac ía Al comienzo de mi viaje pesaba cien kilos de avispas pero las avispas se echaron a volar una tras otra y yo marcho encorvada por este peso imaginario sumergida por el hábito esperando que a mi pas o una rama me golpee la cara y me aproxime al presente que respira. (por Marianne Costa, traducido por Alejandro Jodorowsky)

Poesofema 44


PASEO DE SANTIDAD

Camina, eres tú el que santifica el templo donde entras. Dos alas de vac ío surgirán de tu es palda, tu mirada acunará el invierno, la calle, los perros, hasta el polvo y aquellos que saben y aquellos que no saben. Arriba un águila planea encadenada a tu cráneo por un hilo de vértigo. Un saurio hundido en el asfalto cava bajo tus pasos un túnel de magma y tu recorres la ciudad secretando lentas perlas en el hueco de tus heridas y sembrándolas en tus huellas. Sobre las veredas entonces florecen azares donde se estrella el granito de los incrédulos . No olvides: nunca estamos solos. (por Marianne Costa, traducido por Alejandro Jodorowsky)

Poesofema 45


TRANSMIGRA CIÓN I

¿Mi jardín? El mundo entero. El canto de los pájaros es mi melodía. El viento que sopla es mi respiración. La danza del simio es mi propia danza. El pez que brinca sobre las olas expresa mi libertad. La misma luna se refleja en el agua de diez mil lagos, pero cuando desaparece detrás de la montaña sus reflejos se esfuman. Cada flor es toda la primavera y cada hoja seca todo el otoño. ¡Le doy la bienvenida a la transmigración de la felicidad!

(Por el monje zen Genrô (1783) Traducido por Alejandro Jodorowsky)

Poesofema 46


ULTIMO PASO

Arden mi esqueleto y mi nombre, todo se deshace en cristales. ¡Aleluya, la vida me está pariendo! ¡E n la vacuidad del origen danzo como lámpara inocente! ¡Jaula vac ía en el remolino de las cosas, he logrado ser nadie! Del infinito llega hasta mi frente una corona de plata. Las banderas de todos los países se convierten en mariposas blancas. Las nubes detenidas en el aire conservan su forma de templo. El camino ascendente vibra bondadoso. Con sotanas de agua danzan las sombras. En las hojas de los árboles aparece el nombre inefable. El día transcurre clavando en el espacio segundos brillantes como el oro. Me calcino, me evaporo, me aglutino, me disgrego, cristalizo, mi memoria se disuelve en el futuro sin espectador ni imágenes de espejo. Convertido en una sola mano luminosa abro todos los sepulc ros. ¡Asisto a la sublime resurrección de aquellos que creyeron morir!

Poesofema 47


GRA TITUD

Aprendemos a ser, acariciar, crear espejismos reales y por fin agradecer. Gracias por este deslizar hacia el fin de la materia. Gracias por esta raíz eterna en el instante efímero. Gracias por esta cadena de madres y padres con el pecho abierto lanzando flechas de ámbar. Gracias por esta saliva que fertiliza el desierto de lo pens ado. Gracias por esta felicidad que danz a en la médula de los huesos. Gracias por el latido amoroso de mis vísceras y la alegría perruna de mis órganos. Gracias pulmones por obligarme estar satisfecho de la caricia del aire. Gracias plantas de mis pies por llevarme donde me estoy esperando. Gracias por la piel cantando con sus poros y por la ment e que se baña en su propio vacío. Gracias por la energía azul escondida en las neuronas, por mis cabellos que crecen hacia el cielo, por los recuerdos luminosos que nadan en la sangre, por la voz que se divide en cinco auras, por el arco iris que surge de mi boca y va a hundirse en la tuya. ¡S atisfacción como una sombra dulce, como hostia más grande que su cáliz, como caballo en un remolino de aire, como culebra atravesando un bloque de mármol!

