maría chemes
CANTARES DE ECO
el péndulo ediciones
María Chemes
CANTARES DE ECO
maría chemes cantares de eco, 1º ed., mariano acosta, 2011 permitida su reproducción citando autor y fuente
© LibroerbiL
contacto | maria.chemes@gmail.com http://vozreflejo.blogspot.com/
imagen de tapa | klimt diseño y diagramación | el péndulo ediciones
CANTARES DE ECO
Te he besado con todas las bocas de mi cuerpo Narciso me voy
cuántas veces más moriré rezando tiemblo respiro átame al cuerpo del tiempo que no sé olvidar llévame, suéltame, cobíjame
tú inocente sombra de recuerdo
comen mis manos deseos de mi vientre no me toques
poséeme en cada silencio está la caricia del arrullo en que nacían los gemidos del amor no sé cómo seguir el cuento y el cuento sigue sonando
aférrame déjame cuento con tu sombra para abrigar la noche y la que no es mía pues se pierde en el decir
en el decir
o pĂĄjaro sin memoria o ĂĄrbol de raĂz al fuego estoy ardiendo y trago dolor o remedio
la Ăşnica piel habla sola sola recita y cuenta y ata el recuerdo con la piel
la piel recita y habla
cuรกntos labios tiene el olvido quiero besarte quiero besar muerde y toca toca la espera quieta muerde que el silencio se abre muerde que late
late
sue単o entero fin de noche fin
el fin no nombra
savia que recorre la planta es savia que vuelve a la tierra se entregan en agua son tierra en tierra espeso jugo tiempo intacto pronto siembra
coraz贸n de silencio en grito
cuĂĄntas palabras serĂĄn verbo esta vez para nanar y dormir presente en sueĂąo no conozco el fin conozco cuerpo
y toco
y si es fin no veo ciega recorro danzante en la cueva donde miro la luz
la misma espada que mata abre
no tiemblo no rezo hablo muerdo palabra de sentido como tocar la muerta que dej贸 los ojos en ti
querido hiciste un lecho de nada y nadamos tantas veces
tantas veces
y no s茅 contar y aunque quiera una mirada es s贸lo tuya mirada y el mundo mira mirada tuya
me fui de la espera y trac茅 surco en sangre tracci贸n paso
aniquilo el momento con hambre de esperanza llórame a orillas de un agua eterna mírate en el agua
y déjate morir de mí
y salir rosada de ausencia dónde estabas durmiendo cuando yo soñaba cuéntame el cuento de amor que más me gusta quiero dormir
fue el silencio roto que hizo de voz de tiempo el canto en que dormimos de sirenas en brazos de la noche quieta cĂĄlmame la sed en un baĂąo de sed y quedarĂŠ despierta
los poros del amor en piel de conciencia claman, respiran y duermen rastros de tu mano o restos de cartas jugadas sin destino
Te he besado con todas las bocas de mi cuerpo Narciso bĂŠsame
corto los tallos del dolor en que no me viste más en que no olías el olor de nuestra muerte
cuantas veces morir desear mañana y morir y desear mañana
esculpo el torso del enemigo lo tallo delicadamente lo siembro, lo cosecho, lo miro no pienso
veo al enemigo
por quĂŠ llorar en la mansa retina del deseo piernas abiertas al morir en el agua del sudor solitario
consuelo en el alto pino la luz del Ăşltimo movimiento ahĂ en lo mĂĄs alto el verdor se pierde en el blanco y convergen principio y fin anida en la mirada la mĂsera verdad de un instante
poca soledad para tanto ojo al cielo
en siembra de dolores tiernos mejor hacer si el decir no canta recreo el silencio muerto mi amor partido en cristales sin cortar
sin abrir
mentar tu sue帽o el m铆o, el del dormir
jadeo ag贸nico coraz贸n piedra en la quietud
donde el ojo todo lo detiene
resonar en miembro de instante
acecho cuerda sin fin
semilla partir la escena en rotos comensales para la Ăşltima vez una minĂşscula porciĂłn del amor divino
en esa imagen hambrienta
palabra que vuelve en manos del ardor digestión en cría cría de pechos saltones para hombres pequeños siempre pequeños en la redondez del pecho
no bien el suelo sujeta la alma despega
รกtame a la navaja que desune nuestros cuerpos gorda de tajo asisto inmรณvil en lรกgrima corriente cruzo el haber del sido nuestro
no me lamas la herida como un pájaro misericordioso muéstrame la hendidura donde resté y quedé orando
mĂĄs me vale ponerme el traje y hacer compras que ver morir los dĂas en ventanas de memoria
quĂŠ caricia era la de volver
trato de poner en oĂdos del tiempo este manojo de agua y sal que aprieto para no ver
podrĂŠ ponerme alas y cruzar por tus ojos y no ser vista
y no verte
querĂa decirte adiĂłs y mentir al muro muro de enamorados
crecer trepando el muro romper de raĂces el muro
verano en siesta cuรกndo se abre el pasadizo caminar ciega
huir
o trazar estela a mi paso o dejar de trazar y partir y en cada caso sembrar olvido y olvidar
estamos solos y sola soporto en la raĂz del llanto
querĂa saber entonces no perder
ni saber
desentendida de las algas el agua es movimiento verde quiero sumergir el cuerpo y perder el lĂmite blanco en que me asusto de mirada
y asistir roca de deseo al movimiento
Te he besado con todas las bocas de mi cuerpo Narciso me voy
CODA DE OTOテ前
En la distracci贸n como el amor sucede
la 煤nica pasi贸n o la conciencia
antes que abril termine instauro la canci贸n como cepo del tiempo y rompo el cuerpo detenido crecen cart铆lagos de voces en la merecida pausa de la tarde
mientras las cartas nos unan para siempre nombrarĂŠ puertos de magia en la depresiĂłn hĂşmeda de la ciudad antes de que abril acabe la voz desnuda como lĂĄtigo o como luz sin parpadeo ni la queja ni el llanto ni el susurro amoroso nombran o abrigan
todo forma parte de lo inevitable
Abril se fue con mi deseo de sones cantitos de putas de cuerpos no elegidos ralos muertos
o savia sedienta de vaciar como vacĂo
seamos dos y miraremos el rostro y pondremos los ojos en dominio de la nada
y no declamar que verbo me consume
solo debo volver a la ronda y dejarle al distraído el son la mano tibia la humedad la ley me entorpece y la necesito padre, ¿por qué no creíste en tu ley?
como disparar sin enemigo sin olvido por quĂŠ no escupe el aliento de la gloria alguna palabra que me ayude a enhebrar el tiempo
muertita de amor
si se dice se pierde muertita de amor tendrĂŠ que vegetar capullo hasta morir mariposa
vaciar la voz
te doy mi muerta hace de mi muerta una mirada mirala
mirala
te nombro
y te pierdo
edici贸n digital producida en la ciudad de mariano acosta durante julio-agosto de 2011
María Chemes nace en 1962. Es cantante, poeta, maestra de canto y terapeuta vocal. Ha publicado con Libros de Tierra Firme dos poemarios: A rodar/la niña (1988) y Los lejanos amantísimos (1993). Tiene todavía inédito Brazos de ningun vacío (2007). Actualmente, se dedica al canto lírico, realiza recitales de arias y canciones, da clases en su estudio y trabaja en un nuevo libro.