El entramado de nuestras voces
Instituto Politécnico Superior “Gral. San Martín” Departamento de Extensión Cultural 2013
“Esta historia en particular, que es de todos, tenía derecho a hacerla mía porque es así como la comparto con los otros, al escribirla.” Marguerite Duras
En nuestro Taller, el desafío de la práctica escrituraria (y de lectura) trasciende el ámbito de lo personal para transformarse, a su vez, en una práctica colectiva donde las diferentes maneras de mirar el mundo quedaron reflejadas en las producciones de nuestros alumnos. La lectura en voz alta y el comentario de los textos abrieron el espacio para compartir caminos lectores y para habilitar un tiempo de escucha donde los modos de leer no clausuraron la comprensión de los textos en un único sentido sino que dieron cabida a múltiples interpretaciones. La pasión por la escritura atravesada por la pasión por la lectura permitió que las voces de nuestros alumnos se corporizaran en un entramado de textos donde el trabajo con la palabra fue el protagonista. Leer, escuchar, interpretar, decir… Deseo, elección, encuentro, trabajo, fueron las hebras que permitieron empezar a tejer el entramado de las voces que se presentan a continuación.
Departamento de Extensión Cultural I.P.S. “Gral San Martín”
EL LIBRO Primer bloque: Poesía “Días y estados”
• 14 de julio - Nublado • 29 de octubre - Despejado • Encapotado
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Segundo bloque: Narrativa “Siento en letras”
• Tengo miedo de la palabra crecer... • Me gusta la palabra “imaginación” • Me gusta la palabra paz
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Tercer bloque: Narrativa “Y cuando es el mar...”
• La aburrida medusa azul • La mujercita lila y su bote • Monólogo de un marino supersticioso • Valirya
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Cuarto bloque: Narrativa
“Entre palabras entrecruzadas” • Telegramas disparatados • Te quiero con locura
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LAS AUTORAS Sara Muro (3º 2º) Florencia Peinado (3º 2º) Abril Azul (1º 2º)
Primer bloque “Días y estados”
14 de julio - Nublado Mira dentro del ropero, Mira buscando algo, Imagina que encuentras eso que buscas, Imagina que eso te cambiarรก la vida, Mira dentro del ropero, observa con detenimiento, Mira buscando algo, observa cรณmo descifras el secreto, Imagina que no muy escondida en el ropero, encontrarรกs una reliquia. Sara Muro
29 de octubre - Despejado Mira el cielo con su celeste primaveral Mira el sol que libera su luz y calor. Imagina que las plantas florecidas escuchan tus pesares, Imagina que te ofrecen sus consejos a cambio de tu compaĂąĂa. Mira lo que se acerca Mira el verano que nos aguarda, Imagina que puedes volar hacia tu futuro. Florencia Peinado
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Encapotado Sueño que corro por donde no hay salidas y todo es dominado por una oscuridad, que pronto parece alcanzarme. En este mundo tormentoso, un mar de lágrimas se apodera de mi corazón roto. El camino se vuelve confuso, y doy vueltas sin entrar en razón. Ya no está aquí, ha desaparecido, esfumándose, efímera. Abril Azul
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Segundo bloque “Siento en letras”
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Tengo miedo de la palabra crecer… Crecer es una palabra que inspira muchas sensaciones felicidad, tristeza, expectación y miedo. Aaron las sentía todas, pero el miedo lo agobiaba, le costaba contener las lágrimas, sobre todo por el hecho de tener la mano de su madre en el hombro y a sus amigos alrededor cantando “¡Feliz cumpleaños!”, todo esto ante la tenue luz que emitían las 18 velas de su torta. Sus sentimientos se habían enredado y en este punto hubiera sido casi imposible diferenciarlos. Sentía felicidad porque ya era un adulto y podía hacer lo que quisiera, sentía muchas ganas de saber cómo sería la vida de una persona independiente, sentía la tristeza por estar más viejo, pero el miedo que tenía a perderlo todo, a cambiar, se había apoderado de él. Desde la antigüedad los humanos han evolucionado y han cambiado. El cambio es una de las cosas más hermosas de la Tierra. Un claro ejemplo de esto es la oruga que en cierto momento de su vida se transforma en mariposa, pero a su vez el cambio es algo terrorífico. Hay quienes buscan escapar de este destino, pero esto no es posible... ¿Verdad? Nadie se pregunta qué sintió o pensó la oruga antes de transformarse, ese momento debe ser el más conflictivo de su vida, ya que no sabe qué sucederá una vez ocurrido el cambio, el cual es irreversible. Pese a todo decide crecer, decide no vacilar y decide avanzar. Él comienza a pensar que tal vez la vida lo sorprenda, tal vez pueda cambiar, y tal vez pueda alzarse en un espléndido vuelo, así como la mariposa que alguna vez fue oruga. Florencia Peinado
