El tráfico iniciado en 1503-1504 con la expedición de Obando,140 iría acrecentándose paulatinamente. Recordemos que los primeros negros que llegaron a América eran esclavos de los españoles emigrantes; recién en “1511, cuando se vio que los indígenas no resistían el trabajo que pretendían colonos y mineros españoles, algunos religiosos aconsejaron que se introdujeran negros bozales de la Guinea, y así, el que había sido hasta entonces un flujo puramente doméstico, se empezó a convertir en un verdadero comercio especializado, en que iban a competir negreros portugueses, ingleses, franceses y holandeses principalmente durante más de 300 años”.141 Para el caso peruano, Hernando Pizarro viajó a España llevando el „rescate‟ de oro obtenido por Atahualpa, y al retornar al Perú en 1534, solicitó a la Corona licencia para embarcar 100 negros, mitad mujeres y mitad varones. Obtuvo la autorización deseada con la condición de que los esclavos fueran de los reinos de España, de los reinos de Portugal o de las Islas de Cabo Verde o de Guinea, pero de ninguna manera podían ser „gelofes‟ por la influencia islámica que pudieran tener. En principio el Rey de España entregó licencias por servicios prestados a la corona, pero poco a poco este comercio se acrecentó en manos de portugueses, para quienes, en 1595,142 generaría grandes ganancias. Esta trata de negros coincidió con la disminución de la población indígena,143 sobre todo en 1576 cuando se vivió en Nueva España una peste que arrasó con gran parte de la población indígena. Ahí 140
El 3 de setiembre de 1501 nombraron los Reyes Católicos como gobernador de la Española, Indias y Tierra Firme a Nicolás de Obando, y en las instrucciones que se le dieron, se le mandó que no permitiese el tránsito de judíos, moros ni conversos a América; pero que dejase introducir en ella negros esclavos, con tal que fuesen nacidos en poder de cristianos. Esta condición suponía que ellos ya eran cristianos. Ver en Saco, José, Op. Cit. p. 164. Millones, Luis (1973): Minorías étnicas en el Perú, Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú. p. 26. Triana, Humberto (1997): Léxico documentado para la historia del negro en América. (Siglos XV-XIX), Tomo I, Santa Fe de Bogotá: Instituto Caro y Cuervo. p. 119. Thomas, Hugh, Op. Cit. pp. 90-91. 141 Andrés-Gallego y Jesús María García, Op. Cit. p. 22. 142 En este año la Corona española, aprovechando la coyuntura de la unión dinástica con Portugal en la persona de Felipe II, firmó una serie de contratos monopolistas con los portugueses. 143 En el libro de Enriqueta Vila Vilar, Hispanoamérica y el comercio de esclavos. Los asientos portugueses, se encuentran datos y bibliografía sobre el descenso de la población india.
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