Poesofema 48


DESPRECIO

No pudiendo vencer a la corriente, ¿cuál es el sentido de la vida? Dejarse llevar desnudo es el sentido, sacudir de la cabeza diez mil kilos, quitar de los anzuelos la carnada, hacer que el animal rapaz suelte la presa, llenar de conciencia los segundos, convertir el des eo en obediencia disolver el miedo en la confianz a, bailar un tango con la muerte. Donde ac á y más allá se cruzan, en esa rosa que nac e de la sangre devolver al tiempo lo que somos: un montón de trajes sobre nada ¡Qué me importa que todo se disuelva! Mi alma sigue dando saltos obstinados La esperanza se cristaliza en diamantes, las ilusiones muertas encuentran al padre ausente Ahora me permito ladrar como un ángel, danzar transmitiendo la menta y la lavanda. De centro en centro voy llegando a la superficie divina, entre guerras pestes y huracanes vengadores me deslizo. Mi esqueleto soporta la injusticia, mi felicidad se encuentra en el desprecio. Una corriente discreta dibuja laberintos en la arena, pueden pens ar que soy yo o quizás que sea el viento.

Poesofema 49


GÉNESIS

Antes del canto y del perfume, antes de las aguas y la tierra, ¿dónde estabas tú? ¿Hubo un designio en la sombra que precedía a los astros? Ahí donde nada aún se creaba, esa voluntad intangible que se hará materia, si todo estaba en ella también estabas tú, uno más entre los innumerables seres, mínimo, mucho menos que un pensamiento, y sin embargo absolutamente necesario para el equilibrio de la impensable máquina. Cada hormiga carga apoyada en su nuca a la totalidad del universo. El peso de una pluma abandonada a sí misma puede aplastar un mundo. Sacúdete las dudas. Nunca más Le preguntes “¿Para qué todo este circo? ¿Pasas de lo eterno a lo efímero por una sed de espejo? ¿Has querido parir un punto que invalide a tu infinito? ¿Valía la pena explotar en un tremendo cosmos sólo para crear mis pies y mis uñas?” Cesa de vomitar palabras. Exponte al sol para sembrar tu sombra en la memoria que espera agazapada como un tigre en el centro del presente. Aunque no puedan conversar el piojo y el mendigo se comprenden. Ese solo contacto basta para sostener al mundo.

Poesofema 50


REALIZACIÓN

Más allá del pan o del veneno, busca el núcleo donde ser y no-ser se funden. Si el cuerpo es una cárcel también lo es el espíritu. La ascensión del alma es el fruto de derrumbes sucesivos. No huyas, el aliento de tus huesos te fue dado para siempre, el sepulcro que has temido posee la pujanza del fermento. Lacta la sangre de la tierra, aviva el fuego perpetuo, entrégate, inflámate, calcínate, que tu mente y tu carne vuelen en andrajos, que la insidiosa piedra del yo estancado se disuelva en el torrente universal. Océano de goce, orgasmo eterno, felicidad indeleble, secreta vacuidad, ningún resplandor puede opacar el lucero que reina en tu interior. Te expandes a dimensiones tenues, llegas al sitio donde todo crece sin esfuerzo, la razón y su enemigo oscuro en equilibrio exacto. Ya nunca más igual a ti mismo, el espacio es tuyo porque es prolongación de tu esperanza, un cristal convertido en fuente, un templo donde cada piedra es hija del silencio, lugar sagrado en el que puedes jugar a construir un nuevo mundo, sin miedo. sin daño, sin censura, otorgar un aura a la cabeza inerte, expulsar al verdugo que impera en tu memoria, unir las dos partes, luz y sombra, agua y fuego, macho y hembra. Bajo rayos de oro eres por fin el ser humano mágico: tus huellas son abismos, tus palabras son joyas, dentro de tu carne danza el esqueleto. No sabes nada, no posees nada. no te aferras a nada, no rechazas nada, sólo deseas seguir. El dios que baja del cielo es el mismo que sube de la tierra

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¿QUÉ ES EL DINE RO?