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Me gusta la palabra “imaginación” Imaginar es sentirse libre. Tener libertad de expresarse, ya sea en voz alta o por escrito, o simplemente para nosotros mismos. La imaginación no tiene límites ni fronteras. Es construir una vida íntima, privada, solo nuestra, donde no somos protagonistas pero la historia nos pertenece. Es volar sin tener alas. O simplemente, caer sin frenos. No depende de ningún hilo, ni necesariamente está inspirada en algo o quizás alguien. Es una realidad paralela en la que solo las puertas están abiertas para nosotros mismos y en la que solo puede sentirse identificado el creador, porque aunque algunos puntos de vistas sean parecidos nunca van a ser iguales, porque somos nuestro propio cofre del tesoro. Abril Azul
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Me gusta la palabra paz Me gusta la palabra paz. Tener paz es estar en silencio, con los ojos cerrados, pero mirando al sol. Tener paz me transporta a campos verdes. Me deja escuchar el canto de los pájaros aunque esté en medio del caos. Ese caos que hay en mis clases de Lengua donde todos hablan, discuten, ríen y juegan. Lugar donde no puedo concentrarme demasiado, pero en el que igual tengo que trabajar. Caos fuera del salón al sonar el timbre. Caos al viajar en colectivo por el centro. Pero aun así, dentro del salón, y hasta en el bondi, tengo paz. Paz que logro al estar con amigos, compartiendo un mate, comiendo galletitas. Paz que encuentro al leer, dormir, tocar la guitarra, cantar. Eso también me gusta, cantar. Sí, amo cantar, como también amo leer. Esta pasión la encontré o más bien la descubrí hace poco. Amo a mis amigos que inculcaron eso en mí. Semanas enteras en las que cada uno tenía un libro o la compu en mano. Caminatas y viajes compartiendo las diferentes historias, conflictos y personajes que los libros que leemos plantean. Me gustan esas historias y me encantaría crear una propia. Sara Muro
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Tercer bloque “Y cuando es el mar...”
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La aburrida medusa azul El fondo del mar es un lugar aburridamente azul, los días pasan irremediablemente azules, aquí no hay más compañía que el silencio azul, el tiempo azul, la profundidad azul y la oscuridad curiosamente azul. Al menos eso era lo que pensaba la pequeña medusa quien —no hace falta agregar— también era azul. Ella odiaba el azul, el azul era opaco, aburrido y monótono, ella no quería ser como el azul, ella quería tener una vida divertida y llena de emociones y colores, colores como el rojo, el naranja, el verde, el amarillo, el violeta, quería ser como aquellos colores de los cuales su azul abuela le había hablado. Hace un tiempo su azul abuela le había contado una colorida historia sobre una vez en la que ella subió y se acercó allí por donde la luz del sol se asomaba, lo que escucho la pequeña medusa azul le pareció totalmente mágico. Por estas razones la medusa decidió emprender una no tan azul expedición en busca de los colores. Ni en sus sueños había podido abarcar tanto esplendor, no podía creer la cantidad de peces y plantas que había, lo que más la sorprendió fue que todos eran de distintos colores, no había dos peces que fueran iguales. ¡Y la luz…! Estaba cegada por la luz que se filtraba proveniente del sol. Era un verdadero espectáculo observar toda esa variedad de colores, pero entonces percibió otro color, un color familiar, ese azul que ella conocía tan apagado y solitario ahora danzaba alegremente en una fiesta de colores, luces y formas. Fue entonces que se dio cuenta de que no por ser azul ella debía ser una aburrida medusa, sino que todo este tiempo ella había elegido ser una aburrida medusa azul. Florencia Peinado
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La mujercita lila y su bote La mujercita lila de la casa lila del país lila tenía un bote. Era un bote lila de lilas travesías. Descansaba sobre el río lila y observaba las lilas nubes. La mujercita lila salía a navegar todos los días lilas, tomaba sol lila y nadaba junto a su bote cuando tenía ganas. El bote danzaba junto a la lila orilla y descansaba lila, lila, lilamente. Un día en medio de una violeta tormenta de soltó de su amarre lila. El bote naufragó lilamente y experimentó una gran alegría color azul. Y naufragó, y su naufragio fue de otro color. Y danzó, y su danza fue de otro color. Ya no estaba más con su lila mujercita. Vivía una libertad que solo el color azul podía darle. Pero la lila mujercita estaba lilamente preocupada. No sólo había perdido su lila botecito, sino que además una gris angustia se apoderaba de ella. Ya no poseía esa lila alegría. Ahora lloraba gises lágrimas por su lila bote. Pero el bote lila ya no era lila, sino que ahora era azul, como las aguas azules por las que danzaba azulmente. Un océano azul, con azules peces y azules olas. Todo era azulmente magnífico excepto por una lila cosa. Extrañaba a su mujercita lila y ese sentimiento era tan lila que le trajo lilas recuerdos sobre sus lilas momentos juntos. No podía abandonarla. Volvería aunque tuviera que ir contra la azul corriente. Lo lograría. Sara Muro
