Hemos revisado casos de autodenuncia de negros para evitar el maltrato de sus amos. Dos ejemplos sirven. El primero fue Juan de Morga, de quien ya hablamos, quien se acusa en una carta de varios delitos enumerándolos y colocando como “lo primero que tengo escritura con el demonio, lo segundo que soy casado dos veces, lo tercero que no creo en Dios… que ha mucho tiempo que no oigo misa porque sirvo a un hombre cruel en Zacatecas… [por lo tanto] he de negar a Dios y a sus Sanctos”.279 Este y otros negros esclavos terminaron confesando ante el Tribunal, entre lágrimas, que se habían adjudicado esos delitos para lograr la intervención de esta institución y evitar así los malos tratos de los amos. Francisco Jasso, negro esclavo, se acusó de judío porque “más quería ser moro porque el Santo Oficio le prendiese y le librasse del obraje en que estava”.280 Es preciso señalar, que en la segunda mitad del XVII algunos de los miembros del Tribunal se niegan a defender a los negros esclavos de sus amos, devolviéndoselos. El licenciado Andrés de Çavalça, escribe, en 1663, que los esclavos acuden al Santo Oficio porque “pretenden evadirse del servicio de los amos y pretenden salir de su dominio a título de servicio y otros pretextos, y an dado y dan mucho trabajo a este Santo Oficio, embarazándole con este género de causas repetidamente”.281 Hasta aquí todos son casos en que los negros esclavos han sido denunciados por sus amos, por ellos mismos, o por otros esclavos ante el Tribunal. Pero también encontramos la situación inversa, es decir, que los negros esclavos testificaban contra otras personas, como ocurrió con el negro esclavo de Juan Horacio, platero, vecino de la ciudad de Cartagena de Indias, quien testificó contra Andrés de Cuevas, declarando que “estándose un día el testigo burlándose con una esclava del reo, el dicho reo le había dicho que porqué se burlaba con su esclava, que con otras negras se podía burlar y que no se burlase con ella, que hiciese cuenta que su negra era aquella imagen, señalando con la mano la iglesia mayor y el testigo dice que lo entendió que lo decía por la imagen de Nuestra Señora. Así mismo le testifica el dicho testigo que antes de lo susodicho, en diferentes ocasiones oyó decir 279
AGN. México. vol. 454. exp. 14, fol. 255-255v en Alberro, Solange, Op. Cit. pp. 473-474. 280 AGN. México. vol. 145. Exp.7. 1596 en Alberro, Solange, Op. Cit. p. 474. 281 AGN. México. vol. 502, fol. 385, proceso contra Phelipe, 1663, en Alberro, Solange, Op. Cit. p. 482.
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