Es muy probable que alguna vez vosotros hayáis oído algunas versiones de lo que le sucedió a Caperucita Roja, pero la verdadera historia de lo que pasó ese día, la podréis leer a continuación... Resulta ser que un soleado día Caperucita Roja, que realmente se llamaba Ermenegilda Álvarez Godoy, pero que todos llamaban Caperucita Roja a causa de la caperuza roja que llevaba a pesar de que lo que realmente llevaba era un chubasquero y de que no era rojo, si no naranja. Pero no nos detengamos en detalles sin importancia. Sucedió que Caperucita se despidió de su papá, que era padre soltero y trabajaba como guardia civil y se fue a la escuela como todos los días, para lo cual tenía que atravesar el bosque. A mitad del camino mientras escuchaba en su walkman la última canción de Mónica Naranjo, se encontró con el lobo Feroz, que realmente no era malo, sino que ese era su apellido "Feroz". El lobo la previno de que no anduviera por el bosque solita, porque era peligroso, y que mejor tomara el autobús, pero Caperucita, que era muy testaruda, no hizo caso del lobo e insistió en atravesar el bosque caminando. - ¿Pero de que va este lobo? ¿Qué me va a pasar?, ¡Si toda la vida he atravesado el bosque sola! pensó y siguió caminando Más adelante fue sorprendida por un hombre muy alto, de gran barriga y enorme boca, (que evidentemente era el malo de la historia), le arrancó la bolsa de comida que llevaba en sus manos y se fue corriendo dentro del bosque, no sin antes advertirle que si contaba algo a alguien de lo que había pasado se arrepentiría.
Ermenegilda, o mejor dicho Caperucita llegó muy triste a la escuela por no haberle hecho caso al lobo, pero lo peor vino a la hora del recreo al recordar el bocata de atún con tomate que llevaba en su bolsa de comida, las lágrimas aparecieron en sus ojos... Sus amigos Pulgarcito y Ricitos de Oro (...os daréis cuenta de los motes tan especiales que se utilizaban en los alrededores...) intentaron saber lo que le pasaba, pero ella no les dijo nada con miedo a lo que le pudiera hacer el malvado ladrón del bosque. Al terminar las clases se fue corriendo a casa de su abuela, que trabajaba desde su casa a través de internet como traductora. Con el hambre que llevaba devoró todo lo que le había preparado y sintiendo la necesidad de decirle a alguien lo que había pasado, se animó a contarle a ella lo ocurrido en el bosque...no sin hacerle prometer que no se lo contaría a nadie. Su abuela lanzó el grito al cielo, y ni corta ni perezosa invitó a sus amigas de curso de defensa personal a tomar el té y a comer una empanada gallega en medio del bosque, lo que resultó realmente una táctica para que la acompañaran a darle su merecido al ladrón, sin tener que contarles nada y no romper la promesa que le había hecho a su nieta Caperucita Como es evidente las viejecillas fueron víctimas del ataque del malhechor, pero como eran unas expertas en artes marciales, lo asustaron hasta hacerlo salir corriendo despavorido... Y nunca volvieron a saber de él.
Caperucita se sintió muy contenta de haber confiado en su abuela y haber denunciado lo que le pasó, porque de esta manera pudo resolver su problema y el de muchos niños y niñas que pudieron volver a pasear tranquilos por el bosque.
Ya conocéis la historia real de Caperucita Roja, y si escucháis alguna otra versión de los hechos, no hagáis caso... Que esto es lo que verdaderamente ocurrió, como que me apellido Feroz.
CUANDO TE PASE ALGO A TI HABLA CON LOS QUE TE RODEAN: · Es bueno que hables con los demás para que te ayuden. A las personas que viven contigo, les gusta conocer tus alegrías, tus opiniones, tus experiencias y también necesitan que les cuentes lo que opinas, no entiendes o te preocupa para también ellos entender porque te enfadas, porque estás serio o raro y saber qué hacer para ayudarte. · Es importante que aprendas a decir las cosas que sientes. Muchas veces la solución a tus problemas está en contarlos. Contando las cosas, a los fantasmas de sábana blanca que habitan en nuestra cabeza, se les pone cara y nombre y así es más fácil decirles que se vayan. · A veces te ocurren cosas que no cuentas porque piensas que los demás no te van a entender y que van a pensar que es una tontería. Nada de lo que te pasa es una tontería si para ti es importante. · Pide que te escuchen. A veces no te preguntan cómo estás porque la gente está distraída o con sus cosas, pero siempre tendrán un momento para escucharte.
CUANDO TE PASE ALGO GRAVE PIDE AYUDA A UN ADULTO. · Si te ocurre algo malo, grave para ti, cuéntaselo a una persona adulta. Primero háblalo despacito con la persona de confianza contándole tus miedos. Dile que no entiendes nada, que no te gusta lo que está pasando; si te da vergüenza contarlo di porqué; dile si piensas que es que tú has hecho algo mal para que te traten tan mal,... Y cuando te sientas mejor al desahogarte y porque tienes la seguridad de que alguien que te va a cuidar, confía en que esa persona, va a hacer lo posible por arreglarlo. Seguramente pondrá remedio ella misma. Si necesita ayuda de otras personas lo hará avisando de lo que ocurre. Es lo que se llama denunciar algo, comunicando a la autoridad judicial o administrativa (por ejemplo al juzgado, la policía, servicios sociales, defensor del menor...) aquello que vulnera los derechos. Las personas que trabajan en los lugares públicos encargadas de administrar, de dar justicia dirán lo que hay que hacer para que se respeten los derechos y no te pase más aquello que es malo para ti. Ten en cuenta que éstas personas escucharán a la persona que ha puesto la denuncia y también a ti que eres la persona más interesada en resolverlo.
CUANDO PASE ALGO QUE NO RESPETE LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS PUEDES MANIFESTARLO SOLO O CON OTRAS PERSONAS. · Manifestar es dar a conocer a otras personas la opinión sobre algo que ocurre que se considera que no respeta los derechos, para llamar la atención y pedir cambios. Siempre hay que hacerlo con respeto, explicando cómo habría que hacerlo según tú y apoyándote en datos reales. Cuando quieras manifestar, hacer conocer tu desacuerdo con algo, y piensa si otros niños y niñas opinan como tú y queréis manifestarlo en grupo. Buscar siempre el apoyo de una persona adulta para buscar la mejor forma de hacerlo conocer. · Si quieres participar en una manifestación organizada por adultos o te piden ellos que participes, entérate bien del motivo de a manifestación y piensa bien qué quieres hacer tú en ella. ALGUNAS COSAS QUE CONTAR:
- Si te preocupa haberte peleado con un amigo o con una amiga. - Si tienes miedo por las noches. - Si estás triste porque tu perro está enfermo. - Si tienes agobio con los deberes. - Si te gustaría estar más tiempo con tus padres. - Si no entiendes porque tienes que acostarte pronto o no puedes ir a casa de una amiga. - Si no te gusta que otros se metan contigo... TU SABES MEJOR QUE NADIE QUE COSAS QUIERES HABLAR CON LOS DEMÁS