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PAMPA HERMOSA
Mil veces
Es famoso por sus incontables cataratas, pero detrás de esa cortina también encontrarás buenas dosis de relajo, adrenalina y encuentros interculturales. Una ciudad alegre, tropical e inquieta.
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Altitud: 632 m.s.n.m. Ubicación: a más de 400 km de Lima.
Satipo nunca debió existir. Es más, allí donde se extiende el valle de Satipo, no debería levantarse ninguna ciudad tropical y mucho menos ser tan fértil como para producir cientos de hectáreas agrícolas, en especial nuestro incomparable café.
No malinterprete las palabras de este viajero, pero antes de impulsar el desarrollo urbano y turístico en esta parte del centro del Perú quizás hubiera sido bueno ponerse a buscar oro y plata entre la maleza. Y es que existe la creencia de que durante la ocupación misionera en el Perú (1595-1742), los españoles pusieron sus ojos en la selva central como objeto de búsqueda, creyendo que allí se escondía El Dorado o el Paititi, esa ciudad inca que la mitología describía como hecha de purito oro.
Verdad o mito, lo cierto es que sí en la actualidad escucháramos del conquistador Gonzalo Pizarro decir otra vez que “El Dorado estaba más allá…”. En coro le contestaríamos: ¡No, tonto! El Dorado siempre estuvo allí frente a tus ojos, solo que nunca fue dorado, sino verde.
Ciudad con aroma a selva
Hoy, la ‘Capital Ecológica de la Selva Central’, ha dominado la naturaleza contra todo pronóstico. A tan solo diez horas de la capital, Satipo se erige como un potencial destino donde el turista encontrará los mejores servicios dedicados a complacer sus exigencias durante su estadía en la provincia más grande de Junín. Eso sí, antes de alistar su maleta y viajar, debe saber tres cosas:
La primera: tres o cinco días no son suficientes para conocer este paraíso.
Encuentros con comunidades nativas.
Full adrenalina y velocidad en la selva.
Riqueza en cultura e historia.