El dinero es como el Buda, si no trabajas no lo obtienes. Si detienes su fluir, desaparece. Sólo es tuyo cuando está entre tus manos. Pero esas manos no son tuyas. Si lo sueltas deja de ser tu amo. El dinero es de todos, pero se pertenece a sí mismo. El dinero da la luz a quien lo emplea para abrir la flor del mundo y aniquila a quien se endiosa confundiendo la riqueza con el alma. Porque el alma, esencialmente, es la pobreza. Cuando menos se es, más se recibe a la existencia. El dinero es como la sangre: da la vida si circula. El dinero es como el Cristo: te bendice si lo compartes. El dinero es como la mujer: se te entrega si lo amas. Hijo del sol, el oro parec e alejarse de nuestras manos pero es la luz que nos conduce. Debemos limpiarlo de la codicia que nos inspira la muerte hasta dejarlo invisible como un diamante. No hay diferencia ent re el dinero y la conciencia. No hay diferencia ent re la conciencia y la muerte. No hay diferencia ent re la muerte y la riqueza.

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RESOLUCIONES

No guiaré mis acciones por miedo a castigos infernales o por codicia de premios celestiales. Si Dios no está aquí, no está en ninguna parte. Si yo no estoy aquí, no estoy en ninguna parte. Dejaré de afirmar que mi realización está en el futuro. Es ahora cuando debo realizarme, hacer fructificar mis potencialidades. Aceptaré las leyes proclamadas por la colectividad, pero en mi mente y en mi corazón, permaneceré libre de pensar y amar lo que desee. Seré lo que soy y no lo que los otros quieren que sea Cuando venga lo que tiene que venir, si es algo, nada me impedirá saberlo. Si no es nada, yo también seré nada. ¿Por qué ent onces preocuparme? Lo que vendrá, vendrá y lo acepto. Si hay un más allá, no necesito saberlo ahora. No voy a deseñar el presente por un misterioso porvenir.

Poesofema 53


SIN LIMITES

Amo el rostro impecable de los estafadores las manos delicadas del ladr贸n el sonido armonioso de un rezo sin fe el silencio que navega en torrentes de palabras la felicidad que se oculta en los sepelios la soledad pegada en tu cara. y los espejismos que se lleva el viento mientras poco a poc o el desierto se esfuma

Poesofema 54


MIENTRAS ARDO

Otra vez en la antesala del milagro, envuelto por la luz del misterio, con paciencia, perseverancia y disciplina cavo túneles que desemboc an en lo eterno, trasquilo la superflua costra de doctrinas hasta dejarme liso como un Buda de piedra. Nada que agregar, nada que quitar, nada que interpretar. Con la honradez de un grito de fuego ya no temo el encuentro con la bestia, ni regresar a palabras como alambres cruzando el abismo de los oídos vacíos. Entre vientres que sólo saben digerir materia y sueños sin puertas ni ventanas, soy capaz de desear lo que no soy más allá de lo pensable, del madero y del fuego, de la ilusión de mí mismo. Ese nombre, ese esqueleto negro, esa memoria, esa es pera, y esa meta que se encuent ra cuando con calor de madre el horno nos calcina. Regreso con una rama incandescente, palabras con sabor a vino, versos no más profundos que un es pejo reflejando la ingrávida ilusión. Ceso de vivir creyendo que robo lo que la vida me está dando.

Poesofema 55


LA MAGIA DE LA V IDA

Como las cuerda s de un arpa los caminos del ser tienen diferentes sabore s Un paladar exquisito no tolera lamer piedras y bajo el color del cruento día la mirada del pintor descubre gamas porque los sentidos continuamente dan a aquello que reciben y el mundo se va modelando de acuerdo a la forma en que lo pensamos. Las cosas no son desde el momento en que las llamamos “mías”, poseerlas es desprenderse de ellas, es en el dar que se obtiene. No hay perfume más grato que el del acto bondadoso, un vaso de agua dado sin beneficio personal, líquido puro que es metáfora del alma, creado por la sed del otro. En ese acto la ilusión es verdadera ilusión y las aves cantan porque creemos en ellas. Fabricamos la melodía ent re los dos, sin ti la eternidad no es. Hablo desde el sitio más oscuro, desde la lámpara que se lleva el río. La magia de la vida es el encuentro con las innumerables sombras

Poesofema 56


LA VIDA TE ES TÁ DANDO (MIE NTAS ARDES)

