Darwin, el arte de hacer ciencia
En un texto posterior, “Anotaciones y observaciones al trabajo del señor Augusto Weismann” (1881), el tono de Velasco es mucho más polémico. En 12 apartados numerados, otra vez repite que sus observaciones analíticas comprobaron que la metamorfosis se debe a “causas intrínsecas, es decir, al desarrollo genuino de estos animales” (p. 272). Refuta las observaciones de Weissmann comparándolas de nuevo con sus observaciones propias, criticando la generalización exagerada de los representantes del evolucionismo, contradictoria a su experimentación in situ. Otra vez, para comprobar su argumento, dedica un largo fragmento a la temperatura y a la condición natural de los lagos. La perspectiva artificiale del Valle de México El término perspectiva artificiale es un término técnico en la enseñanza en clases de artes plásticas, como las impartidas por Landesio y Velasco. La Memoria sobre el axolotl mostró que Velasco daba mucha importancia al medio natural del Valle de México, lo cual coincidió con su interés artístico, en donde este valle se destaca como tema predilecto. En este ensayo se arguye que, más que criticar su supuesta monotonía temática, es interesante preguntarse el porqué de la dedicación de Velasco a este tema. Es un maestro al sugerir la “belleza” –parafraseando a Darwin– de los “músculos faciales” del Valle, de acuerdo con las reglas clásicas del arte de la perspectiva. Para cada cuadro dibujó una perspectiva geométrica y artificiale, reconstruida a partir de un vanishing point, una técnica que aprendió de Landesio que llegaba con una sólida formación académica al respecto. En la opinión de Hubert Damisch en L’origine de la perspective (1987), esta metodología de la perspectiva fue introducida por el arquitecto Filippo Brunelleschi en Florencia a principios del siglo xv y tiene todo que ver con las ciencias: “All evidence suggests that perspective theory belongs to that class of cultural products to which belong scientific formations, and the sciences themselves, as well as works of literary art” (p. 161). México, en aquella época, estaba bajo la influencia del positivismo, declarado como doctrina estatal por el presidente Benito Juárez en 1856 cuando firmó una serie de leyes para la reorganización del sistema educativo de México. Once años después, en 1867, Juárez proclamó la Reforma Educativa y fue en este espíritu que se educa Velasco, lleno de entusiasmo por fundamentar conocimientos científicos en y sobre su país. En sus cuadros se reproducen las ideas de “progreso” y “tecnología” como instrumentos de la modernización: el agradecimiento de las bombas para suministrar agua potable, el ferrocarril, los túneles, los puentes, o las fábricas. Como alumno de Landesio, Velasco ya se había acostumbrado a este proceso de intervención en el paisaje debido a que su profesor, después de llegar a México, recibió
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06/12/2011
08�14�05 p.m.