notificaciones a las provisiones y mostrado al Ordinario el poder de Inquisidor, y pregonádose con trompetas y atavales”.90 El Tribunal comenzó a funcionar en una casa que estaba frente al convento de La Merced que fue facilitada por el Virrey como una solución provisoria; de una caballeriza se hicieron cuatro celdas, las demás se construyeron en una casa contigua que se alquiló. Ahí se construyeron dos aposentos que se utilizaron como sala de audiencia y como cámara del secreto, el resto quedó como patio libre. Tiempo después se buscó un lugar más apropiado. Se adquirió una de las casas de Nicolás Rivera cuyo costo ascendió a 11750 pesos ensayados, con otras dos casas contiguas que costaron 4650 pesos; esto se pudo realizar por la donación de 20 mil pesos que dejara al morir fray Pedro de la Peña, Obispo de Quito, al tribunal limeño. La construcción de la sede permanente del Tribunal del Santo Oficio en Lima se inició en 1584, exclusivamente con mano de obra contratada, y desde este primer momento ya vemos la relación entre negros e Inquisición, pues parte de este grupo contratado era de artesanos negros: 11 aserradores, 3 yeseros y un tornero.91 Las celdas fueron 12, comunicadas entre sí; se había construido, además, un aposento para el alcaide, y otras habitaciones para uno o dos inquisidores, para el secretario y para el portero. Compraron también otros enseres del mobiliario como la alfombra berberisca, el pendón del tribunal, sellos, guadamecíes, cerrojos y candados, etc.92 Ricardo Palma describe el estandarte de la Inquisición, afirmando que estaba hecho en terciopelo negro, con flecadura y borlas de oro. “Tenía en el medio, de realce y en campo verde, la oliva, cruz y espada bordadas en oro, y por la orla estas palabras del salmista: Exurge, Domine, et judica causam tuam” (Yérguete, Señor y juzga tu causa). 90
Carta de Cerezuela del 5 de febrero de 1570 en Medina, José Toribio (1887): Historia del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición de Lima, Santiago de Chile: Imprenta Gutemberg. p. 23. 91 Cfr. Harth-Terré, Emilio y Alberto Márquez, “Las bellas artes en el virreinato del Perú en el siglo XVI: las casas del Real Tribunal de la Inquisición”, RANP, 22 (1958), 194-217, en Bowser, Frederick (1977): El esclavo africano en el Perú colonial (15241650), México: Siglo XXI. p. 179. 92 Cfr. Escandell, Bartolomé, “El Tribunal peruano en la época de Felipe II”, en Pérez, Joaquín (Dirs.), Op. Cit. T. I. p. 920.
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