En la antesala del milagro envuelt @ por la luz del misterio, con paciencia, perseverancia y disciplina cava túneles que desemboc an en lo eterno. Rasca en tu mente la superflua costra de doctrinas hasta dejarla lisa como un Buda de piedra. Nada que agregar, nada que quitar, nada que interpretar. Con la honradez de un grito de fuego no temas el encuent ro con la bestia, ni regresar a palabras como alambres cruzando el abismo de los oídos vacíos. Entre vientres que sólo saben digerir materia y sueños sin puertas ni ventanas, eres capaz de desear lo que no eres más allá de lo pensable, del madero y del fuego, de la ilusión de tí mism@. Ese nombre, ese esqueleto negro, esa memoria, esa es pera, y esa meta que se encuent ra cuando con calor de madre el horno nos calcina. Regresa con una rama incandescente, palabras con sabor a vino, versos más profundos que un espejo reflejando la ingrávida ilusión. Cesa de vivir creyendo que robas lo que la vida te está dando.

Poesofema 57


TRANSMIGRA CION II

El mundo entero es mi jardín. Los pájaros cantan mi melodía, el viento que sopla es mi respiración, la danza de los monos es mi propia danza, el pez que da vueltas y revueltas muestra mi libertad. La luna del at ardecer se refleja sobre la superficie de mil lagos pero cuando se oculta detrás de la montaña todo los reflejos se esfuman y ninguna sombra permanece. Amo cada flor que emerge de la primavera y cada hoja con los colores del otoño. Le doy la bienvenida a la transmigración de la felicidad.

(Por el monje zen Genrô (1783) Traducido por Alejandro Jodorowsky)

Poesofema 58


EL GRITO

Si tus ojos se abren como una sola ventana, si tu cabeza se disuelve en aire , como un degollado que camina verás cementerios sepultados bajo cerros de manzanas, insectos de oro libando néctar del barro, horizontes verticales uniendo mares con el cosmos, nubes de hielo pariendo mujeres en llamas, vient o rojo transportando en una vieja urna la piedra sabia. Quieres ofrecer la doctrina que vence todos los miedos pero tiemblas cuando te habla una abeja. Si eres tú el enviado ¿por qué escondes tu voz en una guitarra de huesos ? Despójate de la piel de escamas para que de tu máscara surja la mirada que derrite a las esferas de mármol. Decide por fin arrastrar tu lucidez por el sendero que se es fuma. ¡V en a poblar la ansiedad del alba ! ¡Transmigra de tu mente al corazòn del águila ! ¡Lanza el grit o esencial que hace danzar las montañas !

Poesofema 59


CORA ZÓN VIVO

De eso se trata: aceptar vivir al pie del muro, convertirse en una de sus piedras, utilizar el tacto de la mente ciega, convertir la obscuridad en alba de luz imaginaria, deshacer la imagen de sí mismo hasta ser un un charco de agua, entrar en la memoria y amasarla, mezclar los tiempos en un pan que sustentará tanta ausencia, sentir que el alma avanza atravesando mundos dentro de mundos, ver las letras del altivo nombre caer como hojas marchitas, en medio de la implacable celda sólo nuestro corazón latiendo.

Poesofema 60


EL ENCUENTRO

Reducir el sufrimiento a un punto donde los pasos no pueden aspirar a una meta, entrar en el torrente como una balsa vacía, dejarse llevar con el alma abierta, cielo más cielo más cielo sin ninguna tierra, cómplice de lo invisible temblando de conciencia lejos del caparaz ón legal que oculta las tinieblas, mil matices del silencio, fugaces espejismos, engañosa bellez a de las construcciones geométricas, recuerdos de perro que sacudió sus pulgas. ¡Alto ! ¡Aquí hay un ser humano con uñas, carne y dientes, sabiendo que es el amor quien despoja de las apariencias, desnuda la mente, te quita los huesos, te convierte en una respiración invisible. Al desaparecer en la inmovilidad incesant e encuentras lo que eres en lo que por siempre ha dejado de ser.