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Monólogo de un marinero supersticioso ¿Lloverá? ¿Quién sabe? El capitán dice haber visto un gato negro antes de subir a bordo. ¿Nos afectará? ¡Claro que no! Aunque los golpes de las olas son cada vez más persistentes y fuertes. Debo ayudar a los demás marineros a amarrar el barco. Sin prisa, pero sin pausa. Mejor rodeo las escaleras. Si no le grito a ése no se mueve ni me ayuda. Oigo a alguien anunciar que se avecina una tormenta. ¿Estarán bien los chicos en El Cabo? ¿María podrá cerrar todas las ventanas del altillo? Sí. Yo sé que podrá. Además ¿hace ya cuánto que viajó? Tres, cuatro años ¿no? Sí, podrá sola; aunque me encantaría poder estar allí para ayudarla. Y Milton, mi hermoso hijo ¿Cómo le estará yendo en la escuela? ¿Habrá aprobado Matemática? Espero que sí, y espero que no haya roto otro espejo porque ya sería la tercera vez. No quiero tener que volver a retarlo con tanta severidad, pero tiene que entender que adentro de casa no se juega a la pelota. Pero, ¿cómo no hacerlo? Yo amaba jugar en mi cuarto tirando la pelota hacia el techo y recuerdo haber roto el televisor. ¡Jajaja! Cómo se había enojado mamá. Pobre, siempre ordenando mis desordenes, y limpiando mis desastres. ¡Qué mujer tan calma! Y papá también, tanta paciencia. Sin embargo, cuando se enojaba… ¡el chancletazo que me comía! Pero era bueno el viejo, muy supersticioso además. No le podía pasar la sal sin que me dijera que la dejara en la mesa y después la agarraba. Qué se yo, cosas de él calculo. Dale, concéntrate, no es momento de quebrarse en recuerdos. Sara Muro
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Valirya Debería haberlos hecho cambiar de opinión. Sí… Debería haberles advertido antes sobre los peligros. Sí. Eso debería haber hecho… No deberían ser tan ciegos como para no ver lo que nos espera. Ahora lo sé, esto es culpa de los hombres que contratamos en Bravos, ellos fueron los que le llenaron la cabeza al capitán con sus cuentos sobre el oro y los dragones de Valirya… El capitán es un iluso, nadie que haya ido a aquellas tierras ha vuelto… Con vida… ¡Soy su contramaestre! Mi opinión debería poder influir en las decisiones del capitán ¿O no? Los dioses de la antigua Valirya no permiten intrusos, y no son tan benignos como nuestro Dios ¡Hasta los vendedores de almejas saben eso! Aunque quisiera ya no podría huir. Sí eso ya lo sé. Estamos a unos días de aquellas tierras infernales, y ahora ya no es solo el capitán, más de la mitad de nuestros hombres se ha dejado engatusar por esas estúpidas promesas de tierras, honor y oro… Para acabar con este viaje sin sentido tengo que arrancar esas ideas de la cabeza de todos… No hay otra opción… Esta noche el capitán ya no podrá opinar… Florencia Peinado
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Cuarto bloque “Entre palabras entrecruzadas”
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Telegramas disparatados Alicia entró en el país de las maravillas Y de pronto, entró el Nueve de Picas gritando con un papel en la mano: —¡Mi Reina! ¡Mi Reina! —¿Qué es lo que quieres ahora? —preguntó la siempre malhumorada Reina Roja. —Hemos recibido un mensaje urgente que ha enviado un Cardo que teníamos infiltrado en el campo de las Flores Cantoras. En su mensaje menciona a una tal Alicia, pero estas palabras me confunden mi Reina. La cara de la Reina cambió al instante. —¡Tráeme esa carta de inmediato! —ordenó. — Sí, mi Reina —dijo el Naipe y dando traspiés se acercó lo más rápido que pudo para entregarle la carta. La Reina se dispuso a leer el telegrama que había sido enviado en un avioncito de papel que todavía tenía un tenue olor a jazmín: Desesperado El Señor Conejo Entró Nuevamente Trotando Rápido Antes De Alicia La Reina con una mueca en su rostro gritó: —¡Y quién se cree que es este Cardo insolente! ¡¿Cómo se atreve a insinuar que su hermosa Reina está descentrada?! ¡Córtenle la cabeza! Florencia Peinado
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Te quiero con locura Ya casi sin ganas, por tantos intentos fallidos de demostrar su amor, decidió ser un poco más directo. Pero sin haber perdido su toque tímido y natural, el amante de los animales hizo un último intento. Quiso enviarle una carta, pero concluyó que estaba muy trillado; pensó en enviarle un mail, pero le pareció insensible. Al final se decidió por un telegrama, para él fácil de comprender: Mi Universo Resiste Con Ilusiones Esperando Locamente Amarte Ganando Oportunidades Pero para ella, era otro loco intento por demostrar cuánto sabía de animales. Con sólo leer las letras en negrita desistió. Ya no soportaba las largas charlas sobre mamíferos y reptiles. No comprendía cómo alguien tan inteligente empleaba su tiempo en aburrirla de tal manera. Sin embargo, ella lo quería igual. No lo soportaba, pero lo quería. Quizás lo quería demasiado. Ya no sentía lo mismo que en la primaria, ahora lo quería en serio. Pero él no sentía lo mismo, o eso era lo que ella pensaba… Sara Muro
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Diseño y maquetación: Florencia Manasseri Taller de proyectos editoriales y diseño IPS 2013 33