Pierina Alejandro Angermüller
La soledad en tiempos de PANDEMIA
El Covid-19 llegó al Perú y fue confirmado el 6 de mayo del 2020 por el expresidente Martin Vizcarra. Ningún peruano estaba preparado para lo que se vendría luego de anunciado el primer caso positivo de coronavirus. Las personas aún no entendían muy bien todo lo que traería este virus y mucho menos se les pasó por la cabeza las millones de vidas que se llevaría. Para poder proteger a las personas de este enemigo, el congreso anuncio la emisión de un decreto de emergencia que disponía la cuarentena obligatoria por 15 días, el 15 de marzo del 2020, lo cual se prolongó por muchos meses. Este libro está inspirado en mostrar el tiempo que estuvo desolado uno de los lugares donde las personas se relajaban durante el año: la playa.
Muchas personas pasaron días en los cuales no sabían que hacer para tener ingresos, debido a que no podían realizar sus labores, por la cuarentena ejercida por el congreso. Uno de los principales grupos de personas afectadas fueron los pescadores, las embarcaciones estaban varadas en el muelle y era difícil poder ir a pescar, esto se vio reflejado en el alza de precios en diversos pescados y mariscos. Además, ellos mismos ganaban un extra cuando vendían promociones de paseo en bote o de guías turísticos, lo cual también estuvo paralizado por más de un año.
No solo las personas han pasado meses encerradas en casa, también miles de lugares estuvieron vacíos por un largo tiempo. Actualmente, ya podemos visitar estos sitios y se puede ver el deterioro que sufrieron durante este aislamiento obligatorio. Muchos de ellos, se han visto obligados a seguir los protocolos, por lo que han tenido que cumplir con las restricciones que el ministerio de salud ha dado para que puedan volver a recibir personas como lo hacían antes y para evitar que este virus se siga propagando entre nosotros.
Las personas que se dedicaban a salvar vidas dejaron de hacerlo, porque jamás se habían enfrentado a un enemigo tan grande como el coronavirus. Sus puestos de trabajo quedaron vacíos frente a la llegada de este virus, es por ello que muchas de estas casetas donde los salvavidas se ubicaban para ver a los bañistas y el comportamiento del mar, se encontraban en mal estado. Actualmente, el gobierno ha tenido que darles mantenimiento porque los visitantes ya volvieron a las playas.
El sector hotelero también se vio duramente golpeado económicamente, dado que las personas no podían salir a vacacionar para evitar los contagios masivos, que se podía dar si asistían a dichos lugares, lo principal era salvaguardar las vidas de las personas. Las instalaciones donde tiempo atrás albergaba a millones de turistas, se quedaron sin visitantes y muchos de estos tuvieron que cerrar sus puertas por un largo tiempo. Esto provocó que las personas que trabajaban en los hoteles queden sin un ingreso económico.
Los emprendimientos también sufrieron grandes pérdidas de ingresos, las personas no salían de sus hogares, por lo que los comerciantes paralizaron sus negocios hasta que la cuarentena termine, sin pensar que esto dudaría más de un año. Muchos de ellos dejaron de atender al público y se vieron obligados a cambiar de rubro adecuándose a la nueva normalidad. Las personas buscaron nuevos métodos para obtener ganancias y de esa forma solventar sus gastos. Además, de tener que seguir pagando el alquiler de sus espacios de trabajo para no perderlos.
Hasta la actualidad, muchas cosas no vuelven a ser como eran antes, hay muchos lugares clausurados y otros donde se han tenido que tomar nuevas medidas de seguridad. La pandemia ha hecho que todo cambie, pero espero que pronto podamos regresar a esos sitios donde tanto amábamos ir y ser conscientes de que nada será como antes. Estoy ansiosa porque llegue el día que podamos volver a caminar libremente sin usar mascarilla y que todo lo que hemos vivido estos meses, sean solo recuerdos de la soledad en tiempos de pandemia.
La soledad en tiempos de PANDEMIA