Poesofema 61


VER ¿Cuántos pájaros deben caer del cielo para que nuestras lágrimas se eleven para que olvidemos adular las formas para que obedezcamos la orden inaudible para que soltemos lo que tenemos empuñado para que metamos la cabeza en el hocico y cesemos de recorrernos en lugar de ser? ¿Dónde está el infierno prometido, dónde las llamaradas del instante, dónde la palabra convertida en alma, dónde los leones que se elevan mientras mil alas de metal caen del cielo? ¿Obtendremos la humildad del perro, lo leve de la brisa? ¿Cesaremos de vivir como una esfera flotando en el abismo? ¡Que lo sublime despegue de nuestros pasos las huellas ajenas! ¡Que se haga la luz en la oscuridad carente de signif icado! ¡Que un silencio con olor a sándalo invada la farsa del parecer! ¡Que nuestro corazón eche raíces en las cuatro esquinas del cosmos! ¡Que un rugido celestial recorra nuestros huesos cual un tren sin frenos! ¡Que el ladrido de los puercos convierta en lirios a nuestros tímpanos! ¡Que de la herida que corona a nuestra memoria mane un géiser de oro! ¡Que bajo la noche como un perro diurno devore el instante hasta agotar su miel! ¡Basta ya de bucear en túneles de gelatina amarga! ¡Basta ya de espejos arrogantes! ¡Basta ya de tanta boca huérfana de pantanos vestidos de profeta de vino estéril con sabor a yegua de morder un pan hecho de sangre ! ¿Nos enseñó la vida a deshacer los nudos? Nos desprendemos de las máscaras de héroe de las sombras que arrastran nuestros talones de la aureola que aún nos ata a santos de barro Cuando el gallo sagrado suspire en el último punto el Arcano se abrirá desde adentro como una rosa blanca en el centro de nuestro pecho cantará una virgen de plata extraeremos de cada ojo de mármol una mirada cálida cesaremos de criticar para que el alma onírica se extienda aceptaremos que la piedra es piedra no importa quien la lance admiraremos la flor que se marchita tanto como la que se abre en la materia que fluye hasta su desintegración nuestra conciencia impulsará lo intangible hacia el sacrif icio de los espejismos poblaremos con ilusiones la ansiedad del alba sembraremos diamantes en la estela del tiempo nuestra alma que nació ciega se cubrirá de ojos que no temen ver

Poesofema 62


POESOFÍA EN CÁLI Z

Si eres cazador sé tu mismo la presa. Si eres agua no aceptes imitar rocas. Frente al otro transfórmate en espejo. Envía al matadero tus palabras inútiles. Nunca des un pa so sin enterrar semilla. No prometa s caídas ni ulceres confianzas. No te mudes en parásito de larvas ajenas. No encadenes el corazón de quien ayudas. Encierra diplomas y medallas en un féretro. Muéstrate sin nombre, desnudo y de rodillas. Dentro de tu mente decapita a los ancestros. La basura del cáliz transfórmala en diamantes. Refugiado en lo inseguro aprueba lo inevitable. Preso en la ley común se libre en tus entraña s Haz del odio un rosal en el jardín de tu silencio. Demuele los muros que te separan de ti mismo. Huye de aquello que te hace olvidar al esqueleto. Lo que un día sabrás no nece sita s saberlo ahora. Viaja de la vigilia al sueño sin cambiar de meta. Concentra vísceras y alma en un solo designio. Que ni cielos ni infiernos adulteren tus intentos. Que tus enfermedades te sirvan de escalera. Que tu intelecto no sea un pájaro tiránico. Que la piedra sea piedra y el ojo sea ojo. Que el gesto corre sponda a la cima donde reina tu Conciencia. Nunca olvides el milagro de tu sombra

Poesofema 63


GENEALOGÍA

Aceptando la satisfacción de vivir insatisfechos mente contra mente, sexo contra sexo cuerpos coagulados por la ausencia del goce cual ladrones de pájaros los amantes se buscan en la escalera del mito Los esperan sus feroces abuelos agitando un libro de piedra carcomida ”Les damos como legado el puñal que hundirán en el ombligo del mundo para plantar en esa herida otra vez el pasado Pondrán riendas y anteojeras a sus lobos respetarán un trapo llamado bandera venerarán un uniforme militar crucificado darán la vida a cambio de un dinero infecto Nada les pertenece por cada res piración nos deben un porc entaje Si aceptan en el cuello nuestro sagrado yugo les será permitido entrar en el templo de los hues os” Ahora dirigidos por un ojo externo, muert os vivos acechando una puerta sellada el espacio los comprime hasta molerles los huesos el tiempo se lleva sus pedazos hacia un cielo de verdugos Esperanzas sin tripas soñando digerir met as paraguas abiertos en el cruce de mil sequías ¿pueden sus dedos atrapar una estrella? Entre el mar de cuerpos que se es fuman, oscuros se devoran a sí mismos para dejar como resto un diamante podrido

