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La guerra según la crítica histórica actual La versión tradicional del ciclo de la guerra contra
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Por otra parte, en realidad tampoco puede hablarse de un número significativo de fuentes que traten los sucesos de la conquista en los Andes; hasta principios del siglo xvi sólo había trece obras con fecha de impresión conocida y otras once sin data cierta. Apenas un modesto grupo de veintitrés textos para un período de sesenta años.9
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En la famosa y, para algunos autores, mítica guerra entre incas y chancas, los primeros lograron romper el férreo círculo de poderosos vecinos que los aprisionaba y con ello alteraron el equilibrio hasta entonces prevaleciente entre los diferentes grupos de la región para inclinarlo a su favor.10 Al igual que los incas, los chancas pugnaban por su expansión territorial; ya se habían extendido hasta Andahuaylas y aspiraban a dominar por completo a los quechuas. Así, durante el gobierno de Viracocha Inca, acaudillados por Uscovilca, los chancas salieron de su territorio para lanzarse a dominar otros pueblos vecinos.11 Por tanto, las crónicas identifican claramente el ciclo de la guerra chanca como el momento en que se produjo la expansión histórica del Tawantinsuyu de los incas. Siempre se ha dado por sentado que el mito relataba una confrontación real con poblaciones que se identificaban como habitantes de la zona del río Pampas, en Ayacucho. Y, de ser así, podía circunscribirse
9 Beyersddorff, “La tradición oral quechua vista…”, p. 218. Un trabajo que ofrece un estudio pormenorizado de las obras escritas en este siglo es el de Pease, Las crónicas y los Andes, Lima, pucp/Instituto Riva-Agüero/fce, 1995. 10 Sobre esta discusión véanse, entre otros autores, a Pierre Duviols, “La guerra entre el Cuzco y los chanca: ¿historia o mito?”, Revista de la Universidad Complutense, Madrid, vol. 28, núm. 117, 1980, pp. 363-371; Pierre Duviols, “Cosmovisión y ritual solar de sucesión: la guerra de los incas contra los chancas. Ensayo de interpretación”, en Antonio Garrido Aranda (comp.), Pensar América: cosmovisión mesoamericana y andina, Córdoba, Obra Social y Cultural de Cajasur/ Ayuntamiento de Montilla, 1996, pp. 271-293. 11 En los siguientes capítulos trataremos con mayor detalle el nombre y significado de este “capitán” chanca.
1. El relato tradicional de la guerra y las distintas interpretaciones 25
la versión histórica al inicio de la expansión incaica definitiva, entendida por los cronistas como una serie de guerras de conquista.
La guerra según la crítica histórica actual
No obstante, estudios recientes permiten hacer algunos ajustes y correcciones a esta difundida versión. Por ejemplo, el antropólogo holandés Tom Zuidema ha empezado por llamar la atención sobre el hecho de que hay al menos tres significados distintos para lo que hasta hoy se ha tenido por el gentilicio “chanca”.12 Por su parte, Luis Ramos Gómez ha dado pruebas de que, en la región en estudio, la presencia de grupos identificables con los chancas es mínima, y también ha aportado elementos —hasta ahora no estudiados— presentes de diversas formas en el arte cusqueño de los kero y en danzas contemporáneas, que permiten identificar a los chancas con pobladores amazónicos.13 Asimismo, Luis Millones ha indicado, por una parte, que no existen evidencias arqueológicas de esta guerra, sin embargo, por la otra, acoge la propuesta de Brian Bauer en el sentido de que este episodio heroico pertenece al género de las “sagas legendarias”, formato omnipresente en la formación de los imperios. En consecuencia, Millones explica la existencia del relato de la guerra como la manifestación del recuerdo mítico de la sociedad huari, que despertaba encontradas opiniones en los grupos cusqueños.14
12 Véase Tom Zuidema, “El origen del imperio inca”, en Tom Zuidema, Reyes y guerreros: ensayos de cultura andina, Manuel Burga (comp.), Lima, fomciencias, 1989, p. 206. 13 Luis Ramos Gómez, “El choque de los incas con los chancas en la iconografía de vasijas lígneas coloniales”, Revista Española de Antropología Americana, Madrid, núm. 32, 2002, p. 243. 14 Luis Millones, “Taki Onkoy o la enfermedad del canto”, en Taki Onkoy: de la enfermedad del canto a la epidemia, Santiago de Chile, Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, 2007, pp. 23-25.
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En buena medida, la base de la versión canónica la sentó un artículo publicado por Pierre Duviols en el año 1980: “La guerra entre el Cuzco y los chanca: ¿historia o mito?”, que influyó de manera decisiva en una generación entera de investigadores.15 Con los años, sus conclusiones se transformaron en “hechos”, que representan el consenso general dentro de un amplio campo de estudiosos en la materia. A continuación presento los argumentos más relevantes.
El primero de dichos argumentos indica que a partir de las informaciones contenidas en las crónicas —escritas luego de la conquista española— es imposible reconstruir eventos y procesos históricos que se desarrollaron en la era anterior a dicha conquista, ya que los incas no poseían escritura y no hay fuentes escritas de la época. Por lo tanto, no es posible saber en qué medida se trata de información confiable, y en qué medida penetraron en los textos ideas, posturas, creencias, instituciones y eventos originados en la cultura europea. El segundo plantea que las versiones de la guerra entre los incas y los chancas que figuran en las distintas crónicas describen todas la misma guerra. En consecuencia, la mayoría de los investigadores se dedica a interrogar a las crónicas para determinar cuál de ellas presenta la versión más confiable del suceso. El tercer argumento sostiene que el relato de la guerra entre incas y chancas es un evento mítico, que no tiene asidero en la realidad. Por lo tanto, podría pensarse que el acontecimiento material, irremediablemente perdido, es recubierto por el mito en una serie de escenas de escritura que alojan en su interior un núcleo de verdad histórica; presencia de lo mítico que devela una verdad allí donde intenta encubrirla. De tal forma, este relato tendría, según algunos autores, un carácter mítico e inaugural relevante para la historia del Incario.16
15 Duviols, “La guerra entre el…”, passim. 16 “Algunos hechos sobre esta guerra pueden haber ocurrido, pero otros son evidentemente de carácter mítico”, Zuidema, “El origen del imperio…”, p. 205.