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MEDITA CIÓN

Reducir el sufrimiento a un punto donde los pasos no puedan alcanzar un término entrar en la corriente como una balsa vacía dejarse llevar con el alma abierta cielo más cielo más cielo sin ninguna tierra cómplice de lo invisible, tembloroso de conciencia lejos del caparaz ón legal que oculta las tinieblas mil matices de silencio, ilusiones fugac es engañosa bellez a de las construcciones sórdidas recuerdos de un perro que sacude sus pulgas ¡Alto! Aquí hay un ser humano con uñas, carne y dientes, sabiendo que es el amor quien despoja de las apariencias desnuda la mente, nos quita los huesos nos convierte en una res piración invisible Al desaparecer en la inmovilidad incesant e encontrarás lo que eres en lo que por siempre ha dejado de ser

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BESOS

Aceptar existir al pie del muro convertirse en una piedra miserable captar el cant o de la mente ciega desintegrar la imagen de sĂ­ mismo entrar en la memoria y amasarla en medio de esa cĂĄrcel implacable reunir los tiempos en un solo pan mientras el alma sin cesar avanza desde los astros hasta nuestro mundo donde arden las letras sagradas como besos benditos por el fuego.

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EL HORROR

Veo rapaces agit ando fétidos papeles para convertirnos en almacén de números. Con líneas sangrientas dividen la Tierra agitando trapos con barras y estrellas. Orgullosos de sus pies de plomo dictan leyes que encarcelan nuestra conciencia futura. Imponiendo un cadáver cubiert o de llagas entierran sus garras en los tesoros vitales. Con maletas llenas de billet es floreados usan el crédito como carnada caníbal. En el cerebro, bajo promes as abstractas nos introducen aceleradores del ego. Sólo nos permiten vivir luciendo marcas que nos embalsaman en el hastío. Con insensata indiferencia continúan destruyendo la grat uidad del viento. Falsos Maestros dando aspirinas metafísicas a fanáticos rígidos y sentados que no cesan de viajar hacia hospitales celestes. Vestidos de magma adoran huesos de santos perfumados a mansalva. Traficantes de líquidos vaginales, especuladores de ideales en germen, militares viscosos, ladrones de ventanas, propagandistas de relojes sin fondo, llenan sus bolsillos con perlas formadas por las llagas de sus pobres, mientras piden con voz de jarabe que les cedamos una víscera. Pronto proclamarán el fin del mundo para recoger después los muebles que arrojaremos por las ventanas. Para llegar hasta el sol que brilla en el centro del mar de sombras no rehuyamos el horror del mundo.

Poesofema 67


RESURRE CCIÓN Viaja de ti mismo hacia ti mismo tratando de ser lo que serás. La única manera de avanzar es extraer al ser de la palabra, extraer al acto de la intención, extraer al amor del adueñamiento, extraer al deseo de su objeto imaginario, horadar el túnel de la mente perdiendo una y mil pieles, no ser ni esto ni lo ot ro, unirlos en un sólo círculo, buscar la mirada oculta detrás de la mirada, de ojo en ojo ascender hasta la última conciencia, lo artificial llevado por el viento como un enjambre de pétalos. Circulará entonc es por tus venas el licor de las ent rañas cósmicas, deshaciendo nudos ciegos, integrando en el bos que desnudo al árbol acorazado. Tu patria será sólo las huellas de tus pies desnudos, y tu edad, la edad del mundo. Nunc a más en tu frente una definición. Nunc a más en tu pecho la víbora envidiosa. Nunc a más entre tus piernas, el deseo de una carne sin alma. Elegirás por camino a la impalpable niebla,

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vencerás al espejo que compara, demolerás la pirámide de ancestros que llevas incrustada en la espalda. La ascensión y la caída se amalgaman los ojos que miran por fin se miran, la manía de nombrar se reduce a un grito. Placer incesant e, orgasmo eterno, silencio que es suma de todas las músicas. Dios, como un trompo de madera gira sobre la palma de tu mano. Te integras a la espiral de astros, en el ombligo del mundo se baña tu alma, cada uno de tus cabellos se amarra al cielo, una nube plena de lluvia colorada alimenta el llanto de tu éxtasis, florece en tu boca un árbol blanquinegro, tus dedos trazan jeroglíficos de fuego. La mujer esperada durante tant as vidas es parida por tu sombra. Su piel de luna dorada endulza el laberinto amargo que te cubre como un mausoleo. Las agujas de su voz penetran en tu cáscara de piedra, entran en tu memoria, llegan al punto donde brota la vida y se convierten en los primeros latidos de tu nuevo corazón.

Poesofema 68


EN LENGUA LIBRE

ENTUPLASMO AGÓRICO Si arrelunas el tumor, lo futuras y lo emplanas. Desójate y muda cama, ¡ballénat e de fulgor! Baja de la morca al rozo, increnta alas aureolando. Sacadentro tus amandos, ¡pálpate en tuno gozo! Orejea tus sicreos, no insomentes tantos logros. Desladra el menudeo, ¡degrádame ese ogro! Rompenuca tus engomes, tarajeda el grosopalto. ¡Si sumes en el come, la norma toca el cuánto! Intra el logol en la trama, paralelo dora miras. El orcón remite en fama, ¡estornece dando sigas! Ventra la sal del hozo, ruble el sintino salmuera. Regruve el ástil rijoso ¡s utra la nuca afuera! Binga bringa y rebringa, tume jacales diosores. Grita bajo la singra ¡desmelagra tus licores !

Poesofema 69


ILUMINA CIÓN Este es el momento en que los límites se abren como los pétalos de una flor que crece en el pantano. Lo que fue una celda negra estalla en tent áculos de luz. Se acaban las fronteras y esfuman las definiciones, nada se puede comparar, ni juzgar, calma eterna donde desembocan los ilusorios egos dejando de ser islas para entregars e al éxtasis del coraz ón único y disolverse en tremendos latidos de amor. La fragancia de cada ser, el vibrar sublime de las ideas, el dulce calor del sentimiento afectivo, la estela brillante de cada acción bondadosa, el temblor esencial de la pasión, esto es eterno, no ha venido ni se está yendo, es una caricia de lo que por siempre es. Quiero que estas palabras besen tus ojos, que las plantas de tus pies acaricien el suelo donde se posan, que tu cuerpo dibuje en el aire laberintos sagrados. Nada es inútil, todo sirve para algo, todo es una búsqueda que sólo puede terminar cuando nos convertimos en lo que buscamos. El filósofo se convierte en la verdad. el artista se convierte en la belleza, el nadador se convierte en el agua, el poeta abre una puerta en su poema. Pueda un alba sin fin inundar tu memoria, que los huesos de tu cráneo se cubran de palabras sagradas que en lugar de dinero intercambies mariposas blancas. Cada instante es el mascarón de proa del tiempo total, este es el momento elegido, hoy es la eternidad, tu cuerpo es el infinito, tu Yo es la divinidad. Deja arder la memoria, siente ternura por cada mente que se desprecia, deja que el mundo de los codiciosos se vuelva invisible. Tú sé como un árbol que toma la forma que le dicta el canto de sus pájaros.

Poesofema 70


UN PASO HA CIA ATRÁS

Si el tiempo se lleva mis pedaz os y caigo al suelo convertido en punto es una joroba el pes o de los otros en el hueco que es mi corazón Incapaz de separarme de la noche que nunca ac aba de parirme acecho frente a una puerta cerrada para siempre ¿Pueden mis dedos atrapar esa estrella? ¿Quién soy yo entre los reflejos de este cuerpo evanescent e que se devora a sí mismo? Dejo como resto un cristal bendito

Poesofema 71


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